prc Partido por la Revolucin y el Comunismo Voz obreraNmero 1 - Ao 1 - Octubre 2015Precio: $5

Macri, Massa y Scioli vienen a gobernar para el empresariado. Ante el avance patronal y gubernamental sobre nuestras conquistas, hay que profundizar la unidad de la clase para luchar contra el ajuste, como hicieron los trabajadores aceiteros, de Cresta Roja y de la 60. En las elecciones de octubre, no votes a los candidatos patronales, vot luchadores. Desde el Partido por la Revolucin y el Comunismo, llamamos a votar al Frente de Izquierda y de los Trabajadores - FIT.

A partir de un Congreso de Unificacin en septiembre de 2015, las organizacio-nes Grupo Aporte al Comunismo, La Chispa, Dnde empezar?, y el Partido de Trabajadores por la Revolucin, hemos conformado una nueva organizacin revo-lucionaria: el Partido por la Re-volucin y el Comunismo PRC. Nuestra prensa ser Voz Obrera.As, la confluencia de 4 organi-zaciones en este nuevo partido es un paso auspicioso y concreto que nos llena de alegra.

La experiencia de un ao de

debate, la comilitancia para el acercamiento de posiciones y el acuerdo en los principios de la organizacin nos han permitido lograr esta nueva organizacin poltica que retoma el planteo de la necesidad de construir un par-tido de la clase para enfrentar al enemigo burgus.

El Partido por la Revolucin y el Comunismo-PRC se pronuncia abiertamente contra el capitalis-mo, y porque la clase trabajadora sea la fuerza dirigente de la revo-lucin; por la necesidad de alcan-zar el socialismo en nuestro pas

como un paso importante, pero, a la vez, transicional, hacia la revo-lucin internacional que logre el objetivo de la liberacin humana: el comunismo.

Desde aqu, seguiremos apor-tando al desarrollo de la lucha de la clase trabajadora y al avance de la conciencia socialista, a la unidad de nuestra clase y de los luchadores contra los patrones.

Tambin, seguiremos constru-yendo junto a otros compaeros y organizaciones, aun cuando tengamos diferencias, una polti-ca de frente nico sin sectarismos

que no aportan al desarrollo de la conciencia de clase, poniendo siempre por delante los intereses de los trabajadores y el avance de la lucha.Desde el Partido por la Revo-lucin y el Comunismo-PRC, por ltimo, llamamos a los trabajado-res, a la juventud, a las organiza-ciones hermanas, en fin, a todos aquellos que se sientan identifi-cados con nuestra causa, a iniciar una experiencia militante comn en pos de conquistar el socialis-mo y terminar con la explotacin y la opresin.

Nace el PRC - Partido por la Revolucin y el Comunismo

Votemos al FITElecciones 2015

Voz ObreraPRC - Partido por la Revolucin y el Comunismo

Nuestra lucha es por el socialismo y el comunismo!

EDITORIAL

Para muchos, poco, y para pocos, mucho

Los trabajadores hace-mos el mundo, movemos cada una de sus piezas, producimos cada una de las cosas que se consumen, movilizamos los productos, cuidamos a los enfermos, educamos a los nios en fin, los trabajadores produ-cimos la riqueza social.

Sin embargo, esa rique-za se apropia en forma pri-vada. Los trabajadores la producimos, pero una mi-nora, las patronales, con sus funcionarios y geren-tes, se apropian del grueso de la riqueza. Esta sociedad capitalista funciona as. Para muchos, poco, y para pocos, mucho.

Los pocos, la burguesa, han construido una serie de herramientas para go-bernarnos y hacernos creer que no hay nada mejor que seguir produciendo mucho para esos pocos. Cada vez que salimos a la lucha con nuestros reclamos nos es-

peran la gendarmera, los jueces y fiscales, los me-dios de comunicacin que hablan en contra nuestra.

