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ITINERARIO ÉTICO DE LA PERSONALIDADHISTÓRICA DECOLOMBIA

volumen ii • época prehispánica

Carrera 5 No. 15-80 piso 16Bogotá, D.C., ColombiaPBX: (1) 587 8750 Ext: 11621Tel.: 336 7147 Ext. 115 htt p://iemp.procuraduria.gov.co

Itinerario ético de la personalidad histórica de ColombiaPrehispánica · Hispánica · Republicana Moderna · Contemporánea

FundaciónCiudadelas Educativasde Colombia

Obra completa:ITINERARIO ÉTICO DE LA PERSONALIDAD HISTÓRICA DE COLOMBIA

Volumen II • Época prehispánica

Material pedagógico desarrollado por:©Fundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Para:© Instituto de Estudios del MinisterioPúblico – IEMP, 2010© Procuraduría General de la Nación, 2010

Editor:Instituto de Estudios del Ministerio Público – IEMPCarrera 5 15 - 80 piso 16Bogotá, D. C., Colombia pbx: (1) 587 8750 ext. 11621Tel.: 336 7147 ext. 115http://iemp.procuraduria.gov.co

Todos los derechos reservados. Se prohibe la reproducción total o parcial del contenido de este libro sin el permiso expreso del editor.

Dirección de investigación: Ricardo Zornosa SalazarFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Investigación de contenido:Diego Luis ZornosaMaria Consuelo RojasFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Diseño gráfi co y edición:Ana María De TamayoFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Investigación de imágenes:Maria Paulina RubioFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Supervisor de la investigación:Cesar Augusto NietoAsesor IEMP - PGN

Coordinación editorial:Hernán Hel Huertas O.Diseñador gráfi co IEMP - PGN

Impresión y encuadernación:Imprenta Nacional de Colombia

Impreso en ColombiaBogotá, noviembre de 2010Primera edición1000 ejemplares

Esta publicación fue editada y fi nanciada por el Instituto de Estudios del Ministerio Público

ISBN obra completa: 978-958-734-068-6ISBN volumen: 978-958-734-070-9

ALEJANDRO ORDÓÑEZ MALDONADOProcurador General de la Nación

MARTHA ISABEL CASTAÑEDA CURVELOViceprocuradora General de la Nación

CHRISTIAN JOSÉ MORA PADILLADirector Instituto de Estudios del Ministerio Público

PRESTIGIO Y CONTROL SOCIAL5.

Herencia y virtud

Las sociedades prehispánicas en general respetaron la tradición, la herencia y reconocieron algunas

virtudes.

Los chibchas son un ejemplo signifi cativo de ello: el heredero del cacique, cúspide de la sociedad, debía ser hijo de una hermana suya. En ausencia de éste se escogía entre

los dos más fornidos y bizarros «guechas» de la tribu que antes de la elección debían probar la virtud de la castidad frente de una hermosa mujer desnuda.2 Si alguno de ellos era vulnerable ante los encantos de la mujer, esto lo incapacitaba para ejercer rectamente el más alto cargo de la tribu.

El segundo estrato lo ocuparon los jeques o mohanes, es decir los sacerdotes que se relacionaban con los espíritus de los muertos.

Luego, venían los guechas o guerreros, es decir, la casta militar cuyos miembros conquistaban tal dignidad por la valentía, arrojo y fuerza corporal. Eran premiados generosamente por sus hazañas en la guerra, a veces con un cacicazgo vacante.

Seguían los artesanos, tejedores, alfareros, orfebres, mercaderes, trabajadores de las minas de sal y de esmeraldas y los trabajadores del campo.

Los esclavos, usualmente enemigos capturados, ocuparon el nivel más bajo de la sociedad indígena.

2 Juan de Castellanos, Fernández de Piedrahita y Padre Simón – Fundación Misión Colombia, Historia de Bogotá, Tomo I, Conquista

y Colonia, SALVAT VILLEGAS EDITORES, Bogotá, Colombia, 1989. Pág. 41

Página 21 | Itinerario Ético de la Personalidad Histórica de Colombia

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ÉPOCA PREHISPÁNICA

volumen ii

Época Prehispánica | Página 2

CARACTERIZACIÓN GENERAL

1. Autoridad ética suprema reconocida: Poder sobrenatural - politeísmo, panteísmo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32. Subordinación ética: Sumisión a las leyes divinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43. Noción de bien y mal: Dualista (poderes opuestos complementarios) . . . . 44. Códigos éticos vigentes: Códigos morales indígenas. . . . . . . . . . . . . . . . . 55. Motivaciones éticas: Premio y castigo divino en la vida eterna . . . . . . . . . 56. Sentido último de la vida: Prepararse para vida después de la muerte . . . . 67. Sentido de la historia: Memoria y narración de hechos extraordinarios . . . 68. Función principal ética del gobierno: Velar por el cumplimiento de las leyes divinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79. Doctrinas: Politeísta – panteísta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 710. Actitud frente al mundo real: Sacra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 811. Estabilidad ética: Principios perdurables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 812. Factores de unidad: Unidad étnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

