Historiografía: Chile 1973 -1990
Los problemas de la modernización.
Indicaciones al docente
Para emprender este tema se propone que el docente con anterioridad
investigue sobre el tema y que su comienzo sea activando conocimientos
previos en sus alumnos. Además de trabajar directamente con el sitio web
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Recomendaciones
Activar conocimientos previos en sus alumnos.
trabajar directamente con el sitio web
http://chileenelsigloxx.wordpress.com/.
Trabajar con otro sitio web que contenga información sobre el tema.
Hacer participar a los alumnos en el aula.
Las elecciones parlamentarias de 1973
Las elecciones parlamentarias de 1973, debían realizarse como elecciones
parlamentarias, aquí el gobierno pensaba obtener como meta optimista 40% de los
votos. En la oposición se hablaba de un porcentaje superior al 60%. Sorpresivamente el
gobierno de la Unidad Popular mostró que todavía contaba con un gran apoyo popular
pues logro un 43,4% aumentado su participación parlamentaria, aunque no lo suficiente
para lograr el bloqueo opositor, el problema con los uniformados se agravó cuando el
gobierno por intermedio de su ministro de educación Jorge Tapia, expuso ante aquellos
el proyecto de la escuela nacional unificada ( ENU), el que se vio con un afán
organizado de inculcar valores socialistas, desde entonces y durante los meses siguiente
en contra de la ENU, se transformaría en la principal bandera de la oposición.
En mayo de 1973, otro suceso político social venia a complicar el panorama del
gobierno, en donde los mineros del Teniente declaraban una combativa huelga, que se
transformó en una marcha hacia Santiago.
“El deterioro político de la situación nacional había aumentado. También las
pérdidas económicas para el fisco habían sido cuantiosas” (Gazmuri y Krebs, pág.519,
año 1996)
A pesar de la intervención del Cardenal Raúl Silva Henríquez y las reuniones
entre la Democracia Cristiana y el gobierno, para buscar una salida al conflicto político
que vivía el país, la polarización y las huelgas realizadas por sectores contrarios al
ejecutivo, además de los atentados terroristas ejecutados tanto por los partidarios de la
extrema izquierda como el MIR y de la extrema derecha como Patria y Libertad, fueron
forjando un quiebre institucional a corto plazo.
Los diputados opositores tras lograr un acuerdo en mayoría, declararon que el
gobierno había quebrantado la Constitución, la Corte Suprema por otra parte expresaba
que el gobierno no acataba las resoluciones judiciales , los medios de comunicación
como El Mercurio planteaba que :
“El deber categórico de la gente sensata es poner fin al saqueo y al desorden,
estimulados y amparados por el gobierno inepto o enloquecido que nos aplasta (…)
Para llevar a cabo esta empresa política salvadora hay que renunciar a los partidos, a
la mascarada electoral, a la propaganda mentirosa envenenada, y entregar a un corto
número de militantes escogidos la tarea de imponer fin a la anarquía política” (Sofía
Correa Sutil y otros, año 2001, pág. 272)
En relación a la cita anterior, queda claro la importancia de los medios de
comunicación de derecha, por su parte la prensa de izquierda, llamaba a promover la
lucha contra el fascismo, en defensa del proceso revolucionario, desplegando una masa
de publicidad llamando al poder popular y a la defensa de la democracia y del gobierno
del presidente Allende.
El 29 de junio de 1973, se produce el llamado tanquetazo, en donde un grupo de
militares produjo un alzamiento militar, el cual fue reducido por la acción del Ministro
del Interior, General Carlos Prats.
Meses después, el 23 de agosto de 1973, el General Carlos Prats, conocido por
su lealtad al gobierno y a la democracia, renuncia por las presiones de aquellos que
querían ver a los militares a cargo del país, tanto Allende como Prats, concordaron en
nombrar al General Augusto Pinochet, les pareció el hombre que podía asumir la gran
responsabilidad de dirigir al Ejercito chileno por la senda constitucional en la que
alguna vez se refirió el fallecido General René Schneider, defensor de la democracia y
ferviente crítico a la designación de militares en asuntos civiles – políticos, como es
sabido, ambos se equivocaron en su apreciación y designaron al hombre que días
después llevaría a cabo el golpe de estado en el país.
Según Gazmuri y Krebs año 1996, el general Pinochet era la persona más
idónea para asumir el cargo que había dejado el ex general Prats.
Chile 1973 -1990 La instauración del Gobierno Militar.
“La historia de Chile estuvo siempre inserta en el contexto de la historia
universal. También su desarrollo bajo el gobierno militar estuvo condicionado por los
grandes cambios que se produjeron en aquellos años en el resto del mundo” (Gazmuri
y Krebs, año 1996, pag. 543)
En relación a la cita anterior, los cambios que tuvieron mayor trascendencia fue
la revolucionaria modificación que se produjo con respecto a la estructura del
funcionamiento del Estado. Es por eso que desde el nacimiento del estado moderno, este
aumenta cada vez más su poder convirtiéndose en el ente principal de un acontecer
histórico.
“ La historia de Chile desde fines del siglo XIX se caracterizo
fundamentalmente por la progresiva afirmación de la identidad nacional, la
democratización del Estado, el fuerte desarrollo de las clases medias y la exitosa
incorporación de estas a las estructuras políticas y sociales y la vida cultural de la
nación” (Gazmuri y Krebs, año 1996, pág. 544)
Según la cita anterior, la mayor cantidad de problemas sociales se vivió al
aumento de la población y del éxodo del campesinado al sector urbano, también el
rápido crecimiento de los sectores marginales que habitaban en las populares
poblaciones callampas.
