Artículo Científico Osbahr. K., Gómez, N.e : Hábitat avi(aulla humedal Guaymara!

USO DE HÁBITAT DE LA AVIFAUNA EN EL HUMEDAL GUAYMARAL

(CUNDINAMARCA, COLOMBIA)

HABITAT USE OF THE AVIFAUNA AT THE GUAYMARAL WETLAND (CUNDINAMARCA,

COLOMBIA)

RESUMEN

El sistema de humedales de la Sabana de Bogotá (Colombia) presenta actualmente un alto grado de fragmentación. Uno de ellos es el Humedal de Guaymaral, ubicado en el borde norte de la ciudad, afectado por la alta contaminación, la desecación v los rellenos con fines urbanísticos y agropecuarios. Durante un año, se llevó a cabo el conteo y el registro de actividades, incluyendo forrajeo, desplazamiento, descanso, canto y aseo de la avifauna del humedal en cuatro zonas llamadas oriental, occidental, norte y SUf. Para cada zona, se realizó adicionalmente la carac­terización de la vegetación. Durante el estudio, se registraron 21 familias de aves distribuidas en once órdenes y 49 especies. Al relacionar la vege­tación por sector con los registros de actividad, ]a zona occidental presentó los mayores pro­medios de uso de hábitat. El forrajeo en las zonas occidente y norte mostró los mayores promedios

11 Unidad de lnvestigaciún en Fauna Silvestre - C"lüversídad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A kosbahr@udca.edu.co Calle 222 1\;0. 54-37, Bogotá Colombia.

Karin Osbahr 1

Norma Constanza Gómez 2

con diferencias estadísticamente significativas. Se destaca el uso de la vegetación por estratos para desarrollar las actividades analizadas, aún cuan­do en las zonas oriental y norte la abundancia relativa de las plantas es determinante para el uso de hábitat expresado en términos de las actividades seleccionadas.

Palabras clave: Avifauna, uso de hábitat, vege­tación, humedal Guaymaral, Colombia.

SUMMARY

At the pre5ent time the wetland system at the Sabana de Bogotá (Colombia) ineludes only remaining fragments. One oí them, the Guaymaral wetland at the northem border of the city, is al50 affected by pollution, water drainage and filling for urban and agricultural purposes. Observations of the avifauna were done during one year includillg the register of activities such as foraging, resting, singing and c1eaning at the westem, eastern northern and southern zone of the wetland. Characterization of the vegetation

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Revista UD.C.A. Actualidad & Divulgación Científica 9 (2): 157-168

was made additionally for each zone. 21 families of birds distributed in eleven orders and 49 species were identified. The analysis of the activity data in relationship with the vegetation at each zone showed higher habitat use at the western part. Foraging at the western and northern part of the wetland has shown higher mean values with statistical differences. The use of stratified vegetation was also important at the eastern and northern zone, even the relative abundance of the plants is determinant for habitat use expressed in terms of the analyzed activities.

Key words: A vifauna, habitat use, Guaymaral wetland, Colombia

INTRODUCCiÓN

Colombia está catalogada, en el ámbito mundial, como país biodiverso, pero a la vez y desafor­tunadamente posee altas cifras de especies de flora y de fauna amenazadas (Franco, 1998; Rengifo, 1998). A pesar de esto, la riqueza de aves sigue siendo considerable, donde los registros nacionales reportan aproximadamente 1,861 especies pertenecientes a 671 géneros (Salaman et al. 2000). La Sabana de Bogotá refugia en sus diferentes ecosistemas cerca de 200 especies de aves, entre residentes, migratorias y estacionales (ABO, 2000).

Los humedales son ecosistemas sobresalientes por su productividad y por su biodiversidad. Es un hábitat propicio para los endemismos, pues se trata de un ambiente bien diferenciado, azonal, reducido y disperso, el cual ha favorecido la evo­lución y la conservación de una biota particular (Dugan, 1992; Cañon, 2003). Representan uno de los ecosistemas importantes del Distrito Capital y sirven de refugio a mamíferos, aves, anfibios, reptiles e insectos, por lo cual, fueron declarados «Áreas Importantes para la Conservación de las Aves de Colombia y el Mundo» (AlCAS) (Benítez

2006

& Vanegas, 2004). Bogotá contaba con una rica biota acuática en un vasto complejo de hume­dales, los cuales han sufrido una transformación negativa causada principalmente por la influencia humana, dejándolos actualmente como uno de los ecosistemas más amenazados a nivel nacional (Hernández et al. 1992).

