Versión Preliminar El Reino de Este Mundo

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UNIVERSIDAD NACIONAN AUTÓNOMA DE HONDURAS FACULTAD DE HUMANINADES Y ARTES CARRERA DE LETRAS LITERATURA LATINOAMERICANA “LA IDENTIDAD CULTURAL LATINOAMERICANA EN LO REAL MARAVILLOSO DE EL REINO DE ESTE MUNDO DE ALEJO CARPENTIER” CATEDRÁTICA: LIC. ANA SUYAPA DILWORTH ALUMNOS: ANA MARÍA C. MEDINA 20041000820 ERICK EDUARDO MALDONADO MILLA 20111000500 SECCIÓN: 1301 CIUDAD UNIVERSITARIA, M.D.C. 27 DE

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Ensayo sobre el reino de este mundo Alejo Carpentier

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UNIVERSIDAD NACIONAN AUTÓNOMA DE HONDURAS FACULTAD DE HUMANINADES Y ARTES

CARRERA DE LETRAS LITERATURA LATINOAMERICANA

“LA IDENTIDAD CULTURAL LATINOAMERICANA EN LO REAL MARAVILLOSO DE EL REINO DE ESTE MUNDO DE

ALEJO CARPENTIER”

CATEDRÁTICA:LIC. ANA SUYAPA DILWORTH

ALUMNOS:ANA MARÍA C. MEDINA

20041000820ERICK EDUARDO MALDONADO MILLA

20111000500

SECCIÓN:1301

CIUDAD UNIVERSITARIA, M.D.C. 27 DE MARZO, 2014

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ContenidoIntroducción.......................................................................................................................................2

Biografía del autor..............................................................................................................................3

Alejo Carpentier.............................................................................................................................3

“LA IDENTIDAD CULTURAL LATINOAMERICANA EN LO REAL MARAVILLOSO DE EL REINO DE ESTE MUNDO DE ALEJO CARPENTIER”.......................................................................................................4

Argumento: El reino de este mundo de Alejo Carpentier..............................................................4

Cultura............................................................................................................................................6

Identidad Cultural..........................................................................................................................6

Identidad cultural latinoamericana................................................................................................7

La identidad latinoamericana según Alejo Carpentier....................................................................7

Lo real-maravilloso.......................................................................................................................13

Vínculos entre la identidad latinoamericana y lo real-maravilloso...............................................18

Conclusión........................................................................................................................................23

Bibliografía.......................................................................................................................................24

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INTRODUCCIÓN

A través del siguiente trabajo, en el marco de la clase de Literatura Latinoamericana, se desea encontrar las soluciones a dos interrogantes: la primera, ¿qué es la Identidad Latinoamericana, y cómo se expresa en la novela El reino de este mundo de Alejo Carpentier? Para resolver este problema, se deberá utilizar los conceptos de Identidad Latinoamericana según el autor, y los elementos que la componen; luego localizarlos en la novela, trabajo que se realiza buscando las citas pertinentes. Se hablará también de lo Real—maravilloso, esto es, término acuñado por Alejo Carpentier para referirse a una serie de cosas insólitas de la realidad latinoamericana. Se expondrán las citas que fueron encontradas, según la teoría de lo Real—maravilloso de los estudiosos del autor, en la cual, la naturaleza, el hombre y la historia, son representativos para este concepto. Finalmente se hablará de la expresión de lo Real Maravilloso en El Reino de este Mundo. Y finalmente se concluirá encontrando los vínculos que existen entre la identidad latinoamericana y lo real maravilloso, comprobándolo, como instancias anteriores, con citas de El reino de este mundo, para demostar, la estrecha relación que existe entre ambos y su importancia para Latinoamérica y su literatura.

Para llevar a cabo el presente documento se consultaron diferentes fuentes bibliográficas, por ejemplo: ensayos a cerca de Alejo Carpentier y lo Real Maravilloso, también ensayos a cerca de la Identidad Latinoamericana según Carpentier y los estudiosos del mismo, y finalmente para comprobar la veracidad de este vínculo, se utilizó la novela El reino de este mundo de Carpentier.

De igual manera, se consultó la biografía del autor y el argumento de El reino de este mundo, para aclarar las dudas acerca de la obra.

En resumen, la información relevante de la identidad latinoamericana y el vínculo que existe con lo real maravilloso, así que, se invita al lector a llegar al fondo de este trabajo; ya sea por mera curiosidad o para ampliar y afianzar conocimientos ya adquiridos.

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BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Alejo Carpentier

(La Habana, 1904 — París, 1980) Novelista, narrador y ensayista cubano con el que culmina la madurez de la narrativa insular del siglo XX, además de ser una de las figuras más destacadas de las letras hispanoamericanas por sus obras barrocas como El siglo de las luces.

Lo que sí está fuera de dudas es que Carpentier inició su actividad literaria en simultáneo con la musicología, su otra vocación de toda la vida en la dirección de la revista Carteles, entre 1924 y 1928. Además, colaboró en la fundación de la Revista de Avance, en 1927. En 1928 fue encarcelado bajo la dictadura de G. Machado y a la salida huyó de la isla, hasta que regresó a ella, tras un exilio en París de prácticamente una década. De este período fue su primera obra, Ecué—Yamba—O (publicada en 1933, aunque al parecer la escribió ya en 1927), una novela de temática negra con la que Carpentier inauguró su carrera como escritor.

En 1944 se trasladó a Caracas, donde vivió varios años, dedicándose al periodismo radiofónico y ejerciendo también de profesor universitario y columnista en diarios y revistas, mientras realizaba una interesante difusión de la música contemporánea. Luego de una temporada en Haití, regresó a Cuba tras la Revolución castrista y ocupó varios cargos oficiales hasta que en 1966 fue nombrado embajador en París, donde permaneció hasta sus últimos días.

Novelas: ¡Écue—Yamba—O! (1933), El reino de este mundo (1949), Los pasos perdidos (1953), El acoso (1958), novela corta, El siglo de las luces (1962), Concierto barroco (1974), novela corta, El recurso del método (1974), La consagración de la primavera (1978), El arpa y la sombra (1978)

Cuentos y relatos: Viaje a la semilla (1944), Guerra del tiempo (1956), El Camino de Santiago (1967), Los convidados de Plata (1972)

Cabe recordar también sus títulos teóricos, tales como Tientos y diferencias (1964), Literatura y conciencia política en América Latina (1969) y Razón de ser (1976), ensayos recogidos en un volumen publicado póstumamente en La Habana, precisamente bajo el título genérico de Ensayos(1984). En 1977 se le concedió el Premio Cervantes.

