Y El Verbo Se Hizo Carne

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  • Y EL VERBO SE HIZO CARNE

    UN AUTO ESTUDIO DEL EVANGELIO SEGUN SAN JUAN

    (Juan 1,1 al 4,42)

    Del Cuadernillo The Word Became Flesh De la Serie Journey

    Traduccin hecha por Frank A. Hegel, sfm y Julia Duarte Tapia

    Dicesis de Riobamba

    Centro de Formacin Cristo Buen Pastor

    Chambo

  • Leccin Treinta y Uno

    Y EL VERBO SE HIZO CARNE CONTENIDO 1. El Cuarto Evangelio 2. Introduccin al Evangelio segn San Juan (Juan 1,1 al

    1,51) 3. Amor Encima del Amor (Juan 2,1 al 4,42) Respuestas A Las Preguntas En El Cuestionario Auto Test Respuestas A Las Preguntas En El Auto Test

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    Leccin Treinta y Uno Y EL VERBO SE HIZO CARNE SALMO 33 Este Salmo es un himno a Dios, creador del universo y director de toda la historia humana. Por su palabra todopoderosa, Dios hizo todo lo que existe y por la misma palabra sostiene todo lo que es. La creacin revela el amor de Dios (Sal 33, 4-9). Por su gracia divina Dios gua el camino de la historia; no existe poder terrenal que pueda obstaculizar su propsito (Sal 33, 10-17). Es Dios, el que nutre a los que dependen de l, los rescata de la muerte (Sal 33, 18ss). Tales verdades traen gozo y alegra a quienes ponen su confianza en el Seor y rezan que sean guiados por su amor (Sal 33, 20ss). El Verbo divino de Dios es el Hijo de Dios eterno; por l todo fue creado y en l todo tiene vida. l es la voluntad de Dios: por l y hacia l Dios dirige toda la historia humana. Siendo igual a Dios, se hizo carne y se dio a s mismo como pan de vida. l es expresin perfecta del amor del Padre, y la plenitud de alegra para todos los que creen en l (Sal 33, 20ss). OBJETIVO DE ESTA LECCIN: Revisar los puntos ms destacados acerca del Evangelio segn San Juan y describir la enseanza bsica del evangelio como se encuentra en los primeros cuatro captulos. 1. EL CUARTO EVANGELIO OBJETIVO DE ESTA SECCION: Recordar los puntos centrales sobre el Evangelio segn San Juan. LA FORMACIN DEL CUARTO EVANGELIO Estudiar el Evangelio segn San Juan despus de los de Mateo, Marcos y Lucas es entrar en un mundo nuevo. En primer lugar, la accin se centra ms en Jerusaln que en Galilea. Ya no se encuentran las parbolas familiares del Reino, las enseanzas de Jess sobre la Justicia, el amor a los enemigos, el matrimonio etctera. Slo se puede reconocer unos milagros y de stos ninguno involucra a Jess echando afuera a los demonios. Los eventos importantes como la transfiguracin y la institucin de la Eucarista estn ausentes. Nunca se usa el vocabulario que hemos venido esperando, como de los "apstoles". En cambio, encontramos palabras nuevas (la "seal", "la hora", la "gloria", "el Verbo"), eventos

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    nunca antes odos hasta ahora (la Boda en Can, la cura del hombre de la piscina), y personas que nunca hemos encontrados antes (Nicodemo, la samaritana, Lzaro, el discpulo querido). Las declaraciones Yo soy y el bello prlogo son nicas. El uso de irona y metforas nos invitan a reflexionar sobre la riqueza y profundidad de la persona de Jess. Incluso cuando este evangelio narra eventos encontrados en uno de los otros tres, los maneja a su propia manera. Como los otros, este evangelio nos da el testimonio de Juan el Bautista, la limpieza del templo, el milagro de la multiplicacin de los panes, la entrada triunfal en Jerusaln, la ltima cena, la pasin y resurreccin; pero en cada caso su presentacin es nica. El orden de eventos es a menudo diferente: por ejemplo, en los primeros tres evangelios la limpieza del templo est ubicada al final del ministerio de Jess; en el cuarto evangelio se pone al principio. Podran sealarse muchas otras diferencias. Basta con lo dicho para decir que mientras Juan, obviamente, est presentando al mismo Jess, y mientras l es claramente conocedor de las tradiciones conservadas en los otros evangelios, l normalmente escoge hacerlo a su manera. Por qu el cuarto evangelio es tan diferente? La respuesta queda en la manera en que fue formado. Al escoger sus evangelios, Mateo, Marcos y Lucas estuvieron limitados por las tradiciones que sus comunidades veneraron. Mientras eran libres de colocar, igualar y modificar estas tradiciones de alguna manera, ellos no podan hacer uso total de sus poderes creativos. Ellos tenan que usar materiales elaborados por otros. En otras palabras, los primeros tres evangelistas heredaron las tradiciones de afuera y con ellas compusieron sus evangelios. Ellos tenan poco o nada que hacer con la formacin concreta de los dichos e historias que ellos emplearon. No es as para Juan. l elabor las tradiciones que constituyen su evangelio, y su influencia domin en cada estado del desarrollo del evangelio. As como la presencia de una gran personalidad responde al carcter distintivo del evangelio, la misma personalidad responde para su unidad extraordinaria1. Existe uno, y el nico acercamiento a Cristo, a la Iglesia, y al discipulado que se mantiene a lo largo del evangelio. Una manera de pensar, una manera de ver la vida cristiana prevalece en cada parte del evangelio. Se expresa la unidad de pensamiento en un vocabulario uniforme y en el estilo utilizado. Aunque algunas partes del evangelio (notablemente el prlogo Jn 1, 1-21 y el captulo 21), tengan un vocabulario y estilo algo diferente, el pensamiento expresado en estos pasajes es consistente con lo que se encuentra en el resto del evangelio.

    1 El episodio de la mujer encontrada en adulterio es una excepcin (Jn 7,53-8,11). Aunque indudablemente parte de la Sagrada Escritura, no es de la obra de Juan. Muchos manuscritos antiguos lo ubican despus de Juan 7,52, pero otros lo ubican en otro sitio en Juan, y otros notablemente lo omiten. Otros lo ubican en Lucas. (En efecto, su vocabulario y estilo de composicin son ms cercanas a Lucas que a Juan). Claro est que esta unidad preciosa de la sagrada escritura es una tradicin que no fue incorporada en los evangelios por los mismos evangelistas, sino por la Iglesia despus de haber sido escritos los evangelios.

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    Coherente y magnficamente unido como es el evangelio de Juan, lleva seales inequvocas de haber sido escrito en varias fases. La historia de su desarrollo parece haber sido compleja y los estudiosos no estn de acuerdo con cada paso en el proceso. La asuncin ms razonable es que el evangelista escribi casi la totalidad de lo que se encuentra en el evangelio ahora, pero que l no lo compuso de una sola. Parece que el escritor haba hecho una primera versin del evangelio y, algunos aos despus, lo haba revisado, agregando material nuevo y cambiando un poco su plan. Ms tarde todava, probablemente despus de la muerte del evangelista, sus discpulos hicieron una ltima edicin, insertando algunos pasajes ya escritos por el mismo evangelista, mientras otros estaban compuestos por sus discpulos. Obviamente ser dificilsimo identificar donde el evangelista hizo las revisiones. Su reformulacin de la versin original fue hecha expertamente, como nosotros esperaramos. La parte hecha por sus discpulos, sin embargo, es ms fcil de descubrir. Veamos unos ejemplos: la versin propia de Juan en este evangelio se termina claramente en el captulo 21 versculo 30, dnde l da las razones del porque lo escribi; pero all sigue otro captulo entero con una conclusin propia (Jn 21,24s). El captulo 21, aunque inspirado por el pensamiento del evangelista, est escrito en un estilo diferente y es muy claro que es el trabajo de un discpulo. Los ltimos editores se lo agregaron al evangelio original. En el captulo 14 versculo 31 Jess termina sus instrucciones despus de la ltima cena diciendo, Levntense, salgamos de aqu (Jn 14,31). Pero, de inmediato, siguen tres captulos de instrucciones extensas antes de que Jess y sus discpulos salgan (Jn 18,1). La explicacin para esta clara inconsistencia probablemente ser encontrada en la actitud de los ltimos editores. Obviamente, en algn momento despus de su redaccin del evangelio, el evangelista escribi los discursos magnficos de Jess encontrados en los captulos 15,16 y 17. Sus discpulos estaban resueltos que esta escritura preciosa no debera perderse. Aseguraron su supervivencia insertndolos al final del captulo 14, logrando su propsito as sin perturbar el texto del evangelista. (La versin del evangelio ya se considerara sagrada ante sus ojos y ellos no quisieron manosear lo que l haba escrito.) Podran darse muchos otros ejemplos, pero stos son suficientes para ilustrar la manera en que este gran evangelio lleg a ser realidad. En cuanto a la longitud del proceso, los estudiosos competentes calculan aproximadamente 50 aos, empezando en los aos cuarenta y acabando en los aos noventa del primer siglo. Si esta estimacin es correcta, de all viene el resultado interesante e importante de que el cuarto evangelio es de una vez el ms temprano y el ltimo. Es el ms temprano porque contendr tradiciones que brotaron en los aos cuarenta, es decir, poco despus de la resurreccin. Tambin es el ltimo, pues reflejar la fe de la iglesia de los aos noventa, ms o menos una dcada despus de la composicin de los otros evangelios.

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    EL EVANGELISTA: Quin es esta persona asombrosa cuyo genio marca el evangelio entero? l es difcil de identificar. La razn es que ha ejercido grandes esfuerzos para ocultarse. Si no fuera por el captulo 21, agregado por sus discpulos, no hubiera sido posible adivinar, ni incluso una buena suposicin y estara basado en el propio evangelio. Incluso con la informacin proporcionada en el ltimo captulo no podemos estar completamente seguros. Pero parece que el autor, quien est insistiendo en permanecer desconocido, es el discpulo querido mencionado en la segunda mitad del evangelio. Este hombre estaba presente en la ltima Cena donde disfrut de una intimidad con Jess no compartida por los otros (Jn 13,23s), l estaba de pie al pie de la cruz (Jn 19,26), l fue el primero en creer en la resurreccin de Jess (Jn 20,2ss) y el primero en reconocer al Seor resucitado a la orilla del lago (Jn 21,7). l no padeci la muerte de un mrtir como Pedro (Jn 21,20ss). As, como consecuencia, surgen dos preguntas: El discpulo querido es la misma persona que ese seguidor annimo de Juan el Bautista quien llego a ser un discpulo de Cristo? (Jn 1, 35.40) Es el ser identificado con el mismo discpulo annimo conocido por el sumo sacerdote? (Jn 18,15) Realmente no sabemos. Mientras estamos bastante seguros en mantener que el evangelista es el discpulo querido, no estamos nada seguros sobre quin es este hombre. Recientemente los expertos en la Biblia han propuesto personas como Juan Marcos, el compaero de Pablo, Lucas el evangelista y an Lzaro a quien Jess resucit de la muerte. El nombre tradicional, claro, y todava el ms probable, es Juan, el hijo de Zebedeo, uno de los apstoles. En ninguna parte del evangelio est nombrado. Incluso en el captulo 21 donde se menciona los "Zebedeos", su nombre no aparece. Si esta identificacin presenta problemas en s (y, de hecho, se presenta) quizs esto slo muestran cuan exitoso fue el evangelista en esconder su identidad. Si l es un miembro de los Doce, parecera que l no apreci esta posicin tanto como el amor que Jess le mostr. Aunque el discpulo querido vio, oy y toc al Seor, l admite abiertamente que l y los otros tenan slo un entendimiento superficial de Jess antes de la resurreccin y la venida del Espritu Santo (Jn 2, 21s). Slo cuando el Espritu vino fue que l empez a entender de lo que l haba sido testigo. Era entonces que comprendi que l a quien haba visto y odo, y en cuyo pecho haba descansado su cabeza era Dios. Lo que l vino a conocer en Jess no era un puro poder, sino un amor como ningn otro, puro como la luz, claro como el agua corriendo, como el mejor pan, como el vino que sube a la cabeza. l entendi que el amor que lo haba agarrado a l es, de hecho, lo que sostiene al mundo entero en un abrazo. El discpulo querido se dio cuenta de su unidad con el Seor resucitado a travs del Espritu. Aunque Cristo haba ascendido al padre, el Parclito haba unido tan profundamente al Seor resucitado con l que se podra decir que Jess estaba en

