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WBPM 2014, Talca 10 al 14 Nov 2014, Chile
Estudio de la literatura sobre la integración de una arquitectura de negocio con una
arquitectura de procesos basado en un modelo de negocio
Bernhard Hitpass Heyl
Departamento de Informática
Universidad Técnica Federico Santa María
Santiago, Chile
Resumen — En la gestión orientada a procesos, como en la gestión
por calidad total se menciona mucho la importancia y la necesidad
de alinear la estrategia y el modelo de negocio con la arquitectura
de procesos. La primera pregunta que surge en el marco de este
estudio es, si existe un entendimiento común sobre la definición de
los conceptos de arquitectura de negocio y arquitectura de
procesos. La segunda pregunta que se aborda en este estudio es, si
existe un concepto de integración de ambas arquitecturas basadas
en un modelo de negocio. Para estos efectos se realizó una revisión
sistemática de la literatura apoyada por el método RSL [28]. La
revisión dió como resultado que estos conceptos son tratados en
cuatro áreas de conocimientos: Gestión Estratégica (Modelos de
Negocio), Gestión por Procesos (BPM), Arquitectura Empresarial
y Gestión de Calidad Total (TQM). El análisis del estudio de la
literatura revela, que estos conceptos identifican como uno de los
componentes centrales “La Estrategia y los Procesos”, como así
también el alineamiento o la integración entre ellos. Sin embargo
ninguno de los trabajos analizados ofrece un modelo concreto que
defina sus estructuras y procedimientos para la integración de una
arquitectura de negocio con una arquitectura de procesos basado en
un modelo de negocio. El estudio analiza la literatura relacionada
en los cuatro ámbitos de gestión nombrados y concluye con
propuestas para futuros trabajos de investigación.
Keywords: Arquitectura de Negocio, Arquitectura de Procesos,
Modelos de Negocio, BPM, Alineamiento capa negocio y TI,
Planificación BPM.
I. INTRODUCCIÓN
La disciplina que centra su gestión empresarial en los
procesos de negocio, se le llama “Gestión por o de
Procesos” (BPM: Business Process Management) según su
enfoque de actuar como gobierno corporativo (por) o la
gestión de un solo proceso (de). La disciplina de BPM está
fuertemente ligada al concepto de valor para el cliente,
porque son los procesos de negocio que a través de sus
productos y servicios crean valor para el cliente [1]. En la
gestión orientada a procesos, como en la gestión por calidad
total se menciona mucho la importancia y la necesidad de
alinear la estrategia y el modelo de negocio con la
arquitectura de procesos. La primera pregunta que surge en
el marco de este estudio es, si existe un entendimiento
común sobre la definición de los conceptos de arquitectura
de negocio y arquitectura de procesos. La segunda pregunta
que se aborda en este estudio es, si existe un concepto de
integración de ambas arquitecturas basadas en un modelo de
negocio. Existe mucha literatura sobre BPM y también nos
encontramos con muchos modelos de calidad centrados en
la gestión de procesos, como también enfoques estructurales
que describen una empresa como un conjunto de modelos en
forma coherente, como el área de arquitecturas
empresariales, pero aun no existen estándares por los cual la
industria se pueda orientar. Por otro lado existen brechas de
integración entre las principales capas empresariales:
¿Cómo integrar la planificación de la estrategia con los
procesos de negocio y los procesos con las aplicaciones y
sistemas de información? En la industria y en la literatura
nos encontramos con una serie de enfoques, disciplinas o
conceptos que describen y apoyan la gestión empresarial,
como la planificación estratégica, modelos de negocio,
BPM, TQM y la gestión de riesgo por nombrar algunas,
pero estas se gestionan normalmente en forma aisladas a
pesar de que existen áreas de intersección entre estas
disciplinas, principalmente los procesos de negocio.
En la literatura atingente, principalmente los modelos de
excelencia como Baldrige[22] y EFQM [23], presentan un
concepto basado en una clasificación de criterios y sub-
criterios, que sirven para evaluar una organización en cuanto
a su nivel de madurez en la aplicación de los principios que
definen estos modelos de gestión por procesos y calidad
total. Sin embargo, estos modelos se declaran como “no
prescriptivos”, es decir la organización debe encontrar su
propia forma de cómo dar cumpliemto a los criterios
definidos. Las respuestas a las preguntas formuladas en el
listado de criterios no logran objetividad porque se sustentan
en la evaluación subjetiva de las personas que participan en
el proceso. Por consiguiente han de plantearse las preguntas
adicionales:
¿Existe alguna guía concreta que a partir de la formulación
de un modelo de negocio, se pueda deducir y configurar una
arquitectura de procesos? El fundamento de la arquitectura
propuesta, ¿es cambiable, es ampliable?
