YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes...

26
30 REVISTA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN Michel Peissel Suelo de piedra caliza sobre los ríos Entrar en la península del Yucatán después de cruzar las selvas del ist- mo de Tehuantepec al paso de tortu- ga de los Ferrocarriles Nacionales del Sureste es como cambiar de mundo. La parte mexicana de la penínsu- la es como una extravagancia de la Naturaleza. Su extraño aspecto, sus características, son únicos. Lo que primero le sorprende a uno es que el país sea completamente llano. De- jando aparte una pequeña y estrecha cadena montañosa que desciende por el centro del rectángulo que forma el pedazo mexicano de la península, toda la región es una vasta planicie caliza apenas elevada sobre el nivel del mar. Otra sorprendente particularidad que no escapa a la observación, pero que se hace todavía más evidente en el mapa, consiste en la total caren- cia de ríos en toda la región. Yo creo que es en sitios como en el Yucatán norteño donde se da uno cuenta de la importancia del agua. Pero si el Yucatán mexicano no tiene ríos ni lagos (aparte de las lagunas saladas de la costa), posee, en cambio, una considerable cantidad de agua en el subsuelo. En efecto. Como el terreno está formado por piedra caliza poro- sa, ésta absorbe las lluvias tropicales que caen en cuanto llega la estación. Toda la región es una verdadera red de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera- ciones actuales; el mar tiene poca im- portancia, pues hay pocas ciudades costeras, exceptuando Campeche, el famoso puerto pirata situado en la frontera de Yucatán y del istmo de Tehuantepec. Los pozos, muy numerosos, son de dos clases: los hechos por la mano del hombre y los cenotes. Los prime- ros están casi todos movidos por mo- linos de viento, de modo que parte de Yucatán es una tierra cubierta por un millón de molinos de viento, cu- yas armazones de acero se yerguen como miles de caléndulas sobre la parte alta de ciudades como Mérida. Michel Peissel. Nació en Fran- cia en 1937. Sus numerosas expediciones lo convirtieron quizás en uno de los últimos y verdaderos exploradores de la tierra. Antes de sus estudios en Harvard y Oxford, a los 21 años descubrió templos des- conocidos en Yucatán, aven- tura que narra en El mundo perdido de los mayas. A los 22 años dirigió una expedición al Himalaya en pleno macizo del Everest. Después de una se- gunda expedición a Yucatán, atravesó con su mujer el At- lántico sobre un pequeño vele- ro. En 1964 volvió a franquear el Himalaya para descubrir Mustang, un misterioso encla- ve en el Tibet. Después de diez años de espera y varios viajes al Himalaya, fue autorizado en 1968 a atravesar y explorar el interior de Bhutan, último gran reino feudal de nuestro planeta. Su conocimiento de la lengua tibetana y sus siete via- jes al Himalaya le valieron un doctorado en Etnología por La Sorbona, reconociendo así sus investigaciones sobre esas regiones. Escritor de talento, sus libros fueron publicados en diez países y traducidos a ocho idiomas, incluido el ruso. Algunos de sus títulos son: Los khambas, guerrilleros del Tibet, Butham secreto, La gran travesía del Himalaya, entre otros. Mu- rio en el año 2011. YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958

Transcript of YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes...

Page 1: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

30•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

Michel Peissel

Suelo de piedra caliza sobre los ríos

Entrar en la península del Yucatándespuésde cruzar las selvasdel ist-mo de Tehuantepec al paso de tortu-gadelosFerrocarrilesNacionalesdelSureste es como cambiar de mundo. Lapartemexicanade lapenínsu-la es como una extravagancia de laNaturaleza. Su extraño aspecto, suscaracterísticas, son únicos. Lo que primero le sorprende a uno es que el país sea completamente llano. De-jandoaparteunapequeñayestrechacadenamontañosaquedesciendeporel centro del rectángulo que forma el pedazo mexicano de la península,toda la región es una vasta planiciecaliza apenas elevada sobre el niveldel mar. Otra sorprendente particularidad quenoescapaalaobservación,peroquesehacetodavíamásevidenteenel mapa, consiste en la total caren-ciaderíosentodalaregión.Yocreoque es en sitios como en elYucatánnorteñodonde se da uno cuenta dela importancia del agua. Pero si el Yucatán mexicano no tiene ríos ni

lagos (aparte de las lagunas saladas de la costa), posee, en cambio, unaconsiderable cantidad de agua en el subsuelo. En efecto. Como el terreno está formado por piedra caliza poro-sa,éstaabsorbelaslluviastropicalesque caen en cuanto llega la estación. Todalaregiónesunaverdaderaredderíos,depósitos, lagosycorrientessubterráneos. Los pozos son los que danorigenalaspequeñasaglomera-ciones actuales; el mar tiene poca im-portancia, pues hay pocas ciudadescosteras, exceptuando Campeche, elfamoso puerto pirata situado en la frontera de Yucatán y del istmo deTehuantepec. Los pozos, muy numerosos, sondedosclases:loshechosporlamanodelhombreyloscenotes. Los prime-rosestáncasitodosmovidospormo-linosdeviento,demodoquepartedeYucatánesunatierracubiertaporunmillóndemolinosdeviento,cu-yas armazonesdeacero seyerguencomo miles de caléndulas sobre la parte alta de ciudades como Mérida.

Michel Peissel.NacióenFran-cia en 1937. Sus numerosasexpediciones lo convirtieronquizás en uno de los últimos yverdaderosexploradoresdela tierra. Antes de sus estudios enHarvardyOxford,alos21años descubrió templos des-conocidos en Yucatán, aven-tura que narra en El mundo perdido de los mayas. A los 22 añosdirigióunaexpediciónalHimalayaenplenomacizodelEverest. Después de una se-gunda expedición a Yucatán,atravesó con sumujer elAt-lánticosobreunpequeñovele-ro.En1964volvióafranquearel Himalaya para descubrirMustang, un misterioso encla-veenelTibet.Despuésdediezañosdeesperayvariosviajesal Himalaya, fue autorizadoen1968aatravesaryexplorarel interior de Bhutan, último gran reino feudal de nuestro planeta. Su conocimiento de la lenguatibetanaysussietevia-jesalHimalayalevalieronundoctorado en Etnología por La Sorbona, reconociendo así susinvestigacionessobreesasregiones. Escritor de talento, sus libros fueron publicados endiezpaísesytraducidosaocho idiomas, incluido el ruso. Algunosdesustítulosson:Los khambas, guerrilleros del Tibet, Butham secreto, La gran travesía del Himalaya, entre otros. Mu-rioenelaño2011.

YUCATÁNAOJODEEXTRANJEROEN1958

Page 2: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•31

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

Page 3: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

32•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

Pero más curiosos son los cenotes, pozos naturales formados por el desmoronamiento del suelo de pie-dra caliza sobre los ríos o lagos sub-terráneos. Estos pozos son los únicos lugares donde se ve agua; son detamañosmuydiversosyvandesdelospequeñossocavoneshastalosgi-gantescos estanques de ocho o nue-ve kilómetros de ancho por tres deprofundidad. Por razones fáciles de comprender, los cenotes son también los centros de los antiguos estableci-mientosmayas. Cada ciudadmayaimportante del Yucatán mexicanofue contruida cerca o alrededor de un cenote.Ydondenoloshabía,losmayas hicieron grandes depósitospara aprovechar el aguade lluvia,quecaeconunaabundanciaqueva-ríaentretreintaynuevepulgadasenlaspartessecasycientocincuentaenlaslluviosas.Estaúltima,desgracia-damente para mí, estaba situada en Quintana Roo. Las rocas calizas que caracterizan alYucatánnorteñoparecenestériles.Se lasvepor todaspartes, rompien-do la tierra, roja, rala, escasa, en hi-lerasgrises.Alprincipioextrañaqueun suelo tan árido pueda sustentar la menor vegetación. También a losespañoleslessorprendióesto,yDie-go de Landa, el más grande de los historiadores del Yucatán, lo llamóel país con la más mínima expresión de tierraque jamásviera.Dichoporunespañolqueconocía laaridezde las

