Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

download Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

of 24

Transcript of Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    1/24

    1

    SERIERECURSOS PARA EL AULA

    1

    CARTA ABIERTADE UN ESCRITORA LA JUNTA MILITAR(Rodolo Walsh, 24 de Marzo de 1977).

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    2/24

    Carta abierta de un escritor a la junta militar, Rodolo Walsh, 24 de marzo de

    1977: propuestas para trabajar en el aula /seleccionado y comentado por Edgardo

    Vannucchi 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos

    Humanos de la Nacin, 2010.

    24 p. ; 21x15 cm. - (Recursos para el aula / Edgardo Vannucchi; 1)

    ISBN 978-987-1407-20-0

    1. Derechos Humanos.

    CDD 323

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    3/24

    3

    SERIERECURSOS PARA EL AULA

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR(Rodolfo Walsh, 24 de Marzo de 1977).

    CENTRO CULTURAL DE LA MEMORIA HAROLDO CONTI

    REA /EDUCACIN PARA LA MEMORIA

    1

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    4/24

    4

    Texto riguroso, pero de comprensin cil. Una escritura despojada de articios

    y adjetivaciones innecesarias. Asombrosa capacidad de sntesis para esbozar en

    pocos prraos las caractersticas que dierencian a la dictadura militar instalada

    en 1976 de las anteriores; denir su proyecto econmico y social y mostrar sin

    hablar desde la ctedra- los caminos de resistencia popular. En suma, la CartaAbierta de un escritor a la Junta Militar nos resulta un texto extraordinario. Es, porcierto, el discurso de un militante poltico que asume con naturalidad que su

    compromiso ya no tiene vuelta atrs, pero es tambin el texto de alguien que se

    preocupa por las ormas, que respeta las palabras, porque seguramente imagina

    un mundo en que ms all de las voces de mando militares, de la banalizacin de

    cierto discurso poltico y de las seducciones ciles de la publicidad- el lenguaje

    servir nalmente para que los hombres puedan entenderse.

    Ese texto preciso, sobrio y elegante, nos parece redactado al correr de lapluma. Sin embargo, adems del trabajoso esuerzo de correccin y simplica-

    cin que reclama todo escrito de esta envergadura, detrs de las armaciones

    de Walsh hay muchas experiencias de lucha, muchas lecturas, muchas re-

    fexiones. Por eso, adems de sus mritos ya sealados, la Carta es un materialprivilegiado para el trabajo en el aula, porque nos permite hacer el camino

    inverso al que hizo el autor: desentraar detrs de esas rases apretadas buena

    parte de la historia del movimiento popular argentino; de la lucha obrera y la

    conormacin de las organizaciones revolucionarias; del periodismo de com-

    bate que Walsh practic en el peridico de la CGT de los Argentinos. Tambinla Carta constituye un buen guin para conocer con ms detalle las diversasases del proyecto regresivo que los grupos dominantes victoriosos en 1955

    intentaron imponer en la sociedad argentina.

    El nombre de Walsh est ligado a dos momentos claves de ese proceso. El pri-

    mero es la Operacin Masacre en 1956, cuando la militancia popular -carente ande la experiencia que adquirira en muchos aos de resistencia- ue sorprendida

    por la eroz respuesta de los usiladores. El segundo y ltimo, veinte aos despus,

    UN COMIENZO NECESARIO

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    5/24

    5

    cuando la victoria popular de 1973 que haba terminado con la proscripcin del

    peronismo revela su carcter emero y se impone una dictadura ms criminal que

    todo lo conocido por el pas hasta entonces. La Carta resume los sentimientos deindignacin y asombro que necesariamente la situacin provoca, pero aporta las

    razones que permiten entender que la irrupcin de los genocidas no vino del cielo.En el contexto de la poltica de seguridad nacional que los Estados Unidos impu-

    sieron a todo el continente, la tarea de los militares cont con el concurso de lo

    peor de la sociedad argentina.

    Poco despus de diundida la Carta, conocimos otros escritos anteriores en losque Walsh tambin se interrogaba sobre los caminos que sigui el movimiento

    popular. No era la Carta -un material de denuncia de la dictadura- el lugar indicadopara proundizar esas refexiones autocrticas. Pero conocer esos otros textos nos

    ayudar tambin a entender mejor el que uera diundido al cumplirse un aodel golpe militar. Aquellos papeles, escritos entre agosto y diciembre de 1976,

    alumbran la lucidez, la honestidad intelectual y el coraje del escritor que eligi se-

    guir haciendo su aporte a la resistencia, aunque saba hasta donde haba avanzado

    la dictadura en la destruccin del movimiento popular.

    Que el autor de este ormidable texto de denuncia que es la Carta haya sidouno de nuestros grandes escritores es algo que los argentinos debemos celebrar.

    Porque la escritura luminosa de Walsh contribuye a que este alegato permanezca,

    permite llegar a los sectores ms amplios, convocados por un lenguaje que puedeser grave sin pecar de solemne, y apela a los resortes ms ntimos que hacen a la

    dignidad del ser humano. Aunque no es una decisin original, teniendo en cuenta

    el reconocimiento que la Carta ya ha alcanzado, sera dicil, sin embargo, imaginarun inicio ms pertinente para la Serie Recursos para el aula que hoy presentanuestro Centro Cultural.

    Eduardo Jozami

    Director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    6/24

    EDUCACION PARA LA MEMORIA /RECURSOS PARA EL AULA

    6

    Introduccin

    El conocimiento y la transmisin de la historia reciente a las nuevas gene-

    raciones sigue siendo un desao para el sistema educativo en sus distintos

    niveles.

