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10 de octubre de 2006 | año VI | número 87 | Publicación quincenal de la Pontificia Universidad Católica Argentina

La UCA organizó del 21 al 23 de septiembre el XII Encuentro de Rectores de Universidades Católicas y de Inspiración Cristiana deAmérica Latina y el Caribe, convocado por el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) con el auspicio de la Federación In-ternacional de Universidades Católicas (FIUC). Ciento seis Rectores y representantes de universidades católicas analizaron losdesafíos que enfrenta la enseñanza superior católica y trabajaron sobre un documento que se aportará a la V ConferenciaGeneral del Episcopado Latinoamericano, a realizarse en 2007 en Aparecida, Brasil, con la asistencia del Santo Padre.Participaron del Encuentro el Secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Michael Miller; el Vi-cepresidente de la FIUC para América Latina, P. Dr. Gerardo Remolina Vargas, sj, y su Secretario General, Mons.Guy-Réal Thivierge; el Secretario General del CELAM, Mons. Andrés Stanovnik, y su titular de la Sección deEducación, Mons. Julio Terán Dutari; miembros de la Conferencia Episcopal Argentina y las más altas au-toridades de la Universidad. A su término, los Rectores renovaron las autoridades de la Asamblea Ge-neral de la Organización de Universidades Católicas de América Latina (ODUCAL), resultando elegi-do nuevo Presidente el Rector de la UCA, Mons. Dr. Alfredo Zecca.

CELAM - FIUCEN LA UCA

X I I E N C U E N T R O D E R E C T O R E S D E U N I V E R S I D A D E S C AT Ó L I C A SY D E I N S P I R A C I Ó N C R I S T I A N A D E A M É R I C A L AT I N A Y E L C A R I B E

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El Pbro. Diego Tiphaine, Director de Pastoral UCA, lee la bendición apostólica del Papa Benedicto XVI durante el acto inaugural.

XII ENCUENTRO DE RECTORES DE UNIVERSIDADES CATÓLICASY DE INSPIRACIÓN CRISTIANA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

CELAM - FIUC EN LA UCALa Universidad Católica Argentina fue anfitriona del XII Encuentro de Rectores de Universidades Católicas y de Ins-piración Cristiana de América Latina y el Caribe, convocado por el CELAM con el auspicio de la Federación Inter-nacional de Universidades Católicas (FIUC). Ciento seis Rectores y re p resentantes de universidades católicas sere u n i e rondel 21 al 23 de septiembre para deliberar sobre los desafíos que enfrenta la enseñanza superior católi-ca en la región y preparar un documento que servirá de aporte a la V Conferencia General del Episcopado Latino-americano, a realizarse en 2007 en Aparecida, Brasil, con la asistencia del Santo Padre. El XII Encuentro de Rec-t o res contó con la presencia del Secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Michael Miller,y otras altas autoridades eclesiásticas.

La Universidad Católica A rg e n t i n afue anfitriona del XII Encuentro de Rec-tores de Universidades Católicas y deInspiración Cristiana de América Latinay el Caribe. Durante los días 21, 22 y 23de septiembre, ciento seis participantestrabajaron guiados por el lema “El mun-do universitario católico latinoamerica-no: un espacio de cooperación viva enmisión”. El resultado de esas jornadas setraducirá en un documento que seráaportado a la V Conferencia General delEpiscopado Latinoamericano, a realizar-se en 2007 en Aparecida, Brasil, con lapresencia del S.S. Benedicto XVI.

La ceremonia de apertura de la tras-

cendente reunión se realizó en el A u d i-torio Santa Cecilia, en el Campus dePuerto Madero de la Universidad. Fuepresidida por el Rector de la UCA,Mons. Dr. Alfredo Zecca, y contó con lapresencia del Secretario de la Congrega-ción para la Educación Católica, Mons.Michael Miller; el Vicepresidente de laFIUC para América Latina, P. Dr. Gerar-do Remolina Va rgas, sj, y su SecretarioGeneral, Mons. Guy-Réal T h i v i e rg e ;Mons. Andrés Stanovnik, ofm, Obispode Reconquista y Secretario General delCELAM, y su titular de la Sección deEducación, Mons. Julio Terán Dutari,Obispo de Ibarra, Ecuador; el A r z o b i s p o

Auxiliar de Panamá, Mons. Pablo Va r e-la; el Arzobispo Emérito de Rosario,Mons. Eduardo Mirás; el Obispo de LaRioja, Mons. Roberto Rodríguez; repre-sentantes de la Conferencia EpiscopalA rgentina; el Director General de CultoCatólico de la Cancillería, Dr. Luis Sa-guier Fonrouge, y altas autoridades de laUniversidad encabezadas por el Vi c e-r r e c t o r, Lic. Ernesto Parselis; el Secreta-rio Académico, Dr. Nicolás Laferriere;el Director Ejecutivo, Dr. Joaquín Le-desma, Decanos y Directores.

La Lic. María Soledad Zapiola, res-ponsable del área Proyectos Especialesde la Dirección de Planeamiento Estraté-

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gico de la UCAy encargada de la Comi-sión Organizadora del XII Encuentro deRectores, inauguró el acontecimientocon unas palabras de bienvenida a todoslos participantes y presentó al Directordel Instituto de Espiritualidad y A c c i ó nPastoral, Pbro. Diego Tiphaine, quienpronunció una oración para encomendarel Encuentro y leyó la bendición apostó-lica del Papa Benedicto XVI, enviadapor el Nuncio Apostólico, Mons.A d r i a-no Bernardini. De inmediato, ingresaronal salón alumnos del Colegio Secundario“Santo Tomás de Aquino” portando lasbanderas de los países participantes,proporcionadas especialmente para laocasión por la Secretaría de Culto de laNación: Brasil, Colombia, Costa Rica,Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala,Honduras, México, Nicaragua, Panamá,P a r a g u a y, Perú, República Dominicana,Uruguay y Venezuela. Las banderas dela A rgentina y la Santa Sede presidían ele s t r a d o .

A continuación, se dirigió al audito-rio el Rector de la UCA, Mons. Dr. A l-fredo Zecca, quien mostró su gran satis-facción por haber podido concretar unaconvocatoria tan numerosa. Mons. Zec-ca agradeció especialmente al Secretariode la Congregación para la EducaciónCatólica, Mons. Michael Miller, quienp o s t e rgó un período de descanso en Te-xas, Estados Unidos, para acompañar alos Rectores durante el XII Encuentro ydemostrar así su cariño por las Universi-dades Católicas latinoamericanas. Hizolo propio, asimismo, con respecto a otrasaltas autoridades eclesiásticas presentes,y manifestó su deseo de que la V C o n f e-rencia del Episcopado Latinoamericanocontara en Aparecida con el aporte delXII Encuentro de Rectores, porque era“necesario descubrir cuál es el papel dela Universidad Católica en la vida de es-te continente bendito”.

Seguidamente, tomó la palabra elRector de la Pontificia Universidad Ja-veriana, de Colombia, y Vi c e p r e s i d e n t ede la FIUC para América Latina, P. Dr.Gerardo Remolina Va rgas, sj. Explicóque “la FIUC tiene una historia muy lar-ga y fecunda y ya desde su nombre indi-ca el objetivo. Fue aprobada en 1949 porel Papa Pío XII y sus actividades tiendena buscar la asociación entre las Univer-sidades, para encarar proyectos comunessobre materias muy distintas”.

El P. Remolina Va rgas, sj, destacó elimportante papel desempeñado porMons. Guy-Réal T h i v i e rge, SecretarioGeneral de la FIUC, en el impulso cre-ciente de la entidad, y dijo que para la VConferencia General del Episcopado

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Mons. Terán Dutari, P. Dr. Remolina Va rgas, sj, Mons. Miller y Mons. Zecca reciben de pie a lasbanderas de los países invitados, ingresadas al Auditorio Santa Cecilia por alumnos del ColegioSecundario “Santo Tomás de Aquino” (abajo).

Las funcionales instalaciones del Auditorio Santa Cecilia alberg a ron cómodamente a la sesión i-naugural y facilitaron la tarea de la prensa y el personal asignado al soporte técnico de la re u n i ó n .

Los participantes arriban a Puerto Madero para la apertura del Encuentro, tras viajar desde El Ce -náculo - La Montonera en Pilar, donde estaban alojados.

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La FIUC tiene hoy dimensión mundialTranscripción completa del mensaje dirigido a los Rectores en el acto inaugural por el P. Dr. Gerardo

Remolina Vargas, sj, Rector de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia y recientemente electoVicepresidente para América Latina de la Federación Internacional de Universidades Católicas.

Buenos días a todos, les doy misaludo más cordial. Ciertamente, co-mo ustedes habrán podido ver en elprograma, para esta ocasión quien de-bía dirigirles este saludo era Monse-ñor Guy- Réal Thivierge, quien sinduda es una figura emblemática en laFederación Internacional de Universi-dades Católicas. Creo que a él se de-ben los últimos años de esta institu-ción y el dinamismo tan extraordina-rio que ha tenido la FIUC en el desa-rrollo de la reflexión en las universi-dades. Quiero, pues, agradecerle aMonseñor T h i v i e rge que me hayaconcedido este honor de poder dirigir-me hoy a ustedes. Mi participación enla preparación de este Encuentro hasido nula, pues todo el peso lo ha lle-vado él junto con Monseñor Zecca ylos organizadores. El hecho de habersido elegido en la última AsambleaGeneral de la FIUC, en Tailandia, co-mo Vicepresidente para América Lati-na, es lo que me concede el honor depoder dirigirme hoy a todos ustedes.

La Federación Internacional deUniversidades Católicas es una insti-tución que tiene ya una historia muylarga. Muchos de los aquí presentesseguramente conocen esta historia tan

fecunda de la FIUC, pero hay otrosque tal vez no la conocen. Ya el nom-bre mismo nos indica cuál es su obje-tivo. La FIUC fue aprobada en 1949,después de un largo camino, por SuSantidad Pío XII, con una relaciónmuy especial con la Congregación pa-ra la Educación Católica y tambiéncon el Pontificio Consejo para losLaicos. La FIUC ha venido exten-diéndose cada vez más y tiene hoy

una proyección global y una dimen-sión mundial, y son estas característi-cas las que explican su importancia.La Federación quiere tender sus lazosy buscar la asociación entre nuestrasuniversidades, para que nos conozca-mos cada vez más y hagamos proyec-tos conjuntos, comunes, para que estaIglesia florezca cada vez más y seacapaz de llevar el mensaje evangélicoa la realidad concreta. Esto es lo queexplica la presencia de la FIUC en es-ta reunión, que esperamos sea verda-deramente muy fecunda. Todos qui-siéramos dar nuestro mejor aporte pa-ra que la próxima Conferencia Epis-copal Latinoamericana marque anuestra labor universitaria y pastoralen el continente. Este aporte debecontribuir a que la Iglesia siga llevan-do su mensaje concreto para crear unanueva cultura.

Quiero dar un agradecimientomuy cordial en nombre de la FIUC,especialmente a la Universidad Cató-lica Argentina, que se ha estado pre-parando como sede central de este En-cuentro, de manera muy detallada yprecisa, y que nos ha recibido con uninmenso cariño en esta ciudad deBuenos Aires. Muchas gracias.

Las deliberaciones del XII En-cuentro de Rectores se realizaron enla Casa de Reuniones El Cenáculo -

La Montonera, en la localidad de Pi-l a r, a 60 kilómetros de BuenosA i r e s .Aquí pueden verse imágenes de la ca-

pilla, uno de los pabellones y el audi-torio, verdadera caja de resonancia deopiniones y propuestas.

P. Dr. Remolina Va rgas, sj: La Federaciónq u i e retender sus lazos y buscar la asocia -ción entre nuestras universidades.

El Cenáculo - La Montonera: La sede elegida

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Latinoamericano la Federación fue invi-tada a contribuir con su aporte en los in-tereses de la Iglesia. Este aporte, señaló,debe contribuir a que la Iglesia continúefloreciendo y llevando su mensaje con-creto para crear una nueva cultura, razónpor la cual la FIUC “hoy está presenteen este XII Encuentro de Rectores”.

Llegó el turno, entonces, del Secre-tario de la Congregación para la Educa-ción Católica, Mons. Michael Miller,quien desarrolló a lo largo de casi unahora un discurso considerado de enormecontenido conceptual por los asistentes(ver versión reducida en esta misma edi-ción). Mons. Miller señaló que el En-cuentro “es un momento de gracia parala Iglesia”y agregó que “el estado de sa-lud de las Universidades Católicas esmotivo de constante preocupación parael Papa”. El Arzobispo canadiense plan-teó dos cuestiones: el papel de la Iglesiaa favor de las Universidades y el servi-cio que ellas brindan a otras Universida-des y a la Iglesia. A la primera, respon-dió que “la Iglesia fundó muchas Uni-versidades y tiene gran estima por elmundo universitario, porque ellas pro-mueven la formación de la persona hu-mana”. Luego, describió las característi-cas que deben contener las relacionesentre los Rectores y las autoridades ecle-siásticas: la confianza recíproca, la cola-boración en la misión y el continuo diá-logo. Sobre la segunda cuestión, Mons.Miller dijo que “todas las actividades dela Universidad deben armonizarse con lamisión evangelizadora de la Iglesia”, yque ella “es como la memoria, porque nodeja de hablar sobre la búsqueda de laVerdad en el mundo académico, que mu-chas veces no quiere escucharla”.

El Responsable de la Sección deEducación del CELAM y Obispo de Iba-rra, Ecuador, Mons. Julio Terán Dutari,por su parte, explicó que el XII Encuen-tro de Rectores “se distingue por la con-fluencia de varias circunstancias signifi-cativas: se realiza en este continente ma-yoritariamente católico y joven; y estáinscrito con el número doce en una serieque se remonta a 1996”. Resaltó que unamuy importante circunstancia es la co-participación de la FIUC, de la SagradaCongregación para la Educación Católi-ca y el CELAM, bajo “la anfitrionía ge-nerosa de la UCA”. Mons. Terán Dutarirecordó “lo que era primordial para estareunión: la fundamental preocupaciónde la Iglesia en este continente por la ju-ventud universitaria” y afirmó que “aese sector poblacional mayoritario se di-rigía el lema del Encuentro”.

“La misma juventud de nuestros pa-Mons. Terán Dutari: La juventud de nuestros países parece encontrar en la Universidad uno de susiconos pre d i l e c t o s .

Mons. Miller: Las actividades de la Universidad deben armonizarse con la misión evangelizadorade la Iglesia.

P. Dr. Remolina Va rgas, sj: Este aporte debe contribuir a que la Iglesia siga llevando su mensajec o n c reto para crear una nueva cultura.

Mons. Zecca: Es necesario descubrir cuál es el papel de la Universidad Católica en la vida de estecontinente bendito.

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El presente Encuentro de Rectoresde Universidades Católicas deA m é r i-ca Latina y el Caribe se distingue porla confluencia de varias circunstanciassignificativas: es un encuentro univer-sitario católico en este continente ma-yoritariamente católico y mayoritaria-mente joven (donde cada día más losjóvenes aspiran a la universidad); se-gundo, es un encuentro de seguimien-to inscrito con el número doce en unaserie que se remonta a 1996, hace diezaños, cuando se reunieron en El Salva-dor Rectores de algunas universidadescatólicas y de inspiración cristiana deMéxico, Centro América y el Caribe.

Otra muy importante circunstan-cia del XII Encuentro es la copartici-pación -aunque no por primera vez eneventos académicos- de la FederaciónInternacional de Universidades Cató-licas (FIUC), hoy particularmenteatenta a su Sección Latinoamericana ydignamente representada aquí por suSecretario Ejecutivo, Mons. Guy-RéalT h i v i e rge. Y como expresión de lamás universal comunión eclesiástica,se nos concede honrosamente esta vezla presencia de la Congregación Va t i-cana para la Educación Católica, en lapersona (y en la palabra lúcida y con-vincente) de su Secretario, el Excmo.Mons. Michael Miller.

