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LOS SIETE NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVÁ

William Marrion Branham Enero 20, 1955

Chicago. Illinois. E.U.A.

ue el buen Señor Dios los bendiga. Voy a leer dos porciones de las Escrituras para que tengamos una corta conversación de tal vez no más de quince minutos y luego llamaremos la línea

de oración. Así no los retengo hasta muy tarde en esta noche. Ambas porciones tienen que ver con los Nombres Redentores de Jehová. Una de ellas se encuentra en Génesis 22 y el verso 7.

“Entonces habló Isaac a Abraham Su padre, y dijo: Padre mío. Yél respondió: Heme aquí, mi hijo. Yél dijo: He aquí el fuego y la

leña; más ¿dónde está el cordero para el holocausto?”

2. Y en el versículo 14 leemos:

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar: Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

3. Ahora en el Salmo capítulo 46 y el verso 1 dice:

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones…

4. Ahora quiero sacar de aquí nuestro tema. Aquí tengo escrito el nombre que le he puesto: “Los Siete Nombres Compuestos de Jehová”. En otras palabras, eso es lo que Jehová era, todo está encerrado en esos siete Nombres Redentores. Dios, su actitud hacia la gente desde el Edén, está envuelto en esos siete Nombres Redentores. El primero es JehováJireh que significa: El Señor proveerá sacrificio; el segundo es JehováRapha o el Señor es nuestro Sanador; Manasés o nuestra bandera; Shalom que es nuestra paz; Raah que significa pastor; nuestra justicia; Shama o el Señor está presente.

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LOS SIETE NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVÁ 2

5. Ahora, el Jehová Shama es del que voy a hablar en el Salmo cuarenta y seis, Jehová Jireh es el primero y este es el último. Jehová Jireh es el Señor proveerá sacrificio y Jehová Shama es Jehová está presente. Que el Señor añada Sus bendiciones mientras hablamos por un momento.

6. Ahora, Jehová Jireh, cuando Dios se le apareció a Abraham, él le dio nombre de acuerdo a como se le apareció. Eso está en Génesis 22, donde apareció bajo el Nombre de Jehová Jireh. Abraham recibió la promesa de Dios como Su heredero y que tendría un hijo, por cuya simiente llegaría a ser el heredero del mundo. Por Isaac el hijo de Abraham fue que vino Jesús, Jesús alcanzó a los Gentiles y perdonó a todas las naciones, blancos, marrones, amarillos, negros y todos volvieron, redimiéndolos y mostrando que esta era la última edad. Así es. No habrá más edades después de ésta, ésta será la última edad.

7. Dios trata con la gente como seres mortales y si antes de la destrucción diluviana tuvieron un despertamiento y antes de la venida de Cristo hubo gran movimiento, ¿qué hay del cumplimiento de todo esto? ¿Qué acontecerá? Fíjense en los días de los apóstoles, desde que la edad Gentil fue introducida, fíjense en el avivamiento que hubo, llegaron de todas las naciones y acontecieron cosas milagrosas. Fíjense en los días de Noé. Ahora es el fin del tiempo, exactamente la sombra de la venida del Señor Jesús.

8. ¿Algo nuevo que anunciar Leo? ¿Trajiste la película? ¿Sí? Tengo una película que casi me convirtió de nuevo y se va a pasar aquí el domingo en la tarde, ¿cierto? Aún no. Ellos le avisarán cuando la van a pasar, quiero que la vean. Es una de mis propias películas. Alguien me la dio, el Hno. Arganbright, el representante de los Hombres Cristianos de Negocios, él me dio la película porque a mí me gustó mucho, pero yo no tengo proyector para pasarla y quiero verla de nuevo. Trata de los Judíos regresando a Palestina y dos estudiosos van hablando en un avión. Ciertamente disfrutarán la película. Cada profecía, todo lo que sé sobre eso y puedo ver en las Escrituras ya se ha cumplido, sólo se espera la venida del Señor.

9. Como dije anoche, yo creo que la venida del Señor Jesús, Su segunda venida, está pasada de tiempo, está atrasada. [1 Pedro 3:20] Como fue en los días de Noé cuando la paciencia de Dios esperó, no queriendo que nadie pereciera, ahora está esperando con Su


paciencia y Su venida ya debió haber ocurrido, está atrasada, esperando poner a la iglesia en orden para que pueda ocurrir la segunda venida. ¿Qué les parece eso amigos?

10. ¿Qué clase de gente deberíamos ser al saber que este día puede ser el último en que seamos mortales y ya mañana podríamos ser inmortales? ¿Si este fuera el único día de nuestras vidas o el último servicio en que nos sentemos juntos y trabajemos por el Reino de Dios? Entonces, ¿cómo se debería llevar a cabo el culto de esta noche? Con mucha reverencia y con todo nuestro corazón descansamos en el Señor Jesús, para que nos entregue cada alma que esté aquí y no haya sido convertida todavía, para hacer algo que haga al incrédulo y al tibio mirar hacia adelante y recibir al Señor Jesucristo.

11. Seríamos unos egoístas si el corazón de alguno no sintiera salvar a su hermano, debe haber algo mal en su corazón. No importa en que condición esté, si su hermano lo odia o está en contra suya o si hace todo lo que puede para destruirlo, aún así el corazón de ese hombre buscará a su hermano y no podrá evitarlo. Hay algo allí que clama: “Oh mi hermano, estás equivocado pero yo quiero que seas salvo”. Ud. da lo mejor de sí para hacer que su hermano crea con todo su corazón y venga al Reino de Dios. Esa es la clase de servicio que queremos tener todo el tiempo. Yo le he predicado a centenares de miles y también le he predicado sólo a cuatro o cinco personas, pero no sería más sincero con cinco mil que con cinco, porque un alma para Dios tiene el valor de diez mil universos.