Los grandes esfuerzos que hizo el frente popular en 1938 – 1952, creando la
CORFO y otras instituciones fiscales y semifiscales contribuyendo a la modernización
del país, pero no logrando solucionar los problemas de fondo.
La Unidad Popular se propuso cerrar esta brecha a través de las fuerzas
productivas, o sea la mano de obra, sin embargo, el carácter precipitado de las reformas
y el uso abusivo de las resquicios legales mas los conflictos entre los partidos que
integraban la UP, hicieron que se produjera una profunda crisis que encontró su
dramático desenlace el 11 de septiembre de 1973.
Según Ricardo Israel Z. Año 2006, las instituciones armadas siempre cumplen
una función política, ya que por definición estos están para cumplir una Constitución
política y como misión profesional es la defensa del Estado, de la soberanía e integridad
territorial y en política interna, su deber es el respaldo a cualquier institución y
autoridad legalmente constituida.
Ese Martes 11
Según Sofía Correa Sutil y otros año 2001, el complot golpista entre civiles y
militares venia desarrollándose con celeridad desde hacia tiempo, la fecha fue fijada
para el martes 11 de septiembre, día en que el Presidente de la Republica, anunciaría
según, fuentes cercanas a Allende, la convocatoria a un plebiscito que permitiera una
salida política al problema político y social en el cual se encontraba el gobierno y en
general el país. El discurso nunca llegó a pronunciarse y como ya se cito anteriormente,
la mañana del 11 de septiembre de 1973 cambió dramática y violentamente el curso de
los acontecimientos políticos que venían ocurriendo en el país, los cuatro comandantes
en jefes de las fuerzas armadas mas el general director de carabineros decidieron poner
fin al gobierno del Presidente Salvador Allende.
El palacio de la Moneda fue bombardeado alrededor de las 11 de la mañana, el
golpe fue certero, se buscaba destruir la viga central de la institucionalidad del país, los
acompañantes de Allende en su mayoría fueron tomados prisioneros, otros fueron
ejecutados, otros desaparecieron, el Presidente tomó la drástica decisión de acabar con
su vida en su despacho presidencial, desde ese martes 11, la institucionalidad del país
cambiaría bruscamente, comenzaría el Gobierno Militar de Estado por 17 años.
“ Las fuerzas Armadas y de Orden, pusieron fin al gobierno de la UP. La
aviación bombardeo el palacio de la Moneda, las unidades del Ejército le pusieron
sitio. El presidente Salvador Allende (1970 – 1973), cumpliendo lo que había
anunciado en varios de sus discursos, prefirió quitarse la vida antes que abandonar su
puesto. (Gazmuri y Krebs, año 1996, pág. 545)
Según la cita anteriormente mencionada, el poder supremo fue asumido por una
junta militar en donde se encontraba el General Augusto Pinochet, José Toribio Merino,
Gustavo Leigh y Cesar Mendoza, el primero perteneciente al Ejercito, la Marina,
Aviación y Carabineros, esta junta declaro asumir el poder para restaurar la chilenidad
quebrantada mas la institucionalidad.
El Gobierno Militar
Luego del 11 de septiembre de 1973, lo primero que se conformó fue una junta
militar encabezada por el Comandante en jefe del Ejército, el General Augusto Pinochet
Ugarte; el Comandante en jefe de la Armada, Almirante José Toribio Merino Castro; el
Comandante en jefe de la Fuerza Aérea, General Gustavo Leigtht Guzmán y el Director
General de Carabineros, General César Mendoza Durán, todos ellos conformaron la
junta militar encargada de asumir el nuevo gobierno en el país.
“Así lo dictamina el Decreto Ley N° 1 del 11 de septiembre de 1973, cuyo único
artículo señalaba que los comandantes en jefe se constituían como junta para asumir el
mando supremo de la Nación con el “patriótico compromiso de restaurar la chilenidad,
la justicia y las instituciones quebradas” (Frías Valenzuela, año, 1996, pág. 488)
En relación a la cita anterior, el mando del país queda a cargo del gobierno militar,
encabezado por los comandantes en jefe de las fuerzas armadas y del director de
carabineros.
El Gobierno Militar, política y economía.
Según Francisco Frías Valenzuela año 1996, lo primero que realizó la junta militar
fue disolver los partidos políticos de la Unidad Popular, además de la recesión de todos
los partidos políticos de la época y la quema de todos los registros electorales.
En relación a los cambios políticos del gobierno, este se propuso fijar etapas claves
para el país:
La política de recuperación del país y la derogación de la Constitución de 1925.
La política de transición, la implementación de la nueva carta constitucional.
La política de normalidad o de consolidación, etapa en donde el poder lo
ejercerá la junta militar y los civiles designados por el nuevo gobierno, con el fin
de mantener la institucionalidad y seguridad nacional.
Suprimió la actividad sindical.
Prohibió toda manifestación política.
Restringió las libertades civiles.
Intervención de las universidades.
Con esto, según Krebs y Gazmuri año 1996, el gobierno militar, estableció un rígido
control sobre todos los medios de comunicación y eliminó de la administración pública
a todo funcionario perteneciente al régimen de la UP.
En el ámbito económico, lo primero fue detener la crisis que afectaba al país,
para poder lograr esto se eliminaron todas las políticas realizadas por el gobierno del ex
Presidente Allende, para esto se redujo el déficit fiscal y se devolvieron las empresas
expropiadas en el gobierno de la UP.