regiones montañosas andaluzas, re-sulta muy expresivo. Pero quizá laprincipalymásimpresionantedelasmuchas paradojas del Yucatán con-siste en que, a pesar de todo, es una tierra de pavo y venado, de miel y maíz, ysingularmenterica. EnCampeche,congranaliviopormi parte, cambié mi asiento de tren por uno en el autobús (tres vecesmás rápidoymás sucio que aquél),siguiendomiviaje aMérida, capitalde la provincia de Yucatán, situadaen medio (sic)delapenínsula. ObservéqueYucatánnoestanári-do como podría creerse. Se halla casi todocubiertoporunaflorestabajayespinosa que no es del género tropical como en los alrededores de Palenque, sinomásmenguaday reseca.Comoestábamosenelmomentomáximodela época de sequía, mucha de aquella malezaeradecolorpardoypresen-taba un aspecto desolado, salvo enloqueserefierealbrillantetonona-ranjadeinnumerablesárbolesenflor.Luego me enteré que aquellos árboles erantípicosdeYucatán,ylaflorera,asimismo, la típica del país. En el transcurso de los doscien-tos cincuenta kilómetros que sepa-ran Campeche de Mérida, el autobús pasó por media docena de pueblos. Enmuchos de ellos vi lamisma gi-gantescayvieja iglesiaespañoladelRenacimiento, cuya austera fachadamiraba desde arriba a las casitas de un solo piso, construidas con piedra,

micHel peissel

Page 4: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•33

que bordeaban unas plazas anchas ydespejadas.Esascasas teníanven-tanas delicadamente esculpidas, en-marcadas por rejas de hierro forjado, erandeunpardopolvoriento.Peroelrasgo particular más sorprendente de aquellos pueblos no eran las vastasplazas de arquitectura colonial espa-ñola,sinolasmilesdechozasovala-das, cubiertas con hojas de palmera, que rodeaban esas plazas y que separecíana lasqueyohabíavistoenalgunas ilustracionescomoviviendatípicadelosnativosafricanos.Aque-llas chozas,que formabanpequeñasplazas de tierra roja, me hicieron comprender queYucatán es todavíahoyelterruñodelosmayas.Losmi-les de indios que forman la mayorparte de su población han sufrido pocos cambios después de cuatro-cientosañosdeocupaciónespañolaymexicana.Aquí,paradójicamente,loselementos precolombinos no fueron asimiladospor la cultura extranjera,nilosmayastratarontampoco,porsuparte, de asimilar todo lo que aporta-ron los europeos. Lasparedesovaladasdelascasasmayasestánhechasdeestacasclava-das en el suelo una junto a otra; es-tas estacas sostienen los techos altos, perfectamente dispuestos, cubier-tosconhojasdepalmera.No tienenventanas,sinosolamenteunapuertabaja.Muchasdelasplazaspequeñasmuestran en su interior dos o tres ca-sas. Supe después que, de acuerdo

con la tradición, muchas familias tenían una casa de domingo, que se reserva para las grandes ocasiones;otra casa que sirve como cuarto deestar diario, y otra pequeña chozaque es la cocina. Mepareciósorprendentequeexis-tiera todavíaenAméricaunaregiónentera donde perdura la influencianativa. Aquella influencia no sólosereflejabaenlasviviendas,sinoeneltrajeyenlalengua.Nomenosdetrescientosveintemilhabitantesdelapenínsula de Yucatán hablan maya,un maya que no difiere mucho delque se hablaba en la época de esa gran cultura. No tiene relación conninguna otra lengua del continente americano,poseeunacentopropioylas palabras, más que pronunciarse, se balbucean. Méridaes lacapitalde laprovin-ciadeYucatánylamayorciudaddela península. Cuenta con doscientos mil habitantes. Ciudad amplia, ex-tendida, tiene innumerables calles paralelas que fueron trazadas por los españolesal estilode susprimitivasmetrópolis. Si existió jamás alguna que nopertenezca a nuestros tiempos mo-dernos, puede decirse que es Mérida, pues parece de rasgos similares a nuestras ciudades actuales. Excep-to en lo que respecta a unos pocos edificiosnuevos, suestilopertenecetotalmente al de la posconquista, o seaalcolonialespañol,lascasasson

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

Page 5: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

34•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

amplias, severas; sonestructurasdeun solo piso que guardan en su in-terior frescos patios o claustros. En esos patios crecen las altas palmeras imperiales,ysealzanlosinevitablesmolinosdeviento.Los edificios tie-nen fachadas austeras de ventanassimétricasyanchas,yunasolapuer-ta. Muchos de ellos están pintados en tonospálidos:azul,amarillooverde. Como todas las casas son gran-des, la ciudad parece mucho más espaciosa de lo que es en realidad. Ydonde terminan las casas colonia-lesespañolasdepiedraempiezaotraciudad igualmente típica, de chozas cubiertasconhojasdepalma:laciu-dadmaya.Estaproximidaddeestilostan diferentes, este contraste entre los

edificios de piedra del colonialismoespañoldel sigloXVIy las tradicio-nalescabañasdelosantiguosmayas,resulta sobrecogedor y sorprende acuantosloobservan. ProntocomprendíquesiYucatánperteneceaMéxicoysiMéridaesunaciudad próspera, ambas existen enun mundo propio, un mundo com-pletamente separado de la corriente general de la civilización moderna.Viven, con sus propias costumbres,unavidaextrañaqueesproductodelos viejos estilosmayas y una lentaaceptación,muysigloXIX,denues-tracivilización. ElelementoespañoldeYucatánestambién refractario al progreso mo-derno. En Mérida apenas hay taxis

Cenote de Chichén Itzá. Grabado del dibujo original

deCatherwood.

Page 6: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•35

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

y los medios de locomoción siguensiendo los de tracción animal. Lo tí-pico son las calesas, carruajes tirados por caballos, que copian formas an-tiguas y continúan alborotando lascalles a miles. Dado que muchas de ellas estaban flamantes, deduje queno era aquél un medio de transporte caduco, sino la manera más corriente de circular por la ciudad. Las calesas son sólo uno de los mu-chos aspectos de la vida enMéridaque reflejan el tiempo anticuado de Yucatán, su ritmo de suave refina-miento. Es un mundo de cadencia perezosa adaptada al sol caliente, unmundodebuenas comidasy so-bremesas sosegadas, una tierra de far niente,deapacibleexuberancia,teñi-dadeciertapasivacontención,deri-vadadelcaráctermaya. SiMéxico es una tierra de fuegoymuerte,Yucatánes lugardepazynostalgia. Esta diferencia radical de idiosincrasia entre el México turbu-lento, cruel y bullicioso y la serenaquietud de la península de Yucatánha inspirado en ésta una gran anti-patíahacialacapital,máspoderosaycéntrica.ElpueblodeYucatánes,porencimadetodo,yucateco.Leelapoe-síadeYucatán,guisadeacuerdoconlas recetas locales, tienen sus propias universidades,suspropiosescultoresyartistas.InvitadounavezalRotaryClub de Mérida, que tenía su sede en una casa construida según el modelo deunacasaparisiensede1890yque

poseía un hermoso jardín, descubrí, congransorpresa,quelamayoríadelas personas allí reunidas habían es-tadoenParísoenEuropay,encam-bio,noconocíanlaciudaddeMéxico.Si elyucateconecesita,porejemplo,seguir un tratamiento médico que no se aplica en la península, irá antes a CubaoalosEstadosUnidosquealaCiudaddeMéxico,alborotadora,po-líticamentehostilysalvaje. Desgraciadamente, la aristocracia deYucatánsearruinóconlosedictosde la Revolución Mexicana. Fuerondesmembradas grandes posesiones, y aunque luego las reagruparan lasmismas poderosas familias, la aristo-cracia se empobreció debido a la baja de los precios del sisal. El sisal es la única fuente impor-tantedeingresosdeYucatán.Latie-rra, que es escasa, ha perdido mucha de su fertilidad desde el tiempo de losmayas;laúnicacosechaquetuvoimportancia industrial fue el sisal, queposeía la granventaja sobre lasdemásplantasdecarecerderaícesyvivir con poca agua y poco aire. Esuna planta ideal para crecer en tierra caliza.YucatániniciólasplantacionesdesisalenelsigloXVII.EnelXIXseamasaron las grandes fortunas, que permitieron que la aristocracia pu-diera seguir manteniendo a Mérida como una ciudad placentera y lujo-sa, copiada de París, capital donde los yucatecospoderosos solíanvivirpartedelañoydondellegaronaser

