Xavi Castillo s’ho pd paga ell - Levante-EMV...2011/06/10  · gatas las bautizaría con hermosos...

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pd posdata EL MERCANTIL VALENCIANO VIERNES, 3 DE JUNIO DE 2011 CRIATURA TEATRAL Xavi Castillo s’ho paga ell Arriba a les llibreries la primera criatura de Pot de Plom Books, un monogràfic sobre Xavi Castillo que repassa la història còmica i convulsa de la companyia teatral. 3 Homenaje Aprender a vivir sin Carmelina es la asignatura más difícil que arrastramos quienes la quisimos y nos esforzamos en comprender y apreciar su enorme sensi- bilidad y complejidad. Sin embargo, elu- diré tomar su nombre para encauzar mis sentimientos, aunque —inevitablemen- te— éstos afloran y se derraman sin que medie pronóstico. Si ella pudiera escu- charme, no me atrevería a confesarle este sentimiento de pesadumbre. Tan sólo le diría que de nuevo sus plantas —los ge- ranios, las murcianas y un sinfín de co- rredoras— han vuelto a florecer. Y que todo lo demás está en orden. En este tiempo de ausencia, resulta ge- neroso y valiosísimo cada gesto que con- tribuye a mantener viva la memoria de Carmelina Sánchez-Cutillas. Memo- rables han sido, en ese sentido, los artí- culos publicados en distintos medios — especialmente en este diario— unáni- memente afectuosos. Como también las iniciativas y homenajes del ayunta- miento de Altea, la Universitat d’Alacant y la Institució Huguet de Castelló. Pero detrás de esa escritora reconocida, se oculta una mujer singular que, desde la adolescencia, mostró una activa devoción por la cultura, y un enorme sentimiento de valencianía. La iniciación en ese mundo, algo precoz, le vino de mano de su abue- lo Francisco Martínez, a quien ella veneraba. Con él acudía a Lo Rat Pe- nat, al Centro de Cultura Valenciana, ó a librerías de viejo, en las que aquella niña conocería a eruditos de la talla de Pío Beltrán, Carreres Zacarés, López Chavarri, Teodo- ro Llorente, Nicolau Primitiu, Almela y Vives, Enric Valor, Ga- yano Lluch, Martinez Ferrando, Gómez Senent, Lluís Guarner… y mu- chos más. Tiempo después, otros nombres desta- cados se sumarían a aquella lista de inte- lectuales con los que Carmelina departía res- petuosamente e intercambiaba hallazgos: su querido Sanchis Guarner, Ubieto, Dolç, Fuster, Martínez Ortiz, Martínez Morellá, el padre Batllori… y unos jovencísimos Lluís Alpera, Alfons Cucó, Joan Oleza, Ernest Lluch, Pérez Muntaner, Enric Llo- bregat y J.B. Mengual, entre otros. En el entorno social de aquellos años, no era corriente que una mujer sin méritos acadé- micos se inmiscuyese en el coto cerrado de los varones eruditos. Pero Carmelina, aunque ale- jada del protagonismo, mantuvo siempre cierta dosis de atrevimiento. Ese entusiasmo, poco común para la época, la llevó a publicar asiduamente artículos en valenciano en el dia- rio Levante, ó a mantener correspondencia y amistad con intelectuales, libreros, investi- gadores y profesores. El exceso de humildad, y la exquisita dis- creción de que hizo gala toda su vida, le res- taron fuerzas a la hora de conseguir mayor proyección en aquel endogámico univer- so. Algunos «barones» de la intelectualidad, observaban con recelo a esa rara avis que se inmiscuía en asuntos ajenos a una dama de la burguesía. Otros, en cambio, libres de prejuicios, supieron reconocer sus méritos y apreciarla también en lo personal. En el ámbito familiar, no fue una madre «al uso». Su despacho, en casa, era un recinto sagrado. Allí se encerraba a escribir en su pe- queña Olivetti Pluma, que conservo sobre mi mesa. Muchos domingos, partíamos de excursión hacia parajes naturales y cas- tillos que mi padre fotografiaba. Esas fotos formaban parte de la documentación que Carmelina incluía en sus trabajos sobre los itinerarios de Jaume I, ó sobre Pere el Cerimoniós, Bonifacio Ferrer, la Cartuja de Porta Coeli, la Cueva Santa y tantos otros temas. De aquel Sancta Sanctorum —así le llamábamos— donde mi madre se ence- rraba a escribir, lo recuerdo todo: el retrato de Cervantes, las vitrinas repletas de libros, el armario de los mejores juguetes, una urna de cristal con un enorme barco de sal, y una calavera que, según creo, pertene- ció a un fraile de Porta-Coeli. Así que nuestros juegos—cuando se nos permitía entrar— se desarrollaban en un ambien- te algo peculiar y muy sugerente. No recuerdo que mi madre nos contase nunca un cuento. Ella relataba historias re- ales, protagonizadas por personajes fasci- nantes, extraídos a menudo de su propia in- fancia, y en ocasiones de otros relatos que había escuchado contar a sus mayores. Aquel paraíso perdido de Carmelina esta- ba poblado por seres entrañables: herma- nos, primos, tíos, parientes lejanos, nodri- zas, criados, y antepasados, que habitaban un universo lampedusiano. El finísimo M.ª LUISA DEL ROMERO SÁNCHEZ-CUTILLAS RAE Los «números uno» de la literatura española e hispanoamericana La Real Academia Española reúne a l os números uno de la literatura española e hispanoamericana desde sus orígenes hasta el siglo XX en la Bibliote- ca Clásica de la Real Academia Española. Esta co- lección, que albergará más de un centenar de títu- los, se ha estrenado esta semana con El Cantar del Mio Cid; los Milagros de Nuestra Señora, de Gonza- lo de Berceo; La Gramática sobre la lengua caste- llana, de Antonio de Nebrija, y La vida del Buscón, de Francisco Quevedo. PROTAGONISTA DE LA SEMANA PASA A LA PÁGINA 2 Sánchez-Cutillas Moderna erudita Carmelina Sánchez-Cutillas sigue presente pese a su ausencia. Su hija, la periodista María Luisa del Romero, evoca su figura como mujer y como madre, y reivindica su importancia como escritora, investigadora, historiadora y bibliófila, firme defensora del valencianismo, que tuvo la osadía de ser una moderna erudita en un terreno que parecía reservado a los hombres. Retrato dse Carmelina Sanchez- Cutillas en los an ˜os cuarenta. CUESTA

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ata

EL MERCANTIL VALENCIANO

�VIERNES, 3 DE JUNIO DE 2011

CRIATURA TEATRAL

Xavi Castillo s’hopaga ell

Arriba a les llibreries laprimera criatura dePot de PlomBooks, unmonogràficsobre XaviCastillo querepassa lahistòria còmicai convulsa de lacompanyiateatral. �3

Homenaje

Aprender a vivir sin Carmelina es laasignatura más difícil que arrastramosquienes la quisimos y nos esforzamos encomprender y apreciar su enorme sensi-bilidad y complejidad. Sin embargo, elu-diré tomar su nombre para encauzar missentimientos, aunque —inevitablemen-te— éstos afloran y se derraman sin quemedie pronóstico. Si ella pudiera escu-charme, no me atrevería a confesarle estesentimiento de pesadumbre. Tan sólo lediría que de nuevo sus plantas —los ge-ranios, las murcianas y un sinfín de co-rredoras— han vuelto a florecer. Y quetodo lo demás está en orden.

En este tiempo de ausencia, resulta ge-neroso y valiosísimo cada gesto que con-tribuye a mantener viva la memoria deCarmelina Sánchez-Cutillas. Memo-rables han sido, en ese sentido, los artí-culos publicados en distintos medios —especialmente en este diario— unáni-memente afectuosos. Como también lasiniciativas y homenajes del ayunta-miento de Altea, la Universitat d’Alacanty la Institució Huguet de Castelló. Perodetrás de esa escritora reconocida, seoculta una mujer singular que, desdela adolescencia, mostró una activadevoción por la cultura, y un enormesentimiento de valencianía.

La iniciación en ese mundo, algoprecoz, le vino de mano de su abue-lo Francisco Martínez, a quien ellaveneraba. Con él acudía a Lo Rat Pe-nat, al Centro de Cultura Valenciana,ó a librerías de viejo, en las queaquella niña conocería a eruditosde la talla de Pío Beltrán, CarreresZacarés, López Chavarri, Teodo-ro Llorente, Nicolau Primitiu,Almela y Vives, Enric Valor, Ga-yano Lluch, Martinez Ferrando,

Gómez Senent, Lluís Guarner… y mu-chos más.

Tiempo después, otros nombres desta-cados se sumarían a aquella lista de inte-lectuales con los que Carmelina departía res-petuosamente e intercambiaba hallazgos:su querido Sanchis Guarner, Ubieto, Dolç,Fuster, Martínez Ortiz, Martínez Morellá,el padre Batllori… y unos jovencísimosLluís Alpera, Alfons Cucó, Joan Oleza,Ernest Lluch, Pérez Muntaner, Enric Llo-bregat y J.B. Mengual, entre otros.

