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¿Quién soy?¿De dónde vengo?

¿Tiene sentido mi vida?

¿A dónde voy?1

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“Yo persona” es un libro para ¡CAMPEONES!Está destinado a niños y jóvenes que compiten por JESÚS como mo-

delo de vida.El Papa Benedicto XVI ha hablado de la “emergencia educativa” actual.

Ante esta situación, este libro pretende ser un instrumento útil en la forma-ción integral de la persona a fin de capacitarla para vivir con plenitud.

Con un lenguaje sencillo, directo, ameno, desenfadado, práctico y, a través de viñetas ilustradas adaptadas a niños y jóvenes, este libro ayuda al a “ponerse en forma” para alcanzar la meta hacia Dios, la santidad.

Nos enseña a despertar por dentro a ser persona, a conocer y amar más a Jesús y a nosotros mismos. Nos explica que en ese “venir y volver” a Dios, nuestra tarea es transformarnos en Él. Nos habla de SANTOS jóvenes que lo hicieron todo por Él y de VALIENTES de hoy que han dejado a Dios ac-tuar en sus vidas y hacer maravillas en ellos. Además, nos descubre muchas cosas sobre la Fe, las Virtudes, los Valores morales, el AMOR… y nos enseña a ser LIBRES de verdad en este mundo tan limitado por el relativismo.

Estamos llamados a hacer cosas grandes en la vida. Debes cargar tu mochila con todo lo necesario para aprender a ser persona (y persona como Jesús) y comenzar, con responsabilidad, tu carrera de fondo hacia Dios. Ya lo decía San Pablo; “Yo corro por ver si lo alcanzo”. ¡CORRE!... no hay tiempo que perder. Pero no te olvides el “Yo persona”… correrás más ligero.

¡ÁNIMO CAMPEÓN!

Nuestro objetivo

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-¿Quién soy? ............................................... 1-Nuestro objetivo de Yo persona ................. 2 -¿Qué es el hombre? .................................. 4-Dios nos ha creado por amor .................. 6-Cada persona es valiosa para Dios ........ 8 -Yo quiero ser yo ....................................... 8-Yo quiero ser feliz ....................................... 9-Dios me espera siempre ......................... 10

LA CREACIÓN

-¡Cuántas son las obras de Dios! ............ 14-Los minerales ............................................ 16-Los vegetales ............................................. 18-Los animales ............................................ 20 -Los hombres y las mujeres .................... 22

YO PERSONA

-Lo más grande de la creación: el ser humano ......................................... 26-No estamos huecos por dentro ............ 28-La memoria ............................................. 30-La inteligencia .......................................... 32-La voluntad ............................................... 34-La libertad ................................................ 36

EN FORMA

-La educación ............................................. 40-La amabilidad ........................................... 42

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-El respeto .............................................. 44-El uso correcto de las palabras y los gestos .............................................. 46-El silencio ............................................... 48-El amor fraterno ................................... 50-La educación en el amor ....................... 52-La educación en la fe ............................. 54-Las virtudes ............................................ 56-Las virtudes teologales ......................... 58-Las virtudes cardinales ....................... 60

¡CAMPEONES!

-Los Santos ........................................... 64-Santa Inés ............................................. 66-San Luis Gonzaga ............................... 68-Beato Isidoro Bakanja ......................... 70-Santa María Goretti ............................ 72-Faustino Pérez-Manglano Magro ........ 74

UN CRACK DE HOY

-Pablo Domínguez Prieto ........................ 77-Una madre “coraje”se dirige a los niños .. 78-Y... también a los jóvenes ........................ 80

NO ESTÁS SÓLO ............. 82

EN TU CAMINO ................ 84

Jesús

INDICE - Para “despertar” a ser persona cristiana

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¿Qué es el

hombre?

“Yahvéh, tú eres nuestro Padre.Nosotros la arcilla, y tú nuestro alfarero.

Somos todos nosotros la obra de tus manos” Is 64, 7

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Un Salmo de la Biblia pregunta a Dios: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano para que te ocupes de él? (Sal 8,5). Dios trata con amor a los seres humanos (hombres y mujeres) porque los ha creado a su imagen y semejanza (Gen 1,27), para com-partir con ellos su misma vida. Dios podía haber ele-gido ser una piedra preciosa, una flor muy bonita o un perro fiel. Pero no, escogió ser hombre y así mandó al mundo a su propio Hijo. ¿Qué tendrá el hombre para que Dios haya querido ser hombre? Para salvarnos en-vió a su Hijo Jesús, hombre y Dios. El ser humano viene de Dios y vuelve a Dios y Jesús es el camino para llegar a El.

¿Qué es el hombre?

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No estamos sobre la Tierra por casualidad. El ser hu-mano ha sido creado por Dios según un proyecto eterno de amor. Podemos pensar en una caja que tenga dentro todas las piezas sueltas necesarias para formar un móvil. Si movemos la caja, ¿se juntarán todas las piezas de ma-nera que se construya el móvil y se ponga a funcionar? Seguro que no. Se necesita de alguien que conozca cómo funciona el móvil, que coloque cada pieza en su sitio, las una y lo configure. Un ser humano es mucho más comple-jo que un móvil. Y ha sido creado por alguien mucho más listo que todos los técnicos del mundo. La Biblia no explica cómo se formó el mundo, pero nos dice que se hizo según un proyecto amoroso de Dios. Soy para Dios como un hijo único. Me tiene en la palma de su mano mirándome con mucho cariño.

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Dios nos ha creado por amor

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¿De dónde vengoy a dónde voy?

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Cada persona ha sido creada por Dios con un amor infinito: altas y bajas, rubias y morenas, gruesas y delgadas. Cada ser humano es valioso porque es hijo de Dios y porque Dios tiene un proyecto de amor para él. Una persona enferma es igual de valiosa que una persona sana, porque Dios no mira las apariencias, sino que lee lo que hay dentro del corazón. Por eso, no debemos despreciar nunca a ninguna persona por el color de su piel o por el lugar de su nacimiento o por otras cosas. Tampoco debemos reírnos de sus defectos físicos o de otras características que la distingan. Todos los seres humanos merecen nuestro respeto.

Si Dios me ama más de lo que yo puedo amarme a mí mismo, tengo que aceptarme tal como soy, con alegría. Sólo soy lo que soy para Dios, ni más porque me alaben ni menos porque me desprecien.