DIMENSIÓN POLÍTICA

1. Origen del poder y de la autoridad: Sobrenatural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102. Sistema político: Monarquía hereditaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113. Noción de la ley: La ley es divina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114. Noción de justicia: Divina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125. Noción de libertad: Circunscrita a la ley divina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126. Noción de igualdad: Estratifi cación política, religiosa y social . . . . . . . . . 137. Relación entre el poder espiritual y el poder temporal: Unidad . . . . . . . . . 138. Gobierno y territorio: Confederación de estados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149. Milicia: Castas guerreras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

DIMENSIÓN ECONÓMICA

1. Principio económico rector: La supervivencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152. Recursos: Dioses, tierra y trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163. Moneda: Valor real y estable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

DIMENSIÓN CULTURAL

1. Matrimonio y familia: Unión sagrada primitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182. Educación: Educación para transmitir la cultura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183. Ciencia: Ciencia empírica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194. Arte, arquitectura y música: El arte es ritual. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205. Prestigio y control social: Herencia y Virtud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

ÉPOCA PREHISPÁNICA

| Itinerario Ético de la Personalidad Histórica de Colombia

Poder sobrenatural Politeísmo, panteísmo

1. AUTORIDAD ÉTICA SUPREMA RECONOCIDA

Fragmento mural

Autor: Luis Alberto Acuña

Durante la época prehispánica, en el territorio que hoy es Colombia se

desarrollaron diversas culturas con creen-cias diferentes entre sí. Sin embargo, todas estuvieron caracterizadas por la creencia en un poder superior a los hombres, un poder sobrenatural que en algunas culturas estaba representado mediante elementos cósmicos – el sol, la luna, el agua o la misma natu-raleza – y, en todas, por seres espirituales protectores que se les manifestaban de dis-tintas formas. De esta manera practicaron indistintamente tanto el politeísmo1 como el panteísmo.

En muchas de las mitologías indígenas se cuenta que estos seres espirituales jerarqui-zados –dioses, semidioses, héroes, gigantes, mohanes– se revelaron a los hombres para enseñarles a vivir y convivir sobre la tierra

1 Entre los indígenas prehispánicos no se puede hablar estrictamente de dioses a la manera griega o cristiana.

El politeísmo se entiende aquí como la creencia en una diversidad de espíritus sobrenaturales superiores a los hombres.2 http://pwp.supercabletv.net.co/garcru/colombia/Colombia/indios.html

http://html.rincondelvago.com/mitos-y-leyendas-en-colombia.html

http://html.rincondelvago.com/mitos-y-leyendas-en-colombia.html

mediante virtudes fundamentales tales como no matar, no robar, no mentir y ayudarse los unos a los otros.2

"(...) la creencia en un poder superior a los hombres, un po-der sobrenatural que en algunas culturas estaba representado me-diante elementos cósmicos (...)"

Caracterización General


Sumisión a las leyes divinas

SUBORDINACIÓN ÉTICA2.

3. NOCIÓN DEBIEN Y MAL

DualistaPoderes opuestoscomplementarios

Cacique Tisquesusa

"Señores del tiempo de la conquista"

Marta Herrera Ángel,

Biblioteca Luis Ángel Arango

Los indígenas prehispá-nicos reconocieron y se

sometierona la autoridad in-mediata de sus gobernantes o caciques y éstos, a su vez, a la

autoridad de las castas religiosas compues-tas por sacerdotes, magos o brujos, quienes, practicando rituales mágicos, invocaban a los muertos o espíritus del más allá para recibir de éstos consejos, normas de vida e, incluso, ciertos poderes curativos. De esta manera los caciques, en general, tomaron sus decisiones importantes como ir a la gue-rra, por ejemplo, consultando previamente con la casta religiosa.

A pesar de la existencia de diversas creencias y culturas indígenas prehis-

pánicas colombianas, se puede afi rmar que en ellas predominó el reconocimiento del bien y del mal como poderes antagónicos complementarios. En la mitología chibcha, una de las más representativas de la época prehispánica colombiana, se refl eja la lucha entre personajes sobrenaturales opuestos y de la misma jerarquía que disputan la vo-luntad de los hombres, unos para el bien y otros para el mal.

