Word de Cadenas Musculares

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EMBRIOLOGIA DE LA COLUMNA VERTEBRAL. La columna vertebral se forma en el embrión alrededor de un eje celular llamado notocorda; este eje es rodeado por tejido proveniente de pares de masas cúbicas denominadas somitas, a expensas de las cuales se forman los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales. Tejidos provenientes también de las somitas dan origen a los arcos vertebrales posteriores; cada uno de ellos está conformado por dos hemiarcos que se desplazan hacia atrás rodeando el esbozo de la medula (tubo neural). TUBO NEURAL: es un largo conducto ectodérmico que se incurva a lo largo de la convexidad dorsal del embrión y del cual deriva el sistema nervioso de los vertebrados. NOTOCORDA: es un cordón celular ubicado en la línea media, algo más profundo que el tubo neural. Nace en la región cefálica y crece en dirección caudal a medida que el embrión aumenta en longitud. En el embrión de 4mm (final de la 4ta. Semana) la notocorda se extiende desde la región occipital hasta el cóccix. SOMITAS: desde el día 21 al día 30 de desarrollo embrionario el mesodermo que se encuentra a cada lado de la notocorda se segmenta en masas cubicas denominadas somitas. Los pares de somitas se van formando progresivamente desde la región occipital hacia la caudal. En el embrión humano se constituyen de 42 a 44 pares de somitas. En sección transversal cada somita presenta un aspecto más o menos triangular. La masa que compone la pared ventral se denomina dermatoma; otro sector se llama miotoma y está destinado a formar musculo esquelético; la pared interna de la somita se denomina esclerotoma y de ella derivan los elementos que constituyen el tejido conjuntivo y los tejidos óseo y cartilaginoso de la columna vertebral.

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EMBRIOLOGIA DE LA COLUMNA VERTEBRAL.

La columna vertebral se forma en el embrión alrededor de un eje celular llamado

notocorda; este eje es rodeado por tejido proveniente de pares de masas cúbicas denominadas

somitas, a expensas de las cuales se forman los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales.

Tejidos provenientes también de las somitas dan origen a los arcos vertebrales posteriores; cada

uno de ellos está conformado por dos hemiarcos que se desplazan hacia atrás rodeando el esbozo

de la medula (tubo neural).

TUBO NEURAL: es un largo conducto ectodérmico que se incurva a lo largo de la convexidad

dorsal del embrión y del cual deriva el sistema nervioso de los vertebrados.

NOTOCORDA: es un cordón celular ubicado en la línea media, algo más profundo que el tubo

neural. Nace en la región cefálica y crece en dirección caudal a medida que el embrión aumenta en

longitud. En el embrión de 4mm (final de la 4ta. Semana) la notocorda se extiende desde la región

occipital hasta el cóccix.

SOMITAS: desde el día 21 al día 30 de desarrollo embrionario el mesodermo que se encuentra a

cada lado de la notocorda se segmenta en masas cubicas denominadas somitas. Los pares de

somitas se van formando progresivamente desde la región occipital hacia la caudal. En el embrión

humano se constituyen de 42 a 44 pares de somitas.

En sección transversal cada somita presenta un aspecto más o menos triangular. La masa

que compone la pared ventral se denomina dermatoma; otro sector se llama miotoma y está

destinado a formar musculo esquelético; la pared interna de la somita se denomina esclerotoma y

de ella derivan los elementos que constituyen el tejido conjuntivo y los tejidos óseo y cartilaginoso

de la columna vertebral.

ESQUELETO DE LA COLUMNA VERTEBRAL.

La columna vertebral es un largo tallo óseo, flexible, situado en la parte media y posterior

del tronco. Está formado por la superposición de 33 a 34 vertebras y se extiende desde la base del

cráneo hasta la pelvis. Mide aproximadamente 75 cm de longitud.

La columna vertebral se divide en 5 regiones o segmentos. Ellos son:

Región cervical: 7 vertebras

Región dorsal: 12 vertebras

Región lumbar: 5 vertebras

Región sacra: 5 vertebras

Región coccígea: 4 a 5 vertebras

Desde el punto de vista traumatológico y ortopédico, se pueden observar características

destacables en una columna vertebral articulada.

CARA ANTERIOR.

- Cuerpos vertebrales. Su tamaño es mayor cuanto más peso soportan; por eso aumentan

progresivamente de volumen desde la primera vértebra cervical hasta la primera sacra, para

luego ir disminuyendo hasta el extremo del cóccix, esto debido a que el peso corporal es

trasferido desde las primeras vértebras sacras, a través de la articulación sacroilíaca, a la

cabeza del fémur en el individuo en posición de pie, y a las tuberosidades isquiáticas en

sedestación.

- Los discos intervertebrales constituyen cerca de un quinto de la longitud total de la columna

vertebral; los más gruesos corresponden a los segmentos cervical y lumbar, que son

precisamente, los de mayor movilidad. En gran medida la lordosis de los segmentos cervical y

lumbar es determinada por la forma de sus discos intervertebrales, mucho más gruesos en su

porción anterior.

CARA POSTERIOR.

- En la línea media se superponen las apófisis espinosas.

En la región cervical el extremo de la segunda apófisis espinosa es prominente y palpable bajo

la piel de la nuca, y también son prominentes los extremos de las apófisis espinosas C7 y D1.

Las apófisis espinosas de las cuatro primeras y de las cuatro últimas vértebras torácicas son

levemente oblicuas hacia distal, pero las que pertenecen a las cuatro vértebras centrales (5a, 6a.,

7a. y 8a) son casi verticales, de manera que sus extremos se encuentran y se palpan a la altura del

cuerpo de la vértebra inmediatamente inferior.

Las apófisis espinosas de las vértebras lumbares son gruesas y horizontales.

La cresta sacra disminuye de volumen en forma progresiva y desaparece por debajo de la 3a

vértebra sacra.

A cada lado de la línea media la superposición de láminas forma los canales vertebrales.

CARAS LATERALES.

- Curvaturas de la columna vertebral.

Las apófisis articulares presentan carillas articulares casi horizontales en la región cervical,

frontales en la región torácica y sagitales en la lumbar.

Las apófisis transversas prestan inserción a músculos y ligamentos. En la región torácica se

articulan con las costillas; en la región cervical, las primeras seis apófisis transversas presentan

una perforación en su base, a través de la cual pasa Ia arteria vertebral junto al plexo venoso y

nervios de origen neurovegetativo.

Las apófisis transversas cervicales y lumbares se hallan por delante de las apófisis articulares

respectivas, mientras que las trasversas torácicas están en un plano posterior con respecto a sus

apófisis articulares.

Los agujeros de conjugación aumentan de tamaño hacia distal. Ocupan un plano sagital en las

regiones torácica y lumbar, razón por la cual se visualizan muy bien en las radiografías de perfil de

esas regiones; en cambio, los agujeros de conjugación cervicales ocupan un plano oblicuo, por lo

cual no se observan en radiografías tomadas de perfil.

- Conducto vertebral. Es ocupado fundamentalmente por la médula, las raíces raquídeas y

las envolturas rneníngeas. Este conducto es cilíndrico en la región torácica y se expande

lateralmente en las regiones en las cuales la médula da nacimiento a los plexos braquial y

lumbosacro, donde toma una forma triangular.

