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Un vaquero cruza la frontera en silencioLa historia de Gernimo Gonzlez GarzaDiego Enrique Osorno

Cuidado editorial Leonardo Castillo Diseo y formacin Paula Montenegro Coordinacin editorial Leticia Muoz Ensayo fotogrfico El vaquero que no escucha los caballos relinchar Rodrigo Vzquez

Primera edicin: noviembre de 2011 2011. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin Dante 14, col. Anzures, del. Miguel Hidalgo, 11590 Mxico, D. F. www.conapred.gob.mx 2011. Diego Enrique Osorno. ISBN: En trmite.

Se permite la reproduccin total o parcial del material incluido en esta obra, previa autorizacin por escrito de la institucin. Ejemplar gratuito: prohibida su venta. Impreso en Mxico Printed in Mexico

Para Nelly, Martha y Carlos, con quienes conoc el mar, en Veracruz. Para mi hijo Marcos, que lo conoci conmigo, en Sonora.

Por qu siempre ests viendo el ro, Dolores? No lo veo: lo oigo. El ruido del agua en las piedras? No. Lo que trae el agua: voces que vienen desde muy lejos. Yo no oigo nada. La piedra y el ro, Eduardo Antonio Parra

Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla. Hacer aparecer las nuevas sensaciones: subvertir la cotidianeidad. Primer manifiesto infrarrealista, Roberto Bolao

ndice

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Agradecimientos, Presentacin,

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Ricardo Bucio Mjica Fronteras indecibles,

Hermann Bellinghausen Alfabeto del lenguaje de seas mexicano, 21 Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos, 22 I. Un vaquero cruza la frontera en silencio,

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II. El vaquero que no escucha los caballos relinchar, Rodrigo Vzquez Habla San Fernando. Eplogo, Para saber ms

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Recopilacin de material histrico y de contexto sobre los sordos, Semblanza del autor,

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Agradecimientos

El compositor y cantante Tom Waits dijo alguna vez: cuando uno escribe una cancin, la idea es construir un camino por el que alguien ms pueda circular alguna vez. Este libro fue pensado y construido as, despus de que la periodista Valeria Berumen me propusiera contar la historia de mi to Gernimo Gonzlez Garza para el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin (Conapred). La importancia de este relato se debe a que describe un caso de discri minacin multifactorial, ya que la condicin de discapacidad auditiva de Gernimo le cerr el acceso a varios derechos (al trabajo, a la educacin, a un nivel de vida digno y a la salud), lo cual lo orill a integrarse a las filas de otro grupo en situacin de vulnerabilidad: los migrantes. No tena muy claro el andamiaje conceptual anterior, porque siempre he visto a mi to con bastante admiracin, nunca como una vctima. Lle gar al concepto de discriminacin multifactorial que haba padecido me fue posible tras reuniones de trabajo con dos personas que aprecio y ad miro: Ricardo Bucio, presidente y Marcela Azuela, directora de Educacin, Divulgacin y Comunicacin Social del Conapred, a quienes debo eso y ms para la realizacin de este libro. Durante la investigacin para hacer la historia cont con mucha ayuda valiosa. Carmen Luca Mungua me facilit una buena cantidad de lec turas previas sobre el mundo de los sordos, el cual yo conoca emprica mente y no por referencias tericas. Gael Garca me ayud a redescubrir la figura migratoria de mi to y a encarar el reto narrativo que significaba, en especial, su vida como sordo mojado. Debido a mi falta de destreza para hablar lengua de seas mexicana, otro auxilio fundamental fue el de Nayeli Cervantes, intrprete y amiga de mi to, y ahora ma tambin.

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Georgina Carrillo y Araceli Franco del Conapred fueron grandes aliadas en este proceso de indagacin realizado de forma intermitente, en medio de otras tareas y largos viajes, tratando de acoplar mi agenda nmada, con la agenda tambin nmada de mi to. En realidad, durante el camino cont con la ayuda de muchsima gente, sobre todo, de familiares que me regalaron su tiempo para precisar suce sos ocurridos en torno a la familia. De todos ellos debo hacer un agradeci miento especial a mi prima Maricela Sosa Gonzlez por haber conseguido unas videograbaciones que fueron de gran vala. Mi abuela Mara de Jess Garza, madre de Gernimo, fue incondicional en este proyecto, pero no alcanz a ver concretado el libro, ya que unos meses antes decidi irse a bailar un huapango infinito all con su adorado Guadalupe Gonzlez. En el proceso de reflexin y escritura de la crnica tuve la suerte de contar con el ojo implacable y brillante de Guillermo Osorno, el mejor editor que he conocido hasta la fecha. La escritora Cristina Rivera Garza tambin me ayud mucho a dimensionar la historia mientras la estaba escribiendo. Lolita Bosch dio una revisada final al texto y me aconsej ideas claves. A Hermann Bellinghaunsen, un joven periodista que admiro y leo des de que estaba en la secundaria, le doy las gracias por su prlogo, y a Ro drigo Vzquez, por haber sido un excelente compaero de viaje y prestar su enorme talento para este proyecto. Por ltimo, quiero agradecer de forma muy especial la generosidad de Da niel Gershenson, quien ayud a que durante el tiempo de escritura de Un vaquero cruza la forntera en silencio, yo pudiera tener ms que tranquilidad para trabajar en este y otros proyectos que an no ven la luz, pero que algn da la encontrarn. Veo este libro con la misma filosofa que Tom Waits: es un camino para que alguien ms lo pueda caminar, o incluso, por qu no?, en un futuro me gustara a m mismo recorrerlo de nuevo.

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Presentacin

Ricardo Bucio

Cuando Gernimo lleg al otro lado era un ilegal, pero eso era menos dramtico que lo que le pasaba en Mxico, donde la discriminacin haca que algunos lo consideraran un imbcil. Diego Enrique Osorno

Un vaquero cruza la frontera en silencio es la historia de Gernimo Gonzlez Garza, un hombre sordo que ha vivido incluido en la sociedad gracias a su familia que lo acogi como a un hijo ms y que lo impuls a crecer, a incre mentar su tenacidad y su esfuerzo diario por dcadas, todo en un contexto desgraciadamente no en Mxico sino en Estados Unidos que le permiti oportunidades y le dio la posibilidad de un desarrollo integral. Gernimo es to de Diego Enrique Osorno, estupendo periodista y na rrador mexicano, quien ms all de la nota periodstica busca explicacio nes, recrea las historias, presenta consecuencias, da voz a las personas, describe los ambientes, expresa las emociones y las sensaciones, y nos ayuda a adentrarnos en ese pedazo de Mxico, aquel espacio vital en el que vive Gernimo. Diego no slo es sobrino de Gernimo: a travs de este texto es, de alguna manera, su voz tambin. Diego descubri la discapacidad, el valor de la aceptacin y lo que un contexto puede ayudar u obstaculizar la vida de una persona, mirando a Gernimo desde pequeo, con esos ojos y avidez que hoy lo han hecho un profesional del periodismo. Un da se prometi contar esa historia, y

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Un vaq vaquero uero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

ahora tenemos en papel la oportunidad de que las palabras nos cuenten la infancia, la juventud y la madurez de un hombre con discapacidad au ditiva que naci en una familia amorosa asentada en un ambiente rural de la frontera noreste de Mxico. Como miles y miles de familias de personas con discapacidad, la de Gernimo enfrent esa condicin con sus propios recursos y formas. Aun que de pequeo no aprendi el lenguaje de seas, s aprendi a comuni carse con su entorno vital que tambin aprendi a comunicarse con l; al respecto, Diego nos cuenta: le pregunt si los sordos deban adaptarse a la sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos. Hay que cambiar la pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos de comunicarnos; con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi [Gernimo]. Con este relato, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacin (Conapred) inaugura una nueva coleccin: Crnicas periodsticas, misma que ofrecer a las y los lectores historias de vida, historias de personas que narran las mltiples formas en que los seres humanos somos afectadas y afectados por la discriminacin y los mltiples caminos que creamos para tratar de evadirla, y para intentar seguir respirando y abrazando y esperando, pese a lo que representa ser visto como inferior, como menos, y ser tratado de manera desigual y desventajosa en casi todos los espa cios, y durante casi toda la vida. Aunque no es un relato escrito en primera persona, logra expresar una vida que pudiera parecernos fuera de lo ordinario, pero que lamentable mente es una realidad cotidiana: aquella de la mltiple discriminacin. Gernimo no slo naci con una triple condicin que en su contexto re presenta una triple desventaja: ser pobre, vivir en el campo y tener una discapacidad sino que, en el intento por abrir un horizonte diferente para su vida, se convirti en un migrante indocumentado, experimentando la discriminacin tambin por esa condicin.

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Por eso Diego refleja que la historia de Gernimo es la de las fronteras creadas de tantas maneras por nuestras sociedades, que suponen obst culos para el desarrollo de las personas, para el ejercicio de los derechos humanos y para el proyecto personal de vida. To ha vivido siempre cru zando las fronteras del silencio, de la migra, de la pobreza, del estigma sobre la discriminacin y, ahora tambin, de la violencia. Vive cruzando fronteras y poniendo su rostro firme, serio y silencioso a una vida que cada da le pone retos complejos. Segn datos del Censo de Poblacin y Vivienda 2010, en Mxico existen alrededor de 400 mil personas con discapacidad auditiva, quienes enfrentan una enorme cantidad de restricciones que les impiden contar con mecanis mos de interaccin y relacin con la sociedad, an y cuando desde 2003 la Lengua de Seas Mexicana (lsm) es reconocida legalmente como lengua na cional. Las personas con discapacidad auditiva en Mxico se enfrentan a sus propias fronteras cotidianamente: en las ventanillas del servicio pblico, en los comercios, en el transporte, en las escuelas y en los empleos, construidos todos por personas sin discapacidad y para personas sin discapacidad. Ahora, para tratar de construir un entorno que no ponga los ojos en las limitaciones de las personas sino en que la sociedad sea un espacio comn y accesible, la Convencin sobre los Derechos de las Personas con Discapaci dad (cdpd) incluye en su definicin de la comunicacin a los lenguajes oral, la lengua de seas y otras formas de comunicacin no verbal y establece la responsabilidad que tenemos todas las personas, como parte de una co munidad, a procurar, por todos los medios, que se promuevan y respeten los derechos reconocidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos. La Convencin establece el derecho a expresarnos en nuestros lengua jes, y ser escuchados: sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios.

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La vida de Gernimo nos ha sido develada por Diego Enrique Osor no, historia de rechazo y de aceptacin, de exclusin pero tambin de comunidades y redes que se constituyen en la bsqueda de hacerse un lugar en la sociedad que les deja fuera y que incluso les amenaza, como es el caso de la situacin de violencia en la zona noreste del pas. Espero que la lectura de este texto nos devele tambin el teln de fondo de la historia de este vaquero que cruza mltiples fronteras en silencio, de estos pueblos amenazados por la desesperanza y los riesgos cotidianos. Que nos devele lo que el propio Diego, de la mano de Gernimo, y de las expresivas y profundas imgenes de Rodrigo Vzquez ha descubierto y plasmado en este texto: que con discriminacin y sin entornos accesibles, la dignidad y la libertad nos quedan mucho ms lejos. Nos quedan mu chas fronteras muy difciles de cruzar. Noviembre, 2011.