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“LA IDENTIDAD CULTURAL LATINOAMERICANA EN LO REAL MARAVILLOSO DE EL REINO DE ESTE MUNDO DE ALEJO

CARPENTIER”

Argumento: El reino de este mundo de Alejo Carpentier

La historia comienza cuando Mackandal, que en uno de los episodios pierde un brazo en un accidente, le cuenta al personaje principal, Ti Noel (un esclavo cubano), sobre el místico y lejano reino de África. Mackandal introduce a Ti Noel en el mundo de los dioses y los rituales africanos, que para este eran totalmente desconocidos. Mackandal será el primer líder de una rebelión y, escapando de su amo, descarga una terrible peste en toda la ciudad que causa la muerte desde a animales hasta los mismos dueños de las tierras. Uno de los secuaces de Mackandal es interrogado hasta revelar lo ocurrido: Mackandal habría invocado a un dios del veneno que lo habría esparcido por toda la ciudad. Mackandal se habría estado escondiendo de sus enemigos disfrazándose, mediante hechizos, de diferentes animales, esto era conocido por toda la comunidad aledaña a Mackandal, quienes lo creían su libertador. Después de una larga persecución, se arresta a Mackandal, se conduce a los esclavos a la plaza donde tienen amarrado al líder rebelde, este, a punto de ser quemado vivo, se deshace de las ataduras lanzándose sobre la multitud de esclavos; estos, al creer que es obra de un hechizo, cantan, gritan, aclaman a su líder tanto que aturdidos por el bullicio muy pocos logran ver que el líder es arrestado nuevamente y metido en la hoguera, donde es quemado. Con la muerte de Mackandal se reprime la revolución.

El amo de Ti Noel, Monsieur Lenormand de Mezi, muerta su esposa por causa de la peste, se casa con una viuda quien también muere al poco tiempo, entonces él va en busca de Mademoiselle Floridor, una actriz fracasada que se convertirá en su nueva amante. Pronto aparece un nuevo líder rebelde, Bouckman, quien encabeza una rebelión mucho más fuerte. Ti Noel también se une a la rebelión, sonando ya las caracolas, Ti Noel junto con los demás esclavos atacan la casa de su amo ultrajando incluso a Mademoiselle Floridor, a quien después asesinan. Lenormand de Mezi en tanto se esconde en un pozo donde escapa de morir a manos de sus esclavos. La rebelión termina cuando arrestan a Bouckman y lo decapitan, luego arrestan también a los rebeldes y los fusilan. A punto de ser fusilado, Ti Noel es salvado por su amo, quien pide que aplacen su muerte. Después de un largo viaje para relajarse, muere Lenormand de Mezi y Ti Noel es adquirido por un nuevo amo; entre

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tanto junta poco a poco sus monedas para comprar su libertad, una vez adquirida esta, se refugia en el que habría sido el caserío de su amo Lenormand de Mezi. Un día ve pasar a unos soldados vestidos muy diferente al modo español y los sigue, descubriendo así el famoso reino de Haití, donde el rey es Henri Christophe; al inicio cree encontrar un reino de gente como él en el que todos son tratados con más dignidad, pero al ser apresado por los soldados de este rey se da cuenta de que este nuevo reino es igual o peor que las monarquías de Francia.

Paralelamente a esta historia también se cuenta un poco la vida de Solimán, un hombre esclavo también de raza africana que es masajista de Paulina Bonaparte, quien por el apellido podría sospecharse familiar de Napoleón Bonaparte, haciéndose referencia con este dato a que estas ideas un tanto revolucionarias también se debían a que en ese contexto se daba la revolución francesa con ayuda de filósofos ilustrados que aportaron con sus ideas liberales. Solimán, por lo que se relata en el texto, se enamora de Paulina, a quien le complace mucho ser el deseo de los hombres. A la muerte del amado de Paulina, el actor Leclerc, quien al parecer había retornado de su último viaje contrayendo una enfermedad terminal, se entrega a una serie de rituales ejecutados por Solimán creyendo así ahuyentar al mal. Aquí es donde estas historias se unen: Solimán llega al reino de Haití al parecer como uno de los pajes que iban a ser liberados, y es allí cuando, después de presentarse el espectro de un sacerdote condenado a muerte por Henri Christophe por querer irse de este reino sabiendo los secretos de este rey, este cae muy enfermo y es aprovechado por sus esclavos y demás servidores para entablar una rebelión, así escapan todos y destruyen este reino; el rey, muy consternado por esto, se suicida dejando a su esposa (María Luisa) y sus hijas (Atenais y Amatista) a su suerte, quienes son rescatadas y ayudadas a escapar por los pajes restantes que quedaban en el palacio.

Después de saqueado el palacio, el cuerpo de Henri Christophe, antes rey de Haití, es hundido en material para construcción y son dejadas en libertad su esposa y sus hijas. Así, junto a Solimán, pasan sus días; este se enamora de una mujer y se hace pasar por sobrino de Henri Christophe, en uno de estos episodios van hacia una sala llena de estatuas entre las cuales descubre una en particular, que, al acariciar, se da cuenta de que se trata del cuerpo de Paulina Bonaparte, entonces da un grito de horror en su afán por querer sacarla de allí creyéndola aún con vida.

Por otro lado, Ti Noel pasa sus días en las ruinas de la casa de Lenormand de Mezi preguntándose cuál era su propósito en la vida, así descubre el arte de transformarse en animal creyendo que podría así pasar el resto de sus días sin tener que esconderse de nadie, pero se da cuenta entonces de que de nada vale, pues la situación en la que se halla es la misma de muchos animales, incluso como uno de sus animales favoritos, el ganso, es discriminado y relegado a labores poco dignas, entonces critica su pensamiento tan limitado y añora la época cuando conoció a Mackandal, se cuestiona el no ser valiente como él,

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cuyos poderes habían sido concebidos para reclamar los derechos de otros hombres, es decir, para servir a su pueblo, se siente inferior al no poder ser como Mackandal. Días después se desata una infernal tormenta que destruye todo a su paso, después de la cual no se sabe más de Ti Noel. Este final insinúa que probablemente habría sido llevado por su amigo Mackandal.

Cultura.

Cultura es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados, y repetitivos de pensar, sentir y actuar (es decir conducta). La cultura… en su sentido etnográfico, es ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto que miembro de la sociedad. La condición de la cultura en las diversas sociedades de la humanidad, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, constituye un tema apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción humanos. Edward Burnett Tylor ( 1871)

Identidad Cultural.

Es una propiedad ligada a la persona, una cualidad que le es atribuida en tanto que aspecto irrenunciable, por un proceso de individuación frente al resto de los sujetos que componen el grupo social. Jung( 1950)

Identidad cultural es un conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social y que actúan para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante. Edward Burnett Tylor (1871).