Page 7: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

36•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

conocidos como "los meridionales",gente amiga de la diversión y másbien disoluta. El sisal sería principalmente para la manufactura de cuerdas y cables(demalacalidad).Estaindustriade-clinó muy pronto, produciendo enMérida una gran depresión económi-ca. Desde entonces, la ciudad ha ido cayendoenunsoporapacible,yhoyes comoya sombra empobrecidadeloquefueantaño. Pero de los meridionales de París ydel antiguo poder y esplendor, losyucatecos han conservado muchosrasgos,especialmentelosqueserefie-renaldeseodehacerquesuciudadysumododevivirseparezcaalasciu-dades y almodode vivir europeos.Mérida la blanche, como la llaman sus habitantes, gusta de considerarse el París del Sur. La ciudad y su supuesto pareci-do con París son el orgullo de todo meridano sin distinción de clases sociales; un conductor de calesa contaba con gran satisfacción que las baldosas de la calle habían sido traídas desde París como lastres en lasnumerosasgoletasybergantinesque entraban en Progreso, el puer-to situado a unos veinticinco kiló-metros de la ciudad, en el golfo de México.Unpocomásallá,elmismoconductor recalcaría orgullosamen-te que su carruaje es igual a los que seusan enFrancia, y,paraprobar-lo, señala que sudiseñador eraun

francés, como se indica en una placa delatónclavadaalejetrasero. Poco se imaginan ellos que en las atestadascallesdelParísdehoyyanocirculan calesas; tampoco sospechan que las calesas meridanas, aunque diseñadas por un carrossier francés, son de modelo tan anticuado, que en Francia, aun antes de la revolución,hubieran parecido anacrónicos. La calesa está formada por una cabina cuadrada,muyaltaymuyestrecha,que puede cerrarse enteramente con unas persianas de lona. El cochero se sienta en el techo de dicha cabina. Produce una impresión de gran en-cantoyacaduco,muyagradablealavista,perodetotalinseguridad. A pesar de todo, la particularidad másinteresantedelaMéridadehoy,ydeYucatángeneral,eslapresenciadelosmayas. EnYucatán, dejando aparte a lasfamilias de solera aristocrática, no existe la profunda división entremexicanoseindiosqueseencuentraen el resto del país; ambos grupos se mezclan socialmente. Los indios ma-yas,quesobrepasanennúmeroalosmexicanos, hanpodido imprimir enla ciudad mucho de su mentalidad y su forma de vivir. Han conserva-dotambiénsumaneradevestir.Sonmuy típicos de Yucatán los huipiles, el blanco atuendo llevado por lasmujeres indias y que han adoptadoalgunas damas aristócratas para las grandes ocasiones, como por ejemplo

micHel peissel

Page 8: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•37

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

las numerosas fiestas organizadas por las familias distinguidas. El hui-pil es un traje de forma recta, que se hace doblando en dos una pieza de telablanca;losdosladosvancosidosyformanunaespeciedefundadeal-mohadabastanteancha.Enelextre-mo superior se recorta un cuadrado por donde puede pasar la cabeza. Los brazos caen por unas hendeduras que se han dejado sin coser en las cos-turas de los lados. El escote cuadrado y la extremidad inferior se adornancon ricos bordados de seda represen-tando flores o dibujos geométricos.Estevestidosuelto,deuncolorblan-co puro, alegrado con brillantes colo-res,resultamuyfavorecedor.Debajodel vestido se lleva una enagua cu-yos bordes sobresalen. En ocasionesextraordinarias se lleva también unterno, un huipil más bordado que el corriente, con una enagua igualmen-te más trabajada. La visión de cientos de mujeresvestidasdeesamaneraycirculandopor las calles de Mérida quedará en mi mente con la representación del Yucatánmoderno. Cuando llegué a Mérida no tenía la menor idea de cómo iniciar los pre-parativos para la expedición Quin-tana Roo-Darién, en la cual estaba ahora tan comprometido. Portador de la carta para Alberto Ruz Lhuillier, el famoso arqueólogo que había descubierto la tumba de Palenque,medirigíalasoficinasdel

Page 9: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

38•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

ComitéArqueológicoNacionalMexi-cano. Allá encontré al doctor Ruz, un hombre alto, de aspecto austero, que mesaludócortésmenteyescuchóconatención lo que tenía que decirle. Al manifestarle mi deseo de bajar un bar-co por la costa de Quintana Roo hasta Honduras Británica, me contestó que aquello le parecía bastante difícil. La costa—advirtió—está enteramente deshabitada, salvo en tres puntos: Puer-to Morelos, al Norte; Tankah, en el cen-tro, y Xcalak, en la frontera de México y Honduras Británica. Por allá están tam-bién, como usted sabe, las grandes ruinas de Tulum, aisladas en la costa. Cerca de ellas se encuentra una plantación de coco que pertenece al señor González; ha sido siempre muy amable conmigo cuando he ido aTulum. Puedo dar a usted una carta para él. En Tankah existe un pequeño ae-ródromo abierto en la jungla. Por supuesto, yo había ya oídohablar de Tulum y hallado enMé-xico muchas referencias respecto aesta gran ciudad aislada en los eria-les de la costa de Quintana Roo, e inaccesible, salvo pormar, hasta laconstrucción del aeródromo, que so-lía estar cerrado con más frecuencia que abierto. Pocos visitantes llega-banaTulum,porqueelviajeeradifí-cilylargo. En cuanto a ir más al sur de Tu-lum, el doctor Alberto Ruz lo juzgaba untantoaventurado.Noparecíaha-ber medios corrientes de transporte, pues, como dijo, los indios del lugar

viven casi de espaldas al mar, y dudo que encuentre usted barca que le lleve. Pero siempre le queda el recurso de alquilar una embarcación en la isla Cozumel que le lleve a Honduras Británica. Esoesloqueresolvíhacer.Deci-dí ponerme en camino con Ball ha-cia la isla de Cozumel, pues, según mis noticias, acababa de abrirse una carretera que iba de Mérida hasta el extremo norte de Quintana Roo,un sitio llamado Puerto Juárez. Allí, según me dijeron siempre podría encontrar una embarcación que me condujese hasta Isla Mujeres, una pequeñaislaqueseñalalabandadelacostayucatecaqueseparaelgolfodeMéxicodelCaribe,ydeallíhaciael sur hasta la isla de Cozumel. Resolví que, si lográbamos fle-tarunaembarcación,navegaríamoslentamente a lo largo de la costa de Quintana Roo, deteniéndonos aquí y allá para observar los diferentesparajes. Me dediqué entonces a buscar a alguien que hubiera estado en Quin-tana Roo y me informara sobreaquello. Los resultados fueron poco satisfactorios, pues no pude encon-trar a nadie. Supe, sin embargo, que la región de Quintana Roo, a dife-rencia del Yucatán central, estabacubierta por una densa selva y queninguna carretera penetraba en ella. Noexistíanciudadesy,loqueesmás,me enteré de que toda aquella zona estabainfestadadebandidos,fugitivos