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Fronteras indeciblesHermann Bellinghausen

Qu decir de la frontera ahora? No hay nada qu decir, dira Gernimo Gonzlez Garza, pero no lo dice. l nunca dice nada. Es sordo, y en conse cuencia mudo. Y as se las ha arreglado por 58 aos para hacerse toda una vida como viajero incesante entre dos mundos que pese a su proximidad geogrfica siguen alejados por abismos que Gernimo en su vida sorda aprendi a sortear de ida y vuelta. El primero de esos mundos es el llano mexicano, donde Gernimo tiene su rancho, cerca de la llamada Frontera Chica que gravita hacia la ciudad de Monterrey, Nuevo Len, aunque buena parte de la regin perte nezca a Coahuila y Tamaulipas. Y por el otro lado durante ms de treinta aos ha recorrido lo que va de Texas y Arizona para adentro hasta Ne braska, Carolina del Norte, Washington, en un camino que lo llev a una apacible vida domstica con mujer e hijos en San Antonio, Texas. De este to suyo alguien que nunca ha hablado ni odo extrae Diego Enrique Osorno una historia de vida notable, pero no slo eso. Encuentra una poderosa metfora para esa parte de Mxico donde sencillamente hoy no se puede hablar. Donde en poco tiempo la vida se volvi atroz y mortfera, desde que apareci Guerra, uno de los personajes de la historia de Gernimo, que lo mismo tiene a Germn, Guadalupe, Nimo y Ana, que a Frontera, Madre, Padre, Casa, Hipoteca, Van, To. Con el casi animal instinto periodstico que lo caracteriza, y una narra cin depurada, seca, de llano, Diego Enrique Osorno crea una pieza que tambin es un retazo de memoria familiar, un viaje al pas de su pasado, de donde procede este to Gernimo. En lo que tambin es un ejercicio cumplido de gratitud y un homenaje a la perseverancia y la alegra de vi

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vir por algo, Un vaquero cruza la frontera en silencio es un retrato contempo rneo de la atroz realidad mexicana, en particular, en esas llanuras de la Frontera Chica, valle en trnsito continuo de personas, animales y cosas entre Mxico y Estados Unidos hasta que en esa regin, algo conocida, pero poco documentada, se desat una guerra en febrero de 2010, cuan do una decena de cabeceras municipales fueron atacadas por hombres armados que llegaban en caravanas de camionetas pick-up. El rancho de To est en una zona donde la violencia ahora es mayor que en Tijuana, Sonora y hasta que en Ciudad Jurez. Parte de una guerra, dice Osorno, en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados de poblacin, fosas clandestinas, prisioneros, combate, leva, magnicidios, mucho dolor y muchas mentiras, como en cualquier guerra. To es un hombre a la altura de su tiempo. Una poca difcil para l, como para todos; ms para quien se mueve de un lado al otro de la fron tera en carros de aspecto lo ms inocente posible, a caballo o andando. Pero precisamente el nomadismo le permiti descubrir desde joven que era posible cambiar la vida, incluso la de un sordo no rico nacido en Mxico. Y esto porque Estados Unidos, ese imn para tantos millones de mexicanos, es el mejor pas para los sordos. se es dato de primer orden prctico. Si gracias a encontrar el lenguaje de seas mexicano supo que poda decir y escuchar, y que no estaba totalmente aislado en su esfera de silencio, lo verdaderamente liberador fue recorrer el vecino pas en con dicin de sordomudo y en compaa de iguales, lo cual le daba un lugar, como un derecho humano ya conquistado por la sociedad civil all y que en Mxico sigue muy atrasado, por ms Teletn que le metan. Gernimo encontr all una cultura de sordos y de mudos casi cool, medio de moda. El relato nos lleva al tiempo en que los migrantes mexicanos se benefi ciaron de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que reivindicaba la lengua de seas. Aunque tambin descubri que all se habla otro sor

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Fronteras indecibles

do, el Ameslan (American Signal Lenguage), distinto del sordo mexicano. Sucede con todas las lenguas, incluso con las que no hablan o lo hacen con las manos y el rostro. Durante una fiesta en una discoteca exclusiva para sordos en Atlanta conoci a una sorda americana que entenda el mexica no. Hoy es su mujer, y tienen dos hijos que no son sordos pero hablan muy bien los cuatro idiomas (castellano, ingls, y sus respectivos sordos), se co munican con naturalidad con sus padres y les sirven de intrpretes. Aun que basta ver los periplos de Gernimo para comprender que no necesita de puentes para cruzar con autosuficiencia por la vida y de un pas al otro. Tan slo en agosto llevaba once cruces fronterizos en lo que iba de 2011. Una historia de superacin, de esas tan caras en el norte regiomonta no, como un verdadero rasgo de identidad cultural, y tambin valoradas en la tradicin de Estados Unidos. Mas una historia singular. El self made man que guarda silencio: su vida es su obra. Osorno es un reportero que donde pone el ojo pone la bala, y lo sabe. Todos sabemos que es uno de los reporteros ms vivaces y menos in genuos de estos oscuros tiempos mexicanos. A su movilidad agrega un pulso literario, periodsticamente contenido. Una curiosidad que en este reportaje de To recurre con eficacia a una irona que no ignora que tam bin de callar se oye, que de morir se vive, que de estar all se est ac. Una balacera en la flamante comandancia de polica en Los Ramones en julio de 2010, cerca del rancho de Gernimo, se oy a varios kilmetros de distancia. Y lleg Guerra. Hay quien dice que se hicieron mil tiros, regis tra Reportero. Gernimo no la escuch. La experiencia de hablar de los que no hablan, escribir de los sordos desde el mundo de los que se supone escuchamos, trae a la memoria aquel documental de Werner Herzog, El pas de la oscuridad y el silencio (1971), que con el lenguaje audiovisual del cine exploraba los inaccesibles territorios de los que no oyen ni ven: los sordociegos. Como la epopeya de los sordos

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que no hablan, la suya fue una de comunicacin y superacin, represen tada por Fini Straubinger quien, como la famosa Helen Keller, aquella nia de La tejedora de milagros (pelcula de Arthur Penn, 1962, basada en la obra teatral de William Gibson), debi romper el muro invisible que la separaba del mundo exterior. Toda una vida de aprender a comunicarse y encontrar qu decir y lograr que otros as de aislados tambin lo hagan. Fini, como Hellen Keller, es todo un monumento a la comunicacin humana. Slo desde la paradoja pueden contarse historias como la del vaquero silencioso. Y con el mayor sentido del humor posible. En ocasiones hilaran te, otras, uno qu mas quisiera. Osorno ilustra por ejemplo la validez de una herradura en la pared de la casa de To como amuleto infalible, ahora que la supersticin vive un auge en la frontera: Quizs es necesaria para no ser sorprendido por la barbarie, para no ser parte de ella tambin, para poder morir en paz en estos tiempos en los que el ruido de la frontera es tan fuerte. (Y al menos desde el punto de vista de Gernimo, tan intil). Parco que es por lo visto To, y locuaz y preguntn como sali Sobrino, digo, Reportero, el encuentro que origina este relato es el juego de unos espejos que chocan sin romperse. Y entonces el principal hallazgo de Un vaquero cruza la frontera en silencio: La frontera noreste de Mxico carece de un lenguaje propio en estos tiempos de guerra. El lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre lo que es humano y lo que no lo es. Pero, aade Reportero, la frontera noreste no puede hablar. Quin mejor que un to querido que no habla ni oye para servir de gua en esas tierras de Frontera Chica, estruendo y miedo, donde nada se puede decir, donde la libertad de expresin no existe, donde la barbarie no tiene nombres, y los de sus causantes son impronunciables. La leccin final de Gernimo Gonzlez Garza es que siempre hay modo de romper el silencio, aun callando. Octubre, 2011.

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Alfabeto de lengua de seas mexicano

A

B

C

D

E

F

G

H

I

J

K

L

M

N

O

P

Q

R

S

T

U

V

W

X

Y

Z

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Mapa de la regin noreste de Mxico y del sur de Estados Unidos

Andrews Odessa Monahans Pecos Fort Alpine Stokton

Abilene Big Spring Midland San Angelo

Fort Worth

Dallas

Waco Killeen College Satation

TEXASSan Marcos Hondo Uvalde

Huntsville Conroe Beaumon

Austin

Spring

San AntonioVictoria

Houston

Ciudad Acua

COAHUILA

Piedras NegrasSabinas

Nuevo LaredoSabinas Hidalgo

Corpus Christi

Monclova

ReynosaFrancisco I. Madero

Torren

San Pedro Parras de la Fuente

Saltillo

MonterreyCadereyta Jimnez Linares Valle Hermoso San Fernando

Matamoros

NUEVO LEN

Ciudad VictoriaCiudad Mante

TAMAULIPASAldama

Tampico

I. Un vaquero cruza la fontera en silencioCero

0

Madre arroja la panza de la vaca y salta el agua hirviente de la olla de pel tre azul. Lanza una pequea cosa deforme que debe ser la pata de la res. Vienen luego los tomates, el romero, la yerbabuena, el ajo y el organo. Casa tiene una fragancia de especias los fines de semana. Cuando percibo el aroma de ciertos condimentos naturales suelo recordar la crisis econ mica de diciembre de 1994 en Mxico. Padre se levanta temprano y vaca el cocido de la olla en platos de hielo seco. Los mete con mucho cuidado en el carro, como si fueran un tesoro recin desenterrado: que no se derrame ni una gota, que no se caiga nin guna piedra preciosa, que el menudo, la sopa de estmago, llegue a salvo a su destino. En Monterrey suele comerse barbacoa los domingos, pero los amigos de Padre son amigos de a de veras. Las maanas de los domingos de 1995 en lugar de comer barbacoa, prueban el menudo que le compran a Padre. Entre semana, Madre mete otras cosas a la olla que siempre parece tener agua hirviendo. Mete pollos, mete arroces, mete verduras. Despus Padre los acomoda entre los delgados recipientes y el destino de los plati llos ahora queda ms cerca que las alejadas casas de sus amigos. Va uno para la vecina de junto, otro para la de enfrente, para los de la vuelta, para el que se acaba de cambiar a la cuadra, para la seora enojona que poncha pelotas de futbol y para las amigas de Madre, que tambin son sus amigas de a de veras.