La propuesta educativa para la ju-ventud ha surgido de la misma natura-leza de la Iglesia (de su mismo cora-zón) y se hace hoy más actual quenunca en nuestro continente. Ha sidoel Eminentísimo Prefecto de la Con-gregación para la Educación Católica,Cardenal Zenón Grocholewski, quienen recientes declaraciones ha recorda-do cómo todas las formas de enseñan-za que practica la Iglesia (y mencionaallí expresamente las universidadescatólicas) entran en la misión de anun-ciar el Evangelio y en el ejercicio del“ministerio de enseñar” confiado porel Señor, “del cual la Iglesia no puedeeximirse sin traicionar a Cristo”. Conperfecto derecho, podemos entenderesta aseveración también en el sentidode que todas las actividades de la Igle-sia deben servir a la tarea educativa.

La Iglesia sigue teniendo en nues-tros países capacidad de convocatoria.Pero no siempre para todos sus pro-yectos. Es un hecho que en sus mu-chas y, por lo general, bien cualifica-das instituciones universitarias de ins-piración cristiana, cuenta con un pre-cioso instrumento para dirigirse a losjóvenes, cumpliendo la misión de pro-mover el Reino del Dios de la vida ennuestros pueblos a través de la educa-ción en su máximo nivel. Sin embar-go, seguimos soñando con una mayory mejor colaboración entre nuestrasinstituciones. Justamente por ese inte-rés, y con irradiación al mundo entero,nació la Federación Internacional deUniversidades Católicas, constituidahace más de cincuenta años por laSanta Sede. Tuve el grave honor, co-mo primer latinoamericano, de presi-dir la Federación por dos períodos, enépoca de cambios y proyectos, en par-ticular para las universidades católicaslatinoamericanas. Esos logros tienenhoy que consolidarse, integrando en loposible iniciativas de organización na-cidas dentro de la complejidad de paí-ses y subregiones. El presente encuen-tro es un nuevo esfuerzo en esa línea,que no se detiene tanto en lo pura-mente organizativo, sino pretende ro-bustecer eficazmente nuestro “espacio

de cooperación viva en misión”.Y todo esto viene enmarcado en el

tema de la V Conferencia del Episco-pado Latinoamericano, preparada porel CELAM para el año próximo enAparecida, Brasil, con la presencia delSanto Padre y bajo el lema que él dio:“Discípulos y Misioneros de Cristo”.El discipulado es la manera de educa-ción que promovió Jesús y que la Igle-sia lleva adelante. Del discipulados u rge la misión, eminentemente edu-cativa, de nosotros los discípulos deaquí y de hoy, misión colegiada, mi-sión participativa y dirigida a nuestromundo joven.

Y, finalmente, ¿para qué la educa-ción? ¿Para qué el discipulado y la mi-sión? Responde con énfasis el tema dela V Conferencia: para que nuestrospueblos en Él (en Cristo) tengan vida.La misión de la Iglesia no puede ence-rrarse sobre sí misma. Ahora menosque nunca. La cooperación viva en lamisión de las Universidades Católicasestá dirigida a ese servicio a la Iglesiay a la sociedad, que la misma Consti-tución Apostólica Ex corde Ecclesiaeseñala como el encuentro fecundo en-tre fe y cultura, que tiene que dar res-puestas operativas a las grandes cues-tiones de la humanidad, a las de nues-tro mundo joven latinoamericano, lle-no de esperanza, transido sin embarg opor brechas crecientes de opresión yde muerte, tan influido -para bien ono- por el ambiente de los centros depoder global, también en cuanto a es-tilos universitarios. Y es nuestro anhe-lo colaborar todos, como discípulos ymisioneros de Cristo, en la fraternidadreencontrada de nuestras institucionesy desde las riquezas de la propia tradi-ción católica, para que el dinamismohistórico de las nuevas generacionesaporte abundantemente a esa plenitudde ida que nuestros pueblos ansían yque sólo en Cristo podrán encontrar.

Quienes deseen obtener la ver -sión completa del discurso de Mons.Julio Terán Dutari, pueden solicitar -la escribiendo vía e-mail a: ucactua -l i d a d @ u c a . e d u . a r.

Mons. Terán Dutari: La propuesta educativapara la juventud ha surgido de la mismanaturaleza de la Iglesia.

La siguiente es una síntesis de la exposición de Mons. Julio Terán Dutari, titular de la Sección Educacióndel Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en la sesión inaugural del XII Encuentro de

Rectores de América Latina.

Cooperación viva: Encuentro fecundo entre fe y cultura

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íses parece encontrar en la universidaduno de sus iconos predilectos -manifes-tó-. Se va creando una cierta 'cultura uni-versitaria' propia, un estilo de vida en ju-ventud, con enorme interés por estudiary formarse, pero también por disfrutarde la convivencia abierta, de los nuevosespacios de la comunicación y del cono-cimiento, en creativo compromiso conun mundo recién descubierto. A ese sec-tor poblacional mayoritario, que conta-gia también al profesorado y toda la pla-na universitaria, a esa juventud indefini-ble pero ineludible, a veces enigmática,frágil y hasta desorientada y amenazadadentro del festín de la globalización ydel libre mercado, a ellos y ellas se diri-ge, sin duda, el lema de nuestro Encuen-tro, que identifica ‘el mundo universita-rio latinoamericano’ y lo entiende como‘espacio de cooperación viva en mi-sión’. Finalmente, señaló que “todo estoviene enmarcado en el tema de la VConferencia General del EpiscopadoLatinoamericano para el año próximo enAparecida, Brasil, con la presencia delSanto Padre y bajo el lema que él dio:‘Discípulos y Misioneros de Cristo’”.Tras lo cual, enfatizó que “la misión dela Iglesia no puede encerrarse sobre símisma. Ahora menos que nunca. La co-operación viva en la misión de las Uni-versidades Católicas está dirigida a eseservicio a la Iglesia y a la sociedad, quela misma Constitución Apostólica ‘ExCorde Ecclesiae’ señala como el encuen-tro fecundo entre fe y cultura, que tieneque dar respuestas operativas a las gran-des cuestiones de la humanidad”.

Después de un breve intervalo, y conel fin de dar a conocer la UniversidadCatólica A rgentina a los visitantes, elDirector del Instituto de Cultura y Ex-tensión Universitaria, Dr. Roberto A r a s ,presentó un video especialmente prepa-rado con una presentación institucionalde la UCA, describiéndolo como “unverdadero acercamiento a la memoria denuestra Universidad”.

Finalizada la proyección, dos pare-jas de un grupo folklórico de la Federa-ción de Agrupaciones Tr a d i c i o n a l i s t a sde la provincia de Buenos Aires ameni-zaron la ceremonia inaugural con bailestradicionales de la A rgentina y al térmi-no de su actuación los Rectores recorrie-ron las instalaciones del Campus dePuerto Madero y compartieron un breveb u ffet antes de su regreso a las instala-ciones de la Casa de Reuniones “El Ce-náculo”, en la localidad de Pilar, paracomenzar la primera de las intensas se-siones de trabajo bajo el lema “En estecontexto, esta Universidad”.

Un conjunto folklórico de la Federación de Agrupaciones Tradicionalistas de la provincia de BuenosA i res ilustró a los visitantes sobre varias danzas tradicionales del acervo cultural arg e n t i n o .

R e c t o res y re p resentantes de universidades católicas, autoridades e invitados especiales duranteun breve intervalo del intenso y multifacético acto de apert u r a .

En primer plano, intercambian reflexiones el Dr. Saguier Fonrouge, Mons. Roberto Rodríguez yMons. Eduardo Mirás.

Mons. Guy-Réal Thivierge dialoga con Mons. Andrés Stanovnik, ofm, Secretario General del CELAM,en momentos previos a la sesión inaugural.

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La universidad católica debe armonizarsecon la misión evangelizadora

En este feliz encuentro con todos ustedes, a quienes,principalmente, viene confiada la responsabilidad de man-tener y reforzar la identidad católica de la universidad, qui-siera exponer una reflexión sobre el papel de la Iglesia enfavor de la universidad: cómo os ayuda a cumplir vuestramisión como Rectores. Pero, también, quisiera hablar delpapel de vuestras universidades al servicio de la comunidadeclesial y de la sociedad.

I. La Iglesia al servicio de la Universidad

En primer lugar, voy a tratar de contestar una preguntamuy sencilla: ¿Qué ha hecho y que está haciendo la Iglesiapara ayudar a la universidad católica actual?

1. Estímulo y fundación de las universidades

Desde sus orígenes, la universidad recibió de la comu-nidad eclesial un impulso esencial. La solicitud de la Igle-sia y de la Santa Sede por la educación superior es antigua,de más de ocho siglos. Todas las grandes universidades eu-ropeas -Coimbra, París, Salamanca, Bolonia, Praga- y tam-bién las primeras de América Latina, fueron fundadas convínculos muy estrechos con la Iglesia.

A pesar de una interpretación que, desgraciadamente, seha ido haciendo corriente, favorecida por algunos colegasdel ámbito académico seglar, las universidades no fueronfundadas como corporaciones laicas que reclamaron su in-dependencia de la comunidad eclesial. De hecho, para ga-rantizar su libertad, estos centros buscaron muy pronto laprotección de la jerarquía contra la indebida invasión de laautoridad civil, y esta ayuda fue ofrecida generosamente. LaIglesia, pues, fundó y protegió la universidad como una ins-

titución vinculada a su misión, pero autónoma en su go-bierno. Por este motivo, Juan Pablo II pudo afirmar que lasuniversidades nacieron “del corazón de la Iglesia”.

Ahora, por primera vez en la historia, la Santa Sedeabraza, gracias al Código de Derecho Canónico de 1983, atodas las instituciones católicas de educación superior. Cier-tamente, este desarrollo significativo dio como resultado,más tarde, la aparición del primer documento vaticano ja-más promulgado para todas las instituciones de educaciónsuperior que deseaban ser reconocidas como “católicas”.Me refiero a la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiaedel año 1990.

Algunos comentaristas sugirieron que la autonomía ins-titucional de las universidades católicas, con excepción deaquellas erigidas por la Santa Sede, exigía que el Papa y losObispos quedaran simplemente en los márgenes de la orilla.El punto de estas voces críticas era divorciar la universidadde cualquier vínculo jurídico con la Iglesia visible. Sin em-bargo, el Papa Juan Pablo II propuso la opinión contraria.Insistió, por ejemplo, en que el Obispo local no es un “agen-te externo”, sino un participante en la vida de la universi-dad, de igual manera que lo es en todas las instituciones ca-tólicas que se encuentran bajo su cuidado pastoral.

2. Comunión entre Iglesia y Universidad

La promoción de la identidad católica de una universi-dad “se conseguirá más fácilmente estableciendo y mante-niendo relaciones estrechas, personales y pastorales, entrelos Rectores universitarios y las autoridades eclesiásticas,caracterizadas por la confianza recíproca, colaboración co-herente y continuo diálogo”.

Primero, confianza recíproca. Esto va más allá de las

Versión reducida de la exposición de Mons. Michael Miller,Secretario de la Congregación para la Educación Católica, en la apertura del XII Encuentro de Rectores.

Mons. Miller: “A veces, sus universidades habrán de tener la valentía de expresar verdades incómodas, verdades que no halagan a la opiniónpública, pero necesarias para el bienestar auténtico de la sociedad”.

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meras relaciones personales entre implicados. Dichas rela-ciones pueden -o no- estar marcadas por la cordialidad y laamistad. Pero hay una base más profunda para la confianza.Se fundamenta en el compartir la misma fe bautismal y enla adhesión a la persona de Jesucristo. La confianza se for-talece escuchándose uno al otro, respetando los diferentesdones que cada uno posee en la vida eclesial. Me refiero alreconocimiento, de parte de los Rectores, de las responsabi-lidades pastorales del Obispo y, por parte de éste, al respe-to de la autonomía y de los estatutos de la universidad. Conla confianza viene el diálogo. Obispos y Rectores deberánservirse de un abierto, sincero y periódico diálogo en su es-fuerzo conjunto por asegurar la identidad católica de la uni-versidad, así como su servicio a la Iglesia y a la sociedad.Deberá existir una colaboración estrecha y permanente en-tre la universidad y las autoridades eclesiásticas para forta-lecer la misión evangelizadora de la Iglesia. Para cumplir sutarea pastoral y asegurar que la institución preserve su iden-tidad católica, el Obispo diocesano debe, en cooperacióncon las pertinentes autoridades de la universidad, establecerlas formas de esta colaboración permanente. Ustedes, comoRectores, son la conexión primaria con el Obispo. Debenayudarle a identificar, estudiar y proponer las soluciones alos problemas que atañen a su ministerio pastoral.

3. Se preocupa por la identidad católica

No es de extrañar que una preocupación primaria de laSanta Sede en sus intervenciones en el campo de la educa-ción universitaria sea la preservación y el fomento de laidentidad específicamente católica de esta institución. Quie-ro repetir aquí las palabras del Papa Benedicto XVI. Él in-siste que “el hecho de ser ´católica´ no rebaja en absoluto ala universidad, sino más bien la valora al máximo”.

Los Obispos les ayudan a cumplir con su misión de fo-mentar y alentar la identidad eclesial de las instituciones austedes confiadas. La Constitución Apostólica Ex corde Ec-clesiae les confía a ellos una particular responsabilidad enrelación a estas instituciones, aquella de “promover las uni-versidades católicas y, especialmente, de seguirlas y asistir-las en el mantenimiento y fortalecimiento de su identidadcatólica, también en relación a las autoridades civiles”.

El nuevo Directorio para el Ministerio Pastoral de losObispos recuerda a los Obispos que deben vigilar acerca dela fidelidad de la institución a su identidad católica, “mien-tras respeta la autonomía de la institución universitaria se-gún sus propios estatutos”.

4. Promueve el compromiso institucional con la Iglesia

La pregunta que ahora ustedes tienen que hacerse es:¿Cómo puede mi universidad católica proporcionar honestay eficazmente una presencia cristiana en el vasto mundo dela educación superior?

El desafío que se plantea es si una universidad católicapuede desarrollar aquellas medidas institucionales que cla-ramente demuestran su deseo de participar en la vida de laIglesia, así como su anhelo de servir al bien común de la so-ciedad actual. Me parece esencial que los Rectores de lasuniversidades católicas del continente, junto a toda la co-munidad universitaria, decidan cómo van a fortalecer elcompromiso de sus instituciones -en su totalidad- en rela-

ción a su catolicidad.Precisamente por ser “católica”, la universidad está en-

riquecida por una dimensión más amplia, en cuanto busca laverdad completa que se encuentra en Cristo, el Verbo en-carnado. Dice la Ex corde Ecclesiae: “Por su carácter cató-lico, la universidad goza de una mayor capacidad para labúsqueda desinteresada de la verdad; búsqueda que no estásubordinada ni condicionada por intereses particulares deningún género”.

5. Abre la perspectiva con la luz de la fe

Otro importante desafío que deben afrontar ustedes, co-mo líderes de comunidades académicas, es la necesidad, envista de la extendida opinión que destierra la fe del mundouniversitario, de fortalecer “una continua reflexión, a la luzde la fe católica, sobre el creciente tesoro del saber huma-no”. Lo que ofrece la Iglesia a la comunidad universitaria esla fe en Jesucristo, “el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14,6), en quien encuentra su significado último y profundo. Elpatrimonio de la Tradición entra en la misión intelectual dela universidad como levadura que la enriquece. Porque vivede la fe de la Iglesia, la universidad católica puede ser másintegralmente un centro académico que cualquier otra insti-tución.