Este trabajo se ha estructurado de la siguiente forma. El
capítulo I introduce al tema y fundamenta el objetivo del
estudio. El capítulo II describe y analiza la literatura en 4
áreas clave del dominio relacionado. El capítulo III resume
las falencias encontradas en la literatura y el capítulo IV
describe las conclusiones del estudio y menciona una
propuesta para trabajos futuros.
WBPM 2014, Talca 10 al 14 Nov 2014, Chile
II. ESTADO DEL ARTE
Para investigar si en la literatura se encuentran respuestas
a las preguntas formuladas en la introducción se realizó una
revisión sistemática de la literatura (RSL) aplicando el
método propuesto por Kitchenham [28]. La revisión se
realizó utilizando las siguientes fuentes: Google academic,
ACM Digital Library, ScienceDirect y IEEE Digital
Library. El estudio se centró en consultar definiciones y
formas de alinamiento, a partir de las palabras claves
“Modelos de Negocio”, Arquitecturas de Negocio (AN)”,
“Arquitecturas de Procesos (AP)” “BPM Governance”. Las
busquedas primarias arrojaron resultados con más de 15 mil
artículos por cada dominio consultado. Luego se aplicaron
filtros como definición del dominio, diferenciación
estrategia vs modelo de negocio, frameworks y modelos de
referencia de los dominios, análisis sobre las preguntas
investigadas, estructuras y procedimientos de integración.
Se excluyeron del estudio artículos relacionados con
ciencias formales, naturales o sociales que no sean
organizacionales, estudios regionales o sectoriales,
Gobernabilidad de TI, BPM o TQM sin aspectos de
alinamiento con modelos de negocio. Aplicando estos filtros
la cantidad de resultados se redujo a una cantidad de entre
100 a 200 artículos por dominio. En la etapa de extracción
de datos se analizaron los artículos encontrados si tenían
como foco principal la definición del dominio y en segundo
lugar si definian técnicas de alineamiento en relación a capa
de negocio con la capa de proceso. Finalmente se consideró
si los articulos contaban con una alta frecuencia de
citaciones o estaban directamente relacionados con este
tema de investigación.
Resumen Literatura Analizada.
Los conceptos y teorías sobre los que se fundamenta la
propuesta del estudio de la literatura se encontraron en las
siguientes en 4 áreas de conocimiento:
Figura 1: Clasificación del estudio de la literatura sobre
Arquitecturas de Negocio y Arquitecturas de Proceso
La figura 1 muestra una clasificación de las principales
publicaciones más relevantes, que se encontraron en la
revisión sistemática por área de conocimiento que están
directamente ralacionadas con el tema de investigación y
que cuentan con una alta frecuencia de referencias. El
estudio nos releva que estos conceptos y modelos se fueron
desarrollando cada uno con énfasis y orientaciones distintos.
A continuación se resume en el contexto de las preguntas de
investigación, por cada área de conocimiento, la literatura
que cumple con los criterios de inclusión. Se sintetisan
principalmente los aspectos de definición del área y su
relación entre capas de negocio y de procesos.
A. Modelos de Negocio
Schafer et al (págs. 199 - 207) [2] fueron unos de los
primeros autores en definir sistemáticamente el concepto de
“Modelo de Negocio” basado en concepto de creación de
valor para el cliente y de diferenciarlo de la Gestión
Estratégica.
“With a definition now in hand, we can consider
something that a business model is not: a strategy. While a
business model does facilitate analysis, testing, and
validation of a firm’s strategic choices,it is not in itself a
strategy (pág. 203)”.
En este contexto los autores se preguntan sobre la relación
entre “estrategia” y “modelo de negocio”, constatando
primero que definir el concepto de estrategia no es trivial.
Citando a los trabajos de investigación de Mintzberg (1994),
recogen la descripción que el concepto de estrategia se
puede definir desde cuatro perspectivas diferentes: patrón,
plan, posición o visión.
En concreto, estas cuatro perspectivas se pueden interpretar
de la siguiente forma:
1. La estrategia es a veces vista como un patrón de
decisiones tomadas en el tiempo.
2. Más frecuentemente, sin embargo, la estrategia se
considera en un sentido de futuro. Dentro de ese
dominio a futuro, algunos ven la estrategia como un
plan; una vista que se refiere a decisiones sobre cómo
actuar o cursos de acción. El plan estratégico se
presenta como mapa de ruta.
