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Zoológico. Litografía realizada por Enrique Martínez. Segunda Bienal Internacional del Cartel en México, 1992. Crónica de días aciagos 2 Competencia Iberoameriana Interuniversitaria de Matemáticas 5 Diplomado en Finanzas Corporativas y Bursátiles 5 Acuerdos del CDM 6 75 Years of Mathematics in Mexico 8 Cadenas humanas 8

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Zoológico. Litografía realizada por Enrique Martínez.Segunda Bienal Internacional del Cartel en México, 1992.

Crónica dedías aciagos 2

Competencia Iberoameriana Interuniversitaria de Matemáticas 5

Diplomado en Finanzas Corporativas y Bursátiles 5

Acuerdos del CDM 6

75 Years of Mathematics in Mexico 8

Cadenas humanas 8

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Nota. Estimados lectores, el semestre llega a su fin.El sismo del 19 de septiembre es, con mucho, el evento más duro que nos tocó vivir en estas semanas. La Ciudad de México, el Estado de México y los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla y Morelos sufrieron terribles pérdidas. Cientos de personas murieron.A pesar de que vivimos en una zona sísmica, la tragedia nos tomó por sorpresa.Una vez que salimos del pasmo, de la desorientación, fuimos testigos de una muestra gigantesca de solidaridad ciudadana. En horas se organizaron de manera espontánea grupos de rescate y apoyo a los más afectados.La crónica que a continuación presentamos da cuenta de esos extraordinarios momentos donde la lógica de la indiferencia se rompió completamente para dar paso a la tarea de ayudarnos mutuamente de la manera más desinteresada.Agradecemos profundamente al estimado profesor José Galaviz el envío de su escrito al Boletín.

Crónica de días aciagosJosé Galaviz

Al paso del tiempo los recuerdos de los hechos y las personas que en ellos participaron se van desliendo, surgen huecos que tienden a llenarse con impre-cisiones, las imágenes mentales, antes vívidas, propenden al gris. Un impulso íntimo me impele a escribir, antes de que mis recuerdos de los días de vorágine posteriores al sismo del 19 de septiembre de 2017 empiecen a ser nebulosos. Escribo, no tanto para un hipotético lector ajeno, sino para el lector que seré y que, sin duda, necesitará recordar a los hombres y mujeres que personificaron la generosidad, la abnegación y la solidaridad de los miles de personas que se volcaron a ayudar al prójimo en aquellos días aciagos y a los que tuve el honor de conocer durante mi estancia en el centro de acopio del Estadio Olímpico Universitario donde, junto a mi hija, estuve trabajando desde el 20 y hasta el 27 de septiembre de 2017.Es difícil describir la magnitud de la operación del centro de acopio. Mi hija y yo llegamos caminando el día 20 de septiembre desde la estación de metrobús Ciudad Universitaria, y de pronto, al cruzar la vialidad entre Insurgentes y el estadio sorteando los árboles, la visión fue impresionante: las filas de auto-móviles rodeados de una muchedumbre de jóvenes que los descargaban, otra muchedumbre recibía las cosas en varias carpas especializadas en cierto tipo de bienes, luego decenas de cadenas humanas de cientos de personas cada una, transportaban de mano en mano todos los suministros desde las carpas hasta unos cientos de metros más atrás, en los túneles del estadio, donde centenares de voluntarios trabajaban frenéticamente clasificando, reempacando y cargan-do simultáneamente tres trailers estacionados en la explanada del estadio, so-bre la que había zonas delimitadas de unos 400 metros cuadrados cada una, con diferentes clases de suministros, todo en medio de un murmullo constante ininteligible por sobre el que se escuchaban frecuentes gritos de “¡Gracias!” para los donadores y ocasionalmente un “Goya” coreado por decenas de voces que erizaba la piel. Era sobrecogedor y eso que sólo he descrito lo que en ese momento era visible. Oculta en el interior del estadio tenía lugar otra parte de la operación: la mitad oriente de las gradas estaba casi toda ocupada en la monumental operación de clasificación, marcado y reempacado de más sumi-nistros, todo a cargo de otros cientos de voluntarios.Luego de ocuparnos temporalmente en algunas labores en las carpas de agua y alimentos y en la de armado de cajas, terminamos trabajando en la de recepción de herramientas. Teníamos a nuestro cargo la labor de recibir las herramientas que nos eran donadas, clasificarlas y ensamblarlas de ser necesario, marcarlas, agruparlas y transportarlas a la estación central de herramientas, al otro lado de las rejas del estadio, donde eran requeridas por las cuadrillas de rescate que acudían a las zonas de desastre.Colaborando hombro con hombro con nosotros, conocimos a muchos otros vo-luntarios. Compartimos con ellos ideas, vivencias, agua, alimentos y emocio-nes. Juntos sufrimos el sol inclemente, el viento que arrancaba nuestros toldos y las lluvias vespertinas. He querido, o necesitado, escribir aquí acerca de unos pocos de ellos, trataré de esbozarlos a través de lo que les vi hacer y les oí decir en una suerte de episodios independientes.