Page 10: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•39

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

mexicanos,puesenYucatánunban-dido es, pordefinición,unmexica-no. Los indiosmayasmismos, quesuelen ser pacíficos y sedentarios,cambian en la región de Quintana Roo, donde se los conoce por indios sublevados. Pronto iba a darme cuen-tadequeenYucatán,lomismoqueen México capital, se considerabaa Quintana Roo como un territorio salvajeyrudo,delcualnadiesepre-ocupabaynadieconocía. Envié una carta a Ball comuni-cándole los primeros resultados de mis investigacionesymis impresio-nesfavorablesenloquesereferíaalalquiler de una embarcación; le dije también que la información sobre QuintanaRooresultabaescasayquesólo había podido enterarme de que la jungla era hostil, árida y estabapoblada tan sólo por unos cuantos indios rebeldes e igual número de chicleros merodeadores. Por aquello parecía deducirse que cuanto menos me acercara a Quin-tana Roo, mejor. Pero no me desco-razonó la información obtenida. Al contrario, tanto misterio me intrigó, ymepreguntésinoresultaría,enelfondo,muchomás interesantey cu-rioso cruzar parte de Quintana Roo a pie hasta el mar. Cuando comuniqué miideaalseñorPomerat,directordela Alliance Française en Mérida, hom-breconocedordelpaísydesugente,me contestó sin contemplaciones que estaba completamente loco. Luego

me explicó que, el año anterior, unjoven arqueólogo alemán había sa-lido de Mérida hacia Quintana Roo, proyectandoviajarapiehastalaan-tigua ciudad costera de Tulum. Su cuerpo fue hallado tres semanas des-pués,pudriéndose,enelextremodeun cenote; había sido asesinado por uno de sus guías. Aquello hizo que volvieraapensarenlasolución,mu-chomássegura,deefectuarelviajepor mar. Decidí, además, que nues-tras incursiones a tierra estuvieranlimitadas al mínimo. Sin embargo, procuré conseguir información más precisa acerca de los indios sublevadosyloschicleros. Respecto a los primeros, fue poco lo que pude saber al principio. Me di-jeron que se consideraba peligroso ir a sus distritos, porque los indios están siempredispuestosaatacaralextran-jero, cualquiera que sea, debido a que ellos,asuvez,hanpadecidodurantetanto tiempo la hostilidad del Estado mexicano,asícomoloscruentosata-ques de los chicleros merodeadores. La palabra chiclero, que com-prendí era sinónimo de bandido yque siempre había oído relacionada con algún crimen, es, en realidad, el nombre dado a los que recogen chi-cle.Elchicleeslasaviadeunzapote especial o árbol de sapotilla, que se emplea únicamente en la elaboración de la goma de mascar. Las miles de hambrientas mandíbulas norteame-ricanas han hecho de esa elaboración

Page 11: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

40•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

una gran industria. El chicle o goma de mascar en crudo se encuentra so-lamenteentrespaísesdelmundo:enel territorio de Quintana Roo, al norte deGuatemalayenHondurasBritáni-ca. A diferencia del árbol del caucho, los árboles que producen el chicle no crecen en plantaciones, de modo que laúnicamanerade recoger susaviaesenviarhombresalaselva.Recogerchicleesunaoperaciónpenosaype-ligrosa, ya que quien la ejecuta estáexpuestoalamordeduradeserpien-tesvenenosas,alpeligrodelasaguascontaminadasy,sobre todo,alpalu-dismo,que es todavía lapeorplagadeQuintanaRoo.Para llevaracabotan ingrata tarea, se conducen a la junglacontingentesdeexconvictosycriminales procedentes de Veracruz. Losyucatecospacíficossenieganairalaselva.Comoresultado,esaselvaestá infestada de bandas de chicleros merodeadores que combaten contra lajunglayentresí,porlaproductivasaviablanca.EstaclasedehombressehaidoamontonandoduranteañosenQuintana Roo, y muchos permane-cenallíparasiempre,puesprefierenquedarse, transcurrido el semestre que dura la recogida del chicle, que regresar a lugares más civilizados,donde tendrán que dar cuenta a la justicia de los crímenes cometidos an-tes de su llegada a la jungla o en el transcurso de su estancia en ella. Lasextrañascircunstanciasenqueibaarealizarsemiexpediciónhabían

micHel peissel

Cenote de Xtacumbil-Xunan(Bolonchén).GrabadodeldibujodeCatherwood.

Page 12: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•41

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

de familiarizarme pronto con los te-mibles chicleros, armados con escope-tas,pistolasymachetes. El paludismo constituía también una amenaza con la que no contába-mos. Los terrenos pantanosos y lashúmedas junglas son uno de los focos de la enfermedad. A la vista de todo ello, y comoaún permanecía en Mérida, me dije que existían bastantes razones paraquedarme tan lejos de Quintana Roo como fuera posible. Empezaba a preguntarme por qué se me habría ocurrido la idea de dirigirme a una región tan dejada de la mano de Dios. De no haber sido por el encabezamiento gótico de mi papel de escribir y el temor de pa-recer un tonto si abandonaba mis propósitos, habría desistido. Pero seguí preparando escrupulosamente elviaje,y,loqueesmás,sentíaunaextrañaatracciónhacia lacostaquese me había descrito en términos tan desfavorables. De cualquier mane-ra, erademasiado tardeparavariarnuestros planes. Recordando las lar-gas veladas con Ball, en Tepoztlán,cuando preparábamos el itinerario, decidí atenerme a nuestra ruta pri-mitiva, pero efectuandomuypocasincursiones a Quintana Roo; todo elloacompañadoporAlanBally latripulación del barco que tenía pro-yectadofletar. Procuré, sin embargo, adquirir algunas armas y contratar un guía.

Me presentaron a un tal Aguilar, que solía actuar como tal en las partidas de caza. Ésta abunda de tal modo en la espesay secamaniguaque cubreal Yucatán central, que casi toda lapoblación rural la practica para pro-curarse alimentos.Ya en el autobús,entre Campeche yMérida, lo habíacomprendido así viendo subir encada parada a grupos de indios con escopetas colgadas de la espalda. Hayabundanciade faisanesnegros,pavossalvajesyunospequeñoscier-vos rojos a los que llaman venados. Si añadimos que también hay jaba-líesyalgunos tigres (gatos monteses y jaguares pequeños), veremos quelos safaris no son desconocidos en Yucatán. Pero Aguilar, si bien estaba dis-puesto a llevarme a cazar alrededordeMérida y hacia Campeche, nadasabía acerca de Quintana Roo, y selimitóarepetir loqueyamehabíandichootros. Sugirióqueyo tambiéndebía llevar pistola, tanto para pro-tegerme como para dar un poco de variedad amis comidas cuando es-tuvieraenlacosta.Mepresentóaunamigo suyo, de aspecto equívoco,que vendía armas y queme ofrecióun pequeño revólver de cromo pla-teado,calibre32. Vaciléenadquirirloymandéuntelegrama a Ball pidiéndole consejo, yaqueéldebíafinanciaralgunosdelosgastosbásicosdelaexpedición.Como no tuviera contestación, me

Page 13: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

42•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

dediqué a buscar lo que necesitá-bamos para terminar de formar el equipo. Aprendí enYucatán que, exceptoenloshoteles,noexistencamas,pueslomismo los indiosque losmexica-nos duermen en hamacas. Para mí, éstas habían estado siempre asocia-dasalaMarina,alaincomodidadyal temor de caerme. En cuanto hube probado una hamaca maya, rectifi-quéestaopiniónyestuvedeacuerdocon la leyenda localque cuentaquelas hamacas son un presente de los dioses al género humano. La hamaca yucatecaes,podríamosdecir,honra-da, pues no juega malas pasadas en mitad de la noche, como otras que co-nozco.Seconfeccionandedosclases:lasdecuerdaáspera,quepica,y lasde algodón o seda, mucho más sua-ves,anchasyaristocráticas.Elegíunadeestasúltimas,y,paramayorsegu-ridad, compré lo que allí se llama una hamaca "matrimonial", tan ampliaque en ella pueden dormir dos perso-nas a lo largo e incluso a lo ancho. Lashamacasmayas sonunaver-daderamaravilla;notienenlosanti-páticos nudos de las demás que las hacen tan incómodas. Están confec-cionadas sobreunarmazónanchoyrectangular, de madera. Alrededor de este armazón va atado un cabodecuerdamuylargo,entretejidolue-go con otro cabo; ambos forman una mallaflojaqueseamoldaatodoslosángulos del cuerpo humano.