3. Algunos expertos en gestión estratégica como Michael
Porter, consideran la estrategia como una posición; una
vista que se refiere a decisiones sobre qué productos o
servicios se deben ofrecer en mercados competitivos,
basados en resultados de análisis que indican la
necesaria diferenciación con respecto a los
competidores.
4. Finalmente otros autores como Peter Drucker, conciben
el concepto de estrategia como una visión de negocio.
Todas estas perspectivas difieren en sus definiciones, pero
tienen en común que ofrecen opciones de acción y
alternativas de decisión. Finalmente el concepto de
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estrategia contiene un aspecto dinámico, debiera dar
respuesta a cómo actuar para lograr la visión o los objetivos
estratégicos del negocio. Segun los autores los modelos de
negocio reflejan las opciones estratégicas y sus relaciones
con los procesos de negocio. Los modelos de negocio
facilitan el análisis, la comunicación, la validación y el
despliegue de las opciones estratégicas. Se puede concluir
de esta investigación sobre la relación entre estrategia y
modelo de negocio, que este último es un facilitador para
formular la estrategia con elementos.
Ostervalder [3] desarrolló en su tesis doctoral un modelo de
negocio ontológico compuesto por nueve componentes
claves que al mismo tiempo describen la estrategia de una
organización, necesaria para el logro de la propuesta de
valor. El modelo ontológico de Ostervalder descrito en su
tesis, fue más tarde transcrito por Ostervalder y Pigneur [4]
a un libro con el título “Business Model Generation”, más
conocido también como “Modelo de Canvas”. El modelo
logró fama mundial y es muy utilizado actualmente en la
industria para identificar los aspectos claves de un negocio.
A continuación se van a describir los supuestos, el modelo
de negocio y los aportes del trabajo de investigación de
Ostervalder, por la relevancia que ha adquirido actualmente
tanto en la ciencia, en la práctica como a la vez fundamento
para este trabajo de investigación.
Uno de los principales supuestos de Ostervalder es el
creciente impacto que han tenido las tecnologías de la
información, a partir de la década del 2000 en las
organizaciones, en el sentido que han crecido las
posibilidades de ampliar la red de negocios a través de
alianzas con socios, utilización de múltiples canales de
venta y comunicación. Como consecuencia de una mayor
integración con el entorno, aumentan los grupos de interés,
los procesos y la comunicación se vuelven más complejos.
Si asumimos que este supuesto es correcto, entonces habrá
que preguntarse si los conceptos tradicionales de gestión son
efectivos para administrar la complejidad de estos nuevos
sistemas organizacionales que actúan en mercados globales.
La pregunta de investigación que se planteó Ostervader [3]
fue:
“How can business models be described and
represented in order to build the foundation for subsequent
concepts and tools, possibly computer based?
Para definir un modelo de negocio que cumpla con estas
exigencias y se pueda utilizar como un marco de referencia
para plasmar la estrategia en un modelo y en sistemas de
información, Ostervalder conceptualizó su propuesta en un
modelo ontológico. Ostervalder se apoya de esta
metodología ampliamente aceptada por la comunidad
científica, para describir formalmente conceptos basados en
un dominio, a través de la definición de sus elementos y la
relación de sus partes. El resultado de su trabajo de
investigación es la “ontología de un modelo de negocio” en
forma genérica. Es importante retener de la tesis de
Ostervalder dos aspectos de fundamental importancia para
este estudio:
1. La forma de describir modelos “formalmente” basados
sobre un dominio en específico apoyándose del
concepto ontología y su respectivo metalenguaje, ha
sido ampliamente reconocido por la comunidad
científica.
2. El concepto de “modelo de negocio” que propone
Ostervalder se ha convertido en cuasi estándar en la
industria y es la base para muchos trabajos relacionados
en la investigación científica.
A continuación se va a describir en forma resumida el
entendimiento de un modelo de negocio según Ostervalder.
El autor menciona tres dominios para definir el alcance de
un modelo de negocio y relacionarlo con otras capas
organizacionales:
1. La capa estratégica representa el nivel de planeación en
donde se define la visión, la misión y los objetivos de
negocio.
2. La capa de negocio representa el nivel de arquitectura
en donde se define la lógica fundamental del negocio y
la forma de ganar dinero o bien financiar el negocio.
3. La capa de procesos representa el nivel de
implementación del modelo de negocio.
De acuerdo a esta estructuración, el modelo de negocios de
una organización es una representación simplificada de su
lógica de negocios vista desde un punto de vista estratégico.
