Y... ¿dónde está la Navidad?

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“Y… ¿dónde está la Navidad” Autor: Ana Cobos 1. Aduana del cielo Tras la tercera llamada el teatro se oscurece completamente y escuchamos ruidos de una calle, tránsitos, chillar de llantas y un choque. De entre el público (con un seguidor especial) aparece Ángel Hernández un chico que lleva el uniforme del Liceo de Apodaca o completamente de blanco con unas pequeñas alas blancas. Camina entre los pasillos del público y por el paso de gato. Ángel: ¿Dónde estoy?, ¿qué pasó?... Sólo recuerdo el coche, el chillido de unas llantas, un fuerte golpe y todo se obscureció. Se ilumina sobre el escenario (con un seguidor) un escritorio y vemos a una secretaria tecleando ruidosamente en una máquina de escribir vieja. Secretaria: ¿Ángel Hernández? Ángel: Ese soy yo. Secretaria: Pase por favor. Ángel corre hasta donde ella está. Secretaria: (Le pasa diferentes papeles) Firme aquí… y aquí…. aquí… Aquí también…. Su huella dactilar acá, por favor… (Saca un hisopo y se lo coloca a Ángel adentro de la boca) Una muestra de ADN… Gracias… (Un extra aproxima una caja de madera) ¿Podría identificar su cuerpo, por favor? Ángel: (Reacciona chuscamente y grita) ¡Aaahhhh!.... ¡Estoy muerto!, ¿estoy muerto? Secretaria: (Indiferente) Si, si…. Todos se asustan al principio pero no te preocupes, pronto te acostumbrarás. Y será más divertido que estar vivo. Ángel: Pero, ¿qué fue lo que pasó? Secretaria: Veamos tu expediente…. (Mira en un legajo gigante)… Según dice aquí, hubo un accidente automovilístico y pues si… moriste, hace un año y medio. Angel: ¿Un año y medio? Secretaria: Así es. Angel: Pero yo siento que fue ayer. Secretaria: Bueno cariño, en el Cielo han pasado apenas unas horas, en el tiempo de la Tierra ha paso un año y medio. El tiempo en el Cielo es muy distinto al de la Tierra. Ángel: Entonces… ¿estoy en el Cielo? Secretaria: Mhhhhh…. Me temo que aún no niño…. Esto es sólo la Oficina de Migración… La Aduana… ¿si me entiendes? Ángel: Ah… Y ¿me tocó ir al Cielo? Secretaria: Mhhhhhh Ángel: (Traga saliva) Entonces, ¿me voy a ir a….? (señala hacia abajo). Secretaria: Pues tampoco. Ángel: ¿Entonces?

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“Y… ¿dónde está la Navidad” Autor: Ana Cobos

1. Aduana del cielo Tras la tercera llamada el teatro se oscurece completamente y escuchamos ruidos de una calle, tránsitos, chillar de llantas y un choque. De entre el público (con un seguidor especial) aparece Ángel Hernández un chico que lleva el uniforme del Liceo de Apodaca o completamente de blanco con unas pequeñas alas blancas. Camina entre los pasillos del público y por el paso de gato. Ángel: ¿Dónde estoy?, ¿qué pasó?... Sólo recuerdo el coche, el chillido de unas llantas,

un fuerte golpe y todo se obscureció. Se ilumina sobre el escenario (con un seguidor) un escritorio y vemos a una secretaria tecleando ruidosamente en una máquina de escribir vieja. Secretaria: ¿Ángel Hernández? Ángel: Ese soy yo. Secretaria: Pase por favor. Ángel corre hasta donde ella está. Secretaria: (Le pasa diferentes papeles) Firme aquí… y aquí…. aquí… Aquí también…. Su

huella dactilar acá, por favor… (Saca un hisopo y se lo coloca a Ángel adentro de la boca) Una muestra de ADN… Gracias… (Un extra aproxima una caja de madera) ¿Podría identificar su cuerpo, por favor?

Ángel: (Reacciona chuscamente y grita) ¡Aaahhhh!.... ¡Estoy muerto!, ¿estoy muerto? Secretaria: (Indiferente) Si, si…. Todos se asustan al principio pero no te preocupes, pronto

te acostumbrarás. Y será más divertido que estar vivo. Ángel: Pero, ¿qué fue lo que pasó? Secretaria: Veamos tu expediente…. (Mira en un legajo gigante)… Según dice aquí, hubo un

accidente automovilístico y pues si… moriste, hace un año y medio. Angel: ¿Un año y medio? Secretaria: Así es. Angel: Pero yo siento que fue ayer. Secretaria: Bueno cariño, en el Cielo han pasado apenas unas horas, en el tiempo de la

Tierra ha paso un año y medio. El tiempo en el Cielo es muy distinto al de la Tierra.