En el entorno social de aquellos años, no eracorriente que una mujer sin méritos acadé-micos se inmiscuyese en el coto cerrado de losvarones eruditos. Pero Carmelina, aunque ale-jada del protagonismo, mantuvo siemprecierta dosis de atrevimiento. Ese entusiasmo,poco común para la época, la llevó a publicarasiduamente artículos en valenciano en el dia-rio Levante, ó a mantener correspondencia yamistad con intelectuales, libreros, investi-

gadores y profesores. El exceso de humildad, y la exquisita dis-

creción de que hizo gala toda su vida, le res-taron fuerzas a la hora de conseguir mayorproyección en aquel endogámico univer-so. Algunos «barones» de la intelectualidad,observaban con recelo a esa rara avis quese inmiscuía en asuntos ajenos a una damade la burguesía. Otros, en cambio, libres deprejuicios, supieron reconocer sus méritosy apreciarla también en lo personal.

En el ámbito familiar, no fue una madre«al uso». Su despacho, en casa, era un recintosagrado. Allí se encerraba a escribir en su pe-queña Olivetti Pluma, que conservo sobremi mesa. Muchos domingos, partíamosde excursión hacia parajes naturales y cas-tillos que mi padre fotografiaba. Esas fotosformaban parte de la documentación queCarmelina incluía en sus trabajos sobrelos itinerarios de Jaume I, ó sobre Pere elCerimoniós, Bonifacio Ferrer, la Cartujade Porta Coeli, la Cueva Santa y tantosotros temas.

De aquel Sancta Sanctorum —así lellamábamos— donde mi madre se ence-rraba a escribir, lo recuerdo todo: el retratode Cervantes, las vitrinas repletas de libros,el armario de los mejores juguetes, unaurna de cristal con un enorme barco de sal,y una calavera que, según creo, pertene-ció a un fraile de Porta-Coeli. Así quenuestros juegos—cuando se nos permitíaentrar— se desarrollaban en un ambien-te algo peculiar y muy sugerente.

No recuerdo que mi madre nos contasenunca un cuento. Ella relataba historias re-ales, protagonizadas por personajes fasci-nantes, extraídos a menudo de su propia in-fancia, y en ocasiones de otros relatos quehabía escuchado contar a sus mayores.Aquel paraíso perdido de Carmelina esta-ba poblado por seres entrañables: herma-nos, primos, tíos, parientes lejanos, nodri-zas, criados, y antepasados, que habitabanun universo lampedusiano. El finísimo

M.ª LUISA DEL ROMERO SÁNCHEZ-CUTILLAS

RAELos «números uno» de la literatura

española e hispanoamericanaLa Real Academia Española reúne a los números

uno de la literatura española e hispanoamericanadesde sus orígenes hasta el siglo XX en la Bibliote-ca Clásica de la Real Academia Española. Esta co-

lección, que albergará más de un centenar de títu-los, se ha estrenado esta semana con El Cantar del

Mio Cid; los Milagros de Nuestra Señora, deGonza-lo de Berceo; La Gramática sobre la lengua caste-

llana, de Antonio de Nebrija, y La vida del Buscón,de Francisco Quevedo.

PROTAGONISTA DE LA SEMANA

PASA A LA PÁGINA 2

Sánchez-CutillasModerna erudita

Carmelina Sánchez-Cutillas sigue presente pese a su ausencia. Su hija, la periodista MaríaLuisa del Romero, evoca su figura como mujer y como madre, y reivindica su importanciacomo escritora, investigadora, historiadora y bibliófila, firme defensora del valencianismo, quetuvo la osadía de ser una moderna erudita en un terreno que parecía reservado a los hombres.

Retrato dse Carmelina Sanchez-Cutillas en los anos cuarenta.

CUESTA

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 3 DE JUNIO DE 20112

sentido del humor de la narradora, convertíaaquellas anécdotas —a veces domésticas—en divertidas historias que nos deleitaban.Ingeniosa y vivaz, no sólo alimentaba nues-tra fantasía, sino que nos enseñó a cultivarla.La imaginación fue el mejor juguete que re-cibimos en nuestra infancia.

No, aquella no era una madre como to-das. Si se terciaba vestir a una muñeca parauna tómbola, la disfrazaba de Princesa deÉboli, ó de paje de época. Y a sus amadasgatas las bautizaría con hermosos hom-

bres: Brianda y Blanquina, ésta última en honor de Blanquina March, madre deLluís Vives.

Cocinaba magistralmente, y envolvía al-gunas de sus creaciones en un halo demisterio, como si elaborase un filtro mági-co con el que conjurar la rutina. Solía apun-tar nuevas recetas en alguno de los papeli-tos que a diario reciclaba, y que guardocomo un tesorillo. En el reverso, anotabaconsultas relacionadas con asuntos muy di-versos: sentencias en latín, refranes, citas deautores clásicos, fenómenos astronómi-cos… Su curiosidad era infinita.

Durante muchos años, en mi niñez y ado-

lescencia, la acompañé en sus salidas ves-pertinas. Había que comprar fruta en la ca-lle del Trench, o neulas en Tapinería, o ha-bía que arreglar unas tijeras frente al Mer-cado Central y subir luego hacia Caballeros,deteniéndonos en alguna ferretería. Y siem-pre afloraba alguna anécdota de la Historiade Valencia, que ella me relataba.

Recorríamos aquellas calles bulliciosas,repletas de comercios, y nos adentrábamosen húmedos callejones cuyos nombres memostraba. Otras veces, visitábamos a lasmonjas del Convento de la Trinidad, conquienes se comunicaba a través del torno.En el , tras la riada, mi madre encabezócon Rincón de Arellano la operación delimpieza del Monasterio, llegando a calzarselas botas de goma para ayudar en esosmenesteres. Años después, Carmelinaasombraría a sus lectores con lamemorable Carta Apócrifa deSor Isabel de Villena, cuya vidatranscurrió en ese recinto.

En aquellas tardes, el re-corrido siempre acababaen alguna librería: Lopede Vega, Concret, AusiàsMarch, Estil… Tambiénvisitábamos la libreríade viejo de Ortega, enla calle de la Nave yotra —junto al Pa-triarca— regenta-da por un tal Sen-dra, que a mí,por su físico, seme antojabaun viejo pira-ta. Allí, mimadre se co-deaba conilustres bi-bliófilos y dis-cutía con ellossobre libros ysobre temas dehistoria y de li-teratura. Aque-llo no me causa-ba extrañeza, apesar de que enlos años sesentano era tan fre-cuente ver a una señora como ella rodeadade vetustos caballeros, hablando de códices,incunables, actas y facsímiles. A veces visi-tábamos a doña Rosa, la directora del Ar-chivo del Reino, al que mi madre acudíapara sus investigaciones. Gracias a su amis-tad, conseguí cumplir allí mi Servicio Social,

y evité la odiosa labor de vestir canastillas.Nunca se lo agradeceré bastante.

Años después, el recorrido vespertino in-cluía visitas al café Malvarrosa y al Lisboa,ó a la Cervecería Madrid. Carmelina seguíasiendo eje de las tertulias. Aquel espíritu ino-centemente transgresor la mantuvo jovenpor mucho tiempo, como joven mantuvo suvoz y su mirada. También su curiosidad per-maneció intacta. Igual que el amor por supatria, que ella definía como «eixe troç deterra que va del Sénia al Vinalopó». Sólo trai-cionó ese amor en una ocasión, y la causa

de esa infidelidad fue Nápoles. Re-gresó de aquel Congreso de la

Corona de Aragóntransformada. La

visión de Pompeyala impactó. De sus

cenizas, extrajo las cla-ves que impulsarían

una creación literariaposterior plagada de re-

motas equivalencias. Si bien su obra poética y

narrativa ha sido profusa-mente analizada a lo largo de

los años, quedan —quizás—por destacar esas otrasfacetas menos conoci-das: las de investiga-dora, historiadora ybibliófila, firme de-fensora del valencia-nismo. Carmelinafue una modernaerudita, que inten-tó avanzar en unterreno que pare-cía reservado a loshombres. Su bi-blioteca, muy re-

levante, centrada entemas medievales de historia y literatura,

constituye un legado para Valencia que hasido donado a la Biblioteca Valenciana deSan Miguel de los Reyes. Ojalá sirva comomaterial de estudio a futuros investigadores,y ayude también a mantener viva la me-moria de esta singular mujer. Mientras, losque tanto la quisimos tendremos que seguiraprendiendo a vivir sin ella.

VIENE DE LA PÁGINA 1

Su biblioteca, centrada en temas medievalesde historia y literatura, constituye un legadopara Valencia que ha sido donado a laBiblioteca de San Miguel de los Reyes

IMÁGENES PARA EL RECUERDOCarmelina de niña en la finca Mar i Çel de Altea Carmelina, su marido y su abuelo. ARCHIVO

FAMILIAR Carmelina recibiendo Premio Juegos Florales en 1.957. ENRIQUE MÁRQUEZ LAMBÁN. REPÓRTER

GRÁFICO-CORRESPONSAL DE LUNA Y SOL, DE MADRID.