Conocer cada sector del humedal, la vegetación y las especies de aves que allí habitan, ha per­mitido ampliar la información obtenida, a partir de conteos anuales realizados desde 1999 por la Asociación Bogotana de Ornitología (ABO), poniendo en evidencia la preferencia de hábitat de la avifauna. La información recolectada en el presente estudio igualmente será de utilidad pa­ra definir, en un futuro, planes de manejo, de conservación y de restauración del humedal GuaymaraL

MATERIALES Y MÉTODOS

El humedal de Guaymaral, con una extensión de 49ha, se encuentra ubicado al Norte de la ciudad de Bogotá, entre las localidades de Suba y Usa­quén, a la altura de la Autopista Norte con calle 220. Administrativamente, pertenece a la loca­lidad 11 de Suba, localizada al noroccidente del Distrito Capital entre las coordenadas distritales 106.000E - 94.000W y 126.000N - 110.0005 (Matallana et al. 2004). El humedal, se halla a 2550m de altitud y presenta un clima frío, dis­tribuido en un piso bioclimático altitudinal sub­andino o andino bajo. Para la zona de estudio, se registran los siguientes datos climatológicos: temperatura ambiente 12,6°C; precipitación 1000mm; humedad relativa 64,3%; velocidad del viento 2m/ seg, dirección del viento noroeste (Moreno et al. 2005).

En el remanente del humedal Guaymaral, se evidencia una clara diferencia en la fisonomía vegetal, la cual deriva de los efectos antrópicos

Articulo Científico

que han vellido influenciando la pérdida de la cobertura vegetal original. Esta condición per­mitió dividir el área de estudio en cuatro zonas:

Zona occidental: Conformada en el borde por praderas con asociaciones de Pennisetum clan­destinum, Halcus lanatus, Trifolium sp y Senecio madagascariensis, las cuales, en las áreas inun­dables, se mezclan con Rumex sp y Polygonum sp. La comunidad de tipo juncoide, se encuentra representada por Schoetwplectus califomicus, Typha angustifolia y Juncus sp. Con presencia de estrato arbóreo con alturas mayores de 10m (Salix Izumbo/dfiana, Yucca elephantipes) y arbustivo re­presentado fundamentalmente en un área consi­derable en relleno con invasión de Ulex europeus. En la zona de relleno que circunda el humedal por el costado occidental igualmente se en­cuentran individuos de Eucalyptus globulus, Paraserianthes laplzanta, Acacia decurrens y Acacia melanoxylon. Presenta un espejo de agua permanente con Eichomia crassipes y lenteja de agua (Lemnaceae) como vegetación flotante e Hydrocotile sp que cubre las zonas inundables.

Zona Sur: Se encuentra influenciada por la cercanía de áreas transformadas, en éste caso, por la presencia de un camino que bordea el hume­dal. Esta condición ha favorecido el desarrollo del estrato herbáceo (P. c/andestinum, Holcus lanatus, Trifolium repens) y la aparición de Solanum americanum. Sobresalen Sch. californicus y S. humboldtiana en el estrato arbustivo y arbóreo, res­pectivamente. Por otra parte, esta zona se carac­teriza por la presencia de praderas en zonas inundables, con Polygonum sp, invadido por P. clandestinum y áreas con vegetación juncoide (Sch. califomicus) entremezclado con ]uncus eifusus.

Zona oriental: La estratificación, característica de esta zona, está representada por vegetación herbácea con alturas menores de 1m, sobre­saliendo el estrato arbustivo (Sch. californicus), con alturas mayores de 2m. En el estrato arbóreo

Osbahr. K; Gómez, N C.: Habitat avifauna humedal Guaymaral

prevalece únicamente Smallantilus pyramidalis. Sin embargo, en las áreas de relleno que circundan la zona oriental, se encuentran ejemplares de Alnus acuminata y Xylosoma spículifera. Siendo una zona que registra inundaciones temporales derivadas de los ciclos de lluvia, se caracteriza por la pre­sencia de asociaciones de J. effusus, Polygonum sp y Rumex sp con parches de Zantedeshia aethiopica. En el borde, se presenta un cinturón de Sch. califomicus, T. angustifolia y parches de Cyperus rufos.

