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ESCUELA DE PADRESESCUELA DE PADRESUNIDAD DE ATENCION UNIDAD DE ATENCION
TEMPRANATEMPRANA
Departamento 5 Departamento 5 ClClííniconico--MalvarrosaMalvarrosa
Centro de Salud de NazaretCentro de Salud de Nazaret
C/ Fernando C/ Fernando MoraisMorais, 2, 2
Valencia 46024Valencia 46024
Tfno. 96 3870370Tfno. 96 3870370
DESARROLLO EMOCIONAL
“Todas nuestra vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los niños que crecen envueltos en afecto, sonríen más y son mas amables. Generalmente son más equilibrados”
Dalai Lama
Embarazo
Parto
Tras el nacimiento…
Ante la llegada del bebé la relación emocional de los
padres se ve afectada por
La perdida de sueño que va a producir irritabilidad,
cambios de humor, rendimos menos.
Aislamiento social, hay una evidente disminución para
mantener relaciones sociales ante la exigencia de los
cuidados de un bebé.
Desigualdad en la distribución de tareas: debemos
ser conscientes que la mujer carga con la mayor parte.
Depresión: Es común que tras el parto la mamá
experimente una tristeza que puede perdurar horas o
días, pero un 10-20% experimentan sentimientos de
tristeza profunda, desesperación e impotencia la
depresión postparto.
Debemos ser conscientes de todo esto.
La situación no va a cambiar, pero si somos
capaces de ver los cambios emocionales que se
suceden y entender porque aparecen, estaremos
mucho mejor.
Neurobiología de las emociones
La lógica del cerebro izquierdo debe trabajar
bien con las emociones
del derecho
En el niño
pequeño
predomina el
hemisferio
derecho durante
los tres primeros
años.
Las partes superiores del cerebro que permiten ver las
propias acciones de forma reflexiva, deben trabajar
bien con las inferiores más relacionadas con las
emociones, el instinto, las reacciones viscerales y la
supervivencia.
El sistema límbico (cerebro emocional) consiste en un grupo
de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento,
entre ellas esta la amígdala que es el centro de control de las
emociones, las procesa y almacena.
El córtex es la parte pensante del
cerebro, ayuda a controlar las emociones
a través de la resolución de problemas, el
lenguaje y otros procesos cognitivos.
Al nacer los bebés tienen desarrollado
aproximadamente la mitad de su circuito
neuronal necesario para experimentar
emociones.
Lo primero que madura son las
estructuras límbicas más primitivas, que
incluye la amígdala. Esta alerta a otras
partes del cerebro de que hay algo a lo
que se debe reaccionar
Las superiores comienzan a desarrollarse
a partir de los 4-6 meses, a partir de
entonces la mente va tomando conciencia
de las emociones.
El cerebro sigue su proceso de
maduración hasta la adolescencia.
Hasta que el cerebro superior no esté bien
desarrollado es difícil que un niño pueda
actuar de forma racional, que pueda controlar
sus emociones, tomar las decisiones
acertadas, que piense antes de actuar y que
tenga empatía.
Es
importante
tener esto
presente
ETAPAS DEL DESARROLLO
EMOCIONAL
Autorregulación e interés por el mundo.
(Del nacimiento a los dos meses)
Los bebés afrontan dos retos simultáneos:
sentirse equilibrados y tranquilos
hacer uso de todos sus sentidos para conocer el
mundo.
La capacidad reguladora y el interés por
descubrir se desarrollan de forma conjunta,
potenciándose mutuamente.
La angustia es la primera emoción que se puede
percibir en el recién nacido, se refleja por el llanto,
cuando tiene hambre o está incomodo. se produce
un sonido fuerte, o un movimiento brusco.
La sonrisa en el primer mes es un acto reflejo y se
observa ante estados fisiológicos de bienestar.
Video: 4:45 primeras emociones
En estos primeros meses se va desarrollando el apego entre el niño y sus padres no
se forma en cuestión de minutos, horas o días sino que se construye lentamente a
través de las interacciones sociales que tiene lugar durante muchos meses.
Se parece más a un pegamento de secado lento que a un superpegamento
ultrarrápido.
