Venezuela Invasion Paramilitar Daktari - Brito G Perez P

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Portada-INVASIONES PARAMILITARES-10-05-12.indd 1 09/05/12 08:06 p.m.Descargue nuestras publicaciones en: www.minci.gob.veLa invasin paramilitarOperacin DaktariColeccin TildeEdiciones Correo del OrinocoAlcabala a Urapal, edicio Dimase, La Candelaria, Caracas- Venezuela.www.correodelorinoco.gob.vePresidente de la Repblica Bolivariana de VenezuelaMinistro del Poder Popularpara la Comunicacin y la InformacinViceministra de Gestin ComunicacionalViceministro de Estrategia ComunicacionalArturo CazalIngrid RodrguezFrancisco vilalf26920123201679978-980-7426-51-0G-20009059-6Mayo, 2012Impreso en la Repblica Bolivarianade Venezuela en los talleres de la Imprenta Nacional y Gaceta Ocial.DIRECTORIOHugo Chvez FrasAndrs IzarraLdice AltuveAlejandro BoscnConcepto de portadaDiagramacinCorreccinDepsito legalISBNRIF7La invasin paramilitarIntroduccinTodarevolucinsufreeldobleyviolentoembatedeuna oposicin interna y otra externa coaligadas para aislar, des-estabilizaryderrocarviolentamentealgobiernoprogresista. Atalnutilizanunrepertoriodemediosqueabarcadesde campaas de desinformacin y calumnia hasta perturbaciones del orden pblico interno, intentos de magnicidio yagresin externa desembozada.Venezuela no ha sido la excepcin de la regla. Una opo-sicin de derecha derrotada consecutivamente en las consultas electorales no slo ha intentado la revuelta callejera, el golpe de Estado, el cierre patronal y el sabotaje petrolero para destruir la economa, sino que adems ha recurrido a la agresin con efec-tivos militares extranjeros. Todas estas tentativas han contado, en lneas generales, con el apoyo del gran capital nacional y fo-rneo, de los partidos opositores y de gran parte de los medios decomunicacinprivados,queexpresanytratandeimponer los puntos de vista de dichos actores. Elepisodioquedocumentamosenestaspginasreviste excepcional gravedad por sus caractersticas propias y sus im-plicaciones. En las ltimas dcadas se ha impuesto en el mundo una ideologadeprivatizacin de lo pblico que termin por extenderse al sector militar. Los ejrcitos imperiales ya no estn integrados mayoritariamente por ciudadanos reclutados o volun-tarios, sino por mercenarios, contratados por grandes empresas 9 8OperacinDaktari La invasin paramilitarnos se replegaron dentro de nuestras fronteras y no volvieron a participar enconictos internacionales, con la excepcin de dos episodios que conviene estudiarpor sus similitudes inquietantes.En 1898 toma el poder en Venezuela Cipriano Castro, quien de inmediato adopta iniciativas nacionalistas de centralizacin del poder, enfrentamiento con la banca y las empresas extran-jeraseintegracinlatinoamericanaquelollevanadirectos enfrentamiento con las oligarquas locales y extranjeras. El 26 dejuliode1901cincomilefectivosdelejrcitodeColombia organizadosen39batallonesinvadenlafronteravenezolana por el Tchira y se dirigen hacia San Cristbal. La expedicin ha sido dispuesta, nanciada, reclutada, pertrechada y dirigida por el Presidente colombiano Jos Manuel Marroqun, conservador y acrrimo enemigo de los ideales liberales de Cipriano Castro, que comprenden una reconstruccin de la Gran Colombia. Para disimularlaagranteagresin,losinvasoresneogranadinos marchan bajo banderas venezolanas y son formulariamente di-rigidos por el general venezolano Rangel Garbiras.A la defensa de San Cristbal acude el general Celestino Castro, hermano de Cipriano, y con poco ms de mil hombres pone en fuga a los invasores y les decomisa millares de fusiles. En el campo de esta batalla fratricida quedan tendidos ochocientos colombianos y trescientos venezolanos. Cipriano Castro escribe al presidente de la Conferencia Internacional Americana: El gobierno colombiano, digo, a pesar de estar en guerra intestina con los hijos de la libertad de aquella desventu-rada porcin del Continente Suramericano, quiso traer la guerra a Venezuela, que ya se encontraba disfrutando de los benecios de la paz, y la trajo el nefando da veintisis dedicadas al trco de carne de can. Las operaciones militares, sobre todo las dirigidas contrapases en vas de desarrollo, no estn exclusivamente a cargo de ejrcitos institucionales y legti-mos, sino que dependen en gran medida de fuerzas irregulares, que en estrecha complicidad y entendimiento con las clases domi-nantes y sus estructuras de poder ejercen el genocidio, el pillaje y la violencia sin la menor limitacin jurdica, tica ni racional.La ley primordial de esta guerra inconfesable es el disimu-lo. Todo el aparato comunicacional del poder que emplea una milicia infame se concentra en pretender que sta no existe, o en engaar sobre su verdadera ndole, direccin y propsitos. Las estructuras sociales, econmicas y polticas, que se legitiman graciasalainstitucionalidad,laviolangroseramenteafavor de las bandas que las mantienen y a veces las suplantan en el poder. Junto a la sociedad, la economa y la poltica formales proliferan una parasociedad, una paraeconoma, una parapo-lticayunparaEstadoqueconsagrancomonicainstitucin la violencia y el pillaje como nica ley. As como el complejo militarindustrialdelcualseservaelImperioparadominar concluy dominando la vida social, econmica y poltica de ste, elparamilitarismoquesustentalospoderestercermundistas termina sustentndose en ellos.Ninguna guerra respeta fronteras, y la del paramilitarismo no reconoce lmites ni ticos ni jurdicos ni geogrcos. Intro-ducidoporsectoresengaadosconlailusindequepueden manejarlo, el paramilitarismo se extiende y, si no es detenido a tiempo, termina devorando a quienes lo importan e implantan. Despus de una guerra de Independencia en el curso de la cual liberaron lo que hoy son seis pases, los ejrcitos venezola-11 10OperacinDaktari La invasin paramilitardejulio,invadiendoconsuejrcito,desgraciadamente encabezadoporunvenezolano,contodosucortejode crmenes, ruina y desolacin! [] Venezuela quiere la paz con todas las naciones civilizadas, pero una paz honrosa y fructfera, digna de la actual civilizacin y progreso.1La historia tiende a repetirse. Cien aos despus, en 2004, reservistasyparamilitarescolombianoscruzanlafronteray disfrazadosconuniformeseinsigniasdelejrcitovenezolano preparan un atentado contra el gobierno legtimo. Esta invasin, segn consta en los documentos que integran el presente volu-men, cuenta con el nanciamiento, el apoyo, la proteccin y la logstica de autoridades locales opositoras, y posiblemente con la connivencia y el estmulo de gobiernos forneos. Sobre el alcan-ce, tctica, estrategia y organizacin del operativo invasor versa la entrevista al general de divisin Miguel Eduardo Rodrguez Torres, director del SEBIN, que consta en la primera parte de este volumen. En esta conversacin, y en la inmediata, actuaron como entrevistadores Luis Britto Garca y Miguel ngel Prez Pirela. En las operaciones militares contemporneas cuenta a ve-ces ms la informacin que la violencia. Un minucioso trabajo tcnico de recuento e interpretacin de conexiones telefnicas permitiestablecerdemaneraindubitablelasrelacionesen-treelsectorpropiamenteparamilitardelplan,yelconjunto depersonalidadesyorganizacionesdelaoposicinpoltica, nanciera y comunicacional, y de algunas policas locales que lo nanciaron, apoyaron, protegieron y nalmente intentaron invisibilizarlo. Sobre la deteccin de esta trama versa la entre-vista al comisario David Colmenares, director de Investigaciones 1. E. GABALDN, J. GAMUS DE WIESEL (comp.), El pensamiento poltico de la Restauracin Liberal, Tomo I, 256.NacionalesdelaDISIP,tambincomprendidaenlaPrimera Parte del presente volumen. Una operacin militar o paramilitar no es nunca un hecho aislado. Sin logstica no hay operativo. En vano intentaremos co-nocer sobre la una o el otro en medios de comunicacin privados que por lo general tienden a ocultarlos o tergiversarlos. Pero es posible una contralectura de los medios que revele el entramado decomplicidadesgerenciales,partidistasycomunicacionales, cuyo colaboracionismo facilita una invasin extranjera e intenta luego negar su realidad o tergiversar sus propsitos. Descubierta cuando se dispona a cumplir sus objetivos, la invasin cuenta adems con el apoyo de la inmensa mayora de los medios de comunicacin privados, que primero intentan ocultar el hecho mediante un apagn informativo, luego lo banalizan y nalmente tratan de presentarlo como una operacin del gobierno democr-tico, a pesar de la abrumadora evidencia que apunta e incrimina en forma indubitable a sectores nancieros, polticos e incluso militares de la oposicin. Un anlisis de estos vnculos consta en el estudio de Luis Britto Garca Invasin paramilitar, medios decomunicacin,gruposeconmicosyoposicinpoltica,tambin integrado en la Segunda Parte de este libro.Elmayorpeligroparanuestropasseraconsiderarel triunfo contra la Operacin Daktari como un desenlace total y denitivo. Todo conicto se extiende ms all de sus fronteras originarias, y el conicto colombiano no es la excepcin. Una inltracin paramilitar permanente crea graves problemas so-ciales, econmicos y polticos que analiza Miguel ngel Prez PirelaensutrabajoDelEstadovenezolanoalParaEstadovene-zolano: Consideraciones de una injerencia silenciosa, que ocupa la Tercera Parte de esta publicacin.12OperacinDaktariLas conspiraciones se derrotan antes con la verdad que con las armas. Un minucioso y ecaz trabajo de inteligencia puso al descubierto la maquinaria de la invasin y permiti frustrar sus propsitos. Otra indagacin revela la trama de complicidades polticas, nancieras y militares que la pusieron en marcha. En gran parte, los implicados se delatan a s mismos en sus medios de comunicacin al negar la realidad de la agresin, minimizarla, banalizarla o tergiversar su origen y propsitos. Los hechos, las evidencias, los testimonios, las experticias, los documentos, las pruebas fsicas, que comprueban esta irrefutable verdad estn expuestasdemaneraselectivaenlosanexosqueintegranla Cuarta Parte de este libro. Ensuconjunto,conrmanunairrefutableverdad.Gran parte de la oposicin venezolana no tiene reparos jurdicos ni ticos ni patriticos en recurrir a la ms atroz violencia antide-mocrtica,nienconvocaryapoyarfuerzasextranjerasdela condicin ms indigna para que le entregue el poder que ella es incapaz de obtener por la va legtima. Tal conducta es con-sistenteypersistente.Ladocumentacinqueconstaenestas pginas no slo es recapitulacin del pasado, sino advertencia sobreprocesosenmarchaquedenoserdetenidospodran traducirse en graves acontecimientos futuros. La inltracin de irregularesydeprofesionalesdelaviolenciamercenariapor nuestras amplsimas fronteras no ha concluido. El apoyo a estas fuerzas siniestras por sectores de la oposicin y de la oligarqua nacional y transnacional no qued en el pasado. Quien abre la puerta al paramilitarismo como sirviente termina sirvindolo. Quien niega la realidad termina siendo negado por ella. Primera ParteENTREVISTAS15La invasin paramilitarEntrevista al general de divisinMiguel Eduardo Rodrguez TorresDirector del SebinPrimer indicioElprimerindiciodelapreparacindeunaoperacin armadadesestabilizadorafuemuygeneral,muyescueto.Fue ennoviembredelao2003duranteunaoperacindesegui-miento, vigilancia, captura e interrogatorio a un elemento que, segn fuentes nuestras, pertenece