Vieja princesa hispana de gentil arrogancia aun sientes...

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constancia de la digna pobreza de la capital. El poema en referen- cia terminaba así (SOL PAMPERO: 08.05.1934): Vieja princesa hispana de gentil arrogancia aun sientes ardores por el arte de amar, y no por tu pobreza perdiste la prestancia de las horas gozadas con el vino de Francia en la ilustre casona del Marqués de Pumar. y era justamente verdad lo que dijo Menotti: los pobres de so- lemnidad abundaban en las calles de la ciudad que aún mostraba las ruinas en su arquitecturadesolada. El paludismo diezmaba aún a los pobladores. Las escuelas seguían perteneciendo auna élitc. Yaho- ra, un repentino ataque de viruc1a hacía comparsa en cse desfile de muerte que tanto había hecho sufrir y emigrar a los barineses. El gobierno estatal ordenó la apertura y cl desmonte de los de- sagües y las cunetas de la ciudad dc Barinas, en un esfuerzo por me- jorar la salubridad pública, combatiendo la invasión de los zancu- dos (SOL PAMPERO: 08.05.1934). Asimismo. una circularde la Secretaría General de Gobierno conminaba a los Jefes Civiles, el 2 de junio, a prohibir el tránsito a toda persona que no estuviera pro- vista del certificado de vacuna antivariólica, y se les ordenaba im- poner "enérgicamente, la práctica de esta medida salvadora, sin eximir de ella absolutamente a nadie" (SOL PAMPERO : 24.06.1934). En el año de 1934. aparte de la conservación de algunos cami- nos, de la construcción de unos puentes y de unos pocos y modestos edificios públicos como la Casa dc Gobierno de Santa Bárbara y la de Vcguitas, no se hizo nada más. Quizás la acción más importante durante la gestión gubernamental del coronel Rangcl Cárdenas ese año fue la elevación del caserío Veguitas, en cl Distrito Obispos. a la condición dc Municipio, agregándole la población de Barrancas y los vecindarios de El Playón y Santa Rita. Veguitas cobraba im- portancia. porque era "centro de tráfico obligado ... dc los vchícu- los que viajan entre Barinas, el Puerto de Nutrias y los demás puc- - 221

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constancia de la digna pobreza de la capital. El poema en referen­cia terminaba así (SOL PAMPERO: 08.05.1934):

Vieja princesa hispana de gentil arroganciaaun sientes ardores por el arte de amar,y no por tu pobreza perdiste la prestanciade las horas gozadas con el vino de Franciaen la ilustre casona del Marqués de Pumar.

y era justamente verdad lo que dijo Menotti: los pobres de so­lemnidad abundaban en las calles de la ciudad que aún mostraba lasruinas en su arquitectura desolada. El paludismo diezmaba aún a lospobladores. Las escuelas seguían perteneciendo a una élitc. Yaho­ra, un repentino ataque de viruc1a hacía comparsa en cse desfile demuerte que tanto había hecho sufrir y emigrar a los barineses.

El gobierno estatal ordenó la apertura y cl desmonte de los de­sagües y las cunetas de la ciudad dc Barinas, en un esfuerzo por me­jorar la salubridad pública, combatiendo la invasión de los zancu­dos (SOL PAMPERO: 08.05.1934). Asimismo. una circular de laSecretaría General de Gobierno conminaba a los Jefes Civiles, el 2de junio, a prohibir el tránsito a toda persona que no estuviera pro­vista del certificado de vacuna antivariólica, y se les ordenaba im­poner "enérgicamente, la práctica de esta medida salvadora, sineximir de ella absolutamente a nadie" (SOL PAMPERO :24.06.1934).

En el año de 1934. aparte de la conservación de algunos cami­nos, de la construcción de unos puentes y de unos pocos y modestosedificios públicos como la Casa dc Gobierno de Santa Bárbara y lade Vcguitas, no se hizo nada más. Quizás la acción más importantedurante la gestión gubernamental del coronel Rangcl Cárdenas eseaño fue la elevación del caserío Veguitas, en cl Distrito Obispos. ala condición dc Municipio, agregándole la población de Barrancasy los vecindarios de El Playón y Santa Rita. Veguitas cobraba im­portancia. porque era "centro de tráfico obligado... dc los vchícu­los que viajan entre Barinas, el Puerto de Nutrias y los demás puc-

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blos de la República" (MENSAJE DEL PRESIDENTE DE ZA­MORA, 1935).

En el resto del periodo que nos queda por examinar, nada no­table pasó en el Estado, salvo el cambio de su nombre, a pesar queque había muerto el general Juan Vicente Gómez y había comenza­do muy lentamente el desmantelamientode su régimen. Los que ha­bían gobernado al Estado durante mucho tiempo seguían allí, go­bernándolo, sin cambios de nombre. Los que ahora no figurabaneran porque la muerte los había ausentado. Así tan simple era.

El9 de enero de 1937la Asamblea Legislativa del Estado Za­mora, considerando que la Provincia de Barinas adoptó el nombrede Zamora para "honrar la Guerra Federal en uno de sus caudillosde más connotados relieves militares", y "Que la Guerra Federaldestruyó la prosperidad en los poblados de esta Entidad Federal ymarcó la iniciación de su rápida despoblación", acordó cambiarlea esta Entidad el nombre de Zamora por el de Barinas, a partir del18 de febrero de 1937 (GACETA OFICIAL DEL ESTADO, 429 :24.03.1937). Firmaban la disposición el Presidente de la AsambleaLegislativa, Roque Heredia Méndez, diputado por Obispos, y elprimer y segundo Vicepresidente, Samuel Martínez Cartay y JoséF. Traspuesto, ambos diputados por Pedraza. En aquella ocasión elPresidente del Estado era el general Carlos Jordán Falcón, y SimónA. Jiménez el Secretario General de Gobierno.

Así, con un considerando que no se ajustaba estrictamente ala verdad, los que siempre habían gobernado borraron el nombre deEzequiel Zamora, el Valiente Ciudadano, el general del pueblo, dela faz de los papeles oficiales.

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3. Rebaños contra cultivos

CODAZZI (1960 : 11, 173), cuando fue Gobernador de la Pro­vincia de Barinas, en 1846, había constatado el enfrentamiento delos agricultores y los criadores, pues:

la cría, ... , mata la agricultura. yesta no puede coexistirconaquélla.

Por ello, Codazzi pidió a los diputados provinciales que des­lindaran muy bien las dos actividades económicas. Codazzi era fa­vorable al predominio de la agricultura, porque:

una legua de tierra cultivada, puede dar trescientos milpesos libres, mientras que una de sabana, dará solo trescien­tos.

Uno se asombra ahora pensando cómo en el espíritu reflexivoy crítico que fue Codazzi, no hubiese pesado más la enorme poten­cialidad que guardaba en su seno esa llanura sin límites, aunque di­vorciada del resto del país, aislada de los mayores centros de con­sumo, desarticulada políticamente, marginada físicamente y des­poblada. En esas condiciones de aislamiento y despoblamiento,prospera más la ganadería que la agricultura, porque aquella activi­dad absorbe menor cantidad de mano de obra y el producto puede"esperar", como el ganado en pie o los cueros o la ca me seca, unaocasión propicia para llevarlo a los mercados distantes.

Otros observadores extranjeros se habían maravillado de lasenormes praderas y percatado de las condiciones favorables que all fexistían para el desarrollo de la ganadería.

Barinas, la Provincia o el Estado, la maravillosa provincia delos ríos, tenía condiciones excepcionales para el desarrollo tanto dela agricultura como de la cría. Se trataba, en realidad, como pensóCODAZZI (1960: 11, 197), más bien de definir claramente los te­rrenos para la agricultura y para la cría, y establecer un reglamentoparticular para cada actividad.

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Ese ordenamiento territorial, con unmapade uso apto para ca­da tipo de suelo, no se hizo entonces. No se hizo después. Las activi­dades productivas se mezclaron, perjudicándose, estorbándose.

Cuando se estudia la historia económica de Inglaterra, o decualquierotro país europeo donde se haya producido un cambio tanhondo como el de la revolución industrial, se observa que, entre loselementos favorables al aumento de la producción agrícola, apareceen lugardestacado el cercado de las tierras ("enclosures"), para rea­finn ar el derecho de propiedad sobre la tierra y evitarque el ganadoajeno entrase en ella. De esta manera, se delimitaban, de un lado,los campos de cultivo y, del otro, las áreas destinadas a la ganadería.De esa necesidad, ya se había percatado Codazzi, que era europeoy conocía de historia europea, pero no los otros. En 1937, de un totalde 2.04 1.808 hectáreas dedicadas a la actividad pecuaria en el Es­tado Zamora, sólo 92.823 hectáreas, es decir, un 4,54 por ciento, es­taban cercadas, permaneciendo 1.948.984 hectáreas sin cercar(MINISTERIO DE FOMENTO. CENSO AGRICOLA y PECUA­RIO 1937 : 84). En esas condiciones, era muy difícil desarrollarlaagricultura en áreas contiguas a la de la ganadería, y a los ganade­ros, por su parte, les resultaba prácticamente imposible el controlde su hato, para administrarlo mejor, si sus ganados se manteníandispersos y confundidos con los ajenos en grandes extensiones detierra no cercadas.

Ya pesar de que se hicieron algunos esfuerzos para promoverel desarrollo de la agricultura, la cría terminó por irnponérsele.

3.1 El fomento de la agricultura

El Presidente del Estado. Dr. Carlos Jiménez Rebolledo, pordecreto del 19de abril de 1910, ordenó la adquisición de 50.000 se­millas de caucho Castilloa, y de semillas de algodón y de tabaco ha­bano en cantidad suficiente. para repartir gratuitamente entre losagricultores del Estado.

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Por ese mismo decreto el gobierno estatal dispuso la creaciónde un Instituto de Fomento o Fondo Agrícola en Barinas, con la de­nominación de "Instituto de Fomento Agrícola del Estado Zarn­

ora ", para promover el cultivo del caucho, del algodón y del tabaco,con una asignación mensual de 400 bolívares (MEMORIA DELPRESIDENTE DEL ESTADO ZAMORA, 1911: 15: MEMORIADELSECRETARIOGENERALDELESTADOZAMORA,1911:30). El 5 de julio de 1910 se instaló la Junta Administradora de eseInstituto, integrada por el general Isidro Contreras R., Pedro JoséAngulo y Nernecio Lozano (EL RENACIMIENTO, 13:15.07.1910).

El caucho crecfa silvestre en Pedraza, 8arinitas y Barrancas,y se producía en abundanci a, lo mismo que el algodón. El tabaco ha­bfa sido uno de los puntales de la economía barinesa. Sin embargo,se trajeron semillas. Las de algodón venfan de Valencia. Las de ta­baco. de la variedad "Vuelta Abajo", se habían solicitado a La Ha­bana (EL RENACIMIENTO. 17 : 21.09.1910).

De esta manera se repartieron 150 matas de caucho, adquiri­das a Fernando Delgado; 50.000 semillas de caucho Castilloa,compradas a Antonio Vargas Hicher, y semillas de tabaco habanoenviadas por Juan Vicente Gómez (EL RENACIMIENTO. 2130.03.1911).

A estas medidas siguieron otras.

Pordecretodel2de juliode 1910se prohibió el sistema de de­rribar los árboles de caucho para explotarlos, que era una prácticairracional, y se prescribió el sistema de hacerle incisiones al troncodel árbol (MEMORIA DEL SECRETARIO GENERAL ESTADOZAMORA, 1911).

Por decreto del 28 de octubre de 1910 se dispuso la adjudica­ción de cuatro premios a los cultivadores de caucho, que plantarenel mayor número de árboles, y de tabaco, que tuvieren la mayor ex­tensión sembrada. Los premios se entregarían e15 de julio de 1911.

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y el jurado designado para el otorgamiento estaba integrado por elcomerciante Pedro José Angulo y los agricultores Julio Villame­diana y Antonio Paredes (GACETA OFICIAL. 56: 13.10.1911).Pero la fecha llegó y no se habían presentado las pruebas correspon­dientes. Por decreto del 5 de julio de 1911 se prorrogó el plazo deadjudicación hasta el 24 de octubre de 1911. Yesa fecha tambiénllegó sin que se hablara nada del asunto.

Los periódicos contribuyeron con la campana de fomentoagrícola. En EL RENACIMIENTO aparecieron artículos sobre elcultivo del algodón. de D.A. Montbrun (7: 06.04.1910); de A. Var­gas Hicher, el vendedor de las semillas de caucho. sobre el cultivodel caucho (las ediciones correspondientes a los números del 8 al15. es decir. entre el 15.04.1910 y el 12.08.1910); sobre el cultivodel algodón de Carlos E. Hahn, Cónsul de Venezuela en Génova(15; 12.08.1910).

Después, el entusiasmo decayó.En 1917 el Presidente Isilio Fcbres Cordero, inspirado por un

telegrama de Juan Vicente Gómez, dcl3 de abril de 1917, en el cualestimulaba a las autoridades estatales a promover el cultivo de latierra. hizo renacer la preocupación por el crecimiento agrícola.

Por decreto del 11 de abril de 1917. se establecieron cuatropremios a los agricultores de arroz, maíz, caraotas y algodón (PA­TRIA Y UNI0N. 38: 05.05.1917).

Bs. 300 al que produjera, como mínimo. 2.300 kgs. dearroz descascarado por hectárea.

Bs. 300 al que cosechara más de 3.360 kgs, de maíz porhectárea 1

Bs. 200 al que cosechara más de 600 kgs. de caraotas uotras leguminosas por hectárea.

El premio se otorgaría a quien produjeramás de 100 fanegas de máizporha.Pero, dada la ambigüedad del sistemade pesas y medidas, la fanega tenía va­rias equivalencias para el mismo cultivo: por ejemplo, en Aragua equivalíaa 264 libras, y en Zamora a 336.

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Bs. 200 al que produjera más de 2.300 kgs. de algodónen bruto por hectárea.

En realidad, estos premios eran muy difíciles de concederporque los niveles de producción solicitados eran elevadísímos pa­ra la época. La medida era plausible, pero improcedente. Casi 60anos más tarde, en 1974, los rendimientos de estos cultivos estabanmuy pordebajo de aquellas cifras. Según el ANUARIO ESTADIS­TICOAGROPECUARIODELMAC(1974),elrendimientoprome­dio nacional de arroz era de 2.528 kgs, por hectárea; el de maíz,1.198; el de algodón, 1.076, y el de caraotas, 375.