    Asumiendo las tensiones vigentes entre los distintos usos y sentidos de la(s)

    memoria(s), como as tambin las diversas ormas de construccin y circula-

    cin de la(s) misma(s), desde el rea Educacin para la memoriadel CentroCultural Haroldo Conti nos proponemos generar un espacio de refexin, pro-

    duccin de materiales y capacitacin docente en torno a ciertos ejes y tem-

    ticas vinculados con la memoria; los derechos humanos; la historia reciente,

    abordados desde diversas disciplinas y campos del conocimiento.

    Desde esa perspectiva ponemos a disposicin de los docentes este primer

    material de la Serie Recursos para el aulaen uncin de acompaar y brindaruna serie de herramientas para su trabajo cotidiano: la Carta abierta de unescritor a la Junta militar. Fechada el 24 de marzo de 1977, es la ltima

    palabra pblica del escritor militante Rodolo Walsh.

    La amiliaridad del texto y su circulacin en orma recurrente en dieren-

    tes mbitos y soportes no debiera conducir a subestimarlo como recurso ulico.

    Por el contrario, debiera ser una puerta de entrada para seguir interrogndonos

    no slo sobre los acontecimientos que denuncia y el tiempo histrico en el que

    ue producido, sino tambin sobre la propia gura de su autor y su obra.

    Contextualizacin

    Desde su acceso al poder en marzo de 1976, la dictadura cvico-militar ins-

    trument una serie de medidas tendientes a controlar y silenciar a los medios de

    comunicacin y la opinin pblica.

    La voz del Estado se constituy en la nica voz, eliminando cualquier disensoque pudiera cuestionar o contradecir el discurso ocial.

    Apelando al concepto de guerra interna -producto de la Doctrina de Segu-ridad Nacional (DSN)-, al leit motivde la lucha antisubversiva en todos losrentes (militar, cultural, ideolgico), la dictadura recurri tanto a ciertos mar-

    cos normativos (el Comunicado N 19, por ejemplo) como a la persecucin de

    medios (interviniendo radios y canales de televisin, expropiando o clausurando

    algunas revistas y diarios) y personas (asesinando, encarcelando, orzando el

    exilio, o recurriendo a la metodologa de la desaparicin), buscando potenciar

    a travs del miedo y el uso del terror el disciplinamiento, promoviendo tanto la

    delacin como el alcance de la (auto)censura.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    7/24

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR

    7

    En ese contexto de aislamiento y parlisis, para Rodolo Walsh lo primero es

    inormar. Se vuelve imperioso construir un canal alternativo que permita contra-rrestar el amordazamiento de la prensa y la estrategia de ocultamiento y desinor-

    macin instrumentada por la dictadura.

    El relato del Estado ya no tiene como prioridad producir verosimilitud, sino

    terror.1 Consciente de esto, y asumiendo lcidamente que el terror se basa en

    la incomunicacin, Walsh intenta llevar a cabo una estrategia de (contra)inor-

    macin y de (contra)inteligencia que, por un lado, estimule y permita que cada

    receptor del mensaje se convierta en un nuevo emisor -produciendo de esta orma

    una cadena de inormacin-; y por el otro, intenta abrir grietas en el bloque de

    poder hegemnico a partir de proundizar las contradicciones y tensiones hacia el

    interior del mismo.

    Producto de esa estrategia de comunicacin alternativa, de develamiento de las

    atrocidades cometidas por la dictadura, es que hacia nes de 1976 Walsh (ade-ms de la creacin de ANCLA y Cadena Inormativa) empieza a concebir la idea

    de escribir una serie de Cartas Polmicas que distribuira desde la ms estricta

    clandestinidad. Se trataba de recuperar su identidad, y con ello toda su trayectoria

    personal para hacerla valer como un arma en esta nueva etapa.2

    En ese marco y ruto de tres meses de elaboracin, se inscribe la Carta abier-

    ta, que, contempornea a los hechos que denuncia, se ha erigido en el docu-

    mento que con mayor lucidez y proundidad revela el proyecto de pas diseado por

    los militares junto con sus socios y cmplices civiles.

    Tal como expresa el crtico y escritor Daniel Link, Los archivistas y los historiado-res podrn corregir con justicia cada uno de los datos que Walsh encuentra y transcri-

    be para darle sentido al episodio ms sombro de la historia argentina. Pero no habr

    un solo dato que corregido, permita quitarle a ese texto decisivo de la modernidad

    occidental (comparable slo al Yo acuso de Emile Zola) la uerza que desde un

    comienzo tuvo para denir de un solo golpe lo que era la dictadura (sus undamentos,

    su modo de operar, su metasica del mal y su carcter absolutamente suicida).3

    De all la vigencia de este documento y su notable capacidad para seguir inter-

    pelando a las nuevas generaciones interesadas en el tan incmodo como necesario

    ejercicio de la memoria.

    1 Aguilar, Gonzalo Moiss: Rodolfo Walsh: Escritura y Estado, en Lafforgue, Jorge (Editor): Textos dey sobre Rodolo Walsh. Alianza. 2000.2 Ferreira, Lilia: El ltimo verano; en 30 aos sin Walsh, Suplemento Radar, Pgina 12. 25.03.07.Como seala la propia Lilia en el mismo artculo Este proyecto de accin poltica tambin se desprendade su total certeza de que la derrota de la resistencia armada era irreversible.3 Link, Daniel: Un escritor en el lmite; en 30 aos sin Walsh, Suplemento Radar, Pgina 12.25.03.07.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    8/24

    8

    1.La censura de prensa, la persecucin a in-telectuales, el allanamiento de mi casa en el

    Tigre, el asesinato de amigos queridos y la

    prdida de una hija que muri combatindo-

    los, son algunos de los hechos que me obligan

    a esta orma de expresin clandestina despus

    de haber opinado libremente como escritor y

    periodista durante casi treinta aos.