Curvaturas de la columna vertebral y línea de gravedad.

En la vida intrauterina las caderas, la pelvis y la columna vertebral se encuentran en

extrema flexión.

En el recién nacido la columna vertebral presenta una sola curva cóncava hacia adelante

(cifosis), la que permanece como tal a lo largo del crecimiento en las regiones dorsal y

sacrococcígea; se denominan curvas primarias.

Las curvaturas cervical y lumbar, cóncavas hacia atrás (lordosis), aparecen posteriormente

y se llaman curvas secundarias o compensadoras. La lordosis cervical se produce por acción

muscular cuando el lactante comienza a sentarse, a tener la cabeza erecta y a mirar al frente, lo

cual ocurre hacia el tercer mes de vida; esa curva se acentúa, posteriormente, cuando comienza a

gatear. La lordosis lumbar se forma hacia los 18 meses de edad, que es cuando el niño adquiere la

capacidad de caminar erecto (la lordosis lumbar aparece al tiempo que las caderas se extienden,

los miembros inferiores se apoyan en línea perpendicular al suelo y la pelvis bascula hacia abajo).

En el individuo en posición de pie (erecto) la línea de gravedad parte de la articulación

occipitoatloidea, desciende por detrás de las columnas cervical y lumbar y por delante de la

columna dorsal llegando a la segunda vértebra sacra, desde donde se dirige hacia una y otra

articulación sacroilíaca Para ello ha cruzado el raquis a nivel de la septima vértebra cervical y de la

primera dorsal. Ya en los miembros inferiores la línea de carga desciende por detrás de las

caderas y por delante de las rodillas hasta llegar al plano de apoyo a través del cuello del pie.

Cuando la línea de gravedad cruza el raquis a nivel de las vértebras séptima cervical y

décima dorsal, como indicamos, la postura es fisiológica y la carga se realiza en forma equilibrada.

MODIFICACIONES EN EL EQUILIBRIO DEL SISTEMA

El sistema en armonía está formado por la columna vertebral, la pelvis y los miembros

inferiores los tres sectores constituyen una verdadera unidad funcional.

Cuando ocurre una alteración en uno de los tres sectores del sistema, capaz de alterar su

equilibrio, las condiciones estáticas cambian y entonces la gravedad comienza a actuar en forma

agresora; para evitar esa acción patógena, a la vez que se busca confort para el apoyo y la

marcha, van apareciendo progresivamente actitudes compensadoras a expensas de los sectores

móviles de la columna vertebral (báscula de la pelvis, aumento de la lordosis lumbar y cervical,

etc.)

Las basculaciones de la pelvis de origen estructural (actitud viciosa permanente a nivel de

la cadera) o funcional (cortedad congénita de los músculos isquiosurales) son causa frecuente de

las modificaciones del equilibrio del sistema columna vertebral-pelvis-miembros inferiores.

ESCOLIOSIS.

Definiciones y problemas

En la escoliosis tridimensional característica, las vértebras se inclinan en el plano frontal,

giran en el plano axial (con las apófisis espinosas hacia la concavidad) y se sitúan en

posteroflexión en el plano sagital (aplanamiento de la cifosis dorsal). Ciertas escoliosis

aparentemente bidimensionales respetan la cifosis dorsal fisiológica, coexistiendo, incluso con una

hipercifosis. Parece que sólo existe lateroflexión y rotación de las apófisis espinosas hacia la

concavidad.

Esta desviación de un segmento de la columna, suele abarcar de cinco a siete vértebras,

dibujando un arco de circunferencia. Es un defecto permanente y no puede reducirse por completo,

cualquiera que sea el método empleado. Dicha anomalía, se sitúa en un plano del espacio que

varía de una escoliosis a otra, modificándose con el paso del tiempo. Por encima y por debajo de

esta curvatura se forman las curvaturas compensadoras o secundarias.

La verticalidad del tronco queda preservada, de modo que la cabeza y sus mecanismos de

regulación del equilibrio y la postura (ojos, oídos, laberintos, etc.) conservan una disposición

espacial normal.

La curvatura compensadora es una media curva, de menor importancia que la principal,

con una rotación mínima, su magnitud depende de la curvatura original y del número de vértebras

incluidas. Cuanto más acentuada sea la primera y menor cantidad de vértebras formen la de

compensación, más exagerada será ésta, y viceversa.

El plano que ocupa viene impuesto por el de la curvatura principal, la pelvis y la cabeza; así

pues, también se sitúa en un plano del espacio inherente a cada escoliosis. En la medida en que

se acople a la curvatura principal y conserve una correcta capacidad funcional, ejercerá su papel

de compensación; si se excede, generará nuevas y nefastas cargas, perjudicando a la pelvis e

incluso a la cintura escapular. Cuando esta capacidad de acomodación se sobrepasa, se produce

una dislocación rotatoria, o varias, en el punto de unión de las curvaturas.

La progresión de la curvatura secundaria puede entonces inducir nuevos condicionantes

sobre la principal. Los factores que provocan la estructuración van acumulándose paulatinamente.

Las curvaturas patológicas alteran el reparto de las fuerzas que recorren su concavidad, y pueden

llegar a deformar el armazón cartilaginoso de las vértebras en personas muy jóvenes y, por

consiguiente, más adelante, las propias vértebras.

El núcleo es expulsado hacia la convexidad. Es entonces cuando se reúnen las

condiciones para su progresión. Estas presiones excesivas determinan una serie de modificaciones

bioquímicas e histológicas que conducen, en el adulto, a la degeneración discal y a la artrosis

articular en el lado cóncavo. Contrariamente, la ausencia de presión sobre la convexidad favorece

su menor contenido mineral óseo. Estos trastornos influyen más sobre la calidad que sobre el

movimiento global del tronco mientras la artrosis no alcance un grado mayor. Las zonas

“hipomóviles” disponen de una regulación perturbada, ya que existe un defectuoso reparto de los

diferentes tipos de fibras musculares y una escasa proporción de haces neuromusculares.

Dichas zonas se asocian a áreas “hipermóviles” que deben proteger. La escoliosis se

acompaña muchas veces de una espalda plana, poco funcional. Tal rectificación tiene

consecuencias sobre las articulaciones, cuyo movimiento se realiza bajo presión. Un dorso hundido

ha de ser corregido, debido a que constituye un obstáculo para la reducción de la escoliosis. Los

músculos y ligamentos se adaptan a la deformidad, de este modo su función sobre la postura y el

movimiento se encuentran alterados.

La propiocepción deja de ser percibida con normalidad. La caja torácica, el diafragma y el

abdomen están comprometidos en la deformidad vertebral. De ello se deriva un cierto grado de

insuficiencia respiratoria restrictiva, proporcional al ángulo de la escoliosis, y modificaciones

espaciales del contenido abdominal.

La función de protección neurológica queda respetada gracias a la escasa modificación

que sufre la morfología del conducto vertebral, excepto en algunos raros casos particulares.