3 Historia de Bogotá, vol. I, pag. 37 Salvat-Villegas Editores

Tumbas de Tierradentro, Cauca

«Las normas y preceptos trazados por Bochica, dios civilizador, se fueron relajando y perdieron consistencia en el tiempo. Huitaca mujer de extraordinaria belleza, misteriosamente irrumpió en las comarcas enseñando a las gentes el encanto del pecado y los condujo a la beodez, la molicie y la concupiscencia. Tanta perversidad provoca la ira de Chibchacum, dios de la sabana, castigando con un gran diluvio que anegó totalmente la sabana (…)».3


En la época prehispánica estuvieron vigentes diferentes códigos indígenas

que diferenciaron el bien del mal, buscando garantizar muchas virtudes tales como la valentía, la fi delidad, la honradez y el tra-bajo. Entre los Muiscas existió el Código de Nemequene que castigó con severidad el incesto, la sodomía y el adulterio. 4 “(...) los códigos indí-

genas diferenciaron el bien del mal.”

4. CÓDIGOS ÉTICOS VIGENTES

Códigos morales indígenas

Nemequene, tercer Zipa de Bacatá, quien gober-

nó la región de los Muiscas entre 1490 - 1514

Ilustración Nemequene: "Nemequene biografías"

Marta Herrera Ángel,


5. MOTIVACIONES ÉTICAS

Premio y castigo divino en la vida eterna

4 http://es.wikipedia.org/wiki C%C3%B3digo_de_Nemequene

En general, las tribus indígenas prehispá-nicas creyeron en la vida después de la

muerte donde los hombres recibían premios o castigos según el comportamiento llevado por cada uno durante su vida en la tierra. La muerte se consideró un viaje hacia la otra vida con posibilidad de prolongar una vida de placeres; por ello, muchos de ellos cons-truyeron ornamentadas tumbas de diferentes tamaños y formas con provisiones, víveres e, incluso en algunas tribus, esclavos, mujeres, hijos o parientes vivos según la categoría social y la jerarquía militar, política o reli-giosa del difunto.

Durante este período prehispánico tales tribus tuvieron muchos mitos llenos de quimeras, espantos, temores y amenazas en los cuales se advierte que los dioses o «espíritus del más allá» castigaban en esta vida a los hombres desobedientes de las leyes divinas, con rayos y centellas, catástro-fes, enfermedades, muertes, inundaciones, sequías, erupciones de volcanes o pérdida de cosechas.


SENTIDO ÚLTIMO DE LA VIDA6.

Prepararse para la vida después de la muerte

SENTIDO DE LA HISTORIA7.Memoria y narración de hechos extraordinarios

La mayoría de los indígenas prehispáni-cos colombianos creyeron en la «vida

después de la muerte» y por tanto se pre-pararon para ella cumpliendo los preceptos exigidos por sus «dioses». En muchos casos era motivo de orgullo -tanto para la víctima como para los familiares- ofrecer la vida en sacrifi cios públicos.

Para las diversas culturas indígenas pre-hispánicas, la historia, lo extraordinario

ocurrido en su pasado, dio sentido a sus creencias, ritos y costumbres morales. El centro y sentido de cada cultura giró alrede-dor de sus mitos y leyendas recreadoras de un pasado arcaico. Este pasado, la memoria de cada cultura, fue de esta manera narra-ción de ciertos acontecimientos antiguos extraordinarios en los cuales los «dioses» fueron sus protagonistas.

Por otra parte, en esta época prehispánica los indígenas creyeron que el acontecer de la vida terrena del hombre, su pasado y su futuro, estaba inscrito dentro de una

naturaleza sometida a períodos temporales cíclicos, estaciones, plenilunios, etc. en un «eterno retorno» donde todo moría y renacía indefi nidamente sin que la historia en su totalidad tuviera un fi nal ni una meta precisa.

El centro y sentido de cada cultura giró alrededor de sus mitos y leyendas recreadoras de un pasado arcaico.

Momia de Tisba.

Foto: Juan Camilo Segura


8. FUNCIÓN PRINCIPAL ÉTICA DEL GOBIERNO

Velar por el cumplimiento de las leyes divinas

9. DOCTRINAS

Politeísta - Panteísta

Durante este período, los gobernantes indígenas velaron para que los súbdi-

tos conocieran y observaran los códigos y las leyes ordenadas al cumplimiento de los mandatos divinos. Así mismo, ejercieron su autoridad castigando con rigor a quienes infringían las normas.

Aunque todas las tribus habitantes del territorio que hoy es Colom-

bia tuvieron la misma creencia en la exsitencia de seres sobrenaturales, no todos entendieron su relación con éstos de la misma manera. Hubo, pues, diversidad de culturas, creencias, cos-mogonías, mitologías y rituales inspi-rados en revelaciones sobrenaturales particulares coincidientes entre sí en la misma visión politeísta y panteísta.