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elMARI PIERRE BERGOUNIOUX

Una habitación en HolandaMINÚSCULA, 2011

Un francés llamado Descartesconcibe en sueños y en tierras alemanas su Discurso del método.Pero es en Holanda ―allí pudo haberse cruzado con el pequeño Spinozapaseando de la mano de supadre―donde el pensador escribió y publicó el texto que transformó la filosofía occidental. Aun sinconocerlos, el filósofo comparte la incertidumbre esencial con Shakespearey Cervantes: los tresautores dan testimonio del momento en que la condición humana se adueña de su destino. En esteque es a la vez ensayo, meditación y biografía, el autor se pregunta si solamente lejos, en el exilio, puedela reflexión redibujar el mundo. La respuesta es un deslumbrante recorrido por la historia europea.

NICCOLÒ AMMANITI

Que comenci la festa ANGLE EDITORIAL (VERSIÓ CATALANA). ANAGRAMA (VERSIÓ CASTELLANA), 2011

Al bell cor de Roma, l'especulador Salvatore Chiatti organitza una festa fastuosa que vol serl'esdeveniment social més gran de la història d'Itàlia i que inclou tres caceres. Ha convidat tots elsvips de la societat romana: actors, polítics, futbolistes, models, cantants... l’escriptor Fabrizio Cibai furtivament les Bèsties d'Abbadon, una secta satànica. Res no passarà com estava previst.Extraordinària comèdia humana, d'una gran capacitat corrosiva, que il·lumina tots els vicis i lesescasses virtuts de la nostra època. La Itàlia contemporània és retratada com un circ depersonatges superficials, grotescos, preocupats només per la seva imatge i per la fama.

GEMMA PASQUAL I ESCRIVÀ

El caçador de paraulesTABARCA LLIBRES, 2011

En despertar-se, Enric Valor ja no es troba darrere dels barrots d'una cel·la de la PresóModel de València, sinó a la seua habitació de la casa de Castalla. I no está sol, l'acompanya unxiquet amb ulleres de pasta negres, vestit amb una sahariana de color blau clar i un barret defeltre al cap. També es diu Enric. Tots dos faran un viatge per la vida de l'escriptor castellut,acompanyats dels personatges de les seues rondalles. En el centenari del naixement del’escriptor, aquesta obra planteja una ficció en la qual es fa un recorregut per la seua vida ambla intenció de ressaltar-ne també alguns episodis de la seua biografia potser no tan coneguts.

EMIL LUDWIG

Tres dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin. Y un cuarto: PrusiaACANTILADO, 2011

Singular opúsculo del biógrafo del siglo XX, Emil Ludwig, publicado por primera vez en españolen 1939, con traducción de Francisco Ayala en el Buenos Aires en que se había exiliado. Hoyrecuperamos este libro en el que encontrar la capacidad de análisis de un biógrafo que, en fechatemprana, es capaz de estudiar las motivaciones de determinados comporta mientos que le soncontemporáneos. Ludwig se había entrevistado con Mussoliniy Stalin, y esbozó para ellos susretratos del natural. No sucedió igual con Hitler, al que describió sin haberlo conocido. Especialinterés tiene el capítulo en el que busca el origen del militarismo alemán en el espíritu prusiano.

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Assaig

Quasi sempre allunyat de l’oficialitat teatrali en el punt de mira de polítics de despatx, be-atos de sagristies i intel·lectuals de manual,XaviCastillo i la companyia de Pot de Plom han sa-but fer-se lloc, potser només a través de la ve-neració o del feroç rebuig del públic, en la re-cent història del teatre al País Valencià.

Quan tota una capital com València va re-duïnt el nombre de sales i d’escoles de drama-túrgia, quan es tallen els circuits que permetenl’arribada de les companyies a les comarques,quan s’imposen abrumadorament muntatgesd’escasa vàlua cultural, quan institucions comTeatres de la Generalitat (l’encarregada de di-namitzar la vida teatral del País) no han sabutomplir els teatres de gent (si no és amb elqüestionable ajut dels musicals) ni ha sabut om-plir als ciutadans de cultura teatral, quan el plan-ter d’actors (i nous actors) augmenta i dismu-nueix a raó de les concessions polítiques en for-ma de subvencions sense cap altra opció críti-ca, és d’agraïr que Pot de Plom presente la seuatrajectòria, els resultats de la seua independènciai la seua valentia, front a la precarietat a què ens

han arrossegat els temps i les voluntats: «enshem deixat literalment la veu durant anys con-tant a grito pelao històries fantàstiques en pla-ces plenes de gent. Està desprestigiat, no és in-tel·lectual, no és interessant dramatúrgica-

ment. Hi ha molta tonteria».Això ho pague jo! Notes, apunts i parides de

Xavi Castillo (Pot de Plom, ) fa un repàs perla història de la companyia, una història còmi-ca i convulsa, com els seus espectacles, des delsprimers a L’Escenari Pub d’Alcoi, als últims His-tòries de Reis i Bufons, Hamlet o València Zom-bi, passant per una varietat de formats com l’a-daptació de rondalles, el rodatge de sketxs pera televisió o la producció d’un documental ri-gorós i carregat de raons per a la indignació alvoltant de la fosca visita del Papa a València en

; projectes que han quedat,en certa mesura i encara

que injustament, al’ombra del feno-

men Castillo idels seus

monòl·legsi paròdies

(forçades lojustetet) de Rita

Barberà, Fran-cisco Camps o el

Capità Moro. Aquest balanç tea-

tral compta amb textosenginyosos i reflexius (tam-

poc molt, ja sabem) de col·la-boradors i amics de la com-

panyia, però el que li afegeix mésatractiu encara al llibre són les

nombroses il·lustracions que l’a-companyen, les caricatures del propi Xavi, lesfotos tretes dels calaix, els cartells antics dels es-pectacles, el esborranys de les escenes, les fo-tografies de certs moments il·luminadors i elo-qüents d’aquest estil propi de Pot de Plom. Comels seus xous, aquesta edició conté tot el colori els sorolls de l’estètica del còmic, la gravetat frí-vola dels Cramps i l’al·lucinació i la paranòia delcine de ciència-ficció. No pot faltar la risa. A ban-da de la transcripció d’escenes còmiques, es po-

den trobar les fitxes dels personatges que hanfet gran la companyia i que li han donat la seuaidentitat. També, un recull de premsa amb lesnotícies i titulars que van reciclant els especta-cles amb l’actualitat de la vida política i social delnostre país, sempre sorprenent, sempre enprocés de superació de sí mateixa. En capítol pri-vilegiat (potser el més interessant per a com-prendre els últims anys del País Valencià a ni-vell cultural, social i polític), s’ofereix una com-pilació de les censures i els atacs públics patitsper la companyia, des de el més ridícul en el púl-pit de la Llosa de Ranes fins a la més silencio-sa retallada de cartell antizaplanista. Totesgreus. Totes perverses. Encara que donen mo-tius per a la risa com és habitual en Castillo, queno sap superar les misèries públiques que li per-toquen si no és mitjançant la sàtira, fagocitant-les, digerint-les i vomitant-les per a goig d’un pú-blic necessitat de salut humorística.

L’última adversitat i l’última incògnita, quepromet revelar-la ell mateix en un espectacle fu-tur, és la de saber per què l’editorial Bromera vadecidir no publicar baix la seua responsabilitataquest llibre. Misteri simptomàtic; si alguna cosahan demostrat els espectacles de Pot de Plom,i la cara (dura) de Castillo, és que som una te-rra tant ansiosa de gamberrades i de transgre-sions com plena de cobardies i complexos. Men-tre uns atempten contra la coentor i la solem-nitat a riallades, uns altres clamen al cel indig-nats de no saber riure. Hi ha material per a la di-versió… *[Xavi Castillo presentarà el seu llibre di-lluns, de juliol, a la FNAC-València.]

POR JOSÉ MARTÍNEZ RUBIO

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 3 DE JUNIO DE 2011 3

Bufons i beatos

Una obra divertida, no exempta de polèmica, la que ha editat lacompanyia teatral de Xavi Castillo, Pot de Plom. Això ho paguejo és un monogràfic sobre el monologuista valencià al voltantde les seues peripècies i censures, notes, apunts i parides.

Xavi Castillo.

EDUARDO RIPOLL

XAVI CASTILLOAixò ho pague jo

POT DE PLOM, 2011�

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 3 DE JUNIO DE 20114

Poesia

L’interès pel gran poeta nord-americàdel segle XIX, Walt Whitman (-),no decreix, ans al contrari la seua figura li-terària i el seu esperit iconoclasta i inde-pendent augmenta amb el pas del tempsd’una manera considerable, fins arribar ainventar la literatura contemporània ame-

ricana com a gènere. La seua obra cabdalLeaves of Grass (Fulles d’herba) de , re-visada i ampliada fins a la seua mort fou re-alment subversiva tant des del punt de vis-ta dels continguts, en especial per la seuavisió filosòfica, segons la qual Amèrica es-tava destinada a reinventar el món com aalliberador de l’esperit humà, com per lanova estructura que adopta amb el verslliure, enfront de les rígides estructures rít-miques i mètriques de la poesia europea.

