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XVI JORNADAS NACIONALES DE EXTENSIÓN RURAL Y VIII DEL MERCOSUR APORTES AL DESARROLLO TERRITORIAL: POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE EXTENSIÓN RURAL. Concordia, 7 al 9 de Noviembre de 2012 LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS DE DESARROLLO RURAL REFLEXIONAR SOBRE NUESTRAS PRÁCTICAS COMO PROCESO DE APRENDIZAJE Autores : Fernanda González Maraschio, Vilma Busca, Claudia Noseda, Juan Ignacio Hayden, Manuel Tutuy. Pertenencia institucional : Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación Subsecretaría de Agricultura Familiar Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Contacto : [email protected] ; [email protected] Eje temático propuesto : Construcción/re-construcción de conocimientos en las prácticas sociales y productivas. Categoría : Experiencias Resumen Recuperar y reflexionar sobre nuestras prácticas de intervención en el territorio constituye una forma de producción de conocimientos poco difundida pero sumamente enriquecedora. Saber lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, implica valorizar y repensar nuestra tarea. A diferencia de la investigación y la evaluación, la sistematización trata de poner en perspectiva procesos que nos involucran, reconocer y recuperar saberes de la experiencia cotidiana, desarrollando una forma novedosa de producción y difusión de conocimientos generados en la intervención en los territorios. Por ello, a fines de 2010, desde la Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación (DATyC) presentamos la propuesta de sistematizar experiencias de desarrollo rural, con los objetivos de recuperar, cualificar y difundir los procesos de intervención con agricultores familiares iniciados en el marco de programas de desarrollo cuya continuidad se encuadra en la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF). Fue así como a lo largo de 2011 llevamos a cabo un proceso nacional de sistematización de experiencias de desarrollo rural, que integró 21 experiencias de todo el país y que fue llevado a cabo por los propios actores que participaron de las mismas. De este modo, el aprendizaje es doble, porque implica, además de la reflexión rigurosa sobre las experiencias de intervención con agricultores familiares, la toma de conciencia de lo hecho por nosotros mismos, la visibilización de la práctica y del conocimiento tácito. Proponemos en estas páginas reconstruir nuestra experiencia como equipo de conducción del proceso nacional, es decir, sistematizar la sistematización, haciendo hincapié en los aprendizajes generados y en la relevancia institucional de sus resultados. Palabras clave : proceso de sistematización, reflexión de prácticas, experiencias en desarrollo rural.

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APORTES AL DESARROLLO TERRITORIAL: POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE EXTENSIÓN RURAL.

Concordia, 7 al 9 de Noviembre de 2012

LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS DE DESARROLLO RURAL REFLEXIONAR SOBRE NUESTRAS PRÁCTICAS COMO PROCESO DE

APRENDIZAJE Autores: Fernanda González Maraschio, Vilma Busca, Claudia Noseda, Juan Ignacio Hayden, Manuel Tutuy. Pertenencia institucional: Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación Subsecretaría de Agricultura Familiar Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Contacto: [email protected]; [email protected] Eje temático propuesto: Construcción/re-construcción de conocimientos en las prácticas sociales y productivas. Categoría: Experiencias Resumen Recuperar y reflexionar sobre nuestras prácticas de intervención en el territorio constituye una forma de producción de conocimientos poco difundida pero sumamente enriquecedora. Saber lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, implica valorizar y repensar nuestra tarea. A diferencia de la investigación y la evaluación, la sistematización trata de poner en perspectiva procesos que nos involucran, reconocer y recuperar saberes de la experiencia cotidiana, desarrollando una forma novedosa de producción y difusión de conocimientos generados en la intervención en los territorios. Por ello, a fines de 2010, desde la Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación (DATyC) presentamos la propuesta de sistematizar experiencias de desarrollo rural, con los objetivos de recuperar, cualificar y difundir los procesos de intervención con agricultores familiares iniciados en el marco de programas de desarrollo cuya continuidad se encuadra en la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF). Fue así como a lo largo de 2011 llevamos a cabo un proceso nacional de sistematización de experiencias de desarrollo rural, que integró 21 experiencias de todo el país y que fue llevado a cabo por los propios actores que participaron de las mismas. De este modo, el aprendizaje es doble, porque implica, además de la reflexión rigurosa sobre las experiencias de intervención con agricultores familiares, la toma de conciencia de lo hecho por nosotros mismos, la visibilización de la práctica y del conocimiento tácito. Proponemos en estas páginas reconstruir nuestra experiencia como equipo de conducción del proceso nacional, es decir, sistematizar la sistematización, haciendo hincapié en los aprendizajes generados y en la relevancia institucional de sus resultados. Palabras clave: proceso de sistematización, reflexión de prácticas, experiencias en desarrollo rural.

XXVVII JJOORRNNAADDAASS NNAACCIIOONNAALLEESS DDEE EEXXTTEENNSSIIÓÓNN RRUURRAALL YY VVIIIIII DDEELL MMEERRCCOOSSUURR

APORTES AL DESARROLLO TERRITORIAL: POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE EXTENSIÓN RURAL.