Ángel: Entonces… ¿estoy en el Cielo? Secretaria: Mhhhhh…. Me temo que aún no niño…. Esto es sólo la Oficina de Migración… La

Aduana… ¿si me entiendes? Ángel: Ah… Y ¿me tocó ir al Cielo? Secretaria: Mhhhhhh Ángel: (Traga saliva) Entonces, ¿me voy a ir a….? (señala hacia abajo). Secretaria: Pues tampoco. Ángel: ¿Entonces?

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Secretaria: Pues es que tu expediente dice “CONDICIONADO” (Muestra un sello con letras mayúsculas que dice “CONDICIONADO” en su legajo gigante) Tendrás que ir a la Oficina de El Señor…

Ángel: ¡Ah no!... En el Cielo también tienen Dirección… Todavía no llego y ya tengo mi primer reporte….

Secretaria: Sígueme.

2. Llegada al cielo Comienzan a caminar por el espacio, el telón se despliega y vemos El Cielo. Hay hombres, mujeres y niños realizando actividades de la vida cotidiana, paseando, cargando bolsas de tiendas departamentales, de supermercado, un hombre vende algodones de azúcar blanco. Un grupo de ángeles jóvenes tocan la guitarra, un grupo de niños vestidos de blanco atraviesan el lugar en bicicleta. Parece una ciudad normal pero todos visten de blanco y traen alas blancas y grandes. BAILE O COREOGRAFÍA DE BIENVENIDA AL CIELO.

3. La oficina de El Señor Ángel y la secretaria llegan a la Oficina de El Señor. Secretaria: Espera aquí. (Entra a la Oficina de El Señor). Ángel toma asiento. Un intendente entra a la sala de espera y comienza a sacudir y barrer. Un par de ángeles con alas largas salen de la oficina de El Señor sonriendo. Ángel 1: (Observan a Ángel burlonamente) Ah mira a ese pequeñito. Ángel 2: ¡Ah!... Tiene unas alitas pequeñas y flacas. Ángel: ¿Cuál es el problema con mis alas? Ángel 1: Que son pequeñas niño. Ángel 2: Con esas alas no creo que puedas levantarte ni 10 centímetros del piso. Ángel 1: Ya déjalo en paz. No te burles de él. Seguramente está “condicionado”. Ángel 2: ¡Pobre!.... ¡Claro!, ¿por qué otra razón estaría en la Oficina de El Señor? Ángel 1: ¡Ya vámonos! Ángel 2: ¡Adiós Ángelito mini-alitas! Salen riendo y haciendo burla. Intendente: ¿Estás en problemas amigo? Ángel: Me temo que sí. Todavía no me aceptan en el Cielo y ya estoy “condicionado”. Intendente: ¿Qué hiciste? Ángel: Todavía nada… creo… (Pausa) ¿Tú crees que el Señor sea muy estricto? Intendente: Lo que yo sé es que no le gusta la gente que se porta mal. Ángel: ¿Tú lo conoces? Intendente: un poco… es mi papá. Ángel: ¿Tu papá?... ¿entonces tú?, ¿eres? Intendente: Así es… Ángel: …y ¿te tiene barriendo su oficina?... ¿estás castigado?

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Intendente: No, no estoy castigado… Lo que pasa es que a mí me gusta de vez en cuando me gusta entrar en el corazón de las personas.

Ángel: Ah ¿sí? Intendente: A veces entro en el corazón de los padres, a veces en el corazón de los

maestros en la escuela o de los cajeros en el supermercado; a veces entro en el corazón de los intendentes… de todos.

Ángel: Y ¿de casualidad tú no le podrías preguntar al Señor por qué estoy “condicionado”?

Intendente: No hace falta… Yo sé muy bien por qué estás condicionado. Ángel: ¿Ah sí?, ¿por qué? Intendente: Porque olvidaste dónde está la Navidad… Ángel: ¿Qué? Intendente: Olvidaste dónde está la Navidad… Es necesario que averigües en dónde está la

Navidad para que puedas entrar al Cielo y obtener tus alas largas. Ángel: Pero, ¿cómo voy a averiguar dónde está la Navidad? Intendente: Y debes averiguarlo antes de la Noche Buena. Ángel: Pero eso es hoy mismo a la media noche. Intendente: Usa tu inteligencia, tu creatividad y tu imaginación; y si necesitas ayuda utiliza

este control... Presiona el botón de “home” y enseguida estaré contigo. Ángel: Y ¿por dónde empiezo?.... (Se le ocurre una idea) ¡Ah, ya se!... ¿cómo no lo

pensé antes?... Ya sé dónde está la Navidad… (Va a salir pero se regresa) Dile al Señor qué en seguida regreso, que ya sé donde está la Navidad.

Ángel toma el control y sale corriendo.