El perjuicio estético es un hecho constante, más o menos difícil de aceptar por el propio paciente y

sus allegados. Este aspecto debe ser tenido en cuenta, sea cual fuere la edad del paciente.

Por último, es probable que en el determinismo de las escoliosis intervenga un factor

genético. La influencia de hormonas y neurotransmisores, las modificaciones hísticas (ligamentos,

músculos, haces neuromusculares, etc.) y el problema de regulación de la postura del equilibrio y

de la propiocepción son elementos que intervienen en la expresión de la enfermedad.

Curva estructural

En una radiografía anteroposterior se observan alteraciones en la estructura de las vértebras

que componen la curva (rotación, acuñamiento, proliferaciones marginales artrósicas) y en una

radiografía con máxima inclinación del tronco hacia la convexidad de la curva, ésta no se modifica,

pudiendo determinar que se trata de una incurvación lateral fija

Al realizar la maniobra de Adams, la curva o las curvas estructurales exageran su proyección

hacia el dorso del paciente.

Existen pocas ocasiones, donde se observan escoliosis cuyas características clínicas y

radiográficas no coinciden con éstas; suele tratarse de jóvenes con una actitud viciosa habitual que

determina una escoliosis funcional visible en las radiografías tomadas en posición de pie, pero que

desaparece con el enfermo acostado o, clinicamente, con la maniobra de Adams.

Etiología de las escoliosis estructurales.

Las escoliosis estructurales pueden tomar origen en los sectores óseo, nervioso o

muscular del raquis e incluso, pueden ser de origen desconocido. Se consideran los siguientes

tipos de escoliosis:

1. Osteógenas

2. Neurógenas

3. Miógenas.

4. ldiopáticas. Son de etiología aún desconocida. Constituyen más del 90 % de las escoliosis.

Curva funcional

Es aquella que, además de no presentar elementos estructurales (rotación, acuñamiento),

desaparece o se sobrecorrige en una radiografía anteroposterior con el paciente acostado y en

máxima inclinación hacia el lado de la convexidad de la curva. Desaparece, o se reduce al mínimo

al realizar la maniobra de Adams

Es evidente que las escoliosis funcionales pueden estar comprendidas dentro de una

clasificación que debe tenerse en cuenta, las actitudes escolióticas de diverso origen:

a) Desigualdad de los miembros interiores. La escoliosis desaparece en las radiografías con el

paciente acostado o sentado y también de pie cuando se compensa el acortamiento del miembro

correspondiente.

b) Actitudes viciosas de la cadera con basculación de la pelvis. Por ejemplo, en artrosis y en

luxaciones congénitas de la cadera.

c) Por sintomatología dolorosa. Son actitudes antálgicas a veces irreductibles mientras permanece

el dolor y la contractura muscular, (lumbalgias y lumbociáticas ocasionadas por discopatías o un

cólico renal)

d) Actitud viciosa habitual. En las radiografía de pie aparece la inclinación lateral de la columna con

leve rotación, la cual desaparece en el paciente acostado. La maniobra de Adams corrige la

escoliosis.

e) Escoliosis histérica (actitud escoliótica histérica). Se mantiene tanto en decúbito dorsal como en

posición de pie e incluso realizando la maniobra de Adams. Más frecuente en mujeres jóvenes, de

aparición súbita y puede cambiar el sentido de la curva. Desaparece cuando el paciente está

dormido y bajo anestesia general.

Según Souchard, las causas de escoliosis son extremadamennte variadas, sin embargo,

se pueden identificar algunos orígenes principales:

1. Las escoliosis de adaptación. Una rotación de la pelvis, un tortícolis, una pierna corta,

etcétera, obligarán a la columna vertebral a colocarse en una situación de compensación.

2. Las escoliosis por malformación. Tienen origen congénito. Una vértebra cuneiforme, una

artrodesis vertebral, etc. fuerzan también al raquis a adaptarse.

3. Las escoliosis neurológicas y distróficas.

4. Las escoliosis antiálgicas, a menudo llamadas, de forma justificada, falsas escoliosis Se

deben a la organización de mecanismos automáticos de defensa en los que el objetivo es

evitar el dolor. En la escoliosis antiálgica el dolor suele ser de origen lumbar o sacroilíaco.

5. Las actitudes escolióticas.

6. Las escoliosis esenciales o idiopáticas.

ESCOLIOSIS IDIOPÁTICAS

La escoliosis idiopática es una deformidad tridimensional de la columna vertebral, de causa

desconocida, que se acompaña de modificaciones globales en el tronco, las cuales repercuten

sobre las extremidades.

Una vez constituida la deformidad, evoluciona a lo largo de toda la vida, principalmente

durante el período de crecimiento y en la senectud.

Las fuerzas ejercidas sobre las concavidades anómalas condicionan la estructuración de

los defectos.

Nombre de las curvas y sus componentes.

Las escoliosis se definen por su convexidad, es decir que las curvas llevan el nombre del

sector vertebral en el cual están situadas, al que se agrega derecha o izquierda según el lado de su

convexidad. Una escoliosis dorsal derecha (torácica derecha) lumbar izquierda presenta, por lo

tanto, una convexidad dorsal en la derecha, lumbar en la izquierda.

Curva primaria o principal. Es la de aparición más temprana, generalmente la más

estructurada, es decir, la que presenta vertebras más rotadas y acuñadas.

Curva secundaria o compensatoria. Se forma por encima o por debajo de la curva primaria

en el intento de mantener el equilibrio corporal. Posteriormente puede estructurarse.

Ápex. Es el punto de la curva más alejado de la línea media, por lo tanto más distante del

eje, situado en la vértebra apical o "vértice", al mismo tiempo, es la vértebra gira en sí

misma y presenta la máxima rotación además de ser la más acuñada de la curva a la cual

pertenece. Su topografía determina la localización anatomorradiológica de la enfermedad.

Vértebras límites. Así se denomina a las vertebras no rotadas ni acuñadas situadas

inmediatamente en los extremos superior e inferior de una curva.

Vértebra neutra. Es una vértebra no rotada ni acuñada; por lo general es la vecina

inmediata a las vértebras límites.

En reflexiones de Souchard:

“Quien se asoma con atención a la complejidad músculo-articular de la columna vertebral

no debe ir muy lejos a buscar las causas de la escoliosis idiopática. Es más bien la buena situación

axial del raquis lo que parece algo milagroso. Nuestra columna vertebral, cuenta con músculos y

articulaciones que deben, a la vez, mantenerla y moverla. La paradoja es todavía más patente para

los músculos de la estática, que deben asegurar la dinámica por su contracción y estabilizarla por

su actividad tónica y su resistencia fibroelástica.

Nuestro centro de gravedad está situado muy alto, la disposición visceral es asimétrica,

estamos lateralizados y en oscilación permanente, aunque sólo sea por la actividad respiratoria.

Basta observar el punto de caída de la línea de gravedad y sus oscilaciones para convencerse de

que es imposible encontrar una columna vertebral perfecta.