Concordia, 7 al 9 de Noviembre de 2012

LA SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS DE DESARROLLO RURAL REFLEXIONAR SOBRE NUESTRAS PRÁCTICAS COMO PROCESO DE

APRENDIZAJE Resumen Recuperar y reflexionar sobre nuestras prácticas de intervención en el territorio constituye una forma de producción de conocimientos poco difundida pero sumamente enriquecedora. Saber lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, implica valorizar y repensar nuestra tarea. A diferencia de la investigación y la evaluación, la sistematización trata de poner en perspectiva procesos que nos involucran, reconocer y recuperar saberes de la experiencia cotidiana, desarrollando una forma novedosa de producción y difusión de conocimientos generados en la intervención en los territorios. Por ello, a fines de 2010, desde la Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación (DATyC) presentamos la propuesta de sistematizar experiencias de desarrollo rural, con los objetivos de recuperar, cualificar y difundir los procesos de intervención con agricultores familiares iniciados en el marco de programas de desarrollo cuya continuidad se encuadra en la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF). Fue así como a lo largo de 2011 llevamos a cabo un proceso nacional de sistematización de experiencias de desarrollo rural, que integró 21 experiencias de todo el país y que fue llevado a cabo por los propios actores que participaron de las mismas. De este modo, el aprendizaje es doble, porque implica, además de la reflexión rigurosa sobre las experiencias de intervención con agricultores familiares, la toma de conciencia de lo hecho por nosotros mismos, la visibilización de la práctica y del conocimiento tácito. Proponemos en estas páginas reconstruir nuestra experiencia como equipo de conducción del proceso nacional, es decir, sistematizar la sistematización, haciendo hincapié en los aprendizajes generados y en la relevancia institucional de sus resultados. Introducción: ¿Qué entendemos por sistematización? La sistematización es más que una simple reflexión sobre lo que se hace, constituye un esfuerzo intencionado por reconocer y superar los saberes y representaciones cotidianas asociados a esas prácticas. Para eso, el proceso de sistematización combina tres características: en primer lugar, parte de una concepción compleja de las prácticas sociales en tanto realidades que comprenden distintos contextos de la acción, múltiples actores, y formas de atribución y construcción de sentido también diversas; en segundo lugar, la sistematización se enfoca en la reconstrucción de la práctica, es decir en la descripción de la misma en base a los relatos producidos por los actores que participan en ella; y, por último, supone un esfuerzo centrado en la construcción de una interpretación crítica de la lógica de la experiencia que supere las representaciones del sentido común, en este punto se trata de descubrir los condicionantes que subyacen y afectan a la experiencia (Torres Carrillo, 2006). Para Sergio Martinic (1984) la sistematización es un proceso de reflexión que pretende ordenar u organizar lo que ha sido la marcha, los procesos, los resultados de un proyecto, buscando en tal dinámica las dimensiones que pueden explicar el curso que asumió el trabajo realizado. Para Oscar Jara (1998), la sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han

hecho de ese modo. Para Morgan y Quiróz (1988) la sistematización intenta describir, organizar y analizar el desarrollo de una actividad en una variedad de áreas, extrayendo así lecciones de la experiencia de una manera global. Tales áreas incluyen: la teoría y metodología utilizada, el contexto institucional y socio-histórico, las relaciones entre el agente externo y los pobladores, y la descripción de los procesos de organización comunitaria y desarrollo, incluyendo un análisis de los factores que obstaculizaron y facilitaron el trabajo del grupo, y los resultados e impactos de la experiencia. (Todos los autores citados en Tapella, 2006) “La sistematización –en tanto proceso de reflexión y análisis crítico de las experiencias en manos de sus propios actores- permite descubrir a partir de la identificación de los aciertos y errores de los proyectos y de los participantes, los elementos claves que influyeron en la obtención de determinados resultados; y por tanto compartir las lecciones que pueden ayudar a mejorar las prácticas de intervención. La sistematización permite, además, la retroalimentación del sistema de planificación, seguimiento y evaluación.” (FAO-PESA, 2004). A partir de un primer taller de presentación, definición y debate del proyecto de sistematización arribamos a la siguiente definición consensuada: La sistematización es un proceso de recuperación, tematización y apropiación de una práctica formativa determinada, que al relacionar sistémica e históricamente sus componentes teórico-prácticos, permite a los sujetos comprender y explicar los contextos, sentido, fundamentos, lógicas y aspectos problemáticos que presenta la experiencia, con el fin de transformar y cualificar la comprensión, experimentación y expresión de las propuestas educativas de carácter comunitario. A toda sistematización le antecede una práctica. Todo sujeto es sujeto de conocimiento y posee percepciones y saber acumulado que enriquece la práctica. El proceso de sistematización es un proceso de interlocución entre sujetos, donde se “negocian” discursos, teorías y construcciones culturales. En un proceso de sistematización interesa tanto el proceso como el producto. (Memoria del I Taller Nacional de Sistematización, 15 de diciembre 2010). Según el documento de PESA/FAO (2004), la sistematización contribuye a mejorar las estrategias, enfoques y metodologías, el desarrollo de los equipos, la documentación de experiencias y la ampliación del sistema de información de la institución, la generación de nuevos conocimientos, el apoyo a la formulación programas y políticas, la difusión y socialización de la experiencia así como su trascendencia desde lo micro. Entre los diversos objetivos de una sistematización, Tapella (2006) destaca la mejora en la ejecución de proyectos, la generación de nuevos conocimientos, el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento de las organizaciones, la mejora en el entendimiento mutuo entre los beneficiarios, la organización y las agencias de financiamiento, la documentación de experiencias muchas veces inéditas y la socialización y comunicación de las experiencias. En nuestro caso, enfatizamos la sistematización como proceso de producción del conocimiento, entendiendo que, a partir de la recolección, la organización, la síntesis, la utilización y socialización del conocimiento que surge de cada experiencia local y del conjunto de proyectos, el saber local trasciende y se difunde, nos ayuda a identificar los elementos comunes y a mejorar la experiencia. De este modo, contar con un documento que describa, analice y explique las lecciones aprendidas facilita el compartir las experiencias del proyecto, así como la reflexión y aprendizaje interinstitucionales. Situación inicial - Orígenes y antecedentes La Subsecretaría de Agricultura Familiar (SsAF) se crea en el año 20091, en el marco del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, con el objetivo general de elaborar, coordinar y ejecutar políticas, planes y programas atendiendo a las necesidades específicas de los diversos actores, regiones y sectores agroproductivos vinculados a la agricultura familiar.