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    l y l en Jess. Juan supo que esta misma experiencia de unin con Cristo fue ofrecida y sigue siendo ofrecida a cada discpulo. El evangelista quiso que todos quienes l haba enseado, de hecho el mundo entero, supiera la alegra, la paz, el xtasis de ser uno con el Seor. En Juan, y sin duda en muchos de aqullos que l pastore, la experiencia de unin con Cristo alcanz profundidades que slo los ms grandes santos han sabido. Esta relacin profunda e ntima con Jess marca el evangelio entero. EL PROPOSITO DEL CUARTO EVANGELIO: El primero y ms importante propsito del evangelio es impartir un entendimiento ms claro y profundo de Jess y que el Espritu Santo hizo posible despus de la resurreccin. Junto a esta comprensin ms clara es la verdad de que Jess es el Hijo eterno de Dios hecho carne. l es el Hijo de Dios que era con el Padre desde antes de que empezara el tiempo, igual al Padre y todava obediente a l en todos los sentidos. En este evangelio Jess es tan manso y familiar como el que camin en el jardn del Edn en la frescura de la tarde, y a la vez tan inquietante y extrao como la visin de Ezequiel (Ez 1, 1-28); si el Cristo de San Juan es tan inexplicable como el arbusto ardiente y tan imponente como el trueno y el relmpago de Sina, es porque en describir a Jess, Juan est describiendo Dios. La divinidad de Cristo, entonces, gobierna el pensamiento del evangelio entero. Abriendo con la declaracin que el "Verbo era Dios", cierra con la profesin de fe de Thomas, "T eres mi Seor y mi Dios", mientras a lo largo del evangelio Jess se proclama como igual a Dios y mereciendo legtimamente el nombre divino, "YO SOY." Juan, sin embargo, no pasa por alto a la humanidad de Cristo. De hecho se encuentra en este evangelio algunas de las afirmaciones ms poderosas de la humanidad de Jess. Jess es el Verbo de Dios hecho "carne", una palabra que poderosamente comunica la idea de que Jess comparti nuestra naturaleza terrenal, limitada y mortal. En Juan vemos a Jess cansado, sediento, enfadado, llorando, y claro, le vemos morir. Sin embargo, el evangelista no ve alguna necesidad de dar nfasis a la naturaleza humana de Jess; ms bien parece seguro que sus lectores saben y aceptan este aspecto de nuestro Seor. Es la divinidad, la Deidad de Jess que algunos de sus lectores parecen dudar. As, es esta verdad la que enfatizar. El segundo propsito del evangelio fluye del primero. Juan desea proclamar a Cristo tal como el Espritu haba llevado la iglesia para entenderlo. Pero es una cosa comunicar este conocimiento a los judos y realmente otra el ensearlo a, digamos, los samaritanos. En la comunidad para la cual el evangelista escribi, diferentes grupos aparecan una u otra vez. Algunos eran seguidores de Juan el Bautista, y entre stos algunos haban venido a creer en Cristo, mientras otros todava se aferraron a su primer maestro. Haba judos que haban entrado en la Iglesia, pero

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    se negaron a aceptar la divinidad de Jess. Haba samaritanos cuyas creencias fueron consideradas herticas tanto por los judos como los cristianos. La Iglesia del evangelista tambin fue amenazada por judos hostiles que consideraron a los cristianos como el grupo de blasfemos ms odiosos. Y claro, haba tambin los Gentiles, tanto aqullos que ya haban entrado en la Iglesia como aqullos que estaban todava en el camino. El mensaje del evangelio tena que ser llevado a cada uno de estos grupos y para hacerlo el evangelista tena que tomar en serio el carcter especial de cada uno de ellos. No debemos pasar por alto el grupo ms importante de todos--los miembros devotos de la Iglesia cuya fe se fundament firmemente en la enseanza de los apstoles que veneraron la direccin de Pedro y vio en el discpulo querido el modelo para cada seguidor de Cristo. Tenan que ser nutridos, animados y con paciencia guiados a la plenitud de la fe. El segundo propsito del evangelio, entonces, es proclamar a Cristo en los diversos grupos presente en la Iglesia. LA METODOLOGA DEL EVANGELISTA: La tarea que el evangelista se puso a s mismo fue predicar a Cristo, no solo en la engua de sus oyentes, sino en ideas e imgenes que ellos pudieran comprender. Se hizo suyo no solo el trabajo de traducir las palabras de Jess del idioma arameo al griego, sino traducir el significado de la persona de Cristo en el pensamiento de cada uno de los grupos con que estaba tratando, o sea, con los judos, o los seguidores del Juan el Bautista, o los samaritanos o los paganos. Para lograr exitosamente dicha tarea tan grande, el evangelista tena que asimilar el mensaje de Cristo profundamente. Una vez que se haba hecho suyo completamente, Juan podra impartir la Buena Nueva a cualquier grupo. El mtodo que us parece algo as: Frente al desafo de proclamar a Cristo a los samaritanos, por ejemplo, buscaba, en la propia vida de Jess, un encuentro entre Jess y un samaritano, y, confiando que el Espritu Santo lo ayudara a recordar y entender, sondeara su memoria para encontrar cualquier cosa que podra ayudar. Despus su don extraordinario de escritor le permiti componer una narrativa que poderosamente combin el evento histrico (una reunin entre Jess y la mujer samaritana) con el entender ms profundo concedido por el Espritu sobre ese evento. Tales unidades dramticas probablemente eran compuestas donde haba necesidad. Slo despus fueron revisadas por su autor para formar una historia continua. Cuando los grupos diferentes vinieron a su comunidad Juan compuso otras narrativas, algunas de las cuales fueron incorporadas en la segunda versin de su evangelio. E incluso despus de que la segunda edicin se acab, el evangelista, como se ha sugerido, continu escribiendo nuevos pasajes que sus discpulos agregaron a la ltima versin.

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    Lo importante para nosotros aqu es que los propsitos de San Juan unen los eventos histricos con un entendimiento ms claro de que ellos ocurrieron como resultado de la resurreccin y el envo del don del Espritu Santo. Es verdad que Juan es un evangelio espiritual, que l usa muchos smbolos para llevar a sus lectores ms all de lo literal. Tambin es cierto que pone menos importancia en la exactitud de detalles y cronologa. Pero sera un error absurdo despedir por completo la base concreta de las escenas y eventos a que l se refiere2. Debemos, sin embargo, tener cuidado para no cometer el error opuesto de leer el evangelio como si fuera una simple cronologa de la vida de Jess, captada por una grabadora de cinta o una cmara. Posiblemente podra resultar difcil aceptar que en el cuarto evangelio ms que en los otros, tenemos las palabras de Jess en las palabras del evangelista. Pero cierto est. Este evangelio es uno de los ejemplares ms llamativos de lo que significa la inspiracin divina de las Escrituras. Dios habla de manera humana. Se adapta al autor humano. En Juan, Jess es el Hijo que adopta el idioma humano y pensamiento del evangelista. Habla en las palabras del discpulo amado. EL BOSQUEJO DEL EVANGELIO: El plan bsico del evangelio est claro. Tiene una introduccin, dos secciones mayores y un eplogo. Introduccin (Jn 1) El Libro de Seales (Jn 2-12) El Libro de Gloria (Jn 13-20) Eplogo (Jn 21) La introduccin contiene el testimonio de Juan el Bautista. La primera seccin mayor (El Libro de Seales) trata el ministerio pblico de Jess. La segunda mitad (El Libro de Gloria) trata del perodo entre la ltima Cena y la resurreccin de Jess. Salvo por el eplogo, este plan bsico es semejante a los otros tres evangelios en gran parte. El Cuarto Evangelio tiene un bosquejo simple, pero no es tan simple en detalle. Probablemente, la razn para este estado de asuntos es la manera en que el libro fue formado. Por ejemplo, sospechamos que el plan de la primera edicin fue 2 Anteriormente fue de moda tratar el Evangelio de Juan como un libro ofreciendo la verdad de naturaleza potica y simblica pero muy poco en el campo de detalles concretos. Pero los descubrimientos del siglo XX han resultado en un cambio de opinin. Por ejemplo, la piscina con los cinco corredores (Jn 5,2) fue visto solo como un smbolo de los cinco libros de Moiss. Ahora, hay que aceptar la historia como algo concreto, pues los arquelogos lo han descubierto. De la misma manera, anteriormente muchos consideraron que Juan empleaba palabras y expresiones extraas a la Palestina de aquel entonces. El descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto prob que el lenguaje de Juan fue de uso comn en el campo durante el tiempo de Jess, an sus expresiones ms peculiares.

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    basado en los das de las fiestas de los judos (el Sbado, la Pascua, los Tabernculos, la Dedicacin). Cuando el evangelista prepar su segunda edicin, introdujo materiales nuevos. Por consiguiente, fue obligado a hacer cambios en el contorno original. Cuando sus discpulos hicieron la ltima redaccin, el plan del evangelio fue alterado una vez ms. El resultado es que mientras se reconoce el plan general fcilmente, la tarea de encajar los detalles es ms difcil. Enfrentado con la confusin aparente dentro de las secciones mayores, algunos expertos de la Biblia proponen una solucin desesperada. Ellos sugieren que, a causa de un accidente, algunas pginas del manuscrito estaban colocadas fuera de su lugar. Entonces, ellos proceden a reestructurar los pasajes en el orden que a ellos les parece mejor. Otros suponen que un discpulo, que no estaba a la altura de su maestro, cambi el orden original. Sin embargo, la tradicin de los manuscritos apoya el orden que tenemos. Estamos seguros en asumir que hay buena razn en el arreglo presente de pasajes, aunque a veces puede ser difcil descubrir. Proponemos el siguiente plan. La introduccin (Jn, 1) Prlogo (Jn 1,1-8) El testimonio a Cristo (Jn 1, 19-51) El Libro de Seales (Jn 2, 1- 12,50) (estructurado en siete episodios) 1. Amor encima del Amor (Jn 2,1 - 4,45) 2. El dador de Vida (Jn 4,46 - 5-47) 3. El pan de Vida (Jn 6, 1-71) 4. Yo Soy (Jn 7,1 8,59) 5. El Juicio por la Luz (Jn 9,1 - 10,39) 6. La Vida Triunfa Encima de la Muerte (Jn 11, 1-54) 7. La Vida a travs de la Muerte (Jn 11,55 12,36) La conclusin al Libro de Seales (Jn 12,3750) El Libro de Gloria (Jn 13,1 20,31) Los Discursos de Despedida (Jn 13 17) Yo Soy el Camino (Jn 13,1 14,31) Yo Soy la Vid Verdadera (Jn 15) Yo he Conquistado el Mundo (Jn 16) Padre, Glorifica a tu Hijo (Jn 17) La Muerte y Resurreccin (Jn 18-20) La Hora (Jn 18-19) Los Discpulos llegan a la Fe (Jn 20) Eplogo: Jess, Pedro y el Discpulo Querido (Jn 21)