Desde San Justino Mártir, en el siglo segundo, hastahoy, la Tradición Católica ha sostenido que cuanto más son-deamos el misterio de Dios con la ayuda de la fe, tanto másentendemos la realidad; y, en este sentido, podemos decirque tanto más la universidad podrá llevar a cabo su misiónde evangelizar las culturas latinoamericanas.

La luz de la fe abre la puerta a la razón, a la realidad yal servicio. Sobre este punto de la armonía entre la fe y larazón insiste frecuentemente nuestro Papa actual:

“Por tanto, el gran desafío de las universidades católi -cas consiste en hacer ciencia en el horizonte de una racio -nalidad verdadera, diversa de la que hoy domina amplia -mente, según una razón abierta a la cuestión de la verdad ya los grandes valores inscriptos en el ser mismo y, por con -siguiente, abierta a lo trascendente, a Dios. Ahora bien, sa -bemos que esto es posible precisamente a la luz de la reve -lación de Cristo, que unió en sí a Dios y al hombre, la eter -nidad y el tiempo, el espíritu y la materia. ‘En el principioexistía el Verbo -el Logos, la razón creadora-... Y el Verbose hizo carne’ (Jn. 1, 1.14). El Logos divino, la razón eter -na, está en el origen del universo, y en Cristo se unió unavez para siempre a la humanidad, al mundo y a la historia.A la luz de esta verdad capital de fe y, al mismo tiempo, derazón, es posible, nuevamente, en el tercer milenio, conju -gar fe y ciencia.”

II. La Universidad al servicio de la Iglesia y de la So-ciedad

Las universidades católicas del Continente, teniendo encuenta que toda realidad cultural es, al mismo tiempo, me-moria del pasado y proyecto para el futuro, cuentan con unalarga tradición. Por este motivo, pueden dar un impulsoenorme a la construcción de la América Latina del tercermilenio. ¿Qué está haciendo y qué más puede hacer la uni-versidad católica para servir a la Iglesia, al mundo acadé-mico y a la sociedad?

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1. Contribución a la Iglesia en su misión de evangeli-zación

Manteniendo su autonomía propia, toda universidad ca-tólica está llamada a representar un papel particular en elcorazón mismo de la vida eclesial. En la Ex corde Eccle -siae, el Papa habló explícitamente sobre la relación directaque existe entre la universidad y la misión de la Iglesia:

“Según su propia naturaleza, toda universidad católicapresta una importante ayuda a la Iglesia en su misión evan -gelizadora... Además, todas las actividades fundamentalesde una universidad católica deberán vincularse y armoni -zarse con la misión evangelizadora de la Iglesia... La Igle -sia, porque es cada vez más consciente de su misión salví -fica en este mundo, quiere sentir estos centros cercanos a símisma, desea tenerlos presentes y operantes en la difusióndel mensaje autentico de Cristo.”

Se entiende, pues, de qué manera la Iglesia concibe launiversidad católica en lo concerniente a su contribución,específico, positivo y precioso, en orden al desarrollo máseficaz de su propia misión. En una universidad católica, lamisión evangelizadora de la Iglesia y la misión de búsque-da y enseñanza se encuentran unidas y coordinadas.

Vuestras universidades no pueden verse marginadas detodo lo que acontece a la Iglesia local. No es suficiente queenseñen un poco de teología y ética en los programas de es-tudio. Vuestras universidades deben reflexionar, día a día,sobre su relación práctica con la comunidad, así como contodos los desafíos relacionados con la nueva evangeliza-ción.

2. Contribución al mundo universitario

Ahora, quisiera reflexionar con ustedes sobre cómo launiversidad católica puede facilitar una renovación de lacultura universitaria en América Latina y el Caribe. Entremuchas posibilidades, he elegido sólo tres ideas claves pa-ra esta breve discusión.

2.1. Promueve una pasión por la verdadEl Papa Benedicto XVI estima que uno de los grandes

retos para la Iglesia de nuestro siglo es la presencia masivaen nuestra sociedad de un relativismo que no reconoce na-da como definitivo. Esta dictadura del relativismo es “unobstáculo muy insidioso en la tarea educativa. En tal hori-zonte relativista, no es posible una educación auténtica”.

Este relativismo, que se encuentra a menudo en el mun-do universitario, debe ser confrontado por una insistenciacontracultural sobre la importancia de la verdad. De hecho,el fundamento de la vida intelectual de una universidad ca-tólica es el gaudium de veritate, el gozo en la verdad, comodijo San Agustín.

Esta pasión por la verdad distingue a la universidad ca-tólica de muchas otras instituciones de educación superiorque han abandonado esta libre búsqueda. Nuestros centrospueden respirar con dos pulmones en su búsqueda de todoslos aspectos de la verdad; y cuando lo hacen con fervor al-canzan a verla en relación con la Verdad suprema que esDios.

2.2. Favorece la síntesis del saberOtra contribución de la universidad católica al mundo

universitario es su oposición al saber contemporáneo con su“alto nivel de información fragmentada y la poca capacidadpara la síntesis”. En palabras de Juan Pablo II:

“Afrontamos ahora la posibilidad de que la universidadse reduzca a un complejo grupo de áreas académicas queproducen sólo resultados concretos, los cuales son, al final,desarticulados e inconexos. Si esto es así, o cuando esto esasí, entonces la universidad podrá ofrecer una formaciónprofesional adecuada, pero ya no será útil para obtener lospropósitos de una formación rica y plenamente humana.”

Las universidades católicas sirven a la cultura académi-ca cuando afrontan el desafío de integrar el saber. En la ac-tualidad, este es un proceso más difícil que nunca, dado elescepticismo contemporáneo en relación a la posibilidad deesta tarea. Para custodiar intacta esta misión, es necesariocrear una nueva cultura dentro y fuera de la universidad,una cultura capaz de resistir a esa fragmentación del saberen información meramente cuantificable y utilitarista. En sudiscurso del pasado noviembre a la comunidad académicade la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el SantoPadre tocó este tema en referencia a recuperar una síntesisdel saber. Dijo el Papa:

“Por eso, la universidad católica es un gran laborato -rio en el que, según las diversas disciplinas, se elaboran iti -nerarios siempre nuevos de investigación en una confronta -ción estimulante entre fe y razón, orientada a recuperar lasíntesis armoniosa lograda por Santo Tomás de Aquino ypor los otros grandes del pensamiento cristiano, una sínte -sis contestada, lamentablemente, por importantes corrien -tes de la filosofía moderna.”

2.3. Fomenta un nuevo humanismo integralUna tercera aportación de la universidad católica al

pensamiento latinoamericano es su compromiso por un nue-vo humanismo integral. Muchos de nuestros contemporáne-os, dentro y fuera del mundo universitario, se limitan a jus-tificar la educación superior casi como si sólo fuera un ins-trumento de preparación para una carrera. Consideran laeducación, principalmente, como una inversión en “capitalhumano”.

En la práctica, esta comercialización de la educación -yno sólo a nivel superior- está eliminando la enseñanza de lasdisciplinas cuyo estudio es el fundamento del humanismointegral y cristiano. Dicha perspectiva mercantilista, en lacual se ve la educación como un artículo de consumo y endonde las universidades cada vez más asumen la organiza-ción y los valores de las empresas productivas, debe sercombatida. ¿Cómo? Fortaleciendo constantemente la tradi-ción milenaria de un humanismo integral. Para dar una res-puesta a las visiones erróneas sobre la persona humana, to-das las universidades de América Latina necesitan perseve-rar en la propuesta, directa y central, de una antropologíacristiana sólida. La verdad sobre el hombre ha de ser inte-grada en el plan de estudios de cada facultad y en cada pro-grama de toda universidad católica. “Como herederos de latradición humanística, debemos afrontar los problemas ac-tuales a la luz de los principios evangélicos”.

3. Contribución a la sociedad latinoamericana

Frente a los desafíos de las sociedades latinoamerica-

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nas, la elaboración científica de sus universidades católicas,ya ricas en tantos campos, sabrán en el futuro ensanchar sushorizontes. Podrán afrontar, de modo cada vez más orgáni-co, los graves problemas contemporáneos indicados en laEx corde Ecclesiae: “la dignidad de la vida humana, la pro-moción de la justicia para todos, la calidad de vida personaly familiar, la protección de la naturaleza, la búsqueda de lapaz y de la estabilidad política, una distribución más equi-tativa de los recursos del mundo y un nuevo orden econó-mico y político que sirva mejor a la comunidad humana anivel nacional e internacional”.

La investigación seria en sus comunidades académicasse deberá orientar a estudiar en profundidad las raíces y lascausas de los problemas existentes en sus realidades loca-les, nacionales y continentales. Siempre prestando especialatención a sus dimensiones éticas y religiosas. A veces, aun-que no sea fácil para el Rector, sus universidades habrán detener la valentía de expresar verdades incómodas, verdadesque no halagan a la opinión pública. Sin embargo, son tam-bién necesarias para salvaguardar el bienestar auténtico dela sociedad.

En este punto, me gustaría decir algo sobre uno de lostantos problemas que hay que discernir y evaluar en la cul-tura contemporánea. Afirma la Ex corde Ecclesiae que “enparticular se recomienda profundizar, con estudios apropia-dos, el impacto de la tecnología moderna y especialmentede los medios de comunicación social sobre las personas,las familias, las instituciones y el conjunto de la cultura mo-derna”. Hace poco, el Santo Padre trató este mismo temadescribiendo el espíritu que debe animar toda investigaciónen este campo:

“Si en los siglos XIX y XX la técnica experimentó uncrecimiento asombroso, al inicio del siglo XXI se han dadopasos ulteriores: el desarrollo tecnológico, gracias a la in -formática, también se ha apoderado de una parte de nues -tras actividades mentales, con consecuencias que influyenen nuestro modo de pensar y pueden condicionar nuestramisma libertad. Es preciso decir con fuerza que el ser hu -mano no puede, no debe ser sacrificado jamás a los éxitosde la ciencia o de la técnica”.

Conclusión

La misión específica de la universidad católica es lacontinua búsqueda de la verdad a través de la investigación,la conservación y la comunicación del saber humano para elbien de la sociedad. En esta “comunión de la verdad”, susuniversidades ofrecen una contribución necesaria no sólo ala Iglesia, sino también a la sociedad.

La comunidad eclesial también ayuda a la universidadcatólica a cultivar su amplia visión de la verdad, por ser de-positaria y custodia del Evangelio transmitido en su integri-dad por el Magisterio. En las circunstancias históricas ac-tuales, toca, por tanto, a las universidades católicas, confia-das a ustedes Rectores, ser uno de los mejores instrumentosque la Iglesia ofrece a nuestra época.

Existe una especial relación pastoral, en el interior de lacomunión eclesial, entre los Obispos y el Papa y la univer-sidad católica. Gracias a ella, todas las partes, ayudándoserecíprocamente, pueden llevar a cabo la misión para la cualson destinadas, respetando, claro está, la autonomía de loscentros académicos. La Iglesia, por su parte, los apoya y lesgarantiza el espacio de libertad necesario para cumplir consu misión. Pero no es una calle de sentido único. Efectiva-mente, mediante la enseñanza y la investigación, la univer-sidad católica ofrece una ayuda indispensable a la Iglesiapara responder a los problemas y las exigencias de nuestrotiempo, reservando una atención particular a sus dimensio-nes éticas y religiosas.

Queridos Rectores, como depositarios de este tesoroque es la universidad católica, sois llamados a ser instru-mentos, cada día más eficaces, de la evangelización y delprogreso cultural auténtico de este Continente. Las univer-sidades católicas existentes en América Latina están en dis-posición de generar una “civilización del amor”. Este es elproyecto proclamado en el Evangelio y, por ello, el desafíomás esperanzador de la Iglesia y de la universidad católicaen el Tercer Milenio: educar en el amor y difundir el amor.La Santa Sede os sostiene y os apoya con sincera gratituden este esfuerzo vuestro, sin duda, algunas veces fatigoso.

Creo que el deseo expresado por el Papa Juan Pablo IIpuede valer también para concluir mi intervención de estamañana:

“Que vuestras universidades católicas sean sensibles alos signos de los tiempos; sensibles a las múltiples instan -cias culturales actuales y, a la vez, abiertas al espíritu delas Iglesias particulares, mediante una fraterna y estrechavinculación con sus Obispos, y al espíritu de la Iglesia uni -versal, mediante vuestra sincera adhesión a la Santa Sede.”

Deseo, por tanto, que el Encuentro de estos días puedamarcar una etapa significativa para la historia de las rela-ciones entre las diversas universidades presentes en vuestroContinente, así como entre éstas y la Iglesia y la sociedaden América Latina, sin olvidar, de reflejo, a todo el mundocatólico.Muchas gracias por su entrega y dedicación a laeducación superior católica y por su atención tan amable enesta mañana. ¡Que el Señor les bendiga en su misión!

Quienes deseen obtener la versión completa del dis -curso de Mons. Michael Miller, pueden solicitarla escri -biendo a: [email protected].

Mons. Miller: “Existe una especial relación pastoral, en el interior dela comunión eclesial, entre los Obispos y el Papa y la universidadc a t ó l i c a ” .

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El objetivo general del XII Encuen-tro de Rectores fue propiciar la colabo-ración interinstitucional y eclesial, asícomo una participación significativa delas universidades católicas y de inspira-ción cristiana rumbo a la V ConferenciaGeneral del Episcopado Latinoamerica-no.

Para ello, y antes de la reunión, sepropuso una metodología de trabajo enel que todas las universidades y los dis-tintos sectores de cada una de ellas pu-dieran participar, mediante foros virtua-les, contribuciones generales y estudiosde casos sobre los graduados. Todo estematerial fue trabajado después durantelos tres días que duró el Encuentro, ensesiones de trabajo sobre ejes temáticos,con ejercicios de pizarra y debates queincluyeron la elaboración de conclusio-nes, recomendaciones y compromisos.

Ya reunidos en la Casa de Reunio-nes El Cenáculo - La Montonera, en lalocalidad de Pilar, provincia de BuenosAires, los directivos de las universida-des participantes mantuvieron la prime-ra sesión de trabajo en la tarde del jue-ves 21 de septiembre, que estuvo dividi-

da en dos ejes temáticos.Primero, el denominado “En este

contexto, esta universidad”, que apuntóa identificar los desafíos nuevos y per-sistentes del continente a través de unarecapitulación de los últimos quinceaños, así como a realizar un análisis dela situación de la educación superior ca-tólica en la región. El segundo eje estu-vo dedicado a estudiar “El desafío deevangelizar la cultura universitaria”, loque incluyó un análisis de la actual cul-tura universitaria, estudios de casos so-bre graduados y puesta en común de ex-periencias concretas de promoción hu-mana en las universidades.

En el primer el eje temático “En es-te contexto, esta universidad”, se pre-sentó varios aportes en un panel integra-do por el Lic. Horacio García Bossio,del Instituto para la Integración del Sa-ber; el Dr. Joaquín Ledesma, DirectorEjecutivo de la UCA, y la Lic. MaríaSoledad Zapiola, de la Dirección de Pla-neamiento Estratégico de la Universi-dad.

La exposición comenzó con la pre-sentación de un documento estructurado

en dos partes. La primera, redactada porel Lic. Horacio García Bossio, se tituló“Misión y presencia de la universidadcatólica, según los documentos de lasAsambleas Generales del CELAM”, enla que se analizó el devenir de las uni-versidades católicas en el espacio cultu-ral de América Latina, teniendo comoextremos del eje temporal los años delos últimos documentos del CELAM,desde 1992 a 2007. A lo largo del traba-jo, se describió la problemática del pen-samiento cristiano y finalmente se pro-pusieron algunas conclusiones tentati-vas, animando a la reflexión y búsquedade nuevas perspectivas para la Iglesia ysus universidades en América Latina.

