Virgen del Valle

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Virgen del Valle Madre del Valle Se encuentra la Virgen Salazar lleva la Imagen a su casa Origen de la Imagen La Imagen La imagen vuelve a La Gruta Primer Templo en honor a la Virgen Traslado de la venerada Imagen a la Capilla Población del Valle y Primera Iglesia Matriz Creación de la Provincia de Catamarca Fundación de la Ciudad de Catamarca y traslado de la Imagen La Gruta La Virgen del Valle, jurada Patrona La Segunda Iglesia Matriz Orígen de la Coronación de Imágenes de la Virgen María Actos preparatorios para la Coronación de la Imágen de la Virgen del Valle Coronación de la Imágen de la Virgen del Valle VIRGEN DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda MARIA VIRGEN MADRE DE DIOS Y DE LOS HOMBRES El culto de sobreveneración en nuestro mundo católico, a la Santísima Virgen Maria, es por hechos de valor sobrenatural: como APARICIONES, como son los casos de Lourdes y de Fátima, a los históricos HALLAZGOS de Imágenes, como ocurrió en Lujan o en Choya, localidad cercana a la actual capital de la provincia de Catamarca, con la imagen que veneramos bajo la Advocación de Virgen del Valle. Y así, no tiene sentido alguno lo que a menudo se escucha decir: "La Virgen del Valle es más poderosa que la Virgen de Lujan" ; La Virgen de Fátima es más milagrosa que la Virgen de Pompeya". Existe y se venera UNA UNICA VIRGEN MARIA, Madre del Salvador del mundo y Madre Nuestra, simbolizada en diversas Imágenes, adornada con cuatro Prerrogativas y con mas de 170 advocaciones en América Latina, "por sucesos de valor natural" (aparición) o invención de imágenes. Maria. Pese a cuidadosos estudios bíblicos y numerosos ensayos explicativos, la derivación científica del nombre Maria no es muy clara. Procedería de la raíz Mr, utilizada en lengua oriental como sinónimo de "corpulenta" o "bella". Pero en idioma arameo viene del apelativo Mara que se traduce por "señora". Y ya el estudioso E. Vogt, en su obra "Etimología del nombre Maria" propone que su nombre podría derivar de la raíz RWM, lo que se traduciría como "EXCELSA" o "ELEVADA". Pero lo que bien sabemos gracias a las paginas bíblicas es que Maria Virgen era de la tribu de Juda y descendía de la Estirpe de David, ya que su hijo, a quien dio su carne y sangre, era de la Casa de aquel gran Rey (cfr.Mat. 21,9; 22,43 y

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Virgen del ValleMadre del ValleSe encuentra la VirgenSalazar lleva la Imagen a su casaOrigen de la ImagenLa ImagenLa imagen vuelve a La GrutaPrimer Templo en honor a la VirgenTraslado de la venerada Imagen a la CapillaPoblación del Valle y Primera Iglesia MatrizCreación de la Provincia de CatamarcaFundación de la Ciudad de Catamarca y traslado de la ImagenLa GrutaLa Virgen del Valle, jurada PatronaLa Segunda Iglesia MatrizOrígen de la Coronación de Imágenes de la Virgen María Actos preparatorios para la Coronación de la Imágen de la Virgen del ValleCoronación de la Imágen de la Virgen del Valle

VIRGEN DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda   MARIA VIRGEN MADRE DE DIOS Y DE LOS HOMBRES El culto de sobreveneración en nuestro mundo católico, a la Santísima Virgen Maria, es por hechos de valor sobrenatural: como APARICIONES, como son los casos de Lourdes y de Fátima, a los históricos HALLAZGOS de Imágenes, como ocurrió en Lujan o en Choya, localidad cercana a la actual capital de la provincia de Catamarca, con la imagen que veneramos bajo la Advocación de Virgen del Valle. Y así, no tiene sentido alguno lo que a menudo se escucha decir: "La Virgen del Valle es más poderosa que la Virgen de Lujan" ; La Virgen de Fátima es más milagrosa que la Virgen de Pompeya". Existe y se venera UNA UNICA VIRGEN MARIA, Madre del Salvador del mundo y Madre Nuestra, simbolizada en diversas Imágenes, adornada con cuatro Prerrogativas y con mas de 170 advocaciones en América Latina, "por sucesos de valor natural" (aparición) o invención de imágenes. Maria. Pese a cuidadosos estudios bíblicos y numerosos ensayos explicativos, la derivación científica del nombre Maria no es muy clara. Procedería de la raíz Mr, utilizada en lengua oriental como sinónimo de "corpulenta" o "bella". Pero en idioma arameo viene del apelativo Mara que se traduce por "señora". Y ya el estudioso E. Vogt, en su obra "Etimología del nombre Maria" propone que su nombre podría derivar de la raíz RWM, lo que se traduciría como "EXCELSA" o "ELEVADA". Pero lo que bien sabemos gracias a las paginas bíblicas es que Maria Virgen era de la tribu de Juda y descendía de la Estirpe de David, ya que su hijo, a quien dio su carne y sangre, era de la Casa de aquel gran Rey (cfr.Mat. 21,9; 22,43 y Apoc. 5,5). La madre de Maria, Ana, era pariente (cfr. Lc. 1,36) de Isabel, mujer del Sacerdote Zacarías, que descendía de los hijos de Aarón (cfr. Lc. 1,5) Sumo Sacerdote. Por ello se dice también que la Madre del Redentor era descendiente de la familia sacerdotal del pueblo elegido. Sus padres, Joaquín y Ana, fueron venerados como santos desde los primeros años del cristianismo. En Constantinopla se erigió un templo en su honor en al año 550 y otro en Jerusalén allá por los años 536.  MARIA VIRGEN, MADRE DE DIOS La maternidad divina es la principal prerrogativa de la Santísima Virgen, siendo al mismo tiempo el fundamento de todas las demás; por eso conviene siquiera una breve reflexión sobre el tema.Maria es Madre de Dios, porque "al llegar la plenitud de los tiempos (Dios) envió a su Hijo nacido de mujer para que recibiéramos la adopción de hijos" (Gal.4, 4-5). Al respecto, enseñaron los Concilios de Efeso (431), de Calcedonia (459) y el III de Constantinopla (680-1): "Jesucristo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió de los

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cielos y por obra del Espíritu Santo se encarno de la Virgen Maria" El Concilio Vaticano II dice lo mismo y se reafirma con profundidad y claridad meridiana. El Pontífice Pablo VI la enseña diciendo: "Maria es también la Virgen Madre, es decir, aquella que por su fe y virtud engendro en la tierra al mismo Hijo del Padre, sin contacto con hombre, sino cubierta por la sombra del Espíritu Santo, prodigiosa maternidad constituida por Dios como tipo y ejemplo de la fecundidad de la Virgen Iglesia.  MARIA, VIRGEN MADRE DE LOS HOMBRES POR MEDIACIÓN SALVIFICA Sobre esta afirmación dice Pablo VI: "Para poder asimilar plenamente su amplísimo contenido, como memoria conjunta del Hijo y de la Madre, es decir, celebración de un misterio de Salvación realizado por Cristo, al cual la Virgen estuvo íntimamente unida como Madre del Siervo doliente de Yahvé, como ejecutora de una misión referida al Antiguo Israel y como modelo del nuevo Pueblo de Dios constantemente probado en la Fe y en la Esperanza del sufrimiento y por la persecución". En otro pasaje de su exhortación en Santo Padre agrega: "Con relación a Cristo, el Oriente y el Occidente, en la inagotables riquezas de sus liturgias, celebran (la) memoria del "fiat" salvador del Verbo Encarnado ... Por su parte, con relación a Maria, celebran a la Virgen fiel y obediente que con su "fiat" generoso se convirtió por obra del Espíritu Santo en Madre de Dios y también verdadera Madre de los vivientes. Vemos pues, como es licito afirmar que Maria Madre de Dios es también Madre de los Hombres, porque la divina maternidad le posibilita ser Mediadora de la Salvación de la Humanidad. "La finalidad ultima del culto a la bienaventurada Virgen Maria es glorificar a Dios y empeñar a los cristianos con una vida absolutamente conforme a su voluntad". Por eso los católicos rendimos culto de sobreveneración absoluto a la persona misma de la Santísima Virgen, y relativo a Imágenes de sus advocaciones. Como siempre la Iglesia, en todos sus niveles de jerarquía y fieles, esta abocada de un modo muy particular al estudio y aplicación de los Documentos Pontificios sobre este homenaje sumiso a la Madre Virgen.

MADRE DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda  

Ella fue y sigue siendo la Abogada y Madre protectora de este San Fernando del Valle de Catamarca. Fue la Madre de varones legendarios, rara mezcla de soñadores y guerreros que cruzaron nuestras tierras cual fantasmas mitológicos, sembrando vida y muerte en su afán de conquista; para afincarse por fin y luego colonizarlas. Madre de la raza valiente, nativos dueños y defensores de valles y montañas.

Ella fue Madre de estas históricas comarcas, cuando comenzó a brillar sobre las mismas la feliz aurora del cristianismo, y más tarde en bello florecer de sus virtudes de las que hoy hace gala el noroeste de la Patria. Madre en su vida eclesial, desde el primer bautizado, desde el primer sacerdote nativo, e ilustres Obispos que por su actuación jerárquico y cívica se destacan bizarramente en las paginas de la Historia Nacional. Su figura y actitud de Madre fulgura en cada línea de los fastos de nuestra "Patria Chica". En su vida económica, sabemos de su amparo maternal sobre los blancos campos de bellos algodonales ya en los albores del siglo XVII. Lo mismo que hoy en el duro afán de sus fabricas y múltiples empresas comerciales, Madre en la educación de sus hijos, desde el trabajoso operar del primer misionero llegado durante la conquista hasta las rumorosas aulas de nuestra Universidad actual. La Virgen del Valle es Madre de cuanto es auténticamente catamarqueño. Con motivo de sus tradicionales "fiestas de diciembre" y las conmemorativas de la Coronación, que se viven por lo general en el mes de Abril, de todos los ámbitos de la Patria acuden sus hijos y forman muchedumbre ante sus plantas de Reina y Madre siempre buscada. Muchos llegan a su presencia; unos con el sabor amargo de sus lagrimas, otros con el pesado ropaje de sus dolores;

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pero todos animados con la esperanza de obtener su intercesión materna ante su Hijo Divino, para la solución de sus problemas. Como a Madre le traen la dificultad de sus trabajos y lagrimas, porque Ella sabe comprenderlas. Al pie de la Cruz, sufrió con ternura infinita. Y sus lagrimas silenciosas ante la Divina Voluntad, unidas al dolor de su Jesús moribundo regeneran las nuestras, a menudo egoístas y por su calidad de humanas siempre débiles y disconformes. Ella convierte el pesar y la angustia de sus hijos mediante la fuerza de la resignación cristiana, en piedras preciosas de valor sobrenatural. Como en el trabajoso caminar en nuestra vida hay tantas espinas camino a la meta. Ella enseña a recogerlas, aceptarlas y bendecirlas con valor y animo esperanzado. Ante sus plantas maternales y benditas se depositan a porfía, afanes y esperanzas, en la seguridad de que cristalizaran en luminosas realidades al conjuro de su intercesión que hace obrar milagros. Si para escribir su portentosa y larga historia, tuviéramos que usar como letras los corazones de los devotos que de Ella recibieron protección y socorro, tantos seria que de seguro saldría una interminable narración. Como Madre de Dios y de los hombres, en sus múltiples advocaciones, pasea sus plantas por el universo entero prodigando bondades. Pero con singular gracia y exquisita fineza las prodigo y las prodiga en este Valle de Catamarca, y los frutos son de vida espiritual y material lozanos y prometedores. La serie ininterrumpida de sus portentos va ornando de luz y de fe los siglos que transcurren, desde que quiso entrar y vivir en nuestro Valle con él titulo de MADRE.

SE ENCUENTRA LA VIRGEN Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Lo que pasamos a narrar, luego de cuidadosa información documental, aconteció entre 1619 y 1620. Corrían las horas de un avanzado atardecer que caía apacible sobre las lomadas choyanas. Un indio, de los jornalizados, al servicio del vizcaíno Don Manuel de Salazar, Comisario de los Nativos y Juez para los españoles, andaba por aquellos ásperos parajes, recogiendo alguna majada para llevarla de vuelta a los apriscos, para librar esas cabras u ovejas del puma hambriento o de zorros que atacaban a las crías pequeñas. Cuando de aquí que, en el silencio de la tarde, el indio percibe voces apagadas y un rumor de pisadas en la arena movediza y cálida de la estrecha quebrada que corría en la hondonada. El instinto de su raza lo impulsa y se oculta atisbando entre "tuscas" y punzantes "chaguares". En verdad que era incomodo el improvisado escondite; pero no le importaba pues la posición satisfacía el de espiar sin ser descubierto. Pues y allí espera con paciencia hasta que ve aproximarse y luego pasar un reducido grupo de indiecitas. Caminaban recelosas como temiendo que alguien las sorprendiera. Iban conversando y el rumor bajo y cadencioso de sus voces, mitad kakán (idioma madre de los diaguitas) mitad castellano se mezclaba con el susurro del viento entre garabatos (especie de acacia de la zona) de apetecible papitas para las cabras, y las breñas de la estrecha quebrada. El indio no pudo comprender lo que decían pero algo muy importante las llevaba por aquellos lugares. A las ultimas luces del día, vio que llevaban lamparillas listas para ser encendidas y algunas vistosas y fragantes flores de la montaña. En aquellas horas le fue imposible ver mas y tampoco quiso seguirlas; pero su espíritu se turbo, sin saber porque, con una gran curiosidad, no sabia explicarse lo que sentía. Luego emprendió el regreso a los ranchos de Choya (lugar que se encuentra a unos cinco kilómetros de la Ciudad Capital). A donde fuera enviado por su señor, desde el pueblo de Motimo (hoy San Isidro) lugar en el que habitualmente residía el Administrador del Valle. Al despuntar el alba del día siguiente, volvió a sus faenas y lo visto la tarde anterior, volvió a preocuparlo por lo que retorno afanoso hacia aquellos parajes. Pronto dio con las huellas. Unas pocas, frescas; las mas, ya de cierto tiempo. La pericia que caracteriza a estos hombres en el arte de rastrear, le facilito seguirlas sin desviarse un ápice. Mientras recorría el sendero, silencioso y tenaz en su empeño, iba comprendiendo que ese camino era muy transitado. Contando desde el pueblo de Choya, habría caminado unos cinco kilómetros, remonto la quebrada como unas quince cuadras, cuando de pronto apareció, en una pendiente muy inclinada y a unos siete metros de altura, un nicho de