Extrets de Cant de mi mateix, de W.Whitman, ve a engrossar de manera brillantles diverses traduccions al català que s’hanfet de la poesia del poeta nordamericà. Des-prés de les traduccions de Cebrià Monto-liu de , d’Agustí Bartra, el , d’ A.

Bartra/M. Desclot de , acaba de veu-re la llum, dins una magnífica plaquetteaquests Extrets de Cants de mi mateix en lanova versió de L. Roda.

Roda, poeta enamorat de la paraula i deles diverses accepcions dels mots, s’endinsaper camins originals, ben subjectius, a la re-cerca d’una nova interpretació whitma-niana. Com el poeta, Roda no vol perdre’sla diferent emoció vital que Whitman mi-rava de transmetre en cada vers als seus lec-tors. D’aquí que el poeta valencià volguésa partir dels seus primers exercicis de tra-ducció de Whitman als anys, transme-tre així mateix aquesta emoció vital dequè parlava el poeta americà. Talment,«com una revelació important», com acla-reix el mateix Roda.

Contrastant, dins aquesta bella edicióbilingüe, el text original amb la traduccióde Roda al català, hem de confessar que

en general ens agrada força la recreaciówhitmaniana, car conserva aquell entu-siasme de jove poeta amb què va co-mençar la seua curiositat literària i laseua carrera creativa i filològica i que eldurà anys més tard a publicar aquella ex-periència primerenca. Com que tot no potser perfecte, li retrauríem amablement alnostre traductor l’elecció de i jo t’oig (p. )en lloc d’una veu més harmoniosa(?) i joet sent o jo t’escolte.

PER LLUÍS ALPERA

Poesía

A través de un lenguaje cotidiano, lúdicoy transitado Alicia García Núñezperfila unapoesía en la que defiende y define los dere-chos de la mujer moderna, donde se reve-lan y rebelan los trazos de una feminidadoprimida que, finalmente, y por una reno-vada justifica poética han desgajado las ru-tinas y perpetuado el grito de libertad.

La historia sin nosotras consta de po-emas hilvanados por fotografías, siluetas, ma-gia y urbanidad, elementos tan disímiles quese aferran al hilo de Ariadna para dar voz alas niñas malas defensoras de una tierra sindueño,/ de un paraíso perdido, de un rumbosin ritmo, para dar representación a las ma-dres abnegadas que pecan de un mal común:

seguir llevando «indemne a su gente» a pe-sar de «sus pesados cuarenta pasados do-lientes». El tributo a la maternidad se une conotro legado, el de los maestros que marcaronlas nuevas generaciones, que dejaron las hue-llas para que la defensa poética siguieraadelante, de ahí, la franca influencia de Pa-nero, Gamoneda, Salinas o Cernuda quemarcan el pasaje hacia una visión más mo-derna, más femenina.

Los poemas de Alicia García no sólo sir-ven para leerse, también actúan como dis-fraces, valen para transformar la esencia, paraarrancar los sortilegios de la cultura del yo,para corromper las máscaras que igualan ala sociedad, porque si hay algo que no tieneredención en su obra es el peso de la repe-tición; dime quién te salva de la insolente des-gracia/ de parecerte/ a las demás. En ese mar-co de interrogantes, permanece nítida unaaseveración, ser mujer no tiene que ver conperseguir estereotipos, sino con rescataruna singularidad única. No quiero copias —de seguridad,/ de personas, de llaves que noabren—./ Busco, ávida de encuentro, el ori-ginal.

Así, La historia sin nosotras es la inquisi-ción en un aura que permita escribir sobreaquellas que no pasaron por la ya consabi-da mirada masculina, aunque para eso hayaque abrir camino a fuerza de palabras; la po-

esía, entonces, se erige como salvadora,como el ímpetu que nos permite la diferen-cia, inmolar el ego a favor de las voces que ca-llan porque el verso siempre quema entre losdedos.*[Alicia García leerá poemas el lunes de junioen la sala Carme Teatre de Valencia]

POR LUZ C. SOUTO

Diferencia y repetición ALICIA GARCÍANÚÑEZ La historia sin nosotras

EDICIONES TABALA, 2011�

Los poemas de Alicia García dan cuenta de un cambio en la cultura y en la mujer,buscan un signo original para no perderse en el deseo gris de los gustos duplicados.La historia sin nosotras, escrito a los 22 años, muestra a la autora en plena búsqueda.

Narrativa

Manuel Merenciano (Albacete, ; resi-dente en Valencia desde ) es licenciado enMedicina y Cirugía, mas no ejerce. Es un decir,porque la presente novela es una disección —si prefieren, autopsia— despiadada, distantey muy divertida de eso que se suele denominarcondición humana. Nada menos: la envidia, elamor y el desamor, la venganza, el odio, la ter-nura, el deseo, la frustración... Como diría unmoralista, lo mejor y lo peor que podemos ofre-cer las personas.

Estamos en el espacio de una urbanizaciónen ciernes, un poco antes de que a todo el mun-do le diera por vivir fuera de la ciudad. Una pa-reja —Javier y Berta— con un bebé compra unchalet y se dispone a disfrutar de su condiciónde propietarios que, como todos sabemos, es unade las mayores ambiciones del ser humano. A

partir de un flash-backtras el primer capítulo, na-rrado con una beatífica placidez, similar al es-calofriante final de Terciopelo azul, loslectores nos situamos en el mo-mento en que empezó todo.

Javier y Berta tienen unos ve-cinos como mínimo curiosos:de un lado, un matrimoniomaduro cuyo hombre es unpiratón del negocio inmobi-liario que atraviesa por una pro-funda crisis; su esposa alimentasu obesidad con toneladas de pi-pas de girasol y litros de ginebra. Delotro, una pareja joven con un niño pe-queño que podría ser el germen de unaamistad duradera: un escritor endio-sado que vive de su mujer y juega a si-tuarse más allá del bien y del mal y suesposa, que le detesta.

Sin embargo, nadie es lo que pa-rece; al menos nadie que se someta al micros-copio del narrador, un mirón que hace del es-

tilo indirecto libre su instrumento para des-cuartizar la privacidad de los vecinos. Un na-rrador que trata a sus personajes con una mez-cla de paternalismo amable —muy al principio—y poco a poco los observa desde un desprecio te-ñido de ese humor negro tan propio de la tra-

dición literaria española. Nadie, decíamos,es lo que parece a ojos de los demás;

sin embargo, nosotros, los lecto-res, conocemos las miserias

casi al milímetro, y podemosdisfrutar de ellas como niñosmanejando esos aparatosabsurdos que trajinan hoy endía, aun en la bañera. Somos,

por decirlo de modo gráfico,dueños de sus actos, puesto

que sabemos que casi siempreobran por error, esto es, actuando

de forma equivocada y asesinando—sí, hay sangre, y de la buena— aquien no deben o, peor aún, porcausas erróneas. Así, la placidez deuna urbanización todavía no de-masiado urbana, deviene un in-fierno de dimensiones dantescas

para sus habitantes. Nosotros, malvados y mor-bosos espectadores del desasosiego creciente de

las criaturas que pululan por el libro, nos rela-memos con gozo ante sus tribulaciones, del talmagnitud que le quitarían el sueño al más pin-tado. Manuel Merenciano construye en su pri-mera novela un micromundo putrefacto desdeel principio, donde las aguas fecales —y no es me-táfora— se convierten en el protagonista indu-dable del relato. Unas aguas fecales que, cada vezmás, inundan las vidas de los personajes, habi-tantes de unos espacios atestados de ambien-tadores florales.

Podríamos leer El dulce aroma de la madre-selva en distintas claves, por supuesto. En cam-bio, preferimos fijar nuestra atención en una fá-bula cruel acerca de la forma de vida —copia-da del gran modelo gringo— de nuestras clasesmás o menos acomodadas y, en relación di-rectamente proporcional, más o menos putre-factas. Si no temen reírse de las desdichas aje-nas, es más, si disfrutan con ello porque los per-sonajes se lo merecen, no deberían dejar pasaresta novela. Palabra.*[M.Merenciano presentará su libro en el Colegio deMédicos de Valencia el jueves de junio.]

PER ANDRÉS PAU

Excel·lent traducció de Lluís Roda d’unaselecció de poemes de Walt Whiltman en edició bilingüe valencià-anglés

Manuel Merenciano disecciona la condición humana en una novela de títulooloroso, El dulce aroma de la madreselva. Un perfume que esconde el mundoputrefacto que subyace en la vida de los vecinos de una urbanización. Un relatodespiadado, distante y divertido sobre lo mejor y lo peor de las personas.

WALT WHITMANExtrets de Cant de mimateix

Selecció, traducció i notes deLluís Roda. Col·lecció Razef (Pla-quettes.