“Las relaciones con los poderes Legislativo y Judicial siguieron por caminos
diferentes: mientras en el primer caso la Junta optó por el cierre del Congreso, en el
segundo se preocupo de visitar personalmente el Palacio de Tribunales de Justicia,
donde fueron recibidos por el presidente de la Corte Suprema.”(Ascanio Cavallo,
Historia oculta del Régimen Militar, pág.19, año 1997)
En relación a la cita anterior, la Junta Militar, se hizo acreedor de todo el mando
gubernamental, para conformar el nuevo Gobierno Militar.
En 1974, se establece el decreto en donde el poder legislativo queda en manos de
la junta militar, el poder ejecutivo quedó a cargo del presidente de la junta, quien paso a
tener además el título de jefe supremo de la Nación, todo esto recayó en el general
Pinochet, quien asumió el cargo de Presidente de la República.
“ El poder legislativo fue asumido por la junta de gobierno, integrada por los
comandantes de aviación, marina y carabineros. La junta fue investida de poder
constituyente con postedad de modificar la carta fundamental de 1925.” (Gazmuri y
Krebs, año 1996, pág. 546)
De acuerdo a la cita anterior el gobierno se encontraba dotado de la más amplia
facultad y según Ricardo Israel Z. Año 2006, tomaron las más drásticas medidas para
evitar toda actividad política en el país.
Situación Económica.
Mientras que el gobierno definió muy pronto sus líneas de actuación política,
tuvo serias dudas respecto a cómo abordaría el tema económico, ya que la situación
económica era desastrosa, debido a la grave crisis que se arrastraba desde del gobierno
de la UP, que no solo se prolongó sino que se hizo más latente en el año 1974, la tasa de
desempleo se elevó desde el 1970 a 1975.
Para remediar esto se hicieron las primeras medidas tomadas por el nuevo
gobierno militar que produjeron escasos efectos, siendo la única solución tomar
medidas más fuertes y optar por un sistema económico claramente definido,
estableciendo un control completo sobre la economía de Chile, siendo algunos grupos
atraídos por la idea económica de Jaime Guzmán, creador del movimiento gremialista
en la Universidad Católica, el cual propiciaba un sistema económico social basado en el
corporativismo, sin embargo, esta idea fue resistida por otros sectores.
Con esto el Presidente Pinochet, decidió recurrir a jóvenes economistas
neoliberales, lo anterior implicaba una reestructuración profunda de la economía y del
sistema vigente, reduciendo los gastos del estado y disminuyendo el aparato
burocrático, para eso fue elegido Ministro de Economía el empresario Fernando Léniz,
quien tomó como asesor a Sergio De Castro, una figura central en la economía
neoliberal.
En el ámbito económico, entre 1973 y 1981, la junta militar estableció planes
económicos para erradicar al país de la extrema pobreza, garantizar la igualdad de
oportunidades, obtener pleno empleo, entre otras acciones ligadas a superar la crisis.
Para lograr estos cambios económicos se creó un programa de recuperación
económica encabezada por los Chicago Boys, grupo de economistas chilenos que
realizaron sus estudios en la Universidad de Chicago en Estados Unidos, los cuales
fueron designados por el Gobierno para encabezar las políticas económicas.
“ El modelo neoliberal de economía se nutria de la fe en la libertad. Creían en
la capacidad creadora del individuo para producir bienes materiales y espirituales y
promover el desarrollo integral de la sociedad. Rechazaba, por tanto, todo sistema de
planificación gubernamental centralizado y todo dirigismo económico y social y
procuraba extender al máximo el ámbito de interacción espontánea del individuo”(
Gazmuri y Krebs, año 1996, pág. 548)
Según la cita anterior, el estado debía redefinir su papel y limitar las funciones
reduciendo el gasto fiscal y el aparato administrativo.
Para 1980, estos resultados se denominaron “milagro económico” en donde la
economía sufrió cambios radicales, mejorando considerablemente el estado financiero.
Para Francisco Frías Valenzuela año 1996, el milagro económico comenzó a
presentar los primeros síntomas de crisis, para 1982, los principales bancos del país
comenzaron a sufrir cambios impulsados por el Banco Central, el desempleo subió casi
a un 20%, el programa de empleo creado por el gobierno debió cerrar y el déficit fiscal
subió a cifras críticas.
La gravedad de la crisis vivida por el país en ese periodo afectó a todos los
sectores, siendo los sectores más desposeídos los más perjudicados.
Para superar esta grave crisis, el gobierno comenzó con las privatizaciones, para
comenzar un desarrollo político, para esto terminó con las empresas estratégicas del
Estado que fueron creadas en el gobierno de la UP, para comenzar con la economía
neoliberal impulsada por la junta militar y los economistas de los Chicago Boys.
Para esto el proceso privatizador efectuado por el Gobierno consistió en tres etapas:
La eliminación del área social, esto significó devolver las propiedades
expropiadas durante el gobierno allendista.
El Estado se hizo cargo de ciertas empresas y reprivatizó la banca empresarial.
Se privatizaron las empresas que siempre pertenecieron al Estado, se incluyeron
entre otras las de servicios públicos como: La Compañía Acerera del Pacifico,
Chilquinta, Compañía de Teléfonos de Chile, Lan Chile, entre otras.