Zona Norte: En esta zona, se encuentra pro­nunciado el estrato arbóreo con alturas mayores a los 8m, representado por especies tanto foráneas plantadas (Sambucus nigra y S. Izumboldtiana), como nativas de crecimiento rápido (A. acuminata). En el estrato arbustivo sobresale Sch. Californicus, mientras que el estrato herbáceo, se caracteriza por asociaciones de Rumex sp y Polyganum sp entremezclado con invasiones de P. clandestinum. Siendo esta la zona más cercana a las áreas trans­formadas en pastizales para ganado, registra un amplio sector con invasión de P. clandestinum, H. lanatus y T. repenso Sin embargo, aun se conserva el espejo de agua permanente cubierto por vege­tación acuática (Lemnaceae, Eichornia crassipes e Hydracotile ranunculoides). La comullidad juncoide está representada en su mayoría por Sch. califor­nicus y algunos parches de J. effusus y T. angus­tifolía. Igualmente registra praderas inundables con asociaciones de Ruma sp., Polygonum sp. y Galium sp en menor proporción.

Para la caracterización fisonómica de la vegetación, se marcaron con un decámetro transectos longitu­dinales de 10m, abarcando la totalidad de los bor­des del humedal remanente. Con una cinta métrica, se midió la altura de las plantas registradas. Para el análisis cuantitativo de la vegetación, se esta­blecieron unidades de muestreo, marcando al azar cuadrantes de 10 x 2,10 x 3 Y 10 x 10m, de acuerdo a lo sugerido por Mueller-Dombois (1974) y Gysel & Lyon (1980), realizando réplicas de acuerdo a la variación de la vegetación.

Revista U.O.CA Actualidad & Divulgación Cienüf!ca 9 (21: 157-168

El humedal fue visitado por un año en las horas de la mañana a partir de las 5:30 am hasta las 12:30 pm entre el 18 de febrero de 2004 y el18 de febrero de 2005. Durante este período, se observaron las aves con binoculares marca Tasco Futura 7X-21X40mm realizando conteos extensivos por puntos en intervalos de 250m, cubriendo la totalidad del humedal (80 horas de observación) y tomando los registros de uso de hábitat (130 horas de muestreo), de acuerdo a la técnica de puntos de conteos intensivos, según lo reco­mendado por Ralph et al. (1995). Para determinar el uso de hábitat de las aves en cada una de las zonas, se definieron seis tipos de actividades: forrajeo, desplazamiento, aseo, posado, canto -posado y canto- desplazamiento, las cuales se registraron de acuerdo a la vegetación asociada en el momento de efectuar la observación. Los resultados obtenidos, se analizaron aplicando

2006

análisis de estadística descriptiva y analítica (Sokal & Rohlf, 2000).

RESULTADOS Y DISCUSiÓN

Durante el estudio, se registraron en total 21 fa­milias de aves distribuidas en once órdenes y 49 especies que incluyen tanto aves residentes (82%) como migratorias (14,7%) Y ocasionales (3,3 %). Por otra parte, el número de especies registradas por zona varió entre 26 y 39 especies, las cuales a su vez presentaron variaciones en la abundancia relativa calculada (Tabla 1). Las características propias de las especies de aves observadas con relación al uso de hábitat indican que el 70,5% son generalistas, ocupando igualmente, otros tipos de hábitat de la Sabana de Bogotá, mientras que el 29,5% restantes son exclusivas de ambien­tes acuáticos o semiacuáticos que requieren la pre­sencia de los humedales para poder sobrevivir.

Tabla L Listado general y abundancia relativa de las aves registradas por zona en el humedal Guaymaral

Especie , 1---__

I Acestrura mulsant

I Agelaius icterocephalus

Ambiycercus holosericeus

! Anas díscors

I Aratinga pertinax

lArdea !Ieradias

Bubulcus ibis

! Bufeo p/atypterus

i Butorides stríatus 1

I Carduelis psaltria

I Cardue1is spinescens

i Cnsmerodius albus

1 e " 1" atamclUil Clua IS

i Cistofhorus apolirrari I

Colibrí coruscans

I ~ " , , Lml1rostnnn fU¡tnl1 ! ~

-1-

Alimentación reportada en literatura*

"0Jéctar de flores e insectos.