Si el equilibrio está asegurado a partir del momento en que la línea de la gravedad cae en

medio del polígono de sustentación, entonces se trata de una suma de desequilibrios. Aquí surge

otra paradoja, igual que el equilibrista que se mantiene en el cable gracias a un balanceo, la

separación sobre el eje de las masas corporales de valor igual y de sentido contrario en todos los

planos del espacio contribuye a la estabilización general de la línea de gravedad en medio del

polígono de sustentación, bien de los pies en posición de pie o de la pelvis cuando estamos

sentados.

Cuantas menos masas proyectadas haya, más necesarios son los ajustes posturales.

Existe una inadecuación entre perfección morfológica y confort.”

«La fisiología de la erección raquídea se basa en factores de desviación sagitales frontales y

horizontales del raquis» (R. Sohier, P. Heureux).

Edad de aparición de las escoliosis idiopáticas.

Se acepta que cuanto más precozmente se inicia una escoliosis idiopática, mayores

posibilidades tiene de llegar a grados serios de deformidad.

De acuerdo con la edad en que aparece se han establecido los siguientes grupos:

1. Escoliosis idiopática infantil. Comienza entre los 6 meses y los 3 años de edad. El niño

afectado es casi siempre un varón; la curva principal es torácica y de convexidad izquierda. Se

considera una forma no evolutiva que desaparece espontáneamente y una forma evolutiva que

progresa en forma constante hacia deformidades graves y requiere tratamiento quirúrgico precoz.

Lo cierto es que en la verdadera escoliosis idiopática infantil la curva torácica con rotación de los

cuerpos vertebrales es notable desde el punto de vista clínico y radiológico.

Una curva vertebral sin rotación generalmente es postural y desaparece con el crecimiento. Las

radiografías permiten descartar, asimismo, escoliosis congénitas ocasionadas por malformaciones.

2. Escoliosis idiopática juvenil. Aparece entre los 4 y 10 años de edad.

3. Escoliosis idiopáticas de la adolescencia. Se inician después de los 10 años. Son las

más frecuentes.

Localización de las curvas y pronóstico evolutivo.

Dependiendo de qué literatura se trate, las escoliosis se clasifican de distinta forma, pero

dado el carácter individual de cada forma escoliótica, estas diferencias son puramente académicas.

Es posible clasificar las escoliosis de la forma siguiente, en función del número de curvas y

de su localización:

- Cervicotorácica

- Torácica

- Toracolumbar

- Lumbar

- Escoliosis de varias curvas: la curva más irreducible y la más importante a la vez en lateroflexión

y en rotación se llama mayor y se denomina curva primitiva.

Además de la variedad de opiniones, se debe señalar que la mayoría de los autores coinciden

en el riesgo en el momento del pico de crecimiento puberal. Souchard, establece una clasificación

del riesgo evolutivo, escalonada en un orden de gravedad descendente:

Edad del paciente.

Importancia de la angulación.

Pico de crecimiento puberal

Test de Risser.

Laxitud ligamentaria.

Rotación.

Escoliosis desequilibradas

Desequilibrios en un nivel inferior.

Problemas añadidos.

Según Souchard, cualquiera sea la causa de la escoliosis, su carácter compensatorio

escalonado se debe siempre a una retracción asimétrica de los músculos de la estática. En la

escoliosis, son las funciones de erección y de equilibrio de tensiones reciprocas las que están

particularmente afectadas a nivel vertebral. La fisiopatología de los músculos de la estática es la

hipertonía, la rigidez y el acortamiento, por lo tanto, toda deformación macroscópica está ligada a la

retracción de los músculos tónicos.

CADENAS MUSCULARES. DEFINICIONES Y CONCEPTOS.

"Una cadena muscular es la expresión de una coordinación motriz organizada para cumplir

con un objetivo". En el caso de las cadenas musculares tónicas el objetivo es la génesis, control y

regulación de la postura, siendo punto de partida de toda función motriz.

El concepto de cadena muscular es funcional, no anatómico, aún cuando para graficarlas

se describan los músculos con sus nombres individuales.

Existen en el hombre ocho cadenas musculares con predominio de función tónica,

compuesta cada una de ellas por varios músculos con múltiples planos de acción. Las cadenas se

combinan entre sí para satisfacer el control postural, y es gracias a la correlación existente entre

sus diferentes eslabones que la musculatura puede cumplir tareas tan complejas como, por

ejemplo, permanecer de pie.

Las cadenas musculares representan las estructuras dinámicas que ponen en marcha la

organización cinética del cuerpo; son circuitos en continuidad de dirección y de planos a través de

los cuales se propagan las fuerzas organizadoras. Lo interesante es descubrir cómo el conjunto de

músculos, más allá de su función analítica, pueden colaborar en un proyecto global con el fin de

asegurar la estática, el equilibrio y los movimientos.

La fisioterapeuta francesa Mézieres fue la primera en utilizar el concepto de cadena y

determinar una cadena posterior, pero sólo incluía músculos extensores. Posteriormente, el belga

Struyff, usando como soporte de análisis los meridianos de medicina, propuso varias cadenas

interesantes, ampliando el papel de las cadenas, lleva a un análisis riguroso de ellas, pero hay

ciertas incoherencias anatómicas y funcionales. En 1975, el funcionamiento en cadenas

musculares resultaba evidente pero aún faltaba describirlas con rigor.

Las fisioterapeutas belgas Pirer y Bezier, hablan de un sistema rectilíneo y un sistema

cruzado, esta propuesta llevó a Léopold Busquet, a verificar que la organización muscular se

realizaba de forma natural en líneas rectas y oblicuas. Siendo esto un verdadero descubrimiento,

pudo ver que los músculos encajan en circuitos en perfecta continuidad de dirección y plano. Los

detalles, las originalidades de la anatomía encuentran una justificación simple en la unión de un

músculo a otro. Algunos músculos revelan su verdadero papel; por ejemplo, el triangular del

esternón en su función analítica es un músculo totalmente accesorio que la evolución genética

debería hacer desaparecer, sin embargo en la organización en cadena es un componente

indispensable.

Para la comprensión íntima del ser humano, es necesario tener en primer lugar una buena

comprensión de la organización fisiológica del cuerpo, para seguir mejor la instalación inteligente

de los esquemas adaptativos, de los esquemas de compensación y por lo tanto de la patología.

El hombre en bipedestación tiene un compromiso entre la verticalidad y la necesidad de

ocultar sus problemas de todo tipo. Se tendrá que adaptar a la gravedad, asegurar su equilibrio,

programar su gesto, para tomar, para dar, para crear. Las cadenas musculares asegurarán estas

funciones. La organización general del cuerpo responde a una necesidad de relación en la vida. El

cuerpo está preparado para observar, percibir, reaccionar, dar.

Las cadenas son circuitos anatómicos por donde circulan las fuerzas organizadoras del

cuerpo, por lo tanto, se imponen tres principios: es necesaria una continuidad sin interrupción en

toda la cadena; es necesaria la continuidad de las cadenas de la cabeza a los pies; y es necesario

que las cadenas musculares puedan generar toda la coreografía de movimientos, prioridad

fundamental de esta organización.

A partir de los tres movimientos de base (flexión, extensión y torción) se puede realizar toda la

coreografía de movimientos ya que las cadenas generan todas las variantes de movimientos.