12. Ahora, antes que la redención ocurriera tenía que venir el Señor Jesús y antes que viniera el Señor Jesús… Dios allá... Eso hace que la Biblia sea tan perfecta para mí. Dios allá, antes que el Señor Jesús viniera, durante cuatro mil años, tipificó toda la Biblia hasta llegar al Calvario. Mediten en eso. En el Antiguo Testamento todo apuntaba hacia el Calvario. Todos los planes de redención, todos los nombres y símbolos, toda la adoración, el tabernáculo, la madera y todo en el tabernáculo hablaba de Cristo. Donde quiera que Ud. vaya o lo que Ud. haga... Dios estaba allá en aquellos profetas Hebreos y otros hablando y declarando ese momento de perfección cuando Jesús viniera a perfeccionar al creyente. Piensen en el significado de eso amigos.


13. ¿Pueden detenerse un momento? Deseo que Dios abra sus ojos en esta noche. Nosotros somos realmente... Amigo, si yo supiera que viviría por más tiempo, el tiempo regular de la vida, me gustaría estar bajo la unción de Dios y nunca dejarla hasta que me lleve a casa. Viendo como ha obrado eso y las cosas que tengo... ¡Qué mundo tan distinto! ¡Qué inspiración tan distinta! Cuando Ud. está allí encuentra cosas que no parecen correctas y no me extraña que eso lo haga... Cuando está allá arriba podría mover montañas y cuando está aquí abajo se siente bien, estar entre los dos es lo que produce eso. Allí es donde... Uno como que cae a tierra.

14. Viene de una esfera sobrenatural a lo natural, de nuevo al hombre mortal. Bueno, Ud. es mortal todo el tiempo pero su alma ha sido tan ungida con Algo que lo ha elevado por encima de eso. Ud. está aquí en una dimensión de la cual el mundo no sabe nada y no hay necesidad de explicarla. Les diré en esta noche que así como estamos aquí sentados ahora, estamos ciegos a las cosas de Dios; yo imagino que si nuestros ojos pudieran abrirse esta noche y miráramos la otra audiencia, veríamos a los ángeles de Dios acampando por acá y observando a la audiencia en este momento y tal vez volando de aquí para allá por la audiencia; hay querubines que provienen del Trono de Dios y están cerca, quizás estén parados junto a la plataforma aquí, hay seres angelicales suspendidos aquí.

15. Oh, Ud. dirá: “Predicador, se está saliendo de la línea”. No, no lo estoy. Véalos ir y obrar, dentro de poco se darán cuenta si ellos están aquí o no. Con eso prueban que sí están aquí. Tal vez Ud. diga: “Bueno, si estuvieran aquí los podríamos ver”. Oh no, Ud. podría estar totalmente ciego delante de ellos.

16. Cuando Eliseo estaba allá en Dotan oró para que Dios le abriera los ojos a su siervo Giezi, no recuerdo si era Giezi o no, lo he mencionado dos o tres veces y lo he revisado, lo vemos en las Escrituras pero no sé si fue Giezi o no. Pero cuando él le pidió a Dios que le abriera sus ojos para que pudiera ver, había ángeles a su alrededor, las montañas estaban ardiendo, había ángeles y carros de fuego. Estaban justo a su alrededor. [2 Reyes 6: 823]

17. Fíjense ahora, Eliseo fue y cegó a aquellos sirios, ¿qué tipo de ceguera fue esa? No era que estaban físicamente ciegos, en lo natural, si no ciegos espiritualmente; porque él salió y les dijo: “¿Buscan a Eliseo?” Y ellos respondieron: “Sí, lo andamos


buscando”. Y él entonces les dijo: “Vengan acá y yo les mostraré donde está”. Eliseo los guió y los llevó hasta donde fueron emboscados por el ejército palestino, les puso una trampa porque estaban ciegos, no sabían que aquel era Eliseo y el mismo Eliseo los guió hasta allá. ¿No creen Uds. que esta noche podríamos estar ciegos a las cosas que están alrededor nuestro?

18. Fíjense en los que iban a Emaús, sus corazones estaban llenos de amor, ciertamente amaban al Señor Jesús e iban por el camino diciendo: “Oh, si tan sólo... Oh, si yo... Si pudiéramos verlo una vez más pero está muerto. Esperábamos en El y ya es el domingo en la mañana y nos han contado todos esos relatos asombrosos…” Iban por el camino y se les apareció el mismo Señor Jesús y les dijo: “¿Por qué estáis tristes?” Ellos respondieron: “¿Eres Tú forastero?” ¿Se fijan? Estaban ciegos. Le preguntaron: “¿Eres Tú forastero?” [Lucas 24:1332]

19. Habían caminado con El, comido con El y dormido con El durante tres años y seis meses, habían andado a Su lado y no le conocían. Ellos iban caminando y le preguntaron: “¿Eres Tú forastero aquí? ¿No esperábamos que Jesús de Nazaret viniera y fuera el libertador de Israel?” Y Jesús les dijo: “ ¡Oh insensatos y tardos de corazón para entender lo que los profetas han dicho!” . El fue a las Escrituras y parecía que después de haberlo visto enseñar por tres años y medio, reconocerían Su enseñanza pero no lo hicieron.

20. Anduvo y se comportó como si iba a seguir adelante cuando ellos entraban a la posada para quedarse durante la noche. Se detuvieron en la posada, iban al comedor y le dijeron: “Bueno…” El hizo como que se iba y ellos le dijeron: “¿Entrarás con nosotros?” El respondió: “Bueno, tal vez…” Y entró. El camarero fue y les dio el menú, ellos lo observaron y pidieron los alimentos para la cena. Cuando se sentaron a la mesa, Jesús dijo: “Bueno, creo que ya es suficiente…” Y tomó el pan, lo bendijo, oró y les abrió los ojos. Ellos entonces miraron y dijeron: “¡Si era El todo el tiempo!” El entonces desapareció ante sus ojos. ¿Entienden lo que les quiero decir? Oh, me gustaría que eso penetrara muy profundamente hasta que se percataran realmente.

21. Ahora, Ud. lo ve todas las noches obrando y moviéndose. El está aquí, ciertamente está aquí. Todas las evidencias lo comprueban, las


Escrituras dicen que El haría estas cosas y está haciéndolas aquí mismo en la tierra hoy, lo ha hecho a través de las edades, ha descendido a nosotros haciendo cosas que nos preguntamos acerca de ellas.

