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VlI SUST,INC'lAS CAI.I"L:1ti Ia calcio es uno de los cuerpos que más abun- dan en la naturaleza, encontránduse en el suelo bajo la forma de sulfatos• carbonatos, silicatos, fosfatos, humatos y humofosfatos. Compuestos todos ellos que son capaces de proporcionar a las plantas el calcio que necesitan ; los silicatos, bajo la acción del agua cargada de ácido carbcínico que los disuelve, se transforman lentísimamente en carbonato cálcíco, que se halla ya en condicio- nes de ser absorbido por las glantas; el sulfato, reaccionancio con los carbonatos y humatos de po- tasa movilizándolos y haciéndolos descender a las capas profundas del terreno, da lugar a carbonato cálcico, que puede servir de alimento a las plan- tas ; el carbonato, reaccionando con el agua car- gada de ácido carbónico, puede ser transformado en bicarbonato cálcico soluble y, por tanto, asimi- lable ; los fosfatos, al solubilizarse lentísimamente en el agua del suelo, pueden ser absorbidos :.or las plantas, que a la vez que asimilan el fosfó- rico que necesitan toman una pequeña parte •ac calcio, y]os humatos y humofosfatos que desem- 6

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SUST,INC'lAS CAI.I"L:1ti

Ia calcio es uno de los cuerpos que más abun-dan en la naturaleza, encontránduse en el suelobajo la forma de sulfatos• carbonatos, silicatos,fosfatos, humatos y humofosfatos. Compuestostodos ellos que son capaces de proporcionar a lasplantas el calcio que necesitan ; los silicatos, bajola acción del agua cargada de ácido carbcínicoque los disuelve, se transforman lentísimamenteen carbonato cálcíco, que se halla ya en condicio-nes de ser absorbido por las glantas; el sulfato,reaccionancio con los carbonatos y humatos de po-tasa movilizándolos y haciéndolos descender a lascapas profundas del terreno, da lugar a carbonatocálcico, que puede servir de alimento a las plan-tas ; el carbonato, reaccionando con el agua car-gada de ácido carbónico, puede ser transformadoen bicarbonato cálcico soluble y, por tanto, asimi-lable ; los fosfatos, al solubilizarse lentísimamenteen el agua del suelo, pueden ser absorbidos :.orlas plantas, que a la vez que asimilan el fosfó-rico que necesitan toman una pequeña parte •accalcio, y]os humatos y humofosfatos que desem-

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peñan importantísirnos papeles ert el proccso dcretención de las sustancias nutritivas por cl poderabsorbente de los suelos, adernás de servir sucalcio de alimeuto a las ulanf^s en el ;^^omentoen que por virtud de las reacciones del suelo tomacl estado dc carbonato.

I.as sustancias cali•r.as obran no s^"^lo proporcio-nando el calcio que conticnen ^omu alimento alas plantas. sino quc a^lemás modifican ]as pro-piedades físicas drl suelo, intervicnen en las reac-ciones químicas y desempeñan un papel importan-tísimo en la vida biológica del suelo, favorecíendolas transformaciones que estos seres realizan cnlas tierras de labor.

Las principales sustancias calizas empleadas co-mo enmíendas son las que contienen el calciobajo forma de carbonato, o en tal estado que tomaesta forma con rapidez, y las que ]o contienenbajo forma de sulfato.

Las sustancias calizas adicionadas al suelo can-tribuyen a aumentar su fertilidad directamente,restituyendo el calcio extraído nor ]as cosechas,es decir, obrando como abono en todos aquelloscasos en que el calcio escasee o falte en el terreno,lo que sucede pocas veces, e indirectamente reac-cionando con los elementos del suelo, modificandosus propiedades físicas y contribuyendo de estemodo a aumentar su fertilidad a expensas de lospropios elementos del terreno, es decir, constitu-yendo una verdadera enmienda.

