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    XXII Simposio de Investigaciones

    Arqueolgicas en GuatemalaSitios arqueolgicos en el rea Maya:

    un reto para la conservacin

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    Copyright 2009, J. Paul Getty Trust

    Se han realizado todos los esfuerzos para ponerse en contacto con aquellas personas o instituciones que ostentan los

    derechos de los materiales que se presentan en este volumen y obtener el permiso para su publicacin. Toda omisin

    en este sentido se corregir en volmenes futuros si se le solicita por escrito a la editorial.

    Fotografa de la portada: Jorge Valencia Garca

    The Getty Conservation Institute

    1200 Getty Center Drive, Suite 700

    Los ngeles, CA 90049-1684

    Estados Unidos

    Telfono310-440-7325

    Fax 310-440-7709

    Correo electrnico [email protected]

    www.getty.edu/conservation

    Edicin

    Carolina Castellanos

    Franoise Descamps

    con la colaboracin de:

    Jennifer Carballo

    Diseo

    Soluciones de Comunicacin

    www.sol-com.com

    Mnica Rodrguez de la Parra

    El Getty Conservation Institute trabaja a nivel internacional con el objetivo de avan-

    zar el campo de la conservacin de las artes plsticas, las cuales incluyen obras de

    arte, colecciones, patrimonio arquitectnico y sitios arqueolgicos. El Instituto est al

    servicio de la comunidad de profesionales de la conservacin a travs del desarrollo

    de investigaciones cientcas, formacin y capacitacin, proyectos modelo de campo

    y la difusin del conocimiento adquirido durante el desarrollo de su propio trabajo y

    otros trabajos de envergadura similar. En todas sus iniciativas, el GCI busca generar y

    extender el conocimiento existente con el propsito de beneciar a los profesionales

    y organizaciones responsables de la conservacin del patrimonio cultural en el nivel

    mundial.

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    Sitios arqueolgicos en el rea Maya:un reto para la conservacin

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    ndice

    1. Prefacio 7

    2. Introduccin 9

    3. Estructura y contenido del panel de discusin 13

    4. Reexiones derivadas del panel de discusin 17

    5. Agenda del panel 23

    6. Ponencias 25

    ndice

    XXII Simposio de InvestigacionesArqueolgicas en Guatemala

    Sitios arqueolgicos en el rea Maya:un reto para la conservacin

    El Proyecto Yaxchiln y las alternativas de con-

    servacin en la dcada de los setentaDaniel Jurez Cosso

    Problemtica del rescate, investigacin y con-servacin de la ciudad maya de Naranjo-Saal,Petn, GuatemalaVilma Fialko

    El caso de la conservacin in situ de La Esca-linata Jeroglca en Copn: evaluacin y mo-nitoreo interdisciplinario de las condiciones en

    el tiempo como base para el planeamiento de laintervencinThomas Roby, Eliud Guerra y Runo Membreo

    El reto de conservacin Tikal, GuatemalaCarlos Rudy Larios Villalta

    Puesta en marcha de un modelo de planicacinpara la gestin de sitios patrimoniales: el caso deJoya de Cern, El SalvadorCarolina Castellanos y Franoise Descamps,

    Arqueologa bajo el dosel de la selva mayaDr. Anabel Ford

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    Prefacio

    Los grupos culturales que se desarrollaron a lolargo del tiempo en el rea Maya constituyeronuna de las grandes tradiciones culturales del mundo,

    abarcando un territorio que hoy en da incluye cincopases en Amrica Central y Mxico. La civiliza-cin maya ha sido el centro de atencin de eruditosy acadmicos desde el siglo XIX y contina siendoel foco de atencin de numerosos programas de in-

    vestigacin y conservacin. Conforme han avanza-do las investigaciones, se han desarrollado mtodospara tratar de comprender mejor los procesos dedegradacin de este legado histrico y para disearalternativas de intervencin que permitan fortale-cer su comprensin y presentacin. A pesar de que

    siempre ha existido preocupacin por el deteriorode los materiales y las estructuras, en los ltimosaos se ha destacado la importancia de considerarlas posibilidades de conservar y preservar los vesti-gios desde el inicio de cualquier accin y la necesi-dad de realizar acciones articuladas y sostenidas en

    los diferentes sitios.

    La Asociacin Tikal es una entidad cultural no lu-crativa fundada en 1966 en la Ciudad de Guatemalaque ha concentrado sus esfuerzos en la proteccin

    y conservacin del patrimonio precolombino e his-trico de Guatemala y en las tradiciones culturalesdel presente. Esta Asociacin trabaja fortaleciendo ladivulgacin de conocimientos relacionados con estasriquezas, fomentando programas de estudio e investi-gacin y apoyando a museos y entidades similares.

    Desde 1987, esta Asociacin colabora con las ins-tituciones ociales encargadas del patrimonio gua-temalteco y el Museo Nacional de Arqueologa yEtnologa en la organizacin de los Simposios de

    Investigaciones Arqueolgicas en Guatemala. Cadaao, este foro rene a ms de 300 profesionales que

    llevan a cabo investigaciones en el pas y en la re-gin para generar un intercambio de informacin ypresentar los ltimos avances en la investigacin desitios especcos.

    En el marco de la Iniciativa Maya, un proyecto deconservacin del patrimonio histrico en Mesoam-

    Prefaciorica, el Getty Conservation Institute ha desarrolladoproyectos de conservacin y de gestin de sitios en

    Joya de Cern, El Salvador, y de diseo de metodo-

    logas para el estudio del estado de conservacin yel establecimiento de una estrategia de conservacinpara la Escalinata Jeroglca en Copn, Honduras.

    Para compartir los resultados de estos proyectos, y

    otros realizados en la regin, el GCI propuso a losorganizadores del Simposio incluir un panel de con-servacin en este foro y as resaltar la importanciade considerar e integrar la conservacin en las dife-rentes fases de los proyectos arqueolgicos, desde lainvestigacin hasta la presentacin.

    Esta publicacin presenta los resultados del panel deconservacin Sitios arqueolgicos en el rea Maya:un reto para la conservacin desarrollado en el marcodel XXII Simposio de Investigaciones Arqueolgi-cas en Guatemala. La publicacin incluye una breve

    introduccin con los antecedentes del rea maya yel trabajo realizado por el Instituto Getty de Conser-vacin, la presentacin de la estructura y contenidodel panel, las conclusiones derivadas del intercambiodinmico e intenso entre profesionales y participan-

    tes involucrados en proyectos de investigacin, deconservacin y de presentacin en la regin maya,la agenda de las presentaciones, los resmenes y lasponencias presentadas por los panelistas.

    Esta publicacin constituye un avance importanteen el campo de la investigacin, la conservacin y

    el uso del patrimonio arqueolgico en la medida enque reeja la articulacin de disciplinas y la impor-tancia de la sostenibilidad para la gestin y conser-vacin de los sitios.

    El xito de esta reunin no habra sido posible sin la

    valiosa colaboracin y contribuciones de los miem-bros de la Asociacin Tikal, de la comisin organiza-dora del simposio, de los panelistas y de numerosaspersonas de las instituciones participantes que traba-

    jaron para su desarrollo.

    Franoise Descamps y Juan Antonio ValdsModeradores del panel

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    Introduccin

    Consideraciones preliminares acercadel rea maya y los retos para laconservacin de sus sitios

    El patrimonio cultural y natural de Mesoamricaes tan rico y diverso como las culturas que lohan generado a travs del tiempo y como los ecosis-

    temas en los cuales se ha desarrollado. Esta regincultural, denida como tal en 1943 por Paul Kir-chhoff, abarca desde los 10 a 22 latitud norte e in-cluye el centro y sur de Mxico, Guatemala, Belice,El Salvador y algunas partes de Honduras, Nicaraguay Costa Rica. Durante ms de 3,000 aos de evolu-

    cin, las culturas en Mesoamrica no mantuvieronla misma expansin territorial ni los grupos presen-taron la misma homogeneidad cultural. Los rasgosculturales, que posteriormente fueron consideradoscaractersticos de los grupos mesoamericanos, segeneraron en distintos momentos y lugares, separa-

    dos por una distancia considerable. De esta manera,slo la interrelacin de aquellos pueblos, ocurridaa lo largo de varios siglos, creara una plataformacultural en la cual abrevaron y contribuyeron losdistintos grupos que posteriormente se fueron inte-grando a las tradiciones y mbito mesoamericano.

    Los grupos ubicados en toda la regin alcanzaronun alto nivel cultural, reejado en las grandes urbes,el arte, la arquitectura, etc., que evidencian comple-

    jas organizaciones sociales, polticas, econmicas yreligiosas. Las artes y las ciencias tuvieron caracte-

    rsticas particulares de acuerdo con los lugares enque se localizaron; la diversidad de los ambientesnaturales jug un papel importante en estos proce-sos de desarrollo, al ofrecer a sus habitantes el mar-co y la oportunidad de generar distintas respuestas.Entre los rasgos que caracterizan a los complejos

    culturales mesoamericanos est la construccin dejuegos de pelota, ciertas tcnicas de agricultura (detemporal y de roza y quema), la escritura jeroglca,el sacricio humano, la construccin de pirmides

    Introduccin

    Carolina Castellanos

    escalonadas y una calendario con 18 meses de 20das y un mes de cinco das extras (nemontemi paralos aztecas y uayeb para los mayas). En general, sepodra decir que la sociedad presentaba clases dife-

    renciadas y estraticadas entre las que se incluyencomerciantes, guerreros, artesanos, agricultores ylites de gobierno y religiosas.

    Los sitios arqueolgicos del rea maya, desarrolla-dos a travs de distintos periodos, reejan la adapta-

    cin de los diferentes grupos a su entorno y paisajenatural y, como tal, desarrollaron estilos caracters-ticos y tecnologa arquitectnica que responda a laideologa particular y a la disponibilidad de ciertosmateriales de construccin. Esta diversidad en ma-teriales y caractersticas culturales conlleva un reto

    importante para la conservacin y la gestin de loslugares patrimoniales. Uno de los ms importan-tes es el deterioro de los materiales constitutivosutilizados en la poca prehispnica. Para atender-lo, se requiere un conocimiento preciso y anlisismetodolgico que permita comprender la interrela-

    cin de los factores involucrados en los complejosprocesos de degradacin. Por esta razn, los pro-yectos de conservacin deben considerar tanto lascondiciones inherentes al contexto climtico como

    las transformaciones propias de los materiales, ascomo los efectos derivados de la gestin y prcticas

    de conservacin inadecuadas.