EDICIONS 96, LA POBLALLARGA, 2011, 50 PÀGS.�

MANUEL MERENCIANOEl dulce aroma de lamadreselva

Accésit de Novela del II Certa-men Iberoamericano de las Ar-tes 2010.

IDEA GRÁFICA PROFESIONAL�

Alguien te está mirando

Whitman, sempre Whitman

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 3 DE JUNIO DE 2011 5

Poesía

La poesía sabe muchas veces a borra-chera, a éxtasis y a ceniza. El libro de Pa-trick Kavanagh (el poeta irlandés de In-niskeen), el primero que traducen al cas-tellano, La hambruna y otros poemas, sabea tierra, a fango, a hierba, a chopo, a vien-to en la ladera, a cebada que agita el vien-to. Y es a la vez un hermano de su libro enprosa The green Fool () y tan distinto,como un producto más depurado, distan-ciado, surgido en un punto de inflexión,de sentimiento, estilo, creencias.

Hijo de pequeños propietarios, él mismotrabajador, y al principio poeta autodidac-ta algo pastoral, fue creciendo, peldaño apeldaño, y para cuando llegó este poema-

rio, con T.S.Eliott y Auden, se podía com-parar con los más grandes de los vivos, y em-parentar a Joyce y Beckett, el uno habién-dose exiliado y llegado al límite, el otro dis-puesto todavía a dar de si lo mejor. Kavanaghfue un exiliado interior, que huía del mun-do de Yeats, y del renacer celta. Irlandés depura cepa, escribía en inglés y no se queríanacionalista, o sí, pero no entusiasmado. Se-amus Heaney ha dejado en The sense of pla-ce, un hermoso ensayo sobre este autor, has-ta ahora ignorado en España. Le ha marcadomucho, le ha enseñado un camino y una at-mósfera (toda la simbología, la infancia, enun villorrio, entre braceros, pobres). Pero Ka-vanagh no traicionó nunca su origen, sufuente primordial, de sentimientos, palabras,creencias.

El poema que da título es a la vez de fuer-te aliento narrativo, un panorama de ungrupo humano, pero telúrico, metafísico y

lleno de símbolos, arrancados a la vida co-tidiana, a las pequeñas cosas que tiene lavida, y que pueden brillar y cobrar un sig-nificado especial en medio del prosaísmo,o el diálogo y personajes corrientes y vul-gares. El poeta se dedica a «salvar del tiem-po lo transitorio». No lo intrascendente. Loque vale para los demás, el grupo, y para símismo. Salvando palabras, salvando imá-genes, salvando los signos de identidad delos suyos (aunque él se sienta y se sepa dis-tinto, raro, o marginado, en cierto sentido).

Se deja llevar uno por este torrente que vadando tumbos, que tiene rompientes, que sedeja caer, a veces de una poza fría, entre nie-blas y tinieblas, otras, con un brillo de los díasveraniegos, verdaderos milagros, de luz. Ka-

vanagh nos puede sorprender una vez yotra, con sus descargas, tan francas, tan cru-das, como ligeras, ecos de los clásicos, tal vezMarlowe o Homero.

Fruela Fernández, escritor, poeta, tra-ductor, lo ha vertido con acierto, con fuerza,con hondura, y buscando una fórmula encastellano (el inglés, con menos palabras damás, sobre todo, más ritmo y música). La ver-dad está, transpuesta. No es pequeña haza-ña. Y hace que el lector disfrute con sus ver-siones. Acaba de abrir la puerta a un gran po-eta, para que entre en la corriente del espa-ñol (nunca nadie lo citaba antes).

En buscaba yo un libro de Kavanagh,en Londres y no lo encontraba en ningunalibrería. Al fin en Oxford, detrás de la granbiblioteca, me dijo un vendedor «los dos queantes pidieron un libro de eso autor han ga-nado el Nóbel después». El otro libro lo ad-quirí en Irlanda junto a un gran acantilado,un día de frío y lluvia. Kavanagh me acom-paña desde hace años. Fue más importan-te que el paisaje, que Galway, que la lluviasobre la multitud de turistas veraniegos. Conél yo soy Irlanda a veces, vivo y sientocomo un irlandés, tanto como Oscar Wil-de, Swift, Joyce, Beckett, o John Ford y RexIngram. Es buena compañía. Eso es un dony una dádiva.

POR R.VENTURA-MELIÀ

PATRICK KAVANAGHLa hambruna y otros poemas

Traducción: Fruela Fernández IglesiasEDITORIAL PRE-TEXTOS. VALENCIA, 2011�

�Salvando deltiempo lotransitorio

La editorial valenciana Pre-textos acaba de abrir la puertaa la lectura (en castellano) de los profundos versos dePatrick Kavanagh, uno de los poetas irlandeses del siglopasado de más fuerte aliento narrativo.

LEVANTE-EMV

Patrick Kavanagh.

Fotografía

Rostre i realitat fotográfica. Passeig perl’amor i la mort.

Universitat Politècnica de València. Hasta el 19 de julio.

Recientemente, el Louvre presentaba laprimera exposición sobre rostros del escul-tor alemán Franz Xaver Messerschmidt(Wiesensteig, de febrero de - Pres-burgo, de agosto de ). Una serie deesculturas modernistas, expresionistas e hi-perrealistas, que bien podrían estar fecha-das en nuestracontemporanei-dad. Excepciona-les rostros realiza-dos en el S.XVIIIpor un excéntricoartista que vivía enuna cabaña y se ali-mentaba de la le-che de vaca y carnede corderos quecuidaba un vecino.Un visionario, ade-lantado más de dossiglos a nuestrotiempo. ¿Qué pudollevar a este genio aexpresar tal catar-sis artística? Efecti-vamente, fue in-comprendido, y ja-más vendió unasola obra. Sin em-bargo, todavía en laposmodernidad, elArte continua re-presentando lomás profundo del

alma humana a través de la expresión facial.Discurso que se ha reiterado a lo largo de laHistoria en sus diferentes disciplinas. Evo-quemos las máscaras funerarias griegas, elgrito de Munch, los accionistas vieneses olos rostros de Dreyeren Ordet, por ejemplo.Y nos preguntaríamos: ¿qué lleva a conti-nuar al Arte y a los artistas a seguir desarro-llando esta temática? Si, como dice muyacertadamente Félix de Azua, el arte con-temporáneo esta reinterpretando su propiamuerte, ¿serían estos rostros su antesala?Rostre i realitat fotogràfica. Passeig per l’a-mor i la mort es el título de la muestra quepresenta la UPV en su sala de exposicionesde Rectorado, en la que, a través de obras,indaga sobre el problema del rostro comoconstrucción cultural. Al tiempo que haceun guiño sobre la propia muerte, a través delsubtitulo.

Elías Pérez, Louis Decamps, MiguelOriola, Virginia Leiton, Diego Portuondo,Rafa Ramos, Pía Benjumea, Luz María Va-les, Eduard Ibáñez, Albert Leyghton, XimoLizana, Pep Escoda, Antonio Barroso,Juan Manuel Díaz Burgos, y Sandra Sueson los fotógrafos seleccionados por Al-berto Adsuara, comisario de la muestra. Me-diante una cuidada selección de obras querecorren diferentes técnicas: fotomontajes,collages, pinturas, pixelados o texturas grá-ficas. Introduce al espectador por una seriede secuencias representativas del yo y la con-ciencia, entrecruzadas con una propuesta derealidad técnica.

Representaciones a través «del espejodel alma» de las relaciones imaginarias delos individuos con sus condiciones reales deexistencia. Imágenes que nos conmueven,asustan, perturban o inquietan pero que ja-más dejan de emocionarnos. Puesto quepara ser claros, y haciendo una pequeñamueca: ¿Quién no se sigue emocionando to-davía al contemplar ese rostro entre travie-so e ingenuo de Amélie?

POR ROSA ULPIANO

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 3 DE JUNIO DE 20116

La formación de Juanma Sánchezabarca terrenos como las artes plásti-cas, pero también el diseño gráfico, lateoría del arte, la danza y el teatro.Una combinación sui generis con laque ahora trae a la galería AlejandroBataller de Valencia su particular Cier-to orden. A debatir sobre el lugar quele corresponde a cada cosa, la buenadisposición de las cosas entre sí oa lasucesión de las mismas.

JUANMA SÁNCHEZCierto orden

Galería Alejandro Bataller C/ Náquera, 10. Valencia

Junio

Amante de la pintura, literatura, músicaclásica y sobre todo de la danza, esta fotógrafarealiza su particular homenaje a Monetconimágenes de música y movimiento. No es ca-sual que lleve la coreografía a imágenes don-de la expresión plástica de los sentimientoscruza la frontera entre la pintura y la fotogra-fia difuminándola. Un fouettéque hace perderla identidad exterior de lo fotografiado en fa-vor del color y el enfoque. Abstracción o im-presión en estos Cuadros fotográficos.

