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Jornada
Historia de la infancia en Argentina, 1880-1960.
Enfoques, problemas y perspectivas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE GENERAL SARMIENTO - UNIVERSIDAD DE SAN ANDRS
Los Polvorines, 18 de noviembre de 2008
La Ley de Patronato de 1919:
una reestructuracin parcial de los vnculos entre Estado y minoridad
Mara Carolina Zapiola
Investigadora-docente UNGS, doctoranda UBA
Introduccin
Durante los ltimos quince aos se ha verificado un creciente inters de los
estudiosos de la historia argentina y latinoamericana por las representaciones y las
prcticas que involucraron a los nios y jvenes trabajadores, pobres, hurfanos,
abandonados, detenidos y/o condenados por la comisin de delitos. Sin dudas, los
avances y las derivas de la sociologa y de la historia del delito y del castigo, de lahistoria sociocultural, de la historia de la infancia y de la historia de la educacin
resultaron esenciales para la incipiente configuracin temtica, terica y metodolgica
de una corriente de investigacin en torno de las infancias otras.
Las problemticas y los debates del presente imprimieron a su vez parte de su
impulso y de su sesgo a la exploracin de ignotos territorios del pasado. En este caso,
la ostensible degradacin de las condiciones de vida de amplios sectores infantiles y
juveniles producida durante las tres ltimas dcadas no ha podido menos que capturar la
atencin de los cientficos sociales. En sintona con la labor de algunos destacados
profesionales de la justicia, stos han procurado desarticular las extendidas
representaciones y discursos en los que se establecen vinculaciones lineales entre las
situaciones de pobreza y marginalidad de los nios y jvenes y el aumento de las tasas
de criminalidad en las reas urbanas, y han cuestionado el abordaje represivo de las
problemticas socioeconmicas que afectan a los menores de edad, contribuyendo el
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conjunto de estas tendencias a definir nuevas inclinaciones temticas entre los
historiadores.1
De este modo, incitados por estmulos diversos, los investigadores de la historia
argentina -sobre todo los de las jvenes generaciones- han comenzado a incursionar en
el estudio de los discursos, las representaciones y las prcticas que a partir del ltimo
cuarto del siglo XIX involucraron a los menores, categora que para el cambio de
siglo era de uso corriente entre las lites polticas e intelectuales de la nacin para
designar a los nios y jvenes considerados ajenos a las pautas de comportamiento,
localizacin espacial, educacin, trabajo, sexualidad y relacin con los adultos
aceptables para su edad.2
1 Para las aproximaciones de los juristas, ver por ejemplo Domenech, Ernesto y Guido, Liliana, El paradigma del patronato. De la salvacin a la victimizacin del nio, Buenos Aires, Edulp, 2003 yGarca Mndez, Eduardo,Infancia. De los derechos y de la justicia, Buenos Aires, Ediciones del Puerto,1998. Para las aproximaciones sociolgicas, ver Kessler, Gabriel, Sociologa del delito amateur, BuenosAires, Paids, 2006 y Daroqui, Alicia, y Guemureman, Silvia, La niez ajusticiada, Buenos Aires,Ediciones del Puerto, 2002.
2Desde aqu prescindiremos del entrecomillado cuando empleemos la categora menor y los vocablosasociados con ella en el entendimiento de que ha quedado establecido el carcter de construccin culturalque les atribuimos. Entre los trabajos interesados por la historia de los nios caracterizados como
menores, ver Aversa, Mara Marta, Infancia abandonada y delincuente. De la tutela provisoria al patronato pblico (1910-1931), en Lvovich, Daniel y Suriano, Juan, Las polticas sociales enperspectiva histrica. Argentina, 1870-1952, Buenos Aires, UNGS-Prometeo, 2006; Carli, Sandra,Niez, pedagoga y poltica. Transformaciones de los discursos acerca de la infancia en la historia de la
educacin argentina entre 1880 y 1955, Buenos Aires, Mio y Dvila, 2002; Carreras, Sandra,Hay quesalvar en la cuna el porvenir de la patria en peligro. Infancia y cuestin social en Argentina (1870-
1920), en Carreras, S. y Potthast, Barbara, eds., Entre la familia, la sociedad y el Estado. Nios yjvenes en Amrica Latina (siglos XIX-XX), Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 2005; Ciafardo,Eduardo, Caridad y control social. Las sociedades de beneficencia en la ciudad de Buenos Aires, 1880-1930, Tesis de Maestra, FLACSO, Buenos Aires, 1990; Gonzlez, Fabio, Niez y beneficencia: unacercamiento a los discursos y las estrategias disciplinarias en torno a los nios abandonados en Buenos
Aires de principios del siglo XX, en Moreno, Jos L., comp., La poltica social antes de la polticasocial, Buenos Aires, Trama, 2000; Ros, Julio C., y Talak, Ana M., La niez en los espacios urbanos
(1890-1920), en Devoto, Fernando y Madero, Marta comp., Historia de la vida privada en Argentina,1870-1930, Buenos Aires, Taurus, 1999; Stagno, Leandro, La evaluacin de las familias en el proceso
judicial del Tribunal de Menores n 1 (Bs. As. 1938-1942), en Ascolani, Adrin et alt., Contactos, crucesy luchas en la historia de la educacin latinoamericana, Buenos Aires, Sociedad Argentina de Historia dela Educacin, 2007, CD ROM; Suriano, Juan, Nios trabajadores. Una aproximacin al trabajo infantilen la industria portea de comienzos de siglo, en Armus, Diego, comp., Mundo urbano y cultura
popular. Estudios de Historia Social Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 1990; Villalta, Carla,Entregas y secuestros. La apropiacin de menores por parte del Estado, Tesis de Doctorado, FFyL,UBA, Buenos Aires, 2006; Zapiola, M. Carolina,Es realmente una colonia?Es una escuela?Ques? Debates parlamentarios sobre la creacin de instituciones para menores en la Argentina, 1875-
1890, en Suriano, J. y Lvovich, D., comp., op. cit., y de la misma autora Los nios entre la escuela, eltaller y la calle (o los lmites de la obligatoriedad escolar). Buenos Aires, 1884-1915 , en Ascolani, A.,op. cit. y Nios en las calles: imgenes literarias y representaciones oficiales en la Argentina del
Centenario, en Gayol, Sandra y Madero, Marta, Formas de Historia cultural, Prometeo-UNGS, BuenosAires, 2007.
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Por tratarse de una corriente que comienza a bosquejarse, son escasos los supuestos
generales disponibles para organizarla. Con algunos matices de interpretacin, sin
embargo, los investigadores que estudian el periodo de formacin de Estado moderno
aceptan, en primer lugar, que el proceso de definicin y ampliacin de las funciones
estatales sobre una poblacin urbana creciente y culturalmente heterognea como la de
Buenos Aires constituy -al igual que en otras ciudades de Estados Unidos, Europa
Occidental y Amrica Latina- un marco ptimo para motivar la reflexin de las lites
acerca de los sectores ms jvenes de la poblacin y para instarlas al diseo y a la
implementacin de polticas sanitarias, educativas y asistenciales que garantizaran la
conversin de los nios en hombres y mujeres aptos para contribuir al venturoso
porvenir de la patria a travs de sus futuros desempeos como trabajadores y como
madres.