    El deterioro de los materiales vara de un lugar aotro, e incluso dentro del mismo edicio o elementodecorativo, dependiendo de factores como el cli-ma, el contexto cultural, el diseo y la tecnologa

    constructiva, as como de los materiales mismos. Seconsidera que la degradacin es una transformacin

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    iniciada por uno o varios agentes como agua, tem-peratura, viento, agentes biolgicos, contaminantesatmosfricos, etc. Sin embargo, la degradacin es

    tambin un mecanismo intrnseco a las propiedadesy comportamiento de los materiales que tiende a es-tabilizar a los elementos en el medio ambiente conel objeto de alcanzar un equilibrio.

    El deterioro de los materiales resulta bsicamente

    por dos tipos de procesos, ya sea fsicos o qumi-cos. Las causas y efectos de estos procesos estnntimamente relacionadas y no pueden disociarsecon facilidad. Por ejemplo, la alteracin de la pie-dra puede ser resultado de la conversin qumica delos minerales y materiales cementantes que forman

    el ncleo de la piedra (proceso que ocurre por lapenetracin de agua o humedad), o bien por proce-sos fsicos, como la disgregacin mecnica. Estosprocesos pueden acelerarse por cambios en la tem-peratura, en los niveles de humedad o por condicio-nes locales especcas. Estos mecanismos se inician

    desde el momento de la excavacin y continan alo largo del tiempo. En la mayor parte de los ca-sos, la humedad es un factor esencial, ya que generaprocesos mecnicos y qumicos que conducen a laprdida de materiales, a la disminucin de la resis-tencia material, a la disgregacin, entre otros efec-

    tos. Asimismo, promueve la cristalizacin de salesy genera condiciones adecuadas para el desarrollode microorganismos y vegetacin.

    Tambin las actividades humanas generan deterioro

    como consecuencia de las modicaciones y trans-formaciones en el entorno, como la deforestacin,que cambia las condiciones climticas; la lluvia ci-da, etc. Los visitantes contribuyen al deterioro delos materiales directa e indirectamente al producirerosin supercial y, en algunos casos, son respon-

    sables de vandalismo.

    Para enfrentar estos procesos de deterioro, se re-quieren esfuerzos y recursos considerables que per-mitan la exhibicin de los vestigios arqueolgicosque permanecen in situ. Desafortunadamente, algu-

    nos de los efectos de degradacin se pueden atribuira acciones previas para conservar, para mantener opara presentar un sitio. Muchas de estas intervencio-

    nes se realizaron con la tecnologa disponible, perosin considerar las causas y efectos de degradacinde los materiales y, en algunos casos, se utilizaron

    materiales nuevos sin una evaluacin de los resul-tados en el corto y largo plazo. La mayor parte delas intervenciones que se realizan hoy en da inclu-yen estabilizacin estructural mediante consolidan-tes, jado de supercies, resane y ribeteo, limpiezamecnica y qumica, remocin de sales y microor-

    ganismos y, en algunos casos, la restauracin com-pleta con reintegracin de faltantes. Las cubiertasde proteccin, al igual que el re-enterramiento, con-tinan siendo decisiones polmicas en los sitios ar-queolgicos y ambas intervenciones implican hallarun equilibrio en diferentes aspectos, como las consi-

    deraciones tcnicas, el mantenimiento a largo plazoy la disponibilidad de recursos humanos, materialesy nancieros. Asimismo, estas intervenciones cam-bian el contexto de un lugar, pueden llegar a afectarotros vestigios arqueolgicos y pueden generar ocambiar nuevas condiciones ambientales, a la vez

    de afectar las percepciones de valor del lugar.

    Aun cuando la investigacin y conservacin de si-tios del rea maya se ha subrayado desde inicios delsiglo XIX, siguen existiendo importantes necesida-des que deben atenderse integralmente, ente ellas,

    la susceptibilidad de los materiales prehispnicos alas condiciones ambientales del rea y las alternati-vas y mtodos para intervenciones apropiadas, e-cientes y sostenibles. Asimismo, existen problemascrticos que no han sido solucionados cabalmente

    tales como el saqueo de vestigios arqueolgicos, elimpacto ecolgico y social derivado del desarrollono planicado o controlado, incluido el turismo noregulado. Todos estos elementos impactan el esta-do actual de los sitios arqueolgicos e inciden en lavaloracin y reconocimiento de su importancia por

    parte de diversos grupos sociales.

    Las historias de xito y las lecciones aprendidas sonelementos fundamentales para seguir avanzado en elmejoramiento de las prcticas para la investigacin,la conservacin y el uso de los sitios arqueolgicos

    en el rea maya. El reto es preservar y equilibrar losvalores del pasado con las necesidades del presentey las responsabilidades del futuro.

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    Introduccin

    La iniciativa maya del InstitutoGetty de Conservacin

    En los ltimos ocho aos el Instituto Getty de Con-

    servacin (GCI) ha llevado a cabo el proyecto Ini-ciativa Maya, en asociacin con las institucionesresponsables del patrimonio cultural en los pasesvinculados al rea maya. Este proyecto fue el resul-tado de las discusiones sostenidas durante las visi-tas a sitios en El Salvador, Honduras y Guatemala,

    as como de las reuniones de trabajo en Los ngeles(Estados Unidos), en Mrida (Mxico) y en Antigua(Guatemala) entre 1995 y 1998, con miembros delInstituto Getty de Conservacin y representantes delas instituciones encargadas del patrimonio cultural,entre ellas Concultura de El Salvador, IDAEH de

    Guatemala e IHAH de Honduras.

    La Iniciativa Maya se inserta en la misin del GCI,que es parte del J. Paul Getty Trust, una organiza-cin internacional cultural y lantrpica, localizadaen los Estados Unidos, que se dedica a las artes vi-

    suales y al humanismo. En el mbito internacional,el GCI trabaja para hacer avanzar las prcticas deconservacin y para promover la preservacin ycomprensin de las artes visuales en todas sus di-mensiones: objetos, colecciones, arquitectura y si-

    tios. Para tal efecto, el GCI desarrolla programas deinvestigacin cientca, educacin y formacin, ascomo proyectos de campo y difusin de sus resul-tados, que busquen abrir nuevos caminos y generenmetodologas para fortalecer la preservacin del pa-trimonio.

    En este sentido, en los proyectos de campo, el GCIno ejecuta acciones puntuales de intervencin sinoque desarrolla modelos y fomenta el uso de meto-dologas que permitan generar alternativas viables e

    integrales para la conservacin del patrimonio.

    As, la Iniciativa Maya ha tenido un enfoque regio-nal con el que se busca fortalecer la conservacindel patrimonio cultural del rea maya a travs deldesarrollo de proyectos de inters comn para lospases participantes.

    Estos proyectos incluyeron, entre otros: La planicacin para la gestin de sitios; la investigacin sobre las causas de deterioro en

    materiales constructivos piedra y tierra princi-palmente y las alternativas para mitigarlo;

    el desarrollo de metodologas para abordar losproblemas estructurales en monumentos y las op-ciones para su adecuada conservacin;

    los efectos, requisitos y normas para la construc-

    cin de cubiertas de proteccin.

    En junio de 2007 concluyeron los trabajos forma-les ejecutados en Joya de Cern, El Salvador, y enCopn, Honduras, por lo que es fundamental poderdifundir entre una audiencia ms amplia los resulta-

    dos obtenidos tanto en el nivel metodolgico comoen trminos de anlisis de materiales, propuestas deintervencin, entre otros.

    El Simposio de InvestigacionesArqueolgicas de Guatemala

    El Simposio de Investigaciones Arqueolgicas deGuatemala se organiza anualmente y es un foroimportante en la regin para discutir temas rela-

    cionados con la investigacin, la conservacin y lagestin de sitios en el rea maya. Considerando lanecesidad de difusin de los proyectos de la Inicia-tiva Maya y la importancia de este Simposio a ni-vel regional, se coordin con los organizadores de

    la edicin XXII del Simposio el preparar un panelde conservacin que reuniera a investigadores de lazona para discutir las condiciones que se enfrentanen la actualidad y las diversas aproximaciones parasu atencin. Se espera que los resultados de esta dis-cusin sean de utilidad tanto para los profesionales

    en el campo como para los responsables de la tomade decisiones relacionados con estos sitios patrimo-niales, as como para una amplia audiencia relacio-nada con el patrimonio arqueolgico.

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    Estructuraycontenidodelpanel

    El panel de discusin se desarroll en el marcodel XXII Simposio de Investigaciones Arqueo-lgicas en Guatemala para reunir a profesionales conexperiencia en la investigacin, conservacin y pre-

    sentacin de sitios arqueolgicos en el rea maya conel n de compartir experiencias y conocimientos, ygenerar recomendaciones que sean de utilidad paralos profesionales en el campo. Este simposio fue ele-gido para el desarrollo del panel por el amplio rango

    y alcance de los sectores participantes, cientcos,manejadores de sitios, conservadores y arquelogose incluso representantes del sector turismo.

    Los objetivos del panel fueron: Examinar, a travs de la presentacin de estudios

    de caso, las diversas aproximaciones metodolgi-

    cas que se han tenido para la investigacin, con-servacin y presentacin de sitios arqueolgicosen el rea maya.

    Contrastar las intervenciones realizadas en sitios

    arqueolgicos con relacin al marco terico a ni-vel internacional.

    Explorar las diferentes aproximaciones a la ges-tin de sitios arqueolgicos y su aplicacin a dis-tintos contextos.

    Evaluar las circunstancias que inuyen en la tomade decisiones para la investigacin, la conserva-cin y la presentacin de sitios arqueolgicos.

    El panel de discusin fue estructurado como una ac-tividad de intercambio profesional intensivo, con elobjeto de alcanzar un anlisis amplio y profundo detres temas centrales con miras a cubrir los objetivosanteriores que incluyen: la integracin de la inves-

    tigacin arqueolgica y la conservacin, la conser-vacin de materiales (aproximaciones metodol-gicas, intervenciones y medidas alternativas comocubiertas de proteccin, reenterramiento, etc.) y lagestin de sitios (los retos para conciliar valores,para alcanzar la sostenibilidad y para equilibrar la

    conservacin con la presentacin).