ALMUDENA ALFAROGiverny

Ciclorama. Arte contemporáneoC/Fuente de la Higuera, 3. Valencia

Junio

Alejandro Casanova, Adrián Mom-parler Mompar y Alberto Biesok com-parten espacio galerístico para que elviandante se vea con Un palmo de arte.Una propuesta que empieza con un ca-felito de Aris…tides; sigue con un paseopara ver los cuadros —dos cuadros de10 m— en una propuesta que, al ser co-lectiva, muestra una obra completa quepuede hacerse pedazos. O adquirir apalmos.

COLECTIVAUn palmo de Arte

Galería ImprevisualC/ Doctor Sumsi 35. Valencia

Junio

Propuesta que combina lo artístico y loecológico. Una exposición realizada a partirde materiales naturales, papeles, telas y pie-zas cerámicas como base. Una muestra don-de los elementos orgánicos son la esencia conla que la artista Isabel Asensio crea obrasque pretenden conformar un conjunto armó-nico con un motivo claro: el respeto por la na-turaleza. Sensibilización a piel de lienzo eneste Centro Local y Europeo de Medio am-biente urbano y Sostenibilidad.

ISABEL ASENSIOEntre Tierra y Cielo

NaTúria C) Jardín del Turia, tramo 2. Valencia.

Hasta el 31 de julio

an coincidido a principios demayo la inauguración de la ex-posición de Max en el MUVIMcon la publicación en muchos

países de Tóxico, la primera de las piezasde una trilogía de Charles Burns.

Tengo para mí que la historia de la ca-rrera del mallorquín Max (Josep Capdevi-la) es similar a la de Daniel Torres: cuan-do ambos comenzaron a hacer cómic eranmalísimos, poco a poco fueron mejorandoy pasaron a los que habían sido mejoresque ellos pero no saben evolucionar, y si-guieron poco a poco mejorando hasta al-canzar la maestría.

Puede que la carrera de Daniel Torresfuera mas recta, y por tanto mas fulminan-te, y la de Max tuviese mas curvas en el ca-mino, pero el resultado viene a ser el mis-mo. Ahora los dos poseen la suprema faci-lidad, posible gracias a que sus hallazgos,sus recursos, son propios, articulan su len-guaje gráfico y traducen de forma natural ydirecta las ideas literarias.

Su primera obra conocida fue Gustavo,bastante mal dibujado, para dar su primertoque de atención con El carnaval de losciervos (Arrebato Editorial), donde empe-zó a coquetear con la línea clara. Otrospuntos álgidos en su quehacer fueron laspáginas de Algo grotesco y algunos escar-ceos con la estética Disney, donde se mos-tró su interés por los mitos célticos y por elgénero fantástico y que desembocaron enla síntesis de su actual estilo, en el que in-tervienen las líneas justas y nada sobra nifalta.

Estoy seguro de que muchos, como yo,seguirán todos los sábados las ilustracio-nes de Max en Babelia. Unos dibujitos quetienen un interés mucho mayor que bas-tantes cosas que se presentan en ese su-plemento como «arte».

Si podemos considerar a Max como unode los tres mejores dibujantes españoles,para mi, en la actualidad, Burns, junto algran maestro Crumb, son los grandes au-tores de cómic estadounidenses. Burns hapasado de ser un historietista de culto enlos ochenta para, a estas alturas, poder de-cir que es un autor de masas, que en ter-minos relativos puede que ese público nosea mucha gente pero si los pones en filapueden llegar de aquí a París.

El mundo de Burns es singular e in-quietante, poblado por mutantes o seresprocedentes del mundo de los peoressueños que a veces pueden ser aviesascriaturas pero que en otras nos demues-tran que también tienen su corazoncito.Es en escenarios desquiciados donde semueven personajes como El Borbah, unluchador de catch-detective, el protohé-roe de Burns que, como en el buen có-mic, lo arregla todo a base de mamporrossazonados con una filosofía y sentido delhumor hermanas de los de algunos su-perhéroes de Stan Lee.

Si van por la FNAC hojeen su álbum Tó-xico (hay un montón) y disfruten un mo-mento de sus exquisitos dibujos y no me-nos exquisito color. Luego, si les gusta, llé-venselo (es baratísimo para la calidad desu edición) y ya en casa disfruten tambiénde los textos, que para eso están.

H

Max & Burns

Joan VerdúVERSUS OMNIA

Rostre i realitat

Todos de cara

El rostro como centro de un discurso en el que lo estético invita a la reflexión sobre este mundo. Retratosque hablan de nosotros mismos, de la máscara, el misterio, de lo común, del gesto impostado, losestadios mentales, el caos, las mentiras, los espejos. Todo, en el instante decisivo del retrato fotográfico.

Playing whit senses. Pep Escoda Aproxi-maciones a un retrato. Elías Pérez Whip Tipo-logy. Miguel Oriola Caratratos. RafaRamos Façanes. Juan Manuel DíazBurgos Narcís o la memòria de l’altre. EduardIbàñez Passions. V. Leiton. Rostre. PiaBenjumea. El fracàs dels somnis. X. Linaza.9

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ColectivaSensibilidad especial

Dibujo, instalaciones, escultura

Anna Talens, Mar Arza, Marta Espinach. GaleríapazYcomedias. Pl. Colegio del Patriarca, 5 bajo. Hastael 11 de junio.

«El entendimiento no puede intuir nada, ylos sentidos no pueden pensar nada. Sólo desu unión puede originarse conocimiento».Aquel peñazo de libro de filosofía llamado Crí-tica de la razón pura y del que nunca pensa-mos serviría de mucho, detona en nuestramente como pura dinamita al contemplar laobra de tres jóvenes artistas que demuestranuna sensibilidad especial.

Continuando el discurso de su ensayo,

como si el mismoKant hubiese ejer-cido de comisariode la muestra, seexponen obras quehurgan en nuestrossentidos, provocanpor sí mismos re-presentaciones, re-

mueven nuestro sub-consciente, comoMarta Espinach (Ge-lida, ) que nos re-trotrae a aquellos

cuentos de niños que nos leían para aleccio-narnos de que nunca nos alejáramos del en-torno familiar o de lo contrario nos perdería-

mos en el denso bosque, y nos adentraríamosen un subyugador terreno, de esos que AnnaTalens (Carcaixent, ) realiza con tantomimo y cuidado, un campo —preciosa pieza,sin duda— que imanta y parece invocarnoscomo las sirenas a Ulises, pero ¡cuidado quepincha! Y el tiempo va transcurriendo, una po-lifonía de dulces tonos que Mar Arza (Caste-lló de la Plana, ) concibe en plano, con-tradiciendo las ya irrefutables tesis de Einsteinpara quién el tiempo y el espacio se curvan, sóloque su pieza es mucho más invocadora.

Esculturas que provocan nuestra capacidadintelectual —seguimos con Kant— para com-pararlas, enlazarlas, separarlas, composicionesde esas que quedan en la retina mucho tiem-

po después dehaber dejadola galería: porcierto, con elestreno denuevo espacio,mayor luz, me-jor accesibili-dad, realmenteagradable.

Obras quevan sucedién-dose rítmica-mente, como

aquellas narraciones que no por mucho leídasnos dejan indiferentes: algunas de ellas las he-mos visto en alguna otra parte, en algún otromomento —¿no decía aquel que todo nuestroconocimiento comienza con la experiencia?—pero siguen provocando las mismas sensa-ciones, la misma o mayor atracción. Y pasamosdel papel a la madera, y de ella al cobre, a la por-celana, al latón y de nuevo al papel. ¡Y qué pa-peles más estupendos!

Un último apunte. Esta muestra nace de lacolaboración, esfuerzo y buen entendimientode tres galerías: Cánem de Castellón, Sicart enVilafranca del Penedés y pazYcomedias. Hayque valorar muy positivamente, tanto por el pú-blico como coleccionistas y artistas, que los ga-leristas empiecen a trabajar más conjunta-mente y surjan iniciativas como esta. Apoyé-

moslas.

MarcelaNavascuésMaravillasescénicas

Escultura y dibujo

Luz de amor. Galería PuntoC/Barón de Carcer 37. Valencia. Hastajulio

Junto a la selección de obra que homena-jea al recientemente desaparecido —hijo, hermano, amigo— Miguel Agrait,Galería Punto acoge una muestra que deri-va las ausencias en vidas que acontecerán.En la línea de las técnicas mixtas entendidascomo escenificación multiplicadora de lapercepción, Marcela Navascués (Irún,) presenta una serie de teatrillos de luzcomo escenografías mágicas ofrecidas a lossueños del espectador.

Ejercicio de vitalidad que discurre sincomplejos desde la emoción romántica has-ta la fantasía kitsch, o desde la simplicidad ob-jetual representada —una butaca, un esca-ño, una manzana, un sol— hasta la com-plejidad metafísica inherente al silencioaquí protagonista —la soledad, la identidad,implícitas—, el trabajo de Navascués —ve-rificado también en el género del vídeo y lainstalación: el espectáculo de los sentidos—invita a la oscilación de la expectación a la en-soñación, propia de la mirada del niño y sumundo exclusivo de maravillas; miniaturasescénicas, cajas de juegos múltiples, suspiezas de luz, color y múltiples materiales, sonefectiva propuesta, por sencilla y sugerente,al deambular de la imaginación.