En esta lucha de clases, la burguesa posee no slo la propiedad privada de las fbricas y campos y empre-sas, tiene adems a su dis-posicin ejrcitos, policas, idelogos, etc. Los traba-jadores tenemos nuestros brazos, nuestra inteligen-cia y nuestra capacidad de organizarnos, lo cual no es poco.

Un breve repaso por la historia

La toma del poder por parte del proletariado en el ao 1917 en Rusia y la revolucin socialista triun-fante despert las esperan-zas de los trabajadores de todo el mundo.

As, durante ms de 50 aos, se puso en jaque la hegemona del sistema ca-pitalista en los ms diver-sos pases del mundo.

A mediados de los 70s, la burguesa logr recom-

ponerse y frenar la avanza-da revolucionaria, median-te el ataque sistemtico a los trabajadores en todo el mundo. Luego de aque-lla derrota de nuestra cla-se, los patrones en todo el mundo aprovecharon esa nueva relacin de fuerzas para imponer peores con-diciones de explotacin y apropiarse de cada vez ms ganancias. As, comenzaba el neoliberalismo.

Con el correr de los aos, la incorporacin al mercado de trabajo de mi-llones de obreros al capita-lismo (la restauracin ca-pitalista en Rusia y China, por ejemplo) permiti que las patronales sigan apro-pindose de grandes canti-dades de riqueza.

Pero la lucha y la resis-tencia de la clase trabaja-dora contra el capitalismo neoliberal iba tomando for-ma en los diferentes conti-nentes, y el avance de la burguesa sobre nuestros derechos comenz a fre-

narse.Los aos 2000 han in-augurado un perodo en el

que la burguesa no logra imponer plenamente la totalidad de sus intereses sobre los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores an no sabemos bien qu hacer con ese cierto poder que hemos demostrado.

Si bien seguimos en un marco de resistencia, se producen luchas muy im-portantes en el mundo que van abonando la posibili-dad de enfrentar de lleno a las patronales.

Por qu necesitamos construir un partido revolucionario?

La intifada palestina, el argentinazo, la guerra del agua y la guerra del gas en Bolivia, los levantamien-tos de negros en Francia, la revueltas en Grecia, las luchas democrticas en frica y Medio Oriente, por nombrar slo algunas de las grandes luchas de estos

ltimos aos, nos lanzan la pregunta: cmo hacemos los trabajadores para ganar y construir una nueva so-ciedad? Cmo hacer para que las grandiosas luchas que da nuestra clase pue-dan llegar a buen puerto?

El partido revoluciona-rio es fundamental para hacer valer nuestros inte-reses como clase. Nos sirve para organizar y centrali-zar todo el poder de la clase obrera y as enfrentar a las patronales en la lucha por la apropiacin de la riqueza social, para poder cambiar de raz este sistema social, y construir el socialismo.Desde el Partido por la Revolucin y el Comunismo - PRC, pondremos nuestro mayor esfuerzo militante en la lucha por la liberacin definitiva de nuestra clase. Llamamos a todos los com-paeros a asumir como propia esta batalla.

Viva la lucha de la clase obrera por el socliasmo y el comunismo!

Crisis migratoria en Europa

Miles de desplazados por el capitalismoEn las ltimas semanas, las principales imgenes que recorren el mundo son los intentos desesperados de cientos de miles de refugiados del Norte de frica y de Oriente prximo, en su mayora trabajadores jvenes, muchos con hijos, que intentan entrar de alguna manera a Europa. El desplazamiento de miles de personas se da como consecuencia de la poltica depredadora del capi-tal imperialista en esas regiones.En lo que va del 2015, unas 2.500 personas murieron intentando cruzar el Mediterrneo. Para poder subirse a algn tipo de embarcacin, deben llegar hasta la costa, pagarles a los grupos mafiosos que se en-cargan del traslado, esperar a tener suerte de que no les ro-ben el poco dinero que tienen, y las mujeres, adems, evitar caer en manos de la trata de personas para la explotacin sexual. En Europa, aquellos que llegan, intentan entrar a los pases ricos de occidente. Para eso, deben atravesar las fronteras de varios pases con diversas polticas migrato-rias, que van desde liberar la frontera para dejar pasar has-ta reprimir y no dejar entrar.