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    Si hay una llave al contorno es esta: el evangelio esta compuesto de "seales" y de comentarios sobre las seales. Poniendo simplemente, una "seal" es un acto de Jess (no necesariamente un milagro). Las acciones de Jess se llaman "seales" porque todo lo que l hace es profundamente significativo. El significado de sus hechos, sin embargo, no es obvio inmediatamente. Se necesita algn comentario, alguna explicacin para poder entender su importancia profunda. Por ejemplo, en el primer episodio del Libro de Seales (El Sumamente Nuevo, Jn 2,1 - 4,45): Las seales son: la boda de Cana y la limpieza del Templo; el comentario sobre las seales se proporciona por el dilogo con Nicodemo y el dilogo con la mujer samaritana. Segn el plan que hemos adoptado, por consiguiente, los captulos 2, 3 y 4 forman una unidad compuesta de seales y de comentarios sobre las seales. El evangelista no siempre nos da la seal primero y el comentario despus. A veces vara su mtodo. Por ejemplo, puede tejer seal y comentario juntos en una totalidad dramtica, como en la resurreccin de Lzaro (Jn 11). Pero los dos elementos estn presentes de todos modos. En la segunda mitad del evangelio (El Libro de Gloria, Jn 13-20), el autor pone el comentario primero y despus nos da la seal. En este caso las seales son las acciones perfectas de Jess, su muerte y resurreccin. El significado de esto, el trabajo supremo de Jess, se proporciona por los discursos de despedida en la ltima Cena. Como norma general, por consiguiente, podemos decir que el evangelio se disea para testificar una serie de actos significantes de Jess (las seales) sobre los cuales Jess comenta despus. A lo largo del evangelio el Seor est ensendonos con palabras y hechos. Ntense: Por el motivo de que podemos consagrar slo tres lecciones al evangelio segn San Juan, la distribucin de pasajes en cada leccin no seguir las divisiones ms naturales dentro del evangelio. Leccin 31 tratar de los primeros cuatro captulos, leccin 32 har un comentario sobre selecciones de los captulos 5 al 12, y leccin 33 considerar los captulos 13 a 21. CUESTIONARIO: 1. Indique cuales de las siguientes oraciones son verdaderas y cuales son falsas.

    Si la oracin es verdadera, ponga una V en el espacio que la precede, si es falsa, ponga una F en el espacio que la precede. Las oraciones hablan del Evangelio segn San Juan.

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    ___ a. Las parbolas familiares en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas tambin se encuentran en el evangelio de Juan. ___ b. El evangelio de Juan se form durante un tiempo de ms o menos unos cincuenta aos. ___ c. No existe similitud alguna entre el Cuarto Evangelio y los otros tres. ___ d. El autor del Cuarto Evangelio tuvo poco o nada que hacer con la formacin de las tradiciones que son sujeto de su evangelio. ___ e. El autor del Cuarto Evangelio se esfuerza en mantener oculta su identidad. ___ f. El autor del Cuarto Evangelio es probablemente el discpulo amado mencionado en el evangelio. ___ g. En el Cuarto Evangelio se mantiene un acercamiento entre Cristo, a la Iglesia y al discipulado que es nico. ___ h. Juan y los dems discpulos entienden quien era Jess solo despus del envo del Espritu Santo. 2. Escoja cual de los siguientes fragmentos mejor describe el primero y ms

    importante propsito del Cuarto Evangelio.

    a. Proclamar el hecho de que Jess es verdaderamente humano. b. Proclamar el hecho de que Jess es verdaderamente divino. c. Proclamar la verdad acerca de Jess a diferentes grupos que se han

    convertido al cristianismo. d. Proclamar la verdad que la Iglesia est inspirada por el Espritu Santo

    3. Cual de las siguientes oraciones describe mejor la metodologa empleada por

    el evangelista para proclamar a Cristo a los variados grupos de su Iglesia?

    a. Record e inform las palabras y hechos propios de Cristo. b. Utiliz smbolos e imagines a los que los grupos se aferraban. c. Prest de los otros evangelios solo las tradiciones conocidas para los varios

    grupos. d. Utilizo imgenes veterotestamentarios que tuvieron sentido para todo el

    mundo. 2. INTRODUCCION AL EVANGELIO SEGN SAN JUAN

    (Juan 1,1 al 1,51) OBJETIVO DE ESTA SECCIN: Describir el significado y contexto de las expresiones "el Verbo", "el Verbo se hizo carne, "Cordero de Dios" y de la

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    declaracin de Jess, "Ustedes vern los cielos abiertos y los ngeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre" (Jn 1,51). La introduccin de Juan est compuesta del Prlogo (Jn 1,1-18) y el Testimonio (Jn 1, 19-51). El Prlogo es un poema majestuoso que identifica a Jesucristo como el Verbo eterno, Dios, el nico Hijo, que se hizo carne. El Testimonio nos presenta los testigos principales de Cristo: Juan el Bautista y los apstoles quienes lo proclaman bajo varios ttulos. La introduccin concluye con Jess declarndose el Hijo del Hombre quien vino a unir cielo y tierra (Jn 1,51). En su introduccin Juan logra lo que los otros evangelistas hacen en la suya. Por sus Narrativas de la Infancia y sus cuentas del Bautista y las tentaciones de Jess, Mateo y Lucas proclaman a Jess como el cumplimiento del Antiguo Testamento, el Hijo de Dios e hijo de Mara que es vencedor sobre el pecado y sobre Satans y el salvador del mundo. Juan hace lo mismo y ms. El primer captulo de Juan es an ms parecido a la introduccin de Marcos (comprese, por ejemplo, Mc 1,1 con Jn 1,1; Mc 1,10.11.15 con Jn 1,33.49.51). Juan es distinto de los otros principalmente en la claridad y la intensidad de su proclamacin sobre la divinidad de Cristo. Tambin est distinto en el punto con que l empieza. Marcos abre con el ministerio de Juan el Bautista; Mateo y Lucas con los eventos que preceden el nacimiento de Jess. Aunque los tres sealan al Antiguo Testamento como el principio de la Buena Nueva. Mateo nos lleva por nuestros antepasados hasta llegar a Abraham (Mt 1,1s). Lucas nos lleva hasta la creacin de Adn (Lc3,38). Juan, sin embargo, nos lleva ms all del Bautista, ms all del nacimiento de Cristo, ms all del padre de todo Israel, incluso ms all de la primera luz de la creacin hasta llegar a la presencia eterna de Dios. Aqu, nos dice, es donde comienza la Buena Nueva (Jn 1,1). EL PRLOGO (Jn 1, 1-18) El poema describe un gran movimiento desde Dios hacia la tierra y de vuelta a Dios de nuevo. En sus primeras lneas nos encontramos en la dimensin de Dios mismo, "En el principio era el Verbo; y frente a Dios era el Verbo" (Jn 1,1) Gradualmente descendemos a un punto dentro del tiempo y el espacio, "y el Verbo se hizo carne, y habit entre nosotros." (Jn 1,14) Luego, una vez ms, estamos llevados a la presencia de Dios, "A Dios nadie lo ha visto jams; pero est el Hijo,

    el nico, en el seno del Padre: El lo dio a conocer " (Jn 1,18) El evangelista emplea una tcnica de composicin hebrea absolutamente acomodada al movimiento del Prlogo. Esta tcnica se llama el "cercamiento." Se usa para asegurar que el fin de una composicin corresponde a su principio. Las

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    primeras y ltimas lneas se hacen eco la una a la otra y se iluminan mutuamente. As, en el Prlogo hay que leer los primeros versculos a la luz de los ltimos: "el Verbo era frente a Dios del versculo 1 se empareja por "el nico Hijo, en el seno del Padre del versculo 18. Las lneas de apertura pueden entenderse ahora como la enseanza: En el principio era el Hijo; el Hijo estaba en la presencia del Padre, y el Hijo era Dios. Por consiguiente, el Verbo es "Dios, el Hijo nico que se hizo carne en Jesucristo (Jn 1,17). "En el principio... " Estas palabras se toman de la primera lnea de la Biblia. Tanto en Gnesis (Gn 1,1) como en el Prlogo de Juan, estamos frente a la obra de la creacin. Por ende, la frase se refiere a ese presente eterno antes de que algo se creara. "... era el Verbo". El Verbo simplemente "era." El Verbo no fue creado, sino existe como Dios existe, fuera del tiempo. Por qu se da al Hijo el ttulo "Verbo? Pueden ofrecerse dos razones generales. Primero, porque el ttulo oportunamente describi el ministerio entero de Jess, el Hijo Encarnado de Dios. Segundo, porque lleva un significado que es parte de la experiencia diaria familiar. Las dos razones se apoyan mutuamente. En la ltima lnea del Prlogo el evangelista nos da un resumen del trabajo de Jess: "A Dios nadie lo ha visto jams; pero est el Hijo, el nico quin lo dio a conocer." En todo lo que dijo e hizo Cristo, el Padre se revel. La funcin de Cristo entonces, era revelar, y sta es la funcin cotidiana reconocida en palabras. En la experiencia cotidiana usamos palabras para revelar nuestros pensamientos y sentimientos. Por intermedio de palabras nos comunicamos unos con otros. Juan razona que, en su ministerio terrenal, el Hijo fue revelado como la expresin ms perfecta del Padre que la humanidad poda tener, y esto slo era posible porque en su preexistencia eterna el Hijo era ya la expresin plena del Padre. As el evangelista nos lleva audazmente desde Jess de Nazart a la vida interna de Dios. All, dentro de Dios, el Padre es Dios que habla y el Hijo es Dios hablado. Desde toda la eternidad el Padre se expresa, y la auto-expresin del padre es el Verbo. El Hijo es el Verbo, porque l es la expresin de Dios, l es la auto-comunicacin de Dios. Ahora Juan contina su exposicin inspiradora de la vida interna de Dios. (l no nos ha dado todava indicador alguno de la posibilidad de que la Palabra pudiera llegar a ser uno de nosotros.) "Y frente a Dios (el Padre) era el Verbo." Esta lnea establece la distincin entre el Padre y el Hijo. El Padre es un "ser" distinto (la persona) y como el Verbo es la expresin perfecta del Padre, el Verbo tambin debe ser un "ser" distinto.