Según Gazmuri y Krebs año 1996, e Israel Z. Año 2006, en el año 1976,
aparecieron los primeros resultados positivos para el gobierno en el ámbito económico,
siendo el Banco Central el que anuncio una reevaluación en el 10% del peso chileno, el
diario El Mercurio, señaló y expresó que estas medidas era una clara señal de que la
crisis había sido superada y ello significaba el nuevo comienzo de un despegue
económico. En los años siguientes se produjo un crecimiento económico acelerado y se
mantuvo con una rigurosa disciplina fiscal y monetaria, gracias a la cual en 1979 ya no
existía un déficit fiscal, la inflación bajó velozmente hasta llegar hasta el 31% en 1980 y
en 1981 al 9%.
Las importaciones y el producto industrial bruto crecieron llegando a 6,6%
incrementado un alza espectacular y anual de un 10,7%. La sociedad chilena tuvo
acceso a los últimos modelos de automóviles americanos, europeos y japoneses, más la
variedad de artículos electrónicos, por primera vez después de muchos años la balanza
de pagos arrojó fuertes excedentes.
Estos resultados favorables parecían dar la razón a los economistas neoliberales,
colocando en estas ocasiones énfasis en el Chile que se estaba llevando adelante. Según
los autores mencionados se vivió un milagro económico que permitió salir de la
pobreza.
Para Gazmuri y Krebs año 1996, este desarrollo llegó a un súbito fin en la
década del 80, en ese año se inició una grave recesión mundial que se prolongó durante
muchos años, efectos inmediatos que se vieron fue el alza de la tasa de interés
internacional y una fuerte reducción de la política de intercambio, se mantuvieron los
altos precios del petróleo y bajó el precio del cobre.
“ En medio de estas circunstancias adversas se puso de manifiesto que el
crecimiento de la economía chilena había sido excesivo y extremadamente rápido, que
la economía estaba sobrecalentada y que alguna de las nuevas fortunas eran el
resultado de audaces especulaciones y no de un efectivo desarrollo de las fuerzas
productivas.” (Gazmuri y Krebs, año 1996, pág. 550)
Según la cita anterior, se restringió de forma rigurosa el crédito interno
produciéndose una grave falta de liquidez, el gobierno militar se vio obligado a devaluar
el peso. Desorganizando todo el sistema bancario y financiero.
Con esto el gobierno tuvo que rescatar a todos los bancos que estaban en Chile y
que gozaban de prestigio y poder económico. Las consecuencias económicas y sociales
fueron desastrosas subiendo la tasa de desempleo, los pobres nuevamente sufrieron el
mayor castigo.
A comienzos de 1985, el general Pinochet entrega la conducción de la economía a
un nuevo equipo encabezado por Hernan Büchi, un ingeniero que estaba convencido de
la bondad de la economía del libre mercado. Este tuvo una plena vigencia en el nuevo
modelo económico, no solo reanudo sino que acelero e intensificó la privatización de las
empresas estatales de Chile.
Con esto se siguieron privatizando los servicios sociales de previsión, salud y
educación, los cuales competían entre ellos y debían atender la necesidad de todos los
que disponían los medios económicos para poder pagarlo. En este plano se acabó el
estado de bienestar y toda persona disponía de recursos para elegir una buena salud,
educación y un plan de previsión.
En el ámbito previsional, el estado, quien se había hecho cargo de los ahorros
previsionales de los trabajadores, incorporó el concepto de privatización individual, la
que consistía en que cada persona recibiría aportes según lo entregado a lo largo de su
vida laboral. Se crearon las AFP, instituciones privadas que reemplazaron a las
instituciones públicas, encargadas de recibir los ahorros de los trabajadores.
El decreto ley N° 3.500, reemplaza al antiguo régimen en ámbito de previsión por
un sistema de pensiones en donde los afiliados estaban netamente relacionados con los
esfuerzos que realizaban como cotizantes durante su vida laboral activa, con esto se iba
creciendo en el curso del tiempo como consecuencia de la acumulación de las
cotizaciones y del aumento de su valor raíz, mientras mayor fuese el fondo que se
acumulaba, mayor seria su pensión y cada uno podría elegir su propia AFP.
En el ámbito de la salud, la misma política de desestatización y liberalización fue
aplicada al campo de la salud. El servicio de salud creado en los años 30, fue cambiado
por 27 servicios regionales autónomos y los consultorios como avance, fueron
traspasados a las municipalidades, todo esto con el fin de estimular las competencias
entre establecimientos públicos, cambiando el mecanismo de financiamiento
estableciendo un sistema de bonos.
Otra reforma realizada por el gobierno militar se llevó a cabo en el campo
habitacional en donde el estado se limitó a conceder subsidios a las personas y familias
más pobres, siendo las construcciones de estas viviendas realizadas por empresas
particulares.
En el ámbito de la educación se mantuvo la estructura educacional establecida por la
reforma que se llevó a cabo con el ex presidente Frei, manteniendo sus 8 años de
educación básica y sus 4 años de educación media. Sin embargo, los establecimientos
educacionales fiscales fueron transferidos a los municipios, aumentando en forma
considerable la subvención a la educación particular.
También se produjo un cambio en la reforma del sistema universitario, la ley
universitaria señalaba que el sistema existente constituía un esquema cerrado y
monopolizado por 8 universidades financiadas por el estado, para Mariana Aylwin y
otros año 1990, el sistema fue discriminatorio ya que no se encontró en condiciones de
atender las necesidades del pueblo chileno. Con esto se abrió un sistema universitario
libre, competitivo y de calidad en donde la ley autorizó la creación de universidades
privadas, estas instituciones requerían el permiso del Ministerio de Educación y de
Interior.
Las reformas laborales del Gobierno Militar.