22. ¿Se dieron cuenta…? ¿Han visto Uds. salir algo de un accidente que casi lo mata uno? Uno se podría preguntar: “Bueno, ¿qué fue eso?” Fue la mano del Señor. Dios está aquí y allá. Hace cierto tiempo una mujer me dijo, que había quedado sana de tuberculosis, ella se había criado en una iglesia donde no creían en el bautismo y me dijo: “Yo creo que haberme rociado está bien”. Haberla rociado lo que fuera… Ella me dijo: “Yo creo que eso está bien”. Le dije: “Eso queda de su parte, pero yo creo en el bautismo por inmersión”. Ella dijo: “Yo tengo un alto concepto del Hno. Billy, pero no creo que deba ir a las aguas para ser bautizada, después de haber sido rociada, no creo que debería hacerlo”.

23. Para mí aquello estaba bien si ella se sentía bien así, yo sólo puedo decirles lo que veo en las Escrituras. Ella se fue y enfermó de nuevo, le salió un crecimiento en un hombro y tenía fiebre a cuarenta grados; mientras yo estaba predicando ella se presentó con una bata de baño y me dijo: “Hno. Branham, si puede ahora mismo por favor hágalo”. Y la bauticé allí mismo.

24. Como un mes después ella estaba cerca del río y una anciana que estaba sentada en la calle estiró su mano y le dijo: “Amable señora, ¿me daría Ud. diez centavos para comer algo?” Era una pobre anciana con el rostro arrugado que estaba sentada allí tiritando, ella buscó en su bolso y solamente tenía diez centavos y eso era lo que costaba cruzar el río, así que no sabía como regresar sin cruzar el puente, el autobús costaba diez centavos. Ella y sus hijas iban caminando por allí y mientras iba por la calle el Espíritu Santo le dijo: “¿Por qué no le diste esos diez centavos? Yo di todo lo que tuve por ti”. Ella entonces dijo: “Sí Señor”. Se regresó y le dijo: “Señora, perdóneme. Yo soy una cristiana y el Señor me dijo…” La anciana le respondió: “Dios te bendiga querida”. Ella le dio los diez centavos y siguió por la calle diciendo: “Yo sé que puedo cruzar el puente caminando, es sólo una milla; así que lo cruzaré, está bien”. Cuando llegaba a la parada de autobuses su hija le dijo: “Mira mamá”. Allí en la calle estaban diez centavos. Ese es el Señor, ¿no creen Uds.?


25. Ahora, cuando El se le apareció a Abraham en la forma de... le dijo: “Abraham, yo te daré un hijo, a Isaac”. Ya Isaac era un tierno joven de dieciséis años de edad cuando le dijo: “No le digas a su madre, pero quiero que... voy a sacar una gran bendición de este niño, voy a bendecir a todas las naciones. Te prometí esto durante veinticinco años y esperaste hasta que nació; Ahora te diré lo que quiero que hagas con Isaac. Quiero que lo lleves allá y lo sacrifiques. Ve a la montaña, a un lugar que te mostraré y allí lo sacrificarás”. Bueno, él no le hizo preguntas a Dios porque sabía que Dios le había prometido que por ese niño bendeciría a todas las naciones; y si Dios iba a bendecirlos, lo haría estuviera muerto o vivo. Eso es. Tenía que ser así de manera que Dios pudiera guardar Su promesa. [Génesis 22:114]

26. Al día siguiente se levantó, tomó dos siervos y ensilló una mula; entonces él, el niño y sus siervos salieron tres días de camino, imaginen lo lejos que quedaba aquel lugar allá en el desierto. Entonces levantaron la mirada, vieron una montaña a lo lejos y él le dijo a los siervos: “Cuiden la mula aquí porque mi hijo y yo subiremos a esa montaña, vamos a adorar, el joven y yo regresaremos”. Iba a sacrificarlo, ¿cómo lo iba a hacer? El no sabía pero Dios le había prometido de alguna manera... A veces Dios permite que Sus siervos lleguen al último escalón y entonces aparece en la escena. ¿No les gusta eso a Uds.? Ver ese momento crucial. Igual que los jóvenes Hebreos en el horno de fuego, estaban en el último paso del camino y allí apareció uno semejante al Hijo de Dios, ¿cierto? [Daniel 3]

27. La mujer del flujo de sangre había gastado todo el dinero que tenía y los médicos no le servían de nada, tal vez había hipotecado o vendido su casa, había vendido los caballos y todo lo demás; no tenía nada más, había gastado todo su dinero en médicos y la habían tratado pero no la curaban. En aquel momento crucial llegó Jesús. [Mateo 9:28]

28. Jairo creía en lo más secreto de su corazón y buscó al médico, hizo todo lo que pudo hacer. Aquella niña ya había muerto y la acostaron allí, aquel era el momento más oscuro que él había vivido, pero entonces llegó Jesús, justo en el momento crucial. [Marcos 5:29]

29. María y Marta habían salido de la iglesia junto con Lázaro, ellas habían creído en Jesús pero El se había alejado y los había dejado en


la crisis, cuando el joven enfermó Jesús se fue. Aquello era terrible, lo mandaron a buscar pero El no vino sino que se alejó más; lo mandaron a buscar nuevamente y aún así no vino, estaba peor. Después que se había perdido toda esperanza, ya Lázaro había muerto y ya había estado sepultado durante cuatro días, descomponiéndose, era la hora más oscura, se había perdido toda esperanza y todo lo demás, en ese momento llegó Jesús. [Juan 11]

30. Sus discípulos iban a Emaús sin esperanzas, su maestro estaba muerto, iban andando por el camino desanimados, regresaban a casa, volvían a la pesca o a donde quiera que se dirigieran, pero entonces apareció Jesús, ¿se dieron cuenta? Así de simple. Esa es la forma en que Dios lo hace.