Cabe mencionar que el trabajo de Ostervalder se centra en
plasmar la estrategia en la capa de negocio y de describir los
aspectos claves de un negocio en un modelo, pero deja
abierta la descripción de mecanismos para integrar la capa
de negocio con la capa de procesos como menciona en la
conclusión de su tesis, para “trabajos futuros”.
Zott et al [5] publicaron en el Journal of Management un
estudio muy completo sobre el estado del arte en la
investigación académica y profesional en el área de
conocimiento de modelos de negocio. Como lo vimos en el
caso de la falta de un entendimiento común para el concepto
de estrategia, este estudio también revela que los expertos
difieren notablemente en sus definiciones sobre modelos de
negocio, aunque a través de un análisis de afinidades se
encuentran criterios comunes. Entre los elementos comunes
nos encontramos con un enfoque holístico, formulación de
una propuesta de valor, creación de valor y captura de valor.
El estudio revisa la literatura que comprende un periodo
desde principios del año 1975 hasta fines del año 2009. En
el proceso de análisis se recolectaron más de 1200 artículos
relacionados con la palabra clave “modelo de negocio”. Sin
embargo muchos de estos artículos se referían a casos de
estudio, resúmenes de otros artículos o estudios de casos
que estaban relacionados con el término modelo de negocio
pero no era el foco principal el análisis. Se aplicó entonces
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un filtro con el objetivo de identificar los artículos
relevantes al tema. Uno de los principales criterios fue que
el artículo debía contener como tema de análisis el
tratamiento del concepto “modelo de negocio” de forma no
trivial y no marginal. En segundo lugar los artículos debían
relacionar el concepto de modelo de negocio con
organizaciones y no con otras áreas de la ciencia, por
ejemplo modelos macro-económicos. Finalmente los
artículos deberían estar indexados en ISI. Luego de aplicar
estos filtros la base de datos se redujo de 1.200 a 133
artículos.
Del resultado del análisis de estas publicaciones los autores
sugieren consolidar la investigación en algunos temas
comunes, como (1) el modelo de negocio como una nueva
unidad de análisis, (2) un enfoque holístico en la
comprensión de cómo las empresas hacen negocios, (3)
énfasis en las actividades (procesos), y (4) el tratamiento de
la importancia del concepto de la creación de valor.
Sugieren que estos tópicos son relevantes para revisar
literatura adyacente para el estudio de los modelos de
negocio, relacionados directamente con los conceptos de
nuevas formas de estructuras organizacionales,
configuraciones de valor y redes de valor.
Es de suma importancia retener para este análisis que los
autores proponen tres áreas de investigación futura
relacionada con el concepto de modelo de negocio:
1. Arquetipos de modelos e-business
2. El modelo de negocio como sistemas de actividades
(Arquitectura de Procesos)
3. Modelo de negocio como arquitectura de ingresos /
costos
De estas tres áreas el punto 2 está directamente relacionado
con este trabajo de investigación. Zott et al (2011 pág. 1038)
[5] concluyen que cada una de estas áreas pueden ser
investigadas en forma independiente, pero en coherencia
con las demás (comentario del autor).
B. Gestión por Procesos (BPM)
La Gestión por Procesos (BPM), como disciplina de gestión
orientada a los procesos, se desarrolló a partir de la década
del 2000 y se puede concebir como una evolución natural de
la “Reingeniería de Procesos” que fue desarrollada a
principio de los años 90. Los autores Harmon [6] y Jeston &
Nelis [7] fueron unos de los primeros en publicar libros que
describen en todo su alcance la disciplina de BPM. Harmon
define BPM como “una disciplina de gestión focalizada en
la mejora del rendimiento corporativo por medio de la
gestión por procesos de negocio”. Según Jeston y Nelis
“BPM es el logro de los objetivos empresariales a través de
la mejora, la gestión y el control de los procesos de
negocio”. Ambos autores mencionan entre otros como
factores críticos, que la organización debe estar alineada con
los procesos y la importancia del logro de la estrategia, pero
no indican cómo se integra BPM con la gestión estratégica.
Hammer [8] uno de los principales investigadores del
enfoque de la reingeniería de procesos (1993), reconoce el
surgimiento de BPM como una de las principales ideas para
mejorar el rendimiento organizacional desde la era de la
revolución industrial.
Von Brocke & Rosemann [9] definen BPM como una
disciplina holística y presentan en su publicación un marco
estructural en donde se definen las capacidades que tiene
que desarrollar una organización para introducir BPM en
una organización. Uno de los seis elementos claves que
identifican en su investigación es el “Alineamiento
estratégico” y como subcriterio nombran el “alineamiento
de la estrategia con los procesos”.
