1ª ACTIVIDAD¿Conocemos la Realidad tal como es a través de nuestros sentidos?

 

No. Como afirma el texto que propone esta actividad, la realidad (en contra de la creencia popular o ‘filosofía espontánea’) no es esa ‘imagen mental’ que nos hacemos a través de los sentidos físicos de aquello   que   nos   rodea:   las   cosas   tal   como   las   conocemos   viéndolas,   oliéndolas,   saboreándolas, tocándolas, oyéndolas… 

Como muestra el siguiente ‘mapa conceptual’ la percepción es el resultado al que llegamos tras filtrar los estímulos del mundo exterior mediante un complejo proceso. 

Tras  pasar  el  primer  filtro  de   la  ATENCIÓN,   los   estímulos   sensoriales   se  enfrentan  al  filtro  de   los ÓRGANOS SENSORIALES, que tienen, al menos, las tres siguientes limitaciones:

 Los sentidos físicos tienen unos umbrales de percepción: 

 El oído no percibe ultrasonidos, la vista no ve en el infrarrojo, si te pinchan con   tres  agujas   juntas  notas  un   solo  pinchazo,  etc.  Por  ejemplo,   ahora sabemos que la abeja percibe a través de sus ojos compuestos (con facetas) una ‘realidad’ muy diferente a la nuestra. 

 El cerebro humano ‘traduce’ las vibraciones sensoriales dándonos ‘imágenes mentales’ (representaciones), no la realidad:

  Los   sentidos   físicos   son   magníficos   receptores   de   vibraciones: electromagnéticas,   de   sonido…   Es   el   cerebro   el   que   traduce   estas vibraciones   a   ‘imágenes   mentales’   Y   somos   nosotros   los   que confundimos   esas   ‘representaciones’   con   la   realidad.   Si   fuésemos coherentes deberíamos afirmar que nuestra realidad es un conjunto de vibraciones. Y la física moderna también afirma lo mismo: todo es un conjunto de vibraciones en el vacío (y, ahora, del vacío mismo, porque el vacío vibra) 

 Los sentidos físicos son ‘engañosos’: 

  Engañosos   no   es  malo.  Nuestros   sentidos   físicos   son   un   portento   de   la adaptación  humana   al  medio  en  que   vivimos.   La   vista   percibe   justo   esas mismas   radiaciones   electromagnéticas   que   no  filtra   nuestra   atmósfera,   el olfato   distingue   concentraciones   tan   minúsculas   de   aromas   que   se   le escaparían a cualquier instrumento de laboratorio… Engañosos significa que a veces detectan lo que no está, y otras, se les escapan cosas que están. Como muestra la imagen adjunta, no vemos hasta que no reconocemos…

RESUMEN: 

  ¿A   qué   podemos   llamar   conocimiento…? ¿Cómo   llegamos   a   conocer   lo   que conocemos…? ¿Lo que conocemos es verdad…? Es   decir,   ¿lo   que   conocemos   es   una   imagen cierta de la realidad…? ¿Tenemos acceso a esa imagen…?

Uno de los problemas, si no el primero, con el que tiene que enfrentarse la filosofía teórica es el   ‘problema’   del   conocimiento,   que   como muestra el mapa conceptual adjunto podemos definir   como   la   relación     existente   entre   el objeto percibido y el sujeto que lo percibe. 

  Todas   las   teorías   filosóficas   elaboradas   a   lo largo   de   la   historia   sobre   el   conocimiento oscilan entre estos dos polos que representan dos posturas irreconciliables:

Si   analizamos   en   qué   consiste   el   conocimiento   que tenemos   de   una   cosa   debemos   concluir   que   es   una especie   de   REPRESENTACIÓN   o   ‘imagen  mental’   que nos hacemos de esa cosa.

CONCLUSIÓN: 

No sé si existe o no una realidad objetiva al margen de la ‘imagen mental’ o ‘representación’ que tengo de las cosas, pero sí sé que los sentidos físicos (debido a sus muchas limitaciones) no me la proporcionan.

Miguel García Rubio