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Cada persona es valiosa para Dios

Yo quiero ser yo

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No tengo que compararme con nadie, porque cada persona es dis-tinta. En la sociedad, no todos saben cantar, ni todos saben dibujar, ni todos sirven para jugar al fútbol. Pero todos saben hacer algunas cosas y todos sirven para algo. Yo tengo que aprender todo lo que pueda y desarrollar mis propias capacidades para llegar a la meta de mi vida. Pero no tengo que parecerme a nadie, sino que tengo que ser yo mismo. Cada día un poco mejor, sin cansarme nunca de aprender ni de volver a intentarlo. Jesús es el único modelo al que merece la pena seguir y parecerse.

Soy feliz cuando comprendo que Dios me ha creado por amor y que Él tiene un proyecto de amor para mí. Dios me ama siempre, sin ponerme condiciones. Me ama tanto, que envió a su propio Hijo al mundo, para salvarme (Jn 3,16). Me ha adoptado como hijo suyo, por el Bautismo. Cada día, y en especial el Domingo, día del Señor, en la Misa me regala y alimenta con su Palabra y con su Cuerpo y Sangre, para que yo pueda conocer el camino de la vida. En la Iglesia, me da los Sacramentos, para que pueda crecer en su amor.

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Yo quiero ser feliz

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Jesús nos ha enseñado que Dios es como un pastor bueno que conoce a todas sus ovejas y a cada una la llama por su nombre. Si pierde una, la busca por las montañas, por todos los sitios hasta que la encuentra. Entonces cura sus heridas, la carga sobre sus espaldas, la lleva a un lugar seguro y hace fiesta para celebrar que ha encontrado a la oveja perdida (Lc 15,1-7). Dios es también como una mujer que, si pierde una moneda valiosa, la busca mucho has-ta que la encuentra. Entonces hace fiesta para celebrarlo (Lc 15,8-10). Jesús también nos ha dicho que Dios es como un padre cuyo hijo se escapó de casa. Se quedó muy pre-ocupado y, cuando volvió, lo acogió con todo su corazón e hizo una fiesta para celebrar su regreso (Lc 15,11-32). Si me alejo de Él, me busca y me espera sin impacientarse y cada vez me ofrece una nueva oportunidad. Siempre que se lo pido, me da el abrazo de su perdón.

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Dios me espera siempre

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Ser feliz

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El Padre Dios y yo

Gracia

“Cuando Israel era niño, lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más lo llamaba, más se alejaba de mi: ofrecían inciensos a los idolos.Yo le enseñé a caminar tomándole por los brazos, pero ellos no sa-bian que yo los cuidaba.Los atraia con lazos de amor; Yo era para ellos, como los que alzan al niño contra su mejilla, me inclinaba hacia Él y le daba de comer”. (Oseas 11,4)

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La Creación

“En el principio Dios creó el mundo” Gn1,1

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¡Cuántas son

las obras de Dios!

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Todas las cosas han sido creadas por Dios, pero no todas son iguales. Hay distintos tipos de criaturas, como podemos ver en el dibujo. Los seres inanimados existen. Los vegetales existen y viven. Los animales existen, viven y sienten. Los hombres exis-ten, viven, sienten, piensan, aman y deciden en libertad. Todas las criaturas llevan inscritas en su naturaleza unas leyes que res-ponden al fin para el que han sido creadas. Por su relación con el Creador, cada cosa es lo que es y alaba a Dios siendo lo que es. El ser humano tiene que desarrollar todas las capacidades que Dios le ha dado para ser feliz. No puede contentarse sólo con ser como una planta o un animal. Tiene que vivir una vida integral: física (lo que hace referencia a su cuerpo), moral (lo que hace referencia a su relación con los demás hombres) y espiritual (lo que hace re-ferencia a su relación con Dios). Para hacerse persona, uno tiene que entrenar.

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Losminerales

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Los objetos inanimados existen. Los podemos ver a nues-tro alrededor. Unas veces en estado natural (por ejemplo, las piedras) y otras tal como han sido fabricados por los seres hu-manos (por ejemplo, los muebles de una casa). Pero no tienen vida ni pueden moverse por sí mismos, ni sienten, ni piensan. Los podemos usar para construir cosas, los podemos trasladar de lugar, pero no podemos relacionarnos personalmente con ellos. El hombre se esfuerza por comprender las cosas inani-madas por medio de su inteligencia, para utilizarlas en su pro-vecho. La Física, la Química, la Geografía, la Astronomía… son Ciencias Humanas que estudian las cosas que nos rodean y que nos ayudan a comprenderlas mejor.

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Losvegetales

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Los vegetales son seres vivos que existen y viven. Es de-cir, crecen, se alimentan y se reproducen. Por ejemplo, una planta comienza siendo una semilla. Si se le coloca en el lugar adecuado, con tierra, agua y luz, brotará y crecerá y dará nue-vas semillas de las que nacerán otras plantas. Pero no se puede mover por sí misma, ni siente, ni piensa y tampoco se puede comunicar con nosotros. Algunas plantas nos sirven para ali-mentarnos, otras para adornar nuestros jardines y otras son venenosas, por lo que hay que tener cuidado con ellas. Las Ciencias de la Naturaleza las estudian y nos ayudan a com-prender cómo funcionan y para qué pueden servirnos cada una de ellas. La belleza de las plantas y de las flores nos habla de la belleza del Creador, mucho más grande que la de sus criaturas.

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Losanimales

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Los seres animados existen, viven, sienten y se pueden mover por sí mismos. Los perros, por ejemplo, se alimentan, crecen, se des-plazan de un sitio a otro, se alegran si encuentran un compañero para jugar y sufren si son maltratados. Incluso pueden aprender algunas cosas y recordarlas (dónde encontrar comida o quiénes los han trata-do bien). Pero se mueven por los instintos, que les indican lo que tie-nen que hacer en cada momento. Por eso, todos los canarios cantan igual (en Argentina o en Italia) y todos los leones comen los mismos alimentos (en Uganda o en el Zoo de Madrid). Nos pueden hacer compañía. Incluso pueden tener sentimientos de gratitud o de afecto hacia nosotros, pero no podemos tener con ellos una relación verda-deramente humana. Aunque sean buenos amigos nuestros, mejor que cada uno se comporte conforme a lo que es y no pretender que los animales adquieran hábitos humanos como vestirlos o pasearlos en carro. Varias ciencias los estudian, como la Biología.