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    "Y el Verbo era Dios." Si el Verbo es la expresin total y completa del Padre, entonces el Verbo es igual al Padre. Ambos son Dios, pero Dios sigue siendo uno3. "l estaba frente a Dios (Padre) en el principio." Esta lnea reafirma la distincin entre el Padre y el Hijo. El Hijo no es el Padre; ellos no tienen una identidad. La frase "l estaba frente a" expresa armona y comunicacin, pero aclara que los Dos no son en cierto modo uno de manera que les robe su identidad separada. No podemos comentar ms a estas alturas sobre los primeros versculos del Prlogo sin correr el riesgo de malinterpretar la intencin del evangelista. Su inters no est en la especulacin sobre la vida interna de Dios. Piensa en una sola cosa: proclamar a Jesucristo. Si l habla en absoluto de la vida interna misteriosa de Dios, lo hace slo para ensearnos que el Verbo, que era eternamente con Dios, entr en nuestra historia en Jesucristo. Y es por medio de Jess que el Padre se revela totalmente a nosotros. Lo que importa ms para el evangelista es lo que el ttulo Verbo, o sea, "Palabra" ensea sobre las acciones de Dios hacia nosotros, sus criaturas. Para entender este ttulo con ms claridad, veremos ms adelante el significado y propsito de "palabras" en nuestra experiencia humana, aplicando lo que podamos aprender al Verbo divino. En el entendimiento comn una palabra es una parte de un discurso, un sonido pronunciado para comunicar un significado. Claro que nos podemos comunicar por otros medios, por seales que saltan de la naturaleza (los gemidos, las risas, los suspiros) y por las seales que la sociedad se pone de acuerdo (las banderas, los semforos, los gestos). Pero la palabra es distinta de todos stos. Una palabra es un sonido de la voz viviente que lleva un pensamiento. El significado de una palabra se lleva por la calidad del sonido (fuerte, suave, spero, manso) y por la idea expresada. Entonces, por su misma naturaleza la palabra es algo muy cerca de nosotros, pues comparte nuestra vida entera porque comunica el sentimiento, pensamiento, corazn y mente. Cuando decimos una palabra nos estamos enviando a nosotros mismo adelante, porque estamos revelndonos, lo que pensamos y lo que sentimos. Se puede considerar esto slo como una verdad si nuestras palabras son verdicas; si ellas son fieles a lo que hay en nuestros corazones y mentes. Porque la palabra puede ser abusada, hecha para ocultar, puede desencaminar, herir o matar, en lugar de revelar, guiar y reunir a las personas en la comprensin mutua.

    3 El evangelista no contempla que esos versculos sean una oracin completa sobre el misterio de la Santa Trinidad. Aclarar, ms luego en el Evangelio, su entendimiento de que el Espritu es este amor que brota de y une el Padre con el Hijo y a quien ellos envan para que la humanidad sea unida con ellos. Hubo un cierto tiempo entre la redaccin del Cuarto Evangelio y el momento en el cual la Iglesia pudo elaborar con claridad el misterio grande de tres personas en un solo Dios. El hecho de poder hacerlo es, en buena medida, debido al Evangelio de Juan.

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    De hecho, slo los amantes saben el significado pleno y el propsito de las palabras. La palabra auto-revelndose de uno de los amantes siempre es un regalo de s mismo que pide ser aceptado por el ser querido. As, el propsito de dichas palabras no es simplemente informar, sino unir al amante y al querido. Palabras verdaderas son luz (se revelan) y vida (impartan la vida de uno al querido). En resumidas cuentas, las palabras son actos de auto-revelacin y entrega de s a travs de las cules el uno entra en comunin con el otro. Con estos pensamientos en la mente podemos decir que el Padre es el que ama, nosotros, sus criaturas, somos los amados, y la Palabra es la auto-revelacin y entrega del Padre en s, a travs de quien nos une a l. Todo hecho a travs del Verbo tiene la calidad de revelacin de Dios y tiene como propsito su unin con Dios. Por ejemplo, como el universo fue hecho a travs del Verbo, el universo revela algo de Dios y su destino es ser unido a Dios. Cada acto que Dios realiza a travs del Verbo es, por ende, un acto de amor. En efecto, el Prlogo es una historia potica de estos actos que el evangelista describe como amor aadido al amor, o sea, el amor encima del amor "en una sucesin de gracias y favores" (Jn 1,16). En lenguaje es tan simple como profundo el poema habla de la creacin del universo y la humanidad (Jn 1,3s), la oferta de Dios de la vida eterna (Jn 1,4ss), la formacin de su Pueblo ("los suyos" Jn 1,11), y todo esto se lleva a cabo y se cumple en la unin perfecta lograda en la Encarnacin (Jn 1,14) y continuada en la Iglesia (el "nosotros" de Jn 1,14.16). Desde el principio de la historia humana, sin embargo, la oscuridad (el pecado) lucha contra la aceptacin del Verbo, pero no puede superar la luz de Dios. Lectura: JUAN 1, 1-18 La palabra y el universo (Jn 1,1-3). La primera lnea del prlogo nos recuerda las palabras de apertura de la Biblia: "Al principio Dios cre el cielo y la tierra." (Gn 1,1) En Gnesis se introduce cada acto de creacin con la frase, "Dijo Dios: haya " Dios habl y todas las cosas llegaron a ser. Por esto las escrituras pueden decir "por su palabra" que el universo era hecho (vase Sal 33,6; Sab 9,1). Para el evangelista esta expresin no es simplemente una coincidencia feliz, sino tambin una profeca de la verdad plena que se hizo conocida en Jesucristo: cuando Dios cre, era por intermedio de su Hijo, el Verbo: "Por l se hizo todo y nada lleg a ser sin l." (Jn 1,3) Como era hecho a travs del Verbo, el universo en toda su bondad (Gn 1, 9.12.18.21.25.31) revela algo de la gloria de Dios y se destina para la unin con l. Toda la armona, el orden y la belleza de la creacin hablan tanto del Padre como del Hijo, a travs de quien todo era hecho y por quien se sostiene. La Palabra y la humanidad (Jn 1,4.5.9.10). Gnesis nos dice que Dios hizo a "Adn" (la humanidad), varn y mujer, a su propia imagen y semejanza (Gn 1,26ss). Ms que cualquiera otra criatura terrenal, el ser humano expresa a Dios. De una manera especial, por consiguiente, la persona humana est estampada con la

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    Palabra que es la expresin plena de Dios. La naturaleza humana en s revela a su Fabricante y se destina para la unin con l. Dios nos ofreci la unin con l cuando l permiti a nuestros antepasados comer del rbol de la Vida (Gn 2,9.16). A travs del Verbo l les dio la vida natural y a travs del Verbo les ofreci una porcin de su propia vida divina: "Lo que lleg a ser en l era la vida." As, la persona humana est formada de tal profundidad por el Verbo que con l se destina para la comunin con el Padre que nada menos de esto lo dejar satisfecho. Aunque, debido al pecado, la persona humana perdi el acceso a la unin con Dios, no perdi el anhelo por ella, no perdi su potencial para ella. Encontramos este anhelo expresado en cada cultura y religin, est como una luz puesta profundamente en nuestra naturaleza por el Verbo que es luz y vida: "Y para la humanidad esta vida es la luz."(Jn 1,4) La oscuridad (Satans, la serpiente de Gn 3), intent terminar con esta luz. Mientras la oscuridad tuvo xito en desterrar a la humanidad del jardn y excluirla de las frutas del rbol de la Vida (Gen 1,23s), fue finalmente y totalmente derrotado. Dios prometi que la semilla de la mujer aplastara la cabeza de la serpiente (Gen 3,15); la vida y luz triunfaran a travs del Verbo hecho carne: "La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no pudieron vencer la luz.4 (Jn 1,5) Pero la oscuridad tiene sus victorias. El pecado puede producir una noche tan oscura, que nadie puede ver la luz de Dios en la belleza del universo y la grandeza de la humanidad. La oscuridad puede adelantarse a los individuos e incluso a las sociedades enteras. San Pablo rie a los romanos por no reconocer a Dios a travs de las cosas que Dios hizo (Rom 1, 18-32); San Juan ira ms all: al fracasar en el intento de conocer a Dios a travs de las cosas creadas, la humanidad se vuelve incapaz de reconocer el Verbo por quien todas las cosas se haban hecho: "Ya estaba en el mundo y por l se hizo el mundo, pero este mundo no lo conoci."(Jn 1,10) Ntense: Muchos expertos en la Biblia interpretan los versculos 9 al 13 como ya refirindose al ministerio de Jess, el Verbo hecho carne. Mientras sta es una interpretacin vlida, nosotros hemos escogido seguir una opinin diferente, tambin sostenido por los comentaristas competentes. Aplicamos estos versculos a las actividades del Verbo en la humanidad a travs de la creacin (Jn 1,10), y luego entre el Pueblo de Dios en el Antiguo Testamento (Jn 1, 11-13), culminando en la Encarnacin del Verbo (Jn 1,14a). Esta vista tiene la ventaja de sealar una

    4 Esta interpretacin de vida y luz se apoya en el Libro del Apocalipsis, de mano del mismo autor del Cuarto Evangelio. All se encuentra que el rbol de la Vida es un smbolo de la vida entregada por Jess (Ap 22,2). Tambin vemos que los discpulos de Juan relacionaron la victoria de Jess al cumplimiento de la promesa hecha en Gn 3,15 (vase Ap. Captulo 12).

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    progresin histrica en el prlogo. Pero el prlogo es una poesa extraordinaria y por consiguiente se abre a varias interpretaciones. La Palabra y el Pueblo de Dios (Jn 1,11-13). Por su Palabra, Dios llam a Abraham para que sea el padre de su Pueblo. Por el Verbo, Dios actu para salvar a su Pueblo cuando era esclavo en Egipto: "Cuando un silencio apacible envolva todas las cosas, y la noche estaba en mitad de su carrera, tu Palabra omnipotente baj del trono real; como guerrero implacable, cay en medio de ese pas condenado a la destruccin, llevando como aguda espada tu orden irrevocable". (Sab 18,14s) Era por su Palabra proferida a Moiss que Dios hizo una Alianza con su Pueblo (Ex 19,3ss). Al revelar su voluntad a ellos, Dios actu a travs de su Hijo, la Palabra. Plant tan profundamente su ley dentro de ellos que nadie necesit preguntar quin ira por el mar o por el cielo para encontrarla: "No", Moiss dijo, "mi Palabra ha llegado muy cerca de ti; ya est en tu boca y en tu corazn, para que la pongas en prctica."(Dt 30,14) Al enviar a los profetas para revelar su voluntad, Dios actu de nuevo a travs de su Hijo. La "Palabra del Seor" que ellos proclamaron, se anunci a travs de la Palabra eterna. Y para que Dios pudiera decir, "Como baja la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven all sin haber empapado y fecundado la tierra y haberla hecho germinar, dando la simiente para sembrar y el pan para comer, as ser la Palabra que salga de mi boca. No volver a m sin haber hecho lo que yo quera, y haber llevado a cabo su misin." (Is 55,10s) A Juan, stos y muchos otros pasajes del Antiguo Testamento ensea que Dios estaba actuando a travs de su Hijo a lo largo de la historia de su Pueblo escogido. Y as, incluso antes de la llegada de la Encarnacin del Verbo a su propio Pueblo: "Vino a su propia casa" (Jn 1, 11a). Tan cierto como que Dios actu a travs de su Hijo, el Pueblo se rebel, negndose a cumplir la Alianza, rompiendo su Ley, rechazando a sus profetas: "Y los suyos no lo recibieron." (Jn 1, 11b) (El modelo de rechazo era fijo y sera repetido inevitablemente, y con una vehemencia aun mayor, cuando la Palabra se hizo carne.) Alegremente, la rebelin no era la contestacin de todo el Pueblo de Dios. Muchos, en cada generacin, aceptaron la revelacin de Dios, y, al hacerlo, aceptaron tambin al Verbo. Estos sirvientes fieles fueron autorizados para llegar a ser miembros de la familia de Dios de verdad: "Pero a todos los que lo recibieron, les concedi ser hijos e hijas de Dios. (Jn 1, 12) Para ser hijos e hijas de Dios, no era suficiente ser descendiente del linaje de Abraham; no era por cualquier proceso normal de nacimiento humano que uno vino a compartir la vida de Dios: "Estos son los que creen en su Nombre, pues aqu se nace sin unin fsica, ni deseo carnal, ni querer del ser humano: stos han nacido de Dios." (Jn 1,12s) A travs del Verbo todos los santos del Antiguo Testamento llegaron a la unin con Dios. En la medida en que ellos aceptaron la revelacin de Dios, aceptaron tambin su Palabra. As Jess pudo decir que Abraham se regocij cuando l lo vio. (Jn 8,56)