    El primer aniversario de esta Junta Mili-

    tar ha motivado un balance de la accin de

    gobierno en documentos y discursos ocia-

    les, donde lo que ustedes llaman aciertos sonerrores, los que reconocen como errores son

    crmenes y lo que omiten son calamidades.

    El 24 de marzo de 1976 derrocaron us-

    tedes a un gobierno del que ormaban par-

    te, a cuyo desprestigio contribuyeron como

    ejecutores de su poltica represiva, y cuyo

    trmino estaba sealado por elecciones

    convocadas para nueve meses ms tarde.En esa perspectiva lo que ustedes liquida-

    ron no ue el mandato transitorio de Isabel

    Martnez sino la posibilidad de un proce-

    so democrtico donde el pueblo remediara

    males que ustedes continuaron y agravaron.

    Ilegtimo en su origen, el gobierno que

    ustedes ejercen pudo legitimarse en los he-

    chos recuperando el programa en que coin-cidieron en las elecciones de 1973 el ochenta

    por ciento de los argentinos y que sigue en pie

    como expresin objetiva de la voluntad del

    pueblo, nico signicado posible de ese ser

    nacional que ustedes invocan tan a menudo.

    Invirtiendo ese camino han restaurado

    ustedes la corriente de ideas e intereses de

    minoras derrotadas que traban el desarro-

    llo de las uerzas productivtas, explotan al

    pueblo y disgregan la Nacin. Una poltica

    semejante slo puede imponerse transito-

    riamente prohibiendo los partidos, inter-

    viniendo los sindicatos, amordazando la

    prensa e implantando el terror ms proun-

    do que ha conocido la sociedad argentina.

    2.Quince mil desaparecidos, diez mil pre-sos, cuatro mil muertos, decenas de miles de

    desterrados son la cira desnuda de ese terror.

    Colmadas las crceles ordinarias, crea-ron ustedes en las principales guarniciones

    del pas virtuales campos de concentracin

    donde no entra ningn juez, abogado, pe-

    riodista, observador internacional. El secre-

    to militar de los procedimientos, invocado

    como necesidad de la investigacin, con-

    vierte a la mayora de las detenciones en se-

    cuestros que permiten la tortura sin lmite y

    el usilamiento sin juicio.

    Ms de siete mil recursos de hbeas

    corpus han sido contestados negativamen-

    te este ltimo ao. En otros miles de casos

    de desaparicin el recurso ni siquiera se ha

    presentado porque se conoce de antema-

    no su inutilidad o porque no se encuentra

    abogado que ose presentarlo despus que

    los cincuenta o sesenta que lo hacan ue-ron a su turno secuestrados.

    De este modo han despojado ustedes a

    la tortura de su lmite en el tiempo. Como

    el detenido no existe, no hay posibilidad

    de presentarlo al juez en diez das segn

    manda un ley que ue respetada an en las

    cumbres represivas de anteriores dictaduras.

    CARTA ABIERTA A LA JUNTA MILITAR

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    9/24

    9

    La alta de lmite en el tiempo ha sido

    complementada con la alta de lmite en los

    mtodos, retrocediendo a pocas en que se

    oper directamente sobre las articulacio-

    nes y las vsceras de las vctimas, ahora con

    auxiliares quirrgicos y armacolgicos de

    que no dispusieron los antiguos verdugos.

    El potro, el torno, el despellejamiento en

    vida, la sierra de los inquisidores medieva-

    les reaparecen en los testimonios junto con

    la picana y el submarino, el soplete de las

    actualizaciones contemporneas.

    Mediante sucesivas concesiones al su-puesto de que el n de exterminar a la

    guerilla justica todos los medios que

    usan, han llegado ustedes a la tortura ab-

    soluta, intemporal, metasica en la medi-

    da que el n original de obtener inorma-

    cin se extrava en las mentes perturbadas

    que la administran para ceder al impulso

    de machacar la sustancia humana hasta

    quebrarla y hacerle perder la dignidadque perdi el verdugo, que ustedes mis-

    mos han perdido.

    3. La negativa de esa Junta a publicar losnombres de los prisioneros es asimismo

    la cobertura de una sistemtica ejecucin

    de rehenes en lugares descampados y ho-

    ras de la madrugada con el pretexto de

    raguados combates e imaginarias tenta-tivas de uga.

    Extremistas que panfetean el campo,

    pintan acequias o se amontonan de a diez en

    vehculos que se incendian son los estereo-

    tipos de un libreto que no est hecho para

    ser credo sino para burlar la reaccin inter-

    nacional ante ejecuciones en regla mientras

    en lo interno se subraya el carcter de repre-

    salias desatadas en los mismos lugares y en

    echa inmediata a las acciones guerrilleras.

    Setenta usilados tras la bomba en Segu-

    ridad Federal, 55 en respuesta a la voladura

    del Departamento de Polica de La Plata,

    30 por el atentado en el Ministerio de De-

    ensa, 40 en la Masacre del Ao Nuevo que

    sigui a la muerte del coronel Castellanos,

    19 tras la explosin que destruy la comisa-

    ra de Ciudadela orman parte de 1.200 eje-

    cuciones en 300 supuestos combates donde

    el oponente no tuvo heridos y las uerzas a

    su mando no tuvieron muertos.