Por otra parte, ha quedado establecido que durante el ltimo cuarto del siglo XIX y
las dos primeras dcadas del siglo XX la presencia creciente en las calles de Buenos
Aires de nios y de jvenes que no encajaban en los modelos de infancia que estaban
tomando forma en motivo de reflexin y propici la ideacin de proyectos destinados a
encauzar la conducta de los sujetos cuya situacin y cuyo comportamiento resultaban
alarmantes. Razones de orden material y cultural conspiraron para que miles de nios y
jvenes pertenecientes a los sectores populares porteos resultaran refractarios a los
roles de alumnos de los grados iniciales del sistema pblico de instruccin y de
precoces trabajadores circunscriptos al espacio del taller o de la fbrica que el grueso de
los miembros de las lites auspiciaban para ellos en razn de su posicin socio-
econmica, y, como miembros de familias pobres o muy pobres, o como seres
extraados de sus familias, encontraron en las calles de la ciudad un espacio donde
tramar las redes de la sociabilidad y donde desarrollar una serie de actividades -legales o
ilegales, pero indistintamente ilegtimas a las ojos de los sectores dirigentes- que lespermitieran la supervivencia.3
3 Es imposible ofrecer una cifra que d cuenta de la cantidad de nios y jvenes que deambulaban porla ciudad sin asistir a la escuela ni hallarse circunscriptos a un espacio de trabajo controlado por adultos.Lo que nos ofrecen los censos nacionales, municipales y escolares es una referencia al nmero de niosen edad escolar (de 6 a 14 aos) que no concurran a la escuela, as como cifras menos precisas sobre losnios trabajadores. Para 1914, por ejemplo, sobre una poblacin escolar de 230.438 nios, 165.964asistan a la escuela, 12.230 reciban instruccin en sus domicilios y 46 en las fbricas y talleres en losque trabajaban, con lo que los nios que en principio pueden pensarse como eventualmente alejados de lainstruccin, del hogar o del trabajo representaban un 23% del universo registrado. Esta cifra debe
relativizarse sin embargo, pues para el mismo ao 4.842 de los 144.447 trabajadores de las fbricas ytalleres porteos eran varones menores y mujeres menores (los censos oficiales no proveen mayoresprecisiones sobre sus edades, pero sabemos que la edad e inicio en este tipo de actividades era los 9 o 10
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Qu hacer con ellos? Desde fines de la dcada de 1890 se multiplicaron en forma
exponencial los discursos en los que funcionarios y profesionales solicitaron una
intervencin especfica del Estado, diferente a la que caba esperar para el resto de la
poblacin infantil, en la educacin y en la localizacin de esos menores. Sus proyectos,
presentados en el mbito legislativo o expuestos en publicaciones y eventos cientficos,
se estructuraron en torno a dos demandas principales: el establecimiento de la tutela o
patronato estatal sobre los nios caracterizados como menores (lo que implicaba la
promulgacin de una ley que habilitara la suspensin o la prdida de la patria potestad
de sus progenitores en los casos en que las autoridades lo consideraran conveniente), y
la creacin de instituciones estatales de correccin a las cuales enviarlos a fin de evitar
que se desencadenara contra la sociedad la amenaza latente en ellos. De acuerdo con un
tercer supuesto que se acepta como vlido para el abordaje de la historia de la infancia
en Argentina, esas expectativas se vieron colmadas con la sancin de la Ley de
Patronato Estatal de Menores en 1919.
Desde luego, al reglamentar la prdida o la suspensin de la patria potestad de los
padres considerados incapacesde criar y educar a sus hijos, la Ley 10.903 redefini y
ampli las posibilidades de accin de las autoridades estatales sobre el vasto conjunto
de nios y jvenes caracterizados en su letra como material o moralmente
abandonados, por lo que constituye uno de los hitos fundacionales del sistema penal-
tutelar de menores. Sin embargo, sus disposiciones no supusieron la necesaria o
inmediata puesta en vigor de transformaciones en las modalidades de tratamiento de los
nios y jvenes alcanzados por su mandato, idea que tiende a atravesar las
investigaciones del campo de modo ms o menos explcito.
El objetivo de la presente ponencia consiste justamente en establecer ciertas
matizaciones y especificaciones en relacin a los contenidos y a las capacidades
performativas de la Ley Agote. Para ello comenzaremos indagando en las razonescoyunturales de su aprobacin en 1919, ya que consideramos que slo la incorporacin
de las acuciantes exigencias de la dinmica poltica al cuadro explicativo, usualmente
ms atento a las transformaciones de las sensibilidades y de las representaciones y a los
avances del proceso de control social estatal sobre la poblacin, nos ayudar a explicar
aos). Martnez, Alberto, pres., Tercer Censo Nacional. Levantado el 1 de junio de 1914, Buenos Aires,Talleres Grficos de L. J. Rosso y Ca., 1916, Tomo I. De cualquier modo, lo que interesa a estainvestigacin es explicar el proceso de construccin simblica de la minoridad realizado por los
contemporneos a partir de su deteccin de una presencia que consideraban peligrosa y creciente, nodevelar las caractersticas objetivas de esa presencia.
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las caractersticas que asumi la Ley en ese momento histrico. En segundo lugar,
dejaremos asentado el carcter tradicional de algunas de las prcticas refrendadas por la
Ley de Patronato en relacin a los nios y jvenes hurfanos, abandonados, procesados
y condenados, demostrando que no eran distintas a las que se venan desplegando sobre
ellos desde el siglo XIX y, sobre todo, que se oponan de plano a las vanguardistas
propuestas nacionales e internacionales de acercamiento a las problemticas atinentes a
la minoridad contemporneas a su sancin. Los ejercicios precedentes nos permitirn,
por ltimo, realizar algunas observaciones sobre el carcter de las relaciones entre
Estado y sociedad civil y sobre los elementos constitutivos de las polticas pblicas
durante el periodo de formacin del Estado moderno en Argentina.
Los menores como amenaza poltica
En 1919 el Congreso de la Nacin convirti en ley el proyecto de Patronato Estatal de
Menores que el Dr. Luis Agote, mdico y diputado conservador por la provincia de
Buenos Aires, haba presentado cuatro veces en la Cmara de Diputados entre 1910 y
1919.4 A partir de ese momento, los jueces de los tribunales criminales o correccionales
de la Capital Federal, las provincias y los Territorios Nacionales quedaron habilitados
para suspender o quitar la patria potestad a aquellos padres que hubieran abandonado a
sus hijos, que hubieran cometido delitos contra ellos o cuyas conductas los colocaran en
4 El perfil de Luis Agote (Buenos Aires, 1868-1954) era el de muchos de los hombres pblicos de sutiempo: apenas egresado de la Facultad de Ciencias Mdicas en 1893 pas a desempearse comofuncionario en las instituciones pblicas e incursion en la poltica transformndose dos veces endiputado conservador por la Capital Federal. En 1894 fue nombrado secretario del DepartamentoNacional de Higiene y al ao siguiente, director mdico del Lazareto de la Isla Martn Garca. Ocupasimismo, entre otros cargos, el de mdico de sanidad y el de inspector del Departamento Nacional de
Higiene, y se inici en la docencia universitaria en 1905. Su carrera lo llev a estrechar lazos con eluniverso de la infancia desde fines del siglo XIX, cuando comenz a desempearse como mdico delconsultorio de nios de la Asistencia Pblica, que se ratificaron en 1914, momento en que pas a formarparte del Consejo Nacional de Educacin. De todos modos, su mximo logro como mdico fue eldescubrimiento, realizado en el Hospital Rawson en 1914, de que la introduccin de citrato de sodio en elprocedimiento de transfusin de sangre impide que sta se coagule, con lo que esa prctica, que hasta elmomento haba sido riesgosa, se convirti en algo simple. Por la envergadura de su descubrimiento Agotees considerado una de las figuras emblemticas de la medicina argentina, lo que ha determinado que se lehayan dedicado numerosos escritos. Lamentablemente, los mismos se concentran en su carrera de mdicoy apenas proporcionan algunos datos sobre su desempeo como diputado nacional. Ver Cutolo, V.,
Novsimo Diccionario Biogrfico Argentino, Buenos Aires, Ediciones Elitte, 2004, y Dr. Luis Agote.Centenario de su nacimiento, en La Nacin, 22 de septiembre de 1968.
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peligro moral o material.5 Los nios separados de sus padres o abandonados por
stos pasaran a estar bajo la tutela estatal, ejercida por los mencionados jueces civiles y
correccionales y por los funcionarios del Ministerio Pblico de Menores -encabezado
por los defensores de menores-, pudiendo ser entregados a una persona honesta,
pariente o no, o a un establecimiento de beneficencia, privado o pblico, o a un
reformatorio pblico de menores.6
Las nuevas disposiciones sobre la patria potestad ampliaban las facultades del Estado
en relacin a un vasto y heterogneo sector de la infancia y de la juventud. En tal
sentido, la Ley de Patronato continuaba una tradicin de intervencin pblico-privada
sobre los nios y jvenes de los sectores sociales ms desfavorecidos, pero la
profundizaba, ya que otorgaba la tutela definitiva de los nios internados por sus padres
a las comisiones directivas de los asilos que los haban recibido y extenda los motivos
por los cuales los progenitores podan perder o ver suspendido su derecho de patria
potestad.7 Con ello responda a la incesante demanda de los benefactores, mdicos,
juristas y legisladores que desde fines del siglo XIX venan solicitando el otorgamiento
5 Los jueces podran quitar la patria potestad a los padres de los menores de 18 aos cuando hubieran sidocondenados por delitos graves o por delitos contra sus hijos, o si haban sufrido diversas condenas quedemostraran que se trata de delincuentes profesionales y peligrosos; cuando, sin haber sidocondenados, comprometieran la salud, la moralidad y la seguridad de sus hijos por ebriedad
consuetudinaria, inconducta notoria y escandalosa, malos tratos o negligencia culpable y en general,cuando los menores se encuentren moral o materialmente abandonados, entendiendo por abandonomoral y material o peligro moral, adems de las situaciones referidas, la incitacin de los padres,tutores o guardadores al menor para que cometiera actos perjudiciales a su salud fsica o moral; lamendicidad o la vagancia del menor; su frecuentacin de sitios inmorales o de juego o de ladrones o genteviciosa o de mal vivir; el ejercicio de profesiones notoriamente perjudiciales a su salud fsica o moral y deprofesiones en la va pblica y en general, los hechos que importen por su naturaleza o repeticin, lanegligencia culpable de los padres, tutores o guardadores y el perjuicio fsico o moral para el menor, o
su conducta viciosa o incorregible. Ley de Patronato de Menores, en Cdigo Civil de la RepblicaArgentina, Buenos Aires, J. Lajouane & Ca, 1923, art. 3 y 21.