4. Visitando a Santa Claus En el Polo Norte vemos enanos cargando regalos que acomodan en un trineo o pino gigante. Entra Santa Claus, seguido de Mamá Claus que le acomoda el saco, el cinturón y le peina la barba. Mamá Claus: ¡Qué Barbaridad! Voy a tener que hacerte un saco más grande. Santa Claus: Por favor Mamá Claus, sólo subí unos cuantos kilos… ¿Qué son 15 kilos?... El

traje que me hiciste el año pasado me aprieta sólo un poquito. Ángel entra corriendo. Ángel: ¡Santa Claus!, ¡Santa Claus! Santa Claus: Ángel, ¿qué haces aquí? Ángel: ¿Cómo sabes mi nombre? Santa Claus: ¿Crees que podría ser Santa Claus y tener este trabajo si no me supiera los

nombres de todos los niños del mundo? Mamá Claus: (Se aproxima maternal y tierna a Ángel) Pero, ¿qué haces aquí pequeño? (A

Santa Claus) ¿Qué vamos a hacer si El Señor se entera de que este niño está en el Polo Norte?

Ángel: No te preocupes Mamá Claus, El Señor fue quien me mandó para acá. Santa Claus y Mamá Claus: ¿El Señor?

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Ángel: Si… Él mismo me mandó para acá… Lo qué pasa es que estoy “condicionado”, por eso mis alas pequeñas (muestra sus alas) Y si quiero entrar al cielo y obtener unas alas grandes debo averiguar en dónde está la Navidad, antes de la Noche Buena… por eso estoy aquí.

Mamá Claus: ¿El Señor te dijo que vinieras al Polo Norte? Ángel: Nop… pero el hijo de El Señor me dijo que debo averiguar en dónde está la

Navidad y pues es obvio… ¡la Navidad está en el Polo Norte! Santa Claus: (Comprensivo y tierno, toma asiento cerca de Ángel) A ver mi pequeño Ángel,

¿y tú por qué piensas que la Navidad está en el Polo Norte? Ángel: Pues porque aquí estás tú… (en tono de juego) y los regalos… y Mamá Claus y

los regalos… y los enanos y los regalos… y el trineo, los renos, la nieve, los pinos… y los regalos.

Santa Claus y Mamá Claus ríen en complicidad. Santa Claus: No sé porque pero sospecho que tú piensas que la Navidad está en los regalos. Ángel: ¿Y no es así? Santa Claus: ¿Por qué piensas que la Navidad está en los regalos? Ángel: Pues porque en Navidad todas las personas se dan regalos, ¿no? Santa Claus: Pero la Navidad no está en los regalos Ángel. Ángel: Ah, ¿no? Santa Claus: Mira… El Señor me ha encomendado la misión de llevar regalos, cada Navidad,

a los niños que se portan bien para que celebren junto con él, el nacimiento en la Tierra de su hijo Jesucristo…

Ángel: ¿Ah, sí? Santa Claus: Así es… Pero la Navidad no está ni en los regalos, ni en el Polo Norte… Ángel: ¿No? Santa Claus: No, me temo que no. Ángel: Entonces, ¿en dónde está? Mamá Claus: (Arropando tiernamente a Ángel) Pequeño Ángel, si El Señor te ha puesto la

misión de averiguar en donde está la Navidad deberás de encontrarla tú mismo… Nosotros no podemos darte la respuesta.

Ángel: ¿Pero, por qué no? Mamá Claus: Porque es algo que tú mismo debes encontrar. Ángel: Entonces, ¿no me van a decir? Ambos: No. Ángel: ¿Ni una pista? Ambos: No. Ángel: (Burlón) ¿Una chiquita? Mamá Claus: Una chiquita… La Navidad está más cerca de lo que te imaginas. Ángel se desanima. Santa Claus: No te desanimes Ángel… Estoy seguro que encontrarás la Navidad. Mamá Claus: Anda Ángel, ¡ve a buscar la Navidad! No pierdas más tiempo. Ángel: Bueno, gracias de cualquier forma…. (Comienza a salir) Adiós. Santa Claus y Mamá Claus: Adiós Ángel.

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Ángel se aleja de Santa Claus y Mamá Claus y camina por el espacio. Ángel: Y ahora, ¿dónde busco la Navidad?.... (Continúa caminando sin sentido) ¿Cómo

le haré para averiguar dónde está la Navidad?, ¿y para antes de la media noche?... Ah, pero ¡qué tonto!… Es obvio… ¿cómo no lo pensé antes?... ¡En Internet!...