Entonces, en 1917, en el Estado Zamora, exceptuando el Dis­trito Arismendi, para el cual no se dispuso de información, se pro­dujeron 4.000 fanegas de arroz y 22.700 fanegas de maíz (PATRJAY UNJON, 42: 25.09.1917). La misma fuente informaba que laproducción agrícola de ese ano había superado a la de los anos an­teriores, como resultado de la política de Gómez y de Febres Cor­dero de "dar mayor extensión a las labores agrícolas".

Las cifras anteriores discriminadas por Distritos, dan el si­guiente resultado:

Producción de Arroz y de Maíz en el Estado Zamora,discriminada por Distritos, en 1917

En fanegas

Distrito

BarinasBolívarObisposPedrazaRojasSosaArismendi

Arroz

300500

1.0001.000

750450ND

4.000

Maíz

3.7001.5005.5004.5003.0004.000

ND

22.700

Fuente: PATRIA Y UNION,42: 25.09.1917

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La producción agrícola del Distrito Bolívar, una de las mayo­res zonas productoras del Estado, y la segunda plaza comercial, ha­bía venido decayendo con el paso de los años. Según informacionesdel comerciante R. Castellanos L., aparecidas en el BOLETIN DELA CAMARA DE COMERCIO DE CARACAS (94: 01.09.1921),la producción anual de café del Distrito, hacia 1921, era de apenas1.000 a 1.500 sacos; de panela, de 800 a 1.000 cargas; de arroz, de800 a 1.000 sacos y de manteca, unas 400 a 500 latas. Dentro delDistrito, destacaban Altamira y Calderas. En Altamira se producíande 2.000 a 3.000 sacos de café, mientras que en Calderas, la pro­ducción alcanzaba de 6.000 a 8.000 sacos. Luego esas zonas se de­primieron. Todavía en esa fecha, a falta de buenos caminos, cir­culaban diariamente entre Barinitas y Las Piedras, más de un cen­tenar de mulas llevando y trayendo las producciones de ambas zo­nas. En el Distrito había mucha actividad aún, y según el comer­ciante y poeta Lisímaco Quintero (BOLETIN DE LA CAMARADE COMERCIO DE CARACAS, 96: 01.11.1921), se trabajaba lacocuiza, elaborándose cabulla fina para coser, mecate, sacos de fi­que, alpargatas y sombreros.

Perola preocupación porel fomento agrícola volvía a dormirse,y despertaba de vez en cuando, siempre, bajo la inspiración, debereconocerse, del Presidente Juan Vicente Gómez, En 1926, el ge­neral Gómez visitó El Trompillo, en Carabobo, y regresó a Mara­cay gratamente impresionado por una Escuela Granja que allí fun­cionaba. De inmediato, el 19 de octubre, envió un tclegram a al Pre­sidente de Zamora, que era el general Ismael Arellano, insinuándole(las "insinuaciones" de Gómez eran órdenes) la conveniencia defundar "sin pérdida de tiempo" una granja moderna para la educa­ción agrícola en los alrededores de la ciudad de Barinas. Por su­puesto, el Presidente de Zamora, el mismo día, decretó la creación,en la parte noroeste de la ciudad, cercana a la Avenida Rehabilita­ción, de una "granja agrícola moderna, con el fin de que allí recibanlos niños enseñanzas científicas del cultivo de la tierra" (PATRIAY UNION, 178: 28.10.1926).

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La agricultura del estado estaba en aquel tiempo de capa caí­da. El cónsul de Venezuela en Bremen, Alemania, confesó que, en1928, había cerrado una magnífica transacción: la venta de 100 pe­tacas de tabaco poniendo por base el precio de 800 centavos ho­landeses por libra, casi el doble de su antiguo valor, y no pudo con­seguir ni una bala de tabaco barinés para exportar (EL IMPULSO,5: 15.11.1930).

En 19321a Jefatura Civil de Barinas distribuyó gratuitamenteentre los agricultores semillas especiales para el cultivo del arroz,enviadas desde Caracas por el Ministerio de Salubridad, Agricultu­ra y Cría (SOL PAMPERO, 1 : 23.01.1932).

En 1934 la crisis agrícola venezolana era ya insostenible. LaGran Depresión mundial había ocasionado una baja sostenida delvalorde las exportaciones, especialmente de los precios de exporta­ción de café y de cacao, y los agricultores venezolanos se hallabanprácticamente al borde de la ruina. Para amortiguar tales efectos, elGobierno Nacional decretó el 24 de julio de 1934 un subsidio de 10millones de bolívares como ayuda a los agriculLores de café y de ca­cao. Al finalizar el año de 1935, el Gobierno decretó un nuevo sub­sidio de 30 millones de bolívares, destinado tanto a la agriculturacomo a la cría, pero poco después fue modificado en forma de pri­mas de exportación para algunos productos agrícolas y pecuarios(VELOZ, 1945 : 382-385).

Para la aplicación del decreto gomecísta del 24 de julio de1934, el Presidente de Zamora, que era el coronel José Vicente Ran­gel C; nombró el 8 de agosto una Junta Asesora, compuesta por loscomerciantes Pedro José Parra y Gerónimo Paolini y los agricul­tores Jesús María Angulo y Pedro Gil. La ayuda a los agricultoresera gratuita, pero la planilla de aprobación debía contar con la opi­nión y la conformidad del Presidente del Estado. Un día después,el9 de agosto, el Presidente de Zamora ordenó la exoneración a losagricultores, a ser auxiliados por el Gobierno, del pago del Impues­to de papel sellado y de los derechos de copias y certificaciones enlas oficinas de Registro yTribunales (SOL PAMPERO, 30.08.1934).

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Por ser el Distrito Bolívar el mayor productor de café del Estado,la sede de la Junta Asesora se estableció en Barinitas.

3.2 La hegemonía de la ganadería

Como vaticinó Codazzi, la ganadería superó a la agricultura.y se convirtió en la actividad económica dominante en el Estado, apesar de las enormes dificultades que debió enfrentar.

Según el censo ordenado por Fernando Miyares en 1787, laProvincia de Barinas, que comprendía a los actuales Estados Ba­rinas, Apure y parte de Portuguesa, contaba con 505.079 cabezas deganado. El volumen más clcvadode reses se localizaba al sur del ríoApure, en San Juan de Payara (con 122.640cabezas), Banco Largo(89.085) YSan Vicente (46.550). En estas tres poblaciones apureñasse concentraban 258.275 cabezas, equivalentes a un 51 por cientodel total existente en la Provincia. En los pueblos pertenecientes alactual Estado Barinas habían 179.616 cabezas de bovino, corres­pondientes a un 36 por ciento del total provincial.

Para el año de 1910 en el Estado Zamora habían 102.413 re­ses, inferiores a las que tuvo en 1787. Pero después el plantel va­cuno comenzóa recuperarse, pasando a 282. 138en 1922. a 345.554en 1924, y a 361.309 en 1936 (BRICEÑO, 1985 : 58).

El capital invertido en la ganadería del Estado Zamora era, pa­ra 1910, de Bs. 1.117.000, cifra que resulta inferior a lo invertidoen Cojedes, Guárico y Apure (BRICEÑO, 1985 : 59). Tan baja 1n­versión obedecía a dos factores: al bajo precio de la tierra y al bajoprecio de las cabeza'> de ganado vacuno.

Para 1920-1921 el valor promedio de la tierra en los LlanosOccidentales era el siguiente:

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Valor promedIo de la tierra en los Llanos Occidentalesde Venezuela. Años 1920-1921.

En Os.lba.

Estado TIerra de 11

Apure 4,80Cojedes 3,30Barinas 1.60Guárico 1.12Portuguesa 0,40

Fuente: BRICEÑO. 1985 : 74.

Tlerrade 21

3.201.601,00NDND

El precio de la tierra en los Llanos Occidentales contrasta no­toriarnente con el registrado en Aragua, donde una hectárea costaba.en promedio, 322 bolfvares.

Porotra parte, una vaca parida costaba entre 36 y40 bolfvaresen 1924.

No es de extrañar, pues, que los hatos se vendieron por sumasde dinero que ahora pudieran parecemos insólitas. Por ejemplo, laseñora Teresa de Amesen, residente en Puerto Nutrias y propietariadel hato Santa Teresa, lo ofrecía en venta, en 1909, con una su­perficie de 2,5 leguas de sabana (equivalentes a·3.750 hectáreas).con 2.500 reses de cría, un buen garcero, oficina, potreros y corra­les. y situado a 5 leguas de Puerto Nutrias. por sólo Bs. 48.000 (ElSOL DE LOS LLANOS, 42: 06.02.1909).

Desde 191n. paralelamente al fomento de la agricultura, secomenzó a promoverel desarrollo de la ganadería, pero de una ma­nera más sistemática de lo que se hacía con la agricultura.

Ese año existía una contribución por pago de papeletas, esta­blecida por la Ley de Llano. para el beneficio del ganado ofrecidoal consumo público. Así se pagaba BS.l por cada res beneficiada,y Bs. 3 por la labor de beneficiar las reses. Y el producto de estascontribuciones se destinaba al fomento de la cría (EL RENA-

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CIMIENTO, 7 : 06.04.1901). Por otra parte, se tomaron algunasmedidas complementarias para proteger el plantel vacuno del Es­tado. El 30 de junio de 1910 se prohibió, por decreto, ratificado el22 de septiembre, el beneficio de vacas para el consumo público ypara la exportación desde el Estado, y el degüello de reses para uti­lizar solamente las pieles (MEMORIA DEL SECRETARIO GE­NERAL DEL ESTADO ZAMORA, 1911).

Se ofrecieron esúmulos al mejoramiento de las razas ganade­ras, auspiciando el mestizaje de los ganados criollos con otras razasde calidad superior. El 19 de diciembre de 1910 se decretó el esta­blecimiento de un concurso anual para premiar los dos mejores pro­ductos del cruzamiento del ganado criollo con razas extranjeras.Los premios eran de Bs. 500 y400 a los dos ganaderos triunfadores(EL RENACIMIENTO, 20: 24.12.1910).

Los Presidentes del Estado, especialmente el general IsilioFebres Cordero, rico ganadero. se habían esforzado para combatirel robo de ganado. práctica muy frecuente en aquellos tiempos,aunque de vieja data.

Un ejemplo ilustrativo de los efectos desastrosos ocasionadospor el abigeato nos lo da la población ganadera del Municipio LaLuz. Hacia el afio de 19qo, cerca de La Luz pastaban de 10.000 a12.000 reses. Para 1903, esa cifra se había reducido a poco más de600 reses, principalmente por el abigeato. Por otra parte, ese pro­blema era archiconocido en los llanos desde hacía mucho tiempo.Fernando Miyares, Gobernador de la Provincia de Barinas, segúnuna comunicación fechada en Barinas el 25 de septiembre de 1789,había establecido, desde el 27 de abril pasado, "quatro quadrillaspara perseguir y aprender los ladrones y malechores que destruienlos Hatos de ganado y tienen infestados estos Llanos" (pATRIA YUNION, 128: 31.01.1924).

En su oportunidad al general Febres Cordero le reconocieronpúblicamente sus esfuerzos en este sentido. Una Junta de Criadoresdel Estado Zamora, creada el 3 de noviembre de 1915, agradeció

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cálidamente a Febres Cordero su inmensa labor contra el abigeato(pATRIA y UNION, 2: 10.11.1915) y festejó aJ.V. Gómezcomoel "Salvador de la Industria Pecuaria en Venezuela" (PATRIA YUNION, 4 : O1.12.1915). En uno de sus actos de agradecimiento,la Junta de Criadores ofrendó a Gómez una copa de oro, por pro­posición del Dr. Carlos Febres Cordero.

El19 de marzo de 1915 el Presidente Febres Cordero emitióun decreto (GACETA OflCIAL, 122: 13.08.1915), prohibiendoen el Estado el beneficio de vacas para el consumo público o priva­do y la exportación de vacas que no fueran destinadas a la cría, dis­poniendo para los infractores una multa de 40 bolívares o arrestoproporcional por cada vaca beneficiada o exportada ilegalmente.

Ese afio la Asamblea Legislativa del Estado había decretadouna Ley de Llano, el 17de marzo de 1915~ pero al afiosiguiente fuederogada, y dictada otra Ley de Llano el 2 de marzo de 1916, máscompleta que la primera (GACETA OflCIAL, 144: 10.06.1916).Allí se reconocía que la cría era la actividad productiva más im­portante del Estado, para justificar los esfuerzos que se hacían paraprotegerla y desarrollarla (Art. 1). Se definían los "Hatos" y las"Fundaciones". Los primeros eranaquellos establecimientos pecua­rios que herraban anualmente de 150 crías en adelante; y los segun­dos, los establecimientos que no alcanzaran tal cantidad (Art. 2). Sedividían ambiguamente las sabanas en dos tipos: las de primeraclase, con una sustentación de 1.000 reses por legua cuadrada, y lasde segunda clase, con una sustentación de 700 reses por legua cua­drada (Art. 3). El Artículo 59se especificaba que las sabanas de se­gunda clase eran aquellas escasas de agua en el verano y que se ane­gaban en más de un tercio durante el invierno. Se establecía la obli­gación de empadronar, por una sola vez, el hierro o los hierros paramarcar los animales de cría. Y para evitar el abigeato, se prohibíael uso de hierros de cajón, troje o escalera que se prestaren a altera­ciones ("chachapeo"), o de marcas en las orejas conocidas comotronce, punta de lanza, levado corrido y martillo, o algún otro corteque hiciera desaparecer la mitad de la oreja. Se establecía que lamarca de la oreja era la referencia sustitutiva para identificar el ga-

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nado no herrado (Art. 22). Se establecía que toda cría encontradasin madre, ni marca ni hierro, pertenecía al dueño de la sabana (Art.23). Para poder transitar en una posesión a pie o a caballo debía con­tarse con un permiso escrito del dueño o del mayordomo (Art. 26).Todo criador debía dar dos rodeos o juntas a sus convecinos y a losdemostradores: uno desde el 15.04 al 30.06 y otro desde el 15.11 al15.02 (Art. 28). También se establecía la obligación de la guía paratransportar ganado dentro y fuera del Estado, así como una guíacomprobatoria de la procedencia del animal para proceder a su be­neficio.

Además del impuesto que pagaban los ganados exportados.se estableció en 1916 un impuesto sobre la propiedad pecuaria parasufragar en una "prudente proporción la base del ingreso que re­quiere la conservación del Estado en beneficio de los asociados".Para atraer brazos al Estado, se eximió al colono de la llamada con­tribución de pisos (pATRIA Y UNION. 27 : 23.10.1916).