a las Autodefensas Unidas de Colombia, pero que era venezolano y trabajaba en la lnea del narcotrcoparananciaralasAutodefensas.Cuandologra-mos detectar a la persona y nos pusimos a vigilarlo, a seguirlo, nos damos cuenta que en ningn momento lo conseguimos con cargamento de droga. Entonces, en un momento determinado yo tomo la decisin de que lo detengan y lo traigan a una entrevista conmigo. Cuando el hombre se ve capturado y trasladado al Helicoide, y cuando empezaron las entrevistas, ste sinti miedo, mucho miedo de que lo fuesen a dejar preso, por lo que decide empezar a darnos informaciones sobre las reuniones de algunos elementos venezo-lanos con lderes de las Autodefensas de Colombia, sobre todo con el sector que liderizaba Mancuso. Esta fuente nos dice que haba escuchado, entre lo poco que ha podido escuchar cuando se reuna con el rea logstica 17 16OperacinDaktari La invasin paramilitardel bloque al que l asista, que estaban pidiendo traer a Vene-zuela paramilitares colombianos para hacer acciones violentas desestabilizadorasencontradelgobierno.Estamoshablando del ao 2003, octubre, noviembre, cuando l escucha esas cosas y nos las cuenta a nosotros. El doblaje de personajeA partir de ese momento se hacen las coordinaciones con la Fiscala yse inicia lo que se llama en inteligencia el doblaje de personaje: l empieza a trabajar dando informacin a nues-tro servicio sobre lo que estabaescuchando all en Colombia, liba,cumplasusmisionesconlasAutodefensas,escuchaba informacin y vena y la traa para ac. Siempre insista en lo mismo, y deca que todava no haban decidido qu comandante vendra a Venezuela a hacer esas operaciones.Mientrasestascosasvanocurriendo,tambinnosllega informacin del mbito militar sobre un grupo de ociales que se estaban reuniendo con nes conspirativos, y nos dan varios nombres que estaban ya ligados a lo que era la Plaza Altamira y a ese poco de actividades previas que ocurrieron en Venezuela entre los aos 2001 y 2004.Ociales de tendencias conspirativasAllnosnombrabanalcoronelCastroReyes,alcapitn Nieto Quintero, nos nombraban a varios ociales de los cuales nosotros sabamos sus tendencias y actividades conspirativas. Asempezamostambinahaceroperacionesdeinteligencia sobre esos objetivos militares. En el mes de enero uno de los ociales que estaba com-prometido en la conspiracin plantea en una reunin que haba que reclutar a alguien de la DISIP pues en ese momento todava ramos DISIP y no SEBIN que se encargara de reclutar gente den-tro de la misma DISIP, no para que saliera la DISIP a participar, sino para neutralizar la accin de la DISIP cuando se decidiera hacer las correspondientes acciones armadas, sobre todo en la ciudad capital.Hablando de traer paramilitares a VenezuelaLa persona a la que ellos invitan a la reunin es un familiar de uno de los ociales que estn conspirando. Ese funcionario asiste a una primera reunin y pide hablar conmigo, yo lo au-torizo, y l me explica que asisti a una reunin donde estuvie-ron presentes varios ociales, y que estaban hablando de traer paramilitares a Venezuela, que aqu no haba otra salida, sino que haba que matar a [el Presidente] Chvez y que necesitaban que la gente de la DISIP estuviera controlada luego de hacer un reclutamiento dentro de la misma para neutralizar su accin. Elfuncionariomepideautorizacinparacontinuarlas operaciones inltrndose dentro de la organizacin; yo lo auto-rizo, y l empieza a asistir a una serie de reuniones que inician enenero,peroqueyaparamarzosehacenmsfrecuentes. Siempre le tuvieron cierta reserva hasta esos meses de marzo y abril, cuando ya le daban ms participacin. Y siempre me deca lo mismo, que ah iban a utilizar aviones de la Fuerza Area, que iban a bombardear un Al Presidente, y que la misin era matar a Chvez. Que no hacan nada con tratar de derrocar al gobierno si no acababan con la vida de Chvez, pues ya venan de vivir la experiencia del ao 2002.19 18OperacinDaktari La invasin paramilitarUn duro del paramilitarismoAs va transcurriendo el tiempo; mientras tantoel otro ele-mento que est ligado al narcotrco y a las Autodefensas segua dndome informacin, y nos dice que el encargado de venir a operarenVenezuelaporlasAutodefensaseraelcomandante Lucas, que era un tipo como llaman ellos, un duro del parami-litarismo, que pas por ser uno de los sicarios ms duros de las Autodefensas, y que era el que iban a encargar para comandar una unidad paramilitar en Venezuela.Bombardear el Al PresidentePasaeltiempo,sevanmonitoreandovariasreunionesy llega el mes crucial: abril del 2004. En el Country Club, en horas de la noche, se hace una reunin a la cual asisten ociales de la Fuerza Area y ociales de la Guardia Nacional que despus cayeronpresos.Posteriormente,hacenotrareuninalacual asiste nuestro inltrado. Esa reunin fue el 23 de abril, un viernes: ellos toman la decisin de bombardear el Al Presidente que se realizara en Maracaibo el 25 de abril de ese ao, es decir, dos das despus. Se supone que ellos ya tenan el dispositivo listo y que tenan que acelerar el trabajo con los paramilitares para que, mientras que se bombardeaba el Al Presidente, los paramilitares en Caracas tomaran el Palacio de Miraores y atacaran algunas unidades militares para crear un gran caos en la ciudad. Eso era lo que entenda el funcionario acerca del plan que estaban orquestando ah. Nos cuenta el mismo funcionario que un ocial de los presentes pregunt al ocial de la Aviacin que estaba all e insisti mucho en eso que por qu bombardear el Al Presidente si iba a morir un poco de gente que era inocente: elpilotolerespondiqueenlaguerrayenlaaviacinesos son llamados daos colaterales, que mueran los que tengan que morir, pero el objetivo era matar a Chvez.Todo un trabajo de inteligenciaEso ocurre un viernes en la noche hasta altas horas de la madrugada; esa reunin nosotros la monitoreamos y logramos levantar la informacin de todos los telfonos de cada uno de losqueestabanconspirandoparaposteriormentellevarlosa juicio,ypudimoscomprobarquetodoslostelfonosestaban abriendo exactamente en el mismo sitio y a la misma hora: esa fue una de las pruebas que bamos a presentar posteriormente para demostrar que la reunin haba ocurrido. Aparte de que pudimos tomar fotos de todos los vehculos, de todas las placas, de todos los asistentes y de todos los perso-najes entrando al edicio; todo un trabajo de inteligencia para comprobar la reunin.No iban a tener ningn remordimiento de concienciaTambin un ocial levant la voz en esa reunin para pre-guntar por qu iban a utilizar paramilitares colombianos, es decir, cul era la necesidad de utilizar paramilitares; un comandante de la Guardia Nacional, teniente coronel, respondi que haba que usar paramilitares colombianos porque, primero, no eran venezolanos, y segundo, esos no iban a mirar para atrs para disparar, no iban a tener ningn remordimiento de conciencia y a ellos lo que les interesaba era cobrar, as que era ms eciente usarlosque usar tropas venezolanas que iban a tener problemas de conciencia, que no iban a querer atacar a sus compaeros. Esa fue la respuesta.21 20OperacinDaktari La invasin paramilitarTodo cuadra y todo coincideEsto ocurre esa noche del 23. Casualmente al da siguiente era el cumpleaos de la hija de Diosdado Cabello y cuando esta-ban los hijos nuestros muy chiquitos siempre los cumpleaos los hacamos juntosall en Fuerte Tiuna. Ese da hacia el medioda yo me fui al cumpleaos de Diosdado, en el Comando Logstico del Ejrcito. El funcionario me llama despus de que haba salido en horas de la madrugada de esa reunin, me llama casi al medioda y me dice que le urga hablar conmigo porque tena informacin de suma importancia. l se va al Fuerte Tiuna y se rene conmi-go en un carro, junto con el operador de red me dice el sbado que iban a bombardear el domingo el Al Presidente, que era en Maracaibo. Yo verico con la Guardia de Honor dnde era el Al Presidente y me dicen que en Maracaibo. El funcionario me da un dato que tambin me caus dudas, l me deca que el avin iba a ser extrado de la base area de Barquisimeto,yyoledigoperovaasalirunF16enBarqui-simeto? Porque los F16 estn en Maracay. Y el funcionario me contesta: No, ellos dijeron que el avin era fcil sacarlo, porque iba a salir de Barquisimeto. Entonces, yo llamo al comandante de la Fuerza Area, le pregunto por los aviones F16, y me dice queestntodosenBarquisimetoporquehabauntrabajode mantenimientoenlaBaseAreadeMaracay.Todocuadray todo coincide, estamos claritos. Yo llam al Presidente de la Repblica, llam al Coman-danteChvez,leinformamiComandantedelodelicadode lo que estbamos manejando, y le recomendamos suspender el Al Presidente, para darnos tiempo a seguir nosotros llegando al hueso de la informacin, para poder nosotros contrarrestar eso. Exactamente eso ocurri, se suspendi el Al Presidente de ese domingo, ellos se vuelven a reunir y dicen que se les cay el plan y que estn a mxima alerta para actuar en cualquier momento. Eso me lo informa a m el funcionario el da lunes.Proteccin que le daba la polica de BarutaPasa una semana y siguen reunindose, seguimos haciendo vigilancia pero no dbamos con el sitio exacto donde estaban los benditos paramilitares estos. S sabamos que estaban cercanos al Hatillo o en los alrededores de El Hatillo y Baruta, porque en la vigilancia y seguimiento que se les haca a los ociales todos iban siempre a El Hatillo, pasaban por Baruta. Pero ellos haban puesto en marcha un sistema de protec-cinquelesdabalaPolicadeBaruta,dondeCaprileserael Alcalde, que les daba la Polica Metropolitana, donde era Pea el Alcalde y que les daba la Polica de El Hatillo. Cmo hacan eso? Cuando ellos perciban la vigilancia y el seguimiento, se co-municaban con algunas de las policas por los medios que tenan, y esos policas interceptaban a los funcionarios que estaban en la operacin de inteligencia, mientras los vigilados se evadan. Esas dicultades no nos permitan llegar al lugar. Una de las cosas que logramos hacer para acercarnos ms fue colocar una carpa de Proteccin Civil cerca. La tenamos como a dos (2) kilmetros de la nca Daktari con equipos de intercepcin tele-fnica, tratando de capturar por la va tecnolgica la ubicacin del sitio donde estaban. No sabamos en ese momento que se trataba de una nca.23 22OperacinDaktari La invasin paramilitarCon el uniforme del Ejrcito, pero que el tipo te-na acento colombianoTodo esto est ocurriendo hasta que el caballero ste que les cont al principio, que estaba involucrado con la parte nanciera de las Autodefensas, el viernes 7 en la maana busca una reunin conmigo y me dice: pngase las pilas porque pronto estos tipos actan, y el que est aqu en Venezuela es el comandante Lucas. Me vuelve a echar el cuento de quin es Lucas, que es un matn de esos de los ms bravos de las Autodefensas. As, ese viernes yo tomo la decisin: como el domingo 9 eraeldadelasmadres,yestamoshablandoelda7,unoya por la experiencia militar sabe que si va a haber una actuacin el da ideal es el 9. En todos los cuarteles todo el mundo est de permiso, uno tranquilazo porque es el Da de las Madres, todo el mundo va a entregarle el regalo a su mam, los cuarteles liberan a la gente. Entonces se es el da ideal para darnos el golpe que quieren darnos. Yo reun al Jefe de los Comandos y le orden acuartelamientototaldelosComandosdesdeeseviernes,sin