31. Ahora, probablemente a ellos [Abraham e Isaac] les tomó cuarenta y cinco minutos o una hora subir aquella cuesta. Jesús tenía que aparecer en alguna parte de inmediato porque Abraham llevaba el cuchillo en su costado. Isaac tuvo que cargar la leña en sus hombros, Abraham llevaba el fuego en sus manos y subía la cuesta para inmolar a su propio hijo, porque Dios le había dicho que bendeciría a todas las naciones en ese hijo. Haciendo la promesa…

32. Primero tuvo que esperar veinticinco años para recibir al hijo y ahora tenía que sacrificarlo, vean, eso la convertía en una doble promesa; Dios tuvo que ponerle esa prueba a Abraham y jamás sabremos la prueba que Abraham soportó hasta que lo conozcamos en gloria. Entonces llegó a la cima de aquella montaña, levantó un altar con rocas y el pequeño Isaac dijo: “Padre, he aquí el fuego y la leña, pero, ¿dónde está el sacrificio?” El le respondió: “Hijo, Dios se proveerá un sacrificio” . ¿Entienden? Dijo: “Dios proveerá el sacrificio”. Y ató las manos de Isaac, lo acomodó sobre el altar, sacó el cuchillo… Me imagino a aquel anciano padre con su único hijo a quien amaba… ya tenía más de cien años de edad y con su mano halaba el cabello de su hijo hacia atrás para clavar en su pecho el cuchillo, el corazón de su propio ser. Esa es una señal de que Dios estaba en Abraham, ¿se dieron cuenta de eso?

33. Fíjense en David cuando fue quitado del trono por su propia gente, se fue al Monte de los Olivos, volvió la mirada y lloró por que había sido rechazado, su mismo hijo al que amaba, Absalón, lo había echado del trono. Su hombre de confianza le estaba tirando piedras.


El subió la pendiente, miró hacia atrás sobre Jerusalén y lloró porque había sido rechazado. [2 Samuel 15 y 16]

34. Ochocientos años después el Hijo de David, Jesucristo, fue rechazado en la ciudad de Jerusalén por quienes amaba y lloró sobre Jerusalén. Allá era Cristo en David. [Lucas 19:4144] Todas las cosas del Antiguo Testamento… podríamos tomar horas para mostrarles como todo eso se refería a Jesucristo, todo señalaba hacia El. En El estaba la plenitud de la redención, en El está cada Nombre Redentor de Jehová, todo está en El. Toda la salvación descansa en El, toda la liberación descansa directamente en El, toda paz y satisfacción... Ud. nunca podrá estar satisfecho con los bienes del mundo, nunca estará satisfecho perteneciendo a una iglesia, nunca estará satisfecho hasta que haya encontrado satisfacción en Jesucristo el Hijo de Dios, esa es la única forma en que puede estar satisfecho. Ahora, El viene a traer perfección.

35. Fíjense en Abraham por un momento, él ya llevaba el cuchillo hacia el corazón de su hijo para matarlo, porque Dios... El Ángel del Señor habló desde lo alto y le dijo: “Abraham, detén tu mano”. Cuando él miró a su alrededor allí estaba un carnero atrapado por sus cuernos en un zarzal. [Génesis 22] ¿De dónde apareció aquel carnero? Primero, él había viajado tres días lejos de la civilización, como unos ciento sesenta kilómetros; segundo, allá en la cima de la montaña donde no había arroyos para proveer de agua o comida, era imposible que hubiera un carnero. En primer lugar estaba muy lejos de la civilización y además estaba en la cima de una montaña. Abraham tomó el carnero, desató a su hijo, ató al carnero y lo ofreció en sacrificio. Fíjense, eso no fue una visión porque del carnero brotó sangre, ¿qué fue eso? Dios, en figura, trajo a existencia a Cristo por la Palabra, el cordero dio su vida y dejó de existir, igual que Jehová Jireh el Señor se proveerá a Sí mismo sacrificio. No importa cuando Dios tome Su Palabra, Dios está allí para cumplir Su Palabra. JehováJireh.

36. Un punto más, el Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. En los Nombres Redentores Shamma... el Señor está presente… Ahora, Jehová Jireh es proveerá; Jehová el proveedor está presente. ¿Entienden lo que quiero decir? Si El es el Señor proveyendo sacrificio, entonces tiene que ser el Señor Dios presente en el momento de necesidad, ¿entienden?


37. Ahora, si El está aquí en esta noche para salvar a alguien del pecado, tiene que estar presente para dar cumplimiento a los demás nombres redentores. El es JehováJireh, JehováRapha, Jehová nuestro... El es Jehová nuestro sacrificio provisto, nuestro Sanador, nuestra bandera, nuestra paz, nuestro pastor, nuestra justicia y Su presencia… El tiene que ser todo eso ahora mismo. El último de Sus nombres redentores con el que se le apareció a Abraham cuando le dijo: “Yo soy Jehová Rapha, el que fue provisto para proveer sacrificio, el que provee camino. Dios proveerá todo. Yo Soy Jehová el que te sana, soy tu justicia, tu paz, tu escudo, soy tu bandera y estoy siempre presente para hacerlo cumplir”. Amén. ¿Entienden? Siempre está presente para actuar. “Yo soy el Señor que ha hablado, yo soy el Señor que la ha plantado, yo la regaré de día y de noche para que nadie la arranque de mi mano”.

38. Esta es una corta historia personal, porque si sigo aquí más tiempo estaré predicando y entonces no habría línea de oración. Fíjense, hace un momento… Esa Escritura significó mucho para mí en una ocasión o muchas veces, pero este fue un momento particular al cual quiero llamar su atención.

39. Fue el año en que me casé, después de perder a mi primera esposa permanecí soltero cinco años, luego me casé con la joven madre amorosa que ahora tengo por esposa. Éramos pobres y yo me casé con ella en un momento cuando no tenía suficiente dinero para tomar mis vacaciones, sólo veinte dólares para ir a las montañas en un viaje de cacería, esas serían nuestras vacaciones y nuestra luna de miel al mismo tiempo. Ella se casó con una persona a la que le gusta cazar. Me gustan las montañas, me gusta la naturaleza. A propósito, una dama me envió algunas carnadas artificiales hechas por su esposo, si está aquí hermana quiero darle las gracias por eso. Seguro que las usaré, si Dios me ayuda.