Insectos, semillas y forraje

Invertebrados, frutos

i Material vegetal e invertebrados

Semillas, brotes, hojas y flores

Insectos

Insectos

Roedores, ranas y aves.

r- --- -- -'--

! Occidental I Oriental

I 1,15 0,83

26,15

0,46

4,82

0,23

16,94

0,83

0,41

0,41

0,83

Peces pequeños, insectos acuáticos I

! Y ramas

Semillas de los pastos (suelo)

Semillas de árboles

Peces y ranas

Semillas

! Insectos y pequeños animales

:\1éctar de flores

Insectos

160

___ 1_-

0,23

3,67

2,98

0,23

2,52

3,21

1.61 ~ ~~ I ~

2,07

0,83

3,72

0,41

2,89

-- -- ~- -¡-

Norte Sur

8,5

1,76

0,29

2,93

2,05

1,76

8,68

0,46

0,91

2,28

5,02

0,91 I

5,48

0,46 !

Artículo Científico

Tabla 1 (continuación)

Cmtophnga mnjor

Diglossa Í1Hmeralis

Diglossa sitio/des

Elaenia flavo¡;;aster

Elaenia frantzii

Elanus leucurus

Empidonrrx alnorum

Eríocl1emis ves ti tus

Fulica americana

Gallinago nobilis

Gallinula chlropus

Gallinula rnelanops

lcterus chrysater

Lesbia nuna

Merocerculu~ leucophrys

Molothrus bonariensis

Porphyrula martiníca

Pseudocolopteryx acutipennis

Sayornís nígricans

Scytalopus grisseicolis

Seiuyus noveboracensis

Serpophaga cÍnerea

SicaJis lutrola

Sporophiln luctuosa

Tringa solitaria

Trog/odifes aedon

Turdu5 fuscater

Tyrannu5 melancholiclls

Tyrannus tyrannus

Vern¡ivora peregrina

Verniliornis funlixatus

Zenaida auriculata

Zonofrichia capensis

\- Promed~ _. __

I Desviación estándar

L Total es~cies _ _ _ _

* Fuente: ABO, 2000,

Osbahr. K.; GÓmez. N.e.: Hábitat avifauna humedal Guaymaral

--,- - - _._- ._. - - - -

Néctar de flores, insectos y forraje

Néctar de flores e insectos

Insectos y frutas.