    Estructura y contenido del panelSitios arqueolgicos en el rea maya:un reto para la conservacin

    Tema 1:La integracin de la investigacinarqueolgica y la conservacin

    La excavacin de vestigios arqueolgicos genera de

    inmediato preocupaciones por la conservacin delos materiales expuestos; por ello, la mayor partede los proyectos de investigacin necesitan consi-derar desde el inicio las necesidades de estabiliza-

    cin y conservacin. Sin embargo, las decisionesde conservacin arqueolgica frecuentemente estn

    relacionadas con un contexto poltico y social msamplio, por lo que pueden surgir conictos entre losintereses de ambas reas, particularmente cuando seconsidera a las actividades de conservacin comoun asunto meramente tcnico.

    Los problemas examinados en este tema incluye-ron: el papel de la conservacin como disciplina ysu integracin en el proceso de toma de decisiones

    y en el diseo de proyectos de investigacin arqueo-lgica; la importancia de la colaboracin entre laarqueologa y la conservacin, y los factores que

    impiden relaciones de trabajo efectivas; las implica-ciones en cuanto a recursos humanos y nancierosen la ejecucin de proyectos integrados de investiga-cin y conservacin arqueolgica; las limitacionesimpuestas por las condiciones para la conservacinen los objetivos de la investigacin arqueolgica; y

    los conictos de inters entre ambas disciplinas y laresponsabilidad comn de proteger el patrimonio.

    Daniel Jurez present una revisin de la losofa yprincipios de la conservacin haciendo referencia atextos y cartas que marcaron la teora de la conser-

    vacin para sustentar la aproximacin conceptualconsiderada para la investigacin y conservacin deYaxchiln, Mxico, y cmo se tradujo en las inter-venciones realizadas. Vilma Fialko expuso los re-tos ms signicativos que se enfrentan para atender

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    sitios de patrimonio arqueolgico profundamenteafectados por el saqueo arqueolgico y por la faltade atencin puntual a los problemas, reexionando

    acerca del caso particular de Naranjo, Guatemala,y los avances obtenidos a la fecha. Richard Hanseny sus colaboradores hablaron del caso de Mirador,Guatemala, para ilustrar los temas de discusin delpanel y los trabajos realizados para la conservacin ypresentacin de este patrimonio cultural y natural.

    Tema 2: La conservacin de materia-les: aproximaciones metodolgicas,intervenciones y medidas alternati-vas (cubiertas de proteccin, reente-rramiento, etc.)

    La conservacin de materiales arqueolgicos con-lleva retos importantes en cuanto a las propiedadesde los materiales y los mecanismos de deterioro, as

    como el medio ambiente en que se ubican los sitios.La excavacin rompe el equilibrio alcanzado porlos materiales durante el tiempo que estuvieron cu-biertos y promueve nuevos ciclos de degradacin.Este proceso es acelerado al inicio y se vuelve pro-gresivo conforme los materiales se estabilizan con

    el nuevo medio ambiente. Sin embargo, reenterrardespus de excavar, sin conservacin, no es una so-lucin viable, ya que los materiales sufrirn nuevosciclos de estabilizacin al buscar un equilibrio conel medio de enterramiento. Otras medidas alternati-

    vas, como las cubiertas de proteccin, son decisio-nes controvertidas por el impacto que suponen en laintegridad y valores de los sitios.

    Dentro de este tema se discutieron aspectos comolos procesos de deterioro: lagunas de conocimien-

    to, importancia de la investigacin y acciones paramitigar los factores de degradacin; las limitacionesen las intervenciones o en las alternativas para laconservacin: no existe una sola solucin o rece-ta que sea aplicable a todos los sitios, cada accinresponde a los contextos especcos; las conse-

    cuencias de las decisiones anteriores: intervencio-nes de conservacin como fuente de deterioro, lasintervenciones de conservacin y su impacto en los

    valores e importancia, las nociones de compatibili-dad, reversibilidad y ecacia, la importancia de lacapacidad tcnica y del mantenimiento y monitoreo

    como un proceso continuo y sus implicaciones en lasostenibilidad de los recursos.

    Thomas Roby, Eliud Guerra y Runo Membreodiscutieron la metodologa diseada para el estudiosistemtico, diagnstico y elaboracin de propues-

    tas para el caso excepcional de la Escalinata Jero-glca de Copn, en Honduras, as como las pro-puestas especcas para la formulacin de un plande intervencin, mantenimiento y monitoreo. RudyLarios reexion en su presentacin acerca de losretos enfrentados en el caso de Tikal, Guatemala,

    desde las primeras excavaciones arqueolgicas has-ta las condiciones actuales, destacando la importan-cia de la observacin, registro y monitoreo para ase-gurar la continuidad en las acciones implementadasy para garantizar la comprensin de los fenmenosde deterioro.

    Tema 3: La gestin de sitios: retospara conciliar valores, alcanzar lasostenibilidad y equilibrar la conser-

    vacin con la presentacinLa gestin ha sido reconocida desde hace tiempocomo una de las respuestas ms integradas paraatender las condiciones que afectan a los sitios ar-

    queolgicos. Existen diferentes aproximacionesmetodolgicas para establecer sistemas de gestinde acuerdo a los retos a enfrentar en cada contextoparticular. Los temas transversales incluyen la sos-tenibilidad, continuidad y conictos de valores queimpiden la conservacin y la gestin holstica.

    Dentro de este tema se discutieron los procesos deplanicacin; la planeacin como herramienta deintegracin entre diferentes disciplinas y sectores,como herramienta para la conciliacin de interesesy como mecanismo para la cooperacin internacio-

    nal; el buen uso de los sitios arqueolgicos entrminos de turismo, benecios tangibles y realespara las comunidades y la contribucin al desarrollo

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    Estructuraycontenidodelpanel

    humano; la gestin del paisaje cultural y natural enrelacin con el respeto y valoracin de tradiciones,formas de vida, derechos indgenas, inclusin so-

    cial y mecanismos para mantener la participacin;la sostenibilidad en el uso de los recursos patrimo-niales y en la implementacin de estrategias; la ca-pacidad tcnica; los niveles de responsabilidad y losniveles de la toma de decisiones, as como la docu-mentacin como una herramienta para la gestin de

    la cooperacin y la articulacin de las decisiones;las alianzas estratgicas y las sinergias para alcan-zar la integracin del patrimonio arqueolgico enlas agendas macro (desarrollo, territorial, etc.) y lagestin como un proceso cclico.

    Carolina Castellanos y Franoise Descamps presen-taron el caso de Joya de Cern en El Salvador y susreexiones acerca de las lecciones aprendidas con lapuesta en prctica del modelo terico de planica-cin. Ellas incluyeron reexiones acerca de los retospara la ejecucin del Plan de Manejo y destacaron

    la importancia de la continuidad para la sostenibili-dad de los proyectos. Anabel Ford discuti el casode El Pilar en Belice, analizando la presentacin yel uso de un sitio arqueolgico como eje del desa-rrollo de las poblaciones locales. Asimismo, exami-n los textos fundamentales que se tienen a la fecha

    para reexionar acerca de la presentacin y gradosde intervencin en sitios arqueolgicos que permi-tan alcanzar un equilibrio entre las necesidades delpatrimonio, de los visitantes y de los habitantes lo-cales como gestores de estos sitios patrimoniales.

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    Reexionesderivadasdelpaneld

    ediscusin

    La ltima sesin del panel estuvo enfocada enla discusin de las ponencias presentadas yen la evaluacin guiada de los temas a cubrir encada tema: la integracin de la conservacin y la

    investigacin arqueolgica, la conservacin de losmateriales y la gestin de los sitios. Adems, sediscutieron aspectos vinculados con los criteriosy aproximaciones que se tienen actualmente paraatender los retos de la conservacin y el equilibrio

    entre investigacin, conservacin y presentacin,adems de la necesidad de balancear las agendas depatrimonio con las de desarrollo.

    Con respecto a la integracin de la conservacin y laarqueologa, los panelistas consideraron diversos as-pectos. En primer trmino se consider que la excava-

    cin arqueolgica genera de inmediato la necesidad deconservar materiales que son sbitamente expuestosa condiciones diferentes que las que haban otorgadoestabilidad durante el enterramiento. Por tanto, es fun-

    damental que desde la planicacin de los proyectosde investigacin arqueolgica se consideren las nece-

    sidades que plantear la estabilizacin y conservacinde los vestigios a exponer. En este sentido, la partici-pacin de conservadores es fundamental en el diseode proyectos de investigacin.

    En la prctica sigue existiendo una separacin pro-

    fesional entre la arqueologa y la conservacin. Estose debe en gran medida a la limitada comprensinque existe en cuanto a los objetivos y metas de am-bas disciplinas y la falta de formacin en estos temascomo parte de los estudios profesionales de arque-logos y conservadores. La conservacin debe ser

    integrada como una disciplina profesional, con m-todos y aproximaciones cientcas, y no como unacuestin meramente tcnica. De la misma manera,las directrices y fundamentos de la investigacinarqueolgica deben ser considerados en el diseode proyectos de conservacin. Adems, es frecuente

    Reexiones derivadas del panel de discusin

    que existan conictos de inters entre ambas dis-ciplinas, ya que las necesidades de conservacinpueden llevar a que se excluya la posibilidad de ex-cavar y exponer ms vestigios si el rea o sector es

    sumamente frgil y susceptible de deteriorarse.

    El punto anterior tambin se ve inuido por lasconsideraciones relacionadas con los recursos hu-manos y econmicos que implica la conservacin

    arqueolgica. A diferencia de los proyectos de exca-vacin, la conservacin es un proceso continuo queno naliza ya que es fundamental continuar con laslabores de mantenimiento una vez estabilizados losvestigios con el n de mitigar la velocidad y rangode afectacin de los fenmenos de deterioro. Estoevidentemente supone inversiones sostenidas que

    no siempre estn garantizadas e implica limitacio-nes considerables en cuanto al nivel de excavacinque se puede realizar si la conservacin es el eje dela toma de decisiones.