JoséA mí me ha tocado escuchar, a partir de una arbitraria clasificación en genera-ciones, que los que llamamos milenials, aquellos nacidos durante la segunda mitad de los noventa y hasta la primera mitad de los dos mil, poseen rasgos comunes, varios poco alentadores: apáticos, poco comprometidos, tendientes a obtener recompensas fáciles sin invertir esfuerzo, intolerantes a la frustración. Generalizar es un error. En los días posteriores al sismo fui testigo, como el resto de la gente, de cómo miles de esos jóvenes salieron a la calle y llenos de entusiasmo se comprometieron y supieron esperar su turno para aportar lo

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que tenían cuando era necesario. Se volcaron a trabajar febrilmente hasta el agotamiento, como poseídos por una extraña fuerza primordial, como si trataran de redimirse y salvar sus almas de los pecados que les hemos adjudica-do. Así lo hizo un mancebo de nombre José.José, “El Bodoque”. 15 años, estatura media, tez blanca, complexión delgada, cabello castaño y lacio, anteojos, es-tudiante del CCH Plantel Naucalpan de la UNAM, vive por el rumbo de El Rosario. A todos nos sorprendió co-nocer su edad. Superficialmente parece un poco mayor, cuando uno platica con él la cosa cambia, es evidente su candidez y sus expresiones y actitudes aún infantiles. El primer día que estuvo con nosotros llegó temprano, estu-vo en la cadena humana de descarga de vehículos hasta que cayó el sol. Luego de la agotadora jornada todavía se trepó en un camión que llevaba cuadrillas de rescate a Morelos. Cuando le pidieron su credencial de elector para el registro, confesó que no la poseía por tener apenas 15 años, le preguntaron si sus padres sabían dónde andaba y respondió que “no les había dicho”. Lo bajaron del ca-mión a la altura del centro comercial Perisur, se perdió un rato antes de encaminarse a su casa. Cuando llegó a ella se puso todavía a ayudarles a unos vecinos a poner un toldo sobre el patio para improvisar el funeral de la veci-na, (cuyo fallecimiento no tuvo relación con el sismo). Los demás días fue lo mismo: trabajaba febrilmente en el cen-tro de acopio de sol a sol y al llegar a casa, ya entrada la noche, no caía rendido como uno sospecharía. Prolonga-ba la vigilia hasta las primeras horas del día siguiente, lo que nos sorprendió aún más. Luego me enteré por mi hija: José salió con su tío el día del sismo a ayudar en lo posible, su tío es médico, José vio cosas que nadie nunca debería ver; por las noches esas imágenes lo acosan, prefiere en-tonces hacer algo, cualquier cosa, con tal de huir de sus sueños poblados de fantasmas, sólo el afanoso desvelo puede exorcizarlos momentáneamente. El apodo de “Bo-doque” se lo puso, creo, Paola, una de nuestras coordina-doras en el centro de acopio y quien prácticamente adoptó a José e impedía que hiciera imprudencias como quedarse sin comer o irse demasiado tarde a casa. La imagen que tengo grabada de él en mi mente, es con la capucha de una sudadera azul puesta bajo un casco del mismo color, pasándonos grupos de tres palas, con sus manos cubiertas por unos guantes de carnaza y el rostro por una sonrisa franca de escuincle, la sonrisa sincera de quien no sabe aún ponerse a salvo a sí mismo, pero involuntariamente nos salva a todos.