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Los hombres y

las mujeres

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Los seres humanos existen, viven, sienten, se pueden mover por sí mismos y, además, tienen otras características propias, como la libertad para tomar decisiones, la inteligencia para aprender co-sas nuevas y la capacidad de amar. No actúan por los instintos, por lo que el aprendizaje es muy importante para ellos. Son personas desde el mismo momento de la concepción, compuestas de cuerpo y alma. Su cuerpo está sujeto a las mismas leyes de todos los seres vivos (nacen, se alimentan, crecen, se cansan, a veces enferman, se reproducen y mueren). Pero su alma es espiritual. Su inteligencia les permite pensar, estudiar e inventar cosas cada vez más difíci-les. Su voluntad les permite perdonar, amar y sacrificarse por las personas amadas. Su libertad les permite tomar decisiones. La ciencia humana que estudia a los hombres se llama Antropología.

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Yo persona

“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”

Gen 1,26

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En la naturaleza hay muchas cosas bellas: las estrellas, las montañas, las plantas, los ani-males. Todas han sido creadas por Dios y su her-mosura es un reflejo de la belleza del Creador. Pero la obra más perfecta de Dios es el ser hu-mano, creado a su imagen y semejanza (Gen 1, 26). El hombre es criatura de Dios, como todas las cosas, y depende en todo de Él para conservar su vida. Pero, al mismo tiempo, tiene una carac-terística única, que lo hace especial: Dios lo ha creado para darle su amor y su amistad, para convertirlo en miembro de su familia. Por eso, puede relacionarse con Dios por medio de la fe y de la oración. El amor de Dios a los hombres es tan grande que su propio Hijo se hizo hombre y se ha quedado con nosotros en la Eucaristía para alimentarnos y salvarnos del pecado y darnos la vida eterna.

Lo más grande

de la Creación:

el ser humano

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Santa Teresa de Jesús dice que el hombre es como un castillo. Por fuera están las murallas. Dentro hay muchas salas, donde viven los trabaja-dores del castillo. En el centro de todo está la sala principal, donde vive el rey del castillo. Las mu-rallas son el cuerpo, que es la parte más visible. Por él nos relacionamos y nos defendemos. Hay que alimentarlo y cuidarlo, para que funcione bien, pero no es lo único que tenemos. Los trabajadores del castillo son las potencias del alma, que son tres: memoria, inteligencia y voluntad. Dios nos las ha regalado para que vivamos una vida verda-deramente humana. Hemos de usarlas con sabi-duría. No estamos huecos por dentro, en el centro del alma vive Dios y podemos relacionarnos con Él como con un amigo. El mejor amigo que nunca nos abandona ni nos deja solos. Aunque nosotros nos olvidemos de Él, Él no se olvida de nosotros.

No estamos

huecospor dentro

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Una de las capacidades propias del ser humano es su memoria. Los animales también pueden recordar algunas cosas, pero su memoria es muy limitada. Los hombres, sin embargo, podemos almacenar muchos conocimientos en nuestra memoria. Podemos aprender cosas nuevas cada día porque conservamos en la me-moria los conocimientos que ya hemos aprendido. Es importante aprender cosas de memoria: nombres, te-léfonos, oraciones, ríos, fórmulas, tablas de multiplicar, cantos… Son muchas las cosas que, aún siendo también necesarias, como internet, el móvil, la televisión, o los videojuegos, abusar de su uso paraliza la memoria. Ade-más de la memoria personal, hay una memoria colectiva de la humanidad, que se recoge principalmente en los libros. Tenemos que apreciar los libros y las bibliotecas, porque nos transmiten las experiencias y los conocimien-tos acumulados por los hombres a lo largo de los siglos. El libro más importante es la Biblia, porque recoge la memoria de Jesucristo y de la historia de la salvación.

Lamemoria

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Los seres humanos son racionales. Es decir, tie-nen capacidad de comprender las cosas, de explicar-las, de aprender nuevos conocimientos, de resolver problemas con creatividad, de inventar. La inteligen-cia nos permite buscar la verdad de las cosas y tomar decisiones correctas. Hemos de estar muy pendien-tes de lo que vivimos, hacemos, tratamos o vemos para que no nos emboten la inteligencia. Una buena educación nos ayuda a desarrollarla. Por eso es im-portante tomar en serio nuestra formación, siendo responsables en la lectura y el estudio, dedicando el tiempo necesario a hacer los deberes y otras obliga-ciones hoy y siempre. Hemos de ser padre y madre de nosotros mismos. Con la inteligencia nos abrimos a la luz para buscar el bien y la verdad. También con la fe podemos iluminar la inteligencia y conocer a Dios. Juan Pablo II escribió que “La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”.

Lainteligencia

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Lavoluntad

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La voluntad es el acto de querer. Ya he-mos dicho que podemos comprender las cosas por medio de la inteligencia y que podemos almacenar conocimientos y experiencias en la memoria. La voluntad ha de buscar siempre el bien. También la utilizamos para saber hasta dónde nos tenemos que privar de lo que nos apetece o hacer lo que no nos va o lo menos cómodo. Hemos de pensar que todo lo que nos ayuda a ser más persona, que no nos hace es-clavos, lo podemos utilizar y lo que nos aleja de ser persona, lo tenemos que dejar. Lo mismo ocurre con las amistades. Las influencias posi-tivas las debemos aceptar. Las que nos escla-vizan, no. Dios es amor (1Jn 4,8) y el amor es la energía principal que mueve al alma humana.

Lavoluntad

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San Pablo dice que: “Habéis sido llamados a la libertad”. En todas las épocas, la libertad ha sido el gran sueño de la humanidad. Pero la libertad no es hacer lo que a cada uno le da la gana, sino la capa-cidad de buscar la verdad y de realizarla. Hay mu-chas cosas que nos apartan de la libertad y nos ha-cen esclavos: droga, alcohol, tabaco, moda, marcas, sectas, estar pendiente de lo que los demás pien-san de nosotros por miedo a que no nos quieran… Los drogadictos dicen que toman drogas porque son libres. Y no es verdad. Se han acostumbrado a tomar drogas y no saben vivir sin ellas, por eso son esclavos de las drogas, aunque digan lo contrario. Es verdaderamente libre quien elige lo que él quiere sin presión de nada ni de nadie, quien es capaz de dominar su egoísmo y su pereza, quien no se deja dominar por los instintos, quien es capaz de amar y de compartir con los demás, aunque le cueste.