decirleporqu,tmeacuartelasatodoslosComandosala orden ma. Una unidad de patrullaje que habamos creado en la DISIP, contrariando inclusive las funciones de la DISIP pero queeralonicoquetenamoscomoGobiernoNacionalen Caracas para contrarrestar la accin de la Polica de Baruta, de la polica de El Hatillo, de la polica de Chacao y de la Polica Metropolitana la volqu completamente a patrullar las zonas de Baruta y El Hatillo, toda la parte montaosa. Viernes, sba-doydomingoporlomenosencadaturnohaba15patrullas patrullando por all. Eso pasa el viernes, pasa el sbado; el sbado en la noche llamo al general Rojas Figueroa, que era el comandante del re-gional nmero 5, y le digo: mi, mantenga un grupo de comandos disponibles porque estamos pesquisando, estamos patrullando El Hatillo donde ya estaba la gente, y en cualquier momento po-demos necesitar apoyo del Comando de la Guardia. l me dice: no te preocupes, yo lo mando a buscar. l los mand a buscar de Macarao y los puso ah en Tazn, los tena all disponibles. Como a las 12:00 de la noche me llaman a m de la Direccin de Inteligencia y me dicen que los patrulleros nuestros en El Ha-tillo se comunicaron con el Helicoide para informar que haba una persona vestida de militar, con traje de campaa correcta-menteuniformadoconatuendodelEjercito,coneluniforme del Ejrcito, pero que el tipo tenia acento colombiano, y tena el cabello largo, y que la pistola que l portaba no era la pistola de reglamento que normalmente usa el Ejrcito. Cuando ellos me dicen eso yo les digo bingo! pues all coronamos, ah la pegamos, se es el tipo. Entonces, yo le digo a los patrulleros que lo desarmen y lo apresen. Los patrulleros me informan que el hombre no se quera dejar desarmar; les respondo: bueno, si no se quiere dejar desarmar, aplique la fuerza, pero desarmen al tipo y lo detienen ah. Yo llamo in-mediatamente al jefe de los comandos y le digo que active una unidad de los comandos con todos los hierros, que yo lo iba a esperar frente a la Universidad Simn Bolvar. Yo me puse unmono,recuerdo,unchaleco,mefuiconlaescoltahasta la Universidad Simn Bolvar y llegaron los comandos de la Guardia, porque yo inmediatamente llam a Rojas Figueroa, me mand un camin lleno de Comandos de la Guardia, lle-garon los comandos de la DISIP, y empezamos a subir hacia la finca Daktari.25 24OperacinDaktari La invasin paramilitarPara informarle que la operacin haba sido descubiertaEn lo que nosotros llegamos ya haban logrado desarmar a este comandante Lucas. l deca, l me dice a m, esto est autorizado por el Gobierno, me dijo el tipo; yo le digo: Ests autorizado por el Gobierno? Quin te autorizo? Me pide: dje-me hacer una llamada. Inmediatamente yo haba dado rdenes de que le dejaran su telfono, porque para nosotros el telfono esunacduladeidentidad.lagarrasutelfonoyhaceuna llamada y despus vuelve a hacer otra llamada. Esas llamadas fueron todas hechas a Gustavo Zing Ma-chado, un empresario que se encargaba de toda la logstica de laoperacin,yaOrlandoUrdaneta,elfamosoanimadorque despussefuehuyendoparaMiami.lhacelasllamadase inmediatamenteestospersonajesempiezanallamarcatorce, quince veces, una cantidad de veces al alcalde Pea, me imagino que para informarle que la operacin haba sido descubierta. Yo agarr a este comandante Lucas, lo esposamos, lo mon-tamos en una patrulla y lo mandamos de una vez al Helicoide para interrogarlo. Hasta ese momento lo nico que nos dijo l es que eso estaba autorizado, que abajo haba 150 hombres, que no estaban armados, que las armas venan despus. l como que pens que nosotros tambin estbamos en cuenta de la cosa.Capturamos 116 de estos muchachos paramilitaresYo lo mando al Helicoide, organizo dos escuadras de los Comandos y bajo yo mismo a hacer la detencin de estos perso-najes. Ya los paramilitares colombianos estn sobre unos autobu-ses, que les haban borrado inclusive las rutas, para trasladarlos a un sitio donde presumimos les iban a entregar las armas. Cuando ellos ven los comandos nuestros empiezan a sacar unas franelas blancas por las ventanas y se rinden. Nosotros in-mediatamente los bajamos de los autobuses. Te estoy hablando de las 2:00 de la maana, con una neblina espesa, sumamente oscuro y abajo, sabes que en esa nca hay que caminar y caminar, como una montaa, pues. Despus los capturamos: en el primer envin capturamos 116 de estos muchachos paramilitares. Los llevamos a la parte superior y comenzamos con el proceso de identicacin, y comenzamos a interrogarlos, a hacerles algunos interrogatorios informales, para tener informacin de lo que esta-ban haciendo ah. En esos interrogatorios comienzan a echarnos los cuentos, que ellos llegaron en varias oleadas, ellos haban en-trado por San Antonio del Tchira, por Urea, con complicidad de funcionarios de la ONIDEX en aquel momento se llamaba ONIDEX. Algunodeellosargumentabaquelohabantradobajo engao, cosa que yo no creo, puede haber ocurrido con alguno: t lo que vas es a cocinar, pero la mayora nos echaba el cuento de a qu venan ellos para ac; estaba claritos a lo que venan. Ellos llegaban a unos galpones, los uniformaban como si fueran soldados del Ejrcito recin reclutados, eso es lo que llamamos nosotros conscriptos. Y con funcionarios de la ONIDEX identi-cados con chaquetas y carnet de la ONIDEX, con una lista rmada por el director de la ONIDEX, que era un general de la Guardia Nacional, ellos pasaban por todas las alcabalas sin problemas. As fueron llegando en pequeas oleadas a la nca Daktari. Cmo atacar el Palacio de MiraoresEn la nca Daktari se mantenan de civil en un entrena-miento constante, en el que se les haca nfasis sobre cmo ata-27 26OperacinDaktari La invasin paramilitarcar unidades vehiculares, cmo atacar el Palacio de Miraores, como atacar el parque de la Fuerza Area que est en La Carlota, todoelentrenamientosobreobjetivosespeccosconarmas simuladas, utilizaban facsmiles de armamentos. Quines dicen ellos que estaban en la nca, te estoy hablando de las primeras conversaciones con los capturados, que all estaba Robert Alonso, que era el dueo de la nca y lo llamaban El Coronel, y que era uno de los que ms mandaba, decan ellos. Pero igual, all asista tambin Orlando Urdaneta. Inclusive a uno de los autobuseros le preguntamos quin le haba pagado el autobs. Un gordo que se llama Rafael. Yo le digo: Llveme donde vive ese gordo, Dnde te pag?, En su casa. Dnde vive l?, Por aqu cerca. Entonces mandamos una comisin conelautobuseroalacasadeRafael,yeseRafaeleraRafael Marn, el diputado de Accin Democrtica. Ese gordo fue quien me pag, dijo el autobusero. En ese momento Marn se perdi del pas y se fue a Miami. Fueron capturados 153Bueno, all se inicia el proceso investigativo, empez una persecucin de todos lo que se lanzaron por esa montaa de El Hatillo que va a dar a los Valles del Tuy, y fueron capturados 153, inclusive uno fue capturado en Acarigua y otro en Barinas que ya iban de salida; al otro da en la tarde fueron capturados. Se hizo un buen operativo de bsqueda y persecucin, se capturaron todos y se da inicio al proceso de investigacin posterior, visto que todo esto ocurre con informacin de inteligencia. Una vez que sta es comprobada se pasa a la fase de inves-tigacin abierta desde el punto de vista judicial. Y as es como llegamosnosotrosadetectaryneutralizaresaamenaza,que graciasaDioslologramos,porquedehaberocurridoloque ellos tenan planeado segn nuestros inltrados, no supiramos donde estara Venezuela en este momento. Nosotros no sabemos qu hubiese pasado en lo adelante, porque esos paramilitares hubieran actuado aqu y de haber triunfado vendran a cobrar despus: Yo te apoy, Venezuela para matar a Chvez, ahora t pgame. Ya sabemos cmo cobran.Utilizaron las policas que estaban bajo su mando En estas operaciones se puso de maniesto una estrecha colaboracin entre los ociales conspiradores y las autoridades y personalidades civiles. Ellos fundamentalmente utilizaron las policas que estaban bajo su mando (Polica de Baruta, Polica de El Hatillo y Polica Metropolitana) para hacer un cerco de seguridadsobrelasposicionesqueestabanocupandoestos caballeros. Esto lo explican despus los paramilitares capturados, ellos dicen que all llegaban constantemente patrullas de la Polica de Baruta, patrullas de la Polica de El Hatillo, patrullas de la Polica Metropolitana,fundamentalmenteparahacercoordinaciones de logstica y seguridad. Llegaban tanto a la nca Daktari como aotraqueseencontrabamsabajo,porqueseencontraban divididos en dos grupos, Grupo A y Grupo B. El Grupo B se encontraba al fondo de la nca Daktari, en una nca ms pequea; a esos dos sitios llegaban las patrullas y a sa era a la que le brindaban el cerco de seguridad. Inclusive si uno de estos reclutas se enfermaba lo llevaban a alguna clnica o lo llevaban a algn centro mdico. Normalmente tenan segu-ridad de patrullas de esas policas. Estos gobernantes utilizaban las fuerzas policiales que tenan a su disposicin para proteger 29 28OperacinDaktari La invasin paramilitareste movimiento. Esto no es extrao, esto es pblico y notorio, laconcentracindelaPlazaAltamiraquinlaprotega?La Polica Metropolitana y la Polica de Chacao. Ellos volcaron all su polica completa para proteger a los conspiradores de la Plaza Altamira, en vez de darles seguridad a los ciudadanos de Chacao y a los de Caracas. Ellos tenan la experiencia de las guarimbas. Quines le daban proteccin a los ciudadanos que se dedicaban a trancar calles y quemar cauchos? Las policas locales, las policas de Chacao, El Hatillo, Baruta y la Metropolitana. Igualmente se involucraron en esta aventura, se era el rol que ellos jugaban all. Y es interesante, inclusive, que el Alcalde de El Hatillo de ese momento si no me equivoco perteneca a Proyecto Vene-zuela, ese alcalde debe haber estado en conocimiento de esta situacin, porque all muri un ciudadano colombiano de un in-farto despus yo voy a aportar los nombres y los documentos, y ellos hicieron un acta rmada por un mdico de la Alcalda deElHatillo,unactaquenoestabarmadaniporelCICPC, no hubo autopsia ni trmites legales para sacar un cadver del pas. Y ellos, con la rma de un mdico de El Hatillo, se tiraron el riesgo de sacar ese cadver hasta Colombia. No creo que un mdico de la Alcalda de El Hatillo haga eso sin consentimiento de su jefe; obviamente, haba complicidad de los jefes, que en este caso era la del alcalde de Proyecto Venezuela.Ese fue el rol que jugaban ellos all, aparte del rol logstico, porque mantener la comida de 160 o 170 personas todos los das (ynocomanmal,acurdensequelosmediosbanalizaronla informacin y empezaron a hablar de los paracachitos, porque haban unas bandejas de cachitos y pastelitos de la panadera Danubio) seala que haba plata, porque eso no es barato; ms baratoeshacerarepas,rellenarlasycomerconcaf,peroles daban cachitos de Danubio y jugo de naranja natural, estaban bien alimentados los muchachos. Eso requiere un esfuerzo lo-gstico y nanciero importante.Todos los pagos los hacan en efectivoLo quenunca se pudo comprobar fue el origen de todo ese aporte logstico y nanciero. Todos los pagos los hacan en efectivo. Se hicieron allanamientos en la panadera, se comprob el origen de las cosas, pero la persona que les pagaba a ellos era una seora, no recuerdo el nombre se desapareci del mapa, era una seora que haca todos los