Un año antes, en 1915. se habían dictado dos decretos ejecuti­vos para elfomento de la ganadería. Uno, el 19 de marzo dc 1915.que prohibía el beneficio de vacas para cl consumo público. en con­sonancia con decretos similares de años anteriores. Y el otro, del 19de julio de 1915, que reglamentaba al primero, dejando fuera las va­cas inhábiles para la cría, y teniendo en cuenta "que aquella pro­hibición es absoluta y por tanto perjudicial a los dueños de vacas entales condiciones", decretó que se exceptuaban de la prohibiciónlas vacas que. por haber perdido tres tetas por lo menos, y las quepor haber pasado de diez partos, quedaban inhabilitadas para la cría(pATRIA y UNION. 21 : 05.08.1916).

El 3 de mayo de 1917 se estableció un impuesto de Bs. 25 porcada vaca extraída del Estado. porque el comercio de vacas conotros Estados menoscababa la cría (PATRIA Y UNION, 39 :12.05.1917).

El7 de marzo de 1917 se había dictado una nueva Ley de Lla­no, que derogaba la Ley de 16 de marzo de 1916 (GACETAOFICIAL, 172: 23.04.1917).

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El 29 de julio de 1919 el gobierno estatal prohibió por decretoel beneficio de cabras útiles para la cría (pAlRIA Y UNION, 64:20.08.1919). Tal decreto se justificaba por el alto precio que habíanalcanzado las pieles de chivo.

El31 de marzo de 1921 fue creado en el Estado Zamora el car­go de Inspector de Llano, recayendo el nom bramiento en CristóbalQuintana, con un sueldo de 100 bolívares mensuales (MEMORIASECRETARIO GENERAL, 1922).

Aparte de las medidas protectoras de la ganadería y del com­bate al abigeato. el gobierno de Febres Cordero decretó, tambiénpor insinuaciones del general Gómez, con fecha del 9 de mayo de1921 una campaña contra la enfermedad de los bovinos conocidacomo actinomicosis. o galápago. producida. se decía, por un hongotransmisible en las secreciones de las re-ses enfermas. La res en­ferma, según el decreto, debería ser aislada y tratada con yoduro aaltas dosis, y si no respondía al tratamiento. se sacrificaba e inci­neraba (PATRIA Y UNJON. 85: 24.05.1921).

En carta del Presidente Febres Cordero al Dr. Vicente Lecuna,Presidente de la Cámara de Comercio de Caracas. se informó que,aparte de la actinomicosis. afectaban al ganado vacuno en la regiónel vejigazo (o carbunclo) y la diarrea, a los temeros de hasta seis me­ses. Los parásitos más comunes eran la garrapata y el gusano demonte. En el verano el ganado era afectado por la ceguera. El ga­nado caballar y mular era afectado por la derrengadera y la peste bo­ba (BOLETIN DE LA CAMARA DE COMERCIO DE CARA­CAS. 97: 01.12.1921).

El general Juan Vicente Gómez había recomendado, en tele­grama del 27 de agosto de 1921, la conveniencia de dictar medidaspara que en 1922 no se permitiera la extracción de toros de los hatoscon destino a la ceba y al degüello, y que la castración de los ga­nados fuera efectuada cuando todavía estaban pequeños para obte­ner una carne de superior calidad. Tal método de castración fue re­comendado porEdward Morgan en un artículo de la revista venezo-

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lana La Hacienda. Morgan había visitado en 1920 la Compañía deCarnes Congeladas de Puerto Cabello y había elogiado los anima­les pertenecientes a los rebaños de Juan Vicente Gómez (PATRIAY UNJON, 99: 18.10.1929). Atendiendo a la recomendación deGómez, que como hemos dicho siempre eran órdenes. se decretó el12 de septiembre, la prohibición de extraer toros de los hatos y delas fundaciones del Estado con destino a la ceba y al degüello, asícomo elmétodode castración (pATRIA Y UNION. 97: 17.09.1921).

En Barinas, en 1922, el ganado en tránsito sólo pagaba un im­puesto de un bolívar por cabeza, que se satisfacía con la inutiliza­ción del papel sellado en que se elaboraban las guías. Aparte de ello,no se cobraba impuesto de tránsito sobre pieles, manteca o ningúnotro producto, ni se habíanestablecido impuestos sobre las especieso los artículos extraídos de otros Estados (PATRIA Y UNION, 105:05.08.1922).

Una circular del 4 de agosto de 1922 del Secretario Generalde Gobierno del Estado, Br. Angel María Nieves. enviada a los Je­fes Civiles de los Distritos. mencionaba las recomendaciones apa­recidas en el BOLETIN DE LA CAMARA DE COMERCIO DECARACAS (103 : 01.06.1921). sobre la manera más convenientede secar los cueros para mejorar su calidad. Ordinariamente loscueros se secaban, estacándolos o simplemente extendiéndolos enel suelo. Se recomendaba, entonces, colgarlos verticalmente, tensa­dos dentro de una especie de bastidor (pATRIA Y UNION. 106 :26.08.1922). Los cueros tipo Orinoco habían venido depreciándoseen los mercados extranjeros. cotizándose a Bs. 35 los 100 kgs. aecueros frescos y Bs. 90 los 100 kgs. de cueros secos. Esa baja deprecios estaba relacionada con la forma cómo se desollaban las re­ses, se secaban y almacenaban los cueros, y se herraban los ganados(pATRIA y UNION, 109 : 04.11.1922).

El 8 de septiembre de 1922, el Presidente general Febres Cor­dero ordenó el levantamiento del Censo Pecuario en el Estado Za­mora (pATRIA Y UNION, 108 : 07.10.1922). Los datos prove­nientes de este Censo, que sólo se realizó en el ámbito estatal zamo-

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rano y noen los Estados vecinos, constituyen una referencia impor­tante para comprender los problemas confrontados por el subsec­toro

Según el CENSO PECUARIO DEL ESTADO ZAMORA(1923: 72) el Estado tenía 1.711.882 hectáreas dedicadas a la cría.y una población vacuna de 345.554 animales. lo que arroja un pro­medio de 0.20 reses porhectárea. 0.10 que es lo mismo. de 4,95 hec­táreas por res. Esta baja capacidad de sustentación de reses por hec­tárea es uno de los rasgos típicos de la ganadería extensiva y ex­tractiva que caracterizó a la Venezuela del siglo XIX y comienzosdel XX. En los Distritos Pedraza y Arismendi, que registran los ma­yores porcentajes del Estado en lo que se refiere a cabezas de va­cuno y a hectáreas dedicadas a la cría. el nivel de aprovechamientode la tierra es muy bajo. pues. en los doscasos, la mitad de las sa­banas estaban sin explotar:

Censo Pecuario del Estado Zamora.1922·1923

N2de N2de N2de N2de N2deDistrito Has. reses caballos mulas asnos puercos

Arismendi 518.488 109.619 1.093 34 758 7.725Harinas 240.650 49.681 494 33 647 3.717Bolívar 343 120 89 270 946Obispos 131.232 27.130 214 49 829 5.029Pedraza 528.082 94.669 474 64 179 2.676Rojas 91.400 23.864 103 26 665 5.724Sosa 202.030 40.248 216 19 647 3.613

Total 1.711.882 345.554 2.714 314 3.995 29.430

Fuente: CENSO PECUARIO ESTADO ZAMORA. 1923 : 72.

Por otra parte. la producción anual de queso y la hierra anualde vacunos. según el mismo censo. fue la siguiente:

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Estado Zamora. Producción anual dequeso e hIerra anual

1922-1923

Distrito

ArismendiBarinasBolívarObisposPedrazaRojasSosa

Total

Producción anualde queso (kgs.)

146.6409.436

7.7658.1706.675

41.038

219.724

Hierra anualvacunos (cabesas)

22.01511.107

705.800

22.0295.3449.418

75.783

Fuente: CENSO PECUARIO ESTADO ZAMORA. 1923 : 72.

Según el Censo existían en Zamora 312 propietarios de esta­blecimientos pecuarios que controlaban 1.711.882 hectáreas:

Estado ZamoraPropiedades pecuarias

1922-1923

Na pro-Superficie (Ha.) pletarlos % Superficie (Ha.) %

Hasta 999 74 23 28.379 21.000 - 4.999 139 45 308.545 185.000 Y más 99 32 1.374.958 80Total 312 100 1.711.882 lOO

Fuente: CENSO PECUARIO ZAMORA. 1923; BRICEÑO. 1985: 83.

La situación descrita por el Censo Pecuario de Zamora semantuvo casi inalterable durante todo el período gomecista. El pre­sidente Gómcz, en la medida en que su enorme poder se consoli­daba y comenzaba a administrar al país como su hacienda particu­lar. se convirtió, junto con sus familiares y amigos. en uno de los

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mayores terratenientes de Venezuela. Y monopolizó no sólo las tie­rras del centro y del llano, sino que controló el rentable negocio dela compra-venta de ganado y de los derechos de playa en las ciu­dades. Lentamente, Gómez se convirtió en un verdadero pulpo delnegocio ganadero. De controlar el monopolio de la carne en el Dis­trito Federal, pasó a controlarlo en Valencia y Puerto Cabello, ymás tarde, a controlar también el suministro de carne a la VenezuelaMeat Export Company de Puerto Cabello, mientras acaparaba lasmejores tierras del país (BRICEÑO, 1985 : 230). Gómez inspirabamuchas de las medidas tomadas en un aparente beneficio de la ac­tividad ganadera nacional, pero 10hacía también por un interés es­trictamente personal, dada su prominente condición de ganadero ymonopolista de la actividad, que le reportaba una ganancia aproxi­mada a medio millón de bolívares al afio.

La actividad pecuaria venezolana, perturbada por factores in­ternos y externos, entra en una situación de grave estancamiento.De una parte, actuaban los factores internos, tales como la escasainversión en el sector, la existencia de relaciones de trabajo de ser­vidumbre, la escasa o nula incorporación de tecnología, la falta deprogramas sistemáticos de desarrollo del sector referidos a razas demayor rendimiento, pastos cultivados, sistemas administrativos,etc., amén de las tendencias negativas de concentración de la tierraobservadas. De la otra parte, el comportamiento del sistema capita­lista a nivel mundial, con sus severas crisis como lade 1921 y 1929,produjeron una notoria contracción de la demanda mundial, oca­sionando significativas reducciones de los precios tanto de la carnecomo del cuero de la res (BRICEÑO, 1985 : 243-246).

3.3 La rémora del latifundio

En 1923, de acuerdo al censo pecuario de Zamora, la can­tidad de propietarios de hatos con una superficie inferior a 1.000hectáreas, ya de por sí suficientemente extensos, era de casi una.cuarta parte en relación con el total estatal. Sólo 74 propietarios, un23 por ciento del total, controlaban 28.379 hectáreas, apenas equi­valente a un 2 por ciento del área total dedicada a la ganadería. Por

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otra parte, 238 propietarios de hatos mayores de 1.000 hectáreascontrolaban 1.683.503 hectáreas, es decir, un 98 por ciento del áreatotal.

En 1937, quince anos después, el latifundismohabía aumenta­do : 237 propietarios de hatos superiores a las 1.000 hectáreas, un79 por ciento del total, eran dueños de 2.012.887 hectáreas, equi­valentes a un 99 por ciento de la superficie ganadera. Ese ano lospropietarios de hatos inferiores a las 1.000 hectáreas se habían re­ducido a 64, controlando apenas 29.020 hectáreas, el 1 por cientodel área ganadera total :

Estado Zamora.Propiedades pecuarias

1937

Superficie (Ha.)NI pro-

%pletarlos

Hasta 999 64 211.000 - 4.999 137 465.000 Y más lOO 32Total 301 lOO

Superficie (Ha.) %

29.020 1317.454 16

1.695.433 832.041.907 lOO

Fuente: MINISTERIO DE FOMENTO. CENSO AGRICOLA y PECUARIOESTAOO BARINAS. 1940: 51-52.

Según el Censo Pecuario dcl Estado Zamora dc 1923 (1923 :30, 43, 61, 65-66), las propiedades con superficie mayores de10.000 hectáreas eran las siguientes:

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Hato Propietario Superftcle N'de(has) reses Municipio

San Rafael Gabriel Briceño 1. 20.000 932 NutriasMargarita Miguel Rodrigucz 10.000 400 NutriasLos Tamarindos luan Fadul 10.000 2.200 NutriasUrero 1.1.liménez 10.000 800 NutriasHato Viejo I. Febres Cordero 13.750 2.500 BarinasLaOrurita 1.Febres Cordero 13.350 1.000 TorunosSan Nicolás l. Febres Cordero 13.350 6.500 TorunosBuena Vista Francisco Concha 12.000 400 TorunosLa Candelaria Pedro Luis Concha 13.750 800 TorunosCalleja Tajan & Abirad 26.000 9.000 Santa LucíaLa Maporita Elías Baptista 10.000 121 Santa LucíaBuenos Aires Francisco Concha 24.000 300 Santa InésLa Palma Pedro Luis Concha 12.500 100 Santa InésLas Mercedes M.Jchazú 12.500 3.000 San SilvestreEspinito José Isilio Cordero 12.500 1.000 ObisposMaporital Miguel Rodríguez 10.000 1.500 La LuzSanta Rita lE. Sarquis 12.000 1.600 La LuzEl Mamón F. Urriola 10.000 1.500 Santa RosaPalito Arriba í'..cnónGodoy V. 13.000 1.800 Santa RosaEl Carvallero Anselmo García B. 12.000 800 Santa Rosa

Algunos de estos latifundistas tenían, además. otros hatos demenor extensión que se agregaban a su patrimonio.

Francisco Concha. además de sus hatos Buena Vista y BuenosAires. que sumaban 36.000 hectáreas. poseía los hatos Aceituno.con 5.000 hectáreas y 800 cabezas de ganado y San José. con 300cabezas. en Santa Inés.

Pedro Luis Concha. además de sus hatos La Candelaria y LaPalma. que totalizaban 26.250 hectáreas. era propietario de los ha­tos El Gallego. con 3.750 hectáreas; San Pedro. con 3.750 hectáreasy El Cerrito, con 5.750 hectáreas. para un gran totalde 39.200 hec­táreas.

A pesar de los enormes esfuerzos que representó la elabora­ción del Censo Pecuario de 1923. resultó. en la práctica. incom­pleto. pues quedaron sin reseñar muchas propiedades pecuarias deimportancia.

