La narrativa hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX. El boom de la narrativa. Borges, Cortázar, García Márquez y Vargas llosa.

La narrativa de Hispanoamérica viene marcada por el surgimiento del Realismo Mágico que consolidan los autores del “boom” a partir de los años sesenta. Los autores que comenzaron con esta técnica en los años cuarenta incorporan el existencialismo a sus temas preguntándose sobre el destino del hombre o la muerte. Fusionan la realidad con lo fantástico, hasta con lo fantasmagórico todo ello con un estilo muy elaborado. Entre ellos estaban Miguel Ángel Asturias, cuya obra primordial fue El señor presidente en donde lo onírico empapa toda la narración. Alejo Carpentier con El siglo de las luces hace gala del barroquismo lingüístico para criticar la política revolucionaria de Haití y Guadalupe. Juan Rulfo renueva el indigenismo mejicano con Pedro Páramo ofreciendo un desarrollo no lineal de la acción junto con la mezcla del lenguaje culto y popular. Es en los sesenta cuando explosiona la literatura hispanoamericana y lo hace usando gran variedad de registros, léxico caudaloso y belleza estilística.

Jorge Luis Borges compone relatos cortos y libros de cuentos entre los cuales figuran Ficciones, El hacedor y El Aleph los cuales plantean problemas de carácter metafísico al lector a modo de ejercicio intelectual. El tiempo cíclico y los laberintos simbolizando la creación y destrucción del viajero que se haya en ellos (el más representativo es el laberinto del tiempo), son temas recurrentes en su obra así como los espejos que aparecen como imagen del desdoblamiento de la personalidad humana. Los ríos metaforizan el paso inexorable del tiempo y la muerte se presenta como final o principio de este mundo cíclico e imaginario.

Cortázar contribuye a renovar el cuento inclinándose por el relato fantástico el cual parte de anécdotas insólitas de la vida cotidiana. Trata de hacer ver lo ilógico, lo impredecible y lo monstruoso que se hayan en la aparente normalidad. Destacan Historia de Cronopios y de Famas y Las armas secretas; no obstante su obra cumbre es Rayuela, construida como un collage vanguardista de capítulos intercambiables .En la obra, se improvisa narrativamente simbolizando el desasosiego humano ante la propia existencia amén de cuestionar los valores de nuestra especie.

Vargas Llosa, premio Nobel 2010, establece como marco el Perú contemporáneo. En una primera etapa escribe La ciudad y los perros yConversación en la Catedral en las que se centra en el proceso de formación de los jóvenes peruanos basada en el machismo y la militarización, ambos criticados por el autor así como la política de su país. Unos ocho años más tarde escribe novelas con referencias autobiográficas como La tía Tula y el escribidor o sucesos históricos como El fin del mundo y La fiesta del chivo. Su última novela es El sueño del celta en la que denuncia la explotación colonial que se produjo en Congo y Perú.

García Márquez, premio Nobel 1982, escribe la obra cumbre del realismo mágico, Cien años de soledad que transcurre en el pueblo imaginario de Macondo del cual se narra su establecimiento, su desarrollo y su decadencia. Márquez conjuga la violencia, las guerras, las supersticiones y los milagros. La estructura circular que muestra o la repetición premeditada de nombres nos llevan a establecer como tema de la obra el

destino del ser humano. Obras de fama internacional son El coronel no tiene quien le escriba, El amor en los tiempos del cólera y Crónica de una muerte anunciada, crónica periodística basada en hechos reales que narran el asesinato de Santiago Nasar por parte de los hermanos Vicario. Estos se enteran de que la causa de que su hermana fuera devuelta a su familia por el adinerado Bayardo san Román fue que ella había sido desflorada por aquel antes de la boda.