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piedra bastante disimulado entre garabatos y chaguares pero al que podía llegar con relativa facilidad. Hacia aquel lugar se dirigía el trillado sendero. Lleno de asombro continuo investigando y vio como, al pie del nicho y su pendiente, había ramas quebradas y hasta espacios bien talados donde evidentemente habían encendido fogatas e incluso bailado sus hermanos, las tradicionales danzas tribales. Por otras cuidadosas observaciones vio rústicos asientos, restos de pequeños "fogones" y llego a la conclusión de que la mayoría de sus hermanos choyanos acostumbraban reunirse en aquel lugar de modo, un tanto secreto.  EL HALLAZGO El indio se propuso entonces, ver que significaba aquello. Su afán por descubrir el misterio le hizo trepar cautelosamente hasta el mismo nicho y a su entrada quedo como clavado por la tan imprevisto y hermoso que veía. Allá al fondo de la gruta se descubría una Imagen de la Santísima Virgen Maria, era pequeñita, pero muy linda, era como alguna que había visto en casa de los españoles. Esta era de rostro morenito y tenia las manos juntas. Lo atraía misteriosamente y allí se quedo contemplándola por mucho tiempo. Cerca de la Imagen, se advertían muchas candilejas todas apagadas y algunas semiocultas por la abundante y fina arena que el viento iba juntando entre las piedras. Había muchas flores del aire, unas marchitas y otras muy frescas, junto a la dorada flor de retama y los fragantes capullos de corpus. El indio contemplo aquello con paciente solicitud, para después continuar sus trabajos. De esto, pasaron seguramente algunas semanas, quizá hasta meses, cuando el indio seguro ya de su descubrimiento, se determino a dar cuenta del mismo, a su amo. Era Autoridad en el Valle y le pareció que le correspondía saber, lo que para el, era algo de suprema importancia. ¿ Pues, como no debía estar el enterado de lo que ocurría entre sus gobernados mas cercanos? El respetado vizcaíno le había enseñado a ser bueno. A menudo lo había visto y oído rezar en su casa al caer la tarde o despuntar el día. Entonces el sabría comprender lo que iba a contar. Y un día se le acerca y le narra todo.El indio humilde y manso, afirmaba que no mentía, que había visto muy repetidas veces la pequeña imagen. Que allí estaba entre las piedras y era morenita como los indios y por eso también la querían. Y luego agrego algo el indio que comenzó a preocupar al español. Le dijo que, al anochecer, le encendían grande fogatas y con alegría bailaban y cantaban ante su nicho. Y muy cerca de ella prendían lamparillas que habían fabricado y le llevaban muchas flores de chaguar, de retama y del aire (margaritas). Y que el también ya le quería mucho. Todo esto dijo el sufrido y humilde indio, en su media lengua castellana al respetado y cristiano Salazar que desde su comienzo había escuchado con atención y creciente interés hasta llegar a sentir también el una honda preocupación. Y la "honda preocupación" del buen español, des autentico cristiano de las orillas del cantábrico, tenia su razón. Desde 1596 con Trejo y Sanabria que comenzó muy en serio la evangelización en el extenso territorio del antiguo Tucumán, hasta 1650 y mas, según los informes de conquistadores y evangelizadores a sus respectivas autoridades, entre los Diaguitas, no hubo conversiones serias duraderas. Por los escritos de Sotello y Narváez, sabemos que entre 1583 y 1635: "Estos indios no son verdaderamente cristianos sino verdaderamente idolatras y apostatas; y no como quiera, sino muy engañados del demonio y muy ciegos en sus idolatrías y arraigados en su religión". Asimismo, en el lapso de 1618 a 1628, un misterioso jesuita informa: "Es nulo el fruto de nuestro trabajo religioso en estas tierras de raza perversa en lo espiritual ... Son tan prontos en recibir la fe católica como en abandonarla sin causa alguna... tratan y luchan contra la fe como fieras idolatras, que a mi juicio son las mayores que ha tenido el mundo". Razón tenia pues el buen Salazar para temer una nueva explosión idolátrica en el seno de su aparente pacifica y cristiana comunidad indígena.

SALAZAR LLEVA LA IMAGEN A SU CASA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   El benemérito Salazar, al escuchar el interesante relato del indio, sintió vivir con mas fuerza y pujanza el arraigo

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mariano que alienta en los hijos de la ínclita España. ¿Cómo había ido a parar en aquellos lugares una Imagen de la Virgen Maria? Ella, Reina de la Luz y de la Gloria, con su Imagen siempre hermosa y venerada en la tierra ¿no seria causa de que estos pobrecitos volvieran a sus antiguas idolatrías ?. Todo esto pensaba el vizcaíno y de pronto decidió cerciorarse personalmente de la veracidad de aquel extraño relato, yendo al lugar descrito por el indio. Por fin, un día los choyanos supieron que el Administrador del Valle venia en dirección de la gruta, entonces comenzaron a reunirse apresuradamente. No sabían porque, pero aquella Imagen, morena como sus rostros, pequeñita y humilde como sus vidas ignorantes y sencillas, parecía volverlos dichosos y fuertes en esos años de opresión y dura servidumbre, bajo el dominio de los conquistadores españoles. Ante Ella, los pesados afanes de la jornada se diluían en el sabor de una esperanza que no alcanzaban a comprender, por eso no permitirían que se la llevasen. No tenían armas y en caso de tenerlas, no hubieran sido capaces de utilizarlas ante aquel nicho lleno de luz en sus almas. Pero tenían si, y sabrían manejar, la suplica de sus varones, las lagrimas de sus mujeres y hasta el rogar de los pequeños. Y llego Salazar hacia el anochecer con el fin de sorprenderlos en lo que el imaginaba, desenfreno y desorden. Nada de eso. Si un silencio expectante y completo y verdadero recogimiento. Al llegar el Administrador del Valle, trepa con el indio hasta la entrada de la gruta, y la encuentra tal cual su servidor se la había descrito. No cabía duda; era la Imagen de la Reina del cielo, soberana en su advocación de la Pura y Limpia Concepción. De inmediato dispone no dejar un momento mas la Imagen en aquella agreste y desolada cueva. Y del modo mas amable pero firme manifiesta a los presentes que la llevara consigo a sus "heredades" de Motimo. Los indios comienzan a expresar quedamente su descontento, piensan no sin trabajo, y luego dicen a media voz: "Si es nuestra, nosotros la queremos. Ella nos cuida, siempre nos defiende", Salazar insiste en su determinación lo que acentúa la resistencia de los indios, comienzan las lagrimas y los ruegos, pero el español se mantiene firme; y allí, tomándola delicadamente en sus manos, la lleva reverente a su casa. Con una pena muy honda en sus corazones, vieron los nativos pobladores de Choya, alejarse de su gruta aquella Imagen que hasta entonces -y no sabemos desde cuando- había constituido para ello un imán misterioso, pues los atraía y los mantenía reunidos alegres y distraídos de sus duros afanes, sin la necesidad de la embriagadora chicha con todas sus terribles y destructoras consecuencias. Los vieron irse, llevada por el español, mas no se sintieron despojados de modo definitivo, por lo que se calmaron pronto. Es que Dios obra en las mentes y en los corazones de sus hijos siempre con infinita sabiduría y bondad. Así en el silencio de sus mentes sencillas, les enseño que aquella era una Imagen de la que es Madre de todos, que seguiría Madre de ellos, aun, permaneciendo entre los españoles.

ORIGEN DE LA IMAGEN Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Se dice desde un comienzo: no hay ningún dato preciso para asegurar cual sea el origen de la Imagen o como llego a la gruta choyana. Y así, bien se podría repetir una atinada exclamación de un talentoso historiador de la Virgen del Valle: "Esto nomás, constituye ya un autentico prodigio". Como en materia de suposiciones, puede tener mas valor lo supuesto en tiempos cercanos a los hechos, recordemos al historiador mas versado en el asunto: "Que la Imagen perteneciera a un indio de Choya, es posible pero muy improbable. Era prenda relativamente valiosa para que pudiera adquirirla ninguno de ellos. Robada, menos aun, en el Valle no se habían producido hasta entonces alzamientos ni saqueos. En cambio Choya tenia Iglesia, la única de esos contornos. La capilla tendría seguramente su Imagen de la Virgen, pequeña y modesta y así era cabalmente la estatua de Nuestra Señora del Valle que se encontró en poder de los indios de Choya. La idea de que fuera la misma de la

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capilla viene por si sola. Mas, ¿cómo estaba en la gruta? ¿por qué la capilla hubiera sufrido algún grave desperfecto?. Quizá preludiando su maravillosa historia, Nuestra Señora habría otorgado cualquier extraordinario favor a sus humildes devoto, y con su ingénita y a menudo pueril suspicacia de su raza, tratarían ellos de ponerla a cubierto de la codicia de los extraños, no faltan casos similares en la historia americana. Pero es posible otra suposición de índole bien distinta, porque todo cabe tratándose de recientes cristianos, impregnados de supersticiones seculares. Eso, entre otras cosas, contiene un pequeño libro del muy autorizado jesuita P. Arriaga, impreso en Lima en 1621, sobre las practicas que todavía usaban los indios del Perú aunque convertidos desde hacia ochenta años: Ha llegado a tanto este atrevimiento de los indios, que aconteció en las Fiestas de Corpus, poner una Huaca Pequeña (un idolillo) en la misma anda al pie de la custodia del Santísimo Sacramento muy disimuladamente. Como también se averiguo en Huarochiri -continua la cita- que para adorar un símbolo en figura de mujer, llamado Mamayoc, hacían fiestas a una imagen de Nuestra Señora de la Asunción: y para adorar un ídolo varón llamado Huayhuay, festejaban un "Ecce Homo". En 1941, en se "Reseña Histórica de Nuestra Señora del Valle" escrita en colaboración con el Pbro. Ramón Rosa Olmos, el jurisconsulto catamarqueño Dr. Mauricio Herrera escribe con belleza: "Mucho se escribió sobre la materia en que esta hecha, sobre sus rasgos fisonómicos, su posible modelado por algún ingeniero de la colonia. Ello no explica, empero, el hecho de su simple encuentro. De esto nada se sabe. Es por eso que decimos que este define su primer y mas grande prodigio. No afirmamos, por cierto que a la manera de Lourdes, importe una realización sobrenatural. Sea lo que fuere en el orden del tiempo y de lo sobrenatural, con respecto al misterioso origen de esa Imagen de Nuestra Señora del Valle, para sus hijos catamarqueños, Ella quiso estar y ser encontrada en la escondida gruta de Choya, con una finalidad determinada y precisa. Desde entonces fue la luz y la felicidad de innumerables hijos de Dios a quienes no interesa su procedencia, ni las suposiciones sobre su historia. La sienten y conocen como Madre en las angustias, como un Tesoro de incalculable valor en la pobreza, como un Faro de Luz en el camino de la vida.

LA IMAGEN Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Al describir la Sagrada e Histórica Imagen de la Pura y Limpia Concepción, ya desde 1645, bajo la advocación de VIRGEN DEL VALLE, nos remitimos a como la vio en su tiempo (y que salvo pequeñísimos detalles se conserva hoy en día) en máximo historiador de Catamarca y de esta portentosa Imagen, el erudito sacerdote lourdista Antonio Larrouy.

"La muy venerada estatuita de Nuestra Señora del Valle representa a la Virgen Santísima en el misterio de su Concepción Inmaculada; de pie, la media luna bajo sus plantas, las manos juntas ante el pecho, mirando al cielo sonriente". "En conformidad con una antigua costumbre española, la Imagen fue vestida desde los principios y vestida ha quedado siempre. En la actualidad, encerrada en una vitrina o urna como se dice comúnmente, esta envuelta en amplios y lujosos paramentos. Para las grandes festividades de abril y diciembre, los que lleva de ordinario, se reemplazan por otros mas ricos aun y se los cubre con resplandecientes pedrerías de su tesoro, ofrecidas a la Reina del Valle por sus peregrinos". Las vestiduras constan de túnica blanca y largo velo azul. No dejan visible mas que el ovalo del rostro y las manos que sobresalen de una hendidura de la túnica y ocultan un conjunto formado por tres piezas distintas: un pedestal de 24 cm. de alto; una peana de 10 cm. y la IMAGEN propiamente dicha que mide 42 cm. desde la cabeza hasta los pies.

"La altura total es casi de 78 cm., y el peso, de cinco kilos doscientos ochenta gramos incluido el pedestal. Este es de algarrobo negro torneado y dorado; hecho en 1870 en sustitución a otro ya envejecido. Sobre el, esta atornillada la peana".

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Constitúyenla tres cuadritos o tarimitas cutos lados miden 21, 19 y 15 cm. respectivamente superpuestos a modo de escalera. Las tres están doradas; las dos inferiores son de cedro americano, que no es el mismo que el del antiguo continente; la de arriba es de un cuerpo mas blando pero sin duda también madera. Delante de la Virgen se lee esta inscripción en hermosas capitales que se formaron rayando la doradura para sacarle mayor brillo: Nuestra Señora de la Limpia Concepción. La Imagen esta pegada sobre la tarimita superior con un (especie) engrudo -oportunamente fue mejor asegurada- Como es comprensible no seria posible cerciorarse directamente y por completo de su composición sin deteriorarla, y huelga añadir que nadie pensó en ello. (Así fue hasta entonces) Pero de lo que queda a la vista se infiere fácilmente que es una de las muchas imágenes que se llama encarne (Es muy generalizado en conocimiento de cómo se hacen esta clase de imágenes llamadas de encarne, y no de mármol o piedra como se ha visto publicado en mas de una oportunidad). Estas estatuitas abundan en las Iglesias y casas particulares de las provincias del interior. Una pequeña púa de que estaban provistas las antiguas coronas de la Virgen para asegurarlas mejor, y el alfiler de oro de la actual, han producido encima de la cabeza un ligero arañazo. Es de notar también que después de penetrar sin dificultad como dos centímetros en el interior del alfiler de la corona, se detiene ante un cuerpo mas resistente. Queda ya dicho que la Imagen de Nuestra Señora del Valle esta vestida. Pero salió de las manos de su desconocido artífice completa ya, formando una sola pieza pronta para ser colocada en alguna modesta capilla o sobre el altarcito familiar de alguna casa. Su traje modelado en relieve, y pintado, comprende manto, pelo, cinturón azul y vestido. Todo esta pintado al estofado; es decir, dorado primeramente por debajo y pintado luego de varios colores por encima; pero aquí y allá se ha raido la pintura superior para formar con el dorado de fondo dibujos y adornos. El manto rojo con puntitos de oro por dentro, es exteriormente azul, sembrado de estrellitas, siempre de oro realizado con un galón de lo mismo; cae por detrás hasta el suelo; dejando despejada la frente envuelve la cabeza, y los cabellos de color castaño claro se perciben solo en ambos lados del cuello y un poco sobre los hombros. El pelo es colorado; lleva en el cuello una puntilla blanca pintada. Cíñele un cinturón azul listado verticalmente de oro y florecitas rojas, cae hasta el suelo y oculta completamente los pies; por los lados, y no por delante, sobresalen los dos cuernos de la media luna. Las manos no están propiamente juntas, palma contra palma, sino unidas por sus bordes; forman así una concavidad poco graciosa y que las hace parecer demasiado macizas, pero los dedos están bien moldeados. El rostro es demasiado anguloso, sin nada de aquellos contornos suavemente redondeados que se encuentran en las obras de los maestros. Las mejillas están ligeramente sonrosadas y de cerca tal vez parece mucho menos morena que a la distancia. Sin embargo, no deja de ser verdaderamente la MORENITA como el pueblo, con su tierna y respetuosa familiaridad, gusta llamar a la Virgen del Valle. Así describe la Imagen de Nuestra Madre del Valle, el erudito historiador citado. Quizá, de un modo un tanto frió pero precisa y escuetamente, como el caso lo exige.  LA IMAGEN HOY Pero sin conocer el material del que esta compuesta, sin saber porque, el visitante que llega hasta su urna se siente cohibido, anonadado. La contempla, vestida con magníficos ropajes. Una rica túnica blanca, habla de Ella de las celestiales esperanzas de las almas que la aman; el bello manto azul recamado de oro y piedras preciosas dice del amor y gratitud de todos sus hijos. Allí esta con su presencia bendecida homenajeada de continuo, por los humildes y también los grandes de la Patria y fuera de ella, que le dejan en testimonio de gratitud amorosa preciadas joyas. Se la ve, solo descubierto el rostro y con las manitas juntas, y es para nosotros NUESTRA MADRE