6Ibd., art. 4 y 14.
7
En la ciudad de Buenos Aires, la guarda y la proteccin oficial de los nios los nios y los jveneshurfanos, desvinculados de sus ncleos familiares y/o hijos de madres solteras estaban a cargo de losdefensores de menores y de sus asesores letrados, quienes deban tratar de colocarlos convenientemente,de modo que sean educados se les d algn oficio profesin que les proporciones medios de vivir.Estos funcionarios del Ministerio Pupilar entraban en contacto con los sujetos de los que deban disponerpor medio de denuncias de particulares o como resultado de la accin de la polica, que poda detener enlas comisaras a los nios que encontrara vagando por las calles, que carecieran de padres o tutores oque violaran las ordenanzas municipales. Ley orgnica, nmero 1893, de la administracin de justiciade la Capital de la Repblica, de 12 de noviembre de 1886, en Jorge, Faustino y Meyer Arana, Alberto,Proteccin la infancia. Antecedentes para el estudio de una ley . Buenos Aires, Coni Hermanos, 1908,Tomo I, pp. 184-185. Los menores que se hallaban en esas situaciones, luego de su paso por lascomisaras o depsitos de contraventores, solan ser remitidos a asilos de beneficencia o a casascorreccionales para mujeres usualmente controlados por asociaciones particulares laicas o religiosas en
los que pasaban un tiempo, para luego ser restituidos a sus familias o colocados en familias sustitutas quelos empleaban en tareas domsticas, sobre todo en el caso de las nias.
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al Estado del poder para separar definitivamente a los hijos de los padres que
constituyeran una mala influencia, argumentando que stos, amparndose en la ley,
colocaban a los nios en asilos cuando eran muy pequeos y constituan una carga para
pasar a retirarlos unos aos despus, cuando haban adquirido alguna formacin laboral
y tenan edad como para trabajar. Del mismo modo, concurran a las comisaras y otros
centros de detencin para retirar a sus hijos vagos, contraventores o trabajadores
ambulantes detenidos por la polica, obstaculizando en todos los casos los planes de
regeneracin de los menores en vas de perdicin desplegados por las autoridades y por
las personas de buen corazn y reconocida moral.
Por otra parte, la Ley 10.903 sent las bases para el tratamiento jurdico-penal
especfico de los menores de 18 aos al romper con la tradicin legal que estableca que
los acusados por la comisin de delitos mayores de 10 aos y menores de 15 aos
podan ser juzgados del mismo modo que los adultos si se demostraba que haban
actuado con discernimiento y que podan ser enviados a espacios compartidos con ellos
en caso de encontrrselos culpables. Desde 1919, quienes no hubieran cumplido 18 aos
compareceran ante los jueces criminales y correccionales en el marco de un proceso
diferente al de los adultos, pudiendo tocarles en suerte cualquiera de los destinos
institucionales o domsticos arriba mencionados. Una vez cumplida su condena, o
incluso si eran absueltos, el magistrado poda mantenerlos bajo la tutela estatal hasta los
21 aos si los consideraba material o moralmente abandonados o en peligro.8
Qu motivos hicieron que esta vez la presentacin de Agote resultara exitosa? O, en
otros trminos, por qu su proyecto fue votado en 1919, revirtiendo la malograda
fortuna que desde haca veinte aos venan conociendo las propuestas de extensin de la
potests del Estado sobre ciertos nios y sobre sus padres?9 El recurso a variables
correctas pero demasiado generales -como las necesidades y aspiraciones de control
social de los Estados modernos sobre poblaciones alejadas de las pautas tradicionales dedeferencia que adems deban ser sometidas a los tiempos y requerimientos del
capitalismo perifrico, o como la extensin de los principios cientficos y filosficos
8Ibd., art. 15.
9 En el mbito legislativo, la primera propuesta para que los menores de edad, que no tuviesen padres nitutores, y los que, tenindolos, fuesen material moralmente abandonados por stos, quedaran bajo la
proteccin del estado fue presentada por el diputado Antonio Obligado en 1896. Proyecto de Ley, en
Diario de Sesiones de la Cmara de Diputados (desde aqu DSCD). Ao 1896, Buenos Aires, Ca.Sudamericana de Billetes de Banco, 1896, Tomo I, sesin del 21/9/1896, p. 900
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positivistas entre las lites locales- no alcanza para explicarlo, ni para entender el
contenido de la Ley de Patronato, que determin en gran medida sus reales
posibilidades de incidir en las prcticas sociales.
Para responder a ese interrogante es menester ante todo atender a las circunstancias
especficas que hicieron posible que las demandas de tratamiento jurdico y penal
diferenciado de los menores de edad con respecto a los adultos y de ampliacin de las
facultades del Estado por tiempo indeterminado sobre el heterogneo conjunto de nios
y jvenes considerado en peligro o peligroso, que para 1919 eran antiguas y
estaban muy generalizadas entre las lites pero que no por ello haban logrado ser
atendidas, concitaran el suficiente consenso en las cmaras como para adquirir status
legal. Al respecto, puede considerarse que la clave para el xito del proyecto de Agote
fue el apoyo que le dispens el PEN al ordenar por decreto su tratamiento en las
sesiones extraordinarias del Congreso.10 Efectivamente, la propuesta se benefici del
profundizado inters suscitado por el problema de la minoridad entre los altos
funcionarios de gobierno, del que constituyen una prueba las variadas intervenciones del
presidente Yrigoyen y de sus ministros en relacinal particular, que sin embargo pocas
veces lograron transformarse en realizaciones concretas.11
Sin dudas la actitud ms determinada de las autoridades nacionales en relacin a las
problemticas atinentes a la minoridad encontr asidero e inspiracin en un universo de
representaciones renovado y extendido del que nos ocuparemos en el prximo apartado.
10 Patronato de menores, misiva enviada al seor presidente de la honorable cmara de diputados porH. Yrigoyen y R. Gmez el 20/1/1919, en DSCD. Ao 1918-1919, Buenos Aires, Talleres Grficos L. J.Rosso y Ca, 1919, Tomo V, sesin del 21/1/1919. No tenemos datos sobre un eventual acuerdo entreAgote y el oficialismo, pero es seguro que, de haber existido, no fue producto de una alianza antigua, yaque antes y despus de la Semana Trgica el diputado conservador no ces de fustigar al gobierno deYrigoyen, a quien no se debe la iniciativa de una sola ley de beneficencia social. DebatesParlamentarios, en La Vanguardia (desde aqu LV), 9/1/1919, p. 2.
11
Entre las realizaciones se destaca la inauguracin del Instituto Tutelar de Menores de la Capital en1918, que se planeaba como una institucin modelo para alojar y educar separadamente a menoreshurfanos y abandonados y a menores procesados. Para detalles sobre la institucin, ver Instituto Tutelarde Menores, Revista de Criminologa, Psiquiatra y Medicina Legal (desde aqu RCPML), BuenosAires, Talleres Grficos de la Penitenciara Nacional, 1918. El resto de los planes del PEN noprosperaron, pero son indicios de la intensificada preocupacin que aquejaba a los funcionarios, y de suscontactos con las renovadas propuestas intelectuales referidas a la minoridad. As, en 1916 el Ministro deJusticia e Instruccin Pblica Jos Salinas encarg a Eduardo Bullrich y Roberto Gache la redaccin deun anteproyecto de Cdigo de Menores. Tres aos despus, el presidente y el Ministro del InteriorRoberto Gmez presentaron un proyecto que instaba a reprimir con extrema dureza la vagancia queafectaba a los menores y a los que se aprovecharan de ellos y otro bastante ms vanguardista en el que sediseaba un plan general para reorganizar el rgimen carcelario, incluyendo las instituciones demenores.Represin de la vagancia y de la mendicidad. Proyecto de ley, en Diario de Sesiones de la
Cmara de Diputados, Buenos Aires, Talleres Grficos Argentinos de L. J. Rosso., 1919, Tomo III,sesin del 14/8/1919; Proyecto de ley y Establecimientos Penales, Ibd., sesin del 30/7/1919.