En el Gobierno Militar se produjeron diferentes medidas liberalizadoras que no se
limitaron al ámbito económico, sino, que se hicieron extensivas a otros ámbitos de la
realidad social. La política laboral persiguió el fin de eliminar la intervención del estado
y de los partidos políticos, para esto había que institucionalizar una relación entre el
mercado, el empleador y el empleado, permitiendo a cada parte obtener un beneficio
razonable y que este se tradujera en un aumento salarial y de productividad.
Con el fin de flexibilizar el mercado de trabajo se suprimió el salario mínimo, se
moderaron las restricciones para las contrataciones y despidos del personal de trabajo y
esto llevó al quiebre de negociaciones colectivas en el ámbito de las empresas.
“Particular importancia tuvo la legislación sindical. El gobierno militar, en el
momento de asumir el poder, impidió toda actividad sindical, prohibió la huelga,
proscribió la CUT, y tomó presos a numerosos a diversos dirigentes sindicales” (
Gazmuri y Krebs, año, 1996, pág. 556)
En relación a la cita, varios economistas pensaron que esta situación no se debía
prolongar más ya que los sindicatos tenían razón de ser una economía moderna.
Por otro lado el Presidente Pinochet, opinaba que era necesario mantener la
represión y el orden y consideraba que cualquier actividad sindical iba en contra del
desarrollo económico y de la estabilidad de Chile.
Con esto el Presidente Pinochet, se dio cuenta que era urgente buscar una solución
al problema sindical y dio esta misión a José Piñera, un joven economista de 30 años,
quién juró como Ministro del Trabajo en 1978, este dio a conocer los lineamientos de
una nueva ley sindical en donde el estado no intervenía entre los sindicatos y las
negociaciones colectivas. Esta ley puso fin a la sindicalización obligatoria y puso la
libertad para que los trabajadores pudieran afiliarse o desafiliarse de un sindicato, así
mismo otorgó plena libertad para constituir cualquier tipo de federación y
confederación, con esto la función más importante asignada a los sindicatos eran las
negociaciones colectivas comprendidas como un juego de intereses y las respectivas
aspiraciones y conveniencias de los trabajadores y empleadores. Todo este cambio
marcó un punto en el sindicato chileno en donde se convirtió en un instrumento de lucha
de la clase obrera y asalariada.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001 el gobierno y la junta militar crearon el
proyecto refundacional que estaba basado en una obra de refundación, reconstrucción y
restauración para defender la civilización que había sido puesta en peligro por el
marxismo, se debía volver a la tradición cristiana, el Estado ejercería un servicio a la
persona, con un bien común e independiente, la familia, la iglesia y los gremios debían
jugar un papel fundamental al propósito nacional. Los programas y las reformas
curriculares debían producir un efecto positivo en las generaciones de estudiantes, una
nueva institucionalidad inspirada en las tradiciones de las fuerzas armadas.
La Declaración de Principios de 1974, derogaba la Constitución de 1925, se
creaba el consejo de Estado, con esto el régimen militar quedaba estrictamente formal,
rigiéndose en un contexto político – jurídico, eficaz a sus propósitos y a sus
formalidades convencionales.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, la junta militar realizó actos brutales y
totalitarios, un estado militar como nunca antes se había instaurado en el poder, una
fuerza militar con un orden político por consolidar. Se trató de un vuelvo tremendo en la
institucionalidad vigente en el país y en la región, a pesar de la intención de restaurar al
país de la crisis vivida durante el gobierno de la Unidad Popular, las acciones de
refundación, reconstrucción y restauración del país se tornaron radicales, el poder
instaurado por el gobierno militar no se había visto jamás en la historia de la nación.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, la iglesia presento ambigüedades en
torno a la situación política vivida en el país, en una declaración pública entre iglesia y
obispos estos sostuvieron
“Las FF.AA, son la última reserva de una democracia (…) el marxismo buscó
inútilmente como dividir a las FF.AA (…) Fracasaron. Fue entonces cuando los más
impacientes consideraron agotada la vía electoral y precipitaron los acontecimientos
que terminaron con su propia destrucción” (Sofía Correa Sutil y otros, año 2001 pág.
288)
De acuerdo a esta cita, la iglesia no fue tajante en condenar los hechos ocurridos,
no realiza una crítica severa, no habiéndose expresado de forma categórica ante lo
ocurrido en el país.
Para el gobierno militar, la refundación económica era severa, la crisis heredada
del gobierno anterior era dramática, un déficit fiscal por el suelo, una caída del producto
interno bruto, nula inversión y una inflación que para algunos llegó a las tres cifras,
además de esto las constantes paralizaciones en las empresas y una cesantía critica, sin
embargo, con la llegada de los militares se acabó en gran medida esta situación, cabe
señalar que los créditos negados por los Estados Unidos volvieron a prestarse y la
economía marchó nuevamente por la senda del crecimiento. Los empresarios en su
mayoría de derecha acataron todas las propuestas económicas presentadas por el
gobierno, los Chicago Boys y la economía neoliberal se hacían presentes en el nuevo
orden económico del país.
Estas medidas acompañaron a otras que efectivamente se presentaron como
nuevo modelo económico, se saneo la hacienda fiscal y la inflación bajó
considerablemente, se privatizaron numerosos bancos, se incentivó un mercado de
capitales privados, el Estado dejo de marcar una pauta en la economía nacional, se fue
produciendo una riqueza producto de una política privatizadora, la mayoría de los
activos del Estado pasaron a la banca privada, la inversión extranjera también ganó con
las nuevas políticas a base de licitaciones a precios rebajados, los grupos económicos
comenzaron a manejar la economía nacional durante el gobierno militar.
