Vida Abundante mayo/junio 2013

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La Revista de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata Mayo/Junio 2013 – Año 118 – Número 3 Ecumenismo De la nostalgia a la utopía... Páginas 18-19 Sociedad Sobre adolescentes y penas perpetuas Páginas 8-9 Consultorio pastoral ¿Es María “propiedad” de la Iglesia Católica? Página 30 Esclavitudes modernas Pentecostés: Viento, agua y fuego Esclavitudes modernas

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La revista de la Iglesia Evangelica del Rio de la Plata

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La Revista de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata Mayo/Junio 2013 – Año 118 – Número 3

Ecumenismo

De la nostalgia a la utopía...Páginas 18-19

Sociedad

Sobre adolescentes y penas perpetuas Páginas 8-9

Consultorio pastoral

¿Es María “propiedad” de la Iglesia Católica? Página 30

Esclavitudesmodernas

Pentecostés:Viento, agua y fuego

Esclavitudesmodernas

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Discapacidad Visibles o invisibles: la discapacidad en el cine 20

Presencia evangélica

Día Mundial de Oración 21

Pascua de Resurrección 22Fiestas en las comunidades 24Conferencia Ministerial Plenaria 25Diaconía y solidaridadCampaña Hora de Obrar 2013 26*Cargos ministeriales vacantes 26*Plan de Ofrendas 27año DiacónicoPrograma de Voluntariado: Seminario Intermedio 28

nuestra visión Testimonio evangélico centenario 29

*Agenda 29consultorio pastoral¿Es María “propiedad” de la Iglesia Católica? 30

recursos litúrgicosPan y vino de vida plena 31

creciendo 32

correo de lectores 34Motivos de oración 34Fe de erratas 34la Biblia hoy 35contratapaPuertas 36

Cuando se acerca la fecha de Pentecostés, pensamos

en imágenes que tienen que ver con elementos de la

Naturaleza: lenguas de fuego, viento, agua y, por supuesto, en el nacimiento de la iglesia. En su origen, muchas festivi-dades religiosas estuvieron unidas a los ciclos de la Naturaleza y al entorno rural. Invitamos a reflexio-

nar juntos en este tiempo con una imagen muy nuestra.

página 11

Poesía 2carta del pastor presidenteKiosco, pyme o iglesia, ¿qué somos? 2

reflexión bíblica Un llamado desde el fondo de tu ser 5

artículosPentecostés: Viento, agua y fuego 6Sociedad: Sobre adolescentes y penas perpetuas 8Medios de comunicación: Otro periodismo es posible 10cartas que salen del cuerpoCivilización Ecoalfabetizada 11TeMa cenTralEsclavitudes modernasTrabajo infantil y esclavitud 12Servidumbre y dependencia 14Trata de personas: nadie está libre de caer… 16ecumenismoDe la nostalgia a la utopía, desafiados a cambiar 18

Pentecostés: viento, agua y fuego

cOnTeniDO

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“Dijo Jesús: Yo he venido para que tengan vida, y para

que la tengan en abundancia”(Juan 10,10)

DIRECTOR:Carlos A. Duarte

REDaCTORa:

Graciela Berton

DIsEñaDORa: Evelyn Heck

DIsTRIbuCIón: Oficina de la IERP

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EquIpO DE pRODuCCIón Carlos A. Duarte, Evelyn Heck, Graciela Berton,

Verónica Wiesner

COLabORan En EsTa EDICIón Carlos A. Duarte, Cristina La Motte, Margarita Lais Tourn, Claudia Cesaroni, Ana Muñoz Álvarez, Julio

Monsalvo, Marcelo Ricardo Hawrylciw, Estela Andersen, Sergio Bertinat, Norberto Rasch, Ayelén Wiedenbrüg,

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añO 118, EDICIón 3 mayO/junIO. TIRaDa 2800 EjEmpLaREs.pROpIEDaD DE La Iglesia Evangélica del Río de la Plata Sucre 2855, 3º piso C1428DVY Buenos Aires, Argentina

Tel/fax (++ 54 11) 47 87 04 36 [email protected] www.iglesiaevangelica.org Personería Jurídica concedida por Decreto Nº 1156. Registro Nacional de Cultos Nº 311. Registro Nacional de Entidades de Bien Público Nº 6542.SUSCRIPCIÓN ANUAL: en Argentina $94.00, en países limítrofes USD 40.00, en resto de América USD 48.00, en Europa € 48.00. INSTITUCIONES: en Argentina $80.00, en países limítrofes USD 50.00, en resto de América USD 58.00, en Europa € 58.00. CONGREGACIONES (IRA-IERP): $75.00 (Argentina, Paraguay y Uruguay) $13 un ejemplar.

Carta del pastor

presidente

Lenguas de fuego…Fuego que iluminas las mentes confundidas,

te posas sobre ellas para devolverles valor.Fuego que purificas con tu llama renovadora,

dando nueva forma con tu sin igual ardor.Fuego que abrazas con tu calor y tu calma,

haciendo plena y posible nuestra hermandad.Fuego que quemas nuestros labios adormecidos

para que se abran anunciando la única verdad.Fuego que anuncias la presencia divina

que viene a devolvernos la ansiada paz.Fuego que permaneces a través de los tiempos,

siempre encendido, único y sagaz.Fuego eterno que acompañas nuestras dichas

y nunca te ausentas cuando acosa el temor.Fuego que consuelas y siempre nos animas,

redoblando la fuerza de tu indestructible ardor.Fuego que curas nuestros cuerpos y almas,

remedio y bálsamo para la temida af licción.Fuego esperado, por el Maestro anunciado,

eres promesa cumplida, anticipo de redención.

Pastor Carlos Abel Brauer

Kiosco, pyme o iglesia,

¿qué somos?

▲▲▲

Queridos lectores:Deseo comenzar esta carta reflexionando sobre

aquello que somos. Hay señales de que no tenemos muy en claro nuestra identidad de iglesia de Jesucristo. Se ha instalado en el seno de nuestra iglesia y en las congregaciones una analogía que -disculpen la fran-queza- está minando y corrompiendo el núcleo central de lo que deberíamos ser en todo tiempo y lugar: Iglesia de Jesucristo.

La analogía dice más o menos así: “La Iglesia Evangélica del Río de la Plata y las congregaciones son una suerte de pyme o kiosco. El pastor es el prin-cipal encargado de administrar y sostener las activida-des o servicios del boliche”.

En muy pocos aspectos la analogía es correcta. Por tamaño, por la cantidad de miembros (clientes), por la necesidad de propaganda y promoción, cual-quier congregación puede ser equiparada a un kiosco y la iglesia toda es algo similar a una pyme mediana. Pero parecido no significa lo mismo. La dificultad consiste en que la analogía nos ubica en el marco del comercio y en la lógica de los mercados. En el mundo de los negocios y de las empresas -ya sean kioscos o pymes medianas o cadenas comerciales- estas lógicas son necesarias. En el mundo, muchas personas depen-den en su vida diaria de que la lógica empresarial funcione correctamente y así se tomen las decisiones acertadas en el momento justo. Haciendo esta salve-dad, deseo señalar enfáticamente que la iglesia es iglesia y no una pyme o un kiosco y su lógica es otra, es la lógica de la FE (¡así con mayúscula!).

¿Por qué se instaló esta analogía?Porque caímos al servicio de Mamón. Por supues-

to que no de cuerpo y alma, pero sí de mente. En algún momento nuestra mente puso al dinero por encima de los demás valores. Entonces, si la iglesia es como un kiosco y no hay suficiente dinero para man-tener el negocio debemos cerrarlo (cerrar la iglesia). Si el pastor o diácono no genera suficientes recursos para mantener el kiosco, entonces tengamos

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pastores o diáconos a medio tiempo o a tiempo parcial. Mejor aún: tengamos pastores ‘free lance’ y paguémosle por culto o actividad realizada. O, en lugar de cuatro cultos al mes tengamos dos, así gastamos la mitad de electricidad. Aquel que se ría de estos ejem-plos preocúpese, porque son reales. El dinero ha atrapado tanto la mente que esta no consigue liberarse de su imagen. Entonces, los ministros son equiparados a recaudadores de fondos.

Las trampas de la analogíaLo más interesante es que esta analogía tiene trampas que

han generado resultados opuestos a los esperados. Lo que se ha hecho con la mejor intención para que la iglesia continúe en rea-lidad la ha debilitado y fragmentado. La clave está en una diferen-cia esencial. En la iglesia no hay clientes. Dicho de otra manera, los clientes en realidad son los socios de la pyme y ellos son los que, en caso de crisis económica, deben hacer los aportes de capital. Hay situaciones en las que es necesario sacrificarse y tra-bajar el doble de tiempo, abrir por más horas, ofrecer nuevos servicios o mercaderías. Pero se hace exactamente lo contrario.

El desafío que se nos presenta es enorme: desterrar de nues-tra mente la lógica que nos hace esclavos del dinero. Hay recursos, dones y ministros en cantidad y calidad suficiente. La mente debería estar al servicio del Reino de Dios, del anuncio de su Palabra, del testimonio a través del amor al prójimo y en comu-nión con otras iglesias protestantes. Podemos liberarnos si pone-mos la mirada en Pentecostés. Su historia nos enseña que un grupito encerrado en el aposento alto comenzó una tarea que hoy se refleja en dos mil millones de cristianos y cristianas. Ellos no hicieron cálculos de costo–beneficio, simplemente salieron asu-miendo los riesgos y la desnudez frente a un mundo que no les era benévolo. Martín Lutero clavó las 95 tesis en la puerta de Wittenberg sabiendo que atentaba contra la estabilidad económi-ca de la iglesia de su tiempo, porque cuestionaba la principal fuente de dinero, la venta de indulgencias. Liberar nuestra mente de la presión que ejerce la falta de dinero es la clave para liberar las energías que el Espíritu Santo concederá para realizar la misión a la que Él nos llama.

La dignidad del ministerio diaconal y pastoral

En los últimos tiempos hemos ‘descubierto’ que los ministros no son tan impor-tantes como se creía. De un pastorcentrismo pasamos sin atenuantes a un pastor-fuguismo, de inimputables a chivos expiatorios.

Escucho -por suerte ais-ladamente, pero con dema-siada frecuencia- expresio-nes sobre los ministros que

resultan chocantes. No sólo son la variable de ajuste del pre-supuesto sino que, además, reciben calificativos despectivos. Por otra parte, me consta que la gran mayoría son valorados, queridos y aceptados por sus comunidades y comisiones direc-tivas. Los ministros, afortunadamente, no son Dios. Son per-sonas con virtudes y defectos como todo ser humano y lo que los hace diferentes es que han asumido dentro de la comuni-dad de fe -llámese congregación o iglesia- algunos compromi-sos y responsabilidades que no son transferibles a la comuni-dad entera.

La mayoría de nuestros ministros ha nacido en una de nues-tras comunidades de fe. Son nuestros hijos, hermanos o padres que en un momento de sus vidas descubrieron el llamado del Espíritu Santo para servir al prójimo, predicar la Palabra y administrar los Sacramentos. A ello consagran su vida después de un largo proceso de formación que hoy está cuestionado.1 Si bien en los últimos años muchas cosas cambiaron en la vida de los ministros, lo que no ha cambiado es la dignidad del minis-terio. Hay cosas que el ministro no puede dejar de hacer, aún cuando haya terminado el horario de trabajo. No puede negar-se a oír una confesión. No puede dejar de atender la puerta aunque -como me ha pasado más de una vez- toquen timbre a las cuatro de la mañana. No puede dejar de aconsejar a su buen entender lo que es justo y correcto según la Palabra de Dios. No puede dejar de orar por sus enemigos -si es que los tiene- y si no los tiene, por la reconciliación. No puede dejar de mediar entre los integrantes de su familia parroquial cuando ellos se pelean entre sí. No puede dejar de anunciar el juicio de Dios y su correspondiente misericordia revelada en Jesucristo, domin-go tras domingo.

Me despido con un pasaje bíblico para meditar en Pentecostés: “No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien;

porque si no nos desanima-mos, a su debido tiempo cosecharemos. Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe” Gálatas 6,7–10. 3

Carlos A. Duarte, pastor presidente

nota:

1. Un año de observación. Con

suerte, seis años de estudio y dos

años de vicariato.© “

Las

seg

ador

as”

(Vic

ente

Ros

o)

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Reflexión bíblica

Un llamado desde el fondo de tu ser

“Levanta la voz por los que no tienen voz; ¡defiende a los indefensos!”

Proverbios 31,8

Por Cristina La Motte

Este versículo de los Proverbios forma parte de una colección de

dichos conocidos como Palabras a Lemuel, que era un rey no muy identificable, aparentemente de una tribu ismaelita.

Sorprendentemente, esta serie de dichos fue parte de la educación que recibió Lemuel como futuro rey. Según palabras adjudicadas a su madre: “Tomá en cuenta a toda la gente, fijate primero en los desvalidos, en quienes no pueden defenderse, quienes no son escu-chados, tené en cuenta a los pobres y humildes (Proverbios 31,9)

Genial educar así a un rey, porque si los reyes se ocuparan de esas cosas seguramente no habría tanta desigualdad, el reparto de los bienes sería equitativo y se dispondría de gente que se ocupe de los asuntos relacionados a la protección de personas en situación de vulnerabilidad, es decir: de quienes han quedado solos, los niños y las niñas huérfanas, las viudas que en tiem-pos del Antiguo Testamento quedaban desposeídas, las personas enfermas y las ancianas, diferenciando bien las necesidades de mujeres y varones.

Habría una justicia igualitaria que sería impartida sin miramientos de clase o amiguismos.

También estarían atendidos quienes han quedado sin trabajo, quienes han perdido sus cosechas y quienes más tienen aportarían más para el sostén del tejido social.