Losyucatecossuelenaprovechar-se bien del regalo de los dioses, que armoniza perfectamente con su ca-rácter indolente. Tienden su hamaca por todos lados, y en ella descansade noche y de día lamayoría de lapoblación. Se ven hamacas debajode los vagones del ferrocarril, entrelosárbolesyen todas lascasas,quecuentan con ganchos adecuados en cada habitación. Esto permite que los indios vivan cómodamente en suspequeñaschozas,yaquenolesprivade espacio. Sabiendo que los mosquitos son la plaga de Quintana Roo, compré un mosquitero amplio, de aspecto frágil, queabultabamuypocounavezple-gadoyquepodíacolocarrápidamen-te alrededor de mi hamaca. Encuantoalaropadevestir,pen-sé que todo lo que iba a necesitar sería un par de pantalones y unassandalias para andar por los puentes del barco. Pensaba adquirir las botas paracaminarpor la selvadeValla-dolid,ciudadque,segúnveíaenmimapa,era laúltimaentreMéridayPuerto Juárez, donde termina la ca-rretera, en la costa de Quintana Roo. Fueaquellaunaequivocaciónfatal,pues luego me encontré con que en Valladolid sólo tenían botas de ta-mañopequeño,queeselquecalzanlos indios. En el mercado de Mérida compré dos cuchillos de unos cua-renta y cinco centímetros de largo,que me parecieron menos ridículos

Page 14: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•43

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

que los machetes y, sin embargo,lo bastante grandes para cortar los matorrales. Después de adquirir este material regresé a mi hotel, donde encontré unacartadeBallquedecíaasí:

Querido Miguel: No me ha sido posible obtener los fondos que es-peraba. Debido a la zona de la li-bra esterlina, sólo podré conseguir el dinero en una colonia británica. Lo siento, pero no podré reunirme contigo en Yucatán. Nos encon-traremos en Belice. Haz tú solo la primera parte del viaje hasta allá, y luego seguiremos juntos, tal como habíamos planeado. Sa-ludos, A. B.

La noticia era sumamente desagra-dable, pues comprendí que se trataba deunaexcusaconlacualBallinten-taba abandonar nuestro proyecto.Inmediatamente le puse una confe-renciaaMéxico,y,entreunrevoltillodezumbidosyrumordepapagayos,entendí que las cosas allí habían cam-biado y que a Ball se le hacía cadavezmásdifícilmarcharse.Mequedópoca esperanza de que fuera a reu-nirse conmigo en Belice. Y tuve ra-zón,puesnohabríadevolveraverlejamás, aunque quizá no por culpa suya,yaqueyonofuiaBelicemuchodespués. Las malas noticias me afectaron bastante. Mi entusiasmo juvenilse sustentaba, en gran parte, en el Cenote de Valladolid.

B.M.Herman.1843.

Page 15: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

44•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

compañerismoyvalorqueunhom-bre como Ball aportaba a nuestra empresa.Elviajequehabíamospro-yectadohacerjuntoseraunacosa;iryosolo,otra.Y lanocheenqueBallsevolvióatrás, tuveunaspesadillasterribles,enlascualesvielesqueletodeljovenarqueólogoalemán. Empecé a arrepentirme seriamen-tede todoelasuntoymeamonestépor no haber comprendido antes que Ball no era hombre de resoluciones firmes. Contemplaba la imagen demi cuerpo, alto y delgado, refleján-dose en el sucio espejo de una habi-tacióndehotel,yno lograbavermecomounexplorador.¿Porquénoibaaseryounbuenbanquero,alfinyalcabo?No;parecíaestúpidopensarirsolo…Ysuponiendoquesobrevivie-raaaquelviajehastaColombia,¿po-dría volver a tiempo para empezarmilicenciaturaenHarvardenagos-to?Estábamosafinalesdeabril;mequedaban, pues, tres meses escasos para cubrir los tres mil kilómetros delviajeproyectado. Consultéal señorPomeratacercade mi posición, que ahora era distin-ta.Noresultómuyalentador loquemedijo,yaque,gritandoconbastan-te violencia,me advirtió que ir soloconstituíaunsuicidioyquequémepasaría si caía enfermo. Le dí la razón, pero al mismo tiem-po decidí que antes morir que renun-ciar a mi viaje, cuya primera parte,si todo iba bien, empezaría al cabo

de ocho días. Quizá me sería posible llegar a un arreglo con la policía de Mérida para que mandaran a una pa-trulla a buscarme si nada se sabía de míunasemana.Aloíresto,elseñorPomerat lanzóunagran carcajadaymeexplicó:

—Amigo mío, si cree ustedque la policía pondrá los pies en Quintana Roo, es que está loco. Tuvieron tales compli-caciones con el caso del ar-queólogo alemán que si les comunica usted sus planes, lo más probable es que le encie-rrenyleprohíbanir.

Al día siguiente me encontraba en camaconlaenfermedadlocal,ytuvetiempodesobraparapensarypreo-cuparme;peroentrelosviolentosata-quesdemidolordevientre,mirabafijamenteelmapadelacosta.Laman-cha negra de Quintana Roo me pare-cía aún más incitante que nunca con sucostalargayrecta,cortadapordosprofundasbahías, ladeAscensiónyladelEspírituSanto. ¡Quémisterio-sosme parecían esos nombres! ¿Noera esa expediciónunaoportunidadúnica en todamivida?Yo tenía en-toncesveintiúnaños,yaquéllaseríamiprimeraaventura.Decidíllevarlaal cabo solo. Lo que ahora me preocupaba máseraelpaludismo,ytambiénlasserpientes, escorpiones y tarántulas,

micHel peissel

Page 16: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•45

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

que sabía pueden encontrarse in-cluso en los barcos. También esta-ba preocupado porque se acercaba laépocade las lluvias; laspalabrasépoca de las lluviasprovocabanenmicerebroespantosasvisionesdemon-zones, aguaceros torrenciales, pistas fangosas, desprendimientos de tie-rras e inundaciones devastadoras,fenómenos acerca de los cuales ha-bía leído bastante. Tan pronto como pude salir del hotel,medirigíacasadeAguilarypensé otra vez en la compra de lapistola. Cuando volví a tenerla enmi mano, en la oscura trastienda del amigo de Aguilar, caí en la cuenta de que nunca había usado una pistola ymepreguntéquépasaríasierrabaeltirofrenteamisenemigos.Porfindecidíquenomeserviríaparanaday, en parte por un heroísmode víaestrecha, en parte por economizar, no la compré. Adquirí, en cambio, una bue-na provisión de píldoras contra elpaludismo, y elmaterial suficientepara llenar el botiquín de un boyscout. Para una expedición comolaproyectada, sin embargo, no erabastante. Llevaba unas primorosasbotellitasdeyodo, trocitosdeven-da, aspirinas y píldoras contra laenfermedadqueyahabíapadecido,la inevitable y más común de lasdolencias tropicales. Para las ame-bas,plagasdelospozosydelaguaque tendría que beber en el barco,

