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TEMA 1.- CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES.

0.- Introducción.-

Se denomina Antiguo Régimen al conjunto de instituciones, formas sociales y de

gobierno que empezó a gestarse con el nacimiento del Estado moderno en el siglo XVI

en Europa (cuando declina el poder feudal y se fortalece el poder real, paralelamente al

auge de la burguesía) hasta el advenimiento de la Revolución Francesa en 1789, que

adopta la forma de la monarquía absoluta, con una sociedad compartimentada en

estamentos diferentes y cerrados.

Pero el sistema del Antiguo Régimen se asentaba sobre unas bases muy rígidas e

inamovibles, aunque no sólidas. Las fuerzas que habrían de derribarlo se estaban

fraguando en su propio interior, y no eran otras que las del pensamiento (la Ilustración)

y las de la economía. El nuevo sistema político-social en ciernes, el liberalismo, surgirá

sobre las ruinas del Antiguo Régimen (A.R. en adelante), llevando consigo el triunfo de

la burguesía, la configuración de la nueva clase social burguesa, el capitalismo como

base económica y el parlamentarismo como sistema político.

La estructura del Antiguo Régimen, que era un sistema monarco-señorial1, se puede

clasificar en tres aspectos fundamentales: política, economía y sociedad, estas dos

últimas relacionadas entre sí.

1 Este sistema consistía en la sustitución del poder real por la autoridad del señor sobre el mundo

plebeyo; lo que explica la perfecta simbiosis existente entre la monarquía y los estamentos privilegiados

(clero y nobleza).

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1.- Sistema económico y sociedad estamental.-

La sociedad del A.R. se estructuraba en tres estamentos: la nobleza o aristocracia, el clero y el tercer estado o estado llano; estamentos que presentan un carácter cerrado, que se garantizaba por el sistema de acceso (se pertenecía por nacimiento a la nobleza y

estado llano, y al clero por recibir el sacramento de las órdenes sagradas mayores).

1.1.- Los privilegiados: la nobleza y el clero.-

La nobleza había perdido con los Reyes Católicos todos los poderes que había

tenido durante la Edad Media (siendo estos asumidos por la monarquía

autoritaria), pero mantuvo el poder económico (señorío territorial, que se basaba

en la propiedad de la tierra, de la que recibían ingresos por las rentas,

contraprestación por los alquileres, etc.); a este se les unieron los señoríos

jurisdiccionales (cobraban por peajes, tasas, impuestos señoriales, etc.) y las

atribuciones delegadas por la monarquía, llegándose a casos de refeudalización.

Pero el estamento aristocrático no era uniforme, pues se diferenciaban según su

fortuna, llegando al escalón más bajo con las hidalguías. Igualmente vemos esta

heterogeneidad en el clero, que se diferencia entre alto clero, que ostentaba un

nivel de vida similar al de la alta aristocracia, y bajo clero, que vivía en la

penuria. La aristocracia veía como deshonroso el trabajo, porque eran

considerados trabajos viles, es decir, aquellos que necesitaran su presencia y

esfuerzo, ya sea manual o no.

La nobleza y el clero eran estamentos privilegiados (suponían un 5% de la población española), lo que era una ventaja, no sólo por su situación de

favoritismo sino porque poseían leyes privadas, exclusivas para ellos. Estos

privilegios marcaban diferencias sociales, pero también eran ventajas reales:

ventajas económicas, de ejercicio del poder jurisdiccional y de funciones

administrativas, que ejercían con carácter exclusivo. Los privilegios eran:

- económicos.- Eran la base de su enriquecimiento, y se basaba en la exención

de pagar impuestos y la asignación de parte del presupuesto público como

pago por la realización de ciertas funciones.

Pero a ello unimos la vinculación, el mayorazgo y la amortización de sus

tierras. La vinculación garantizaba la seguridad económica del estamento y

consistía en el disfrute por parte del propietario de sus tierras, que no podía

vender ni repartirla por herencia. Así aparece relacionado el mayorazgo, por

el que el hijo mayor heredaba la totalidad de las tierras indivisas e

indivisibles, con la obligación de procurar el mantenimiento y bienestar de

los hermanos y sus familias; así se conservaba intacto el patrimonio de

generación en generación y se impedía la venta de la tierra. La amortización

es un concepto sólo aplicable a los bienes de la Iglesia; amortizado es muerto

para el mercado, pues era el resultado de un proceso de acumulación que se

venía produciendo a través de donaciones a la Iglesia, que no podía enajenar

lo recibido (por eso era irreversible).