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Pero el factor coyuntural que impidi que el proyecto de Agote caducara una vez ms
sin ser tratado fue muy posiblemente el recrudecimiento de la conflictividad social en
los espacios urbanos del pas a partir de 1917, que alcanz su paroxismo durante la
Semana Trgica en enero de 1919.12 Los acontecimientos parecan confirmar las
proyecciones ms oscuras de las lites acerca de la amenaza poltica que representaban
los menores callejeros y abandonados para el orden social establecido, circunstancia que
Agote no dej de sealar en la Cmara baja poco despus de los sucesos, con motivo de
una nueva presentacin de su proyecto:
Hoy no hay nada quiz que interese ms a la cmara y al pas que esta cuestinde la vigilancia y del cuidado de la infancia, sobre todo, en aquellas clases donde
faltan los recursos suficientes para educarla y mantenerla dentro de una lnea deconducta honesta y moral. Los seores diputados habrn visto en aquellos dasque hoy llamamos la semana trgica, que los principales autores de losdesrdenes, que los que iban a la cabeza en donde haba un ataque a la propiedadprivada o donde se produca un asalto a mano armada, eran los chicuelos queviven en los portales, en los terrenos baldos y en los sitios obscuros de la capitalfederal.13
A decir verdad, Agote haba hecho de la alusin al contexto poltico inmediato un
recurso argumentativo central en favor del establecimiento del patronato estatal de
menores a lo largo de toda la dcada. Ya en ocasin de la primera presentacin de suproyecto, en 1910, se haba mostrado sorprendido de que la cmara se hubiera ocupado
a comienzos de ese ao de esas cuestiones llamadas de orden social que tanto nos
preocupan, de que hubiera hablado de anarquismo y de que hubiera llegado a
sancionar una ley en la cual se impona la pena de muerte a los menores de 17 aos,
pero que no hubiera estudiado
12 En parte como resultado de los efectos de la inflacin sobre los salarios reales durante la guerra y la
posguerra inmediata y del aumento del nivel de empleo desde 1918, se produjeron numerosas huelgas,que por su frecuencia y por la cantidad de trabajadores que involucraron pueden compararse con las quetuvieron lugar durante el auge del anarquismo. Sobre la Semana Trgica, ver entre otros Bilsky, Edgardo,
La Semana Trgica, Buenos Aires, CEAL, 1984; del Campo, Hugo, La Semana Trgica, Polmica, n53, 1971; Falcn, Ricardo y Monserrat, Alejandra, Estado, empresas, trabajadores y sindicatos, enFalcn, R., dir, Nueva Historia Argentina. Democracia, conflicto social y renovacin de ideas (1916-1930), Buenos Aires, Sudamericana, 2000; Godio, Julio, La Semana Trgica de enero de 1919, BuenosAires, Hyspamrica, 1986; Mc Gee Deutsch, Sandra, La derecha durante los primeros gobiernosradicales, 1916-1930, en Rock, David, et. alt., La derecha argentina. Nacionalistas, neoliberales,militares y clericales, Buenos Aires, Javier Vergara Editor, 2001; Mc Gee Deutsch, Sandra,Contrarrevolucin en la Argentina, 1900-1932. La Liga Patritica Argentina, Buenos Aires, UNQUI,1986; Rock, D.,El radicalismo argentino, Buenos Aires, Amorrortu, 1997.
13
Mociones de preferencia, enDSCD, Buenos Aires, Talleres Grficos L. J. Rosso y Ca, 1919, TomoI, 30/5/1919, p. 266.
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ni tampoco los seores diputados que presentaron ese proyecto, la causa porqu encuntrense en estas reuniones anarquistas tan gran cantidad de niosdelincuentes, los que, abandonados en las calles de Buenos Aires, vendiendodiarios primero y despus siguiendo, por una gradacin sucesiva en esta pendientesiempre progresiva del vicio, hasta el crimen, van ms tarde formar parte de esasbandas de anarquistas que han agitado la ciudad durante el ltimo tiempo.14
Ignoramos por qu Agote sostuvo errneamente que la Ley de Defensa Social
impona la pena de muerte a los menores de 17 aos.15 En todo caso, su intervencin
agregaba un argumento al repertorio de motivos esgrimidos desde haca aos por l
mismo y por otros juristas, abogados, mdicos, pedagogos y legisladores en pos de la
sancin de una ley de tutela estatal de menores (incluso de los que no fueran hurfanos
ni abandonados): la incompetencia y la inmoralidad de algunos padres, el efecto
corruptor de la deambulacin de los nios y jvenes por las calles y de su detencin en
mbitos en los que entraban en contacto con delincuentes adultos y la necesidad de que
el Estado interviniera por medio de polticas especficas en la desactivacin de la
necesaria evolucin desde el abandono y la vagancia hacia el delito.
Nueve aos ms tarde el diputado responsabiliz por los acontecimientos de enero a
elementos extraos que, pretendiendo imponer ideas absurdas, se valan de
situaciones anormales y de las reivindicaciones obreras para obtener el fruto deseado
por sus mentes enfermas y recalc que junto a ellos haban actuado los menores.16
Dentro del recinto parlamentario su voz fue la nica que asoci la vagancia y el
abandono infantil con la delincuencia poltica y que inst a la sancin de la Ley de
Patronato como una estrategia para responder a esa amenaza. Pero la vinculacin entre
abandono/vagancia/delincuencia comn y delincuencia poltica estaba ampliamente
generalizada entre las lites. Una prueba de ello es que los mismos socialistas, desde La
Vanguardia, construyeron un esquema explicativo de los episodios de violencia que
14Tutela del Estado sobre menores de edad, enDSCD. Ao 1910, Buenos Aires, El Comercio, 1910,Tomo II, sesin del 8/8/1910, p. 910.
15 La Ley de Defensa Social (Ley n 7029, sancionada el 28/6/1910) estableca en su artculo 31 que no sepodra aplicar la pena de muerte por los delitos por ella comprendidos a los menores de 18 aos. Ley de
Defensa Social, en DSCD. Leyes Sancionadas, Buenos Aires, El Comercio, 1910. De hecho, Agotehaba sido uno de los legisladores que se haban opuesto con firmeza y con xito a la propuesta deldiputado Oliver y del Ministro de Obras Pblicas Ezequiel Ramos Meja de imponer ese castigo a losmayores de 15 aos.
16
Palabras del diputado Agote en la sesin legislativa del 14/1/1919, en La agitacin crata en laCapital y en el interior,LV, 15/1/1919, p. 9.
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sacudieron a la ciudad distinguiendo entre sus participantes a los nios y jvenes,
trabajadores e hijos de trabajadores del barrio de Nueva Pompeya, protagonistas activos
o vctimas de los acontecimientos, de los menores, seres carentes de referencias a
quienes responsabilizaron por el incendio de los tranvas que supuestamente haba dado
pie a la represin policial, as como por otros desmanes.17
Seguramente esta crispacin de las sensibilidades en relacin al peligro poltico, ya
no slo social, que representaban los menores callejeros favoreci la aprobacin del
proyecto de Agote unos meses ms tarde.
Un complejo universo de sentidos y propuestas
As como la perspectiva que aborda la ideacin y la creacin de leyes e instituciones
destinadas a tratar a los nios, jvenes y familias ms desfavorecidos de la escala social
como una expresin del proceso general de ampliacin del control social estatal sobre la
poblacin requiere de la indagacin por las modalidades y por las temporalidades que
asumi ese proceso en los diferentes espacios nacionales para adquirir status
explicativo, las mismas exigencias de especificacin se imponen al argumento de que
esas realizaciones respondieron a la difusin de los nuevos principios cientficos entre
las lites.
En ese sentido, si a ningn historiador escapa el hecho de que en Argentina el diseo
y la implementacin de polticas pblicas para menores y la sancin de la Ley Agote
hallaron inspiracin y sustento en algunos principios del penitenciarismo y de la
criminologa positivista y en las realizaciones jurdico-institucionales de las principales
naciones de Occidente, conviene no exagerar la linealidad de esos lazos. 18 Antes bien,
17
A pesar de su posicionamiento condenatorio de la accin gubernamental y policial, las explicaciones delos socialistas presentaban importantes puntos de contacto con las construidas por los conservadores y losradicales. Si para stos el estallido de la violencia haba sido el resultado del accionar de elementosanarquistas y maximalistas extraos al movimiento obrero, para los socialistas la desmedidarepresin policial se dirigi contra vecinos y trabajadores que nada tenan que ver con los atentadosperpetrados por provocadores, por grupos de individuos exaltados entre los que predominaba ciertoelemento maleante, entre los cuales era dable identificar a menores de edad. Ver Agitacin obrera,La
Nacin (desde ahoraLN), 8/1/1919 La huelga en la casa Vasena,LV, 8/1/1919; Una hazaa. Nio de13 aos muerto a bayonetazos y La obra del miedo o de una consigna criminal,LV12/1/1919; El
Hospital Ramos Meja, LV, 11/1/1919; Personas desaparecidas,LV, 19/1/1919; Los incendios en lacalle Corrientes y el Triunvirato, LV, 10/1/1919; Lo que dicen los vecinos, LV, 9/1/1919; Un
funcionario modelo, LV, 10/1/1919; Armeras saqueadas,LV, 10/1/1919.