Pero es interesante notar que este llamado a “levan-tar la voz a favor de los que no tienen voz” aparece más asociado a la tarea que se le encomienda a los profetas, unos personajes que aparecen en Israel justa-mente a causa de que el pueblo decide darse un gobier-no monárquico.

Profeta es una palabra que viene del griego y está compuesta de dos vocablos: pro = delante o en lugar de y fa= hablar. Profeta es quien habla en representación de alguien. Por un lado, dicen algo que Dios les ha pedido que digan. El otro aspecto es que lo que Dios pide es que intercedan por alguien que está en una

situación de vulnerabilidad ante otro más poderoso o que se aprovecha de su poder en perjuicio de alguien más débil. Es decir, cuando hay una situación de injus-ticia el profeta es quien reclama por quien no es escu-chado o no tiene acceso a los lugares donde su necesi-dad debe ser atendida.

Jesús se suma a la tradición profética de su pueblo, enseñando con palabras y con hechos la buena noticia del Reino de Dios, enseñando que Dios quiere un lugar de inclusión para todas las personas, por eso curaba, daba de comer, invitaba a su mesa e invitaba a sumarse a su proyecto.

Son muchas las maneras en que los profetas relatan cómo fue el momento en que se sintieron llamados, como percibieron esa voz, ese sueño, algo que les que-maba, un imperativo que no les permitía no aceptarlo o mirar a otro lado, dar la vuelta o pasar de largo. Hay personas hoy en día que podrían relatar experiencias parecidas, haberse sentido movidos a hacer algo a favor de alguien, poco o mucho, y se han hecho cargo de esa exhortación que les llamaba desde el fondo de su ser.

No hace falta esperar una iluminación especial, una voz o lo que sea, situaciones sobran, lo importante es entender el espíritu de la conciencia que compartían los profetas porque así se puede tener una vida con actitudes proféticas. Si somos capaces de contagiar este espíritu y de reunirnos con otros/as podemos armar comunidades proféticas que sepan anunciar en palabras y en obras la presencia del Reino de Dios aquí en la Tierra. 3

La autora es pastora en la Comunidad “El sembrador” de la Congregación Evangélica Argentino germana buenos aires sudoeste.

© M

ovilidad

humana

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así como el pueblo hebreo celebraba el haber recibi-do las tablas en el Sinaí, nosotros celebramos en la

misma fiesta el cumplimiento de la promesa de ser bau-tizados por el Espíritu. Y como las ondas expansivas que se forman en el tanque de agua cuando cae una nueva gota, vemos en los textos bíblicos cómo el pueblo de Dios va ampliándose y las distintas etapas del Pacto: tiempo de la Ley, ministerio de Jesús, el Espíritu sobre el pueblo en este tiempo de gracia entre su ascensión y su parusía.

Esa nueva realidad inaugurada en Pentecostés se va extendiendo hacia comunidades abiertas, restaurando la unidad de lo separado por el pecado, haciendo partíci-pes a todas las personas que se dejan cautivar por Él sin importar si su casa es judía, de prosélitos o gentiles, y nuestras iglesias se suman a esta realidad que las tras-ciende.

Aquí aparece la imagen que quiero compartir con ustedes. Quiero invitarlos a pensar en la iglesia de la que somos parte con la imagen de un molino. Toda el

agua que consumimos en casa: personas, animales y plantas del jardín, la extrae un viejo molino. En nuestra zona los llaman “Istilart” por el nombre de la fábrica que, décadas atrás, elaboraba las partes que luego un experto ensamblaría en cada campo.

Las comunidades eclesiales solemos identificarnos fuertemente con nuestra denominación, adscripciones a personas o lugares de origen. Más allá de ellas, lo más importante que nos une a la gran iglesia es la fidelidad al mensaje que le da sentido a la existencia de la institu-ción o iglesia visible.

Lo más característico de un molino son: la rueda y la cola. La rueda gira gracias al diseño de sus aspas y la cola señala el viento orientando hacia él la rueda. A veces, para proteger el mecanismo o administrar cuida-dosamente el recurso (evitar que el agua se derrame sin sentido) el molino debe cerrarse. Entonces, una palan-ca empareja la cola a la rueda, y ésto actúa de freno.

En todas las iglesias hay personas, ministerios o grupos que se aprecian especialmente, son muy visibles y pareciera que su rol es el más importante. Si dos o más con estas características se enfrentan o surgen competencias estamos en problemas. Es indispensable buscar la complementariedad y valorar cada parte.

Si el afán protagónico hace que se pierda de vista el cometido común, el resultado puede ser desastroso para la iglesia y su misión.

No tan visible como la cola y la rueda -pero funda-mental para que el molino funcione- se encuentra detrás de ellas: la máquina. Cada tanto debe ser engra-sada para no disminuir su vida útil por descuido. Su trabajo es mover una biela que arrastra el pistón de la bomba para que en cada movimiento ascendente suc-cione determinada cantidad de agua de la napa y la lleve a la superficie.

Así como hay elementos que se destacan a simple vista, hay otros que no son evidentes, sin embargo, sin ellos la institución estaría perdida. Por lo general, las iglesias naturalizan en ciertos espacios a las mismas personas que el resto de la sociedad. Dando por hecho que habrá quienes se encarguen de las tareas rutina-rias y el trabajo sostenido, invisibilizando el esfuerzo. Debemos ser concientes de esto y ejercer una mirada crítica en nuestras iglesias, porque si nuestro mensaje se diferencia de la jerarquización injusta de las perso-nas, nuestra acción también debe hacerlo.

El agua impulsada por la bomba desde la napa hasta la superficie es conducida por un caño y deposi-tada en un tanque de reserva. De esa manera está dis-ponible para ser usada.

Cuando se acerca la fecha del Pentecostés, pensamos en imágenes que tienen que ver con elementos de la Naturaleza: lenguas de fuego, viento, agua y, por supuesto, en el nacimiento de la iglesia. En su origen, muchas festividades religiosas estuvieron unidas a los ciclos de la Naturaleza y al entorno rural, por eso -y por mi experiencia de vida- quiero usar una imagen muy nuestra para reflexionar juntos en este tiempo.

Por Margarita Lais Tourn

Viento, agua y fuegoPentecostés

La autora es pastora de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, actualmente al servicio de la Iglesia Reformada Cristo Vive en Tres Arroyos, pro-vincia de Buenos Aires.

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El agua, lo vital, el testimonio. Lo que logramos conseguir con el esfuerzo de toda la comunidad si no corre y se comparte, si no llega a quienes lo nece-sitan para su vida, se evapora, se estanca y se pudre.

La profundidad de la napa de agua apta para consumo varía muchísimo, suele estar entre los 4 y 6 metros, pero mi hermano en La Pampa ha tenido que hacer pozos de hasta 60 metros de profundidad hasta encontrarla. En estos casos, si se usara un molino para extraerla, se deben hacer en él y en su forma de colocación severas modificaciones.

El contexto en que estamos es fundamental. Conocerlo, respetarlo, evaluar qué es lo apto para desarrollar la tarea en ese lugar específico, permite el éxito. Jesús fue muy cuidadoso en presentar el mensaje con palabras y ejemplos comprensibles para su época, la iglesia primitiva resignificó tradiciones y ritos (como el de Pentecostés). Intentar implantar un mismo modelo institucional en todas partes no es acorde a esos ejemplos.

Más allá del análisis inicial para verificar la cali-dad del agua cuando se hace un pozo -como la intervención humana modifica el medio- siempre conviene tener cierta vigilancia sobre el agua y analizar sus componentes para estar seguros de su pureza.

Pienso que en la iglesia esa vigilancia debe hacerse mayormen-te en el mensaje y su vivencia. Evaluar siempre si estamos respe-tando la esencia del Evangelio, ese resumen que Jesús hace de la ley en los tres objetos del amor, la paz, la verdad, el respeto a todas las criaturas y a la Tierra.

Como en todo, también con los molinos hay que tomar precaucio-nes y cuidados. Por ejemplo, en las mañanas de invierno, si la helada fue muy fuerte, no conviene hacer-lo funcionar temprano. Forzarlo podría partir el cabezal, la camisa o cualquier otra pieza del sistema. Pero claro que si la helada no remi-te, habrá que calentar las piezas o lograr de alguna manera que pue-dan actuar, para no correr el ries-go de quedarnos sin agua.

Incluso los pequeños tornillos que mantienen las piezas en su lugar son muy importantes.

El amor y el cuidado hacia nuestra iglesia y a todas las personas que la componen es la forma de transformarla en un lugar donde nos den ganas de estar. La paciencia respetando los tiempos de cada uno, las formas creativas para no estancarnos, el compromiso activo evitando que los roces nos des-gasten, saber reconocer y valorar la aptitud y los dones de cada participante, la alegría compartida… todo eso nos lleva a lograr comunidad.

Es maravilloso este artilugio que convierte la energía del viento en un trabajo mecánico, fuerza alternativa que permite resolver la necesidad más básica de nuestra vida. Eso sí: no funciona sin vien-to, como la iglesia, que no es tal sin el soplo del Espíritu.3

Una oportuna previsión para el descanso eterno

con historia y tradición europea en Capital Federal.

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Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires Iglesia Evangélica del Río de la Plata

Viento, agua y fuego

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Sobre adolescentes y penas perpetuasNuestro país -nuestros gobiernos, nuestras organizaciones sociales y de derechos humanos, nuestras representaciones políticas- tiene varias deudas, con varios colectivos de personas y comunidades. La situación en cárceles y comisarías es una de esas deudas incumplidas.

Por Claudia Cesaroni

no sólo en lo que respecta a las condiciones mate-

riales de detención, sino, y principalmente, a la forma-ción del personal que tiene contacto con las personas privadas de libertad, y la discusión profunda acerca de para qué se encierra gente que hace cosas tan diversas como robar una billetera, consumir drogas, matar, emitir moneda falsa o conducir una dictadura. Para todos ellos, la solución es la cárcel, durante días, meses, años o décadas.

Otra deuda la mantenemos con los niños y ado-lescentes a los que se acusa de cometer delitos, o que efectivamente los cometen. Suele denominárse-les “adolescentes en conflicto con la ley penal”, de modo ciertamente eufemístico. No tienen “un conflicto”, sino que transgreden leyes, o de eso se los acusa. Tienen un código penal especial, porque son menores de edad, es decir, menores de 18 años. A las personas que tienen más de 18 años se les aplica el Código Penal, a las que tienen menos de 18, es decir, hasta 17 años y trescientos sesenta y cuatro días, se les aplica el Régimen Penal de la Minoridad, ley Nº 22.278. Y un problema que tene-mos y todavía no hemos resuelto, es que esa ley la escribieron, en alguna oscura oficina, dos, tres o cuatro abogados en 1980, bajo el gobierno de Jorge Rafael Videla. Era Ministro de Justicia Alberto Rodríguez Varela, un señor que daba clases de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, al mismo tiempo que trabajaba para asesinos y torturadores que vio-laban esa Constitución a diario. El Subsecretario de Justicia era Roberto Durrieu (padre), el mismo que

años después, en 2004, aseso-ró a Juan Carlos Blumberg en sus demandas de mano dura y mayor castigo para niños y adolescentes.

Durrieu, Rodríguez Vare-la, Videla y muchos otros burócratas asesinos son los autores del Código Penal que aplicamos a nuestros niños y adolescentes. Entre otras cuestiones criticables, esta-blece que frente a un delito cometido por un adolescente de 16 o 17años, se le puede aplicar la misma pena que a un adulto. Este es un proble-ma, claro. Cuando se pregun-ta por qué, a treinta años de recuperada la democracia, no

hemos podido construir una legislación democrática para niños y adolescentes transgresores de la ley penal, una respuesta posible es que se prefiere no tocar el tema, porque cada vez que se intenta hacer-lo, inmediatamente surge la propuesta de “bajar la edad de imputabilidad”.

En este punto, desde el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC) hemos brindado numerosos argumentos de por qué no hay que bajar la edad de puniblidad. Lo primero que aclaramos es que no se trata de la edad de impu-tabilidad de lo que estamos hablando, sino de la edad de punibilidad, es decir, de la edad en la que los adul-tos decidimos que vamos a empezar a introducir adolescentes en el sistema penal. Hoy, esa edad son los 16 años y no queremos bajarla. No queremos usar el sistema penal, aunque se llame “de menores”, para chicos cada vez más chicos.

No decimos que antes de esa edad no hay que hacer nada. Si un adolescente de 15 años mata, roba o lastima, no debe irse a su casa como si nada hubiera pasado. Decimos que, si es menor de 16 años, debe intervenir algo distinto a la justicia penal, por ejemplo, los sistemas de protección de derechos. Porque, aunque a veces resulte difícil verlo -sobre todo para quienes son víctimas o fami-liares directos de una víctima- cuando un niño o adolescente está involucrado en hechos de violen-cia graves a edades tan tempranas, en la inmensa mayoría de los casos ha sido o es víctima a su vez

© C

laudia C

esaroni

Sociedad

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Sobre adolescentes y penas perpetuasde reiterados abandonos, desatenciones e incumpli-mento de obligaciones públicas por parte del Estado.

Por suerte, no estamos solos. El Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas produjo hace varios años un documento fundamental para quienes se interesen por este tema. Se llama obser-vación general nº 10, y se refiere a la edad mínima de responsabilidad penal, que es lo que llamamos edad de punibilidad, y alienta a los Estados a no bajar esa edad mínima, cuando esté establecida en “niveles encomiables” de 14 o 16 años.