    Estas dicultades pueden superarse en la medida en

    que la toma de decisiones para exponer un sitio serealice en un marco pluri y transdisciplinario, conreas delimitadas conforme a los objetivos del pro-yecto y tomando en cuenta los recursos existentesque permitan garantizar la conservacin y mante-nimiento de los sitios expuestos. Asimismo, se lo-

    grarn avances signicativos en la conservacin desitios cuando se reconozca la responsabilidad com-partida que se tiene en la salvaguarda de estos sitiospatrimoniales para las generaciones futuras.

    En cuanto a la conservacin de materiales, la dis-

    cusin abarc diversos aspectos. La excavacin yexposicin de vestigios arqueolgicos rompe con elequilibrio que los materiales haban alcanzado du-rante el periodo de enterramiento. Si bien las estruc-turas y elementos decorativos pueden no estar enun buen estado de conservacin, es importante re-

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    conocer que han alcanzado una estabilidad en esascondiciones de enterramiento. Por esto, se sabe quela excavacin genera un nuevo momento dramtico

    de deterioro, casi un shock al ser expuesto, y queposteriormente los materiales continan con un pro-ceso paulatino de adaptacin que implica deteriorosy cambios en la materia para buscar una nueva es-tabilizacin con el medio ambiente. Aunado a esto,existen factores culturales que exacerban algunos

    de estos efectos incluyendo la falta de control delos visitantes, saqueo, medidas inadecuadas de con-servacin, entre otros. Es importante destacar queaun el reenterramiento implica deterioro, ya que alser nuevamente cubiertos los materiales seguirnadaptndose a ese nuevo contexto; sin embargo, los

    fenmenos de alteracin disminuyen en la medidaen que cesa la exposicin ambiental y cultural y segenera un ambiente ms estable.

    Como disciplina, la conservacin ha logrado avan-ces considerables en cuanto al conocimiento de los

    fenmenos de deterioro y existe conciencia de laslimitaciones que se presentan para poder atenderde manera cabal y sostenida los retos de la conser-vacin. Sin embargo, continan las discusiones delos especialistas en este tema, particularmente encuanto al papel del biodeterioro y al uso de distintas

    tcnicas o materiales para las intervenciones y to-dava quedan vacos de conocimiento, por ejemplo,en cuanto a la mejor intervencin para disminuir elproceso acelerado que se evidencia en algunas ca-lizas de la regin. A la fecha se han aprendido im-

    portantes lecciones en cuanto al papel de una malaintervencin en prdidas subsecuentes, lo que hallevado paulatinamente a un mejor reconocimientode las tcnicas apropiadas y sostenibles, pero estono se ha traducido an en una poltica clara y secontinan realizando acciones no articuladas sin

    considerar la interdependencia con otros factores ysin tomar en cuenta el impacto que pueden generaren el corto y largo plazo.

    Sumado a esto, existen an importantes limitacio-nes en la regin con respecto a la capacidad tcni-

    ca para atender el problema, lo que se da en variosniveles, desde el personal tcnico para realizar lasintervenciones hasta los conservadores y directores

    de sitio. El nmero de profesionales y tcnicos enla materia sigue siendo insuciente para atender ladiversidad y magnitud del problema en el rea maya

    y los programas y oportunidades de formacin y ca-pacitacin siguen siendo limitados, por lo que no seprev una mejora sustancial en el corto plazo.

    Otro aspecto que tiene implicaciones importantes, yque en muchos casos se examina supercialmente

    en la prctica, se reere a los impactos que generanlas intervenciones de conservacin en los valores deun lugar. Por ejemplo, la consolidacin de un estuco,independientemente de la compatibilidad del mate-rial utilizado, es irreversible y altera las posibilidadespara realizar anlisis cientcos posteriores. Sin em-

    bargo, puede ser que sin esa consolidacin se pierdapor completo un elemento decorativo, por lo que latoma de decisiones para la intervencin tiene queser un proceso informado y sustentado en la mayorcantidad de informacin posible. En este sentido,cabe destacar nuevamente la importancia de que los

    proyectos se realicen en un marco multidisciplinarioe incluso multisectorial, considerando los impactosque puede haber para diferentes sectores. No hay unareceta a seguir, cada caso es especco, en la medi-da en que cada sitio tiene diferentes valores y carac-tersticas que lo hacen signicativo y distintivo y son

    estos elementos los que dictarn qu intervencionesson apropiadas y ecientes para cada lugar.

    Adems de la discusin acerca de los valores, laconservacin como disciplina contina debatien-

    do las nociones de compatibilidad y reversibilidady la seleccin de intervenciones de acuerdo a quetan adecuados son los materiales. Junto con esto,existen importantes discusiones en torno a medi-das alternativas de intervencin como podran serlas cubiertas y el reenterramiento. Al igual que

    las consideraciones en torno a las intervencionesdirectas, estas opciones tienen que ser evaluadasconsiderando los valores de cada lugar y las posi-bilidades de garantizar la conservacin de acuerdocon el contexto especco. Por ltimo se destac elcarcter irreversible de todos estos procesos, desde

    la investigacin y exposicin hasta las intervencio-nes posteriores. Una vez que se ha intervenido enla materia, el cambio es irreversible, por lo que los

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    Reexionesderivadasdelpaneld

    ediscusin

    participantes recomendaron cautela en la exposi-cin de sitios adicionales, pensando en las posibili-dades futuras para investigar, conservar y presentar

    los sitios patrimoniales.

    En el tema de la gestin de sitios, se discutieron lasdiferentes propuestas metodolgicas y se destaca-ron aquellas en las que los valores fueron el eje dela toma de decisiones. Sin importar el enfoque, los

    panelistas estuvieron de acuerdo en que la nicaforma de garantizar una conservacin sostenible esfortaleciendo el reconocimiento de la conservacinde sitios arqueolgicos como una responsabilidadcompartida entre diferentes sectores y actores en losdiversos niveles, desde el local hasta el regional. El

    mecanismo para alcanzar esta conciencia colectivaes promover procesos que generen una amplia in-clusin social y en los cuales se promueva el respetoy el valor del paisaje natural y cultural, incluyendoaspectos intangibles vinculados con las tradiciones,las formas de vida, el saber hacer, entre otros.

    Otro aspecto que fue destacado fue la sostenibilidaden el uso del patrimonio, tanto arqueolgico comonatural. En este sentido, se discuti la importanciadel buen uso de los sitios, principalmente en cuantoal tipo de turismo a fomentar, el desarrollo de las

    comunidades vinculadas, el uso apropiado de recur-sos, entre otros. Los panelistas destacaron que estebuen uso implica el diseo de alternativas que nodependan nicamente de una variable, por ejemploel turismo, para que se pueda generar una derrama

    real, tangible y sostenible para los pobladores loca-les y para otros sectores sociales. Se discuti tam-bin la necesidad de establecer una poltica clarapara la investigacin, la conservacin y el uso de lossitios arqueolgicos que no implique tratar todoslos casos de igual forma (con templos reconstruidos

    y sin vegetacin), sino que se tomen decisiones deacuerdo con los valores y a las posibilidades espec-cas de conservacin de cada sitio.

    Se subray tambin la sostenibilidad respecto al di-seo e implementacin de estrategias y la necesidad

    de asegurar recursos nancieros, materiales y hu-manos para garantizarla. Se discuti que es impor-tante contar con una inversin continua y estructu-

    rada para generar autonanciamiento y se subrayque la inversin continua es menos costosa que lasintervenciones puntuales que ocurren despus de

    que un sitio es prcticamente abandonado y dejadosin mantenimiento alguno.

    Es fundamental que se trabaje en la creacin y ge-neracin de competencias a distintos niveles y queen esto se promueva no slo la formacin profesio-

    nal sino que se incluya tambin el conocimiento yhabilidades tradicionales. Adems, es crtico que seestablezcan niveles precisos de responsabilidad y detoma de decisiones que lleven a un reconocimientode los derechos, pero tambin de las obligaciones yde la responsabilidad que cada parte tiene en la con-

    servacin y gestin del patrimonio arqueolgico.En este sentido, se destac la importancia de crearalianzas y sinergias y de utilizar las oportunidadesde colaboracin de manera que se aprovechen almximo y se evite la duplicidad de esfuerzos. Laplanicacin es una herramienta fundamental para

    la integracin sectorial, la negociacin y concilia-cin de intereses diversos, por lo que se subray suimportancia como elemento fundamental para lagestin y coordinacin de recursos a nivel interna-cional y como hilo conductor en la articulacin dedecisiones y la continuidad. No obstante, se recalc

    que la planicacin no es un n en s misma sinouna herramienta para la toma de decisiones integra-das y sostenibles.

    Asimismo, se discuti acerca de la conservacin del

    patrimonio arqueolgico como una tarea que rebasala intervencin en la materia fsica y que debe in-cluir la colaboracin con acciones de desarrollo y elapoyo a acciones que tienen un impacto indirecto eneste patrimonio como, por ejemplo, la atencin altejido social y a los problemas de desarrollo, entre

    otros. En la medida en que se avance en este recono-cimiento se podr lograr una mayor integracin dela agenda de conservacin con las agendas polticasy econmicas macro de los pases y se lograr queel conocimiento del patrimonio contribuya de ma-nera real y tangible a las necesidades de la sociedad

    actual, generando una articulacin entre patrimonioy sociedad que fomente el orgullo e identidad a di-ferentes niveles.

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    Con respecto a este tema, se discuti el papel quejuegan las agencias de desarrollo, los bancos, lasfundaciones y otros organismos de nanciamiento

    en la toma de decisiones en cuanto a los sitios. Losbenecios percibidos de los sitios arqueolgicos nopueden ser slo econmicos por lo que debe dete-nerse la presin de intervenir en ellos nicamentepara nes de turismo. Es difcil mantener altos es-tndares en la investigacin y conservacin si estos

    proyectos se equiparan con otro tipo de inversino si tienen que responder a agendas polticas y nocomo disciplinas especializadas con requerimien-tos especcos. En este punto es fundamental quese expliciten los requerimientos para garantizar unaconservacin integrada y salvaguarda del lugar pa-

    trimonial, independientemente de la derrama quepueda generar a partir de su uso.

    Por ltimo, se sealaron aspectos que son relevan-tes hoy en da para el caso del rea Maya como larecuperacin de las tradiciones, el reconocimiento

    del carcter sagrado y ancestral de muchos sitiospara diversos grupos, el respeto a los derechos hu-manos y las nuevas tendencias en cuanto al estable-cimiento de sistemas de co-gestin entre autorida-des y grupos indgenas para la gestin de los sitiosarqueolgicos.