Se crean rutinas sincronizadas perfectas.
El resultado de estas interacciones será el desarrollo del apego entre el bebé y sus cuidadores.
La madre es cada vez más eficiente para interpretar y
reaccionar a las señales del bebé, el bebé responderá de forma más activa hacia ella.
.
Los niños nacen con una serie de reflejos y
características que favorecen las reacciones de sus
cuidadores.
Sistemas de conducta
del bebé
Sistemas de conducta
del cuidador/a
Rasgos del bebé
Llanto
Sonrisa/vocalizaciones
Mirada
Expresiones
emocionales
Ritmos naturales
Aumenta la atención
Respuestas positivas
Obtiene proximidad
Mantiene proximidad
Respuestas verbales
Contacto ojo a ojo
Respuestas verbales
Reacciona interpretando
el estado anímico del
bebé
Sincronía interactiva
Conductas que se
adaptan al bebé
Habla infantil/andamiaje
¿Que hacer en estos primeros meses?
Tocarlo con suavidad, acariciarlo.
Contacto piel con piel a través del masaje.
Hablarle y cantarle
Mirarle acercando nuestra cara a la suya
Intentar relajarnos antes de coger al niño.
Cuando llora acudir, está intentando comunicar algo y es su
forma de expresar emociones.
El padre participe de los cuidados va a enriquecer las
relaciones familiares
Hacer ruidos excesivos, gritar, evitar
olores fuertes.
Cambiarlo bruscamente de posición.
Realizar excesivos cambios de rutinas.
Cambiar con frecuencia las manos que
lo cuidan.
Cogerlo cuando estamos enfadados.
Debemos relajarnos antes.
NO
Si un bebe llora sin ser consolado, se encuentra solo en el
aprendizaje del paso del malestar a la calma y al bienestar.
Ese bebé puede llegar a tener dificultades para
autocontrolarse no únicamente en sus primeros meses
sino a lo largo de todo su desarrollo
Shejtman y Vardy, 2008, Tronick, 2008
Enamorarse
(De los dos a los 6 meses)
El cerebro da un gran paso adelante
A medida que el recién nacido va creciendo, entre el 3er y 4º
mes de vida, empezará una interacción privilegiada con las
figuras de apego, sin rechazar aún a los desconocidos.
Su vida emocional es mucho más rica y compleja.
A los 3 meses la sonrisa se hace más amplia y se presenta
ante la interacción social en respuesta a la cara o voz de su
madre.
La tristeza surge alrededor de los 4 meses empiezan a
reaccionar con tristeza ante la retirada de algún estímulo
positivo, por ejemplo si la interacción cuidador- bebé se
interrumpe de forma drástica. Si una madre está triste y
deprimida frente a su bebé, éste responde apartando la vista
de ella y quejándose
La sorpresa aparece entorno 5-6 meses, Se observa cuando
los bebés mantienen los ojos muy abiertos y muestran su
interés cuando algo les atrae.
¿Qué hacer a los 3-4 meses?
Jugar, reír, disfrutar juntos.
Sé sensible a las reacciones del bebé.
Contestar a sus gorjeos imitando los mismos sonidos,
estableciendo un diálogo.
Ayuda a tu bebé a experimentar momentos tranquilos y
reconfortantes.
Dejar que con supervisión sus hermanos mayores lo puedan
coger para poder acariciarlo, hablarle. Con ello vamos a
fomentar la buena relación entre ellos.
Estar las 24 horas encima del bebé, necesita descubrir el
mundo por su cuenta.
Dormirlo en brazos, sobre el pecho o succionando el
biberón, debemos evitar que asocie el dormir con estas
acciones.
Dejarle llorar, debemos acudir y ayudarle a que se calme.
Obsesionarse con la comida. Si no es necesario por
prescripción médica no despertarlo para darle de comer NO
¿Qué hacer a los 5-6 meses?
La relación de ternura, afecto y caricias potenciarán un
sano desarrollo psicológico, emocional y físico del pequeño.
Intentar mantener un entorno estable emocionalmente.