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    La Palabra y el nuevo Pueblo de Dios (Jn 1, 14-16). Finalmente, Juan anuncia el logro de lo que el Padre quiso desde el principio. Proclama el triunfo sobre la oscuridad. "Y el Verbo se hizo carne" (Jn 1,14). Hay que dar a cada palabra su peso pleno. "El Verbo", o sea, la Palabra, es el Hijo eterno, igual al Padre. A travs de la Palabra y por la Palabra todo era hecho. Por la Palabra, Abraham era llamado, la Alianza era hecha, los profetas hablaron. La "carne" es humana, la humanidad nace para morir. La palabra carne hace pensar en la mortalidad, la variabilidad. "Toda carne es hierba ... se marchita... se seca" (Is 40,6s). El misterio de la Encarnacin es esto: el Verbo todopoderoso, inmutable, eterno, se hace carne, dbil, cambiable, mortal. El uso del verbo "hacer" es especialmente importante. Juan no dice que el Verbo "asumi, o "particip", o "acept" la carne. Utiliza deliberadamente el verbo "hacer" para representar un acto mucho ms profundo y completamente irreversible. El Verbo se identifica tanto con la persona de Jess que ya no hay ningn posibilidad de separarlos. Uno es el otro. El Verbo es ahora y para siempre el Hijo del Hombre. Ni siquiera en la muerte hay separacin, mucho menos en la ascensin al Padre. No, el Verbo ya no podra dejar su humanidad detrs. As, el Nio de Mara es ahora y ser para siempre igual al Padre, "sentado a su derecha." Juan comprendi que la frase, "El Verbo se hizo carne podra entenderse mal; que algunos podran interpretarlo como que en Jess el Verbo dej de ser Dios. En una de las lneas ms extraordinarias de su poema, el evangelista se asegura de que nosotros nunca entremos en tal error. (Desgraciadamente, nuestra traduccin no puede hacer su significado inmediatamente claro.) Esto es lo que dice: "Y habit entre nosotros" (Jn 1,14b). Literalmente, se lee: "Y tir su tienda (el tabernculo) entre nosotros." sta es una alusin a la Tienda de las Citas divinas5 y al Templo que eran la morada de Dios en la tierra. Ahora es Jess, nacido de una mujer, quien ha llegado a ser el nuevo y permanente lugar de la morada de Dios, el nico lugar de encuentro entre Dios y la humanidad. Como la gloria de Dios llen la Tienda de Citas divinas y el Templo de Salomn (Ex 40,34s; 1 Re 8, 10ss), as la gloria de Dios penetra por completo a Jess. El que ve a Jess como el Verbo hecho carne, mira la gloria de Dios. Y por qu la gloria de Dios se ha manifestado en Cristo? Es el amor perpetuo del Padre revelado en la muerte y resurreccin de su nico Hijo: "Y nosotros hemos visto su gloria, la que corresponde al Hijo nico enviado del Padre, y lleno con un amor sin limites6. (Jn 5 La Tienda de las Citas divinas fue el primer Templo de Dios en medio de su Pueblo. 6 Los versculos 14, 16 y 17 contienen palabras normalmente traducidas como gracia y verdad. Como la primera palabra (charis en griego) representa la palabra hebraica hesed, que quiere decir amor, o misericordia, est mejor traducido como amor. La segunda palabra (aletheia en griego) est traducida normalmente como verdad. Representa la palabra hebraica emet , que quiere decir fidelidad, o constancia. Las dos palabras hebraicas se encuentran frecuentemente juntas en el Antiguo Testamento como una expresin del amor fiel y constante de Dios (ej. x 34,6). En Juan 1, 14e y 17 las palabras griegas correspondientes ocurren juntas y debe ser traducidas como amor fiel o amor constante o algo semejante.

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    1,14). La palabra "nosotros" se refiere a los testigos apostlicos que dan testimonio de a la vida, muerte y resurreccin de Jess. stos son los fundadores del nuevo Pueblo de Dios cuyo Templo es el cuerpo de Jess resucitado de entre los muertos. El nuevo Templo no es una cosa aparte, fuera de sus adoradores como si fuera un edificio que uno podra entrar y salir. El Seor resucitado est como una vid cuyas ramas son sus miembros (Jn 15,1ss); El templo y los adoradores ya son uno. El Prlogo hace referencia explcita a Juan el Bautista por dos veces. Segn nuestra interpretacin, la primera mencin (Jn 1, 6-8) es simblica. Juan representa a los judos, el Pueblo Escogido de Dios. As como la salvacin para todo el Pueblo es por los judos (Jn 4,22), as el papel de Juan como testigo es traer a todo el mundo al Salvador (Jn 1,7). Pero ni Juan el Bautista ni la nacin que l representa son la Luz plena. (Jn 1,8) Slo Cristo es la verdadera luz. En este evangelio es por Juan el Bautista que los fundadores de la Iglesia llegan a Jess, y es a travs de ellos que en el futuro todos los dems entran en el Cuerpo de Cristo. No puede separarse la estima alta dada a Juan Bautista de la posicin privilegiada de los judos en el plan de Dios. En la segunda mencin de Juan el Bautista (Jn 1,15) se refiere explcitamente a su ministerio. Pero an aqu su testimonio es una declaracin de lo que el Pueblo de Dios, despus de or el evangelio, deben haber podido descubrir por sus sagrados libros. Juan el Bautista habla para los judos que han llegado a la plenitud de la fe cuando l proclama la preexistencia del Hijo, el Verbo a travs de quien todo era hecho: "era antes que yo". (Jn 1,15) Todo el amor, toda la vida, toda la luz de Dios estn presentes en Jess, el Verbo hecho carne. Por su resurreccin, es decir, por su entrada como ser humano en el Reino de Dios su plenitud es ahora la nuestra para compartir: " Esa plenitud suya es de la que todos recibimos". (Jn 1,16a) An ahora en esta tierra la vida, luz y el amor de Dios que est en el Seor Jess nos pertenece a nosotros como los miembros de su nuevo Pueblo. Era el amor de Dios que la humanidad busc a travs de Moiss y la Ley. Ahora su amor se ha dado totalmente en Jess. Desde que todo el amor del Padre se ha dado en Cristo, nadie debe descansar satisfecho con los actos menores de amor de parte de Dios, sea su auto-revelacin en la creacin o a travs de la Ley. El ms grande de todos los dones ha reemplazado al menor: "Amor encima del amor". (Jn 1,16c) Hemos dejado al ltimo los pasajes ms grandes del Antiguo Testamento, aquellos que forman el fondo para el Prlogo. stos son los poemas magnficos de la Sabidura divina. Con slo los cambios ms ligeros, stos pueden verse como las proclamaciones de la Palabra divina. Como ya hemos hecho un comentario sobre cada uno de estos textos en las lecciones anteriores, y como no tenemos mucho espacio que nos quede en esta leccin, tenemos que limitarnos en darles las referencias a los pasajes mencionados y a nuestro comentario sobre ellos, dejndoles la tarea agradable de meditar en ellos ustedes mismos. El tiempo

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    gastado en estos textos se premiar generosamente, pues, a lo largo del evangelio Juan describe a Jess en trminos de la sabidura divina. De hecho, muchos de los discursos de Jess son los estampados de los discursos de Sabidura. Los pasajes principales son los siguientes: Proverbios 8,22-31 (tambin 8, 32-36; 9, 1-6), Leccin 17, pgina 4s, Sircides 24, 1-23, Leccin 18, pgina 25s, Sabidura 7,22 -8,1 (tambin 8,2-16; 9,1-18), Leccin 19, pgina 25s, EL TESTIMONIO: (Juan 1, 19-51) La segunda parte de la introduccin consiste en una serie de testimonios sobre Cristo dado por Juan el Bautista y luego por los primeros discpulos. Con Pedro entre ellos como la "piedra", stos llegarn a ser los miembros fundadores del nuevo Pueblo de Dios. Juan construye el pasaje en cuatro secciones, cada uno marcado por un nuevo da. (Jn 1, 19.29.35.43) En el primer da (Jn 1,19-28) Juan el Bautista vehementemente niega ser el Mesas y habla de una manera general de quien est por venir. En el segundo da (Jn 1, 19-34) Juan seala a Jess y lo identifica como el Cordero de Dios, quien existi antes de l, l en quien el Espritu descansa, el Escogido. En el tercer da (Jn 1, 35-42) Juan el Bautista instruye a sus discpulos seguir a Jess. Ellos siguen a Jess y se quedan con l. Despus de estar con Jess, ellos empiezan a reclutar a otros discpulos. Finalmente, en el ltimo da de los cuatro (Jn 1, 43-51), el propio Jess llama a los discpulos para seguirlo. En las dos ltimas secciones se dan ms testimonios de Jess: l es el gran Maestro (Rabino), el Mesas, el Uno descrito en la Ley de Moiss, el Hijo de Dios, el Rey de Israel. La introduccin entera llega a su punto culminante por el propio testimonio de Jess sobre su persona: l es el Hijo del Hombre que une el cielo y la tierra, Dios y la humanidad. (Jn 1, 51) En este pasaje Juan teje un solo cuadro del material que, en los otros evangelios, se presenta en escenas separadas. El testimonio teje en una narrativa lo que Marcos, por ejemplo, presenta en una serie de episodios: el Bautismo de Jess, la proclamacin inicial del Reino, la llamada de los primeros discpulos. (Mc 1, 9-20) Dos puntos finales antes de leer el testimonio: primero, el evangelista a veces hace que las personas digan mucho ms de lo que ellos mismos conscientemente haban pensado decir cuando hablaron. Por ejemplo, el sumo sacerdote Caifs (Jn 11,49ss), sin comprender el sentido profundo de sus palabras, profetiza el efecto de la crucifixin de Jess. De manera semejante, Juan el Bautista y Natanael, en el pasaje que usted est a punto de leer, usan palabras que tienen un significando mucho ms profundo de lo que ellos, posiblemente, pudieron haber pensado, al

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    menos en el principio del ministerio de Jess. Diciendo, por ejemplo, que Jess "exista antes que yo", quizs Juan el Bautista solo habra querido decir histricamente, que ese Jess es el profeta antiguo Elas, que se esperaba volvera para introducir el fin del tiempo; pero sus palabras asumen un sentido mucho ms profunda porque ellos expresan la verdad que la persona de Jess existi antes que toda la creacin. Natanael podran haber pensado dar a Jess simplemente un ttulo de honor valorado por cada Israelita, cuando l llam a Jess "Hijo de Dios" "; pero para el evangelista y sus lectores, sta es la declaracin de la divinidad de Cristo. El segundo punto trata del discipulado: el evangelista ensea que el discipulado genuino consiste en ms que una simple obediencia a Jess o conformidad a la conducta que l ordena. El discpulo est invitado a "venir y ver"; venir a Jess y quedarse con l, y para que vea en l al Hijo del Hombre y al Hijo de Dios que une a Dios y la humanidad. Lectura: JUAN 1, 19-51 "Cordero de Dios." Qu podra haber pensado Juan el Bautista con este ttulo? En los siglos inmediatamente antes de la venida de Cristo, muchos libros eran escritos sobre el fin del tiempo (vase Leccin 19, pgina 29). Aunque nuca formaron parte de la Sagrada Escritura, estos libros eran muy populares en Palestina. Uno de stos (el Libro de Henoc) es un tipo de fbula en que los animales son los actores principales llevando a cabo la historia hasta el fin del mundo. En el juicio final, segn este libro, un cordero aparece cuyo papel es destruir todo el mal en la tierra. El Libro de Apocalipsis alude a este cordero y lo identifica con Jess que, por su muerte y resurreccin, triunfa sobre el mal (Ap 7,17; Ap 12,11). Juan el Bautista posiblemente estaba identificando a Jess con este cordero triunfante de la literatura popular. (En Mateo 3,12 aunque no se menciona el cordero directamente, Juan el Bautista asigna a Jess muchos de los mismos atributos del cordero simblico.) El evangelista, sin embargo, desea que veamos mucho ms en el ttulo. Jess es primero el Cordero de Dios porque l es el Sirviente del Seor que asume los pecados del mundo y est llevado como un cordero a la matanza (Is 52,13 53,12). Jess es el Cordero de Dios, tambin porque es el cumplimiento de todo lo simbolizaba el cordero pascual. Como fue que por la sangre del cordero los Israelitas fueron salvados de la ira de Dios que se apoder de Egipto (Ex 12, 21ss), as es tambin que por la sangre de Cristo la humanidad se salva del juicio de Dios. Como era por el acto de comer el cordero pascual que el Pueblo particip en su liberacin de la muerte en Egipto, as, es por el compartir de la "carne" del Cordero de Dios que la humanidad se libra de la muerte y entra en la vida eterna (Jn 6,52ss). Juan escribe tan sutilmente y describe la primera reunin con Andrs, Pedro y los otros tan naturalmente que es probable que podamos pasar por alto el hecho de