La segunda parte, a cargo del Dr. Jo-aquín Ledesma, consistió en una aproxi-mación a los desafíos de las universida-des católicas, que fueron agrupados enseis: “No perder el rumbo. Evitar quenos lleve la ola”; “Lograr una respuestaadecuada al nuevo escenario de educa-ción transfronteriza o transnacional”;“Renovar la evangelización en nuestroscentros educativos”; “Concretar la realcooperación entre las universidades ca-

El Lic. Horacio García Bossio, el Dr. Joaquín Ledesma y la Lic. Soledad Zapiola, de la UCA, pre s e n t a ron aportes sobre el primer eje temático: "En estecontexto, esta universidad". Los documentos consideraron la misión, los desafíos y la situación de las universidades católicas en América Latina.

Sesión 1: Necesidades,inquietudes y carenciasDurante la primera sesión de trabajo, el mismo jueves 21 de septiembre en “El Cenáculo”, los participantes, agru-pados en diferentes equipos, hicieron un diagnóstico de necesidades, inquietudes y carencias de las universidadescatólicas y de inspiración cristiana de la región. La estructura se armó en base a ejes temáticos, a los re s u l t a d o sde los foros virtuales previos, a ejercicios de pizarra y al posterior debate y puesta en común.

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tólicas”; “Necesitamos maestros que se-an puente entre las generaciones yejemplos de vida católica” y “La educa-ción permanente como instrumento deintegración comunitaria e intergenera-cional”. “El mundo de la educación -di-ce el Dr. Ledesma con referencia al ter-cero de dichos desafíos-, es un campoprivilegiado para promover la incultura-ción del Evangelio. Sin embargo, loscentros educativos católicos y aquellosque, aun no siendo confesionales, tienenuna clara inspiración católica, sólo po-drán desarrollar una acción de verdade-ra evangelización si en todos sus nive-les, incluido el universitario, se mantie-ne con nitidez su orientación católica.Los contenidos del proyecto educativodeben hacer referencia constante a Jesu-cristo y a su mensaje, tal como lo pre-senta la Iglesia en su enseñanza dogmá-tica y moral.”

Finalmente, la Lic. Zapiola presentóalgunos datos del informe sobre univer-sidades católicas en América Latina,elaborado para la UNESCO por nuestraUniversidad a partir de una encuesta re-gional bianual 2004-2005, y algunasconclusiones de lo trabajado en el ForoVirtual I (los aportes) previo al encuen-tro.

La evangelización universitariaEn la segunda parte de la primera

sesión, en el marco del eje temático “Eldesafío de evangelizar la cultura univer-sitaria”, se abordaron las reflexiones so-bre la dimensión católica en la vida uni-versitaria y la formación de profesiona-les ante una cultura descristianizada.“Formar profesionales en misión: la di-mensión católica en la vida universita-ria. ¿Cómo formamos ante una culturadescristianizada?”, fue el interrogante

disparador.“La Universidad Católica: Desafíos

y promesas” fue el discurso que tuvocomo orador al Secretario General de laFIUC, Mons. Prof. Guy-Réal Thivierge,en el que elaboró “una panorámica dealgunos de los principales desafíos a losque están llamadas a responder las uni-versidades católicas hoy: el desafío deldesarrollo científico y tecnológico, el dela implantación de una sociedad del co-nocimiento, la ofensiva de los mercadossobre la universidad y la internacionali-zación de la educación superior ‘vía In-ternet’” (ver síntesis del discurso en pá-ginas 14, 15 y 16).

Mons. Thivierge insistió en que eldeber prioritario de todos los educado-res es re-centrar a la persona humana yque aquí “debe oírse la voz crítica y pro-fética de la universidad sobre la socie-dad y el mundo”. Precisó también, amodo de conclusión, que “si se percibehoy una urgencia en la vida de la uni-versidad católica no es la de atenuar odifuminar su carácter cristiano, sinomás bien ahondar en él, y dar testimonioen el plano teórico y en el práctico”.

Luego, se abrió el ejercicio de piza-rra, una metodología que se aplicó a lolargo de todo el XII Encuentro, que con-sistió en una pizarra ubicada en la ante-sala del auditorio en el que cada partici-pante pudo ubicar sus aportes, bajo el tí-tulo: “¿Qué necesita su universidadde...?”. Este ejercicio tendía a identifi-car y sistematizar las necesidades de launiversidad católica frente a las demásuniversidades, asociaciones y la Iglesia,entre otras instituciones. Una vez cerra-do el mismo, la comisión relatora siste-matizó lo presentado entregándolo a laAsamblea.

Para finalizar la primera jornada,

los participantes se agruparon por equi-pos de trabajo para tratar los ejes temá-ticos desarrollados en la sesión 1. El in-forme de estos primeros grupos identifi-có cuatro situaciones:

• Falta de estrategias y articulaciónpráctica de compromiso entre universi-dades católicas, debido a la ausencia decooperación y a un marcado aislamien-to.

• Los profesionales egresados de-ben ser sujetos eclesiales, entendiéndo-los como agentes de cambio en la socie-dad.

• El profesor debe ser capaz detransmitir la evangelización por mediodel ejemplo.

• No cabe hablar de una sola cultu-ra universitaria, sino de varias expresio-nes culturales de los jóvenes.

En respuesta a estas cuatro formula-ciones, se redactaron los siguientescompromisos: fomentar un vínculo realde cooperación entre universidades ca-tólicas; superar el dualismo de Univer-sidad y Católica, para formar profesio-nales cristianos a través de una educa-ción ética-humanística y técnica de ca-rácter transversal, y no sólo medianteciertas asignaturas paralelas y margina-les; vincular la cultura juvenil con launiversitaria y formar una masa críticapara lograr agentes de cambio social.

Por último, los grupos culminaronexhortando al compromiso de las uni-versidades católicas en la confección delos documentos de la V ConferenciaEpiscopal en Aparecida. De esta mane-ra finalizó la primera jornada de trabajo,en la que se diagnosticaron las inquietu-des y necesidades de las universidadescatólicas y de inspiración cristiana.

En la segunda parte de la primera sesión, se abord a ron las reflexiones sobre la dimensión católica en la vida universitaria y la formación de pro f e s i o -nales ante una cultura descristianizada.

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Voy a partir de una constatación: la universidad se en-cuentra, por doquier, en una fase de transformación impor-tante bajo la presión de exigencias diversas. Ya sea del Nor-te o del Sur, rica o pobre, privada o pública, comparte fun-damentalmente las mismas preocupaciones, se plantea cues-tiones sobre su razón de ser y su desarrollo futuro. Elaborasu balance y reevalúa sus misiones frente a los desafíos quele imponen las sociedades actuales, en el plano local y en elglobal. Con una forma u otra, parece haber una cuestión enel corazón de la reflexión universitaria: ¿cómo poner la cien-cia y la investigación científica, las artes y sus prácticas, lossaberes, los conocimientos y las técnicas, productos de la in-teligencia y de la imaginación del género humano, al servi-cio de lo humano, subentendido de una manera absoluta-mente particular en la universidad católica, de todo lo huma -n o? ¿Cómo conseguirlo, habida cuenta de las solicitacionesque nos apremian por todas partes, desde dentro y desde fue-ra, a la eficiencia y a la eficacia? ¿Cómo resistir, en un con-texto de globalización, a la ofensiva de los mercados? ¿Se haconvertido el conocimiento en un producto de consumo quese pueda comprar o vender? Aquí tenemos un primer con-junto de cuestiones que se han vuelto ineludibles hoy en lasuniversidades, públicas o católicas. ¿Cómo marcan estosdesafíos y las apuestas que implican el presente y el futurode las instituciones? ¿De qué recursos dispone la universidadcatólica para responder a estos interrogantes? ¿Cómo puedeseguir siendo fiel a la magna tradición universitaria a la quepertenece y, al mismo tiempo, abrirse con sabiduría a los im-perativos de la posmodernidad?

1. La universidad en tela de juicioEs poca cosa decir que el sentido y la misión de la uni-

versidad, una institución plurisecular que procede de la EdadMedia y fue reformada por vez primera al alba de la revolu-ción científica y técnica del siglo XIX, han perdido una par-te de su evidencia en nuestras sociedades. Los cuestiona-mientos de la universidad, privada o pública, sobre sí misma,

resultan tanto de tendencias a largo plazo (la vieja cuestiónde la masificación, la adaptación de los sistemas educativosa las evoluciones de los distintos medios) como de mutacio-nes más recientes (la globalización económica y el papel cru-cial que en ella desempeña la innovación tecnológica, la bús-queda de flexibilidad en la oferta educativa, el abandono delpapel centralizador del Estado y hasta su desimplicación, eldesarrollo de lo que se llama, permítanme la expresión, la“business education”, entre otras).

Es asimismo verdad que el paradigma conocido de la or-ganización de los saberes se encuentra también en dificulta-des, y el enfoque clásico de la reproducción cultural y de ladifusión del saber ha sido puesto en tela de juicio. La ense-ñanza ya no puede organizarse siguiendo el principio delaprendizaje pasivo de unas nociones establecidas, sino enfunción de la necesidad de a p render a apre n d e r de maneraglobal y contextual. Además, se pide a la universidad que sesometa a los mercados, so pretexto de garantizar la salidaprofesional de sus estudiantes. Esta relación universidad-mercado (universidad-empresa), no dominada, corre el ries-go de transformar la universidad en “colegio superior de for-mación profesional”, y en una empresa económica entreotras. La universidad se arriesga así a perder su autonomía, aver subordinar lo académico a lo económico, y a hacer pasarasí a segundo plano la enseñanza superior (en el sentido am-plio del término) y con ella la libertad académica, la investi-gación y la difusión de la cultura. La universidad, pública ocatólica, debe preservar su alma defendiendo el principio delau n i v e r s i t a s, el principio que la ha venido inspirando desdesu nacimiento, como lugar autónomo de reflexión, de inves-tigación y de difusión de los saberes. Un ámbito donde lasdiversas aproximaciones al conocimiento y las diferentesculturas, sin otro fin que la búsqueda de la verdad, puedandialogar libremente y al margen de toda lógica de pura ren-tabilidad económica, y sustrayéndose a cualquier coerción deorden nacional, económica o política.

2. El desafío del desarrollo científico y tecnológicoLa universidad se encuentra hoy frente a ciertos desafíos

que proceden de los mismos progresos que ella ha realizadoy que han adquirido dimensiones planetarias. El desarrolloeconómico de una gran cantidad de países, ligado sin la me-nor duda al progreso de los conocimientos técnico-científi-cos, ha hecho a la humanidad consciente de su fuerza y, porende, también de capacidad para hacer frente con éxito alproblema del hambre y de las enfermedades que la han ator-mentado durante siglos. Con todo, muchos países viven to-davía en la indigencia y en el subdesarrollo. “Este mismoh o m b re -escribe el Papa Juan Pablo II-, que es el artífice detantas nuevas posibilidades, es también, con excesiva fre -cuencia, espectador de muchas imposibilidades prácticas,cuando no responsable directo de los impedimentos que seoponen a la extensión del desarrollo y de sus beneficios.”Las respuestas tampoco pueden reducirse a realizar un ma-yor esfuerzo en el plano de la organización académica, mul-

Mons. Thivierge: “¿Dónde están los universitarios en el momento enque se construyen las convergencias de resistencias al modelo eco -nómico, político y cultural dominante?”.

Síntesis del discurso pronunciado por Mons. Guy-Réal Thivierge, Secretario General de la FIUC,durante la primera sesión de trabajo del XII Encuentro de Rectores, en la Casa de Reuniones “El Cenáculo”.

La universidad católica: Desafíos y promesas

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tiplicando las universidades, los institutos especializados, lasfacultades y los departamentos. Eso puede ser necesario, escierto, pero nunca será suficiente, pues los desafíos tienenque ver con cuestiones de fondo. Lo que está en juego es elsentido mismo de la investigación científica y de la tecnolo-gía, de la convivencia social, de la cultura y, yendo más alfondo, es la significación misma del ser humano lo que estáen cuestión. Dicho con otras palabras, y adoptando un puntode vista más general, podríamos decir que estos desafíos tie-nen que ver con la v e rdad sobre el hombre en su dimensiónpersonal y social; con la v e rdad sobre el mundo con sus le-yes, que debemos descubrir y emplear para el bien de la hu-manidad; con la v e rdad sobre Dios, el Ser fundador, a quientodo debe ser reconducido y que es el único que da su signi-ficación última al hombre y al mundo.

3. El desafío de la sociedad del conocimientoEn el entorno globalizador que conocemos, todas las

economías, pero de modo especial las llamadas economíasen desarrollo o en transición, deben hacer frente a nuevosdesafíos que afectan no sólo a los modelos y las prácticas dela misma economía, sino que trastornan también los objeti-vos (y las prácticas) de la educación superior. Entre los as-pectos más críticos que traen consigo estos cambios, es pre-ciso señalar, en primer lugar, el creciente papel del conoci-miento como factor de crecimiento económico y, a continua-ción, el lugar central de la revolución ligada a las nuevas tec-nologías de la información y de la comunicación. La pro-ducción y el acceso al conocimiento, así como a las aplica-ciones que de él se desprenden, se han convertido en facto-res determinantes del desarrollo económico.

Estos cambios hacen nacer nuevas posibilidades y nue-vos desafíos. Su aspecto positivo es que el papel de la edu-cación superior en la construcción de las economías del co-nocimiento y de las sociedades democráticas se vuelve másinfluyente que nunca. En efecto, la educación superior se en-cuentra en el corazón de la formación intelectual de las quedependen las producción de los conocimientos, su aplicacióny su diseminación. Se manifiesta otro desarrollo favorable através de la aparición de nuevos tipos de instituciones de en-señanza superior y nuevas formas de competición, que inci-tan así a las instituciones tradicionales a adaptar sus modosde funcionamiento y de presencia ante los medios a los quedesean servir. Su aspecto negativo es que estas transforma-ciones engendran el peligro de lo que hoy llamamos la “ f r a c -tura digital” en el seno de las naciones y entre unas y otras.Las mayorías excluidas se vuelven todavía más pobres y laselites globalizadas se hacen cada vez más ricas.

4. El desafío de los mercados sobre la universidad¿Qué entendemos por la ofensiva de los mercados sobre

la universidad? Bajo la presión de un entorno económico ca-da vez más competitivo e imprevisible, de un mercado deltrabajo polarizado, de dificultades presupuestarias crecientesy de mercados financieros en busca de inversiones rentables,los sistemas de enseñanza superior tienden a evolucionar ha-cia una mayor diferenciación, hacia una mayor flexibilidad,hacia una mayor instrumentalización al servicio de la com-petición económica y, como último punto de converg e n c i ade estas tres tendencias, hacia la privatización mercantil. Elconjunto de este proceso se encuentra favorecido además porla difusión de una potente ideología neoliberal, que es a la

vez producto y condición ideológica necesaria del inmensomovimiento de globalización mercantil que afecta ahora atodos los aspectos de la vida. Ahora bien, si pensamos la en-señanza como lugar de producción y de difusión de cultura,de valores y de saberes necesarios para la resolución de losgrandes problemas de la humanidad, e incluso en el sentidomismo de la existencia (pobreza, desigualdades Norte-Sur,agotamiento de los recursos naturales, nivelación cultural,dictadura del relativismo, etc.), entonces la enseñanza supe-rior mercantilizada promete catástrofes.

¿Es ineludible todo eso? Los imperativos económicos enacción tienen ciertamente el aspecto de rodillo compresor,pero la historia no es lineal. La destrucción de la universitas,pública o privada, y de sus ambiciones, el empobrecimientode los contenidos de la enseñanza, las condiciones de traba-jo cada vez más difíciles, la precarización del estatuto de lostrabajadores, los ataques contra la libertad académica, todoeso acaba por suscitar resistencias y luchas. La oposición ala mercantilización se desarrolla con la misma implacablenecesidad que la misma mercantilización. El futuro de la en-señanza superior está, en consecuencia, por escribir. Seráfruto de estas fuerzas contrarias, de su enfrentamiento.