POR ISABEL PÉREZ

POR CH. P.-D.

GaleríaAbierta

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO Posdata 7VIERNES, 3 DE JUNIO DE 2011

Clero 7. Russafa es un ciclo de tres exposi-ciones (hoy, la primera: Telón de fondo) orga-nizadas por Otro Espacio, que abre una nuevaetapa caracterizada por ubicarse en lugaresdiferentes, todos cedidos por artistas o institu-ciones y con sólo un día de duración. Se tratadel proyecto Sin Espacio(también el nombrede una publicación). En esta ocasión, Telón defondo presenta dos trabajos en los que las re-laciones que se establecen en el estudio deHerreramarcan el eje de ambas obras.

CAROLINA SAQUEL / MILENE TRINDADETelón de fondo

Asociación Otro espacio. Estudio deJesús Herrera. Clero, 7. Valencia. Viernes, 3 de junio

La Universitat de València ha presenta-do el resultado de una empresa de escasosprecedentes: la restauración de parte desus fondos de arte contemporáneo conte-nidos en la Colección Martínez Guerricabei-tia. Tarea compleja dada la naturaleza yasea efímera o impredecible de los materia-les contemporáneos, el fruto de un año detrabajo ha quedado plasmado en un libroque registra los procesos técnicos de inter-vención sobre cuatro piezas emblemáticas.

COL. M. GUERRICABEITIAConservación de arte contemporáneo

Universitat de València�

A modo de epílogo de la tempora-da 2010-2011, la galería Alba Cabrerapresenta una gran exposición colecti-va de sus artistas entre los que se en-cuentran Eva Armisén, Carmen Bae-na, Gustavo Díaz Sosa, Javier Gra-nados, Didier Lourenço, Luis Vidal yNelo Vilanova, una reunión variopin-ta. Se trata de la muestra de títulodescriptivo 7 artistas 7 miradas. Unaoportunidad para el contraste.

COLECTIVA7 artistas 7 miradas

Galería Alba CabreraC/ Félix Pizcueta, 20. Valencia

Junio-julio.

Fotógrafos con discurso propio y único quelos define como autores. David Giménezmuestra su último trabajo sobre una forma devida en el suroeste de Japón.Óscar Garrido,junto al escritor Gerardo León,se centra en lamasiva construcción que ha invadido el paisa-je. Gustavo Ten (imagen) puntualiza el miedode la gente a mostrarse. Patricia Iranzo tra-baja el retrato introspectivo y Óscar Váz-quezcrea la imagen-cuadro de mirada propiaque será interpretada con la duda.

COLECTIVA5+5 miradas

Estudio-Galería de fotografíacontemporánea de Óscar VázquezC/Mossén Fenollar, 19. Valencia. Hasta el 31 de julio

ARQUITÉCNICA RUZAFA_SALA � Puerto Rico, 28. Estruc-turas y variaciones, de Mariano Maestro. Hasta el 14 de junio.ATENEO MERCANTIL � Plaza del Ayuntamiento, 18. �963525984. Del realismo por el impresionismo hacia elexpresionismo, de Miguel Ángel Ovejero Aranda. Hasta el 4 dejunio.CAFÉ MALVARROSA. ESPAI PARAL·LEL � Historiador Diago,20. � 963205056. Cuts and drawings, de Juan Cuéllar. Finsal 28 de juny.CENTRE CULTURAL LA NAU �Universitat, 2. � 963864377.Col·lecció Díaz Prósper, patrimoni i memòria. Fotografies1839-1900. Fins al 26 de juny. Minas. Paisajes explorados.Fotografies de Paco Valverde. Fins al 28 d’agost.CICLORAMA � Fuente de la Higuera, 3. Giverny, fotografíasde Almudena Alfaro. Junio.LA CLÍNICA MUNDANA �Plaza del Ángel, 5. Stain2face, pin-turas de Jorge Rubert. Hasta el 11 de junio.COL·LEGI DE CORPUS CHRISTI � La Nau, 1. � 963514176.Pastor sanctus virtutis cultor. El llegat del patriarca Juande Ribera. Fins al 4 de juny.EL DORADO-MAE �Alzira, 25. � 665944500. Vouyeurs, deFermín Reyes. Mes de junio.ESPAI TACTEL �Dénia, 25. � 655104484. The heart of thematter. Colectiva. Hasta el 5 de junio.

ESPAI VISOR � Corretgeria, 40, bajo izqda. 2. �963922399. Sigetics 2. Renée Green. Hasta el 17 de sep-tiembre.GALERÍA ALBA CABRERA � Félix Pizcueta, 20. �963511400. 7 artistas, 7 miradas. Por Eva Armisén,Carmen Baena, Gustavo Díaz Sosa, Javier Granados, DidierLourenço, Luis Vidal y Nelo Vilanova. Mes de junio.GALERÍA ALEJANDRO BATALLER � Náquera, 10. �963517714. Cierto orden, de Juanma Sánchez. Mes dejunio.GALERÍA CHARPA � Tapinería, 11. � 963915782. Des-de 6 / Steammoon, de Miguel Guzmán. Mes de junio.GALERÍA LUIS ADELANTADO� Bonaire, 6. � 963510179.

Darío Villalba. Mes de junio.GALERÍA KESSLER-BATTAGLIA �Pasaje Giner, 2, bajo izq-da. (plaza de la Reina). � 963920285. Amor Omnia Vin-cit, colages y ensamblajes de Aldo P. Codoni-Lee. Hasta el

11 de junio.MISTER PINK GALERÍA �Guillem de Castro, 110. � 963913334.

Hombre feliz, máscaras y corazas para los tiempos difí-ciles. Quique Marzal. Hasta el 30 de junio.GALERÍA MUEBLES Y ARTE SERRA � Cirilo Amorós, 6. �963520746. Óleos de Cuesta Vila. Hasta el 18 de junio.GALERÍA PUNTO � Barón de Cárcer, 37. � 963510724. Luzde amor, de Marcela Navascués. Hasta el 30 de junio.GALERÍA VALLE ORTÍ � Avellanas, 22. � 963923377. Pe-queñas interpretaciones, de Aleix Plademunt. Hasta el 18 dejunio.LA GALLERA � Aluders, 7. Actos heroicos, de Mateo Maté.Hasta el 25 de septiembre.IMPREVISUAL SALA DE EXPOSICIONES GALERÍA-CAFÉ �Doc-tor Sumsi, 35. � 685827523. Un palmo de arte, de Alejan-dro Casanova, Adrián Momparler «Mompar» y Alberto Biesok.Mes de junio.INSTITUT FRANCÉS � Moro Zeit, 6. � 963153095. Zonasprecarias, de J. Athané y P. Valero. Hasta el 10 de junio. Vi-vir sin dormir, de T. Secretan. Hasta el 30 de julio. Traficsen tous genres, de J.-G. Lattraye. Hasta el 30 de julio. Maisque fait la police?, de L. Bergez. Hasta el 30 de julio.JARDÍ BOTÀNIC DE LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA � Quart,80. � 963156800/17. Flora humilis, fotografies de JustinoDíez. Fins al 31 d’agost. LIBRERÍA RAILOWSKY � Grabador Esteve, 34. � 963517218.

Plossu color fresson, fotografías de Bernard Plossu. Hastael 31 de julio.PALAU DE CERVERÓ �Plaça Cisneros, 4. � 963926229. Afi-nidades electivas: Valencia y la revolución química. Por elInstituto López Piñero. Hasta el 29 de octubre.PALAU DE LA MÚSICA I CONGRESSOS � Paseo de la Alameda,30. � 963375020. Touch and go. Carlos Boix. Hasta el 17 dejulio. Art is Relation, pinturas de David López. Hasta el 17 dejulio.ROSALÍA SENDER GALERÍA � Mar, 19. � 963918967. Vi-cente Castellano. Hasta el 18 de junio.SALA DE EXPOSICIONES DE LAS ATARAZANAS �Plaza de JuanAntonio Benlliure. RodArt. Exposición temática. Treinta ar-tistas contemporáneos. Del 8 de junio hasta el 31 de agosto.SALA DE EXPOSICIONES DEL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA�Arzobispo Mayoral, 1. � 963525478. Jarr. Paso a paso, deJarr. Hasta finales de junio.SALA DE EXPOSICIONES LAMETRO �Estación de metro Co-lón. Plaza los Pinazo. Cinco años, treinta y dos exposi-ciones, veintinueve artistas. Colección FGV. Hasta el 23 dejulio.

ESPAI CULTURAL COVES DEL BATÀ � Ernesto Ferrando, s/n.� 961384830. Cavidades en peligro. Exposició de fotogra-fies organitzada pel Grupo Espeleológico Proteus. Fins al 30 dejuny.CENTRE SOCIAL LA CANYADA � Sant Vicent Ferrer, 8. �961322322. Pueblos y marjal de la Albufera, aquarel·lesd’Amparo Bayarri y Juan L. Pons. Fins al 25 de juny.GRAN TEATRE ANTONIO FERRANDIS � 961389070. Re-cords... Tu tens el teu paper, d’Armando Serra. Fins al 10de juny.