Hoggett & Shah [10] reportan en un artículo de BP Trends,
desde su fondo de experiencias de proyectos reales de BPM,
una serie de inconsistencias entre el diseño y la
documentación de procesos, la implementación en sistemas
y el despliegue en operaciones. Los autores atribuyen las
causas a estas inconsistencias principalmente a:
1. La arquitectura de procesos fue diseñada en forma
aislada, sin considerar otras vistas de la arquitectura
empresarial. Comentario del autor, por ejemplo el
modelo de negocio.
2. Inconsistencia entre niveles de la arquitectura y la
estandarización de modelos
3. Falta de un repositorio centralizado de modelos.
4. Falta de una definición clara de un mapa de ruta hacia
mayores niveles de excelencia, basado sobre un modelo
de madurez.
Las recomendaciones de Hoggett & Shah [10] para cerrar
las brechas, apuntan a la integración o alineación de las
principales vistas de la arquitectura empresarial,
administrado sobre un repositorio centralizado de modelos.
C. Arquitecturas Empresariales
La palabra arquitectura generalmente se asocia a los planos
de un edificio, pero en realidad el concepto de arquitectura
está relacionado con cualquier tipo de obra, puentes, barcos,
carreteras, monumentos y no sólo construcciones físicas
sino también abstractas como organizaciones, aplicaciones y
sistemas de software.
La norma ISO/IEC/IEEE 42010:20111 define el término
de arquitectura como:
“Fundamental concepts or properties of a system in its
environment embodied in its elements, relationships, and in the
principles of its design and evolution.”
Podemos resumir que el término arquitectura se refiere a un
todo estructural. Se trata más que el detalle de mostrar la
relación entre las partes en un entorno complejo. Se
1 http://www.iso-architecture.org/42010/
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responde por consiguiente a la pregunta de ¿por qué? se
necesita una arquitectura: Los sistemas organizacionales son
complejos y por lo general dinámicos, es decir están
sometidos al cambio de requerimientos, la mejora y la
actualización.
Si se revisa la literatura relacionada con el término
“Arquitectura Empresarial (AE)" nos vamos a encontrar con
cientos de artículos. Profesionales y académicos se han
dedicado al tema con diferente intensidad desde 1987
cuando aparece el primer artículo publicado por John
Zachman [11], en el cual propone aplicar el concepto de
arquitectura para la planificación y alineamiento de
proyectos de TI con la estrategia de la empresa. En los años
90 hasta el 2005 se desarrollaron varios marcos
referenciales, llamados frameworks, impulsados por gente
de tecnología princiaplemnte de la administración pública
norteamrica como herramientas de gobierno TI. Así
surguieron los Frameworks FEA (Federal Enterprise
Architecture) para la agencias estatales norteamericanas y
mas adelante a través de un consorcio de empresas TOGAF
(The Open Group Architecture Framework). TOGAF está
compuesta por 4 categorias: Arquitectura de Negocio,
Arquitectura de Aplicaciones, Arquitectura de Datos y
Arquitectura Técnica. TOGAF ofrece además una guía de
procedimiento, llamada ADM (Architecture Development
Method). En general se critica que ADM es muy abundante
en información pero muy general, es decir deja mucho
margen de interpretación. Un punto importante nombrado
por Escobar et al [12] es que la architectura obtenida con
TOGAF puede ser buena, mala o indiferente, pues el
framework solo describe como general una AE, no como
generar una buena AE. En general uno de los principales
problemas de estos marcos es que se centran mucho en
sistemas y tecnología (gobierno de TI) y muy poco o casi
nada en estrategia, negocio y procesos.
Schoenherr [13] presentó un estudio en la conferencia
internacional TEAR (Trends of Enterprise Arquitecture
Research) en donde analizó más de 126 publicaciones hasta
el año 2008 relacionado con el término arquitectura
empresarial. La figura 2 muestra del total de publicaciones
el 56 % corresponden a contribuciones académicas, el resto
se lo dividen empresas consultoras con 21 %, sector
público 6 %, compañías de TI 7 % y otros con 10 %. En
este contexto, es notable notar que el 36 % de estos
artículos se concentran en analizar buenas prácticas y
conceptos para introducir AE en las organizaciones.
Figura 2: Distribución de artículos sobre Arquitectura
Empresarial en el tiempo. [13] Schoenherr 2008
Lo que asombra en el campo asociado a “teoría y praxis” es
que a pesar que la ciencia le ha dedicado muchos esfuerzos
y recursos desde hace bastante tiempo atrás a la
investigación del concepto de arquitectura empresarial
([14],[15],[16],[17],[18]) entre otros, rara vez o en muy
pocas ocasiones nos encontramos con un departamento de
arquitectura empresarial en una empresa u organización.