Lalibertad

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¡En forma!

“Dios tiene una idea de miHay en Dios una imagen viva de mi,

conocida por Él y querida por Él” S.Agustín

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Los seres humanos aprendemos a hablar, a andar, a leer y a todo lo que realmente nos es importante para nuestra vida. Todo esto lo adquirimos porque nos lo enseñan otras personas. Empieza nuestra formación en la familia. Para educar a los niños y a los jóvenes tam-bién tenemos los Colegios, los Institutos, las Universidades y la mis-ma vida. Los maestros y profesores se han consagrado a educar a los niños y a los jóvenes. Su labor es muy importante, porque dedican su tiempo y su esfuerzo a despertar por dentro a la persona para que sea ella misma y cumpla su misión en la Tierra. Por ello, merecen siempre nuestro respeto y agradecimiento. A veces no nos gusta que nos exi-jan, pero lo necesitamos para poder adquirir conocimientos y madurar como personas. ¿Qué sería de nosotros si nadie hubiera dedicado su tiempo a enseñarnos a leer y a pensar, a superarnos, a que hagamos las cosas conscientemente, a esforzarnos, a dominar nuestros capri-chos? Y todo esto con cariño. El amor educa. Hemos de ponernos “en forma” usando bien nuestras capacidades y con libertad (memoria, inteligencia y voluntad). Así seremos personas ajustadas, ya que Dios no sólo es Creador sino también Criador. Con todo lo que nos rodea y permite en nuestra vida, Él nos va educando.

La educación

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Para estar “en forma” hemos de saber que ser amable sig-nifica ser cariñoso, educado, cortés, respetuoso y cercano al que se acerca. Todos queremos que nos traten con amabilidad. A nadie le gusta recibir gritos ni insultos ni malos tratos. Tenemos que practicar la amabilidad con todos, empezando por los que tenemos más cerca: los padres, los hermanos, los maestros, los compañeros de clase… pero también tenemos que ser amables con los desconocidos, con los empleados de las tiendas, con los conductores de autobús… con todas las personas que encontra-mos cada día. Hay que saludar con educación cuando llegamos a un sitio y despedirnos con respeto cuando nos vamos. Hay que pedir las cosas “por favor” y dar las “gracias” cuando nos hacen un servicio. Hay que tener paciencia cuando nos toca es-perar y hay que aguardar nuestro turno. Sólo así la vida es más fácil, seremos felices y haremos felices a los que nos rodean.

La amabilidad

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En los deportes de equipo cada jugador es dis-tinto del otro. Uno es más alto y otro más pequeño, uno es más grueso y otro más delgado. Pero todos son importantes y todos son necesarios. Los seres humanos somos distintos y únicos; por ello ninguno sobra. En la sociedad, son nece-sarios los deportistas, los agricultores, los informáticos, las amas de casa, los comerciantes, los sacerdotes, los maestros, los religiosos, los médicos y los encargados de la limpieza de las calles. Cada uno cumple su misión. Lo vemos muy claro al contemplar la naturaleza: hay flores de todos los tamaños y de todos los colores. Una rosa no es igual que una margarita, ni un clavel es igual que un jazmín, pero todas las flores son bellas. Lo mismo sucede en el jardín de Dios. Cada persona es distinta de las otras, pero todas son hermosas para Él, que las ha creado a todas y las hemos de mirar como Dios las mira.

El respeto

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El lenguaje es un medio de comunicación exclusivo de los seres humanos. Normalmente nos comunicamos por me-dio de palabras (habladas o escritas) y gestos. Es importante usarlos bien, porque si yo llamo “mesa” a una puerta, nadie me entenderá. También es importante que cuidemos las pa-labras o gestos que dirigimos a las personas. Si decimos cosas bonitas y positivas a una persona, se pondrá alegre. Esto hace que nuestra relación con ella sea más fácil. Pero, si le decimos insultos y palabras ofensivas, se pondrá triste. Esto dificulta nuestra relación con ella. Algunas personas no tienen respeto a los demás y usan palabrotas y expresiones mal sonantes al hablar. No se dan cuenta de que hacen daño a los otros y se hacen daño a sí mismas. Procuremos tener palabras amables y educadas con todos, para manifestarles nuestro respeto y nuestro aprecio. También de este modo, nos gustaría que nos trataran a nosotros. Seremos más persona y ayudaremos a otros a que lo sean y vayan más ligeros en su camino. Seguro que Jesús hablaría bien a los demás.

El uso correcto de las palabras y los gestos

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En el Colegio aprendemos a usar bien las palabras, para poder comunicarnos. También aprendemos otros idiomas, para entender a las personas de otros países. Igualmente, es ne-cesario aprender a permanecer en silencio. Si todos hablamos a la vez, no podemos escuchar lo que dicen los otros. La Biblia enseña que “cada cosa tiene su tiempo: hay un tiempo para hablar y otro para callar” (Eclesiastés, 3,1.7). Hay que aprender a escuchar en silencio lo que dicen los demás, sin interrumpirlos en cada momento. Para hacer los deberes y para concentrarnos en el estudio, también nece-sitamos del silencio. Para poder escuchar un concierto o para seguir el argumento de una película, debemos escuchar en silencio. Pero el silencio no es sólo callar, estar mudo. Es necesario hacer silencio de ruidos externos (música fuerte, gritos…) e internos (distracciones). Sólo en el silencio absoluto tiene lugar el auténtico conocimiento personal para saber qué nos pasa, de dónde me sale el genio…En lo más profundo de nosotros está ese “Yo íntimo”, la conciencia. Sobre todo, el silencio es necesario para orar, para dialogar con Dios, para escuchar su Palabra, que nos habla en lo más profundo del corazón. Hemos de caer en la cuenta de que Dios está dentro de nosotros, es decir, no estamos huecos por dentro, está Él.