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El general Isilio Febres Cordero hizo constar en el periódicoPATRJA y UNJON (70 : 09.03.1920), que de las 60.000 hectáreasque comprendía el hato Corocito, en el Distrito Arismendi, él po­seía 20.000 hectáreas, obtenidas como herencia de su madre Her­cilia Reimí de Febres Cordero, en 1881, y por compra de los otroscoherederos. La otra parte del hato pertenecía a la Sucesión Fi­gueredo, 20.000 has., a la Sucesión Borrego, 10.000 has., y a Plá­cido Reyes, 10.000 has. El general Febres Cordero poseía tambiénel hato Garzas, ubicado en el Municipio Torunos, con una exten­sión de 13.750 has. Este hato fue adquirido a Fernando Villafañe,representante de Pilar Teresa Carvallo, y a José Manuel Canales, enrepresentación de su esposa Teresa Carvallo y tutor de la menorMargarita Carvallo, en 1898(PATRJA y UNJON, 89: 21.06.1921).Fcbres Cordero tenía además el fundo Gavilancito, del MunicipioBarinas, con 5.000 has., comprado a José Lorenzo Carvallo, 2.500has., en 1910, y las 2.500 restantes a Fritz Kuhu, socio-gerente deBlohm & Ca. de Ciudad Bolívar, y a Carlos Acosta, Síndico de laquiebra de Juan B. Dalla Costa e Hijos, de Ciudad Bolívar, en 1918,y, por último, tenía participación en el hato El Erizo o Juana Hur­tado, junto con su pariente Nicandro Arvclo, de 4.055 has., situadoen el Municipio Barinas (PATRIA Y UNJON, 91 : 30.07.1921).

Los hermanos Pedro Luis y Francisco Concha eran coducñosdel hato Corocito, con 3.750 has., y de Maporal, con 12.500 has.(PATRIA y UNION, 95 : 09.08.1921).

Leonardo Bona e hijos eran dueños de la gran posesión co­munera de Sun Sun, El Gadín y la Flechera, en el Municipio Gua­darrama del Distrito Arismcndi, con 80.000 has. (PATRIA YUNION, 83 : 28.04.1921).

Los Hermanos Laprea eran propietarios del hato La Trinidad,con 52.275 has., adquirido por compra al general Francisco Batallae hijos, en 1921 (PATRIA Y UNION, 85 : 24.05.1921).

José Isilio Cordero S. era propietario, en sociedad con JuvenalBalestrini, del hato Espinito, de 12.500 has., adquirido en 1916 al

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general Isilio Febres Cordero, quien lo poseía desde 1909, debidoa una herencia. Espinito era de Francisco Pavolini, casado con unahermana de Febres Cordero. En un viaje a Trinidad, Pancho Pa­volini y su mujer murieron al parecer envenenados; y su hijo, he­redero universal, quedó a cargo de un tutor, el general Febres Cor­dero, Desgraciadamente, el muchacho murió de hematuria antes decumplir la mayoría de edad, y todos su bienes, entre ellos Espinito,pasaron a manos del general Febres Cordero. El3 de marzo de 1920José Isilio Cordero S. se convirtió en único dueño de ese hato alconvenir la repartición de tierras y ganado con Balestrini. CorderoS. tenía además el hato Ayacucho, de 7.500 has. (pATRIA YUNJON, 92 : 02.08.1921).

Nicandro Arvclo, además de su participación en el hato ElErizo, era dueño del hato Santa Elena. de 15.000 has.. y de Mata dePalma o Caramuca, de 1.600 has (PATRIA Y UNION. 9202.08.1921 ).

Nicolás Santaclla era coducño de la gran posesión comuneraLa Gloria. de 19.375 has.. cn el Distrito Arismcndi.

Jacinto Antonio Laya y sus hermanos poseían los hatos de SanAntonio Lareño y Fajardcro, de 55.000 has., así como el hato LaFundación o Doctoreño, de 7.500 has.. en el Distrito Arismcndi(PATRIA y UNJON. 94 :06.08.1921).

Francisco Parada Leal era propietario de los hatos Mamón yCañítos, en el Municipio Ciudad Bolivia, de 18.000 has. (PATRIAY UNJON, 93: 04.08.1921); San Fernando, en el Municipio Obis­pos, de 10.000 has., adquirido por compra en 1915 a Carlos Zerpay AIciraPulido (SANCHO PANZA, 13: 16.07.1921); Palma Solao Cerrito, de 3.000 has., en el Municipio Barinas, adquirido porcompra a Marcelino Parra Bastidas (SANCHO PANZA, 13 :16.07.1921); Socó, de 2.000 has., en el Municipio Obispos, adqui-

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rido por compraa Pedro JoséBriceñcBencomo (SANCHOPANZA,15: 24.07.1921). Parada Leal había sido dueño del Ramireño o Ca­mirí, de 8.000 has., hasta 1916, y del Potrero de Merecure, de22.000 has., hasta 1915.

Efigenio Abreu era codueño del hato La Guanota, de 10.000has., en el Municipio Arismendi, adquirido por compra a DanielCisneros, en 1921 (SANCHO PANZA, 18: 15.08.1921).

Gabriel Antonio Herrera era propietario del hato San Vicente,de 41.000 has., en el Municipio Arismendi (SANCHO PANZA,18: 15.08.1921).

José María Pulido era dueño del Potrero de Merecure, en elDistrito Pedraza. de 22.000 has.. adquirido por compra a FranciscoParada Leal, en 1915 (SANCHO PANZA, 18 : 15.08.1921).

En aquellos tiempos, el latifundio estaba asociado estrecha­mente al usufructo del poderpolftico local y a la explotación del tra­bajo del ocupante precario y del jornalero que, sometido desde elpunto de vista legal, quedaba prácticamente desprotcgido, a mer­ced del terrateniente.

3.4 Códigos y leyes de policía

Factores económicos y políticos condujeron a la aboliciónde la esclavitud en Venezuela en 1854. En la práctica, esta medidaabolicionista fue simplemente formal, porque continuó disfrazadatras di[erentes máscaras. Una de ellas fue la esclavitud por deudas:

El peón se compra por medio de lo que se le fía, se le prestao se le adelanta con usura, y para el cumplimiento del pactoel que lo explota cuenta con las facilidades que el brinda elcomisario en cuyo nombramiento influye (AGUILERA,1974: 41-42).

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En una Venezuela despoblada, y con graves carencias de ma­no de obra en la agricultura y en la ganadería, los poderosos terra­tenientes entendieron claramente que había que buscar una formalegal para mantener el control que antes tenían sobre la mano deobra esclavizada. De alguna manera había que garantizar su apro­vechamiento, a bajos costos y condicionado por una rígida estructu­ra normativa.

Los esclavos liberados se transformaron en campesinos de­pendientes, "enfeudados", apareciendo como colonos, medianerosy pisatarios, o se convirtieron en jornaleros o peones, en sirvientesdomésticos o se unieron a las bandas de merodeadores dedicadosal abigeato en los llanos (RONDON MARQUEZ. 1954 : 66).

A los peones se les remuneraba con salarios tan bajos. que aduras penas les pcrmiúa la supcrvivencia famili aro Y se les cancelaba.la mayor parte de las veces, no con dinero, sino con fichas o vales,que sólo podían utilizarse en las tiendas de las haciendas para lacompra de artfculos de consumo, a precios superiores a los existen­tes en el mercado local. De esa manera. los peones se endeudaban,y ese endeudamiento, creciente, era una nueva forma de sojuz­gamiento que los mantenía atados al patrono (BRITO FIGUEROA,1960 : 293; 1966 : 1, 293).

La conducta y la actividad de los jornaleros, esclavos que aca­baban de obtener su liberación, fueron reglamentadas por rígidasordenanzas de observación obligatoria, que regían el servicio do­méstico y el peonaje agrícola y ganadero.

Esas ordenanzas perseguían dos propósitos principales: fijarla mano de obra a la hacienda, a través de una estricta disciplina yel progresivo endeudamiento, y evitar que el trabajador se convir­tiera en productorindependiente, conuquero libre, para mantenerloa disposición del mercado de trabajo, en las condiciones y'en la oca­sión más convenientes para el empleador.

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Así, se establecieron ordenanzas de trabajo por todas partes:en Carabobo (en 1844 y 1856), Caracas (1845), Barquisimeto(1849), Coro (1852), Maracaibo (1852 y 1854), Guayana (1854),Aragua (1856), Barinas (1855 Y1856), Portuguesa (1856), Táchira(1876, 1890y 1894),asícomoCódigosCivilesen 1862,1867,1873Y 1896.

Cualesquiera de esas ordenanzas constaba de dos partes: unadedicada a las normas de registro y otras a las infracciones y penas.La primera obligaba al sirviente o peón a registrarse ante un Juezde Paz, a establecer un acuerdo laboral con su empleador y a regis­trarlo ante el mismo Juez. Allí se establecía que las acrecncias delos empleadores obligaban al jornalero a pagarlas con servicios per­sonales. Los contratos podían enajenarse, traspasarse o cederse aterceras personas si el sirviente daba su consentimiento. La segundaparte establecía las penas. que sancionaba con días de cárcel (yenese caso las raciones de los presos eran aportadas por el empleador.que las cargaba como deudas en las libretas de los sirvientes o jor­naleros) las infracciones: dormir en casa ajena. ausentarse del tra­bajo. faltar el respeto al empleador o a su familia.

El empicado era provisto de una libreta o boleta, donde se leanotaban escrupulosamente las deudas contraídas con el empleador.Sin esa libreta. que era su salvoconducto, no podía transitar ni cam­biar de actividad o de patrono.

Este sistema de sojuzgamiento continuó en el siglo XX, y semantuvo durante todo el período gomecista.

En el Estado Zamora, y sólo nos referiremos al presente siglo,la Asamblea Legislativa promulgó el 23 de diciembre de 1905 unaley de policía, derogada años más tarde por la del 14 de marzo de1911 (GACETA OFICIAL DEL ESTADO ZAMORA, 45 :30.06.1911). De esa última ley, nos interesa destacar tres artículosque caracterizaron muy bien la dependencia del peón o jornalerocon respecto a su patrono:

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Art. 217: El locador o su mayordomo entregará a cada sir­viente contratado, una libreta en la cual anotará las sumasentregadas por diversos respectos ...Art, 219: Si á la expiración del plazo contratado, el si rvien­te ó jornalero quedare insolvente, y tres días después nohu­biera liquidado su cuenta, estará en la obligación de abonar­le en trabajo...

El 11 de marzo de 1916 la Asamblea Legislativa promulgóuna ley sobre Trabajo Personal Subsidiario. Por ella, los ciudada­nos mayores de edad debían contribuir a la apertura, limpieza o re­paración de los caminos principales o transversales con dos tareasde trabajo anuales o su equivalente en salario. Entonces, el jornalpor cada día de tarea era pagado en 2,50 bolívares. Los que se ne­garen a hacerlo, serían penados con el duplo de las tareas a que esta­ban obligados (GACETA OFICIAL DEL ESTADO, 146 :17.06.1916).

Pero, al igual que en todo el país, en el Estado no se cumplíanestrictamente las disposiciones sobre el trabajo de los jornaleros ysirvientes. Los empleadores competían entre sí por la mano de obra,sonsacándosela a sus semejantes, o los funcionarios públicos eranmuy indolentes para hacerlas cumplir. Una de las circulares lla­mando a un cumplimiento más eficiente, fue distribuida por el Se­cretario General de Gobierno alos Jefes Civilesde Distrito(PATRIAy UNION 42: 25.09.1917). Tales disposiciones, según la circular.perjudicaban al trabajador, "escatimándole su salario", y al propie­tario que sufría perjuicios por "informalidades indebidas".

En 1920 se promulgaron nuevas leyes: una de Código de Po­licía, el4 de marzo, y otra sobre Trabajo Personal Subsidiario, el Rde marzo (RECOPILACION DE LEYES, DECRETOS Y RESO­LUCIONES DEL ESTADO ZAMORA, 1920).

La mano de obra también era reclutada e incorporada forzosa­mente al ejército. El 5 de mayo de 1920 se distribuyó en el Estadouna circular del Presidente Febres Cordero dirigidas a los Jefes

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Civiles de los Distritos para hacerle frentea los rumores de que al­gunos ciudadanos emigraron del Estado rumbo a Colombia paraeludir el cumplimiento de la ley de formación y reemplazo de lasfuerzas de tierra y mar. Para disuadirlas de tal propósito, el Go­bierno recordaba:

a las clases trabajadoras y sencillas que nunca como ahora,bajo el régimen de la Rehabilitación Nacional, alcanzó elhombre de trabajo mayores garantías y la más eficaz pro­tección de los Gobiernos, para realizar y desarrollar, al am­paro de la paz y el orden, sus pacíficas y honradas labores...

Los opositores a la ley aducían, sin embargo, que era una es­pecie de reclutamiento forzoso que obligaba al pueblo a empuñarla" arma" con fines ocultos (PATRIA Y UNJaN, 73: 15.05.1920).

El17 de marzo de 1923 el Concejo Municipal del Distrito Ba­rinas dictó una Ordenanza reglamentaria del servicio de jornaleros,fijando en diez el número de horas de trabajo diario para los jorna­leros, sin incluir en éstas el tiempo necesario para sus raciones (PA­TRIA Y UNION, 117 : 23.05.1923).

En 1934 un nuevo Código de Policía, copiando más o menoslas mismas disposiciones, fue sancionado por la Asamblea Legisla­tiva del Estado Zamora (SOL PAMPERO: 08.05.1934).

4. Las otras actividades

Aparte de la agricultura y de la ganadería, las dos actividadesproductivas fundamentales de la economía barinesa, durante algúntiempo tuvo una enorme importancia la explotación de los garce­ros, y en consecuencia la exportación de las plumas de garza, así co­mo la explotación, tímida y tardíamente, de los cuantiosos recursosforestales barineses.

En 1910 se había nombrado al Dr. Gabriel Bricefl.o JiménezInspector General de Higiene del Estado Zamora, y Médico de

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Ciudad de Barinas. Al Dr. Briceño Jiménez, muy vinculado a laélite gobernante por lazos de parentesco y de amistad. a pesarde susdos cargos. aparentemente le sobraba el tiempo. porque, con fechadel 30 de julio, firmó con el Ejecutivo un contrato para la explota­ción exclusiva de los bosques y productos naturales vegetales en losterrenos baldíos del Estado (MEMORIA SECRETARIO GENE­RAL. 1911). Desconocemos los términosen que fue establecido elcontrato. así como sus resultados. Años más tarde. en 1924. el Con­cejo Municipal del Distrito Barinas estableció un contrato con elDr. Oswaldo Stel1ing para el arrendamiento de los "propios" delConcejo en los Distritos Obispos y Rojas. con el fin de explotarciertas maderas de ebanistería. Ese contrato se inició el 1Q de enerode 1925 y tenía una duración de diez años, prorrogable por cincomás (pATRIA Y UNION. 133: 30.06.1924).