18Entre las principales realizaciones de Estados Unidos y Europa Occidental pueden enumerarse lasancin de leyes que posibilitaban la prdida de la patria potestad en manos del Estado, el establecimientode tribunales de menores (EEUU) o la asignacin de das y modalidades especficos de atencin de
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es necesario atender a la complejidad, y en algunos casos, a la superficialidad de las
relaciones de los funcionarios estatales con las propuestas emanadas de los crculos
acadmicos (mdicos, jurdicos, pedaggicos) nacionales y extranjeros.19 Partcipes de
un universo de sentidos en el que confluan elementos de la tradicin catlica, del
liberalismo y del positivismo, los legisladores tendieron a combinar elementos
tradicionales con otros ms vanguardistas en la redaccin y en la reglamentacin de la
Ley Agote, y por lo tanto en el diseo del sistema de patronato.20
Probablemente nada d cuenta de modo ms cabal de lo inadecuado que resulta
pensar a la Ley de Patronato como una consecuencia directa de la presunta
generalizacin de los principios positivistas entre las lites y como un instrumento
dispuesto por stas para ejercitar el control social de un modo ms acorde con los
nuevos requerimientos de la ciencia que la evaluacin de los destinos que la misma fij
para los menores que quedaran bajo el patronato estatal. En este punto, lejos de
garantizar su internacin en establecimientos especficamente diseados para tratar -y
en lo posible corregir- distintos tipos de defectos biolgicos, intelectuales y/o morales
como hubiera sido el deseo de los profesionales ms comprometidos con los postulados
de la medicina y la criminologa positivistas, la Ley ratific dos de las opciones
habituales de emplazamiento de nios y jvenes hurfanos y abandonados, como eran la
colocacin en familias y la internacin en instituciones benficas, y en el caso de los
menores procesados o condenados agreg a aquellas posibilidades el ms novedoso
detenidos y procesados menores de edad por parte de jueces que seguan tratando a adultos el resto de losdas de la semana (Francia), y el establecimiento y la defensa terica de los reformatorios como espaciosidneos para la educacin moral y laboral de los detenidos, pues en su organizacin se contemplaba lacuestin etrea. Con todo, tanto estudiosos de la poca como los investigadores contemporneos hantendido a relativizar la profundidad de los cambios producidos en las relaciones entre Estado y minoridad
en los pases que funcionaban como modelos para las lites locales. Ver por ejemplo Coll, Jorge,Reformatorios, enRCPML, Buenos Aires, Talleres Grficos de la Penitenciara Nacional, 1919, Gache,Roberto,La delincuencia precoz (Niez y adolescencia), Tesis doctoral, Facultad de Derecho y CienciasSociales de Buenos Aires, 1916 (obra premiada y convertida en una de las obras de referencia entre losfuncionarios interesados por la cuestin de la minoridad), yPlatt, Anthony,Los salvadores del nio ola invencin de la delincuencia, Mxico, Siglo XXI, 1997.
19 Esta distincin analtica no pretende ocluir el hecho de que numerosos hombres de cienciadesempearon cargos de gobierno.
20 As por ejemplo, no es sencillo deslindar cunto de cientificismo positivista y cunto de tradicincatlica informaban la insistencia de los legisladores empeados en construir Asilos de Reforma,Escuelas de Artes y Oficios o Reformatorios (la variable denominacin corresponde a momentos
diferentes dentro del periodo estudiado) en los que el trabajo constituyera la va privilegiada de laeducacin moral y laboral de los menores internos.
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envo a reformatorios, que significaba su encierro en la Colonia de Menores Varones
Marcos Paz, nica institucin de ese tipo existente en la etapa.21
Es cierto que la Comisin de Legislacin que estudi el proyecto de Agote logr que
se sancionara un artculo que prevea la presentacin por parte del PEN de un plan
general para la construccin de escuelas especiales para los menores expuestos o
abandonados y para la detencin preventiva de los menores delincuentes y de mala
conducta, y la construccin de reformatorios para menores delincuentes o de mala
conducta en la Capital, las Provincias y los Territorios Nacionales, con lo que dej
asentada la voluntad de las autoridades de extender la presencia del Estado en el
entramado institucional que quedara a cargo de los menores y de privilegiar la
institucionalizacin como destino.22No obstante, mientras los ministerios correspondientes no dispusieran de los recursos
necesarios para emprender la construccin de nuevas instituciones estatales o para
remozar las existentes -circunstancia reiterada a lo largo del tiempo-, ninguna expresin
de deseos poda alterar el hecho de que la mayor parte de los tutelados seguiran siendo
colocados en instituciones controladas por particulares, lo que fue advertido por algunos
miembros de la Comisin de Legislacin encargada de estudiar el proyecto, que
intentaron sin xito dejar establecido en la letra de la Ley que el PEN dispondra de
$10.000.000 para llevar a cabo las obras previstas en el artculo 22. 23 Por lo dems, la
Ley no signific un recorte de los amplios mrgenes de autonoma de los que gozaban
las instituciones dirigidas por particulares, incluso en los frecuentes casos en que stas
21 La Colonia fue creada en 1905 para reemplazar el Asilo Correccional de Menores Varones de la Capitaly brindar educacin moral e instruccin laboral (agrcola-industrial) a una vasta poblacin en peligro opeligrosa que se consideraba imperioso alejar de la ciudad. De acuerdo con su Reglamento, lapoblacin estara compuesta por los menores de 10 a 17 aos encausados y condenados y por los de 8aos en adelante remitidos por los jueces en correccin paterna, enviados con arreglo al artculo 20 de la
Ley 1.420 para hacer efectiva su asistencia a la escuela, depositados por los defensores de menores oremitidos por la polica por estar moral o materialmente abandonados. Tambin se destinaran a susinstalaciones hurfanos colocados por sus tutores o guardadores y enviados por sus padres indigentes oinhabilitados para alimentarlos o para educarlos con autorizacin de Ministerio de Justicia e InstruccinPblica. Reglamento de la Colonia de Menores Varones establecida en Marcos Paz, provincia de
Buenos Aires, por decreto del poder ejecutivo nacional de junio 28 de 1905, art. 2, en Jorge, F. y MeyerArana, op. cit.
22Proteccin de los menores abandonados y delincuentes. Proyecto de ley, enDSCD, Buenos Aires,Talleres Grficos Argentinos L. J. Rosso y Ca, 1919, Tomo II, sesin del 4/7/1919 y Ley de Patronatode Menores, op. cit., art. 22. La comisin estaba integrada por los diputados Carlos F. Melo, C. GallegosMoyano, Benjamn Bonifacio, Nicols Avellaneda y Antonio de Tomasso.
23
Ver la intervencin del diputado Carlos Melo, en Proteccin de los menores abandonados ydelincuentes, DSCD, op. cit., 1919, Tomo III, sesin del 28/8/1919, p. 954
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reciban subsidios pblicos, pues no estableci ninguna supervisin estatal rigurosa
sobre ellas. Por el contrario, reforz el poder de sus comisiones directivas al disponer el
carcter definitivo de la tutela de las instituciones de beneficencia sobre los nios que
les fueran entregados por los padres o los tutores24, omitiendo los cuestionamientos de
los legisladores y otros funcionarios a la capacidad de las damas para dirigir las
instituciones de menores de acuerdo con los nuevos requerimientos cientficos, crticas
que de todos modos no dejaban de ser tmidas y ambiguas.25
Recapitulando entonces, la Ley de Patronato ampli los poderes del Estado sobre
ciertos nios en detrimento del derecho de patria potestad -que a partir de su sancin fue
redefinida como el conjunto de derechosy obligaciones de los padres- pero mantuvo un
sistema de atencin de los menores tutelados en el que se combinaban las actuaciones
de particulares, instituciones de beneficencia e instituciones oficiales. Evidentemente,
para el Estado resultaba ventajoso fomentar un sistema de tratamiento de la minoridad
co-financiado y en gran medida administrado por los particulares a travs de colectas,
donaciones y trabajo no remunerado, que inclua, adems de las tareas desarrolladas en
los establecimientos bajo su supervisin, el relevamiento de datos referentes a la
cantidad de menores tutelados y su comunicacin a las autoridades, el desempeo ad
honorem de atencin mdica y de inspeccin de instituciones, y el acogimiento de nios
en los hogares.26
24 Proteccin de los menores abandonados y delincuentes, en DSCD, op. cit., sesin del 28/8/1919,art.8. Sobre las implicancias jurdicas de esa disposicin, ver Villalta, C., op. cit., Cap 3: La
jurisprudencia extrema: patria potestad y abandono.