Hubo, pues, diversi-dad de culturas, creen-cias, cosmogonías, mitologías y rituales

Ciudad Perdida


11. ESTABILIDAD ÉTICA

Principios perdurables

Los principios morales u obligaciones se consideraron de origen divino y,

por tanto, inmodifi cables por los hombres. Por ello, ni los caciques ni la sociedad tuvie-ron interés en cambiar sus principios ni sus instituciones sino en cumplir los principios éticos existentes.

Las leyes dispuestas por los caciques fueron inspiradas en las leyes naturales inmutables, obedientes a sus creencias religiosas y ordenadas al cumplimiento de las leyes provenientes del orden sobrenatural.

Silla funeraria Tolima

(Museo del Oro, CTo 849. Fotografía Gérard Pestarque)

Los bancos taumaturgos

Creador: Roberto Pineda C.


Sacra

ACTITUD FRENTE AL MUNDO REAL10.

Lo sagrado irradió la cultura. En las cul-turas indígenas prehispánicas el sentido

de lo sagrado -de aquello apartado radical-mente de lo profano, de lo mundano- irradió no sólo la vida ritual religiosa sino la vida política y social cotidiana. En las mitologías indígenas la separación entre lo sagrado y lo profano fue evidente. Los templos, las cosas sagradas, fueron considerados pertenecien-tes a un mundo sublime «aparte» del mundo profano. Profanar lo sagrado fue castigado severamente.


FACTORES DE UNIDAD12.Unidad étnica

Cada cultura prehispánica tuvo uni-dad étnica, territorial, religiosa y

lingüística. Sin embargo, entre todas la etnias y culturas que habitaron el actual territorio colombiano no existió unidad doctrinal, ni ideológica.

Estatua en el yaci-

miento de Mesitas

San Agustín, Huila


Dimensión Política

sobrenatural

1. ORÍGEN DEL PODER Y DE LA AUTORIDAD

1 Miguel Triana, La Civilización Chibcha - Biblioteca del Banco Popular. Volumen IV - Bogotá - Colombia 1984, Triana, pág. 1102 Ídem - página 96 cita a Simón, noticias historiales, volumen II, página 320

«Goranchacha, (el «Barón de los Ca-ras», en lengua aymará») fundador de la dinastía divina de los Zaques nació entre una esmeralda de las en-trañas de una virgen fecundada por un rayo de sol; no era necesario más para que los chibchas no solamente

les prestaran obediencia a los descen-dientes de Goranchacha, sino para que los adoraran como hijos del sol».2

Para los indígenas, el poder supremo lo ejercían los dioses y el gobernante

era considerado hijo de los dioses, al cual se le reconocían poderes «sobrenaturales. En la cultura chibcha, por ejemplo, el zaque era hijo del sol; por ello, «la honra, la pro-piedad y la vida de los súbditos debían de estar dentro del derecho divino a merced de sus caprichos. ¡La autoridad y las preemi-nencias del hijo del sol no tenían límites!».1

Figura en oro 0-900 d.c.

San Agustín, Huila

Colección Museo del Oro

Estructura lítica conocida como el «Templo de Goranchacha».

Arqueología del cercado grande de los santuarios

Edición en la biblioteca virtual: 2005-05-23

Creador: Helena Pradilla Rueda-Germán Villate Santander-

Francisco Ortiz Gómez



SISTEMA POLÍTICO2.

3. NOCIÓN DE LA LEY

La ley es divina

3 Miguel Triana - La Civilización Chibcha - Biblioteca del Banco Popular - volumen IV, pag. 116. Bogotá - Colombia 19844 Ídem, Código de Nomparén, pag. 115

«El Zipa estaba some-tido a pruebas durante un período de novicia-do de Chía y para poder ejercer el poder supremo, tenía que jurar las instituciones de sus mayores.»3

En genera l , e l s i s tema pol í t ico fue monárquico, esto es que el poder

residía en una sola persona y era hereditario. Entre los chibchas se instauró la línea «ma-trilineal» para la sucesión de los jerarcas, en la cual el heredero del trono debía ser hijo de una hermana del cacique, es decir el sobrino. Si no existía tal heredero, el caci-que de Bogotá escogía al que le parecía de más nobleza, sangre, costumbres, valentía y honradez.