Por qu se agrav la situacin en estas

ltimas semanas?Si bien el flujo migratorio

hacia Europa es constante en estos ltimos aos, la situa-cin se ha profundizado los l-timos tiempos. Para entender los hechos, tomamos como central que, desde principios de siglo XX hasta la fecha, los acontecimientos y el proceso histrico de la regin estuvie-ron y estn determinados por el imperialismo y sus propios conflictos de inters.

Francia, Inglaterra, EE UU, Rusia, Israel y China se dis-putan los beneficios (princi-palmente hidrocarburos) en representacin del capital transnacional. Adems, existe una disputa entre los Estados ms poderosos de la regin: Irn, Arabia Saudita y Tur-qua.

Pero los acontecimientos de la regin tambin estn determinados por la lucha de

clases inherente al capitalis-mo, por el surgimiento de la independencia y los procesos de liberacin nacional de los diversos pueblos, grupos t-nicos y pases.

Una ola de conflictos en la regin

As, en 2011 estall la pri-mavera rabe en Tnez y en Egipto, con huelgas generales y cortes de rutas, como pro-ducto de la crisis capitalista. Pero en pases como Libia o Siria, la CIA aprovech el en-vin para intentar derrocar a sus gobiernos e instaurar en el poder a sectores ms afi-nes.

En Libia, los grupos t-nicos del sur, con apoyo de mercenarios del Chad y los bombardeos de la OTAN, con-siguieron derrocar a Cadafy. Por su parte, en Siria se inten-t derrocar al poco democr-

tico gobierno de Asad, aliado de Rusia e Irn. Para esto, EEUU y Arabia Saudita finan-ciaron al grupo terrorista ul-tra religioso del ISIS (Estado Islmico), causando ms de 100.000 muertes.

El no derrocamiento hasta el momento de Asad en Siria, sumado al reciente acuerdo entre EEUU e Irn, genera un cambio en la regin que mo-difica el equilibrio de las dis-tintas fuerzas. Arabia Saudita, en respuesta, baj el precio del petrleo. Por su parte, Turqua, tambin contraria a Siria e Irn, presiona a las po-tencias occidentales abriendo su frontera y fomentando el xodo del milln y medio de refugiados sirios que hasta el momento retena, aumentan-do el nmero de inmigrantes que se desplazan hacia Euro-pa.

El capitalismo es inhumano

La crisis migratoria en Eu-ropa est claramente relacio-nada con el intervencionismo de las distintas potencias imperialistas en el Norte de frica y Oriente prximo, el choque de sus intereses por su poltica de rapia, con el conflicto entre los pases de esas regiones y, desde ya, con la lucha de clases inherente al capitalismo que se desata al interior de los distintos pa-ses.

La explotacin y los con-flictos armados causados por la depredacin capitalista son los que generan cientos de miles de desplazados, mos-trando el fracaso y la crisis de este sistema econmico y social, que es incapaz de re-solver el sufrimiento de mi-llones de seres humanos.

La crisis internacional y nuestra economa

La crisis internacional se profundiza con la des-aceleracin del crecimiento econmico de China, que fue el pas que mantuvo a flote las distintas variables de la economa mundial en los ltimos aos.

Este coletazo y la baja en el precio de las mate-rias primas ponen en un lugar difcil a pases como el nuestro, dado que Argen-tina ocupa, en el mercado mundial, el rol de produc-tor de las mismas.

Adems, el cuadro com-plicado que vive Brasil, uno de los principales socios comerciales de Argentina, hace que el marco en el que se va a desempear el prximo gobierno sea poco favorable, y que la posibi-lidad de que se profundice el ajuste sea cada vez ms concreta, como ya est ocu-rriendo con el cierre de em-presas y con los despidos.