La cadena de flexión hace la flexión (la cifosis),

la cadena de extensión hace la extensión (la lordosis)

y las cadenas cruzadas hacen la torsión anterior y posterior.

Existen programaciones aberrantes o patológicas de las cadenas: escoliosis, deformaciones

torácicas, actitudes antiálgicas, desviaciones de rodillas, subluxaciones de rótulas, bóvedas

plantares modificadas, etc. En las que todavía se busca la lógica de estas deformaciones.

Cuando un paciente tiene una estática muy perturbada, en realidad ha adoptado la estática

más inteligente, la más ingeniosa para asumir sus problemas internos. De ahí que se trate la

cadena visceral que gobierna al resto de las cadenas cuando es el asiento de las tensiones.

LAS UNIDADES FUNCIONALES.

El cuerpo se compone de diversas unidades funcionales:

- cefálica: cabeza y cuello,

- tronco: tórax y abdomen,

- miembros: inferiores, superiores, mandíbula.

La palabra unidad funcional resume la independencia de estas diferentes unidades, que tienen

un poder de autogestión para solucionar problemas regionales, pero que están en relación y

cooperación, al nivel de una organización general.

A nivel de cada unidad funcional se encuentra el mismo sistema de organización basado en un

sistema miotensivo recto y otro cruzado (Piret-Béziers). Es importante destacar la analogía de las

estructuras óseas en cada una de estas unidades.

El cuerpo comprende tres esferas: la cabeza, el tórax y la pelvis. Estas tres cajas: craneana,

torácica y pelviana, presentan analogías y particularidades respecto a sus funciones:

Las tres están hechas para proteger: el cerebro, los pulmones, el corazón, el hígado, los

riñones y los órganos genitales.

Las tres tienen un diafragma: diafragma craneano, diafragma torácico y diafragma

pelviano. Las tres están influidas por ritmo de su diafragma.

Presentan un detalle anatómico que es muy importante, pues permite la sincronización

pero también la independencia relativa del ritmo de estas tres esferas con las

contracciones musculares del cuerpo en la necesidad de moverse y hacer esfuerzos. Estos

detalles anatómicos se llaman: apéndice xifoideo del esternón, coxis para el sacro y hueso

wormiano en la punta del occipital en el punto lambda.

Busquet plantea una cierta similitud entre:

- sínfisis esfeno-basilar, el agujero occipital, que forma un orificio al nivel del cráneo;

- el manubrio del esternón, las primeras costillas y D1, formando un orificio torácico;

- la base del sacro, las líneas innominadas que forman un orificio pelviano.

Las esferas craneana, torácica y pelviana forman las cifosis de la columna vertebral, unidas

entre sí por la lordosis cervical y lumbar. Teniendo las cifosis una finalidad de protección, se

adaptarán al movimiento pero éste se expresará sobre todo a nivel de las lordosis cervicales y

lumbares a través de las cadenas rectas y de las cadenas cruzadas.

ANATOMÍA FISIOLÓGICA DE LAS CADENAS MUSCULARES

Philippe Souchard diferencia ocho cadenas musculares. Dos cadenas a las que denomina

cadenas maestras, una posterior y una anterior, y a su vez define cadenas musculares

secundarias: cadena anterointerna del hombro, superior del hombro, cadena lateral de la cadera,

anterointerna de la cadera, cadena anterior del brazo y cadena inspiratoria

Para Leopold Busquet, el cuerpo se organiza en:

- Cadena estática posterior del tronco.

- Cadenas rectas de flexión de tronco: derecha e izquierda.

- Cadenas rectas de extensión de tronco: derecha e izquierda.

- Cadenas cruzadas anteriores de tronco: derecha e izquierda.

- Cadenas cruzadas posteriores de tronco: derecha e izquierda.

Con su lógica continuidad:

- Cadenas rectas y cruzadas en la región cervical.

- Cadena estática, cadena de flexión, cadena de extensión, cadena de apertura y cadena de

cierre del miembro superior.

- Cadena estática lateral, cadena de flexión, cadena de extensión, cadena de apertura y

cadena de cierre del miembro inferior.

Lo interesante de estos planteamientos y conceptualizaciones de los diferentes autores, es la

convergencia en el sentido fisiológico y funcional que se le da al concepto de “cadena muscular”.

Ambos coinciden en una organización muscular precisa cuyo fin es la estática y la coordinación

motriz.

CADENAS RECTAS DEL TRONCO.

La flexión y la extensión del tronco dependen de las cadenas rectas. Se efectúan en relación a

dos ejes miotensivos importantes, uno anterior y otro posterior. Las cadenas de flexión- extensión

pueden dividirse en izquierda y derecha.

Composición de la cadena de flexión:

- Intercostales medios

- Grandes rectos del abdomen

- Músculos del perineo.

- Enlace con la cintura escapular: triangular del esternón, pectoral menor y trapecio inferior.

- Enlace con el miembro superior: pectoral mayor y redondo mayor- romboide.

Esta cadena anterior forma un potente pilar vertical respecto al eje raquídeo que forma el eje

posterior.

Composición de la cadena de extensión:

Plano profundo:

- Transverso espinoso.

- Elevador de las costillas

- Epiespinoso

- Dorsal largo

- Sacro- lumbar

- Cuadrado lumbar

Plano medio:

- Serrato dorsal craneal y caudal

- Trapecio inferior

- Enlace con la cintura escapular: trapecio inferior.

- Enlace con el miembro superior: redondo mayor.

Funciones de las cadenas rectas:

El enrollamiento o flexión y el enderezamiento o extensión del tronco.

CADENA ESTATICA POSTERIOR.

Composición:

- Hoz del cerebelo

- Ligamento cervical posterior

- Aponeurosis dorsal

- Aponeurosis del trapecio

- Aponeurosis del cuadrado lumbar

- Aponeurosis lumbar.

Según Leopold Busquet, esta cadena forma parte del Sistema

Antigravitacional, el cual muestra el imperio de la organización del cuerpo

respetando siempre las leyes de equilibrio, economía y confort.

El equilibrio del cuerpo está basado en un desequilibrio, porque:

La línea de gravedad cae delante de los maléolos.

El peso de la cabeza esta colgando hacia adelante en relación a la línea de gravedad.

El resultado de este desequilibrio tensa las fascias posteriores: ligamento cervical

posterior, aponeurosis dorsal y aponeurosis lumbar. Elementos que forman la cadena

estática posterior, que tiene la particularidad de no ser muscular.

La cadena estática posterior tiene las cualidades de economía y sobre todo de

propioceptividad para gestionar el reequilibrio por las informaciones que envía a los

paravertebrales.

Debido al desequilibrio anterior, es normal que los factores estáticos estén localizados

hacia atrás.

La estática depende de cuatro factores, el esqueleto, las fascias, la presión intra- torácica y la

presión intra- abdominal. Estos dos últimos factores dan una respuesta al desequilibrio anterior por

un apoyo anterior hidroneumático (estabilidad).

CADENAS CRUZADAS

Pueden diferenciarse cuatro cadenas cruzadas en la organización corporal, dos anteriores

(izquierda y derecha) y dos posteriores (izquierda y derecha).