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Identidad cultural latinoamericana

El mundo de América Latina es un conjunto pluridimensional de tipos y factores étnicos culturales de civilización y formaciones distintas, integrados en un organismo tan complejo y lo que es más importante tan plurivalente, que su intelección e interpretación resultan imposibles desde cualquier sistema conceptual que no sea el propio. Una vez proyecto esto sobre el mundo latinoamericano todo sistema extrínseco pierde su valor interpretativo, porque se trata de una civilización tan original que invalidad todo paradigma ontológico antes habido. La identidad cultural latinoamericana se caracteriza por el desgarramiento interno y la ambivalencia externa, la identidad cultural es hoy un devenir, un proceso en vía de desarrollo, una gestación vital y dolorosa. J.Lafaye (1986)

La identidad latinoamericana según Alejo Carpentier

Para Carpentier, América es la preocupación fundamental y por lo tanto el tema permanente de su obra. Para expresar esa inquietud se preparó durante largos años, es decir: el análisis e interpretación del continente. A continuación se analizaran a través de su obra El reino de este mundo, algunos puntos que el resalta a cerca de la identidad latinoamericana y su construcción.

En primer lugar América como un todo

“Aquí se trata, más bien, de sentir y entender nuestro continente, como sujeto de un mismo destino histórico, en cuya búsqueda cada uno de sus pueblos debe enfrentar idénticos problemas. Uno de los cuales, entre los mayores reside, en la necesidad de derrotar al enemigo común, el imperialismo, obstinadamente opuesto a que hallemos el destino, toda vez que la realización de éste supone al mismo tiempo el hallazgo de la plena independencia política, económica y cultural. Y al imperialismo como enemigo secular de nuestros pueblos hay que agregar a su engendro más nefasto, como han sido las dictaduras reaccionarias, militares, fascistas o simplemente personalistas, que han poblado abundantemente nuestra historia, y se han sucedido cíclicamente en cada uno de nuestros países, remontándose desde los albores mismos de la independencia, hasta nuestros días.” 1

1 Márquez Rodríguez, Alexis, Lo barroco y lo real maravilloso en la obra de Alejo Carpentier, siglo veintiuno editores, México, 1982, pag. 531

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Luego la perspectiva de Carpentier a cerca de nuestra identidad latinoamericana se va a ampliar, no solo a conocer nuestra historia, sino a apropiarnos de ella, a volvernos una persona de nuestro tiempo.

“No sé hasta qué punto los jóvenes latinoamericanos de hoy se complacen en el estudio sistemático, científico de su propia historia. Es probable que la estudien muy bien y sepan sacar fecundas enseñanzas de un pasado mucho más presente de lo que suele creerse, en este continente donde ciertos hechos lamentables suelen repetirse, más al norte, más al sur, con cíclica insistencia. Pero piensen siempre— tengan siempre presente, que en nuestro mundo, no basta con conocer a fondo la historia patria para cobrar una verdadera y auténtica conciencia latinoamericana. Nuestros destinos están ligados ante los mismos enemigos internos y externos, ante iguales contingencias. Victimas podemos ser de un mismo adversario. De ahí que la historia de nuestra América haya de ser estudiada como una gran unidad, como la de un conjunto de células inseparables, unas de otras, para acabar de entender realmente lo que somos, quiénes somos, y qué papel es el que habremos de desempeñar en la realidad que nos circunda y da un sentido a nuestros destinos, decía José Martí en 1983, dos años antes de su muerte: “ni el libro europeo, ni el libro yanqui, nos darán la clave del enigma hispanoamericano” añadiendo más adelante: “ es preciso ser a la vez el hombre de su época y el de su pueblo” pero hay que ser ante todo el hombre de su pueblo, y para entender ese pueblo— esos pueblos— es preciso conocer su historia a fondo, añadiría yo.”2

Se pasará a analizar El reino de este mundo, buscando la identidad latinoamericana, basado en algunos criterios anteriores, desde la perspectiva de Carpentier: primero idénticos problemas.

Idénticos problemas, por ejemplo, se plantea el problema de esclavismo: se describe cómo Ti Noel, uno de los personajes principales, es un esclavo negro de Haití durante la colonia francesa.

“Luego, el colono y el esclavo amarraron sus cabalgaduras frente a la frente a la tienda del peluquero que recibía La Gaceta de Leyde para solaz de sus parroquianos cultos. Mientras el amo se hacía rasurar, Ti Noel pudo contemplar a su gusto las cuatro cabezas de cera que adornaban el estante de la entrada.” 3

2 Márquez Rodríguez, Alexis, Lo barroco y lo real maravilloso en la obra de Alejo Carpentier, siglo veintiuno editores, México, 1982, pag. 5312,533

3 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag.9,10.8

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Más adelane, después de la independencia, son esclavizados por el reino de Haití, obligados a construir un inmenso castillo.

“En el camino pudo observar que por todos los flancos de la montaña, por todos los senderos y atajos, subían apretadas hileras de mujeres, de niños, de ancianos, llevando siempre el mismo ladrillo, para dejarlo al pie de la fortaleza que se iba edificando como comejenera, como casa de termes, con aquellos granos de barro cocido que ascendían hacia ella, sin tregua, de soles a lluvias, de pascuas a pascuas. Pronto supo Ti Noel que esto duraba ya desde hacía más de doce años y que toda la población del Norte había sido movilizada por la fuerza para trabajar en aquella obra inverosímil. Todos los intentos de protesta habían sido acallados en sangre.”4

En segundo lugar se plantea el problema de Latinoamérica, posee un enemigo en común. En El reino de este mundo se identifican enemigos externos, en primer lugar, durante la colonia, eran los colonos que imponían su régimen. En esta cita es representado por el colono Monsieur Lenormand de Mezy, que a su vez es dueño de una hacienda y amo de muchos haitianos.

“Monsieur Lenormand de Mezy y su esclavo salieron de la ciudad por el camino que seguía la orilla del mar. Sonaron cañonazos en lo alto de la fortaleza. La Courageuse, de la armada del rey, acababa de aparecer en el horizonte de vuelta de la Isla de la Tortuga. En sus bordas se pintaron ecos de blancos estampidos. Asaltado por recuerdos de sus tiempos de oficial pobre, el amo comenzó a silbar una marcha de pífanos.” 5

Luego también se encontrará a un enemigo interno, como se refiere Carpentier, a las distintas dictaduras que después de las independencias de las colonias en América, se impondrán, reduciendo a los latinoamericanos a una igual o peor condición de cuando eran de la colonia. Este enemigo en común será la figura de Henry Cristophe y su reino, quien habiendo sido cocinero, después de la independencia se convirtió en rey esclavizando una vez más a su pueblo, se convierte en el enemigo interno.