Acciówc de la cali.za (ca^rbonato cálcíco) sobrelos suelo.r.-La caliza, al encontrarse en el suelo

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en presencia del agua cargada de ácído carbó-nico que circula por él, reacciona pasando al es-tado de bicarbonato cálcico soluble, sustancia quesirve de alimento a las plantas, coagula la arcilladisminuyendo la coltesión de los suelos, aumen-tando su permeabilidad, peiietrabilidad, y favorc-ciendo su ahuecamiento, con lo yue las labores seejecufan cun más iacilidad, la desecación es másactiva y se aumenta la precocidad al calentarsemás intensawente bajr^ la acción de los ra}ros so-lares.

La caliza en presencia del humus da lugar a loshumatos. Y en presencia del ácido fosfórico obrade dos modos inversos, uno convirtiendo los fos-fatos monocálcicos y bicálcicos solubles en tricál-cico (que, como ya sabemos, es muy poco solubleen el agua cargada de ácído carbónico, y menoscuando ésta contenga bicarbonato cálcico en di-solución), contribuyendo de esta manera las salesde calcio a^nantener el fosfórico en las tierras,por un lado convirtiendo sus sales solubles eninsolubles, y por otro cargando al agua de bi-carbonato cálcico, con lo que se dificulta aún másla disolución del fosfórico; el otro, inverso delanterior, reaccionandu la caliza, cuando se en-cuentra en exceso, lentísimamente con los fosfa-tos de hierro y alúmina, solubilizándolos en elagua cargada de ácido carbónico, solubilizaciónque contribuye poderosamente a la diseininacicínlenta y progresiva del fosfórico por cl suelo, ya su.asimilación por las plantas.

Así como un exceso de caliza solubiliza los fos-

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fatos de ^^e^i'o y altínaina insolubles, el exceso desesquió^i^^ de hierr^ precipita los fosfatos di-sueltas ^rr"el ai,*t^. ,^argada de ácido carbónico.F,stos• dos fendrrteq^os se efertúan sucesiva o si-rnriltrirr^amente^ séQ^tín ]a cantidad de caliza y ses-qui<í^i^l^> que sé encuentre en cl terreno. En virtudde cste fcn^ímcno quc hemos expuesto, ]a calizamoviliza el fc^sfC^rico clel suelo, fosfórico que, alno ser asirr^ilado n^r las plantas, es arrastradopor el agua a las capas profunclas, en ]as yueen presencia de i^s sesquióxidos de hierro queciaotra vez retenido.

Los humatos cálcicos reaccionan con el fosfó-rico solubilizado, dando lugar a la formación delos humofosfatos.

La caliza da al suelo la necesaria alcalinidadpara que en él nuedan trabajar'los fermentos fija-dores del nitrógeno atmosférico, así como los hu-mificadores, amoniacales y nitrificadores, contribu-yendo poderosamente a aumentar la cantidad denitrógeno que el suelo contenga, y a facilitar lastransfonnaciones que ]as sustancias nitrogenadashan de esnerimentar hasta acíquirir la forma ní-trica, única en que son asimilahles ; con lo queaumenta la fertilidad cíel suelo n^ sólo movilia.an-do e] nitrógeno y poniéndolo a disposición de lasplantas, sino también aumentando el "stock" deeste principio fertilizante al favorecer la fijacióndel nitrógeno atmosférico.

La caliza obra también activamente sobre lassales de potasa y amonio, transformándolas, envirtud de fenómenos de doble descomposición, en

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carbonatos, sales que son re nidas ." poderabsorbente de los suelos, ^dand ; ^lm^.ĉe,nados a disposición de las Sechas s est^cdos elementos fertilizantes, ^ ^ otrá ^^iE^^^serían arrastradas por las aguáĈ^ 1^^'E^1^as,}^ro-fundas del terreno, perdiéndose 1Sái-áf 1^ ĉ ir^ltivos.

Resumiendo lo expuesto vemos :i° La caliza proporciona a las plantas el cal-

cio yue necesitan.2.° La caliza modifica las propiedades físicas

de1 suelo dando soltura a]as tierras fuertes.3.° La caliza es el agente indispensable a la

manifestación de las principales propiecíades quí-micas y biológicas del suelo (poder absorbente,fijación del nitrógeno, nitrifieación, humificación,etcétera).