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    Agendadelpanel

    XXII Simposio de Investigaciones Arqueolgicas en Guatemala

    Museo Nacional de Arqueologa y Etnologa de Guatemala21 - 25 de julio, 2008Sitios arqueolgicos en el rea Maya: un reto para la conservacin

    Martes 22 de julio de 2008

    Agenda del panel

    9:00 10:00 Tema 1: Integracin de la investigacin arqueolgica y la conservacin

    9:00 9:20El Proyecto Yaxchiln y las alternativas de conservacin en la dcada de los setenta

    Daniel Jurez Cosso

    9:20 9:40Problemtica del rescate, investigacin y conservacin de la ciudad maya de Naranjo-Saal, Petn, Guatemala

    Vilma Fialko

    9:40 10:00

    Investigacin y conservacin arqueolgica y ecolgica en la Cuenca Mirador,Guatemala

    Richard D. Hansen, Edgar O. Suyuc-Ley, Enrique Monterroso Tun y Enrique Monter-

    roso Rosado

    10:00 11:00Tema 2: Conservacin de materiales arqueolgicos: aproximaciones metodolgicas,

    intervenciones y medidas alternativas (cubiertas de proteccin, reenterramiento, etc.)

    10:00 10:20

    El caso de la conservacin in situ de la Escalinata Jeroglca en Copn: evaluacin ymonitoreo interdisciplinario de las condiciones en el tiempo como base para el planea-miento de la intervencinThomas Roby, Eliud Guerra y Runo Membreo

    10:20 10:40El reto de conservar Tikal, GuatemalaCarlos Rudy Larios Villalta

    10:40 11:00Problemas en la investigacin de tneles para la conservacin del Patrimonio Mundialdel rea Maya: Casos de Copn y TikalSeiichi Nakamura

    11:00 11:20 Descanso: Caf

    11:20 12:00Tema 3: Gestin: retos para conciliar valores, alcanzar la sostenibilidad y equilibrar

    la conservacin con el uso pblico

    11:20 11:40

    Puesta en marcha de un modelo de planicacin para la gestin de sitios patrimonia-

    les: el caso de Joya de Cern, El SalvadorCarolina Castellanos y Franoise Descamps

    11:40 - 12:00Arqueologa bajo el dosel de la selva maya

    Anabel Ford

    12:00 13:00

    Panel de discusin de temas clave:

    Criterios y aproximaciones actuales a partir de las experiencias de los ltimos 30 aos:equilibrio entre la investigacin, conservacin y presentacin; equilibrio entre la con-servacin del patrimonio y las agendas de desarrolloFranoise Descamps y Juan Antonio Valds

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    Ponencias

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    ElProyectoYaxchilnylasaltern

    ativasdeconservacinenladcadadelos

    setenta

    Resumen

    El objetivo de este trabajo es dar a conocer los planteamientos generales que orientaron las activi-dades del Proyecto Yaxchiln, en Chiapas, tanto en el mbito de la investigacin como de la conser-vacin, con especial nfasis en ste ltimo aspecto. Para ello, se abordar brevemente el contextohistrico en que se desarrollaron diversos programas de investigacin y conservacin arqueolgicaen Mxico, previo a la ruptura en el quehacer antropolgico de nales de los aos sesenta. Esteescenario permitir comprender la discusin dentro de la cual se enmarc el proyecto Yaxchiln,para de esta manera examinar los criterios que fueron seguidos en la restauracin y presentacindel sitio. Bajo esta perspectiva, se evaluarn los resultados en la discusin actual.

    El Proyecto Yaxchiln y las alternativas

    de conservacin en la dcada de los setenta

    Daniel Jurez Cosso

    Daniel Jurezes un arquelogo con formacin adicional en conservacin de patrimonio edi-cado. Trabaja en la Direccin de Investigacin y Conservacin del Patrimonio Arqueolgico delInstituto Nacional de Antropologa e Historia de Mxico. Durante ms de 30 aos ha llevado a

    cabo numerosas investigaciones tanto en el rea maya, particularmente en Yaxchiln y Pomon,como en el altiplano central mesoamericano.

    Para Augusto Molina Montes, maestro y amigo...

    [...] el arte, en su representacin y en su forma meramente indivi-dual, abraza el todo y reeja el cosmos en su seno.B. Croce,Breviario de Esttica.

    De qu te sirvi contemplar el n de la revolucin, el penoso tra-yecto de este siglo, el sanguinario envejecimiento de nuestra causa?Si algo aprendimos en esta era de dictadores y profetas, de carnice-ros y Mesas, es que la verdad no existe: fue aniquilada en medio depromesas y palabras.Anbal Quijano, en El n de la locurade J. Volpi.

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    ElProyectoYaxchilnylasaltern

    ativasdeconservacinenladcadadelos

    setenta

    Una de las primeras tareas al establecer el papelde la conservacin y la manera en que sta searticula con el diseo de proyectos de investigacinarqueolgica es comprender los posicionamientosterico-metodolgicos en que ambas disciplinasconvergen al desarrollar su prctica concreta. Bajoesta perspectiva, el nfasis de este artculo girar entorno a la manera en que esta labor fue concebida al

    inicio de la dcada de los setenta, de manera parti-cular en Yaxchiln. Este anlisis permitir no slovalorar los resultados obtenidos, sino proyectarlosdentro de las nuevas corrientes y sus prcticas ac-tuales. Para comprender este proceso es necesariorevisitar las transformaciones operadas por la teora

    del restauro durante nuestro breve siglo XX paracontextualizarlo en el tiempo braudeliano.

    Los principios del restauro cientco fueron formu-lados al despuntar el siglo XX por Camilo Boito

    primero y Gustavo Giovannoni, quienes poco des-pus concibieron la restauracin de los monumen-tos a partir de su valoracin histrica, sustentada,por tanto, en datos concretos y no en hiptesis, vi-sin que fue recogida en la Carta de Atenas y la Car-ta Italiana del Restauro, ambas redactadas en 1931

    (Molina Montes, 1975).

    Sin embargo, las excepcionales condiciones de pos-guerra llevaron a la revisin de estos conceptos, sloque ahora bajo los principios de la esttica idealistade Benedetto Croce, pues la conservacin de los

    monumentos, concebidos como obras de arte, plan-teaba la necesidad de privilegiar su valor esttico.De esta manera, la escuela italiana, sin renunciar deltodo a los postulados del restauro cientco, sentlas bases del restauro crtico, cuyos aportes ms sig-nicativos fueron formulados por Renato Bonelli,

    Roberto Pane y Cesare Brandi, quienes redenieronla teora del restauro frente a la dicotoma entre el

    El Proyecto Yaxchiln y las alternativas

    de conservacin en la dcada de los aos setenta

    reconocimiento de los valores artsticos por encimade los histricos.

    Como director del Istituto Centrale del Restauro,Cesare Brandi desarroll la teora crtica del res-tauro a lo largo de casi 20 aos (1939-1959), cu-yas lneas fundamentales quedaron expresadas enla Carta Italiana del Restauro de 1972. Para Cesare

    Brandi, restaurar constituye una operacin que de-vuelve la eciencia a un producto de la actividadhumana denominado obra de arte, la cual, en susingularidad, es reconocida por la conciencia comoexpresin del espritu humano. Este acto suponeuna doble exigencia a tal reconocimiento: comoinstancia esttica en su calidad artstica, y como

    instancia histrica en su vector espacio-temporal:La restauracin constituye el momento metodol-

    gico del reconocimiento de la obra de arte, en su

    consistencia fsica y en su doble polaridad esttica

    e histrica, en orden a su transmisin al futuro (Brandi, 1999: 15).

    De su percepcin en la conciencia individual deri-varn los principios de intervencin para asegurarsu consistencia fsica, pues es, en sta ltima, dondese maniesta la imagen y opera su reconocimiento

    como obra de arte. Dos axiomas guan la restaura-cin: 1) slo se restaura la materia de la obra de arteconforme a la exigencia de la instancia esttica, sinolvidar la instancia histrica; 2) la restauracin deberestablecer la unidad potencial de la obra de arte, sincaer en falsicaciones artsticas o histricas y sin bo-

    rrar la huella del tiempo (Brandi, 1999: 17).

    Para Cesare Brandi la materia constituye la epi-fana de la imagen, y como tal, sta se formalizaen su estructura y en su aspecto, por ello debendistinguirse los materiales originales de los agrega-

    dos y evaluar las alteraciones que sufrieron en su

    El restauro crtico como marco de referencia

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    itinerario temporal. Dado que la materia constituyela expresin de la imagen, la restauracin no debeinterferir en los signicados de la obra, incluida la

    cualidad de su atmsfera, pues de ello depender sulectura como organizacin semntica.

    La obra de arte se concibe como unidad, por ellodebe subsistir potencialmente como un todo, in-cluidas las huellas que resistieron a la disgregacin

    de sus materiales. Esto descarta intervenciones poranaloga, limitndose, simplemente, a desplegar lassugerencias implcitas en los fragmentos para evi-tar su falsicacin. De aqu derivan tres principiosprcticos: 1) la reintegracin, sin romper con la uni-dad, debe reconocerse fcilmente; 2) el empleo de

    soportes armonizar con la instancia histrica; 3)cualquier tipo de intervencin no impedir eventua-les tratamientos a futuro.

    Cesare Brandi apunta que la restauracin, bajo suaspecto fenomenolgico, debe establecer los mo-

    mentos que caracterizan la insercin de la obra ensu dimensin histrica y para ello distingue tres mo-mentos: 1) el momento creativo, 2) el intervalo entrela culminacin del proceso creativo con el momentoque nuestra conciencia actualiza la obra, y 3) comoinstante en que la obra irrumpe en la conciencia:

    La restauracin, para representar una opera-

    cin legtima, no deber concebir el tiempo como

    algo reversible, ni la abolicin de la historia [...]