pagos en efectivo, dejaba el mnimo rastro posible.Entrar al Palacio, matar a ChvezPara cumplir sus objetivos ellos dividieron a los 153 hom-bresendosbloques,elBloqueAyelBloqueBoGrupoAy Grupo B. En el Grupo A concentraron a los que ellos saban que tenan mayor experiencia en el combate, que eran reservistas del ejrcito colombiano, que haban participado en las Autodefensas y eran los que iban a ir con el comandante Lucas al Palacio de Miraores. Los del Grupo B, que eran los ms inexpertos (ellos le te-nan un nombre, no recuerdo cmo era que les decan), iban a atacar con un grupo de 15 hombres al Regional 5, que es lo que llaman el mvil de la Guardia, que en ese momento era el grupo duro para mantener el orden pblico. Otro grupo iba a atacar La Carlota; un grupo pequeo, porque a la nal lo que a ellos le 31 30OperacinDaktari La invasin paramilitarinteresaba era atacar Miraores y la vida del Presidente. Y con esos otros ataques puntuales a objetivos militares lo que iban eraacausarunagranconfusin,porquetodosibanvestidos como efectivos del ejrcito, la noticia sera que el Ejrcito est atacandoalRegionaldelaGuardia,elEjrcitoestatacando laBaseAreadelaFuerzaArea,elEjrcitoestatacandola Comandancia General de la Armada, en grupos pequeos de 15 hombres uniformados como si fueran del Ejrcito operando sobre esos objetivos. ste era ms o menos el Plan, segn el mis-mo comandante Lucas me conesa (en este mismo escritorio), que su misin era entrar al Palacio, matar a Chvez: l deca que quera cortarle la cabeza al Presidente y tomarse una foto con un habano cubano y con la cabeza de Chvez en la mano. As, tal cual como lo estoy diciendo yo, me lo cont l a m, ese tal de apellido Ayala, mejor conocido como comandante Lucas.Carne de canEsmuyprobablequeaeseGrupoBloutilizarancomo carne de can. Ota cosa era el grupo que iba a Miraores, que era un grupo entrenado; inclusive a ellos los estaba entrenando allunexDISIP,sellamaIvanRubier.leracomoeltcnico quelesexplicabacmoseabordabaunvehculoalahorade hacer sicariatos, cmo se entraba en una habitacin para tomar un objetivo, como se atacaba si haba un rehn. Todo el entre-namiento tcnico de combate estaba prcticamente volcado bajo la responsabilidad de ese caballero. Casi todos ellos huyeron hacia Miami inmediatamente, en el sitio del suceso estaban los paramilitares y dos o tres ms que estaban de guardia. Con los trabajos de inteligencia previos que se hicieron e investigaciones posteriores, sobre todo en el rea delatelefona,sepudodeterminartodaslasconexionesyse apresaron una gran cantidad de ociales involucrados en eso. Ociales que presuntamente estaban comprometidosAlgunosindiciosquedaronenelexpediente,perohubo indicios que nunca se pudieron probar de ociales que presun-tamente estaban comprometidos en la operacin. Se habla de un ocial que estaba metido en la Polica Militar, se habla de un ocial que estaba en la Comandancia del Ejrcito, se habla de va-rios ociales que estaban en algunos cargos de cierta relevancia, que actuaran una vez que ocurrieran el evento, se pronuncia-ran en contra del Gobierno y radicalizaran las operaciones en contra del Gobierno desde algunas unidades militares. Se supo tambin de otra escuadra paramilitar que estaba en Yaracuy, de 15 hombres comandados por el hermano del Comandante Lucas que utilizaba el seudnimo de Jorge. Esomelodicetambinelinformantequetenamosno-sotrosenlasAutodefensas,yciertamentecuandollegamosal sitiodondeellospresuntamentehabanestadoacampando, conseguimos sucientes elementos y evidencias de que haban estadohombresall.Yalgunosmoradores,nomuycercanos porque era un sitio aislado, dicen que s haba algunos hombres que salieron uniformados. Me imagino que cuando tuvieron la noticia de que haba sido debelada la operacin, en vez de agarrar hacia su objetivo que creemos que era en Valencia, se fueron a su pas, dejaron los uniformes botados, dejaron todo y se fueron. Porque haba otra operacin en Valencia, presumimos que era sobre la Bri-33 32OperacinDaktari La invasin paramilitargadaBlindada,queesunaunidaddegranpoderdechoque, una unidad bandera del Ejrcito. Pero recuerden siempre que inicialmente la misin era bombardear el Al Presidente. Claro, bombardeando el Al Presidente matan al Presidente y ya tienen el 80% de la operacin hecha. Despuscausanunagranconfusin,locualobligaraa la Fuerza Armada a pronunciarse con los elementos que ellos ya tenan contactados, e indudablemente pasaran a la fase de ungolpeabiertamenteencontradelaRevolucin,porquela idea era acabar con la Revolucin. Acurdense tambin de que estos tipos llegaron a unos altos ndices de irracionalidad, todo lo que hicieron ellos en el 2001 y el 2002, cuando la oposicin venezolana llego a unos niveles de locura: yo les puedo hablar conpropiedadporquelosvivtodos.FuiDirectordelaDISIP en el 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006, y le puedo echar los cuentos de todo lo que viv all desde el golpe petrolero previo al paro petrolero, cmo destrozaron a PDVSA, y como pasaron despus a la Plaza Altamira. En la Plaza Altamira conspiraron hasta que se cansaron, no lograron su objetivo, entonces llamaron a las guarimbas y uno de los idelogos de las guarimbas era Robert Alonso. De hecho, hay sucientes evidencias en internet de l mandando a hacer las guarimbas, explicando cmo las guarimbas pueden derrocar un gobierno, cmo ese plan de las guarimbas era perfecto para sacar a Chvez. Todasesasaccionesquehicieronentreel2001yel2004 yo las viv completas en la DISIP y nos toc enfrentar todo eso. Ellos llegaron a unos niveles de locura, la oposicin venezola-naytodossusdirigentesquehoypretendensercandidatos, pretenden ser gobierno, y algunos estn en la Asamblea, todos esos caballeros hicieron las cosas ms aberradas que podemos imaginar en nuestra historia, como traer paramilitares de otros pases para Venezuela. Una operacin de fuerzas extranjeras en Venezuela Seguramente ellos lo hablaban inclusive en sus reuniones en la nca Daktari, de que dependiendo de la magnitud de la confusinquesecrearaydecmosepronunciaralaFuerza Armada, podra ocurrir una operacin de fuerzas extranjeras en Venezuela. Ellos podran provocar que viniesen fuerzas extran-jeras a intervenir en territorio venezolano, que a la nal es lo que ellos siempre han soado, ellos siempre han soado con su bota yanqui en el cuello. De hecho, yo recuerdo a personas que decan en las marchas de las concentraciones de la oposicin en esos aos, que lo decan claramente, preferan una bota yanqui que a Chvez. Hasta una escritora famosa, ngela Zago, lo dijo una vez, una persona como ngela Zago! Ellos preferan una bota yanqui, que a Chvez ac gober-nando.Ellos,consto,pudieronhaberprovocadounagran confusin, una gran matanza: todo el mundo iba a pensar que lamatanzalaestabahaciendoelEjrcito,porqueestabanco-rrectamenteuniformados,inclusiveconcortemilitar,todos pensaran que el Ejrcito estaba matando gente en la calle, al ver actuar a estos muchachos con experiencia en las Autodefensas, sicarios comprobados; inclusive haba nueve menores de edad en el grupo, uno de ellos de 14 aos. Nosotros despus con el DAS les averiguamos un poco la vida, result un sicario, se es un muchacho que no tiene ningn tipo de principio moral que frene cualquier actividad de esa naturaleza, matara a cualquiera por lo que le estn pagando.35 34OperacinDaktari La invasin paramilitarUribe Vlez saba lo que estaba pasandoYa son vox populi las relaciones y conexiones de Uribe Vlez con grupos paramilitares, inclusive con grupos del narcotrco; eso lo conoce todo el mundo. Quizs en un principio nosotros no conseguimos eviden-cias tcnicas cientcas de conexiones de Uribe Vlez, porque esoeramuydifcil,perohoyporhoy,yoMiguelRodrguez Torres, despus de tantos aos de experiencia en un Servicio de Inteligencia, estoy convencido de que Uribe Vlez sabalo que estaba pasando. Por qu? Porque son conocidas las relaciones de Uribe Vlez y Mancuso, y yo no creo que Salvatore Mancuso seatrevieseahacerunaoperacindeesanaturalezaoporlo menos a participar desde afuera en una operacin como esa, sin el consentimiento de su jefe que era lvaro Uribe. Yo s creo que ese caballero lo saba. Yo no voy hablar de que los colombianos lo hicieron, ni de que el gobierno lo saba, pero especcamente, lvaro Uribe, estoy casi seguro de que lo saba. Te repito, tcnica y cientca-mente desde el punto de vista investigativo-criminalstico no se pudo comprobar, pero siempre qued la duda.Un plan macro regional Era un plan macro regional, recuerden que el Presidente Chvez es considerado una piedra en el zapato para el impe-rialismonorteamericanoy,hoyporhoy,Uribeeselagente especialdeEstadosUnidosparadesestabilizarlaregin, sobre todo a los gobiernos de izquierda que estn asumiendo posiciones de poder. Eso obedece a un plan bien pensado para neutralizar que ya vena desde hace tiempo. Neutralizando ellos la Revolucion Bolivariana golpearan el proceso que ha venido desarrollndose enSuramrica,dondelaizquierdahaidoposicionndose.Yo creo que esto estaba muy bien pensado aunque haya sido mal ejecutado.La corbata colombiana Hay otra cosa que pas all interesante, desde el punto de vista de las ancdotas y la situacin: creo que los caraqueos y los venezolanos vieron por segunda vez lo que llaman la corbata co-lombiana. Hay uno de los paramilitares de la nca Daktari que intenta fugarse del sitio, y como intenta fugarse, el comandante Lucas por instrucciones de Robert Alonso y sus dems jefes que tena all, lo neutralizan, lo capturan, y lo llevan a la parte baja de la nca, lo ponen a abrir su propia fosa y le aplican la llamada corbata colombiana: le abren todala garganta completa con un cuchillo, y por la herida le sacan la lengua. Y eso lo hacen delante del grupo, para que la gente sintie-ra terror y nadie se atreviera ni a decir nada, ni mucho menos a pensar en fugarse del sitio. Posteriormente le abren todo el abdomen, ylo entierran en la misma fosa que l mismo abri. Despus de eso Quin se va a fugar? De hecho, yo le pregunt a uno: por que t no te escapaste despus de enterarte de lo que venas a hacer; respondi: no, porque l que intento escaparse, lo mataron y lo enterraron all abajo.Fuecuandonosenteramosquehabaunoabajo.Una cosa macabra. El ejecutor del homicidio todava est pagando aqu una pena de treinta aos, personaje que en ese momento 37 36OperacinDaktari La invasin paramilitarsedesempeabacomococinerodelosparamilitares,hombre que vena con experiencia en las Autodefensas.Tenemos que entrar al PalacioUnsegundo plan surge cuando se desmonta el Al Presi-dente del 25 de abril. Ya no hay Al presidente, y los conspiradores piensan:yanopodemosbombardear,tenemosqueentraral Palacio. Eso demuestra el desespero que tenan y la locura a la que haban llegado, ya que no es fcil tampoco entrar al Pa-lacio de Miraores con veinte, treinta o cincuenta hombres, no es tan sencillo entrar as al despacho del Presidente, pero ellos pensaban que lo podan lograr.Se les reconocieron todos los derechos humanosEn principio se le acus de rebelin militar y se les reco-nocieron todos los derechos humanos y todos los derechos que estnestablecidosenlaConstitucinVenezolanaatodoslos que fueron capturados. No hubo exceso de ninguna naturaleza, a todos se les leyeron sus derechos, fueron puestos a la orden de la Fiscala, y fueron juzgados por tribunales