La explotación de las plumas de garza debió haber comenza­do a finales del siglo pasado, de acuerdo a una información apareci­daenel periódico EL ECO DEL ORINOCO(375: 01.05.1891).deCiudad Bolívar. en la que se hace referencia al precio de las "plu­mas de pájaros", a razón de 12 bolívares la onza. Presumiblementeesas plumas eran de garza. y procedían de los garceros apureños ybarineses. Sin embargo. no fue hasta el 22 de julio de 1910. almenos en el Estado Zamora, cuando por decreto se prohibió la ma­tanza de garzas, dentro de los garceros o fuera de ellos. con el solofin de aprovecharse de las plumas. Este decreto fue ratificado el 24de septiembre del mismo afio (MEMORIA DEL SECRETARIOGENERAL, 1911). reconociéndose la importancia que tal explota­ción tenfa para las finanzas estatales.

El 8 de marzo de 1911 fue promulgada una Ley sobre Explo­tación de Garceros en el Estado. Años más tarde fue derogada y sus­tituida por la Ley del 3 de marzo de 1916 (GACETA OFICIALDEL ESTADO. 148: 01.07.1916). Esta ley establecía la obligaciónde contar con una patente para la recolección de las plumas de gar­za; prohibía la caza de garzas con armas de fuego o con otro pro­cedimiento. y fijaba la cosecha de las plumas solamente por el sis­tema de recogida. Creaba, además. un impuesto sobre la explota-

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ción de los garceros, dividiéndolos en siete clases y gravándolos, deacuerdo con su importancia, entre 2.000 bolívares anuales y 100bolívares. El de primera clase era aquel cuya producción anual ex­cedía de 23 kilos de plumas, y el de séptima clase el que producíaanualmente de 1 a 2 kilos de plumas.

El 18 de junio de 1917 el Congreso Nacional promulgó unaley más completa sobre recolección y explotación de las plumas degarza (GACETA OFICIAL DEL ESTADO, 181 : 25.08.1917).Esta ley prohibía, como la anterior, la caza y la muerte de las garzaspara obtener su pluma y establecía que para la explotación de losgarceros se necesitaba un permiso del Ministerio de Fomento. Larecolección de las plumas sólo podía hacerse en los garceros, en laépoca en que las garzas las mudaban, entre julio y noviem bre de ca­da af\o. El 6 de marzo de 1920 otra ley similar fue expedida en elEstado Zamora (RECOPILACI0N DE LEYES, DECRETOS YRESOLUCIONES DEL ESTADO ZAMORA, 1920).

No obstante, a pesar de todas las disposiciones legislativasprotectoras de las garzas, se continuó con la caza y la muerte indis­criminada del ave, pues la pluma arrancada a la garza, matándola,conocida como "pluma viva", era más limpia, completa, brillantey suave, y por supuesto, la preferían en los mercados estadouni­denses y europeos. Por tales razones alcanzaba el más alto precio.La pluma que soltaba el ave en la muda, y la que debía recogerse se­gún la ley, se conocía como "pluma muerta", y caía ya seca, sucia,con pérdida de hebras y sin brillo, pues había perdido con su albú­mina el brillo que constituía su belleza (BETANCOURT SOSA,1982: 26).

Entre todas las variedades de garzas, la preferida, y mejor co­tizada en precio, era la chusmita, o crosse, porque su pequeña plumaterminaba con un adorno muy vistoso, y tenía la particularidad, deallí también su alto precio, que no soltaba sus plumas, no las mu­daba, al contrario de la garza grande o aigrette.

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Las garzas anidaban y criaban sus polluelos en arboledas co­nocidas como garceros, que eran explotados por los propietarios delos terrenos donde se encontraban. En junio comenzaban a llegarlas garzas a los garceros y empezaban a desarrollar sus plumas. Enseptiembre principiaban las garzas a botar sus plumas, al espulgar­se con el pico o al sacudirse, produciéndose el mayor bote deplumas en octubre y noviembre. Los recolectores, dos veces al día,en la mañana y en la tarde, recoman los caños, recogiendo las plu­mas cafdas en las ramas de los árboles o sobre la superficie del agua.De enero en adelante. las garzas, perdidas sus plumas, se retiran delos garceros, y no regresan sino en junio o julio, cuando empiezanlas lluvias en los llanos. Entre tanto, el verano. de diciembre a junio.]0 pasan en las regiones del Bajo Orinoco (BOLETIN DE LA CA­MARA DE COMERCIO DE CARACAS, 91 : 01.06.1921).

Puerto Nutrias tuvo, con la exportación de plumas de garzas,una gran bonanza comercial hacia 1920. Entonces, circulaban enabundancia, en aquella población, morocotas, hasta el punto, segúnBETANCOURT SOSA (1982: 25), que había que ofrecer recom­pensa para hacerse de monedas fraccionarias de plata, cobre ynfquel.

Pero la bonanza comercial, levantada inescrupulosamente so­bre la matanza de aves, afortunadamente para la conservación de lafauna, pronto pasó, pues algunas especies de garzas, como la chus­mita, conocieron un verdadero peligro de extinción. La medida sal­vadora no vino de nosotros, sino de las campañas emprendidas porlas sociedades protectoras de la fauna, tanto en los Estados Unidos(la Sociedad Zoológica de New York) como en Europa (las Socie­dades Royal Audubon y Sclboume), que tenfan por consigna:"quien compra una pluma está pagando porcl asesinato de una gar­za". Presionado por las sociedades, el gobierno de los Estados Uni­dos decidió prohibir la importación de plumas de garza. y en Eu­ropa, tras la disminución de la demanda. tras el clamor justo de losconservacionistas, disminuyeron los precios de las plumas, parti­cularmente en Inglaterra y en Alemania.

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5. La ilusión petrolera

La historia de la legislación petrolera en Venezuela comenzóen 1920, cuando fue promulgada la primera ley relacionada específi­camente con hidrocarburos. Anteriormente había sido promulgadoun Código de Minas (el 29 de junio de 1910), una Ley de Minas (el26 de junio de 1915) y un Régimen de Minas con su decreto regla­mentario, en 1918.

La Ley de Hidrocarburos, de 30 de junio de 1920, promovidapor Gumersindo Torres (1875-1946), un médico nacionalista quea la sazón se desempeñaba como Ministro de Fomento, significó,en la práctica, una intervención inusitada, e inaceptable, del Estadovenezolano en asuntos que hasta ese momento habían sido de la pu­ra incumbencia de las compañías petroleras internacionales.

Aquella ley, a pesar de su imperfecciones, representó unavance nacionalista, pues, en primer lugar, inició una creciente in­tervención gubernamental en el control de la industria petrolera na­cional y, en segundo lugar, trajo consigo el aumento de los ingresosque el gobierno obtenía de tal actividad. Allí se estableció, entreotras disposiciones, el impuesto de superficie en 7 bolívares porhectárea (antes era de 2 a 5); el royalty o regalía pasó a una escaladel 10 al 15 por ciento (anteriormente había sido del 8); se creó elimpuesto inicial de explotación de 10 bolívares por hectárea; se fijóla superficie máxima para cada concesiónen 10.000 hectáreas (an­tes era de 15.0(0), yen 60.000 hectáreas la superficie máxima sus­ceptible de ser adquirida por una sola compañía para exploraciónen un lapso de tres años, se estableció un plazo de tres años para se­leccionar las parcelas de explotación; se fijó la duración de la con­cesión en 30 años, y se dió prioridad a los propietarios para obtenerautorizaciones de exploración sobre sus tierras.

Precisemos. La Ley de Hidrocarburos de 1920 fue la primeray única legislación que otorgó al terrateniente la facultad de obtener

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el derecho a la exploración y la explotación del petróleo del sub­suelo cubierto por su propiedad. El ejercicio de tal facultad trajo co­mo consecuencia el aumento del valor de la propiedad privada.

El Aruculo 8 de la ley de 1920 nos interesa particularmente.Este artículo establecía que la obtención del permiso de explora­ción se haría por los dueños o sus cesionarios a través de una de­claratoria formal ante la Oficina Subalterna del Registro ubicada enla zona que se proponía explorar. La ley fijó en un año el periodode ejercicio de tal derecho.

Los Artículos 9 al14 completaban la disposición única del Artículo8. Los dueños del suelo deberían respaldar su solicitud con el título depropiedad, levantar un plano fotográfico del lote solicitado y acudir alMinisterio de Fomento, dentro de los ocho meses siguientes al registro deladocurncntación, paracancelarlasumadeO,50 Bs/ha, para la explotaciónde los hidrocarburos.

Los deberes y derechos de los contratistas estaban definidos en laSección 11I del Capítulo 11, Anículos49al 63. En el Artículo 49 se indicabaque los contratos de exploración y de explotación podían traspasarse a"cualquier persona capaz o compañía nacional o extranjera", previo elconsentimiento del Gobierno Nacional, hasta acumular no más de 40.000hectáreas, pero se advertía que "N ingún traspaso podrá hacerse a Gobicr­nos extranjeros ni a presta-nombres o agentes suyos".

Cuando se lec el Artículo SOde la ley, uno advierte claramenteque tales concesiones se otorgaban para ser traspasadas a compa­ñías petroleras ya constituídas. En el fondo, lo que interesaba a losconcesionarios era la obtención de una abultada ganancia por esatransferencia. Ese artículo establecía que las parcelas objeto delcontrato debían ponerse en explotación en el lapso de los tres añossiguientes al otorgamiento; es decir, en ese plazo tan breve debfanhaberse extraído los hidrocarburos o haberse instalado la maquina­ria necesaria para la perforación. En aquella época, pocos terrate­nientes barineses, o venezolanos, estaban en condiciones de ade­lantar una empresa de tal envergadura. De allí que fácilmente se de­duzca que los contratos eran buscados solamente para traspasarlos.

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Entonces, la perforación de un pozo exigía una cuantiosa inversión,que excedía las posibilidades reales de muchos de los terratenientesvenezolanos, incluso de los más acaudalados. En efecto, perforar ycompletarun pozo de 280 metros de profundidad, tal como sucedióen el Distrito Democracia del Estado Falcón, costaba unos 153.000bolívares. Un pozo de mayor profundidad, digamos de 750 metros,tenía un costo superior a los 680.000 bolívares (MARTINEZ,1975: 102-103).

Hacia 1920 la fiebre del petróleo se había apoderado del país.Desde 1913 las compañías concesionarias, británicas en su granmayorfa, habían horadado la tierra venezolana buscando afanosa­mente petróleo. y algunos éxitos se habían ya registrado, como eldescubrimiento del campo zuliano de Mene Grande y la perfora­ción del pozo de Zumaque W 1 en 1914. Pero el mayor éxito, quellamó la atención del mundo petrolero, fue el hallazgo en Cabimas,en 1917, del campo de La Rosa por la Venezuela Oil Concession.Al!f explotó, en 1922, y a sólo 200 metros de profundidad, el pozoBarrosos N" 2, que estuvo durante nueve días lanzando al aire talcantidad de petróleo, que en ese lapso completó 150.000 metros cú­bicos. es decir, un millón de barriles.

Tras un descubrimiento tan sensacional, se intensificó en to­das partes la solicitud de concesiones. Hasta 1918 se habían otor­gado en Venezuela más de 30 millones de hectáreas (MEJIAALARCON, 1972: 102), y ahora, todo el mundo quería beneficiar­se. En 1920 se otorgaron 181 concesiones. Para 1921 el número en­tregado se había incrementado en un 1.212 por ciento, para 2.374concesiones. Pero más tarde se redujo: entre 1922 y 1935 se man­tuvo un promedio anual de 323 concesiones otorgadas. Del total delas concesiones aprobadas para el perfodo de 1920-1921, un 55 porciento se concentraron en cinco Estados: Bolívar (17,6%), Apure(10,4%) Anzoátegui (10%), Guárico (8,9%) y Zulia (8,1%) (MI­NISTERIO DE FOMENTO, MEMORIA, 1921: 50-76). En esosdos años, de verdadero furor entre los solicitantes, se otorgaronconcesiones que cubrían algo más de 7.580.00 hectáreas (ZU­LOAGA, 1960 : 60).

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A partir de 1922. vencida la etapa casi exclusivamente explo­ratoria de la industria petrolera. predominaron las actividades deproducción y de desarrollo (BALESTRINI, 1971 : 164).

Barinas no escapó a la fiebre dclllamado oro negro.Desde fechas anteriores habían algunas referencias no com­

probadas sobre la existencia de yacimientos en la región, que seriaposteriormente conocida como la cuenca sedimentaria Apure-Ba­rinas. ACOSTA (1973: 69) señaló que hacia 1897 llegó a Barinasun grupo de geólogos con la intención de explorar en la zona de Pe­draza. El mismo autor (ACOSTA, s.f.: 87). anotó que. en fechacer­cana a 1920, había una cabria petrolera levantada en la poblaciónde Quebrada Seca. entre Barinas y Barinitas. En el periódico bari­nés PATRJA Y UNJON (145.20.09.1925) se informó que los seño­res Eleazar Tapia Salcedo y Carlos Febres Cordero habían descu­bierto en 1919 emanaciones de petróleo en los sitios de Quiú y San­ta Catalina.

En PATRIA Y UNTON (96, 13.08.1921) apareció un artículomuy revelador:

La cuestión de los hidrocarburos va pasando ya del ladoteórico al práctico y seguramente los que antes se burlabande los que creían en los yacimientos de petróleo, ... , seapresurarán ahora a hacer las declaratorias de sus terrenos,los que lo tienen. se entiende, y los que no tienen ni una la­rea de playa que explorar, a buscar la manera de ponerse decualquier modo en una mina.

La información periodística terminaba citando a EL HERAL­DO. de Barquisimeto, que relataba el caso de un potentado barqui­simetano que obtuvo ofertas por encima de los cuatro dólares lahectárea por la cesión de los derechos de exploración en terrenossituados entre Barquisimeto y Duaca.