Cantidad de calizn necesaria e^n los suelos.-Antes de pasar rápida revista a las diversas sus-tancias calizas utilizadas como enmiendas, vamosa ocuparnos brevemente de la forma de determi-nar la cantidad de caliza que un suelo debe tenerpara ser fértil,

El dar cifras absolutas de la cantidad de calizaque un suelo cíebc contener para ser férti^ espunto menos que imposible, pues dados los di-versos papeles que la caliza cíesempeña, la dosismínima que ^el suelo ha de contcner de este cle-mento varía con su naturaleza ; así, a un suelo rnuyarcilloso le es necesaria una mayor dosis de caliza,para coagular la arcilla y proporcionarle la sol-tura que necesita, que a uno de composición me-dia, del mismo modo a uno muy rico en humus

ácido le es necesaria tma mayor proporción decaliza para neutralizar esta acidez, etc. Vemos,pues, que para determinar la riqueza absoluta decaliza que un suelo deba contener es necesariorcalízar un anáiisis físicoquímico que nos deter-mine la cíosis necesaria nara mndificar las pro-piedadcs dei suelo, dosis quc scrá muy superior ala que cíc este element^ necesitan las plantas parasu alimentación ; c^nocida esta dosls y realizacíala detern^inación de ]a cantidad de caliza que elsuelo contiene, pndemos, por diferencia, fijarla ,dosis cle caliza por unidad de volumen desuelo laborable, y ya por una simple cubicacióndel campo calcular la dosis de caliza a adicionar;entiéndase hien que la dosis calculada es de car-bonato eálcico químicamente puro y, por tanto, ]adel producto que se utilice vendrá determinadapor la riqueza de éste.

Marqa,c.--T,as margas son mezclas naturales decarbonato cálcico, arcilla y arena, además de otrassttstancias, tales como carhonaM magnésico, óxi-dos de hierro y alúmina, etc. ; son imas sustanciasque tratadas por los ácidos dan efervescencia, des-prendíendo anhídrida carbónico, y abandonacaosa la acción de los a^entes atmosféricos se disgrc-gan en partículas finísimas.

Las margas son de composición variada se-gún su punto de origen, pudiendo clasificarse encuatro ^rupos principales caracterizados por lamayor o menor nroporción de altrunos de ]os ele-mentos que las integran ; así reciben la denomina-

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ción de margas calizas, arcillosas, arcnosas ymagnesianas.

Las margas calizas son las más ricas y activas,raracterizáncíose nor ser las más duras, de co-loración blanquccina ; tratadas por los ácidos pro-ducen gran efervescencia, dejando un pequeño re-sicíuo terr^rsc, a causa de su ^Tran riqueza en car-honato cálcico, que sucle oscilar del 5o al 95 portc^. Son muy adecuadas a los terrenos arcillosos,hurníferos y húmecii^s, presentando la ventaja deaportar en poco volumen una dosis considerablede caliza con la consiguiente economía en los gas-tos de transporte y distribución.

Las margas arcillosas son menos ricas en car-bonato cálcico que las calizas, pues sólo contienede un ro a un 5o nor ioo de este elemento; susvariédades más ricas son muy convenientes paralas tierras arenosas, ligeras y secas, no pudiendoutilizarse las pobres por el elevado coste de sutransporte y distribución, dado el gran volumendc marga necesario para una aceptable enmienda.

I,as margas arenosas son tan ricas en carbo-nato de cal como las arcillosas, estancío constituí-das por arena y poca arcilla mezclada con carbo-nato cálcico, constituyendo una enmienda aocoapreciada, aun cuando sus variedades más ricasproducen efectos notables en las tierras fuertes,arcillosas y húmedas, pues al papel de la ealizaque hemos estudiado une el de la arena que, in-terponiendo sus partículas desprovistas de cohe-sión entre las partíeulas del suelo, disminuyen lacohesión dc éste.