En Argentina está fijado en 16, pero se insiste, aún desde espacios presuntamente progresistas, en bajar esa edad a los 14 años. Entonces, cuando se discute una posible reforma del sistema penal juve-nil, viene acompañado con el presente griego de la baja de edad. Eso es lo que pasó en noviembre de 2009, en el Senado de la Nación. Con la solitaria oposición de una sola senadora justicialista, se apro-bó un nuevo Régimen Penal Juvenil, pletórico de derechos para adolescentes infractores, pero con baja de edad a los 14 años. Al momento de debatirse en la Cámara de Diputados -y gracias a una alianza entre los diputados y diputadas de distintas extrac-ciones- el proyecto no pasó.

Entonces, seguimos con un Código Penal para adolescentes diseñado por dictadores. Pero desde 1994 la Convención sobre los Derechos del Niño tiene jerarquía constitucional. Es decir, tiene más jerarquía que cualquier otra ley. Y la Convención, entre otras cosas, dice que siempre, en todos los casos, si se decide aplicar pena de prisión a un ado-lescente, debe ser el último recurso, y por el menor plazo que proceda. Volvemos a la ley 22.278. Dijimos que establece que a un adolescente que comete delitos se le “podrá” aplicar la misma pena que a un adulto. Pero también dice que se le “podrá” aplicar “la pena prevista para la tentativa”, es decir, una pena reducida. Y eso es lo que los jueces “de menores” de nuestro país, desde 1999 hasta 2010, no hicieron: no cumplieron con lo que mandaba la Convención sobre los Derechos del Niño, que es lo mismo que decir que no cumplieron con la Constitución Nacional. Aquel “podrá” de la 22.278 se vuelve obligatorio, si se hace el simple procedi-miento de aplicar la Constitución Nacional. Los jue-ces no “podrán”, sino que “deberán” aplicar la pena más breve, porque así lo dispone la Convención sobre los Derechos del Niño.

Como no lo hicieron, los casos fueron denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2002. Recién en 2010, la Comisión realizó un infor-me de fondo y recomendó solucionar la situación de los jóvenes condenados a prisión perpetua en nuestro país. Como el Estado no lo hizo, se elevó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que debe-ría haber emitido una sentencia a fines de 2012.

Mientras tanto -y desde que se aplicaron estas sen-tencias- uno de los adolescentes condenados apareció colgado en una celda de castigo de la Penitenciaría de Mendoza, y otros -que pasaron más de la mitad de su vida presos- padecieron malos tratos, torturas, traslados a cárceles lejanas, regímenes rigurosos de vida, enor-mes dificultades para estudiar o aprender un oficio, deterioro psíquico y físico. Probablemente reciban indemnizaciones ordenadas por la Corte Interamericana, pero el daño sólo será reparado cuando nosotros, los adultos, construyamos un modo de acercarnos a los chicos y chicas que se encuentran involucrados en situaciones que culminan con la comisión de delitos, entendiendo que ese delito puede ser un momento pasajero en su vida, o por el contrario, etiquetarlos para siempre como delincuentes incorregibles y carne de cárcel y muerte. La responsabilidad es nuestra, claro. 3

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La autora es abogada, Magíster en Criminología. De su autoría: “La vida como castigo. El caso de los adolescentes condena-dos a prisión perpetua en la argentina”.

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Otro periodismo es posible“La mejor noticia no es muchas veces la que se da primero, sino la que se da mejor”, dice Gabriel García Márquez. Y hoy deberíamos repetirlo una y otra vez sin descanso. El periodismo se ha convertido en una carrera de 100 metros, pero si queremos que sirva para cambiar estructuras injustas, debería ser una maratón.

Por Ana Muñoz Álvarez

El periodismo vive hoy una grave crisis de credibi-lidad. Los medios de comunicación han dejado

de cumplir su función social de control de los pode-rosos y de denuncia de las injusticias. Se han conver-tido en meros siervos de los grandes poderes, sobre todo del económico. Y a los ciudadanos ya no les sirve. Antes de leer el periódico, escuchar la radio o ver los informativos de televisión, ya sabemos qué nos van a contar y cómo. Se hace necesario volver a los orígenes, a las raíces, para que el periodismo vuelva a ser digno.

Hacer periodismo siempre fue contar algo que le pasa alguien. Contar historias. Hoy los periódicos, las ondas, la televisión… están llenas de opiniones, pero faltan las historias. Las tertulias proliferan en todos los formatos, pero son las mismas personas las que opinan. No hay análisis, no hay expertos. El análisis y el espíritu crítico han desaparecido para dar paso a la militancia.

Las noticias son siempre las mismas en los medios de comunicación. Nadie se sale del guión. Sin embargo, es necesario que haya otro periodismo. Un periodismo que asuma proyectos o acciones que vayan diri-gidas a incidir en las políticas públicas, a mejorar la vida de los ciudadanos y a que se fortalezca el sistema democrático. Un perio-dismo más humano, más social, que facilite la participación ciudadana, que ayude a la comprensión de la realidad y a buscar solu-ciones a las injusticias. Es cierto que existen ejemplos. Ahí están las radios comunitarias en muchos lugares de Latinoamérica que ayudan a la educación de las poblaciones, a la promoción de la salud o de los derechos y obligaciones de los ciudadanos. También existen medios digitales que quieren poner el foco sobre problemas que no suelen estar

en las primeras páginas. Y proyectos como –hablan-do de España- el Centro de Colaboraciones Solidarias de la organización española Solidarios para el Desarrollo, que envía artículos cada semana de expertos en temas sociales, de justicia, de medioam-biente, de mujer, de infancia… a más de 1.500 perió-dicos de América y África. Acciones similares se repiten en muchos países del mundo.

Todos ellos son buenos ejemplos de otra manera de entender el periodismo. Basta ya de decir que “las buenas noticias no venden”. La ciudadanía está can-sada de escuchar y leer todos los días dramas sobre la crisis, desahucios, pobreza… Es necesario dar un poco de esperanza, una luz al final del túnel. Hay cientos de ejemplos de proyectos que ayudan a millo-nes de personas a mejorar su vida y de seres huma-nos que se preocupan por el bien común. Hay plata-formas vecinales, asociaciones de todo tipo y color que en tiempos difíciles, como los que vivimos, son solidarios y ayudan a otros.

Los medios de comunicación tienen una respon-sabilidad social que no pueden seguir obviando. Los medios tienen el poder de crear opiniones sobre la realidad y de crear un espíritu crítico. No puede haber ciudadanos responsables, bien informados y críticos, sin medios de comunicación serios y libres.

Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España / ALAI, América Latina en Movimiento

La autora es periodista y comuni-cadora.

Medios de comunicación

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Cartas que salen del Cuerpo

Civilización Ecoalfabetizada“Esta serie de cartas intenta proponer las características esenciales

de la Nueva Civilización que ensoñamos. Los soñares y los ensoñares generan y guían los entusiasmos que cambian la Historia.”

El autor es médico. Coordina el programa salud Comunitaria del ministerio de la Comunidad de la Provincia de Formosa, que valora saberes y haceres autogestivos de diversas culturas que hacen al cuidado de la salud integral y promueve el concepto de “salud de los Ecosistemas”.

Por Julio Monsalvo

Revolución es cambio y la revolución que pro-movemos y protagonizamos es para cambiar

de cultura y construir otra civilización. La Nueva Civilización que avizoramos tiene características esenciales.

Cuando decimos Civilización de la Pertenencia hablamos de seres humanos plenamente concien-tes que pertenecen a la Madre Tierra y que la Vida es el centro. En las antípodas, la concepción de la civi-lización aún hoy domi-nante: seres humanos que se asumen due-ños, poseedores de extensiones de tierra, creyendo que son el centro de todo.

civilización eco-alfabetizada es otra de las características esenciales de esta Nueva Civilización. ¿Qué quiere decir esto?

“Ser ecoalfabeto significa comprender los princi-pios de organización de las comunidades ecológicas y utilizar dichos principios para crear comunidades humanas sostenibles”, nos explica Fritjof Capra, prestigioso físico austríaco que brega por el cambio del paradigma científico desde hace varias décadas.

En estas comunidades no se produce basura alguna. Lo que es desecho para una especie, es ali-mento para otra, ya que todo se recicla. En la Civilización Ecoalfabetizada los seres humanos vi-ven en comunidades en las que satisfacen sus nece-sidades sin afectar las condiciones de vida de las generaciones futuras.

Francisco Tingo Vera, campesino que ha naci-do y vive en el Departamento San Pedro, provin-

cia de Misiones, Argentina, nos pide que leamos el Libro del Bosque, el Libro de la Naturaleza, que nos da tantas lecciones para la comunidad de seres humanos.

“Si observamos, en el bosque no hay mayores problemas”, afirma. “¿Por qué es así?”, se pregun-ta. El mismo Tingo responde: “No existen proble-mas porque en el bosque no hay egoísmo, siempre están trabajando uno para el otro”.

Nos invita a reflexionar sobre la “ayuda mutua entre las raíces de los árboles y los microor-ganismos, y entre los vegetales y los anima-les, ya que se produ-cen pasturas y frutos”. Nos cuenta que exis-ten cientos de familias en una hectárea de selva y no se molestan unas a otras. Leyendo el Libro del Bosque, nos damos cuenta que todas las especies con-viven cooperando unas con otras.

Una notable simili-tud con la propuesta de Ecoalfabetización

que nos hace Capra. La sabiduría ancestral de nuestros pueblos nos da propuestas sólidas y bien fundamentadas para la continuidad de la Vida de la especie humana. Uno de los libros de Capra, “Pertenecer al Universo”, lleva como subtítulo “La nueva ciencia al encuentro de la sabiduría”. ¡Un encuentro de saberes!

Las sociedades humanas deben aprender de la Naturaleza, recordando siempre que somos parte de ella.

La Civilización Ecoalfabetizada es una civiliza-ción solidaria, respetuosa y cooperante con toda forma de vida.

¡Hasta la Victoria de la Vida Siempre! 3

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Según los registros de la Organi-zación Internacional del Trabajo (OIT), existen todavía innumerables personas sometidas a alguna forma de explotación humana.

La situación de menores trabajando guarda similitud con la explotación: niños que tejen y cosen, cultivan, son prostituidos por redes de trata, vendidos como reserva de órganos o se desloman en las minas; se con-vierten en presas del consumo ilimi-tado y hasta los denominados “niños soldados” son una clara muestra de esclavitud y sometimiento.

Se “importan” mujeres, hombres, niños y niñas de Paraguay, Bolivia, Perú y otros países, a la vez que se “exportan” mujeres hacia varios des-tinos en Estados Unidos, Europa y Asia. La esclavitud humana se pre-senta a través de múltiples formas, entre ellas: la explotación sexual rela-cionada con la trata, la de trabajado-res/as en talleres de confección textil y el reclutamiento de personas para trabajar en las zonas rurales.

tema CENTRAL

esclavitudes modernas

La historia de la esclavitud y el trabajo infantil es quizá una de las realidades más hipócritas de nues-

tros días y uno de los padecimientos más antiguos de la humanidad, casi tanto como la tortura y la guerra. En tiempos remotos, los niños realizaban tareas que hoy llamamos inhumanas y el hombre primitivo cometía impunemente las aberraciones más reprochadas por su par civilizado. El trabajo infantil y la esclavitud guardan un origen común, y quienes lucraban con estas acciones también lo hicieron con la trata de personas.

Los preceptos morales y jurídicos fueron cambiando y ciertas acciones fueron consideradas hechos delictivos por afectar la dignidad humana por su sola condición de persona. Pero si bien antes quienes representaban el poder o el Estado apoyaban y hasta se enriquecían con estos oscuros negocios, hoy la realidad es que muchos gobiernos siguen teniendo una interesada participación en los mismos negocios -obviamente con otros actores y con otras reglas- pero igualmente indignos y oscuros.

Antiguamente, en los hogares pobres, los niños contribuían al trabajo familiar ayudando en la cosecha o bien como asistentes de trabajos artesanales. También da cuenta la historia de hechos aberrantes de menores tomados como rehenes o bien en parte de pago de deudas, y generalmente sometidos a la esclavitud.

Con todos los avances científicos, sociales, jurídicos y políticos, el tema del trabajo infantil poco ha cambia-do, sólo se ha adecuado a los tiempos actuales. Hoy no veremos galeras repletas de personas encadenadas y subastadas públicamente, ni esclavos y niños azotados públicamente hasta la muerte o jueces fallando a favor de estos mercaderes; pero eso no implica que estos males se hayan extinguido.

Los tiempos, ¿cambian?Si ese primer trabajo infantil en el ámbito familiar

era una experiencia enriquecedora a través de la que se hacían las primeras armas para subsistir -más allá de que generalmente esos trabajos eran muy mal pagos- hoy la situación de los menores trabajando guarda similitud con la explotación: niños que tejen alfombras, cosen pelotas, cultivan, son prostituidos por redes de trata,

Trabajo infantil y esclavitud

El autor es perio-dista, especialista en investigaciones judi-ciales, policiales y criminalísticas. Editor general del diario “El sindical”.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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esclavitudes modernas

vendidos como reserva de órganos o se desloman en las minas, hasta los denominados “niños soldados”, son una clara muestra de esclavitud y sometimiento. Si bien la esclavitud fue declarada “crimen contra la humanidad” a nivel internacional, aún es necesario modificar muchas cosas para que esta realidad cambie.

Por casa, ¿cómo andamos? Quien haya caminado por el centro de cualquier

urbe ha visto chicos desarrollando las más diversas actividades: mendigando, repartiendo volantes, juntan-do cartones o botellas, y otros hurtando y robando, pero siempre detrás de ese “chico de la calle” hay una histo-ria y uno o más adultos responsables. Maltratados y marginados durante años, crecieron mordiendo la impo-tencia y el rencor. También es una realidad que hoy en día los negocios más redituables de los que son víctimas los menores son la droga y la prostitución. En ciertas zonas de las ciudades y en los barrios más pobres los menores son usados como “mula”.