El silencio

Evangelios

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El amor comienza con la amabilidad y el respeto, pero va más allá. Un cristiano no puede despreciar a nadie. Ni aún a los que no nos quieren. Tenemos que rechazar siem-pre el pecado, pero tenemos que amar a los pecadores, orando por su conversión. Si uno es más débil o más pobre que los demás, tenemos que amarlo todavía más, porque necesita más de nuestra ayuda. Jesús nos enseña que cada persona es valiosa para Dios. Por eso tenemos que amar a todos, buscando su bien. No sólo a nuestros amigos o a los que son simpáticos o a los que nos dan algo. El manda-miento de Jesús consiste en amar a todos, sin distinción de personas: “Éste es mi mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado” (Jn 15,12). La manifestación más grande del amor consiste en perdonar, ayudar y tratar con cariño, incluso a los propios enemigos. “Porque lo que haces con uno de estos, dice Jesús, lo haces conmigo”

El amor fraterno

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Tenemos que aprender a amar de verdad, como Jesús nos ama. Y nos tenemos que amar a nosotros mismos también, res-petando nuestro cuerpo. “Somos templos del Espíritu Santo”, nos dice Jesús. Amamos cuando respetamos a los demás, respeta-mos sus sentimientos, sus ideas, su cuerpo... También cuando no les hacemos daño, cuando compartimos nuestras cosas con los otros, cuando perdonamos a los que nos ofenden, cuando trabaja-mos por su bien, cuando oramos por ellos. Este aprendizaje dura toda la vida. Nos tenemos que educar en el verdadero amor del que nos habla San Pablo en el famoso Himno a la Caridad, en el cual nos enseña lo que es el verdadero amor cristiano: “El amor es paciente y servicial; el amor no tiene envidia ni es presumido; el amor no es grosero ni egoísta; el amor no se irrita ni lleva cuentas del mal; el amor no se alegra de la injusticia, sino que encuentra su alegría en la verdad. El amor todo lo excusa. El amor todo lo cree. El amor todo lo espera. El amor todo lo soporta. El amor no acaba nunca” (1Cor 13,4-8). Si tenemos presente todo esto llegare-mos triunfadores a la meta.

La educación en el amor

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Igual que tenemos que aprender las Ciencias Huma-nas, hemos de preocuparnos por conocer los contenidos de la fe cristiana porque nos darán luz para amar más a Jesús. Sólo lo que se conoce se ama. Dios se ha revelado a los hombres, especialmen-te por medio de su Hijo, Jesús. La revelación de Dios a los hombres está recogida en la Biblia. Los contenidos de nuestra fe están ex-plicados ordenadamente en el Catecismo de la Iglesia Católica, que tiene cuatro partes:

1.- La profesión de la fe bautismal (el Credo) 2.- Los 7 Sacramentos de la fe 3.- La vida de fe (los 10 Mandamientos) 4.- La oración del creyente (el Padre Nuestro) Todos los conocimientos humanos son importantes, pero el

conocimiento más importante es el de la fe cristiana, porque nos transmite lo que Dios ha revelado a los hombres para que puedan alcanzar la salvación. Si hemos sido bautizados, ya Dios habita en nosotros. Es cuestión de caer en la cuenta, de bucear hacia dentro y decirle: “Yo creo, creo que estás dentro de mí, en medio de mi co-razón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi vida”.

La educación en la fe

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Si uno se esfuerza con constancia por aprender a bailar o a tocar la guitarra o a jugar al fútbol, termina desarrollando unas capacidades para poder realizar bien esas actividades. Lo mismo sucede en otros campos de la vida. Si yo doy una vez una limosna a un pobre, he hecho un acto bueno. Pero si lo repito muchas veces y me acostumbro a dar limosna, termino por adquirir una virtud, y hacerlo ya no me cuesta trabajo. Así sucede con todas las cosas buenas. A base de repetirlas, terminan convirtiéndose en virtudes. Las virtudes son las dis-posiciones humanas para hacer el bien con sencillez y natura-lidad. Tenemos que tener cuidado, porque también podemos acostumbrarnos a hacer cosas malas. A base de repetirlas, se convierten en vicios, en disposiciones para hacer el mal. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. Nos entrenamos para conquistar la meta de la libertad superándo-nos cada vez un poco más para hacer el bien y ayudar a otros a que lo hagan.

Las virtudes

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En lo más hondo de nuestro ser está Dios (Padre-Hijo-Espíritu Santo). Se llaman así porque vienen de Dios y porque se refieren a Dios. Él nos las regala el día que nos bautizan, aunque nosotros tenemos que trabajarlas también. Se refieren directamente a Dios y nos ponen en relación con Él. Son tres: la Fe, la Esperanza y la Caridad (cf. 1Cor 13,13). Por medio de la Fe, creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha revelado, fián-donos de Él y abandonándonos en sus manos. Por medio de la Esperanza, aspiramos al Reino de Dios y a la Vida Eterna, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y en la ayuda del Espíritu Santo, que no abandona a los creyentes. Por medio de la Caridad, amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Amamos a Dios por sí mismo, porque Él es bueno y se lo merece. Y amamos a los demás porque son hijos de Dios y Él nos lo ha pedido así. Las Virtudes Teologales de Fe, Esperanza y Caridad son nece-sarias para pasar por la Tierra como persona cristiana, como Jesús pasó.

Las virtudes teologales

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Las virtudes morales tienen que ver con la vida de cada día. Se llaman “cardinales”, porque todas las demás depen-den de ellas. Cuatro son las más importantes: la Prudencia, la Justi-cia, la Fortaleza y la Templanza (cf. Sab 8,7). Se adquieren con esfuerzo y nos disponen para hacer el bien. La Prudencia prepara al hombre para que sepa lo que es bueno y conveniente en cada momento, no meter la pata. Gracias a la Prudencia aplicamos los diez mandamien-tos a cada situación concreta de la vida. La Justicia consiste en dar a cada uno lo suyo, respetando los derechos de todos. La Fortaleza asegura la firmeza y el coraje en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien. Como dice San Pablo: “Ya sabéis que en el estadio todos los atletas corren, aunque uno sólo se lleva el premio. Corred así para ganar.” (1 Cor. 9,24). Nos ayuda a no derrumbarnos, ni quejarnos, ni enfadarnos cuando no conseguimos lo que queremos. Nos ayuda a resistir a las tentaciones y a superar las dificultades y el miedo. La Templanza modera los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados (por ejemplo, en referencia a la comida, debería-mos buscar el equilibrio entre comer en exceso y dejar de comer por conseguir una apariencia sólo externa). Con ella, no nos dejamos do-minar por los instintos y crece en nosotros la LIBERTAD. Para tener éxito en la vida es preciso perseverar en el esfuerzo.