El candidato del modelo es Scioli

El kirchnerismo supo tomar algunos de los prin-cipales reclamos de las lu-chas de principio de siglo. As, intent embanderarse como un proyecto poltico que enfrentaba los 90 y las polticas neoliberales.

Sin embargo, 12 aos despus de gobierno na-cional y popular, su suce-sor es Daniel Scioli, un claro exponente de aquellas pol-ticas que el kirchnerismo prometi combatir. Un gran golpe para to-dos aquellos trabajadores honestos que creyeron en este gobierno. Aunque algunos lo quie-ran presentar como el mal menor, Scioli es represen-tante y amigo de las corpo-raciones, y un ajustador de los trabajadores. En nada se diferencia de sus princi-pales competidores.

Ni Macri, ni Massa ni Scioli

Macri, Massa y Scioli, para seducir a los secto-res que piden mano dura contra criminales y narcos, prometen avanzar an ms

con la militarizacin de la sociedad. En realidad, el avance de la militarizacin es para controlar los ba-rrios populares y mantener a raya la rebelin de los tra-bajadores ante el ajuste.

Aunque saturen las ca-lles de policas, esas polti-cas de seguridad que pro-meten estos candidatos del ajuste ya fracasaron.

En Mxico, por ejemplo, donde en la ltima dca-da hubo ms de 100.000 muertos y 40.000 desapa-recidos, por el combate en los barrios a los pequeos distribuidores y consumi-dores, mientras el delito organizado continu y el pas se convirti hoy da en el segundo exportador

mundial de opio, haciendo de esta su principal fuente de ingresos. Las fuerzas de seguridad, todo el mundo lo sabe, son parte del nego-cio. No pueden combatirse.

Scioli, Macri y Massa defienden el capitalismo. Por lo tanto, no estn del lado de los trabajadores ni defendern nuestros inte-reses. Ninguno garantizar pleno empleo ni que todos trabajemos bajo convenio.

Que Scioli, Macri y Mas-sa defienden a los empresa-rios queda claro cuando la multinacional Barrick Gold se lleva ms de 2.000.000 por da y en un descuido derrama miles de tonela-das de cianuro en los ros; o cuando las FFAA del es-

tado reprimen a los tra-bajadores que luchan por sus conquistas, pero dejan a las empresas que hagan lo que quieran: que cierren sin explicacin alguna de-jando a los trabajadores en las calles (como ocurri en la grfica Donnelley), que desconozcan los fallos de su propia justicia, como en el caso de la reinstalacin de compaeros despedidos a sus puestos de trabajo.

Los tres candidatos se identifican plenamente con el empresariado y con sus intereses, y no son ningu-na opcin para los traba-jadores. Tampoco son una alternativa Stolbizer y Ro-drguez Sa.

La nica alternativa

propia de la clase trabajadora es el FIT

En estas elecciones, desde el Partido por la Re-volucin y el Comunismo llamamos a votar al Frente de Izquierda y los Traba-jadores, pese a las diferen-cias que tenemos con los partidos que lo componen y a las limitaciones que ha mostrado ese frente, pre-sentndose slo como al-ternativa electoral.

Votar por un programa anticapitalista y antiim-perialista, que plantea la independencia poltica de los trabajadores, que se de-limita claramente dela bur-guesa, como expresa el del FIT, ser un paso ms para nuclearnos como clase y se-guir enfrentando el ajuste.

Si bien las elecciones no son el terreno donde defi-nimos el destino de las pe-leas que damos como clase, es importante que nuestro voto vaya a luchadores que diariamente enfrentan a las patronales, al gobierno y a las distintas expresiones de la burocracia sindical, expresando de ese modo nuestro rechazo al ajuste patronal y gubernamen-tal, que se profundizar de la mano de Scioli, Macri o Massa.

No votes patrones. Vot luchadores de nuestra cla-se. Vot un programa anti-capitalista y antiimperialis-ta. Vot luchar!

