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Una noche silenciosa y fría de otoño, una pareja paseaba por debajo del puente San Pablo, cuando escucharon algo caer a sus espaldas. Al girarse, vieron el cuerpo sin vida de un chico delgado y rubio. Encontraron su cartera a unos pocos metros de el, la abrieron y descubrieron varios pasaportes falsos. Un papel sobresalía de la billetera, la abrieron y en él ponía: ``Si quieres seguir con vida, tráeme lo que me debes a las doce en el puente San Pablo. Fdo.: Vエエ. La pareja se acercó de nuevo al cuerpo, había algo en las manos del chico que les extrañó, de sus dedos colgaba un mechón de pelo pelirrojo y rizado. Los dos chicos decidieron iniciar una investigación por su cuenta, escondieron el cuerpo entre los arbustos que había a la orilla del río. Cogieron la cartera del suelo y se fueron de nuevo de fiesta a la plaza de España. Cuando llegaron no lograban quitarse de la mente la cara de aquel chico y el mechón pelirrojo que encontraron en su mano. Al cabo de un rato, mientras hablaban con sus amigos, vieron que una persona corría por la calle de enfrente. Les resulto familiar el pelo rojo y rizado y empezaron a seguirla, pero al entrar en el parque San Julián desapareció. Al perderle el rastro, los dos chicos volvieron hacia la plaza de España sin esperanza de encontrar a la presunta asesina, pero vieron que en el suelo había una cartera donde estaba la identificación de la empresa en la que trabajaba. Decidieron seguir investigando al día siguiente.

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Una noche silenciosa y fría de otoño, una pareja paseaba por debajo del puente

San Pablo, cuando escucharon algo caer a sus espaldas.

Al girarse, vieron el cuerpo sin vida de un chico delgado y rubio. Encontraron su

cartera a unos pocos metros de el, la abrieron y descubrieron varios pasaportes

falsos. Un papel sobresalía de la billetera, la abrieron y en él ponía: ``Si quieres

seguir con vida, tráeme lo que me debes a las doce en el puente San

Pablo. Fdo.: V´´.

La pareja se acercó de nuevo al cuerpo, había algo en las manos del chico que

les extrañó, de sus dedos colgaba un mechón de pelo pelirrojo y rizado.

Los dos chicos decidieron iniciar una investigación por su cuenta, escondieron

el cuerpo entre los arbustos que había a la orilla del río. Cogieron la cartera del

suelo y se fueron de nuevo de fiesta a la plaza de España.

Cuando llegaron no lograban quitarse de la mente la cara de aquel chico y el

mechón pelirrojo que encontraron en su mano.

Al cabo de un rato, mientras hablaban con sus amigos, vieron que una persona

corría por la calle de enfrente. Les resulto familiar el pelo rojo y rizado y

empezaron a seguirla, pero al entrar en el parque San Julián desapareció.

Al perderle el rastro, los dos chicos volvieron hacia la plaza de España sin

esperanza de encontrar a la presunta asesina, pero vieron que en el suelo había

una cartera donde estaba la identificación de la empresa en la que trabajaba.

Decidieron seguir investigando al día siguiente.

A las diez de la mañana fueron a la empresa que ponía en la identificación y les

comunicaron que no habían visto a esa empleada desde hacia tres días, les

contaron que era una chica muy rara y que no se relacionaba mucho con sus

compañeros, su nombre era Victoria. Sus sospechas se habían confirmado, ella

era la asesina.

La pareja siguió investigando, siguiéndola hasta un pequeño pueblo de Burgos,

lugar que figuraba como su domicilio y descubrieron que Victoria era la hija de

un importante General. Los del pueblo no sabían nada de ella desde hacia

mucho tiempo y terminaron creyendo que había muerto. Pero un día, empezó a

correr el rumor de que estaba viva. La gente del lugar se alegró mucho por la

noticia, hasta que notaron que Victoria no era como antes, había cambiado su

forma de ser, de vestir, de actuar…

La pareja se alojó en un pequeño hotel del pueblo y descubrieron que todos los

días a la misma hora, Victoria se reunía con un hombre de aspecto sospechoso.

Los chicos pensaron que tal vez el la había obligado a cometer el crimen.

A la mañana siguiente, los chicos encontraron a aquel hombre en la plaza del

pueblo, le siguieron hasta una casa abandonada, entraron, se escondieron y

esperaron hasta que el hombre se fue.

Salieron de su escondite, entraron en una habitación en la que había muchísima

información y fotografías de aquel chico rubio. Descubrieron que lo habían

asesinado porque sabía demasiado y amenazaba con contar información del

plan en el que Victoria y aquel hombre estaban trabajando.

Los chicos al tener por fin las suficientes pruebas llamaron a la policía. Se

resolvió el caso y sus vidas volvieron a ser como antes, pero con una historia

increíble que nunca olvidarán.