militares, como corresponda. En el caso de los menores de edad, se les dio un tratamiento especial por el hecho de ser menores, y se hizo un trabajo con la Cancillera colombiana para deportarlos a su pas para que fueran tratados all como lo que eran, unos muchachos menores de edad: hablamos de muchachos de catorce (14) aos, quince (15) aos y diecisis (16) aos, unos adolescentes, eran nueve (9), incluyendo una nia de quince (15) aos. Esos nueve (9) muchachos fueron entregados a la Cancille-ra colombiana despus de varios das, porque se sometieron a interrogatorios. Se obtuvo de ellos bastante informacin, quizs por su edad fue ms fcil obtener informacin de su parte. Uno de ellos nos dijo hasta dnde lo llevaban al odontlogo, en una clnica odontolgica que est en la Torre Parque Cristal, all lo llevaban cuando tenadolor de muelas. Cuando pasaban con el comandante Lucas y este seor llamado Gustavo Zing Machado frente a La Carlota, Zing Machado le deca ste es uno de los objetivosyleindicabanLaCarlota,elediciodondeestel ComandoGeneraldelaAviacin.Todosesosinterrogatorios sehicieronyposteriormentelosmenoresseentregaronalas autoridades colombianas. Excepto estos seores paramilitares quefueronpuestosalaordendelasautoridadesnuestrasy terminaron presos en Ramo Verde, la crcel militar. Ellos se entregaron, como te dije hace rato, siempre res-petndoles todos sus derechos. Yo me acuerdo y expuse en una de las declaraciones que di el da de la captura, que si hubise-mos estado en la Cuarta Repblica toditos hubiesen terminado muertos, facilito, se matan todos, se les siembra una cantidad de armas chimbas, una cantidad de evidencias forjadas, un falso positivo y, bueno, se anota el Gobierno un enfrentamiento con ciento cincuenta paramilitares que iban a derrocarlo. No,nosotrosactuamoscomodicelaLey,hicimoslas capturas,leslemossusderechosylostrasladamoshastalos Tribunales y terminaron presos, y siempre les respetamos sus derechos humanos, incluyendo a este caballero, que t te podrs imaginarcmo se siente uno cuando llega un extranjero a de-cirle que le iba a arrancar la cabeza al Presidente, y que se iba a fumar un habano en el escritorio de l. Te puedes imaginar 39 38OperacinDaktari La invasin paramilitarcmo se siente uno escuchando las palabras de ese caballero, sin embargo siempre le respetamos los derechos. Y el juicio fue un juicio como lo establece la Ley. Ellos fueron a un juicio, tenan defensores, haba un Fiscal acusador, haba un Tribunal Militar correctamente instalado y se cumpli el debido procedimiento de la A hasta la Z, respetndoles sus derechos, fueron a la crcel, y luego con un trabajo que se hizo entre gobierno y gobierno fueron deportados a Colombia por decisin de los Presidentes, secumplitodoloqueestestablecidoenlaLey,serespet siempre la vida de estos caballeros. Yo le dije en esa oportunidad a esa gente que si estuviramos en la Cuarta Repblica toditos estuvieran muertos, toditos muertos, porque eso se estilaba. Pero yo recuerdo tambin que sent a los funcionarios y se los dije: Si nosotros actuamos as Dnde queda la revolucin? Dnde est la revolucin si nosotros seguimos actuando con la misma metodologa que se utilizaba en la Cuarta Repblica? Y a veces nos dicen somos pendejos! No, aqu no somos pendejos, aqu quizs por ser tan respetuosos del ser humano, y por ser tan respetuosos del derecho de la gente, es que el Presidente Chvez est donde est. A lo mejor si el Presidente Chvez hubiese lle-gado con un hacha el 13 de abril, a lo mejor no estuviera aqu todava, l lleg con una Cruz y perdon, y nos toc pasar todo elviacruciscompleto,perosiguesiendonuestroPresidentey all tiene el amor del pueblo.Varios intentos de hacer acciones de esa naturalezaLa de Daktari no es la nica experiencia con paramilitares dectectada en Venezuela. Hubo una despus en el 2005. Un grupo paramilitar intento penetrar por Rio de Oro en el Estado Zulia, hacia un sector que llaman el Sucre, y tuvo un enfrentamiento con una Brigada de Paracaidistas del Ejrcito venezolano. Cuando ese enfrentamiento ocurre, nosotros tenamos dos funcionarios haciendolaboresdeinteligencia,porquelaoperacinseda cuando la informacin nos las dan los funcionarios. Estos funcionarios estaban cumpliendo labores de inteli-gencia, ubicaron el grupo paramilitar, dejaron que ellos pasaran a territorio nuestro y ubicaron un campamento en territorio ve-nezolano, en un sitio llamado La Antena. Desde ese sitio los fun-cionarios logran salir y comunicarnos las coordenadas exactas de donde estn los ilegales, los paracaidistas se movilizan hacia el sector y los paramilitares se enfrentan con los paracaidistas. Lo que pasa es que estaban tan cerca de la frontera que ellos pasaban el ro y ya estaban en Colombia, el grueso de los para-militares lograron pasar hacia Colombia. Y alos funcionarios nuestros, que estaban vestidos de guardaparques, se les haba dado la misin de que capturaran al escolta del jefe, y lograron cumplir la misin! Lograron capturar al escolta del jefe parami-litar. Fue muy interesante entrevistar a ese muchacho que pas como un ao y medio con nosotros aqu en Venezuela, porque como l era el escolta del jefe de la columna, conoca muchos detalles de cmo se manejaban las cosas, y nos hablaba de cmo se hacan las operaciones conjuntas de ellos como paramilitares con el ejrcito colombiano. lnosdecadecmoelEjrcitocolombianoenunhe-licpterodelmismoEjrcitolesllevabanlalogstica(botas, uniformes y alimentos) a las unidades paramilitares, o como el ejrcito colombiano les abra alcabalas o vas de penetracin a losparamilitaresparaconquistarunobjetivoyregresartam-bin protegidos por el ejrcito. Todo ese tipo de detalles nos los 41 40OperacinDaktari La invasin paramilitarsuministresemuchacho,ysegnldijoenesaoportunidad (recuerdoqueledecanMiguelito),segndijoMiguelitoen aquella oportunidad, el jefe paramilitar tena comunicacin con un tal Rosales que mandaba en el Zulia. l no saba que era el gobernador, porque era un muchacho de Colombia que escoltaba a un jefe paramilitar, pero testimoni que su jefe hablaba con un tal Rosales del Zulia. Nosotros presumimos que ste pudo haber sido un intento dealgoparecidoconunbloquemsgrandedeparamilitares degranenvergadura,perofueneutralizadoconunalaborde inteligenciacombinada con una operacin militar. Entonces, s ha habido varios intentos de hacer acciones de esa naturaleza.Se identicaban de participar en las Autodefensas de Colombia En aquel momento ellos se identicaban de participar en las Autodefensas de Colombia. Yo creo que son mercenarios, esos no tienen ningn tipo de formacin ideolgica, por lo menos los que yo conoc aqu. Inclusive en esta investigacin se seal en una oportunidad a Patricia Poleo, porque haba un video bajo elescudodelaproteccindequeeraperiodista,entrandoa una zona paramilitar colombiana, entrevistndose con los jefes paramilitares colombianos. En una oportunidad se habl de que Patricia Poleo pudiera estar involucrada en estos hechos, y como un elemento de coor-dinacin en Colombia, bueno siempre bajo la proteccin que le da el hecho de ser periodista, pueden decir que estn haciendo un trabajo de investigacin y pueden ir a donde quieran. Un fenmeno que sigue presentestenoesunfenmenoquepas,esunfenmenoque estpresenteylatente:hemosvistoenelEstadoTchira,se-guimos haciendo trabajo de inteligencia en el Tchira y hemos conseguido muchas conexiones de la Polica del Estado Tchira con elementos de lo que hoy llaman paramilitares en el Norte de Santander, que pasan hacia el lado tachirense, San Antonio, Urea, y toda esa zona fronteriza. se es un fenmeno que sigue presente y sigue latente, y no nos extraara que en cualquier momento, con el desespero que le puede producir a ellos la situacin de las encuestas, y ver que se acercan a las elecciones y darse cuenta que no tienen posibi-lidades por la va electoral, vuelvan otra vez a apelar a la agenda de la violencia. No nos extraara nada, bueno, nosotros estamos alertas las veinticuatro horas del da trabajando sobre eso.Se crean bandas organizadasHay un fenmeno que est ocurriendo aqu, sobre todo en el Tchira y que va penetrando un poco ms hacia el centro del Pas. A raz de la desmovilizacin de paramilitares en Colombia, se ha producido el fenmeno de la creacin de bandas organiza-das, que no son ya paramilitares en el concepto que conocemos del paramilitar, pero que utilizan el nombre y se identican como paracos, y se hacen llamar guilas Negras. Usanesosnombresannoperteneciendoquizsaesas organizaciones, pero son gente con experiencia, desmovilizados paramilitares que utilizan sus conocimientos y su experiencia para extorsionar, secuestrar y cometer diferentes tipos de delitos pro-pios de las bandas organizadas de delincuenciales de la frontera. 43 42OperacinDaktari La invasin paramilitarEso est pasando mucho ahorita en el Tchira, entonces a cualquier comerciante, le dicen somos las guilas Negras, y le colocan cualquierpapelito y la gente, al pensar que es un paraco de verdad,paga su extorsin. Eso est pasando mucho en estos momentos como producto de la desmovilizacin de estos caballeros, porque el programa que les ofrecieron les cubrira la vida un mes, y la nica forma que ellos conocen para ganarse la vida es extorsionando, matando, usando las armas y la violencia.La mirada indiferente del mismo gobierno regionalEso es lo que est pasando y se organizan en bandas que se dedican a la extorsin, fundamentalmente a la extorsin y al secuestro: se es su trabajo y viven de eso. Eso lo estamos vivien-do mucho en el Estado Tchira y hemos podido comprobar que hay mucha connivencia con elementos de la Polica del Tchira involucradosenesetipodeactividades,ylovemosinclusive como resultado de la mirada indiferente del mismo Gobierno RegionalquenosededicaadepuraraesaPolica,yhacerel trabajo que tienen que hacer all.Estados Unidos tambin saba del plan Si pensamos que Uribe tena algo que ver, Estados Unidos tambin saba del plan, tanto que Uribe (y tengo como demos-trarlo) ofrece proteccin deEstados Unidos a ciudadanos co-lombianos que tienen algn tipo de problema, gente que trabaj para l haciendo falsos positivos, matando gente, haciendo los trabajos que l saba que hacan contra grupos guerrilleros co-lombianos. Obviamente, all hay una relacin directa de dependencia, todo lo que haga Uribe, Estados Unidos lo sabe. Donde Uribe est, est la mano deEstados Unidos, directa. l le dice a los colaboradoresdesuGobiernoqudatetranquilo,yovoya buscar apoyo de los Estados Unidos para ti, porque yo tengo inuencias y tengo el respaldo completo de ese Gobierno. Yo s creo que hay conexin directa entre Estados Unidos y Uribe, obviamente la tienen, y esa operacin que hicieron con Ecuador, sin la tecnologa satelital de Estados Unidos y toda la tecnologa para operaciones nocturnas de esa naturaleza no la hubiese he-cho el gobierno colombiano, nunca lo hubiesen logrado. Sobre la posible continuidad o reincidencia en planes de igualndole,yorealmentenodescartonada,ymuchomenos viendo la fuerza que tiene el Presidente en las encuestas y en el amor del pueblo. Siempre vamos en aterrizar en lo mismo, mientras no puedan hacerlo por la va electoral, apelarn a la va de la violencia, sacarn sus cartas ocultas, sacarn sus cartas bajo la manga y buscarn alguna forma de sacar a Chvez.Creo que hubiese ocurrido una inmediata intervencin extranjeraQu hubiera pasado en Venezuela de haber sido exitoso el Plan de los paramilitares de Daktari? Ser adivino es un poquito difcil. Hay que entender tambin que en ese momento Uribe haba autorizado una gran cantidad de tropas norteamericanas en las bases denorteamericanos en Colombia, nosotros estba-mos prcticamente rodeados, yo creo que hubiese ocurrido una inmediataintervencinextranjera,dejancorrerlacosavarios das a un nivel de violencia, a niveles incontrolables, para facilitar la entrada en juego de fuerzas trasnacionales. 