1 En el año 2008 se crea la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar en el contexto de la entonces SAGPyA, luego en el 2009, al crearse el MAGyP, pasa a ser Subsecretaría de Agricultura Familiar. (Boletín Oficial N°31758, sobre Decreto APN 1464/09).

La SsAF utiliza la estructura de base territorial preexistente en el marco del Programa Social Agropecuario (PSA). Dicho programa creado en 1993 constituyó una de las pocas políticas públicas destinadas al sector de la agricultura familiar. El PSA si bien estuvo siempre muy limitado ya que formaba parte de las políticas de contención social frente a las políticas de ajuste neoliberales, permitió la visibilización del sector de la Agricultura familiar como destinatario de políticas diferenciadas y la conformación de una estructura de asistencia técnica con profesionales que fueron formándose en la problemática de la agricultura familiar. El PSA ejecutó a partir del 2000 el PROINDER, proyecto de alivio a la pobreza, dirigido a la población más pobre de la agricultura familiar. La población meta se estimaba en 40.000 pequeños productores y trabajadores transitorios. La asistencia técnica se realizaba, inicialmente en forma individual, un técnico para un grupo de productores, salvo en algunas contadas provincias en las que se trabajaba con equipos de técnicos. A partir de 2007, se empieza a estructurar la asistencia técnica en equipos técnicos socioterritoriales (ESTS) interdisciplinarios, en 21 provincias que hoy cuentan con diferente grado de desarrollo y que intervienen sobre el territorio, siendo el apoyo a las organizaciones de productores/as uno de los ejes principales de la intervención. Actualmente la SSAF cuenta con más de 1200 técnicos y técnicas trabajando en unos 190 territorios en todo el país, en temáticas productivas, de apoyo a la organización, a la comercialización, a la problemática de la tierra, ambiente, de género, de poblaciones originarias y problemáticas socioeconómicas. La Dirección de Asistencia Técnica y Capacitación, desde su creación en el año 2010, se orientó a la readecuación y fortalecimiento de dicha estructura y de las metodologías de intervención territorial en el marco de la nueva institucionalidad. Entre las actividades realizadas se destacan diagnósticos participativos de la asistencia técnica y la capacitación, cursos de formación, formación a técnicos, entre otros. En los talleres nacionales y regionales realizados durante el 2010, con la participación de los responsables provinciales de capacitación y asistencia técnica, se puso de manifiesto la existencia de una enorme experiencia acumulada en desarrollo rural, tan rica como diversa ya sea en formas de encarar las problemáticas, los resultados obtenidos, procesos iniciados, pero como una de las limitantes, escasamente sistematizada. A diferencia de las modalidades más extendidas de evaluación de procesos e investigación social, la sistematización tiene un carácter colectivo e involucra directamente en el proceso de producción de conocimiento, a los mismos actores que protagonizan las prácticas. En efecto, existe entre los técnicos una dificultad en registrar, en documentar y narrar las experiencias que se van llevando a cabo, tanto por falta de tiempo como por falta de costumbre. Si bien el intercambio se va dando en una medida destacable al interior de las provincias y de la SsAF, a través de encuentros, visitas o pasantías, no estaba pautado hasta el momento la sistematización como parte de la tarea del técnico que está en el territorio. Otros son los que escriben, muchas veces sin conocer a fondo la experiencia y los diferentes significados que adquiere para sus protagonistas. De este modo, el producto de la sistematización no logra ser apropiado por los técnicos y el aprendizaje resulta incompleto. Lo mismo ocurre con la vasta experiencia que tienen las organizaciones de productores. Por ello, el proceso de sistematización que se llevó a cabo previó una estructura de roles con base en un equipo sistematizador provincial, integrado por personas que protagonizaron la práctica junto a externos que asesoran, apoyan o facilitan el proceso. En este contexto, en el mes de diciembre de 2010, desde la DATyC se propuso revalorizar y recuperar las experiencias de desarrollo rural que se vienen realizando en la SsAF, los aprendizajes obtenidos de las mismas, mediante la puesta en marcha de un proceso nacional de Sistematización. Situación de intervención - Características de la experiencia Los objetivos iniciales fueron mejorar y transformar las prácticas cotidianas de los equipos socioterritoriales de la Subsecretaría, así como sus proyectos y políticas; conocer y comprender la

experiencia y sus lógicas, aportando la misma al sistema de información; dar conocer y compartir la experiencia, comunicarla y difundir la política que sustenta la experiencia. A partir de la realización de cuatro talleres nacionales, se construyó, validó y puso en práctica la propuesta metodológica, se contribuyó a la conformación de los equipos y la selección de la experiencia a sistematizar, y se acompañó todo el proceso de sistematización. Para llevar adelante el proceso de sistematización se elaboró una guía metodológica que permitió establecer las tareas necesarias para la sistematización, organizarlas por etapas, diferenciar los “momentos de la experiencia”, programar el plan de sistematización y abordar la recuperación, análisis e interpretación de la información. Tal como sugerimos a los equipos sistematizadores, elaboramos una línea de tiempo que ordena y sintetiza las acciones coordinadas desde la DATyC durante el proceso nacional de sistematización.