40. Yo amo la naturaleza porque uno está solo y… Fuimos a las Montañas Adirondack, se suponía que yo iba a cazar allí ese año con el guardabosque. A mí me gusta cazar osos porque se necesita mucha habilidad para hacerlo y yo…

41. Eso va en mí porque mi abuelo era el mejor cazador que jamás haya vivido en las tierras del Sur, él puso trampas y cazó toda su vida, era muy inteligente y fue un maestro de escuela, era mitad indio, amaba las montañas y no podía estar alejado de ellas. Bueno,


yo creo que todo me lo pasaron a mí. A mí me gusta y amo las montañas, me siento como en casa y una persona puede llegar a un punto donde se siente suficiente para esas cosas. Entonces, en aquellas montañas no estaba el guardabosque, no iba a estar por dos o tres días. No había tormentas que hicieran bajar a los animales y yo subí hasta allá, habíamos construido un cobertizo y yo llevé a mi esposa hasta las montañas. Salimos de la ciudad y estábamos como a cuarenta kilómetros arriba en la Montaña Huracán, un año o dos antes de que cazara tres osos en un año.

42. Estaba allá arriba con ella, con esa joven de veintidós años de edad y yo tenía treinta. Billy Paul tenía entonces seis años de edad y creo que aquel era su primer año de escuela. El niño era muy pequeño para su edad y ella lo cuidaba. El guardabosque no estaba y parecía que vendría una tormenta, yo le dije: “Querida, antes que llegue el guardabosque yo voy a cazar un oso, voy a recorrer uno de esos viejos senderos. Hace años abrieron una vereda entre esos árboles. Iré, cazaré un venado y regresaré, así tendremos carne fresca”. Ella me dijo: “Bueno, no te vayas por mucho tiempo, te prepararé la comida”. Le dije: “Está bien”. Esa noche estaba muy fría y tuvimos que poner a Billy entre nosotros y cobijarlo para que no se congelara. Ella nunca antes había estado en el bosque y no conocía mucho de aquello, le gustaba enfriarse lo suficiente durmiendo sobre troncos de pino.

43. Entonces al día siguiente fuimos, yo tomé mi rifle y recorrí el camino, creía que era muy experto en el bosque para llegar a perderme, había pasado mi vida en los bosques. Me dije: “Ahora no podrías fallarme”. Bajé por aquel sendero, regresé y vi muchas huellas de venado, parecía que habían sido moldeadas, tenían la forma de las pezuñas y demás. Entonces subí la montaña en esta dirección y oí algo que se movió entre los arbustos, lo oí muy cerca y percibí que tenía cuatro patas pero no tenía pezuñas, eran patas acolchadas, pensé: “¿Qué podrá ser?” Estaba muy oscuro y había muchas siempreverdes. De repente miré y un puma atravesó el camino pero se fue muy rápido, no pude dispararle. Pensé: “Bueno, iré con cuidado y bajaré por el otro lado, voy a quedarme debajo de la Montaña Huracán todo el tiempo para poder ver siempre la torre”. Parecía que muy pronto llegaría una tormenta”.

44. Así que seguí avanzando, creí olfatear un oso en alguna parte y me mantuve oliendo y buscándolo. Pensaba: “Está por aquí cerca en


algún lado, probablemente está delante de mí”. Seguí caminando y observando, observaba toda el área. Una persona que haya cazado no anda por el bosque sin un arma sobre el hombro, vigila cualquier movimiento de las hojas y hay muchas cosas que vigilar. Al andar observando con tanto cuidado no puse atención hacia donde me dirigía y llegué a una loma, di la vuelta hacia abajo y hacia la derecha y pensé: “Bueno, estoy bajando por una ladera”.

45. Hay muchos lugares difíciles así. Bajé y me deslicé con facilidad, pensaba: “Ese oso no está muy lejos de aquí”. Encontré una cueva grande y me deslicé para evitar llegar directamente a ella y ver si el oso estaba durmiendo. Di la vuelta pero era una cueva vacía, no había nada. Entonces pensé: “Bueno, ha estado aquí”. Volví a la loma, di la vuelta nuevamente y regresé. Vi unos árboles que se movían en el cañón y de inmediato le presté atención, porque muchas veces los osos se comen a los alces, les gustan mucho porque son muy dulces, los atrapan con las garras y se lamen las garras.

46. Observé con cuidado y por allá salió un venado grande, pensé: “Bueno, ya estoy muy lejos de casa, pero esto es lo que quiero hacer”. Le disparé al venado, di la vuelta y me dije: “Esto es lo que voy a hacer, regresaré. Ya son más de la una y ella debe estar esperándome”. Me dirigí hacia el cañón y así bajaba una corriente de agua, me dirigí hacia allá tan rápido como pude. Cuando me di cuenta dije: “Oye, tendré que darme prisa porque esa tormenta se está acercando”. La neblina descendía y no se podía ver nada.

47. Comencé a caminar y caminar, dije: “Veamos, yo di la vuelta por aquí en alguna parte”. Seguía buscando y buscando… Uds. saben, caminaba, caminaba y caminaba, entonces pensé: “Es una buena distancia, pero yo no vi de dónde salí”. Me di cuenta que estaba sudando, entonces tomé mi pañuelo rojo, lo saqué y me sequé el sudor. Observé a mi alrededor y allí estaba colgado mi venado. Me dije: “¿Qué fue lo que hice? ¿Yo no di la vuelta y regresé? No puedo encontrar el lugar”. Comencé de nuevo a caminar y anduve mucho observando hacia mi lado derecho, porque sabía que había dado la vuelta por ese lado derecho. Volteé a la izquierda y tenía que voltear hacia la derecha.

48. Ya la tormenta había alcanzado los arbustos, entonces caminé y caminé nuevamente, me sentía muy cansado y pensé: “Bueno, estoy observando y ciertamente sé de dónde salí, era una pequeña loma,


porque las montañas quedaban así a un lado, como en forma de silla. Crucé allá hacia arriba y luego hacia abajo”. Ya no podía ver las montañas más adelante, porque estaban lejos y estaba muy nublado; pude haber subido a un lugar más alto y mirar a mi alrededor, pero estaba nublado y no podía llegar allá, estaba cayendo nieve y demás. Avancé más, me detuve y observé, allí estaba de nuevo mi venado.