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La cocina de Casa es la cocina del barrio. En el noreste de Mxico no hay fondas. No se usa la palabra fonda. Pero Casa es una fonda. Una fonda que ofrece servicio de comidas a domicilio. De haber tenido un nombre, la fonda se hubiera llamado Comidas Martha. El tema de todos los das en la fonda es Casa. S, Casa es al mismo tiem po la fonda, pero Casa es tambin otra cosa que nada tiene que ver con las paredes y los techos entre los que transcurri mi infancia y adolescencia. Entonces, la palabra Casa remite a problema. Casa significa incertidum bre, banco, riesgo, mal, desempleo, pelea y, sobre todo, una extraa y muy agresiva palabra: Hipoteca. Hipoteca es la palabra que nadie quiere or, de cir, en Casa. Alguna avanzada civilizacin del futuro habr de conseguir borrar esa palabra de los diccionarios. Pero en aquel ao, la palabra Hipoteca est ah, en el habla de todos los das, aunque se pronuncie poco. La olla hirviendo de Madre desafa a la palabra Hipoteca, los platos de hielo seco de Padre desafan a la palabra Hipoteca, sin embargo, en estos tiempos de crisis (se dice que todo por un error de diciembre que deva lu el peso y mand al cielo las tasas de inters) la palabra Hipoteca es muy poderosa. No se le gana con el aroma del organo ni con amistades de a de veras. Para que la palabra Hipoteca nos deje tranquilos hace falta algo ms. Un da To enva quince mil dlares desde algn lugar de Estados Uni dos. Ese da la palabra Hipoteca pierde una batalla y deja en paz a Casa. To es un vaquero que cruza la frontera en silencio. Se llama Gernimo Gonzlez Garza. Promet que alguna vez relatara su historia.

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i.

Un vaquero cruza la frontera en silencio

Uno

1Desmontaron. Amarraron los caballos alazanes bajo la sombra del mismo rbol. Caminaron. Cada uno con su escopeta. Hablaban en voz baja con frases parcas. Ojos negros alertas de Magdaleno y ojos caf claro aler tas de Gernimo. Media hora, unos kilmetros despus, no encontraban a qu animal disparar, no se vea ningn alma. Ni siquiera una tarntula. El viento caluroso resecaba la vida en el monte. Se despegaron para tener ms posibilidades de que apareciera la bue na suerte mientras exploraban. Pas un rato y se oy al fin el primer dis paro de la cacera. El nico disparo. Magdaleno corri a mirar entre el matorral, pero en vez del animal vio tirado el sombrero de Gernimo. Se qued de piedra. La faz se le ensombreci: Gernimo estaba hincado y tena un orificio de bala en el cuello. Sangraba y estiraba el cuello como un gallo mudo. Muri pronto. Magdaleno volvi a buscar el caballo. Lo desat y despus fue a entregar lo, junto con el sombrero y el cadver an tibio de su mejor amigo. Cont con detalle lo que haba pasado y dijo que podan hacer con l lo que quisieran. No se trataba de uno de esos hombres de mala entraa. La familia Gonzlez desterr a Magdaleno de Sabinas Hidalgo, Nuevo Len. No se le volvi a ver nunca ms. Algunos dijeron que cruz a Estados Unidos por el ro Bravo y luego, luego se colg en un mezquite del rancho ganadero de Texas donde empezaba a trabajar como pen. Pasaron los aos. El 24 de mayo de 1953, en su casa en los alrededores de la terminal camionera de Monterrey, Mara de Jess Garza alumbr a un beb de poco ms de dos kilos, con mucho pelo cuando se apareci por el mundo, rojo

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de sangre, y con ese fulgor con el que llega cualquier ser humano recin parido. Al beb le cortaron el ombligo y lo enterraron cerca de donde naci. El padre, Guadalupe Gonzlez, estaba contento de que fuera varn. Que ra uno para ponerle el nombre de Gernimo, como se llam su hermano muerto de forma trgica por una bala salida del rifle de su mejor amigo.

Dos

2Gernimo gatea unos segundos y luego se desploma. Es un beb vivaz que, sin embargo, en ocasiones parece distrado. Pasa algo raro y sus pa dres creen saber qu es, pero deciden llevarlo al hospital para enterarse bien. Madrugan y los atiende un mdico del Seguro Social. Examina al beb, le toca la nariz, los sobacos, las piernas, el pene, las manos y los pies hasta detenerse en las orejas. Habla frente a l con distintos tonos, graves y agudos. Despus se pone serio y pide a los paps que vayan a un labora torio para que le practiquen estudios del odo a Gernimo. Diez das despus regresan. El mdico los recibe con la misma voz seria de la otra vez. Pero aho ra la usa para darles la noticia de que segn los estudios de audiometra Gernimo no escucha ni va a escuchar nunca, que cuando mira las cosas no tiene conciencia del sonido: es sordo profundo. Todo ser para l una pelcula muda. Van a tener que hablarle con las manos para que no se vuelva loco. Como mmica. Le van a mostrar que no hay que comer con la boca abierta, o que cuando quiera beber leche tiene que indicarlo con su manita. Ellos lo harn, el pequeo Gernimo los ver y esperarn a que los imite. Hay que tener paciencia. No es cualquier cosa: debern crear un lenguaje propio para comunicarse. As le tendrn que ir mostrando la vida.

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i.

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Los padres escuchan los consejos del mdico. Ms o menos saben lo que tienen que hacer. Graciela, otra de sus hijas, tambin vino sorda al mundo. Cuando Graciela naci investigaron un poco y se enteraron de que en la familia Gonzlez hay ms sordos de nacimiento, por lo menos desde dos generaciones atrs. Debido a la sordera profunda, el pequeo Gernimo tambin ser mudo, no podr usar la cuerdas vocales de su laringe para producir so nidos, aunque stas no se encuentran daadas. Todas las personas que nacen sordas no pueden hablar, porque no conocen ni conocern nunca el sonido: es algo que para ellos no existe. Si el pequeo Gernimo pudiera or, antes de los dos aos de edad le ocurrira el maravilloso proceso de creacin de su voz. Un da cualquiera empezaran a brotar de su boca sonidos escuchados a su alrededor. La voz surge de la imitacin y de un proceso natural que comienza con la respi racin, recorre luego los bronquios y la trquea hasta llegar a la laringe, donde las cuerdas vocales (que en realidad no tienen forma de unas cuer das, sino de unos labios) producen un sonido que se amplifica de acuerdo con la forma particular de cada nariz, boca y lengua. Pero la voz del pequeo Gernimo, aunque est dentro de l, perma necer prisionera.

Tres

3El pap de los pequeos Gernimo y Graciela se llama Guadalupe Gonzlez. Trabaja de lunes a viernes en Trilers de Monterrey, S.A. de C.V. La pequea empresa tiene un galpn en el que atracan todos los das camiones ruidosos provenientes de Estados Unidos. En la carga llevan aceitosas transmisiones

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de coches, equipo mdico obsoleto, cables multicolores descarapelados, tu bera hidralica rota, muebles hechos pedazos El trabajo de Guadalupe es pesar la chatarra y regatear lo ms que se pueda el pago con los chatarreros. La mam de Gernimo y Graciela se llama Mara de Jess Garza. Ella trabaja preparando chorizo rojo que vende en el barrio de Monterrey donde viven. Antes haban pasado largo tiempo en Rancho Nuevo, un ejido de Los Ramones, Nuevo Len, a unos ciento cincuenta kilmetros al norte de la ciudad, donde construyeron una casa principal con adobe, levantaron unos establos de madera para el puado de reses y cabritos que tenan, y con siguieron lminas para hacer corrales angostos en los que criaban cerdos. La agricultura no era buena idea. Aunque se trataba de una buena por cin de tierra que Mara de Jess hered, tena el suelo fracturado, de esos que no se dejan sembrar con facilidad. Tras el nacimiento de ms hijos y las dificultades de la modesta vida ganadera, sin fastidio ni iras cultivadas, Guadalupe y Mara de Jess de cidieron emigrar a la ciudad, con la esperanza de regresar algn da a Rancho Nuevo y hacerlo funcionar como un autntico rancho.

Cuatro

4Una vez instalado junto con toda su familia en Monterrey, los fines de semana, para completar los gastos de la casa, Guadalupe recorre en una camioneta pick-up Ford guinda las dos horas de camino a Rancho Nuevo, acompaado por un paisaje solitario, un mezquite aqu, otro por all. Ah mata cerdos que luego comercia en la ciudad. La hoja del cuchillo se mueve con delicadeza sobre la piel rosa recin mojada con agua hirviente. Los cerdos tienen una carne blanda y jugosa;

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i.

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la de las hembras suele ser dura al momento de morir debido a que so breviven un poco ms de tiempo porque paren puercos y ms puercos. A Guadalupe, su pequeo hijo Gernimo lo ayuda acomodando en una vasija los intestinos que sustrae del animal. La rara ternura del sacrificio: el pap de Gernimo est tranquilo y concentrado, no debe daar de ms el estmago del puerco. Los cerdos machos de crianza empiezan la cuenta regresiva de sus fu gaces y montonas vidas en Rancho Nuevo cuando llegan a los noventa kilos. A partir de ese momento, que suele equivaler a los seis meses de vida, la muerte est muy cerca, ronda. Que un cerdo viva ms de un ao es tan raro como un eclipse de luna. El ritual de su muerte comienza cuando los sacan del corral y se les deja de dar sorgo o cualquier otro alimento durante catorce horas. Una vez pasado ese lapso, Guadalupe lo deja inconsciente con el golpe de un mazo en el crneo (todava no existen las pistolas aturdidoras o pinzas elctricas de las granjas indus triales). Tras el golpe, el cuerpo del animal se desploma al instante. Un edificio hecho estallar se derrumba en cmara lenta y un cerdo sacrifica do cae como rayo. A uno lo sostienen varillas y cemento, al otro, energa. Despus de que el animal cae de manera sbita, Guadalupe lo desangra cortndole las venas y las arterias a la altura del cuello. Sangre fluye a borbotones hacia una vasija que vigila Gernimo. El temperamento en el campo ante la sangre no es el mismo que en la ciudad. A continuacin, en tan slo unos minutos, el cuerpo del animal queda desmembrado, el cerdo ya no tiene cabeza ni cola ni patas ni vsceras ni rganos. De hecho, para ese entonces, ya no se llama cerdo: le dicen canal. A canal lo cuelgan para que se seque, antes de que se lo lleven a la ciudad para terminar embolsado como el chorizo rojo que vende Mara de Jess en la colonia Terminal de Monterrey.

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Un vaquero cruza la frontera en silencio. La historia de Gernimo Gonzlez Garza

Pero si es el cumpleaos de alguno de sus hijos u otra fecha en ver dad especial, Guadalupe mata una de las vacas o uno de los cabritos que comen en los raquticos pastizales del rancho. De la panza de la res sale mucha barbacoa y un menudo que les dura varios das y los pone conten tos a todos. En ocasiones, en lugar de matar a los animales en Rancho Nuevo, el sa crificio se hace en la casa de Monterrey. No es raro que aparezcan cabritos muertos tendidos en el patio de la pequea vivienda, como si fueran ropa recin lavada esperando a secarse.