LA IMAGEN VUELVE A LA GRUTA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   

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Como ya lo dijéramos, la Imagen de Nuestra Señora del Valle, fue encontrada en un escondido y agreste nicho formado en las lomadas de Choya donde al principio fue venerada por indios con el simple gozo de una absoluta libertad. Salazar, al temer con fundamentos nuevas practicas idolátricas entre los indios, la lleva a su casa y le construye una humilde repisa donde la ubica, quedando a buen recaudo. Así las cosas ¿ pasaría esta Imagen a formar parte del abultado grupo de las que se veneraban y aun se veneran en las casa particulares conocidas solo cuando se las lleva al templo para alguna misa aniversario ? ¿Quedaría todo limitado a la devoción de unos cuantos vecinos, expuesta quizá a ciertos caprichos mezquinos de que a menudo se ven rodeados los nichos y urnas en las casa de familia ? Pues que no habría de serlo así. Y que no lo fue. Ya que Dios la puso en el Valle y en el Gran Antiguo Tucumán, con una misión evangelizadora que tuvo frutos requisamos; y ya a través de cuatro centurias, se extiende por la Patria y también muy lejos de ella. Es que esta Imagen de la Reina del Cielo, es la Madre de Dios y de los hombres. Madre de todo el Valle, con un corazón grande de madre; en el se alberga mucho amor y mucho afán por todos sus hijos. Por eso la Madre del Valle, había querido ser un rayo de luz y de vida para los indios, quienes personificaban a los indigentes, a los mas necesitados, los desvalidos y carentes de esperanzas e ilusiones. Tampoco desdeñaba el amor profundo y sincero del piadoso Salazar. Más no quería dejar de ser la protectora general de todo un Valle, y con el correr de loa años de toda una extensa región. ¡Maravilloso! Según numerosas declaraciones aseguradas con juramentos de múltiples testigos, este deseo de la Madre del Cielo se puso de manifiesto con el primer hecho portentoso conocido en el Valle. Salazar, al amanecer de un día de tantos, como acostumbraba hacerlo, antes de comenzar sus faenas, se llega a visitar la "Madrecita Morena" que reinaba en su casa desde una repisa. Pero no la encuentra. No se desconcierta no concibe temor alguno. "Doña Beatriz -se dijo- sabrá que fue de la Imagen, ... posiblemente la cambió de lugar, ... sin duda la puso en otro, mas digno ... ". ¿"La habría prestado momentáneamente para veneración de algunos vecinos que no podían llegar hasta su casa.. ?. Todo esto se preguntaba mentalmente mientras en silencio iba en busca de su mujer para informarse de lo ocurrido. Pero de ahí que su buena esposa, doña Beatriz de Ahumada y Águila, tampoco sabe cosa alguna. La noche anterior - asegura - estaba la Imagen en su repisa y no sabía que hubiera entrado persona alguna a la casa. Entonces el colono comienza a dudar del indio, sospecha de su honradez. ¿Acaso no la habría sacado para llevársela a su choza ? A menudo lo había visto entre los vecinos que acudían a rezar el Rosario al anochecer. Aquel indio quería mucho a la Imagen. Se acercaba a Ella y la miraba tanto y tan de cerca que parecía querer grabar en sus pupilas de azabache la diminuta figura. Llama pues al indio y un tanto apremiante lo interroga averiguándole acerca del paradero de la Imagen. Pero el indio asegura que él ignora totalmente de lo que se le pregunta. Pero dice claramente que él la vió por la noche en la repisa. El colono comprende que su servidor no le esta mintiendo. Pues cuando un indio no dice la verdad (y también lo que no son indios) jamás mira a la cara. Y su servidor le mira de frente y pesar. Pro lo que a su vez pregunta con voz temblorosa y hasta desconsolada: "La Mama Achachita .. ¿no esta ?". A todo esto iba ya entrada la mañana y el Administrador del Valle, dejándolo todo, sigue buscando la Imagen ya entre los amigos, ya entre vecinos mas alejados. Olvida así, todas sus tareas administrativas, de gobierno y labranzas para buscar la Sagrada Imagen por todas pares. ¿Qué le pasaba? ¿Seria posible que a él le ocurriera lo que estaba sintiendo?. Pero era posible que el rudo soldado del Rey Conquistador, el Comisario inflexible y dominador de indios, el Juez severo en los arduos pleitos entre bravos españoles, sentíase inquieto, triste y hasta con cierta honda angustia por no encontrar aquella pequeña imagen que llevara a su casa para librarla de una posible idolatría. Es que la Madre del Cielo se había adentrado hondamente en su viejo y bondadoso corazón, por intermedio de aquella imagen, morenita y sencilla. La amaba con todas las fuerzas de cristiano noble y generoso. ¿Estaría de nuevo en su gruta? ¿Por qué no buscarla a allí? ¿A lo mejor, algún indio audaz habría entrado de noche a su casa, llevándosela a pedido de los nativos pobladores de Choya?.

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Pero esto era poco menos que imposible. Nadie, y menos un aborigen o nativo de la zona, podía entrar al poblado en ninguna hora del día o de la noche, sin ser reconocido y controlado severamente. La vigilancia esta estricta y los procedimientos a veces muy duros. Sin embargo. Se dirige a la gruta y llegando al lugar trepa decididamente hasta el mismo sitio del que sacara la Imagen ... y ¡oh prodigio! Allí estaba, tal cual la viera la primera vez. Pero ahora sin flores, ni cirios. No había signo alguno, ni rastros de pisadas humanas que dijera que alguien hubiera estado allí antes que él. Apresuradamente la levanta con infinito cuidado, como si fuera algo vivo y muy delicado, la acaricia con sus manos de labriego, besa reverente las manitas juntas y se la lleva gozoso y precavido como cuando se carga un niño pequeño. ¿Qué le iría diciendo por el camino? Los corazones nobles hablan un lenguaje maravillosamente tierno y conmovedor. "No tienes que volverte Madrecita -le diría- ¿No sabes acaso cuanto te queremos en casa? ¿Por ventura no sientes cuanto te quiere este corazón de viejo cristiano, servidor de Dios y del Rey?". Llegado a la población y a la casa, la coloca en su sitio; y día y noche multiplica la vigilancia. Pero todo fue inútil. Varias veces tuvo que viajar a la gruta de Choya a "capturar a la Fugitiva" y traerla de nuevo a casa, no sin regaños como saben hacerlo los corazones enamorados. Es que la Virgen del Valle era también Madre de aquellos pobrecitos que le habían ofrendado sus luminarias de amarilla y blanda cera, las fogatas de sus agrios chaguares, junto al dulce amor de sus corazones sencillo, humildes y por eso buenos. Todo eso la atraía hacia aquella gruta, silenciosa durante el día pero llena de rumores y de ancestrales cantos al caer la tarde y sus noches.

PRIMER TEMPLO EN HONOR A LA VIRGEN DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda   El suceso extraordinario de la Imagen volvía a su gruta, sin poderse dar explicación satisfactoria de cómo ocurría, comenzó a despertar lógica atención y a reunir gran cantidad de personas en la casa del colono vizcaíno que no solamente oraban, sino preguntaban de continuo sobre lo que estaba ocurriendo. ¿Qué misterio habría en este acontecer maravilloso?. Se comentaba también por entonces al portento, ya que no tenía explicación posible, del incendio extinguido en el depósito de algodón. En todas "Las Chacras" y en el Valle entero, se despertó un ferviente y filial entusiasmo que muy pronto fue conquistando incluso a los mas indiferentes en materia religiosa. De este modo en la humilde casa de Salazar, la modesta Imagen de la Virgen comenzó a transformarse en centro obligado de un auténtico culto mariano. Con seguridad faltaba la pompa de los nuestros, pero su falta era suplida con creces por la sincera devoción. Es lógico pensar que, al ver Salazar y los demás vecinos el auge que iba tomando esta devoción mariana comprendieran que debían dar solución al problema del espacio para las reuniones de culto privado que se realizaban ya con frecuencia. A esta Reina Madre le hacía falta un lugar más amplio y un trono más adecuado al reinado espiritual que comenzaba a extenderse por la región en muchas leguas a la redonda. De este modo, nació entre los españoles y en la extensión de los amplios valles y en las altas montañas del Norte Argentino, la devoción a quien luego sería llamada cariñosamente y con filial confianza: "NUESTRA SEÑORA DEL VALLE" o simplemente La Virgen del Valle. Según la declaración del testigo Juan Cisternas, en la ya mencionada Declaración Jurada de sus prodigios, levantada en 1764, quien expuso a la avanzada edad de 90 años, puede consignarse que: "Viéndola hacer tantos prodigios, le edificaron una capilla, que por la tradición antigua fue donde hoy (1764) están las paredes de la Iglesia Matriz de dicho Valle, en la parte del poniente a poca distancia y en que hoy corre el río (del Valle) que ha muchos años se la llevó". Esta primera iglesia de que tenemos noticias, levantada en honor y para rendir culto a la Imagen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca, sin lugar a dudas no sería de mayores dimensiones que la antigua Capilla que en su tiempo se levantara en Choya. En la edificación de la primera iglesia dedicada a la Imagen de la Santísima Virgen María, se tiene la seguridad del

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aporte importante de los más adinerados como Pedro de Maidana, Nuño Rodríguez Beltrán, para no mencionar sino estos dos ricos estancieros de aquellas encomiendas, también como ahora se advertía el valioso y sacrificado esfuerzo de los pobres de la comunidad, que llegaban con su trabajo de peones y también de albañiles. Todos los a conocidos es esta historia colaborarían decididos y entusiastas, contándose entre ellos al mismo Don Manuel de Salazar, a sus vecinos y amigos, Mateo de Acuña, Baltazar de Orellana, a los hermanos Pérez de Hoyo. Como así también por su actuación en otros sucesos de bien público, se contaría con la colaboración de Don Francisco de Salamanca, Francisco Díaz, Gregorio Varela, Francisco de Narváez de San Martín y el trabajo empeñoso de numerosos indios. Estaría también en la obra Juan Domínguez, carpintero de profesión y que por su bondad y habilidad en diferentes trabajos, era por 1628 un personaje que gozaba de gran aprecio en todo el vecindario.

TRASLADO DE LA VENERADA IMAGEN A LA CAPILLA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Pueden imaginarse, del gozo libremente exteriorizado en la población del Valle, cuando terminaron de construir el pequeño templo. Lo habían erigido al precio de muchos sacrificios pero con amor y allí estaba con su elegante humildad, pero valiosa prestancia de PRIMER SANTUARIO de Nuestra Señora del Valle de Catamarca, si se tiene en cuenta que "Santuario", en el lenguaje cristiano es un templo, por algún motivo particular o imagen que se venera en él, meta de peregrinajes y centro de grandes concentraciones piadosas. En que año se llevó a cabo este solemne y muchas veces comentado traslado de la histórica Imagen, no puede precisarse con fechas seguras. Pero de acuerdo con los cálculos que se hacen al leer algunos documentos de 1648 que presentan al culto de la Virgen del Valle en su capilla, ya con seguro arraigo, se puede deducir que habían pasado varios años desde el acontecimiento. Por lo cual no sería arriesgado afirmar que lo narrado ocurrió entre 1638 y 1640, y no mas tarde. Pero algunos estudiosos en la materia opinan que esto podría haber sido mucho antes y se habla de 1930. Por lo que desde luego, comenzaríamos a caminar sobre suposiciones, como el caso del origen de la Sagrada Imagen. Lo seguro es que por aquellos años, el culto a la Imagen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca se había difundido por extensas regiones. Y decimos extensas, teniendo en cuenta los difíciles medios de comunicación de la época. Por el documento más antiguo que hasta no hace mucho se tenía descubierto referente a la historia que nos ocupa y que data del 19 de marzo de 1640, descubierto por el erudito investigador jesuita Padre Pedro Gregón, se tiene noticias de que el 1° de Mayo de ese año (1640) el Teniente Gobernador de Todos los Santos de la Nueva Rioja, Don Bernardo Ordóñez de Villaquirán, se ausentó de su sede de gobierno para trasladarse al Valle de Catamarca, donde, con el permiso del Gobernador de estas tierras debe "hacer unas novenas en la Iglesia de Nuestra Señora de la Limpia Concepción", como hasta entonces era conocida la Imagen.  COMIENZA LA ADVOCACION DE LA VIRGEN DEL VALLE Cinco años después de la visita de Ordoñez de Villaquirán, en 1645, el entonces rico y devoto vecino de Córdoba, Don Gaspar de Salinas, dejaba escrito en un pliego de su testamento: "Tengo prometido hacer romerías a Nuestra Madre del Valle de Catamarca..." Salinas no pudo llegar a Catamarca, pero envió doscientos pesos contando reales y ornamentos para la Santísima Virgen, que fue por el 18 de Julio de 1645. Conviene advertir que ya existía la Cofradía, pues a ella el promesante cordobés su valiosos donativo y por primera vez se encuentra el nombre de VIRGEN DEL VALLE, mencionado en toda la documentación que trata de este asunto. El culto a la Sagrada portentosa Imagen de la Santísima Virgen María tenía una fuerza misteriosa. Sin duda se veneraría también otras imágenes, pero el culto y la devoción por la encontrada gruta de Choya habíase extendido, misteriosamente en tiempos en que las comunicaciones resultaban sumamente difíciles, por los intransitables caminos, y los escasos medios de transportes. En el año 1644, en aquella nueva capilla levantada en la jurisdicción del Curato del Valle, residía un Cura Párroco que