Cadenas cruzadas anteriores:

Izquierda: va desde la hemipelvis izquierda al tórax derecho.

Derecha: ve desde la hemipelvis derecha al tórax izquierdo.

Composición: (cadena cruzada anterior izquierda)

- Oblicuo menor izquierdo

- Intercostales internos izquierdos

- Oblicuo mayor derecho

- Intercostales externos derechos

- Serrato mayor derecho

- Romboide derecho

- Pectoral mayor derecho

- Redondo mayor derecho

Cadenas cruzadas posteriores:

Izquierda: va desde la hemipelvis izquierda al tórax derecho.

Derecha: va desde la hemipelvis derecha al tórax izquierdo.

Composición: (cadena cruzada posterior izquierda)

- Fibras ilio- lumbares del cuadrado lumbar izquierdo

- Porción ilio- lumbar de la masa común izquierda.

- Intercostales izquierdos correspondientes.

- Fibras costo- lumbares de cuadrado lumbar derecho

- Serrato dorsal caudal derecho

- Intercostales derechos correspondientes.

A nivel del tronco, las cadenas cruzadas engendran movimientos de torsión, un hombro se

acercará hacia la cadera opuesta. La cadena anterior organiza una torsión anterior y la posterior

hace lo propio.

Estas cadenas están construidas a partir de dos planos musculares que unen la mitad

izquierda del tronco con la mitad derecha, cuyas fibras oblicuas tendrán dos límites, el hombro y la

cadera contraria.

El eje del movimiento es oblicuo y va desde la cabeza humeral a la cabeza femoral opuesta

pasando por el ombligo.

La torsión se organiza en el vértice de la columna lumbar a nivel y alrededor de L3.

Las cadenas de enrollamiento y de enderezamiento, organizan el cuerpo en un plano sagital.

Mientras las cadenas cruzadas aseguran el movimiento de torsión respondiendo al movimiento en

las tres dimensiones, las cadenas rectas están orientadas a la estática.

Los dos sistemas no son antagónicos, sino complementarios: el sistema cruzado necesita la

estabilidad del recto y éste puede necesitar al cruzado para consolidar su estática si se ve

amenazada.

ESQUEMAS DE COMPENSACIONES.

El cuerpo humano es un mecanismo tan sofisticado y fiable que sólo puede concebirse a

partir de principios mecánicos simples e ingeniosos, el sujeto utiliza su cuerpo en esquemas

fisiopatológicos cuya finalidad, incluso en el caso de los más deformados, es siempre lógica y

simple. A su vez debe asumir varias funciones: permitir al sujeto mantenerse en pie, en equilibrio,

desplazarse y, por último, expresarse a través del gesto, la palabra o el pensamiento.

Para responder a esta finalidad de movimiento, de intercambio con el mundo que le rodea,

el cuerpo debe asegurarse una fuente de energía y gestionar su reserva con prudencia. Este

principio de economía se aplica al sistema locomotor, pero también a otras funciones internas

encargadas de asegurar su autonomía.

Son tres las leyes que rigen esta organización, su conocimiento permitirá descodificar el

lenguaje del cuerpo y darle significado por medio de sus propios esquemas de compensación.

1. La primera ley es la de equilibrio.

Equilibrio físico, equilibrio biológico (homeostasis), pero también equilibrio mental.

El equilibrio perfecto, inmóvil, no existe. Éste es siempre relativo y sólo puede ser activo, dinámico

y rítmico.

2. La segunda ley es la de economía.

El conjunto de la fisiología humana traduce el ingenio de los sistemas adoptados para respetar

dicha ley.

Las funciones de base -respiratoria, circulatoria, digestiva, estática y. locomotora- deben consumir

poca energía.

Es necesario que el sujeto preserve su capital vital a fin de expresarse y vivir a través de los

intercambios con el entorno, caso contrario, se cansa, se agota, y pierde las ganas de moverse o

comunicarse. Se repliega sobre sí mismo.

3. La tercera ley es la de comodidad.

El hombre no tolera vivir con informaciones esencialmente nociceptivas. Este rechazo a sufrir

puede llegar hasta la escotomización.

Para vivir con comodidad, el sujeto inventará esquemas de compensación que pondrán de

manifiesto las relaciones "continente-contenido" existentes entre el continente físico y el contenido

visceral, entre el continente físico y el contenido psicológico.

A la menor alteración funcional en el plano físico, visceral o psicológico, un esquema de

compensación provocará una modificación estructural por somatización del problema, tanto en el

cuerpo como en el rostro.

El conjunto de las funciones humanas está genéticamente programado y por medio de las

tres leyes el cuerpo tiene un lenguaje informatizable. Cuando se plantea un problema, la solución

que éste adopta es la respuesta específica dada por el programa informático que es la fisiología y

la anatomía.

En el esquema fisiológico, el equilibrio, con toda su dimensión parietal, visceral,

hemodinámica, hormonal, neurológica (homeostasis) es prioritaria y las soluciones adoptadas son

económicas. Como que el esquema de funcionamiento es fisiológico, es naturalmente confortable.

En el esquema adaptativo (curvado), la organización del cuerpo tratará de conservar el

equilibrio, pero concediendo prioridad al no dolor.

El hombre está dispuesto a todo para no sufrir. Hará trampas, se curvará, disminuirá su

movilidad en la medida en que sus adaptaciones defensivas, menos económicas, le harán

recuperar el confort. Esto se paga con un gasto superior de energía, que se traduce en un estado

de fatiga más importante. Si el juego de compensación muscular no es suficiente para disimular, el

paciente no podrá mantener su verticalidad e ingresará en la cama.

La complejidad aparente de ciertos esquemas se debe a la diversidad de los problemas o a

su adición, donde el cuerpo superpone varios esquemas de base que se combinan entre sí.

Los esquemas de compensación son siempre la respuesta más ingeniosa e inteligente que

el cuerpo puede dar. Para tratar y liberar al hombre de sus problemas, hay que comprender la

lógica de su funcionamiento. De este modo, podrá desarrollarse en armonía con su entorno.

MUSCULOS DINAMICOS Y TONICOS

Con el fin de explicar el concepto de músculos dinámicos y tónicos, Souchard cuenta la

historia desde que el hombre logra vencer la gravedad para conquistar su posición bípeda, y lo

hace con una analogía comparativa con un niño que acaba de nacer.

“Érase una vez un niño que acababa de nacer y que no puede mantenerse de pie; más tarde, su

gran éxito consistiría en levantarse y mantenerse derecho venciendo la fuerza de la gravedad.

Como futuro bípedo, inicia su hazaña, ya que el equilibrio sobre dos puntos de apoyo es mucho

más delicado que sobre cuatro. Para conseguir realizar semejante proeza, desarrollará poco a

poco unos músculos capaces de vencer la gravedad denominados músculos de la estática (o

músculos tónicos). Vacilante primero y después con una mayor seguridad, conseguirá, en un

principio, enderezar la cabeza, seguidamente la espalda, para finalmente erguirse orgulloso sobre

sus dos piernas.