Los indígenas prehispánicos considera-ron las leyes inviolables por cuanto pro-

venían de sus dioses, o de los gobernantes que eran considerados de origen divino. La ley vigilaba principios moralizadores tales como no matar, no hurtar, no mentir y no quitar la mujer ajena. Entre los Chibchas la pena de muerte se estableció para los asesinos y, para los demás transgresores, se imponía otro tipo de castigos. «Por la primera vez se imponía el castigo de azotes; por la segunda, el de la infamia personal y, por la tercera reincidencia, el de la infamia hereditaria».4

Cacicazgo de Iraca - Sugamuxi

Señores del Tiempo de la Conquista

Marta Herrera Angel

Revista Credencial Historia

(Bogotá - Colombia),

febrero - agosto, 1993. Nos. 38-44

Monarquía hereditaria


5. NOCIÓN DE LIBERTAD

Circunscrita a la ley divina

4. NOCIÓN DE JUSTICIA

Divina

5 Ídem, pag. 1176 Liborio Zerda. El Dorado Tomo I - Biblioteca Banco Popular, Bogotá 1972, pág. 1427 Ídem, pág. 143

«El Zipa Nemequene ordenó que para la aplicación de las leyes fuese presi-dente perpetuo del Consejo Supremo de Justicia, el cacique de Suba y el que ocupaba este puesto al tiempo de la conquista manifestó mucha cordu-ra y equidad en la administración de la Justicia».6

«En tribus de comportamiento in-feriores (a los Chibchas), como los Caribes o los de la grande hoya del Orinoco, que según el historiador Gumilla, muchos fueron agricultores y tuvieron usos y costumbres de los chibchas fueron inferiores a éstos y carecieron de sentimiento moral»7

Para los indígenas la justicia consistió en dar a los dioses lo que era de los

dioses. Es decir, hacer lo que ordenaron los dioses. Por ello, los gobernantes velaron por el estricto cumplimiento de las normas de conducta establecidas en los códigos sagrados. Estos códigos muchas veces fue-ron redactados por los Zipas y/o sacerdotes como Nomparén o Nemequene entre los chibchas, quienes fueron considerados de origen divino.

Los soberanos ejercieron la justicia direc-tamente, pero en algunos casos la ejerció una casta, especie de «magistrados» del orden judicial cuyas sentencias defi nitivas no tenían apelación.5

Casco Tumbaga 0-600 d.c.

Puerto Naré, Antioquia - Cultura Quimbaya


Los indígenas no elaboraron el concepto metafísico de libertad. En la práctica,

consideraron que eran vasallos del poder político y religioso y que podían vivir li-bremente dentro de su territorio, siempre y cuando cumplieran las leyes divinas. En este sentido todos se consideraron libres, a ex-

cepción de los esclavos que, generalmente, eran enemigos capturados.


NOCIÓN DE IGUALDAD6.Estratificación política, religiosa y social

Cada tribu tenía un gobernante principal con poder omnímodo debido al sistema

religioso imperante en las culturas prehispá-nicas. En el caso de los chibchas, el cacique o Zipa era tan enaltecido por su tribu que nadie podía mirarlo directamente a la cara.

«El código establecía normas protocolarias muy rigurosas en cuanto a la manera de mostrar los vasallos el respeto y veneración debida al Zipa o a cualquiera de los caciques principales. Era estrictamente vedado mirarlos al rostro, de modo que en su presencia, los súbditos debían fi jar la vista en el suelo en señal de notoria sumisión». 8

8 Historia de Bogotá, Tomo I, Conquista y colonia, Misión Colombia, pag. 44, Salvat Villegas Editores. Bogotá - Colombia 1989.

Véase, además, Simón, Noticias historiales, volumen II9 Miguel Triana, Civilización Chibcha, Banco Popular. Volumen IV, pág. 117. Bogotá - Colombia 198410 Ídem, pág. 113

«No eran iguales en linaje todos los caciques; pues unos eran menores y de menos estimada sangre; otros eran de mayor estima a quienes llamaban zaques y éstos eran en especial los que tenían sus pueblos en fronteras de enemigos»9

El siguiente nivel de la jerarquía correspondía a los Jeques, mohanes o «sacerdotes» que pertenecían a la casta religiosa. En orden de importancia seguía la casta de los guerreros o «guechas», la de los artesanos, tejedores, alfareros y orfebres, mercaderes y trabajado-res de sal, de esmeraldas y del campo. En la base de la pirámide estaban los esclavos que eran enemigos vencidos capturados.

RELACIÓN ENTRE EL PODER ESPIRITUAL Y EL PODER TEMPORAL

7.Unidad Entre los indígenas prehispánicos co-

existieron en general dos potestades, la religiosa y la política, aunque a veces estaban «confundidas en una sola persona bajo la forma de un gobierno netamente teocrático»10

Orejera Tumbaga

900-1600 d.c.

Colosó, Sucre

Cultura Zenú

Colección Museo

del Oro


9. MILICIA

Castas guerreras

Los indígenas en general tuvieron castasguerreras

encargadas de vigilar el terri-torio. Por ejemplo, entre los chibchas existieron los «gue-chas» que combatieron a las tribus de tierra caliente, como los Panches.