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lo fue Don Cristóbal Burgos. El hecho, además de otros documentos fidedignos, está ratificado por uno muy valioso de Santiago del Estero. En este documento, un ex alumno de la Universidad de Córdoba, por entonces Alcalde Ordinario de la Gobernación santiagueña, refiriéndose al mencionado sacerdote expresa: "Que dice estar sirviendo al Curato y Beneficio de Nuestra Señora de la Concepción en el Valle de Catamarca uno de los primeros beneficios de la provincia por el Santuario de Ella donde por los muchos milagros de la Santa Imagen, el mayor número de habitantes es toda gente española, vecinos de ellos naturales de dicho Valle de Catamarca". POBLACION DEL VALLE Y PRIMERA IGLESIA MATRIZ Por: Pbro. Alberto S. Miranda   En el año 1921, primer centenario de la Autonomía de la Provincia de Catamarca, era Rector del Seminario Conciliar de Nuestra Señora del Valle, el estudioso y erudito sacerdote lourdista R.P. Antonio Larrouy, quien analizó con inteligencia de sabio y corazón de sacerdote todo lo relativo a nuestra Madre en su advocación de Virgen del Valle. A él se le debe también la existencia en nuestras bibliotecas, de valiosísimos aportes para la historia de la provincia. Por la seguridad y confianza que inspiran sus trabajos de investigación, el consultarlos avalan certeza y precisión. Por lo que al escribir ahora sobre el poblamiento del Valle y la primera Iglesia Matriz, cuando no se transcriba literalmente lo escrito por este historiador, le seguiremos puntualmente en los frutos de su investigación. En 1688 -escribe- fuera por orden de la Audiencia (de Charcas, pues la de Buenos Aires ya había desaparecido) o del Gobernador del Tucumán, se fundo en Las Chacras una población, una verdadera población, con sus calles delineadas a cordel, sus manzanas y solares, su plaza, porque hasta entonces las modestas viviendas estaban desparramadas en medio de las heredades sin orden alguno. Pero el fundador, que fue Don Pedro Bazán Ramírez de Velazco, alcalde ordinario del Tucumán, al darle vida no le dio nombre, llamósele sencillamente la Población del Valle, La Iglesia (primera capilla) de la que no era posible alejarse, determinó a no dudarlo, su ubicación, pero como ya se dijo, aquella estaba al parecer en la plaza, entre el río y la barranca y la población se situó prudentemente arriba y al borde de ésta; cruzaban la antigua acequia de los Maidana en cuya Merced venía a caer.  NECESIDAD DE UN NUEVO TEMPLO Lógicamente, el acrecentamiento de la nueva población, y sobre todo la fama de los milagros que se obraban por intercesión de la Virgen mediante su Imagen, la que era imán poderoso de continuas y populosas peregrinaciones, hicieron necesaria la construcción de otra iglesia más amplia y digna de tan solemne y concurrido culto.Fue seguramente por estos motivos, que el 30 de Mayo de 1651, el Obispo Fray Melchor Maldonado de Saavedra, respondiendo a un pedido que habría formulado la Cofradía de la Virgen, concedió por escrito una licencia para construir una nueva y mas amplia iglesia en el Valle. Al parecer la Cofradía ya con seis años de vida, no habría urgido el cumplimiento de la disposición episcopal; ni se sabe porqué motivos transcurrieron 19 años si que se llevara a cabo el trabajo de construcción. Pero lo que al fin urgió la realización de esta obra, fue la mayor importancia que diera a la Colonia la fundación de la Población del Valle, y las peregrinaciones a la vieja y pequeña inglecita que iban siendo cada vez mas frecuentes y numerosas. Pro lo que en 1670, se inicio la empresa (construcción del templo) a impulso y bajo la dirección personal del Alcalde del Valle, Bartolomé Ramírez de Sandoval. El nuevo templo fue situado a poca distancia del anterior, sobre la barranca. El Padre Larrouy escribe en 1915: "Sus ruinas, eran visibles hasta estos últimos años". Lógicamente que en nuestros días desaparecieron totalmente los últimos vestigios de tal construcción. En aquellos años de 1915 a 1920, numerosos peregrinos que llegaban hasta el Santuario de la Virgen del Valle, viajeros del Este de la Provincia, luego de recorrer los caminos de herradura, por la ahora "Cuesta del Totoral", se detenían devotamente en los parajes mencionados para hacer cortas y fervorosas oraciones, saludando así a la Virgen María que había sido moradora de aquellos lugares. También, guardaban en sus alforjas, polvo de unos adobes que aún existían por allí, y que ellos, desmoronaban con cuidado.  COOPERADORES Y ARQUITECTOS Que el Gobernador Don Alonso de Mercado contribuyó a construir este templo, lo afirma su inmediato sucesor que

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fue Don Ángel de Peredo, sin especificar concretamente cual fuera ese aporte. De lo oportunamente cronicado conocemos cooperadores afincados en el Valle. Son dos ancianos colonos Don Luis Pérez de Hoyos oriundo de España y el hijo político Don Luis de Maidana, que era encomendero de las tierras de Choya; también colaboró con la empresa, Doña María de Hoyos, parienta de los Maidana. Los nombres de los arquitectos o maestros y demás operarios de la obra, lamentablemente se desconocen por completo. Sin embargo puede afirmarse que la decoración del interior del recinto sagrado se confiaría a dos artistas lugareños que lo fueron los hermanos Lázaro y Blas Gómez de Ledesma que fueran naturales de las zonas de Jujuy y emparentados con los Pérez de Hoyo. De ese modo, con medios precarios y sacrificados esfuerzos de los devotos hijos de la Madre del Valle se le edificó un segundo templo y ya primera Matriz. Esa tradición de generosidad popular, sin tener que sujetarse a presupuestos oficiales, perdura aún en la práctica de numerosos Párrocos de la campaña catamarqueña y aún de la Cuidad Capital en sus obras parroquiales y sobre todo cuando se trata de levantar templos o en aquella que necesita refacción.

CREACION DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Desde 1630 en adelante, ya existían en la extensa región del Antiguo Tucumán, cuatro ciudades cuyas delimitaciones denominaban el Valle de Catamarca disfrutando de sus respectivas jurisdicciones. Eran las históricas ciudades de Santiago del Estero, fundada por Francisco de Aguirre en el 1553, a orillas del Río Dulce; San Miguel de Tucumán, que la fundó en 1565 Diego Villarroel; Todos los Santos de la Nueva Rioja que la fundó en el año 1591 el Virrey Juan Ramírez de Velazco; y San Juan de la Rivera de Londres que, por más conocida sólo diremos que su fundación databa de 1607, fecha en que el Obispo Trejo, fundaba también el Curato de Londres que abarcaba 60 mil kilómetros cuadrados en que se extendían los actuales departamentos de Santa María, Belén, Andalgalá, Pomán y Tinogasta en cuanto a jurisdicción eclesial parroquial. Esta última ciudad, en la jurisdicción política catamarqueña actual, no progresaba mucho; mientras tanto, en la región denominada "Las Chacras" tenía vida pujante y progresaba a ojos vista una nueva población. Allí había sido trasladada, como se vio, la Imagen encontrada en una gruta de los cerrillos choyanos. Con el correr de los años, la Ciudad de San Juan Bautista de la Rivera de Londres, nacida poco menos que moribunda en los pedregales del actual Pomán, vino a mostrarse ridícula con aquel pomposo título. En tanto la Población del Valle crecía a la sombra de su ya segunda Iglesia Santuario en honor a la venerada Imagen de Nuestra Señora del Valle.  CIUDADES Con respecto al título de ciudad, para mayor claridad conviene transcribir, lo que en documentos investigados sobre el tema se explica: "Ciudades, se llaman hoy en día a las poblaciones considerables por el número de habitantes; pero en la época colonial, el vocablo ciudad significaba principalmente Capital de Jurisdicción y desde el mismo día de su fundación, aun antes de que tuviera casa alguna, desde el momento en que el fundador declaraba que en tal asiento fundaba la ciudad, allí existía ésta, porque tal era el asiento legal de sus autoridades, la ciudad era por consiguiente anterior a la población efectiva, al caserío ... ". El fundador delimitaba al mismo tiempo los límites de la nueva jurisdicción, es decir creaba la nueva provincia cuya capital acababa de fundar. En el centro de la Plaza (lo que había de ser la plaza) se colocaba el rollo o árbol de justicia, que era una columna o palo en que habían de ser ejecutado los criminales; y que constituía el símbolo permanente de la jurisdicción de la ciudad "porque sólo en las capitales podría ser aplicada (y cumplida) la pena de muerte". Ya se dijo como aquella ciudad de Londres languidecía, pero el fin, al parece estaba próximo, por la fundación de la actual ciudad de Belén, llevada a cabo por el Cura de la misma jurisdicción eclesial del hasta entonces Curato de Londres, Maestro Don Bartolomé de Olmos y Aguilera, "en 1678 el Gobernador Garro le concedió la merced de tierras, reunió algunos pobladores, pobres vergonzantes los más, les asignó un pequeño lote y así formó una población que

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delineó al estilo acostumbrado y a la que dotó de iglesia dedicada a Nuestra Señora de Belén." Si la ya floreciente población del Valle, hubiera estado en la jurisdicción de Londres, habría sido fácil mudar a allá el título de ciudad capital, pero no lo estaba, y para la nueva jurisdicción se debía quitar a Tucumán su mas valioso distrito, desmembrar también parte del territorio de Santiago del Estero y La Rioja. Sin embargo, por Cédula Real del 16 de agosto de 1679, fue creada la provincia de Catamarca. Por entonces las noticias no marchaban muy rápido; y así, recién en 1681 fue conocida la decisión en estas tierras. Aún pasaron mas o menos dos años y en los días 21 o 22 de junio de 1683, luego de cumplirse diversas formalidades que hacían al caso; incluso votaciones y cambio de ideas para la elección del lugar donde habría de asentarse la nueva Capital, surgió al fin la PROVINCIA DE CATAMARCA, con el bautismo de su capital ideal: CUIDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA. Se dice capital ideal, porque aun faltaba fijar definitivamente su asiento. Lo que ocurrió el 5 de julio de ese mismo año, cuando se puso el rollo o árbol de justicia, determinándose que tuviera 9 cuadras de largo y ancho..., etc.

FUNDACION DE LA CIUDAD DE CATAMARCA Y TRASLADO DE LA IMAGEN Por: Pbro. Alberto S. Miranda   A pesar de que la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca se fundara oficialmente en 1683 en donde existe en la actualidad, durante diez años las Autoridades residieron en la "Población del Valle", constituyéndose de hecho ese lugar, la Capital de la Provincia. Allí estaba la Efigie de Nuestra Señora del Valle. Por este hecho principalmente, y por lo bien que se encontraban, con muy poco entusiasmo se dispusieron los pobladores l las Autoridades ha hacer efectivas las órdenes de Don Fernando Mate de Luna. Después de haberse cumplido varios requisitos y realizado los trámites necesarios, entre ellos la medición de las aguas del Río Tala, el cambio de opiniones acerca del sitio definitivo para el asiento de la nueva ciudad, se llevó a cabo la fundación efectiva entre octubre de 1683 y febrero de 1684 en el lugar que finalmente eligiera Mate de Luna. Los primeros pobladores de la Ciudad de Catamarca fueron: Esteban de Nieva y Castilla, Diego Navarro y Velazco, Bartolomé Castro, Nicolás de Barros Sarmiento... La ciudad tuvo pues su asiento en las propiedades de los Pérez de Hoyos; al parecer los pobladores pagaron en un comienzo los solares que ocuparon. El fundador propiamente dicho fue el Maestro de Campo Bartolomé de Castro, quien prestó mayor atención en la construcción de la nueva Iglesia. No se tienen datos precisos y particulares del asunto. Sólo se sabe que después de cinco años de la fundación ya existía el templo.  EL PASO DE LA VIRGEN Una de las condiciones que sin duda impusieran Autoridades y pobladores, para trasladarse del acogedor lugar donde ya estaban afincados, fue el llevarse la Imagen de la Madre del valle. El traslado de los pobladores se realizó el 15 de diciembre de 1965. Acerca del cambio de asiento de la Imagen de nuestra Señora del Valle al nuevo templo construido en su honor, el Padre Larrouy escribe: "Trasladada la Capital de la ciudad vieja a la nueva, edificada en ésta la iglesia parroquial que siempre había sido santuario de Nuestra Señora del Valle, allí también debía estar su Imagen. Acaso fuera ese mismo 15 de diciembre (de 1965) el de su traslación; los dos años anteriores eran más que suficientes para la construcción del nuevo templo que fue desde luego más modesto y ningún día aparecía más oportuno como el del último de las fiestas anuales de diciembre, ya que la afluencia de peregrinos que a ellas acudían de todas partes permitía formar un acompañamiento más numeroso y apropiado por consiguiente a lo extraordinario del caso. Celébrase pues, por última vez en La Población del Valle las ceremonias tradicionales del octavario; a su conclusión la Imagen en hombros de sus devotos, recorrería para la despedida las callejuelas de la aldea y se dirigiría luego a la naciente ciudad ." "De los dos caminos -continua el historiador citado- que en la actualidad (escribió en 1916) y desde siempre al parecer conducen desde la que fue Población del Valle y hoy se dice San Isidro, a la capital, uno endereza hacia el sur a lo largo

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del río y frente a la Ciudad lo cruza diagonalmente; era el llamado ‘Paso de la Virgen’, que muy verosímilmente debió su nombre a la Excelsa Viajera que lo franqueó en aquella circunstancia de su traslación". Como todos sabemos que los actuales pobladores de Las Chacras conservan con frescura inigualable su fe y devoción a su Celestial Patrona. Como entonces, también ahora se trasladan, sobre todo los sábados, en crecido número a la "Misa de la Virgen" en la Catedral Basílica. Es la misma solemne Misa de los Sábados a la mañana que gozosos celebraban sus antepasados allá por 1638, cuando la Sagrada Imagen se veneraba en Motimo y luego Población del Valle, hoy San Isidro (Valle Viejo).

LA GRUTA Por: Pbro. Alberto S. Miranda  

La gruta en que fuera encontrada la Imagen de la Santísima Virgen María, por el indio cristiano al servicio de Don Manuel de Salazar, se encuentra en las primeras estribaciones del Ambato. Dista unos siete kilómetros de la Ciudad Capital de la Provincia al Norte. Se sabe que unos 100 años después que la Sagrada Imagen fuese hallada los moradores de Choya y sus alrededores denominaban aquella cueva con el nombre de : "Casa de la Virgen"; y allí se daban cita los niños del vecindario para sus juegos.

Por el año 1730, parecía una verdadera cueva, pero unos treinta años después se habían derrumbado algunas piedras del frente. Así lo dice Don Juan Antonio de la Vega, primer testigo declarante sobre el conocimiento de los prodigios de la Virgen del Valle en la Información Jurada. Los frecuentes movimientos sísmicos y las fuertes tormentas de agua y viento, siguieron desmejorando sensiblemente aquel lugar. Tanto que por el año 1880 en adelante, ya no pocos dudaban seriamente acerca del sitio preciso donde estaría la antes, tan mentada "Casa de la Virgen".  LA GRUTA EN LA ACTUALIDAD

Actualmente, el histórico y venerado lugar donde nos consta que se encontró la Sagrada Imagen, está protegido por un templete al que se llega a través de una hermosa escalinata de piedra de la zona. En nuestros días se llega a la Gruta por una ruta pavimentada y de movido tránsito que arrancando del Boulevar Belgrano y "Plaza del Maestro" en las adyacencias de la Ciudad Capital.

Los parajes en que se encuentra la Gruta y sus inmediaciones, con bastantes áridos, sin embargo la vegetación arbórea de la zona ha comenzado a crecer y ésta tiene ahora un aspecto lozano. La Gruta de la Virgen, es un lugar muy visitado por devotos de la Virgen del Valle, catamarqueños, turistas y peregrinos. En los días de "Las Fiestas de la Virgen" (diciembre y abril o mayo) y durante el año de ofician los Misterios divinos de la Santísima Eucaristía. Pertenece a la jurisdicción del Curato bajo el Título de Santa Rosa de Lima, una de las ocho parroquias de la Ciudad Capital de la Provincia. Conviene advertir que el acceso a este lugar histórico y ya sagrado, siempre fue absolutamente libre, sin que nadie pueda exigir retribución alguna, como "entrada" al recinto u otro sitio ocupado por la gruta misma y sus adyacencias.