Frutos e insectos I

Ratones, lagartijas e insectos grandes I

Insectos

Néctar

Algas, hojas de plantas acuáticas

Lombrices y otras presas enterradas

Hojas, raíces e invertebrados

Hojas, raíces e invertebrados y pequeños animales

Insectos, frutos y néctar de flores

Néctar de flores

Insectos

Insectos

Material vegetal, invertebrado acuáticos

Insectos

Insectos

Insectos e invertebrados

Insectos

Insectos

Semillas del suelo en su mayoría

Selnillas e insectos

Pequeños invertebrados

Insectos y pequeños anilnales

Frutos¡ pequeños animales

Insectos y bayas

Insectos y bayas

Insectos, frutos pequeños y néctar de flores

Corteza de árboles

Semillas e insectos

Semillas e insectos L 1

0,46

0,46

1,15

0,23

0,23

0,23

0,69

0,69

0,23

0,46

2,06

0,46

0,46

0,23

0,46

3,21

2,98

0,46

1,61

0,92

4,59

3,67

0,23

0,46

0,83

3,72

0,41

1,24

1,65

0,41

0,41

1,24

2,48

0,83

0,41

2,89

2,48

0,41

4,96

7,44

1,65

5,5 0,83

16,97 .. 1 ... 35,54

2,78 3,33 1

-1------- -- -- -1- - -! 4,84 I 6,88

l····· l·· 1 39 30

1,17

2,05

0,59

0,29

0,29

0,59

1,47

21,41

0,29

17,6

0,59

0,29

2,93

1,47

0,59

0,29

1,47

4,4

0,29

1,17

2,35

4,11

1,47

2,05

9,09

3,03

4,77

32

3,2

0,46

0,46

0,91

0,46

1,83

1,37

0,46

3,2

0,46

0,46

9,59

9,59

2,28

0,91

0,91

3,2

36,07

3,85 --1 7,16 I 26

___ 1

Revista U.D.C.A. Actualidad & Divulgación Científica 9 (2): 157~168

Aún cuando en los conteos anuales realizados en el humedal Guaymaral se registran 25 familias, 13 órdenes y 61 especies, durante el estudio no se observaron algunas aves, bien sea por tratarse de especies que prefieren zonas boscosas y son poco comunes en los humedales, o por presentar poblaciones reducidas al encontrase amenazadas de extinción, como es el caso de la tingua bogo­tana (Rallus semiplumbeus) (Stiles, 1998). Por otra parte, la habilidad de camuflaje y su reacción de escape ante cualquier peligro pudo restringir la observación de algunas especies. Algunas aves al ser migratorias boreales, posiblemente no se encontraban en el humedal durante el estudio

ro 12

Q) ~ 10

"O E o ~ 8 "O e Q) 'o E ·0 6 o ro ~ -o. Q) 4 Ol

.. ~ Q) , ::J > 2 - .. <{

O 7

2006

(ABO, 2000; Jaramillo, 1993; Rengifo et al. 2002; Rengifo, 1998).

En el humedal Guaymaral, se hallan repre­sentadas especies vegetales que conforman tanto el estrato herbáceo (69,05%), arbustivo (17,86%) como arbóreo (13,10%). En términos generales, se encontró que la altura promedio de la vegetación varía de acuerdo a la zona, siendo similares las zonas occidente y oriente al igual que occidente y norte. Sin embargo, al comparar las alturas de la vegetación, únicamente se encontraron dife­rencias, estadísticamente significativas, para las zonas occidente, norte y sur (Figura 1).

..

Occidente Oriente Norte Sur

Zonas

, lIIlII Promedio • Desviación estándar • Mínimo .. Máximo

Figura 1. Altura promedio de la vegetación en cada una de las zonas del humedal Guaymaral. Prueba de significancia p < 0.05 t (O,c"-()r) == 0,75; t (O<'e -K(Jr) == 1,26; t (\Jl'r-sur)::; 1,9; t (()~~ Su) == 2,63**; t (()r-~()f)::; 2,69**; t (Or-Sur) = 4,50***.

Al agrupar las actividades observadas en las aves, se encontró que las especies registradas utilizaron las cuatro zonas, sobresaliendo la zona occidental con mayores promedios de uso de há­bitat. El forrajeo en las zonas occidente y norte presentó los mayores promedios con diferencias, estadísticamente significativas (t .:::. 0,05 = 2,37). A su vez, estas dos zonas fueron más utilizadas por las aves para desarrollar las actividades de aseo, desplazarse, posarse y el canto asociado a posarse y desplazarse (Figura 2A).

Al relacionar la estructura de la vegetación exis­tente en el humedal con las actividades registra­das por las especies de aves, se halló que la presencia del estrato arbóreo en la zona oriental, sur y, aunque en menor proporción en la zona occidental, favorece un mayor porcentaje de las actividades, mientras que en la zona norte las aves utilizaron el estrato herbáceo (Figura 2B). Sin embargo, se destaca el uso de los tres estratos identificados para desarrollar las actividades estu­diadas, aún cuando el análisis, mediante una

Artículo Científico Osbahr, K.; Górnez, N.C.: Hábitat avifauna humedal Guaymaral

(A)

16

14

12

4

2

o F D A p CP CD

Iiil Occidente O Sur O Oriente El] Norte

(6)

80

70

60

50

40

30

20

10

O

Occidente Oriente Norte Sur ZONA

m Arbustiva ElIArbórea • Herbácea

Figura 2. Uso de hábitat de las especies de aves en el humedal Guayrnara!. (A) Promedio de registros de acuerdo a la actividad F ~ Forrajeo; D ~ Desplazamiento; A ~ Aseo; P ~ Posarse; CP ~ Canto y posarse; CD ~ Canto y desplazamiento. (B) Porcentaje de actividad calculado de acuerdo a la estructura de la vegetación presente por zona.

prueba de Fisher, muestra que la abundancia relativa de las plantas es determinante para el uso de hábitat expresado en términos de las

actividades seleccionadas en las zonas oriental y norte (Tabla 2).