Ángel corre hasta una laptop y comienza a teclear. Ángel: (Con pausas) Veamos…. Goo-oo-gle-ee…. Naaa-viii-daaad…. ¡Buscar!... (lee de la

pantalla) “La Navidad del latín “nativitas” o “nacimiento”, es una de las festividades más importantes del cristianismo junto con la Pascua de Resurrección y Pentecostés…” (teclea afanosamente) ¿Qué sería de mi sin Wikipedia? ¡Listo!... Copiar…. Pegar… Imprimir… (Sale una impresión) ¡Listo!... ¡Soy bien listo! Ahora sí. (Saca el control remoto de su bolsillo y presiona un botón)

5. La escuela El escenario se transforma y entra un pizarrón, pupitres, un globo terráqueo y es escritorio de un profesor. Ángel: ¡Ah, caray!, ¿qué es esto?... Un pizarrón… un escritorio… pupitres…. ¡estoy en la

escuela!; ¡Señor, ¿por qué me has abandonado? Entra un maestro con libros, lentes y carpetas bajo el brazo. Maestro: ¡Ángel! Ángel reacciona asustado y se sienta inmediatamente. Ángel: ¡Presente!, ¡lo siento!, ¡no vuelve a pasar!, ¡yo no fui!... ¿qué hice? El maestro avanza despacio y severo hasta Ángel, al llegar frente a él cambia de actitud. Maestro: ¿Me llamaste? Ángel: ¿Yo? Maestro: ¿Acaso no presionaste el botón de “home” de tu control remoto? Ángel: Si, pero es que el hijo de El Señor me dijo que cuando quisiera que él viniera

sólo tenía que presionar el botón de “home” y él vendría…. Maestro: ¡Aha! Ángel: (Entendiendo) ¿acaso tú?... ¿eres?... ¿tú eres?... Maestro: Así es. Ángel: ¿Y tú traje de intendente? Maestro: Se quedó con el intendente…

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Ángel: Pero entonces… ¿qué haces adentro del cuerpo de mi maestro de matemáticas?

Maestro: ¿Recuerdas que te conté que me gusta entrar en el corazón de las personas?, pues a veces entro en el corazón de tu maestro de matemáticas…

Ángel: ¡Ooooorale! Pues debiste haber entrado cuando calificó mi último examen… Maestro: Y bien Ángel… ¿pudiste averiguar lo que te pedí? Ángel: (Orgulloso) ¡Si! Aquí está… impreso a color y hasta con ilustraciones…. ¿qué

tal? Y antes de la Noche Buena. El Maestro revisa la tarea con aspecto severo. Ángel: ¡Y le puse la bibliografía, ehh! Maestro: ¿Wikipedia?... ¿el rincón del vago?.... ¿facebook?... Ángel: Tú no dijiste que no se valía usar internet…. ¿qué calificación me saqué?... ¿ya

puedo tener mis alas grandes?... ¿ya puedo entrar al Cielo?... Maestro: Ángel…. Creo que aún no lo has entendido… La Navidad no está ni en Hotmail,

ni en youtube, ni en facebook… Creo que no estás buscando en el lugar correcto…

Ángel: Es que es bien difícil…. ¿no me puedes poner otra prueba?... ¿una plana?... ¿te hago un cuadro sinóptico?...

Maestro: No Ángel… Lo que quiero es que encuentres la Navidad. Ángel: Ah ese paso, nunca voy a tener mis alas… ¿de perdido no me podrías dar una

semana más? Maestro: No te permitas a ti mismo pensar así… Si El Señor te ha puesto esta prueba es

porque está completamente seguro que la puedes pasar… Ángel: No lo voy a lograr. Maestro: (Se levanta para irse) Ángel: Recuérdalo siempre… El Señor te ha puesto esta

prueba porque está completamente seguro que la puedes pasar… El Maestro sale. Ángel: ¡Changos!, y ahora, ¿qué hago?.... El Señor quiere que averigüe en donde está

la Navidad y ya busqué en todos los lugares que se me ocurren… ¿quién podrá saber en dónde está la Navidad?... ¿cómo le hacía en la Tierra cuando no sabía algo de la tarea? (Tiene una idea) ¡Claro! ¡Mis amigos! ¿Cómo no lo pensé antes?... ¡Mis amigos de la escuela!

Ángel presiona el botón y entra la fiesta.

6. La fiesta… BAILE O COREOGRAFIA DE FIESTA Conforme la música va disminuyendo cuatro jóvenes se van separando del grupo, los demás quedan atrás en actitud de fiesta y reventón. Felipe, Laura, Roberto y Diana, ex compañeros del Liceo de Ángel platican.