Recordar que debemos dejar que explore el mundo solo
Facilitarle un entorno óptimo y rico de estímulos.
I recordad lo importante que es descubrir los objetos por la
boca.
Es el momento que empieza a expresar su enfado. Ayuda
a tu bebé a relajarse, cálmalo con tu voz y gestos suaves.
Evitar la sobreprotección excesiva y tratar al
pequeño como si fuera mucho más pequeño de
lo que es.
Evitar en la medida de lo posible las
emociones negativas: tristeza, ansiedad,
inquietud, pesimismo, etc. NO
Desarrollo de la comunicación Intencional
(de los 6 a los 10 meses)
El bebé se abre al mundo física, mental y
emocionalmente.
Siente y comunica más de lo que puede expresar, es un
gran imitador y tiene mucha más memoria, ante cambios de
rutina reacciona y se frustra porque no puede expresar lo
que necesita.
Entre los 6-9 meses las emociones básicas se
diferencian y distinguen más entre sí, a partir de los 6
meses el niño es capaz de leer las expresiones
emocionales de los demás y a los 8 meses empieza a
reconocer que estas están relacionadas con acontecimientos
y objetos particulares.
Aparece la anticipación y la conducta orientada a un
objetivo, por lo que consigue entender que sus acciones
desencadenan una respuesta y percibe que sus
emociones son comprendidas.
El miedo a los extraños se empieza a observar a los 6
meses y se desarrolla plenamente entre los 10 y los 14
meses.
No todos los niños lo expresan igual y depende de:
•El temperamento del bebé y la seguridad en la relación
madre/bebé.
•Del extraño: género y conducta respecto al bebé.
•De la situación: proximidad del cuidador o el humor del niño
en este momento.
La ansiedad ante la separación emerge a los 8 meses y
alcanza su grado máximo alrededor de los 14 meses,
después va disminuyendo gradualmente.
A medida que el bebé consigue una mayor independencia
motriz irá apareciendo el miedo ante la separación
Video (relacionarse) 6:50 ansiedad ante la separación
Atribución de significado al entorno social
Es un proceso que ayuda al bebé a dar nuevos significados a las
expresiones de los demás. REFERENCIA SOCIAL. Aparece entre los 8-10
meses.
Es la búsqueda activa de información emocional en personas de confianza
ante situaciones inciertas. El niño sigue o se para en función de la
expresión emocional de la madre, si la madre sonríe el niño continúa si la
madre muestra una expresión de miedo el niño se paraliza.
La referencia social proporciona un medio importante de
aprendizaje mediante la experiencia indirecta a través
del reconocimiento y la respuesta de las pistas
emocionales del cuidador.
(evitar situaciones de daño sin tener la experiencia de
consecuencia negativa)
No solo reaccionan a las expresiones emocionales sino
que las utilizan para conocer las intenciones y
preferencias de los demás y guiar sus propias acciones.
https://www.youtube.com/watch?v=v27lPx
eCy2Y
¿Qué hacer a los 6-8 meses? En estos meses se manifiesta claramente la alegría, rabia,
sorpresa, pena o impaciencia.
Establecer tertulias en las que dediquemos tiempo a escuchar al
niño y responder con interés y ternura.
Reforzar sus logros.
Ser creativos, incorporar nuevos juegos y juguetes adecuados a
sus posibilidades.
Recordad lo importante de jugar en el suelo para favorecer su
independencia motriz.
Jugar al juego del cu-cu tras. Da confianza al bebé y cuando lo
dejéis en casa de la abuela siempre despediros de él. ¡No os
vayáis a escondidas!
Jugar sin interés, el bebé se dará cuenta.
No saber interpretar y responder a las demandas
sonoras y gestuales
Entorno demasiado exigente.
Poca expresividad.
Obligar a comer a la fuerza o con trucos de distracción.
NO
¿Qué hacer a los 9-10 meses?
Recordad que ahora expresa con mayor claridad la rabia,
los celos, la envidia, la ternura, el buen y el mal humor.
Mostrará alegría al relacionarse con otros niños, Ir la
parque para que juegue con ellos.
Ayuda a tu bebé a experimentar sus emociones y
reacciona de forma adecuada ante ellas.