Las virtudes cardinales

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¡Campeones!

” He competido en el gran campeonato, he llegado a la meta de la carrera, he

conservado la Fe y me aguarda la corona que aquel día me entregará el Señor”.

2ªTim 4, 7s

¡Oé!

¡Oé!

¡Oé!

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Jesús

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Los Santos

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San Pablo nos enseña que «todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios Y, si son hijos, también son herederos de Dios» (Rom 8,14-17). Los Santos han corrido hasta la meta, se han superado. Son aquellas personas que se han dejado guiar por el Espíritu Santo, han vivido como verdaderos cristianos, actuando siempre como hijos de Dios, y ahora viven con Él para siempre. A lo largo de los siglos ha habido muchas perso-nas que, guiados por la antorcha, han llegado a la meta, han vivido la santidad: de todas las razas y de todas las edades y condiciones sociales. Después de estudiar sus vidas, la Iglesia propone a algunos como modelos de vida y válidos intercesores ante Dios. Los Santos y las Santas son las personas más grandes de la Historia. Han dejado a Dios actuar en sus vidas y Dios ha hecho maravillas en ellos. Dios nos llama a todos a ser Santos, pensando, sintiendo y amando como Jesús nos enseña.

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Jesús

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Santa Inés

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Nació en Roma, en el seno de una familia muy rica. Muchos jóvenes querían casarse con ella, porque era muy guapa. Pero ella los rechazaba a todos, porque les decía que estaba enamorada de Cristo y quería consagrarse a Él. En el antiguo Imperio Romano perseguían a los cristianos, porque se negaban a adorar a los emperadores y a ofrecer sacri-ficios a los falsos dioses. Por eso, un joven, que quería ser novio de Inés, la denunció ante el gobernador. El gobernador prometió a Inés muchas riquezas si abandonaba su fe en Cristo. Ella no aceptó sus proposiciones, lo soportó todo con espíritu deportivo y permaneció firme en medio de las ame-nazas y de los castigos. Finalmente, el gobernador mandó que cortaran la cabeza de Inés en la cárcel, aunque sólo te-nía 13 años. Era el año 304. Ella permaneció firme en la fe hasta el final. Su fidelidad a Jesús le llevó a coronar la Cima de las grandes riquezas. Su fiesta se celebra el 21 de enero.

13 años

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ORACIÓN: Señor Dios, que eliges a los débiles para confundir a los fuertes de este mundo, concédenos que también nosotros, como Inés nos mantengamos firmes en la fe y no nos dejemos llevar por las riquezas ni la belleza ni por cosas que se pasan. Ayúdanos a ser libres, por Jesucristo nuestro Señor. AMÉN.

Jesús

ORACIÓN

AMÉN

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San Luis Gonzaga

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Nació en 1568, en un gran castillo italiano, porque sus padres eran príncipes y él era el heredero de sus ri-quezas. Su padre lo llevaba a los desfiles de los militares y le enseñó a usar las armas. Como su madre era dama de compañía de la reina de España, a él lo hicieron paje del príncipe heredero. Todos esperaban que él fuera un gran guerrero, como su padre. Pero él quería consagrarse a Dios. Después de muchas dificultades, renunció a sus títulos de nobleza y se hizo jesuita a la edad de 18 años. Su gran carrera para llegar a la META fue dedicarse con ilusión al estudio y a la oración. A pesar de que había crecido en el lujo, ayudaba con humildad en la cocina y en la limpieza del convento. Cuando estalló la epidemia de peste en Roma, los Religiosos de su comunidad se de-dicaron a atender a los enfermos, limpiando sus llagas y dándoles de comer. Él se contagió sirviendo a los demás y murió en 1591, a los 23 años. Su fiesta se celebra el 21 de Junio.

23 años

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ORACIÓN: Señor Dios, que has querido juntar en Luis una ad-mirable inocencia de vida con un espíritu de caridad y de sacri-ficio. Concédenos por su intercesión, imitarle en su vida pura e inocente y que sepamos ser austeros y libres de caprichos. Por Jesucristo nuestro Señor. AMÉN.

Jesús

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ORACIÓN

AMÉN

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Beato Isidoro Bakanja

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Nació en 1888, en la selva del antiguo Congo Belga, en África. Emigró a la ciudad para ganar algún dinero traba-jando y poder así estudiar. Allí conoció a los misioneros y se preparó para el Bautismo, que recibió a los 18 años. Partici-paba con devoción en la Catequesis, asistía a Misa siempre que podía, rezaba el Rosario, llevaba al cuello el escapulario de la Virgen del Carmen y hablaba a todos del amor de Dios. Entró a trabajar en la plantación de un colono blanco. Este hombre no pagaba a los obreros y los maltrataba. A Isidoro le prohibió rezar y hablar de Dios a sus compañeros. Tam-bién le mandó que se quitara el escapulario de la Virgen. Como Isidoro no se lo quitó, le golpeó con un látigo, hasta dejarlo moribundo. Después le ató con cadenas. Cuando los misioneros se enteraron, llevaron a Isidoro al hospital. Allí murió tras seis meses de sufrimiento, rezando por la con-versión de su asesino y por la paz en su país. Tenía 20 años cuando subió al pódium porque quiso dar la vida por Jesús. Su fiesta se celebra el 12 de agosto.

20 años

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ORACIÓN: Señor, Dios nuestro, que concediste a Isidoro que te conociera a los 18 años y que participara con devoción en la Ca-tequesis, en la Eucaristía, en el rezo del Rosario y en el amor a la Virgen. Concédenos, por su intercesión, que sepamos valorar los medios que la Iglesia nos propone para alcanzar el premio de la santidad. Por Jesucristo nuestro Señor. AMÉN.

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Jesús

ORACIÓN

AMÉN

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Santa María Goretti

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Nació en 1890 en un pequeño pueblo de Italia. Su padre murió joven y su madre, que era pobre, tenía que trabajar todo el día en el campo, para dar de comer a sus hijos. Como no tenía dinero, no los podía mandar a la escuela. María no sabía leer, pero se aprendió de memo-ria todo el Catecismo, para poder recibir la Primera Co-munión. Aunque era una niña, cuidaba de sus hermanos más pequeños, limpiaba la casa y preparaba la comida. Mientras trabajaba, rezaba el Rosario y cantaba a la Vir-gen. Un vecino joven quería abusar de María y que ella le dijera que sí. María siempre se negaba y le decía: “Mira que es un pecado y yo no quiero que vayas al infierno”. Cuando ella tenía 12 años, él intentó violarla, pero ella no se dejó. Él le dio catorce puñaladas. Cuando estaba mu-riendo, María lo perdonó y le pidió que se convirtiera. En este momento ganó la medalla de Oro. Cuando estaba en la cárcel, vio en sueños a María con 14 lirios en las manos y se convirtió. Su fiesta se celebra el 6 de julio.