¿Hay alternativas? ¿Dónde están los universitarios en elmomento en que se construyen las convergencias de resis-tencias al modelo económico, político y cultural dominante?¿Estamos paralizados hasta tal punto por el sistema o dismi-nuidos en nuestra dignidad de intelectuales? Existen alterna-tivas: reforzar la universidad como servicio diversificado(público y también privado; confesional o no) abierto a to-dos, sacar la educación de la lógica mercantil, ofrecer espa-cios al pensamiento crítico, conectar la investigación con lasnecesidades prioritarias de la humanidad. ¿Quién tomará lainiciativa de constituir la universidad como agente socialmundial portador de la defensa del sentido y de las necesi-dades esenciales a la condición humana? ¿Deberíamos ela-borar una carta magna donde se reafirmen las bases de su mi-sión científica y social, los principios de su identidad y de sufuncionamiento y las perspectivas de su globalización? Mevoy a tomar la libertad de soñar un instante ante ustedes es-ta tarde: ¿podría ver la luz un foro mundial de las universi -d a d e s, privadas y públicas, punto de encuentro de todosaquellos y aquellas que quieren reconstruir la función uni-versitaria y ponerla al servicio del bienestar y de la igualdad

Los Rectores siguieron con atención la disertación de Mons. Thivier -ge, sobre los desafíos que enfrenta la universidad, católica o no, enrespuesta a la exigencia de construir un nuevo humanismo.

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de todos los seres humanos en todo el orbe planetario? ¿Nosería ésta una de las tareas significativas de una Federacióncomo la nuestra?

5. El desafío de la internacionalización vía Intern e tNo es posible negar que uno de los más poderosos cata-

lizadores de la transformación de la enseñanza superior en ungran mercado mundial es el desarrollo de las tecnologías dela comunicación a distancia y, en particular, el desarrollo deInternet. “El impacto de la tecnología sobre la educación esel motor del cambio”, dice un informe del Banco Mundial.Así, tres grandes universidades americanas y una universi-dad inglesa (Columbia, Stanford, Chicago y London Schoolof Economy) se han asociado en una compañía especializa-da en la difusión pedagógica vía Internet, a fin de crear laCardean University, que ofrece a todo el mundo, aunque só-lo por Internet, cursos de comercio, de administración y decontabilidad. El Informe del Banco Mundial (2002) nos su-ministra toda una serie de preciosas informaciones. Unacuarta parte de los estudiantes que siguen cursos universita-rios australianos desde el extranjero lo hacen mediante la en-señanza a distancia. En Canadá, el 57% de las universidadesproponen ya formaciones “en línea”, que ofrecen más de3.000 cursos. En Francia, la Université de Pau y la Universi-té de Rennes, sobre todo, ofrecen MBA o DESS de Finanzasen Internet. Tenemos que advertir también que los países ri-cos no son, sin embargo, los únicos concernidos. La Univer-sidad Virtual de Monterrey (México), propone 15 itinerariosde Master por vía de teleconferencias o de cursos por Inter-net. Estos son seguidos por 50.000 estudiantes en los 1.450centros de México y los 116 que existen en otras ciudades deAmérica latina. Podríamos sentir la tentación de alegrarnos.Es lo que vemos y oímos con frecuencia a nuestro alrededor.¿Se harán accesibles, mañana, de este modo, los tesoros dela ciencia y de la cultura a la mayoría? ¿No nos estaremos ol-vidando un poco rápido de que estos saberes no serán gra-tuitos de una manera duradera (ya es verdad que pocos deellos lo siguen siendo) y que su acceso estará reservado, portanto, a quien pueda pagarlos? Nos olvidaríamos, sobre todo,de que, como en toda globalización mercantil, una lucha amuerte traerá consigo la supervivencia de sólo algunos. Enlos medios del Banco Mundial, ya es un dato claramente ad-mitido que la eliminación de la barrera física resultante de larevolución de las nuevas tecnologías de la comunicación sig-nifica que, a partir de ahora, se hace posible que las univer-sidades extranjeras compitan con las universidades locales yentren en contacto con estudiantes de todas partes, en todoslos países. Son también muchos los profesores de las univer-sidades clásicas que no creen en la generalización de la en-señanza a distancia vía Internet. Dicen que la cosa no puedefuncionar; estiman que el aliento, el alma de su vocación deeducadores no se puede automatizar. “¡Ésa no será -hemosoído decir- más que una mala enseñanza!” Tal vez tengan ra-zón en ese punto. Pero la llevarán a cabo a pesar de todo, se-an cuales fueren las consecuencias para la calidad de la en-señanza. Seamos realistas, reconozcamos de manera perspi-caz que lo que está en juego no es la educación, y menos aúnel estudiante: ¡lo que está en juego es claramente el benefi -cio, el dinero !.

Permítanme, antes de concluir, una última observaciónque afecta al conjunto de lo que he dicho hoy. Es justo y na-tural que el mundo universitario se interese por los desafíos

y los interrogantes que plantea la posmodernidad, pues el ob-jetivo de la universidad es ahondar, ir a la raíz de las cosas.Ella es el ámbito donde, en todos los tiempos, las diversas ra-mas del saber son objeto de investigación y de enseñanza; yla investigación y la enseñanza no pueden dejar de tener laverdad como punto de referencia. La verdad buscada, ama-da, enseñada y defendida, que es y debe ser como el alma dela universidad, porque ella es la vida profunda de la razónhumana. El descubrimiento o el redescubrimiento de la mag-na tradición intelectual cristiana, del humanismo cristiano,puede constituir para nuestros medios un instrumento pre-cioso para la reflexión sobre una visión del mundo y de laeducación que esté plenamente a la altura del hombre y a laaltura de Dios. Las cuestiones existenciales que afectan a lapersona humana y a su destino, al mundo, encuentran un lu-gar escogido en los inmensos recursos del pensamiento bí-blico, antropológico y filosófico cristiano. El nuevo huma -n i s m o, que constituye el preámbulo de la nueva evangeliza -c i ó n, ¿no es el que escribiremos juntos, a ejemplo del Va t i-cano II, aceptando iniciar el diálogo con la posmodernidad,ese mundo que se construye sin Dios y, con excesiva fre-cuencia, sin el hombre? La puesta en tela de juicio, la crisisde la universidad, tal como la podemos constatar en Europay otros lugares desde el final de la Segunda Guerra Mundialy a la que se intenta poner remedio, no es, en mi opinión, tan-to de tipo organizativo como civilizacional, cultural y espiri-tual. No se trata tanto de una crisis de medios como de unacrisis de identidad, de fines y de valores.

C o n c l u s i ó nMás allá del mundo de la educación, podemos observar

también que las mutaciones científicas y tecnológicas, cultu-rales, sociales y económicas son tan radicales en todos loscampos que podemos imaginar a priori tanto lo mejor comolo peor. El futuro está abierto, tanto en sentido positivo comonegativo.

Tengo la íntima convicción de que frente a tantos tras-tornos, la vocación de la universidad católica no es sólo la dela ciencia, es también la de la sabiduría. En nuestras socie-dades actuales, se impone como un deber prioritario de todoslos educadores re - c e n t r a r la persona humana, c reada a ima -gen y semejanza de Dios.

Una sabiduría que proporciona a la universidad una vozcrítica y profética sobre la sociedad y el mundo. En eso con-siste su originalidad, ésa es su misión. Por eso, si se percibehoy una urgencia en la vida de la universidad católica no es,a buen seguro, la de atenuar o difuminar su carácter cristia-no, sino más bien la de ahondar en él, ponerlo de manifiesto,dar testimonio de él.

Esta misión indica no sólo un aumento del interés por launiversidad católica, sino también una atención y una sensi-bilidad mayor por el valor eclesial de que está investida. Launiversidad católica está bien arraigada en la historia, en lasociedad y en la Iglesia. Una doble cuestión quedará plante-ada siempre e invito a los universitarios católicos latinoame-ricanos a prolongar la reflexión sobre ella: ¿qué universidadcatólica hoy? La universidad católica: ¿qué futuro? ¿De-sa -fíos? ¡Ciertamente! ¿Promesas? ¡Aún más!

Quienes deseen obtener la versión completa del discur -so de Mons. Guy-Réal Thivierge, pueden solicitarla escri -biendo a: [email protected].

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“El mundo universitario católico latinoa-mericano: un espacio de cooperación viva enmisión” fue el lema del XII Encuentro de Rec-t o res. En las palabras de bienvenida del pro-grama de actividades, el Rector de la UCA,Mons. Dr. Alfredo Zecca, resaltó que “la oca-sión es oportuna, nuestros obispos nos con-vocan y el contexto eclesial e histórico re q u i e-re de nosotros la grandeza de saber re c o n o-c e rnos, acerc a rnos, salvar los obstáculos yc o n s t ruir una verdadera práctica de coopera-ción viva que nos conduzca hacia una mayorcomunión académica, en la comunión ecle-sial”.Estos fueron, precisamente, los tópicostratados en la segunda sesión de trabajo el díav i e rnes 22 de septiembre, cuando se analiza-ron los resultados de los Foros Vi rtuales III yI V, bajo los ejes temáticos “Universidades:¿Piedras vivas?” y “Hacia la comunión acadé-mica en la comunión eclesial”. Estos foros sed e s a rro l l a ron durante los meses de agosto ys e p t i e m b re en simultáneo con los dos prime-ros, que se pre s e n t a ron el día anterior. Me-diante esta metodología, se invitó a la comuni-dad universitaria católica de los distintos paí-ses a encontrarse para intercambiar ideas yadelantar propuestas sobre los aspectos te-máticos centrales del XII Encuentro .

En el primer eje, “Universidades: ¿Piedrasvivas?”, el Director General de Pastoral y Cul-tura Cristiana de la Pontificia Universidad deChile (UC), Arq. Antonio Daher, presentó losresultados obtenidos en el Foro Vi rtual III. Eneste ámbito, se propuso una reflexión “Desdeel corazón de la Iglesia en América: Identidady misión de la universidad católica, su re l a c i ó ncon la Iglesia y el servicio a la sociedad”. Losi n t e rrogantes que motivaron el debate virt u a lf u e ron tres: “Universidades católicas: ¿Somospiedras vivas de la Iglesia?”; “¿Cómo sirv e nlas universidades católicas hoy a lafunción/misión de la Iglesia en América Latinay de cada iglesia en particular?”; “¿Con quéa p o rtes se puede contribuir al proceso eclesialde la V Conferencia General del EpiscopadoL a t i n o a m e r i c a n o ? ” .

El Arq. Daher presentó al auditorio la or-ganización, misión y espíritu con el que traba-ja la Dirección a su cargo en la UC. Explicó que“la misión es la promoción de la evangeliza-ción de la cultura, la formación humana inte-gral a la luz de la fe, las acciones misioneras yde solidaridad humana, desde la Universidad yen la Universidad”. La Dirección General dePastoral está dividida por áreas: formación ycultura, de académicos, administrativos y

alumnos, misiones, solidaridad y ejecutiva, enlas cuales se desarrollan distintas actividadescomo preparación a los sacramentos, lectiodivina, círculos de formación, diferentes mi-siones por sectores internos de la UC y épocasdel año. Desarrolló a continuación su ponencias o b re dicho tema el Rector de la UCA, Mons.D r. Alfredo Zecca, quien comenzó su exposi-ción señalando que tanto Ecclesia in Americacomo Navega Mar Adentro, e incluso EvangeliNuntiandi, de Pablo VI, delimitan para las uni-versidades un campo de trabajo: la evangeliza-ción de la cultura, la inculturación del evange-lio, un verd a d e ro humanismo. “Hay que supe-rar la tensión o falsa oposición planteada entreteocentrismo y antropocentrismo -explicó-, yaque Cristo es el centro en ambas. Ciertas pro-posiciones, como aquélla que nos llama ac o n s t ruir ‘la civilización del amor’, no estánpasadas de moda, pero re q u i e ren de un traba-jo evangelizador que permita integrar a Dios yal hombre, lo universal y lo part i c u l a r, lo finitoy lo infinito, fe y razón, Iglesia y mundo. En es-te contexto, no podemos dejar de re c o rdar lacuestión de la verdad, que es la más decisivaque enfre n t a m o s . ”

En cuanto a la cognoscibilidad de la ver-dad, prosiguió, “debemos proponer desde la

Sesión 2: Hacia lacomunión académicaEl acercamiento entre las universidades católicas fue el centro de atención de la segunda sesión de trabajo de losparticipantes. Se trataron los tópicos discutidos en los foros previos, hubo encuentro plenario y también delibe-raciones por grupos de trabajo para debatir las propuestas a presentar en la V Conferencia General del Episcopa-do Latinoamericano y los compromisos para la cooperación regional.

El Arq. Antonio Daher (Chile) presentó los resultados del Foro Vi rtual I I Iy habló sobre la evangelización de la cultura.

Mons. Zecca re m a rcó en su ponencia que la cuestión de la verdad es lamás decisiva que enfrenta hoy la universidad católica.

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universidad católica una cosmovisión verd a-deramente cristiana. Si no, ¿qué es lo que ha-ce mi universidad? No faltamos el re s p e t ocuando decimos que Cristo está en el centro yencontramos en Fides et Ratio una exhort a-ción a abordar los temas metafísicos con co-raje. En un clima de relativismo cultural, don-de todo es verdad y, por lo tanto, nada es ver-dad, debemos reencontrar el lugar de una tri-logía fundamental: libertad, verdad y diálogo”.

D e n t ro del mismo eje temático, el Secre-tario General del CELAM y Obispo de Recon-quista, Mons. Andrés Stanovnik, o.f.m., diser-tó sobre “La universidad católica en el marc ode la V Conferencia General del EpiscopadoLatinoamericano”. En su discurso, explicó que“la V Conferencia es un encuentro de obisposque se reúnen para abord a r, a la luz de la fe yde las grandes orientaciones recibidas del Ma-gisterio Pontificio, los desafíos nuevos y ur-gentes que vive la Iglesia en América Latina yel Caribe en la hora actual”.

“La finalidad de este encuentro episcopal,en continuidad con los anteriores celebradosen Río de Janeiro, Medellín, Puebla y SantoDomingo, es la evangelización de América La-tina”, agregó. Con relación específica a la uni-versidad católica, Mons. Stanovnik expre s óque “nacida del corazón de la Iglesia, se hacev e rd a d e ro sujeto eclesial” y que “ésta es la ra-zón fundamental por la cual nuestras universi-dades se insertan plenamente en el marco dela V Conferencia y son convocadas a part i c i p a ren su preparación, celebración y luego en lam i s i ó n ” .

Cooperación interu n i v e r s i t a r i aEl cuarto y último eje temático del En-

c u e n t rofue “Hacia la comunión académica enla comunión eclesial”. En el Foro IV, que llevóel mismo título, se analizó el estado actual dela comunión y solidaridad experimentada en-t re las universidades católicas del continente,se revisó la realidad del rol, función y serv i c i o

efectivo de las asociaciones, federaciones yo rganizaciones y redes que las agrupan y lanecesidad de re c o n s t ruir estos espacios.

La presentación de sus resultados estuvoa cargo de la Directora del Centro de Investi-gaciones de la Fundación Universitaria LuisAmigó, de Colombia, Dra. Patricia Ramírez Ar-boleda, con el interrogante “Cooperación Inte-runiversitaria: ¿Cómo generar comunidad ysalvar los obstáculos al trabajo conjunto?”.