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Roberto: (Sigue cantando) “Don’t stop the party”… Laura: ¡Está padre la fiesta, ¿no?! Felipe: ¡Muy padre! Diana: ¿Ya listos para la Navidad? Roberto: ¡Listos! Felipe: ¡Súper listos! Laura: Más qué listos, amiga. Diana: Ah ¿sí?, ¡qué padre!, ¿qué van a hacer? Todos guardan incomodo silencio. Laura: Pues, la verdad no sé. Roberto: Yo ni idea. Felipe: Sepa qué vayan a planear mis papás. Diana: Pues ¿no que súper listos? Laura: Bueno es que esta Navidad mis papás tienen planes. Diana: ¿Planes? Laura: Ellos dos solos se van a ir a un crucero y pues todavía no se si pasaremos la

Navidad con los abuelos, o con los primos, o tal vez con la niñera… Roberto: ¡Orale!, ¡qué gacho! Felipe: Pues nosotros si la vamos a pasar en la casa. Mi papá está peleado con uno de

sus hermanos o con un cuñado, ya ni sé; así que esta Navidad no creo que vayamos a cenar con los abuelos. Seguramente estaremos solos en la casa.

Roberto: Nosotros si vamos a ir con la familia… Cada año hacen un fiestononón gigante, contratan música, meseros, mandan traer una cena súper elegante y vino.

Diana: Y, en esa fecha ¿se acuerdan del Nacimiento de Jesús? Todos se miran unos a otros avergonzados. Felipe: En mi casa ni siquiera se pide posada. Laura: A mis papás no les gusta ir a misa, creo que les da flojera. Roberto: En mi casa ni siquiera pusieron un nacimiento. Diana: En la mía tampoco. Ligero silencio incomodo. Roberto: ¿Se acuerdan de Ángel? Todos: ¡Claro!, ¡por supuesto! Felipe: Si él estuviera aquí estaría alegrándonos y haciéndonos reír. Laura: Estaríamos cantando villancicos y pidiendo posada. Todos ríen. Diana: Pero Ustedes siempre le estaban haciendo bullying por chaparrito y

“santurrón”, así le decían. Roberto: (Muy serio) Si, tal vez, pero en el fondo lo envidiábamos, siempre estaba de

buen humor… Felipe: Y siempre nos hacía reír.

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Laura: Y su familia siempre estaba junta… en las fechas importantes y en los días normales también.

Diana: Ángel si sabía el verdadero significado de la Navidad. Roberto: Lo sé. Felipe: Extraño mucho a mi amigo. Laura: Yo también. Diana: Yo igual. Los cuatro amigos se abrazan y la luz se desvanece. Ángel comienza a caminar. Ángel: Yo creí que mis amigos sabrían donde está la Navidad, pero creo que están

igual o peor que yo… Ángel se va entristeciendo.

7. Con el abuelo en la banqueta Ángel: Esto de buscar la Navidad es tan difícil… (Comienza a llorar) ¡No puedo!... Está

bien difícil… ¿por qué El Señor quiere que haga esto?... Yo soy un niño… No voy a poder… Los otros ángeles se van a burlar de mi… Ojalá mi abuelito estuviera conmigo… Antes de que muriera siempre me daba consejos y jugaba conmigo… Seguramente El Señor lo debe de tener entre sus ángeles más sabios, porque el siempre sabía qué hacer… ¡Extraño mucho a mi abuelo!..

Se escucha en la oscuridad la voz del abuelo y lo vemos aparecer entre el público. Abuelo: ¡Ángel! ¡Ángel! Ángel: ¡Abuelito! (Corre hacía su abuelo y lo abraza) Abuelo y nieto se abrazan. Ángel: ¡Qué bueno que estás aquí! Abuelo: Siempre estoy contigo. Ángel: Pero, ¿cómo le hiciste para venir aquí? Abuelo: El Señor me dio un permiso especial. Ángel: Extraño mucho cuando tú estabas conmigo, siempre me ayudabas. Abuelo: Siempre te ayudo hijo, desde el cielo; y hoy también vengo a ayudarte, pero

sólo por unos minutos, debo regresar al Cielo. Ángel: El Señor quiere que averigüe en donde está la Navidad y yo pensé que sabía,

pero no lo sé. Abuelo: Y ¿en dónde la has buscado? Ángel: En el Polo Norte, en Internet, con mis amigos… pero nadie sabe; bueno Santa

Claus si sabe, pero no me quiso decir. Abuelo: (Ríe) Así debe ser hijo. Tú mismo debes averiguar dónde está la Navidad. Lo

que pasa es que has buscado en el lugar equivocado. ¿Dónde crees que esté la Navidad?

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Ángel: ¿En el Pino? Abuelo: No. Ángel: ¿En el Pavo? Abuelo: No. Ángel: (dudoso) ¿En los regalos? Abuelo: No Ángel… Estás buscando en el lugar equivocado… Debo irme. Ángel: No te vayas abuelito. Dame una pista. Abuelo: Debo irme, pero te daré una pista: Busca en un lugar donde no hay ni pinos, ni

regalos, ni pavo… El tiempo se acabó, debo irme. Ángel: Abuelito, ¿te voy a volver a ver? Abuelo: Más pronto de lo que imaginas hijo. El Abuelo sale. Ángel: ¿Un lugar donde no haya ni pavo, ni regalos, ni pino?... (Piensa y encuentra la

respuesta) ¡Ah, ya lo tengo!