25 Una de las intervenciones de Agote proporciona un ejemplo del carcter oscilante de las mencionadascrticas, comn a los legisladores de distintas orientaciones polticas. Durante la discusin que condujo ala sancin de la Ley, el diputado seal que a falta de una legislacin que regulara su situacin, losmenores iban a parar usualmente a instituciones que terminaban de corromperlos o, en el mejor de los
casos, eran conducidos a instituciones de beneficencia que no estaban capacitadas para operar comoregeneradoras, pues a pesar de la abnegacin, altruismo y entusiasmo de sus miembros no saben hacerestas cosas bien y muchsimas veces sus esfuerzos se pierden por una serie de canales que no hay por qu
clasificarlos, porque no quiero poner una sombra sobre gente que hace tanto bien con todo entusiasmo y
con toda nobleza.DSCD, op. cit., sesin del 28/8/1919.
26 As, en la Reglamentacin de la Ley 10.903 se solicitaba que las sociedades de beneficencia, lasescuelas y los asilos que reciban subsidios estatales comunicaran a las autoridades cuntos menores sehallaban colocados en sus instituciones y de cuntas plazas vacantes disponan, que las primerasdesignaran miembros masculinos y femeninos para desempearse como inspectores de los menores y desus tutores, que los mdicos que quisieran prestar su ayuda cientfica concurrieran a las audiencias paraexaminar a los menores en situacin de ser reeducados, y que las personas honestas dispuestas a tomarnios a su cargo se inscribieran en listados a tal efecto. Variedades. Patria potestad y tutela de menores.
Reglamentacin, en Archivos de Psiquiatra, Criminologa y Ciencias Afines, Buenos Aires, TalleresGrficos de la Penitenciara Nacional, 1919, artc. 14, 15, 16 y 18.
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Sin embargo, otras variables incidieron tanto como las econmicas en la pervivencia
de un sistema mixto (pblico/privado) de atencin a la minoridad, entre ellas las
concepciones de los funcionarios sobre las obligaciones de los poderes pblicos en
relacin a la sociedad civil. En este punto, la Ley de Patronato, al igual que la Ley de
Educacin Comn, descans sobre el principio de la preeminencia de las prerrogativas
estatales sobre las de los padres toda vez que estuvieran en juego intereses colectivos
tan preciosos como la conversin de los nios y jvenes en ciudadanos honrados y
trabajadores.27 Pero esto no implicaba que la atencin de los nios y jvenes extraados
de un marco familiar o vinculados en forma lbil con la autoridad adulta fuera
concebida como un deberde las autoridades o como un derecho de los menores.28 La
complementariedad entre las instituciones estatales y la sociedad civil en el abordaje de
varias de las problemticas vinculadas a la veloz urbanizacin de Buenos Aires
constitua la regla y era pensada como positiva, orden de cosas que necesariamente
impact en las caractersticas asumidas por la Ley de Patronato.
Menos parecen haber pesado en su diseo las renovadas propuestas cientfico-
jurdicas de tratamiento de la minoridad difundidas en Occidente durante la segunda
mitad de la dcada de 1910. En efecto, en el mismo momento en que la Ley Agote fue
promulgada, varias de las prcticas que propiciaba -como la colocacin en familias y la
internacin en reformatorios- estaban siendo cuestionadas con dureza en reuniones y
publicaciones cientficas, foros legislativos, textos periodsticos y obras literarias
nacionales e internacionales. En relacin a lo anterior, puede afirmarse que la Ley
10.903 guarda una relacin ambigua con el contexto intelectual que posibilit su
sancin. Ciertamente, el proyecto de Agote se benefici de la instalacin del tema de la
minoridad como una cuestin prioritaria en la agenda intelectual nacional e
internacional durante la segunda mitad de la dcada de 1910. Sin embargo, las
27 Al respecto, ver por ejemplo la intervencin de Nicols Avellaneda, miembro de la comisin delegislacin, en Proteccin de los menores abandonados y delincuentes , DSCD, op. cit., sesin del28/8/1919.
28 De lo anterior puede deducirse que el trazado de un continuum que hermana a los nios y jvenessometidos al patronato estatal desde 1919 hasta la actualidad en su condicin de vctimas de la violacinde derechos, o el planteo de que la Ley de Patronato produjo una devaluacin de los derechos delos nios procedentes de los sectores populares, Daroqui, A. y Guemureman, S, Los menores de hoy,de ayer y de siempre. Un recorrido histrico desde una perspectiva crtica, enDelito y Sociedad, ao 8,n 13, 1999- resultan extemporneo: a fines de la dcada de 1910, ningn nio, independientemente de suorigen social, era considerado sujeto de derechos, circunstancia que se reflej no slo en la legislacin demenores sino tambin en la ocupada de reglar la instruccin elemental y el trabajo infantil. Sobre el tema,
ver Zapiola. M. C., Los nios entre la escuela, el taller y la calle (o los lmites de la obligatoriedadescolar). Buenos Aires, 1884-1915, op. cit.
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principales propuestas formuladas en ese marco fueron ignoradas o dejadas de lado
cuando hubo que definir el contenido de la Ley. Y esto no se debi a la desinformacin
de los legisladores, pues justamente durante los aos que circundaron la discusin del
proyecto de tutela estatal los espacios de difusin de propuestas alternativas para la
minoridad adquirieron un relieve inusitado en el Ro de la Plata. Tal es el caso de las
reuniones cientficas de primera lnea celebradas en el espacio local, como el Primer
Congreso Penitenciario (Buenos Aires, 1914), el Primer Congreso Panamericano del
Nio (Buenos Aires, 1916) y el Segundo Congreso Panamericano del Nio
(Montevideo,1919).29
A pesar de que los delegados argentinos participaban haca ms de treinta aos en
eventos de ese tipo, su emplazamiento en las capitales del sur aument las posibilidades
de asistencia de profesionales, funcionarios y benefactores interesados por el problema
de los nios delincuentes y abandonados, por el anlisis de los regmenes jurdicos y
penitenciarios que afectaban a los menores de edad y por el establecimiento de leyes e
instituciones pblicas destinadas a proteger a los menores. Por otra parte, la visibilidad
y la potencialidad de circulacin de sus elaboraciones discursivas se incrementaron
como resultado de la transcripcin de algunas ponencias en revistas especializadas
como la Revista de Criminologa, Psiquiatra y Medicina Legal o El Monitor de la
Educacin Comn y en los principales diarios y semanarios de Buenos Aires, mientras
la formalidad, la amplia publicidad y el nivel de erudicin de los eventos (que en el caso
de los primeros congresos contaron con la asistencia de las mximas autoridades
polticas) sirvieron para dotar de legitimidad a sus propuestas temticas y
programticas.
Imbuidos de las novedades internacionales, destacados profesionales argentinos como
Jorge Coll y Ernesto Nelson aprovecharon el marco del Primer Congreso Penitenciario
para proponer el establecimiento de tribunales de menores como los existentes enEstados Unidos y Francia.30 El mismo Agote haba reconocido por entonces, mientras
29 Sobre los congresos, ver Guy, Donna, The Pan American Child Congresses, 1916 to 1942; Pan Americanism, child reform, and the welfare state en Latin America, Journal of Family History,Greenwich, July 1998.
30 Ver Coll, Jorge, Cuestionario: Legislacin sobre menores delincuentes, enRCPML, Buenos Aires,Talleres Grficos de la Penitenciaria Nacional, 1914 y Nelson, Ernesto , Cuestionario: Medios einstituciones adecuados para amparar la infancia abandonada, Ibd., artculos en los que se resumenlas propuestas elevadas por los autores en el foro del Primer Congreso Penitenciario de reformar el
Cdigo Penal y el Cdigo de Procedimientos para permitir el establecimiento de un Tribunal Especial deMenores; Gache, R., op. cit,; Cdigo de Menores. Anteproyecto. Por los Dres. Roberto Gache yEduardo J. Bullrich, enRCPML, Buenos Aires, Talleres Grficos de la Penitenciara Nacional, 1916.
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presentaba su proyecto por segunda vez en la Cmara de Diputados, que la verdadera
manera de resolver el problema de la vagancia infantil consista en el establecimiento de
tribunales de menores y de cdigos infantiles, pero saba lo que representara eso y
confiando en que ambos llegaran por la fuerza de las cosas dejaba a criterio de los
tribunales de cada jurisdiccin el nombramiento de uno o ms jueces que entendieran
exclusivamente en los procesos en que se acusaba a menores de 18 aos, postura que se
impuso al sancionarse la Ley.31 Actitudes de este tipo eran comunes entre los
legisladores: ms conscientes y preocupados que los especialistas por los obstculos
legales, administrativos, financieros y culturales con los que solan enfrentarse sus
proyectos, estaban dispuestos a redactarlos y a reformularlos de modo tal que su sancin
resultara posible dentro del orden de cosas existente.