El año pasado denuncié la prostitución de menores en la ciudad. La investigación se fue dilatando ante las aceitadas conexiones que involucran a funcionarios policiales, que no dudaron en comenzar a realizar llama-dos pidiendo retorno de favores. Pero este marco de “protección” de algunos miembros de las fuerzas de seguridad no termina en Buenos Aires, son muchas las provincias argentinas involucradas en este tipo de explo-tación y esclavitud de la niñez, algunas con una doloro-sa tradición de muerte e impunidad.

El Departamento de Estado Norteamericano dio a conocer un informe sobre la trata de personas y Argentina quedó en observación tras ser señalada como un país donde la explotación, la prostitución y la trata de personas supera los límites tolerables. Traducido: es un buen negocio y debe su crecimiento a la falta de idoneidad de las autoridades políticas para prevenir y reprimir estos delitos. Llama poderosamente la atención cómo esta actividad delictiva no puede ser disminuida, por lo que sólo puede haber una respuesta: connivencia de los responsables.

Otra estadística indicaba que, sólo en la provincia de Buenos Aires, unos 500.000 chicos en edad escolar no concurren a ningún establecimiento educativo. La deserción escolar aumentó y se debe en parte a las

políticas económicas y a la falta de incentivos para que comprendan que el estudio es una fuente de oportunidades, es decir, que el trabajo digni-fica, pero la capacitación jerarquiza.

Conclusiones Más allá de los discursos a favor de combatir el tra-

bajo infantil y pregonar acciones que no se cumplen sobre el tráfico de personas, todos somos un poco res-ponsables de ese chico mendigando, explotado o abusa-do, de no generar políticas reales de inclusión, de no mejorar los establecimientos edilicios de las escuelas, de permitir que nuestros chicos vean cómo sus iguales son reprimidos, de enseñarles la prepotencia y la violencia como método para obtener respeto o de presión para negociar dádivas del Estado. Mucho se habla del trabajo infantil, pero no he escuchado a ningún político criticar la utilización de chicos y adolescentes que tendrían que estar estudiando para pegar afiches de campaña.

En mis años de trabajo social con sectores vulnera-bles he visto cómo los chicos, además de realizar trabajos a edad temprana para ayudar a su familia, suman un trabajo silencioso y no reconocido: la contención de sus padres; cuando tendrían que preocuparse por estudiar o divertirse, terminan siendo ellos el apoyo de los adultos, padeciendo la exclusión, marginación, discriminación y violencia de un mundo cada vez más hostil.

Es muy loable escribir sobre la violencia escolar, sobre las adicciones de los jóvenes y de sus comienzos tempranos en el mundo de los adultos. Pero quizá el trabajo infantil más difícil de los niños de hoy sea justa-mente ese: ser simplemente niños. 3

Trabajo infantil y esclavitud

En mis años de trabajo social con sectores vulnerables he visto cómo los chicos, además de realizar trabajos a edad temprana para ayudar a su familia, suman un trabajo silen-cioso y no reconocido: la contención de sus padres.

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servidumbre y dependencia

Existen denuncias, respaldadas con pruebas, que señalan viola-

ciones a la dignidad del trabajador: extensas jornadas de trabajo, reclu-tamiento bajo engaños, retención de los documentos de identidad, explotación abusando de las condi-ciones de vulnerabilidad de los tra-bajadores inmigrantes, situaciones de semi encierro obligado o reduc-ción a la servidumbre, exposición a enfermedades, alimentación preca-ria e intimidaciones. En síntesis, su situación se asemeja a la trata de personas.

Se estima que sólo el 20% de la producción de prendas de confec-ción que provee a las pequeñas, medianas y grandes marcas se realiza en talleres formalmente registrados. El resto se realiza en talleres clandestinos y en condiciones de explotación servil de la mano de obra, con un prome-dio de 12 trabajadores por taller, según lo señala Gustavo Vera, vocero de Unión de Trabajadores Costureros y la Cooperativa La Alameda, organizacio-nes que en los últimos años vienen haciendo denuncias públicas del trabajo esclavo en la industria de la confec-ción argentina.

Los grupos poblacionales más afectados por el empleo no registrado son las mujeres, los jóvenes, los trabajadores de bajo nivel educativo y, sobre todo, los inmigrantes sin documentación, en un buen número de nacionalidad boliviana, aunque las denuncias también dan cuenta de ciudadanos argentinos sometidos a las mismas modalidades de trabajo infrahumano.

Fuente: http://www.solidar.org

Cuando las empresas deciden sacrifi-car al peón: un ejemplo

Una inspección realizada en una finca de la provin-cia de La Rioja (Argentina) permitió comprobar que una empresa hacina a los trabajadores golondrina en vivien-das precarias. Se presentó una denuncia por posible reducción a la servidumbre.

Luego de la sanción en 2011 del nuevo régimen legal para peones rurales y de los requisitos del Ministerio de Trabajo, que establecen condiciones para el alojamiento de los trabajadores, algunos empresarios buscaron la forma de cumplir la norma sin mejorar sus condiciones laborales. Es el caso de una poderosa acei-tunera riojana, donde en lugar de acondicionar las

tiendas dentro de los campos trasladaron el hacinamien-to y los servicios e instalaciones precarios hacia barrios periféricos de la capital provincial. Hombres, mujeres y niños fueron derivados a casas desvencijadas, donde viven en condiciones precarias.

El accionar fue detectado por denuncias de los peones a la sede provincial del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATREA). Agentes de este nuevo organismo inspeccionaron el campo de la empresa donde trabajan estos peones. El RENATREA iniciará una acción judicial para que se investigue si se cometen delitos de reducción a la servidumbre y trata de personas.

Se colectaron las pruebas concretas de la terceri-zación en la captación de peones a base de engaños y su traslado. En las denuncias aparecen claros indicios de reducción a la servidumbre, cuando no de trata para fines de laborales, si se considera que existe aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad en pos de un rédito económico. “Es cierto que se pueden volver a su casa porque no están dentro del campo, pero están sin plata como para pagar un pasa-je. Si denuncian la situación, los amenazan con que se van a quedar sin cobrar un peso,” razonó uno de los inspectores.

En total, hay 39 camas marineras dobles y media docena de colchones tirados en el piso, distribuidos en cuartos grandes y algunos pequeños. En el ala izquierda, pocos cuartos respetan la normativa sobre la capacidad máxima de cuatro personas que se exige a los campamentos o estructuras habitacionales fijas. Ni los lugares para sentarse. No hay “una ventana por cama” y quienes vinieron con su familia no tienen

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Tema central

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servidumbre y dependencia“alojamiento individual”, como exige la resolución. Pero el problema es más grave en la parte de “servi-cios” e instalaciones.

“Tenemos dos cocinas eléctricas para 50 personas. Son ésas de ahí, les pusieron cadena. Hay dos conge-ladores. No hay platos ni cubiertos, te piden que los traigas. Lo mismo con las sábanas y las colchas. Cocinamos a leña y ya tuvimos problemas porque no nos dejaban traer las ramas”, contó Pablo, cordobés, de 18 años. Llegó hace tres semanas para la cosecha. Hay tres baños de material en el ala izquierda, que se comparten con la otra, cuando la ley exige un inodoro cada cuatro trabajadores. De los tres, sólo uno funcio-na. La ducha anda en otro, y es el único lugar donde pueden darse el lujo de higienizarse solos.

La ducha más usada la improvisaron los peones en un patio trasero, detrás de las parrillas y de tres boxes de baños químicos, que no andan, cerca de un matorral lleno de basura y muchos usaron el baldío como un gran baño. La ducha consta de baldes y fondos de botellas de plástico para tirarse el agua. En las parrillas, el tizne delinea sartenes, ollas y pavas, que también deben traer ellos. El domingo estuvo nublado y las pocas mujeres de la casa, que duermen en el ala derecha, iban y venían para guar-dar la ropa seca. Lavan la ropa en el lavamanos del baño de esa ala.

Emilio Ruchansky (Fuente: Pagina12, 12/03/2013)

El celular de los huevos de oro Con la evolución de la tecnología de comunica-

ción surgen formas de circulación del dinero cada vez más complejas y abstractas. En nuestra socie-dad -altamente tecnificada- se requiere de un dinero acorde a ella donde predomina la imagen -dinero electrónico- que se hace cada vez más invisible como cosa concreta y cuya circulación se realiza por vía tecnológica, generando un nuevo proceso de simbolización y circulación del dinero. Dentro del mismo es necesario que los niños -esta infan-cia digital- lo comprendan rápidamen-te para insertarlos como consumido-res sin tutela de los adultos.

Las empresas de tecnología digital han descubierto una ventana para apropiarse del dinero de los chicos y para ello lograron, vía uso de los teléfonos celulares, una forma autó-

noma de consumo de los niños que escapa a las protecciones de los padres.

La maniobra parece la misma que ofrecen, en sus inicios, los casinos virtuales: que le proveen al nuevo jugador, como bienvenida, un monto de dinero para que comience a jugar. En el caso de los niños, las empresas los proveen de atractivos juegos virtuales gratis. Si el niño se entusiasma y quiere seguir jugan-do, se ha transformado en un ser hipnotizado para lo que viene. A partir de allí comienza el consumo y el “jueguito regalado” se convierte en señuelo.

Cuando el chico ha sido fascinado por el juego, se inicia el negocio, dado que se le agregan aplicaciones que deben ser compradas usando el celular. Al llegar a la etapa límite -por la pericia que el jugador va desarro-llando- para continuar, el niño debe comprar las aplica-ciones que continúan. Producido ese estado de excita-ción, el impulso de jugar se transforma en “debo com-prar lo que sigue”, sin adultos que los protejan y razo-nen con ellos sobre la conveniencia de esos gastos.

El niño solo, encerrado en su casa o en su Iphone -no importa donde esté, su situación

es claramente claustrofílica- se con-vierte en un imperioso consumi-dor.

El 60% de los niños entre 8 y 10 años que tienen estos apara-tos ya ingresó al mundo de las compras instantáneas vía celular.

De esta manera, el niño ya comien-za a ser un consumidor avezado en el nuevo diseño del dinero -electró-nico- que promueve la tecnología de

la comunicación. Para el año 2015, las empresas indican que se llegará a la friolera de mil millones de este tipo de aparatos vendidos. 3

César Hazaki. Fuente: ALAI, América Latina en Movimiento

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Los grupos poblacionales más afecta-dos por el empleo no registrado son las mujeres, los jóvenes, los trabajadores de bajo nivel educativo y, sobre todo, los inmigrantes sin documentación.

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Trata de personas: nadie está libre de caer…

La mayoría de las personas cree que la esclavitud forma parte del pasa-

do o, a lo sumo, de otros lugares en el mundo “menos civilizados” que el nuestro. Pero, lamentablemente, no es así y está tan vigente como lo estuvo siempre, pero de forma encubierta. Una de las formas de esclavitud actual se conoce como trata de personas y en nuestro país se ha comenzado a hablar sobre ella a partir del caso Marita Verón.

Según las Naciones Unidas: “Trata de personas es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recep-ción de personas recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza, al rapto, a la superchería, al engaño, la incita-ción, la coacción o al abuso de poder, recurriendo a la concesión o recepción de pagos o beneficios para lograr el consentimiento de la persona. La explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución de otros u otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud y prácticas análogas a la esclavitud o la extirpación de órganos para fines ilícitos o de servi-dumbre”.

En el 2008, la Campaña de Navidad de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) tuvo como centro el Programa contra la Trata y Tráfico de Niños y Niñas del Servicio Ecuménico de Apoyo y Orientación a Migrantes y Refugiados (CAREF), lo que hizo que en ese momento se hablara de esta temática en toda nues-tra iglesia, pero después no ha sido especialmente un tema de debate.

En aquel momento me involucré en el tema, pedí toda la información posible a CAREF quienes gentil-mente me la hicieron llegar, además de varios intercam-bios telefónicos. Organizamos charlas públicas en dife-rentes comunidades en las que se buscó sensibilizar a la gente, pero sin mayores resultados.

Así llegué a la conclusión de que el tema es tan duro que la mayoría de las personas prefiere no creer que exista, y por eso cierra los ojos y no se involucra. El resultado es que desde 2008 el aumento de personas afectadas que han desaparecido -nada más en Argentina- es alarmante. Ya no se puede ocultar y esto se ve en las redes sociales y otros espacios, en los que hay repudio hacia la trata de personas, sobre todo en la prostitución, pero aún sin asumir un rol activo. Las frases más comu-

nes son “no a la trata” o “sin clientes no hay trata”, pero esto no resuelve ni cambia la situación. Es necesario trabajar en la prevención, entender cómo funcionan las redes de trata para saber cómo cuidarnos como socie-dad, para luchar efectivamente.

Una de las cosas más importantes acerca de las que debemos tomar conciencia, es que quienes están en la trata trabajan en red. ¿Qué significa esto? Que han for-mado un entramado de personas donde cada una tiene una función y que nada es improvisado ni casual. Cada estrategia, cada movimiento está planificado y en varias ocasiones trabajan meses para lograr su objetivo. La razón es que este es uno de los negocios más rentables del mundo. A diferencia de la droga o las armas, las personas se pueden vender una y otra vez, sea en la prostitución, en el trabajo esclavo, en la venta de órga-nos etcétera. Esto también nos habla de una sociedad que nos ha cosificado, de la sociedad de consumo de la que formamos parte todos, en donde somos mercadería, bien de consumo o consumidor.

Esta es nuestra realidad -por cruda que parezca- y la única forma de luchar contra algo es conocerlo. Es necesario que como iglesia sepamos cómo funcionan las redes de trata, para formar nosotros también una red y protegernos. Una red de contención no sólo para noso-tros, sino para toda la sociedad.