8. Los Vagabundos Ángel presiona el control del Wii y un grupo de vagabundos entra cantando villancicos. Vagabundos todos: “los pastores a Belén corren presurosos, llevan de tanto correr los

zapatos rotos” Raúl: ¡Cómo nosotros! Vagabundos todos: (Alegres) “Aaahhhh ay ay qué alegres van, ay ay ay si volverán. Con la

pam pam pam, con la de de de, con la pam, con la de con la pandereta y las castañuelas. Un pastor se tropezó a media vereda.”

Víctor: ¡Cómo José! Vagabundos todos: (Alegres) “Y un borreguito gritó, ese ahí se queda… “Aaahhhh ay ay qué

alegres van, ay ay ay si volverán. Con la pam pam pam, con la de de de, con la pam, con la de con la pandereta y las castañuelas.

Andrés: ¿Quién se sabe otro villancico? José: ¿Los peces en el río? Raúl: Ah no por favor… Yo te quiero mucho amigo pero no te ofendas… cantas bien

feo. Víctor: Mira quién lo dice. Andrés: Bueno amigos pues yo les tengo una sorpresa a todos para esta Navidad…

Miren nada más lo que me encontré… (Saca de entre sus ropas un pequeño pino de Navidad chiquito y feo)

Todos celebran. Raúl: Pues yo les tengo otra sorpresa…. ¡Tarán!... Es una guía de luces que me

encontré abandonada…. Alguien la tiró porque no le sirven todos los foquitos, pero algunos todavía prenden, servirá para decorar nuestro pequeño pinito.

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José: Pues yo también les traje un regalo…. ¡Nada por aquí, nada por acá… cierra los ojos y unos cerillos aparecerán! (Saca una cajetilla de cerillos)

Todos celebran. José: Con estos cerillos podremos encender una pequeña fogata y estaremos

calientes. Víctor: Amigos, yo también les traje un regalo: ¡la cena!... (Saca una lata de entre sus

ropas). Raúl: ¿Es una lata de atún? Víctor: ¡Si y alcanza para todos! Andrés: Chicos, creo que esta será una gran Navidad, estamos juntos, tenemos pino,

tenemos fogata, tenemos cena y nos tenemos a nosotros… Todos celebran. Víctor: ¿Entonces qué?, ¿cenamos? Vagabundos todos: Si. (Todos se sientan) Andrés: ¿Listos? Vagabundos todos: Si. Andrés: (Se persigna) En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo, amén…

Señor Jesús, te damos gracias por la vida que nos das, por nuestra amistad y porque a pesar de nuestros problemas de pobreza y soledad, tú nunca nos abandonas… Bendice nuestra cena de Navidad y…. ¡Feliz Cumpleaños!... Amén…

Vagabundos todos: ¡Amén!, ¡a cenar!, ¡Feliz Navidad! Ángel: ¡Lo tengo! ¡Ya lo entendí! Ángel comienza a caminar por el escenario. Ángel: ¡Ahora todo me queda claro! ¡La Navidad no está en las cosas materiales!, ni en

el pavo, ni en los regalos, no es algo que se pueda comprar…

9. Aparición de “El Diego”… El Diego se va acercando en la oscuridad, Ángel no lo ve aproximarse pero el público sí. Ángel: ¡Creo que ya estoy entendiendo!, ¡la Navidad es algo que está dentro de las

personas! Entran un grupo de diablitas y diablitos bailando música rock, le quitan el control remoto, se lo pasan entre ellos y al final se lo entregan a “El Diego”. El Diego: ¿Se te perdió algo amigo? Ángel: ¿Cómo dijo? El Diego: ¿Qué si perdiste algo amigo?

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Ángel: No exactamente… pero no importa, porque ya lo encontré y voy ahora mismo a decirle a El Señor. (Ángel levanta el control remoto y El Diego se lo quita)

El Diego: Pero, ¿cuál es la prisa amigo? Ángel: Es que tengo que ir al Cielo para hablar con El Señor… ¿me devuelves mi

control? El Diego: ¿El Señor?..... ¡Ahhhh! Ese viejo ¿todavía está trabajando?, ¿no descansa en

Navidad? Ángel: Creo que no… ¿me devuelves el control? El Diego: Mira amigo… Te ves cansado… Te propongo un trato… Date un break… (Le

aproximan unas sillas reclinables y El Diego lo sienta a la fuerza) Descansa… Tomate un refresquito (una diablita le aproxima un vaso con refresco)… Disfruta el masajito (una diablita le da masaje en la espalda)… Disfruta la fiesta y luego… luego… te devuelvo tu control y más tarde yo mismo te doy un ride… ¿cómo ves?