- Talleres Nacionales de Sistematización: I Taller: Identificamos el I Taller Nacional, realizado el 15 de diciembre de 2010 en las instalaciones de Federación Gráfica Bonaerense, como fecha de inicio del Proceso Nacional de Sistematización. Asistieron a ese primer Taller técnicos de todas las regiones del país y de otras instituciones del desarrollo rural. Para comenzar, se indagó en los antecedentes sobre diferentes experiencias de sistematización que se llevaron a cabo en la SsAF como el proceso provincial de sistematización que la provincia de Misiones realizara en el 2009, sistematizaciones realizadas en Santiago del Estero, y del Catálogo de Tecnologías Apropiadas para Pequeños Productores agropecuarios (2007) en el marco del PROINDER, entre otros. Durante el Taller acordamos los objetivos del proyecto, qué entendíamos por sistematización, la magnitud del proceso y las tareas que implicarían su desarrollo. A partir de los acuerdos logrados, durante los dos meses siguientes se conformó un Equipo de Coordinación Nacional -integrado inicialmente por Susana Soverna, Pedro Tsakoumagkos y Juan Ignacio Hayden, coordinador general del proceso, y por los referentes regionales- encargados de la redacción de la guía metodológica, la definición de la estructura y de un cronograma de trabajo para todo el año 2011. La Guía es un documento que consta de tres capítulos. El primero integra los antecedentes de la sistematización como metodología pedagógica, presenta un consolidado de las principales fuentes sobre sistematización consultadas y presenta el concepto, los objetivos y la forma de sistematizar acordada en el I Taller. La misma consiste en la conformación de un equipo sistematizador integrado por técnicos que hayan acompañado la experiencia y otros protagonistas de misma (productores, trabajadores rurales, técnicos de otras instituciones, etc.) guiado por un facilitador metodológico y acompañados por un referente regional; de este modo, la sistematización la realizan los mismos protagonistas de las EDR y el proceso de aprendizaje permite a su vez poner en perspectiva y en valor el trabajo colectivo. Este apartado incluye también los pasos metodológicos necesarios para

sistematizar y elaborar un plan de sistematización. El segundo capítulo describe los acuerdos específicos para las sistematizaciones de Experiencias en Desarrollo Rural (EDR), incluyendo el marco institucional y los recursos necesarios para llevar adelante el proceso. En este apartado se describen, además, los roles y responsabilidades de los Equipos Sistematizadores, de los referentes provinciales y regionales, del equipo de Coordinación Nacional y de los facilitadores. En el tercer capítulo se detallan las tareas implicadas en cada etapa y los productos que deben obtenerse al finalizar cada una. Acompañan la guía, cinco anexos que presentan especificaciones sobre la definición del eje de sistematización, la búsqueda de información secundaria, técnicas de relevamiento de información primaria, herramientas para el ordenamiento, procesamiento de la información, así como para la interpretación de los datos en las sistematizaciones de experiencias de desarrollo rural y, finalmente, algunas pautas para la organización del informe final. II Taller: Tras varias reuniones de coordinación previas, los días 22 y 23 de marzo de 2011 se llevó a cabo el II Taller Nacional de Sistematización de Experiencias en Desarrollo Rural con el objetivo general de analizar y acordar la guía metodológica para la Sistematización de experiencias y poder avanzar en las primeras etapas del proceso. Contando con la presencia de autoridades de la DATyC, el equipo coordinador nacional y representantes de todas las delegaciones provinciales de la SsAF, se dio comienzo al Taller con la presentación y puesta en discusión de los pasos metodológicos. Se presentó el objetivo institucional “conocernos, mejorar las prácticas y darnos a conocer” y se acordó realizar la sistematización de 21 experiencias, una por provincia. También se resaltó la importancia del proceso de redacción para la documentación de las experiencias, en general, y para la sistematización, en particular. A modo de ejemplo, en este II Taller se presentó la experiencia sistematizada en Chaco, denominada “Experiencia Socio Territorial Pueblo Unidos”. Se realizaron comentarios y aclararon dudas sobre la metodología de una sistematización tomando el video como un ejemplo de experiencia. El trabajo en grupos se organizó por regiones y se orientó a la selección de la experiencia a partir de una matriz de ponderación a partir de los criterios universales propuestos en la Guía. Una vez seleccionada la experiencia se trabajó sobre la definición del Eje o hilo conductor de la sistematización. Por último se realizó una puesta en común de lo trabajado en los Grupos. Durante la jornada del 23 de marzo, se trabajó sobre los acuerdos referidos al cronograma y sobre los roles y funciones de cada integrante de la estructura. Luego se acordaron fechas, plazos y la incorporación de facilitadores en las distintas etapas.

Región NEA NOA Cuyo Patagonia Pampeana

Facilitador/es Claudia Noseda Vilma Busca

Luis Narmona Pablo Usandivaras

Pedro Tsakoumagkos

Susana Soverna Manuel Tutuy Fernanda G. Maraschio

Referente Regional

Claudia Noseda Luis Narmona Liliana González Diana Solana Manuel Tutuy

Referentes Provinciales

Misiones: Karina Gutkowski; Formosa: Marcelo Marcili; Chaco: Ana Nicora; Corrientes: María del Carmen Ruiz

Salta: Ana Muller; Tucumán: Florencia Diehl; Jujuy: Jorge Cladera; Catamarca: Luis Narmona ; Santiago del Estero:

San Luis: María Álvarez Rivera; San Juan: Gustavo Delgado; La Rioja: Cristian Velázquez; Mendoza: Liliana González

La Pampa: Virginia Gunther; Río Negro: Analía Arpes; Neuquén: Diana Solana; Chubut: Silvia Mabel López.

Buenos Aires: Matilde Galván; Córdoba: Juan Manuel Skupieñ; Entre Ríos: Daiana Perez; Santa Fe: Karina Kasprik.