Sin embargo, el gobierno resaltó estas medidas con los logros producidos, la
inflación se redujo solo a una cifra, se obtuvo una recuperación económica del producto
interno bruto, la tasa de crecimiento se logro triplicar y el déficit fiscal exhibió
excedentes con capitales extranjeros, a finales de los setenta y principios de los ochenta
se hablaba del “milagro económico chileno”.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, el Gobierno militar partió desde el
mismo día 11 de septiembre con una política de encarar la misión suprema de
reconstruir el país luego del derrocamiento del presidente Allende. El gobierno seria
estrictamente militar e involucraría a todas las ramas de las fuerzas armadas y de orden,
los poderes administrativos, legislativo y el ejecutivo recaerían en la junta militar y en
donde el comandante en jefe del ejercito, el general Pinochet asumiría el titulo de Jefe
Supremo de la Nación, el ejercito invocó la antigüedad presidencialista de esta rama de
las fuerzas armadas para hacerse del poder.
Para los autores de este libro, sin embargo, el general Gustavo Leigh,
comandante en jefe de la Fuerza Aérea, se mostró como el más antiguo de la junta y el
miembro más duro en sus posturas antimarxistas
“No vamos a descansar hasta que hayamos limpiado a nuestro país de estos
traidores, sean extranjeros o chilenos” (Sofía Correa Sutil y otros, año 2001 pág. 280)
De acuerdo a la cita anterior, para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, el país se
enfrentaba a una dictadura inédita y totalitaria, el Congreso nacional fue clausurado, el
país fue declarado bajo un estado de sitio permanente, esto quiere decir que todas las
libertades individuales de los habitantes del territorio quedaban suspendidas, se
prohibieron los partidos políticos y toda actividad fuera del orden impuesto por la junta
militar de gobierno.
Junto con esto se vetaron todas las actividades públicas, todas las
manifestaciones y protestas que perjudicaran el orden, sin embargo, la única
manifestación popular “permitida” fue el funeral del Poeta Pablo Neruda, quien falleció
días después del golpe, en esta ocasión, el cortejo fúnebre fue escoltado tanto por los
partidarios al poeta y también escoltado fuertemente por un contingente militar.
Se realizó una censura a todos los medios de comunicación, prensa escrita, de
radio y televisión, las universidades fueron intervenidas por militares, quienes tomaron
los cargos administrativos, los rectores en su mayoría fueron cesados de sus cargos,
todos los servicios públicos fueron tomados por militares o por civiles leales al nuevo
gobierno.
Para Francisco Frías Valenzuela, año 1996, a pesar de los constantes avances
realizados por el Gobierno Militar, la junta debió sortear las acusaciones de ser un
gobierno ilegítimo y de no respetar los derechos humanos, la comunidad internacional
exigía respuestas. La Organización de Naciones Unidas, exigió aclarar la situación de
los derechos humanos y el cumplimiento de las promesas realizadas por el Gobierno
Militar.
Para Gazmuri y Krebs, año 1996, la acción de la inteligencia nacional (DINA) en su
concepto por el control completo del país debía combatirse sin tregua, no solo la
guerrilla de izquierda, sino toda fuerza opositora y cualquier foco subversivo. En el
curso de esta guerra, que mas tarde fue condenada por la oposición como guerra sucia,
varios de miles fueron arrestados, muchos torturados y otros más fueron ejecutados,
otros en cambio buscaron asilo en las embajadas o decidieron simplemente dejar el país
en la clandestinidad.
Para la organización de derechos humanos, el principal instrumento de represión fue
la DINA, bajo el mando del Coronel de Manuel Contreras Sepúlveda. Este instrumento
fue creado por el decreto – ley secreto en julio de 1974, componiéndose de varios
departamentos como: inteligencia, gobierno, guerra sicológica, economía y sociedad.
La DINA, liberó una guerra implacable tanto dentro como fuera del país, contra
todos los enemigos del gobierno. Siendo uno de los ataques más recordados el hecho al
ex General Carlos Prats y esposa, en un atentado en Buenos Aires. Otro hecho que se le
atribuye a la DINA, fue la muerte del ex Canciller Orlando Letelier en Washington.
“La justicia estadounidense comprobó que el atentado había sido ordenado por los
jefes de la DINA, Manuel Contreras y Pedro Espinoza, y que había sido ejecutado por
un agente de esa dirección, el norteamericano, Michael Towley.”( Gazmuri y Krebs,
año, 1996, pág. 563)
En relación a la cita la ONU, emitió una dura condena a la violación de los derechos
humanos en Chile, y esto llevó a que se produjera de parte de la sociedad y a ciertas
partes de las fuerzas armadas, rechazo entre las acciones cometidas, frente a esto el
General Pinochet, destituyó al Coronel Contreras de su cargo y tomó la medida de
disolver la DINA y creó la en su reemplazo la Central Nacional de Informaciones
(CNI), decidiendo entregar a EE.UU a Michael Towley, el autor confeso del atentado.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, una de las secuelas más dolorosas y
permanentes del nuevo gobierno militar instaurado en el país, fue que las autoridades
castrenses, negaron sistemáticamente la violación de los derechos humanos y las
constantes desapariciones de individuos contrarios al régimen, en 1973 se comete uno
de los hechos más recordados del gobierno militar, bajo la orden del general de ejército,
Sergio Arellano Stark, designado por el comandante en jefe del ejercito, recibió órdenes
de revisar las sentencias impuestas por el consejo de guerra entre septiembre y octubre
de 1973, la llamada “ Caravana de la Muerte” ejecutó sin mayores pruebas a decenas de
personas, sembrando el terror en la población civil.