En todos los casos el procedimiento es el mismo:Se capta a la persona / Se la traslada / Se la recibe

en el lugar en donde serviráSi bien liberar y recuperar a la persona captada es

muy importante, sería muy bueno que pudiéramos evi-tar que ella caiga en la red, y para ello debemos trabajar en la prevención. •Lo primero es asumir que cualquier persona puede ser

“captada”, todos y todas somos vulnerables.

La autora es pastora de la Iglesia Evangélica del Río de la plata en la Congregación Evangélica Semillas del sur.

Por Estela Andersen

Tema central

Campamento de jóvenes, tema: “Hablemos de trata”

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Trata de personas: nadie está libre de caer…•Los “captadores” son personas que resultan confiables,

agradables, simpáticas, tienen poder de convencimien-to, muy diferente a lo que generalmente creemos.

•Debemos estar atentos a los movimientos en nuestro barrio o pueblo y no dar información a personas des-conocidas, por más confianza que nos inspiren.

• La red virtual es una de sus herramientas preferidas, porque allí es muy fácil esconderse y contactarse con las posibles víctimas.

Este verano organizamos un campamento para jóvenes de 12 a 18 años. El tema fue hablemos de trata, todo un desafío. Teníamos cinco días para lograr que del grupo surgiera algún material para chicos y chicas de la misma edad. Los primeros dos días trabajamos acerca de: qué es trata, cómo funciona y cuáles son los grupos más vulnerables. Se trabajó en grupo y se hicieron ple-narios. La idea era lograr comprender el tema y apro-piarse de él. Ya en la tarde del segundo día, dos chicos que son músicos habían escrito una canción, lo que me sorprendió y me alegró.

Los demás días se dedicaron a la producción de materiales: la canción con fotos, presentado en forma de video, un tríptico que luego se repartió también en el balneario, un power point para trabajar el tema en los grupos de jóvenes y un cortometraje: “Les pintaron pajaritos en el aire”, con un guión armado por los/as participantes, actuado y editado por ellos/as. Lo único que hicimos los/as adultos/as fue filmar las escenas. Todo esto se puede ver en: www.semillasdelsur.blogspot.com. Fue una experiencia hermosa en la que jóvenes cristianos/as no sólo se sensibilizaron con el tema de la

trata, sino que comprendieron que su compromiso de fe los lleva a cuidar a otras personas como una forma de manifestar el amor cristiano.

En el caso de la trata el trabajo en conjunto es imprescindible, formar nuestra red es la única forma de contrarrestar el trabajo de las redes de trata de personas. Esto es un desafío para toda la sociedad y en especial para los cristianos y cristianas.

Desde 2006, el CAREF está trabajando con perso-nas víctimas de trata y también en la información y prevención. Uno de los últimos desafíos propuestos es formar una red entre las iglesias de Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina cuyo punto de conexión es un Campus virtual donde no sólo hay información, sino también documentos, noticias, una biblioteca, una videoteca y un foro de debate. El sitio es: http://caref.org.ar/campus/. Una parte del sitio es de acceso libre y el otro restringido y apunta a personas de las igle-sias comprometidas con el tema.

El camino es largo y los pasos lentos, pero como iglesia vamos avanzando en esta lucha, un mal de estos tiempos del que nadie está libre de caer. Informarnos e involucrarnos es nuestro compromiso 3.

Considero que se refiere al siglo XXI, en el que somos esclavos en mayor o menor medida del consumismo, que a lo largo del tiempo nos agota y destruye familias, comunida-des, países etcétera. En este tiempo, por ejemplo, los gran-des empresarios creen que para crecer tienen que esclavizar a otros.

Debería ser una frase alusiva a muchos siglos atrás. Sin embar-go, la esclavitud continúa expandiéndose por el mundo hasta el día de hoy. Ha adqui-rido otras formas, otros modos, otros términos que la definen: opresión, sumisión, someti-miento, dependencia… Pero sigue siendo esclavitud.

Se refiere a la actualidad. La esclavitud llegó hoy al punto cúlmine. Todos somos esclavos. De un sistema, de un producto o del consumo. O cómplices de ella, consumiendo productos cuya elaboración se realiza en condiciones de esclavitud.

Hace referencia no solamente a siglos anteriores, sino también a nuestro tiempo. Existen miles de personas esclavizadas en talleres clandestinos, chicos sometidos a trabajos forzosos o explotación sexual, mujeres secuestradas y prostituidas. Si bien han cambiado las formas, la esclavitud actual-mente es menos evidente pero sigue estando vigente.

Opinión: “La esclavitud se ha expandido por el mundo.” ¿A qué siglo refiere esta frase?“Somos esclavos del consumismo”

Martín Skeppstedt, Oberá, Misiones.

“Somos cómplices de la esclavitud”

Laura Schimpfle, Buenos Aires.

“Ha adquirido otras formas, pero es esclavitud”

Susana Plem, Crespo, Entre Ríos

“Sigue siendo vigente”

Gervasio Fischer, Entre Ríos.

...quienes están en la trata trabajan en red. […]Cada estrategia, cada movimiento está planificado y en varias ocasiones trabajan meses para lograr su objetivo.

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“P erseveren en comunión enel templo y en las casas,

comiendo juntos con alegría” Hechos 2,42-46

El lema a reflexionar en este Sínodo 2013 es como mirar un detalle en una foto. El texto com-pleto es como una foto, pero no una sacada al azar, sino una foto prepa-rada, de esas para tener como recuerdo de un momento muy que-rido. Es una linda foto, pero refleja un instante, algo lindo que quere-mos guardar y volver a ver, y no la vida que hay detrás de ella. La vida no es tan preparada, la vida trans-curre y la vivimos, y no siempre tenemos tiempo de estar en pose.

Por eso esta foto de la iglesia primitiva nos gusta, qué lindo ser parte de una iglesia así. Ante tanta idealización bien vale recordar lo que canta Sabina: “No hay nostal-gia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”. Viene bien tener presente esta afirmación al releer esta síntesis que Lucas hace de la comunidad naciente. Se nos cuenta de la iglesia como esa comunidad soñada, casi perfecta. Que por cier-to es nostalgia, añoranza de algo que jamás sucedió. El mismo Lucas se encarga de mostrarnos cuán humanos resultaron ser aquellos pioneros, ya que no todos eran tan generosos como se esperaba (Ananías y Safira). Pronto tendrán que enfrentar la discriminación y la injusticia que entre ellos se genera-ba (diferencia en la atención a las viudas) y también tendrán que ampliar el liderazgo porque todo quedaba en manos de unos pocos (nombramiento de diáconos).

De todos modos, está bueno detenernos en algunas de esas cualidades que nos muestran una iglesia sana, viva; que se constituye en un modelo a tener presente y por el cual trabajar. Una iglesia

sana es una iglesia que aprende. Dios tiene cosas buenas para ense-ñarnos en su Palabra. Y allí están quienes vivieron el día a día con Jesús, ellos tienen mucho para compartir. Testimonios que en esas escuelas de vida nueva se fueron haciendo Evangelio: Marcos, Lucas, Mateo, Juan.

Lo segundo que descubrimos es que es una iglesia que ama. Los/as hermanos/as se mantenían firmes en la comunión. Digo herma-nos y hermanas porque esa comu-nidad descripta por Lucas tiene varones y también mujeres (Hechos 1,14). perseverar en la comunión se refiere a la vida compartida de las personas unidas por el vínculo profundo de la fe. Es estar atentos los/as unos/as a los/as otros/as. No se trataba simplemente de pasarla bien juntos, de compartir ratos de alegría, incluso las comi-das. Eran solidarios, se ayudaban, oraban y compartían el pan con alegría y sencillez de corazón, y ponían en común los recursos que tenían con el claro objetivo de que nadie pasara necesidades.

Sin duda, nuestra manera de ser comunidad se ha ido desdibu-jando. ¿Cuánto queda de ese amor por aprender y enseñar, por buscar en la Palabra, en la vida de Jesucristo, fundamentos y valores para nuestro vivir? ¿Cuánto queda de ese espíritu de comunión y des-prendimiento que está en los oríge-nes de nuestro movimiento, y que sin idealismos tenemos aún en la memoria fresca en los procesos de colonización en el Río de la Plata? ¿Dónde ha quedado el protagonis-mo gestor de comunidades, escue-las, cooperativas; protagonismo gestor de futuro? Hoy demasiadas veces nos vemos envueltos en la nostalgia, en la añoranza de aque-llos tiempos. Nuestras memorias

significativas están cada vez más lejanas y, a su vez, tan agiganta-das, que esos recuerdos en lugar de motivarnos nos aplastan, nos deprimen.

Estamos transitando un tiem-po difícil, porque esta realidad no está sólo en la iglesia. Nos toca vivir un tiempo de desafíos: com-prender lo que pasa y ver la opor-tunidad de redescubrir el Evangelio para que se convierta en Buena Noticia para las personas de hoy. El tiempo presente ha de estar motivado por las búsquedas.

Precisamente para este tiempo bien nos viene esta frase de Albert Einstein: “Es una locura seguir haciendo lo mismo y esperar resul-tados diferentes”. Una afirmación que sintetiza el espíritu conserva-dor que adormece a buena parte de la humanidad y que por cierto los cristianos hemos adoptado hasta con gusto, y nos encanta pensar que determinadas formas o incluso pensamientos son verdades eternas, que ya tenemos a Dios guardado en nuestros moldes, vie-jos rituales, tradiciones repetidas de memoria. Pero cuando esos símbolos y signos se vuelven vacíos y vamos perdiendo las ganas (per-severancia), cada vez nos compro-metemos menos y somos menos quienes tenemos ganas de seguir adelante, la comunión es más un deseo que una realidad.

El mismo texto nos da algunas claves para animarnos a cambiar, innovar y buscar resultados diferen-tes. Lucas señala que se reunían en el templo y en las casas. Parece una suma, pero ello nos habla de un proceso de transición, de cambio. Nos habla de que la comunidad pri-mitiva, sin romper drásticamente con lo viejo, se animó a emprender cosas nuevas. Empezó a dejar el molde del templo, modelo de lo

De la nostalgia a la utopía, desafiados a cambiar

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ritual, lo institucional, lo jerárquico, para buscar la comunión, la horizon-talidad, el compartir, ser comunidad participativa, en aprendizaje, en diá-logo. Hay en esto un aspec-to que no debemos relativizar: el asom-bro con que viven esa experiencia de milagros y señales hechos por medio de los apóstoles. La comunidad, su vida de profunda comunión, es espacio para la sanidad y la restauración de vidas.

También nos dice que “comían con alegría y sencillez de cora-zón”. Recuperar lo simple y lo sencillo nos permitirá recuperar la alegría. Esa alegría perdida en este proceso de institucionalización legalista en el que fuimos cayendo como en una telaraña que nos fue inmovilizando, adormeciendo, acostumbrándonos y haciendo creer que así fue siempre, y que nada nuevo se puede esperar. Y ¡sí, hay que esperar!, esperar, mirando al pasado, pero disparando al futu-ro. Ese futuro que no está escrito, que hay que construir, para el que hay que estar abiertos, sensibles, disponibles.

Esta actitud de apertura y de inclusión es fundamental. Porque se trata de que lo comunitario no se constituya en espacio cerrado, sino en una invitación a la incorpo-ración e inclusión de nuevas perso-nas, superadora de los miedos a lo nuevo, a los nuevos y las nuevas, y se atreva a compartir incluyendo nuevas vivencias. Aquella comuni-dad nacía con una fuerte identidad racial, la judía; pero con el desafío de llegar a todas las personas, de otras razas, culturas y lenguas. Nadie ha dicho que sea sencillo y no lo fue para aquella comunidad

que tuvo sus dudas, debates y deci-siones que tomar (Pedro y Cornelio, la asamblea de Jerusalén); pero

que se atrevió a enfrentar el desafío de cambiar. Por

ello no podemos espe-rar cambios hacien-do siempre lo mismo. Es imperio-so atrevernos a ini-ciar procesos nue-

vos, emprender bús-quedas asumiendo el

tiempo que estamos viviendo. Es necesario salir

del agobio que implica seguir año-rando tiempos pasados.

Entonces, ¿qué queda de ese planteo de una comunidad ideal? ¿Qué posibilidades de realización tiene en medio de nuestra reali-dad? Parece un sueño, y alguien ha dicho que los sueños, sueños son. La realidad del tiempo en el que nos toca vivir y testimoniar a Jesucristo nos pone claramente ante una dura y difícil realidad. ¿Qué sentido tiene hoy hablar de perseverancia o constancia, si el espíritu actual es de cambio cons-tante, de cortes, de flashes, de zapping? ¿Qué lugar queda para la comunión y la solidaridad, si lo importante soy yo, y yo y mi dere-cho a pasarla bien y nada más? ¿Cómo encontrar espacios para compartir una charla, una comida, celebrar juntos, en una sociedad conectada virtualmente?

Tener sueños es estar de pie, es tener proyectos. Cómo no recordar aquello que tan bien dice Galeano, recogiendo una respuesta del cineasta argentino Fernando Birri a la pregunta desafiante: ¿Para qué sirve la utopía? “La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se des-plaza diez pasos más allá.

Entonces, ¿para qué sirve la uto-pía? Para eso sirve: para caminar.”

Esta etapa que nos toca vivir, denominada post modernidad, es más que la continuación de la modernidad, es una reacción crítica y enojada a ella, expresión de decep-ción porque esa utopía de una humanidad madura y cuyo progre-so le daría el tan deseado estado de bienestar, y que en algún momento pareció estar al alcance, se desvane-ció entre las manos. Es una etapa marcada por el desencanto.