Fuente: Elaboración propia en base a memoria del III Taller de Sistematización 22 y 23 de marzo de 2011 y posteriores ajustes realizados en la estructura. Se acordó la realización de dos informes, uno de carácter operativo donde consten las tareas realizadas en cada etapa y otro con los avances de escritura del informe final de sistematización. Durante el último plenario se plantearon algunas dudas referidas a posibles dificultades en el cumplimiento del cronograma a partir del retraso en las etapas en función del tiempo disponible de los sistematizadores. A partir de ello, se calcula que resulta necesario destinar por lo menos una semana por mes de trabajo del equipo. La evaluación del taller fue muy positiva, según las propias palabras

los/las referentes provinciales: “se avanzó”, “se concretó”, “fue claro”, “hay un plan de trabajo”. Por otro lado, se valoró la participación del grupo de compañeros, sus aportes y la posibilidad de contar con gente capacitada para apoyar las actividades, la importancia de construir algo en conjunto entre nación y provincias y la posibilidad de reflexionar entre todos sobre la práctica. III Taller: Se llevó a cabo el día 13 de mayo en el cuarto piso del edificio de Federación Gráfica Bonaerense con la presencia de representantes de las 21 provincias. Luego de la apertura y la presentación de la propuesta de trabajo, se cerraron acuerdos referidos a la elaboración del Eje de la sistematización. Los referentes provinciales plantearon sus avances y sus expectativas respecto del Taller y luego se trabajaron por regiones los siguientes aspectos: identificación de actores directos e indirectos, elaboración de listados de la información disponible institucional y contextual. Asimismo, se presentaron algunos instrumentos que permiten la organización de la información relevada, tanto por dimensiones y actores o fuentes, como por momento de la experiencia sistematizada. Por la tarde, se presentaron los acuerdos sobre la elaboración de la guía de entrevistas y el trabajo en taller, también por región, se orientó a la elaboración de la guía de preguntas de las entrevistas, a partir del listado de actores directos e indirectos y del Eje formulado de cada experiencia. Durante la puesta en común del trabajo grupal se aclararon dudas y se socializaron nuevos aspectos de las experiencias. En la evaluación del taller se comentó que la matriz presentada y los criterios en ella volcados permiten visibilizar dimensiones, preguntas e indicadores de una manera integral y esquemática. Consideramos que al finalizar este taller se concretó el inicio del proceso de sistematización en todas las provincias, dado que dos presentaban la experiencia seleccionada por primera vez, y otras varias debieron reformular y/o ajustar el Eje seleccionado. Las experiencias seleccionadas por cada provincia y el lineamiento en el que se adscriben, se presentan en el siguiente cuadro.

REGION PROVINCIA EXPERIENCIAS LINEAMIENTO ESTRATEGICO

CENTRO BUENOS AIRES PROYECTO DE DESARROLLO TERRITORIAL EN ISLAS FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

CORDOBA COOPERATIVA APÍCOLA DE CRUZ DEL EJE VALOR AGREGADO EN ORIGEN

ENTRE RÍOS PROYECTO DE DESARROLLO SOCIOTERRITORIAL: CRUCECITAS

TIERRA, AGUA, HÁBITAT, TERRITORIO, Y PUEBLOS

ORIGINARIOS SANTA FE PROYECTO DE DESARROLLO SOCIOTERRITORIAL:

SAN JAVIER FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

NUEVO CUYO

LA RIOJA APEPFAR TRENZANDO LAZOS. FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

MENDOZA EXPERIENCIA DE VITIVINICULTURA DEL ESTE DE MENDOZA

VALOR AGREGADO EN ORIGEN

SAN LUIS QUEBRADA DE SAN VICENTE: ASOCIACIÓN RURAL COMUNIDAD “EL HORNITO”

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

SAN JUAN “EL PROCESO DE CAPACITACIÓN PARA DIRIGENTES DE ORGANIZACIONES DE LA AGRICULTURA

FAMILIAR: EL CASO DE SAN JUAN

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

NEA CHACO MICROCRÉDITO: EXPERIENCIA DE FONDOS ROTATORIO

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

CORRIENTES ASOCIACIÓN TRES ARROYOS, UN ESPACIO PARA CRECER Y SOÑAR

VALOR AGREGADO EN ORIGEN

FORMOSA PROCESOS DE FORMACIÓN DE TÉCNICOS INDÍGENAS

TIERRA, AGUA, HÁBITAT, TERRITORIO, Y PUEBLOS

ORIGINARIOS MISIONES RED DE GRUPOS Y ORGANIZACIONES QUE PRDUCEN

CAÑA DE AZUCAR Y DERIVADOS PARA LA COMERCIALACION CONJUNTA: RED CAÑERA.

VALOR AGREGADO EN ORIGEN

NOA CATAMARCA CONSOLIDACIÓN DEL FORO DE LA AGRICULTURA FAMILIAR DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

JUJUY PROYECTO HABITACIONAL YAGUATÁ KAVÍ POLITICAS DE HABITAT FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

SALTA ORGANIZACIÓN Y PROCESO PRODUCTIVO. COOPERATIVA VITIVINÍCOLA TRASSOLES

VALOR AGREGADO EN ORIGEN

SANTIAGO DEL ESTERO

IMPACTO DEL ENFOQUE SOCIOTERRITORIAL EN LA ZONA ROBLES

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

TUCUMAN APRENDIZAJES INDIVIDUALES Y COLECTIVOS APREHENDIDOS EN EL MARCO DE LA EXPERIENCIA ORGANIZACIONAL: ASOCIACION GRUPOS UNIDOS