PaolaEn el centro de acopio el trabajo de los miles de volunta-rios estuvo coordinado impecablemente tanto por hom-bres como por mujeres, de extractos y edades tan diversos como se pueda imaginar. Una de las personas que coordi-nó nuestro trabajo en la carpa de herramientas fue Paola, una líder firme, pero benévola, compasiva, pero directa y hasta ruda.Paola, “Mamá Lucha”. Entre 30 y 35 años, estatura media, complexión robusta, piel blanca, cabello largo castaño y

lacio, egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM con especialidad en derecho mercantil, actualmente po-see una empresa de seguridad privada que tiene guardias dispersos por la ciudad y ofrece asesoría y apoyo técni-co. Paola era de las coordinadoras generales del centro de acopio, así que pasó varios días con sus noches sin ir a casa, atendiendo su negocio por teléfono celular, dor-mitando en un pupitre insufrible. Para el sábado ya te-nía serias quemaduras de sol en los hombros y el cuello torcido y tostado. Ella es de esas personas que nacen con dotes de liderazgo, cualidades que le son muy útiles en su empresa y que mostraron también su valor en el centro de acopio, pero que resultan un gran inconveniente a la hora de tratar de descansar porque este tipo de personas tienden a hacerse indispensables. El domingo se estuvo “yendo” desde las 10:00 AM hasta las 5:00 PM en que fi-nalmente logró salir. El apodo se lo puso Luis (de quien he de platicar después), a ella no parecía molestarle, de haber sido así seguro lo habríamos sabido y seguro nadie se habría atrevido a decirle así nunca más. Un par de días llegó tarde porque tuvo que atender asuntos de su trabajo, de ese trabajo que le da el sustento a ella y a decenas de familias. A veces sólo venía a nuestra carpa a sentarse un rato para despejarse de los problemas de logística de los túneles, se sentaba y regañaba al “Bodoque” o coordinaba la cadena humana de recepción. Le conseguimos una silla de lona de las que usan los directores de cine, nos agrade-ció afectuosamente y se quedó dormida unos 20 minutos. A Paola la obedeces porque te sientes comprometido con la misma causa que ella, porque está en la trinchera como tú, porque también tiene ampollas en la piel y le arde el cuello como a ti, le haces caso porque sabes que también al rato se va a preocupar porque te traigan un sándwich y agua. ¿Qué hace que una persona deje de lado un momen-to eso que es prioritario para su vida? ¿Qué le hace decidir mal dormir en una silla, estar hambrienta y deshidratada, con ardor en la piel cuando podría estar cómodamente descansando o atendiendo sus asuntos? ¿Qué motor mue-ve a algunas personas a olvidarse de sí mismas y donar su tiempo, sus energías, su persona, en auxilio de una masa de desconocidos? No sé, no importa, lo importante es que, afortunadamente ocurre.

LuisA veces conocemos a alguien lleno de entusiasmo efer-vescente, que contagia su vitalidad y nos lleva a sobrepo-nernos al cansancio y al desdén y que luego, por alguna conversación fortuita, nos percatamos que tiene proble-mas, de esos que nos tendrían al menos taciturnos y pre-ocupados; no nos habíamos dado cuenta de que esa per-sona lleva encima una enorme carga que no se nota, una que soporta sin chistar, sin quejarse, sin dejarse vencer, sin mentar madres. Así es Luis.Luis, “El Papi”. 20 años, alto, moreno, cabello chino, muy delgado de complexión, estudiante de economía en la UNAM, vive por el rumbo de la colonia Roma, al menos