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LA VIRGEN DEL VALLE, JURADA PATRONA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   La Madre Santísima del Valle fue jurada Patrona, y este solemne acontecimiento celebrado por sus hijos con verdadero regocijo, se repitió hasta el presente en seis oportunidades.  PRIMER JURAMENTO La primera vez parece haberse llevado a cabo esta fausta y trascendental ceremonia, allá por el año 1657, después que los españoles constataron la singular protección que ejercía sobre ellos la Virgen Santísima en sus luchas con los indios rebeldes. Según la narración de Don Diego de Guzmán, se habría verificado por el año ya mencionado y en presencia del Gobernador Mercado y Villacorta. Esta primera jura se hizo bajo la prerrogativa y advocación de la "Pura y Limpia Concepción" como era más conocida hasta entonces, y se llevó a cabo entre los pobladores de los solares que hoy forman el Departamento de Valle Viejo y tuvo el hecho un carácter parroquial. Era aun Cura Párroco de los naturales, y que fuera el primero, el Licenciado Don Cristóbal de Burgos que sin duda actuó en el acontecimiento juntamente con el sacerdote paraguayo Maestro Juan de Aquino que figuraba como "Cura y Vicario Juez" (para los españoles, se entiende).  SEGUNDO JURAMENTO Luego que se hubo traslado la Ciudad Capital a su nueva ubicación se reconoció como Patrono Titular a San Juan Bautista a quien dedicaron las fiestas oficiales. Con lo que quedo en claro el asunto del Patronazgo. Por lo que se resolvió jurar de nuevo a Nuestra Señora del Valle como Patrona, no solo ya, en el orden Parroquial que hubiera sido, de la Ciudad de San Fernando, sino de toda la Provincia de Catamarca y lo fue en el año 1688. Al terminar el novenario en honor de la Santísima Virgen, comenzando invariablemente el día ocho de diciembre, se procedía a "elegir los nuevo Mayordomos" para las festividades del año siguiente. Y así fue que aquel 18 de diciembre de 1688, reunido el cabildo (civil) con representantes de la ciudad y la provincia -luego de cumplida la elección prevista- por pedido del Cura, Don Luis de Medina y con la presencia de Alcaldes. Alguaciles y Regidores, se procedió a jurar a la Madre del Valle como Patrona de la Ciudad y Provincia de Catamarca  TERCER JURAMENTO Doscientos años después, luego de un solemne triduo preparatorio, con que se prepara cuidadosamente un nuevo juramento, se lo realiza reafirmando y en conmemoración de aquél de 1688. Fue también en el último día de las festividades marianas celebradas en 1888, un 18 de diciembre. Era entonces Sumo Pontífice en la Santa Iglesia Católica León XIII, Papa que iniciaba (1878-1903) una nueva era entre los convocados del Señor; mientras como Presidente de los argentinos gobernaba Juárez Celman y en Catamarca Don José Dulce, quien estuvo presente en aquella solemne ceremonia, presidida por Monseñor Pablo Padilla y Bárcena. Todos los participantes de aquel significativo acto se reunieron en el atrio de la entonces Iglesia Matriz, donde habían mandando construir un entarimado especial. Después de un brillante discurso alusivo al acontecimiento, el Prelado y todos los presentes, juraron con la siguiente fórmula leída por el canónigo Don Reinero J. Lugones : "Nosotros, los miembros de la Comisión Central, en representación del Curato de esta Capital, para renovar el juramento que hicieron nuestros antepasados en honor a la Santísima Virgen del Valle, el dieciocho de diciembre de mil seiscientos ochenta y ocho, y los Delegados de los otros Curatos de la Provincia, para jurar tomándola por especial Patrona y Abogada en cumplimiento de nuestra comisión y en nombre de los departamentos que representados y en el nuestro propio JURAMOS POR PATRONA DE ESTA CIUDAD Y PROVINCIA DE CATAMARCA, para ante Dios y Nuestro Señor a la Santísima Virgen María, Madre de Dios en su Concepción Inmaculada bajo el título de VIRGEN DEL VALLE, pidiendo para nosotros y para nuestros hijos y descendientes su protección soberana y su omnipotente intercesión, prometiendo cumplir para con Ella. Dios nos ayuda y esos Santos Evangelios de Dios. Amén".  

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CUARTO JURAMENTO Sobre el cuarto Juramento ratificatorio de su Patronato sobre Catamarca y ahora también para las Provincias de Tucumán y Santiago del Estero, diremos que se llevó a cabo el 17 de diciembre de 1904. Presidió nuevamente esta cuarta ceremonia el ya Obispo Diocesano de Tucumán, Mons. Pablo Padilla y Bárcena, a cuya jurisdicción pertenecía la actual Diócesis de Catamarca. Estaba presente el Vice Gobernado de la Provincia en ejercicio del Poder Ejecutivo Don Dermidio Narváez y le acompañaban los representantes de los Gobiernos Tucumano y Santiagueño, cuyas provincias también la Juraban Patrona. Se registró la presencia de numerosos Curas Párrocos y una crecida y enfervorizada concurrencia en que se contaban peregrinos y fieles devotos de la Virgen venidos de todos los puntos de la República.  QUINTO JURAMENTO La quinta vez que se renovó aquel de 1688 fue el 4 de mayo de 1941, en un marco de proporciones apoteósicas, en el lugar denominado "Paseo General Navarro" o "La Alameda", con motivo de las áureas conmemoraciones de la Coronación de la Portentosa Imagen de Nuestra Señora del Valle. Estaban presentes los Gobernadores de Tucumán y Santiago del Estero. Y en esta oportunidad, envió también su representante el Gobernador de Santa Fe. Luego de la brillante alocución e circunstancias que estuvo a cargo del gran orador argentino Mons. Dr. Nicolás Fassolino, se realizó la ceremonia del ya histórico juramento. Presidió el acto con su humildad y sencillez características, el Obispo que regía la Diócesis de Catamarca erigida canónicamente el 5 de febrero de 1910, Mons. Dr. CARLOS FRANCISCO HANLON. Este Prelado, de santa y bendecida memoria, quemó muchas horas de su vida en el afán preparatorio de lo que resultó tan extraordinaria como multitudinaria ceremonia bajo una persistente lluvia que en ningún momento pudo restar solemnidad ni orden al grandioso espectáculo vitalizado por millares de concurrentes.  SEXTO JURAMENTO Para el sexto Juramento a Nuestra Madre del Valle como Patrona de esta región, nos remitiremos a la bien cortada pluma del Pbro. Don Angel Custodio Oviedo, que siendo Director del Organo del Santuario de Nuestra Señora del Valle, la REVISTA STELLA, crónica el fausto acontecimiento mariano. Allí escribe: "Por sexta vez, los representantes de las provincias de Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, renuevan el juramento de Patronato de la Santísima Virgen del Valle sobre toda la región del Antiguo Tucumán. Lo que se efectúa solemnemente después de la procesión de las BODAS DE DIAMANTE DE LA CORONACION, el 1ro. De Mayo de 1966". Al describir el grandioso escenario anota: "En el gran tarimado frente a la Catedral Basílica, toman ubicación las Autoridades Civiles, Eclesiásticas y Militares. Es el momento de renovar el Juramento que, en diversas oportunidades, hicieran nuestros antepasados. El acto adquiere una extraordinaria solemnidad, cuando en medio de un silencio expectante el Prelado Diocesano, Mons. Pedro Alfonso Torres Farías (quien también preside la ceremonia), va leyendo con vos llena y piadosa, amplificada en poderosos altavoces (sobre la ciudad y radiotelefonía): "Nosotros, los Mandatarios Civiles, Obispos Diocesanos de las Provincias de Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, Curas Párrocos y demás representantes, en nuestro nombre y en el de nuestros comitantes, JURAMOS solemnemente una vez más ante Dios y ante los hombres, al VIRGEN DEL VALLE, por Nuestra maternal y celestial ABOGADA, proclamando públicamente que Ella ha sido y será siempre nuestra gloria, la alegría y honra de nuestros pueblos, el eficaz pararrayos de la cólera divina y el misterioso canal de todas sus gracias y bendiciones. Así juramos, con el favor de Dios y sus Santos Evangelios". La demostración de júbilo de los 80.000 asistentes al acto resulta indescriptible con el fondo de marchas triunfales y repetidas ovaciones. Bien se puede decir que día a día se renueva en el corazón de cada catamarqueño y cristiano norteño este dulce y reconfortante juramento de ser hijos incondicionalmente humildes y agradecidos. Pues su gran manto de Madre cubre la Ciudad, la Provincia y todo el Norte Argentino con una verdadera lluvia de bendiciones.

LA SEGUNDA IGLESIA MATRIZ

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Por: Pbro. Alberto S. Miranda   No se han podido encontrar datos muy claros ni precisos sobre noticias seguras del primer templo que se levantara en honor a la Virgen del Valle, en la nueva cuidad de San Fernando del Valle de Catamarca (1683-1684). Sin embargo, se puede tener la certeza de que se edificó uno, por las alusiones hechas a sus ruinas por los años 1700 en adelante, en diversos documentos consultados. De esa Documentación surge que sólo había quedado en pie la sacristía, donde con gran incomodidad se tributaba culto a la Patrona. Al parecer, la Santa Imagen estuvo en esa sacristía varios años, pues provisoriamente se erigió un altar cuya descripción encontrada en un inventario de 1738, hace la siguiente relación: "Un retablo del altar mayor con sus pilares y pintado de colores y en medio un nicho dorado que sirve a Nuestra Señora de la Concepción -léase, Nuestra Señora del Valle- y más arriba otro nicho de nuestro glorioso padre San Pedro, con su bulto, con su cortina de turbión blanquecino y vestida dicha imagen de nuestro Padre con su capa de paño pardo forrado de tafetán carmesí y a los lados una imagen de la Concepción; y contra el nicho de "Nuestra Señora", una cruz de palo con su crucifijo pintado y su peana". Allá por 1734, el Obispo de la Jurisdicción que ya estaba con sede en Córdoba, pero por esos días se encontraba en la ciudad de Tucumán, designó una comisión para le recolección de fondos que se destinarían a la construcción de la Iglesia Matriz de Catamarca. Este edificio se levantó con material cocido y sobre un plano de tres naves, cuya ejecución llevó varios años. El Cabildo de la Ciudad tuvo que reunirse en más de una oportunidad para urgir la obra y procurar lo necesario para esta trabajosa construcción. Recién a fines de 1744 se la pudo dar por terminada. El flamante edificio fue inaugurado entre los meses de octubre y diciembre de aquel año con espontáneo gozo y en un marco de gran solemnidad. Se llevaría en procesión la Sagrada Imagen con renovadas muestras de afectuosa devoción. Las Autoridades civiles pusieron gran empeño para que la ceremonia revistiera un brillo particular; los Alcaldes Ordinarios fueron los responsables de que la fiesta fuera completa. En aquel día se hizo cerrar completamente el solar que ocupaba la plaza. Cuando finalizó la ceremonia religiosa y se puso a buen resguardo la concurrencia, se llevó a cabo una gran corrida de toros, "con la consiguiente algazara y contentamiento" de los numeroso fieles reunidos para aquellas solemnidades. Por los resultados, aquella construcción no fue bien realizada pues acusó graves fallas, tanto que ya por 1754 se habían quebrado tres tijeras sobre el altar mayor, mientras otras muchas adolecían de averías menores, que sin embargo hacían peligrar la seguridad de los que se reunían bajo aquel techo. Por lo demás es lógico reconocer que la existencia de aquellos templos resultase precaria por cuanto no se disponía de los medios aptos para levantarlos y asegurarlos. Debe recordarse que eran construidos, mediante sólo el esfuerzo pecuniario y la mano de obra y hasta a veces dirección de los vecinos del lugar. Se compraba y trabajaba con las limosnas de los feligreses; y por no ser las mismas suficientes, debido a la pobreza general de la Colonia no se podían conseguir buenos materiales de construcción ni menos conseguir o contratar constructores más hábiles y especializados en obras de esta magnitud. A pesar de todo esto, aquella segunda Iglesia Matriz de Catamarca, cuarto templo erigido en honor de la Santísima Virgen en todo el Valle, aguantó mas de un siglo. Luego, con gran estrépito y pánico de los presentes se derrumbó el sábado seis de diciembre de 1862, muy poco después de haber concluido la celebración de la llamada "Misa de la Virgen" con gran asistencia de fieles. No hubo que lamentar pérdidas humanas. Es de advertir que el desplome no se produjo sólo por fallas de construcción, sino también por haberse comenzado la demolición con el fin de iniciar la obra de la actual Catedral Basílica, de cuya construcción se tratará detalladamente mas adelante.

ORIGEN DE LA CORONACION DE IMÁGENES DE LA VIRGEN MARIA Por: Pbro. Alberto S. Miranda   

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Antes del relato de lo que precedió y aconteció con motivo de la Coronación de la Imagen de Nuestra Señora del Valle, acontecimiento ocurrido en 1891, convendría recordar algo sobre el origen y significado de este magnífico simbolismo en la devoción mariana de la Iglesia Católica. Allá, entre 1628 y 1630, gobernando desde el solio Pontificio el Papa Barberini, con el nombre de Urbano VIII y reinando Carlos 1° en Francia, había encrudecido en Europa la campaña antimariana. En gran parte del Viejo Mundo, luteranos y calvinistas, herederos de iconoclastas y albigenses, en su violento proceder, estorbaban sistemáticamente el Culto a la Santísima Virgen María llegando con frecuencia a la destrucción de Imágenes Sagradas. Como ocurre por lo general en estos casos, en vez de menguar el culto a María Virgen se robusteció inesperadamente y surgieron en el seno de la Iglesia, doctos y valientes defensores de la devoción mariana con su práctica ya tan arraigada en el catolicismo.  FRAY GERONIMO DE FORLI Entre los predicadores más decididos se contaba por aquel entonces Fray Gerónimo de Forli; más tarde, apodado por sus contemporáneos italianos como el "Apóstol de Madonna".Fue en 1630, cuando este benemérito franciscano se encontraba en la ciudad de Parma. Por entonces se realizaban en aquella histórica urbe bulliciosas reuniones en que los protestantes injuriaban a María Madre Virgen, a la par que negaban agriamente su divina Maternidad y las otras prerrogativas que la exaltan como la más perfecta de las criaturas. Fue en aquella oportunidad en que este virtuoso hijo de San Francisco de Asís, juró consagrarse al culto de María Virgen con una dedicación especial. Pocos días después los católicos de Parma organizaron, como desagravio, una solemne ceremonia a la que concurrió gran cantidad de fieles devotos de María Santísima. Fray Gerónimo de Forli, pronunció allí una vibrante alocución que promovió un gran entusiasmo en la muchedumbre. A sugerencia del mismo orador aclamaron unánimemente a la Santísima Virgen María, con el título de Soberana de Parma, jurándola al mismo tiempo como su perpetua Reina. Días después e este acontecimiento y para cumplir lo jurado, se llevó a cabo en la misma ciudad una Asamblea popular de la que por su magnitud, orden y solemnidad los parmesanos guardaron memoria por muchos años mientras decían que no se había visto otra igual. Allí, el Obispo Diocesano y el Duque, colocaron una corona de oro en la cabeza de la Imagen de la Virgen Santísima declarándola "Soberana de Parma". Fue la primera Imagen de María Virgen Coronada y ocurrió en la Ciudad italiana de PARMA, ahora capital de su Provincia de la Emilia Romagna; en 1630 cuando en nuestras tierras calchaquinas comenzaba a extenderse el culto a la misma Santísima Virgen María, pero aquí, bajo la advocación de Nuestra Señora del Valle.