“Se debían a una esclavitud tan abominable como la que había conocido en la hacienda Monsieur Lenormand de Mezy. Peor aún, puesto que había una infinita miseria en lo de verse apaleado por un negro, tan negro como uno, tan belfudo y pelicrespo, tan narizñato como uno; tan igual, tan mal nacido, tan marcado a hierro, posiblemente, como uno. Era como si en una misma casa los hijos pegaran a los

4 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag.95

5 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 149

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padres, el nieto a la abuela, las nueras a la madre que cocinaba. Además, en tiempos pasados los colonos se cuidaban mucho de matar a sus esclavos —a menos de que se les fuera la mano—, por que matar a un esclavo era abrirse una gran herida en la escarcela. Mientras que aquí la muerte de un negro nada costaba al tesoro público: habiendo negras que parieran – y siempre las había y siempre las habría—, nunca faltarían trabajadores para llevar ladrillos a la cima del Gorro del Obispo.”6

Luego tenemos un común aliento, una lucha en común y un destino en común. Estos tres puntos que aborda Carpentier acerca de la identidad latinoamericana, son totalmente visibles en las diferentes luchas del latinoamericano para liberarse del esclavismo, del maltrato, de la pobreza; esa lucha se ve representada de dos maneras: la lucha por la independencia y finalmente por los opresores internos. El destino es lo que nos alienta a buscar un mejor futuro, es por eso que existe esa pugna que en El reino de este mundo se ve reflejada.

Primero de manera externa esta lucha contra los enemigos externos, es decir: contra los colonos, en el primer caso tenemos la lucha de una de las figuras claves de la revolución haitiana por la independencia, Mackandal, figura mística que terminará inclusive ofrendando su vida.

“Cierta tarde en que lo amenazaban con meterle una carga de pólvora en el trasero, el fula patizambo acabó por hablar. El manco Mackandal, hecho un houngán del rito Radá, investido de poderes extraordinarios por varias caídas en posesión de dioses mayores, era el Señor del Veneno. Dotado de suprema autoridad por los Mandatarios de la otra orilla, había proclamado la cruzada del exterminio, elegido, como lo estaba, para acabar con los blancos y crear un gran imperio de negros libres en Santo Domingo. Millares de esclavos le eran adictos. Ya nadie detendría la marcha del veneno. Esta revelación levantó una tempestad de trallazos en la hacienda. Y apenas la pólvora, encendida de pura rabia, hubo reventado los. Intestinos del negro hablador, un mensajero fue despachado al Cabo. Aquella misma tarde se movilizaron todos los hombres disponibles para dar caza a Mackandal. La Llanura hedionda a carne verde, a pezuñas mal quemadas, a oficio de gusanos— se llenó de ladridos y de blasfemias.”7

Finalmente la lucha será contra los opresores internos, y esto sucede cuando se rebelan contra Henry Cristophe, y finalmente todos, tomando el ejemplo de los revolucionarios

6 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 95,96

7 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 29,3010

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como Mackandal y Bouckman, terminan por liberarse del reino de Cristophe prendiendo fuego al castillo y saqueando lo que podían.

“Hizo salir a las princesas y vistió su más rico traje de ceremonias. Se terció la ancha cinta bicolor, emblema de su investidura, anudándola sobre la empuñadura de la espada. Los tambores estaban tan cerca ya que parecían percutir ahí, detrás de las rejas de la explanada de honor, al pie de la gran escalinata de piedra. En ese momento se incendiaron los espejos del palacio, las lunas, los marcos de cristal, el cristal de las copas, el cristal de las lámparas, lo vidrios, los nácares de las consolas. Las llamas estaban en todas partes, sin que se supiera cuáles eran reflejo de las otras. Todos los espejos de Sans–Souci ardían a un tiempo. El edificio entero había desaparecido en ese fuego frío, que se ahondaba en la noche, haciendo de cada pared una cisterna de hogueras encrespadas.

Casi no se oyó el disparo, porque los tambores estaban ya demasiado cerca. La mano de Christophe soltó el arma, yendo a la sien abierta. Así, el cuerpo se levantó todavía, quedando como suspendido en el intento de un paso, antes de desplomarse, de cara adelante, con todas sus condecoraciones. Los pajes aparecieron en el umbral de la sala. El rey moría, de bruces en su propia sangre.”8

Otro aspecto en consideración, son los elementos que nos diversifican, en las diferentes culturas latinoamericanas, según Carpentier, esto es parte de nuestra identidad, tomando en cuanto esto el refiere al caso de la lengua, el sincretismo que se da, por ejemplo, el caso de Creole en Haití que se ven algunos fragmentos en parte de la obra:

“Roulé, roulé, Congoa roulé!

Roulé, roulé, Congoa roulé!

A fort ti fille ya dansé congo ya–ya–ró!

Yenvalo moin Papa!

Moin pas mangé q'm bambó

Yenvalou, Papá, yanvalou moin!

Ou vlai moin lavé chaudier;

8 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 11511

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Yenvalo moin?”9

Finalmente, el último elemento a ser tomado en cuenta: son las costumbres, ritos y mitos de la identidad latinoamericana, algo que se repite a través de toda la obra.

“Hacía más de dos horas que los parches tronaban a la luz de las antorchas y que las mujeres repetían en compás de hombros su continuo gesto de lava—lava, cuando un estremecimiento hizo temblar por un instante la voz de los cantadores. Detrás del Tambor Madre se había erguido la humana persona de Mackandal. El mandinga Mackandal. Mackandal Hombre. El Manco.”10

Y a donde se ve mayormente representa estos elementos de la identidad latinoamericana es en el vudú haitiano que se repite a través de toda la obra, a manera de costumbre, rito y mito, en este caso Bouckman otra de las figuras revolucionarias importantes les hace hacer un juramente con un típico ritual vudú:

“Llegado a este punto, Bouckman dejó caer la lluvia sobre los árboles durante algunos segundos, como para esperar un rayo que se abrió sobre el mar.

Entonces, cuando hubo pasado el retumbo, declaró que un Pacto se había sellado entre los iniciados de acá y los grandes Loas del África, para que la guerra se iniciara bajo los signos propicios. Y de las aclamaciones que ahora lo rodeaban brotó la admonición final:

—El Dios de los blancos ordena el crimen. Nuestros dioses nos piden venganza. Ellos conducirán nuestros brazos y nos darán la asistencia. ¡Rompan la imagen del Dios de los blancos, que tiene sed de nuestras lágrimas; escuchemos en nosotros mismos la llamada de la libertad!