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    que l es presentando a Jess como la Sabidura divina7. Los escritores del Antiguo Testamento ensearon que esa sabidura slo se encuentra en aqullos que la "buscan (Sab 6,12). Jess les pregunta a los dos discpulos, "Qu buscan?" (Jn 1,38) La persona sabia tambin urge a que uno no slo debe estudiar la Sabidura sino debe "vivir en la misma casa" con ella (Sab 7,28). Los discpulos le preguntan a Jess, "Rabino, dnde vives?" (Jn 1,38) Y cuando Jess contesta, "vengan y vern" (Jn 1,39), ellos se "quedaron con l" (Jn 1,39s). La Sabidura se encuentra con aqullos que la buscan (Sab 6,12). Andrs declara alegremente, "Hemos encontrado al Mesas"(Jn 1:41). La sabidura se permite ser vista por aqullos que la aman (Sab 6,12). Jess promete a sus discpulos, "ustedes vern" (Jn 1:51). La visin que Jess promete a los apstoles es que ellos "vern los cielos abiertos y los ngeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre." (Jn 1, 51) (Para la frase, "el cielo abierto", vase Leccin 21, pgina 9). Los apstoles son los fundadores del nuevo Israel, el Nuevo Pueblo de Dios. Jacob (Israel), al padre de las 12 tribus del Antiguo Israel, fue concedida una visin de una escalera que llegaba a Dios y en la cual los ngeles subieron y bajaron (Gn 28, 10-22: vase Leccin 2, pgina 16). Se dar a los "padres" del Nuevo Israel una visin mucho mayor. Ellos vern a Jess como la "escalera que une el cielo y la tierra, Dios con la humanidad. (El movimiento de los ngeles indica la libertad del acceso directo a Dios que Jess hace posible). Como la visin original concedido a Jacob tuvo lugar en Betel, "la casa de Dios... la puerta del Cielo" (Gn 28,17), el evangelista tambin podra estar sugiriendo que Jess es el nuevo Templo, la verdadera morada de Dios en la tierra y la nica entrada al cielo (una idea ya sugerido en Jn 1,14b. y qu se har explcita en 2,13 - 22). CUESTIONARIO: 4. Indique cuales de las siguientes oraciones son verdaderas y cuales son falsas.

    Si la oracin es verdadera, ponga una V en el espacio que la precede, si es falsa, ponga una F en el espacio que la precede. Las oraciones hablan de las expresiones el Verbo, cordero de Dios, y ustedes vern los cielos abiertos tomadas del captulo 1 del Cuarto Evangelio

    7 El Libro de Sabidura captulo 6, versculos 12 al 20 son especialmente importantes como fundamento para esta seccin.

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    ___ a. el Verbo es un ttulo bueno para el Hijo de Dios porque l revela al Padre y nos une con el Padre. ___ b. Los profetas y los autores de Sabidura se refieren al Mesas como el Verbo ___ c. El Verbo fue creado por el Padre. ___ d. Todo lo que hay fue creado por el Verbo y revela algo de la gloria de Dios. ___ e. El Verbo era un Ser distinto antes de hacerse carne en la persona de Jess. ___ f. La carne es una manera cruda de decir mortal ___ g. Cuando el Verbo se hizo carne dej de ser Dios. ___ h. El cordero de Dios es un ttulo bueno para Cristo porque l es el cordero pascual que derram su sangre y permite que su carne sea comida que salva a la humanidad del juicio de Dios. ___ i. Jess prometi a los apstoles la misma visin que recibi Jacob. 3. AMOR ENCIMA DEL AMOR (Juan 2,1 al 4,42) OBJETIVO DE ESTA SECCIN: Describir lo que significan las palabras seal, hora, gloria, levantar en alto, ver, y los judos, y describir como Jess termina con toda religin y se pone a s mismo como reemplazo de toda forma de culto (Juan 2, 1 4, 42) El evangelista concluye su versin del evangelio con las palabras, "Muchas otras seales milagrosas hizo Jess en presencia de sus discpulos, que no estn escritas en este libro (Jn 20,30). Para Juan todo lo que hizo Jess tuvo la calidad de una "seal." Usa esta palabra principalmente en la primera seccin de su libro (Jn 2,11.18.23; Jn 3,2; Jn 4,48.54; Jn 6,2.14.26.30; Jn 7,31; Jn 9,16; Jn 11,47). Es por el uso frecuente de la palabra seal en los captulos 2 al 12, que muchos de los comentaristas titulan estos captulos el Libro de Seales. Qu quiere decir el evangelista por una "seal?" Primeramente, como en el idioma ordinario, una seal es algo que se puede ver, or o tocar, o sea, algo que puede percibirse por los sentidos. Secundariamente, de nuevo, en el uso ordinario, una seal apunta a, o revela algo fuera de s mismo. Por ejemplo, la Limpieza del Templo es una seal porque es un hecho visible, y uno que apunta a una realidad mayor, la muerte y resurreccin de Jess por lo cual llega a ser el nuevo Templo. Pero todava hay significados ms profundos que se atribuyen a la palabra "seal." Juan ha tomado la palabra del Antiguo Testamento dnde, repetidas veces, las acciones de Dios en nombre de su Pueblo se llaman "seales" o "seales y maravillas" (ej. Ex 7,3; Ex 10,1; Nm 14,22; Dt 6,22; Dt 7,19; Sab 8,8; Sab 10,16). Todos los hechos de Dios eran las seales de su fuerza, seales de su amor poderoso. Por ejemplo, el xodo era un evento visible--cualquiera podra ver a los Egipcios muertos en la orilla y podra observar a los Israelitas caminando a la

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    libertad. Como una seal este evento apunt a, o revel a Dios el Salvador y su poder. De la misma manera, el regalo de man en el desierto era una seal del cuidado paternal de Dios. Ahora todas estas seales fueron dadas por Dios en el perodo antes de Cristo. Precedieron el acto de Dios ms grande y la seal ms perfecta de su poder salvador - la muerte y resurreccin de Jess. La seal ms perfecta efectuada por Dios es la muerte y resurreccin de Jess, porque a travs de ella se cumpli totalmente la voluntad salvadora de Dios. Todas las seales del Antiguo Testamento apuntaron a y revelaron algo de la seal perfecta, Cristo muerto y resucitado. Para el evangelista, se puede decir lo mismo referente a todo lo que Jess hizo antes de su muerte y resurreccin. Todos los eventos de su ministerio pblico lo llevaron a la hora de su hecho ms grande. Todos apuntaron a, y revelaron algo de la seal perfecta. En este sentido, por consiguiente, el evangelista considera los eventos de la vida pblica de Jess como las "seales" apuntando a y revelando algo de la "seal" perfecta, la muerte y resurreccin de Jess. Por esta razn Juan puede referirse a la Boda de Can como una seal. Mientras en s, la Boda de Can no es la seal perfecta, revela algo sobre la muerte y resurreccin del Seor. Juan quiere que veamos incluso ms all de las "seales." Durante su vida pblica los hechos de Jess eran las seales para aqullos que lo rodeaban, seales que ellos podran apoderarse nicamente si tenan fe en l. Pero despus de la muerte, resurreccin y ascensin de Jess al Padre, se dejara a la comunidad de discpulos sin seales de cualquier clase? La iglesia tendra que sobrevivir y crecer sin seales tangibles? El evangelista contestara enfticamente "No." El Seor dio a la Iglesia seales que apuntan a, y revelan la cruz y resurreccin, y ms aun, seales que realmente abren la puerta del misterio que ellas significan. El evangelista se refiere a dos de estas seales, o sacramentos, de la Iglesia: las aguas del Bautismo y el pan y vino de la Eucarista8. La Iglesia tambin tiene sus seales por las cuales el Pueblo entra en el misterio salvador logrado por la seal perfecta, la muerte y resurreccin de Jess. Retomemos ahora el primer episodio del Libro de Seales. Est compuesto de dos seales (la Boda de Can y la Limpieza del Templo), y de comentarios sobre estas seales proporcionadas a travs del dilogo con un maestro en Israel (Nicodemo), Juan el Bautista y la mujer samaritana. El episodio entero se une por el tema comn de religin y culto, y por las imgenes de agua y del matrimonio.

    8 Juan nos da solamente dos de las seales en la vida de la Iglesia, pero al hacerlo as no quiere decirnos que estas son las nicas que hay. Debemos interpretar este hecho en el mismo sentido en que interpretamos Jn 20,30, o sea, no quiere que pensemos que las seales anotadas en su libro son las nicas seales que Jess hizo.

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    Se introduce el tema de religin y culto a travs de las vasijas que contenan el agua para los rituales de la purificacin (Jn 2,6). Ellos representan la forma ms comn de una religin ceremonial, llena de rituales y practicado por los Fariseos y por la mayora de las religiones a lo largo del mundo. Estos frascos, Juan nos dice, se quedan vacos antes de que Jess los llene del mejor vino. El tema de religin y culto se desarrolla ms en el trozo de la Limpieza del Templo en Jerusaln. ste era un lugar del culto verdadero a Dios como fue revelado en el Antiguo Testamento. Incluso este culto tiene que acabarse y ser sustituido por un nuevo Templo, el cuerpo del Seor resucitado (Jn 2,21). Finalmente, Juan nos presenta el culto de los samaritanos (Jn 4,20ss). La religin de los samaritanos era una mezcla de prcticas. En parte fue basada en la revelacin recibida a travs de Moiss. Por otra parte estaba compuesta por prcticas derivadas de religiones impuestas por los varios imperios paganos que conquistaron Samaria durante los siglos antes de Cristo. Esta religin y culto tambin sera reemplazado por Cristo. LAS BODAS DE CAN (Jn 2, 1-12) La manera de cmo Jess reemplaza toda religin y toda manera de rendir culto encontrada en la historia humana es el tema de este episodio. Es importante notar que la primera seal que Juan nos proporciona es en una boda, una celebracin que Cristo rescata del desastre proporcionndole una abundancia del vino ms fino posible. Jess llena y transforma las religiones del mundo de la misma manera; las vasijas vacas sern llenados con el agua convertida en el mejor vino. Jess es la Buena Nueva para toda religin de la misma manera que el vino era buena nueva para los invitados sedientos en la boda. En Can Juan nos presenta a la madre de Jess. La manera en que el evangelista escribe de ella es tan inusual que requiere alguna explicacin. Primeramente, Jess se refiere a ella como "mujer", un trmino tpico y comn para una mujer, pero nunca utilizado por un hombre que habla de su propia madre. Lo que ms nos llama la atencin es que cuando Jess habla a su madre de la Cruz, l se refiere de nuevo a ella como "mujer" (Jn 19,25ss). Est claro, pues, que el evangelista desea que veamos algn tipo de simbolismo en el trmino. El simbolismo ms probable es que Mara representa a Eva, la "mujer" (Gen 2,23), la madre de todos los vivientes (Gen 3,20)9. Este simbolismo, reconocido a travs de muchos siglos de interpretacin cristiana, todava se celebra hoy por los estudiosos competentes. Lo aceptamos como un primer nivel de simbolismo dnde Mara, la "mujer", representa a Eva y a toda la humanidad, la descendencia de Eva.