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así fue hasta antes del sismo. Nos enteramos de su histo-ria cuando el sábado llegó diciendo “finalmente me pude bañar”, cosa que todos secretamente agradecimos. El edi-ficio en el que vivía con sus padres no resultó dañado, pero el de junto sí y la mole de éste se recargó en aquél, que desde entonces estaba acordonado, así que la familia de Luis no podía ingresar a su departamento por el ries-go latente. Tuvieron entonces que buscar refugio en un albergue; por desgracia en el más cercano, en las Cibeles, donde se quedaron los padres de Luis, no había espacio para él, así que en las noches deambulaba por varios hasta encontrar uno en el que cupiera. En estas circunstancias Luis estaba de sol a sol en el centro de acopio, en la carpa de recepción de herramientas. Su apodo se lo ganó por los gritos que profería cada vez que se nos avisaba el arri-bo de herramientas o polines: trepaba al pequeño muro que nos separaba del arroyo vehicular, y gritaba eufórico “¡Échamelas papi!” procedía entonces a cargar sobre sus hombros cantidades ingentes de herramientas que pare-cía inverosímil que alguien de su delgadez pudiera cargar y a un ritmo frenético las metía en nuestra carpa, o las llevaba a la central de herramientas donde las cuadrillas de rescate las iban a solicitar.El sismo le tocó en una aburrida clase de economía, “creí que ya estaba cabeceando muy fuerte por el sueño, pero ¿cuál?, era el temblor. Lo que me sacó de onda fue la histe-ria. Todos gritaban. Pensé chale, ¿no pueden tener miedo en silencio?”. Su novia lo acababa de cortar y sin embar-go le envía mensajes frecuentes, Luis no sabe qué pensar al respecto, la ambigüedad lo tiene desconcertado. Está en esa edad en la que uno comienza a darse cuenta de que la vida es mucho menos simple de lo que uno cree; pasó al menos una hora relatándonos su relación con su ex, no dije nada muy terminante, pero creo que la chica no se merece a Luis. Cuando se pudo bañar fue porque acudió a casa de una comadre de su madre donde, ade-más de asearse, pudo dormir en una superficie suave. Al día siguiente Luis ya no regresó. Por lo que nos había di-cho estamos casi seguros de que su ausencia se debía a que tenía que buscar alojamiento para él y sus padres. A Luis lo recuerdo con un cinturón de carga que le daba casi dos vueltas, llevando un polín macizo de pino en cada hombro, descendiendo a saltos por las escaleras de piedra frente al estadio para llevarlos a la central, como si nada, sin quejarse, sin chistar.

ErnestoCuando presenciamos una discusión con trasfondo ético, en la que es muy claro que una de las posturas defiende lo que podríamos decir que es el “bien” evidente, mientras que la otra lo trata de socavar, es sencillo tomar partido. Pero la realidad no suele ser tan maniquea. Dos personas en una misma situación pueden adoptar posturas opues-tas, ambas moralmente aceptables como buenas. Fui tes-tigo de un caso.Ernesto, “El Jefe”. Unos 40 años, robusto, muy moreno, estatura media, cabello corto, anteojos con lentes bastante

gruesos, de oficio maestro de obra, muy serio, de manos recias como piedra, saludarlo era como coger el tejolote de un molcajete, a decir verdad todo él parecía como hecho de la sólida roca prieta del pedregal que nos rodeaba. Es-tuvo a cargo de la carpa de herramientas del jueves al sá-bado. Por su oficio conocía toda la gama de cosas que nos llegaban, para qué servían y cómo se usaban. El miércoles estuvo en el derrumbe del Colegio Rébsamen, cuando nos llegó un cargamento de polines me dijo: “en el Rébsamen usamos un chingo de ésos, apuntalábamos un lado y se empezaba a pandear de otro, era un pinche desmadre”. No era tan organizado como Mayra (la otra jefa de la car-pa), pero sí muy obsesivo con el procedimiento de marcar todas las herramientas recibidas para evitar que alguna persona u organización se las robara o se las adjudicara como donativo propio. Me contó cómo, en la madruga-da entre el miércoles y jueves, unos “voluntarios” que aparentaban llevar las herramientas a la central, en rea-lidad se las estaban llevando a una camioneta al lado del estadio, que sólo porque a alguien le había extrañado el rumbo que llevaban les había dicho “¡Hey! la central de herramientas es allá”, le respondieron que gracias y luego ya no regresaron. “Se las estaban robando esos hijos de la chingada”, me dijo el Jefe y añadió, “¡qué poca madre!, por eso me dijeron que me viniera para acá”. El viernes en la tarde llegó un cargamento de herramien-tas, uno de esos que había que agradecerle a alguna ferre-tería que generosamente vaciaba su inventario. Llegaron entre otras cosas, esmeriladoras, discos de esmeril y de diamante, útiles para cortar metales y losas de concreto. En la central de herramientas, Javier (el jefe de esa área), se enteró de que nos habían llegado herramientas de cor-te. Acudió con todo su personal a ayudarnos a transportar a la central lo recibido, cosa que no nos venía mal porque se trataba de 5 tipos robustos de Protección Civil de la UNAM que nos aligerarían el trabajo. El Jefe le dijo “no te las puedes llevar, todavía no las marcamos”, Javier le respondió amigablemente que no importaba, que ya ni modo, que así se las llevaba, el Jefe insistió en respetar el procedimiento, Javier entonces cambió el tono: “¡me vale madres!, tengo cuadrillas de rescate que están espe-rando esto, lo necesito ahorita”, el Jefe ya no se opuso, sólo añadió: “bajo tu propio riesgo Javier, si te dan baje es tu pedo”. Luego sin que yo lo pidiera me explicó: “se las llevan así sus cuadrillas y luego allá en el derrumbe, prué-bales a los otros cabrones que son donativo de acá. Luego a ver con qué chingaos trabajan”. Era claro el conflicto de posiciones: dos personas que chocan defendiendo lo mo-ralmente correcto, una que necesita las herramientas para arrebatarle almas a la muerte, la otra que quiere garan-tizar que pueda seguir haciéndolo una y otra vez. No sé cuál es la solución correcta, probablemente no existe, cada quien tendrá la suya. Al día siguiente muy temprano, el Jefe encontró en una bolsa en la que donaron cubrebocas, unas banderas na-cionales, de esas que se vendían unos días antes por las fiestas patrias; el Jefe pegó con cinta de ducto una de esas