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“Que los bienes de este mayorazgo no se puedan dividir,

vender, ceder, renunciar, donar, legar, trocar, acensuar,

empeñar ni gravar en manera alguna …, lo cual prohíbe

absolutamente a los poseedores, porque así conviene y es

preciso a la seguridad de esta vinculación …”

Escritura de mayorazgo otorgada en 1780

Así vemos como gran parte de las tierras del país estaban exentas del pago

de impuestos, carga que recaía en las demás propiedades, que eran en su

mayor parte del tercer estado.

- jurídico-administrativos.- El poder jurisdiccional y administrativo era

delegado por el rey en los estamentos privilegiados, por lo que de ellos

recibían poder y las riquezas que el mismo poder conlleva.

Las funciones administrativas era el ejercicio del control y dominación sobre

el mundo plebeyo, a través del desempeño de altos cargos en la política, el

ejército, etc. Los privilegios jurídicos implicaban códigos legales e, incluso,

tribunales diferentes según el estamento al que perteneciese; esto conlleva la

inexistencia del igualdad jurídica de los súbditos.

1.2.- El estado llano.-

Era un grupo formado por los habitantes del reino no privilegiados, por lo que

también tenía una gran variedad de situaciones, es el mas heterogéneo de los tres

estamentos, pues estaba integrado principalmente por burguesía, campesinado,

grupos urbanos y pobres de solemnidad, que soportaban la mayor parte de las

cargas económicas del Estado y carecían de poder en las decisiones políticas.

Los campesinos, la inmensa mayoría, estaban sometidos al régimen señorial, que

les obligaba a entregar la mayor parte de sus rentas al señor; podemos

diferenciar entre arrendatarios (alquilados) y jornaleros.

La burguesía, muy próspera en las zonas periféricas, estaba formada por

comerciantes, fabricantes de textiles, prestamistas y armadores, que habían

amasado considerables fortunas, gracias a sus intercambios con las colonias

americanas.

Los artesanos se hallaban agrupados en gremios, que eran asociaciones cerradas

dedicadas a un mismo oficio para la producción de manufacturas; garantizaban

los precios, pero que constituían un obstáculo para la expansión de la producción

y para su modernización

Los pobres eran un universo de mendigos, gentes sin trabajo, sin techo, que al

carecer de asistencia pública pululaban por las ciudades y en el peor de los casos

se dedicaban a la delincuencia. Esta extrema pobreza llevaba a cabo motines

populares.

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1.3.- La economía en la España del Antiguo Régimen.- En esta época la política económica vigente era el mercantilismo, es decir,

basaban su importancia en la acumulación de metales preciosos (eso hacía a un

país más rico), pero pronto se pasará a la teoría económica de la fisiocracia, que

se centra en el poder de la tierra (no sólo en su propiedad, sino también en su

producción).

La economía estaba basada básicamente en la agricultura y la ganadería, pero no

se explotaba la totalidad de la tierra, además usaban instrumentos muy arcaicos,

lo que hacía que producción fuese bastante baja. El artesanado se veía

restringido a las estrictas normas de los gremios (asociaciones de profesionales

de un mismo trabajo en una ciudad), lo que hacía inviable la existencia de otros

talleres que no estuviesen reconocidos por estos, que lo que hacían era paralizar

su desarrollo.

En cuanto al comercio, también se veía muy limitado por los medios y las

infraestructuras, es decir, los medios de transportes, ya sean marítimos o

terrestres, eran poco evolucionados, lentos, inseguros, etc., y los caminos

tortuosos que hacían los viajes muy pesados. A ello unimos que el comercio se

veía castigado con los aranceles.

2.- Sistema político de la monarquía absoluta.-

Con la monarquía de los Austrias ya se había iniciado una concentración de poder, pero

sería con los Borbones cuando se pasó de la monarquía autoritaria a la absoluta. Así

existía una identificación del rey con el Estado (“el Estado soy yo”, diría Luis XIV) por

la gracia de Dios, por lo que a él le pertenecía el territorio y las instituciones emanaban

de él.

La teoría absolutista se basa en la obra de Thomas Hobbes, recogida en su obra

Leviatán, donde dice que el hombre lucha contra todos los hombres, por lo que

debemos, para conseguir la paz, renunciar cada uno a sus derechos a favor de un

soberano absoluto, árbitro en las contiendas particulares.