Voz ObreraAo 1 - N1 - Octubre 2015

Esta democracia no es ningn gobierno del pueblo. Los gober-nantes administran los recursos del Estado para garantizar condiciones propicias para la acumulacin del capi-tal. En fin, una democracia de patrones al servicio de los patrones.

La democracia termina puertas afuera de la fbrica. Ah adentro, el patrn impone los tiempos, y al que levanta cabeza lo pretende echar sin respetar ningn marco legal.

Esta democracia es solo una forma de dictadura del capital. La clase domi-

nante la utiliza mientras le sea til y no peligren sus intereses, pero no duda en recurrir a las botas cuando la clase obrera avanza y pone en jaque su po-der, como ocurri en 1976.

En este marco, apostar a la participa-cin en las elecciones tiene un carcter puramente tctico. Que haya diputados obreros en el parlamento burgus pue-de ayudar, entre otras cosas, a romper el cerco meditico que los medios im-ponen ante cada ataque de la patronal, apoyando y difundiendo las luchas de nuestra clase.

Pero es necesario decir que no con-seguiremos ningn cambio radical y beneficioso para nuestra clase con te-ner algunos diputados o senadores ms o con un buen porcentaje en las urnas.

Eso slo se conseguir con la lucha revolucionaria del conjunto de nuestra clase, cambiando de raz la sociedad, y reemplazando esta falsa democra-cia que nos propone la burguesa con el gobierno de los trabajadores, nica manera de conquistar una democracia real y efectiva.

ELECCIONES 2015

Votemos al Frente de Izquierda y de los Trabajadores

Esta democracia no es ms que la dictadura del capital

Es tiempo de elecciones y es en estos meses donde es ms comn hablar de poltica. Todos estamos pensando a quin votar y es interesante que analicemos un poco las diferentes variantes.

prcargentina@gmail.com

Partido por la Revolucin y el Comunismo - PRC Voz Obreraprcargentina.wordpress.com @prc_arg

Noticiero obreroNuestra clase enfrentando el ajuste patronal y gubernamental

octubre 2015

GNERO

Camino al 30 Encuentro Nacional de la MujerLa lucha contra la cultura patriarcal y por la igualdad de gnero es una lucha contra el capitalismo. Seamos miles en el ENM en Mar del Plata. Por un feminismo revolucionario.Este ao en Mar del Plata se desarrollar el 30 Encuen-tro Nacional de la Mujer. Que este encuentro sea nico en Lati-noamrica, as como la magnitud que alcanz el fenmeno Ni una menos, marca la acumulacin de aos de la militancia feminista en nuestro pas.

Sin embargo, el feminismo, aunque hable de igualdad de g-nero, no es uno solo. No puede serlo en una sociedad dividida en clases.

Sobre el final de la dcada ganada, hemos visto crecer el fe-minismo en general, pero retro-cediendo desde el mismo Cdigo Civil en la lucha por la legaliza-

cin del aborto. No basta con tener una mujer

presidenta. No basta con que la iglesia y los medios se sensibili-cen con la trata y la violencia.

Somos las trabajadoras, y no las burguesas, las que no dispo-nemos de nuestro cuerpo. En la prctica, no accedemos masiva-mente a una educacin sexual para decidir, y, mientras las ricas abortan en clnicas privadas, no-sotras morimos desangradas. Que a ambas nos digan piropos en la calle lejos est de igualarnos.

El mismsimo mandato de ser calladas, sensibles y heterosexua-les, ms crudo para la trabajadora que para la burguesa liberal, nos

impone no cuestionar el carcter poltico de nuestra vida privada.

Este sistema capitalista es tambin patriarcal, porque los patrones se alimentan de nuestro rol de oprimidas, adems de ex-plotadas. Es nuestro trabajo do-mstico, impago, el que cuida en las familias a la fuerza de trabajo, a quienes luego se integrarn al mercado como asalariados.