Por lo general, podemos decir que el concepto ha sido
adoptado con bastante éxito para mapear y documentar las
estructuras empresariales, principalmente los procesos de
las organizaciones. Sin embargo, ninguno de los autores
estudiados, la mayoría de ellos académicos o consultores, ha
podido responder porque hasta el momento no se le ha dado
la suficiente importancia estratégica al tema en las empresas
para utilizarlo como instrumento de planificación,
alineamiento y control de requerimientos de cambio y
proyectos.
La búsqueda de trabajos relacionados con la palabra clave
“arquitectura de procesos (AP)” lleva a un sinnúmero de
artículos muy dispersos que utilizan el término de muy
diferentes formas. Algunos autores hablan de AP cuando los
procesos organizacionales se encuentran documentados,
otros cuando se posea un mapa de procesos en diferentes
grados de agregación, etc… Este desorden en el uso y falta
de una definición y entendimiento común de una AP, lo
encontramos tanto en la academia como en la industria.
Hasta la fecha no contamos con un estándar en materias de
AP. Respecto de un marco de referencia para AP, existe una
iniciativa de una organización norteamericana sin fines de
lucro que se fundó en 1977 en Houston, Texas como la APC
(American Productivity Center) [19] con el objetivo inicial
de apoyar iniciativas tendientes a mejorar la productividad a
través de la medición y el control sistemático de los
procesos productivos. Más adelante en el año 1985 se
incluyó el aspecto de calidad integrando el concepto de APC
al premio nacional de calidad, llamado Malcolm Baldrige.
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Así pasa a llamarse la organización APQC (American
Productivity & Quality Center). Más tarde en 1992 se
desarrolló un marco de referencia para procesos, llamado
(APQC, 2012) Process Classification Framework (PCF). El
marco de procedimiento parte con la descripción de los
procesos de la visión y misión de un negocio, seguido del
diseño de los productos y servicios, la venta, la entrega y la
posventa. Luego describe los procesos de soporte, la
creación de alianzas y el desarrollo de las capacidades
organizacionales que son necesarias para lograr niveles de
excelencia en la gestión corporativa. El PCF describe con
bastante detalle en cinco niveles de descomposición
(Categoría, grupo de proceso, proceso, actividad y paso) las
actividades del manual de referencia. La estructura del PCF
sigue en general la lógica natural para describir los procesos
a partir de la visión de un negocio como se postula en este
trabajo de investigación, pero carece de un concepto
arquitectónico que describa las estructuras sus elementos y
sus relaciones.
En un trabajo reciente de investigación presentado por
Malinova et al [20] nos encontramos con la identificación de
uno de los principales problemas que se analiza en este
estudio. Con el título “An Empirical Investigation on the
Design of Process Architectures” los autores describen la
importancia de la falta de una arquitectura de integración
entre negocio y procesos. El objetivo del análisis fue de
describir y consolidar los enfoques y conceptos que se
utilizan en la práctica industrial para desarrollar
arquitecturas de procesos. El trabajo concluye con una
propuesta de clasificación de diferentes arquetipos que se
pueden utilizar para el diseño de arquitecturas de procesos.
El análisis, la observación y las encuestas dieron como
resultado una clasificación de dos clases y cuatro tipo de
arquitecturas de procesos que se utilizan en la práctica.
1. AP Jerárquica: La lógica de los procesos se muestran
agrupados en un alto nivel de agregación. Luego se van
descomponiendo en sub-procesos en varios niveles
hasta llegar a lógica operacional.
2. AP Divisional: La AP se muestra en su más alto nivel
de agregación según la división de la organización en
áreas de negocio. En este nivel no se muestran
dependencias ni lógica de negocio.
3. AP Tipo pipeline: Según Malinova et al, la Ap del tipo
pipeline es una especialización de la AP Jerárquica,
pero más restrictiva porque solo permite representar
lógica de secuencia. Por lo general los macro procesos
de una AP divisional se descomponen en cadenas de
valor tipo pipeline en varios niveles de descomposición
hasta llegar a los sub-procesos que contienen la lógica
de negocio.
4. AP Orientada a Servicios: La segunda clase de AP se
caracteriza por seguir criterios de agrupación según los
servicios que requieren los procesos de dirección,
operaciones y de soporte. La idea central de este tipo de
AP es la reutilización de procesos encapsulados.
Los autores encontraron una relación entre el tipo de
compañía y la forma en que se diseñan las AP en la práctica.
Según los autores esta observación tiene dos implicancias.
