Siglo nuevo

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Por mucho tiempo vivió en el under-ground mexicano. Pocos conocían su ground mexicano. Pocos conocían su ground

obra hasta que en el 2003 ganó el Premio Alfaguara de Novela con El diablo guar-dián; a partir de ese momento dejó de ser un desconocido de las letras y ‘saltó a la fama’. El premio Alfaguara lo han gana-do escritores de la talla de Tomás Eloy Martínez y Elena Poniatowska.

Además del estímulo económico que consistía en la nada despreciable canti-dad de 175 mil dólares, el premio Alfagua-ra permitió a Velasco ser editado en otros países. Incluso El diablo guardián se con-virtió en un best-seller hispanoamerica-no, con más de diez ediciones y 150,000 ejemplares vendidos.

Rockero de corazón, muchos conocie-ron a Velasco a través de su libro titulado Una banda nombrada Caifanes (1990), en la Una banda nombrada Caifanes (1990), en la Una banda nombrada Caifanesque relata el nacimiento del grupo lidera-do por Saúl Hernández. El libro es consi-

Editor, periodista, investigador, cro-nista y escritor, pero sobre todo ávi-

do lector de las obras de Balzac y Stend-hal, Rafael Pérez Gay como pocos retrata la cotidianeidad del Distrito Federal. En sus obras constantemente se hace pre-sente la nostalgia propia de la edad. Di-cha añoranza se expresa a través de refe-rencias generacionales: canciones, libros, películas e incluso patrones de conducta.

Sin embargo, esta nostalgia no es un lamento, por el contrario, genera un esti-lo de humor cargado de ironía que hacen por demás atractivas sus obras. “El hu-mor, aunque a veces sea mal humor, me convence más que el lamento. Detesto la cantinela del lamento diario”, comenta-ría en alguna ocasión el escritor que pu-blicó su primer libro -titulado Me perderé contigo- en 1988, un conjunto de cuentos sobre la vida en la Ciudad de México en la década de los ochenta.

En 1990 apareció su primera novela,

Esta vez para siempre, donde el protago-nista es un editor cuyos temores son el amor no correspondido, los celos y las re-vistas mal hechas.

Pérez Gay es un fanático de fútbol. De

derado un texto de culto por los amantes del rock, ya que actualmente es práctica-mente imposible conseguirlo.

El escritor hizo ‘chambas’ de publicis-ta para sobrevivir y por espacio de 16 años

escribió en el suplemento Sábado, del pe-riódico UnomásUno. Poseedor de un estilo irreverente y contracultural, es autor de El materialismo histérico (2004), Luna llena en las rocas (2005), en las rocas (2005), en las rocas Éste que ves (2007).Éste que ves (2007).Éste que ves

ahí su gusto por realizar crónicas de este deporte. En 2006 publicó Paraísos duros de roer, donde a través del cuento explora de roer, donde a través del cuento explora de roerel erotismo, el deseo, la muerte y el paso del tiempo.

Xavier Velasco (1964)

Rafael Pérez Gay (1957)