PATERNA

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VALENCIA

Exposiciones

Acariciar un campo peligroso.Blanco, de Anna Talens. Índex,de Mar Arza. Llum, de MartaEspinach.

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LEVANTE-EMV

Uno de los trabajos de Marcela Navascués.

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abemos que, para algunos pen-sadores sutiles, la cortesía de losfilósofos debe ser la claridad(esa deferencia que tan pocas

veces los filósofos tienen para con sus lecto-res). Pero ¿cuál debe ser la cortesía de loslectores para con un escritor? Para ser unpoco más rotundo: ¿hasta dónde, hastacuándo, debería un lector concederles suconfianza a un escritor, a un libro? Para seraún un poco más concreto: ¿existe un nú-mero de páginas que todo lector debería so-portar antes de decidir cerrar un libro quelee por placer? (Si uno lee, ay, por obliga-

ción, lo más probable es que, por muy abu-rrido que se encuentre, deba arrastrase porlas paginas hasta el final del volumen.)

Me lo he preguntado muchas veces:¿cuántos poemas hay que leer para decirnosque ese poemario no está escrito para nos-otros?, ¿cuántas páginas de aquella noveladebemos echarnos a la espalda hasta con-vencernos de que aquella novela necesitabuscar su suerte en otra sitio?, ¿hasta dóndedeberíamos seguir el razonamiento de unensayista por los recovecos de su mente, sino despierta en nuestros recovecos propiosningún placer, ninguna simpatía, ningunailuminación?¿Hay un tiempo científicamen-te comprobado para saber si una lectura lu-brica nuestras bisagras del interés?

A menudo, los lectores con los que unotropieza por el mundo te dicen cosas comolas siguientes: Yo, a un poeta le concedo tres

poemas para que me ponga. Si no me pone,lo pongo a él en el cubo de la basura. Yo, auna novela le presto media hora de mi tiem-po; si pasada la media hora no me ha cogidopor el cuello, le retuerzo el cuello yo.

¡Cómo somos los lectores! A veces no pa-samos una, y a veces lo pasamos todo, nosdejamos hacer cualquier cosa, y no nos de-jamos ni tocar un pelo, como si dijéramos.

Hubo un tiempo —hace ya mucho, cuan-do uno tenía fuerzas para todo y no sabíamuy bien en dónde malgastarlas— en quenunca abandonaba una lectura, por muyplomiza que fuese. Pensaba que era unadeserción, un gesto de cobardía. Leer eraechar un pulso entre inteligencias. Aplicabaa los libros el lema de Napoleón: Hay quehacerse matar. Rendición: ni soñarlo. No ha-cía prisioneros de mí mismo con respecto alo que estuviese leyendo.

Ahora que ya no tengo las mismas fuerzasy debo administrar las que me quedan; aho-ra que ya no echo pulsos con nadie (ni si-quiera conmigo mismo), dejo a medias todolo que no me gusta. Existe tantísimo bueno y

excelente por el mundo, que resulta absurdoperder energías no sólo con lo malo, sino in-cluso con lo aceptable.

Más que facilidad o claridad o amabili-dad, a un escritor le reclamo intensidad. Y laintensidad a veces no es sencilla, ni dema-siado clara, ni demasiado amable. Mi corte-sía necesita sentir que lo que leo merece lapena, aunque avanzar en la lectura sea difi-cultoso. A veces, lo mejor es como deslizarsepor una pendiente, y a veces como escalaruna montaña de hielo; pero siempre exijo elsentido de la recompensa. Sin aquello queBorges llamaba las «magias parciales», nohay todo literario que me cautive. Pido untono: y eso se tiene o no se tiene. De princi-pio a fin.

Ya ven: sobre cortesías tampoco hay nadaescrito.

S

La cortesía del lector

Carlos MarzalCOMPLICIDADES

Novela

Belén Gopegui (Madrid, ) desdehace años dejó de ser la mejor escritora desu generación, como dijo Francisco Um-bral, y se convirtió en una de las voces im-prescindibles de la narrativa actual. Hoy,después de varios títulos polémicos, vuel-ve con Acceso no autorizado, su novelamás comprometida, una fábula contra elconformismo fatalista en clave de acciónpolítica e informática.

Y es que Acceso no autorizado es una no-vela sobre lo que podría haber hecho y noha hecho la izquierda que ha gobernadoeste país, y lo hace poniendo a una prota-gonista que recuerda o calca a la vicepre-sidenta del Gobierno, María Teresa Fer-nández de Vega. Todo ello mezclado conordenadores y hackers. Un libro escrito en

tono de thriller, y cuya salida a la calle coin-cide con una situación delicada para los so-cialistas tras la derrota en la elecciones au-tonómicas y municipales y con la aparicióndel movimiento M; y que parece habersido escrito con el alimento de la frustra-ción o el desencanto. «No usaría la palabradesilusión o desencanto —explica—, yaque para desilusionarte hay que haberseilusionado y creo que los proyectos políti-cos tienen que convencer; las ilusionescomo los encantamientos, carecen de re-alidad. Imagino la novela como un balan-ce y una apuesta por lo que podríamos ha-cer».

Acceso no autorizado es una fábula en laque un personaje se infiltra en el ordena-dor de la vicepresidenta con el ánimo deestablecer una relación con ella. Una in-tromisión que saca a la luz los entresijos delpoder y su soledad, y que pone de mani-fiesto el poder de la economía y la bancasobre los políticos. Y Gopegui argumenta

que la ministra de Defensa, Carmen Cha-cón, para explicar que abandonaba pre-sentarse a las primeras, había declarado«en pretérito imperfecto que 'quería en-cabezar un proyecto que reafirmara laautonomía de la política frente a los gran-des poderes económicos'. Luego esa faltade autonomía no es una sensación sino unhecho», precisa la autora.

Sobre el movimiento del M, Gopeguihace una defensa absoluta. «Me parecefundamental que se ponga en cuestión lainsuficiencia de la democracia parlamen-taria que conocemos. Los votos al PP y alPSOE suman un porcentaje inferior al por ciento de los votantes. Eso sin entrar en

el escaso margen de maniobra —y diríatambién la escasa voluntad de ampliar esemargen— de los partidos mayoritarios. Porotro lado, la experiencia política nueva queestá surgiendo en cada asamblea y cadaplaza ya no tiene vuelta atrás».

Las copias de María Teresa Fernándezde la Vega, Pérez Rubalcaba, o un presi-dente que anda por ahí pululan por estaspáginas laberínticas en las que la autora deLa escala de los mapas, La conquista delaire, El lado frío de la almohada o Deseo deser punk despliega sus amplísimos cono-cimientos sobre la red.

«El hacker que accede al ordenador dela vicepresidenta es en parte cualquiera denosotros. No pretende controlar, quieremodificar un sistema dándole un uso noprevisto por su diseñador, lo que sí com-parte con algunos hackers, los llamadosblackhat, o al menos greyhat, es la volun-tad de transgredir, de acceder a ese mun-do no autorizado por el que tantas perso-nas han luchado durante generaciones».

Un trabajo informático que al lector leprovoca un sentimiento de vulnerabilidady al que según Gopegui no hay que temer.«No creo que los hackers deban ser loque más nos preocupe, ni mucho menos,gracias a ellos se han cubierto multitud degrietas. En un sistema, a menudo, el pro-blema mayor no está en quien traspasa loslímites sino en quien ha creado esos lími-tes».

En cuanto a la semejanza de la prota-gonista Julia Montes con la vicepresiden-ta del Gobierno, la escritora asegura quepuede que tenga rasgos en común con Dela Vega, pero que otros son diferentes.

«El penúltimo escalón, en este caso, lavicepresidenta, tiene un buen potencial na-rrativo. Y la elegí porque aún se exige a lamujer un esfuerzo de más cuando se tra-ta de participar en lo público, un esfuerzoque conlleva renuncias, desgarro, peroque puede generar una resistencia dife-rente a la fuerza externa».

POR CARMEN SIGÜENZA

Protagonista Belén Gopegui

Contra el conformismo fatalista

Una novela sobre lo que podría haber hecho y no ha hecho la izquierda que gobierna este paíspone a la escritora Belén Gopegui y su Acceso no autorizadoen primera línea de la transgresiónescritora. Pero Gopegui no escribe desde el desencanto, sino para hacer balance y apuesta.

EFE

Belén Gopegui se ha convertido en una de las voces imprescindibles de la narrativa actual.

ESCRITORA

Más que facilidad o claridad o amabilidad,a un escritor le reclamo intensidad. Y laintensidad a veces no es sencilla, nidemasiado clara, ni demasiado amable

Gracias a los «hackers» se han cubiertomultitud de grietas. En un sistema, a menudo,el problema no está en quien traspasa los límites sino en quien los ha creado

pd PosdataEditorial Prensa Valenciana, S. A. [email protected]

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 3 DE JUNIO DE 20118

BELÉN GÓPEGUIAcceso

no autorizado

MONDADORI, 2011