Escuela Secundaria N°19 “Grala. Juana Azurduy”.Asignatura: “Literatura Argentina”.Libro: “Los ojos del perro siberiano” de Antonio Santa Ana.Alumna: Maydana Pereira Victoria.

El libro trata de un chico que quiere saber cuál fue el motivo de que su hermano mayor se haya ido de su casa ,del llanto de su madre y de la furia de su padre. Luego de investigar, encuentra a su hermano, quien le explica que tiene SIDA, lo que deriva en un problema más grave aún: la discriminación y la vergüenza de sus padres. La familia dice a sus conocidos que Ezequiel tiene leucemia para no pasar vergüenza y ni afectar su reputación.

Vivían en una casa muy confortable y grande en San Isidro, cerca del río.

Su padre era un hombre muy riguroso e inflexible y sus energías estaban enfocadas en sus negocios.

Su madre, una mujer que dedicaba toda su atención a las plantas que cultivaba en su casa.

Ezequiel era un chico de ojos azules y pelo negro; por

muchos años fue hijo único y el preferido de sus padres.

El hermano menor tenía los ojos marrones , el pelo

castaño y no había sido un hijo deseado.

El motivo por el cual Ezequiel se había ido de su casa fue el embarazo de su novia Virginia, pero este fue interrumpido, y el padre de la chica le dijo al padre de Ezequiel que el joven debía casarse con ella, pero este se negó y se fue de la casa.

El hermano de Ezequiel le preguntó por qué los padres se habían enojado con él y Ezequiel le respondió –” porque tengo SIDA”.El hermano comenzó a tener pesadillas sobre un viajero en el desierto sobrevolado por un ave de rapiña, pero este solo podía ver la sombra del ave y veía que cada vez se acercaba más.

En el día de su cumpleaños toda su familia fue incluyendo a Ezequiel ,el cual le regaló un CD llamado “Brothers in arms” (hermanos abrazados). Días después Ezequiel lo invitó a ver un partido de fútbol, al llegar a su casa su papá le impidió volver a ver a su hermano.

Uno de los motivos por el cual

Ezequiel quería tanto a su perro

Sacha eran sus ojos. En ellos se

veía como era y no importaba si

estaba sano o enfermo. Desde su

enfermedad la gente lo miraba de

distintas maneras. En los ojos de

unos veía temor, en los de otros

intolerancia. En los de su abuela

veía lástima. En los del padre enojo

y vergüenza. En los de la madre

miedo y reproche. En los del

hermano curiosidad y misterio.

Horas antes de fallecer Ezequiel su hermano lo visitó y se sentaron un junto al otro. Ezequiel le dijo que él lo había acompañado en sus primeros pasos, y ahora él lo acompañaría en los últimos. Después de decirle esas palabras le sonrió, le apretó la mano y cerró los ojos ;ya no los vuelvió a abrir.

Ayer volví, después de tantos

años, al río.Yo ya no soy el mismo.

Ya no me pregunto cómo

será mi destino.