    Depositarios de una culpa colecti-

    va abolida en las normas civilizadas de

    justicia,incapaces de infuir en la polti-

    ca que dicta los hechos por los cuales son

    represaliados, muchos de esos rehenes son

    delegados sindicales, intelectuales, amilia-

    res de guerrilleros, opositores no armados,

    simples sospechosos a los que se mata paraequilibrar la balanza de las bajas segn la

    doctrina extranjera de cuenta-cadveres

    que usaron los SS en los pases ocupados y

    los invasores en Vietnam.

    El remate de guerrilleros heridos o captu-

    rados en combates reales es asimismo una evi-

    dencia que surge de los comunicados militares

    que en un ao atribuyeron a la guerrilla 600muertos y slo 10 15 heridos, proporcin

    desconocida en los ms encarnizados con-

    fictos. Esta impresin es conrmada por un

    muestreo periodstico de circulacin clandes-

    tina que revela que entre el 18 de diciembre de

    1976 y el 3 de ebrero de 1977, en 40 acciones

    reales, las uerzas legales tuvieron 23 muertos y

    40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    10/24

    0

    Ms de cien procesados han sido igual-

    mente abatidos en tentativas de uga cuyo

    relato ocial tampoco est destinado a que

    alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y

    Ios partidos de que an los presos reconoci-

    dos son la reserva estratgica de las represalias

    de que disponen los Comandantes de Cuerpo

    segn la marcha de los combates, la conve-

    niencia didctica o el humor del momento.

    As ha ganado sus laureles el general Ben-

    jamn Menndez, jee del Tercer Cuerpo de

    Ejrcito, antes del 24 de marzo con el asesi-

    nato de Marcos Osatinsky, detenido en Cr-doba, despus con la muerte de Hugo Vaca

    Narvaja y otros cincuenta prisioneros en va-

    riadas aplicaciones de la ley de uga ejecuta-

    das sin piedad y narradas sin pudor.

    El asesinato de Dardo Cabo, detenido

    en abril de 1975, usilado el 6 de enero de

    1977 con otros siete prisioneros en juris-

    diccin del Primer Cuerpo de Ejrcito quemanda el general Surez Masson, revela

    que estos episodios no son desbordes de

    algunos centuriones alucinados sino la po-

    ltica misma que ustedes planican en sus

    estados mayores, discuten en sus reuniones

    de gabinete, imponen como comandantes

    en jee de las 3 Armas y aprueban como

    miembros de la Junta de Gobierno.

    4. Entre mil quinientas y tres mil perso-nas han sido masacradas en secreto des-

    pus que ustedes prohibieron inormar

    sobre hallazgos de cadveres que en algu-

    nos casos han trascendido, sin embargo,

    por aectar a otros pases, por su magni-

    tud genocida o por el espanto provocado

    entre sus propias uerzas.

    Veinticinco cuerpos mutilados aforaron

    entre marzo y octubre de 1976 en las costas

    uruguayas, pequea parte quizs del carga-

    mento de torturados hasta la muerte en la

    Escuela de Mecnica de la Armada, on-

    deados en el Ro de la Plata por buques de

    esa uerza, incluyendo el chico de 15 aos,

    Floreal Avellaneda, atado de pies y manos,

    con lastimaduras en la regin anal y ractu-

    ras visibles segn su autopsia.

    Un verdadero cementerio lacustre descu-

    bri en agosto de 1976 un vecino que bu-

    ceaba en el Lago San Roque de Crdoba,acudi a la comisara donde no le recibieron

    la denuncia y escribi a los diarios que no la

    publicaron.

    Treinta y cuatro cadveres en Buenos Ai-

    res entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en

    San Telmo el 4 de julio, diez en el Ro Lujn

    el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres

    del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a15 kilmetros de Campo de Mayo y 17 en

    Lomas de Zamora.

    En esos enunciados se agota la ccin

    de bandas de derecha, presuntas herederas

    de las 3 A de Lpez Rega, capaces dc atra-

    vesar la mayor guarnicin del pas en ca-

    miones militares, de alombrar de muertos

    el Ro de la Plata o de arrojar prisionerosal mar desde los transportes de la Primera

    Brigada Area 7, sin que se enteren el ge-

    neral Videla, el almirante Massera o el bri-

    gadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas,

    y la Junta que ustedes presiden no es el el

    de la balanza entre violencias de distintos

    signos ni el rbitro justo entre dos terro-

    rismos, sino la uente misma del terror que

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    11/24

    11

    ha perdido el rumbo y slo puede balbucear

    el discurso de la muerte.

    La misma continuidad histrica liga el

    asesinato del general Carlos Prats, duran-

    te el anterior gobierno, con el secuestro y

    muerte del general Juan Jos Torres, Zel-

    mar Michelini, Hctor Gutirrez Ruz y

    decenas de asilados en quienes se ha que-

    rido asesinar la posibilidad de procesos de-

    mocrticos en Chile, Boliva y Uruguay.

    La segura participacin en esos crmenes

    del Departamento de Asuntos Extranjerosde la Polica Federal, conducido por ociales

    becados de la CIA a travs de la AID, como

    los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor,

    sometidos ellos mismos a la autoridad de

    Mr. Gardener Hathaway, Station Chie de

    la CIA en Argentina, es semillero de utu-

    ras revelaciones como las que hoy sacuden

    a la comunidad internacional que no han de

    agotarse siquiera cuando se esclarezcan elpapel de esa agencia y de altos jees del Ejr-

    cito, encabezados por el general Menndez,

    en la creacin de la Logia Libertadores de

    Amrica, que reemplaz a las 3 A hasta que

    su papel global ue asumido por esa Junta en

    nombre de las 3 Armas.