En el caso de Agote y de quienes defendieron y apoyaron su proyecto en 1919, lo
anterior signific priorizar la separacin de los menores del medio ambiente que
propiciaba su enviciamiento -estuviera ste representado por los padres, las calles, los
antros carcelarios o por una combinacin de los tres- dejando en suspenso la discusin
sobre el establecimiento de destinos acordes a las exigencias de la ciencia. Como
resultado, la Ley de Patronato sancion prcticas largamente criticadas por funcionarios
y especialistas, como las colocaciones tradicionales en familias, realizadas por los
jueces y los defensores de menores por medio de un contrato que estipulaba los
servicios que el menor deba prestar a cambio de un sueldo y/o de la atencin de sus
necesidades y educacin, y la internacin en reformatorios.
Desde el punto de vista de quienes las cuestionaban, ninguna de esas alternativas
obraba en favor de las necesidades de instruccin y educacin moral de los nios y
jvenes. En el caso de las colocaciones, reconocidas figuras como el Dr. Armando
Clars denunciaban que la avidez con que eran solicitadas a los defensores de menores
sola responder a la bsqueda de servicio domstico, por lo que, inspirado por loplanteado por los entendidos en el Congreso Penitenciario de Washington, a donde
haba concurrido en calidad de delegado en 1910, sugera su reemplazo por el placing
out o rgimen de pensionado familiar, un tipo de colocacin subvencionada por el
Estado en casas de familia o en establecimientos comerciales, industriales o agrcolas
31 Tutela del Estado sobre menores delincuentes, DSCD, Buenos Aires, Talleres Grficos de L. J.Rosso y Ca, 1914, sesin del 14/8/1914.
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cuidadosamente seleccionados y controlados por los miembros de los patronatos de
menores, organismos que tambin deban crearse en Argentina.32
Por su parte, para 1919 los reformatorios eran blanco de dos tipos de crticas: las de
caso y las de principios. La dcada de 1910 haba sido prdiga en denuncias de
legisladores, informes de inspectores y sensacionalistas notas de prensa que pintaban
con oscuros trazos el desempeo del Asilo Correccional de Menores de Marcos Paz.
Entre las irregularidades que se imputaban a las autoridades y al personal de la
institucin se sealaban el maltrato fsico y psicolgico al que era sometidos los
internos, la penuria de las condiciones materiales de existencia de los pupilos, la
inadecuacin de la infraestructura a los fines educativos de la colonia y los numerosos
casos de pederasta activa y pasiva constatados por los inspectores enviados por el
PEN en los momentos en que recrudecan las denuncias. Un argumento recurrente de
los funcionarios, legisladores y hombres de prensa que solicitaban su clausura era que
otros establecimientos -generalmente ligados a la beneficencia- s lograban cumplir sus
objetivos y lo hacan por un costo diario por alumno hasta dos veces inferior al de la
colonia.33
Desde el punto de vista de los ms aggiornados profesionales, sin embargo, no se
trataba de recurrir al savoir faire de la beneficencia para abordar el problema de la
minoridad, sino de abolir las instituciones que resultaran contraproducentes y de crear
instituciones pblicas organizadas de acuerdo con criterios cientficos de comprobada
eficacia, demanda que por lo dems se hallaba en consonancia con la multiplicacin de
las propuestas destinadas a organizar instituciones pblicas especializadas en la atencin
32 Claros, Armando, citado por AaVv, Variedades. Patronato de presos y menores en la provincia de Entre Ros, en RCPML, Buenos Aires, Talleres Grficos de la Penitenciara Nacional, 1918. El Dr.
Claros haba sido director del Asilo Correccional de Menores Varones de la Capital, fundado en 1898.33 Para las crticas de los contemporneos, ver por ejemplo Rgimen carcelario. La Colonia de MarcosPaz. Aplicacin de castigos inhumanos. El palo y el rebenque, enLN, 12/6/1914; Rgimen carcelario.
La Colonia de Marcos Paz. El imperio de la arbitrariedad. Los plantones, LN, 13/6/1914; Rgimencarcelario. La Colonia de Marcos Paz. Guardianes arbitrarios. Siempre la desorganizacin, en LN,16/6/1914; Colonia de Marcos Paz. Informe de la Contadura General, en LN, 1/9/1914 (en estos yotros artculos se transcribieron los informes de inspectores del PEN); Antecedentes ha que se hareferido el seor diputado Bravo, enDSCD. Ao 1914, Buenos Aires, Imprenta y Encuadernacin de laHonorable Cmara de Diputados, 1932, sesin del 21/9/1914; Gache, R., op. cit. Para una aproximacinhistoriogrfica, ver Zapiola, M. C., Antro o escuela de regeneracin? Representaciones encontradas dela Colonia de Menores Varones de Marcos Paz, Buenos Aires, 1905-1915, Mallo, Silvia y Moreyra,Beatriz (coord.), Miradas sobre la historia social en la Argentina en los comienzos del siglo XXI,
Crdoba-Buenos Aires, Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S. A. Segretti-Instituto de HistoriaAmericana Colonial de la Universidad Nacional de La Plata, 2008
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de los menores de edad afectados por problemas fsicos, psquicos o mentales (por
ejemplo, ciegos, sordos, mudos, alienados, epilpticos, raquticos y tuberculosos) y con
las que defendan la instalacin de escuelas para nios dbiles emplazadas en mbitos
geogrficos idneos para su recuperacin.34
En esa lnea, Jorge Coll solicit a los participantes del Segundo Congreso
Internacional del Nio que declararan con su autoridad cientfica y espritu
humanitario la abolicin de las prisiones para nios llamadas reformatorios pues
denominar as
a esos hacinamientos cuartelarios es una mentira convencional, y resultaintolerable que los gobiernos pagndose de un nombre cientfico, mantengan
instituciones tan perjudiciales [] Qu ha de volverse el alma del nio, si noconoce los afectos en esa frialdad de los grandes establecimientos, sometido alespionaje en todos los instantes, reprendido sin amor, sin el sentimiento quepenetra en el corazn atenuando el castigo, y despierta la conciencia?.35
Slo le quedaba simular, convertirse en un hipcrita que, habiendo adquirido todos
los vicios de sus compaeros, no tema ms que al rigor de los guardias, del cual se
defenda por medio de la mentira o de la rebelda insolente.
Para reemplazar esas dainas prisiones era necesario apelar al modelo de las coloniasy escuelas norteamericanas sin medir el sacrificio econmico que eso requiriera en el
presente, pues permitira grandes ahorros en asilos, hospitales y prisiones en el futuro.
En esas colonias se colocara a los menores de 13 a 18 aos en cottages a cargo de
matrimonios, formando el conjunto de las familias un pueblo que tendra en comn los
talleres, la escuela, la iglesia, los juegos y las diversiones. Semejante organizacin
permitira la individualizacin del nio, es decir, el conocimiento acabado de su
espritu, y la vida domstica y de trabajo en comn le inculcaran por la va de laimitacin y del ejemplo los hbitos necesarios para la vida de relacin y los
34 Mientras el primer tipo de propuestas no trascendi ms all de un estrecho crculo de profesionales, lacreacin de escuelas para nios dbiles estuvo entre las aspiraciones de gran cantidad de educacionistas,concit el apoyo de numerosos funcionarios, y se materializ en creaciones institucionales a partir de ladcada de 1910. Ver Di Lisia, Mara Silvia, Colonias y escuelas e nios dbiles. Los instrumentoshiginicos para la eugenesia en la primera mitad del siglo XX en Argentina , en Di Liscia, Silvia yBohoslavsky, Ernesto, comp.,Instituciones y formas de control social en Amrica Latina 1840-1940. Unarevisin, Buenos Aires, Prometeo/UNGS, 2005.