Juegos que faciliten el desarrollo del lenguaje, hablarle
mucho. Recordad que va a comprender mucho antes que a
hablar.
Jugar con harina, gelatina, maicena, pan rallado,
debemos dejar que nuestros bebes experimenten, se
ensucien, disfruten.
No tendrá conciencia del peligro, pero querrá moverse y
tocar, debéis ofrecer un espacio que de libertad y que sea
seguro.
Limitar el compartir con los demás.
Privarle de descubrir, regañar
continuamente. NO
Aparición de un sentido organizado del Yo
( De los 10 a los 18 meses)
Es un periodo de transición entre la etapa de bebé
a la de niño pequeño.
Es una fase de grandes cambios y en la que surge la
capacidad de organizar tanto su conducta como su
vida emocional.
Vuestro hijo es capaz de mantener una relación y de
copiar vuestra conducta y emociones
También desarrolla actividades según sus propios
intereses y deseos, más que por imitación.
Es capaz de alejarse de su madre para explorar pero
manteniendo el contacto visual y auditivo.
Añade su propia interpretación a las cosas que le han
enseñado y puede manipular objetos o cosas de un
modo que no le han enseñado. Muestra su propia
originalidad.
Empieza a comprender las funciones y los
significados de personas y objetos, por ejemplo que la
cuchara es para comer.
Desarrolla una relación compartida con otros niños,
siempre que sean compañeros de juegos habituales,
más allá del juego paralelo.
Se da cuenta de que las personas tienen muchas
emociones, él puede estar enfadado con su madre y a
la vez quererla mucho.
Son capaces de comunicarse con gestos y palabras.
Responde con gestos o verbalmente a los límites que
establecemos.
¿Qué hacer a los 10-18 meses? Fomentar su autonomía y dejar que explore espacios y
objetos.
Aprovechar el juego para reforzar sus logros y que se sienta
satisfecho por el trabajo bien hecho.
Descubre las posibilidades de los juegos, no se las presentes
todas a la vez, deja que él investigue, no tengas prisa y deja
que lo consiga.
Hablar correctamente, llamar a cada objeto por su nombre y
repetir las veces que sea necesario.
Reforzar sus logros y decir “no” cuando sea necesario, en
caso de peligro o cuando se ha establecido un límite.
Poco a poco dejar que aprendan a jugar solos.
Comparar al bebé con otros niños.
Estar permanentemente a las órdenes del bebé, respondiendo a sus
exigencias y reforzando que es él quien manda.
Por miedo excesivo a que se haga daño limitar su independencia.
Evitar los: “no toques” mejor quitar lo que no pueda tocar o “te vas a
caer” ayudarle a conseguir que sea consciente de sus posibilidades.
Hablarle rápido, con tono aburrido y hacer bromas que él no entiende.
NO
Crear ideas emocionales
(De los 18 a los 36 meses)
En esta etapa es característico el debate
emocional entre su incipiente independencia y
la necesidad de buscar la seguridad que le
ofrece la figura de apego.
Es una periodo de una gran explosión
emocional y cognitiva.
Se instala la terquedad, combatividad y lucha de
poder.
Hacia los 18-24 meses surge la autoconciencia
Permite a los bebés hacerse más autocríticos y tener
respuestas como la culpabilidad.
Hacia los 2 años son conscientes de las normas básicas de lo
que se puede hacer y lo que no, sabe que se deben respetar
las normas y muestran angustia o ansiedad cuando no se han
portado bien, incluso cuando no hay un adulto.
La conciencia de sí mismo cambia la intensidad y
las condiciones de las reacciones del niño frente a
los demás abarcando el afecto y los celos
(Las rabietas de los niños de 2 años se producen porque
se dan cuenta de lo que son, se toman de manera más
personal la ofensa y la frustración y se dan cuenta de que
son más capaces de responder de esta forma)
Video 40:46 autoconciencia
La autoconciencia también desarrolla otros sentimientos
Los niños de 1 a 2 años se sienten más orgullosos de
sus logros
Responden de una manera más sensible y razonable
a los sentimientos de los demás.