    Este cuadro de exterminio no excluye si-

    quiera el arreglo personal de cuentas comoel asesinato del capitn Horacio Gndara,

    quien desde hace una dcada investigaba

    los negociados de altos jees de la Marina,

    o del periodista de Prensa Libre Horacio

    Novillo apualado y calcinado, despus que

    ese diario denunci las conexiones del mi-

    nistro Martnez de Hoz con monopolios

    internacionales.

    A la luz de estos episodios cobra su

    signicado nal la denicin de la guerra

    pronunciada por uno de sus jees: La lu-

    cha que libramos no reconoce lmites mo-

    rales ni naturales, se realiza ms all del

    bien y del mal.

    5. Estos hechos, que sacuden la concienciadel mundo civilizado, no son sin embargo

    los que mayores surimientos han trado al

    pueblo argentino ni las peores violaciones

    de los derechos humanos en que ustedes in-

    curren. En la poltica econmica de ese go-

    bierno debe buscarse no slo la explicacinde sus crmenes sino una atrocidad mayor

    que castiga a millones de seres humanos con

    la miseria planicada.

    En un ao han reducido ustedes el salario

    real de los trabajadores al 40%, disminuido

    su participacin en el ingreso nacional al

    30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de

    labor que necesita un obrero para pagar lacanasta amiliar, resucitando as ormas de

    trabajo orzado que no persisten ni en los

    ltimos reductos coloniales.

    Congelando salarios a culatazos mien-

    tras los precios suben en las puntas de las

    bayonetas, aboliendo toda orma de re-

    clamacin colectiva, prohibiendo asam-

    bleas y comisioncs internas, alargandohorarios, elevando la desocupacin al

    rcord del 9% prometiendo aumentarla

    con 300.000 nuevos despidos, han retro-

    trado las relaciones de produccin a los

    comienzos de la era industrial, y cuando

    los trabajadores han querido protestar los

    han caliicados de subversivos, secues-

    trando cuerpos enteros de delegados que

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    12/24

    2

    en algunos casos aparecieron muertos, y

    en otros no aparecieron.

    Los resultados de esa poltica han sido

    ulminantes. En este primer ao de gobier-

    no el consumo de alimentos ha disminuido

    el 40%, el de ropa ms del 50%, el de me-

    dicinas ha desaparecido prcticamente en

    las capas populares. Ya hay zonas del Gran

    Buenos Aires donde la mortalidad inantil

    supera el 30%, cira que nos iguala con Rho-

    desia, Dahomey o las Guayanas; enermeda-

    des como la diarrea estival, las parasitosis y

    hasta la rabia en que las ciras trepan haciamarcas mundiales o las superan. Como si

    esas ueran metas deseadas y buscadas, han

    reducido ustedes el presupuesto de la salud

    pblica a menos de un tercio de los gastos

    militares, suprimiendo hasta los hospitales

    gratuitos mientras centenares de mdicos,

    proesionales y tcnicos se suman al xodo

    provocado por el terror, los bajos sueldos o la

    racionalizacin.

    Basta andar unas horas por el Gran Bue-

    nos Aires para comprobar la rapidez con

    que semejante poltica la convirti en una

    villa miseria de diez millones de habitan-

    tes. Ciudades a media luz, barrios enteros

    sin agua porque las industrias monoplicas

    saquean las napas subtrrneas, millares de

    cuadras convertidas en un solo bache por-que ustedes slo pavimentan los barrios

    militares y adornan la Plaza de Mayo , el

    ro ms grande del mundo contaminado en

    todas sus playas porque los socios del mi-

    nistro Martnez de Hoz arrojan en l sus

    residuos industriales, y la nica medida de

    gobierno que ustedes han tomado es prohi-

    bir a la gente que se bae.

    Tampoco en las metas abstractas de la

    economa, a las que suelen llamar el pas,

    han sido ustedes ms aortutunados. Un

    descenso del producto bruto que orilla el 3%,

    una deuda exterior que alcanza a 600 dlares

    por habitante, una infacin anual del 400%,

    un aumento del circulante que en solo una

    semana de diciembre lleg al 9%, una baja

    del 13% en la inversin externa constituyen

    tambin marcas mundiales, raro ruto de la

    ra deliberacin y la cruda inepcia.

    Mientras todas las unciones creadoras

    y protectoras del Estado se atroan hastadisolverse en la pura anemia, una sola crece

    y se vuelve autnoma. Mil ochocientos mi-

    llones de dlares que equivalen a la mitad

    de las exportaciones argentinas presupues-

    tados para Seguridad y Deensa en 1977,

    cuatro mil nuevas plazas de agentes en la

    Polica Federal, doce mil en la provincia de

    Buenos Aires con sueldos que duplican el

    de un obrero industrial y triplican el de undirector de escuela, mientras en secreto se

    elevan los propios sueldos militares a partir

    de ebrero en un 120%, prueban que no hay

    congelacin ni desocupacin en el reino de

    la tortura y de la muerte, nico campo de la

    actividad argentina donde el producto crece

    y donde la cotizacin por guerrillero abati-

    do sube ms rpido que el dlar.

    6. Dictada por el Fondo Monetario Inter-nacional segn una receta que se aplica in-

    distintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay

    o Indonesia, la poltica econmica de esa

    Junta slo reconoce como beneciarios a la

    vieja oligarqua ganadera, la nueva oligarqua

    especuladora y un grupo selecto de mono-

    polios internacionales encabezados por la

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    13/24

    13

    ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel,

    la Siemens, al que estn ligados personal-

    mente el ministro Martnez de Hoz y todos

    los miembros de su gabinete.

    Un aumento del 722% en los precios

    de la produccin animal en 1976 dene

    la magnitud de la restauracin oligrquica

    emprendida por Martnez de Hoz en con-

    sonancia con el credo de la Sociedad Rural

    expuesto por su presidente Celedonio Pe-

    reda: Llena de asombro que ciertos grupos

    pequeos pero activos sigan insistiendo en

    que los alimentos deben ser baratos.