Y aquí estamos. ¿Nada que esperar? Mucho que esperar. Todo que esperar. Para los cristianos, la esperanza será siempre el motor de sueños y utopías. Jesús puso la semilla del Reino de Dios, con ese aquí y ahora, pero todavía no. La plenitud del Reino es la meta. Y en esa perspectiva debemos traba-jar concientes de que ese objetivo último nos estará incitando y pro-vocando siempre, ante cada injusti-cia, ante cada hecho de violencia, ante cada actitud de rechazo o discriminación, ante cada realidad de muerte. Por ello este hermoso relato de la comunidad en los comienzos será siempre un sueño, una utopía. Será siempre una invi-tación a construir la comunión, la hermandad, procurando el bienes-tar y la alegría de vivir, estando abiertos a todos quienes se moti-ven con esos mismos intereses. Este es el momento que Dios nos ha concedido, y como en otros, Él está aquí, viviéndolo, sufriéndolo, amándolo e invitándonos a seguir soñando, y a cada día trabajar por esos sueños. ¿Soñamos? 3

Mensaje del pastor Sergio Bertinat al inicio del Sínodo de la

Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, febrero de 2013,

Colonia, Uruguay.

De la nostalgia a la utopía, desafiados a cambiarEcumenismo

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Las personas con discapacidad siempre han estado representa-

das en el cine. No obstante, este lenguaje global las ha tratado de forma desigual presentándolas, en gran parte de la filmografía, tanto como ser marginal, deforme y mal-vado o como el bonachón incapaz de hacer daño. Con el correr de los años, el cine ha avanzado en sus lenguajes promoviendo una figura de la persona con discapacidad cada vez más acorde con el sentido que tiene y aporta a la sociedad, tomando de ella los modelos que le provee. Sin embargo, el peor mal-trato que sufren en el cine es que no se les ve -salvo excepciones- como a cualquier persona.

No se puede dudar del poder de los medios de comunicación. Las asociaciones de discapacita-

dos luchan para que se reconoz-ca su derecho a ser vistos como todos los integrantes de la socie-dad. En algunos programas de televisión se les ubica en la últi-ma fila del plató o se les coloca de comparsa o como objetos de observación.

Desde las organizaciones de personas con discapacidad se lucha por lograr presencia en los medios y dejar de ser “invisi-bles” en ellos, de la misma mane-ra que van haciéndose visibles en la sociedad, ya que eso signi-fica existir en el pensamiento de los demás, ya que “Lo que no aparece en televisión no existe para la mayoría de los ciudada-nos”. El objetivo es aparecer con objetividad informativa y tener la posibilidad de hablar con voz propia y haciendo llegar mensa-jes normalizadores sobre la dis-capacidad.

La persona con discapacidad entra de lleno en el cine con el fin de elogiar a los héroes de guerra y levantar la moral del pueblo norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos soldados regresaban mutilados y era necesario hacer ver que se podían vencer los obstáculos sin ayuda, sólo con sus propios recursos.

Se hizo así un cine con per-sonajes que habían perdido alguno de sus miembros pero no la ilusión. En 1947, Hollywood concedió varios Oscar a la pelí-cula “Los mejores años de nues-tra vida”, de William Wyler. Otras películas fueron más duras, como “Hombres”, de Fred Zinneman (1950), con Marlon Brando como parapléjico prota-

gonista, “Johnny cogió su fusil” de Dalton Trumbo (1971), que tuvo un importante éxito de crí-tica y público. En este caso, la discapacidad se utiliza funda-mentalmente como una metáfo-ra de los horrores de la guerra.

Sin embargo, la mayoría de las películas de aquella época han contribuido a aislar a los persona-jes con discapacidad de sus seme-jantes, al presentarlos como indi-viduos extraordinarios que luchan contra lo imposible, personajes violentos y autodestructivos o extraordinariamente bondadosos y llenos de inocencia, silenciando los verdaderos problemas sociales y haciendo a la persona con disca-pacidad invisible para el gran público.

Recordemos una película como “El milagro de Ana Sullivan” (The miracle worker), dirigida por Arthur Penn en 1962, con guion de Helen Keller, en el que cuenta parte de la verdadera historia de la niña sorda y ciega que aprende a comunicarse y hablar gracias al apoyo de su institutriz. La pelícu-la fue un éxito y recibió el Oscar a la mejor actriz para Anne Bancroft.

Como sea que se trate el tema, siempre nos da la posibilidad de reflexionar. En tiempos más moder-nos tenemos otros títulos: “Me lla-man Radio”, “El guardián de los secretos”, “La escafandra y la mari-posa”, “Mar adentro”, “Frente a la clase”. En Argentina hay dos reali-zaciones importantes sobre el tema: “Anita” y “Mundo Alas” como trabajo testimonial. 3

Licenciado Norberto [email protected]

Visibles o invisibles: la discapacidad en el cine

Discapacidad

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ica Día Mundial de OraciónCada año, el primer viernes

de marzo se celebra el Día Mun-dial de Oración. Este movimien-to de mujeres cristianas de di-ferentes tradiciones se une para

observar un día de oración co-mún superando distancias, razas, culturas y tradiciones en fraterni-dad ecuménica. En diferentes co-munidades de nuestra iglesia se

llevaron a cabo

celebraciones. El tema fue pre-parado por el Comité de Francia, bajo el lema: “Dios nos llama. Dios nos llama sus hijas e hijos. Y nosotros sabemos que somos tan sólo ‘extranjeros y forasteros sobre la Tierra’”.

Congregación Evangélica de la Costa Atlántica Congregación Evangélica Luterana de Paysandú

Congregación Evangélica Alemana de Montevideo

Parroquia Santa Rita

Congregación Evangélica Santa Rosa del Monday

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Pascua de ResurrecciónLa Cuaresma

y la Pascua son tiempos en los que vivimos la fe de una manera espe- cial. Recordar, com- prender y profun-dizar su significado es una constante que nos ayuda a fortalecer nuestra fe en Cristo.

Escuelita Bíblica y participación de niños en el culto - Paysandú

Celebración de Pascua - Proyecto Ser Tierra Fértil, Posadas

Vía Crucis de Viernes Santo y Desayuno Pascual - Castelar

Domingo de Ramos en la Escuelita Bíblica. Lavado de pies - Crespo

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Pascua de Resurrección

Naranjal: Cena Pascual

Semillas del Sur: Domingo de Ramos, Lavado de Pies, Celebración de la Pascua Judía, Viernes Santo en Carmen de Patagones

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Celebración de Confirmación de Oro y Diamante

La Congregación Monte-carlo celebra cada año la Con-firmación de Oro (50 años) y Diamante (60 años) de las per-

sonas que confirmaron su fe en esta comunidad. El 14 de abril se llevó a cabo un culto especial y posteriormente un almuerzo co-

munitario. También se celebró la Confirmación de Oro en la Congregación de Eldorado, cul-minando el día con un asado.

Fiestas en las comunidades“Nuestro Dios es Padre y

Madre, causa de nuestra her-mandad. ¡Por eso es lindo en-contrarse, compartir y festejar!” “Dios Familia”, Julián Zini

El domingo 14 de abril tres de nuestras congregaciones ce-lebraron una fiesta con almuer-zo comunitario. Como dice la canción, encontrarse, compar-tir y festejar son motivos más que suficientes para reunirse y disfrutar de un día festivo entre hermanas y hermanos.

Grupo de Confirmación de Oro (Eldorado)

Recuerdos…

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Grupo de Confirmación de Oro Grupo de Confirmación de Diamante

Congregación Evangélica de Crespo

Comunidad de Nueva Toledo, Congregación Evangélica de Nueva Germania

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Conferencia Ministerial Plenaria 2013

Retiro espiritual, acompañados por Maribel Pérez

Cada año, nuestros minis-tros y ministras se reúnen en la Conferencia Ministerial Plena-ria, espacio en el que tienen la posibilidad de tratar temáticas que ata-ñen a su labor es-pecífica, compartir experiencias, reen-contrarse y disten-derse. En esta opor-tunidad, del 9 al 11

de abril en Eldorado, Misiones, el tema convocante fue “el rol del ministro en su comunidad y su espiritualidad”.

Devocionales, reflexión y canto

Trabajos en grupo y plenarios

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DiaCOnia y sOliDaRiDaD

Campaña Hora de Obrar 2013

Sin darnos cuenta, llegó el mes de mayo, aunque a

veces sentimos que el año aca-ba de empezar, como si fuese ayer. Otras, que con sólo haber pasado cuatro meses es increí-ble todo lo que sucedió –cosas buenas y malas- y con esta sen-sación ya nos parece que esta-mos en octubre.

Hablamos del tiempo. Cuántos dichos y mitos tocan este tema. Por ejemplo, se dice que cuanto “más viejo” uno se pone, más rápido pasa el tiem-po. De niños, un día parecía un siglo -más tarde, un día nos pa-rece un instante. Ayer -o hace una eternidad- comenzó el año 2013, y con él un nuevo desa-fío para la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP); una nueva oportunidad para apoyar juntos una causa diacónica. ¿Cómo? A través de la Cam-paña Hora de Obrar, que esta vez está destinada a quienes protagonizan un tiempo muy especial de su vida. Ese tiempo cuando los huesos se ponen frá-giles y el andar difícil, el tiempo de cosechar los frutos de tantas

luchas, disfrutar de los logros y descansar, al menos un poco. Es el tiempo de la ancianidad.

Deseable es que todas las personas tengan una ancianidad soñada. Al fin llegó la etapa de disfrutar plenamente de la vida,

el trabajo ya no obliga a levan-tarse temprano, los/as hijos/as -quizás incluso los/as nietos/as-

son adultos independientes. Por delante quedan varios años -ya se verá cuántos regalará Dios- para vivir tranquilos en algunos casos y, en otros, encarar nue-vas aventuras y desafíos.

Sin embargo, en Argenti-na, Uruguay y Paraguay este panorama constituye más la excepción que la norma. La ancianidad se relaciona con la época de la vida cuando ya no se puede trabajar, por lo que el/la anciano/a no le “rinde” a la sociedad. Si toda la vida fue di-fícil llegar a fin de mes, en esta etapa se lucha aún más contra la pobreza. La ancianidad llega a todos lados: a la ciudad y al campo, a las personas ricas y a las pobres, a hombres y mu-

jeres, a los nativos de pueblos originarios y a los descendien-tes de europeos. Este momento tan particular de la vida debe-ría tener para todos/as algo en común: la DIGNIDAD. La dignidad de una silla de ruedas cuando ya no se puede caminar, la dignidad de acceder a un par de anteojos para poder ver y leer, la dignidad de tener cerca una persona que brinde ayuda y cuidados, la dignidad de un techo y una manta, de poder acceder a la atención médica… La dignidad de que te cedan un asiento en el colectivo, la de no ser llamado “viejo de m…” sino, por el contrario, ser trata-do con respeto, la dignidad de ser escuchado y valorado, la dignidad de ser visto, formar parte y tener un lugar en la so-ciedad.

por una ancianidad digna. Este es el lema de la Campaña Hora de Obrar 2013.

Este año será innovador en cuanto a la Campaña. No ha-brá un proyecto prioritario sino seis: los hogares de ancianos que sostienen las comunidades de la IERP:• Hogar “Pohlmann/Trabandt”

en Allen, Río Negro, Argen-tina

• Hogar “El Atardecer” en Tres Arroyos, Argentina

• Hogar de Ancianos en Nueva Helvecia, Uruguay

• Colonia de Ancianos en Aldea San Antonio, Entre Ríos, Ar-gentina

• Colonia de Ancianos “Fun-dación Villa Champaquí“ en Villa General Belgrano, Cór-doba, Argentina

• Hogar “San Juan” en Eldora-do, Misiones, Argentina

Cargos ministeriales vaCantess

Las siguientes congregaciones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) solicitan candidatos/as para sus cargos ministeriales:u Congregación Evangélica Naranjal, Paraguay• Cargo pastoral de inmediato

u Congregación Evangélica de Puerto Esperanza, Misiones • Cargo pastoral de inmediato

u Congregación Evangélica de Misiones Centro • Cargo Pastoral de inmediato u Congregación Evangélica Alemana de Rosario • Cargo Pastoral (50%) de inmediato

Los interesados deben dirigirse a las congregaciones y a la Junta Directiva de la IERP (Sucre 2855, 3º piso –1428– Buenos Aires, Argentina).

¡Tú eres muy importante, ven! Entre a la rueda de

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Creemos que, para los ho-gares de ancianos, esto signi-fica un incremento de la visi-bilidad de su trabajo, ya que durante un año -en diferentes formas y ocasiones- se tratará la temática de la ancianidad.

Estamos contentos, ya que una campaña implica que se generará mayor conocimiento en las congregaciones de la IERP acerca de este tema y de cómo se aborda el trabajo en este rubro. A su vez, tam-bién se hará visible fuera de la IERP, ya que compartiremos con otras personas la tarea que realizamos como iglesia, para invitarlas a sumarse y partici-par con sus talentos, su tiem-po y su ayuda solidaria. Esta campaña significará un aporte a la reflexión acerca de lo que significa vivir una ancianidad digna, se incentivará la discu-sión sobre las dificultades y desafíos del trabajo y la situa-ción actual de la ancianidad en los tres países donde la IERP está presente.

Para todos/as nosotros/as, llegó el tiempo de ponernos en campaña por una ancianidad digna.

Deseamos sumar personas que nos ayuden a hacer cre-cer la Campaña hacia adentro y fuera de nuestra iglesia, y que quieran compartir su tiempo y/o su creatividad apoyándonos en la tarea de difusión de la temática refe-rida a la ancianidad digna. Si te interesa saber más acerca de la Campaña Hora de Obrar o participar activamente de ella siendo multiplicador/a o referente, no dudes en comu-nicarte.