La Ley de 1920 había creado ventajosas condiciones para quelos propietarios solicitaran concesiones petroleras en sus tierras. Y

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éstos no se hicieron rogar, entusiasmados como estaban por unaperspectiva de rápido y fácil enriquecimiento.

Revisando los periódicos barineses, uno se consigue con unaverdadera lluvia de solicitudes consignadas ante el registro de lalocalidad respectiva.

Durante los siete primeros meses de 1921 los periódicos PA­TRIA Y UNION.y SANCHO PANZA. ambos de la ciudad de Bari­nas, registraron 50 solicitudes de permiso de exploración y de ex­plotación de hidrocarburos (petróleo. asfalto. betún, brea. asoqueri­ta y demás fósiles y gases).

Las dos primeras solicitudes en el Estado, al menos de las cua­les tengo conocimiento, se realizaron sobre terrenos baldíos. La pri­mera apareció en el número 78 de PATRIA Y UNION (del18.09.1920), y fue realizada el 7 de setiembre de 1920 por EleazarTapia Salcedo y el abogado Carlos Febres Cordero, para explorary explotar hidrocarburos en el sitió de Quiú, en el Municipio SantaBárbara del Distrito Pedraza, en una extensión de 10.000 hectáreas.Estos señores habfan hecho público el descu brimieruo de cmanacio­nes petroleras en ese lugar desde 1919. La segunda apareció en laGACETA OFICIAL DE VENEZUELA (14.549,16.12.1921). Setrataba de una solicitud de aprobación de seis contratos sobre ex­ploración y explotación de hidrocarburos, realizada el 22 de enerode 1921 por Manuel Norberto Vetancourt, actuando como apode­rado. El permiso en cuestión comprendía 60.000 has., 10.000 porcada contrato, de tierras baldfas y ejidos ubicadas en los DistritosBolívar, Obispos, Pedraza y Barinas. Más tarde. Vetancourt solici­tó adaptación de los seis contratos a la Ley de Hidrocarburos de1921. Uno de ellos fue aprobado por Ley de 20 de junio de 1921 ylos cinco restantes por Ley de 21 de mayo de 1921.

Las otras 50 solicitudes aparecieron en periódicos locales.como señalamos, distribuidas asf: cuatro en el mes de abril, tres enmayo. cinco en junio y treinta y ocho en julio de 1921.

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En abril se presentaron las siguientes solicitudes:1-10.04.1921. Antonio de Bona, en nombre de LeonardoBo­

na e hijos, para las posesiones comuneras de Sun Sun, El Gadín yLa Flechera, ubicadas en el Municipio Guadarrama del DistritoArismendi, por 80.000 has. (pATRIA Y UNION, 83 : 28.04.1921).

2- 11.04.1921. Teresa Moreno viuda de Aranguren, para San­ta Teresa, en el Distrito Sosa, por 2.500 has. (SANCHO PANZA,10 : 07.05.1921).

3- 12.04.1921. Pedro Ignacio Quintana, comerciante, ennombre de Maximino Venero, criador, para las posesiones de Cu­naguaro, Merecure y Blanquera, en el Distrito Arismendi, por20.000 has. (PATRIA Y UNION, 83: 28.04.1921).

4 - 12.04.1921. Josefa Pifia de Olivares, para dos lotes de te­rreno en el fundo La Pastora, en el Municipio Santa Catalina en elDistrito Sosa (pATRIA Y UNION, 85 : 24.05.1921).

Es interesante observar que uno de los solicitantes pertenecea la familia Bona, pariente de Carlos González Bona, quien fue ge­rente de la Com pañía Minera Petrolera del Táchira, la primera com­pañía explotadora de petróleo de Venezuela.

Las solicitudes correspondientes al mes de mayo fueron:5 - 09.05.1921. Francisco Laprea, a nombre de los Hermanos

Laprea, para el potrero La Trinidad, por 52.275 has. (PATRIA YUNION, 85 : 24.05.1921).

6 - 27.05.1921. Nicolás Santaella, codueño de la Gran Pose­sión Comunera La Gloria, en el Distrito Arismendi, por 19.375 has.(pATRIA y UNION,93 : 04.08.1921).

7 - 29.05.1921. Joaquín Hemández, criador, para los fundosCaracarita, Caraballo, Aguadita, La Misericordia, Boquerones yMerecure, en el Distrito Arismendi, por 47.500 has. (PATRIA YUNION, 91 : 30.07.1921).

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8 - 16.06.1921. Jacinto Antonio Laya, a nombre de los Her­manos Laya, para Santa Antonio Lareño y Fajardero, en el Muni­cipio Arismendi del Distrito Arismendi, por 55.000 has. (PATRIAY UNJON, 94 : 06.08.1921).

9 - 16.06.1921. EleazarTapia Salcedo, a nom bre de Magdalenaviuda de Canales, para el terreno El Rarnireño.en el MunicipioCiu­dad Bolivia del Distrito Pedraza, en una extensión no determinada(pATRIA y UNJON, 88: 11.07.1921).

10 - 18.06.1921. EleazarTapia Salcedo, a nombre de ManuelCarrero, criador, para los lotes de Agua Linda y Caño de Jesús, enel Municipio Santa Bárbara del Distrito Pedraza, por 8.051 has.(PATRIA y UNION, 88: 11.07.1921).

11 - 26.06.1921. Jacinto Laya, a nombre de los hermanos La­ya, para La Fundación o Doctorcño, en el Municipio Arismcndi delDistrito Arismcndi, por 7.500 has. (PATRIA Y UNION. 94 :06.08.1921 ).

12 - 27.06.1921. Félix Loreto Quintana, abogado. a nombrede Antonio y Manuel J. Santaclla, para varios lotes dc San Rafaeldel Purgatorio, La Yuca, Ormedilla y tierras del Partido Caimital,del Distrito Obispos, por 5.000 has. (SANCHO PANZA, 15 :24.07.1921).

El Dr. Carlos González Bona, quien había sido gerente de laPetroliadel Táchira, vendió en 1911 el fundo Camirf a Hipólito Ra­mírez, quien lo llamó Ramircño. A la muerte de Ramírcz, el fundopasó a manos de Ana Ramírcz, quien, a su vez, lo vendió a han-­cisco Parada Leal en 1915. y éste. en 1916. a Magdalena de Canales(SANCHO PANZA, 13 : 16.07.1921), quien solicitó permiso deexploración por persona interpuesta. De lo anterior podría dedu­cirse que, junto con otras evidencias, Gonzálcz Bona, siempre encontacto con su tierra nativa, podría haber contribuido a estimularel interés por la actividad petrolera en el Estado Zamora.

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Las solicitudes de julio fueron las siguientes:13 -06.07. 1921. Eleazar Tapia Salcedo, Isilio Febres Cordero

y César Acosta, en su nombre y en el de Froilán Rubio, criador, parael lote de Tierra Blanca, propiedad de Rubio, en el Municipio Ba­rinas del Distrito Barinas, por 4.000 has. (PATRIA Y UNION. 89:21.06.192 1).

14 - 09.07.1921. Francisco Parada Leal, para San Fernando.en el Municipio Obispos. por 10.000 has. (SANCHO PANZA, 13:16.07.1921).

15 - 09.07.1921. Isilio Fcbres Cordero. General y criador, pa­ra su fundo de Garlas, en el Municipio Torunos del Distrito Ba­rinas, por 13.750 has. (PATRIA Y UNION, 89 : 21.06.1921).

16 - 11.07.1921. Isilio Febrcs Cordero, para su fundo Gavi­lancito, en el Municipio Barinas del Distrito Barinas, por 5.000 has.(PATRIA y UNION, 89 :'21.06.1921).

17 . I 1.07.1921. Gabnel Antonio Herrera, criador, para su ha­LOSan Vicente, en el Municipio Arismendi, por41.000 has. (SAN­CHOPANZA, 18: 15.08.1921).

IX - 12.07. I921. Jesús Maria Rodríguez. coducño de La Ma­dera, en el Municipio La Luz, por 7.500 has. (SANCHO PANZA,15 • 24.07.1921).

19 12.07.192 I Efigenio Abrcu, criador, codueño de LaGuanera. en el Municipio Arisrncndi, por 10.000 has. (SANCHOPANZA, 18: 15.08.1921)

20 13.07.1921 Isilio Febres Cordero. para su fundo HatoViejo. en el Municipio Barinas, por 12.5(x) has. (PATRIA YUNlüN, 89 . 21.06.1921)

21 I.H)7 In) José Milcíadcs Tapia E., comerciante, en sunombre y en el de Eugcnio Caballero, criador, para el lote La

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Arenosa, en el Municipio Barinas, por 4.000 has. (SANCHO PAN­ZA, 13: 16.07.1921).

22 - 13.07.1921. Benjamín Tapia Baldó y José Milcíadcs Ta­pia E., comerciantes. en su nombre yen el de Francisco Parada Leal.propietario de Palma Sola o Ccrrito, en el Municipio Barinas, por10.000 has. (SANCHO PANZA, 13 : 16.07.1921).

23 - 13.07.1921. Francisco Parada Leal, criador, para su hatoSocó, en el Municipio Obispos, por 2.000 has. (SANCHO PANZA,15 : 24.07.1921).

24 - 13.07.1921. Guillcrmina García viuda de Moreno, paraLas Majadas, por 4.073 has. (SANCHO PANZA, 17 : OH.OH. 1921 )

25- 14.07.1921. EleazarTapia Salcedo, criador, a nombre deMagdalena viuda de Canales. para un lote del Ramircño o Carnirí,en el Municipio Barinas, por R.OOO has. (SANCHO PANZA, 13 :16.07.1921).

26- 15.07.1921. Alejandro Montero Veloz, criador, para ElBarbasco, en el Municipio Arismendi, por 10.000 has. (SANCI-IOPANZA. 21 : 26.10.1(21).

27 - 18.07.1921. Félix Lorcto Quintana, abogado. a nombrede Antonio y Manuel J. Santaclla, para varios lotes de tierra de Cal­zada Páez, Balandra, Conrrercño, Potrcrito, Mata de Palma, MataAzul y Ojo de Agua, en el Distrito Pcdraza, por 45.000 has. (SANCHO PANZA, 15: 24.07.lnl).

28 - 1R.07.1921. Carlos Pavolini, comerciante, coducño de ElPalote y Jebecito, en el Municipio Obispos, por 833 has. (PATRIAy UNJON, 90 : 25.07.1(21).

29 - 18.07.1921. Juvenal Balestrini J., para La Manera. en elMunicipio Obispos. por 2.500 has. (PATRJA Y UNJON, 90 :25.07.1921 ).

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30 - 20.07.1921. Nicandro Arvelo, para Santa Elena y Matade Palma o Caramuca, en el Municipio Barinas, por 16.600 has.(pAlRJA y UNJON. 93: 04.08.1921).

31 - 20.07.1921. Milcíades Tapia E.•comerciante. y Carlos A.Encinoso, criador. en su nombre yen el de Benjamín Tapia Baldó,comerciante, para El Garciero, en una extensión no determinada(SANCHO PANZA, 18 : 15.08.1921).

32- 22.07.1921. Rafael ContrerasF. y Benjamín Tapia Baldó.codueños de El Panche, en el Municipio Obispos. por 8.000 has.(PAlRIA y UNION 93: 04.08.1921).

33 - 22.07.1921. José Jsilio Cordero S.•para Ayacucho y Espi­nito. en el Municipio Obispos. por 12.500 has. (PAlRJA Y U­NJON.92 : 02.08.192]).

34 - 22.07.1921. Eleazar Tapia Salcedo. en su nombre y en elde Francisco Parada Leal. criador y propietario de Mamón y Ca­ñitos, en el Municipio Ciudad Bolivia. para 18.000 has. (PAlRJAY UNJON .93: 04.08. ]921).

35 - 23.07. ]921. Oámaso Díaz, autorizado por el ConcejoMunicipal del Distrito Pedraza, en terrenos propios de la ciudad dePedraza, en el Municipio Ciudad Bolivia. para 40.000 has. (PA­lRJA Y UNJON. 93: 04.08.1921).

36 - 23.07.] 921. Félix Loreto Quintana, abogado. en nombrede Antonio y Manuel J. Santaella, para trozos de Sabanas Pulide­ñas, La Mata y Guanapa. en el Distrito Barinas, por 7.500 has.(SANCHO PANZA. ]5 : 24.07.1921).

37 - 23.07.192]. Leoncio Guevara, para tres porciones de te­rreno que forman un solo pafio. en Pajarote. La Maporita y Mata deAgua, en el Municipio El Real, Distrito Obispos. por ] 3.750 has.(SANCHO PANZA. 15·24.07.]92]).

. 261

38 - 25.07.1921. Agustfn Figucrcdo, a nombre del ConcejoMunicipal del Distrito Barinas, en terrenos propios de Barinas, ubi­cados en los Municipios de Sabaneta y Obispos, del DistritoObispos, y los Municipios de Libertad y Santa Rosa. del Distrito

Rojas, por 133.333 has. (PATRIA Y UNION. 95 : O<J.OR.l Y2 1).

39 - 25.07.1921. Isilio Febres Cordero, en su nombre y en elde Nicandro Arvelo, para la posesión de Juana Hurtado o El Erizo,en el Municipio Barinas, por 4.055 has. (PATRIA Y UNION. ql :30.07.1921).

40 - 25.07.1921. José María Pulido. para Potreros de Mere­cure. en el Distrito Pcdraza, por n.ooo has. (SANCHO PANZA.18 : 15.08.1921).

41 - 26.07.1921. Diego 1. Ramírcz, coducño de El Boral o ElRegalo, en el Municipio Torunos. por 2.000 has. (SAN CHO PAN­ZA, 15 : 24.07.1921).

42 - 27.07.1921. Angel María Nieves. comerciante, codueñode Morrocoy. en el Municipio Obispos. por 2.000 has. (PATRIA YUNION. 93: 04.08.1921).

43 - 27.07.1921. Andrés Cárdenas Bentos. para Morrocoy yGarabatal, en el Municipio La Luz, por 1.000 has. (SANCHOPANZA, 15 : 24.07.1921).

44 - 27.07.1921. Angel Maria Apontc, abogado, para Papa­yal, por 5.000 has. (SANCHO PANZA. 18: 15.08.1921).

45 - 28.07.1921. Carlos Pavolini, para El Ccrrito, en el Mu­nicipio San Silvestre del Distrito Obispos, por 2.500 has. (PA TRIAY UNJON. 95 : 09.08.1921).