Ángel: ¿La fiesta?, ¿cuál fiesta? El Diego: La fiesta amigo… la vida es una fiesta… (El Diego también se recuesta, se coloca

unos lentes de sol y toma refresco). Ángel: ¿Tú quién eres? El Diego: ¿Cómo dices? Ángel: ¿Tengo la impresión de que no quieres que vaya a hablar con El Señor? El Diego: (Fingiendo indignación) ¿Yoooo?, me ofendes. Ángel: Entonces devuélveme mi control remoto… ya me tengo que ir. El Diego: Tranquilo amigo, ¿Por qué tanta prisa? Ángel: Estás tratando de tentarme para que no vaya a hablar con El Señor… Creo que

ya sé quién eres, tú eres… El Diego: … “El Diego”… mis amigos me llaman “El Diego”… De todos mis apodos y

sobrenombres ese es el que más me gusta… los demás asustan a las personas… luego se predisponen…

Ángel: Yo sé muy bien quién eres y no vas a lograr tentarme. Devuélveme mi control… El Diego: Tranquilo, te lo doy mañana… Sólo deja que pase la Navidad. Ángel: Yo prometí regresar al Cielo con la respuesta antes de Navidad y eso voy a

hacer. El Diego: Y ¿si no te devuelvo el control? Ángel: Se muy bien quién eres y podrán ponerme mil tentaciones pe no puede

obligarme a hacer algo que yo no desee hacer… Lo que deseo ahora es regresar, darle mi respuesta a El Señor, tener mis alas y convertirme en un Ángel.

El Diego: (Enojándose) Es verdad, no puedo obligarte a hacer algo que no quieras… Pero yo no sé para qué quieres ir al Cielo, ahí se aburren mucho.

Ángel: Eso no es cierto… En el Cielo está El Señor y su hijo Jesucristo… En el Cielo está mi abuelo y toda mi vida me porté bien, porque deseo ir al Cielo y no lo voy a echar a perder… (Se levanta de la silla decidido a irse) Dios me ama y me iré al Cielo, con o sin control remoto.

El Diego: (Muy enojado) ¿Y para qué quieres ir allá?, ¿te has preguntado por qué El Señor te llevó arriba?, ¿quieres tu control remoto? (Le muestra el control) Y dime, si El Señor te ama tanto ¿por qué te pone pruebas en lugar de dejarte entrar así sin exámenes?

Ángel: (Fortalecido) Precisamente porque me ama mucho.

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El Diego: (Enfurecido) Ah ¿si?... ¿entonces por qué te separó de tu familia? Tenso silencio El Diego: Toma tu tonto control (le da el control remoto) Tienes razón. No tengo poderes

para obligarte a hacer algo que tú no quieras. Ve a donde tú gustes, pero dime, ¿sabes por qué El Señor te separó de tu familia?

Ángel se pone triste. Música melancólica. Ángel: (Triste) El Diego logró ponerme triste. Justo cuando creía que ya sabía dónde

estaba la Navidad. No sé porqué me hago tantas bolas. Mi mamá y mi papá siempre me enseñaron que la Navidad es el nacimiento de Jesús, entonces seguramente la Navidad está en Belén, el día en que Cristo nació.

10. El Nacimiento Un Nacimiento Viviente se ilumina al fondo del escenario y vemos a San José, María y el niño Jesús recién nacido y algunos pastores. CORO DE VOCES O MÚSICA INSTRUMENTAL PARA AMBIENTAR Ángel se aproxima sigilosamente. De pronto la Virgen voltea a ver a Ángel y lo llama por su nombre. María: ¡Ángel!, ¡Ángel! Ángel: ¿Es a mí? María: Así es mi pequeño Ángel… Ven aquí. Ángel: ¿Cómo me viste? María: Yo siempre te miro y te cuido, porque mi hijo Cristo me lo ha pedido… (Ella lo

sienta junto a ella, él se recuesta en su regazo y ella le acaricia la cabeza). Ángel: Si, pero Cristo me puso una misión muy difícil. Al principio parecía sencillo,

pero es más difícil de lo que pensé… María: Sé muy bien la prueba que mi hijo te ha puesto, pero no es tan difícil. Ángel: Estoy muy triste… Yo siempre quise ir al cielo y yo pensé que sabía muy bien

donde estaba la Navidad, pero no lo sé, no lo sé… Extraño mucho a mi familia y no sé donde está la navidad.

María: Claro que lo sabes mi niño…. (Ligera Pausa) Mira mis ojos Ángel. Has estado buscando la Navidad en los regalos, en el pino, en la cena, en las fiestas y hasta en Internet, pero has olvidado buscar en las personas que están más cerca de ti.

Ángel: No entiendo. María: Yo se que extrañas a tu familia Ángel y la respuesta de dónde está la Navidad

está con ellos… Ve con ellos y obtendrás la respuesta. Ángel: ¿Con mi familia?, ¿puedo ir a verlos? María: Claro que si… Ángel: ¿Y puedo hablar con ellos?