E-mail: [email protected]. También estamos en Facebook, buscanos como Hora de Obrar. Finalmente, podés informarte a través de nuestro blog: http://horadeobrar.blogspot.com.ar o comunicarte telefónicamente llamando al (011) 4787-0436.

Agradecemos tu interés y tu aporte por una ancianidad digna.

Ayelén WiedenbrügDesarrollo de recursos y

campañas sociales, Área de Diaconía y Proyectos

DiaCOnia y sOliDaRiDaD

Campaña Hora de Obrar 2013

PLAN DE OFRENDAS 2013de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata

(al 01/05/13)Lema del año: “En este mundo no tenemos una ciudad que permanezca para siempre,

sino que vamos en busca de la ciudad futura.” Hebreos 13,14

Pentecostés 19 de mayo

Destinada a apoyar la construcción del Salón de Usos Múltiples de la comunidad de San Martín de los Andes, Distrito Sur.

2º Domingo después de Trinidad 9 de junio

Destinada al Fondo de Misión de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP).

6º Domingo después de Trinidad 7 de julio

Destinada a apoyar el trabajo de Acción Social Ecuménica (ASE), del Plan Compartir el Evangelio con los Pobres, Distrito Metropolitano.

12º Domingo después de Trinidad 18 de agosto

Destinada a apoyar la formación de futuros diáconos.

18º Domingo después de Trinidad 29 de septiembre

Destinada a las Sociedades Bíblicas en los respectivos países (Argentina, Uruguay y Paraguay).

Reforma 31 de octubre

Destinada al Fondo de Becas de los estudiantes de Teología de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP).

Confirmación Destinada al Instituto Universitario ISEDET.1º Domingo de Adviento 1 de diciembre

Destinada al trabajo de la Comisión de Promoción de la Mujer (CoProMu) y del Equipo de Coordinación Juvenil (ECOJ), ambos de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP).

Navidad 25 de diciembre

Para la campaña HORA DE OBRAR 2013: POR UNA ANCIANIDAD DIGNA

Ocasiones especiales- Las colectas de los cultos de ordenación o de instalación de pastores y pastoras se destinan a la capacitación continuada en los campos litúrgicos, teológicos y pastoral en el contexto de la IERP. - Cada dos años –cuando se celebran los Sínodos– la colecta correspondiente al domingo en que se realice la Asamblea General será destinada a una Obra de la IERP.

¿Querés ser útil a la misión y ganarte unos pesos? ¡Consultá a tu pastor/a!

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Año Diacónico

Programa de Voluntariado: seminario intermedio

¿Qué experimenté cuan-do tuve momentos

de luz en mi camino y cuan-do se me interpusieron pie-dras y dificultades? ¿Cómo juzgo –retrospectivamente- el medio año que pasó?

Con estas preguntas y un camino simbólico a través de los seis meses que lleva-mos en Argentina, Paraguay o Uruguay empezó para nosotros/as, voluntarios/as del Programa de Volunta- riado de la Iglesia Evangé- lica del Río de la Plata (IERP), el Seminario In-termedio en la localidad de Baradero, provincia de Bue-nos Aires. Contamos con la visita de voluntarios del Internationaler Bund, una voluntaria de la organiza-ción Evangelisches Lutheri-sches Missionswerk (ELM) de Niedersachsen, la Iglesia Metodista en Alemania y de Mission 21 de Suiza. Fui-mos 62 jóvenes, separados en dos grupos, que compar-timos casi una semana en el Hostal del Proyecto Hogar Germán Frers.

Seis días intensos llenos de reflexión y estímulos para pensar e intercambiar. Este

seminario, que se realiza a la mitad del tiempo del Pro-grama en la región del Río de La Plata, sirvió tanto para dar una mirada retrospectiva hacia los seis meses pasados como también para enfocar-nos en los seis que faltan.

Realizamos seis unida-des de reflexión a través de las que entramos -de dis-tintas maneras- en diálogo con otros/as voluntarios/as

o con el equipo. Así se creó la base para el intercambio de experiencias y esfuerzos que acompañan, consciente o inconscientemente, esta experiencia. Aquí no hubo correctos ni falsos, de mane-ra que cada uno/a tuvo la po-

sibilidad de descubrir: “¡No soy el/la único/a en esta si-tuación!”

Tampoco había solucio-nes ideales, ni plan general, ni cronología fija del Semi-nario, ya que esa tampoco era la idea, sino poder es-cuchar las experiencias de otras personas que quizás encontraron distintas solu-ciones para problemas simi-lares y, de esa manera, poder mirar la propia situación de un modo distinto.

Esto es valioso no sólo para los grandes problemas en el trabajo o el tiempo li-bre, también son importantes las pequeñas enseñanzas que cada uno/a se lleva a casa: ¿Cómo puedo motivar la fantasía de un niño para di-bujar? ¿Dónde encuentro al-

guien con quien pueda jugar al tenis? etcétera.

Fuera de los espacios de reflexión se trataron temas sobre personas con discapa-cidad y pobreza. En este sen-tido, agradecemos enorme-mente a Norberto Rasch, que nos sensibilizó con mucho carisma respecto del rol de las personas con discapaci-dad en la sociedad. También participamos de distintos talleres como: construcción de instrumentos con basura, hacer carteras de tetrabrik o cómo continuar con nuestro compromiso social cuando volvamos a Alemania.

Un momento estelar fue la excursión al Río Bara-dero en una tarde libre y la noche de cierre, en la que cada uno/a fue llamado/a de contribuir al divertido pro-grama.

Fue una hermosa posibi-lidad para tomar aire y reno-var fuerzas para el próximo medio año de trabajo vo-luntario -aunque muchos/as participantes van a tener que recuperarse –en primer lugar- de tantas horas de di-versión y poco sueño. 3

Maibrit Arbien

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Testimonio evangélico centenario

El Distrito Entre Ríos es, como sabemos, uno de los

siete distritos que componen nuestra Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). Está conformado por siete congrega-ciones: Congregación Evangé-lica San Antonio, Congregación Evangélica de Lucas González, Congregación Evangélica de Crespo, Congregación Evangélica Alemana de General Alvear, Congre-gación Paraná, Congre-gación Evangélica Ale- mana de General Ramírez e Iglesia Evangélica Ale-mana de Viale. La mayo-ría de las congregaciones ya son centenarias o están camino a serlo. Nuestro testimonio evangélico está presente en Entre Ríos desde el inicio mismo de las migraciones de alemanes de Ru-sia a estas tierras (1878 - 1880).

Una de las características del distrito son sus obras diacó-nicas: el Hogar de Adolescentes y la Colonia de Ancianos en San Antonio, el Sanatorio Evangéli-co (ahora fundación) en General Ramírez, el Jardín Caminito en Paraná y una serie de pequeños emprendimientos como, por ejemplo, una guardería en Gua-leguaychú. La mayoría de las comunidades tienen un banco de elementos ortopédicos, algu-nas de ellas ya con su estructura propia como la Caja Solidaria en San Antonio, Manos Solidarias en Crespo o Hermanos Solida-rios en Alvear.

El propio funcionamiento del distrito tiene su estructura, ya que al Consejo Asesor del Distrito Entre Ríos (CADER) -la comisión que nuclea a las siete congregaciones para la toma de decisiones- hay que sumarle la Comisión de Mujeres y la Co-misión Juvenil, ambas confor-madas por delegadas/os de cada

congregación. Las actividades de cada una de las congregaciones colocan su prioridad no sólo en la proclamación de la Palabra, las celebraciones cúlticas y la visitación, sino también en la ca-tequesis (de niños, adolescentes, jóvenes y adultos) y el trabajo con mujeres.

A nivel distrital, los jóve-nes realizan un campamento durante el verano y otro el Día del Amigo, en las vacaciones de invierno. Durante el año realizan campamentos de trabajo colabo-rando con el mantenimiento del Centro Juvenil Distrital (CeJu-Di) o las instalaciones de alguna congregación. Las mujeres, por su parte, realizan dos talleres de autoestima al año (uno para el mes de mayo y otro en agosto) y el tradicional Encuentro Distrital para el mes de septiembre. Dado que la misión es necesaria para la existencia y vida de la iglesia, podemos decir que cada activi-dad con niños, jóvenes, mujeres y congregación que se realice en el Distrito es siempre una opor-tunidad para compartir la Buena Noticia del amor de Cristo. Lo expresado anteriormente forma parte de la gran fortaleza que, como Distrito Entre Ríos, po-seemos.

Algunas preocupaciones se nos presentan como desafío: vemos algunas dificultades en el tema de la capacitación. Faltan

líderes juveniles, los encuentros de catequistas a veces son sólo encuentros y no talleres, cuesta formar visitadores y conseguir nuevos integrantes para la con-formación de las comisiones. Otra dificultad es la falta de compromiso de muchos padres en acompañar a sus niños en la

catequesis o en la prepara-ción para su Confirmación. Vemos con pesar que los chicos traen escasos cono-cimientos del hogar. Este momento, que debiera ser importante o trascendente en sus vidas, pasa a ser a menudo un ritual más.

Existe preocupación por la poca participación de jóvenes en la vida de la iglesia. Sin embargo, sería injusto no reconocer que

hay adolescentes que se prepa-ran con entusiasmo (son los que, generalmente, continúan en el grupo de jóvenes) y familias en-teras que celebran este momento con alegría. A veces, las preocu-paciones y miedos de las comu-nidades radican en lo financiero, en el sostenimiento de la tarea encomendada. Por momentos este aspecto es una piedra de tro-piezo que no permite avanzar en lo referido a la misión y se perci-be algo de cansancio en quienes más colaboran para sostener a la comunidad.

Como complemento, pode-mos agregar que el tema de la inseguridad comienza a ser pre-ocupante, especialmente en las grandes ciudades (Paraná y Gua-leguaychú, por ejemplo). Estas situaciones al mismo tiempo nos desafían a seguir con la tarea.

Como Distrito Entre Ríos, nos sentimos demandados cons-tantemente al cumplimiento de la misión encomendada por Nuestro Señor Jesucristo aquí donde Dios nos ha puesto como testigos. Todas y cada una de las

actividades que realizamos pre-tenden convertirse en espacio de testimonio fecundo a favor del Reino de Dios, manifestado en Jesucristo. Quiera Dios bende-cirnos para que, en este tiempo que nos toca vivir como hijos e hijas y herederos de su Reino, pueda ser fructificada nuestra tarea a través del Espíritu Santo. Aquí y ahora. Amén.

David CiriglianoPastor Distrital

nuesTRa Visión – DisTRiTO enTRe RíOs

Mayo1-2: Reunión de Foro de pastores

y presidentes distritales en la IERP

2-4: Reunión de la Junta Directiva de la IERP en Buenos Aires

Junio13: Reunión de la Mesa Ejecutiva

de la IERP en Buenos Aires19-30: Pastoralkolleg 2013 –

Viaja la Secretaria General pastora Sonia Skupch junto a una comitiva de 9 ministros/as a Bielefeld, Alemania -- Capacitación conjunta para pastores y pastoras entre la Iglesia de Westfalia y la IERP

26-27: Capacitación de ministros en Asunción, Distrito Paraguay

Julio18-20: Reunión de la Junta

Directiva de la IERP en Buenos Aires

22-25: Pastor presidente Carlos A. Duarte participa del Simposio Ecuménico Internacional en la Iglesia Evangélica de Westfalia, Alemania

Agosto3-4: Conferencia Distrital

Misiones 3-4: Conferencia Distrital

Entre Ríos, en Crespo6-7: Foro de pastores y presi-

dentes distritales en la IERP16-18: Conferencia de presi-

dentes de congregaciones de la IERP en Crespo, Entre Ríos

22: Reunión de la Mesa Ejecutiva de la IERP en Buenos Aires

23-25: Conferencia Distrital FEDIPA en Katueté, Paraguay

agenda

Comisión Juvenil

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consultorio pastoral

¿ES MARíA “PROPIEDAD” DE LA IGLESIA CATóLICA?

Hace poco hice un viaje en colectivo y entramos en con-versación con mi vecina de asiento. Al llegar al tema RELIGIÓN, la señora me dice que los protestantes le dan pena porque en su manera de vivir la fe se quedaron sin madre. Se refería a María y al hecho que en la fe católica la Virgen María ocupa un lugar trascendental que no tiene en las iglesias protestantes.

La verdad es que no supe qué responderle... ¿Qué lugar ocupa realmente la madre de nuestro Señor Jesucristo en nuestra religión? ¿Por qué los/as católicos/as le dirigen rezos y plegarias y nosotros/as no?

Flavia N.

Mi querida señora Flavia:Le contestaré con el mismísimo pensamiento de Martín

Lutero sobre la Virgen María, quien escribe un comentario sobre el Magnificat en 1520. Comienza con una oración: “Que esta dulce madre de Dios me consiga capacidad de espíritu para comentar su cántico útil y profundamente”.

Esta manera de emprender su escrito denota una devoción de Lutero hacia María, no por sus grandezas y privilegios, adornada por coronas, joyas y preciosos vestidos, sino porque Lutero entiende que la Virgen María es parte de la predica-ción de Dios en la historia. María, para Lutero, representa los postergados, los excluidos, ¡los nadie! Porque nadie los ve. Tan sólo Dios los mira y como sus vidas son pasión y cruz, Dios ve en ellos a su propio Hijo. Lejos está La Señora María de lindos vestidos, coronas y cetro real.

Enfatiza así en María la experien-cia de Dios que Ella tuvo, la grandeza de Dios frente a la realidad de ser poca cosa. María se pone en la escue-la del Espíritu Santo en la que se encuentra lejos de palabras huecas, charlatanerías y apariencias. Aprende “… que Dios es un Señor cuyas accio-nes no son otra cosa que ensalzar lo humilde y abatir lo alto, es decir, romper lo que está hecho y rehacer lo que está roto…”1

Mientras que María descubre que la humanidad permanentemente mira hacia arriba en el afán de conquistar cada vez más, Dios mira hacia abajo, pues no hay nada por encima de Él. Y se empeña en mirar con ternura y detenimiento a quien más alejado se encuentra.