El P. Juan Darío To roJaramillo, Decano dela Facultad de Teología de la Fundación Uni-versitaria Luis Amigó, presentó la iniciativa dela “Rueda de Solidaridad”, que se realizará endicha universidad entre el 16 y 19 de octubrede 2006. Se extendió una especial invitación atodos los participantes para que se sumen aesta singular convocatoria, en la que se aspiraa concretar verd a d e ros intercambios de coo-peración. En el contexto de este eje, el Rectorde la Pontificia Universidad Católica de Río deJ a n e i ro, Pbro. Dr. Jesús Hortal Sánchez, sj,

Concluida la segunda jornada de trabajo, los participantes se re u n i e -ron en grupos para tratar los ejes temáticos considerados en ella.

Mons. Estanislao Karlic, Arzobispo Emérito de Paraná, participó también enlas sesiones de los grupos de trabajo.

Varios Rectores se dirigen a las aulas de los grupos de trabajo; al frente, el P. Jesús Hortal Sánchez, sj, de la Pontificia Universidad Católica de Río deJ a n e i ro, dialoga con el P. Dr. Pablo C. Sicouly, de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, de Arg e n t i n a .


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brindó una conferencia sobre “La realidad aso-ciativa de las universidades católicas de Amé-rica Latina”.

Una vez concluida la sesión, nuevamentelos participantes se re u n i e ron para trabajar eng rupos sobre los ejes temáticos que se trata-ron durante la mañana. En ese mismo mo-mento, se dio cierre al ejercicio de pizarra y losm i e m b ros del equipo cronista pre s e n t a ron alauditorio los resultados del mismo. El ejerc i c i orecogió las inquietudes de los Rectores, distri-buidas en siete ítems: “La Iglesia”; “Mi Obis-po”; “Otras Universidades”; “Asociaciones”;“Este Encuentro”; “Solicitud” y “Otros”. Elítem mayoritario, con un puntaje de once, fue“Otras Universidades”, en el que se detectó enlas opiniones relevadas “una insistencia en lacooperación entre universidades católicas y elf o rtalecimiento de sus vínculos solidarios”.También “se registró un llamado a la herm a n-dad entre universidades católicas, para que lasmás favorecidas apoyen el desarrollo de lasmenos favorecidas”. Le siguieron, con unpuntaje de cuatro, “Asociaciones” y “Este En-c u e n t ro”. En el primero, “se destacó la necesi-dad de formar una plataforma única y comúnde pensamiento de las universidades católicasf rente a otras organizaciones, nacionales e in-t e rnacionales”, a la vez que se planteó una ac-tividad pastoral conjunta con otras org a n i z a-ciones religiosas. Mientras, en la categoría“Este Encuentro” se notó con frecuencia “la in-quietud por identificar mecanismos para unap a rticipación efectiva entre las diversas uni-versidades católicas, tendientes a: re f o rzar lascapacidades de las universidades para re s p o n-der a las necesidades de sus comunidades lo-cales, desde una perspectiva católica”.

Luego, el Rector de la Universidad Alber-to Hurtado, de Chile, Pbro. Dr. Fernando Mon-tes Matte, sj, describió a la Asociación de Uni-versidades Confiadas a la Compañía de Jesús

en América Latina (AUSJAL), de la que es tam-bién su Vi c e p residente. Constituida por 29universidades de 14 países, AUSJAL “es unespacio para reflexionar sobre la identidad ylos desafíos que las universidades, principal-mente las de inspiración cristiana, tienen fre n-te a la realidad social de América Latina”, se-gún la propia explicación del Pbro. MontesMatte. Lo mismo hizo respecto de la Asocia-ción Mexicana de Instituciones de EducaciónSuperior de Inspiración Cristiana (AMIESIC)su Te s o re ro Dr. Pedro Liedo Galindo, Rectorde la Universidad Lasalle Pachuca de México.

Fundada en 1984, AMIESIC es una agru-pación formada por aproximadamente 50 uni-versidades católicas de dicho país, que buscafomentar el acercamiento entre las universida-des y la realización de intercambios de expe-riencia en sus diferentes áreas de desarro l l o ,tanto en aspectos académicos, sociales y cul-turales, como de cualquier otra índole de inte-rés común.

Finalmente, los participantes se re t i r a ro npara continuar trabajando en la elaboración delas propuestas al CELAM -que fueron debati-das en el Plenario “Propuestas a la V Confe-rencia” el último día del XII Encuentro de Rec-t o res- y los compromisos de cooperación vivae n t re universidades. En estos últimos, tam-bién se realizó un diagnóstico sobre “AméricaLatina y la cooperación”, en el que se observ óun fenómeno de asociación, pero fragmentarioy particularista en la realidad latinoamericana.Se plantearon interrogantes para tratar de darrespuesta a esta situación, como por ejemplosi esto se debe a la falta de solidaridad por par-te de las universidades católicas de la región osi es un problema suscitado a la hora de coor-dinar o unificar las diversas iniciativas. El in-f o rme detalla que se propuso contemplar la re-fundación de la Organización de las Universi-dades Católicas de América Latina (ODUCAL),

para que ésta pueda re p resentar eficazmente ala región en materia de educación superior. To-do el material relativo a los compromisos fuep resentado en la misma sesión plenaria, quefue rica en debates e intercambio de ideas.

E n t re los compromisos base que se con-s i g n a ron para elaborar el documento final,pueden destacarse los siguientes:• Se manifestó la búsqueda de la verdad, nosólo en la investigación científica y tecnológi-ca de los profesionales, sino también en la for-mación de ciudadanos cristianos, que dirijanpolíticas públicas fundadas en nuestra fe.• Se evaluaron los medios para generar y sal-var los obstáculos para trabajar en conjunto.En este orden de cosas, se propuso la coope-ración por medio de una “Rueda de solidari-dad”, que consiste en un sistema de tru e q u ec o n f o rmado por un portafolio, denominaciónque recibe aquello que está dispuesta a ofre c e rcada universidad y lo que necesita de las de-más en relación a: programas de form a c i ó nacadémica de pregrado y posgrado; pro g r a-mas de investigación; de intercambio de alum-nos, pro f e s o res, de recursos e interc a m b i o slogísticos, así como la participación en publi-caciones conjuntas.• Se exhortó a fortalecer asociaciones que yae x i s t e n .• Se propuso una formación homologable através de currículas equivalentes.

También se plantearon los desafíos quee n f rentan las universidades católicas y de ins-piración cristiana de la región en los próximosaños, que deberán “desarrollar una capacidadcolectiva de respuesta a las presiones de laépoca, a través de una cooperación viva y re-al, además de encontrar una particular form ade gestionar el conocimiento y difundir el sa-ber a fin de lograr en el graduado la plenitud desu vocación profesional y cristiana, de manerai n t e g r a l ” .

De los grupos de trabajo surg i e ron también los resultados del ejercicio de pizarra: la cooperación entre universidades y el fortalecimiento de susvínculos solidarios fueron las inquietudes mayoritarias entre los part i c i p a n t e s .

UCActualidad


Plantear la universidad católica en el marc ode la V Conferencia General del EpiscopadoLatinoamericano (VCG) es constatar un datoobvio: la universidad católica está en el mar-co de la VCG. Sin embargo, sabemos quepor el mero hecho de estar allí no quiere de-cir que por eso tenga existencia viva en esem a rco, y que ese marco signifique de por síun verd a d e ro marco para ella. Quisiéramosque ese “estar” en el marco de la V Confe-rencia General corresponda también a suser y a su misión. Esto nos llevará necesa-riamente a tocar algunos aspectos esencia-les del perfil católico y la misión de nuestrasuniversidades. En otras palabras, considerarel marco de la VCG como un dato clave decontexto para la universidad católica, incidenecesariamente en su identidad y en su mi-sión evangelizadora que, a su vez, es el temageneral de este Encuentro: “El mundo uni-versitario católico latinoamericano: un espa-cio de cooperación viva en misión”.

El marco de la V Conferencia GeneralPara comprender la naturaleza y finalidad deesta reunión de Obispos, es necesario que laubiquemos en el contexto eclesial. Fuera deeste contexto, no tiene sentido. La VCG esun encuentro de Obispos, “discípulos y mi-s i o n e ros de Jesucristo”, que se reúnen para

a b o rd a r, a la luz de la fe y de las grandesorientaciones recibidas del magisterio ponti-ficio, los desafíos nuevos y urgentes que vi-ve la Iglesia en América Latina y el Caribe enla hora actual, con el fin de buscar y acord a rjuntos líneas pastorales que orienten y ani-men la identidad católica de nuestros pue-blos, y den un nuevo y fuerte impulso evan-gelizador a todo el Continente.Como las anteriores Conferencias Genera-les, también la actual tiene como principalt a rea el anuncio evangelizador, como re s-puesta pastoral a los nuevos desafíos deltiempo presente. Tenemos que situar la uni-versidad católica en esta perspectiva ecle-sial, porque a partir de ella entendemos quesu finalidad es la evangelización, “parte fun-damental de su misma identidad y puntocentral de su misión”.En esta línea, re c o rdemos que la Iglesia,P a s t o res y Pueblo de Dios tienen la misión yla responsabilidad de interpretar el tiempop resente. La universidad católica está llama-da a ejercer esta responsabilidad eclesial, nocomo una mera estrategia pastoral, sino co-mo parte esencial de su misión. Ha sidoconvocada en la Iglesia a ejercitar “la inteli-gencia del tiempo presente”, lo cual suponeun renovado esfuerzo por ver, discernir yluego actuar.

E j e rcer esa inteligencia exige una fuerte do-sis de humildad, de escucha y acogida, y dediálogo. Sin estas notas, no es posible re a l i-zar una hermenéutica cristiana de los acon-tecimientos. La Iglesia en América Latina yel Caribe está llamada hoy a realizar ese ejer-cicio desde su condición de discípula de Je-sucristo, en actitud de humilde apert u r a ,acogida y diálogo. Ante todo, para re c o n o-cerse a sí misma como cuerpo inseparablede su cabeza, cuyo punto de partida y clavede lectura no puede ser sino la memoria vi-va de Jesucristo, quien la exhorta a distin-guir claramente los signos de los tiempos(Mt 16, 3) y la invita a que vislumbre “no po-cos indicios que le hacen concebir esperan-zas de tiempos mejores para la Iglesia y pa-ra la humanidad”.La VCG es un acontecimiento eclesial, me-diante el cual las Iglesias que peregrinan eneste Continente profesan, celebran y adhie-ren con su vida a Jesucristo. Es muy impor-tante que ubiquemos el mundo universitariocatólico latinoamericano en este contexto.De lo contrario, corremos el riesgo de si-t u a rnos ante la VCG como ante un objetoque es útil si sirve y si no se lo deja; o comouna estrategia pastoral fabricada en el labo-ratorio del CELAM. En todo caso, el CELAM,en conjunto con la Pontificia Comisión paraAmérica Latina, son organismos de serv i c i oa quienes les fue confiada la preparación dela VCG.Es necesario que vivamos la VCG como unv e rd a d e ro don del Señor a su Iglesia. Enefecto, el tema de la V Conferencia Generalque nos ha entregado el Papa es el siguien-te: “Discípulos y Misioneros de Jesucristo,para que nuestros pueblos en Él tengan vi-da” – “Yo soy el Camino, la Ve rdad y la Vi-da” (Jn 14, 6). Una primera observación pa-ra hacer notar acerca del tema es que suc e n t ro de gravedad descansa en la personade Jesucristo; tanto el discípulo como nues-t ros pueblos tienen identidad y vida en Él.Una segunda observación sobre el tema esmuy similar a la primera: si el centro de gra-vedad descansa en la persona de Jesucristo,ese centro contiene en su gravedad al discí-pulo y a nuestros pueblos: ambos tienen vi-da “en Él”. En consecuencia, el tema estádominado por el encuentro interpersonal ypor la dimensión comunitaria.Si la V Conferencia General se redujera a una

Síntesis de la exposición ofrecida por Mons. Andrés Stanovnik, ofm, Obispo de Reconquista ySecretario General del CELAM, en la segunda sesión del XII Encuentro de Rectores. El tema fue

“La universidad católica en el marco de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”.

La universidad católica y el CELAM

Mons. Stanovnik: "El principal desafío de la universidad católica es estudiar las implicanciasque tiene la vida en Cristo para el compromiso de los fieles laicos en la cultura, la política,la economía y el trabajo".

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estrategia pastoral, estaríamos perdiendo eltiempo. La V Conferencia General es ante to-do una convocación a vivir en la fe el en-c u e n t ro con Jesucristo como discípulos ym i s i o n e ros suyos. Es un llamado a re c re a ren nuestras Iglesias part i c u l a res y en el co-razón de cada uno de los bautizados, ese en-c u e n t ro. Por eso, esa convocación nos im-plica a todos: fieles laicos y laicas, vida con-sagrada, sacerdotes y Obispos. Y a todas lasinstituciones con identidad católica en elContinente, como son las Universidades.Con esa finalidad, se ha implementado unsistema de participación mediante el cual to-do el que desee pueda ser un miembro acti-vo a lo largo de todo el proceso de la V Con-f e rencia. Un momento cualificado de estep roceso es el que se llevará a cabo durantelos días 13 al 31 de mayo, en Apare c i d a ,Brasil. Ésta es la etapa propiamente episco-pal, dada la naturaleza del encuentro .Sin embargo, este acontecimiento no se li-mita sólo a los días de reunión, sino que vap recedido por un amplio período de pre p a-ración y deseamos que fuera seguido luegopor otro amplio período de misión en elContinente. Es decir, la V Conferencia Gene-ral quiere configurarse con un antes, un du-rante y un después: pre p a r a c i ó n - c e l e b r a-ción-misión. La participación más ampliadel Pueblo de Dios, que hoy está orando, es-tudiando y elaborando sus aportes al temade la V Conferencia, tiene lugar durante en elperíodo de preparación, que estamos vivien-do en esta etapa. El período siguiente a lacelebración de la V Conferencia será fecun-do en tanto y en cuanto hayamos re s p o n d i-do a la convocatoria de participar activa-mente en su pre p a r a c i ó n .