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en un tubo de nuestra carpa y otra en la de medicamentos. Un volun-tario recién llegado me dijo luego: “es cursi ¿no?, ¿quien puso las ban-deras?”. Lo reté: “reclámale al Jefe”. Claro que no se atrevió, si de algo no se puede calificar al Jefe es de cursi. Probablemente para él, la cursi abs-tracción de “la patria” tiene un signi-ficado muy concreto: es algo que nos han donado generosamente, que nos pertenece a todos y que no va a dejar que unos “hijos de la chingada” se roben.

Probablemente la imagen mental de esos días que más evoco en general, es la de las larguísimas cadenas hu-manas que transportaban los bienes recibidos hasta los túneles del esta-dio. De hecho la cadena humana es una de las imágenes más represen-tativas de aquellos días. Las filas de personas no sólo transportaban toda clase de suministros, también rocas, fierros retorcidos y muebles rotos. Fue la solución a un problema: la estrategia de organización más efi-ciente para transportar toneladas de bienes o remover toneladas de escombro; la manifestación más aca-bada de la cooperación: nadie tiene que llevar la carga sólo, cada ele-mento de la cadena sabe que debe ayudar a su compañero previo y que puede contar con el apoyo del siguiente. Sólo así los minúsculos se-res humanos mueven toneladas sin ayuda de máquinas, sólo así se so-brellevan problemas enormes.

Recientemente me han recordado una frase que tuve el privilegio de escuchar en la voz de su creador: Don Alberto Barajas dijo alguna vez que “solidaridad es una corriente eléctrica que nos recorre indepen-dientemente de nuestra voluntad”. La cadena humana es, efectivamen-te, una línea de transmisión de la solidaridad. Pero lo mejor es que ni siquiera hay que estar formado en la línea para sentir el paso de la co-rriente a través de uno. Es un meca-nismo de comunicación muy primi-tivo, pero siempre ha sido wireless.

Competencia Iberoameriana Interuniversitaria de Matemáticas

La Facultad de Ciencias tiene el or-gullo de felicitar muy calurosamen-te a los alumnos que participaron en la Novena Edición de la Competen-cia Iberoamericana Interuniversita-ria de Matemáticas, CIIM, realizada en Quito, Ecuador.

Óscar Samuel Henney y Artur.- Medalla de OroJorge Fernández Hidalgo.- Medallas de plataJosé Ramón Tuirán.- Medalla de plataSiddartha Emmanuel Morales Guz-mán.- Medalla de BronceGerardo Martín Franco Córdova.- Medalla de Bronce

El equipo de la UNAM obtuvo segundo lugar global, superado únicamente por el equipo de la Olimpiada Brasileña.¡Un Goya para todo el equipo!

Convocatoria Diplomado en Finanzas Corporativas y Bursátiles

Inicio: 30 de Enero del 2018.Término: 2 de Octubre del 2018.Sesiones de trabajo: Martes y Jueves de 18:00 a 20:30 horas.Número de horas: 150.Sede: Departamento de Matemáti-cas, Facultad de Ciencias.