    9 El Libro de Apocalipsis, escrito por un discpulo del evangelista, tambin se refiere a una mujer (Ap 12). Es claro que esta mujer representa a Israel, el Pueblo del que brot el Mesas. Pero tambin representa a Eva, madre de todo ser viviente, cuya descendencia pisar la cabeza de la serpiente (Gn 3,15). El nico personaje histrico a quien se puede aplicar este simbolismo es Mara, Madre del Mesas.

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    Segundo, Juan no utiliza su nombre personal, Mara, como hacen los otros evangelistas. Si habla de ella es nicamente como la "madre de Jess", y esto es porque desea que veamos en ella un smbolo del Pueblo de Dios. Mara, que fsicamente dio a luz al Mesas, representa a Israel, el Pueblo escogido por Dios para traer a Cristo al mundo. Finalmente, Juan seala que la madre de Jess est con "los discpulos" de Jess (Jn 2,2.11s; vase Jn 19,26). Esto da a Mara un tercer simbolismo - ella representa al nuevo Pueblo de Dios creado por Jess de entre sus discpulos. As, se ve que hay un simbolismo de tres aspectos asociado con Mara en el Cuarto Evangelio. Ella es Eva y como tal representa a toda la humanidad; ella es Israel que dio a luz al Mesas; ella es la Iglesia, la comunidad de los discpulos de Jess. El dilogo entre Jess y su madre en el pasaje que usted est a punto de leer slo puede entenderse apreciando el simbolismo empleado por el autor. Como "mujer", ella es Eva que habla para toda la humanidad que se ha dado cuenta del vaco dentro de sus muchas religiones y est ansioso de que Cristo la salvara de su situacin desesperada. Como la "madre de Jess" ella es a la vez Israel y la Iglesia dando la instruccin que siempre debera salir del Pueblo de Dios: "Hagan todo lo que l les mande (Jn 2,5) Lectura: JUAN 2, 1 12 Celebraron unas bodas en Can." (Jn 2,1) La ocasin es una boda, y esto nos hace pensar inmediatamente en la Alianza de Dios con su Pueblo. Frecuentemente la Alianza se expresa en trminos de un matrimonio entre Israel y su Seor (ej. Os 2; Is 54,4s; Is 62,4s; Jer 2,2; Jer 3,20). Esta boda tena su tiempo, y mientras dur, tena su vino para beber, pero ahora se ha terminado el vino. El tiempo para la nueva y eterna Alianza ha venido, y para este matrimonio se proporcionar el mejor vino y en abundancia. "Mujer, como se te ocurre? (Jn 2,4) En un nivel completamente histrico, estas palabras a la madre de Jess simplemente expresan la verdad: la escasez de vino no es la preocupacin de los invitados en la boda. Sin embargo, aqu subimos a un nivel superior a lo puramente histrico. Jess le dice a su madre, "An no ha llegado mi hora Ni el anhelo de la humanidad, ni los deseos del Pueblo escogido de Dios pueden determinar el tiempo que provocar la salvacin que Jess trae al mundo. El tiempo designado ha sido fijado por Dios. Ningn agente humano puede dar prisa o puede tardar esta hora. La "hora" se refiere a la muerte y resurreccin de Jess. Se puede decir la misma cosa para la palabra "gloria" (Jn 2,12). La hora de Jess, el tiempo cuando su gloria se manifestar, no puede adelantarse. Jess no puede cambiar el momento cuando se entrega su vida y la retoma de nuevo. Lo que puede hacer durante su ministerio pblico, y lo que hace en Can, es dar una seal que apunta a su hora y qu revela

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    algo de su gloria. Por consiguiente, el milagro en Can es una seal de la muerte y resurreccin de Jess. Revela algo referente a su hora. Lo que Can revela sobre la muerte y resurreccin de Jess es eso: por este acto Jess establece la nueva, universal y eterna Alianza de Dios con la humanidad, un matrimonio eterno, una unin total de Dios con la humanidad. Como toda religin, incluso la verdadera fe de Israel, tena como propsito su unin con el Dios eterno, y se cumple esto por la muerte y resurreccin de Jess, as toda religin encuentra su cumplimiento en la "hora" de Jess. Y una vez cumplida, est reemplazada por la fe y el culto que Jess hace posible. Can tambin apunta a la creacin del nuevo Pueblo de Dios. Por su muerte y resurreccin Jess establece la Iglesia, y aqu en Can, ya vemos la Iglesia presente en la madre de Jess y los discpulos. Cuando venimos a la historia de la muerte de Jess encontraremos la Iglesia presente una vez ms a travs de su madre y un discpulo (Jn 19,25ss). "As manifest su gloria y sus discpulos creyeron en l. (Jn 2, 11) El milagro maravilloso y jubiloso en Can revela algo de los efectos maravillosos de la muerte y resurreccin de Jess. Desde que los discpulos creyeron en el milagro en Can, fueron dispuestos a creer en los efectos de la crucifixin y resurreccin de Jess. Como la boda de Can est escrito por Juan con un realismo tan vvido, nos queda la tentacin de leerlo como si fuera un cuento histrico. Sin embargo, Juan no quiere que sea tratado a nivel histrico no ms. Nos dice que el milagro en Can era la primera "seal" que Jess dio (Jn 2,11). Por consiguiente, debemos interpretar este incidente como una seal. Juan nos invita a ver la seal, y ver la seal es buscar el simbolismo apropiado del pasaje. "No tienen vino." (Jn 2,3) Ya hemos visto que el tema que entreteja este primer episodio (Jn 2,1 - 4,42) es eso de religin y culto. Tambin hemos visto el simbolismo asociado con Mara. Si combinamos estas dos visiones, podemos leer las palabras de Mara al nivel de simbolismo. Como Eva, la madre de los vivientes, Mara habla por toda la humanidad (incluso Israel). Cuando dice, "no tienen vino" est expresando una verdad profunda y un deseo profundo. La verdad que ella expresa es que toda religin que Dios acept, con sus propias fuerzas y debilidades, ya se haba acabado. El vino se ha terminado. Como el Salvador del mundo entero ha venido (Jn 4,42), el tiempo ha acabado para toda religin y toda forma de culto que no est dirigido a Cristo. Las palabras de Mara tambin expresaron el deseo urgente de que esta transformacin se cumpliera rpidamente. A su propia manera Juan nos ha comunicado el principio de la vida pblica de Jess lo que Marcos nos dice a la misma altura de la vida de Jess: "El plazo est vencido... crean en la Buena Nueva" (Mc 1,15). No hay manera mejor de expresar la Buena Nueva jubilosa proclamada por Jess, que por una fiesta de bodas en que la

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    alegra y gozo de los invitados est asegurada por una abundancia del vino ms fino. LA LIMPIEZA DEL TEMPLO (Jn 2, 13-25) Aunque Juan no llama a la Limpieza del Templo una "seal", l lo trata como tal. Nos da un refrn de Jess que indica claramente que la limpieza del templo es una seal de la muerte y resurreccin de Jess. Cuando la gente objeta la expulsin de los compradores y vendedores, Jess contesta: "Destruyan este Templo y yo lo reedificar en tres das " (Jn 2,19). Juan nos dice que despus de la resurreccin de Jess, los discpulos entendieron que Jess estaba refirindose a s mismo como el nuevo Templo. Lectura: JUAN 2, 13 - 25 El Templo representa la religin autntica y el culto del Pueblo de Dios, una religin y un culto basados en la verdadera revelacin. En aquel tiempo, el Templo se manch por una variedad de empresas comerciales (vase Leccin 23, pginas 3-5). El Seor lo purifica de estos abusos y lo afirma como la casa de su Padre (Jn 2,16). El Templo represent el lugar de encuentro entre Dios y la humanidad. Pero este propsito se cumple ahora en Jess. Una vez resucitado de entre los muertos el cuerpo glorificado de Cristo llegar a ser el nico "lugar" de encuentro entre Dios y la humanidad. El Templo antiguo de Jerusaln encontrar su propsito cumplido en la resurreccin del Seor y no tendr razn alguna para continuar en la existencia. Como implicacin, por consiguiente, la Limpieza del Templo predice el fin del lugar antiguo de culto. Jess se qued en Jerusaln durante la fiesta de la Pascua, y muchos creyeron en l al ver las seales milagrosas que haca. Pero Jess no se fiaba de ellos, porque los conoca a todos. En el idioma del evangelista hay tres maneras de "ver" las seales: primero, algunos ven slo el exterior, el aspecto fsico, visible de los actos de Jess. stos no ven nada de importancia en lo que Jess hace. Por ejemplo, habiendo dado testimonio de la seal de la Limpieza del Templo, los judos piden una "seal" (Jn 2,18). No ven nada ms que un hombre que acta con una intrepidez desautorizado. Secundariamente, algunos ven slo los milagros como las seales, y en stos ven slo la accin de un tipo de taumaturgo, un hombre con poderes excepcionales. Juan habla de este grupo de personas como "creyentes" en Jess, pero su fe no es legtima. Es inadecuado y no puede confiarse (Jn 2, 23-24; vase tambin Jn 6,14s y Jn 8,31ss). Sin embargo, esta segunda manera de ver reconoce, aunque sea poco, poderes sobrehumanos en Cristo y est abierto a crecer en la verdadera fe. La tercera manera de ver es la de la fe verdadera, una fe que acepta a Jess como verdaderamente humano y verdaderamente divino. Ntese: El trmino "los judos" en el Evangelio de Juan lleva significados diferentes que dependen del contexto. La falta de notar este detalle ha llevado, a veces, a una