Para Sofía Correa Sutil y otros año 2001, los primeros años del gobierno militar
en el ámbito de la represión fueron con una fuerza inesperada, se calcula que más de
30.000 personas debieron partir al exilio, miles fueron ejecutados y desaparecidos por la
DINA ( dirección nacional de informaciones) y posteriormente por la CNI (central
nacional de informaciones) órganos represores del estado que debían velar por la
seguridad nacional, sin embargo, el gobierno decía contar con la mayoría del apoyo
ciudadano, la principal fuerza política de la época, la Democracia Cristiana, apoyó en un
primer momento el golpe, para otros partidarios como Radomiro Tomic presentaban un
leve apoyo a la dictadura, esta sería breve y necesaria, para Eduardo Frei Motalva, el
régimen era defacto y anticonstitucional, a la larga el ex presidente se transformaría en
el principal rostro de oposición al gobierno militar.
La junta militar hizo correr un ilustrativo en donde ordena a la población no
entorpecer con las obras y trabajos de vigilancia para el control del orden público.
“Por cada inocente que caiga serán ajusticiados 10 elementos marxistas
indeseables, de inmediato y con arreglo a las disposiciones que el Código de Justicia
Militar establece en tiempos de guerra” (Sofía Correa Sutil y otros, año 2001 pág. 281)
Según la cita anterior, la fuerza con la que comenzaría a actuar el régimen sería
de un carácter avasallador, la amenaza de un estado de sitio permanente y represivo.
En la actualidad, Gisella Silva Encina año 2010 - 2011, redacta un libro sobre
Miguel Krassnoff, en donde relata los hechos cometidos por el brigadier y su vida
militar unido al bando alemán, en donde el brigadier defiende su inocencia y muestra
distintas teorías respecto de los motivos que tiene la justicia para inculparlo todos
hechos ocurridos que asegura Silva Encina, mientras era solo un teniente del ejército
que obedecía instrucciones de la DINA.
La voz de los ochenta, malestar y descontento ciudadano
Las universidades jugaron un rol importante en la ciudadanía, la FECH
(federación de estudiantes de la Universidad de Chile) fue completamente intervenida
durante el gobierno militar, la Universidad Católica, amparada por la iglesia, no sufrió
una represión tan cruda, de todas formas no paso inadvertida y varios de sus alumnos,
profesores y directivos sufrieron en alguna medida la mano del gobierno.
A partir de 1980, el régimen pasó de la intervención a la transformación del
sistema educativo del país, la educación paso del estado a las municipalidades, la
educación superior se reformuló y los aportes fiscales bajaron considerablemente,
comenzaron la creación de una seria de instituciones privadas, tanto universidades,
como institutos profesionales y colegios. Se buscó ejercer una educación sobre los
lineamientos del régimen, desde la disciplina interna como los contenidos de enseñanza,
cualquier síntoma de revolución era aplacada con la mayor fuerza, los despidos masivos
de profesores se producían de forma inmediata, la educación marcial se imponía en el
país con fuerza y rapidez.
“Sobre todo, se multiplicarán los ritos integrativos en torno a los valores
patrios, definidos según una concepción estrechamente nacionalista y cercana a las
formas de socialización imperantes en los cuarteles. Se establecen minuciosas
reglamentaciones para asegurar el brillo y la solemnidad de los actos y desfiles ligados
a efemérides nacionales, izamiento del pabellón patrio, empleo de símbolos patrios,
etc.… y se unen indisolublemente estos ritos con la manifestación de respeto por las
autoridades.” (Sofía Correa Sutil y otros, año 2001, pág. 304)
De acuerdo a la cita anterior, el gobierno aplicó una enseñanza basada en el
régimen militar, una de carácter netamente castrense, en donde no había cabida para
ningún otro tipo de educación.
La libertad de expresión estaba completamente anulada, los medios de
comunicación, como la radio, la televisión y los diarios estaban controlados por el
gobierno, incluso El Mercurio, diario de derecha que jugó un papel fundamental en
difundir la gestión de la Unidad Popular y en defender al régimen militar.
La manipulación periodística provocaba en la población un impacto emocional
con orden y progreso, se escondían así las violaciones a los derechos humanos y la
mano militar con la que actuaba el gobierno. Las radios y los programas de televisión,
sobre todo los noticiarios eran revisados por los encargados de prensa del ministerio del
interior, toda la edición de los programas culturales, programas deportivos, programas
de entretención y misceláneos eran revisados minuciosamente por personal militar y
civil.
La iglesia Católica y el Cardenal Raúl Silva Henríquez crearon la Vicaría de la
Solidaridad, con el fin de recibir las denuncias de familiares de detenidos desaparecidos
o de personas afectadas por el régimen, sin embargo, tampoco estuvo exenta de la
censura impuesta por el gobierno, todos sus textos fueron requisados y muchos de sus
partidarios fueron enviados al exilio, solo la intervención del Cardenal, hizo que la
vicaría no sufriera un desmembramiento como otras organizaciones o fuera intervenida
como los medios de comunicación esto llevo a realizar una nueva carta fundamental en
1980.