Requisitos de ingreso:1.- Tener estudios de Licenciatura o preparación equivalente en algún área afín al Diplomado, y tener experiencia en el manejo de datos.2.- Contar con una calculadora financiera.3.- Manejar adecuadamente una calculadora, como es la operación de las siguientes funciones: suma, producto, división, exponenciación, radicales y logaritmos, además del uso de memorias.4.- Contar con la habilidad de despejar en fórmulas.5.- Tener una Laptop para el Módulo V.6.- Resolver exitosamente el examen diagnóstico (se enviará por correo electrónico a los interesados).7:- Cubrir el Costo del Diplomado

Más informes e inscripciones:M. en C. Lourdes Guerrero Zarco, cubículo 010 del Departamento de Matemáticas, e-mail:

[email protected]

Tel. oficina: 5622-4861

Plaza, Asesor en Estadística

Egresados de la Licenciatura de Matemáticas: tendremos una pla-za disponible a partir del primer bimestre de 2018 con recursos del programa PNUD. El nombre de la plaza es Asesor en Estadística, con un sueldo mensual de $15,000.00 y seguro médico.El perfil requerido es el siguiente:Conocimientos específicos en esta-dística paramétrica y no paramé-trica, modelos estadísticos y mate-máticos, bases de datos, calidad de datos, herramientas de análisis de datos.Enviar Curriculum Vitae en enero de 2018.

Más información,M. en C. Elva Ivonne Bustamante [email protected]

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Acuerdos del Consejo Departamental de Matemáticas

Sesión del 21 de noviembre de 2017. Estando presentes: M. en C. Miguel Lara AparicioCoordinador GeneralM. en C. José Rafael Martínez EnríquezCoordinador InternoDr. Fernando Baltazar LariosCoordinador de la Licenciatura en ActuaríaDr. José David Flores PeñalozaCoordinador de la Licenciatura en Ciencias de la ComputaciónM. en C. Francisco de Jesús Struck ChávezCoordinador de la Licenciatura en MatemáticasM. en C. María Lourdes Velasco ArreguiCoordinadora de la Licenciatura en Matemáticas AplicadasDra. Carmen Martínez Adame IsaisConsejera Técnica Se trataron los siguientes puntos: PromocionesSolicitante: Act. Felipe Zamora Ramos.Asunto: Solicita promoción a Profesor de Asignatura B.Acuerdo: Pendiente por falta de documentos.Concursos de oposiciónSolicitante: Dra. Bibiana Obregón Quintana.Asunto: Solicita la apertura del concurso de oposición abiertopara la plaza que actualmente ocupa.Acuerdo: Se turna al Consejo Técnico.Comisión académicaEntrega opinión con relación a la solicitud de promoción a Profesor Titular A de la Dra. Gabriela Cam-pero Arena.Acuerdo: Se aprueba. Se turna al Consejo Técnico.

Asuntos variosSolicitante: Dr. Fernando Baltazar Larios.Asunto: Solicita el préstamo de una máquina portátil para la alumna que está realizando su servicio social en la Coordinación de la Licenciatura Acuerdo: Se aprueba.Solicitante: Dra. Guillermina Eslava Gómez y Act. Juan F. Carmona Sánchez.Asunto: Manifiestan al Dr. Fernando Baltazar Larios, Coordinador de la Licenciatura en Actuaría, su interés por integrarse al Comité Académico de la Licenciatura en Actuaría.Acuerdo: Se turna al Coordinador de la Licenciatura en Actuaría.Solicitud de espacioSolicitante: Dr. Marco Arieli Herrera Valdez.Asunto: Solicita un espacio para tres investigadores invitados, quienes trabajarán en colaboración con su grupo de investigación del 13 al 19 de diciembre.Acuerdo: Se turna al Coordinador Interno.

IX Jornadas de Topología

Queridos amigos y colegas,Es un gusto para nosotros invitarlos a participar en las IX Jornadas de Topología, las cuales se llevarán a cabo del 21 al 23 de febrero de 2018, en las instalaciones de la Facultad de Ciencias de la UNAM. El objetivo de esta edición consistirá en que los alumnos de licenciatura y posgrado conozcan los distintos grupos de investigación en Topología General y sus áreas colindantes que hay en el país.

En esta ocasión tendremos tres sesiones paralelas:

• Teoría de Continuos y Sistemas Dinámicos

• Algebra Topológica y Análisis Funcional

• Topología General y Teoría de Conjuntos

Todos los alumnos y profesores interesados en dar una plática en alguna de estas sesiones deberán inscribir su propuesta antes del 15 de enero de 2018.En el sitio web

https://sites.google.com/view/jorna-das-topologia-2018/

hay una liga para inscribirse al congreso e instrucciones para mandar el resumen de las pláticas.Tenemos una cantidad limitada de becas para estudiantes que deseen participar en este evento. Les pedimos a los alumnos que deseen recibir apoyo que vayan a la sección de apoyo económico en el sitio web y manden sus datos antes del 12 de diciembre.