163

Revista U_D.CA Actualidad & Divuigación Científica 9 (2): "\57-16B 2006

Tabla 2. Prueba de Fisher para la estructura de las comunidades vegetalesy los registros de actividad de las aves

Altura de las plantas --- r -- - -- 1 ----1

Actividad

Forrajeo

Desplazamíento

Posado

Canto y posado

.. l. Occidente

1,08

18,27***

7,74**

Canto y desplazamiento I

13,7***

9,82**

Sur

0,13

0,77

2,68

0,4

0,47

--1 --Oriente

1,3

0,98

2.66

3,90

0,57

Norte .. I

0,58 i

0,45 1

1

0,42

0,41

0,65

I Occidente

Abundancia relativa

Sur .. ,

Oriente 1 Norte i

·1 Forrajeo

Desplazamiento

Posado

Canto y posado

Canto y desplazamiento

-- ,---0,6

0,84

1,68

0,92

4,62

Significancia estadística (*) F (p ~0,01)

Los reportes en la literatura con relación a los há­bitos alimenticios de las aves observadas (ABO, 2000) indican la presencia de aves que incluyen en su dieta diferentes categorías alimentarias (Tabla 1), con predominancia de aves omnívoras (28,57%), seguido de aves insectívoras (24,49%), aves nectarívoras-insectívoras (12,24%) Y aves granívoras (10,20%). Las especies de aves graní­voras-insectívoras, frugívoras-insectívoras y car­nívoras, se encuentran representadas en menor número, equivalente en todos los casos al 8,16%. Sin embargo, aunque en las diferentes zonas del humedal se encuentran presentes especies de aves que abarcan las distintas categorías alimen­tarias, se observa una mayor presencia de aves insectívoras en los cuatro sectores analizados, a la vez que las especies omnívoras se registraron en mayor porcentaje para las zonas occidente, oriente y norte (Figura 3). Esto indicaría que, aún cuando la oferta alimenticia de semillas, inver­tebrados acuáticos, insectos y pequeños verte­brados existentes en el humedal aparentemente

1,49

3,15

2,47

0,03

5,90 10,39***

12,83***

6,63**

3,34**

522**

6,74**

3,51*

5,54**

14)3***

es suficiente, no se encuentra distribuida homo­géneamente dependiendo, posiblemente, de las características de la vegetación presente en cada zona. De tal manera que el régimen alimentario de la avifauna en el humedal Guaymaral estaría contribuyendo a los procesos biológicos tales como dispersión de semillas, polinización y con­trol de poblaciones de insectos y de pequeños roedores.

El número de especies por unidad de área en un humedal tiende a ser menor que en una su­perficie con hábitat boscoso (Andrade, 1994). Pero a pesar de esta limitación en la riqueza, muchas de las especies que integran las comunidades aviarias de los humedales, se caracterizan por tener poblaciones grandes (Naranjo, 1998). Esta condición permite comprender el hecho de que el forrajeo fue la actividad registrada con mayor frecuencia, ya que muchas aves la realizan en gru­pos sociales (Beauchamp, 2002). Los valores ele­vados de abundancia relativa (Tabla 1) junto con

Artículo Científico Osbahr. K.; GÓrnez. N.C.: Hétll1al avifauna humedal Guaymaral

30 ti)

'" <.>

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c. ti)

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'" 10 '¡¡j' -<:

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O o.. O

n+i g+1 O 9 e f+i

Categoria alimentaria

11 Occidente D Oriente D Norte D Sur

Figura 3. Especies de aves por categoría alimentaria presentes en las diferentes zonas del humedal Guaymaral n+i =

nectarívoro-insectívoro; g+i = hTfanivoro-insecnvoro; o = ollUÚvoro; i = insectívoro; c = carnivoro;f+i = frugívoro-insectívoro.

la tendencia de forrajeo grupal reportado para Fulica americana (Calinda, 2001) y Agelaius icterocephalus (Calinda & Peralta, 1998; Sofrony, 2003) explican a su vez el mayor porcentaje ob­tenido para el forrajeo en la zona norte, es decir, la decisión de forrajeo no se encuentra rela­cionada únicamente con la presencia del recurso alimenticio sino con el comportamiento de los individuos que conforman la población (Calef & Ciraldeau, 2001; Beauchamp, 2003; Fernández­Juricic et al. 2004).