49. Ahora, los indios llaman a eso la caminata de la muerte porque uno da vueltas en círculo en terreno plano, no hay brújulas ni nada. Yo nunca usé una brújula en el bosque porque creía que era muy bueno y no podía perderme, ¿entienden? Dios tenía que enseñarme de alguna manera, tenía que ponerme un poco de cerebro en la cabeza para dejarme saber que yo no era autosuficiente y que no era tan bueno como creía que era.

50. Me mantenía dando vueltas en círculos y volvía adonde estaba el venado, lo hice tres veces y entonces supe que estaba perdido. Bueno, me puse tembloroso, ya eran como las cuatro y media de la tarde, casi las cinco y se estaba oscureciendo. Entonces pensé: “Misericordia, ¿qué haré ahora? Mi esposa debe estar preocupada y de seguro morirá, tanto ella como el niño morirán esta noche en estas montañas”. Ahora, si yo hubiera estado solo habría tratado de encontrar a aquel oso de nuevo o hubiese buscado un lugar donde pasar un día o dos, hasta que terminara aquella tormenta. Quiero usar una pequeña ilustración aquí, para mí mismo, habría tenido que ir a aquella cueva o bajo las rocas en algún lado para hacer fuego y ponerle leña, pero no tratar de encontrarlo porque estaba nublado, no podía hacer eso ahora porque era una emergencia.

51. Yo sabía que mi esposa nunca antes había estado en las montañas, hasta la noche anterior, ella no sabía como encender un fuego ni nada y aquel niño… seguramente morirían porque era probable que la temperatura bajara a cero esa noche; ellos estarían muy asustados y tratarían de caminar por el bosque en alguna dirección o saldrían asustados intentando hallarme o algo así, gritando. Es difícil decir lo que ocurriría. Yo sé que si se aparecía algo allí ellos de seguro asustarían.

52. Sabía que en esa parte había un puma. Entonces dije: “Oh…” Me comencé a atemorizar y a temblar, me puse nervioso. Me dije: “Espera un momento William Branham, ¿qué pasa contigo? ¿Te has vuelto loco?” Por lo general eso es exactamente lo que sucede, uno


se asusta y lo encuentran a uno en alguna parte, en un pozo o uno mismo se dispara, algo así, son los riesgos del bosque. Me dije: “Tú eres muy buen hombre del bosque, tú no te perderías. ¿Qué es lo que pasa contigo?”

53. Me senté sobre una roca y pensé: “¿Crees qué estás perdido? Oh no, no lo estás. Esa neblina no significa nada para mí, seguro que puedo atravesarla con seguridad. Veamos: el viento viene directamente hacia mi rostro y si es así, entonces debo voltearme hacia atrás de esta manera, porque el viento me daba en el rostro cuando yo venía”. Comencé a caminar y me decía: “Seguro que estoy bien”. Estaba tratando de alardear de mí mismo, ¿entienden? Haciéndome creer que no estaba perdido pero sí lo estaba. Hermano, ese es el sentimiento más terrible que alguien puede tener. Si Ud. está perdido esta noche yo me compadezco de Ud.. Yo estuve perdido y no sabía a donde iba, una emergencia en...

54. Si en algún momento hay una emergencia hermano, será mejor que busque refugio mientras pueda; si está perdido, será mejor que busque la luz esta noche. Seguí caminando y llegué a un lugar allá abajo donde se oía como un lamento, me dije: “Ahora, seguramente yo no podría...” No se podía ver en ninguna dirección y el viento soplaba entre los árboles, lo que había sucedido era que me había metido entre los Gigantes y no lo sabía, es una parte que llaman los Gigantes, donde la vegetación es virgen y yo no lo sabía. Dije: “Oh, si tan sólo pudiera ver la Montaña Huracán sabría cuál camino tomar”.

55. Pensé: “Bueno, esa tormenta está bajando”. En esas montañas es difícil decir como puede cambiar el viento y venir en cualquier dirección. Así que no podía depender del viento y lo sabía. De nuevo me senté sobre una roca y dije: “Tú no estás perdido, sabes donde estás. Bueno, quédate quieto porque tú sabes donde estás”. Pero todas las habilidades de cacería y del bosque habían desaparecido, permítanme decirles que estaba completamente perdido, pero lo estaba tratando de negar porque no quería asustarme. Uds. saben. Yo sabía que mi esposa y el niño morirían esa noche en el bosque si yo no llegaba hasta ellos. Eso era todo. Estaba a kilómetros de distancia de ellos, estaba oscureciendo y aquella tormenta se acercaba.

56. Caminé hasta un lugar más lejano y algo me dijo: “Ahora Billy, recapacita, recapacita, tú sabes que estás perdido”. Yo dije: “No, no


lo estoy, yo no estoy perdido, voy bien”. Choqué contra una colina y pensé: “No, no estoy bien. Regresaré por aquí. Yo no vi esto antes, ¿de dónde apareció?” Sentía que temblaba, el sudor me corría y me decía: “No hay necesidad de que te engañes a ti mismo, estás perdido y sólo hay algo que hacer: admitir que estás perdido”. Entonces pensé: “Estoy perdido. De no ser por mi esposa y mi hijo iría hasta una de aquellas rocas y hallaría un lugar donde quedarme hasta mañana, hasta el día siguiente o hasta que pase la tormenta; entonces escalaría a un lugar más alto y miraría a mi alrededor para ver lo que hay y saldría”. Pero no pude hacerlo entonces la neblina se estaba acercando.

57. Bueno, comencé a caminar y dije: “Tengo que tomar algún camino, no sé donde está el Este o el Norte, el Oeste o el Sur, no hay señales y la nieve cubre los árboles”. No se podía identificar el lado de la corteza el musgo sobre los árboles, era igual en todos los sentidos y el musgo estaba por todas partes. Entonces pensé: “Bueno, ¿qué puedo hacer ahora?” Comencé a caminar y dije: “Esto es lo que voy a hacer: seguiré directo por este camino, yo sé que vine por aquí y tengo que acertar porque estoy caminando en círculos”.