12 años

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ORACIÓN: Señor Dios, fuente de la inocencia y amante de la castidad, que concediste a María Goretti la gracia del martirio en plena adolescencia, concédenos a nosotros, por su interce-sión, firmeza para cumplir tus mandamientos, y así alcanzar la corona del premio prometida. Por Jesucristo nuestro Señor. AMÉN.

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Jesús

ORACIÓN

AMÉN

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Faustino Pérez-Manglano Magro

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Nació en Valencia el 4 de Agosto de 1946. Encarna y Faustino, sus padres formaron una familia de cuatro hijos, siendo Faustino el mayor de todos ellos. Alumno del Colegio Ntra. Sra. del Pilar desde los seis años hasta su muerte. El 3 de Marzo de 1963, a los 16 años de edad, muere víctima de la enfermedad de Hodgkin. Alegre, sim-pático, entusiasta del deporte, del camping, de todo lo bueno. Pocos podían sospechar la grandeza de alma que se escondía en el cuerpo menudo de este chico sencillo y amigo de todos: su fidelidad a toda prueba, su voluntad de hierro, su amor intenso a Cristo y su cariño fi-lial a la Virgen. A los 14 años escuchó la llamada del Señor, queriendo consagrar su vida a María, prometiendo conocerla, amarla y servirla.

A través de su diario puede rastrearse un poco la obra del Espíri-tu Santo en su alma totalmente entregada al Señor. Decia: “Soy muy feliz. No sé lo que me pasa. Se siente algo por dentro de uno. Un amor enorme hacia Él, que me ha llevado siempre tan de la mano, que no me ha dejado caer, ni una sola vez, en pecado mortal. No sé lo que son los problemas. Gracias, Cristo, por darme este bienestar interior tan maravilloso. Te estoy muy agradecido”.

Su proceso de Beatificación, se inició en 1986 en Valencia. En fe-brero de 2010 la Santa Sede, Roma ha reconocido sus Virtudes heróicas.

16 años

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ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR INTERCESIÓN DE FAUSTINO: “Señor, Tú nos has dado en Faustino un ejemplo admirable de fide-lidad a las exigencias de tu divino amor: acudimos a Ti para que, si es voluntad tuya que sea glorificado ante tu Iglesia, lo manifiestes concediéndonos la gracia que deseamos alcanzar (se pide la gracia). Te lo pedimos poniendo por intercesora a María, tu Madre, a quien Él tanto amó en la tierra. AMÉN.

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Jesús

Padrenuestro, Ave María y Gloria.

ORACIÓN PARA PEDIR GRACIAS POR INTERCESIÓN DE FAUSTINO

AMÉN

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Un Crack de hoy

“¿Quién es el que se jugará la vida por mi?”

Jeremías 30, 2

Pablo Domínguez

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Sacerdote y montañero

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Nació en Madrid el 3 de julio de 1966, hijo de Jose Manuel y Pilar. Sus hermanos se llaman José Manuel, Juan Miguel, Pilar y Pablo el pequeño. Se ordenó sacerdote a los 24 años. Publicó 7 libros, el último, “HASTA LA CUMBRE”. Era simpático y divertido hasta en las situaciones más graves. Se le daba mal decir “yo”, porque siempre estaba pendiente de los demás. Era guapo. No tenía miedo a la vida ni a la muerte. Estaba enamorado de Dios y lo contagiaba. Sus Misas estaban hasta los topes, porque daba gusto oírle predicar. Era cercano con todos, incluso con quien le insultaba por la calle, de quien acababa siendo amigo.

Era buen montañero. Coronó todas las cimas de España. Siempre que podía, celebraba la Eucarístia en la cumbre.

Por todo el mundo todos le pedían que predicara Ejercicios Espirituales. Él no sabía decir que no. Eso le llevó a un Convento Cisterciense en Tulebras (Navarra), en febrero de 2009. Les habló de la muerte, con alegría. Al día siguiente subió al Moncayo, la última cima española que le quedaba por conquistar. Allí murió.

Las últimas palabras que dijo a su familia por teléfono, unos minutos antes de morir, fueron: “he llegado a la cima”.

Pablo Domínguez Prieto

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Una madre “coraje” se dirige a los niños

El bolígrafo nos puede enseñar sobre quiénes somos como personas:

1 Lo importante es lo de dentro: la tinta. No importa que el exterior del Boli sea de oro o plata o que sea de plástico, no importa la marca. 2 Para que salga lo de dentro hay que quitar la capucha. La capucha protege pero

3 Para que el Boli funcione, ha de ir de la mano de alguien, no va sólo.4 Si quitamos la capucha y lo tomamos de la mano, el Boli es capaz de escribir, de dejar huella.

Pues lo mismo nos ocurre a las personas:1 Lo importante es `lo de dentro´. ¿Y qué es lo de dentro? Nuestras cualidades,

2 Pero para poner en juego nuestro interior, hay que quitar todo lo que impide, todo lo que nos sobra: nuestras comodidades, nuestras envidias, nuestras pe- rezas, nuestra desobediencia a padres y profesores. Y también tanto tiempo ocupándonos de videojuegos o viendo la tele. Todo esto, que es bueno, si ocupa

3 Al igual que el Boli, siempre tenemos que ir de la mano de alguien en la vida: de la mano de nuestros padres, profesores, amigos, Sacerdotes que nos sepan aconsejar, de la mano de grupos de personas que vivan lo que es importante

nuestra vida personal, nuestra vida espiritual, lo que hemos descubierto como cosas importantes en la vida. Lo importante es qué hacemos con nuestra vida. Es lo que llaman la ´vocación´.

también impide la escritura. Hay que hacer el esfuerzo de quitar la capucha si queremos que el Boli escriba.

mucho tiempo en nuestra vida, nos adormece y nos impide sacar “nuestra buena tinta”.

y que nos ayuden a ser nosotros. Por eso, es urgente cuidar la familia y per-tenecer a algún grupo de la Parroquia o algún grupo cristiano que nos acom-pañe. Pero con el tiempo, descubriremos que, sobre todo, la persona de la que

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Mª Pilar Prieto Duplá, madre de Pablo Domínguez Prieto

4 Si hacemos todo lo anterior, entonces seremos plenamente felices dejando la huella en el mundo que Dios espera de nosotros. Seremos realmente campeo- nes, importantes, no para salir en la tele, sino importantes para los demás y para Dios, que son los realmente importantes. Los otros son sólo famosos.

tenemos que ir de la mano es de Jesús, pues Él es quien mejor nos conoce yquien nos acompañará por el camino mejor para nosotros.