DEL SUR

FORTALECIMIENTO ORGANIZACIONAL

PATAGONIA CHUBUT RESCATE Y VALORIZACIÖN DE LANA LINCA VALOR AGREGADO EN ORIGEN

LA PAMPA TEJEDORAS DEL SUDESTE PAMPEANO TIERRA, AGUA, HÁBITAT, TERRITORIO, Y PUEBLOS

ORIGINARIOS NEUQUEN FERIA DE SAUZAL BONITO DEMOCRATIZACIÓN DEL

ACCESO A LOS ALIMENTOS RIO NEGRO PROGRAMA DE VIVIENDA UTILIZANDO RECURSOS DE

LA ZONA TIERRA, AGUA, HÁBITAT, TERRITORIO, Y PUEBLOS

ORIGINARIOS Fuente: Elaboración propia en base a memoria del III Taller de Sistematización 13 de mayo de 2011 IV Taller: Se realizó durante los días 30 y 31 de agosto en Casa de Nazareth, esta vez con presencia de referentes regionales y provinciales, y en varios casos, también con otros integrantes del equipo sistematizador, como por ejemplo productores cabriteros de la provincia de Tucumán, técnicos de las comunidades wichí y pilagá de Formosa, técnicos de otras instituciones que articulan con la SsAF en la experiencia de la provincia de Buenos Aires, entre otros. El primer día de Taller se retomaron las etapas de recuperación y ordenamiento de la información para pasar luego al planteo de pautas para el trabajo de análisis e interpretación de los datos. Se realizó el trabajo en equipos junto a los facilitadores, ajustando las matrices y esclareciendo las dudas que presentaban los equipos. Se hizo hincapié en los instrumentos que permiten organizar la información según los momentos de la experiencia para facilitar el trabajo de narración de la misma para el informe final, sin embargo, como a lo largo de todo el proceso, se integraron todas las formas e instrumentos aportados y propuestos por los equipos. Luego del almuerzo, se trabajó en las tareas de interpretación crítica de la información que permiten recuperar las interpretaciones que han hecho los diferentes actores al reconstruir la experiencia desde su presente, identificar variedad de perspectivas entre los entrevistado sobre temas y momentos e identificar consensos y disensos. Los grupos trabajaron sobre estos temas durante la tarde y se realizó luego una puesta en común. El segundo día, se presentaron los principales elementos a tener en cuenta en la realización de talleres focales como forma de interpretación compartida de la experiencia y como espacio de reflexión sobre las lecciones aprendidas de la experiencia. Se enfatizó la importancia de esta etapa dado que es donde se explicitan los conocimientos que se fueron generando a lo largo de su desarrollo, aunque en su mayoría permanecen ocultos. En este taller, pudimos nivelar el grado de avance de las experiencias y plantear la importancia de la escritura para la etapa final del trabajo de sistematización. Se presentó la propuesta de un libro, dónde una versión abreviada de los informes conformarían los capítulos y mediante el cual se documentaría el proceso nacional realizado. En el mismo sentido, se planteó la propuesta de realizar una “revista de la sistematización” en la que cada experiencia se presentaría como una nota de color junto a dos fotografías alusivas. Finalmente se planteó la necesidad de elaborar un banner y un power point para la presentación de la experiencia sistematizada en diversos eventos de la Agricultura Familiar y, especialmente, en el último Taller Nacional que se realizaría en el mes de octubre. Finalmente, se acordaron las pautas generales para la escritura del informe final y se ajustó el cronograma en función de las últimas etapas pendientes. - Otras tareas del Equipo Nacional de Coordinación Además de los Talleres Nacionales se realizaron reuniones mensuales de coordinación del proceso. En ellas, se compartía el estado de situación de las sistematizaciones en cada una de las provincias, informado por los referentes regionales y los facilitadores asignados. En este espacio se realizaban

análisis sobre el desarrollo del proceso en cada región y se decidían los ajustes o cambios necesarios para avanzar sobre los obstáculos que se presentaron. Otras actividades realizadas fueron: la organización de los talleres nacionales, el ajuste de la guía metodológica, participación y organización de talleres provinciales, regionales y focales. Asimismo, se encargó de motivar y articular con los Delegados provinciales, Directores nacionales y otras autoridades, para el desarrollo del proceso nacional y para instalar la importancia de la práctica de la sistematización en la institución. - Tareas realizadas por los facilitadores Para cumplir con el seguimiento y facilitación de los procesos de sistematización provinciales, los facilitadores visitaron las experiencias en territorio, participaron de reuniones del equipo sistematizador, acompañaron el relevamiento y análisis de datos, apoyaron en la escritura de los informes, motivaron al grupo para el cumplimiento del cronograma, acompañaron a los referentes provinciales con aportes metodológicos, realizaron devoluciones periódicas sobre los informes de avance, sugirieron fuentes bibliográficas, entre otras tareas. Situación actual Análisis del proceso realizado - Elementos facilitadores: La gran cantidad de experiencias en desarrollo rural acompañadas por la SsAF y la existencia de equipos técnicos consolidados fueron a la vez objeto de estudio y elementos facilitadores del proceso, ya que los equipos pudieron asumir el desafío de la sistematización y llevarla a cabo exitosamente. A la vez, los equipos en muchos casos sistematizaron experiencias que implican articulaciones interinstitucionales, con INTA, Universidades, ONGs, etc. En estos casos, el proceso de sistematización contó con el apoyo externo de dichas instituciones, favoreciendo así el fortalecimiento de la articulación existente. El apoyo de las diferentes Organizaciones de la Agricultura Familiar protagonistas de varias experiencias sistematizadas, brindaron todo su apoyo y aportaron datos claves, siendo los productores actores fundamentales para la reconstrucción y análisis de la experiencia así como la identificación de lecciones aprendidas. Asimismo, la existencia de una comunicación fluida y un trabajo articulado entre la SsAF nación y las Delegaciones provinciales, facilitó la participación de todas las provincias con cobertura institucional, concretando así un verdadero proceso nacional de sistematización. Por otro lado, se contó con los fondos y recursos para la realización de los Talleres, Grupos Focales, visitas a campo, a las organizaciones. El proceso de sistematización es una propuesta de aprendizaje permanente. La metodología propuesta para desarrollarlo y su instalación como práctica en los equipos, actúa como facilitadora del mismo. Como ya hemos mencionado anteriormente, se trata de un proceso de aprendizaje con enormes potencialidades. Esta metodología flexible que promueve la reflexión e interpretación crítica de una o varias experiencias, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo. En ese sentido, las potencialidades de este proceso de aprendizaje están dadas por la resignificación y transformación del accionar cotidiano que permiten, mediante el cual la teoría y la práctica se equilibran y retroalimentan. El contexto institucional facilitó el desarrollo del proceso de sistematización al contar con la articulación desde la SSAF con los Delegados provinciales, Directores nacionales y otras autoridades. - Elementos obstaculizadores:

