17.- Un boceto al carboncillo paso a paso
EL APUNTE
El dibujo es un medio de expresión universal porque a través de él
podemos hacernos entender sea cual sea el idioma que hablemos. Por
medio de líneas y manchas creamos imágenes que nos permiten
transmitir ideas o sentimientos. Es la síntesis de que una imagen vale
más que mil palabras.
Un apunte consiste en captar lo esencial de un modelo o idea y dibujar
sus elementos fundamentales de manera esquemática y sin reproducir
los detalles para representar lo más claramente posible la idea que
queremos expresar. El apunte se suele realizar para analizar con pocas
líneas las características más importantes de las formas.
El apunte es la base, el paso previo, del boceto, que como se verá más
adelante es un dibujo que contiene mayor información. Un apunte
logrado es aquél que se ejecuta casi por instinto, es decir, sin perder
tiempo en complicadas medidas. Existen diversas técnicas para realizar
un apunte. Dejo unos ejemplos que acabo de dibujar.
El apunte por dibujo de contornos.
Es un dibujo reducido al simple perfil de las formas utilizando un lápiz
de punta fina para obtener un esquema nítido, y realizando líneas de un
solo trazo casi sin apartar la vista del modelo. Lápiz 2B
El apunte por dibujo de tanteo.
También es un dibujo de perfiles pero hecho con un lápiz blando de
punta redonda para con trazos gruesos aumentar la fuerza expresiva.
Lápiz 6B
El apunte por dibujo garabateado.
Esta vez la precisión en los perfiles no tiene importancia, de lo que se
trata es de captar las formas esenciales con líneas de carácter rápido es
decir con trazos espontáneos. Lápices 2B y 4B
El apunte por dibujo “móvil”.
Es un apunte mucho más creativo en el que se capta el ritmo de líneas
del objeto representado, es decir el recorrido que sigue la mirada cuando
contemplamos el modelo. Lápiz 4B
EL BOCETO
Un boceto, término castellanizado de la palabra italiana “bozzetto”,
también llamado esbozo o borrador, es un dibujo rápido cuya función
es la realización de un estudio para otro tipo de obras, como la
arquitectura, escultura, la pintura, el diseño industrial y el diseño en
general, en las que se suelen realizar dibujos previos, se trata por tanto
de un trabajo preparatorio de una obra que se desarrollará más tarde de
una forma compleja.
El boceto se ejecuta a mano alzada, utilizando generalmente lápiz, papel
y goma de borrar. Se puede hacer bocetos con diferentes técnicas como
el lápiz, la acuarela, el óleo o el carboncillo.
El objetivo del boceto es hacer un estudio, aunque muy general,
de elementos formales como la composición, el encaje, el volumen, la
luz, la valoración tonal o el color, sin preocuparse de los detalles o el
acabado, es decir que sirven para tantear diferentes soluciones y ensayar
distintas posibilidades hasta llegar a concretar lo que será el aspecto de
una obra futura. Un boceto puede transformarse en un dibujo con
un grado de elaboración mayor con la intención de facilitar el estudio
de su composición y estructura.
Vamos a hacer este boceto dibujando según la técnica conocida
como “dibujo en negativo”. Podríamos emplear el método tradicional
(dibujo a líneas, tonos claros, medios tonos, tonos oscuros y detalles)
pero así aprovechamos para conocer un procedimiento diferente.
Con una barra gruesa de carbón y usándola no por su punta sino
frotándola sobre el papel por su lado manchamos todo el campo gráfico
que vamos a utilizar. Como la barra es cilíndrica al principio mancha
poco pero según la vamos arrastrando sobre el papel se vuelve plana
con lo que el carbón en contacto con el papel es mayor y se nota un
trazo más consistente.
Estos trazos se harán con diferentes intensidades y direcciones
procurando evitar direcciones muy rectas o figuras geométricas
reconocibles. Este era el modo utilizado por Velázquez, y otros muchos
artistas, para el “manchado” de sus cuadros al óleos que es la primera
capa de color aguarrasado que se aplica a un lienzo virgen después de
la correspondiente imprimación de yeso o “gesso”. Si la imprimación
tiene por objeto proteger al lienzo del efecto del aceite del “óleo” que
puede con el paso de los años pudrir los hilos de su trama y urdimbre,
el manchado se utiliza para sustituir el blanco de la imprimación o bien
por un color neutro generalmente agrisado o bien por un color que
normalmente suele ser el complementario del color dominante previsto
para la obra acabada ya que eso potencia por contraste el color principal.
Por ejemplo si pintamos un paisaje con un dominante verde, lo habitual
suele ser un manchado en rojo, ya que verde y rojo son colores que se
potencian entre sí.
Bueno volvamos a nuestro boceto.