Por tanto en estos meses se desarrollo emociones como:
•Orgullo
•Confianza
•Culpabilidad
•Vergüenza
•Rubor
La nueva concepción de los demás permite fomentar emociones
como:
Desafío
Celos
Empatía
Sentimientos de afecto
¿Qué hacer de los 18 a 36 meses?
Cuando el niño pide ayuda, lo esencial no es
solucionarle el problema sino darle las sugerencias para
que lo consiga solo.
Aunque cometa errores lo positivo es hacer ver que
poco a poco lo va a ir consiguiendo.
Conviene trabajar la reflexión, la flexibilidad y dar
importancia al enfoque positivo.
Hay que prepararle para que descubra el significado de
los triunfos, de las decepciones, de la alegría y de la
tristeza.
Si estimulamos su confianza en si mismos y les
dejamos enfrentarse a sus problemas, podrán extraer sus
propios recursos y estrategias. Con ello mejoramos su
autoestima y su autonomía.
Los valores que transmite nuestra sociedad: prisas,
ritmo acelerado, competitividad, búsqueda de triunfo,
formación académica, … no dan importancia a la
educación emocional, la base para que nuestros niños
sean felices.
El temperamento
Nivel de actividad Irritabilidad/emocionalidad
Temor Sociabilidad Capacidad para tranquilizarse
Es el modo característico en que cada niño responde
emocional y conductualmente a una situación.
Se considera como los ladrillos emocionales y
conductuales con los que se construye la personalidad.
Temperamento
Influencias
ambientales
Influencias
hereditarias
El temperamento que observamos en el nacimiento
se mantiene en el tiempo y influirá en él la crianza y
el ambiente.
El bebe angelito. Se adapta con facilidad al entorno y a cualquier
cambio, lloran poco y cuando lo hacen es fácil interpretar el motivo. Su
estado emocional predominante es apacible y estable. Se enfada poco y
cuando lo hace cuesta poco calmarlo. Duerme bien. Es sociable y se ríe
con cualquier persona.
El bebe de libro. Supera cada etapa con la precisión de un
reloj, es tan predecible que es fácil interpretar sus señales. Su
temperamento es sereno aunque tiene sus momentos de
irritabilidad , se calma fácil, los cambios hay que introducirlos
de forma lenta y gradual. Acepta el juego independiente y se
porta bastante bien en lugares públicos.
El bebé susceptible. Ultrasensible desde el principio,
nervioso que se excita con facilidad. Llora con frecuencia y
sin motivo. El más leve ruido le perturba y hace que le
cueste de nuevo conciliar el sueño. Las novedades se han
de presentar de forma muy lenta . Al tener más cantidad de
hormonas del estrés, cortisol y norepineprina,
experimentan el miedo y otros sentimientos de forma más
intensa. Son tímidos ante los desconocidos, pueden ser
vergonzosos, temerosos y prudentes.
El bebé movido. Suelen ser más agresivos y gritones. Les
encantan los estímulos y se sienten atraídos hacia objetos que
hacen mucho ruido, brillan o provocan alguna sorpresa. No suelen
dormir bien. No tienen problemas para comer pero les cuesta
permanecer sentados. Se mueven de forma temeraria por su
entorno. Muerden y dan empujones a otros niños. Tienen más
rabietas.
El bebé gruñón. Cuesta que se sonrían. No les gusta
que les cambien los pañales. Ante los cambios en su
rutina lloran y se disgustan. Darles de comer es difícil,
tienen dificultades en los cambios de sabores y
texturas. Son sociables cuando quieren. Saben lo que
quieren y no dudan en manifestarlo. Defienden su
espacio, marcan fronteras. Suelen ser muy
independientes
Según Tracy Hogg
Video 14:50 temperamento y emociones
Con autoridad
Autoritario
Indulgente Negligente
RECEPTIVIDAD
E
X
I
G
E
N
C
I
A
Alta Baja
Alta
Baja
ESTILOS DE CRIANZA Solo uno
produce niños
felices
Receptivo y exigente. Estos padres son exigentes,
pero se preocupan por sus hijos. Explican sus reglas
y estimulan a sus hijos para expresarles sus
reacciones a ellos. Alientan un gran nivel de
independencia, pero procuran que los niños acepten
las normas familiares. Establece una buena
comunicación con los niños.