58. Comencé a caminar y dije: “Sí señor, creo que voy bien”. Eso lo decía con mis labios, pero mi corazón me decía: “No”. Entonces oí algo que me dijo al oído: “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” . Entonces pensé: “Me estoy asustando”. Caminé y algo me dijo de nuevo: “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulaciones” . Seguí caminando y aquello se hacía más fuerte: “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulaciones” . Seguí avanzando y cargando mi rifle, ya estaba cansado, Uds. saben, “El Señor es nuestro amparo y fortaleza…” Aquel era JehováShama hablándome.

59. Seguía avanzando y pensaba: “Oh Dios, estoy perdido, estoy perdido Señor. No tengo una brújula, no tengo nada pero te tengo a Ti Señor”. Me mantuve hablando fuerte y pensaba: “Espera un momento, vas a enloquecer, te vas a asustar, estás pensando que tu esposa y tu hijo morirán esta noche”. Yo dije: “Señor, no soy digno de vivir pero no dejes que ellos mueran”. Escuché aquello de nuevo que decía: “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulaciones”.


60. Recosté mi rifle contra un árbol, me quité el sombrero y lo puse en el suelo, me arrodillé sobre el y miré hacia arriba, dije: “Dios, estoy perdido, estoy perdido Padre y Tú eres mi brújula. Por mí culpa, por ser terco como he sido y por creer que sabía todo sobre esto, no soy digno de vivir. Debería estar perdido, debería estar aquí durante días y comer puercoespín para poder vivir; pero pienso en mi pobre y querida esposa, ella es inocente, mi hijo también morirá esta noche allá en la cabaña. El único hijo que tenemos y si alguna... Cuida sus vidas, ellos están muy cerca de su fin en este momento, aquí está casi oscuro y yo estoy perdido Padre, totalmente perdido, ¿no me vas a ayudar?”

61. Lo natural que se debe hacer cuando uno está enfermo… es lo natural… Lo natural que hubiese hecho de haber estado en una cueva, sería haber encendido un fuego y esperar hasta la mañana o hasta que la tormenta cesara. Lo natural cuando uno está enfermo es ir al médico y ver que puede hacer por uno. Pero yo no podía ir hacia una cueva porque había una emergencia en progreso.

62. Si Ud. no puede ir al médico porque él le dijo que iba a morir, si no hay nada más que él pueda hacer por Ud., entonces hay una emergencia en progreso. ¿Qué es El? Jehová Jireh, Jehová Shama, El Señor proveerá sacrificio y Dios está presente. El es el que está presente y ayuda en la necesidad, El está aquí. El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio; podemos aceptarlo así, muy presente, está siempre presente para ayudar en los momentos de problemas, podríamos decir: “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, que está siempre presente para ayudar en las tribulaciones”.

63. Allí estábamos nosotros y allí está Ud. en esta noche. Es igual. Algunos de Uds. están muy enfermos y los médicos los han desahuciado. Ahora, si el médico... Ud. no puede ir a la cueva porque hay una emergencia, entonces Dios está hablándole en esta noche y diciéndole: “Yo soy tu fortaleza, tu pronto auxilio en las tribulaciones”.

64. Me arrodillé y oré, me levanté y pensé: “Bueno, ahora ya he orado, Dios te he pedido y eso es todo lo que puedo hacer. Tú me prometiste que si pedía, recibiría; Tú lo prometiste y es una situación terrible, no por mí sino por alguien más”. Tal vez Ud. diría en esta noche: “Señor, quizás no he vivido tan cerca de Ti como debería,


pero si me sanas en esta noche viviré para Ti el resto de mis días, si no puedo hacer más que repartir tratados, si no puedo hacer otra cosa que testificar, haré todo lo que pueda si solamente me sanas”.

65. “El es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” . Así que me levanté porque eso era todo lo que podía hacer. Dije: “Señor, seguiré por este camino, creo que vine por este sendero; es lo mejor que sé, vine por aquí y voy a seguir directamente por allí creyendo que la Voz que me habló al oído y que ya no está, me dijo: El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulaciones, yo creo que ese eras Tú Señor”.

66. Observé los árboles de pinos y ya el viento arrasaba y soplaba en aquel lugar. Dije: “Creo que por aquí hay un Ángel de Dios siguiéndome entre el follaje”. Allí estaba, El estaba conmigo aunque no se manifestaba. Eso fue hace algunos años, hace como quince años. Yo iba caminando a través de aquel lugar, iba así y sentí como si viniera alguien; algo se acercó a mi hombro, volteé para mirar quien era y entonces la neblina se disipó, seguía entre los árboles y me di cuenta que iba hacia Canadá, esa era la dirección que llevaba, era la que conocía. Acá estaba la Montaña Huracán, allá arriba, al otro lado y yo iba pasando justo frente a ellas. Señalé, levanté mis manos y dije: “Oh gran Dios, estás tan cerca de mí que pusiste Tu mano en mi hombro. Tú eres mi fortaleza y ayuda, pronto auxilio en las tribulaciones”.

67. Volteé y dije: “Se está oscureciendo, debo continuar sin desviarme, no importa que se interponga en mi camino; si aún así fallo...” Ahora, aquel verano yo había ayudado al guardabosque a poner una línea telefónica desde la torre hasta el cobertizo. Allí cazábamos. Pensé: “Si tan sólo pudiera encontrar ese cable telefónico, encontraría el camino de regreso. Pero estoy parado aquí en la Montaña Huracán y no puedo rodearla porque hay muchas pendientes y barrancos, en esta neblina jamás la encontraría, tengo que llegar a esa torre”.

68. Comencé a caminar con mis manos levantadas adorando a Dios, oscureció y ya no podía ver nada, el viento soplaba y cambiaba de dirección; yo subía hacia la loma y descendía por lugares escabrosos. No importa como El lo dirija, manténgase rumbo al Calvario, manténgase mirando hacia allá, puede que se ponga difícil, podría


resbalarse y caer, pero manténgase rumbo al Calvario, siga avanzando.