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María: Me temo que no chiquito, pero bastará con que abras tu corazón y escuches atento.

11. Visitando a la familia Inicia música familia, Ángel se levanta del regazo de María y abajo a la izquierda se ilumina la sala de la casa de la familia. En la casa se observa pino navideño y regalos, es la familia de Ángel. Están cenando alrededor de la mesa… Hay una fotografía de Ángel con una enorme sonrisa… Ángel se sentará en un lugar de la mesa, cerca de la mamá y cerca de su propia foto. Mamá: ¿Alguien más quiere pavo? Papá: No gracias cariño… Comí tanto pavo esta noche que creo que en la próxima

Navidad a quien se cenarán será a mí. Hermana: Mamí, ¿yo puedo tomar una rebanada más de pastel? Mamá: Pero sólo una. Hermano: ¿Y yo? Mamá: Anda pues, tú también. La mamá les pase rebanadas de pastel. Hermano: Mami, extraño al chaparro. Extraño a Ángel. Papá: Todos lo extrañamos hijo… Hace un año que se fue. Hermana: Esta Navidad ha sido muy diferente sin él aquí con nosotros haciendo bromas,

contando chistes y abriendo los regalos. Mamá: Lo sé. Yo también lo extraño. Hermana: Sin embargo, no te pones triste mami. ¿Cómo le haces? Hermano: Es verdad, no lloras. Papá: Ya basta muchachos, dejen en paz a su mamá. Mamá: No lloro porque la Navidad era la época favorita de Ángel. Hermana: Es verdad. Mamá: Cada Navidad Ángel llenaba de risas esta casa y así es como quiero recordarlo…

llenando de risas esta casa. Papá: Cada Navidad abría los regalos antes de tiempo. Hermano: Y también los que no eran suyos. Hermana: Se comía todos los dulces… Papá: …Y todo el postre. Hermano: Cantaba villancicos todo el tiempo dando brincos. Hermana: y se disfrazaba de pastor y andaba pidiendo posada con los vecinos. La madre le habla a la fotografía de Ángel que está cerca de ella pero en segundo plano le

habla también a Ángel… Casi le toca el rostro con la mano. Mamá: Mi pequeño Ángel… Donde quiera que estés, quiero que sepas que fui muy feliz

de ser tu mami… Siempre amaré y admiraré tu enorme sonrisa, tu alegría, tus travesuras y tus ocurrencias; pero lo que más amaré es que: “Siempre tuviste la Navidad en el corazón”… Donde quiera que hoy estés, estoy segura que estarás llevando alegría y felicidad, por eso mismo… “Porque la Navidad está dentro de ti”…

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Ángel: Te quiero mucho, mamá. Mamá: Te quiero mucho, mi pequeño Ángel. Música de familia se incrementa. Ángel se levanta de la mesa. Se aleja de su familia diciendo

adiós con la mano mientras la luz de la familia disminuye. Ángel empieza a caminar por el escenario. Sonido de campanas. Música incrementándose.

12. Llegada al cielo Ángel: ¡Señor!, ¡señor!, ¡señor!, ¿dónde estás?... ¡Espérame, ya la encontré! A contraluz el escenario se ilumina con una luz enceguecedora y se escucha la voz de El Señor. El Señor no aparecerá cuando mucho sólo una sombra o silueta a contraluz. Ángel: ¡Señor!, ¡la encontré!, ¡ya sé dónde está la Navidad! El Señor: Lo sé Ángel… ¡la has encontrado! Ángel: ¡La Navidad está en mi corazón!... ¡Está en mi corazón! Ángel corre hacia la luz y abraza a El Señor. De nueva cuenta se escucha la voz de Dios. El Señor: Así es hijo mío, la Navidad está en tu corazón y en el corazón de cada persona. El Señor y Ángel se abrazan y caminan juntos hasta perderse en el fondo del escenario. BAILE O COREOGRAFÍA FINAL DE TODA LA COMPAÑÍA SIN SECUNDARIOS, NI PRINCIPALES PARA DAR LAS GRACIAS. DAN LAS GRACIAS AL PÚBLICO

13. Alas grandes Desde el fondo del escenario a contraluz aparece la silueta de Ángel con sus alas grandes. Entre los ángeles camina el abuelo y Ángel lo llama desde arriba y corre hacia él. Ángel: ¡Abuelo!, ¡abuelo! Abuelo: ¡Ángel!, ¡lo lograste!, ¡encontraste la Navidad! Se encuentran y se abrazan en el centro al frente. Ángel: ¡Encontré la Navidad abuelo!, ¡la Navidad está en el corazón! SE RETOMA MÚSICA Y LA COMPAÑÍA LOS OCULTA. LA COMPAÑIA DA LAS GRACIAS TELÓN