ACTOS PREPARATORIOS PARA LA CORONACION DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Como anteriormente se dijo, el 18 de diciembre de 1887 fueron convocados los principales vecinos de la Ciudad de Catamarca por el entonces Vicario Foráneo Don José Facundo Segura, con dos finalidades bien definidas: la programación de actos para renovar el juramento del Patronazgo de la Santísima Virgen del Valle en 1688; y la gestión ante la Santa Sede, pidiendo la coronación de la Portentosa Imagen. Entonces, un crecido número de Damas y caballeros, sintiéndose honrados por la invitación del Vicario para altos fines, se reunieron expresando esa satisfacción a la par que ofrecían toda clase de colaboración en los preparativos de estos dos faustos acontecimientos. Se enriquecía con ellos, la historia de la Venerada Imagen de la Santísima Virgen María. Al finalizar la asamblea, quedó constituida una Comisión Central presidida por Don Francisco Cubas y Don Segundo Molas como Vocal 1° (Vicepresidente), don Félix Avellaneda, Vocal II° y Tesorero Don Abel Terán, y varios otros señores de la sociedad catamarqueña que actuarían como vocales y presidentes de subcomisiones.  SE GESTIONA LA CORONACION

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Esta misma Comisión presidida ya por Don Segundo Molas, poco tiempo después, gestionó, activando por intermedio del benemérito franciscano Fray Bernardino Orellana, la coronación de la Sagrada Imagen del VALLE. Para acceder a un petitorio de esta mencionada Comisión Central, el entonces Vicario Capitular de Salta, Monseñor Dr. Pablo Padilla y Bárcena, firmó una súplica a la Santa Sede el día 3 de marzo de 1889, en la que se pedía la coronación de la Imagen de Nuestra Señora del Valle de Catamarca. El 19 de agosto de ese mismo año, viaja a Roma Fray Bernardino Orellana en el vapor español, "Antonio Lopez". Luego de llegar a la Ciudad Eterna, el 18 de Setiembre, personalmente lleva Fray Orellana al Santo Padre, la petición de Monseñor Padilla y Bárcena, con le expresión del fervoroso anhelo de todo el pueblo catamarqueño. Por aquellos años, Fray Bernardino había sido electo por sus hermanos de la Orden, Definidor General en América del Sur. Esta elección y cargo, unidos a la influencia del Superior General, contribuyeron poderosamente a valorizar el afán de urgir las gestiones que le habían encomendado. Así fue como un mes más tarde de haber iniciado el trámite -el 26 de octubre- Fray Orellana recibió el Decreto del Capítulo Vaticano concediendo la Coronación, documento que por importancia histórica se transcribe: "Eduardo Enrique Woward, por la Misericordia divina, Obispo de Túsculo, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Archipreste de la Sacrosanta Basílica Patriarcal del Príncipe de los Apóstoles en Roma, y Prefecto de la Sagrada Congregación de la Reverenda Fábrica. Y Nos, el Capítulo y los Canónigos de la misma Basílica. "Al Excelentísimo y Reverendísimo Señor Doctor Pablo Padilla, Canónigo Doctoral de la Iglesia Catedral de Salta y Gobernador de esa misma Diócesis en Sede Vacante, Vicario Capitular, salud en Cristo que es la única y verdadera salud. Fray Bernardino Orellana, en otro tiempo Ministro Provincial de los Regulares Menores Observantes, con mandato de Tu Excelencia expuso a Nuestro Colegio o Corporación que en Catamarca, parte integrante del Obispado de Salta, existe y ha sido expuesta a la veneración pública, una Imagen de la Inmaculada y Beatísima Virgen María, bajo el título DEL VALLE; la que es celebérrima no tanto por su antigüedad cuanto por el concurso singular y constante del pueblo y de los peregrinos concurrentes aun de regiones muy distantes, y por la afluencia de los milagros; por todo lo cual, Nos rogó encarecidamente que fuera honrada con una corona de oro aquella sacratísima Imagen. Por lo tanto, Nos, a quienes pertenecen el derecho y el honor de coronar las sagradas Imágenes de la Beatísima Virgen María Madre de Dios, insignes por el antiguo fervoroso culto de los fieles y por la fama de prodigios celestiales considerando los documentos históricos presentados, los que se conservan en la Biblioteca de Nuestra Basílica y por los cuales quedamos plenamente convencidos de que, en aquella Imagen se encuentra realmente todas las condiciones requeridas para su coronación; por todo ello en reunión reglamentaria según el Señor, habida el trece de octubre de este año hemos resuelto acceder gustosísimos a dicha petición por ser muy conforme con la Religión y la piedad, ya que es obra buena, auspiciosa y placentera, el procurar aumentar la gloria de Dios Omnipotente, que se dignó acumular singulares honores y privilegios en la Virgen María, Madre de su Hijo Unigénito; aumentar también el culto de la misma Virgen Madre de Dios; hemos pues decretado, por unanimidad, que sea coronada con corona de oro, la referida Imagen de la Beatísima Virgen María, concebida sin mancha de pecado original, llamada DEL VALLE; que es patrona de la ciudad de Catamarca. A fin de que pueda efectuarse la solemne coronación, conferimos a Ti, Excelentísimo y Reverendísimo Señor, Nuestro derecho para hacerlo, y por las PRESENTES, te delegamos para que en nuestro nombre, pongas sobre dicha Imagen, una corona de oro, y hagas esta coronación según el rito prescripto para Nuestra Basílica, divulgado ya en un folleto impreso, cuyo título es: "ORDEN QUE DEBE OBSERVARSE", y del cual te mandamos un ejemplar. Si por cualquier motivo te encontrases impedido para realizar esto, concedemos también que puedas subdelegar en otro varón constituido en Dignidad Eclesiástica quien en tu lugar y en Nuestro nombre, realice el mismo rito. En testimonio de todo lo cual, mandamos expedir las presentes LETRAS suscriptas selladas con nuestro Sello Capitular y despachadas por Nuestro Infrascrito Canciller. Dado en Roma, desde Nuestra Sala Capitular, el año mil ochocientos ochenta y nueve de la Encarnación del Señor, día vigésimo del mes de octubre en la oncena Indicción Romana, y en el año duodécimo del Pontificado de Nuestro Padre Santísimo en Cristo Señor Nuestro, LEON, por la Divina Providencia, PAPA XIII. A. Apini, Secretario; Filiperto Pomponi, Canciller".  

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JUBILO POPULAR - SE INICIAN LOS PREPARATIVOS Conocido en Catamarca el documento, se activaron los preparativos para la realización de la magna fiesta. De inmediato se enviaron a todos los puntos de la Provincia. Copia de LAS LETRAS vaticanas, pidiendo acciones de gracia por el rápido y feliz resultado de las gestiones para tal fin. Para tener informada a toda la Patria, la Comisión Central fundó una Revista quincenal que tituló "ANALES DE LA VIRGEN DEL VALLE". Su primer número apareció el 15 de junio de 1890. Por causas económicas, la publicación dejó de aparecer algún tiempo, para continuar luego su vida informativa hasta llegar al 1 julio de 1893, fecha en que se publicó el último número, siendo 10 entregas en total.  LA CORONA En el mes de enero de 1890, Fray Orellana contrató en París, en la Casa Poussielgue-Rosand, la confección de la corona. Se fijó un precio de costo de cuatro mil doscientos pesos oro. Tendría 68 diamantes y otras piedras preciosas. Además de este material, se envió desde Catamarca seis onzas de oro, un cóndor, ocho monedas de oro, un anillo con siete piedras y un zarcillo con dos perlas. Además de la corona, se hicieron acuñar treinta mil medallas y confeccionar estampas de distintas clases, alcanzándose a pagar todo religiosamente gracias al trabajo de las Provincias vecinas y a la generosidad del tucumano Juan Crisóstomo Méndez favorecido por la Virgen Santísima con la resurrección de su hija Merceditas. La llegada a Catamarca, de la Corona destinada a la Imagen de la Madre del Valle, constituyó un verdadero acontecimiento. Pocas veces se había notado una expectativa popular tan marcada y generalizada. El hecho interesaba aún a los que se decían no creyentes y fue el 12 de setiembre de 1890. Ese día llegaron a Catamarca los Reverendos Padres Lourditas, que venían a regentear el Seminario, Colegio Seminario y dejando en manos del ferviente hijo de la Virgen del Valle, el Vicario Segura, la tan esperada y magnífica corona de oro. Sobre el suceso escribió bellamente el querido y recordado franciscano Fray Luis Córdoba (nacido en Anquincila, Ancasti en 1876 - tenía 14 años cuando experimentó lo que escribe): "La esperada noticia produjo en Catamarca un estallido de júbilo tan intenso que dominó por mucho tiempo todos los espíritus y fue tema obligado de todas las conversaciones así como materia de predicación de todos los sacerdotes. Yo mismo recuerdo, siendo niño que oía hablar con todo entusiasmo a las personas mayores de la próxima coronación de la Virgen, como de algo que llenaba todos los espíritus y los hacía suspirar por ver llegada la fecha ansiada de la coronación. Y hasta los mismos niños, sin darnos cuenta cabal de lo que ello significaba, nos entusiasmábamos y saltábamos de contento contagiados, sin duda por la alegría de nuestros padres y mayores". De inmediato se inició la confección del programa que debía desarrollarse en tan fausto como popular acontecimiento en el que ya se estaba comprometiendo la participación de toda la Iglesia Argentina. Al bucear cuidadosamente sobre distintos hechos y sucesos de importancia en la historia de esta sagrada Imagen DEL VALLE, invariablemente se encuentra la figura reverencial y amable de un sacerdote franciscano. Es que los hermanos de San Francisco tienen un amor muy grande a la Madre de Dios y de los hombres. Así comprendemos en nuestra historia, cómo el 4 de febrero de 1653, vecinos del entonces Tucumán y Catamarca solicitan al Provincial de la Orden, Fray Juan de Garay, recién llegado al Valle, que pida al Obispo, entregue a los Padres Franciscanos la "Santa y milagrosa Imagen de la Limpia Concepción de este Valle ...".

CORONACION DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL VALLE Por: Pbro. Alberto S. Miranda   Con motivo de las Bodas de Plata de la Coronación de la Imagen de la Santísima Virgen del Valle, el sacerdote lourdista Padre Luis Novoa, respondiendo a una sugerencia de Monseñor Bernabé Piedrabuena, publicó un folleto de "Apuntes Históricos", donde trata detalladamente los acontecimientos vividos en la Ciudad de Catamarca en aquel año de 1891. Para mayor precisión histórica y descriptiva del acto de la Coronación de la Sagrada Imagen del Valle y para regocijo de los que amamos a tal excelsa Madre, parece conveniente transcribir lo más significativo del acontecimiento: "Debía

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celebrarse la imponente ceremonia de la Coronación -dice el estudioso citado- hacia el este de la Ciudad, en el Paseo General Navarro, a ocho cuadras de la Iglesia Matriz, frente al cerrito de Choya, donde flameaba una bandera blanca; levantábase al poniente la majestuosa mole del Ambato". Es esta parte de la crónica, el Padre Novoa pasa a citar al Presidente de la Comisión Pro-Coronación Don Segundo Molas que describe el Local de la Coronación que él denomina "Recreo" (el mismo Paseo General Navarro), en estos términos: "En el costado norte de la Vieja Alameda y aprovechando la arena del lago (había un embalse de agua) seco, se formó un terraplén de una cuadra de largo, de veinte metros de ancho y de cuatro de alto con inclinación a todos los cientos. En toda la extensión de largo y ancho se construyó una galería de pilares y techo de madera, de una altura de cinco metros; el adorno del techo de esa galería eran tiras angostas de géneros de colores, clavadas en los tirantillos que corrían de sur a norte. En las orillas del techo se pusieron gallardetes y sobre el techo grandes banderas y el escudo pontificio. En la parte media de la galería se levantó un majestuoso trono para la Reina del Valle, visible de todas partes. Hacia la misma parte del trono se había desmontado y emparejado una cuadra cuadrada de terreno destinada para el pueblo y todo este local estaba adornado con gallardetes y banderas". Y continúa la crónica del Padre Novoa : "Es de advertir, la enorme concurrencia que se dio cita en aquel lugar pues llegaba la columna de la procesión al tablado construido para la ceremonia y aún no habían salido los Prelados de la Iglesia Matriz. Abría la procesión una banda de música y la encabezaban con sus respectivos estandartes las peregrinaciones de La Chacarita, Valle Viejo, Piedra Blanca, Paclín, Andalgalá, Tinogasta, Ancasti y Santiago del Estero. Seguían las Sociedades de San Vicente, y de Beneficiencia; Apostolado de la Oración, Tercera Orden Franciscana, representantes de la Prensa, Sociedades Católicas, Comisiones de la Coronación, Colegios y Escuelas de niños y niñas, Pía Unión, Hijos de María de Salta, Colegio de Carmelitas; Guardianes y Superiores de Conventos; Cruz de los Religiosos Padres Lourdistas, Franciscanos, Cruz Procesional; Clero Secular, Curas Párrocos, Vicarios Foráneos; Provinciales de Congregaciones Religiosas, representantes de los Cabildos Eclesiásticos y Vicarios Generales. Llevaba la corona el R.P. Provincial de los Franciscanos, Fray Rosa Quiroga, en representación del Definidor General Fray Orellana. Acompañaban al Padre Quiroga algunos sacerdotes con dalmáticas, entre los cuales iban dos Pbros. Manuel C. Lobo de Salta, y Julio Zabaleta de Tucumán. Venían después los Canónigos y Señores Obispos, escoltando la sagrada Imagen, que era traída por varios sacerdotes. Cerraban la marcha, el Gobierno y la Plana Mayor del Ejército, la banda de música y la Guarnición. Iban los hombres delante de la Imagen y por las aceras, las mujeres al final de la procesión".

VIRGEN DEL VALLE - MILAGROS Por: Pbro. Alberto S. Miranda  

DE LOS MILAGROS OBRADOS POR DIOS NUESTRO SEÑOR, ANTE LA MATERNAL INTERCESION DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA EN SU HISTORICA Y PORTENTOSA ADVOCACION DE VIRGEN DEL VALLE DE CATAMARCAautoridades civiles y eclesiásticas en abril del año 1764 en la que declararon 50 testigos,  SALVA AL PUEBLO DE POLCOS Un día del año 1632 en que numerosas tribus indias se encontraban guerreando con los españoles, un numeroso grupo de estos aborígenes alzados, intentaron atacar y exterminar la población de Polcos, hoy Valle Viejo, donde estaba la Imagen. Sabiendo estos naturales que allí no se tenia defensa alguna, con gran gritería se lanzaron al saqueo atravesando el río. Mas, llegando a la barranca vieron sobre ella y luego por los aires la Imagen de esta Soberana Señora que infundió en sus espíritus un verdadero pánico. Como si ello fuera poco, de sereno que estaba el tiempo, se tornó súbitamente borrascoso y comenzó a soplar un formidable huracán que los envolvió en tierra y arena al tiempo que de la Imagen salían hacia ellos como llamas de fuego lo que los obligó a emprender desesperada retirada. Algún tiempo después, los mismos indios relataron lo que les había ocurrido.  AMPARA A LOS ESPAÑOLES EN LOS CAMPOS DE BATALLA Conforme a la declaración jurada en 1764 del viejo indio Lorenzo de Saujil de más de 100 años y nieto del cacique del