Los delegados habían olvidado la lluvia que les corría de la barba al vientre, endureciendo elcuero de los cinturones. Una alarida se había levantado en medio de la tormenta. Junto a Bouckman,una negra huesuda, de largos miembros, estaba haciendo molinetes con un machete ritual.

Ogún de los hierros, Ogún el guerrero, Ogún de las fraguas, Ogún mariscal, Ogún de las lanzas,

Ogún–Changó, Ogún–Kankanikán, Ogún–Batala, Ogún–Panamá, Ogún–Bakulé, eran invocados

Ahora por la sacerdotisa del Radá, en medio de la grita de sombras:

9 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 36,37

10 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 3612

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El machete se hundió súbita mente en el vientre de un cerdo negro, que largó las tripas y los pulmones en tres aullidos. Entonces, llamados por los nombres de sus amos, ya que no tenían más apellido, los delegados desfilaron de uno en uno para untarse los labios con la sangre espumosa del cerdo, recogida en un gran cuenco de madera. Luego, cayeron de bruces sobre el suelo mojado. Ti

Noel, como los demás, juró que obedecería siempre a Bouckman.”11

A continuación se procederá a explicar el concepto de lo real maravilloso, desde la perspectiva de Alejo Carpentier.

Lo real-maravilloso

En primer lugar menciona que son los prodigios de un mundo mágico, en segundo lugar menciona Carpentier un mundo sincrético: en la medida que un mundo se mezcla aspectos: étnicos religiosos, artísticos, psicológicos, mestiza aspecto biológico y cultural. Se trata de que el prodigio la maravilla esta en toda la realidad circundante, en lo tangible del hombre americano es lo que el hombre percibe a su alrededor. Se afirma que lo real maravilloso es omnipresente en toda Latinoamérica, lo real-maravilloso es insólito y cotidiano. Todo lo insólito es maravilloso, lo maravilloso no solamente es bello, también lo feo, lo deforme, lo terrible, puede ser maravilloso, siempre y cuando sea insólito.

Lo real maravilloso se manifiesta por lo menos en tres dimensiones:

1. La naturaleza

2. El hombre

3. La historia

Lo real maravilloso americano

En América lo insólito se produce tan a menudo y de manera tan espontánea y natural, que aunque provoque un verdadero encantamiento, sin duda con la intensidad que se presenta, no causa asombro, ni sorpresa. Dicho de otro modo la realidad de nuestra geografía, de nuestra historia, de nuestra cultura, nos ha enseñado a convivir con lo insólito, sin que nos resulte extraño, pero se trata de una insolitud, de tal característica, que aunque siendo cotidiana encanta al hombre americano, en cuya vecindad se produce, y mucho más

11 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 52,5313

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aun al hombre sensible de otros lugares, menos acostumbrados a nosotros a vivir con lo maravilloso.

La naturaleza: son incontables los testimonios de como la contemplación de nuestra naturaleza es capaz de sobrecoger, los espíritus sensibles y de provocar situaciones de verdadero encantamiento y delectación.

Lo real-maravilloso se representa en la naturaleza, en el capítulo De Profundis; en el cual Mackandal, almacena hongos y plantas venenosas durante mucho tiempo, las cuales causan una mortandad similar a la de la peste, matando animales y personas, específicamente blancos, porque de esta manera Mackandal quiere acabar con el esclavismo, donde se ve lo real-maravilloso en la naturaleza es en el poder de ciertas especies y plantas latinoamericanas con el poder para matar a centeneras siendo suministrado el veneno:

“El veneno se arrastraba por la Llanura del Norte, invadiendo los potreros y los establos. No se sabía cómo avanzaba entre las gramas y alfalfas, cómo se introducía en las pacas de forraje, cómo se subía a los pesebres. El hecho era que las vacas, los bueyes, los novillos, los caballos, las ovejas, reventaban por centenares, cubriendo la comarca entera de un inacabable hedor de carroña. En los crepúsculos se encendían grandes hogueras, que despedían un humo bajo y lardoso, antes de morir sobre montones de bucráneos negros, de costillares carbonizados, de pezuñas enrojecidas por la llama. Los más expertos herbolarios del Cabo buscaban en vano la hoja, la resina, la savia, posibles portadoras del azote. Las bestias seguían desplomándose, con los vientres hinchados, envueltas en un zumbido de moscas verdes. Los techos estaban cubiertos de grandes aves negras, de cabeza pelada, que esperaban su hora para dejarse caer y romper los cueros, demasiado tensos, de un picotazo que liberaba nuevas podredumbres.

Pronto se supo, con espanto, que el veneno había entrado en las casas. Una tarde, al merendar una ensaimada, el dueño de la hacienda de Coq–Chante se había caído, súbitamente, sin previas dolencias, arrastrando consigo un reloj de pared al que estaba dando cuerda. Antes de que la noticia fuese llevada a las fincas vecinas, otros propietarios habían sido fulminados por el veneno que acechaba, como agazapado para saltar mejor, en los vasos de los veladores, en las cazuelas de sopa, en los frascos de medicinas, en el pan, en el vino, en la fruta y en la sal. A todas horas escuchábase el siniestro claveteo de los ataúdes. A la vuelta de cada camino aparecía un entierro. En las iglesias del Cabo no se cantaban sino Oficios de Difuntos, y las extremaunciones llegaban siempre demasiado tarde, escoltadas por

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campanas lejanas que tocaban a muertes nuevas. Los sacerdotes habían tenido que abreviar los latines, para poder cumplir con todas las familias enlutadas. En la Llanura sonaba, lúgubre, el mismo responso funerario, que era el gran himno del terror. Porque el terror enflaquecía las caras y apretaba las gargantas. A la sombra de las cruces de plata que iban y venían por los caminos, el veneno verde, el veneno amarillo, o el veneno que no teñía el agua, seguía reptando, bajando por las chimeneas de las cocinas, colándose por las hendijas de las puertas cerradas, como una incontenible enredadera que buscara las sombras para hacer de los cuerpos sombras. De misereres a de profundis proseguía, hora tras hora, la siniestra antífona de los sochantres.”12

El hombre: lo concreto que nos muestra la realidad americana a menudo un tipo de hombre prodigioso, cuya conducta lo mismo puede evidenciarse en su relación con la naturaleza que lo rodea, que en su relación con la sociedad y la cultura dentro de las cuales actúa y a las cuales expresan, se desarrollan en condiciones tremendamente difíciles, en un ambiente terriblemente inhóspito, desasistidos de recursos, logran desarrollar extraordinarias facultades individuales, las cuales lo convierten en personajes, que desafían a los más exaltados modelos de la ficción.