No se trata de un conflicto en-tre gneros. Se trata de dar una lucha en conjunto y de clase con-tra clase. Se trata de luchar por un feminismo revolucionario que hermane trabajadoras y trabaja-dores en lucha contra este siste-ma capitalista y patriarcal.

Por un feminismo revolucionario!

Contra el patriarcado!

Metalsa sigue despidiendo Metalsa sigue despidiendo

Metalsa sigue despidiendoMetalsa sigue despidiendo

Basta de aprietes a los docentes en Mar del Plata Fonseca quiere ajustar

Nueva comisin interna en Cresta RojaMetalsa sigue despidiendo

La patronal mexicana de Me-talsa contina aplicando el plan de ajuste dentro de la fbrica.

Los despidos siguen mes tras mes. En las ltimas sema-nas echaron a unos 20 trabaja-dores. 20 familias ms a la calle por la avidez de ganancias de los patrones.

Mientras tanto, el cuerpo de delegados sigue sin llamar a asambleas o medidas de fuerza dentro de la fbrica. Y las elec-ciones de delegados que hace la UOM se realizan sin fiscales y despidiendo a los compae-

ros luchadores antes de que se presenten.

Necesitamos una asamblea general de fbrica para organi-zar la lucha contra los despidos, para hacer entrar a los trabaja-dores que ya tienen cautelares a favor y que la patronal se niega a cumplir.Reincorporacin de Piriz

y de todos los despedidos!Reinstalacin de Nacho Serrano en su puesto de

delegado!

La docencia marplatense vie-ne tomando en sus manos el plan de lucha que impulsan las seccio-nales Multicolor del SUTEBA, lle-vando adelante los paros en for-ma masiva.

Ante la contundencia de las medidas, los funcionarios del ajustador Scioli y la burocracia de Baradel atacan a los docentes, pasndole falta injustificada los

das de huelgas. Un atropello a los derechos de los trabajadores de la educacin y al derecho consti-tucional de huelga.

LLamamos a todos los docen-tes y a la Multicolor provincial a pronunciarse contra este ataque y llevar adelante acciones de de-nuncia que reviertan la poltica persecutoria del gobierno.

Tres meses despus de que la empresa y el sindicato sacaran a la Comisin Interna de la curtiembre Fonseca a travs de una maniobra turbia, la nueva comisin interna puesta por la burocracia anunci la suspensin de 300 trabajadores por 15 das a partir del 1 de octu-bre, en una empresa de unos 800 obreros.

La excusa? Una baja en la

productividad. Algo totalmente inexistente. Las empresas echan mano a las suspensiones masivas como antesala de los despidos.

Se corre la voz de que no todos los obreros van a volver luego de la suspensin. Hay que salir a denun-ciar pblicamente esta situacin para resistir el ajuste de la empre-sa, y organizarse para que ningn trabajador quede en la calle.

Luego de la destitucin de la vieja comisin interna, cuestiona-da por no defender los intereses de los trabajadores, los obreros de Cresta Roja Planta II hicieron nuevas elecciones. Se presenta-ron la Roja, la Naranja y la Verde.

La Roja y la Naranja estuvie-ron integradas por compaeros luchadores que, adems, se plan-taron con independencia de la bu-rocracia del STIA. Que el activismo se haya dividido en dos listas fue un grave error que no permiti un triunfo contundente sobre la lista encabezada por Arriola.

La Verde, por su parte, fue una lista armada por la burocracia del

STIA, a la que lamentablemente se sumaron compaeros que jugaron un rol protagnico en las distintas luchas contra la empresa. Consi-deramos equivocada la tctica de aliarse a la burocracia para con-seguir cosas e intentar cambiarla desde adentro. Las conquistas se las consigue luchando contra la patronal y con independencia de la burocracia sindical.

Saludamos el triunfo de la lista Roja y apostamos a la unidad de los luchadores, con independen-cia de la patronal y de la burocra-cia sindical, para luchar contra el ajuste de la empresa y del gobier-no.