Primero el uso de estos tipos para modelar la situación
actual y la implicancia que tiene para representar un diseño
futuro y mejorado. Por ejemplo una empresa pequeña con
una sola línea de negocio tenderá a representar su cadena de
valor en una AP del tipo de pipeline, mientras que una
organización grande con múltiples líneas de negocio
utilizará preferentemente una AP del tipo divisional. Por
otra parte el estudio mostró que para el diseño de una AP
“to be” dependiendo del tipo de negocio no se deberían
aplicar los criterios anteriores. Esta conclusión tiene una
gran relevancia para este trabajo de investigación. ¿Cuáles
criterios determinan una AP o como se relaciona con una
arquitectura de negocio (AN)? Los autores no responden
esta pregunta y mencionan que se debe abordar en trabajos
futuros.
En las secciones anteriores se definieron y analizaron en la
capa de negocio de una organización los modelos de
negocio y la arquitectura de procesos. La arquitectura de
negocio describe a través de su modelo de negocio,
principalmente los productos y servicios y los objetivos del
negocio es decir la propuesta de valor, pero no describe
como se producen los productos y servicios. La arquitectura
de procesos describe en varios niveles de descomposición a
través de mapas de procesos y diagramas de flujo como se
produce el valor, es decir los productos y servicios. ¿Pero
cómo están relacionados los modelos de la arquitectura de
negocio con los modelos de la arquitectura de procesos? En
el dominio de arquitecturas empresariales se conocen varias
técnicas y meta-lenguajes para integrar modelos. Entre ellas
nos encontramos con mapas de integración, matrices y un
meta-lenguaje llamado “ArchiMate”.
Mapas de integración permiten a través de diagramas
relacionar a través de un objeto central, por ejemplo un
proceso, que elementos de otros modelos empresariales, por
ejemplo objetivos, productos y servicios están relacionados
a este objeto.
Matrices son herramientas bidimensionales que permiten
crear una relación de negocio entre elementos de modelos,
por ejemplo “Proceso crea servicio” o “Proceso tiene
relación directa con objetivo”.
ArchiMate es una notación y un meta-lenguaje de
modelamiento para representar y relacionar estructuras de
una arquitectura empresarial. Su metamodelo cubre las
capas de negocio, aplicaciones y tecnología y clasifica los
meta-objetos en tipos de comportamiento (Active or
Behaviour), estructura (Structure or Static) e información
(Pasive). El marco de referencia cubre para estas capas y
meta-objetos los dominios organización, productos,
procesos, información, aplicación, datos e infraestructura.
Con este marco de referencia un arquitecto empresarial
WBPM 2014, Talca 10 al 14 Nov 2014, Chile
puede construir con apoyo de herramientas para una
empresa su propia arquitectura empresarial.
En resumen podemos concluir que la ciencia de arquitectura
empresarial ofrece diferentes técnicas de integración de
modelos, pero el autor no ha encontrado una propuesta
genérica de un meta-modelo semántico u ontológico para la
descripción e integración de una arquitectura de negocio con
una arquitectura de procesos.
D. Modelos de Gestión de Calidad Total (TQM)
El tema de la “Calidad” ha estado presente desde la época
de los 50 (Deming) con el objetivo de mejorar la calidad de
los productos y servicios y su importancia ha ido creciendo
hasta que se han desarrollado en los años 80 los “Modelos
de Gestión de Excelencia” basados en el concepto de
“Gestión de la Calidad Total (TQM: Total Quality
Management)”. Los más conocidos son el modelo de
Baldgrige (1987, USA) [22] y EFQM (1988, Europa) [23].
Ambos modelos son muy parecidos y se fundamentan en
que el Rendimiento General de una Organización, en sus
Clientes, Personas y en la Sociedad en la que actúa mediante
un Liderazgo que dirija e impulse la Estrategia, se hará
realidad a través de las Personas, las Alianzas y sobre todo
el control de sus Procesos de Negocio.
Un estudio de Bou-Llusar et al [24] analizó si estos modelos
de gestión de excelencia de EFQM y Baldgrige cumplen con
las exigencias de un modelo de Gestión de Calidad Total.
Gestión de la calidad total (TQM) es un enfoque de la
gestión que abarca tanto aspectos blandos (sociales) como
técnicos orientados a la consecución de resultados
excelentes, que debe ser puesto en práctica a través de un
marco específico. El estudio se fundamente en la falta de
una investigación empírica que confirme si estos modelos
reflejan claramente las principales premisas de TQM. El
propósito de la investigación citada fue analizar hasta qué
punto el modelo EFQM cumple con supuestos implicados
en el concepto TQM, es decir, la distinción entre aspectos
técnicos y sociales, la interpretación holística en la empresa,
y el vínculo causal entre los procedimientos de TQM y el
desempeño organizacional. Basado en las respuestas
recogidas de los directivos de 446 empresas españolas por
medio de un cuestionario estructurado, se encontró que las
dimensiones sociales y técnicas están integradas en el
modelo y que ambas dimensiones están interrelacionadas.