I_as margas magncsianas contienen dosis bas-tante elevada de carbonato magnésico, alrededorde un 2o a un 30 lwr ioo, siendo unas excelentesrnmienclas sieml^re que la dusis de caliza sea ele-vada, pues a] papel de la caliza une la acción es-timtilante de las funci;^nes fisiológicas y de lavida microbiana del magncsio.

Adem.ís de estos cuatro tipos de margas quehemos estudiado se encuentran algunos otros demenor importancia, tales como ]as humíferas, ye-sosas, etc.

La olxración de repartir una marga por cl te-rreno recibe el nombre de enmargado. La dosisde marga a emplear se caIcula determinando lariqueza dc ésta, la cantidad de 'caliza que elsuelo necesita y el cubo de tierra laborable, efec-tuando el cálculo en la forma índícada más arri-ba. El enmargado se efectúa dando aí suelo la-bores pmfundas, saneándolo lo mejor posible condrenes, etc, conduciendo la marga al campo entiempo sec^ o de heladas, con el fin de no per-judicar at hacer el transporte, dejándola depo-sitada en montoncs nara quc bajo la acción dclos agentes atmosféricos se disgregue, poniéndo-se en condiciones de ser distribuída por el terrenoe incorporada a éste por medio de una labor su-perficial.

Cuando el enmargado se rcaliza en el otoño, nose suele sembrar hasta la nrimavera siguiente, prc-parando el terreno con las labores ordinarias des-pués de la incorporación de la enmienda. Otrasveces se suele efectuar cl cnmargado a la entrada

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clcl invicrno, dejando la marga en el terreno du-rante éstc y no sembrando hasta el otoño siguíen-te. h,n algunos países, antes de proccder al en-margado, se mezcla la marga con estíércol, conlo que se activa la descomposición de éste.

Los efectos del enmargado, como los de lasclemás cnmicndas calizas, se dejan sentir duranteun cierto númcro de años, pasado el cual la íie-rra, en virtud de la absorción del calcio por lascosechas y de los arrastres cie este elemento bajolas formas de bicarbonato y nitrato principalmen-te, se empobrece nuevamente en caliza, siendo ne-cesario pr,oceder a una nueva aportación de estasustancia.

Cnl.-La cal cáustica u óxido de calcio es unasustancia que ejerce en los suelos una acción mu-cho más enérgica que las margas, pues estandoel calcio bajo forma de óxido, al adicionarse alterreno reacciona con los ácidos carbónico y hú-mico, dando lugar a carbonatos y humatos de cal,cuerpos que por tomar ese estado mecíiante unareacción de orden químico, tienen sus partículasen un estada dc división extrema, estado de divi^-sión que viene, al facilitar la solubilidad del car-bonato cálcico, a reforzar la gran reacción alca-lina que este cuerpo presenta.

I_a cal viva, a causa de su gran causticidad, nopuede emplearse como enmienda por paralizar lavida microbiana de los suelos, sienda por cllosustituída par la cal apagada o hidrato cálcico,que produce en los suelos los mismos efectos quela cal viva, ^in correr el peligro señalado.

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Según la caliza empleada en la preparacicín cíe1a cal, varía la calidací cie ésta y, por tanto, suvalor como entnienda, pudiendo considerarse lassiguientes varicdacles.

La cal pura o t;rasa sbin contiene pequeñísimascanticíades cle materias e^arañas (arena, óxidosde manglnes^, hicrrr^, etc.l, siendo una sustanciahlanca que se hidrata fácilmente, desprendiendograrr cantidad de calcírico y aumentando muchocíe volumen ; tratacía por los áeidos se disuelvesin efervescencia ; es la cal más ecnnómiea ,y 1c-t iva.

La cal silícea o magra rnntiene mayor cantidadde impurezas, siendo, por ello, necesario emplear-la en más cantidacl. F.s gris o parda, se hidratacon menos facilidad, calentándose menos y au-mentando de volumen al apagarse ; tratada por1os ácidos deja un residuo importante.