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    mala interpretacin seria. Bsicamente, hay tres maneras en que el evangelista usa el trmino: positivamente, neutral y negativamente. Un ejemplo de un uso positivo se encuentra en Jn 4,22: la salvacin viene de los judos. Aqu Juan est refirindose a la nacin entera como Pueblo de Dios; los destinatarios de la salvacin. Por implicacin, esta frase nos recuerda que Jess es el judo a travs de quien la salvacin viene a la humanidad. En Jn 11,9 nosotros encontramos un ejemplo de un uso neutral del trmino: "Y muchos judos haban venido para consolar a Marta y a Mara por la muerte de su hermano (vase tambin Jn 11,31.45; Jn 12,9). En este caso los judos son simplemente ciudadanos de Jud. Juan tambin emplea el trmino en un sentido negativo. Primero, l se refiere a los "judos que crean en el" (Jn 8,31). El contexto (Jn 8,31-59) nos aclara que stos son discpulos que se niegan a creer en la divinidad de Cristo. El evangelista est refirindose a los judos de aquel tiempo (y en su propia iglesia) quines profesaron ser seguidores de Cristo, pero no aceptaron que Jess es Dios. Finalmente, el uso negativo del trmino frecuentemente se refiere a las autoridades de entre el Pueblo, que son hostil a Jess. En estos casos los "judos" son los lderes que los otros evangelistas llaman los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas. Por consiguiente, en el Evangelio de Juan, el trmino judo" tiene un significado muy positivo cuando se usa en un sentido tnico, refirindose a la nacin entera. Cuando Juan le da un significado negativo, el trmino se aplica a slo un segmento de la nacin, o a los discpulos falsos o a las autoridades que estn tramando para anular a Jess. Si todo esto se tiene presente, se pone claro que no hay base alguna en Juan para el anti-semitismo. Es una tragedia inexcusable que este Evangelio, el Evangelio del Amor, se haya utilizado para apoyar el prejuicio racial alguna vez. Nicodemo (Juan 3, 1 21) Acabamos de decir que en este evangelio el uso negativo ms comn de la palabra "judo" se refiere a las personas principales que guardaron hostilidad a Jess. Sin embargo, la primera persona que encontramos de este grupo es una excepcin. Nicodemo, un miembro de la clase gobernante, es amistoso con Jess y abierto a sus enseanzas. Su fe, sin embargo, es inadecuada. En sus ojos, las seales milagrosas solo son pruebas de que Jess es slo un taumaturgo. Nicodemo representa esos compatriotas de Jess que fueron impresionados con las cosas que Jess haca; alguien que lo atrajo a l, pero no poda ver en l algo ms que un profeta poderoso, un 'hombre de Dios', enviado a llamar al Pueblo a la conversin. Ellos ven a Jess como un gran reformador, y estn abiertos a la necesidad por la reforma seria. Sin embargo, el pensamiento de algo sumamente nuevo, la posibilidad de un cambio por completo, no cruza sus mentes. Estas personas se quedan contentas con el concepto antiguo de que la membresa en la Raza Escogida se gana, por encima de todo, por el nacimiento natural; ser del

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    linaje de Abraham es la manera mejor y ms normal de pertenecer al Pueblo de Dios (vase Lc 3, 2-18). Paso a paso la respuesta de Jess a Nicodemo le ensea que se requiere un principio totalmente nuevo, un nacimiento nuevo, para alcanzar la fe completamente nueva y el culto nuevo que se debe rendir. Para entrar en la vida eterna (vase "el Reino de Dios") se necesita ser engendrado por Dios, la nica fuente de vida eterna (Jn 3,3). La vida natural se engendra por padres terrenales; la vida eterna slo puede venir engendrada por Dios en el cielo. se es el primer paso en la contestacin dada por Jess. El resto de su discurso puede ser dividido en tres secciones. La primera seccin trata del Espritu (Jn 3, 4-8); la segunda trata del Hijo (Jn 3, 9-15); la tercera trata del Padre (Jn 3, 16-21). El nacimiento nuevo de que Jess habla slo es posible a travs de engendrarse del Padre, Hijo y Espritu Santo (comprese Mt 28, 18s). NTESE: En Jn 3,3 y Jn 3,7 Juan usa una palabra que significa tanto "de arriba" como "de nuevo." Su intencin es que entendamos que el nacimiento de que l escribe es a la vez nuevo y de Dios. La palabra que utiliza para el Espritu (pneuma) tambin significa "aliento" o "viento." Lectura: Juan 3, 1 - 8 Jess le dice a Nicodemo que nacer fsicamente en el linaje de Abraham no cuenta para nada: "lo que nace de la carne es carne" (Jn 3,6). El nacimiento de que l habla solo puede ser del Espritu de Dios: As le sucede al que ha nacido del Espritu" (Jn 3,8). Este nacimiento es algo tan real y misterioso como el movimiento del viento encima de la tierra (Jn 3,8). El cambio que trae Jess cuando completa y reemplaza toda religin y toda manera de rendir culto en el mundo es algo que viene de Dios, de arriba. No existe cantidad de esfuerzo humano suficiente, ni anhelo humano suficientemente grande que pueda lograr la meta de meter la mano en el Reino de Dios desde la tierra para obtener esta vida nueva y eterna. Solo hay Uno que ha venido del cielo y regresado al cielo, que puede hacer posible este nacimiento nuevo. NTESE: En Jn 3, 11-15 se casan tan estrechamente las palabras de Jess y aqullos del evangelista que no es posible distinguir entre ellos. Las frases se mueven libremente entre el "nosotros" de Juan y su comunidad al "yo" de Jess. Lectura: Juan 3, 9 - 15 El nacimiento nuevo ofrecido es algo que no ocurre exclusivamente por la divinidad de Jess. Precisamente, es como el Hijo del Hombre, como un ser humano que es carne de nuestra carne, que ese Cristo ofrece la vida eterna a todos los que lo aceptan por la fe. Juan subraya este punto tan enrgicamente como es posible, trayendo ante nosotros la imagen de Jess clavado a la viga horizontal y fsicamente siendo levantado en alto en la cruz. Para Juan, este movimiento

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    ascendente del cuerpo agonizante de Jess es el principio de su ascensin, su retorno al Padre. La expresin levantado en alto por consiguiente, se refiere tanto a la muerte como a la resurreccin de Jess. El evangelista compara el levantamiento de Jess en la cruz al levantamiento de la serpiente de bronce (vase Nm 21,4-9). Aqullos que vieron la serpiente levantada en alto por Moiss con ojos de fe fueron sanados por Dios (Sab 16,5ss); aqullos que creen en el levantamiento en alto de Jess (su muerte-resurreccin) recibirn la vida eterna (Jn 3,14). Se nota que a lo largo del evangelio, que el evangelista quiere que unamos la muerte y resurreccin de Jess en un solo misterio. Aunque l es totalmente consciente que estos eventos ocurrieron en momentos separados por el tiempo, utiliza ciertas palabras deliberadamente para referirse a la muerte y exaltacin. As usa las palabras la hora", la "glorificacin", o el "levantamiento en alto de Jess como palabras que abarcan la muerte y resurreccin del Seor. Para Juan el levantamiento en alto de Jess al polo vertical de la cruz es la seal ms grande y perfecta; porque al morir, Jess se revela solidario con la humanidad cuyo destino comn es la muerte, y al resucitar, l se revela como uno con la divinidad cuyo nico atributo es la vida eterna. El levantamiento en alto de Jess es la hora cuando l se revela en su gloria, tanto en la totalidad de la carne como "el Verbo." Entonces, esta hora no solo significa sino que logra a la vez la unin entre Dios y la humanidad. La referencia al "agua y Espritu" en Jn 3,5 se vuelve ahora ms entendible. Juan, que nos ha mostrado que Jess completa y reemplaza toda religin basada en rituales, no quiere que los cristianos vuelvan a ese tipo de culto. Mientras claramente acepta los sacramentos de la iglesia, el evangelista evita cuidadosamente cualquier cosa que podra incentivar el amor natural que tiene la persona humana por dichas ceremonias, a costa de la sumamente nueva manera de culto que Jess provoca. Para Juan, el bautismo por el agua no es simplemente un ritual de limpieza, sino es la entrada en la hora salvadora de Jess - su muerte y resurreccin. El Bautismo por el agua y el Espritu es la entrada en esa unin total entre Dios y la humanidad lograda a travs del "levantamiento en alto" de Jess. Es ms, es slo por entrar en esta hora salvadora que la persona humana recibe la vida eterna. La crucifixin de Jess era un espectculo cruel y feo, uno que habl del juicio y condenacin. Podra verse fcilmente como un evento en que la humanidad era condenada por Dios. Pero ste no es el caso. No era para pasar el juicio en sus criaturas que Dios envi el Verbo sino para darles la vida eterna. Es el amor del Padre para con la humanidad que est revelada por la muerte y resurreccin de Jess. Lectura: JUAN 3, 16 21

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    Si ciertas personas se encuentran juzgndose, lo hacen por su propia opcin. A quienquiera que se haya ofrecida la Buena Nueva de Jess y se haya negado a creer en l, se encuentra condenado. Dicha persona est como aquel que, invitado a entrar en la luz, prefiere permanecer en la oscuridad. Las palabras finales de Jess confrontan a Nicodemo con una verdad severa; no hay nada malo en buscar a Jess "por la noche", pero permanecer en la oscuridad despus de encontrarlo es juzgarse. (El Evangelio nos muestra de nuevo a Nicodemo en Jn 7,45ss y en Jn 19,38ss donde est actuando con Jos de Arimatea, un discpulo) JUAN EL BAUTISTA (Jn 3, 22 - 4,3) Luego de subrayar y confirmar el hecho de que Jess no es simplemente un reformador, sino el creador de un orden totalmente nuevo, el evangelista ahora presenta a Juan el Bautista, el ms grande de los profetas reformadores. Y nos muestra que el logro de cada uno es de una naturaleza totalmente diferente. (Est claro que el evangelista escribi pasajes como este con la intencin de instruir y convertir a los discpulos de Juan el Bautista porque estaban refirindose a su lder como el Mesas.) Lectura: JUAN 3, 22 36 "Pero el padrino del novio est a su lado" (Jn 3,29). Segn la costumbre juda en el tiempo de Jess, el padrino de boda (llamado "el amigo" del novio) se encarg de la preparacin apropiada de la novia para la boda. Una vez lista, era el deber y privilegio del padrino entregarla a su marido. Juan el Bautista se ve a s mismo jugando este papel. El Pueblo de Dios, a menudo llamado la novia de Dios (vase Os 2), ser preparado para la nueva y eterna "boda", la Alianza Nueva que se har en Jess. Sera malo si Juan el Bautista atrajera al Pueblo de Dios a l, como sera para el padrino de boda tomar a la novia como suya. Por muy importante que sea, no puede usurpar el lugar de Cristo: "Es necesario que l crezca y yo disminuya." (Jn 3,30). "El que viene de lo alto es superior a todos" (Jn 3,31). La unin entre Dios y la humanidad que Jess logra tiene su origen en Dios. Este 'matrimonio" no es el resultado de un esfuerzo humano, sino de la iniciativa divina. Slo puede existir por intermedio de l que viene "de lo alto." Profeta poderoso como es, Juan el Bautista sigue siendo hombre; es de la tierra, "de abajo." De ninguna manera puede provocar el derrame del Espritu de Dios requerido para la Alianza Nueva (Jn 3,34). La nica cosa que Juan el Bautista puede hacer es dirigir a la gente a Cristo, porque es por Cristo que ellos entrarn a la Alianza que da la vida eterna, el matrimonio entre Dios y la humanidad.

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    LA SAMARITANA (Juan 4, 4 - 42) El tema que estamos siguiendo en este primer episodio del Libro de Seales es eso, la realizacin y el reemplazo de toda religin por Cristo. En los frascos de agua en Can vimos un smbolo de una religin de rituales, en el Templo vimos la religin autntica, el culto de la Antigua Alianza. En la historia que estamos a punto de considerar nos encontramos con una mujer samaritana que representa las religiones que son una mezcla de verdad y falsedad. Veremos a Jess llevar a la plenitud estas religiones e incluso reemplazarlas. Los samaritanos tenan sus orgenes en el Pueblo de Dios.10 Con el paso del tiempo, sin embargo, ellos haban sido conquistados por muchos imperios paganos, cada uno de los cuales influy en su vida y religin. Aislados durante siglos de Jud y el culto en Jerusaln (vase Leccin 16, pgina 8) ellos haban desarrollado, paso a paso, su propia interpretacin de la fe del Pueblo de Dios. Ellos se consideraron los verdaderos seguidores de Moiss, y sostuvieron que solo los cinco libros de Moiss fuer