Atentamente,

Comité Organizador:Daniel Roberto Jardón ArcosIván Sánchez RomeroLeobardo Fernández RománNatalia Jonard PérezRoberto Pichardo MendozaRodrigo Hernández Gutiérrez

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Por Marco Antonio Santiago

Comentarios: [email protected], @pollocinefilo

Para Elena

Escucha al pollo cinéfilo en el podcast Toma Tres en Ivoxx.

Pedro Infante. Cien Años

Recién el pasado 18 de noviembre, Pedro Infante cumplió 100 años de nacido. También cumplió en este año, 60 de haber partido físicamente de este mundo. Y aunque las nuevas generaciones tal vez no estén familiarizadas con su legado artístico (la inmediatez es símbolo de nuestros tiempos, y en más de una ocasión, es difícil retener lo que ocurría en este país hace 10 años) aprovecharé estas lí-neas para invitar a mis lectores a descubrir o redescubrir a uno de los pilares de la época de oro del cine nacional. Un hombre que fue sinónimo de taquilla en más de 40 producciones (61 películas acreditadas, 54 de ellas en pro-tagónico o coprotagónico) y cuya carrera, aunque breve (19 años entre su debut y su última actuación) es capital en la historia de nuestra cinematografía.Pedro enfocó sus talentos en géneros que construyeron una próspera industria fílmica. El melodrama ranchero, el urbano, la comedia de situación, fueron los lugares don-de desplegó su carisma. Poseía un talento natural, pero es completamente cierto que su padre interpretativo es el director Ismael Rodríguez, que supo capitalizar al máxi-mo su talento, creando un arquetipo de galán ranchero, alejado del recio, distante y arrogante Jorge Negrete, y del lacónico, intenso y a veces torvo Pedro Armendáriz. Pedro Infante interpretaba a hombres carismáticos, sim-páticos, pícaros, capaces de gran ternura y solidaridad, un poco desparpajados, pero siempre apuestos. En más de una ocasión interpretó al amigo fiel, al camarada de borracheras, de ligues, de batallas. Sus personajes urba-nos eran similares. Humildes trabajadores, hombres del pueblo. Trataré de recomendarles algunas de sus muchas cintas, para que vean a que me refiero.Mexicanos al grito de guerra (Ismael Rodríguez y Álvaro Gálvez y Fuentes, 1943) ambientada durante la batalla de Puebla de 1862, históricamente inexacta. Estrenada un 16 de septiembre, aparejada a la oficialización del himno nacional, y que representa la primera ocasión en que la exitosa mancuerna Infante/Rodríguez trabaja junta.Los tres huastecos (Ismael Rodríguez, 1948) cinta en la que Pedro demostraba sus dotes actorales encarnando 3 per-sonajes, y que muestra un enorme talento artístico y téc-nico de parte de toda la producción, tanto en la edición como en el departamento de efectos especiales.Sobre las olas (Ismael Rodríguez, 1950). La película de la que Infante se sentía más orgulloso. Una cinta biográfica del compositor mexicano Juventino Rosas, donde el pro-tagonista despliega sus talentos musicales, al dirigir y to-

car varios instrumentos.Escuela de vagabundos (Rogelio A. González, 1954) una desternillante comedia sobre una caótica casa en la que un aparente vagabundo, en realidad un compositor famo-so, convive con una excéntrica familia. Mantiene todo su encanto a pesar del tiempo trascurrido, y en ella comparte créditos con la célebre y malograda Miroslava Stern. Per-sonalmente la considero una de mis películas favoritas de todos los tiempos.Tizoc (Ismael Rodríguez. 1957). Melodramón donde los haya. Película galardonada con un Globo de Oro, y que mereciera un Oso de Plata para Pedro Infante en el festi-val de cine de Berlín.Escuela de Rateros (Rogelio A. González, 1956) la última cinta de Perico, estrenada en 1958. Una comedia de enredo de muy buena manufactura. Importante tristemente por ser la última cinta del ídolo inmortal.Dejo fuera una gran cantidad de películas, como la trilogía de Pepe el toro, o la historia de amistad de Pedro Chávez y Luis Macías, o el tremendo drama dirigido por el Indio Fernández y ambientado en el penal de las Islas Marías. Sirvan estas líneas como un humilde homenaje a una de las más importantes estrellas de nuestro cielo fílmico. Ha cumplido 100 años en el gusto de los mexicanos. Y este pollo cinéfilo desearía que cumpla otros 100 en iguales condiciones.