I;a cal arcillosa o hidráulica contiene una dosisde arcilla de un ro a un i5 nor ioo, solidificán-dose por ]a accicín del agua al cabo de pocosdías, desprendiendn al apagarse mcnor calor quela cal grasa, y tratada por el ácido clorhídrico dejaun notable residuo arcilloso. Es una cal que nodebe emplearse como enmienda.

I_,a cal magnésica es una sustancia que contieneuna dosis de carbonato magnésico alrededor deuri 3o por ioo; se disuelve casi completamente enel ácido clorhídríco, siendo una cal muy activa.

Como hemos dicho más arriba, antes de incor-porar la ca] al terreno es necesario hidratarla,con el fin de aumentar el grado de división de

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sus partículas y evitar la paralización de la vídamicrobiana que, en virtud de su gran causticidad.provocaría el óxido de cal. Esta hidratación pue-de realizarse, bien dejando la cal al aire librebajo cubierto, con objeto de que tome lentamentela humedad de la atmósfera y se convierta enpolvo hidratándose y carbonatándose en parte porla acción del anhídrido carbónico de la atmósfera,bien sumergiéndola en agua durante unos minutosy transportándola inmediatamente al campo, conlo que habiendo tomado al sumergirla la suficien-te cantidad de agua para hidratarse y pulverizar-se, queda en condiciones de no^er utilizarla encuanto se lleve al campo, bien disponiéndolaen montones recubiertos de tierra con el fin deque en pocos días absorba la humedad suficientedel aire y de la tierra, apagándose poco a poco, obien formando montones con canas sucesivas decal viva y césped, légamos, orujos, o cualquierclase de desperdicios orgánicos, cubriendo losmontones con tierra, para que de esta mancravaya apagándose y reaccionando con las materíasorgánicas que integran el montón, dando lugar ala formación de amoníaco, amoníaco que en vir-tud de ]a nitrificación pasa a nitrato, con lo queal esparcir la cal no sólo distribuimos una en-mienda, sino que además repartimos nitrógenoasimilable y mantillo.

Una vez apagada la cal se procede a su distri-bución por el suelo, distribución que se efectúadel mismo modo que la de las margas, teniendola precaución de realizarla con suficiente antela-

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ción a la siembra, para que la causticidaci de ]acnmienda no perjudiquc a las plantas; si se apagala cal mezclándola con materia orgánica, deberácfectuarse su repartu poco antes de la siembra,pues el peligro cíe la cattsticicíad no existe, y encambio si se retrasa la siembra se puedé perderel nítrato formado.

Una veL realizado el reparto cle 1a cal se ente-rrará con una labar supenc^ial, como hemos in-dicado con las margas.

Espi^mas de defecació^rt y azucarería.-Ln lasfábricas de azúcar se utiliza ]a cal para purificarel jugo obtenido por difusión, separándola luegopor carbonatación juntamente con las materiasorgánicas que el jugo contiene.

I_a cal separada en los filtros prensas, despuésde la carbonatación, contiene una dosis elevadade carbonato cálcico err un estado impalpable y,por tanto, sumamente útil para la enmienda deterrenos, juntamente con pequeñas cantidades desucrato de cal, ácido fosfórico, potasa, magnesiay nitrógeno, constituyendo un producto recomen-dable para la enmienda de suelos en las localida-dés próximas a las fábricas azucareras.

Para determinar la dosis a utilizar es necesa-rio realizar un análisis previo de las espumas dedefecación para fijar su riqueza en caliza.

Ca1 de de^uracián dcl yas.-En muchas fábri-cas de gas se purifica éste por medio de la calhúmeda con objeto de eliminar del mismo losácidos carbónico, sulfúrico y sufociánico, reac-

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cionando con cllos y dando lugar a]a formaciónde carbonatas, sulfitos y sulfocianatas.