Cinco

5Los seis hijos de la familia Gonzlez Garza son Mara de la Luz, Gracie la, Teresa, Gernimo, Guadalupe y Martha. Gernimo es el que colabora ms con las matanzas animales de los fines de semana; sus hermanos estudian y su otra tarea es ayudar en la venta del chorizo. Tratan a Ge rnimo con normalidad. Se tuercen para jugar con l al burro bala va, corren para las escondidas o brincan la bebeleche. Gernimo pasa as su infancia, sin saber el lenguaje de seas. Tampoco sus padres ni hermanos. Toda la comunicacin que hay es moviendo las manos o haciendo gestos. La voz de Gernimo no emite sonido alguno pero se ve. En su casa se usa ese alfabeto del silencio creado por ellos. Los padres de Gernimo no le imponen el mundo de los que s oyen, tratan de entender el suyo. Es una familia normal, alegre, con vitalidad. No es raro ver a Gernimo con su pantaln de mezclilla ensangrenta do, despus de pasar todo el da con su padre en el improvisado rastro ca sero. Matar a un chivo es arduo: primero hay que ponerlo quieto, despus

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enterrarle un cuchillo en la yugular, dejarlo que muera entre los grititos que lanza, colgarlo para que le escurra todo el chorro de sangre en una vasija, sacarle las tripas con las manos y quitarle el pelaje. Hay un sbado en que Gernimo mata solo, sin ayuda de su padre, los dieciocho chivos que se comern los invitados de una boda por celebrarse esa misma noche en Monterrey. Tiene diez aos.

Seis

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Alguien toc a la puerta cierta noche del verano de 1965. Guadalupe sali a ver. El visitante era un joven veinteaero que le acerc una tarjeta blan ca en la que se vean muchas pequeas manos dibujadas de diferentes formas. Era el abecedario del lenguaje de seas. Al reverso, un mensaje de texto: Soy sordomudo. Te pido una cooperacin para mi escuela. El padre de Gernimo sac un poco de morralla y se la dio al muchacho. Guard la tarjeta y a la tarde siguiente llev a su hijo a la direccin que vena en ella. La escuela estaba sobre la calzada Madero, una de las avenidas impor tantes del antiguo Monterrey a la que por las noches le brillaban elegan tes farolas encendidas y la animaba el sonido de la cumbia. El domicilio marcado en la tarjeta era una casa grande donde se enseaba el lenguaje de seas, un idioma que la enciclopedia Britnica define como una espe cie de escritura de imgenes en el aire. La casona tena pocas ventanas, tres habitaciones y un rea comn espaciosa donde se haba acondicio nado en 1951 la primera escuela para sordos del noreste de Mxico. Al entrar daba la bienvenida un cartel con la definicin griega del hombre: zon lgon jon, animal provisto de la palabra, as como fotos de un lucha dor sordo que por esos aos comparta el cuadrlatero de vez en vez con

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Guadalupe Gonzlez y Mara de Jess Garza.

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El Santo o Blue Demon. Se llamaba El Prisionero. Tambin haba imgenes de David Sordomudo Rodrguez, otro artista del pancracio con una volun tad de hierro, aunque menos conocido que El Prisionero. El Prisionero era el nombre que haba elegido Ral Fuentes, nacido con sodera en el Distrito Federal el 3 de diciembre de 1936, para dedicarse a la lucha libre profe sional. En los setenta, El Prisionero abandon los cuadrlateros y se convirti en un intelectual sordo mexicano. Ral Fuentes escribi una decena de libros sobre el lenguaje de seas nacional y se dedic al teatro y la pintura. Por su trabajo dramatrgico fue premiado y reconocido, sobre todo en Noruega y Dinamarca, donde las redes escandinavas de sordos lo recibieron como uno de los ms grandes artistas sordos latinoamericanos. Por lo menos veinte seas del lenguaje mexicano fueron inventadas por l, un luchador espiritifutico que acab siendo el pez gua en las turbulentas navegacio nes de la comunidad sorda mexicana que trataba de abrirse paso.

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La escuela de la calzada Madero estaba afiliada a la Agrupacin Mexicana de Sordo-Mudos, A.C. Su smbolo era una ardilla. El movimiento incesante de las manos del simptico roedor comenueces le pareci al profesor Abel Sauza similar al de los sordos durante sus tertulias, por ello se emple como logotipo. Fue el profesor Sauza quien involucr a Gernimo en las actividades de la escuela. El lugar funcionaba al mismo tiempo como agen cia de trabajo. Los jvenes sordos que recorran los populosos barrios re giomontanos pidiendo dinero para la escuela estaban atentos por si vean a ms sordos y los invitaban a integrarse a la naciente comunidad que

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trataba de organizarse, convencindolos a ellos o a sus familiares de que sus vidas podan estar sujetas a un destino mayor. Entre otras actividades, los estudiantes sordos, una vez que aprendan a comunicarse con el lenguaje de seas, formaban equipos de futbol y competan en torneos amateurs o bien salan en grupo a conocer otras ciudades de Mxico en las que vendan llaveros, plumas o juguetes que ofrecan junto con tarjetas con frases con seas, como Te quiero (mano derecha con dos dedos doblados que hacen una especie de cuernos y se coloca en el pecho, a la altura del corazn) o Dios te bendiga (mano iz quierda y mano derecha simtricas en forma de cuernos). Los profesores presentaban estos viajes a los padres como una forma de integrar a sus alumnos con el mundo, aunque incluan una lgica mer cantil, ya que una parte de las ventas iba para la escuela y otra, menor, se la quedaban los jvenes sordos emprendedores. No se trataba de lobos detrs de un rebao de ovejas. Era en verdad un proyecto solidario.

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Gernimo hizo su primer viaje fuera de Nuevo Len a los catorce aos, como parte de los tours de trabajo organizados en la escuela de la calzada Madero. Fue como ir a otro planeta: el asfalto interminable de la hincha da urbe del Distrito Federal contrastaba con el terregal en el que haba crecido, tanto en Rancho Nuevo como en Monterrey. Ah pas cuatro me ses. Hizo visitas cortas a Guanajuato, Puebla y Aguascalientes. Conoci a sordos chilangos que tenan fama de ser abusivos con los de provincia, pero algunos se convirtieron en buenos amigos durante el tiempo que

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pas en la capital. Particip en una protesta en la que se exiga cesar la discriminacin hacia los sordos mexicanos y se demandaba proveer de mayor apoyo econmico a la Escuela Nacional de Sordos. Le toc estar en la vanguardia de la manifestacin que comenz en la Alameda, a la altu ra del Mausoleo a Benito Jurez, y que sigui hacia la calle Madero, por el Sanborns de los Azulejos, hasta llegar al Zcalo. La Escuela Nacional de Sordos fue fundada en 1867 por el maestro sordo francs, Edouard Huet. Se trata de una institucin muy importante en la historia de los sordos latinoamericanos. En la hemeroteca de la Universidad de La Habana hay un ejemplar de la Revista Universal de Poltica, Literatura y Comercio, fechado el 30 de noviembre de 1875, en el cual aparece una crnica titulada: Escuela Na cional de Sordomudos de Mxico. El autor que la conoci a finales del siglo xix es Jos Mart y el artculo que escribi tras la visita comienza as:Las sombras tienen sus poemas, el espritu sus conmociones, y la com pasin sus lgrimas. Todo esto se siente, y muchas cosas se aman, ante esos seres abrazados por su propia luz, sin sentidos con que transmitirla, ni aptitudes para recibir el calor vivificante de la ajena. Nacidos como ca dveres, el amor los transforma, porque la enseanza a los sordomudos es una sublime profesin de amor. Se abusa de esta palabra sublime; pero toda ternura es sublimidad, y el sordomudo enseado es la obra tenaz de lo tierno. La paciencia exquisita, el ingenio excitado, la palabra suprimida, elocuente el gesto, vencido el error de la naturaleza, y vencedor sobre la materia torpe el espritu benvolo, por la obra de la calma y de la bondad. El profesor se convierte en la madre: la leccin ha de ser una caricia; todo nio lleva en s un hombre dormido; pero los sordomudos estn encerrados en una triple crcel perpetua. Inevitablemente las lgrimas se agolpaban a los ojos en el examen de sordomudos de antier. Hay en la escuela un nio,

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Labastida, de cabellos negros y brillantes, con los ojos vivaces de candor, la frente espaciosa, la boca sonriente, la expresin dcil y franca. Escriba con notable rapidez definiciones de ciencias; llenaba su pizarra velozmente; pe da ms que hacer cuando los dems no haban concluido todava. Labasti da tiene doce aos, y como la luz de su alma est comprimida, lleva toda la luz en su rostro, y su cara infantil es hermosa, animada y brillante. Seduce ese nio: invita a abrazarlo. A su lado trabajaba Ponciano Arriaga, hijo del hombre ilustre que incrust principios de oro en la hermosa Constitucin mexicana. Arriaga cumplir pronto dieciocho aos. Tiene todos los conoci mientos de la instruccin primaria; expresa fcilmente los pensamientos que concibe; estudia botnica bajo la hbil direccin de Mr. Huet; resuelve problemas complicados de aritmtica superior; dibuja con pureza de con tornos, y con delicadeza y morbidez de sombras. Tiene la frente espaciosa, y como que desciende en ademn pensativo sobre sus ojos pequeos y ani mados: su nariz aguilea y sus labios finos revelan una distincin natural. Dicen que Arriaga tiene una extraordinaria facilidad de comprensin; y en verdad, aquella frente parece hecha para soportar graves pensamientos. Otro nio resuelve, al lado de stos, problemas de aritmtica, con rapidez que aun en nios dotados de todos sus sentidos llamara la atencin. Es Luis Gutirrez el alumno ms aventajado en clculo. Su frente voluminosa se levanta en curva desde sus ojos investigadores y severos hasta su cabello abundante y rizado. Es un nio grave, en que se presiente al hombre. Sin quererlo, somos injustos.

Gernimo fue slo un par de veces a la Escuela Nacional de Sordos, a reuniones convocadas por el grupo con el que lleg a la capital. Su viaje al Distrito Federal estaba lejos de las aulas y de tener como objetivo el recibir la enseanza de los sordomudos, esa sublime profesin del amor. El Monumento a la Revolucin Mexicana era el sitio preferido por Ge

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rnimo para vender llaveros. Los turistas se portaban generosos, sobre todo los parroquianos vespertinos de las cantinas aledaas. En cambio, en las oficinas vecinas de la Direccin Federal de Seguridad (dfs), si bien estaban especializados en hacer hablar a la gente que era detenida bajo sospecha de oponerse al gobierno, la vendimia era poca. Antes de regresar del Distrito Federal a Monterrey, el grupo viaj a Gua dalajara por unas semanas. Gernimo decidi ah que se ira de mojado a Estados Unidos.