De carácter contextual: durante la sistematización se priorizó la selección de experiencias entre las que fuera posible la realización de talleres y tuvieran buen acceso a la información, por lo que no se registraron mayores problemas en este sentido. Solo podemos mencionar que con la erupción del volcán Puyehue se obstaculizó la realización de talleres en Patagonia y la asistencia de la facilitadora desde Buenos Aires. No obstante, con algunas demoras se pudieron realizar todas las actividades previstas. De carácter específico: uno de los principales obstaculizadores identificados en este proceso ha sido la dificultad en la escritura que tenemos, en general, los técnicos. En algunos casos por no dedicarle el tiempo necesario, en otros por no tener el hábito y, por ende, la poca facilidad para hacerlo. La escritura es un oficio que se adquiere con la práctica pero que todos podemos realizar. Por lo que identificamos como muy importante la necesidad de reforzar la escritura con talleres de redacción. También se podrían alentar otros productos de comunicación como el audiovisual. También se identificaron algunas dificultades vinculadas a los tiempos necesarios para el cumplimiento de cada etapa del cronograma estipulado y para el tiempo dedicado a la sistematización con las demás tareas asignadas a los técnicos. Este es un aspecto muy importante a tener en cuenta ya que por un lado es necesario trabajar con plazos para ordenar el trabajo y concretarlo, pero se genera una tensión dado que los equipos están sobrecargados de tareas y actividades. De ahí la importancia de instalar la sistematización como una tarea habitual de los equipos, con el compromiso de realizar un buen registro cotidiano de las experiencias que se van acompañando desde la SsAF, para que al momento de sistematizar la información esté disponible y organizada. No fue fácil seleccionar quienes escriben, por el tiempo y la dedicación que ello insume. Como barrera de origen institucional identificamos el hecho de tener pendiente el quinto y último taller nacional del Proceso de Sistematización 2011. Este evento fue planificado para el mes de octubre de 2011, como evento de cierre del proceso nacional de sistematización y de presentación de todas las experiencias. Estaría acompañado por una feria de productos, para que los agricultores familiares pudieran ofrecer sus producciones al público, y por una muestra de las diferentes áreas de la SsAF. Simultáneamente, se desarrollaría un concurso de fotografías de las experiencias, en el que los asistentes elegirían y las más votadas formarían parte de la tapa del libro. Durante el Taller, los equipos utilizarían los banner y los power points para presentar sus experiencias y los informes de sistematización estarían compilados en formato CD, los cuales se repartirían entre los asistentes junto a las revistas. Este evento aún no se ha podido concretar por razones presupuestarias y de cambios institucionales, pero todos los productos de comunicación están terminando de elaborarse y/o ya han sido utilizados por los equipos para la presentación de las experiencias en otros eventos. Análisis de los resultados del proceso A comienzos de 2012 se inició la evaluación del proceso realizado. El equipo de coordinación nacional elaboró dos instrumentos para que fueran completados con las opiniones de los referentes provinciales y regionales, así como por los facilitadores. Con todas las planillas se realizó un proceso de consolidación por aspecto evaluado y un posterior análisis y difusión de los resultados obtenidos. Aquí presentamos algunas opiniones relevadas, presentadas como fortalezas o debilidades, de acuerdo a la estructura solicitada. - Fortalezas, logros y aciertos: Consideramos que el principal logro de la experiencia es la posibilidad de dejar capacidades instaladas en todo el territorio nacional y que las sistematizaciones se conviertan en una herramienta permanente y cotidiana en nuestra estrategia de intervención. En este sentido, que el proceso de sistematización se haya realizado desde el mismo equipo de técnicos involucrados en la experiencia, es uno de los mayores aciertos de la propuesta metodológica.

Como proceso participativo de técnicos y productores influyó favorablemente en la conformación de los Equipos de sistematización. Que la palabra de los involucrados en la experiencia sea tenida en cuenta es un reconocimiento y valoración de todas las miradas y perspectivas de los actores intervinientes en las experiencias en desarrollo rural. La guía metodológica en su conjunto ha sido señalada como una fortaleza del proceso, tanto por su construcción participativa como por su solidez en cuanto a contenidos. La metodología utilizada en la selección de la experiencia, según la cual se tuvo en cuenta la antigüedad de la misma, la cantidad de productores/organizaciones participantes y los criterios universales, es un elemento que contribuyó a identificar experiencias con especificidad y de las cuales extraer aprendizajes. El trabajo de los facilitadores y de los referentes provinciales y regionales fue muy bien valorado, especialmente en el acompañamiento brindado a los equipos durante las diferentes etapas y en cuanto a las devoluciones realizadas de los informes de avance y borradores del informa final. - Debilidades, limitaciones, tensiones, contradicciones El cronograma de actividades resultó muy apretado en la mayoría de las regiones sobre todo en aquellas donde se superpuso con otras actividades locales masivas (Ferias Nacionales, Encuentros Nacionales de la Agricultura Familiar). También se presentaron dificultades vinculadas a los tiempos necesarios para el cumplimiento de cada etapa según el cronograma estipulado, centradas en la coordinación de la sistematización con las demás tareas cotidianas asignadas a los técnicos. Esta es una de las contradicciones que encontramos en la evaluación, dado que, por lo expuesto, el cronograma es valorado positiva y negativamente por igual. Otro elemento señalado como debilidad y a la vez fortaleza es la profusión de instrumentos brindados para el trabajo con la información relevada. Si bien la idea de tener diversidad para elegir el procedimiento que mejor se adapta a la experiencia es señalada como positivo, algunos equipos sostienen que no siempre eligieron el más adecuado. Lecciones aprendidas - Análisis del proceso realizado Las lecciones aprendidas por parte del equipo nacional de sistematización han sido muy numerosas y diversas. Además de apropiarnos de la metodología, revalorizando la construcción colectiva de conocimientos y la democratización de los procesos de aprendizaje, hemos fortalecido nuestra dinámica de grupo, el trabajo articulado y el acompañamiento tanto en avances como en retrocesos. La posibilidad de profundizar vínculos y articulaciones intra e interinstitucionales es otro de los aspectos que destacamos. Pero, especialmente la posibilidad de conocer el enorme bagaje de experiencias de intervención en desarrollo rural, sus protagonistas y sus diversos procesos constituye el mayor logro visualizado por el equipo. Los actuales desafíos se basan en el acompañamiento de los procesos provinciales de sistematización que iniciaron 6 delegaciones provinciales y que incluyen varias y enriquecedoras experiencias de intervención en desarrollo rural. Un emergente de la experiencia ha sido la convocatoria por parte de la regional Cuyo del INTA para la realización de una capacitación en metodologías de sistematización en el marco del plan de capacitaciones para técnicos, y el posterior acompañamiento de un proceso regional de sistematización que actualmente se encuentra en desarrollo con 5 experiencias de San Juan y Mendoza.