8. GOBIERNO Y TERRITORIO

Confederación de estados

11 Miguel Triana, Civilización Chibcha, Banco Popular. Volumen IV, pág. 91. Bogotá - Colombia 198412 http://www.colombianosenelexterior.com/index.php?idcategoria=63

13 Friede Juan, Los chibchas bajo la dominación española. Editorial La Carreta, Medellín, 1974, pag. 2014 Miguel Triana, Civilización Chibcha, Banco Popular. Volumen IV, pág. 116. Bogotá - Colombia, 198415 Liborio Zerda, El Dorado. pag. 143

Entre los indígenas prehispánicos existió el instinto colectivo de territorialidad y

de nación que defendieron y que muchas veces extendieron militarmente. Dentro de este dominio territorial tuvieron lugares sagrados fi jos y de uso colectivo y se mo-vilizaron libremente según sus necesidades rituales, agrícolas o comerciales. No existió el concepto de propiedad individual. Entre los Chibchas «se extendían entonces los caseríos, no en calles, manzanas ni plazas urbanas, sino en pintoresca dispersión rural, necesitando cada familia de tres o cuatro casucas agrupadas para alojarse

dentro de un pequeño predio. (…) el caci-que distribuía las tierras según la ley de Bochica, en proporción a las necesidades de cada cual.»11

«Los chibchas estaban organizados políticamente en una confederación de varios estados, divididos en distri-tos gobernados por caciques.»12

« (…) antes de partir para los combates, ensalzaban las proezas de sus antecesores, conservadas por la tradición.»13

Los guerreros tenían un estrato alto en la sociedad, solo superado por los gobernantes y los sacerdotes.14 «Aunque los chibchas fueron pacífi cos y laboriosos no esquiva-ban el servicio militar, fueron valientes en los combates, (…) las leyes que castigaban severamente al cobarde y al desertor son un signo de disciplina militar y de la grande estima en que tenía el honor nacional».15

Mapa de la Cultura Chibcha

Tomado de:Archivo digital

Vergara y Velasco


Dimensión Económica

La supervivencia

1. PRINCIPIO ECONÓMICO RECTOR

Esencialmente, el móvil de la economía prehispánica fue la supervivencia. Los

indígenas trabajaron la tierra, las minas, los textiles, la cerámica o la orfebrería para sobrevivir o para atender sus necesidades inmediatas rituales, sin pensar en acumula-ción de riqueza.

Entre los indígenas hubo el concepto de intercambio de bienes sin tener en cuenta en este trueque intereses ni sobreprecios, ni impuestos. Los productos de los indígenas internamente eran intercambiados en ferias locales de cada pueblo para el abastecimien-to semanal de comestibles.

1 Miguel Triana, Pág. 119

Tocancipá» (…) lejos de estas plazas de comercio interior, había otras de intercambio por productos de remota procedencia, como en Aipe, situado en la tierra de los Pijaos a quienes el padre Simón apellidó «poinas» o «yaporoges», mineros y fabricantes de joyas do oro. Allí se hacían las contrataciones al contorno de una piedra sagrada.»1

«Había ferias de mayor cuantía e importancia para la distribución in-terior de ciertos artículos de produc-ción especial en determinados pue-blos, como en Muequetá o Funza para el expendio de mantas y tejidos de junco, cañabrava y otras fi bras, pues los bacataes eran grandes tejedores; en Zipaquirá para el expendio de sal y objetos de cerámica fabricados en


Dioses, tierra y trabajo

RECURSOS2.

Para los hombres prehispánicos fueron esenciales la tierra y el trabajo esperan-

do siempre la ayuda de sus dioses tutelares.

Particularmente, en la cultura Chibcha la agricultura estuvo relacionada con su reli-gión. Bochica les enseñó este arte; la «madre tierra», diosa fértil les dio los frutos, las

aguas, las lluvias, los vientos, el dios Xué (sol) y la diosa Chía (luna) favorecieron sus cosechas.

Por otra parte, los indígenas no concibieron los intereses ni el crédito como recursos económicos.

Indios de Coconuco en la provincia de Popayán. Acuarela de Manuel María Paz, 1853.

Tomado de: Revista Credencial Historia. (Bogotá - Colombia). Edición 33. Septiembre de 1992

Titulo: La Colombia indígena del siglo XVI. Creador: Carl Henrik Langebaek Rueda

Biblioteca Virtual del Banco de la República


3. MONEDA

Valor real y estable

2 Fundación Misión Colombia, Historia de Bogotá, Tomo I, Conquista y Colonia, Salvat Villegas Editores, Bogotá, Colombia 1989,

Página 483 Miguel Triana, la Civilización Chibcha, Biblioteca del Banco Popular, Volumen iv, bogotá Colombia, 1984 páginas 124 y 125

En las sociedades prehispánicas prác-ticamente no existió la moneda.