No receptivo y exigente. Para este padre ejercer
poder sobre el niño es muy importante. Suelen
genera miedo. No intenta explicar las reglas y no
proyecta calor Receptivo y poco exigente. Responden con cariño
pero tienen poca capacidad para establecer e
imponer reglas. Evitan la confrontación y rara vez
exigen conformidad a las reglas.
No receptivo y poco exigente. Se preocupan poco
por sus hijos y no se implican en sus interacciones
cotidianas, ofrecen sólo los cuidados básicos.
Los padres subjetivos y objetivos
Padres subjetivos Padres Objetivos
Se identifican con las emociones de los
niños
Reaccionan desde dentro, sus propias
emociones interfieren en las decisiones
que toman.
A menudo se siente culpables porque la
conducta del niño los hace quedar mal.
Inventan excusas y explicaciones para
justificar la conducta de su hijo.
Ante una pataleta no investigan lo que
ha desencadenado la reacción del niño.
Sin querer, le enseñan al niño que el mal
comportamiento es aceptable.
Halagan al niño de manera excesiva o
cuando realmente no se lo merece.
Consideran al niño un ser
independiente.
Basan su reacción en la circunstancia
concreta.
Observan la situación y buscan pistas
que los ayuden a entender la conducta del
niño.
Le enseñan al niño habilidades
emocionales nuevas (a resolver
problemas, la relación causa/efecto, a
expresar sus sentimientos).
Hacen que el niño se enfrente a las
consecuencias de sus actos.
Elogian al niño de forma apropiada, es
decir, para reforzar las buenas conductas
y la buenas habilidades sociales, como el
hecho de ser amable, de compartir y de
colaborar.
Ser pacientes y conscientes
Aceptar el temperamento del niño
Saber las necesidades de los niños en cada etapa de su
desarrollo
Conocer los puntos fuertes y débiles de nuestros hijos preparar
con antelación las nuevas situaciones para prevenir los
problemas antes de que surjan
Apoyar a los niños en los momentos más difíciles
Utilizar un estilo de crianza exigente pero cálido
Es necesario observar, escuchar y responder.
Ser consciente de nuestras propias emociones y la de los
demás.
Mostrar empatía y comprender el punto de vista de los demás.
Hay que hacer frente de forma positiva a nuestros impulsos
emocionales y de conducta para poder regularlos.
Hay que plantear objetivos positivos y planificar como
alcanzarlos.
Debemos utilizar los recursos sociales positivos que poseemos
para relacionarnos.
Para convertirnos en padres objetivos
debemos:
Claridad. Las reglas deben ser claras, razonables e
inequívocas.
Aceptación. Las reglas se administran en un entorno
cálido y acogedor
Elogio. Cada vez que el niño siga la regla, refuerza su
conducta.
¿ y cuando se incumplen las reglas? Castigo eficaz:
Firmeza: el castigo tiene que ser firme.
Inmediato: a la conducta que hay que corregir.
Razonable: consistente y razonable.
Seguro: las reglas han de marcarse en un entorno de
seguridad emocional.
Tolerante: rara vez se interioriza una regla en un primer
intento, a veces ni siquiera en el décimo. Debemos ser
pacientes.
Reglas básicas para educar a un niño:
I por último la regla de oro.
Tratad a vuestros hijos como os gustaría que les tratasen los demás
NO HAY PADRES PERFECTOS
¡NI HACE FALTA QUE LOS
HAYA!
Tú y tu pareja formad un equipo
Utilizad vuestro sentido común
Compartid experiencias que os ayuden a
aprender
Aceptad los cambios y las renuncias para
atender al bebé
Vivid el presente
Os podéis equivocar, rectificar, cambiar de
opinión, aceptar vuestros límites y aprender día
a día.
Cuidaos.
Pedid ayuda
Utilizad el sentido del humor.
https://www.youtube.com/watch?v=lq
a99Q0Dhh0