Se confirma también que este grado de integración mejora
los resultados y el desempeño en general. Estos hallazgos
confirman la importancia que tienen modelos integrados de
gestión para lograr y mantener en el tiempo un alto
rendimiento organizacional.
La mayoría de las empresas y organizaciones que se
destacan por lograr altos niveles de rendimiento y que han
ganado los premios de calidad han implementado estos
modelos de gestión de excelencia. Los criterios de
evaluación para postular al premio de excelencia de
Baldrige y EFQM son muy exigentes. Por ejemplo Baldrige
exige 5 años de tendencia positiva en la evaluación de todos
los criterios de calidad. Estudios estadísticos bien fundados
demuestran la validez del uso de estos marcos de referencia.
En un estudio de Evans & Mai, pág. 45 [25] de análisis
factorial de empresas ganadoras entre los años 1991 y 2006,
confirma la validez del uso en este caso del modelo de
Baldrige para lograr en todos los criterios de evaluación
altos niveles de rendimiento. Otro estudio reciente
publicado en el Quality Management Journal , de Ford et al
[26] en que se analizó la información obtenida de la gestión
por procesos de las últimas 11 empresas ganadoras del
premio de Baldrige, confirma la importancia de utilizar
BPM para lograr un alto rendimiento.
Se puede resumir del estudio de la literatura relacionada al
dominio TQM que las organizaciones que han logrado un
alto nivel de rendimiento utilizan estos modelos de gestión
de excelencia y se apoyan de la gestión de procesos. Los
modelos de gestión de excelencia se pueden concebir como
marcos genéricos integrales con una visión holística, pero
no son prescriptivos, carecen de un marco estructural y
metodológico de las vistas de gestión que definen y
describen.
III. FALENCIAS DE LA LITERATURA
Del análisis presentado se puede concluir que el modelo de
negocio representa el punto de partida de un negocio, es
decir describe la propuesta de valor para un cliente.
Describe “que valor” se quiere entregar, pero no describe
“como se produce el valor”. El valor se entrega a los
clientes a través de la ejecución de los proceso de negocio,
los que producen los de los productos y servicios. En el
análisis de la literatura, como lo muestra el profundo estudio
de Zott et al [5], no se ha encontrado un trabajo que muestre
como pasar de un modelo de negocio (arquitectura de
negocio) a una arquitectura de procesos. Cómo se ha
descrito anteriormente existen técnicas de integración pero
no se ha encontrado una propuesta concreta al respecto.
También se puede concluir del análisis del estudio de la
literatura relacionada, que todos estos conceptos de gestión
empresarial, de gestión estratégica (modelos de negocio),
BPM, AE y TQM definen como uno de los componentes
centrales “La Estrategia y los Procesos”, como así también
el alineamiento o la integración entre ellos. Sin embargo
ninguno de los trabajos analizados ofrece un concepto
estructural y procedural para la integración de una
arquitectura de negocio con una arquitectura de procesos.
Tabla 1: Área de conocimiento y puntos de integración
WBPM 2014, Talca 10 al 14 Nov 2014, Chile
La tabla 1 muestra un resumen de los conceptos analizados
y si ofrecen definiciones de estructuras y procedimientos de
integración.
IV. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES PARA TRABAJOS
FUTUROS
En la literatura consultada existe un consenso sobre la
necesidad de alineamiento en el contexto de un gobierno
corporativo de procesos, sin embargo las contribuciones
analizadas no definen una estructura o procedimeinto de
integración (ver tabla 1). En el ámbito de TQM y AE nos
encontramos con “frameworks” como TOGAF que definen
en forma genérica las estructuras y procedimientos de
integración, pero son marcos no prescriptivos, es decir
formulan preguntas a responder y estrucuras a definir, pero
no las definen. Un trabajo de investigación que desarrolle
una propuesta de una Ontología de Arquitectura de Negocio
y de Procesos basado en un meta-modelo semántico podría
cerrar esa brecha que aun está abierta. Para la comunidad
profesional sería un aporte significativo entregar un
procedimiento sistemático que permita utilizar practicas
estructuradas que lleven siempre a entregables y resultados
similares, independiente de las personas que las apliquen.
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