compré tabletas de clorina. Aque-llasmedicinasquellevaríaconmigome tranquilizaron, dejando sólo un problema por resolver: las morde-duras de serpientes. Consulté a to-dosmis conocidos y también a unmédico. El veredicto fue que exis-tía una antidoxina para el venenode las serpientes, pero que su em-pleo requería considerable cuidado. Cada tipo de veneno necesita sucorrespondiente y diferenciada va-cuna, según aquél sea hemotóxico(venenoparalasangre)ohepatóxi-co(venenosoparaelsistemadiges-tivo).Paraasegurarsedebidamentecontra cualquier mordedura de ser-piente es necesario conocer los nom-bresdetodasellasysusrespectivascaracterísticas venenosas; además,hay que saber qué ofidio es el quehamordidoyserlobastantediestrocon la aguja hipodérmica para apli-carse una inyección intravenosa.Yonoposeía tanta competencia,nilaposeeríajamás,puessoydeesosqueprefierenmorir antes que ir aldentistaoaponerseunainyección.Incapaz, pues, de cargar con tal ba-gaje contra las serpientes, recurrí a remedios de los que se llaman má-gicos.El señorRuzmehabía reco-mendado uno que luego supe era el queempleabantodoslosyucatecos.SellamabaAntiviperineysevendíaen unas botellas pequeñas y oscu-ras, tapadas con lacre.

Page 17: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

46•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

Leí las instrucciones por curio-sidad. El folleto, que constituía una pieza maestra de literatura médica, llenaba cuatro páginas. Al final serogabacortésmentea lavíctimaquerellenara un formulario adjunto di-ciendo cuándo había sido mordida, hora y lugar, por qué clase de ser-piente, cuándo había tomado la An-tiviperine y fecha de fallecimientodelpaciente,sisedabaelcaso.Natu-ralmente, este último requisito debía ser cumplido en forma póstuma. El remedio tenía que beberse después delamordedurayaplicarse,además,en la herida misma. El último párrafo delasinstruccionesdecía:Si se desea, la Antiviperine puede tomarse antes de cada comida.

En un gran saco de sisal metí la ha-maca,elmosquitero,laAntiviperine,elbotiquín,veinterollosdepelícula,lamáquina fotográfica, unas sanda-lias,elblazerazulyunospantalones.Además, llevabaunapequeñabolsacon lamaquinilla de afeitar y otroselementos de aseo. Todo estaba ya a punto. Decidíemplear los días que me quedaban visitando las atracciones locales,es decir, las importantes ruinas de UxmalySayil,investigandoalmis-mo tiempo la historia de Yucatán.Luego iría a Chichén-Itzá, la famosa ciudad del pozo sagrado, del cual sehabíanextraídotantasjoyasma-ravillosas.Chichén-Itzáquedabaenel camino hacia Puerto Juárez; sería Cenote de Valladolid.

D.Charnay.1886.

Page 18: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•47

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

la última parada antes de iniciar mi rutadefinitiva. A setenta y cinco kilómetros deMérida, en la carretera de Campeche, sealza laantiguaciudaddeUxmal.Me sorprendió ver que los edificiosallá eran de un estilo totalmente dis-tinto a los de Palenque. Parecían per-tenecer a otra civilización. Eran delsiglo IX y se decía que pertenecíanalNuevoImperio,porquesuculturafloreció después de ser abandonadaPalenque. Pero, aparte de los hechos históricos, Uxmal es probablementela creación arquitectónica más bella de la América precolombiana. En Uxmal, las edificaciones tie-nen una grandeza artística tan ver-dadera, que las coloca entre las estructuras más gloriosas del mun-do. Versalles, las catedrales medie-vales,lastumbasdelosmongolesenla India, el mismo Partenón, tienen pocoquelabellezaarquitectónicaylamajestaddeUxmalpuedenenvi-diar.Me refieroenparticularalPa-lacio del Gobernador, de cien metros delargo, levantandosobreunapla-taforma rectangular encaramada, a suvez,sobreotraplataformadecin-co acres, que se alza a quince metros del suelo. Lo monumental de tales terrazas, las armoniosas proporcio-nesdeledificioprincipal,quecuentacomo única decoración con un friso de piedra tallada geométricamente decienmetros,constituyenuncon-junto de gran belleza. Lo es también

un hermoso cuadrángulo que com-prendeunpatiomagníficamentepa-vimentado,conocidoporelPatiodelas Monjas, a pesar de la decoración fálica que adorna la fachada de uno de los palacios. De piedra color de miel, ensamblada con exactitudmi-limétrica, proporciones exquisitas ylíneassencillas,Uxmalhaproducidosiempre la impresión de ser la más hermosa de las ciudades precolom-binas. Me sorprendió enormemente laparadojadequeaunqueUxmalyotrasciudadesmayasestuviesenha-bitadascuandolaconquistaespaño-la, sepamoshoy tanpoco en lo querespeta a los antiguos mayas. Des-puésdehabervistoUxmal,nopodíapor menos que mirar a los indios con admiración, intentando ver en susrostrosquévestigiospodíahallardesu gloria y civilización pasadas. Ysi bien, comopronto habría de ave-riguar en Quintana Roo, los indios no recordaban nada de su pasado, habrían conservado muchas de lascaracterísticas que dos mil años decultura dejaron impresas en sus men-tesyprocedimientos. De los templos que colmaban la antiguaciudadsólohabíansidoex-cavadosunospocos;del topede laPirámide del Enano, que es abrup-ta ymide cuarenta y cincometros,observé que toda la extensión al-canzada por mi vista estaba llenade grandes montones de escombros cubiertos de vegetación, restos de

Page 19: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

48•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

cientos de edificios que debían deformarlaciudadyquetodavíaestánporexcavar. Cerca de Uxmal se hallan lasciudades de Kabah y Sayil; en estaúltimaexisteunpalaciodel altodetrespisos,cuyosportonesestánsos-tenidos por grandes columnas que le dan una apariencia griega o más bien cretense. Lavariedaddelosestilosytécnicaarquitectónicosempleadosyconoci-dosporlosmayasesasombrosa.In-corporaban a sus estructuras formas tanvariadascomocolumnas redon-das, cuadradas, medias columnas, arcos en forma de ojos de cerradura y,porsupuesto,eltradicionalarcoybóvedaen formadeV invertida, tí-picamente maya. Esta imaginación,esta variedad en técnica arquitectó-nica, en cerámica y tallado sonunade lasmaravillasde laantiguacivi-lizaciónmaya;mepreguntabasi losindiosdehoyconservanaúnelsecre-todetaldiversidad. En el camino de regreso de Ux-mal a Mérida pasé por innumerables camposyermos,conhileratrashilerade las plantas cácteas verde pálidodelsisal,proyectandosusestrechasypuntiagudas hojas hacia el cielo. Los pueblos, en su mayoría, lle-vaban los nombres de las antiguasexplotacionesdesisalodelossantospatrones de las iglesias locales. Como todas las primitivas colo-niasespañolas,Yucatánfueescenario