Es el caso de uno de los personajes principales Mackandal, es esclavo, que se crío en condiciones deplorables, maltratado, explotado, etc. Un día tuvo un accidente con un caballo, que lo dejo sin una mano, por eso le apodaron el manco, después del suceso, se sintió inútil, y huyo del poder de su amo, no fue perseguido por ser considerado viejo y de poco valor, el planeo la revolución en contra de la colonia, finalmente como hombre con poderes místicos, llevo el veneno, luego desapareció y se transmutó en muchos animales, y estuvo en boca de todos los del pueblo, convirtiéndose en una leyenda y una de las figuras importantes de la independencia haitiana. He aquí una cita de su metamorfosis, sus poderes sobrenaturales que el vudú le dio:

“Todos sabían que la iguana verde, la mariposa nocturna, el perro desconocido, el alcatraz inverosímil, no eran sino simples disfraces. Dotado del poder de transformarse en animal de pezuña, en ave, pez o insecto, Mackandal visitaba continuamente las haciendas de la Llanura para vigilar a sus fieles y saber si todavía confiaban en su regreso. De metamorfosis en metamorfosis, el manco estaba en todas partes, habiendo recobrado su integridad corpórea al vestir trajes de animales.

12 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 27,2815

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Con alas un día, con agallas al otro, galopando o reptando, se había adueñado del curso de los ríos subterráneos, de las cavernas de la costa, de las copas de los árboles, y reinaba ya sobre la isla entera. Ahora, sus poderes eran ilimitados.

Lo mismo podía cubrir una yegua que descansar en el frescor de un aljibe, posarse en las ramas ligeras de un aromo o colarse por el ojo de una cerradura. Los perros no le ladraban; mudaba de sombra según le conviniera. Por obra suya, una negra parió un niño con cara de jabalí. De noche solía aparecerse en los caminos bajo el pelo de un chivo negro con ascuas en los cuernos. Un día daría la señal del gran levantamiento, y los Señores de Allá, encabezados por Damballah, por el Amo de los Caminos y por Ogun de los Hierros, traerían el rayo y el trueno, para desencadenar el ciclón que completaría la obra de los hombres. En esa gran hora —decía Ti Noel— la sangre de los blancos correría hasta los arroyos, donde los Loas, ebrios de júbilo, la bebe rían de bruces, hasta llenarse los pulmones.”13

Historia: en América lo maravilloso no son solo la naturaleza y el hombre en su entidad individual. También nuestra historia, abunda en episodios insólitos, prodigiosos, increíbles, que sobrepasan a veces lo fantástico, y desafían las más fecunda imaginación. El asombro del europeo que descubre y conquista nuestro mundo no es provocado solamente, como ya vimos, por la naturaleza americana. También los deslumbran otras realidades que halla en algunos lugares de nuestro continente y que atestiguan en algunos casos cómo el americano autóctono había realizado hazañas aun superiores a muchas del europeo.

Este es el caso del reino de Henry Cristhophe el rey de Haití, que fue cocinero en tiempos de la colonia y que con el tiempo, después de la independencia, pasó ser rey y fundó una monarquía, con familia, real, sirvientes, y sobre todo un monumental castillo que aún se conservan sus ruinas, de un esplendor que ruborizaría a cualquier arquitecto europeo, y también lo que implica su reino como evento histórico en Haití. Alejo Carpentier lo representa bien en su novela, de tal manera con su conocimiento de arquitectura, nos muestra cada detalle de el en viaje de muchas dimensiones, por un lado los nuevos esclavos que trabajan para construir este palacio, y por el otro su monarquía, a la manera europea, incluso con sacerdotes. Finalmente es incendiado, y Henry Cristophe se suicida.

“Al salir de una arboleda tuvo la impresión de penetrar en un suntuoso vergel. Todas las tierras que rodeaban el pueblo de Millot estaban cuidadas como huerta de alquería, con sus acequias a escuadra, con sus camellones verdecidos de posturas

13 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 3316

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tiernas. Mucha gente trabajaba en esos campos, bajo la vigilancia de soldados armados de látigos que, de cuando en cuando, lanzaban un guijarro a un perezoso. "Presos", pensó Ti Noel, al ver que los guardianes eran negros, pero que los trabajadores también eran negros, lo cual contrariaba ciertas nociones que había adquirido en Santiago de Cuba, las noches en que había podido concurrir a alguna fiesta de tumbas y catás en el Cabildo de Negros

Franceses. Pero ahora el viejo se había detenido, maravillado por el espectáculo más inesperado, más imponente que hubiera visto en su larga existencia. Sobre un fondo de montañas estriadas de violado por gargantas profundas se alzaba un palacio rosado, un alcázar de ventanas arqueadas, hecho casi aéreo por el alto zócalo de una escalinata de piedra. A un lado había largos cobertizos tejados, que debían de ser las dependencias, los cuarteles y las caballerizas. Al otro lado, un edificio redondo, coronado por una cúpula asentada en blancas columnas, del que salían varios sacerdotes de sobrepelliz. A medida que se iba acercando, Tí Noel descubría terrazas, estatuas, arcadas, jardines, pérgolas, arroyos artificiales y laberintos de boj. Al pie de pilastras macizas, que sostenían un gran sol de madera negra, montaban la guardia dos leones de bronce. Por la explanada de honor iban y venían, en gran tráfago, militares vestidos de blanco, jóvenes capitanes de bicornio, todos constelados de reflejos, sonándose el sable sobre los muslos. Una ventana abierta descubría el trabajo de una orquesta de baile en pleno ensayo. A las ventanas del palacio asomábanse damas coronadas de plumas, con el abundante pecho alzado por el talle demasiado alto de los vestidos a la moda. En un patio, dos cocheros de librea daban esponja a una carroza enorme, totalmente dorada, cubierta de soles en relieve. Al pasar frente al edificio circular del que habían salido los sacerdotes, Ti Noel vio que se trataba de una iglesia, llena de cortinas, estandartes y baldaquines, que albergaba una alta imagen de la

Inmaculada Concepción.