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Y... también a los jóvenes

vida la hacemos con otras personas. Pero no sólo con otros, sino desde otros (aquellos gracias a los cuales soy quien soy: padres, amigos, profesores, Sacer-dotes…) y para otros (vivir es donar la vida a otros para que sean felices). Por eso la vida de la persona es comunitaria: para desarrollarme como persona es fundamental compartirla con otros en grupos, comunidades, movimientos…

que nos invita Jesús, pues sólo por él seremos plenamente felices y fecundos. Se trata de descubrir cuál es el sentido profundo de mi vida, el para qué, el qué hacer con todos los dones que se me han dado. Para ello, tengo unos indicado-res que me ayudarán: los valores. Los valores son los que me indican qué es lo importante, qué es lo que merece la pena. Aquí hay que tener mucho cuidado, porque mucha gente adopta como propios falsos caminos que propone el mun-do: ten más, compra más, acumula riqueza, prestigio, fama, un cuerpo siempre bonito… El final de estos falsos caminos se descubre antes o después: una tre-menda decepción, un fracaso personal, pues nunca llenan, no permiten afrontar los dolores y dificultades de la vida. En realidad, son caminos de distracción y no de crecimiento. Ahora bien: ese camino que cada uno descubre en su interior pero habitualmente ayudado por otros sólo se descubre estando despiertos. En la vida puedo estar despierto o dormido (porque sólo me dedico a divertirme,

Cada persona, cada joven, está llamado a hacer grandes cosas en la vida. Pero la primera cosa importante que ha de hacer es escribir un libro: el de su propia vida. No puede dejar que otros lo escriban: es su responsabilidad. Pero para escribirlo hace falta:a Poner en juego todas las capacidades que tenemos, todos los dones que se nos han dado.b Estas capacidades tienen que ir siempre a más. La persona está llamada, siem- pre a mayores cotas de plenitud. Y no sólo en los estudios o en la vida profesio- nial. Sobre todo en el amor a los demás, en la vida espiritual, en la vida matrimo- ni nial, en sus compromisos para hacer de este mundo un mundo mejor…c En la ‘novela’ de nuestra vida hay otros personajes: los demás. Nuestra

d Escribir la propia vida no es cuestión de tomar cualquier camino, sino aquel al

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a los videojuegos, a estudiar o trabajar como única actividad…) entonces seré una marioneta en manos de quien me proponga caminos para escribir mi novela. E iré de aquí para allá sin encontrar un buen argumento. Pero si estoy despierto, daré con el mejor argumento para la novela de mi vida. En-tonces descubriré que mi persona no se puede conformar con nada limitado: ni se llena teniendo muchas cosas, mucho dinero, ni prestigio, ni diversión. Sólo lo llenan las personas. Pero las personas tienen sus limitaciones, así que sólo una persona ab-soluta, sin límites, podría colmarme y señalarme un camino grande. Pues hay buenas noticias para ti: Esa persona existe y puedes entrar en relación con ella. Te está espe-rando. Es Jesús. Él está deseando enseñarte el camino, tu camino, tu argumento. Tú lo escribirás a tu modo, pues Él quiere que lo hagas con libertad, pero no de cualquier manera, pues te conoce mejor que tú y sabe lo que es bueno para ti. Fíate. Él es quien te señalará el camino llamándote. Esa llamada es tu vocación. La vocación es el cami-no donde encontrarás, tu felicidad. Fíate. Merece la pena. Todos los que han apostado fuerte por escribir así la novela de su vida han logrado los mejores resultados. ¿Te atre-verás a escribir tu propia novela para que sea un best seller? De ti depende. Apuesta fuerte por Jesucristo, que es tu camino, la verdad más profunda sobre tu identidad y la fuente de tu vida.

Mª Pilar Prieto Duplá, madre de Pablo Domínguez Prieto 81

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Niño y joven, no estás solo

“Madurad vuestra Fe a través de los estu-dios, el trabajo, el deporte la música y el arte. Creed en Dios, que os susurra al co-razón.”

“Buscáis a Cristo, pero es Él quien os busca a vosotros.”

Benedicto XVI

Papa

CasimiroLópez LlorenteObispo

Juan Pablo II

Papa

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“Cristo Jesús quiere ser vuestro amigo: no le cerréis vuestro corazón; en Él tenemos el Camino, la Verdad y la Vida. Merece la pena acogelo y ser Cristiano. No os aver-goncéis nunca de ser amigos de Jesús.”

Familia ParroquiaEscuela

Ciudad

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“A vosotros hoy Jesús os dice: `Sígueme´. No tengáis miedo: lanzaos, emprended la carrera de seguirle.”

“Espero que la lectura de libros como éste te motive, por encima de todo, a esforzarte por cumplir tus sueños, y a poner en práctica valores que nunca de-bes olvidar. ”

“Os animo a vivir el reto de ser persona, a entusiasmaros con Jesús, plenitud de hombre y plenitud de Dios.”

Domingo J.Galindo MatiasSacerdote

FrancescTorralba RosellóFilósofo y Teólogo

RafaNadal Parera Tenista

Elena Tárrega Couchoud Profesora Religión

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“Ningún bien terrenal, material colmara vuestras vidas. Sólo la presencia de valo-res cristianos, os conducirán a conseguir la Meta. Te espero en ‘Yo Reli’ .”

“Ser feliz consiste en aprender algo nuevo cada día, conocimientos que nos enseñan a descubrir la grandeza de nuestro mundo, que nos hagan más inteligentes, más abiertos, más tolerantes, más humanos, en definitiva, mejores personas”.

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En tu camino

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