degrandespersecucionesllevadasalcabo en nombre de la Iglesia; el fer-vor queda de las viejas tradicionesmayas.Entodoslossitiosdondelesfue posible, los españoles procura-rondestruirlaculturapaganamaya,destrozandoedificios,manuscritoseincluso la más ligera huella de tradi-ción oral. Pero, al mismo tiempo que proseguían tercamente la política de imponer su cultura y religión a losindios, algunos de los más ilustrados sacerdotes, como Diego de Landa, dejabanconstanciade lacivilizaciónque su pueblo destruía.Hoy día, ellibro de Diego de Landa Relación de las cosas de Yucatán es la fuente prin-cipaldeinformaciónescritaqueexis-te sobre el periodo de conquista del Yucatánprecolombino. A pesar del gran número de libros escritos por los mayas que se des-truyeron,hansobrevivido treshastanuestros días: el Código de Dresden, descubierto en esa ciudad; el TroCor-tes,halladoenEspaña,yelCódigo Pé-rez o de París, encontrado en la capital de Francia. Estos tres códices con-tienen tablas astrológicas y su temaprincipal es la adivinación. Si bienaún no se han descifrado completa-mente, sí han facilitado valiosísimaenseñanza por medio de ilustracio-nesyfechas. Con el paso del tiempo, no sólo se perdieron los códices, tres de los cuales se encontraron más tarde por casualidad en Europa, sino que

micHel peissel

Page 20: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•49

se extinguió toda la tradición oralmaya. El interés considerable quehandespertado losmayases relati-vamentereciente.Granpartedeeseinterés se debe, en particular, a los libros de Prescott, a los escritos de JohnLloydStephensyalasilustra-cionesdeFrederickCatherwood. Del doctor Alberto Ruz y deCarlos Pelissier aprendí que la ar-queología maya está alcanzandolentamente el puesto que merece en elestudiode lascivilizacionesanti-guas. En vísperas de marcha, pocopodía imaginarme yo que mi acci-dentada expedición habría de ayu-dar, en forma harto sorprendente, a resolveralgunosdelosenigmasdelantiguoImperiomaya.

Se acercaba el gran día. Escribí una cartaamispadresyvisitéporúltimavezaldoctorAlbertoRuz. Ensuoficina,cercadelacatedral,eldoctorRuzmeexplicóquelacos-ta que me proponía recorrer no ha-bía sido explorada por completo,ymepidió que estuviera atento alposible hallazgo de ruinas antiguas. Luego me entregó un mapa en el quefiguraban lospocosparajesar-queológicos conocidos en la costa. Al marcharme, me recordó amable-menteloqueyosabíayademasiadobien:

—Tenga usted cuidado… Esunacostapeligrosayhostil.

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

Entrada del gran Teocalli en Uxmal.GrabadodeldibujooriginaldeCatherwood.

Page 21: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

50•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

DespuésmefuiaveralseñorPo-merat para notificarle quememar-chaba; me pidió que señalara unlímite de tiempo a mi llegada a Be-lice. Si sucedía algo malo, él procu-raríaquesemeprestaraayuda.Unpoco en broma (aunque la verdades que estaba nervioso), le dije quesi no sabía nada de mí en el término de tres semanas, podría estar seguro de que las cosas no iban bien. Pero añadí,confiado:

—Dentrodeunasemanaesta-ré en Belice.

Luego nos separamos y, tirandocon dificultad demi saco de sisal yde mi bolsa azul, crucé las sofocan-tes calles de Mérida, en dirección a la estación de autobuses. Allí tenía que tomar un autobús que me conduciría a Chichén-Itzá; después habría de ir hastaPuertoJuárezylacosta. Porlomenos,yaestabaencamino… El autobús es un medio de trans-portemodesto y poco glorioso parainiciarunaexpedición.Deboconfesarque me sentía algo tonto cuando ad-quirí mi billete. Tirando de mi equipa-je,fuiaocuparmiasientoreservado,yprontomerodeóuntropeldeindiasvistiendohuipiles.Digraciasalcielopor haber decidido quedarme a pasar la noche en Chichén-Izá, pues así cor-taba en dos el camino de trescientos kilómetros que había de recorrer has-ta Puerto Juárez.

El lento balbucear de las vocesmayas, los orgullosos rostros de lasmujeres indias, el aspecto fatigado de los hombres y los hermosos ojos delos chiquillosmehicieronolvidar laincomodidadylatensióndeaquellapartida.Nopodíadecirloqueespe-raba. Tres meses de preparativos ygestiones me habían proporcionado pocos datos concretos acerca de la costa. ¿Encontraría barcos? ¿Dónde? Todo lo que tenía era unos cuantos nombres garabateados en un papel, unmapaylavoluntaddeirhaciaelSur. Mis pertenencias estaban en la redecilla del autobús, sobre mi cabe-za; en aquel momento, mis cuchillos me parecían perfectamente inútiles; yonosabíaentonceshastaquépuntoiba a necesitarlos después. El autobús dejó pronto atrás los lí-mitesdelaciudad;vipasarlaúltimacalecha. Las postreras casas de pie-dra iban dejando lugar poco a poco alascabañascontechodepalmadeindios.Luegovinieronloscamposdesisal, seguidosde la selva, ralaperoal mismo tiempo misteriosa, encres-pándoseysecándosealcalor.Devezen cuando, al subir el autobús por un pequeñodesniveldelacarretera,lasinsulsasbreñasdeYucatánaparecíanantenuestravista,extendiéndoseenmuchos kilómetros, acentuadas aquí y alláporflores colornaranja yporlosramilletesamarillosdelavainilla. En cada parada se bajaban unos cuantos indios; las mujeres se ponían

Page 22: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•51

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

losbultosalacabeza,yloshombreslas escopetas a la espalda. Descalzos, enpequeñosgrupos,desaparecíanabuen paso por las sendas, que eran como túneles entre lamaleza y quelesllevaríanasusdistanteschozasdetecho de paja. Las paredes de piedra que cerca-banloscamposdesisalylascabañasde las aldeas estaban formadas por guijarros redondos descuidadamen-te apilados, que formaban una barre-raatravésdelacualsepodíaverlaluz.Esasparedesestabaninvariable-mente pintadas de blanco y contri-buían a la impresión de limpieza que producen los pueblos y los camposyucatecos.ViniendodelMéxicocen-tral, me había sorprendido el aseo de las ciudades y pueblos deYucatán.Alguienmehabíadicho,y luego loobservéyo,que losmayassonpro-bablemente uno de los pueblos más limpios de la Tierra. Lo ilustra el he-cho de que las mujeres, a pesar de su pobreza o de lo sucia que pueda ser sulabor,llevansiemprehuipilesim-pecables; lo consiguen cambiándo-sedevestidodosyhasta tresvecesal día. Si consideramos que incluso las mujeres más pobres lo hacen así, comprenderemos hasta qué punto losmayassonconscientesdeloquees suciedad. Este es uno de los ras-gos que, a mi entender, procede de su largo pasado de pueblo culto. Es también una prueba interesante de unhechoantropológico:lospueblos

quevistendeblancosoncasi siem-prelimpios,mientraslosquellevanropa oscura tienden a ser sucios. La carretera a Chichén-Itzá es per-fectamenterectaydecreaciónrecien-te; antes de que fuera trazada, no había másquesenderos,pueselmayapare-ceseguirestandoreñidoconlarueda.Exceptuando las calesas de Mérida,jamásseveenelcampoauncarruajetirado por caballos, aunque abundan éstos y también las mulas. Como elsuelocalizodeYucatánesáspero,losantiguosmayas trazaron un númeroconsiderabledecaminoselevadosso-breelniveldelsuelo.Muchosdeés-tosaúnexisten,porejemploelcaminoentreUxmalyKabah.Sedicetambiénque hay señales de sak-be (carreteras mayas)portodalaflorestayucateca. Eran las cinco de la tarde cuando llegamos a Chichén-Itzá. Cerca de las ruinassehallael lujosoHotelMayaLand, que proporciona diversión yentretenimiento a los miles de turis-tasquevisitancadaañolasfamosasruinas. Gracias al doctor Alberto Ruz, yoibaalCampamento,lugarmuchomás adecuado para probar mi ha-maca.Sinembargo,estuveenelho-tel para tomar mi última comida de hombrecivilizado. Alahoraenqueseponeelsolyoestaba ya errando por las gigantes-cas ruinas de la ciudad. Chichén-Itzá es la ciudad maya más grande deYucatán;tieneunaextensióndemásde mil acres.