    Por ello, la restauracin, cuando se reere a las

    ruinas, no puede ser ms que consolidacin y con-

    servacin del statu quo, pues en otro caso la ruina

    no sera tal, sino una obra que todava contendra

    una implcita vitalidad, suciente para emprender

    una reintegracin de la unidad potencial origina-

    ria (Brandi, 1999:33-36)

    Ruptura y disidencia

    En un trabajo reciente, Carlos A. Aguirre Rojas plan-

    te que La revolucin mundial de 1968 transformde raz todas las estructuras generales de la repro-

    duccin cultural del conjunto de las sociedades mo-

    dernas, abriendo el espacio para nuevas perspecti-

    vas y nuevas interpretaciones de la realidad social

    y de la realidad en general (Aguirre Rojas, 2003:

    24). En efecto, diversos autores coinciden en sea-lar el impacto que los movimientos contraculturalesocasionaron al nalizar la dcada de los sesenta enla antropologa mexicana (Mndez Lavielle, 1987;Tllez Ortega, 1987), y de manera particular en laarqueologa con la llegada de nuevos enfoques, en-

    tre los cuales destacaron, la New Archaeology de laescuela estadounidense, la Analytical Archaeologyde la escuela britnica y el materialismo histricoque favoreci la conguracin de la ArqueologaSocial asumido por la escuela latinoamericana.

    En su prefacio a Arqueologa Analtica, publicadoprecisamente en 1968, David L. Clarke anotaba que:

    La arqueologa es una ciencia emprica e

    indisciplinada, carente de un esquema de traba-

    jo sistemtico y ordenado basado en modelos y

    reglas de procedimiento claramente denidos y

    maniestos; carece, adems, de un cuerpo terico

    central capaz de sistematizar regularidades impl-

    citas en sus datos, de tal manera que los residuos

    excepcionales que distinguen cada caso particu-

    lar puedan ser rpidamente aislados y fcilmente

    valorados. [...] A falta de una explcita teora que

    dena de una forma viable estas entidades y sus

    relaciones y transformaciones, la arqueologa con-

    tina siendo una profesin intuitiva, una destreza

    maquinalmente aprendida (Clarke, 1984:XII).

    Estos enfoques permitieron cuestionar no slo laprctica disciplinar, sino que afectaron tambin auno de los productos ms elaborados que la arqueo-loga mexicana hered del sexenio alemanista, afa-nado en presentar el movimiento armado de 1910

    como parte del programa de gobierno, cuya aspira-cin, en el imaginario ocial, marcaba el rumbo delpas y armaba el nacionalismo: la revolucin comodestino de la nacin (Hale, 1966). Este proceso fa-voreci el desarrollo de la antropologa mexicana,y dentro de l se enmarcaron diversos proyectos de

    investigacin arqueolgica orientados, fundamen-talmente, hacia la conservacin de la arquitecturamonumental (Tllez Ortega, 1987), lo que abri el

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    ElProyectoYaxchilnylasaltern

    ativasdeconservacinenladcadadelos

    setenta

    camino para una exagerada e indebida primaca ala reconstruccin, como n y meta de diversos pro-yectos ociales de la arqueologa mexicana (Moli-

    na Montes, 1975: 5; Jurez Cosso, 2008), cuyo casoparadigmtico fue, quizs, el proyecto Cholula.Este proyecto, bajo la direccin de Miguel Messma-cher, inici actividades en noviembre de 1966 y fuesuspendido en mayo de 1967 por las autoridades delINAH. Sus objetivos fueron reanudar la actividad

    cientca iniciada por Manuel Gamio en 1917 yplanteaba:

    Dos concepciones diferentes e irreconcilia-

    bles de la Antropologa presentan una aguda

    disyuntiva en principio. Los autores del informe

    creen en la necesidad de integrar al Hombre con

    su circunstancia; contribuir al progreso del pas

    integrando su pasado a nuestra estructura actual;

    explicar los factores que conuyen en el fenme-

    no social, su proyeccin y planear, con deseo de

    crear modelos cientcos, el desarrollo futuro del

    rea y la regin econmicamente afectada en

    torno al hombre. [...] En contra de este proyecto

    se han confabulado los sectores retrgrados del

    INAH, que pretenden conservar sus privilegios,

    obstaculizando sistemticamente el paso de nue-

    vos investigadores, actitud totalmente anticient-

    ca (Messmacher, et al., 1967).

    En efecto, tras la remocin del equipo dirigido porMiguel Messmacher, se nombr a Ignacio Bernal,entonces Subdirector Tcnico del INAH, como

    coordinador del proyecto Cholula, quien, tras lamuerte de Eusebio Dvalos Hurtado, asumi laDireccin General del INAH y encarg a IgnacioMarquina la ejecucin del proyecto (Marquina,1970: 5). Los resultados fueron la enorme pirmidede concreto que, parafraseando a Cesare Brandi, es

    una falsicacin histrica y una ofensa esttica.

    Pese a ello, las posturas disidentes buscaron alternati-vas a la reconstruccin arquitectnica: Augusto Mo-lina Montes (1975), Salvador Daz-Berrio Fernndez(1976) y Carlos Flores Marini (1980a) fueron slo

    algunos de estos protagonistas. Sin duda, lo ms des-tacado en aquellos aos fue la Primera Reunin Tc-nica Consultiva sobre Conservacin de Monumentos

    y Zonas Arqueolgicas realizada en agosto de 1974(Castillo, et al., 1974: 51), de la cual deriv un docu-mento que aspiraba a regular la restauracin, el cual,

    sin embargo, en escasas ocasiones fue atendido parael desarrollo de programas de excavacin; incluso,como seal Carlos Flores Marini (1980b: 36), algu-nos investigadores discreparon de las conclusiones,entre ellos Csar A., Senz, quien entre 1970 y 1971haba reconstruido el Cuadrngulo de las Monjas en

    Uxmal (Senz, 1972: 32).

    Haciendo eco del restauro cientco, el documentode la Primera Reunin parti de la valoracin his-trica del monumento, por lo que la consolidacinse consider como el nico criterio vlido de inter-

    vencin, pero abri la posibilidad de discutir aspec-tos excepcionales de restauracin. En su carcternormativo, seal que los procesos de restauracinrequeran la comprensin del edicio como un todo,incluido su entorno, de ah la necesidad de racio-nalizar la remocin de crecimiento vegetal sobre

    los vestigios arqueolgicos. Estos ltimos aspectosfueron tomados de la Carta Italiana del Restauro de1972 que, como ya se ha indicado, contena algu-nos principios del restauro crtico, como el concep-to mismo de restauracin, cuya intervencin debamantener el funcionamiento y lectura de las obras,

    prohibiendo la reconstruccin estilstica o por ana-loga que suprime la historicidad de la obra a travsdel tiempo (Daz-Berrio Fernndez, 1986: 91-105).Algunos investigadores optaron por esta alterna-tiva, entre ellos Carlos Navarrete (1975; 1976) en

    Chinkultic, Chiapas, quien durante las temporadasde 1975 y 1976 concluy la exploracin y conso-lidacin de la estructura 1, restaurada previamen-te por Roberto Gallegos. Otro caso interesante fuelas excavaciones en Cacaxtla, Tlaxcala, de DanielMolina Feal y Diana Lpez de Molina entre 1975

    y 1979, surgidas, originalmente, como un progra-ma de salvamento que fue motivado por accionesde saqueo, donde: El principal criterio en torno ala restauracin de Cacaxtla fue el respeto a la obraprehispnica y el pleno convencimiento de que lamenor intervencin posible que garantice la estabi-

    lidad y preservacin del elemento restaurado, es elcamino ms honesto (Lpez de Molina y MolinaFeal, 1986: 30).

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    El proyecto Yaxchiln:resultados y proyeccinEl proyecto Yaxchiln inici sus actividades en di-ciembre de 1973 bajo la direccin de Roberto Garca

    Moll. En l se plantearon dos ejes centrales: investi-gacin y conservacin. En el primero, los objetivosfueron la caracterizacin cultural del sitio y la de surea de participacin. En el segundo, el aspecto nodalfue la restauracin arquitectnica y la proteccin desu entorno. Para ello se consider como criterio de

    intervencin las pautas trazadas por la Carta de Vene-cia y las resoluciones surgidas de la Primera Reunin(Garca Moll, 1975; 1978); este ltimo aspecto, vistoen perspectiva, fue el que realmente mantuvo el pesoespecco a lo largo del proyecto. (Figura 1)

    El sitio ofreca condiciones inmejorables para lle-var a cabo un programa de conservacin bajo estenuevo enfoque, dada su situacin de relativo aisla-miento que le haba permitido sobrevivir al saqueo,as como a intervenciones previas. Desde la primera

    temporada se elabor un diagnstico sobre el estadode conservacin de los edicios, los cuales se agru-paron en tres grandes apartados conforme a proble-

    mticas especcas: 1) edicios que conservan casitodos sus elementos arquitectnicos, sin embargo,el crecimiento de vegetacin ocasion alteraciones

    estructurales, por lo que su intervencin deberaser atendida en el corto plazo, 2) edicios que yano conservan cubiertas y requieren ser intervenidosa mediano plazo para mantener su estabilidad y, 3)edicios que, dado su deterioro, no ofrecen mayoresriesgos de estabilidad.

    Las primeras temporadas fueron de aprendizaje ypermitieron anar los criterios de intervencin,analizar problemas especcos e instrumentar solu-

    ciones que no fueron ms all de la consolidacinde elementos arquitectnicos, reforzamiento de n-cleos y restitucin de elementos estructurales en ca-sos crticos. La primera etapa del proyecto entre1973 y 1985 comprendi la exploracin y conso-lidacin de numerosos edicios situados en la Gran

    Plaza y la Acrpolis Sur. La segunda etapa entre1989 y 1991 contempl la intervencin del con-

    junto denominado Pequea Acrpolis o AcrpolisOeste; nalmente, durante la tercera etapa, se plan-te un amplio programa de mantenimiento que in-cluy el primer borrador para elaborar la propuesta

    de Plan de Gestin para el sitio (Figura 2).

    En la segunda etapa del proyecto, especcamente enel campo de la conservacin arquitectnica, ms alldel pragmatismo que impone acatar mecnicamentelas normas asentadas en la Carta de Venecia, la Car-ta Italiana del Restauro o las resoluciones de la Pri-

    mera Reunin, se plante la necesidad de revisar losconceptos centrales del restauro crtico bajo nuevosposicionamientos, como los de la conservacin inte-

    gral impulsados por Marco Dezzi Bardeschi, quienreformulando algunas ideas de John Ruskin, recupe-

    r la importancia de valor histrico por encima delesttico, con lo cual se busca conservar la autenti-cidad de la materia y rechazar la restauracin comoprctica miticadora; consideracin particularmentetil en nuestro campo, donde al patrimonio culturalparticularmente al prehispnico se le ha dado un

    muy generoso uso ideolgico.