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INTEGRANTES DEL CONSEJO DEPARTAMENTAL DE MATEMÁTICAS, FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM.COORDINADOR GENERAL miguel lara aparicio- COORDINADOR INTERNO rafael martínez enríquez - COORDINADOR DE LA

CARRERA DE ACTUARÍA fernando baltazar larios- COORDINADOR DE LA CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMPUTACIÓN david flores peñaloza - COORDINADOR DE LA CARRERA DE MATEMÁTICAS francisco de jesús struck chávez COORDINADORA DE LA CARRERA DE MATEMÁTICAS APLICADAS maría lourdes velasco arregui.RESPONSABLES DEL BOLETÍNCOORDINACIÓN héctor méndez lango y silvia torres alamilla - EDICIÓN ivonne gamboa garduño - DISEÑO maría angélica macías oliva y nancy mejía morán - PÁGINA ELECTRÓNICA j. alfredo cobián campos - INFORMACIÓN consejo departamental de matemáticas - IMPRESIÓN coordinación de servicios editoriales de la facultad de ciencias - TIRAJE 500 ejemplares. Este boletín es gratuito y lo puedes obtener en las oficinas del CDM.NOTA: Si deseas incluir información en este boletín entrégala en el CDM o envíala a: [email protected], [email protected], [email protected] Sitio Internet: http://www.matematicas.unam.mx/index.php/publicaciones/boletin

Cadenas humanas

[…] la cadena humana es una de las imágenes más representativas de aquellos días. Las filas de personas no sólo transportaban toda clase de suministros, también rocas, fierros retorcidos y muebles rotos. Fue la solución a un problema: la estrategia de organización más eficiente para transportar toneladas de bienes o remover toneladas de escombro; la manifestación más acabada de la cooperación: nadie tiene que llevar la carga sólo, cada elemento de la cadena sabe que debe ayudar a su compañero previo y que puede contar con el apoyo del siguiente. Sólo así los minúsculos seres humanos mueven toneladas sin ayuda de máquinas, sólo así se sobrellevan problemas enormes.

José Galaviz

75 Years of Mathematics in MexicoDel 4 al 7 de diciembre

John Milnor, University of New York at StonybrookTwo Moduli SpacesA discussion of two moduli spaces and their awkward topologies: first the space of divi-sors on the Riemann sphere modulo the action of Moebius automophisms; and second the (compactified) space of curves in the complex projective plane modulo projective automorphisms.

Dusa McDuff, Barnard College, Columbia UniversitySymplectic Topology Today. This will be an introduction to the world of symplectic topology, explaining some of its roots, some of the major recent advances, and some currently open questions.

Adolfo Guillot, Instituto de Matemáticas-UNAMSingle-valued solutions of complex differential equations. The success of the theory of elliptic functions in the nineteenth century motivated the quest for other special functions which were solutions of algebraic differential equations in the complex domain. On its turn, this led to the problem of understanding those di-fferential equations that do not have multi-valued solutions. We will talk about some instances of this problem.

Gerónimo Uribe, Instituto de Matemáticas-UNAMOn random trees and Lévy type processes. The year 1875 marks the introduction of stochastic elements in the modelling of popula-tion growth with Galton and Watson´s landmark paper “On the Probability of the Extinc-tion of Families”. In this talk, we outline some aspects of random models of discrete trees and of their proven or conjectured scaling limits.

Mónica Clapp, Instituto de Matemáticas-UNAM, MexicoNew blow up profiles for Yamabe type problems. Many problems in differential geometry are expressed in terms of an elliptic partial di-fferential equation which is conformally invariant. Typical examples are the Yamabe pro-blem or the prescribed scalar curvature problem. The invariance of these equations under dilations gives rise to blow-up phenomena, which makes them hard to solve. In this talk we will exhibit other blow-up profiles, which arise by considering special types of sym-metries, and we will use them to produce solutions of some elliptic PDEs.

Morning sessions: Auditorio Alberto Barajas Celis of the Facultad de CienciasAfter lunch sessions: Auditorio Alfonso Nápoles Gándara of the Instituto de Matemáticas.Entrance to the talks is free, no registration or fee is necessary to attend the talks.

El programa completo se puede consultar en la página:

https://www.75years-im.matem.unam.mx/program