“Bien, pues esto mismo es lo que hace la dulce madre de Dios: por el ejemplo de su experiencia y por medio de su palabra nos dice la forma en que se tiene que reconocer, amar y alabar a Dios. El hecho de que aquí se gloríe con alegre y exultante espíritu de gozo y alabe a Dios por haberse dignado mirarla, a pesar de su insignificancia y de su nada, nos obliga a creer que sus padres fueron pobres, menospreciados, de baja condición. Tratemos de imaginarnos esto en gracia a los sen-cillos: es indudable que tanto en Jerusalén, como en otras muchas ciudades, los sacerdotes encumbrados y los conseje-ros tenían hijas ricas, encantadoras, jóvenes, instruidas, hono-rables y consideradas por todo el país (como sucede en nues-tros días con las hijas de los reyes, de los príncipes y de la gente acaudalada). Incluso en Nazaret, su ciudad, no era ella la hija de los dirigentes superiores, sino la de un ciudadano corriente y pobre, en la que nadie se había fijado y que no llamaba la atención. Entre sus vecinos y los jóvenes se la veía sólo como una simple muchacha encargada del ganado y de la casa, indudablemente igual a una criada doméstica de ahora que hace las tareas que se le ordena.”2

Seguiría mucho más contándole, mi querida Flavia, sobre todo lo que escribe Lutero, pero le aseguro que quien es capaz de tal delicadeza y profundidad no sólo posee verdadera devoción sino, además, le otorga el lugar merecido a la Madre de Jesús en la historia. Por tanto considero que debemos retomar sin miedo una sana relación de nuestra visión sobre

el rol de María como aprendiz en la escuela del Espíritu Santo para que los luteranos, lejos de menospreciar-la, podamos usar sus palabras para alabar a Dios, reconocer nuestra experiencia como “dependientes absolutos de Dios” y por tanto que nuestra vida sea también una predi-cación de Dios en la historia. 3

Sergio Ariel López, pastor de la Iglesia Evangélica del Río de

la Plata, al servicio de la Iglesia Dinamarquesa en Buenos Aires.

notas:

1. “El Magnificat -1521”, en: Obras de

Martín Lutero (Tomo VI), Buenos Aires, El

Escudo/La Aurora, 1979, p. 380.

2. “El Magnificat -1521”, en: Obras de

Martín Lutero (Tomo VI), Buenos Aires, El

Escudo/La Aurora, 1979.

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Recursos litúrgicos

Pan y vino de vida plena1

Cerremos los ojos e imaginemos por un

momento que somos un simple grano de trigo. Nos han puesto en la bolsa y estamos juntos y felices. Sin darnos cuenta, nos llevan al molino, allí una máquina enorme nos transforma en harina… es la vida que nos desprende de la cáscara protectora y nos destroza. ¡Cuánto dolor, no queremos eso! Pero así quedamos: hechos harina. Por suerte la historia no termina acá. Un panadero nos toma, agrega el agua del bautismo, del Espíritu Santo, mezcla la levadura de la Palabra de Dios y añade un poco de sal. Nos amasa, nos hornea y somos pan, algo totalmente nuevo y diferente al grano de trigo, somos cuerpo de Cristo. Por ello los invito a que: eleven sus corazones. los elevamos al señor.

Imaginemos ahora que somos uvas. Llevamos azúcar y jugo dentro nuestro pero están encerrados en nuestra cásca-ra. Una prensa enorme nos destroza la cáscara y libera lo que está dentro de nosotros. Jugo que fermenta y se transforma en vino, que es la sangre de Cristo. Por ello: demos gracias al señor nuestro dios. digno y justo es dárselas.

Es verdaderamente digno, justo y saludable que en todo tiempo y lugar te demos gracias, Padre celestial, porque a través del cuerpo y la sangre de Jesús, el buen pastor, trans-formas nuestras vidas regalándonos perdón, consolándonos en el dolor, sosteniéndonos en el día a día de nuestras existen-cias. Por ello, junto a todos los que nos precedieron en la fe, alabamos tu santo nombre cantando. santo, santo, santo mi corazón te adora, mi corazón te sabe decir, santo eres señor (tres veces).2

Palabras de institución de la Santa CenaNuestro Señor Jesucristo, la noche en que fue entrega-

do, tomó pan y, habiendo dado gracias, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: “Tomen, coman, esto es mi cuerpo que por ustedes es dado. Hagan esto en memoria de mí”.

Asimismo tomó la copa, después de haber cenado y, habiendo dado gracias, la dio a ellos diciendo: “Beban de ella todos; esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes. Hagan esto, todas las veces que beban en memoria de mí”.

Las palabras introduc-torias me emocionaron tanto porque más de una vez en la vida me he senti-do hecho harina, polvo o he sentido que me estruja-ban para sacarme todo el jugo, ya sea en el trabajo o en las relaciones familiares. Y de repente, estar allí des-pués de haber cantado el oh cristo, cordero de dios alrededor de la mesa con el pan y el vino sintiendo que soy yo quien está ahí y a la

vez es Otro, es Jesucristo entregándose miga por miga, gota por gota. Mentalmente pedí perdón por todos mis pecados, pedí fuerzas para reconciliarme, pedí por la congregación y di gra-cias por la oportunidad de estar en comunión con Cristo Jesús. Después de haber tomado el pan y el vino, el pastor leyó un versículo bíblico enviándonos al mundo en paz.

Pero el culto no termina aquí. Hay muchos hermanos y hermanas que no han podido venir por enfermedad, por tra-bajo o porque simplemente no tenían ganas. Hay, afuera de las puertas del templo, un mundo con necesidades, conflictos, dilemas y falta de certezas. Pedimos por ese mundo en la oración de intercesión. Es el cuerpo de Cristo, renovado por la comunión que pide a Dios por el mundo donde vive y resu-mimos todas nuestras peticiones con las palabras del Padrenuestro. Es hora de recibir la bendición: el señor nos bendiga y guarde, haga el señor resplandecer su rostro sobre nosotros y tenga de nosotros misericordia. vuelva su rostro a nosotros y nos conceda su paz. amén.

Regresamos a casa conversando de mil cosas distintas. Casi no hablamos del culto, no más que esto o aquello ‘estuvo lindo’. Sin embargo, cuando el lunes vuelvo a la lucha diaria, saber que hay un ‘buen pastor’ me ayuda. Estoy seguro que lo mismo le sucederá a usted cuando nos visite en el próximo culto. 3

Carlos A. Duarte

notas:

1. La mayor parte de esta liturgia de Santa Cena es de autoría del pastor

Juan Carlos Wagner, quien la celebró en un culto conjunto en la ciudad

de Esperanza, hace unos cuantos años.

2. “Santo, Santo, Santo es Señor Dios Sabaot. Cielo y tierra llenos de

gloria estén. Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nom-

bre del Señor. Hosanna, Hosanna en las alturas.”

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¡Hola chicos! En estos días estamos recordando la fiesta de

Pentecostés. ¿Te acordás de qué se trata? Mirá:

50 días después de la Pascua, los discípulos están juntos de nuevo. Pedro piensa en Jesús. Él les prometió que estaría siempre con ellos. Pero… ¿cómo? De repente, algo extraño sucede:

El misterio de PentecostésHechos 2,1-42

Una tormenta se acerca. Un niño escucha un gran ruido y mira por la ventana. ¡Qué curioso! La tormenta viene hacia la casa donde están los discípulos. Todos, hombres y mujeres, tienen algo parecido a llamas de fuego sobre sus cabezas, pero sin quemarlos. Todos están felices, cantan y oran. ¿Por qué están tan entusiasmados? ¿Será que están borrachos?

Fuente: Benjam

in Nº5-2012, p

ág. 4 y 5

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Este es el nacimiento

de la comunidad cristiana.

Los discípulos no están borrachos. Están llenos del Espíritu Santo que Dios ha enviado a sus corazones. Pedro dijo que de esta forma Jesús estará con ellos cada día.

Ahora todas las personas que se acercaron por curiosidad pueden escuchar el mensaje acerca de Dios, no importa de qué lugares vengan, pueden escucharlo en sus propios idiomas.

Dios es amor

Ese día, el mensaje de Pedro llegó a los corazones de muchas personas. Y como Jesús le prometió a sus discípulos, el Espíritu Santo les dio poder para predicar el Evangelio de Jesús a todo el mundo. Y no sólo ese día y a sus discípulos, sino siempre y a todos los que creemos en Jesús.

¿Te animás a colorear los dibujos?¡Hasta la próxima!

Jacinta

Page 34: Vida Abundante mayo/junio 2013

correo de lectores/as

motivos de oración

Estimados y estimadas:

A través de este medio los/as quiero felicitar por el último número de la revista Vida Abundante. En la mis-ma se trataron problemas de mucha actualidad, y que son parte de nuestra realidad. Poner en discusión estas pro-

blemáticas refleja una iglesia que tiene un alto compromiso con la vida. Se nota que la re-vista ha mejorado mucho en este último tiempo y es muy agradable sumergirse en su lectura.

Saludos,

Javier Oscar Gross

Motivos globales

• Querido Padre celestial, a través de nuestra oración nos acercamos a ti para pedirte la bendición de los y las trabajadoras. Todas aquellas personas que realizan una labor con amor, empeño y dedicación, confiando en que a través de sus esfuerzos les bendecirás con el pan de cada día. Protege a quienes están en la búsqueda de un trabajo digno, calma sus preocupaciones y renueva sus fuerzas. Te pedimos que fortalezcas en cada uno de nosotros y nosotras la vocación, que descubramos nuestros dones y capacidades para poder ofrecerlos de múltiples maneras.

• Dios de bondad y dador de vida infinita, nos unimos con las personas de buena voluntad de todo el mundo para recordar el Día del Medio Ambiente. Nos llamas a ser solidarios, a través de la oración y la acción, con las personas que sufren los efectos nefastos del cam-bio climático. Reconocemos que la Tierra será nuestro hogar sólo en la medida en que aprendamos a respetar y cuidar a la entera comunidad viviente. Sólo cuando humildemente asumamos nuestro lugar como parte de ella, protegeremos y restauraremos la integridad del sistema en que se desarrolla la vida y trabajaremos por el desarrollo sostenible de todos los seres vivientes.

Motivos regionales

• Dios creador, nos dirigimos a ti frente al cuadro de-solador que hemos presenciado o vivido durante las inundaciones y fuertes temporales en algunas regiones de Argentina. Nuestras palabras son insuficientes ante estas situaciones. Es por ello que tu gracia se ha hecho presente a través de miles de personas y organizacio-nes que, sin dudarlo, colaboraron de distintas maneras. Fueron manos extendidas hacia los más sufridos. Estas expresiones de bondad y misericordia son fruto de tu amor hacia la humanidad.

Motivos institucionales

• Señor y Dios de todos los tiempos, que has acompa-ñado a tu pueblo guiándolo en Justicia y Verdad. En oración te pedimos que acompañes los procesos ins-titucionales que están ocurriendo dentro del Instituto Universitario ISEDET, institución a la que le confia-mos -junto a otras iglesias hermanas- la formación de nuestros/as ministros/as. Acompaña cada paso, cada decisión y cada reforma y a todas aquellas personas que están implicadas en estos procesos de cambio. Guía a cada iglesia en la reflexión sobre el ministerio y la misión integral, con el único objetivo de continuar trabajando para tu Reino.

SALuDOS y FELICITACIONES

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Donde dice:Aniversario 125 del templo de la Congregación Evangéli-ca Alemana de Rosario.

Debe decir:Aniversario 125 del templo de la Congregación Evangéli-ca Alemana de Progreso.

Sección Nuestra visión, página 30.

Fe de erratas: Edición marzo/abril 2013

Clamor por los inundados

Buen Dios Cuánta desolación, tristeza y destrucciónCuánta injusticia, desidia e irresponsabilidadCuánta muerte, cuarenta y ocho en La Plata, seis en Buenos AiresTú has visto cómo nos ha cubierto el aguaNuestra desesperación y angustiaNuestra impotencia y pequeñezNuestra simpleza de creer que se ha perdido todoCuando queda mucha vida por delanteBuen Dios Apiádate de los deudosApiádate de los inundadosApiádate de nosotros que sin inundarnosEstamos dolidos y abatidos

Carlos A. DuartePastor presidente

Nos unimos en oración por aquellos motivos referidos a situaciones del mundo, la región y las comunidades.

Page 35: Vida Abundante mayo/junio 2013

Si busca actualidad, encuéntrela en la Biblia

“El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”

Proverbios 11,25

Page 36: Vida Abundante mayo/junio 2013

La vida es una serie de puertas que se cierran y se abren. Pasamos de habitación en habitación y tenemos diferentes experiencias. A veces nos gustaría cerrar puertas sobre viejas pautas de comportamiento negativas, viejos obstáculos, situaciones que ya no nos sirven ni nos nutren. Otras, estamos en el proceso de abrir nuevas puertas. Venimos a este mundo para aprender diferentes enseñanzas.Si has llegado hasta aquí en tu vida, has tomado las decisiones acertadas. Todos son cambios mientras vamos caminando por la vida hacia nuestro crecimiento espiritual.Abrí las puertas a la alegría, la paz, la curación, la prosperidad, el amor.Las puertas del entendimiento, la comprensión, la compasión, el perdón y la libertad. Las puertas de tu propia valía y tu dignidad, de la autoestima y el valor por ti mismo.Eternamente, continuaremos de puerta en puerta.

Víctor MartínezBuenos Aires

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