Esta cal, una vez utilizada en la pw•ificacióndel gas, puede servir como enmienda, siempre yuese la tenga durante cierto tíempo expuesta alaire, con objeto de que lus sulfocianatas, que tanpelígrosos son para la vegetacieín, desaparezcanpor disolución o descomposición y los sulfitospasen a sulfatas.

Kesiduos de papeleríu.-Ln las papeleras seemplean grandes dosis de cal, que una vez utili-zada puede ser empleada como enmienda calizapor contener de un 3o a un ço por ioo de car-bonato cáI'cico.

Aparte de los cuerpos citados pueden emplearsecomo enmiendas calizas ]as margas conchíferas,las arenas cenagosas, conchíferas y ramosas, lasconchas marinas, las cenízas de turba y hulla,las cernadas procedentes de ías blanquerías y ja-bonerías, sustancias que constituyen excelentesenmíendas calizas en aquellas localídades en quese encuentren en condiciones económieas.

Sulfato r^ílcico o yeso.-El sulfato cálcico seencuentra en la naturaleza bajo dos formas dife-rentes, una de color blanco cristalizado y sin aguade combinación, que recibe el nombre de anhidrita,y otra cristalizada con dos moléculas de agua decombinación que recibe el nombre de yeso.

El yeso pierde fácilmente el agua de cristali-zación cuando se lo somete a la acción del fuegolento, dando lugar al yeso cocido, que mezcladoeon el agua recupera el agua de cristalización

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solidificándose rápidamentc., siendo por esto muyutilizada en construcción.

1:1 yeso es un cuerpo pegajoso, muy poco so-luble en el agua, disolviéndose una parte en cua-trocicntos volírmenes de agua, aumentando estasoluhilidad cuandu el agua cuittiene ciertas sales(cloruros sódico y magnésico, sulfato súdico y ni-trato amónico), asi como cuandu va ^argada deáciclo carbcínico en cuya pres^ncia casi se dupli-ca ]a concentración de ]as soluci<^nes.

llesde muy antiguo se ha venido observandoque cuando a un terreno ctrltivado de legumiuo-sas se le adiciona yeso, en la mayor parte de loscasos se observa un aurnento de la productividacíde estas plantas. En vista de este resultado secreyó que actuaha el yeso, proporcionando a lasplantas el calcio y el ácido sulfúrico que contiene,hipótesis que, si bien es cierta en lo que respectaal calcio en las tierras pobres en caliza, no lo esen ninguna en lo que respecta al ácido suliúrico,pucs en las cenizas de una planta cultivada cnterreno enyesado no se encuentra más ácido sul-iúrico que en las de la misma planta cultivadaen terreno sin enyesar, lo que nos prueba que sibien el yeso puede servir de alimento a las plan-tas en algún caso particular (carencia de calizaen el suelo) y nunca en su estado natural, sino pre-vias ciertas reacciones, su verdadera acción tieneque ser modificadora de las propiedades del sue-lo, aumentando, por tanto, su fertilidad a expen-sas de los propios elementos de éste, constituyen-do, por consiguiente, una verdadera enmienda.

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Estudiado cirntíficantente el efecto del yesosobre las leguminc^sas, se ha comprobado que sibien en las cenizas de fatas plantas cuando sehan cultivado en un terreno enyesado no hayaumcnto de su ríqueza en stilfúríco, en cambio seobserva ]a ezistencia dc una rnayor dr>sis de po-tasa en las cie una planta enycsa<la que en las deotra sin enyrsar ; lo cluc nos indica que el yesoobra sohre la absorcicín <.1e potasa por las legu-miuosas favoreciendo ésta. Ilealiaados detcnidosestudios sohre la manera de actuar del yeso seha comprobado que al adicionar a un suelo sul-fato cálcico, éste reacciona con los carbonatos po-tásico y amónico que en él se encuentran reteni-dos por el poder absorbente, dando lugar a car-bonato cálcico, que obra en la forma ya conocida,y sulfatos potásico y amónico, sales éstas que, alno ser retenidas por el poder absorbente, sonarrastradas a las capas profundas del terreno, enias que al encontrarse en un medio reductor enpresencia de materia orgánica se transforman,pasando por el estado de sulfuros, cn ^arbonatospotásico y amónico, que son retenidos nuevamentepor el poder absorbente y azufre cristalizado.