Nueve

9Hay una foto Polaroid de mi to Gernimo tomada en los setenta, en la que se le ve el aire de forastero con el que dio sus primeros pasos en Esta dos Unidos. Aparece en una casa en construccin en pleno valle de Texas. Trae puestos un pantaln de mezclilla y una camisa blanca. Listo para trabajar. Parece que lo har con una sonrisa: es un moreno flaco del que resaltan el pelo largo, oscuro y brilloso, as como un bigote que apenas asoma entre sus gruesos labios. En 1969, Gernimo cruz por primera vez la frontera junto con sus amigos Leobardo y Germn, a quienes conoci en el viaje a Guadalajara. Llegaron a Laredo en busca de trabajos de albailera o de lo que hubiera para unos muchachos sordos de diecisis aos. No encontraron tantas oportunidades y las pocas que haba se las daban a migrantes mexicanos oyentes. Entonces se fueron de aventn a San Antonio, la ciudad ms ca tlica de Texas, mucho ms poblada y a tan slo dos horas de distancia. Empezaron a vender llaveros en el downtown. Semanas despus, se topa ron con un grupo de sordos texanos a los que no les agradaba la idea de tener competencia de vendedores mexicanos. Los texanos les hicieron la

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vida imposible, retndolos a golpes y amedrentndolos hasta que logra ron que la migra los deportara. Entre ese momento y 1971, los detuvieron y deportaron unas cuantas veces. Pero en ese tiempo era comn que un mexicano fuera y viniera al otro lado sin tanto problema. No se hablaba de instalar muros, ni de rancheros armados para vigilar las rutas de los migrantes en busca de trabajo ni de hacer visas lser. La frontera entre Mxico y Estados Unidos era un vasto y movedizo territorio de personas. En una de las deportaciones, Gernimo, Germn y Leobardo no fueron a dar a Nuevo Laredo, Tamaulipas, sino hasta Ciudad Jurez, Chihuahua, frontera con El Paso, Texas. Vagaron unos das en el centro, cerca de ba res famosos como el Kentucky, donde haba parroquianos que afirmaban haber visto emborrachndose a Marilyn Monroe con Al Capone. Luego consiguieron un aventn a Monterrey con un trailero. Los paps de Ger nimo haban dejado de tener noticias de su hijo durante un buen rato y reaccionaron emocionados cuando lo vieron regresar a la casa cercana de la terminal de autobuses de Monterrey. Trataron de convencerlo de que se fuera a Rancho Nuevo a hacer vida de vaquero, algo que saban que le gustaba tanto como viajar. Pero por esos aos hubo sequa y con sequa por ms dadivosa que sea la buena fama que en general tiene la vida del campo, no se puede sembrar ni criar ganado y por lo tanto no se puede vivir. Adems Gernimo miraba con aoranza los das en Estados Unidos. Se haba dado cuenta de que all poda tener empleos que nunca tendra de este lado, y haba visto que los sordos estadunidenses hacan cosas tan sencillas que por la discriminacin parecan increbles en Mxico, como conducir un coche. Gernimo era un migrante que no slo buscaba salir de la pobreza. Tambin le interesaba vivir.

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10Mientras decida qu hacer con su vida, ahora que era mayor de edad, Gernimo fue a tramitar su cartilla de servicio a la oficina de recluta miento de la Sptima Zona Militar en Monterrey. El 13 de agosto de 1971, el teniente coronel de infantera, Alejandro Snchez Martnez, determin as su situacin ante la milicia mexicana:Jernimo [sic] Gonzlez Garza, se encuentra intil para el Servicio Militar Nacional, por padecer: sordomudez [sic], enfermedad registrada en la Tabla de Enfermedades y Defectos Fsicos anexa a la Ley del Servicio Militar Na cional, con el nmero 8, perteneciente al Grupo C, segn certificado mdico expedido por el Hospital Militar Regional de esta Plaza. De conformidad con el Oficio Superior 21935 de fecha 6 de julio de 1948, los intiles no estn obligados a visar sus cartillas.

Semanas despus, Gernimo volvi a cruzar la frontera. Sali de la casa de sus padres con unos tacos de harina que le prepar su mam Mara de Jess para el camino y con la decisin de no volver a Mxico en un buen rato. Ahora el viaje sera ms all, mucho ms all de ese antiguo territorio de Mxico que ahora se llama Texas.

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De izquierda a derecha: Gernimo, Leobardo y Germn

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11Fue un viaje de varios das, muy lento, por el caluroso noroeste mexica no. Gernimo, acompaado de nuevo por Leobardo y Germn, viaj en autobs de Monterrey a Torren, Coahuila, de ah a Ciudad Jurez y as hasta llegar a Tijuana, por las carreteras rectas de Sonora, a largos ratos desoladas. Por Tijuana cruz a California. Iban a Los ngeles atrados por una noticia que les haba llegado de buena fuente: all estaba un grupo de jvenes sordos mexicanos bien instalado, que organizaba caravanas por todo Estados Unidos. Una especie de comuna mvil, muy ad hoc con el momento hippie enmarcado por la guerra de Vietnam. La historia result cierta. Apenas llegaron, la comuna los acogi y en poco tiempo estaban viajando en vans desvencijadas, primero por ciuda des y pueblos del oeste estadunidense, luego atravesaron el pas, hasta que llegaron a Nueva York. Eran unos jvenes emocionados, de rostros barbados como revolucionarios cubanos, que viajaban apretujados y mi raban de reojo, por las ventanillas, su nuevo pas, mientras conversaban con las manos y con algaraba. Algunas veces los diriga un sordo pionero que ya haba estado antes en el pueblo o en la ciudad visitada. l indicaba a qu lugar haba que ir a dormir hechos bola y en qu zona vala la pena ponerse a vender ar tilugios o buscar algn trabajo de campo, comercial, incluso industrial, si es que se los daban. Permanecan equis tiempo y despus emprendan la marcha de nuevo. Algunos sordos del grupo conseguan buenos empleos en maquilado ras y abandonaban la caravana, pero eran los menos. Los sordos sin pape les competan con los obreros estadunidenses y con los obreros migran tes, tambin sin papeles, pero oyentes. Llevaban la de perder.

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Aunque la venta de juguetes en plazas y parques pblicos era su ac tividad principal, Gernimo sola conseguir trabajos como albail, car pintero o tablajero. Otras veces, ninguno de los viajeros conoca el sitio recin arribado, pero llevaban consejos de otros sordos mexicanos que haban pasado por ah: los lugares que tenan que evitar porque haba vendedores sordos estadunidenses o bien a cules ir porque encontraran gente dispuesta a darles un dlar a cambio de un artilugio y un carioso mensaje en lenguaje de seas. Luego reanudaban el viaje en busca de un nuevo sitio donde aterrizar. Si les iba bien, enviaban dinero a sus padres o a sus hijos o se compraban ropa bonita o se daban una buena comilona. La caravana tambin iba dejando sordos cansados, que se frustraban y caan en el alcoholismo o que desaparecan con sus hombros heridos de viajeros. No se volva a saber ms de ellos. Gernimo, Germn y Leobardo eran felices viajando. En sus andanzas se relacionaban, sobre todo con otros sordos, pero tambin conocan mi grantes mexicanos oyentes, desplazados de Oaxaca, Puebla y Guerrero. Si haba modo, Gernimo platicaba con ellos sobre la siembra, con la idea de volver un da a Mxico, a trabajar las tierras yermas de su familia, en Rancho Nuevo. Hubo un momento en que la caravana se detuvo y cada quien se ins tal por su cuenta. Gernimo regres a San Antonio tras enamorarse en Atlanta. Leobardo tambin se instal en tierras texanas, mientras que Germn prefiri Carolina del Norte. La relacin entre los tres permaneci firme. Gernimo, una vez instalado en San Antonio, regres a Monterrey en un viaje relmpago por Graciela, su hermana sorda, para incluirla tam bin en el sueo americano.

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12Gernimo no se rob a su hermana Graciela, pero la familia no estaba se gura de que fuera correcto que una joven sorda partiera a Estados Unidos, as noms, a la aventura, aunque fuera con su hermano. En Monterrey, Graciela se dedicaba a coser vestidos para fiestas de quince aos y bodas en la casa de sus padres. Guadalupe y su esposa Mara de Jess despidieron a su hija Graciela con el ceo fruncido. Graciela se fue a Estados Unidos y con el paso del tiempo se enamor de Germn. Se cas con el amigo de su hermano Ge rnimo y ambos hicieron su vida en Carolina del Norte. De llevar una vida enclaustrada entre telas y vestidos, Graciela se convirti en una autntica nmada que le ha dado ms de una vuelta completa a Estados Unidos, vendiendo llaveros y juguetes. A diferencia de Gernimo, Graciela nunca ha dejado de recorrer el pas haciendo ese trabajo. Ahora se enfoca en los eventos de la Serie nascar (National Association for Stock Car Auto Racing), una organizacin esta dunidense que organiza las carreras de automviles de serie ms concu rridas del pas.

Trece

13En febrero de 2011 mi ta Graciela, quien es catlica prcticante, viaj a la ciudad de Mxico para participar en la peregrinacin anual de los sordos mexicanos que se hace ao con ao desde la iglesia de San Judas Tadeo hasta la baslica de Guadalupe.

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Despus de ese viaje parti al Mardi Gras, carnaval celebrado en Nuevo Orleans, uno de los eventos preferidos por los sordos estadunidenses para vender llaveros y juguetes debido a la fama de generosos que tienen los asistentes al festejo que ocurre entre el 4 de febrero y el 9 de marzo. Otro de los sitios de buena fama entre los vendedores sordos es Los ngeles y sus calles; en contraste, el peor sitio de Estados Unidos para ellos es Nue va York, una ciudad imparable, indiferente a todo. Acompa a mi ta durante la peregrinacin a la baslica de Guadalupe. Tambin se sum Guillermo Osorno, quien public en los das siguientes en El Universal, una crnica de ese recorrido, con el ttulo Coro de sordos. Mientras caminbamos por el peregrindromo, Ana Lilia Sekiguchi se nos acerc a ofrecernos protector para el sol. Era una de las organizado ras de la peregrinacin y le pregunt si los sordos deban adaptarse a la sociedad o la sociedad deba adaptarse a los sordos. Hay que cambiar la pregunta. Lo mejor sera que nada ms hablramos de comunicarnos, con eso empezaramos a hacer algo diferente respondi. Ana Lilia, adems de maestra, es madre de un joven y una nia, ambos sordos de nacimiento. La gente debera saber por lo menos unas cuantas palabras en len guaje de seas, no crees? le dije. Exacto. Si t vieras lo que pasa en la prepa donde estudia mi hijo: los compaeros de Gamaliel, que saben dos o tres palabras en lengua de seas y el abecedario, cmo se comunican con l. Y l se puede quedar a veces solo en clases y todo, pero por lo regular yo voy a interpretarle por que adems no tenemos esa facilidad con l, no hay intrpretes. T vas a sus clases? S, yo voy a las clases a interpretarle lo que dicen los maestros. Pens que haba una clase especial para sordos, un bachillerato es pecial.