45 44OperacinDaktari La invasin paramilitarYo creo que se era el escenario ms probable, y creo que el pueblo venezolano de ese momento, como nosotros, no tenamos ese nivel de preparacin y organizacin que podemos mostrar hoy. Ahora indudablemente estamos en unas condiciones muy favorables, una mayor condicin y una mayor preparacin para enfrentar un plan como ese. Enesemomentoeradifcilporquetenamosunagran cantidaddepolicasqueestabanalrededordeCaracas,que estaban bajo el mando de los conspiradores, (Baruta, El Hati-llo, Chacao), de hecho la DISIP tuvo que crear una comisin de patrullaje, para ms o menos contener toda la fuerza que tenan esas policas contra nosotros. El pueblo todava no tena esos niveles de organizacin y la Milicia no tena la fuerza que pue-de tener ahorita, ni siquiera los niveles de conciencia; estamos hablando del ao 2004. Hoy por hoy, estamos preparados para se y cualquier plan. Somosunpuebloconscientedeloqueesdefenderasu pas, la unin cvico militar ha calado en el pueblo venezolano y la Milicia se ha ido ganando poco a poco el corazn de la gente, yelcompromisodelagente,yeldesplieguequehahechola Milicia ms la Fuerza Armada yo creo que nos garantiza a no-sotros mucha mayor capacidad para evitar un plan como se. Eventualidad que nunca se puede descartar del todo. Nosotros obtuvimosunexpedientedeunallamadaOperacinOrin, donde el gobierno de Uribe planic actividades de inteligencia sobreEcuador,VenezuelayCuba,yesofueexpuestoincluso hasta en la Asamblea Nacional por el Ministro Tarek el Aisami. En esa Operacin Orin creo que ellos lo que estaban era dndole continuidad a lo que no pudieron lograr en esa primera oportunidad, y era un expediente original del DAS, de un funcio-nario al que le aperturaron una investigacin por haber sacado instrumentos tecnolgicos del DAS y sacar expedientes, uno de los cuales lleg aqu a Venezuela. Esa Operacin Orin conr-ma ese nexo de Uribe con Estados Unidos: lo conrma porque en el expediente hablan los mismos funcionarios colombianos del nanciamiento de la CIA, de las reuniones con la gente de laCIA,dereunionesconUribeenunapartamentodondele fueron a explicar la operacin completa que iban a hacer sobre Venezuela,CubayEcuador.TodaesaOperacinOrinque est documentada, seala clarito esa vinculacin de Uribe con Estados Unidos: ah s est bien clarito. Eso lleg incluso a que en la Cumbre de la ONU, que fue en Estados Unidos, corrieran la reunin, la adelantaran, que es cuando el show de los colom-bianos, que Uribe se pone bravo y salen a denunciar y muestran un mapita donde sealanlas coordenadas de supuestas fuerzas guerrilleras colombianas en Venezuela. EsofueprecisamentedespusdeladenunciadelPresi-dente sobre el plan Orin. Ellos trataron de desvirtuar el tema de la Operacin Orin con esos puntos, aquellas coordenadas quedioUribesobredndeestabasupuestamentelaguerrilla colombiana. Realmente, si yo hubiese sido Uribe, meto preso al jefe del DAS porque unas de las coordenadas era en territorio colombiano. Cuando se buscaron las coordenadas nosotros lo que ha-camos era rernos y en lo que vimos el informe del Presidente, que creo que eran siete coordenadas, de las siete seis eran de Venezuela y una en territorio colombiano. Entonces, yo recuerdo que le dije al Presidente: dgale a Uribe que en estos seis puntos no hay, pero que en esta coordenada s hay pero que eso es en territorio de ellos y ah si que no podamos hacer nosotros nada. 47La invasin paramilitarEntrevista al comisarioDavid ColmenaresDirector de Investigaciones Nacionales de la DisipGrupos paramilitares en agranciaLa maana del 9 de mayo del 2004, se encontraron en la nca Daktari, en El Hatillo, grupos paramilitares en agrancia de un hecho punible. Ciento cincuenta y tres personas, entre ellos algunosconexperienciamilitar,quepertenecanalareserva militar colombiana y a grupos de Autodefensa. La operacin fue elresultadodelainvestigacindeloscuerposdeinteligencia del Estado venezolano trabajando de forma compartimentada. Dadalasituacindealertaqueelciudadanodirector Miguel Rodrguez Torres sealaba (para la poca, el comisario David Colmenares era el director de investigaciones nacionales de la DISIP, como se llamaba en ese entonces el servicio de in-teligencia) uno de los temas que plante, era que lo ayudara a mantener un estado de alerta, especialmente una o dossemanas antes de este famoso 9 de mayo del 2004. Vnculos a travs de conexiones telefnicasUna de las tareas que me dio fue de apoyarlo en algunos gruposqueestabanactuandoenelreadeinteligencia.Muy poco era lo que yo conoca y me toc hacerle seguimiento hacia donde se mova. Mi especialidad para aquel momento (hoy en 49 48OperacinDaktari La invasin paramilitarda hay mejores tcnicas) era el mtodo de las conexiones telef-nicas. Yo empec a hacer seguimiento a algunos objetivos que a la postre quedaron muy bien determinados por sus vnculos con todos estos hechos a travs de los nexos de llamadas telefnicas. Gracias a Dios para la poca no existan los pin (mensajera de los telfonos de la empresa Blackberry), no existan muchas de las mensajeras de texto. Obviamente, una operacin de stas, creo yo, es imposible dirigirla de una manera distinta que no sea a travs de llamadas telefnicas. Una amenaza inminenteEse da estuve en estado de alerta, en acuartelamiento, el personal que tenamos lo pusimos en posicin de alerta mxi-ma. Bueno, yo expreso tambin: se nos arruin el Da de las Madres, aqu no hay Da de las Madres hasta que no logremos nosotros descubrir qu est pasando ac, no nos podemos ir, y decid quedarme en las instalaciones como lo vena haciendo desde haca varios das. Ese da en la noche tambin me entero de que el director se est desplazando, posterior a los comandos, que ya haban ido hacia la zona de El Hatillo. Sentamosunasatisfaccinenlopersonal,creoqueya habamosdescubiertoelenigmadealgoquenospreocupaba comounaamenazainminenteconunaspersonasquetenan intenciones que para ese momento no estaban totalmente de-veladas, pero que se presentaban como unos actos macabros.Magnicidio Estos paramilitares tenan intenciones inclusive de matar alPresidentedelaRepblicaygenerarunasituacinqueno podamos imaginar. Entonces, rpidamente segu instrucciones, el seor director me dice qudate tu ac, y l se va, bueno la conanza,laconanzadesubalternoasuperior,yovineac designado por l.Rpidamenteledije:Director,ustedmismo,porfavor cuide el celular, recjametodos los celulares. Casi que le dije, ledesignesatareaaldirectorconociendolaimportanciaa posterioriqueestosinstrumentosibanatener,siempreconel temor de que iban a participar los policas metropolitanos, otros policas, y como ha ocurrido otras veces sustraen evidencias es-tratgicas. Imagnense que nosotros hubisemos perdido esos instrumentos, los celulares que portaban esos individuos. El telfono del Paraco Lucas Partiendo de ese descubrimiento, obviamente con mucho entusiasmo, a las 6 de la maana llegan los primeros hombres trasladados de la nca Daktari, yo permanec en el lugar, recibo al Paraco Lucas, inmediatamente tena en mis manos el telfono que l haba estado usando hasta ese momento, que se lo deco-misaron. Ah es donde comienza el gran despeje investigativo basado en esa excelente evidencia que es la telefona; ese rastro ineludible dando circunstancias de tiempo y lugar. Muchas veces a m me trataron de atacar en los tribunales, en los cuales dur ocho horas y media expuesto ante un escenario hostil, con todos los paramilitares al frente, con insultos, bueno con un montn de situaciones tratando de amedrentarme como lo hacan con cualquier otro funcionario. Quizs por la experiencia, la madurez y la alegra que te-namos nosotros de haber frustrado este hecho, no me preocu-51 50OperacinDaktari La invasin paramilitarpaba tanto si mi testimonio culminaba con la condena a cadena perpetua como muchos piensan que se le pudo haber hecho en cualquierpartedelmundo.Nosotrosesedaestbamosmuy contentos, nicamente por haber neutralizado a estos grupos, apesardequeesnuestrodeberconstruirlaescenacomoun investigador criminal; porque toda mi vida he sido investigador criminal, pues vengo de eso. Entonces,esedapartimosdelacapturadeeseseor ParacoLucas,elComandanteLucascomoselellamaba, y teniendo en la mano el celular de l se obtuvo una evidencia contundente que verdaderamente nos permiti superar ese tra-tamiento de presuncin, de que probablemente, de que eso era todo un invento del rgano del SEBIN. Reuniones en el Country ClubAloprimeroquetuveaccesofueallamadasperdidas, efectuadas y recibidas. Posteriormente nos vamos a la base de datos y pudimos obtener relaciones de llamadas telefnicas de mayor profundidad en el tiempo. Como pudimos llegar a casi un mes, mes y medio de esta data que se mantiene, nos permiti saber todo este cmulo de relaciones. Atravsdelainvestigacinesoslugaresquedescribeel ciudadano director como las reuniones en el Country Club que-daron bien reejadas en la telefona, porque cuando uno logra reconstruir los hechos, dnde estaba una persona que muchas veces ni ellarecuerda Qu hacia usted en determinado lugar a las 8:55 am?. Y el tipo dice: oye, pero no saba que estaba ah, pero la telefona tiene esa gran capacidad de registrar circunstancias de tiempo y lugar, aun cuando no puedo decir sobre qu estaban hablando. Y ah nos atacaban, decan que cmo era posible que yo hubiese hecho una intervencin telefnica, eso lo preguntaba uno de los abogados (que est muerto ya) tratando de intimi-darme como funcionario, porque yo supuestamente haba hecho interceptaciones telefnicas. Nombres y apellidos que aparecieron El estudio de anlisis profundo de las transacciones tele-fnicas que se produjeron en ese momento donde le quitamos eltelfonoalParacoLucas,ylasrelacionesdellamadas vinculadas precisamente a ese telfononos permitieron trazar diagramas mucho ms complejos. En cada uno de estos grcos que fuimos elaborando en primer plano aparecen los nombres, mucho de esos nombres los buscamos en el mismo directorio telefnico que tena el detenido en ese momento y no aparecan los nombres completos; apareca Gustavo, apareca Berroteran, Jess. Luego, aparecieron en las base de datos de lasempresas de telefona, y otros a travs de las investigaciones que hicimos nosotros. Con declaraciones de testigos logramos el nombre y el apellido, si no del que compr el telfono, por lo menos del que lo usaba y en qu lugares se encontraba.Las primeras llamadas que nos aparecen ah:Gustavo Zing, Orlando UrdanetaDesde el primer momento Lucas reconoci al seor Gusta-vo Zing, pues en efecto as apareca, Gustavo Zing, en el directorio 53 52OperacinDaktari La invasin paramilitartelefnico. En esa oportunidad yo mismo le hago una entrevista, porque dada la urgencia y la importancia haba que preguntarle en ese momento