    El espectculo de una Bolsa de Comer-

    cio donde en una semana ha sido posible

    para algunos ganar sin trabajar el cien y el

    doscientos por ciento, donde hay empresas

    que de la noche a la maana duplicaron su

    capital sin producir ms que antes, la rueda

    loca de la especulacin en dlares, letras,

    valores ajustables, la usura simple que yacalcula el inters por hora, son hechos bien

    curiosos bajo un gobierno que vena a aca-

    bar con el estn de los corruptos.

    Desnacionalizando bancos se ponen el

    ahorro y el crdito nacional en manos de la

    banca extranjera, indemnizando a la ITT

    y a la Siemens se premia a empresas que

    estaaron al Estado, devolviendo las bocasde expendio se aumentan las ganancias de

    la Shell y la Esso, rebajando los arance-

    les aduaneros se crean empleos en Hong

    Kong o Singapur y desocupacin en la Ar-

    gentina. Frente al conjunto de esos hechos

    cabe preguntarse quines son los aptridas

    de los comunicados ociales, dnde estn

    los mercenarios al servicio de intereses o-

    rneos, cul es la ideologia que amenaza al

    ser nacional.

    Si una propaganda abrumadora, refejo

    deorme de hechos malvados no pretendie-

    ra que esa Junta procura la paz, que el gene-

    ral Videla deende los derechos humanos o

    que el almirante Massera ama la vida, an

    cabra pedir a los seores Comandantes

    en Jee de las 3 Armas que meditaran so-

    bre el abismo al que conducen al pas tras

    la ilusin de ganar una guerra que, an si

    mataran al ltimo guerrillero, no hara ms

    que empezar bajo nuevas ormas, porque lascausas que hace ms de veinte aos mue-

    ven la resistencia del pueblo argentino no

    estarn dcsaparecidas sino agravadas por el

    recuerdo del estrago causado y la revelacin

    de las atrocidades cometidas.

    Estas son las refexiones que en el pri-

    mer aniversario de su inausto gobierno

    he querido hacer llegar a los miembros deesa Junta, sin esperanza de ser escuchado,

    con la certeza de ser perseguido, pero el al

    compromiso que asum hace mucho tiempo

    de dar testimonio en momentos diciles.

    Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022

    Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    14/24

    ALGUNAS PROPUESTAS DIDCTICAS PARA TRABAJAR LACARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR

    EN EL AULA

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    15/24

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR /15EN EL AULA CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR /15

    Para analizar

    En la estructura de la Carta pueden reconocerse dos momentos: el aspectopoltico (se aborda del punto 1 al 4), y el aspecto econmico (puntos 5 y 6).

    A) Proponemos que, organizados en grupos, destaquen los pasajes undamentales

    de cada uno de ellos.

    B) Denunciando la desaparicin de personas y los crmenes de la dictadura Walshescribe: se agota la fccin de bandas de derecha. A qu se reere? Qu explica-cin daba la Junta militar ante las denuncias? Qu signica la expresinlas 3 A sonhoy las 3 Armas? Qu eran antes? Qu ocurre hoy /a partir del golpe?

    C) Cul era la dierencia entre el accionar represivo de la Triple A y el de la

    Junta militar?

    D) Cuando Walsh dice: estos episodios no son desbordes () sino la poltica

    misma que ustedes planifcan en sus estados mayores: a qu episodios se reere?Cules son las evidencias y argumentos que proporciona Walsh en 1977 para armar

    esto? Qu signica que est planifcado? Por quines? De qu manera?

    Para complementar este anlisis investiguen cmo la Junta militar se reparti elcontrol de las distintas jurisdicciones e instituciones estatales (gobernaciones deprovincias, intendencias municipales, ministerios, canales de TV y radios) y cmoel pas ue dividido en Zonas, Subzonas y reas responsables de llevar adelante latarea represiva.

    E) Segn Walsh, cules ueron los objetivos del golpe de Estado? Quines sus

    beneciarios?

    F) Qu aspectos de la transormacin econmica que instrument undamen-

    talmente el ministro de economa Martnez de Hoz ueron visualizados y destaca-

    dos por Walsh a slo un ao del Golpe?

    Cul es la relacin entre el proyecto econmico y la represin militar?

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    16/24

    16 / EDUCACION PARA LA MEMORIA /RECURSOS PARA EL AULA

    Para comparar y contextualizar

    Walsh afrma se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democrticos enChile, Bolivia y Uruguay.

    A) Expliquen a qu se reere.

    B) Qu relaciones pueden establecerse entre el Golpe de Estado de 1976 en

    Argentina y las dems dictaduras militares que se implantan en Latinoamrica?

    Cul ue el papel de los EE.UU en este proceso?

    Para investigar / la Contrainformacin

    Walsh afrmaba que el terror se basaba en la incomunicacin. La neasta rase elsilencio es salud, repetida por muchos, muestra la internalizacin y la efcacia deese terror. En un contexto de represin, persecucin y censura, para Walsh resistirsignifcaba evitar el aislamiento, romper el cerco de la dictadura a travs del tra-bajo (contra) inormativo. Por eso exhortaba a derrotar el miedo haciendo circularinormacin de manera clandestina.

    INVESTIGUEN: Qu era Cadena Inormativa? Qu era ANCLA? Por qu esa sigla?

    Cul era el encabezamiento de los partes inormativos? Cules eran sus objetivos?

    Cules ueron sus estrategias de comunicacin?