La universidad católica en ese marc oLa Universidad Católica, nacida del corazónde la Iglesia, vive en ella no por una opciónsentimental, sino porque su identidad ecle-sial la hace verd a d e ro sujeto eclesial. Ésta esla razón fundamental por la cual nuestrasuniversidades se insertan plenamente en elm a rco de la VCG y son convocadas, comov e rd a d e ros sujetos, a participar activamenteen su preparación, celebración y luego en lamisión. Dada esta inserción, ¿qué conse-cuencias se derivan de ello y cuál es el al-cance concreto de la participación activa denuestras universidades en la VCG?La identidad católica de la universidad tienedos proyecciones esenciales y complemen-tarias: por ser “católica”, su primera finali-dad es la evangelización; por eso mismo,debe potenciar al máximo su excelencia aca-démica. Sin embargo, en esta reflexión que-remos destacar solamente la finalidad evan-gelizadora de la universidad católica, porq u e

la coloca como sujeto eclesial en el corazónmismo de la Iglesia.La primera consecuencia que se despre n d ede la identidad católica de la universidad y,por ende, de su existencia como sujeto ecle-sial en el marco de la VCG, es el llamado arepensarse a sí misma, en la Iglesia y con laIglesia, desde el discipulado y la misión. Es-te llamado atraviesa y compromete a la uni-versidad en el núcleo mismo de su existen-cia, porque la coloca ante el desafío de re-c rear su identidad y misión católicas desdelas nuevas categorías de discipulado y mi-sión. Colocarnos vitalmente en la perspecti-va de la VCG es darnos cuenta de que, comouniversidades católicas estamos llamados“a una continua renovación, tanto por el he-cho de ser universidad, como por el hechode ser católica. En efecto, está en juego elsignificado de la investigación científica y dela tecnología, de la convivencia social, de lacultura, pero, más profundamente todavía,está en juego el significado mismo del hom-b re”. La VCG nos invita a reasumir “el signi-ficado mismo del hombre” que hoy está enjuego, desde la perspectiva del ser humano-discípulo y misionero de Jesucristo, cuya ta-rea -devenida precisamente de la experien-cia viva de esa relación- se orienta toda a fa-vor de la vida de nuestros pueblos en Él.El tema de la V Conferencia tiene, en su for-mulación, una fuerza originalísima. El serhumano se define a partir de su fundamen-tal re f e rencia a Jesucristo: es discípulo y mi-s i o n e ro de Jesucristo. Esta re f e rencia acon-tece a partir de un encuentro cuya iniciativano parte del hombre, sino de Jesucristo. El“significado del hombre”, su identidad, notiene existencia sino a partir de esa re l a c i ó nfundamental. Una primera consecuencia an-t ropológica de esa relación discipular es queel ser humano no se define por sí mismo.Esa relación no parte de su propia iniciativa.Es “elegido” y “llamado” a una existenciad i s c i p u l a r. La misión del discípulo tiene in-mediatas consecuencias en la sociedad: suexperiencia fundamental de gratuidad loorienta por completo a todo lo que favore z-ca la vida plena e integral de la comunidadhumana. Esta vida plena e integral adquieresu verd a d e ro significado como “vida enCristo”, cuando incide realmente en el cam-po concreto de la convivencia social, políti-ca, cultural y religiosa de la comunidad.Es muy importante re c o rdar que el ser hu-mano no puede “hacerse” a sí mismo discí-pulo y misionero. Las primeras páginas delGénesis describen con verdadera genialidadla fortaleza y la debilidad de la condición hu-mana. Allí podemos encontrar el perfil delser humano en su versión de “antidiscípu-lo”, cuando abandona su vocación re l a c i o n a l

original y se constituye en razón única de símismo. Entonces, toda medida y valoraciónse torna relativa a él, convirtiendo al otro enaliado o enemigo, en alguien con quien“consensuar” o en alguien a quien eliminar.Esta radical y exclusiva autore f e re n c i a l i d a dorigina en el individuo un pensamiento dé-bil, producto de una experiencia de humani-dad curvada sobre sí misma, que consideraal hombre un ser relativo en la comunidadde los seres vivos, constituida por plantas,animales y humanos. Los mesianismos dediverso signo, las violencias y las pobre z a sde todo género se originan en esa oscuravoluntad del ser humano que se curva sobresí misma. Sólo el amor puede salvar al hom-b re de ese abismo, sólo la amistad con laque Dios nos sorprende en Jesucristo, pue-de devolvernos la vida.La urgencia del momento actual es abrirn o sa esa amistad, admirarnos, dejarnos invadirpor su presencia y adherir a ella profunda ypersonalmente.En este sentido, el Documento de Part i c i p a-ción (DPa) coloca en el centro al sujeto, lapersona humana que se encuentra con Je-sucristo y está llamada a responder a losdesafíos del momento que vivimos. De allíque discernir el tiempo presente a la luz delEvangelio es la principal tarea de la V Confe-rencia. Discernir en vistas de una acciónevangelizadora más eficaz para una vidamás plena e integral, más humana y másc r i s t i a n a .Esperamos que la universidad católica, contodos los recursos que dispone para la in-vestigación científica, tecnológica y huma-nística, nos haga llegar unos aportes sus-tanciales sobre el tema de la VCG. El princi-pal desafío es estudiar las implicancias quetiene la vida en Cristo para el compro m i s ode los fieles laicos en el campo de la cultu-ra, la política, la economía y el trabajo.El tema de la VCG se presenta como la nue-va perspectiva desde la cual re c rear la expe-riencia cristiana fundamental, que se apoyaen el encuentro con Jesucristo vivo, y re a-sumir la rica memoria que la Iglesia tiene deesa experiencia, para extraer de ella todaslas consecuencias de vida en Cristo paran u e s t ros pueblos. La universidad católicapuede enriquecer mucho a la Iglesia en ca-mino hacia la VCG y, sin lugar a dudas, porese camino profundizar también su pro p i aidentidad católica y su misión en la Iglesia yla sociedad.

Quienes deseen obtener la versión com -pleta del discurso de Mons. Andrés Sta -novnik, pueden solicitarla escribiendo a:u c a c t u a l i d a d @ u c a . e d u . a r.

Clausura: La universidad y laevangelización de la culturaLa sesión de clausura del XII Encuentro de Rectores fue rica en conceptos y debates. Se analizaron las propues-tas del documento que se presentará en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y también los compro-misos de cooperación entre las universidades. Mons. Terán Dutari, Mons. Zecca, Mons. Thivierge y Mons. Millerpronunciaron las palabras finales.

UCActualidad


El último día de trabajo del XII En-cuentro reunió a todos los participantesen el Plenario “Propuestas a la V C o n-ferencia”, para debatir y precisar losconceptos que se incluirían en el docu-mento a elevar al Consejo EpiscopalLatinoamericano (CELAM) como con-tribución conjunta de las universidadescatólicas de América Latina y el Cari-b e .

La reunión fue presidida por el titu-lar de la Sección de Educación del CE-LAM, Mons. Julio Terán Dutari, y co-ordinada por el Director Ejecutivo de laUCA, Dr. Joaquín Ledesma. El Dr. Le-desma resumió las actividades realiza-das hasta el momento y explicó el pro-cedimiento de trabajo que se aplicaría acontinuación.

Se leyeron los borradores con elmaterial de propuestas dirigidas alEpiscopado Latinoamericano y con loscompromisos entre las universidadescatólicas y de inspiración cristiana de laregión, a fin de que luego los Rectorespidieran la palabra y precisaran los con-

ceptos para conformar el documento fi-nal.

En cuanto a las propuestas, algunasde ellas expresaron lo siguiente:

• Se llamó a ver a la V C o n f e r e n c i acomo K a i ro s, es decir, como momentooportuno que llama a los actores ecle-siales a repensarse en el discipulado yla misión en Jesucristo que es el Cami-no, la Verdad y la Vi d a .

• La universidad católica, en su fun-ción de agente eclesial, está llamada arepensar su propia identidad en la Igle-sia, asumiendo una postura pro-activa einnovadora en sus tareas. No sólo des-de la pastoral universitaria sino desdesu razón de ser.

• Se planteó como la principal mi-sión de la universidad católica la evan-gelización de la cultura y, como rasgodistintivo, la gestación de una culturadistinta, mediante una formación hu-mana integral, a la luz de la fe.

• Se identificó a la universidad ca-tólica como tierra de misión. No sólodentro de ella, sino desde ella al servi-cio de la sociedad, la Iglesia y abierta almundo: con el Episcopado, con otrasuniversidades, diócesis y el propio país.

Durante el debate para puntualizarlos conceptos formulados, los RectoresP. Dr. Gerardo Remolina Va rgas, sj, dela Pontificia Universidad Javeriana(Colombia), P. Dr. Jesús Hortal Sán-chez, sj, de la Pontificia UniversidadCatólica de Río de Janeiro (Brasil), y elPbro. Esteban Puig Tarrats, Vice GranCanciller de la Universidad CatólicaSanto Toribio de Mogrovejo (Perú),destacaron la importancia de establecerel género del documento que será pre-sentado al CELAM, que deberá tenerun lenguaje académico pero al mismotiempo adaptado al mundo actual paraque pueda ser comprensible a la gente.

También hubo menciones sobre lanecesidad de enriquecer el documentocon un buen diagnóstico de los proble-

Mons. Miller cierra formalmente el XII Encuentro de Rectores: “Las tendencias mundanas que nos llevan a ser aislados, individualistas y competitivosson cualidades negativas. El esfuerzo del mundo católico es siempre la comunión y la universidad es muy importante para la comunión eclesiástica”.

mas de la universidad católica, pulir susdiferentes estructuras en cuanto a laclaridad conceptual del lenguaje e in-cluir en él una mención a la pastoralu n i v e r s i t a r i a .

Finalizado el debate, Mons. JulioTerán Dutari propuso que se encomien-de a una comisión la redacción del do-cumento final para entregar al CELAM,lo cual se sometió a la decisión de laasamblea. Dicha comisión, quedó inte-grada por el Rector de la UCA, Mons.D r. Alfredo Zecca; el Vicepresidente dela FIUC para América Latina, P. Gerar-do Remolina Va rgas, sj; el Rector de laPontificia Universidad Católica de Ríode Janeiro, P. Jesús Hortal Sánchez, sj;y el Rector de la Universidad CatólicaRaúl Silva Henriquez, de Chile, Lic.S e rgio Torres.

La modalidad de trabajo quedó de-terminada de la siguiente manera: enuna primera etapa, se elaborará el bo-rrador que durante 15 días se pondrá adisposición de los Rectores a través delos Foros Virtuales, para que pueda serdiscutido y corregido. Una vez vencidoeste período, y en base a las modifica-ciones realizadas, la comisión tendrá latarea de redactar el documento final pa-ra entregar al CELAM.

Precediendo a la clausura formaldel XII Encuentro, un cuarteto de cuer-das de música clásica ofreció un breveconcierto en el auditorio. Ejecutó lostres movimientos del “Concerto allarustica”, de Antonio Vivaldi; el allegrodel “Divertimento N° 1 para cuarteto decuerdas”, de Wolfgang Amadeus Mo-zart; la “Serenata” de Franz JosephHaydn, para apreciar el acompaña-miento hecho en pizzicato y, para con-c l u i r, el allegro de “Pequeña músicanocturna”, también del compositors a l z b u rg u é s .

Del lado de la juventud latinoameri-c a n a

Durante la ceremonia formal declausura, las primeras conclusiones es-tuvieron a cargo del responsable de laSección de Educación del CELAM,Mons. Julio Terán Dutari.

Señaló que durante el Encuentro“por un lado nos hemos puesto del ladode la juventud latinoamericana, que re-presenta a la mayoría católica y que tie-ne como un icono: la Universidad” y“también hemos estado hablando denuestra responsabilidad en la educaciónsuperior católica”.

Mons. Dutari destacó que “el CE-LAM se alegra particularmente de quese haya podido reunir a tan distinguidosy selectos participantes de la educaciónsuperior de América Latina, en el ma-yor número que ha logrado reunirse enla historia de estos Encuentros”.

En la misma línea, señaló la impor-tancia de la presencia del Secretario dela Congregación para la Educación Ca-tólica, Mons. Michael Miller, durantelos tres días de trabajo, porque “signifi-ca que la Iglesia Universal es concientede los valores católicos y sabe que lajuventud está puesta en nuestras ma-nos”. Resaltó también la acogida ypuesta en marcha de la UCA, y dijo quetodos estos factores hacen que este lo-gro “haga historia”.

Finalmente, formuló un compromi-so de parte del CELAM “en que losaportes para la V Conferencia serán to-mados seriamente en cuenta” y destacóla importancia en acompañar el procesoo rganizativo regional de la A s a m b l e ade ODUCAL, ya que “hay un interésmuy grande en que finalmente puedan

encontrarse las formas para que las uni-versidades católicas de América Latinatengan una voz y haya un interlocutoridentificado en el CELAM, la FIUC yotras instancias del mundo secular”.

Las palabras finales del Encuentrofueron abiertas por Mons. Dr. A l f r e d oZecca, quien agradeció en primer lugarlas presencias de Mons. Michael Miller,de Mons. Guy-Réal T h i v i e rge y deMons. Julio Terán Dutari, y luego pidió“un gracias vigoroso a los todos losfuncionarios y estudiantes de la UCAque con tanta generosidad han trabaja-do por la organización”. Mons. Zeccase mostró contento “por el número tanpromisorio de asistentes que se logró enla reunión y que se aventura como po-sitivo para el futuro”.

El Secretario General de la FIUC,Mons. Guy-Réal T h i v i e rge, marcó ensu discurso que espera que “no sea sólouna cuestión emocional, sino tambiénintelectual, la de juntar esfuerzos paraenfrentar los desafíos que han sidoidentificados con claridad y coraje eneste Encuentro”. Agregó que “tenemos

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En sus palabras finales durante lasesión de clausura, Mons. Guy-RéalT h i v i e rge se refirió a la importanciaque tenía para la FIUC el contextoglobal en que se había desarrollado elXII Encuentro de Rectores de A m é r i-ca Latina y el Caribe. “Creo que hayuna convicción -afirmó-, y esperoque no sólo sea emocional sino inte-lectual, de la importancia de juntaresfuerzos para poder enfrentar losdesafíos que nosotros hemos identifi-cado con mucha claridad y con mu-cho coraje, durante este Encuentro.Ojalá tuviésemos la misma lucidez,coraje y solidaridad, precisamentepara darnos una herramienta que nospermita poner en marcha muchas delas orientaciones, muchas de las in-tenciones que se expresaron duranteestos días. Ese es mi sueño y deseopersonal, pero más fuertemente estambién el deseo de la FIUC, de todaslas autoridades de la FIUC.”

“ Tenemos en América Latina unpotencial único -agregó-, precisa-mente por la concentración en cali-dad y en cantidad de instituciones ca-tólicas de enseñanza superior. Creo

que América Latina tiene que jugarun papel particular dentro de una Fe-deración como la nuestra, así comodentro del conjunto de la educaciónsuperior católica en todo el mundo;de eso estoy profundamente conven-cido. Por lo tanto, me permito esperarde esta reunión, que fue un momentohistórico, una mirada hacia el futuro,pero no un futuro que nosotros qui-siéramos vivir de manera aislada, si-no un futuro que quisiéramos escogerde vivir juntos. Este es el espíritu delas conclusiones verdaderas, porqueahora estamos en palabras, en deseos.Y esta tarde van a tener que tomar de-cisiones muy complejas, que van adeterminar los contenidos de lo ex-presado durante estos días y duranteesta conclusión.”

Y concluyó: “La FIUC ha sidosumamente feliz de acompañar esteencuentro. Ha sido un encuentro muyrico, como dijo Mons. Dutari, un en-cuentro muy nutrido en participaciónde universidades y nutrido también anivel intelectual. Y se desprende de éluna gran esperanza, una esperanzac o n t i n e n t a l ” .

El deseo de la FIUC

en América Latina la concentración deun potencial; creo que ella tiene que ju-gar un papel capital en la FIUC y en elmundo”. Mons. T h i v i e rge también dijoque la Federación “ha sido feliz deacompañar este encuentro, que fue muynutrido en participación de universida-des. Creo que se desprende de aquí unagran esperanza, porque las universida-des no están aisladas”.

El Secretario de la Sagrada Congre-gación para la Educación Católica,Mons. Michael Miller, fue quien com-pletó las exposiciones finales.

El Arzobispo titular de Vertara ma-

nifestó que se lleva tres impresiones delEncuentro: la primera es la vitalidad dela universidad católica en América La-tina; la segunda es la importancia quetiene el hecho de que sean universida-des verdaderamente católicas y, por úl-timo, Mons. Miller resaltó que la fuer-za del mundo católico es la comunión.“Las tendencias mundanas que nos lle-van a ser aislados, individualistas ycompetitivos son cualidades negati-vas”, manifestó.

“El esfuerzo del mundo católico essiempre la comunión y la universidades muy importante para la comunión

eclesiástica. Tenemos que aprender aser buenos samaritanos, académicos,los unos con los otros, tal como nos in-dica el espíritu de la encíclica Deus ca-ritas est”, añadió.

De esta manera, quedó clausuradoformalmente el XII Encuentro de Rec-tores de Universidades Católicas y deInspiración Cristiana de América Lati-na y el Caribe. A continuación, se de-sarrolló la Asamblea General de la Or-ganización de Universidades Católicaspara América Latina (ODUCAL) y mástarde, ya entrada la noche, la cena dedespedida de los participantes.

UCActualidad

El "Cuarteto Arpège" de música clásica amenizó el cierre de la reunión interpretando pasajes de obras de Vivaldi, Mozart y Haydn.Lo integran Norberto García (1° violín); Lisandro Carreras (2° violín); Clarisa Orfila (viola); Antonio Macchiarola (violoncello) y Valeria Rinaldi(soprano y dirección).