Constitución de 1980
Según la visión de Gazmuri y Krebs, año 1996, el gobierno levantó el estado de sitio
que se había impuesto en 1973 y encabezado por Enrique Órtuzar, ex ministro de Jorge
Alessandri, elaboraron una nueva Constitución, en esta se redactarían nuevas actas que
entrarían en vigencia en 1980, en donde el gobierno militar del Presidente Pinochet
mostró los nuevos lineamientos del orden constitucional.
Esta nueva Carta Constitucional se basó en el modelo de una democracia protegida,
en donde creaba el gobierno presidencial fuerte y el presidente debía ser elegido
mediante votación popular por ocho años ejerciendo el poder.
La Constitución dispuso que los comandantes en jefe de cada fuerza de orden fuesen
inamovibles. Y en 1988 se llamaría a nuevamente a un plebiscito en que se decidiría si
Pinochet seguiría a cargo del gobierno por ocho años más, y en el caso de que si este
perdiera se llamaría a elecciones abiertas y competitivas en el año 1989.
Esta Constitución entraría en vigencia en 1980 quedando prefijadas las líneas y
reglas para el futuro de nuestra sociedad.
“Sin embargo, los analistas coinciden en que la mayoría de la sociedad chilena
seguía brindando su apoyo al Presidente Pinochet y al gobierno militar” ( Gazmuri y
Krebs, año 1996, pág. 568).
En relación a lo citado con anterioridad el resultado del plebiscito significó
legitimizar formalmente el régimen del gobierno militar, empezando el nuevo gobierno
con ocho años más para gobernar.
Para Francisco Frías Valenzuela, año 1996, frente a los hechos mencionados
anteriormente en 1980, se llevó a cabo un plebiscito nacional en el país, en donde los
votantes debían responder en las urnas la legitimidad del gobierno, para esto la votación
se definiría en un SI para continuar con el gobierno a la cabeza del país, o en su defecto,
votar por un NO para que se realizaran elecciones libres y democráticas y el gobierno
militar llegara a su fin, de un universo de cinco millones de votantes los resultados
fueron los siguientes:
Para la opción SI, para que el gobierno siguiera al mando, la adhesión llego a un
75%, para la opción NO, la adhesión llego solo a un 20,4%, con este resultado la junta
militar se aseguraba 8 años mas de gobierno, la oposición solo debía esperar.
En el año 1980 se aprobó la nueva Constitución, con el fin de reafirmar el gobierno
militar, entre los puntos más relevantes de la nueva carta fundamental resaltan los
siguientes:
La exclusión del marxismo de la vida social y política.
La creación de los senadores designados.
Periodo presidencial de ocho años.
La plena autonomía del Banco Central.
La creación del consejo de seguridad del Estado ( COSENA)
La inamovilidad de los comandantes en jefe de las fuerzas armadas.
Con la aprobación de la nueva Constitución política del Estado, el Gobierno Militar
tenía más que nunca una legitimidad popular, el próximo plebiscito seria en los
próximos ocho años, en donde de resultar ganador el general Pinochet, tendría otro
periodo al mando del país. Sin embargo, para el año 1983, comenzaron las primeras
manifestaciones organizadas por los partidos políticos de oposición, los que formaron la
alianza democrática, para enfrentar por medio de protestas y manifestaciones al
gobierno.
Entre 1984 y 1985, las conversaciones entre gobierno y oposición se vieron
apoyadas por el arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno, además de la
participación del nuevo Ministro del Interior del gobierno, Sergio Onofre Jarpa.
Estos acercamientos permitieron la firma del documento de acuerdo nacional para la
transición de la democracia, este acuerdo contemplaba un nuevo plebiscito, sin
embargo, en 1986, el atentado efectuado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez
(FPMR), con el fin de acabar con la vida del general Pinochet, puso fin al acuerdo ya
firmado. Producto del atentado, solo se debía esperar hasta el año 1988, para realizar el
nuevo plebiscito.
Plebiscito del año 1988
El gobierno y la oposición se enfrentaron nuevamente en un plebiscito, la junta de
gobierno nombró al general Pinochet como único candidato, en cambio la oposición ya
agrupada en la Concertación de partidos por la Democracia, proclamó al militante
democratacristiano Patricio Aylwin Azocar para enfrentar al candidato oficialista.
El 5 de octubre de 1988, el plebiscito del SI y el NO arrojó como ganador a la
opción opositora, con esto el gobierno militar llegaba a su fin después de 17 años, por
primera vez en casi dos décadas, volvían las elecciones presidenciales democráticas al
país, de esta forma entre plebiscito y elecciones presidenciales, resurgía nuevamente la
institucionalidad democrática al país.
La Vuelta a la Democracia
El nuevo gobierno partió según Francisco Frías Valenzuela, año 1996, con una
política de reformas constitucionales para aplacar en parte la constitución de 1980 y
darle más poder al recién asumido gobierno. Con la llegada de Aylwin a la presidencia
se lograba un consenso, el de los partidos de la concertación, unidos para hacer frente a
este desafío de gobernar el país luego del Gobierno Militar.
El Gobierno de Patricio Aylwin y el comienzo de la Transición.
Estos consensos permitirían consolidar el sistema que estaba naciendo, para esto se
realizaron diferentes reformas:
Perfeccionamientos de las Instituciones Democráticas.
La modernización del Estado.
Estos dos puntos eran fundamentales para el gobierno concertacionista, asumían el
desafío de emprender una nueva etapa de desarrollo y crecimiento económico, social y
político, se puso mayor énfasis en lo que se denomino crecimiento con equidad, con
esto se buscaba redistribuir las riquezas generadas en el país.
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