Page 23: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

52•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

Originalmente, fue construida jun-toauncenotepequeño,dondeelaguaera fácilmente accesible, pero luego se extendióhaciaelOeste,dondeexistíaun cenote circular inmenso, con agua que llegaba hasta los veinte metrosbajoelniveldelsuelo.Lasparedesdeesecenotesonverticales,losquecons-tituye un espectáculo impresionante.Se trata del famoso pozo sagrado de los sacrificios. Los mayas temían lasequía,ycuandoéstallegaba,rendíanhomenaje a los Chacs, dioses de la llu-via. EnChichén-Itzá se creía que losChacsvivíanenelfondodeesepozo.Aquí ejecutaban sangrientos sacrifi-cios los altos sacerdotes. De acuerdo con los primeros relatos de los es-pañoles, pintaban a sus víctimas de

azul y, con un gran ceremonial, lasllevaban juntoalpozosagrado.Conel alba, esas víctimas, en su mayo-ría vírgenes, eran precipitadas a lasaguas; si se trataba de muchachos, se les sacaba el corazón con cuchillos de pedernal, y sus cuerpos, adornadosconjoyasdeoroyjade,searrojabantambién al cenote. Mirando las oscu-ras profundidades del pozo, no pue-de uno menos que estremecerse. Diego de Landa, conocedor de los sacrificios que se efectuaban enChichén-Itzá, escribió: Si en Yucatán hay oro, tiene que estar en el pozo sagra-do de Chichén-Itzá. Resulta bastante sorprendente que los españoles notomaran nota de ello. Tenían que transcurrir trescientos años antes

Page 24: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•53

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos

de que un americano, Edward H.Thompson, decidiera dragar el pozo sagrado en 1907. En aquel tiempo,esta operación requería un esfuer-zo considerable; no existía carreterahastalasruinasyelmaterialparaeldragadoerapesadoydedifíciltrans-porte, pero los trabajos de Thompson se vieron ampliamente recompensa-dos. Sacó del pozo, junto con huesos de hombres y mujeres, un númeroconsiderabledeobjetosquellevabanlasvíctimasdelosChacs.Enconjun-to, esos objetos extraídos del lodocomponenhoyloqueseconocecomotesoro de Chichén-Itzá, y que com-prende muchos pectorales realzados con oro, algunos del tamaño de unplatopequeño;milesdecolgantesdejade esculpido, yun cuchillodepe-dernal con el que se ejecutaban los sacrificios y que tenía el mango deoro. También se encontraron innume-rablescuentasyfragmentosdecerá-mica, así como copal, incienso cuyonegro humo acompañaba todas lasceremoniasmayas. Por razones desconocidas, nadie desde Thompson pensó en volver adragar el pozo, si bien un año des-pués de mi estancia allí se intentó nuevamente,conelfindeextraermástesorosdelosqueyacenenelfondo. Cuando llegó la noche, regresé al Campamento, donde colgué mi ha-macaa la luzdeunavacilantevela,acompañado por el ensordecedorcroar de miles de ranas.

Una vez en la hamaca, no meatrevía a moverme, y debo confe-sar que no pegué ojo. Si bien no me caí, tampoco podía dormir, yme pasé las largas horas nocturnas tumbado hamaqueándome suave-mente, rodeado por el mosquitero. Mis pensamientos retrocedían hasta los tiempos de los antiguosmayas,cuando, después de un día largo ycaluroso, en que habían tenido lugar los sangrientos sacrificios del pozosagrado, llegaba la noche, una no-checomoésta,ylasranasturbabansu quietud, igual que ahora… Lue-gopenséeneljovenarqueólogoale-mán, al que habían hallado muerto junto al cenote. Entonces me incor-poré de un salto, recordando que al día siguiente estaría en Quintana Roo, probablemente también a mer-ced de un guía desleal. Una hora antes del amanecer,considerando mi hamaca como un invento poco brillante, me levanté,salí y trepé a la pirámidemás alta,la de Kukulcán. Desde su cima pude contemplar hacia el Este el primer resplandor del sol naciente, que alumbraba unmar sin fin de copasde árboles. Por allí se extendían lasjunglasdeQuintanaRooylaextrañacostaqueveríamuypronto.Debajode mí estaba el templo de los guerre-ros,alpiedelapirámide,yalSur,laextraña torrecirculardelobservato-riodeChichén-Itzá:másallá,irrum-piendo entre los árboles, se veían

Page 25: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

54•Revista de la UniveRsidad aUtónoma de YUcatán

micHel peissel

los amplios edificios de la antiguaciudad. Mayaluum, la tierra de losmayas,estabaamispies.Imaginélostemplosrepletosdemayashablandosuextrañalengua,yyomevicomoeltemido sumo sacerdote. El sol salió lentamente, y muypronto el "sumo sacerdote" empezóa bajar corriendo las escarpadas esca-linatas de piedra de la gran pirámi-de,puesestabacayendounaguacerotropical que la tierra bebía con evi-dente placer. Al oír el repiquetear de lalluviasobreeltechodeestañodelCampamento, me sentí un tanto des-moralizado, pues se me antojó que aquel chubasco era una maldición que me echaban los temibles Chacs desde el fondo del pozo sagrado. Si hubiera sido un maya culto,el aguacero no me habría sorpren-dido,pues la lluviaquecayóeldíadespués de mi llegada a Chichén-Itzáestabaprevistaenelcalendariomaya, no en el antiguo, sino en sutransposición moderna. En efecto, laarcaicatécnicamayadeprevisióndel tiempose imprimecadaañoenel Almanac Espinoso, que es el gran almanaquedeYucatán. Corrí a casa del guarda de las ruinas, con la intención de quejar-me del tiempo; pero antes de que pudiera abrir la boca, la mujer del guardagritójubilosa:"¡ElEspinosoha vuelto a acertar!" Pormi parte,maldije al Espinoso, pues no había traído ni un mal impermeable. Salí

ydiunaúltimamirada,melancólicapor cierto, a las ruinas, en particular a laaltapirámide.Unpasadizosecretolleva, por su interior, hasta una pe-queñahabitacióndondeseencuentraun trono que representa un jaguar con manchas rojas. Luegotoméelautobúsymefuia Valladolid. Comohedicho, teníaproyectadocomprarme unas botas en aquella ciudad. En el momento en que el au-tobús me dejó en medio de la plaza principal, una multitud de chiquillos vinieronhaciamígritandoyriendo;a ellos se unieron, al cabo de un rato, algunos hombres. Según parecía, era mi barba lo que les hacía gracia. Debo admitir que, como me la estaba de-jando crecer desde hacíamuypoco,era algo rara. Pero todo aquel barullo no me gustaba ni pizca; al contrario, temía que en el tumulto desaparecie-ran mis pertenencias, de modo que me puse a buscar las botas, arrastran-doelsacoylabolsa. Como ya he dicho, mis pies sondel tamañonormalquecorrespondea un hombre blanco, pero resultan sorprendentes para los mayas; asíquemuyprontonoserieronsólodemi barba, sino también de mis pies. Puedo decir que me echaron de Valladolid a risas, o así me lo pare-ció por lo menos; lo que sé es que aquel recibimiento quedará siempre en mi memoria como un recuerdo desagradable.

Page 26: YUCATÁN A OJO DE EXTRANJERO EN 1958 Suelo de piedra …de ríos, depósitos, lagos y corrientes subterráneos. Los pozos son los que dan origen a las pequeñas aglomera-ciones actuales;

númeRo 261 •jUlio/diciembRe de 2012•55

sUelo de piedRa caliza sobRe los Ríos