cuando lo agarramos, por qu l llamaba a Gustavo Zing. Todava cuando l llega aqu, se siente algo confuso, cree que lo que est ocurriendo debera contar con el apoyo del gobierno. Creo que a l no le aclararon bien que haba un gobierno constituidoyquehabaotrosgobiernoscomoelcasodelos alcaldes de El Hatillo, Baruta y el gobierno de Pea, creo que l pensaba que tenan todo dominado.lmanifestaba:no,perosiyoestoyllamandoalseor Gustavo Zing, y l me deca que ya va, que precisamente estaba haciendounesfuerzoparacomunicarseconPea(elalcalde metropolitano para entonces) y que el problema era que no lo encontraba en ese momento, eran llamadas y llamadas. Porque esta situacin se origina por el estallido de un conicto en ese momento, y lo detienen las autoridades y l comienza a hacer llamadas a Gustavo Zing; esas son las primeras llamadas que nos aparecen ah. Gustazo Zing, Orlando Urdaneta y otras personas que estaban en ese telfono que portaba el Paraco Lucas. Mtodo de las conexionesEsto nosotros lo hemos llamado mtodo de las conexiones, o mtodo link, utilizado en las ciencias policiales, en la crimina-lstica. Tiene que ver con el trazado que dejan las personas en la base de datos, en este caso un telfono celular que por motivo netamente comercial deja un rastro entre una llamada entrante yunasaliente,dejandoinclusivecircunstanciasdetiempo,ya que la renta para aquella poca se cobraba en minutos y no en segundos como se hace ahora. Tambinlatelefonacelulartieneceldas,nosatelitales sino por antena, y cada antena registra dnde est un telfono emisor, y dnde est el receptor. Esto se obtiene solicitndole a la compaa informacin de las bases de datos (en este caso la empresa telefnica en cuestin era TELCEL). As pues, solicita-mos la razn de llamadasy comenzamos a armar el diagrama. Colocamos el nmero cuestionado en el centro, y comenzamos a radiar las llamadas entrantes y salientes. Colocamos dos cr-culos para medir quin llamo a quien, y cuantas veces, y as su-cesivamente. Esos nmeros nos llevan a otros en relacin, pues podran estas personas, aunque no tengan contacto directo con el Paraco Lucasestar detrs.Pongo un ejemplo: como ocurri, no hubo nunca una lla-mada directa del Alcalde Pea al Paraco Lucas. Pero s hay una relacindirectaconGustavoZing.Quieredecirquenosotros aspiramos a tener una conexin, ya que hay una va de vincula-cin en circunstancias de tiempo y lugar, lo cual permite un 65% de descubrimiento del caso de la investigacin. Para ello nosotros necesitamos tres cosas: circunstancias de tiempo, de lugar y de modo. Lo que faltara es determinar qu estn haciendo en ese momento. Estas pruebas son muy pesadas, y a aquellos que posiblemente pudiesen tratar de evadirlas, se les hara muy difcil. Para ello hemos venimos creando en las instituciones una cultura que est mucho ms atenta a eviden-cias de este tipo, incluso, algunos jueces, para aquel momento ya estaban recibiendo clases en la DISIP.Estbamosacostumbradosaconsiderarqueelsitiode sucesoeraunlugarcerrado,unahabitacin.Ahora,cuando interpretamos un sitio de suceso, podemos estar hablando de un pas completo, una persona puede estar en Maracaibo o en 55 54OperacinDaktari La invasin paramilitarColombia, o en cualquier otro lugar, y estar directamente vin-culado con un hecho que se est investigando; esta es una de las grandes bondades de la investigacin telefnica. Divididos en dos gruposEllos estaban divididos en dos grupos: grupo A y grupo B. Elgrupo A, era el que tena realmente conocimientos militares y posiblemente alguno de ellos conoca los objetivos y las metas a cumplir. El grupo B, tambin llamado con nombres obscenos, estaba dispuesto para ser la carne de can, se era el que iba a morir, siendo un elemento diversivo mientras se ejecutaba el plan de ataque. Ahora,elquesmanejabaelqu,elcmo,eraungrupo muy pequeo, eran los que ellos llamaban los Comandantes: el Comandante Lucas, el comandate Yefri y otros comandantes ms que s eran ya paramilitares con experiencia en Colombia; como el Comandante Lucas, quien incluso declar haber asesi-nado a centenares de personas. l tena el propsito de cortarle la cabeza al Presidente de la Repblica y exhibirla como un trofeo fumndose un tabaco cubano. Creo que nos toca hacer un anlisis prospectivo, no es igual cuando se hace una investigacin forense a un hecho ocu-rrido, todo se determina a travs de la investigacin al frustrar un hecho, uno debe presumir a travs de la inferencia, a travs delosanlisisprospectivosquehaceenlainvestigacin,sin necesidad que el implicado me diga explcitamente qu ocurre. Este grupo paramilitar A, tena conocimiento de lo que iba a hacer, y el resto estaba ah recibiendo su entrenamiento para cumplirrdenesenelmomentopreciso.Incluso,ellosnunca hacan recorridos dentro de la ciudad, el nico recorrido como tal (lo reere el director) era cuando salan hacia algunos des-pachosmdicosparahacersetratamientoodontolgico.Esos muchachos en la forma como llegaron desde la frontera hasta El Hatillo, no sabran regresar hasta sus casas por sus propios medios, se hallaran perdidos, porque ellos estaban encerrados como conscriptos. Se estima que all pasaron ms de dos meses. Venan a ser entrenados para operaciones militaresLucas s estaba claro de lo que vena a hacer, lo dijo en tes-timonios condenciales. l alegaba que tena familia implicada en Colombia, dijo que eso es una prctica quizs similar a las prcticas del narcotrco, en la cual la persona que va a hacer un trabajo hacia afuera, tal como un narcotracante o una mula, siempre le controlan a la familia. l deca que no poda dar estos tipos de testimonios, de hecho, algunos de los apresados, una vez que comenzaban a declarar y de pronto apareca algn re-presentante de la prensa, ellos de inmediato escondan el rostro, porque no queran exponerse a los medios, precisamente porque corran peligro de muerte. Sinembargo,demaneramuygeneralyopudeverque no todos ellos saban lo que venan a hacer aqu, y me parece que algunos inicialmente fueron engaados. Digo inicialmente, porque despus que estn aqu ya no hay engao, ya empiezan a ver que no vienen a sembrar papas, ni verduras, ni a trabajar en una nca en la que ganarn muy bien. Los que los trajeron, una vez que llegaron aqu se quitaron las caretas y les dijeron usted lo que va agarrar es este fusil, y empezaron a recibir entrenamiento.No era un pico, una pala, 57 56OperacinDaktari La invasin paramilitarniunachicota,noestabantrabajandoconsemilleroninada. Ya saban desde el momento en que llegaron que venan a ser entrenadosparaoperacionesmilitares,especialmentepara operaciones de asalto. Para que algunos organismos internacionales intervinieranUn grupo sobrepasaba los treinta y ese era el grupo que precisamente iba a tomar la accin ms importante que se tena entre ellos. Algunos grupos iban a asaltaralgunos comandos de la guardia nacional,otros iban a asaltar objetivos como la DISIP o cualquiera de esto, y otro grupo iba a estar destinado a chocar el palacio de Miraores. De ese grupo, yo creo, y esto es una opinin muy personal, iban a morir todos. Era una especie de doble juego, si lo logra-ban cumplan los objetivos, y si no lograban, el Estado con sus cuerposdeseguridadalresponder,generaralascondiciones para que algunos organismos internacionales intervinieran en Venezuela como ya se ha visto en otras partes del mundo.Lageopolticanoshapermitidoverquenoesunhecho aislado, que esto pareciese que fuese un formato, inclusive, esto tiene un elemento comunicante de continuidad con otros hechos que la investigacin nos permiti descubrir (como es el caso de la Operacin Orin dirigida desde Norte Amrica, por Estados Unidos y Canad). Las presentaciones ante la ley que hicieron estos jvenes que fueron intervenidos por el mismo DAS, ponen en descubierto la Operacin Orin: S, nosotros le rendamos cuenta directamente al presidente Uribe en un apartamento. Se supona que algunos mandos del DAS eran brincados por estos grupos especiales, con toda la logstica, informacin que se les ltr a ellos, y est comprobada en expedientes que oportuna-mente el director har pblicos.Muchos elementos del DAS no saban estas cosas. Las cuen-tas se le rendan directamente al presidente Uribe, a un grupo de la CIA, y al servicio de inteligencia canadiense. Incluso, esas basesqueestabanenlasfronteraseran,segnellosmismos, alquiladas y pagadas por los norteamericanos. Esta relacin no es difcil de creer, pues nosotros mismos trabajamos en base a la inferencia de Robert Alonso, al cual lo veo directamente co-nectado con Lpez Sisco y Oswaldo lvarez Paz, porque todos ellos quedaron bien vinculados. Yo mismo entrevist a una mujer que estaba de paso, que estaba Cdigo Rojo, le decan La Dama de Hierro en Colombia. Ella trabaja aqu el tema paramilitar en el Norte de Santander. Deca que el actual gobernador del estado Zulia, Pablo Prez, ibaconungrupodeganaderosdelareginzulianaarecibir entrenamiento de cmo formar clulas paramilitares all. Eso tiene sus antecedentes para el ao 2000-2001,ellos lo traan con la excusa de proporcionar seguridad. Estasexperienciasnosvanaservirparamuchascosas. Lasevidenciasconrmanquelosgruposdescubiertosnoson genuinos, que se van adecuando en el tiempo y van asumiendo una serie de caractersticas de acuerdo a la situacin, es un pa-ramilitarismo totalmente emergente. En ese momento sa era una especie de hibrido, una gua-rimba, que era una idea creada por Robert Alonso quien haba participado en guarimbas anteriores; en este caso l pretendi formar una guarimba militar. Realmente las guarimbas que l habainiciadoterminaroninfructuosas,puesnolograronel 59 58OperacinDaktari La invasin paramilitarefecto deseado en ese momento. La misma poblacin que l tena encerrada con las guarimbas, se alz contra ellas. Creo que se fue el momento en el que decidi organizar una guarimba militar.Vnculos con el sector poltico opositor venezolanoComo es de suponerse, la mayora de estas personas huye-ron rpidamente al enterarse de la inltracin del celular por la Fuerza pblica. Se cay este tipo, con el celular camos todos. Nunca pensaron en el fracaso, por lo tanto actuaron conados, inclusive, esa nca era de Robert Alonso, esto ms bien era como llevar una bitcora de lo que estaban haciendo, era la manera de pasar la cuenta, mira, yo hice esto, particip en aquello. Ellos denitivamente no se cuidaban mucho, claro que me reero a Orlando Urdaneta, que sali rpidamente a la palestra; posteriormenteelseorMarn,Diputadoparalapoca,fue sealado inclusive por los autobuseros que hicieron los viajes delafronteraalanca,loscualesfueronpagadosenlacasa del diputado.Sindudaseveanunaseriedeconexiones.Algunosde ellosssecuidaban,porejemplo,coronelesquemandabana comprarlostelfonosconotraspersonas.Comopartedelas averiguaciones se dispone de una relacin entre el acreditado del telfono y quin lo utilizaba. Luego la operacin fue senci-lla, agarramos a un testigo y le pedimos que marcara el nmero en cuestin, con la sorpresa de que el sujeto que contest era el coronel Jess Fara, uno de los grandes realizadores de este grupo de paramilitares.Varios militares, inclusive Prieto Morales, uno de los objeti-vos que estuve siguiendo por un tiempo, entraron en inteligencia y fueron grabados, se les hicieron llamadas para saber quin era el usuario, porque en los contratos de compra puede aparecer, por