Pero lo que más asombraba a Ti Noel era el descubrimiento de que ese mundo prodigioso, como no lo habían conocido los gobernadores franceses del Cabo, era un mundo de negros. Porque negras eran aquellas honrosas señoras, de firme nalgatorio, que ahora bailaban la rueda en torno a una fuente de tritones; negros aquellos dos ministros de medias blancas, que descendían, con la cartera de becerro debajo del brazo, la escalinata de honor; negro aquel cocinero, con co1a de armiño en el bonete, que recibía un venado de hombros de varios aldeanos conducidos por el Montero Mayor; negros aquellos húsares que trotaban en el picadero; negro aquel Gran Copero, de cadena de plata al cuello, que contemplaba, en compañía del Gran Maestre de Cetrería, los ensayos de actores negros en un teatro de verdura, negros aquellos lacayos de peluca blanca, cuyos botones dorados eran contados por un mayordomo de verde chaqueta, negra, en fin, y bien negra, era la Inmaculada

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Concepción que se erguía sobre el altar de la capilla, sonriendo dulcemente a los músicos negros que ensayaban un salve.

Ti Noel comprendió que se hallaba e Sans–Souci, la residencia predilecta del rey Henri Christophe, aquel que fuera antaño cocinero en la calle de los Españoles, dueño del albergue de La Corona, y que hoy fundía monedas con sus iniciales, sobre la orgullosa divisa de Dios, mi causa y mí espada.”14

Vínculos entre la identidad latinoamericana y lo real-maravilloso

Finalmente trataremos de encontrar los vínculos que existe entre la identidad latinoamericana y lo real maravilloso.

En primer lugar vemos como la naturaleza se presta para al enemigo en común, en este caso la esclavitud de parte de los colonos, por eso deciden envenenarlos. He aquí como se vincula lo real-maravilloso con la identidad latinoamericana.

“Exasperados por el miedo, borrachos de vino por no atreverse ya a probar el agua de los pozos, los colonos azotaban y torturaban a sus esclavos, en busca de una explicación. Pero el veneno seguía diezmando las familias, acabando con gentes y crías, sin que las rogativas, los consejos médicos, las promesas a los santos, ni los ensalmos ineficientes de un marinero bretón, nigromante y curandero, lograran detener la subterránea marcha de la muerte. Con prisa involuntaria por ocupar la última fosa que quedaba en el cementerio, Madame Lenormand de Mezy falleció el domingo de Pentecostés, poco después de probar una naranja particularmente hermosa que una rama, demasiado complaciente, había puesto al alcance de sus manos. Se había proclamado el estado de sitio en la Llanura. Todo el que anduviera por los campos, o en cercanía de las casas después de la puesta del sol, era derribado a tiros de mosquete sin previo aviso. La guarnición del Cabo había desfilado por los caminos, en risible advertencia de muerte mayor al enemigo inapresable. Pero el veneno seguía alcanzando el nivel de las bocas por las vías más inesperadas. Un día, los ocho miembros de la familia Du Periguy lo encontraron en una barrica de sidra que ellos mismos habían traído a brazos desde la bodega de un barco recién anclado. La carroña se había adueñado de toda la comarca.”15

14 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 88,89,90

15 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 28,2918

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También como concuerda el hecho de la historia en lo real maravilloso, se vincula con un problema en común, en el caso de la ejecución de Mackandal el busca, resolver la problemática de Haití y por lo tanto es ejecutado, pero se da una mezcla en esta historia maravillosa, porque para los haitianos, Mackandal sigue vivo en sus cuentos y solo se transmuta en una mariposa, mientras su enemigo común, canta victoria, la venganza se fermenta en el corazón de los mitos haitianos, esa no es una derrota sino un mártir, un ejemplo en la historia del ser humano, para revelarse en contra de cualquier régimen, que quiera aumentar la problemática de Latinoamérica, Mackandal es el ejemplo histórico, para luchar, incluso que eso implique perder la vida, porque si la pierda, para ellos es eterno en su cosmogonía, de esta manera es la perfecta unión entre la identidad latinoamericana y lo real—maravilloso.

“De pronto, todos los abanicos se cerraron a un tiempo. Hubo un gran silencio detrás de las cajas militares. Con la cintura ceñida por un calzón rayado, cubierto de cuerdas y de nudos, lustroso de lastimaduras frescas, Mackandal avanzaba hacia el centro de la plaza. Los amos interrogaron las caras de sus esclavos con la mirada. Pero los negros mostraban una despechante indiferencia. ¿Qué sabían los blancos de cosas de negros? En sus ciclos de metamorfosis, Mackandal se había adentrado muchas veces en el mundo arcano de los insectos, desquitándose de la falta de un brazo humano con la posesión de varias patas, de cuatro élitros o de largas antenas. Había sido mosca, ciempié, falena, comején, tarántula, vaquita de San Antón y hasta cocuyo de grandes luces verdes. En el momento decisivo, las ataduras del mandinga, privadas de un cuerpo que atar, dibujarían por un segundo el contorno de un hombre de aire, antes de resbalar a lo largo del poste. Y Mackandal, transformado en mosquito zumbón, iría a posarse en el mismo tricornio del jefe de las tropas, para gozar del desconcierto de los blancos. Eso era lo que ignoraban los amos; por ello habían despilfarrado tanto dinero en organizar aquel espectáculo inútil, que revelaba su total impotencia para luchar contra el hombre ungido por los grandes Loas. Mackandal estaba ya adosado al poste de torturas. El verdugo había agarrado un rescoldo con las tenazas. Repitiendo un gesto estudiado la víspera frente al espejo, el gobernador desenvainó su espada de corte y dio orden de que se cumpliera la sentencia. El fuego comenzó a subir hacia el manco, sollamándole las piernas. En ese momento Mackandal agitó su muñón que no habían podido atar, en un gesto combinatorio que no por menguado era menos terrible, aullando conjuros desconocidos y echando violentamente el torso hacia adelante. Sus ataduras cayeron, y el cuerpo del negro se espigó en el aire, volando por sobre las cabezas, antes de hundirse enlas ondas negras de la masa de esclavos. Un solo grito llenó la plaza.

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—Mackandal sauvé!

Y fue la confusión y el estruendo. Los guardias se lanzaron, a culatazos, sobre la negrada aullante, que ya no parecía caber entre las casas y trepaba hacia los balcones. Y a tanto llegó el estrépito y la grita y la turbamulta, que muy pocos vieron que Mackandal, agarrado por diez soldados, era metido de cabeza en el fuego, y que una llama crecida por el pelo encendido ahogaba su último grito. Cuando las dotaciones se aplacaron, la hoguera ardía normalmente, como cualquiera hoguera de buena leña, y la brisa venida del mar levantaba un buen humo hacia los balcones donde más de una señora desmayada volvía en sí. Ya no había nada que ver.