. Un vaquero cruza la frontera Un vaquero cruza la ifrontera en silencio. La historiaen desilencio Gernimo Gonzlez Garza

No, de hecho fue muy complicado conseguirle a Gamaliel una prepa ratoria fuera del mbito. Y pues por necesidad, Gamaliel se integr al Tec de Monterrey, y ha sido muy complicado pues la metodologa la hemos ido armando nosotros, entre l y yo. Ha sido a ver cmo te pongo esta sea porque adems no hay tantas seas. El lenguaje de seas mexicano tiene muchos cals regionales Por ejemplo, mi to Gernimo dice Monterrey as [me toco el codo]. As es Monterrey tambin para ti? Monterrey es as para m [Ana Lilia hace sea con tres dedos mo vindose en la frente]. Se llaman regionalismos. La lengua de seas es toda una lengua, o sea, es un idioma completo. Como idioma tiene na cionalismos, regionalismos, extranjerismos. Entonces, te puedo contar de algunos. Por ejemplo embarazada es as [hace sea como indicando un vientre], pero ahora lo han hecho as [hace sea con el brazo izquierdo flexionado y moviendo la mano derecha simulando una panza]. Pero es un extranjerismo, lo han copiado de Estados Unidos! Va evolucionando muchsimo, no? Exacto, exacto, como todo idioma, va evolucionando, se va mejoran do. Antes se usaba espaol signado, hablaban con las frases con, en y as iban pero era muy lento. Entonces ellos (los sordos) se reunieron como comunidad y dijeron: vamos a quitarles tantos movimientos, vamos a ha cer algo que se llame lengua de seas. Y hay lengua de seas mexicana, americana, libans, pakistan, japons El pas ms tolerante con los sordos es Estados Unidos? Pues mira, entre s. Estados Unidos les tiene intrpretes certifica dos, el gobierno les da intrpretes. O sea, si Gamaliel estuviera en Esta dos Unidos, bueno ya con decirte, ni siquiera tendra un intrprete, para empezar, tienen una escuela especial donde tendra su intrprete. Eso lo dara el gobierno, no tendran que ser recursos de los paps.

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Gernimo construyendo su casa en las afueras de San Antonio, Texas.

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Mi ta Graciela y mi to Gernimo se fueron de mojados a Estados Unidos justo porque aqu noms no haba cmo Exacto, no hay. No haba oportunidad. Sus paps, mis abuelos, son personas muy trabajadoras, pero del campo, con poca instruccin Pero t que tenas educacin pudiste ayudar ms a tus hijos Yo estudi educacin especial precisamente porque tengo a los dos nios sordos. Cuando supe que la nia tambin era sorda, dije: No, a ver, qu voy a hacer? Y aqu en Mxico haces todo un peregrinar para las cosas ms simples: vas a un hospital y no te dicen nada, vas a otro hospi tal y te dicen otras cosas, no te dan como expectativas y eso como que no est bien. Tambin mi rea es mdica, pero en la educacin especial y pues como van, han ido saliendo adelante. Y la expectativa que tienes es que Gamaliel termine la prepa y des pus estudie algo ms? Gamaliel est en la prepa porque l su expectativa era la universi dad. Cuando me dijo eso, le contest que tena que pasar por la prepa, y por una prepa con oyentes tena que ser. Y l me deca: No, yo quiero ir directo a la universidad, a la univesidad de Gallaudet, en Washington, una universidad exclusiva para sordos. La nica en el mundo. Me imagino que la conoces? No Y cmo le vas a hacer para que se vaya para all? No tengo la menor idea. As como no tena la menor idea de cmo iba a entrar al Tec y ahorita est en el cuarto semestre.

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Catorce

14Pasaron diez aos para que Gernimo, Germn y Leobardo regularizaran su situacin migratoria. A principios de los ochenta se beneficiaron de le yes especiales y dejaron de ser indocumentados en Estados Unidos, som bras fugitivas. Gernimo adquiri la ciudadana estadunidense despus de que se cas con su actual esposa, Ana, a la que durante la gira hippie conoci en Atlanta en una fiesta celebrada en una discoteca exclusiva para sordos. Ana, rubia, de cuerpo atltico y sorda de nacimiento, tuvo una educacin distinta a la de Gernimo y aprendi desde nia a hablar el lenguaje de seas. La comunicacin entre ambos se dio rpidamente porque Ana hablaba muy bien el lenguaje de seas mexicano. Podra pensarse que hay un solo lenguaje de seas para todos los sordos del mundo, pero no es as. Hay bastantes diferencias entre el de un pas y otro. Los sordos gringos hablan el Ameslan (American Signal Language), donde cada letra tiene una representacin particular con las manos, y varios movimientos forman una palabra y muchos ms una oracin. El de los sordos mexicanos, adems, cuenta con su propio cal regional: un sordo regiomontano no habla igual que un sordo maya. En los setenta y ochenta, los sordos migrantes mexicanos se estaban beneficiando de un movimiento de orgullo sordo estadunidense que rei vindicaba la lengua de seas, aunque esto Gernimo no lo supo, porque su vida de migrante estaba lejos del movimiento intelectual sordo ame ricano. Por esos aos se promovieron en Estados Unidos obras de tea tro, libros, programas de televisin y pelculas. En Star Trek, el actor sordo Howie Seago interpretaba a un embajador de otro planeta que era sordo y hablaba por seas. En Broadway se present con xito Hijos de un dios menor, dirigida al pblico sordo. La cspide fue la llamada revolucin de

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Gernimo con su madre y hermanas.

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los sordos que consigui que la Universidad Gallaudet, en Washington, se convirtiera en una escuela de altos estudios exclusiva para sordos. De lo que s se dio cuenta Gernimo durante aquella vida nmada que dur casi todos los setenta, fue que era posible cambiar la vida, incluso la de un sordo no rico nacido en Mxico. Cuando Gernimo lleg al otro lado era un ilegal, pero eso era menos dramtico que lo que le pasaba en Mxi co, donde la discriminacin haca que algunos lo consideraran un imbcil.

Quince

15La revolucin de los sordos estadunidenses de la que se benefici Ger nimo y otros sordos migrantes mexicanos es retratada por el neurlo go y escritor Oliver Sacks, en Veo una voz: viaje al mundo de los sordos. El punto culminante de la revuelta fue marzo de 1988, cuando se produjo un autntico levantamiento de los sordos de la Universidad Gallaudet de Washington, quienes exigan que el nuevo rector de la institucin fuera un sordo, como la totalidad de los estudiantes. El jueves 10 de marzo de ese ao, el investigador ingls acudi a la universidad para mirar de for ma directa la huelga de los sordos. As describe su arribo:Un taxi me deja en la calle Octava frente a la universidad. Las puertas de entrada llevan cuarenta y ocho horas bloqueadas. Lo primero que veo es una multitud inmensa, nerviosa, pero alegre y cordial, de centenares de estudian tes que obstaculizan la entrada al campus y que llevan enseas y pancartas y hablan por seas entre ellos con gran animacin. Uno o dos coches policia les vigilan fuera con los motores en marcha, aunque parecen una presencia amable. Los coches que pasan tocan mucho la bocina y esto me desconcierta,

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pero luego veo un cartel que dice: toque la bocina por un rector sordo. La multitud es al mismo tiempo extraamente silenciosa y estruendosa: las conversaciones y discursos por seas son abruptamente silenciosos, pero los interrumpen curiosos aplausos, un nervioso sacudir de manos por encima de la cabeza, acompaado de gritos y vocalizaciones agudas.

Oliver Sacks, quien ha hecho libros sobre personas que padecen migra a o que han perdido una pierna en un accidente, as como de personas ciegas y esquizfrenicas, explica que decidi adentrarse en el mundo de la sordera profunda, porque el estudio de los sordos nos demuestra que gran parte de lo que es en nosotros caractersticamente humano (el ha bla, el pensamiento, la comunicacin y la cultura) no se desarrolla de un modo automtico, no son funciones puramente biolgicas sino tambin en principio funciones sociales e histricas, son el legado (el ms maravi lloso de todos) que una generacin transmite a otra. Y eso nos revela que la cultura es tan fundamental como la naturaleza. No slo hablamos explica para decir a los otros lo que pensamos, sino tambin para decrnoslo a nosotros mismos. El habla es una pieza del pensamiento. De acuerdo con Sacks, el sordo sin lenguaje puede ser en realidad como un imbcil, y de un modo particularmente cruel, porque la inteligencia, aunque presente y quizs abundante, permanece ence rrada tanto tiempo como dure la ausencia de lenguaje. El escritor cita al abate Sicard cuando ste hablaba de la enseanza del lenguaje de seas diciendo que abre las puertas de la inteligencia por primera vez. Segn la visin de Sacks, los sordos no se consideran impedidos, sino miembros de una minora lingstica y cultural que necesitan (y tienen realmente derecho a) estar juntos, ir juntos a clase, aprender en un len guaje accesible a ellos y vivir en compaa y comunidad con otros que son como ellos.

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Antes de su visita a la insurreccin sorda de marzo de 1988, Sacks ha ba estado antes en la Universidad de Gallaudet, en 1986 y 1987, y en esa ocasin haba comprendido que la sea poda ser un lenguaje completo, un lenguaje igualmente apropiado para hacer el amor y hacer discur sos, para flirtear y para ensear matemticas. Sacks qued impresionado tras ver clases de filosofa y de qumica en lenguaje de seas:Tuve que ver funcionar un Departamento de Matemticas absolutamente silencioso; tuve que ver bardos sordos, poesa por seas en el campus y la amplitud y profundidad del teatro de Gallaudet; tuve que ver el maravilloso escenario social del bar de los estudiantes, con las manos volando en todas direcciones, cien conversaciones independientes en marcha.

Diecisis

16Es abril de 1991. Gernimo ya no es nmada, se ha establecido en San An tonio, Texas, con sus dos hijos y su esposa Ana, aunque en este momento est en el corral del rancho de Los Ramones, entre vacas y becerros que dan vueltas en crculo, mugen o estornudan estentreamente con el sol de frente. Gernimo laza una vaca. Otros dos vaqueros, un primo con bigote de morsa y un sobrino barbado, ayudan a Gernimo para que le ponga en la cadera su sello mientras el animal est apersogado: las tres iniciales de su nombre. La vaca se cae y Gernimo, lentamente, deja que le caiga el ardiente trinche de fierro con las letras g.g.g. La vaca se queda callada. No emite sonido alguno. Ya qued marcada. Ahora sigue un bece rro de ojos salvajes, despus otra vaca inexpresiva. Ser una larga tarde. Mara, la hermana mayor de Gernimo, graba el ritual ranchero con una

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cmara de formato vhs. Una toma montona, abierta, en la que no dejan de caer vacas y un vaquero silencioso las marca con su fierro ardiente. A partir de 1991, Gernimo empieza a cumplir su sueo de ir ms se guido a Mxico, de hacer la vida de vaquero que en cierta forma tuvo que posponer a causa de sus viajes por Estados Unidos. Quiere darle vida al rancho de sus padres.