Una vez suficientemente cubierto el papel con carbón lo fundimos todo
con la mano hasta que no se note el rastro de los trazos. Si no hemos
conseguido un tono lo bastante oscuro repetimos el paso anterior y
fundimos de nuevo con la mano. Naturalmente este procedimiento es
un poco sucio por lo que deberemos disponer de trapos para quitarnos
el carboncillo de la mano y dedos.
El “manchado” de carbón deberá ser más intenso por unas partes que
por otras según las zonas de sombra y luz que presenta la modelo. Como
en este caso la modelo está más iluminada por el lado derecho según la
vemos esta zona del papel no necesita un tono muy bajo.
Con una barra de carbón más fina o con la misma que ya hemos usado
pero utilizando el borde afilado de sus puntas hacemos un dibujo a
“líneas” muy simple sin preocuparnos demasiado por los detalles, pero
si deberemos acentuar las zonas donde las sombras son más profundas.
Y en las partes más iluminadas quitamos, utilizando los dedos como si
fuesen pinceles secos, parte de la mancha de carbón preexistente.
Todavía ni las sombras ni estas luces deben tener de momento mucha
precisión pues sólo se trata del encaje y de una primera valoración
tonal.
Una vez que ya estamos seguros de que las líneas básicas son las
correctas, las proporciones entre las diferentes partes de la figura son
las adecuadas y las sombras y luces están donde corresponde lo que toca
es acentuar las sombras haciéndolas más profundas y realzar las
luces tanto de la figura como del fondo.
Para ello utilizamos la goma maleable. De esta goma ya hablamos en el
tutorial 11-“Dibujando con grafito”. La goma maleable tiene dos
ventajas en relación a las gomas plásticas. La primera es que no se gasta
desprendiendo virutas de goma con lo que nos ahorramos el trabajo de
barrerlas de nuestra obra.
La segunda ventaja es que, como su nombre indica, podemos darle la
forma que nos interese según el lugar y la extensión que queramos
borrar, de modo que lo mismo podemos “moldearla” en forma
cónica para trazar finas líneas de luz eliminando el carbón de base,
como darle una forma más gruesa para partes más iluminadas e incluso
darle una forma plana para borrar grandes extensiones que deben ser
más luminosas.
En la imagen se puede ver como he moldeado la goma en forma de pera
que se va adelgazando según llega al extremo con el que quiero abrir
una línea de luz en el perfil de la pierna.
Como se puede ver también he redibujado con la goma todo el contorno
de la figura excepto la parte izquierda en la que se proyecta la sombra
más profunda. Usando la goma no se trata de aportar carbón, es
decir crear sombra, sino de quitarlo o sea crear luz.
En esta etapa el boceto ya podría valer como estudio básico de sombras,
luces y claroscuro, es decir de la valoración tonal del tema, que era lo
que en definitiva se pretendía para comprobar el efecto resultante.
Pero ya metidos en faena podemos trabajarlo un poco más. Eso lo
haremos en el siguiente paso.
Para el “ajuste fino” del boceto utilizaremos o bien una barra de carbón
muy fina y afilada o bien un lápiz carbón. La ventaja de la barra es que
es más fácil de eliminar en caso de error pero tiene el inconveniente de
que al ser muy blanda nos obliga a afilarla constantemente para evitar
que un mismo trazo tenga diferentes grosores. La ventaja e
inconveniente del lápiz son justamente los contrarios.
Como este es un boceto sencillo y no es muy probable que cometa
errores he preferido usar el lápiz, porque tiene además la ventaja de que
produce un negro más intenso y permanente (se adhiere mejor al papel)
que la barra de carboncillo.
Con el lápiz he definido mejor los rasgos de la cara, pezones, dedos de
la mano y pliegues de la falda principalmente.
Si queremos hacer un boceto más “acabado” tenemos que trabajar dos
cosas: una mejor definición de los perfiles, es decir de los contornos
interiores y exteriores de la figura, y un modelado en el que
las sombras (oscuro) luces (claro) penumbras (claroscuro) y brillo (altas
luces) consigan dar sensación de volumen, es decir de la
tridimensionalidad que da profundidad a la escena y al mismo tiempo
que la transición entre unos tonos y otros se produzca suavemente, sin
“cortes” o sea sin saltos bruscos.
A luces directas corresponden sombras profundas y a luces
difusas sombras casi tranparentes. La mayor diferencia tonal se da entre
la sombra y el brillo, es lo que se llama “alto contraste”, es decir los
extremos de la escala monocromática de grises, el negro y el blanco.
Aquí podemos ver un ejemplo que dibujé hace tiempo para explicar los
efectos de la luz directa y de la luz difusa en un mismo objeto. A la
izquierda una jarra iluminada con luz directa (foco puntual), se puede
apreciar que las sombras tanto en el cuerpo y asa de la jarra como la
proyectada sobre la mesa son sombras intensas con bordes cortados.