    (Consulten la Bibliograa sugerida)

    Para debatir e investigar / El papel de los medios de comunicacin

    -Por qu creen que la Carta no ue publicada por ningn medio de comu-nicacin? Por qu consideran que no ue denunciado el secuestro y la desapari-

    cin de su autor? (con la excepcin del diario Buenos Aires Herald y el redactor y

    locutor de panoramas inormativos Ariel Delgado, a travs de Radio Colonia).

    -Cul ue la estrategia de la dictadura respecto a los medios de comunicacin?

    Busquen, por ejemplo, el Comunicado N 19 del 24 de marzo de 1976.Qu otras

    estrategias represivas para silenciar las voces alternativas se instrumentaron?

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    17/24

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR /17

    En ese contexto cmo actuaron los medios? Qu ocurri con la prensa grca ycon los canales de Televisin? Se opusieron, cuestionaron? Se autocensuraron?

    Avalaron el proyecto de la dictadura? Prestaron su apoyo / consenso?

    Para investigar / Walsh y la discusin con la Conduccin de Montoneros

    Rodolo Walsh ormaba parte y militaba en la organizacin Montoneros. Al momentodel golpe de Estado de 1976 la Conduccin de la organizacin decide enrentar a la

    dictadura en el plano militar. Poco tiempo ms tarde Walsh cuestionara esta miradaproponiendo una estrategia de repliegue en uncin de priorizar la lucha poltica.

    Investiguen por ejemplo, qu alcance tuvo esa discusin interna? Era

    una prctica habitual en la organizacin? Cules son los argumentos que

    justiican cada una de las posturas? En qu se asemejan? En qu se die-

    rencian? A ms de 30 aos de aquel debate qu valoracin podemos hacer

    de ambas visiones?

    Lucha Armada N 5 pg 132

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    18/24

    18 / EDUCACION PARA LA MEMORIA /RECURSOS PARA EL AULA

    Sugerimos consultarRodolo Walsh, vivo, de Roberto Baschetti (Ediciones de laFlor. 1994) o la Revista Lucha Armada en la ArgentinaN 5. Febrero/Marzo/Abrilde 2006, en los que se publican los textos de la polmica.

    http://www.luchaarmada.com.ar/deault.asp?id=195

    Para debatir e investigar

    Como expresa Anbal Ford4 Es evidente que Walsh se va transormando en lainvestigacin de los hechos ms que en la proundizacin terica que caracteriza

    en gran medida a la zona comprometida de su generacin, con la cual termina

    coincidiendo. Su aporte a sta, se da all y su obra ser un mostrar (mostrar crticoy no slo descriptivo) de la historia concreta de la Argentina.

    Cul es la generacin de Walsh? Por qu Ford habla de compromiso? En

    qu consista ese compromiso? / Qu ideas, valores, visiones, ideologas son repre-

    sentativas de esa generacin?

    Ford alude a que su obra ser un mostrar (mostrar crtico y no slo descriptivo) dela historia concreta de la Argentina.

    A qu se reere Ford? Qu acontecimientos/sucesos histricos son investiga-

    dos / mostrados en algunos de sus libros? Pueden organizarse en distintos grupos,

    tomar alguno de sus textos vinculados al periodismo de investigacin y analizar en

    qu contexto surgieron, cul es el contenido de cada uno y con qu objetivo los

    escribi Walsh. Por ejemplo, Operacin Masacre (1957), Quin mat a Rosendo?

    (1969), Caso Satanowsky (1973).

    Por ltimo pueden debatir e investigar en qu consisti la transormacin que,

    segn Ford, realiz Walsh. (En qu momento puede situarse el inicio de esa mu-tacin? A qu obedeci? En qu consisti? Transormacin personal? Esttico-

    literaria? Poltico-ideolgica?).

    Ejemplifquen y justifquen.

    4 Ford Anbal, 1972, citado por Crespo, Marcelo-Gmez, Germn: Rodolfo Walsh. Entre las palabras ylas armas. En revista Todo es Historia N 416. Marzo de 2002.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    19/24

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR /19

    Sobre su libroOperacin masacre

    En un reportaje del ao de 1969 en la Revista Siete das Walsh expresaba: El primersuceso que me hace pronunciar polticamente es lo que sucede a partir de OperacinMasacre. All se me caen un montn de vendas e ilusiones.

    Asimismo, en un texto autobiogrfco, Walsh haba afrmado que la investigacinde Operacin Masacre cambi mi vida. Hacindola comprend que, adems demis perplejidades ntimas, exista un amenazante mundo exterior.()

    En qu consiste el libro Operacin Masacre? Cundo ue escrito? Qu si-tuacin histrica narra / denuncia? Cmo surgi la investigacin? De qu manera

    la llev a cabo?

    Por qu se considera a esta novela undadora del gnero literario denominado

    no-fccin/ relato testimonial? Por qu Walsh arma que ese texto cambi su vida?Qu impacto le produjo la investigacin? Qu vendas e ilusionesson las que secayeron? Cules son las razones?

    Tapa del libro Operacin Masacre Edicin 1972.LaPrimera Edicin es de 1957. La pintura que se uspara ilustrar la tapa es de 1814. Pertenece a Franciscode Goya: Los usilamientos del 3 de mayo.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    20/24

    20 / EDUCACION PARA LA MEMORIA /RECURSOS PARA EL AULA

    Sugerimos rastrear estas mutaciones en las sucesivas ediciones de Operacin ma-

    sacre. Los cambios que introdujo Walsh en los Prlogos, Eplogos y algunos agrega-

    dos van re-contextualizando tanto el texto como el pensamiento poltico del escritor.