46 - 29.07.1921. Francisco Javier Nieves. a nombre de PedroLuis Concha. criador. para El Aceituno. Hato de Corocito y Ma­poral, en el Municipio Sama Inés, por 21.250 has. (PATRIA YUNJON. 95: 09.08.1921).

262 -

47 - 29.07.1921. Francisco Javier Nieves, a nombre de PedroLuis Concha, para San Pedro, en el Municipio Torunos, por 2.500has. (pATRIA Y UNION, 95: 09.08.1921).

48 - 29.07.1921. Eleazar Antonio Contreras, codueño de Ja­boncillo y Matapalo, en el Municipio Torunos, por 5.000 has. (PA­TRIA Y UNION, 95: 09.08.1921).

49 - 29.07.1921. Manuel Felipe Aragoza, codueflo de San Vi­cente o Matapalo, en el Municipio Torunos, por 39.113 has. (pA­TRIA Y UNION, 95: 09.08.1921).

50 - Sin fecha. José Tomás Rodríguez, criador, para El Vena­do, Villanucvcra y Palmarito, en el Distrito Arismendi, por 10.000has. (SANCHO PANZA, 21: 26.10.1921).

Los personajes más asiduos en las solicitudes de permisos(lsilio Fcbrcs Cordero. Carlos Fcbrcs Cordero, José Isilio CorderoS., Angel María Nieves, Benjamín Tapia Baldó, Eleazar Tapia Sal­cedo, José Milcíades Tapia E., Félix Lorcto Quintana) ocuparondestacados cargos públicos en el Estado y formaron parte de 10quepudiera llamarse la "elite del poder local". En ellos, se confundía elpolítico afecto al régimen gomecista con el comerciante y el cria­dor. Validos de su prominente situación, intentaron beneficiarse,en su nombre o a través de otros, de las enormes ventajas que la Leyde Hidrocarburos de 1920 concedía a los terratenientes. Pero, estavez, la naturaleza les jugó una mala pasada, pues no aparecieron lostan ansiados yacimientos y fueron pocas las compañías interesadasen la transferencia de sus contratos.

Si embargo. algunos de ellos se beneficiaron. Por ejemplo, elgeneral Isilio Fcbrcs Cordero. que fue Presidente del Estado Za­mora durante 1909-1914 y 1921-1924, Ydel EstadoZulia en 1925,obtuvo, aparte de las concesiones en Zamora, cuatro concesionesen el Estado Zulia que cubrían una superficie de 34.876 has.(McBETH, 1983 : 86. Cuadro 12). El general Febres Cordero ac­tuaba, pues, como Presidente del ZuJia en 1925. Allí, el 4 de julio

- 263

de 1925, en el Campo de Mene Grande, explotado por la Venezuc­lan Oil Concessions Ltd., se declaró una huelga de trabajadoresencabezada por Antonio Malavé. Más tarde, la huelga se generali­zó a otros campos petroleros de la Lago y de la Venezuela GulfOilCo., hasta llegar a comprometer a unos 2.500 obreros de la indus­tria. Los huelguistas exigían un aumento de salarios de 6 bolívaresdiarios a 8,con una jornada de trabajo de 8 horas al día. EI21 de juliode 1925 se sumaron a la huelga los trabajadores del Campo La Ro­sa, demandando un salario mínimo de 10 bolívares diarios. Las pe­troleras acudieron al general Fcbres Cordero para que reprimiera alos huelguistas, y éste, contra los deseos de las compañías. sólo lesofreció el envfo de 30 soldados para proteger los cam pamentos. En­tonces.Ias compañías recurrieron al Presidente Gómez, que no pudo atenderlos, y debieron solicitarle nuevamente a Fcbrcs Corderosu intervención. Y se alcanzó un acuerdo con los trabajadores enhuelga, que obtuvieron, bajo la protección del general Febres Cor­dero, un salario mfnimo de 7 bolfvares diarios. Cuando los proble­mas laborales se agravaron en los campos petroleros del estado Zu­lia, el suave Febrcs Cordero fue sustituido por el duro general Vin­cencio Pércz Soto (McBETH, 1<)83 : 143).

Otro de los beneficiarios fue el abogado Carlos Fcbrcs Corde­ro, quien, aparte de sus concesiones zamoranas, adquirió y traspasóuna concesión a la Amerada Corporation por Bs. 13.854 (McB ETH,1983 : 86, Cuadro 11).

El mismo afio de 1921 cambiaron las reglas del juego. Lascompañías petroleras reaccionaron enérgica e inmediatamentecontra la Ley de Hidrocarburos de 1<)20, Yconsiguieron la aproba­ción, el 16 de junio de 1921, de una nueva ley petrolera, modificadade acuerdo con sus intereses, así como la sustitución de Torres co­mo titular del Ministerio de Fomento. Pero las compañías petrole­ras aún no estaban satisfechas, y continuaron presionando. El <) dejunio de 1922 hicieron aprobar otra Ley, con el pretexto de corregirlas deficiencias de la anterior. Y esta vez la ley fue redactada porRafael Hidalgo Hernández, un abogado de las compañías perro­1cras.(LIEUWEN, 1964: 62).

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A pesar de que se prohibió el otorgamiento de concesiones aaltos funcionarios públicos. éstos siguieron beneficiándose. valién­dose de personas interpuestas. y continuó el traspaso de concesio­nes a las compañíaspetroleras extranjeras. En 1920. 170 concesio­nes acordadas a particulares en el país habían sido vendidas a estascompañías (ACOSTA HERMOSO. 1970: 84). Después la corrup­ción se organizó y se hizo selectiva.

Ante tan alto número de concesiones ofrecidas y la angustiade los concesionarios portraspasarlas. los precios de las mismas ca­yeron dramáticamente. Las concesiones en el Estado Monagas lle­garon a venderse a razón de 3 bolívares la hectárea, y en el EstadoZamora los precios bajaron aún más. hasta colocarse a Bs. 1.50 lahectárea (McBETH. 1983 : 161).

El 22 de junio de 1923 un trío de prestanombres creó la Com­pañía Venezolana de Petróleo. llamada satíricamente la "Compa­nía de Gómez". Se trataba de Roberto Ramírez, Lucio Baldó y Ra­fael González Rincones. los tres con antecedentes comunes: vin­culados al Táchira y a Bacinas, a la desaparecida Compañía Petroliadel Táchira y. por último, incondicionales a Gómez y a su sed cons­tante de acumulación material. La Compañíade Gómez no empren­dió ninguna actividad productiva. pues su único propósito. encu­bierto se entiende. era el traspaso negociado de las reservas nacio­nales de petróleo.

El negocio del traspaso. generoso en sus comienzos. porquedaba amplia participación a todos los terratenientes, ahora se habíareducido a sólo un grupo de elegidos, estrechamente ligado al grupogobernante nacional.

Algunos de ellos recibieron concesiones en el Estado Zamo-ra.

Pedro M. Arcaya, Ministro del Interior. había obtenido unaconcesión de 770.000 hectáreas en el Estado Zamora. En 1925 ne­goció tal concesión con la Cities Fuel Power Co. en términos quele fueron muy favorables: de entrada, un pago de Bs. 10.000 en

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efectivo, seguido de 15.000 dólares el15 de mayo de 1926. La com­pañía obtendría un mínimo de 250.000 hectáreas a razón de 0,75dólares la hectárea, para un total de 187.500 dólares, y las 520.000hectáreas restantes las obtendría por la suma de 156.000 dólares,dejando, además, para Arcaya el 2 por ciento del royalty producido(McBETH, 1983 : 90).

En 1928 el Presidente Juan Vicente Gómcz, en un acto de ge­nerosidad y agradecimiento con sus secuaces, otorgó un millón dehectáreas de concesiones petroleras en el Estado Zamora a sólo sic­te miembros de su incondicional Gabinete (McBETH. 1983 : 90).

En Zamora, aplacada la ansiedad de las solicitudes, la explo­ración petrolera continuó porque se creía que la Cuenca BarinasApure, de unas 8,7 millones de hectáreas, albergaba una fabulosariqueza petrolffera.

El periódico PATRIA Y UNION (151 : 20.11.1925) reseñó lavisita a Barinas de los doctores P. Agucrrcvere y Luis R. Oramas,que iban de paso para Pedraza "en vía de exploración de los yaci­mientos de petróleo descubiertos por los señores Dr. Carlos FebrcsCordero y Eleazar Tapia Salcedo, en los sitios de Quiú y Santa Ca­talina".

Un artículo de prensa escrito el 17 de noviembre de 1926 porBenjamfn Tapia Baldó, reproducido en PATRIA Y UNION (180 :25.01.1927) da una idea del optimismo exagerado que predomina­ba entre los que habían obtenido concesiones petroleras:

Al fin las quimeras y utopías se van a convertir en unarealidad palmaria. Las minas de petróleo de Pedraza que.al decir de notables Geólogos, son de las más ricas de laAmérica del Sur, serán explotadas.

En el Estado Zamora exploraban algunas empresas petrole­ras. Una de ellas era la Zamora Venezuela Petroleum Corporation,subsidiaria de la Sinclair 011 Co.. con sede en Valencia. Desde

266 -

principios de 1928 esta empresa había nombrado a Rodolfo G.Hvebnercomo su empleado residente en Barinas, mientras que lasoperaciones locales las dirigía el técnico A.N. Mackenzie. En lasegunda semana de marzo de 1928 W.L. Heroy, el Presidente de laCompañía, había visitado a la ciudad de Barinas con el propósito deinspeccionar los trabajos de agrimensura y los estudios geológicoscumplidos en una amplia faja entre Sabaneta de Boconó y Pedraza(pATRIA y UNIüN, 197 : 12.04.1928).

Algunos de los traspasos de concesiones tuvieron problemas,como le sucedió al Concejo Municipal de Pedraza con la EsperanzaPetroleum Corporation, otra de las compañías establecidas en elEstado Zamora. La Municipalidad de Pedraza había cedido a esaempresa el derecho a explorar y a explotar hidrocarburos en los te­rrenos de Propios de la Ciudad, calculados.en ló leguas' españolas.Los agrimensores estadounidenses procedieron a la mensura, perosólo les dió 10.000 hectáreas. Por tal razón, el Concejo Municipalacordó, ellO de diciembre de 1929, no convenir en tal mensura quelesionaba sus intereses (pATRIA Y UNION, 210 : 30.04.1930).

Cuando las circunstancias parecían auspiciosas para el desa­rrollo de la industria petrolera en el país, sobrevino la crisis estado­unidense que se inició en 1929, conocida como el Crash del 29, se­guida de la Gran Depresión Mundial de los años 30. Los efectos dela crisis estadounidense se sintieron en Venezuela hacia 1931. Todanuestra economía se resintió. El valor de las exportaciones totalesde Venezuela pasó de 743 millones de bolívares en 1929-30 a 585millones en 1932-33. El valor de las exportaciones petroleras des­cendió en un 18,6 por ciento, al disminuir de 620 millones de bolí­vares en 1929-30 a 505 millones en 1932-33. Entonces, las empre­sas petroleras redujeron sus operaciones de exploración'en todo elpaís, y despidieron a más de las dos terceras partes de sus trabaja­dores. El ingreso público, en una economía ya tan dependiente delpetróleo, se redujo en un 32,5 por ciento y, en consecuencia, bajótambién el gasto público en un 41,7 por ciento, al pasar de 264 mi­llones de bolívares en 1929-30 a 154 millones en 1933-34 (MINIS-

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TERIO DE FOMENTO. ANUARIO PETROLERO DE VENE­ZUELA, 1949).

Por muchas vías, principalmente las específicas del desarro­llo de la industria y la del presupuesto estadal, la crisis del sistemacapitalista mundial repercutió sobre el Estado Zamora. Las com pa­ñías petroleras redujeron o paralizaron sus actividades. Por ejem­plo,la Apure-Venezuclan Petroleum Exploration Co., subsidiariade la Sinclair Oil Co., que estaba efectuando perforaciones en Tie­rra Blanca, decidió suspender sus operaciones en 1931. Pocos me­ses antes había resultado seco la perforación del pozo Uzcátegui N°l. Y no fue sino hasta finales de 1933 cuando las cosas comenzaronavolvera1anormalidad(EL NUEVO DIARIO, 8.331: 17.08.1933).

Las ilusiones de yacimientos fabulosos comenzaron a desvane­cerse en la medida en que avanzaban las empresas con sus perfora­ciones y exploraciones indagatorias. Había petróleo en el Estado,sí, pero no en la magnitud en que se creía. Y los informes de las pe­troleras, mencionando sus escasos éxitos y sus muchos fracasos, talcomo le aconteció a la Compañía Consolidada de Petróleo (EL CO­RREO DEL LLANO, 4: 26.06.1938), terminaron restableciendola cruda realidad.

El petróleo contribuiría con su aporte al producto territorioregional, pero el Estado no se convertiría, entonces, ni ahora, en elimperio petrolero con que se soñaba. Por fin, en 1947, la SoconyMobil Oil Company of Venezuela obtuvo petróleo en el pozo Sil­vestre-2, del campo Silvcstrc-Sinco, en las cercanías de la pobla­ción de San Silvestre. en el Distrito Barinas.

De los 10 pozos perforados en el Estado hasta el afio de1955, ocho resultaron productivos, para dar inicio en octubre de1957 ala verdadera actividad comercial de esa cuenta (ZULOAGA.1960: 50).

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6. A manera de epílogo

En diciembre de 1935 murió el dictador Juan Vicente Gómez.Pero el gomecismo continuó con vida. aunque en una lenta y de­sesperante agonía. A la generación de 1928 le correspondió. encierta manera. la gloriosa tarea de hacer de puntillero de aquel ré­gimen que se resistía a morir.

La muerte del Caudillo de Diciembre tomó a la gente despre-venida:

Los venezolanos se llevan las manos a los ojos para cercio­rarse de que no sueñan. Parece que han nacido en ese mo­mento. Son duendes que regresan de un viaje etéreo por re­giones donde las cosas pierden sus dimensiones. Sonámbu­los que despiertan. exiliados en el tiempo que encuentranen su perdido país y quieren tomarlo. Todos tienen la sen­sación de que el tiempo se ha detenido. (RANGEL. 1980:280).

Cualquier venezolano nacido en 1900. y ahora con 35 años deedad. había visto la luz. crecido y madurado bajo la férula de Castroy de Gómez. Había vivido envuelto en las redes de la cultura del ser­vilismo. de la obediencia y de la adulancia.

En 35 años ese venezolano nada más había conocido.