Para el intercambio de productos utilizaron primordialmente el trueque teniendo además «tejuelos de oro» de valor real que facili-taban esporádicamente el intercambio de productos y mercancías. El oro, las piedras y metales preciosos tuvieron de manera especial un valor ritual.

Puesto que no existía moneda ni circula-ban entre la población el oro ni los metales preciosos, los tributos a los gobernantes se pagaban de otra manera.

En muchos casos los objetos de valor fueron destinados para la otra vida. «En los sepul-cros de algunas tribus prehispánicas se han encontrado alcancías que eran cofrecillos cerrados con una ranura de losa decorada con dibujos, además de vasos cerrados con una perforación pequeña por donde intro-ducían los granos de oro y esmeraldas. Se hacían enterrar con ellas.3

Poporo (recipiente para cal)

Tumbaga 0 - 600 d.C.

Loma de Pajarito, entre Angostura

y Yarumal, Antioquia

Cultura Quimbaya

Museo del Oro

«Recibían de parte de sus vasallos tributos en especie y prestación de servicios, tales como trabajo en la construcción de habitaciones y cer-cados y en las labranzas del cacique. Las especies del tributo eran por lo general mantas o en su defecto al-godón en bruto, oro y esmeraldas y alimentos tales como maíz, fríjoles, turmas, batatas y carnes de aves di-versas y venados»2


Dimensión Cultural

Educación para transmitir la cultura

EDUCACIÓN2.

Unión sagrada y primitiva

1. MATRIMONIO Y FAMILIA

El matrimonio prehispánico

en general tuvo un carácter sagrado con muchos ma-tices dependiendo del grupo étnico, la tribu o la casta, entre otros factores.

En esta época no existió propiamente un sistema educativo organizado,

sino una educación práctica transmisora del conocimiento y de la cultura por medio del vínculo familiar fuerte y respetado. Los niños aprendían trabajos y ofi cios de sus padres y de sus mayores y así se iba acu-mulando el conocimiento.

Ilustración extraída de:

www.kalipedia.com/historia-

peru/tema/situacion-indige-

nas.html

En la organización chibcha el matrimonio fue sagrado siendo la familia base de la sociedad. Varias familias formaban clanes y éstos unidos formaban la tribu.

La sucesión al trono fue por vía matrilineal y la infi delidad fue castigada.Los matrimonios se realizaron entre miembros de la misma tribu y los jefes y caciques tuvieron varías esposas.

Pectoral 100 d.c.- 1600 d.c.

Timbío - Cauca



3. CIENCIA

Ciencia empírica

Las sociedades prehispánicas acumularon muchos conocimientos prácticos de ca-

rácter científi co transmitidos de generación en generación por medio de la tradición oral y del ejemplo práctico que daban los maestros artesanos a los aprendices.

Las tribus prehispánicas tuvieron avanzados conocimientos en la orfebrería y la fundi-ción de metales como la tumbaga, aleación de oro y cobre a la que le daban muchos usos. Por otra parte, algunas tribus, como la Sinú, construyeron canales para manejar las aguas.

Prácticamente todas las tribus tuvieron conocimiento botánico para curar enfer-medades, para teñir textiles y dibujar sig-nos indelebles sobre las piedras. Además,

observaron la naturaleza, las estrellas, los tiempos y descubrieron calendarios precisos que marcaban ciclos importantes para la agricultura y para sus rituales.

Foto extraída de:

www.aldeaeducativa.com

Entre los chibchas existieron escuelas espe-ciales donde se educaba a los hijos de los nobles, caciques, zaques y guechas. Común-mente, para ascender a una posición privi-legiada se requería un riguroso aprendizaje.La casta dominante, especialmente los he-rederos a la monarquía, tuvieron una edu-cación especial en la cual debían someterse a un periodo de noviciado.1

El vuelo chamánico

Foto de: Jorge Mario Múnera

Los sacerdotes muiscas y la paleontología lingüística

Autor: María Stella González de Pérez

1 Veáse cita 3, de la dimensión política, capítulo 2 Sistema Política, Monarquía hereditaria.


4. ARTE, ARQUITECTURA Y MÚSICA

El arte es ritual

El arte prehispánico tuvo un profundo signifi cado ritual no sólo en lo religioso

sino en lo civil.

Las expresiones artísticas, según cada cul-tura indígena, fueron muy variadas y muy ricas en Colombia, tal como puede apre-ciarse en la orfebrería, alfarería, escultura y arquitectura todavía existentes.

En la arquitectura es digno de mencionar «la ciudad perdida» de los Tayronas, las cons-trucciones funerarias de «Tierra Adentro», en el campo de la escultura el complejo ar-queológico de San Agustín; en la orfebrería la fi ligrana en oro de muchas de las culturas y en el arte textil las mantas de los Chibchas.