A pesar del alto grado de intervención, el hume­dal sigue siendo extenso con una alta hetero­geneidad en la vegetación, derivada tanto de procesos sucesiona les propios de ecosistemas intervenidos o de la introducción de especies foráneas plantadas por el hombre. Se dice que los humedales son bidimensionales para la fauna (Becerra et al. 2004), aunque en el caso del humedal Cuaymaral, al registrarse especies arbóreas y arbustivas plantadas, se presenta una amplia gama espacial gracias a la tridimensio­nalidad establecida por la presencia de varios estratos de vegetación. Esta condición garantiza

ambientes apropiados para el perchaje, como es el caso de Trogladytes aedan (Ramírez, 2000), lo cual a su vez permite explicar los valores eleva­dos que se registraron en la actividad posarse en las cuatro zonas analizadas, tal como lo sugieren los datos presentados en la figura 2a. Adicional­mente, algunas especies, tales como Agelaius icterocephalus son territoriales y se distribuyen a lo largo del humedal sobre zonas muy puntuali­zadas compuestas por juncales de Sch. califarnicus y lengua de vaca Rumex sp., utilizando a su vez, esporádicamente, vegetación arbórea, como S. nígra y S. humboldtíana (Sofrony, 2003).

La presencia en el humedal de aves generalistas y especialistas, junto con el hecho de que la vegetación se distribuye según los sectores del humedal generando comunidades acuáticas dominantes, representadas por Sch. californícus y vegetación errante emergida, dominada por Eíchornía crassipes, Lenma sp. y Azolla filiculoides, explica el hecho de que el uso de hábitat se en­cuentre determinado por la abundancia relativa de las plantas. Igualmente, el hábitat disponible aún cuando se encuentre altamente intervenido,

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ofrece las condiciones apropiadas para las aves registradas al estar conformados los márgenes del humedal por densas franjas de vegetación que condensan en poco espacio varias comunidades vegetales bien diferenciadas, a través de un es­trecho y abrupto gradiente de humedad.

Considerando el elevado porcentaje de especies residentes registradas (Olivares, 1969; Hilty & Brown, 1986) es factible que la presencia de espejos de aguas permanentes o esporádicas, jun­to con las alteraciones en la estructura de la vegetación, ha podido favorecer adaptaciones en el uso de hábitat disponible. Sin embargo, al registrarse igualmente aves migratorias, cabe resaltar que el uso de hábitat, en éste caso, puede llegar a afectar la eficiencia alimenticia, la vulne­rabilidad a depredadores y la exposición a estrés ambiental, por lo que no necesariamente los cambios en la estructura original de la vegetación del humedal y sus áreas circundantes, favorecen el hecho de que estas aves puedan realizar, de manera eficaz, sus migraciones (Lindstrom, 1990; Moore & Yong 1991; Moore & Simons, 1992; Russell et al. 1994).

CONCLUSIONES

Los conteos realizados durante un año permi­tieron registrar en su mayoría las aves residentes, migratorias y ocasionales que aún sobreviven en el humedal Guaymaral. Sin embargo, se encontró que, de acuerdo a la zonificación en la vegetación, existe una variación entre el número de especies registradas y la abundancia relativa calculada.

El uso de hábitat por parte de la avifauna, se en­cuentra ligada tanto a la presencia de diferentes estratos así como a la abundancia relativa de la vegetación presente en las zonas estudiadas.

Aún cuando el humedal Guaymaral se encuentra altamente deteriorado y está representado en la actualidad únicamente con un reducto con rela-

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ción a SU extensión original, todavía mantiene condiciones favorables para que la avifauna pre­sente pueda desarrollar las actividades tanto para las especies generalistas como de requerimientos más específicos.

AGRADECIMIENTOS

Al Grupo de Investigación en Fauna Silvestre de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Am­bientales U.D.C.A, a Mateo Hernández, a la Fundación Humedal Torca-Guaymaral, en espe­cial a Jorge Montaña y a la Asociación Bogotana de Ornitología, por su apoyo y colaboración durante la elaboración de este trabajo.

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Recibido: Septiembre 3 de 2006 Aceptado: Noviembre 27 de 2006

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