A la derecha la misma jarra dibujada desde el mismo punto de vista e
iluminada desde el mismo foco pero con luz difusa (foco extenso,
fuente de luz ancha), las sombras son suaves y los bordes de la sombra
proyectada sobre la mesa son también difusos observándose en esos
bordes una penumbra. La sombra es la parte central más oscura debido
a que la luz queda totalmente bloqueada por el cuerpo de la jarra sin
embargo en los lados donde la luz no se bloquea completamente se
produce la penumbra o lo que es lo mismo casi-sombra (pen, del latín
“paene” o sea “casi” y “umbra”, es decir sombra)
Cualquier cuerpo u objeto opaco que recibe una luz proyecta una
sombra. La llama de una vela, por ejemplo, no proyecta sombra. En las
fotos se puede ver como la sombra proyectada por la vela es la misma
apagada que encendida, a pesar de que para ambas fotos utilicé el
mismo foco. Esto se debe a que la llama, el fuego en general, no es
opaco. Es un gas ardiendo resultado de la reacción química que como
consecuencia del calor experimenta el pábilo (la mecha) de hilos de
algodón recubierto por cera o parafina.
Ya hemos visto anteriormente algo sobre la sombra y la penumbra.
La sombra o umbra es la parte más intensa, oscura, de la sombra. Si nos
situásemos dentro de la sombra no veríamos la fuente de luz porque
estaría completamente tapada por el cuerpo de ocultación.
La penumbra es la parte de la sombra producida por una luz ocluida
parcialmente y es más clara que la sombra.
La antumbra es la zona de la sombra producida por un objeto que se
encuentra completamente dentro del disco de la fuente de luz y es aún
más clara que la penumbra.
Estos nombres se utilizan con mayor frecuencia para referirse a las
sombras de los cuerpos celestes, aunque a veces se utilizan para
describir los niveles de oscuridad.
En el dibujo que he hecho, más arriba, se entiende mejor esto que he
explicado.
El efecto de las luces y sus sombras se puede entender todavía mejor en
esta fotografía aérea de las pirámides de Egipto. Podemos ver
claramente la diferencia de tonos entre la sombra y la penumbra y la de
los tonos de la luz directa y una luz lateral difusa.
Las caras Este de las pirámides están iluminadas por una luz difusa, por
que los rayos del Sol no llegan a las pirámides en la dirección Sur-Norte,
sino como se puede observar por las sombras proyectadas por las
pirámides, la luz viene del SSE (Sur-Sureste) hacia al NNO (Norte-
Noroeste)
Para los que no conocen todavía esta Web recomiendo que lean los
apartados “3-Escala tonal” y “9-Volumen y claroscuro” (en “Técnicas
de dibujo”) y también “Iluminación” en los que hablé con más detalle
de valores tonales, luces y sombras.
Si queremos que los perfiles iluminados queden mejor trazados y con
la goma moldeable no lo conseguimos podemos utilizar un lápiz con
mina de goma. De este tipo de borrador ya hablamos en el tutorial “12-
Dibujando a la sanguina”. Básicamente es una mina de goma dentro de
una carcasa de madera, como los lápices de grafito, que lógicamente en
lugar de trazar líneas sirve para borrar con precisión. En este caso en
que borramos sobre grandes manchas de carboncillo lo que hacemos es
trazar líneas de “luz” Su goma es un poco dura por lo que hay que
manejarlo con cierto cuidado. Sirve incluso para borrar tinta china. Si
no tenéis un lápiz goma se puede usar una goma plástica cortada en
bisel.
En esta imagen podemos ver que por efecto del lápiz de carbón y la
intervención con la goma la figura ha alcanzado mayor contraste tonal y
más nitidez sin tener un acabado muy preciso en los detalles que
tampoco interesa demasiado puesto que estamos haciendo simplemente
un boceto.
Como paso final, para ampliar la gama de grises podemos utilizar una
barra de creta blanca o una simple tiza blanca de uso escolar no
olvidemos que se supone que esto es sólo un trabajo preparatorio para
una obra mayor, un óleo por ejemplo.
Para conseguir tonos más altos en el fondo y por tratarse de una gran
extensión usamos la barra frotándola sobre el papel con toda la
superficie de cualquiera de sus caras, como hago en la fotografía.
Para obtener variedad de tonos intermedios dentro de la figura
utilizaremos la punta de la barra y fundiremos el blanco con el
carboncillo hasta lograr el tono deseado.
Por último daremos algunos toques puntuales de blanco puro en los
sitios de mayor brillo.
Después de media hora de trabajo este es el aspecto final del ejercicio
que casi ha traspasado el nivel de boceto aunque no alcanza el de Dibujo
como tal obra artística.
Esto ha sido todo por hoy, espero que haya servido de ayuda y hasta la
próxima.
Leer más: http://valero7.webnode.es/tecnicas/a17-un-boceto-al-carboncillo-paso-a-paso/
Crea tu propia web gratis: http://www.webnode.es