Aquella tarde los esclavos regresaron a sus haciendas riendo por todo el camino. Mackandal había cumplido su promesa, permaneciendo en el reino de este mundo. Una vez más eran birlados los blancos por los Altos Poderes de la Otra Orilla. Y mientras Monsieur Lenormand de Mezy, de gorro de dormir, comentaba con su beata esposa la insensibilidad de los negros ante el suplicio de un semejante —sacando de ello ciertas consideraciones filosóficas sobre la desigualdad de las razas humanas, que se proponía desarrollar en un discurso colmado de citas latinas— Ti Noel embarazó de jimaguas a una de las fámulas de cocina, trabándola, por tres veces, dentro de uno de los pesebres de la caballeriza”16

También en el caso de lo insólito en lo real—maravilloso, como se vincula con los rituales, creencias y mitos, en esta caso el vudú, cuando Paulina Bonaparte, realiza un rito típico del vudú, ayudada por su sirviente Solimán, el cual causa asombro, y se vuelve insólito una costumbre milenaria y llena de sincretismo en algunos pueblos latinoamericanos, como es el caso de Haití.

“Una mañana, las camaristas francesas descubrieron con espanto, que el negro ejecutaba una extraña danza en torno a Paulina, arrodillada en el piso, con la cabellera suelta. Sin más vestimenta que un cinturón del que colgaba un pañuelo blanco a modo de cubre sexo, el cuello adornado de collares azules y rojos, Solimán saltaba como un pájaro, blandiendo un machete enmohecido. Ambos lanzaban gemidos largos, como sacados del fondo del pecho, que parecían aullidos de perro en noche de luna. Un gallo degollado aleteaba todavía sobre un reguero de granos de maíz. Al ver que una de las fámulas contemplaba la escena, el negro, furioso,

16 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 40,41,4220

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cerró la puerta de un puntapié. Aquella tarde, varias imágenes de santos aparecieron colgadas de las vigas del techo, con la cabeza abajo. Solimán no

Se separaba ya de Paulina, durmiendo en su alcoba sobre una alfombra encarnada.”17

Y finalmente el vínculo que existe entre el hombre en lo real maravilloso, como ser prodigioso, y su aliento, deber y destino ante la lucha en común latinoamericana, la siguiente cita pertenece al capítulo final y uno de los más conmovedores; en el que Ti Noel, viéndose libre del reino de Henry Cristophe, decide acentarse en el lugar que fue esclavo, a su avanzada edad, es admirado, y tomado como un líder, pero luego es desplazado por los agrimensores, que comienzan a medir, ya que empieza una nueva etapa, ya no está la colonia, ni la monarquía, ahora se instaura una república, que obliga a las personas a trabajar, básicamente un sistema es desplazado por otro, teniendo el mismo resultado, Ti Noel decide transformarse en una serie de animales, para huir de esa realidad, pero luego se siente desplazado, ya que los animales también lo rechazan, y son sectarios, finalmente el decide volver a su forma, y recordar la lucha de Mackandal, y continuarla contra otra fuerza que quiere dominarlo, he aquí la identidad latinoamericana reflejada, la eterna lucha, similar a Sísifo, sin importar cuanto luche, siempre hay alguien nuevo dispuesto a esclavizar, Ti Noel decide tener el destino, de sus predecesores entregándose a su destino, a la lucha, sin rendirse pese a todo, busca en el reino de este mundo encontrarse.

“Ti Noel comprendió obscuramente que aquel repudio de los gansos era un castigo a su cobardía. Mackandal se había disfrazado de animal, durante años, para servir a los hombres, no para desertar del terreno de los hombres. En aquel momento, vuelto a la condición humana, el anciano tuvo un supremo instante de lucidez. Vivió, en el espacio de un palpito, los momentos capitales de su vida; volvió a ver a los héroes que le habían revelado la fuerza y la abundancia de sus lejanos antepasados del África, haciéndole creer en las posibles germinaciones del porvenir. Se sintió viejo de siglos incontables. Un cansancio cósmico, de planeta cargado de piedras, caía sobre sus hombros descarnados por tantos golpes, sudores y rebeldías. Tí Noel había gastado su herencia y, a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma herencia recibida. Era un cuerpo de carne transcurrida. Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse

17 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 77,7821

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Tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo.

Ti Noel subió sobre su mesa, castigando la marquetería con sus pies callosos. Hacia la ciudad del

Cabo el cielo se había vuelto de un negro de humo de incendios como la noche en que habían cantado los caracoles de la montaña y de y de la costa. El anciano lanzó su declaración de guerra a los nuevos amos, dando orden a sus súbditos de partir al asalto de las obras insolentes de los mulatos investidos.

En aquel momento, un gran viento verde, surgido del Océano, cayó sobre la Llanura del Norte, colándose por el valle del Dondón con un bramido inmenso. Y en tanto que mugían toros degollados en lo alto del Gorro del Obispo, la butaca, el biombo, los tomos de la enciclopedia, la caja de música, la muñeca, el pez luna, echaron a volar de golpe, en el derrumbe de las últimas ruinas de la antigua hacienda. Todos los árboles se acostaron, de copa al sur, sacando las raíces de la tierra. Y durante toda la noche, el mar, hecho lluvia, dejó rastros de sal en los flancos de las montañas.

Y desde aquella hora nadie supo más de Ti Noel ni de su casaca verde con puños de encaje salmón, salvo, tal vez, aquel buitre mojado, aprovechador de toda muerte, que esperó el sol con las alas abiertas: cruz de plumas que acabó por plegarse y hundir el vuelo en las espesuras de Bois Caimán.”18

CONCLUSIÓN

A manera de concluir se puede decir, que se exploró la identidad latinoamericana desde la perspectiva de Alejo Carpentier y como se expresaba está a través de su novel El reino de este mundo. Luego a través del concepto de real-maravilloso, según Carpentier, se investigó en que elementos se encontraba lo real-maravilloso en el reino de este mundo. Y finalmente se encontró los vínculos entre la identidad Latinoamericana y lo real maravilloso. Finalmente se llega a la conclusión que existen muchos vínculos entre ellos, ya que la realidad latinoamericana y la complejidad de su identidad es insólita, por tanto: es maravillosa, esto apoyado en el concepto de real-maravilloso, la búsqueda por construir nuestra identidad, también es una lucha por nuestra libertad y nuestros derechos, los cuales se expresan muy bien en lo real-maravilloso de Carpentier, y en este caso, en El reino de

18 Carpentier, Alejo, El reino de este mundo, biblioteca de bolsillo, España,1983, pag. 143,144,145.22

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este mundo, novela de gran trascendencia para América Latina, porque en ella se encuentra mucho de nuestra identidad a través del trabajo exhaustivo por descubrir y exaltar la realidad Latinoamérica, a través de lo real maravilloso, Alejo Carpentier se coloca como uno de los grandes escritores de literatura latinoamericana.

BIBLIOGRAFÍA

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