Uno podría tomar las reflexiones de MORIN (1983) para ca­racterizar al régimen cuyo conductor había muerto: poder pirami­dal. voluntad geométrica. sentimiento religioso de la autoridad y unavasallante culto a la personalidad.

Un poder piramidal modificable sólo desde arriba. El caudillomáximo modificaba la Constitución Nacional cuando le venía engana y a su conveniencia. Colocaba en puestos claves a sus favo­ritos. atendiendo más a la lealtad que al mérito. Y los destituía. a sureal saber y entender. cuando sus conductas no se ajustaban a susdeseos. Y manejaba a la Nación entera como a una pertenencia. sin

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rendir cuentas a nadie ni a instancia alguna. Ningún otro poder locontrariaba, ni el legislativo, ni el judicial, ni el municipal: él era elpoder absoluto.

Una voluntad geométrica ordenada porcl Estado, que era Gó­mez, imponía su férrea disciplina. La masa servía a sus designiosy ahogaba toda protesta individual. Si la divergencia surgía, era to­mada como un agravio al mandatario y reprimida sin demora, exti r­pada como un tumor antes que hiciera metástasis y contaminara alcuerpo social.

Un sentido religioso de la autoridad que subordinaba al ciu­dadano a principios abstractos, superiores a él mismo y que le eranajenos. Una autoridad que rechazaba sin contem pIacioncs la críticacientífica y reprimía a los apóstatas.

La consigna del régimen era Paz, Unión y Trabajo. Los opo­sitores pensaban otra cosa: pazen los cementerios, unión en las cárceles y trabajo forzado en las carreteras. pero el sentido de la consigna funcionaba paracl régimen y le cosechaba adeptos: el país fuepacificado y los caudillos regionales controlados; la Unión acabócon los partidos tradicionales, vaciados de mensaje, y el trabajo seevidenció en la construcción de carreteras en una Venezuela sin ca,minos.

y todo se resumía en un lema que había inventado uno de sussecuaces, Ezequiel Vivas: "Gómcz Único".

Gómez acabó con toda disidencia. la de los caudillos. y tam­bién con la de los demás, que querían una Venezuela diferente: unaVenezuela en paz para que la libertad naciera y dejara su frutomaravilloso en todas partes. Pero con Gómez a la gente se le amarróla lengua y se le volvió de palo: los juicios críticos desaparecierony la alabanza sin medida al poderoso se impuso.

Criticar al régimen era suicida, y equivalía a dictarse la propiasentencia de destierro, de confinamientoo de muerte. Y el vado de­jado por la libertad en aquel régimen de paz, lo llenó el miedo.

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El culto a la personalidad del Jefe y de su familia se convirtióen un deber. y en una necesidad de sobrcvivencia. Los notables decada Estado desfilaban gozosos ante el retrato del jefe ausente. Eldictador se hizo acreedor de los epítetos más laudatorios. La "Cau­sa" se convirtió en una superestructura que normaba a toda la so­ciedad. Los días de la Causa se convirtieron en días de fiesta na­cional. A los familiares del Jefe se les rindió pleitesía. designandoplazas y escuelas y avenidas con su nombre. Y la peregrinación delos serviles todo los afios marchaba rumbo a Maracay, donde unaresidencia particular, en una ciudad diferente a la capital del país,se había convertido en sede real del Gobierno Nacional. Allí se in­formaba, se delataba, se rendía culto y se recibían órdenes.

Al morir el dictador y resentirse la estructura de poder, que erala luz de todos y la cosa más natural del mundo después de tantosañosen funcionamiento, parecfa que había llegado el fin. No se ha­bía creado ni una cultura de participación ni los canales adecuadospara hacerla posible, y sobrevino, entonces. un aplastante silencio.La hacienda sin caporal comenzó a despenar de su largo sueflo deveintisiete años.

y el inevitable inventario comenzó.La agricultura se había estancado: la producción de café y de

cacao estaba en franca regresión. La ganadería nacional no avanzóen la proporción esperada, aunque si lo hizo la ganadería de Gómez:"Desde el hato hasta la pesa de distribución, la carne era la epopeyade Juan Vicente Gómez" (RANGEL, 1980: 271). El desarrollo in­dustrial se interrumpió, y sólo florecieron las empresas gomecistas:los mataderos, los ingenios, la fábrica de papel. la planta textil y losaceites de Maracay. La educación languideció: másdclSO por cien­to de los venezolanos eran analfabetos y uno de cada seis niños enedad escolar no asistía a la escuela (ACOSTA SAIGNES, 1978 :93). La salud estaba resentida: el paludismo había ganado la batalla;del 82 al 94 por ciento de la población, según la Fundación Ro­ckcfcller, estaba infectada de anquilostomiasis, y 2.348 menores dedos años morían lodos los años por diarrea y enteritis (ACOSTASAIGNES. 1978 : 96-97).

. 271

Hasta 1936, cuando fue creado el Ministerio de Salubridad yAgricultura, la sanidad era un "lujo exclusivo de la Capital de la Re­pública" (ACOSTA SAIGNES. 1980 ~ 95).

Lo único que florecía era Gómcz, y . las compañías petrole­

ras a su sombra.

En Barinas las cosas iban de mal en peor.

La población campesina se había empobrecido como conse­cuencia del latifundismo. los bajos salarios y las crisis agrícolas.

El latifundio había crecido:

Número de terratenientes y superficie apropiadaen el Estado Zamora en los años de 1922 y 1937.

En hectáreas

Tamaño de la ]'\2 de Propietarios Superficie apropiadaExplotación ]922 ]937 1922 1937

Hasta 999 Has. 74 64 28.379 29.0201.000- 4.999 139 137 308.545 317.4545.oooymás 99 100 1.374.958 1.695.433

Total 312 301 1.711.882 2.041.907

Fuente: 1922: CENSO PECUARIO DEL ESTADO ZAMORA. 1923.1937: MINISTERIO DE FOMENTO. CENSO AGRICOLA y

PECUARIO. 1940: 51-55.

En 1922,238 propietarios (77 por ciento del total) controla­ban 1.683.503 hectáreas (98 por ciento de la superficie total apro­piada).

En 1937,237 propietarios (79 por ciento del total) controla­ban 2.012.887 hectáreas (99 por ciento de la superficie total apro­piada).

272 -

La situación del Estado en 1937 era desastrosa en todos lossentidos.

Silvestre Franco, en artículo desde Caracas, al referirse a la"Asistencia Social en Barinas" (LA LLANURA, 8: 25.09.1937),expresó:

." todo el mundo sabe que Barinas, ... , es hoy un dolorosovestigio de la ciudad opulenta y populosa que otrora fuera.Su población alcanza no más que a la de una cabecera mu­nicipal. Apenas exceden de dos mil sus habitantes. Ran­chos con techos de paja y sin pavimento se alzan, tamba­1eantes, en pleno centro de la ciudad, ...

En el Estado proliferaba la "infección anquilostomiásica en elagua que se bebe, desde Caldera hasta el pié de los Andes Trujilla­nos, hasta Arisrncndi cerca de Apure; desde Santa Bárbara hastaPuerto Nutrias"; la infección palúdica; "la sífilis es más abundanteque en otras partes por la falta de medicación oportuna". Además,"Barinas es tal vez el Estado de la Unión donde hay más poblaciónanalfabeta", AlIílas actividades se estancaban por la falta de brazosy no había quien consumiera lo que se producía. Ese año, para col­mo de males, la ciudad permaneció un mes. durante la época del in­vierno, sin que llegara correo del centro del país debido al pésimoestado de las comunicaciones terrestres (EL CORREO DEL LLA­NO, 4 : 26.06.1938).

La educación había sido abandonada, y funcionaban apenas33 escuelas en todo el Estado (LA LLANURA, 8 : 25.09.1937).

Los Concejos Municipales de los Distritos estaban en banca­rrota : "rentísticamente son tan paupérrimos. tan miserables. quematerialmente les es imposible cubrir los sueldos de sus respecti­vos empleados", y el Ejecutivo estatal debía pagar a las autoridadesdistritales.rnunicipales yjudiciales (LA LLANURA,7: 10.09.1937).El Ejecutivo, por su parte, tampoco disponía de mucho para cubrirsu presupuesto. y vivía más que todo del Situado. pues las otrasrentas eran muy exiguas.

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Después de los grandes esfuerzos que se hicieron a partir de1941, y especialmente desde 1945, en materia de educación y desalud, los resultados empezaban a verse.

En abril de 1948 los doctores Emilio Cannona Gómez y PedroMazzei G., hicieron un rápido diagnóstico del estado sanitario dela entidad, en respuesta a un cuestionario solicitado por una con­vención de médicos sanitaristas. Cannona Gómez y Mazzei G.eran, respectivamente. Médico Encargado de la Unidad Sanitariade Barinas y Director de Asistencia Social del Estado, y sabían loque decían.

Leyendo el testimonio de estos médicos. uno podía darsecuenta que las cosas en materia sanitaria estaban mejorando. peroque aún faltaba mucho por hacer.

El Estado contaba con 62.959 habitantes. una ci rra semejantea la población registrada para 1891 : 62.696 individuos. Eso ilustrasobre la crisis demográfica vivida por el Estado el medio siglo an­terior.

De todo el Estado, el Distrito menos poblado era Barinas, con6.270 habitantes. Barinas, la capital del Municipio. contaba con4.024 pobladores. y era inferior en población a Barinitas (5.838 ha­bitantes).

Sin embargo. la población del Estado y de la ciudad de Bari­nas se había recuperado, pues en 1936 el Estado tenía 56.193habitantes. y la ciudad capital sólo 1.615.

El Estado disponía de dos vías decomunicación terrestre tran­sitables en toda época: la vía de Barinas a Vcguitas, parte de la tron­cal hacia Guanarc, y la vía de Barinas a Barinitas. La vía de Barinasa Santa Bárbara. parte de loque fue la gran Carretera de los Llanos.estaba abandonada y sólo era transitable en verano.

274 -

En el Estado habían tres hospitales: el Luis Razzetti, de Ba­rinas; el hospital de Barinitas, y el hospital de la compañíapetroleraSocony Vacum. En conjunto, los tres hospitales sumaban 114 ca­mas en servicio para una población de 62.959 habitantes. Es decir,1,73 camas por cada 1.000 habitantes. Este coeficiente es alto enrelación con el que existía en el Estado para 1973: 0,84 camas porcada 1.000 habitantes (BRUZUAL ACUÑA, 1975: 159).

El hospital Luis Razzetti había sido decretado por el generalIsilio Febres Cordero en septiembre de 1918, pero no comenzó afuncionar sino veinte años más tarde, en 1939. En ese lapso el edi­ficio había sido construfdo, pero había tenido otros usos: desde fá­brica de aceite de tártago hasta chiquero y caballeriza (ACOSTA,1962: 77), y así continuó hasta que el presidente general Carlos Jordán Falcón decidió reconstruirlo y convcnirlo en hospital, para loque fue construído. y creó, asimismo, una Junta Pro-Hospital, presidida por el Dr. Em ilio Carmona Gómcz, que había sido hasta esemomento Médico de Ciudad en Barinas. Oc la Junta también fororuaban parte el farmacéutico Samuel Marunez Cartay, corno Vicepresidente, y el Sr, Elfas Cordero, como Tesorero (I.A LLAN liRA,6: 11.07.llJ37)

Gracias a la labor de la Junta, el hospital inició parcialmentesus actividades, contando con 2 médicos y 9 enfermeras para aten­der 60 camas.

El hospital de Barinitas comenzó a funcionaren 1948. El localera inadecuado, porque el diseño original era para una Casa de Beneficcncia, pero luego fue destinado a hospital. Contaba con 2 mé­dicos y 3 enfermeras para atender 42 camas.

El hospital de la Socony Vacum funcionaba en Barinas paraasistir exclusivamente al personal de la compañía, y contaba con 12camas hospitalarias.

Habían 13 rncdicaturas rurales en el Estado, operando en fo­cales inadecuados. Cada medicatura tenía un médico y una cnfcr-

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mera, y su presupuesto mensual oscilaba entre 1.000 y 1.700 bolí­vares, incluído el pago de la asignación estatal para el médico.

Aparte de éstos, no habían otros institutos de asistencia social,ni comedores populares ni servicios de higiene escolar. Existíansiete comedores escolares distribuidos en Barinas, Barinitas, Alta­mira, Libertad, Puerto Nutrias, Ciudad Bolívar y Santa Bárbara.

Solamente Barinas y Barrancas contaban con servicios deagua. El acueducto de Barinas, iniciado en 1930 e inaugurado en1942, se alimentaba con aguas superficiales, y el de Barrancas,puesto en servicio en abril de 1948, se surtía deun pozo por mediode una bomba a motor. Entonces, el acueducto de Barinitas estabaen construcción.

Solamente Barinas tenía un servicio de cloacas, y el de Bari­nitas estaba próximo a concluirse. No existía servicio oficial deconstrucción de letrinas en el Estado, pues había sido eliminado porel SAS en 1944.

El servicio de dedetización (campaña del DDT) comenzó a fi­nales de 1947 y cubría las poblaciones de Barinas, Libertad y Do­lores, y algunas casas del medio rural.

En el Estado laboraban 23 médicos, de los cuales 12 eran ex­tranjeros, que fueron traídos porel gobiemonacional para solventarla crisis médica nacional. Habían 8 en Barínas, 4 en Barinitas y los11 restantes estaban distribuidos en el resto del Estado, a razón de1 porcada núcleo poblacional importante. Habían, además, 2 labo­ratoristas, 3dentistas y ningún farmacéutico (CARMONA OOMEZ,MAZZEI O., 1948 : 5-6).

23 médicos para atender a 62.959 habitantes de Barinas, dauna relación de 2.737 habitantes por médico, para 1948. La relaciónno es mala si la comparamos con la que existía para Venezuela en1960: 1.460 habitantes por médico (CORDOVA, SIL VA MICHE­LENA, 1967 : 55).

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Todavía en aquel año el Estado padecía el paludismo, la con­taminación del agua para el uso doméstico y la insalubridad del sue­lo.

Dos realidades se enfrentaban: la de 1935, la del gomecismomoribundo, y la de 1948, la de un ensayo de creciente democracia.

Con el progreso de fachada no se podfa Ilcgar muy lejos. Undía la apariencia se derrumbó, y mostró descarnadamente su ver­dadera faz: la de la pobreza. A no otra cosa podía haber llevado laimprovisación cn el gobicrno.Ia falta de programas coherentes, laausencia de una visión de largo plazo.

Pero la historia que sigue, es otra historia ...

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