ejemplo, el nombre de Mara Prez, pero cuando se llama al nmero contesta un hombre. As pues, a partir de esa contradiccin, comienza la inves-tigacin para saber quin es esa persona que est utilizando el telfono y si Mara Prez est consciente de que ella compr un celular para que lo utilizara otra persona. Todo ese trabajo se hizo bastante minucioso, adelanto que dur 8 horas y media en el Palacio Militar de Justicia debatiendo cada una de las pruebas. Luego me entero de que sa fue una de las evidencias que ms peso tuvo para comprometer a estas personas que posiblemente no fueron agarradas en el momento, como lo fueron agarrados los ciento cincuenta paramilitares en la hacienda Daktari. Intervencin extranjera: Estados Unidos y CanadLa investigacin de la cual he venido hablando se hizo a partir de unos documentos encontrados donde se descubri la operacin Orin. sta consista en realizar ataques contra pases latinoamericanos,entreellosEcuador,Cuba,yVenezuela.Lo primero que encontramos fue un funcionario del DAS que ha-ba sido movido del Norte de Santander al extremo opuesto de Colombia como castigo por un error procedimental. l declaraba ante su rgano de inspectora que haba hecho grandes trabajos de inteligencia y ahora no mereca ser tratado de esa manera, trasladndolo y generndole problemas familiares, casi forzndolo a renunciar. Expona tambin, y el escribiente que no estaba claro qu era lo que estaba pasando anot todo lo que l le deca, que haba trabajado para el Presidente de la 61 60OperacinDaktari La invasin paramilitarRepblica colombiana (lvaro Uribe, para entonces), y que tuvo la oportunidad que ir a su apartamento, en el cual se encontraban funcionarios de la DAS y unos canadienses. En esa oportunidad, la Operacin Orin era una actividad de espionaje contra Ecuador, Cuba y Venezuela. Una de estas operacioneseslasiembradeguerrilleros,siembradenarco-tracantesqueelloslosubicanenColombia,yquenosotros luego buscamos la manera de arrastrarlos hacia Venezuela para poderloscapturar,porqueademsaqupaganrecompensa,y atrapar a un guerrillero en Colombia no tiene el mismo precio que atraparlo en el territorio venezolano. EsaeralanalidadquetenalaOperacinOrin.Ellos utilizaban informantes traquetos, como le dicen en Colombia. Tratan de conseguir un objetivo de narcotracante solicitado en Colombia o en Mxico y lo traen a Venezuela, despus que est aqulocontaminanylepresentanaalgunosaltosmandosdel gobierno y militares, despus lo capturamos. Esos son falsos po-sitivos trados y en eso consista la gnesis de la Operacin Orin.Policas regionales y Alcaldes ligados a policas de El Hatillo y BarutaLa vinculacin de policas regionales y alcaldes con poli-cas de El Hatillo y Baruta es una prctica que continu hasta el cierre denitivo y nadie crea que estaba involucrada la polica metropolitana. La Polica Metropolitana trabajaba al servicio del que le pagara mejor. Los policas que actuaban ah era porque haban agarrado la debilidad de recibir dinero y cualquier cosa, eso de cuidar una nca, de prate aqu. Sin embargo, puede ser que algunos de los altos jefes de la polica s tuvieran cono-cimiento de la operacin. Lo ms seguro es que la mayora de esos policas trabajan por una prdida de su funcin como tal. Enloshechosrecientes,cuandolospolicasdeChacao proteganlaplazaAltamira,seobservlaprcticadeliberada delosjefesdepolicadeChacaoydeElHatillo.Porestolas huelgas de hambre y manifestaciones no las hacen en Antmano, sino que las hacen especcamente en esa jurisdiccin, donde cuentancon el apoyo de la polica. El servicio de nosotros de inteligencia de monitoreara estas personas, muchas veces con carros civiles, es interceptado por estos policas. El objetivo de ellos es detectar al Servicio Bolivariano de Inteligenciaparaponerloinclusiveenpeligro.Decirlesalos manifestantes mira, estos son del SEBIN. Eso quiz arranc en aquella oportunidad como algo normal en que un polica se sienta atrado por el pago para proteger un sitio, pero hoy en da es algo consciente. Par-tiendo por los jefes de la polica, donde estn los Alcaldes actuales. Con la huelga de hambre que hubo frente al edifi-cio de la OEA, nosotros tuvimos grandes problemas con eso. Recientemente, hasta no hace mucho, yo era el Director de contra inteligencia.Dos muertes dentro de DaktariHasta los momentos se conocen de dos muertes dentro de Daktari, nunca se pudo determinar el total porque no hubo una nmina escrita de cuntas personas realmente murieron. Ma-taron a uno porque haba que matarlo para silenciarlo, quera salir del grupo, se les escap de las manos y Robert Alonso dijo quehabaqueliquidarlo.Estapersonafueasesinadaporun 63 62OperacinDaktari La invasin paramilitarmiembro del mismo grupo al que le decan El Cocinero, y por dos ms, uno que le decan Jefferson y otro Lucas. Se lo llevaron hacia un paraje solitario, un camino y por all lo degollaron como a un ovejo, le cortaron el cuello, antes l tuvo que cavar su propia tumba, hizo un hueco muy pequeo porque lo hizo con una pala y ste le dijo que lo dejara as, que era suciente, rogaba que no lo matara. Todo esto l me lo conta-ba as tan tranquilamente, deca que tena que matarlo, primero porque saba cmo hacerlo, porque si no lo mataban a l. Lo degoll y lo desangro dentro de la fosa, luego le puy las vsceras para que cuando viniera el proceso de descomposicin los gases uyeran y el cadver quedara tapado por la tierra y no fuese descubierto por los perros o arrastrado por una ligera lluvia. De esa manera fue uno de los asesinatos, eso lo llegamos a descubrir luego de entrevistas e interrogatorios. El otro, que fue una persona que a m me toco entrevistar-lo, dice que en ese momento pasa un helicptero y se asustaron todos, dieron la orden de esconderse: operaciones militares por esa zona boscosa que tena la nca. Y en ese estrs que produjo esa situacin, a uno de ellos le vino el infarto y se les muri ah. No hallaban que hacer, haba algunos parientes del individuo y queran que se lo llevaran a Colombia. Los complacieron y logra-ron buscar que un mdico rmara la defuncin como si hubiese muerto en un hospital. Como mdico tratante eso es posible. Cuando una persona muere en su casa uno abre una ave-riguacin de muerte, por lo tanto tiene que ir a la morgue para que el medico determine que s muri de un ataque al corazn. Un mdico no tratante que rm, viol todos los juramentos y todas las reglas. Hay una complicidad bien alta. Era un mdico de la Alcalda de El Hatillo como tambin todo era convergente y que haba una complicidad bien alta. Los peajes que cobran nunca bajaran de diez millones de dlaresHacer clculos, sa fue una de mis prcticas, hacer avalos sobre las operaciones, sabemos cunto cuestan los peajes que cobran, esto nunca bajara de diez millones de dlares. Eso gene-r posteriormente guerras, porque posiblemente no se hicieron todos los pagos que queran pero, ms o menos un promedio de diez millones de dlares, como anticipo. Eso puede ser un antici-po, y considero que los anticipos a veces pueden ser de un 30%.Comerciantes que estaban obstinados y locos por salir de cualquier manera del Presidente Sobre el origen de las sumas pagadas por peaje no lo sabe-mos. Puedo pensar que algunas personas interesadas colocaron dinero, porque en los casos de las voladuras de las fachadas de Espaa y Colombia, en este caso lo descubrimos, se les ofertaban aciertoscomerciantesqueestabanobstinadosylocospor salir de cualquier manera del Presidente, llegaron a pagar estas cantidades, haciendo pool de dinero.La Plaza Altamira recoga dinero de empresas venezolanas y de comerciantes venezolanos que ponan dinero precisamente para mantener la logstica de esta plaza. Entonces no te extrae que toda esta logstica tambin haya sido recogida, representados por Gustavo Zing y todos los dems.65 64OperacinDaktari La invasin paramilitarLa confeccin de uniformes y botas del Ejrcito venezolano Llama bastante la atencin la confeccin de uniformes y botasdelEjrcitovenezolanoqueusabanlosparamiliatares. Primero porque es complejo y en segundo lugar, porque un co-merciante o fabricante de trajes o de uniformes debera pensar que eso es un delito. Eran centenares de uniformes. Claro, a un fabricante de uniformes de esta ndole lo con-vocanaunavisitaenelEjrcito,perfecto.Perovieneuntipo mira, hazme 300 uniformes de soldados venezolanos, unos de generales y otros de ociales Y t no vas a preguntar, bueno y para qu? Quin eres t?.Al Paraco Lucas se le encontr un chaleco trado por una empresa norteamericanaEs evidente que el que fabric los uniformes no se chupa-ba el dedo, saba lo que estaba haciendo. Y obviamente evit la etiqueta y deliberadamente ocult rastros de la confeccin de los mismos, sin embargo, hubo un chaleco antibalas, nosotros sabemos que los chalecos iban a llegar, las armas iban a llegar, pero precisamente ese chaleco, al Paraco Lucas, se le encontr un chaleco trado por una empresa norteamericana a Venezuela y lo haban ofertado a policas de Maracaibo. Ese chaleco, no sabemos si es uno de los 153 chalecos que nunca pudimos agarrar. Entonces, como ellos hablaban de presumir, yotambinpuedopresumirquejuntoconloschalecostambin estabanlasarmas.PeroesechalecoquecargabaLucas,dejun rastro,eraunchaleconorteamericanotradoporempresasque venden productos aqu y precisamente a una polica de Maracaibo.Loschalecosantibalasyanoloshacenaqu,tienensu serial, estn individualizados. Eso nos permiti determinar esa conexin que nos llevaba a que ese chaleco vena de los Estados Unidosymeimaginoquelootros153olosquehacanfalta tambin.Nossileibanaponerchalecosatodos,yopuedo presumirquecuandovanairaunenfrentamientolesvana ponerunchalecoantibalas,estoledaunrendimientomsal combatiente, hay que pegarle en la cabeza, opor lo menos hay que pegarle con un fusil o un arma ms potente, pero si le dis-paramos con armas convencionales como una pistolita o un 38, pues ese combatiente tiene ms rendimiento, porque le vamos a disparar y l va a seguir adelante. Entonces, se presume que les iban a poner uniforme y chalecos antibalas, y casco, Kevlar y todo ese montn de cosas ms.Se marca en la historia venezolana una poltica preventivaCreo que a partir de ese momento se marca en la historia venezolana una poltica preventiva, determinar el antes para no llegar ni siquiera al durante. Y ah es donde nace la poltica de seguridad ciudadana, por la que hoy en da se est luchando en el pas, que es la neutralizacin de los hechos de violencia antes de que ocurran. En este caso, nosotros estbamos muy contentos de haber interrumpido lo que fue la Operacin Daktari. A m por lo menos me marc muchsimo, yo vengo de una polica forense, antes era bueno, hasta que no te maten, yo no voy para all. Hoy en da aprend a trabajar, y desde ese mo-mentosqueespreferibleprevenir,trabajarconmuchoms esfuerzo para tratar de descubrir un evento y neutralizarlo; yo creo que esa fue la gran leccin que recibimos los venezolanos.67 66OperacinDaktari La invasin paramilitarLa historia la hubiesen escrito ellosSi no se hubiera descubierto la Operacin Daktari,no esta-ra echando este cuento aqu. La historia la hubiesen escrito ellos y ya sabemos cmo son sus historias. Yo creo que el tratamiento posterior de algunos medios de comunicacin lo hicieron ya por adherencia, pero creo que ellos tenan su 11 de abril, su guin y tenan sus peri