También estamos trabajando actualmente en la readecuación de la guía metodológica, en función de los comentarios realizados en la evaluación y de los cambios institucionales recientes, con el objetivo de concretar un Segundo Proceso Nacional de Sistematización más amplio y extenso. Además, una comisión lectora conformada ad-hoc, está terminando el trabajo de edición y corrección de los 21 informes finales de sistematización para su pronta edición impresa y en CD. Entre los valores relevantes, volvemos a resaltar la propuesta de aprendizaje permanente de la metodología propuesta para desarrollar este proceso y la de la instalación de esta práctica en los equipos, que consideramos que actuó como potenciador del mismo y más aún cuando se desarrollen los siguientes procesos. De esta manera, ya no se tratará de una “actividad extra” si no de una tarea habitual de los equipos, que deberá incluirse en las planificaciones. Esto redundará en la incorporación de la reflexión sobre la práctica como hábito, que a su vez contribuirá a mejorar las mismas. Esta metodología flexible que promueve la reflexión e interpretación crítica de una o varias experiencias a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo. En ese sentido, las potencialidades de este proceso de aprendizaje están dadas por la resignificación y transformación del accionar cotidiano que permiten, mediante el cual la teoría y la práctica se equilibran y retroalimentan. Para finalizar, transcribimos algunas de las lecciones aprendidas identificadas en los informes de sistematización elaborados por los equipos provinciales. Sobre la sistematización … destacamos la trascendencia de la experiencia, tanto en lo local, como en la misma SsAF para replicar la experiencia, con otros organismos e instituciones… para fortalecer y llegar con más y a más personas con la propuesta… Sobre el trabajo de los Equipos de Sistematización Los equipos (de sistematización) estuvieron muy bien predispuestos y con gran entusiasmo… dieron a luz a los Informes, ese es el gran logro! Hicieron lo mejor que pudieron, en un contexto muchas veces adverso, incierto y desconcertante. Defendieron la propuesta participativa… hubo un gran compromiso con la actividad y entusiasmo por iniciar una nueva metodología de trabajo incorporando la sistematización como nueva herramienta.

Sobre el proceso de sistematización La sistematización como tal ha permitido desarrollar un proceso de reflexión para quienes hemos participado en todo el proceso, que nos permite identificar prácticas exitosas y prácticas a modificar… enriquecer nuestro quehacer, ampliar el horizonte y aprender de los tropiezos…. Sobre la experiencia y el rol del Estado … esta presencia (PSA/SsAF) no fue neutra, inocente ni inconsciente: se trató de la intervención sostenida, continua y sistemática, del Estado a favor de los “productores olvidados”… La intervención, ciertamente, no siempre fue planificada ni siempre se adecuó en la ejecución cuando existió planificación; no siempre fue coherente consigo misma ni careció de ambigüedades o conflictos. Pero, con todos sus vaivenes, su constancia en el territorio, sus objetivos de alterar las situaciones de pobreza y, con la creación de la SsAF, su consolidación como institución estatal que diseña e implementa política pública que favorezca al sector, generó las condiciones para que poder desarrollar y desplegar sus potencialidades. Sobre la institución … un último aprendizaje institucional que no quisiéramos dejar de señalar es que es necesario rediscutir el perfil del sector social destinatario de las políticas de SsAF, ya que en muchas oportunidades las características de determinada organización o localidad pueden no coincidir con el perfil esperado…

Sobre el rol del Estado

Esta experiencia… es la demostración de que los límites institucionales pueden flexibilizarse en la atención de la demanda de los territorios que pugnan un desarrollo apropiado. En esta construcción no sólo se enriquecieron los pueblos indígenas y sus organizaciones, sino que el Estado sale fortalecido porque se demuestra apto para crear ámbitos y espacios de construcción colectiva. Las políticas públicas, a partir de maneras participativas de intervención, pueden provocar nuevos caminos de búsqueda para que lleguen a ser universales… nos hemos reconocido como actores políticos independientes de otras expresiones que no abarcan los intereses del sector que buscamos representar. Estamos convencidos que la fortaleza de la organización es esa habilidad de construir poder para dialogar con el Estado, haciendo propuestas, e ir expresando las políticas que creemos necesarias como sector. Sobre la experiencia y la sistematización … el verdadero motor y condición de éxito de la experiencia radica en elementos intangibles, no captados por los abordajes usuales, que constituyen su capital social. En este sentido se promovió la puesta en acción de fuerzas latentes en el grupo, que incidió considerablemente en su capacidad de generar soluciones y de crear. Se creó un clima de confianza y de respeto mutuo entre los actores, fomentando el bienestar general. Hubo una concepción común en términos de valores, que sirvieron de orientación continua y motivación…