35
Coll, op. cit., p. 345. El autor se desempeaba como fiscal de los tribunales de Buenos Aires y adscriptoal Instituto de Criminologa
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sentimientos de solidaridad social. En toda colonia poda existir un pabelln de sistema
celular para separar a los internos rebeldes, pero slo el grupo minoritario de los
criminales instintivos, por su anormalidad, deba ser tratado bajo un sistema de rigor
distinto, que de cualquier modo no lograra despejar la incgnita que planteaba su
futuro, pues con ellos poda fracasar todo mtodo pedaggico, e incluso su anormalidad
poda quedar superada por la misma evolucin fisiolgica. Para todos los dems, se
impona la educacin paciente del amor y de la inteligencia.36
Ni este proyecto ni otro enviado por el PEN a la Cmara baja en 1920 para adecuar la
Colonia de Marcos Paz al mencionado sistema de cottages lograron prosperar.37 Es
cierto que algo del espritu de los nuevos tiempos se integr a la Ley Agote cuando el
diputado Pedro Caracoche logr, no sin dificultades, imponer su criterio de que se
agregara al artculo 22, que auspiciaba la construccin de escuelas especiales y
reformatorios para la detencin de los menores delincuentes o de mala conducta, un
texto que aclarara que
En estas escuelas y reformatorios regir el trabajo en talleres y agrcola comoprincipal elemento educativo de los menores recludos, quienes sern parte en elbeneficio pecuniario de su trabajo. Las colonias-escuela y las colonias-reformatorio ubicadas cerca de las ciudades o en pleno campo sern el tipo
preferido de estas casas de prevencin y de reforma de menores.38
36 En relacin a los nios menores de 12 aos, Coll sostena que los mejores resultados estaban dados porel sistema de placing out o por el internamiento en los asilos de las sociedades privadas, pues, al igualque en el caso de las nias, nada poda influir tanto en su espritu como el sentimiento religioso y laatencin admirable de las hermanas de caridad. Ibd.
37 En septiembre de 1920 el PEN envo al PL un proyecto destinado a funcionar como un complemento
de la Ley 10.903, solicitando la autorizacin para invertir $2.823.478.56m/n en la ereccin de veinticuatrocasas para vivienda, escuela y talleres en la Colonia de Menores de Marcos Paz, que se conceban comoel primer paso de un vasto plan de construcciones que redundaran en la educacin y la reforma de lamayor cantidad posible de menores hurfanos y abandonados, los que por su gran nmero no lograban seratendidos en su totalidad en el Instituto Tutelar de Menores y en el local de la Alcaida habilitado por laPolica para albergarlos tras la sancin de la Ley de Patronato. Proyecto de Ley, enDSCD. Ao 1920,Buenos Aires, Imprenta y Encuadernacin de la Honorable Cmara de Diputados, Tomo V, 1920, sesindel 27/9/1920.
38 Proteccin de los menores abandonados y delincuentes, enDSCD, op. cit., 1919, Tomo III, sesindel 28/8/1919, p. 951. En principio la comisin de legislacin se opuso, pues prefera que se redactaraun proyecto especial -no estableca quines lo haran, ni cundo- por el cual se estableciera el tipo, laorganizacin y el rgimen de trabajo de las casas de educacin y reforma de los nios en peligro, de
mala conducta o criminales, pero termin aceptando la inclusin ante la insistencia de Caracoche, Ibd.,pp. 951 y 954.
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Tambin lo es que a mediados de la dcada de 1920 el gobierno de Alvear
rebautizara la colonia con el nombre de Colonia Hogar Ricardo Gutirrez y tratara
de reorganizarla segn el modelo preconizado por Coll y otros especialistas. Nada de
ello cambia, sin embargo, el hecho de que el proyecto de Agote fue presentado,
defendido y votado en 1919 casi en los mismos trminos en los que fuera redactado
nueve aos antes. Esto significa que su autor y sus sostenedores lograron dotar de status
legal a las demandas de tratamiento judicial y penal especfico de los menores de edad y
a las exigencias de que el Estado protegiera a los nios y jvenes cuyos padres se
demostraran incompetentes y/o inmorales, generalizadas entre las lites desde el cambio
de siglo, pero lo hicieron ignorando la notable renovacin de las propuestas nacionales e
internacionales de tratamiento de menores producida durante el segundo lustro de la
dcada de 1910.39
Consideraciones finales
En el presente artculo hemos optado por concentrarnos en las continuidades
auspiciadas por la Ley Agote en relacin a las modalidades de tratamiento de los
menores. Con esto no buscamos desconocer su carcter de hito en la construccin del
sistema jurdico penal de patronato, que descansa fundamentalmente en el incremento
de las atribuciones sobre ciertos padres y sobre sus hijos que otorg al Estado, sino
demostrar que su capacidad para constituirse en un instrumento apto para generar
cambios era limitada, desde el momento en que refrendaba una serie de destinos
tradicionales para los nios y jvenes afectados por su mandato, que no estableca
mecanismos de control significativos sobre las familias y las instituciones controladas
por particulares a las que aquellos podan ser destinados, y que, aunque recomendaba la
creacin de instituciones estatales de internacin, en el corto plazo no estuvo asociada aotro tipo de disposiciones que pusieran en manos de las autoridades los recursos
humanos y materiales necesarios para erigirlos.
En tal sentido, la Ley Agote puede pensarse como un compendio y una
sistematizacin de prcticas existentes y sancionadas ya sea por leyes previas, ya por
39 Esto no significa que en el momento inmediato a la sancin se hayan registrado quejas de losespecialistas en relacin a las caractersticas de la Ley. Por el contrario, se celebr unnimemente el
establecimiento del patronato estatal como la instalacin de la piedra angular que podra ser la base parafuturas renovaciones en el tratamiento de los menores.
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ordenanzas municipales, ya por el uso y la costumbre. Ciertamente, se trat de un
producto cultural de altsima densidad simblica, en tanto refrendaba y constitua una
suerte de punto de llegada del largo proceso de transformaciones semnticas y de las
representaciones que condujo al establecimiento de una distincin entre nios y
menores y que naturaliz el emprendimiento de prcticas diferenciadas de tratamiento
para los miembros de cada grupo.40
Pero los visos de vanguardismo que la nueva legislacin irradiaba estaban ms
ligados con el abordaje de ciertas temticas modernas a travs un vocabulario
aggiornado por parte de sus propulsores que con la adopcin de los elementos ms
novedosos expresados en el universo de propuestas y realizaciones de las que form
parte. De hecho, si la Ley Agote habilitaba la introduccin de transformaciones en las
formas de ocuparse de los menores no exiga su implementacin, al tiempo que
legitimaba la coexistencia de las eventuales nuevas prcticas con otras decididamente
tradicionales.
Esta constatacin nos conduce a un problema crucial, como es el de la relacin entre
teora legal y praxis judicial e institucional. Al respecto, durante los ltimos aos los
investigadores de la historia Argentina han pasado a describir el funcionamiento de los
sistemas judiciales y de las instituciones de asilo o de castigo de la etapa de
conformacin del Estado moderno como versiones incompletas, tergiversadas,
distantes de las propuestas cientfico-filosficas y de los planes y proyectos que les
dieron origen.41 Un anlisis minucioso de la Ley de Patronato nos ha permitido
comprobar que, en este caso y presumiblemente en otros, fue la misma letra de la ley, en
dilogo con un complejo universo de representaciones, uno de los elementos que
propici la convivencia de heterogneas prcticas jurdicas e institucionales, lo que debe
alertarnos acerca de la inconveniencia de pensar a las formulaciones tericas y
procedimentales como coherentes y acabadas, y por lo mismo, ajenas al complejodevenir de las prcticas.
40 De hecho, su carcter de mojn simblico en tanto cristalizadora y legitimadora de las representacionesestigmatizantes de la infancia que se venan generalizando entre las lites desde la dcada de 1870 nos haconducido a realizar una tesis en la que investigamos las condiciones que posibilitaron su sancin en unaperspectiva de mediana duracin. Ver Zapiola, M. C., La invencin del menor. Representaciones,discursos y polticas pblicas de menores en la ciudad de Buenos Aires, 1882-1921, Tesis de Maestra,UNSAM, Buenos Aires, 2007.
41
Sin dudas una de las obras de referencia sobre el particular esCaimari, Lila, Apenas un delincuente.Crimen, castigo y cultura en la Argentina, 1880-1955, Buenos Aires, Siglo XXI, 2004.
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Por ltimo, el corroborado compromiso del Estado con los particulares -asociados o
en calidad de individuos- para cumplir con las funciones de asistencia y castigo de los
menores puestos a su disposicin constituye un indicio de las caractersticas y del
alcance de las instituciones estatales y de las estrategias de control social de la etapa,
que en muchos casos resultaron de combinaciones flexibles entre lo deseable y lo
posible, lo moderno y lo tradicional, las exigencias intelectuales y la disposicin de
recursos materiales. Variedad de combinaciones cuya amplitud, sin embargo, no fue
comn a todas las reas de gobierno. Como es sabido, en el caso la construccin del
sistema de instruccin primaria la intervencin estatal fue decidida y poco inclinada a
negociaciones con los agentes privados, actitud que, si se la compara con la que gui las
polticas pblicas destinadas a la minoridad, es reveladora de un proceso de
estigmatizacin y segregacin de los sectores infantiles cuyo ingreso a las escuelas
resultaba improbable. En ltima instancia, las polticas de las lites argentinas a lo largo
de casi todo el siglo XX parecen haberse sustentado en la arraigada conviccin de que
algunos problemas y algunas personas ameritan una atencin menos persistente y
sistemtica que otras.