    Este reposicionamiento tambin puede analizarse considerando la pelcula Ope-

    racin masacre, de Jorge Cedrn lmada en 1971 en la clandestinidad (Walsh par-

    ticip en la elaboracin del guin), la cual se enmarca claramente en la historia de la

    resistencia peronista.

    Para seguir pensando

    En un escenario de represin y persecucin, por qu creen que Rodolo Walsh,estando en la clandestinidad, militando en la Organizacin Montoneros, decide re-

    cuperar su identidad (personal y proesional)? / asumirse como escritor?

    En un reportaje hecho por Ricardo Piglia en 1970, Walsh afrmaba: la mquinade escribir, segn cmo la manejs es un abanico o es una pistola. (). Con cadamquina de escribir y un papel pods mover a la gente en grado incalculable.

    Cmo pensaba Walsh el vnculo entre literatura/escritura y poltica?

    Afche de Operacin Masacre de 1972.La pelcula ue flmada en la clandestinidad.Averigen por qu.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    21/24

    CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR /21

    Debatir en grupo cmo pensamos esa relacin hoy? De la misma orma? De

    manera dierente? Por qu? Qu otros escritores pensaron/piensan esta relacin

    de manera similar a la de Walsh? Ejempliquen y justiquen sus respuestas.

    Datos del autor

    Rodolo Walsh naci el 9 de enero de 1927 en Choele-Choel, Ro Negro. Escritor,

    corrector, traductor, periodista, militante poltico. Desde el 25 de marzo de 1977

    integra la lista de personas desaparecidas como consecuencia de la represin de la

    dictadura militar. La Carta Abierta ue su ltima palabra pblica.

    Algunas de sus obras publicadas son:

    -Diez cuentos policiales (1953, antologa), Variaciones en Rojo (1953), Antologa delcuento extrao (1956), Operacin Masacre (1957), La Granada (1965, teatro), LaBatalla(1965, teatro), Los ofcios terrestres (1965, cuentos), Un kilo de oro(1967),Quin mat a Rosendo? (1969), Un oscuro da de Justicia (1973), Caso Satanowsky(1973), Cuento para tahres y otros relatos policiales (1987), El violento ofcio de es-cribir. Obra periodstica (1953-1977), Ese hombre y otros papeles personales (1995).

    Bibliografa sugerida sobre Walsh

    -Baschetti, Roberto (Compilacin y prlogo):Rodolo Walsh, vivo.Bs. As. Ediciones de la Flor. 1994.

    -Bertranou, Eleonora:Rodolo Walsh. Argentino, escritor, militante. Bs. As. Leviatn. 2006.

    -Jozami, Eduardo:Rodolo Walsh. La palabra y la accin. Bs. As. Norma. 2006.

    -Lafforgue, Jorge (Editor):

    Textos de y sobre Rodolo Walsh.Bs. As. Alianza. 2000.

    -Verbitsky, Horacio:Rodolo Walsh y la prensa clandestina.1976-1978. Bs. As. Ediciones de La Urraca. 1985.

    -Verbitsky, Horacio:tica y esttica de Rodolo Walsh. En Cuentos. Bs. As. Biblioteca Pgina /12 1993.

    -Vinelli, Natalia:ANCLA. Una experiencia de comunicacin clandestina orientada por Rodolo Walsh.Bs. As. La Rosa Blindada. 2002.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    22/24

    22 / EDUCACION PARA LA MEMORIA /RECURSOS PARA EL AULA

    Algunos materiales en Internet

    http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/cepa/primer_documento_memoria.pdAnlisis de la Carta Abierta de un escritor a la Junta Militarhttp://www.elortiba.org/ancla.htmlSobre ANCLAhttp://www.literatura.org/Walsh/Walsh.htmlDe y sobre Walshhttp://www.rodolowalsh.org/spip.php?rubrique51Escritos de Walshhttp://www.rodolowalsh.org/spip.php?rubrique61

    Escritos sobre Walshhttp://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/index-2007-03-25.html30 aos sin Walsh (RADAR)http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2006/09/09/u-01267840.htmWalsh, con las armas del lenguaje.

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    23/24

  • 8/2/2019 Walsh - Carta Abierta a La Junta Militar

    24/24

    Presidenta de la NacinDRA. CRISTINA FERNNDEZ DE KIRCHNER

    Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos HumanosDR. JULIO CSAR ALAK

    Secretario de Derechos HumanosDR. EDUARDO LUIS DUHALDE

    Presidente del Archivo Nacional de la MemoriaDR. RAMN TORRES MOLINA

    Director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo ContiDR. EDUARDO JOZAMI

    General:Martes a Viernes de 12 a 21 s.Sbados, Domingos y Feriados de 11 a 21 s.Lunes Cerrado.

    Biblioteca:Martes a Viernes de 10 a 19 s.Sbados de 10 a 14 s.

    Av. Del Libertador 8151 - CABA / tel. (+54 11) 4701-1538 / 1594 / 1876 / 5249e.mail: [email protected] / web: www.derhuman.jus.gov.ar/conti

    REA EDUCACIN PARA LA MEMORIA

    CoordinadorEDGARDO VANNUCCHI

    AsistenteGABRIEL JONES

    SERIE RECURSOS PARA EL AULA N 1

    Produccin de este materialEdgardo Vannucchi

    CorreccinViviana Barila

    rea de Comunicacin y PrensaDiseo: Juan Manuel del Mrmol

    HORARIOS CENTRO CULTURAL DE LA MEMORIA hAROLDO CONTI

    Contcto Educacin para la Memoria: [email protected]

    Publicacin de distribucin gratuita. Proibida su venta.Se permite la reproduccin total o parcial de este material con expresa mencin de la fuente y autores.expresa mencin de la fuente y autores.