Diecisiete

17El rancho de mi to queda cerca de lo que aqu llamamos la Frontera Chi ca, la regin que comprende los municipios de Guerrero, Ciudad Mier, Miguel Alemn, Camargo y Daz Ordaz. Esa pequea zona forma parte de una frontera ms grande, integrada por ciudades y pueblos de Nuevo Len, Coahuila y Tamaulipas que se extienden a lo largo de un valle en trnsito continuo de personas, animales y cosas, donde lo que se conside ra legal o ilegal va y viene de Mxico a Estados Unidos, a travs de Texas. En este rincn tan poco conocido de Mxico se desat una guerra en febrero de 2010, cuando una decena de cabeceras municipales fueron ata cadas por hombres armados que llegaban en caravanas de camionetas pick-up. Cuando escribo Guerra no estoy haciendo uso de la retrica o del sensacionalismo para describir lo que pasa. Se trata de una guerra en serio, en la que ha habido masacres, desplazamientos forzados de poblacin, fo sas clandestinas, prisioneros, combates, leva, magnicidios, mucho dolor y muchas mentiras, como en cualquier guerra. Adems de muchas muertes. Si un da alguien decidiera guardar un minuto de silencio continuo por cada una de las personas asesinadas en este lugar, se quedara mudo un mes.

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La violencia que se desat aqu ha sido mayor que en otras zonas fron terizas del pas. Es mucho mayor que la de la Tijuana actual, mayor que la de Sonora, e incluso que la de Ciudad Jurez. Sin embargo, esta regin es una zona que parece no usar su voz. Del dolor causado por la violencia en Tijuana, Sonora y Ciudad Jurez ha na cido un lenguaje propio. Un lenguaje a veces hasta poderoso, que se oye a travs de constantes reportajes hechos por periodistas nativos o llegados de fuera, o bien de novelas que cuentan la vida ntima de esas zonas. Ac en la frontera noreste no pasa eso. Bajo la atmsfera que prevalece ni siquiera es posible hacer diarismo de forma adecuada. De la realidad amenazante, la que se topan todos los das los reporteros locales, han quedado como constancia trgica los ataques con granadas a instalaciones de peridicos, as como el asesinato y la desaparicin de periodistas. Sin embargo, gran parte de las intimida ciones no se conocen, ni siquiera aparecen en los registros de los organis mos internacionales que han abierto oficinas en la ciudad de Mxico los ltimos aos, alarmados por el aumento de las agresiones a la libertad de expresin. La frontera noreste de Mxico carece de un lenguaje propio en estos tiempos de guerra. Y sin lenguaje, la libertad queda mucho ms lejos. El lenguaje es lo que hace posible el pensamiento, marca la diferencia entre lo que es humano y lo que no lo es. El lenguaje devela misterios. Pero la frontera noreste no puede hablar.

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Dieciocho

18La nueva sede de la comandancia de la polica de Los Ramones, Nuevo Len, donde est el rancho de Gernimo, fue inaugurada a mediados de julio de 2010, en plena guerra. Entre tierra dura, rodeado por una cerca de aluminio, las autoridades construyeron un edificio de una sola planta, pintado de blanco con algunas rayas naranjas, para que operara la fuerza de seguridad pblica local. Tres das despus, el viernes 22, poco antes de las nueve de esa noche, cinco camionetas se estacionaron enfrente. Baj una decena de hombres que tomaron suficiente distancia para que las balas no rebotaran cuando empezaron a descargar el contenido de los ri fles que llevaban. Quin sabe cuntos disparos hicieron. La balacera dur veinte minutos y se lanzaron por lo menos cinco granadas. La fachada principal del edificio nuevo qued como queso gruyre y la corporacin entendi el mensaje: a partir de ese da la polica municipal de Los Ramo nes desapareci. Gernimo estaba a unos kilmetros de ah, revisando el techo de una bodega de forraje para animales, algo deteriorada debido a la poca acti vidad del rancho que hered de sus padres y que desde los noventa ha tratado de levantar. Algunas veces me ha tocado acompaarlo. Hacemos largos recorridos silenciosos. Trato de imaginar lo que Gernimo piensa sobre estos tiempos con tanto ruido. Aquella balacera contra la comandancia municipal de Los Ramones se oy a varios kilmetros a la distancia. Hay quienes dicen que se hicieron mil tiros. Gernimo no la escuch. Dos meses despus del ataque a la comandancia, converso con Ger nimo en el comedor de su casa de San Antonio. Es una noche muy tran quila, aunque afuera se oye una tromba y por la ventana de la cocina se

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mira el zigzagueo de unos rayos en el cielo. Le pregunto sobre la violencia en las carreteras y los pueblos por los que conduce. Me contesta que al gunos rancheros le han contado de desapariciones forzadas de personas, de ranchos abandonados empleados como campos de entrenamiento de sicarios, de militares arrasando rancheras y otras cosas que ocurren en los alrededores, pero que l no presta demasiado inters en ello. Su filoso fa es que si algo no tiene solucin, entonces ni siquiera es un problema. Gernimo est en contra de la legalizacin de las drogas como la abrumadora mayora de los habitantes de Texas porque cree que los ni os haran suya esa adiccin y todo se vendra abajo. No le caen bien los sabihondos que la promueven como la solucin. Gernimo es un texano en eso y otras cosas ms. Sabe disparar un rifle, y supongo que no dudara en usarlo si se viera amenazado durante uno de sus viajes en carretera entre Monterrey y San Antonio. Le planteo esa posibilidad y me responde sealando una herradura colgada en la pared de su casa. Est algo oxidada, pero veo que tiene inscritas las letras g.g.g., las iniciales de su nombre. Como muchos de aqu, Gernimo cree que el calzado de los caballos es un amuleto para la buena suerte. La supersticin vive un auge en la frontera. Quizs es necesaria para no ser sorprendido por la barba rie, para no ser parte de ella tambin. Gernimo me explica que para l no todo se trata de fuerza. Siempre habr alguien mejor que t para disparar o alguien tendr una mejor arma que la tuya. Lo importante es que t tengas la razn en lo que haces y que no la sacrifiques por la fuerza.

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Gernimo y su esposa Ana, recin casados.

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Diecinueve

19En la mesa hay pur de papa, tocino crujiente, arroz y pavo. Bebemos t helado. Antes de sentarnos a comer en el da de Accin de Gracias, que este 2010 toc que fuera el 25 de noviembre, Gernimo se pas la tarde arreglando el techo de la casa que construy con sus propias manos hace ventids aos en las afueras de San Antonio. Gernimo puso tambin por la maana un barandal nuevo alrededor de la fachada principal y en la parte trasera agreg un cobertizo al garaje. Platicamos de esos arreglos a la vivienda donde vive junto con su es posa Ana y una pequea manada de perros chihuahueos. Entre los mi nsculos e inquietos animales el consentido es Dumb. Dumb tonto es tambin la forma en la que antes se les llamaba a los sordos en Estados Unidos. El plan de Gernimo es hacer la mayor cantidad de arreglos que pueda a la casa donde vive. Luego quiere venderla y comprar una ms pequea y barata en el centro de la ciudad, adonde se mudar con su esposa Ana. Quin sabe qu pasar con las mascotas. Con el dinero que le quede de la venta, Gernimo planea comprar otra casa, arreglarla y luego venderla ms cara. Hace unos das, Gernimo y su hijo mayor que tambin se llama Gernimo, aunque todos le dicen Nimo encontraron una vivienda muy descompuesta, pero bien ubicada, que se venda en treinta y cinco mil dlares. El sitio ideal para el plan de jubilacin de Gernimo. Fueron al banco a conseguir el dinero, pero en lo que cumplan los requisitos, alguien se les adelant y compr la casa vieja. El otro hijo de Gernimo se llama Guadalupe y le dicen Lupi. Es un veinteaero que vive en Austin, dibuja estupendos cmics estilo japons en sus ratos libres y trabaja con Nimo colocando escritorios y alfombras

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en las oficinas de las agencias de seguridad estadunidenses a lo largo de la frontera. La mayora de las cosas que platico con Gernimo tienen que ser traducidas por su hijo Nimo, porque no s hablar el lenguaje de seas. Tanto Nimo como Lupi oyen y hablan perfecto ingls, aunque el espaol les cuesta un poco de trabajo. En el comedor est enmarcado el Padre Nuestro en Lenguaje de Seas y platos que recuerdan los viajes de Gernimo. Platos de Arizona, Caro lina del Norte, Georgia, Indiana, Florida, Nebraska, Kentucky, Oklahoma, Missouri, Texas, Nuevo Mxico, Washington, Las Vegas, Myrtle Beach, Alabama, Hawai... Un televisor enorme est encendido en la sala, con el Western Channel sintonizado. Gernimo se va para all, se quita las botas vaqueras y se sienta a ver una pelcula de John Wayne. Salgo con Lupi a disparar un rifle en el monte. Es un 22, la sensacin de la bala que parece salir de tu pecho es peligrosamente aliviadora: te da cierto poder, vaca tu miedo. Regreso y ha cado la oscuridad total en el valle. Me siento de nuevo a platicar con Gernimo. He convivido con personas sordas desde que soy nio y los que conozco no paran de hablar. Ape nas los ves y estn relatando una historia tras otra, o preguntando cosas. Sin embargo, creo que si Gernimo pudiera usar sus cuerdas vocales para hablar, hablara poco. Es parco, como muchos paisajes de la frontera. En general, habla slo lo necesario. Le cuento que estoy residiendo una tem porada en Nueva York y que quiero saber qu piensa de Estados Unidos, ya que tengo sentimientos encontrados. Me dice que l se enter de lo que sucedi en las Torres Gemelas y no lo crea, que no ha querido ver las imgenes de los aviones estrellndose contra los edificios, que en Estados Unidos no hay tanto racismo como se dice, aunque recuerda a un sordo mexicano asesinado en Virginia por una de esas pandillas de negros que acosan a los latinos: su amigo se top con ellos en la calle y lo insultaron

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sin saber que era sordo y no poda escucharlos. Lo golpearon hasta que muri. Me dice que en Estados Unidos tratan mejor a los sordos que en Mxico, aunque ha sabido que ahora hay empresas grandes en Monte rrey, como Gamesa y Whirlpool, que dan empleos a sordos, y que en San ta Catarina, Nuevo Len, el gobierno puso una escuela tcnica exclusiva para sordos. Pero que, por mucho, Estados Unidos es el mejor pas para los sordos. Que en Las Vegas hubo del 18 al 23 de julio de 2010 un Congreso Mundial de Sordos. Sesenta mil sordos venidos de todo el mundo: sordos de la India, sordos africanos, sordos de Francia, de cualquier lugar que te imagines. Que quiso ir pero no pudo porque tena trabajo, aunque su her mana Graciela s fue y le platic despus sobre aquello, una cosa increble, maravillosa. Que tambin hubo un concurso de belleza, Miss Deaf Inter national, para escoger a la sorda ms bella del mundo. Que gan una sor da de Blgica, alta y delgada, con el pelo del color de la hierba amarilla, en segundo qued una chica de Sudfrica, despus una triguea de Lituania (que por las fotos que vio, para l era la que mereca ganar), y en cuarto y quinto lugares, una de Irn y una de Brasil. Que admira a Estados Unidos. Que George W. Bush y Barack Obama no le importan. Luego toco un tema medio escabroso: el de los Paoletti, la familia de sordos mexicanos de ascendencia italiana que fue detenida y procesada en julio de 1997 en Nueva York por dirigir una red que se encargaba de traer sordos mexicanos a Estados Unidos y los pona a trabajar vendiendo llaveros en las calles. Gernimo me dice que por supuesto supo de ese caso que le dio la vuelta al mundo. Que los Paoletti tenan fama de maltratar a los sordos. Le comento que varios profesores sordos del Distrito Federal me dijeron que ellos crean que en realidad el operativo contra los sordos mexicanos tena como finalidad persuadir a los sordos mexicanos para que no se vinieran a Estados Unidos a trabajar ilegalmente. Que activistas sordos que entrevist en el Distrito Federal me dijeron que por supuesto

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que los sordos migrantes vivan en condiciones infrahumanas, como las que exhibi The New York Times en unas fotos de una de sus portadas, donde se vean camas y colchonetas amonontonadas en diminutos espacios, pero que estas condiciones infrahumanas son las que suelen tener mu chos migrantes mexicanos, sean sordos o no, cuan do llegan a Estados Uni dos. Gernimo dice que l no sabe qu decir, que la familia Paoletti tena mala fama desde antes de que pasara todo lo que pas. Que por suerte, l tuvo la posibilidad de salir adelante en Estados Unidos. Que lo que l sabe es que los Paoletti fueron juzgados, y al parecer ya estn por salir y se dice que contarn su versin de las cosas en un libro preparado en todos estos das transcurridos en prisiones mexicanas y estadunidenses. Que habr que leer ese libro para conocer su versin.