Así, pues, el yeso obra en el suefo transportan-do la potasa y el amoníaco de las capas superfi-ciales del terreno a las nrofundas, lo que explicael motivo por el que el enyesado no deja sentírsus efectos más que sobre las plantas de raícesprofundas, como son las leguminosas, por tomaréstas sus alimentos de las capas inferiores delsuelo, capas en las que el yeso, en virtud del

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modo de actuar que hemos desor"ito, va ahaaĉe-nando la potasa y el amonía^o. ^` '

Como el yeso al moviliz^^r-^la potiatia" y el atno=níaco les hace tomar el est9do de sulfatos, y eo-mo bajo esta forma no pú^:aen .ser asirrŭbaçibspor la planta, es necesario que en lás^capas pro-fundas del suelo exista materia. orgánica; ^uehaciendo posible la transformación de los sulfatosen carbonatos permita su conservación y los pon-ga en condiciones de ser asimilables ; esto vieneconfirmado por la experiencia al observarse queen los suelos pobres en humus el enyesado nuproduce los efectos beneficiosos que hemos in-dicado.

Además de esta acción del yeso se ha obser-vado que obra sobre la materia orgáníca de lossuelos facilitando su arrastre a las capas profun-das, pudiendo, por tanto, en los suelos ricos enmantillo reponer el humus en las capas inferio-res del terreno con todos los beneficios que esteimportantísimo elemento reporta a las plantas deraíces profundas, principalmente por facilitar ]atransformación de las sales que el agua arra:treen carbonatos y humatos alcalinos.

I:1 mismo papel que el yeso desempeñan otre ssulfatos, tales como el magnésico, potásico, etc.,pues siendo la acción del yeso debida al sulfú-rico, estas sales, que también lo contienen, pro-ducén los mismos efectos que aquél en la vege-tacicín de ]as leguminosas de raíces profundas.

Resumiendo, pues, vemos que el yeso obra pro-porcionando el calcio que contiene como alimento

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a las plantas en las tierras pobres en caliza, ymovilizando los álcalis del suelo transportándolosa las capas profundas del terreno, facilitando almismo tiempo la reconstitución del humus en es-tas capas.

1:1 yeso puede emplearse lo mismo crudo quecocido, pues, como hemos visto, sólo difieren eiuno del otro en la presencia o no del agua decombinación, siendo su eficacia idéntica siempreque se emplee igual dosis de sulfato cálcico.

Ll enyesado lo mismo lo realicemos con yesocrudo que cocido, se aplica, generalmente, sólo alas leguminosas cultivadas para forraje, no em-pleándose en las destinadas a la obtención desemillas a causa del gran desarrollo que adquie-ren las partes herbáceas con detrimento de la se-milla.

I_a adición del yeso puede realizarse de unasola vez cuando las plantas alcancen más de cincocentímetros de altura, o en varias veces, realizan-do su reparto el primer año después del primercorte, y al año siguiente, en la primavera, al re-torno de la vegetación, y después sobre el brotcque dé el segundo corte, y así sucesivamente enlos siguientes ; este último sistema es el seguidoen los alfalfares, el trébol, etc.

iĴl reparto del yeso se efectuará en días decalma lo más uniformemente posible y dando unriego a continuación para asegurar su eficacia.

I_as dosis de yeso utilizadas más corrientemen-te suelen ser de unos trescientos kilogramos de

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sulfato cálcico por hectárea, determinándose laranticíad de yeso a emplear c^onociendo su rique-za en sulfato cálcico ; cuando la adición _se realizaen varias veces se determinará la ^íosis a adi-ciortar, dividiendo la dosis total por el'número deveces en que se ha cle efectuar su distríbución.