Si mantenerse en pie es fundamental, a continuación se hace necesario moverse, ya sea para

conseguir el propio alimento como para huir o comunicarse. En este momento, el bebé pondrá en

peligro su precioso equilibrio estático.

Caminar implica mantenerse de pie apoyando un solo pie, pero coger alguna cosa moviéndose al

mismo tiempo supone la independencia entre brazos y piernas. En los primeros años de vida, el

pequeño va a afinar la coordinación de todos estos movimientos.

EI movimiento es no sólo natural sino también y ante todo, indispensable. Instintivamente,

buscamos conseguir el control sobre nuestro cuerpo. Cuando nos encontramos en los años en que

las fuerzas disminuyen, el deseo de conservar todo aquello que está desapareciendo es lo que nos

empuja hacía aquellos estados de los que, en muchos casos, se habría estado siempre alejado.”

Los músculos de la estática mantienen al hombre erguido contra la gravedad, para

desempeñar su papel, posee todos los atributos necesarios. Su estructura es fibrosa reforzando su

resistencia y posee un tono elevado, lo que significa que algunas de sus fibras se encuentran en

estado de contracción permanente.

Mantener la postura erecta es tan esencial que los músculos tónicos del cuerpo

representan las dos terceras partes de la musculatura y además, jamás cesan su actividad incluso

en estado de reposo. Este es un extraordinario sistema autorregulado que garantiza totalmente la

estabilidad del cuerpo.

La inmovilidad es siempre relativa, en realidad, el cuerpo se encuentra en una oscilación

permanente, haciéndose necesario un ajuste postural continuo a fin de recuperar el equilibrio y

mantener el centro de gravedad alineado, algo que sólo es posible conseguir mediante los

músculos de la estática que podrían definirse como los frenos vivos del movimiento.

El desplazamiento es posible gracias a la contracción de los músculos dinámicos y también

de los estáticos, caminar, correr y saltar es posible gracias a la contracción de un sistema muscular

cuya función principal es asegurar la inmovilidad, pero comparados con los músculos dinámicos,

esta contracción será siempre de menor amplitud.

La musculatura estática, con la ayuda de los ligamentos, priorizará de forma instintiva su

función más esencial: frenar el movimiento. Los músculos de la dinámica no conocen este tipo de

funcionamiento: cuando su contracción ha finalizado y debido a que no son indispensables para la

posición erguida, regresan a su posición de relajación natural

Los músculos presentan una diferencia fundamental respecto a su comportamiento: a

diferencia de los dinámicos, los músculos de la estática si se encuentran en estado de actividad

como en contracción, jamás descansan. Esta condición caracteriza toda la patología muscular: los

dinámicos perezosos, pueden relajarse en exceso por una falta de actividad deportiva, como ocurre

frecuentemente con los abdominales, mientras que los tónicos (espinales, isquiofemorales,

pantorrillas, etc.) músculos sobrecargados debido a que se encuentran permanentemente activos y

en guardia, evolucionan siempre hacia la hipertonicidad, la rigidez y la pérdida de longitud.

La manera en que el hombre se mantiene erguido, sea buena o mala, depende de las

relaciones que mantienen entre ellos los músculos de la estática. Los más tónicos son los que más

se tensan.

La disminución de su fuerza no es la única consecuencia de la perdida de longitud de los

músculos estáticos sino que, con ello, la respiración también se ve afectada. La caja torácica

necesita estar suspendida, y en su posición participan los músculos de la inspiración, estáticos,

que tiran hacia arriba y los abdominales, dinámicos, que tiran el tórax hacia abajo. Al acortarse, los

inspiradores aumentan el diámetro del tórax en estado de reposo y los abdominales no pueden

oponerse aunque se encuentren en excelente estado, situación que parece satisfactoria. Sin

embargo, la respiración se basa en el concepto de intercambio, el tórax tiene que vaciarse para

poderse llenar de nuevo; pero si los inspiradores tan demasiado rígidos, la caja no podrá recuperar

su posición normal. Por hipertonía de los inspiradores, la espiración se hace insuficiente, la

frecuencia de los movimientos aumenta con el fin de paliar el déficit. Es decir, la rigidez de los

inspiradores limita la ventilación pulmonar. Los músculos de la dinámica realmente no pueden

oponerse a los estáticos y el desarrollo inconsiderado de éstos se traduce en un acortamiento que

estira hacia ellos los segmentos óseos, afectando a la morfología y la fisiología corporal.

La gravedad es una fuerza vertical dirigida hacia abajo, por lo que para mantener erguido

el cuerpo se debe oponer una fuerza igual y en sentido contrario.

La solución adoptada implica, a una serie de músculos internos estáticos casi verticales

que funcionan a partir de puntos fijos inferiores: los pies estando de pie y la pelvis en sedestacion,

lo que es posible gracias a un sistema de palancas de apoyo interno. Es decir que los músculos de

la espalda son los que permiten la posición erguida, al mismo tiempo que las articulaciones sirven

de punto de apoyo.

La rigidez de los músculos estáticos presionan las articulaciones, los discos

intervertebrales reciben la acción combinada del peso del cuerpo y de los músculos destinados a

combatir su aplastamiento, lo que significa, que cada vez que se hacen hipertónicos, los músculos

que permiten la erección a la vez, comprimen. Los grupos musculares pasan como un puente por

encima de las articulaciones, de manera que aquel que haya perdido demasiada longitud

comprimirá anormalmente la articulación sobre la que se extiende acortando la distancia hacia la

patología.

Ningún músculo se opone rigurosamente a otro, ni anatómica ni fisiológicamente, ninguno

se presenta exactamente como contrario de otro, si ello fuera cierto, cualquier movimiento

coordinado sería imposible. Un estático puede volverse rígido e hipertónico sin que ello presione

completamente el dinámico opuesto, sin embargo, un musculo que ha perdido longitud frena el

movimiento y puede limitar la amplitud impidiendo así a su contrario manifestarse correctamente. El

estado de los músculos estáticos condiciona en gran medida el de los dinámicos.

Protección sin alteración: Ley de no dolor:

Todo dolor conlleva deformaciones a distancia. En un traumatismo de tobillo, por ejemplo,

para evitar el dolor, el cuerpo compensa inmediatamente la tensión producida por la rotura.

El hombre se tuerce de todas las maneras posibles e imaginables implicando a músculos

que muchas veces se encuentran situados muy lejos del problema original. Obligatoriamente, todo

el conjunto muscular se retrae para evitar el dolor y si la curación se retrasa, la rigidez perdurará y

la torsión de la pelvis y la elevación del hombro se fijarán permaneciendo incluso después de la

cicatrización.

Toda agresión, sea cual sea, toda postura anormal, todo mal gesto repetitivo conlleva,

inexorablemente, rigidez y deformación.

El inconsciente regula las funciones más vitales: respiración, circulación, digestión, etc, y

puede dominar el resto de consideraciones conscientes. Los mecanismos automáticos de defensa,

intentarán evitar dolores y molestias de todo tipo, salvaguardando, al mismo tiempo, las funciones

fundamentales. El sistema automático responderá a las agresiones de manera modulada, en

función del nivel de capacidad de cada uno de sus componentes, desde las neuronas hasta los

centros nerviosos automáticos superiores y todo ello buscando siempre, preservar lo esencial.