    Figura 1. Vista area de la Acrpolis de Yaxchiln Figura 2. Proceso de intervencin

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    setenta

    Bajo estas consideraciones, la exploracin y con-servacin de la Pequea Acrpolis o AcrpolisOeste, mantuvo como principio central restaurar el

    conjunto conforme a su instancia histrica, aspectoque nos llev a identicar y evidenciar los cambiosoperados en el tiempo a partir de sus distintas etapasconstructivas y agregados (Figuras 3 y 4).

    En trminos de lo que implican las intervencionesde consolidacin en contraposicin a las de recons-truccin, en su principio ms prctico y elemental,se resuelve el problema de no tener que diferenciarentre elementos originales de los reconstruidos,

    pues slo se restaura la materia en su consistenciafsica, como postulaba Cesare Brandi (Figura 5).

    Por ello, las acciones llevadas a cabo privilegiaronla restitucin y reforzamiento estructural de losncleos, lo cual, en su aspecto formal, favorece la

    percepcin de los volmenes. Pero este principiotan bsico no es donde reside el sentido de la con-servacin, sino en la lectura que podemos hacer de

    los volmenes, sin alterar ni introducir elementos

    ajenos que modiquen el despliegue de los signi-cados implcitos (Figura 6).

    La ciudad, a la cual se articulan plazas, edicios ymonumentos escultricos, congura espacios vivosque se inventan en una doble acepcin como sea-l Paul Ricur: como creacin y descubrimiento, yrepresentan en ella las aspiraciones del imaginario

    colectivo. Esto convierte a la ciudad en un texto: larelacin entre construccin histrica y su correlato,la de un pasado abolido y preservado en sus huellas(Ricur, 1996: 779). En Yaxchiln, los rasgos delpaisaje, como el ro a partir del cual se organiz elasentamiento, o las elevaciones donde se situaron

    ciertos conjuntos destacados, fueron asimiladossimblicamente y resignicados en metforas a lolargo de su historia. ste es realmente el valor de

    Figuras 3 y 4. Proceso de intervencin enla Pequea Acrpolis

    Figura 6. Estructura en la Pequea Acrpolis que ilustrael n de proceso en la intervencin

    Figura 5. Proceso de consolidacin

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    respetar la instancia histrica y evitar la reconstruc-cin, pues con ello se abre la posibilidad de com-prender los espacios construidos o lo que permane-

    ce de ellos: las ruinas, fragmentos narrativos deun relato que surge en la intertextualidad de la ciu-dad, es el punto donde converge la integracin entrearqueologa y restauracin como disciplinas.

    La Pequea Acrpolis como espacio arquitectnico,

    como organizacin semntica, como huella dilatadapor el tiempo dira Paul Ricur (1996: 802),ocupa una posicin destacada en la conguracingeneral del asentamiento. Este aspecto le conereun carcter de monumentalidad que no obedece a sumagnitud sino a su apariencia con relacin al paisa-

    je y a la impresin que causa sobre el observador.Nuestra labor, entonces, consiste en rescatar el sig-nicado de ese pasado que hemos preservado en susvestigios, cuya huella es uno de los instrumentosms enigmticos por lo que el relato histrico re-gura el tiempo (Ricur 1996: 815) sin alterar el

    signicado del conjunto pero reasignando espaciosal orden simblico en el anlisis e interpretacin delmaterial arqueolgico, con lo cual abrimos la posi-bilidad de construir historias desde mltiples pers-pectivas, sin perder de vista que la construccin delpasado se hace subjetivamente en el presente, cuyo

    pasado subjetivo aparece implcito en la actuales es-trategias de poder, como seala Ian Hodder (1988:187). Adicionalmente, como indica Marc Aug:

    La conversin de la mirada que supone

    la elaboracin de una historia del presente

    (por lo cual no es ms el pasado que explica

    el presente sino el que gua una o muchas

    relecturas del pasado) es por ella misma, si

    no un objeto para el antroplogo, al menos

    el signo de que algo importante ha cambia-

    do en una de las cosmologas que l puedelegtimamente estudiar si toma en conside-

    racin la observacin de su propia sociedad

    o, ms exactamente, del conjunto planetario

    del cual sta encuentra muchas de sus refe-

    rencias esenciales (Aug, 1994: 13).

    Esta manera abordar la conservacin de monumen-tos desde la teora del restauro muestra anidades

    con los enfoques posprocesualistas de la teora ar-queolgica. A diferencia de la New Archaeology,conciben al individuo como creador de su propio

    sistema de smbolos y signicados que son forma-lizados en la cultura material como proceso socialactivo, de tal manera que todos los aspectos de laproduccin cultural pueden ser aprehendidos comoun texto susceptible de lecturas mltiples (Nalda,2001; Hodder, 1988).

    Bajo esta perspectiva, no es posible concluir si laestrategia en Yaxchiln en cuanto a la forma deabordar los problemas derivados entre arqueologay conservacin ha sido la correcta; si los signica-dos asignados a la evidencia material, a sus huellas,

    hayan sido aprehendidos correctamente en trminosde su coherencia con su propio sistema de valores.Quizs, la nica certeza que se tiene es la necesidadde reexin constante en la manera que se intervie-ne sobre los monumentos, en dejar abierta la posibi-lidad de reinterpretaciones bajo otras pticas.

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    Problemticadelrescate,

    investigacinyconservacindelaciudadmayade

    Naranjo-Saal,Petn,

    Guatemala

    Problemtica del rescate, investigacin y

    conservacin de la ciudad maya de Naranjo-Saal,

    Petn, Guatemala

    Resumen

    La antigua ciudad maya de Naranjo, considerada el segundo sitio de mayor envergadura en la re-gin noreste del Petn, despus de Tikal, ha sido extensamente depredada en su contenido escult-rico, arquitectnico y de objetos cermicos. La depredacin de los edicios se estima en 95% tantoen el centro como en la vasta periferia. El rescate y documentacin de daos en Naranjo dio inicioen el ao 2002 y ha implicado un lento proceso que enfrenta problemas de escasez de recursospara la conservacin de la arquitectura expuesta, esculturas y, en particular, para establecer unavigilancia adecuada. La organizacin World Monuments Fund, incluy a Naranjo en su lista Watchde los 100 monumentos del mundo ms necesitados de conservacin. Como parte del proceso paralograr la estabilizacin de Naranjo, dicha organizacin patrocin un Estudio de Factibilidad, cuyosresultados sern presentados como un componente importante de esta ponencia.

    Vilma Fialko

    Vilma Fialko es una arqueloga e investigadora con ms de 30 aos de experiencia en el estudiode la cultura Maya. Actualmente coordina el Proyecto de Proteccin de Sitios Arqueolgicos en

    el Petn del Instituto de Antropologa e Historia de Guatemala y dirige el Proyecto Tringuloenfocado a Nakum, Yaxh y Naranjo.

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    Problemticadelrescate,

    investigacinyconservacindelaciudadmayade

    Naranjo-Saal,Petn,

    Guatemala

    En esta presentacin se har referencia a las con-diciones y caractersticas de la ciudad maya deNaranjo, misma que se ubica en el parque nacional

    Yaxh-Nakum-Naranjo. En particular, se comentarla situacin de depredacin por la que ha atravesadosu escultura y arquitectura monumental. La proble-

    mtica de Naranjo ha conllevado a una intervencinque signica hacer frente a la depredacin e intentar

    detenerla, as como al establecimiento de una meto-dologa de rescate y documentacin de los daos.De gran importancia es tambin la conservacin delos elementos escultricos, arquitectnicos y pict-ricos en riesgo de desaparecer. Debido a que Naran-

    jo se encuentra sumido en un denso ambiente bos-

    coso, se considera pertinente realizar un gestin dela vegetacin adecuado, tarea que implica la conser-vacin ambiental como parte del contexto cultural.Este factor es crtico para la presentacin ideal delsitio arqueolgico. Para acometer dicho programade rescate y conservacin se realiz un estudio de

    factibilidad auspiciado por World Monuments Fundy la Fundacin Butler. En el transcurso del presen-te artculo, se plantean los pasos que se han dadopara realizar dicha tarea de rescate, documentaciny conservacin.

    Caractersticas de la ciudadde Naranjo

    Naranjo es la segunda ciudad maya ms grande enla regin Noreste de Petn, despus de Tikal, y en la

    actualidad forma parte del Parque Nacional Yaxh-Nakum-Naranjo. Se ubica apenas a 10 kilmetrosde la frontera entre Guatemala y Belice, situacinque incidi en que este importante sitio arqueol-gico fuera objeto de depredacin continua desde

    Problemtica del rescate, investigacin y

    conservacin de la ciudad maya de Naranjo-Saal,

    Petn, Guatemala

    Introduccin

    los aos setenta y que los objetos saqueados fueranfcilmente tracados a travs de las fronteras conBelice y Mxico (Figura 1).

    Durante su poca de oro, la ciudad de Naranjo, an-tiguamente denominada Saal, lleg a ocupar contodo y su periferia un rea aproximada de 90 kil-metros cuadrados. El epicentro monumental ocupaaproximadamente 2 kilmetros cuadrados y estuvo

    conformado por no menos de 138 edicios mayo-res que corresponden funcionalmente a templos pi-ramidales, palacios de varios pisos con funcionesadministrativas y residenciales de la realeza y elitesmenores (Figura 2).

    La ciudad erigi 101 monumentos, de los cuales 46son estelas namente talladas que, junto con dosaltares, un marcador de juego de pelota y un pa-nel, narran eventos histricos relacionados con lasguerras, y ceremonias sagradas que protagonizaron

    sus gobernantes. De toda la muestra de esculturasde Naranjo solamente sobrevive una quinta parte,algunas piezas estn almacenada en bodegas y otrasse exhiben en el Parque de Melchor de Mencos yotros museos (Figura 3).