69. Entonces me levanté y pensé: “Esta debería ser la máxima oscuridad ahora”. Levanté mis manos así, porque sabía que el cable estaba a esa altura y pensé: “Si tan sólo pudiera tocar esa línea, esa es mi única esperanza ahora, no puedo...” Mis brazos se cansaron y ya casi no podía caminar, puse este así para que descansara sobre el otro, iba caminando entre los árboles, la nieve me caía sobre el cuello, yo seguía avanzando. Dije: “Dios, todo lo que quiero en esta tierra está al final de esa línea, si tan sólo pudiera localizarla”. Sostenía mis manos así y ésta la llevaba acá abajo, daba un paso y regresaba para asegurarme de que no…

70. Oh, así es que nosotros queremos ir hacia el Calvario, no pierda una pulgada. Mantuve mi mano levantada, la movía así y decía: “Dios, seguramente Tú me ayudarás a encontrarlo, vengo tan directo como puedo por esa loma, ese fue es el camino que Tú me señalaste”. Así es como Ud. le dice a la Palabra en esta noche: “Tú dijiste que eras el Sanador, yo tengo mis manos levantadas y voy directo, es lo único que sé hacer, de parte tuya queda sanarme. Sólo dirígeme hasta el sacrificio”.

71. Mantenía mis manos levantadas así y ya era tarde, seguía avanzando pero ya estaba comenzando a asustarme. Pensaba en mi corazón: “Oh, ¿tengo que cruzar sobre eso?” Pase por algunas hondonadas y pensaba: “Oh, seguramente no voy a llegar al otro lado de la montaña”. Mantenía mis manos levantadas, caminaba entre los árboles y no había ni un rayo de luz en ninguna parte, la tormenta estaba arreciando, soplaba más fuerte y se ponía más frío, caía la nevada y todo lo demás, había nieve y lluvia mezcladas, más la neblina.

72. Seguía avanzando así y mi mano tocó algo, me di cuenta que había agarrado algo, lo sentía, era el cable. ¡Oh, qué sensación! Yo sabía que cuando me agarrara de esa línea... Pensé: “Bajaré por esta pendiente caminando muy despacio, me moveré lentamente y no quitaré mi mano de ese cable, porque al final está lo que ando buscando: mi esposa y mi hijo están al final de esa línea telefónica. No quitaré mis manos de allí, la seguiré hasta que...” Así lo hice y llegué allá y los encontré.


73. Hermanos, en esta noche Jesucristo es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones; si se encuentra enfermo y los médicos no pueden hacer más nada por Ud., levante su mano y mire hacia Dios hasta que toque esa línea eléctrica de vida que dice: “Consumado es” . No importa cuantos incrédulos, dudosos, iglesias y demás tenga Ud. que atravesar, agárrese de allí porque lo llevará a su liberación.

74. Dios los bendiga. Mantengan sus manos levantadas y sigan avanzando en esta noche, sostengan sus manos hasta que agarren la línea. Sostengan sus manos de fe levantadas hasta que sientan que algo los ha tocado y les diga: “Consumado es” . Entonces sígalo, sígalo, consumado es. Ud. tiene Su Palabra que dice que El lo guiará a la victoria, puede ser sanado por fe, cualquiera que cree puede ser sanado, sostenga sus manos hacia arriba hasta que sienta la fe de Dios derramándose en Ud.. Entonces sígalo. “El Señor es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en tiempo de tribulaciones” . Oremos.

75. Padre, hay una emergencia esta noche en el pueblo, Tú eres el Señor nuestra fortaleza y pronto auxilio en las tribulaciones. Oh Dios, que las manos de fe sean levantadas en esta noche, espiritualmente hablando. No sólo los brazos naturales o físicos que tienen unas pocas pulgadas de largo; sino Padre que ese brazo de fe pueda subir más allá de este mundo pecador condenado, que esa línea de fe llegue más allá de la luna y las estrellas hasta tocar Su vestidura más allá… Que una Voz del cielo pueda decir: “Yo soy El Señor que sana tus enfermedades, con Mi palabra; Yo soy Jehová Shama, pronto auxilio en las tribulaciones, estoy aquí para ayudarte”.

76. Dios, permite que en esta noche no seamos autosuficientes, que no podamos alardear de nuestras habilidades y decir: “Oh, seré mejor poco a poco”. No Señor. Tú eres nuestro amparo, lo llevamos a Ti, es en Ti en quien confiamos y creemos.

77. Ahora Señor, ven y lanza una línea en esta noche, haz algo distinto para los que tal vez nunca antes han estado en un servicio; haz algo como lo que hiciste en Emaús, haz algo distinto a un servicio de sanidad ordinario, para que puedan ver que el Señor Jesús quien se levantó de los muertos, está aquí con nosotros en esta noche y nos concede el deseo de nuestros corazones, conforme a Sus riquezas, propósito por el cual murió. Lo pedimos en Su Nombre. Amén. +


[Continúa con la línea de oración]


RESUMEN

LOS SIETE NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVÁ *

Término Hebreo Cita Bíblica Significado

1.- Jehová Jireh Génesis 22:14 El Señor proveerá sacrificio 2.- Jehová Rapha Éxodo 15:26 El Señor es nuestro Sanador

3.- Jehová Nissi Éxodo 17:15 El Señor es nuestro estandarte 4.- Jehová Shalom Jueces 6:24 El Señor es nuestra paz

5.- Jehová Raah Salmo 23:1 El Señor es nuestro Pastor 6.- Jehová Tsidkenu Jeremías 23:6 El Señor es nuestra justicia

7.- Jehová Shammah Ezequiel 48:35 El Señor está presente

Nº 137 LOS SIETE NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVÁ Este Mensaje fue predicado por el Hno. William Marrion Branham

En Enero 20, 1955, en Chicago, Illinois. E.U.A. Traducido del Inglés al Español en Enero de 2008, en el

Tabernáculo de Cabimas, Venezuela.

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