Las pequeñas agresiones pueden ser regularizadas automáticamente sin alertar al

consiente. Si bien estas defensas son eficaces, no poseen los medios para apreciar el impacto que

puede ocasionar a largo plazo la repetición de tales incidentes, pudiendo desarrollarse patologías

sin siquiera advertirlo.

La víctima ha sido consciente, provisionalmente, de una agresión pero no es capaz de

calcular las consecuencias, ni siquiera de saber si la lesión, pasado el tiempo, se ha recuperado

totalmente.

Las defensas se encuentran en perpetuo estado de movilización y las compensaciones

deformantes y perturbadoras de los movimientos naturales se fijan. La columna vertebral, no

satisfecha con ser víctima de sus propios músculos y de su complejo funcionamiento es además el

instrumento privilegiado de los mecanismos de defensa. Con sus veinticuatro huesos móviles y sus

enormes posibilidades de torsión en todos los sentidos, este eje serpentino permite tanto

compensar de manera duradera un desequilibrio de la pelvis como adaptarse instantáneamente a

un gesto que se realiza erróneamente.

Las formas y las funciones dependen en gran medida de la morfología, las formas que

observamos dependen de la estructura que las modele. El estado de los cimientos condiciona

también el rendimiento de los órganos. Las deformaciones demasiado importantes pueden alterar

la circulación, la digestión, la eliminación, etc.

Consecuencias de las retracciones.

La anatomía de las cadenas musculares no es antojadiza: la función de cada una de ellas

está perfectamente definida y cualquier modificación anormal de alguna provocará la alteración de

su función.

Los músculos tónicos que permiten la posición erecta y coordinan la función estática gracias a su

acción conjunta, asociados a diferentes grupos dinámicos aseguran los movimientos, de lo cual

resulta lo que se denomina coordinación motriz.

Como se dijo, para la función estática intervienen dos grandes sistemas musculares: la gran

cadena de extensión posterior y la gran cadena anterior.

La gran cadena de extensión posterior nos erige contra la gravedad a partir de unos puntos

fijos inferiores gracias a las palancas y a los músculos que la componen. (tríceps,

isquiotibiales, musculos profundos de los glúteos y espinales)

En caso de retracción, el aspecto general parece tónico ya que la reducción de la longitud de los

espinales da origen a una espalda plana además de proyectar el tórax hacia adelante. La

hipertonicidad de ésta cadena puede conllevar una nuca o una región lumbar en posición

demasiado curvada, una pelvis demasiado vertical, rodillas separadas y pies huecos a causa de la

retracción de los músculos posteriores del muslo y la pierna.

En una persona víctima de una crisis de epilepsia se puede comprender mejor este estado de

cosas puesto que durante estas crisis la cadena posterior presenta un estado de retracción

máxima.

Es importante recordar que una retracción realiza de manera constante lo que una contracción

produce provisionalmente.

Las morfologías de este tipo se verán afectadas especialmente por distenciones o desgarros de los

músculos de la pantorrilla y de la parte posterior del muslo, esguinces de tobillo y dolores lumbares,

dorsales o cervicales.

La gran cadena de flexión anterior asegura, ante todo, la suspensión tomando como apoyo

unos puntos fijos superiores. Los músculos que la componen son: escalenos e

intercostales que mantienen el tórax, y el importante sistema fibroso profundo sostiene, a la

vez, el diafragma y la masa visceral. Esta cadena estática anterior se continúa en el psoas,

los aductores y los músculos anteriores de la pierna.

Este gran sistema de suspensión es fundamental en la respiración por su función sobre el tórax y el

diafragma, de ahí los perjudiciales efectos que resultan de su retracción. La pérdida de longitud de

los músculos de ésta cadena provoca, además, que la cabeza se incline hacia adelante, que se

curve la espalda y que se junten los hombros. La retracción de los adductores tira las rodillas hacia

adentro, gira los músculos anteriores de la pierna en rotación interna y los pies parecen planos.

El mejor ejemplo de retracción máxima de esta gran cadena anterior nos la ofrece la posición del

feto en el vientre de la madre.

Aquellos que presenten este tipo de morfología serán especialmente frágiles a nivel de las rodillas,

los aductores, los hombros y las articulaciones vertebrales a todos los niveles.

La retracción de la cadena inspiratoria eleva el tórax, le impide descender libremente-y

limita la amplitud de los movimientos del diafragma.

Una espalda demasiado plana bloquea especialmente la parte alta del tórax; por el contrario si es

demasiado redonda la limitación de la ventilación se incrementa en la parte inferior.

Anexadas a éstas, se encuentran otras que Souchard las califica de secundarias, relacionadas con

los miembros superiores e inferiores.

Los gestos de extensión, abducción y rotación externa que permiten elevar los brazos hacia las

orejas son debidos principalmente a los músculos dinámicos. Traer un objeto hacia sí gracias a un

movimiento de flexión, aducción y rotación interna concierne a los músculos estáticos.

La retracción de la cadena anterointerna del hombro impide la elevación y la separación

libre de los brazos.

La hipertonicidad de la cadena superior eleva exageradamente los hombros.

La perdida de longitud de la cadena anterior del brazo flexiona el codo y los dedos

limitando todos los movimientos de extensión.

La cadena anterointerna de la cadera curva la región lumbar, inclina la pelvis hacia

adelante y limita la separación de los muslos.

La rigidez de la cadena lateral de la cadera afecta especialmente la correcta posición de

las rodillas.

Las características de cada morfología, el historial personal de cada persona, las lesiones o los

mecanismos de defensa que intentan ocultarlas hacen que cada comportamiento sea individual.

ROL DE LAS FASCIAS.

La buena coordinación de la organización general pasará por las fascias.

De origen mesodérmico, todas las estructuras conjuntivas (aponeurosis, vainas, tendones,

ligamentos, cápsulas, periostio, pleura, peritoneo) forman parte, en el plano funcional, de una única

fascia. Esta forma el envoltorio superficial del cuerpo y, por sus ramificaciones, penetra en la

profundidad de las estructuras hasta el envoltorio de la célula.

Fijada por el cuadro óseo, ésta no aceptará que la tensen. Toda demanda de longitud en

un sentido necesitará un préstamo del conjunto de la tela fascial. Es preciso que la resultante de

las tensiones que se aplica sobre ella esté en una constante fisiológica. Si este crédito de longitud

no se puede conceder, se produce una tensión dolorosa, desencadenando por vías reflejas

tensiones musculares (no dolor).

Las fascias ligan las vísceras al cuadro musculo-esquelético. De aquí se puede percibir la

importancia de la buena relación articular, estática y movilidad de este cuadro.

Las funciones están catalizadas por el movimiento de las estructuras periféricas, si la

movilidad del cuadro musculo-esquelético se altera, tendremos una reducción de la velocidad de

una o varias funciones viscerales.

En contrapartida, la disfunción de un órgano, con fenómenos de congestión o esclerosis,

modificará, por su pesadez o su retracción, su sistema de suspensión fascial. La víscera puede ser

una de las causas de la desviación de las estructuras con pérdida de movilidad.