    Figura 1. Ubicacin del sitio arqueolgico Naranjo

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    En las distintivas vasijaspolicromas producidaspor los artesanos de laciudad se registran im-

    portantes eventos hist-ricos relacionados conNaranjo. Algunas va-sijas completas de Na-ranjo se encuentran encolecciones privadas y

    museos que las compra-

    ron a los depredadores.El IDAEH cuenta sola-mente con coleccionesde tiestos rescatados delos saqueos que se han

    documentado. Los objetos sustrados de Naranjose cotizan muy alto en el mercado internacional deltrco ilcito.

    Atendiendo el clamor por conseguir apoyo para Na-ranjo, la organizacin World Monuments Fund, res-

    pondi favorablemente al incluir, en junio del 2005,a esta antigua ciudad en la lista de los 100 sitios delmundo ms necesitados de rescate y conservacin(Figura 4).

    La ciudad de Naranjo-Saal fue fundada en el siglo

    VIII a. C. y fue continuamente ocupada durante unlapso de 17 siglos. Uno de los personajes histricosms relevantes de Naranjo lo constituye la famosa

    reina guerrera conocida cmo Seora Seis Cielo,quien a partir del ao 682 elev la categora poltica

    de Naranjo a un nivel de estado regional hegem-nico, que lleg a dominar polticamente una exten-sa rea que supera los 1,500 kilmetros cuadrados.Segn los textos histricos, Naranjo domin a es-tados mayas tan remotos como Xunantunich y Bue-na Vista en Belice, Ucanal y Sacul en el sureste de

    Petn, as como a Yaxh y Nakum. Tuvo importan-tes victorias militares contra los estados de Tikal yCaracol. La riqueza de los tributos extrados a losestados vencidos se reeja en la monumentalidadde los edicios que se aprecian en el rea central de

    la ciudad de Naranjo. La arqueologa muestra quelos gobernantes de Naranjo, a pesar de vivir casiconstantemente en pie de guerra, no detuvieron elproceso de construccin en su capital.

    Daos en el epicentro

    La problemtica de Naranjo puede compararse conel diagnstico o evaluacin que se hace a un pacien-te afectado por mltiples afecciones, el tratamiento

    que se propone para eliminarlos, el proceso gradualde reestablecimiento, el logro de la cura y, nal-mente, la preservacin de la recuperacin.

    Los daos en Naranjo comenzaron con la prdidade la mayor parte de su contenido escultrico, lacual comenz al inicio del siglo XX con la sustrac-

    cin ilcita de los escalones de la escalinata jero-glca y continu en los aos setenta con el saqueo

    Figura 2. Reconstruccin hipottica delepicentro monumental de Naranjo

    Figura 3. Estela tallada de Naranjo

    Figura 4. Fragmentos de cermica policromade Naranjo

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    investigacinyconservacindelaciudadmayade

    Naranjo-Saal,Petn,

    Guatemala

    de la mayor parte de las estelas namente esculpi-das (Fialko 1998, 2006). Posteriormente, cuando sehizo del conocimiento pblico el estilo especial de

    las vasijas producidas en los talleres especializadosde los reyes de Naranjo, dio inicio una dramticaoleada de depredacin de los edicios de la ciudad,con el objeto de encontrar tumbas y robar su conte-nido. Esta etapa de vandalismo ocurri entre 1997y 2000. En la actualidad el saqueo sigue dndose de

    manera espordica en los grupos de la periferia.

    La dramtica depredacin ocurrida en la mayor par-te de los edicios de la zona central de la ciudadafect a 95% de los edicios, ya que se hicierontneles de saqueo que atravesaron varios niveles,

    lo que condujo a la desestabilizacin de muros defachadas y subestructuras, y al dao de elementosarquitectnicos tales como bvedas, frisos, bancas,dinteles y recintos funerarios, entre otros. A la fe-cha se han registrado 192 trincheras y tneles sola-mente en el epicentro, mientras que en la periferia

    de la ciudad se han reportado 650 casos, lo que daun monto total de 842 saqueos. El aspecto visualde Naranjo en el ao 2000 era semejante al de unaciudad bombardeada, donde las plazas lucan total-mente recubiertas de escombros.

    Diagnstico

    Previo a la intervencin del rescate arqueolgicoemergente en la zona del epicentro, y ante la impo-

    sibilidad de documentar con prontitud la totalidadde los tneles y trincheras de saqueo, fue necesariorealizar una evaluacin a priori de los daos exis-tentes, y as poder priorizar los casos de interven-cin ms urgentes. Para ello, se determin una me-todologa de evaluacin que incluy los siguientes

    criterios.1) El riesgo de colapso del edicio.2) La ubicacin y funcin del edicio.3) La evidencia de arquitectura correspondiente a

    varios periodos de ocupacin.4) El grado de antigedad.

    5) La presencia de tumbas, esculturas, pintura muraly otros rasgos artsticos relevantes para el conoci-miento cultural de Naranjo.

    Para llegar a este nivel de diagnstico, un paso esen-cial fue revisar cada uno de los saqueos y anotar losrasgos evidentes. Tambin se hizo una recoleccin

    controlada de materiales culturales que permitieronhacer una apreciacin cronolgica. La evaluacinprevia a la seleccin de los edicios a rescatar pro-vey informacin vital sobre el proceso de evolu-cin cultural de la ciudad, evidente en vestigios dearquitectura, escultura, objetos cermicos y lticos

    localizados en los escombros de subestructuras yrecintos funerarios.

    Posteriormente, se seleccion los edicios a ser in-tervenidos luego de identicar asociaciones entreestructuras que pudieran tener alguna correlacin

    histrica y evolutiva integrada.

    El resultado de la aplicacin de dicha metodologapermiti conocer de manera integral y hasta dondefuera posible los inicios de la ocupacin de Naranjoy del asentamiento del primer linaje dinstico. Des-

    de el ao 2001 ha sido posible documentar daos enuna proporcin que equivale a 19% del saqueo total,solamente en el epicentro monumental, basado enintervenciones en 35 edicios mayores, aunado a laexcavacin de 75 pozos para sondeo estratigrco.La metodologa de seleccin de edicios a interve-

    nir permiti adquirir una visin coherente del pro-ceso evolutivo y funcional del complejo tipo grupoE de Naranjo (Conjunto Astronmico), la Acrpolisdel Norte, Complejo Tridico B-5, Complejo Tri-dico A-5, Cuadrngulo A-19, Acrpolis Central, y

    varios templos individuales (Aquino 2004; Fialko2003; Gmez 2003). La denicin de rasgos arqui-tectnicos de los diversos edicios fue registrada enel proceso de elaboracin del plano del epicentro deNaranjo, que por ahora slo abarca un rea aproxi-mada de 1 kilmetro (Quintana y Wurster 2004).

    Los saqueos en los edicios que quedaron pendien-tes de documentar para una segunda etapa de in-tervencin, fueron cerrados de manera provisionalcomo una medida de conservacin emergente, antela eventualidad de que los restos arquitectnicospudieran derrumbarse. Sobre la supercie del rea

    afectada se plant un tipo de vegetacin distintivaque facilita su relocalizacin futura.

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    Intervencin

    Con relacin a la arquitectura afectada, el procesode intervencin implic realizar planos y perles decada una de las estructuras a tratar, donde se inclu-

    yeron todos los rasgos arquitectnicos evidentes.Posteriormente se removieron los escombros exis-tentes en el interior de los saqueos y se recolecta-ron y clasicaron los restos de materiales culturalesdispersos que fueron la base para la denicin cro-nolgica. Se realizaron dibujos y registro fotogr-

    co de los elementos arquitectnicos y escultricospresentes en los saqueos. Los materiales fueron de-bidamente catalogados y embalados para estudiosposteriores. Algunos de los estucos y frisos queda-ron consolidados (Figura 5).

    Finalmente, se procedi a rellenar los tneles usan-do materiales namente cernidos para recubrir losrasgos arquitectnicos y luego se us mamposte-ra slida para evitar hundimientos futuros. Se re-

    movi la vegetacin que pudiera afectar bvedasu otra clase de arquitectura subyacente. Un casoilustrativo es el rescate que se hizo del edicio de

    cinco pisos que forma parte del conjunto palaciegode la realeza. Este complejo se visualiza como unode los ms elaborados, por estar namente decora-

    do con estucos, pintura mural, frisos, dinteles pin-tados y bancas y bvedas decoradas. Si bien la fasede documentacin arqueolgica ya fue completadaen el rea afectada del recinto suroeste del segun-do nivel de la fachada sur, lugar donde se realiza-ron apuntalamientos, an deber ser removida la

    vegetacin y consolidadas las grietas en bveda ymuros (Fialko, 2005) (Figura 6).

    Otro tipo de intervencin que se debe realizar con-siste en la consolidacin mediante anastilosis, comosucede en el Templo de los Mascarones, que est enproceso de desintegracin. Los mascarones sobre-

    pasan los tres metros de altura y han perdido en sumayor parte la cubierta de estuco. Otro edicio querequiere estabilizacin y reintegracin de volumenen varios sectores es el templo C-4.

    En relacin a las esculturas de Naranjo, en los aos

    setenta, cuando estuvo en boga el saqueo de este-las, se hizo un rescate por parte del Departamentode Monumentos Prehispnicos, quienes trasladaronalgunos monumentos tanto al museo de arqueologade Guatemala, como a bodegas en Petn. Actual-

    mente hay varias estelas resguardadas en la bodegadel Parque Nacional Tikal, otras estn en exhibicinen el Parque de Melchor de Mencos y an quedanfragmentos abandonados en un predio del IDAEHen Melchor de Mencos, junto con las esculturasbastante deterioradas que permanecen en el sitio de

    Naranjo.

    El proceso de rescate de esculturas se ha dado demanera muy lenta y se ha conseguido repatriarvarias estelas desde los Estados Unidos y Mxi-co. Ejemplos de ello son la estela 24, repatriada

    de Miami y que se exhibe en este museo, y laestela 30, repatriada en fragmentos desde Hous-ton, que recientemente ha sido reconstituida por

    Figura 5. Proceso de preparacin de materialespara la intervencin

    Figura 6. Proceso de intervencin

  • 7/27/2019 Xxii Symposium Sp

    43/92

    Problemticadelrescate,

    investigacinyconservacindelaciudadmayade

    Naranjo-Saal,Petn,

    Guatemala

    conservadores del Museo Nacional de Arqueologa(F