Veinte

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Gernimo estaciona su camioneta afuera de El Rubio, comedor frente a la antigua Fundidora de Monterrey, al que a veces llega antes de agarrar carretera de regreso a Texas. La costumbre la adquiri cuando acompa aba de nio a su pap al rancho, para ayudarle a matar los cabritos que la familia traa a vender a Monterrey. Pide un vaso con agua mineral y un bistec con papas. Cuando est por terminar de comer el filete, agarra el hueso con la mano derecha y lo levanta a la altura de su boca para poder arrancarle con los dientes la carne que le queda. De un tirn. El da que su padre, Guadalupe, fumador empedernido, muri a causa de un enfisema, le tocaron Te vas, ngel mo, una cancin fnebre que Ge rnimo nunca ha escuchado, pero que sabe que su padre la pona durante los viajes en la carretera que ambos hacan al rancho y que iniciaban en

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El Rubio. Su padre la pona en la carretera, porque le recordaba la despe dida que a su vez le haba dado a su propio padre. Gernimo ha pedido que cuando muera, le toquen tambin esa cancin que oa su padre y que l nunca podr escuchar. Justo esa cancin es la primera que entona un fara-fara norteo que llega al restaurante cuando Gernimo est pagando la cuenta para irse.Te vas ngel mo, ya vas a partir dejando mi alma herida y un corazon a sufrir. Te vas y me dejas un inmenso dolor recuerdo inolvidable me ha quedado de tu amor pero, ay, cuando vuelvas no me hallars aqu Irs a mi tumba y ah rezars por m vers unas letras escritas ah con el nombre y la fecha y el da en que fallec.

Gernimo va a cruzar la frontera, de regreso a su casa en San Antonio tras visitar a su madre en Monterrey, Mara de Jess, quien a sus ochenta y ocho aos est un poco enferma. La tarde declina, uno que otro remoli nillo de polvo pasa por ah. Sus ojos caf claro con la luz invernal parecen cebada. Apenas ha avanzado unos kilmetros cuando vuelve a detener

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la marcha de su camioneta pick-up Silverado afuera del ltimo Oxxo que hay en Monterrey antes de tomar la carretera a Nuevo Laredo. Entra a la tienda y echa un vistazo a la portada del peridico con fecha de enero de 2011. Lo ms importante del da es la noticia de un polica federal de caminos decapitado en China, un municipio de Nuevo Len pegado a Los Ramones. Encuentran cabeza sin vida de federal, dice absurdamente el titular de la historia. De regreso a la camioneta pongo una pegajosa cumbia de Los Tigres del Norte. Se llama El sordomudo.Soy enamorado como cualquier hombre aunque les extrae y les asombre. Soy un sordomudo que no oigo ni hablo, y as como estoy, me dicen El Diablo. Le hablo a las mujeres con puras seas, luego les digo que me gustan ellas, pero yo les digo que me gusta el gorro, para cuando bailo este movido porro.

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Veintiuno

21Hombres de ojos acelerados, que cargan maletines y llevan pantalones de mezclilla apretujados y camisas vaqueras, caminan por el aeropuerto como si fuera a explotar una bomba. Es el verano de 2011 y viajo a San Antonio, Texas, junto con el fotgrafo Rodrigo Vzquez, para que conozca a mi to y lo retrate. Gernimo y su cuado Germn pasan por nosotros a las seis de la tarde en una camioneta Avalanche roja y nueva. Dan un par de vueltas hasta que nos ven a lo lejos. Hacen seas para que nosotros los veamos a ellos. Gernimo viajar la maana siguiente de San Antonio a Monterrey para visitar de nuevo a su madre y revisar el estado en que se encuentra la cabaa de uno de sus sobrinos, enclavada entre la sierra de Santiago, algo abandonada y necesitada de un buen carpintero. Hoy pasaremos la noche con l y despus lo acompaaremos en el viaje a Mxico. Al salir de la terminal paramos en una gasolinera. Mientras Gernimo llena el tanque se queja de lo caro que est el combustible y menciona las incomodidades generales de viajar. Tan slo en lo que va de 2011, hasta este mes de mayo, Gernimo ha cruzado la frontera once veces. Despus de cargar gasolina vamos a un Walmart para comprar la be bida de la cena. Gernimo aprovecha y mete al carrito del sper un pan taln negro Wrangler de quince dlares, que se pondr al da siguiente. La casa de Gernimo est en las afueras de San Antonio, es una especie de ranchito al que en las maanas a veces se acerca uno que otro venado. Son casi treinta kilmetros desde el aeropuerto hasta ah. Cenamos costillas de cerdo, coliflor, arroz y una salsa verde picante que ha preparado Ana, su esposa. Hablamos sobre tatuajes. Le digo que no entiendo por qu en Estados Unidos es tan comn y en Mxico no.

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l me dice que tampoco lo sabe y que a l le desagradan porque se ven mal. Le digo que planeo ponerme uno pronto y slo re. Nimo, su hijo, no est, as que toda la conversacin que tenemos es con mi limitado cono cimiento del lenguaje de seas, aunque de vez en vez agarro una hoja y le escribo lo que quiero decirle. Germn tambin me pregunta cosas de esta forma. Saco el tema del dinero que le prest a mi familia en 1995 para el pago de la Hipoteca. Me dice que en ese entonces haba hecho varios trabajos de carpintera y tena dinero ahorrado de la poca en la que venda llaveros y artilugios por todo Estados Unidos. Adems, no haca tanto que haba dejado de trabajar en una fbrica de bateras elctricas automotrices. Le pregunto que por qu ayud a sus hermanos y a su familia, en lugar de acumular ese dinero. Me responde encogiendo los hombros y haciendo una mueca de desdn, una sea que cualquiera entiende. Para qu acu mularlo? En eso aparece su perro chihuahueo Dumb, que recientemente fue mordido por una vbora del monte. Por fortuna, no lo mat, pero le provo c una bola en el cachete, que se le quit con una inyeccin. A dos das de la cura, regres con otra bola igual y las inyecciones se repitieron. Ahora el perro ya casi no sale al monte que rodea la casa de Gernimo. Nosotros s salimos al monte despus de cenar. Gernimo se fuma un cigarro Marlboro en el cobertizo. Es como el dcimo tabaco del da y eso que dice que ahora fuma menos. Platicamos de venados y despus nos vamos a dormir. A la maana siguiente cruzaremos la frontera.

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Veintids

22Antes de acostarme escucho uno de los xitos musicales de hoy en Rey nosa, que ms all de la frontera noreste es inconmensurablemente desconocido. Lo cantan dos jvenes veinteaeros que se llaman Cano y Blunt. La guerra alrededor del rancho de Gernimo en Los Ramones no se canta a ritmo de acorden, tololoche, bajosexto y guitarra, como indica la tradicin nortea, sino con hip-hop:Bienvenidos a mi reino: Reynosa querida, donde a diario la gente se rifa la vida, gente que pesa, gente que te vuela la cabeza. ndate con cuidadito o de balas te atraviesan, cuerpos mutilados y tirados al canal, demasiada maldad pa caber en un penal. Los cuerpos en la orilla de la villa, sbele al estereo, puro Beto Quintanilla. Mucha gente que viene de afuera, hay un chingo de chamba y un chingo de loquera, mi gente pandillera y mi nena talonera. Reynosa de a de veras, que chingados esperas? La peda en la loquera, est brava la frontera. No cuento una novela, esto es chile de a de veras, chcalo en las noticias, pura gente con malicia, por las drogas se desquician, por la feria se avarician. Somos puro Reynosa,

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un chingo de malandros, pura gente mafiosa, lo sufres o lo gozas. Reynosa la maldosa, la calle es peligrosa.

Mientras concilio el sueo, pienso que lo que cantan los chicos de Rey nosa se aplica en buena medida al resto de esta zona en guerra que inicia en Matamoros. Se cree que Matamoros fue fundada por piratas holande ses e ingleses en la desembocadura del ro Bravo, y que hubo un tiempo en que se llam Bagdad. Si se mira un mapa, ro arriba, de Matamoros a Ciudad Acua, Coahuila, se forma una especie de pasillo en el que fue acomodada esta regin de Mxico, tras la guerra de 1846 con Estados Uni dos. Reynosa, Piedras Negras, Colombia y Nuevo Laredo son nombres de otros lugares del camino, separados del territorio texano por un torrente impredecible al que los que viven en la otra orilla le dicen Ro Grande. Si uno ha vivido alguna vez aqu, se da cuenta pronto de que el tipo de vida de la franja abarca ms municipios cercanos de Tamaulipas, no pre cisamente fronterizos, como Ciudad Mier, San Fernando y Valle Hermoso, o bien de Nuevo Len, como China, General Bravo, Agualeguas, Cerralvo, Los Ramones y Sabinas Hidalgo. La capital de esta frontera est en Nue vo Len, no en Tamaulipas. Monterrey es la ciudad grande que le queda cerca. Doscientos diez kilmetros la separan de Nuevo Laredo, mientras que Ciudad Victoria, capital oficial, est a ms de trescientos kilmetros. Y el puerto de Tampico, se dice en broma, ya es Veracruz. A principios de 1994, cuando llegaron las noticias del alzamiento del Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional (ezln), ocurrido en la otra fron tera, all en la sur, ac en sta hubo gente que trat de aprovechar el barullo nacional para anexar de manera oficial la frontera tamaulipeca a Nuevo Len. El 5 de febrero de ese ao, da de la Constitucin, grupos locales como la Asociacin de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, el

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Consejo de las Instituciones de Miguel Alemn, la Asociacin de Cons tructores y las barras de abogados de Camargo y Guerrero propusieron la realizacin de un plebiscito para que sus municipios abandonaran Ta maulipas y se integraran a Nuevo Len. El principal diario de la regi