Los participantes siguieron con interés las palabras de cierre del XII Encuentro, que hicieron especial hincapié en la necesidad de cooperaciónacadémica e institucional.


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El viernes 22 de septiembre se llevóa cabo la Sesión Administrativa del XIIEncuentro de Rectores de UniversidadesCatólicas de América Latina y el Caribe,presidida por Mons. Julio Terán Dutari,titular de la Sección Educación del CE-LAM. Durante la reunión, se trató prin-cipalmente la cuestión concerniente a larealización del XIII Encuentro de Recto-res, su tema central, su fecha de realiza-ción, su sede y la conformación de laComisión Preparatoria para la org a n i z a-ción del mismo. Los representantes reu-nidos en asamblea resolvieron por ma-yoría que el temario central del próximoEncuentro se concentre en los resultadosque arroje la V Conferencia General delEpiscopado Latinoamericano, a realizar-se en 2007 en Aparecida, Brasil, con lapresencia de Su Santidad BenedictoXVI. Asimismo, decidieron que para surealización se mantenga una fecha simi-lar a la que tuvo el Encuentro de Recto-res en Buenos Aires, por lo que se con-cluyó que el XIII Encuentro se realiceentre el 20 y el 23 de septiembre del añopróximo. Ahora bien, a la hora de elegirla sede y, por consiguiente, la universi-dad anfitriona, se postuló a Brasil, debi-do a que estos Encuentros nacieron en elnorte de América Latina y allí se queda-

ron hasta el XII Encuentro. Hasta enton-ces, las reuniones iban rotando entre lastres partes de dicha Región: México,Centroamérica y Caribe. Fue por estemotivo que se decidió continuar con elCono Sur como receptor del Encuentro yque fuese Brasil, por razones culturales,el país anfitrión. Una vez establecido es-te destino, se pasó a la elección de launiversidad que se encargará de la org a-nización. El Padre Jesús Hortal Sánchez,sj, Rector de la Pontificia UniversidadCatólica de Río de Janeiro, postuló a suinstitución para hacerse cargo de dichafunción. Dicha postulación fue aceptadapor unanimidad por la Asamblea, por loque el XIII Encuentro de Rectores deUniversidades Católicas de América La-tina y el Caribe se desarrollará durantelos días 20 a 23 de septiembre de 2007en la ciudad de Río de Janeiro.

Como tercer punto relativo a la or-ganización del próximo XIII Encuentrode Rectores, la Asamblea consideró laestructuración de la Comisión Prepara-toria de dicho evento. Se propuso quepor razones de estilo de trabajo, y procu-rando que haya un núcleo de continui-dad a través de estas reuniones, existíantres personas que podían dar testimoniohistórico de los Encuentros de Rectores

y, por consiguiente, respetar su tradi-ción: el Prof. Francisco Javier BlancoLopezuazo, de la Universidad Católica“Santa María la Antigua”, de Panamá;Mtro. Carlos Lepe Pineda, de la Univer-sidad Anáhuac, de México, y el P. Lic.Víctor Manuel Bermúdez-Yáñez, sdb,de la Universidad Don Bosco, de El Sal-v a d o r. A su vez, se dispuso que hubieseun representante de la universidad anfi-triona del XII Encuentro y otra del XIIIE n c u e n t r o .

Por último, se propuso que tanto losEncuentros de Rectores como las A s a m-bleas Generales de la Organización deUniversidades Católicas de América La-tina (ODUCAL) sean convocadas y or-ganizadas anualmente y en forma con-junta, a fin de facilitar los procesos ad-ministrativos y logísticos que ambasreuniones requerirían en el caso de quetengan cita en distintas fechas. Por estemotivo, se estableció que tanto el XIIIEncuentro de Rectores de UniversidadesCatólicas de América Latina y el Caribecomo la próxima Asamblea General deO D U C A L se desarrollen del 20 al 23 deseptiembre de 2007 en la ciudad de Ríode Janeiro, Brasil, en las instalaciones dela Pontificia Universidad Católica deRío de Janeiro.

Vista lateral del edificio Cardenal Leme, centro vital de la PUC. Alumnos en la galería interna del edificio da Amizade, ala Kennedy.

La PUC de Río de Janeiroserá sede del XIII EncuentroLa Sesión Administrativa del XII Encuentro de Rectores determinó que la Pontificia Universidad Católica de Ríode Janeiro sea sede del XIII Encuentro de Rectores de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe, enseptiembre de 2007. El tema central será el tratamiento de los resultados de la V Conferencia General del Epis-copado Latinoamericano, que se reunirá del 13 al 31 de mayo del año próximo junto al Santuario de Nuestra Se-ñora de Aparecida, Brasil, con la presencia del Santo Padre.

Imágenes de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro


UCActualidad


Tradición, tango y folkloreLa visita a la localidad de San Antonio de Areco, cercana a Pilar, una noche de tango y un asado campero de des-pedida, al aire libre y con bailes folklóricos, amenizaron la estadía de los Rectores en la Argentina. Aunque bre-ve, el periplo les permitió apreciar varias tradiciones culturales arraigadas en nuestro pueblo.

La noche de tango mostró un show impactante. El asado de despedida reunió a todos al aire libre .

La actividad del centenar de Recto-res de universidades católicas de Améri-ca Latina y el Caribe que viajaron a laArgentina para el XII Encuentro fueplena en sesiones de trabajo y conferen-cias. Pero también hubo, aunque breves,varios momentos de distracción. Los or-ganizadores eligieron para ellos paseosligados a la historia y las costumbres tí-picas del país, así como a su imagencultural en el extranjero.

El primer momento de distensiónfue previo a la sesión inaugural: en latarde del miércoles 20 de septiembre,luego de la acreditación, los recién lle-gados fueron invitados a visitar San An-tonio de Areco, cercano a Pilar. Estepueblo de legendaria tradición criolla y274 años de vida conserva en sus callesel espíritu del campo argentino, del gau-

cho y su mundo. El contingente recorrióel trazado urbano y sus alrededores, vi-sitando luego el Almacén de Ramos Ge-nerales, que se levanta en una vieja es-quina del casco histórico; el Taller dePlatería de Campo, donde los viajerosapreciaron el espíritu creativo de los ar-tesanos en plata y vitrofusión, que lossorprendió por su belleza y sencillez; laPulpería “La esquina de Merti”, en laque probaron bebidas y comidas típicas,y el Museo Ricardo Güiraldes, verdade-ro corazón de Areco, donde recorrieronlas salas de exposición, la centenariapulpería “La Blanqueada” y muchos ob-jetos que atesoran más de tres siglos dehistoria.

La segunda salida fue una verdade-ra “Noche de tango”, en un lugar carac-terístico del viejo San Telmo. Los visi-

tantes disfrutaron de un show que reco-rrió la historia de la música tradicionalde Buenos Aires desde sus inicios hastasu evolución hacia melodías como lasdel recordado Astor Piazzolla.

El tercer y último encuentro con lastradiciones argentinas fue el asado cam-pero de despedida, realizado en “El Ce-náculo” al aire libre y amenizado conbailes folklóricos, un fogón criollo ycantos típicos, en los que también lospropios asistentes participaron.

Este fue un cierre verdaderamentefraternal para cuatro jornadas en lasque, tanto los viajeros como sus anfi-triones de la Universidad Católica Ar-gentina, reafirmaron los lazos de comu-nión que definirán el futuro conjunto delas universidades católicas de estas vas-tas regiones de nuestro continente.

Cerca de Pilar, San Antonio de Areco era una visita obligada. En las imágenes, el Museo Ricardo Güiraldes y los participantes en la pulpería.

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El equipo organizativo de la UCA merece una mención especial: su tarea posibilitó la realización del más numeroso Encuentro de Rectore s .

El Pbro. Diego Tiphaine y el grupo de Pastoral UCA junto a varios emplea -dos y voluntarios.

Cada día se ofreció misa y hubo un instante de oración y rezo de vísperasen la capilla.

Toda la labor previa y la organización del XII Encuentro deRectores de Universidades Católicas y de Inspiración Cristianade América Latina y el Caribe fue fruto del esfuerzo de un equi-po de trabajo de empleados de la UCA especialmente consti-tuido, al que se sumó la dedicación de numerosos alumnos vo-luntarios que colaboraron en las múltiples tareas demandadaspor el evento. El grupo de diez empleados de la Universidadfue encabezado por la Lic. María Soledad Zapiola, de la Direc-ción de Planeamiento Estratégico, y lo integraron: FernandoLlambías, también de Planeamiento Estratégico; Elvira Mani-gati y Cristian Claverie, de Relaciones Institucionales y Comu-nicación; Adriana Sirito, del Centro para el Compromiso So-cial; Natalia Ramil, del Instituto de Cultura y Extensión Uni-versitaria; Claudio Chorroarín, de la Dirección de Logística;Alfredo Deschamps, del Vicerrectorado; Roberto Nolazco, de

la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas e Ingeniería, y Héc-tor García, de Deportes UCA. Los alumnos voluntarios perte-necían a distintas Facultades y su actividad fue coordinada porAdriana Sirito y Roberto Nolazco. Su trabajo se extendió tam-bién desde los días previos hasta concluido el XII Encuentro yellos fueron: María F. Alba; Sebastián Bras Harriot; Hernán Ci-minari; Sebastián Crimella; Juan Carlos Chabaud; Lola Jimé-nez; Nadia Kreizer; Felipe Llorente; Hernán Mariño; MaríaMigliore; Malvina Miranda; Ignacio Olano; Juan Parodi; JoséPosadas; Álvaro Quiroga; Santiago Rodríguez Fudickar; JulioVeronelli y María Eugenia Wo l c o ff. Finalmente, podemos des-tacar la valiosa colaboración prestada por el siguiente personaladministrativo de la UCA: Teresa Battaglia; Rodolfo De Gre-gorio; Mariano Di Netti; Fernando Furiolo y Sergio Martín.

¡Felicitaciones a todos! Las merecen.

A lo largo del encuentro, los participantes pudieron com-partir valiosos momentos de rica espiritualidad, que contribuye-ron a poner en perspectiva eclesial el arduo trabajo académicodesarrollado en tan intensas jornadas. Cada día se ofició misacon laudes y las actividades se coronaban con un instante de

oración y rezo de vísperas en la capilla, en algunos casos con elacompañamiento del “Cuarteto Arpège”. Para la apropiada pre-paración de estos momentos, resultó indispensable la tarea des-empeñada por el equipo del Instituto de Espiritualidad y A c c i ó nPastoral (Pastoral UCA), dirigido por el Pbro. Diego Ti p h a i n e .

El equipo de trabajo UCA

Momentos litúrgicos

Tras la sesión de clausura del XII Encuentro de Rectores de Universi-dades Católicas de América Latina y el Caribe, realizó su Asamblea Gene-ral la Organización de Universidades Católicas de América Latina (ODU-CAL). La reunión tuvo lugar al promediar la tarde del 23 de septiembre enel auditorio de la Casa de Reuniones “El Cenáculo” y fue presidida por elPadre Jesús Hortal Sánchez, sj, Rector de la Pontificia Universidad Católi-ca de Río de Janeiro, en su calidad de Vicepresidente 1° de ODUCAL, de-bido a la ausencia por enfermedad del hasta ese entonces Presidente de laentidad, Dr. Juan Alejandro Tobías, Rector de la Universidad del Salvador.

Iniciada la sesión, se contó con la presencia de veinticuatro universi-dades miembros, de las cuales veintidós estaban representadas in situ ylas dos restantes lo hacían a través de poderes. Por este motivo, la Asam-blea General alcanzó el quórum suficiente para tratar el cambio de Estatu-tos de la organización, necesario a fin de incorporar a aquellas institucio-nes de educación superior que siendo miembros de la Federación Interna-cional de Universidades Católicas (FIUC) quieran serlo asimismo de laODUCAL. Este objetivo había sido establecido en un encuentro previo a es-ta reunión, realizado en Porto Alegre, Brasil, en el mes de abril del co-rriente año.

Verificado el quórum, los Rectores presentes pasaron a la discusión yconsiguiente votación de la nueva propuesta de Estatutos, más precisa-mente en lo referido a los artículos concernientes a la membresía y a laforma de gobierno. Una vez refrendado el nuevo criterio de membresía, apartir del cual los miembros de FIUC que quisieran formar parte de ODU-CAL podían hacerlo, el número de instituciones capaces de votar los si-guientes puntos en la Asamblea General ascendió a treinta y nueve.

Luego de varias votaciones, los asistentes determinaron que en ade-lante la ODUCAL tendría durante el plazo de tres años un Consejo Ejecuti-vo formado por un Presidente y tres Vicepresidentes elegidos por la Asam-blea -todos representantes de cada una de las cuatro regiones en que sesubdivide la organización-, y un Secretario elegido por el mismo ConsejoEjecutivo. A este órgano de gobierno se le encomendó la tarea de concluir

la reformulación de los Estatutos de la red de universidades, ad referén -dum de la próxima Asamblea General de ODUCAL, con el fin de ponerla enfuncionamiento nuevamente, de manera tal de lograr ejercicios concretosde cooperación viva entre sus miembros. Acto seguido, se convocó a uncuarto intermedio con el propósito de que cada región (México, Centroa-mérica y el Caribe; Cono Sur; Brasil; Andina) presente un candidato a Vi-cepresidente, para elegir a partir de estos cuatro Rectores al nuevo Presi-dente. Los candidatos propuestos fueron:

Región Andina: Fray Marino Martínez Pérez, Rector General de la Fun-dación Universitaria Luis Amigó, de Colombia.

Región México, Centroamérica y el Caribe: Mons. Agripino NúñezCollado, Rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, dela República Dominicana.

Región Brasil: Padre Jesús Hortal Sánchez, sj, Rector de la PontificiaUniversidad Católica de Río de Janeiro.

Región Cono Sur: Mons. Dr. Alfredo Zecca, Rector de la PontificiaUniversidad Católica Argentina.

Consiguientemente, se pasó a la votación escrita y secreta, para lacual se nombró un comité electoral formado por el Dr. Alvaro Juárez y elDr. Lucas Couceiro Ferrerira de Camargo. El resultado del escrutinio diocomo Presidente electo al Vicepresidente de la Región Cono Sur, Mons. Dr.Alfredo Zecca, proclamado por mayoría absoluta. Los resultados fueron:

Mons. Dr. Alfredo Zecca: 20 votos.Fray Marino Martínez Pérez: 14 votos.Padre Jesús Hortal Sánchez, sj: 4 votos.Mons. Agripino Núñez Collado: 1 voto.Por último, se estableció que la próxima Asamblea General de ODU-

CAL se efectúe en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, entre los días 20 y23 de septiembre de 2007, realizándose en forma conjunta con el XIII En-cuentro de Rectores de Universidades Católicas de América Latina y el Ca-ribe, que será organizado por la Pontificia Universidad Católica de Río deJaneiro en la fecha antes mencionada.

FRANQUEO A PAGAR

CUENTA Nº 10760-10760 F15

LA ODUCAL CAMBIA ESTATUTOSY TIENE NUEVAS AUTORIDADES

La Organización de Universidades Católicas de América Latina (ODUCAL) inició la reforma de susEstatutos y renovó sus autoridades para el próximo trienio. La Asamblea General se realizó al término del

XII Encuentro de Rectores en el auditorio de la Casa de Reuniones “El Cenáculo” y en su transcurso fue elegidoPresidente el Rector de la Universidad Católica Argentina, Mons. Dr. Alfredo Zecca.

El P. Jesús Hortal Sánchez, sj, preside la Asamblea General de ODUCAL ydeclara iniciadas las deliberaciones.

Mons. Dr. Alfredo Zecca fue proclamado por mayoría absoluta como nuevoPresidente de ODUCAL; su mandato tiene una duración de tres años.

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