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mismo nombre de quién había oído el relato, decía que "estaba ocurriendo un desigual combate en los años del Gran Alzamiento (1630-1636) entre españoles e indios sublevados... peleaba un español, ante cien indios... por lo que ya estaban a punto de ser exterminados y el desastre aparecía en todos los sectores, cuando inesperadamente los españoles oyeron un espantoso clamor que decía de un verdadero espanto en las filas enemigas. Y el asombro de los guerreros hispánicos llegó a su límite cuando les vieron volver las espaldas y emprender una fuga en caótico desorden en la que se destruian ellos mismos. Sólo se había levantado un inesperado vendaval. De este modo, varios fugitivos fueron fácil presa de los soldados españoles tan fortuita y misteriosamente vencedores. Cuando los cristianos soldados de España, fueron a dar gracias a Dios y "rezar a la Virgen" por encontrarse con vida, llevaron algunos de esos indios que habían hecho prisioneros. Ya frente a la imagen, estos, de nuevo daban alaridos y con pavor intentaban huir. Al preguntárseles el motivo de aquel terror, dijeron que "esa era la Señora que los había destrozado con su presencia y mirar terrible en el campo de batalla".  LA IMAGEN DESAPARECE DE SU NICHO Por aquellos días de 1630 en adelante los varones pobladores del Valle estaban en los campos de batalla guerreando contra los indios sublevados: y las mujeres y niños en sus hogares rogando a Dios con la intercesión de la Santísima Virgen, por la seguridad de sus vidas. Fue cuando ocurrió otro portento que ratifica los anteriores narrados. Una y otra vez pese a la estrecha vigilancia del Cura Párroco, de Salazar y pobladores, la Imagen desaparece misteriosamente de su nicho y de la misma forma se la vuelve a encontrar en su lugar. De acuerdo a la costumbre española, la Imagen ya tenia su vestido como al presente. En una de esas "vuelta a su casa", los que la encontraron primero descubren en su manto y vestido, polvo y abrojos y espinas que no había en las inmediaciones, sino en las regiones de los pucaraes donde se libraban las batallas... Nadie podía ir y volver en tan cortísimo tiempo... (de un día para otro) y de modo tan seguro e impune. La población estaba ante un nuevo prodigio. "Fueron varios como este", dijeron los declarantes con juramento en 1764. INCENDIO DEL ALGODON Salazar había cosechado aquel año gran cantidad de algodón y lo tenía almacenado en su casa así como lo había recogido. Una mañana se declaró en el depósito tan repentino como voraz incendio. ¿Habría de perder el vizcaíno todo el fruto del trabajo de aquel año? "No" -diría con la voz de su fe profunda Don Manuel- La Santísima Virgen, cuya Imagen tenía en su casa, había conseguido del Cielo otros favores para sus hijos de la comarca; y con aquella convicción, toma la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle de su repisa y poniéndola sobre las llamas dice aquellas palabras que repite la tradición: "Apaga Madre mía este incendio; pues no hay razón para que yo pierda todo estando Tu en mi casa". El prodigio se verificó al Ínstame: pues al punto se extinguieron las voraces y serpenteantes llamas. Y los vecinos que estaban presentes en el lugar, constataron que solo quedaba como vestigio del paso de las llamas, una ligera capa de algodón ennegrecido. La noticia del milagro corrió por todo el vecindario y luego pasó las fronteras de las poblaciones vecinas y hogares más distantes por lo que la Imagen comenzó a ser visitada desde zonas alejadas.  PORTENTOSO EXTERMINIO DE LAS PLAGAS DE GUSANOS Y LANGOSTAS Corría el año 1764 y aquel tiempo se estaba caracterizando por una incontenible plaga de gusanos que devoraban los algodonales del Valle. No había parcela cultivada que ya a punto de rendir frutos, no estuviera atacada por tan cruel y destructor flagelo. Era el día 25 de marzo en que luego de una misa solemne y procesión con la Sagrada Imagen debía iniciarse aquella trascendental recopilación de relatos de los milagros que Dios obrara por intercesión de María Santísima en su advocación de la Virgen del Valle. El acto litúrgico era para pedir luz y acierto en este delicado trabajo; pero los fieles devotos de la Madre del Valle, le pidieron también por sus algodonales. Pasó aquel día dedicado a interrogatorios y valiosos informes de lo que ahora es historia documentada de este amor maternal mariano. Al amanecer, como de costumbre los laboriosos vallistas se van a sus campos trabajados con tanto sacrificio los demás, se decían en silencio que ya todo estaría destruido por los gusanos... Pero la sorpresa fue aplastante... nadie se animaba a creer lo que se estaba viendo; los algodonales estaban verdes, lozanos, frondosos;

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todo estaba vivo como si jamás pasara por allí tan destructora plaga. También los demás sembradíos se balanceaban al soplo de la brisa mañanera con gallardía y hermosura. Examinando todo atentamente se constató que los gusanos habían desaparecido misteriosa y completamente. "La Virgen del Valle..." nos ha escuchado... se decían los labriegos dando fervorosas gracias a tan portentosa Madre.  LANGOSTAS MISTERIOSAMENTE ESPANTADAS Condensamos aquí lo que el sabio Lafone Quevedo escribió en 1897. Allá por 1760 cubrió prácticamente el valle una inmensa manga de langostas que desde los campos incultos avanzaba lentamente hacia las poblaciones talándolo todo. En pleno verano, árboles, pastizales y los primeros sembradíos que encontró este voraz flagelo, quedaron como en el crudo invierno. Esta era la triste y espeluznante noticia que hicieron llegar a la población del valle algunos viajeros que venían de la vecina Córdoba. "Sólo la Virgen nos puede salvar de semejante desgracia" decían chicos y grandes, y a Ella recurrieron confiados pese que al anochecer de aquel día una inmensa manga de langostas se había asentado en los campos vecinos. Se sabía que con calor y la luz del día siguiente los voraces depredadores lo destruirían todo. Pero ocurrió el prodigio como respuesta del amor de Madre intercesora por el bienestar de sus hijos; inesperadamente el temible flagelo con las primeras luces del día levantó vuelo y dando insólitamente una media vuelta emprendió el regreso hacia el sur. De este modo protegió nuestra Señora y Madre -afirmaban los vecinos-- estas verdes sementeras del Valle con sus esperanzas de sustento".  RESURRECCIONES Tres resurrecciones se conocen entre los milagros narrados en la Historia de la Imagen de la Virgen del Valle. Sintetizamos aquí lo que documentalmente se conoce. Juan Alonso Moreno Gordillo. segundo hijo de una familia de Santa Cruz --distrito de Valle Viejo--. Fallece este niño luego de una corta enfermedad. Don Ignacio, su padre, carga el cuerpecillo y en compañía de varios vecinos viaja al Santuario de la Virgen del Valle para depositarlo a sus pies pidiendo la vida para este su hijo, a cambio de consagrarlo como su sacerdote y capellán en el Santuario. El niño resucitó a los pies de la Sagrada Imagen. Pasado el tiempo el joven Juan Alonso. dispone ordenarse sacerdoic para una Congregación Religiosa pero cae en una repentina ceguera, de la que, invocando a la Madre del Valle sana de inmediato con el consiguiente asombro de sus médicos en Catamarca y Cordoba que era donde se atendió. Luego, Ubérrima y gozosamente se ordena sacerdote siendo el Pbro. Dr. Juan Alonso Moreno Gordillo, Cura de la Iglesia Matriz de Catamarca. El mulatillo Juan, en el año 1714 ocurrió que Doña Mariana de Velazco había ofrecido a la Virgen para su servicio un hijo de una de sus esclavas, pero no cumplió la promesa. Su hermano, Don Alonso Navarro, le reconvino aquello que él consideraba falta de respeto y gratitud hacia la Madre del Valle. Pero Doña Mariana le contestó: "¿Para que quiere la Virgen el mulatillo? Le daré en cera lo que el pese". Mas, poco después la madre del niño poniéndolo a dormir esa noche sano y bueno, a la mañana siguiente lo encontró muerto. El luctuoso acontecimiento llenó de tristeza toda la casa pues que todos estaban encariñados con el hermoso negrito.Llena de arrepentimiento Doña Mariana hizo llevar e! cuerpecito sin vida a la presencia de la buena Madre de1 Valle a quién rogó y ofreció fervorosamente que si el niño volvía a la vida se lo entregaría de inmediato en su Santuario para que después le sirviera. Ante el verdadero estupor de los presentes, que eran numerosos, el niño volvió a la vida y Doña Mariana cumplió su promesa. Ana de la Vega, el general Don Antonio de la Vega y Castro, tuvo una hija que bautizaron con el nombre de Ana, la que falleció a corta edad estando su padre ausente del hogar. Al regresar Don Antonio casi un día después, en medio de expresiones dolientes pero confiadas, en compañía de numerosos vecinos llevó el cadáver de su hija a la Iglesia matriz del Valle, "Y puso el cuerpo cerca del nicho de Nuestra Señora del Valle y de allí, con asombro de los que le acompañaban, la sacó viva y sana".  

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SANA MILAGROSAMENTE A DOS SACERDOTES Guardaba aún cama luego de una fuerte erisipela el Presbítero DON PEDRO IGNACIO ACUNA y una mañana notó su dormitorio a oscuras; y al decírsele que la puerta y ventana estaban abiertas y había mucha luz del sol se convenció inmediatamente que estaba totalmente ciego. No se le aplicó remedio alguno y esa misma tarde el Cura de la matriz y algunos sacerdotes le llevaron procesionalmente la Imagen de la Virgen del Valle. Con acento fervoroso el enfermo le pidió la vista si asi convenía; sino que tuviera resignación en su ceguera. Después de algunos momentos de absoluto silencio dijo que comenzaba a distinguir la Imagen y de esta forma esa misma tarde recobró totalmente la vista. Este prodigio lo testificó una sobrina del Pbro.eneiaño 1889. Pbro. Don Francisco de Cubas. Este sacerdote que dirigió el importante trabajo de la documentación juramentada de los prodigios en la historia de la Imagen de la Madre del Valle experimentó también en su persona un especial favor del cielo. Un día vino a enfermarse este conocido y respetado sacerdote y llegó a ponerse al borde de la muerte. En cierto momento había ya entrado en agonía y la familia sintió muy cerca el inevitable fin; entonces lo encomendó piadosamente a la Virgen del Valle de quien el moribundo era tan devoto. Estaban allí rodeando su lecho, el progenitor de aquella larga familia, Don Esteban de Cubas, el cura de la Iglesia Matriz, el Maestre de Campo Pedro de. Agüero y varios vecinos... cuando en un inesperado reaccionar, el Prebistero abre los ojos y llama con voz viril y fuerte a Don de Agüero y le dice: "Amigo, yo estoy bueno... la Virgen me ha curado..."Y es lo que constató el médico de cabecera Dr. Francisco de Herrera quien declaró, "ser el hecho sin explicación natural".  LA CADENA DEL MILAGRO Un caballero peruano muy rico pero pobre de salud pues sufría cruelísimo dolores en todo su cuerpo; ya medio paralítico emprendió viaje en busca de salud fuera de su patria donde no habían podido devolvérsela médicos ni curanderos. Atravesando lejanías por caminos del Antiguo Tucuman, se anotició de los prodigios que se obraban invocando una Imagen con el nombre de VIRGEN DEL VALLE; ordenó entonces a sus servidores que lo llevaran ante aquella mentada Imagen. De este modo, llegó a los pies de la Madre del Valle de Catamarca, Los testigos que mencionan el prodigio sólo dicen: "y obtuvo la salud". Volvía el peregrino ya sano y libre de sus dolores a su patria, cuando en el camino encontró a quién contó que la Virgen del Valle le había curado; pero que él tuvo que dejarle su cadena de oro. Parecía así que la buena Madre del Cielo le vendiera la salud. La segunda y aleccionadora parte de esta historia relata que esa misma noche le volvieron los dolores tal vez más crueles que antes y al amanecer del día siguiente, sus servidores y compañeros del viaje, al asistirle acomodando las mantas en que yacía doliente, encontraron en medio de ellas la cadena que había dejado a la Imagen del portento. Arrepentido volvió presuroso a Catamarca con sus dolores y la cadena que se empeño en dejar de nuevo a la Imagen del Milagro. Y como de nuevo obtuvo lo que pedia, se llamó a la Joya: La Cadena del Milagro.  EL JARRO DE LA VIRGEN Corría el año 1890 cuando en un paraje entre Catamarca y Córdoba agonizaba un hombre enfermo con un mal irreversible. Con la últimas luces de su mente pidió la vida a la Virgen del Valle a la par que prometía visitarla en su Santuario. Misteriosamente y prontamente le dejó la enfermedad que lo consumía. Y a poco tiempo, pese a lo caluroso del clima emprendió viaje a Catamarca en cumplimiento de su promesa. Mientras esto sucedía en aquella lejana zona, de modo también inexplicable desapareció un jarro de plata en la Iglesia Matriz, templo de la Virgen del Valle. A los pocos días de estos sucesos, se presentó al Cura Párroco un peregrino con sus alforjas al hombro, con simples y emocionadas pocas palabras, narró al sacerdote que habiendo obtenido la salud por intercesión de la Virgen y cumpliendo su promesa, salió de viaje a través de Las Salinas Grandes, donde él y su mula, comenzaron a desfallecer de sed. Al límite de perecer, de nuevo le pidió a la Virgen del Valle la vida en un poco de agua... y que de nuevo la Madre, le dio la vida con el agua..."mucha agua" -agregó- porque bebimos yo y mi mula ...

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en este jarro que apareció en el camino... rebalsando agua -expresó emocionado- mientras lo sacaba de las alforjas. Pero es el caso que era el mismo jarro desaparecido del Santuario de la Madre del Valle. Y es el jarro que ahora llamamos "El Jarro de la Virgen". Cadena y jarro, en la actualidad son objetos de profunda veneración entre los "bienes de la Madre del Valle" dejados por sus hijos agradecidos. En la obra que condensamos, "Historia Popular de la Virgen del Valle" IIIa. ed. del año 1988, se encuentran registrados 12 relatos más de otros tantos prodigios en esta "Historia de Amor Maternal". A los que se suman innumerables anotados convenientemente en libros especiales de los últimos tiempos, en los Archivos del Samuano de la Virgen del Valle; de los que se publicarán en las próximas ediciones de la Historia de la Portentosa Imagen.

JUAN OSCAR PONFERRADA

Por: Prof. Raúl E. Cano  

 

JUAN OSCAR PONFERRADA EN EL CENTENARIO DE SU NATALICIO Nació en San Fernando del Valle de Catamarca, en el seno de una familia perteneciente a la clase alta vallista. Sus primeras letras las aprendió en al tradicional colegio franciscano y los estudios secundarios los cursó en el Colegio Nacional Fidel Mardoqueo Castro. En los inicios de su juventud se relaciona con otros jóvenes escritores, con los que funda la Peña Tito Livio, para luego dirigir, por elección de sus compañeros, la revista del centro de estudiantes, intitulad Azul. Estimulado y apoyado por su tío Manuel Ponferrada, reconocido educador, periodista y propietario del medio de comunicación gráfico “El Día”, el naciente poeta se inicia como cronista.- Buenos Aires lo recibe en el año 1928 y es allí donde, hasta su muerte, desarrolla su significativa actividad literaria. Colaboró con la revista católica Crisol, con Caras y Caretas, El Hogar y el suplemento literario del Diario La Nación.-. Se desempeñó como docente en la Escuela Normal de Bella Artes y Manuel Belgrano de Buenos Aires, dictando las cátedras de francés y castellano. En el Conservatorio de Música y Arte Escénico de La Plata tuvo bajo su responsabilidad el dictado de las cátedras Historia, Poesía Dramática e Historia del Teatro.- Dictó numerosas conferencias en diversas provincias del país y ocupó importantes cargos, como por ejemplo el de Director del Instituto Nacional de Estudios de Teatros. A su inquietud se debe la creación del Seminario Dramático del que fue su primer director y Secretario General de Argentores. Representó a la Sociedad General de Autores como Delegado Oficial, en las Declaraciones de la Comisión Argentina de la UNESCO. En nuestra provincia dictó diversas conferencias y dirigió elencos oficiales, entre los que puso en escena El Carnaval del Diablo. Recibió también significativas distinciones por sus obras: Primer Premio por Calesitas, en 1930. Primer Premio Municipalidad de Buenos Aires de 1938 por su poemario Flor Mitológica. Primer Premio en el certamen literario de Catamarca, en conmemoración del 50 aniversario de la Coronación de la Virgen del Valle, con su obra de mayor trascendencia “Loor de Nuestra Señora La Virgen del Valle. Casi al termino de su ciclo vital escribió su última obra, “Esquiú, Cántico por su santificación”.-   BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA: CALÁS DE CLARK, María Rosa- MORENO DE FEDELI, Judiht. Dos escritores

De los cerros a los llanos (Ponferrada-Lambiollote)

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De los cerros a los llanos de los llanos hasta el mar, una voz nos hace hermanos para volver a cantar. Oh María Inmaculada, ¡Virgen del Valle natal! Catamarca te proclama Reina y Madre tutelar. Catamarca te proclama Reina y Madre tutelar. Por amor de los amores quiso Dios nuestro Señor elegir entre las flores de las flores la mejor. Y tú, Rosa de dulzura, fuiste aquella clara flor que por ser de tu ternura fue también de tu dolor. Flor intacta prometida de Dios Padre en el Edén; sin pecado concebida Rosa virginal del bien. Rosa misericordiosa Rosa lúcida, por quien fue tan dulce la dichosa Nochebuena de Belén. De esa rosa inmaculaday elegida del Señor, Catamarca enamorada para siempre se quedó. Y una noche luminosa de tan blanca sucedió que una imagen de la rosa junto a Choya floreció. que una imagen de la rosa junto a Choya floreció.