Las culturas prehispánicas colombianas cul-tivaron la música empleándola en los actos religiosos, para la guerra y en la celebración de sus victorias. Habían desarrollado una especie de trompetas, bocinas y caracoles.

Debido a que los indígenas no dejaron registro escrito alguno de su música, hoy es imposible tener conocimiento preciso de la riqueza musical que seguramente tu-vieron. En las tribus colombianas actuales sobreviven algunas canciones trasmitidas de generación en generación.

En cuanto a la literatura indígena quedó la narración Yurupary de origen amazónica es-crita por el indio José Roberto y traducida al italiano por el Ermanno Stradelli. Esta obra transcribe un mito fundacional amazónico que era de común conocimiento de las tribus amazónicas de tiempo atrás y fue trascrito posteriormente en el siglo XIX.

Balsa Muisca oro

(fi gura de ofrenda)

600 d.c. - 1600 d.c.

Pasca, Cundinamarca

Culrura Muisca -Colec-

ción Museo del Oro

Janchana o Alfombra

Tikunas de Arara, Amazonas.

Museo Etnográfi co Misional de los Franciscanos

Cataluña - Barcelona

Obra completa:ITINERARIO ÉTICO DE LA PERSONALIDAD HISTÓRICA DE COLOMBIA

Volumen II • Época prehispánica

Material pedagógico desarrollado por:©Fundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Para:© Instituto de Estudios del MinisterioPúblico – IEMP, 2010© Procuraduría General de la Nación, 2010

Editor:Instituto de Estudios del Ministerio Público – IEMPCarrera 5 15 - 80 piso 16Bogotá, D. C., Colombia pbx: (1) 587 8750 ext. 11621Tel.: 336 7147 ext. 115http://iemp.procuraduria.gov.co

Todos los derechos reservados. Se prohibe la reproducción total o parcial del contenido de este libro sin el permiso expreso del editor.

Dirección de investigación: Ricardo Zornosa SalazarFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Investigación de contenido:Diego Luis ZornosaMaria Consuelo RojasFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Diseño gráfi co y edición:Ana María De TamayoFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Investigación de imágenes:Maria Paulina RubioFundación Ciudadelas Educativas de Colombia

Supervisor de la investigación:Cesar Augusto NietoAsesor IEMP - PGN

Coordinación editorial:Hernán Hel Huertas O.Diseñador gráfi co IEMP - PGN

Impresión y encuadernación:Imprenta Nacional de Colombia

Impreso en ColombiaBogotá, noviembre de 2010Primera edición1000 ejemplares

Esta publicación fue editada y fi nanciada por el Instituto de Estudios del Ministerio Público

ISBN obra completa: 978-958-734-068-6ISBN volumen: 978-958-734-070-9

ALEJANDRO ORDÓÑEZ MALDONADOProcurador General de la Nación

MARTHA ISABEL CASTAÑEDA CURVELOViceprocuradora General de la Nación

CHRISTIAN JOSÉ MORA PADILLADirector Instituto de Estudios del Ministerio Público

PRESTIGIO Y CONTROL SOCIAL5.

Herencia y virtud

Las sociedades prehispánicas en general respetaron la tradición, la herencia y reconocieron algunas

virtudes.

Los chibchas son un ejemplo signifi cativo de ello: el heredero del cacique, cúspide de la sociedad, debía ser hijo de una hermana suya. En ausencia de éste se escogía entre

los dos más fornidos y bizarros «guechas» de la tribu que antes de la elección debían probar la virtud de la castidad frente de una hermosa mujer desnuda.2 Si alguno de ellos era vulnerable ante los encantos de la mujer, esto lo incapacitaba para ejercer rectamente el más alto cargo de la tribu.

El segundo estrato lo ocuparon los jeques o mohanes, es decir los sacerdotes que se relacionaban con los espíritus de los muertos.

Luego, venían los guechas o guerreros, es decir, la casta militar cuyos miembros conquistaban tal dignidad por la valentía, arrojo y fuerza corporal. Eran premiados generosamente por sus hazañas en la guerra, a veces con un cacicazgo vacante.

Seguían los artesanos, tejedores, alfareros, orfebres, mercaderes, trabajadores de las minas de sal y de esmeraldas y los trabajadores del campo.

Los esclavos, usualmente enemigos capturados, ocuparon el nivel más bajo de la sociedad indígena.

2 Juan de Castellanos, Fernández de Piedrahita y Padre Simón – Fundación Misión Colombia, Historia de Bogotá, Tomo I, Conquista

y Colonia, SALVAT VILLEGAS EDITORES, Bogotá, Colombia, 1989. Pág. 41

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