El Papa otorgó la Rosa de Oro para el Santuario de Nuestra Señora del ValleAdemás de designar un enviado personal para jerarquizar los actos centrales por el Centenario Diocesano, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, el Papa Benedicto XVI envía un regalo para el Santuario de Nuestra Señora del Valle: la Rosa de Oro. Este presente será entregado el sábado 21 de agosto, en la ceremonia de cierre de estos tres días de fiesta.(DIARIOC, 18/08/2010) La Rosa de Oro es una condecoración otorgada por el Papa a personalidades católicas preeminentes, usualmente reinas. También la han recibido algunas advocaciones de la Virgen María.

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Fue creada por León IX en 1049.

Como su nombre indica, consiste en un rosal de oro con flores, botones y hojas, colocado en un vaso de plata renacentista en un estuche de oropel con el escudo papal.El Papa la bendice el cuarto domingo de Cuaresma. La unge con el Santo Crisma y se la inciensa, de modo que es un sacramental.

Historia

La singular institución de la rosa de oro asciende al año 1049 y se cuenta de este modo. Se dice que queriendo el Papa S. León IX poner bajo el dominio directo de la Santa Sede el célebre monasterio de Santa Cruz de Alsacia que había sido fundado por sus abuelos y sobre el cual tenía derechos de patronato, el monasterio se obligó por un tratado a enviar todos los años al mencionado Papa y a sus sucesores el cuarto domingo de cuaresma una rosa de oro o dos onzas del mismo metal. Así se verificó y con este motivo se estableció el ritual de la bendición y de la unción de rosa de oro con la que se quiso figurar a Cristo representado por el oro, el más noble de todos los metales, y la resurrección del Salvador significada por el bálsamo aromático.

Antiguamente, se pintaba la rosa de carmín para representar la sangre que derramó por su pueblo Jesús, pero luego fueron de oro bruñido y el Santo Padre después de bendecirla la llevaba en procesión con la mano izquierda, mientras que iba bendiciendo a los fíeles con la derecha.

El Pontífice acostumbraba enviar todos los años esta razón a alguna iglesia particular o bien a algún príncipe o princesa de la cristiandad. La república veneciana poseía cinco rosas en el tesoro de S. Marcos, que han desaparecido durante las guerras de Italia y el papa Gregorio XVI envió la que bendijo en 1834 a la ciudad de Venecia.

El valor simbólico

Pero el valor de la Rosa de Oro no reside en la cantidad del precioso metal ni en las gemas de las que está adornada, sino en su significado. En un libro de autor anónimo publicado en Roma en 1560 se declara su simbolismo. Copiamos a continuación lo que de él extracta el académico gerundense Enrique Claudio Girbal en su tratadito sobre la Rosa de Oro publicado en 1880: «Desde la flor sencilla, quizás de los valles de los antiguos tiempos, hasta la rosa cuajada de perlas y pedrería, que algún autor describe en los pasados siglos, el valor material de la sagrada joya varía según las circunstancias y hasta según el gusto de los artistas y de las épocas; lo que es incalculable, y no varía, es el tesoro de misterios que la Rosa encierra.

Según enseñan los mismos Soberanos Pontífices en repetidas cartas, esta Rosa significa y declara a nuestro Redentor, el cual ha dicho: “Yo soy la flor del campo y el lirio de los valles”; indica el oro de que se compone que Jesucristo es Rey de los reyes y Señor de los señores, cuyo profundo sentido mostraron ya los Magos, cuando como a Rey, le ofrecieron rendidamente el oro. El fulgor y alto precio del metal y las piedras con que la Rosa está compuesta, significan la luz inaccesible en la que habita el que es Luz de luz y Dios verdadero: el olor de los perfumes que sobre ella vierte en la bendición el Sumo Pontífice, representa en invisible esencia la gloria de la Resurrección de Jesucristo que fue de espiritual alegría para todo el mundo, pues con ella terminó el corrompido ambiente de las antiguas culpas y por todo el universo se esparció el suave aroma de la divina gracia; el color encarnado, de que en otro tiempo se teñía, representa la Pasión de Jesucristo; las espinas ofrecen la Santa enseñanza de que en las espinas del dolor puso Jesús todas sus delicias, y recuerdan aquella

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corona que ensangrentó la cabeza del Redentor. En la Rosa, por último, se figura y simboliza la felicidad eterna».

Destinatarios de la Rosa de Oro

Una lista (incompleta) de concesiones de esta altísima condecoración:• Alfonso VII, Rey de Castilla, por el Papa Eugenio III en 1148.• Luis VII de Francia (Alejandro III; 1163);• Luís I de Hungría (Clemente VI; 1348);• Juana I, Reina de Nápoles (1368).• Emperador Segismundo (Eugenio IV; 1435).• Juan II de Castilla (Eugenio IV en 1436).• Enrique VI de Inglaterra (Eugenio IV; 1444).• Casimiro IV, rey de Polonia (Nicolas V; 1448).• Emperador Federico III y su esposa la Emperatriz Leonor, quienes fueron coronados el Lætare Sunday (1452) y recibieron la Rosa de Oro al día siguiente de Nicolás V.• Carlos VII, Rey de Francia (Callistus III; 1457);• Eberhard I, Duque de Württemberg (Papa Sixto IV; 1482).• Jacobo III de Escocia (Inocencio VIII; 1486);• Gonzalo Fernández de Córdoba, en 1497, por Alejandro VI.• Isabel la Católica, en 1500 por Alejandro VI.• Alejandro Jagellón, Rey de Polonia (Julio II; 1505).• Manuel I de Portugal (Julio II; 1506).• Federico III, Elector de Sajonia (Papa León X; 1518).• Enrique VIII de Inglaterra, quién la recibió una del Papa Julio II, una de León X, y una de Clemente VII en el año de 1524.• Isabel Juana de la Lama y de la Cueva, mujer de Gabriel III de la Cueva y Girón, V Duque de Alburquerque, gobernador de Milán. La fue concedida por una Breve de Pío V fechada en Roma a 21 de marzo de 1569.• Isabel de Borbón en 1618 por Pablo V.• María Luisa Gabriela de Saboya, Reina de España (Clemente XI en 1701).• María Pía de Saboya, Reina de Portugal, en el día de su bautismo (Pío IX, era su padrino, 1849).• Isabel II por Pío IX en 1868.• María Cristina de Austria, Reina Regente de España (León XIII; 1886).• Isabel I de Brasil por León XIII, por liberar a los esclavos en 1889.• Victoria Eugenia, consorte de Alfonso XIII en 1914 por Benedicto XV.• Reina Elena de Italia, consorte de Víctor Manuel III en 1937 por Pío XI.• Nuestra Señora de Fátima en 1965 por Pablo VI.• Nuestra Señora Aparecida en Brasil, en 1967 por Pablo VI.• Nuestra Señora de Luján en 1982 por Juan Pablo II.• Nuestra Señora de Guadalupe.• Virgen de Loreto.• Nuestra Señora de la Evangelización en Lima, Perú, en 1988 por Juan Pablo II.2• Nuestra Señora de Jasna Gora en Cezestokowa, Polonia, en 2006 por Benedicto XVI.• Nuestra Señora Aparecida en Brasil, en 2007 por Benedicto XVI.• Nuestra Señora de Roio en Italia, en 2009 por Benedicto XVI.• Nuestra Señora de la Cabeza en España, en 2009 por Benedicto XVI.

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Historia de la Virgen del ValleContiene:

La historia de la Virgen del Valle en un lenguaje accesible para niños con ilustraciones a todo color de Las Melli.

16 páginas a todo color Medidas: 12 x 16,5 cmPor las Melli$2.5

Bibliografía: "HISTORIA POPULAR DE LA VIRGEN DEL VALLE" - Editorial Guadalupe - Pbro. Alberto S. Miranda PRIMEROS MILAGROS OBRADOS POR INTERCESIÓN DE LA VIRGEN DEL VALLEQUE SE ENCUENTRAN REGISTRADOS EN DOCUMENTOS HISTÓRICOS  Los milagros son hechos increíbles, sobrenaturales, que suceden gracias a la intercesión de la Virgen ante Dios nuestro Señor.  Quienes realmente veneramos y amamos a la Virgen del Valle creemos que los milagros son posibles y que gracias a su infinito amor muchos hechos que acongojan a sus hijos terminan sin que nadie pudiera explicar cómo.Milagro de la cadenaPor los años 1630 o un poco más, salió del Perú, atravesando las provincias del antiguo Tucumán, un caballero muy rico, pero tullido y desahuciado por los médicos que intentaron curarlo. Sin duda salió de su patria en busca de una salud que le faltaba a cambio del dinero que tenía de más.Había escuchado hablar sobre los hechos milagrosos relacionados con la Imagen de la Virgen María encontrada en una Gruta en Catamarca y hacia ella acude.Con sólo invocarla sanó, y en agradecimiento le dejó su magnifica cadena de oro. Emprendió su viaje de regreso sano y optimista, y en el camino encontró un amigo, al que contó que había en el Valle de Catamarca una Médica Soberana, que lo había curado gracias a la hermosa cadena que le dio en pago.Llegó la noche y se recostó en hermosas mantas, pero al despertar se encontraba dolorido y tullido otra vez, y ante su sorpresa y la de sus criados, debajo de sus almohadas halló la cadena que días antes había dejado a la Virgen.

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Fue una lección que le dio la Santísima Virgen para significarle que ella no vende lo que hace por sus hijos como una madre no vende su cariño.Milagro del JarroDon Samuel Lafone Y Quevedo, historiador y lingüista, en su trabajo "Historia de la Virgen del Valle" (1894) narra este prodigio. Había un hombre de mediana edad que vivía solo en una región remota llamada Totoralejos. Esta es una localidad pequeña situada en las Salinas Grandes ubicadas entre las provincias de Catamarca y Córdoba.Él estaba en la angustia por el sufrimiento de una enfermedad fatal. Estaba a punto de morir cuando recordó a Nuestra Señora del Valle y le rogó por su vida, prometiéndole peregrinar a su Santuario. Poco después recuperó su salud sin alguna explicación visible, a tal punto que sus vecinos se sorprendieron al mirarlo trabaja la tierra como antes. Pasado un tiempo, decidió cumplir su promesa a la Virgen, así que comenzó su largo viaje a Catamarca por las extensas salinas.Mientras tanto, los guardianes de la iglesia Catedral de Catamarca habían descubierto la desaparición de un jarro plateado que se mantenía en el altar de la Virgen. Ellos buscaron por todas partes y preguntaron a cuantas personas pudieron si lo habían visto, pero era inútil, no aparecía.Dos semanas después, un peregrino vino a la Catedral y pidió por un Sacerdote. Entonces, le dijo al sacerdote, en palabras muy sencillas y conmovedoras, que él había recuperado su salud gracias a la "ayuda" de la Virgen y que para cumplir la promesa que le había hecho a Ella, peregrinó a su Santuario. Dijo que había hecho un viaje muy largo y difícil por las Salinas Grandes. El lugar es terriblemente árido y desolado sin agua para beber cerca. Por esa razón él y su mulo se morían de sed. Entonces, otra vez, le rogó a la Virgen pidiéndole ayuda y Ella le respondió milagrosamente. Dijo con lágrimas en los ojos que "... de un jarro plateado que apareció repentinamente en el camino, salía mucho agua, como si fuera una fuente que fluye del corazón de la tierra, para que podamos ambos satisfacer nuestra sed".Él sacó de su bolso el jarro plateado y lo entregó al sacerdote. Era el jarro plateado que había desaparecido del Santuario de la Virgen. Esta jarro se llama actualmente "El Jarro Milagroso" o el "Jarro de la Virgen”.Resucita a un niño Su nombre: JUAN ALONSO MORENO GORDILLODon Ignacio Moreno Gordillo, conocido y respetado vecino de Santa Cruz, vivía en sus posesiones rodeado de cierto bienestar, pero sumamente afligido pues de sus dos hijos había perdido uno y un día se enferma gravemente el segundo.A pesar del gran empeño y atención, el niño fallece poco después. Es así que sus padres cargan con el cuerpo rumbo al Valle para depositarlo a los pies de la Virgen, y prometen que si vivía lo consagrarían a su exclusivo servicio como sacerdote y capellán del Santuario.Una vez depositado el cuerpecito ya rígido, a los pies de la Portentosa Imagen, éste comienza a moverse, se anima y revive. Los padres con el corazón lleno de luz y gozo sacan vivo a su pequeño.Sana un ciego AL PRESBÍTERO Dr. PEDRO IGNACIO ACUÑAHallándose en cama convaleciente de una enfermedad, el Dr. Acuña solicita que le abran la puerta de la habitación porque no veía nada, a lo que le responden que estaba abierta, por lo que él exclama –"estoy ciego".Sin aplicarle remedio alguno, el cura de la Matriz y el clero deciden llevar en procesión la Imagen de la Virgen a la casa del enfermo.A pesar de su oposición por no considerarse digno de recibirla, una vez allí, postrado de rodillas oró en silencio un corto tiempo, y después habló en voz alta a la Virgen para pedirle que si convenía le devolviera la vista perdida, y si no le diera resignación para soportar aquella desgracia.Aun no había terminado de hablar cuando comenzó a inquietarse y luego de un instante de silencio manifestó que comenzaba a distinguir la Imagen. Al poco rato veía perfectamente.Salva al Pucará LA VIRGEN DEL VALLE SALVA AL PUCARÁ DE POLCOSCorrían los años de 1636, cuando estalló el llamado "Alzamiento general de los indios en los valles y montañas del extenso territorio norteño. Ocurrió que uno de aquellos días, una patrulla de indios enemigos intentó asaltar la población del Fuerte del Valle de Catamarca. Más he aquí que, llegando a las barrancas, vieron sobre ellas y luego sobre los aires, la Imagen de la Virgen

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que infundió en sus espíritus un pánico horrible. El tiempo se tornó borrascoso, mientras se levantaba un formidable huracán que los envolvió en tierra y arena, a la vez que de la Imagen salían como lanzas de fuego.Llenos de espanto y temor, se dieron a la fuga, desistiendo completamente del intento.Exterminio de plagas Corría el año 1764. Se había desencadenado una devastadora e invencible plaga de gusanos, de tal manera que se tenían por perdidas las cosechas de algodón. En la Misa del 25 de Marzo, los colonos pidieron en sus plegarias por el exterminio de las plagas y la salvación de sus cosechas. Al otro día, ¡no podían creerlo!. Los algodonales estaban verdes, lozanos, frondosos, no había plantas marchitas.El gusano había desaparecido por completo, sin dejar rastros de su destructor paso.Pocos años después ataca a la zona la terrible langosta talando casi todo bosque del valle. Un día, un grupo de viajeros llegó con la noticia que este espantable ejército se venía acercando a esta ciudad y cuerpo de haciendas.Entonces los vecinos concurrieron a una Misa de rogativas a Nuestra Señora suplicándole su intercesión ante tamaño mal. Esa noche había acampado una inmensa manga en las inmediaciones de la Ciudad. A la mañana se cantó Misa, y pese a que ya estaba calentando el sol, la plaga no aparecía. Luego llegó la noticia de que la temible manga de langostas había levantado vuelo hacia el sur.