Reunía el rey en su persona la totalidad de poderes, hasta el punto que todos los

habitantes eran sus súbditos. Este poder casi ilimitado sólo encontraba sus límites en el

derecho natural, el derecho divino y las leyes fundamentales del reino (que cuando tomó

el cargó juró obedecer). Resumía en su persona los tres poderes clásicos: el legislativo

(redactar las leyes, cosa que habitualmente lo realizaba con las Cortes, pero como no le

interesaba este intrusismo no las convocaba), el ejecutivo y el judicial.

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3.- La política centralizadora de los Borbones: la administración territorial y la organización política durante el reinado de los Borbones en el siglo XVIII español.-

La muerte sin descendencia del último monarca de la Casa de Austria, Carlos II, llevó a

que dos dinastías europeas se disputaran el trono español. Así los pretendientes, por

vínculos familiares, eran el archiduque Carlos de Austria (hijo del Emperador de

Austria) por una parte y el duque Felipe d´Anjou (nieto de Luis XIV, el “Rey Sol” y de

la princesa María Teresa de Austria) por la parte francesa.

Así esta disputa se tradujo en la Guerra de Sucesión Española. En esta Guerra se estaba disputando el equilibrio de poder en Europa, por eso no fue sólo una guerra civil

(pues los territorios de la antigua Corona de Aragón estaban a favor del archiduque y la

Corona de Castilla se mostró fiel a Felipe V), sino también un conflicto internacional,

donde se dirimiría la hegemonía mundial (por eso apoyaba al archiduque una coalición

internacional integrada por Inglaterra, Austria, Holanda, Portugal y Saboya, y al duque,

la Casa real francesa).

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Lazos familiares de las casas reinantes en Europa, que optan por el trono español

La guerra terminó en 1713 con la firma del Tratado de Utrech, que permitió salvar a Felipe V el trono español, pero estableciéndose, a cambio, una nueva reestructuración

de la balanza de poder en Europa, que perduraría hasta el auge napoleónico. En esta

reestructuración hubo una desmembración del territorio, pues Austria se apoderaba de

Milanesado, Flandes (Países Bajos), Nápoles y Cerdeña, mientras que Gran Bretaña

hacia lo propio con Gibraltar y Menorca2. Firmada la paz, sólo Barcelona y algunas

otras ciudades catalanas se oponían a la ocupación borbónica.

2 Una de las consecuencia del Tratado de Utrech fue el permiso que España concedió a Gran Bretaña

para introducir esclavos negros en las posesiones españolas en América.

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3.1.- El reinado de Felipe V (1701-1746).-

a.- Política nacional.-

Se instauraba en nuestro territorio una nueva dinastía reinante, la Casa de

Borbón-Anjou, recibe esta denominación porque el nuevo monarca sería el

duque de Anjou, convertido ahora en Felipe V de Borbón; pero también supone la instauración del Absolutismo, del Despotismo Ilustrado y del centralismo a

ultranza.

La pérdida de la influencia española en Europa hizo que el nuevo rey se centrara

más en los problemas específicos de los españoles y en el imperio de las Indias;

por ejemplo empezó a utilizarse el nombre de “España” con una clara

significación unitaria (se declaraban reyes “de las Españas y de las Indias”) pero

reconociendo la pluralidad de la nación española, pero también aparecieron en

aquel momento la bandera nacional bicolor (roja y amarilla).

Decreto de Nueva Planta para Cataluña

La gran reforma de Felipe V fue la supresión, a través de los Decretos de Nueva Planta, de los fueros tradicionales de muchos territorios peninsulares (sobre todo, de la Corona de Aragón: Cataluña, Valencia, Mallorca, etc., pero también

los usos de Castilla) para igualar a todos sus súbditos de la península en todo lo

relacionado a sus obligaciones (esfuerzo militar y fiscal) con el Estado. De esta

manera se suprimieron muchos fueros, que en muchos casos eran privilegios (así

un súbdito de la Corona de Aragón sólo pagaba la séptima parte de los

impuestos que un castellano; igualmente los aragoneses y catalanes tenían el

privilegio de no combatir fuera de sus fronteras) 3; como vemos la gran carga

siempre la llevaba Castilla. Estos cambios en la Corona de Aragón, para

implantarlos, Felipe V los hizo ver como un castigo a zonas sublevadas en su

contra.

“Considerando haber perdido los reinos de Aragón y de Valencia, y

todos sus habitadores por la rebelión que cometieron, faltando

enteramente al juramento de fidelidad que me hicieron como a su

legítimo rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y

3 A pesar de este proceso centralizador, las provincias vascongadas y Navarra conservaron sus fueros, y

en Cataluña no se abolió el derecho privado ni la propia división territorial.

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libertades que gozaban, … y tocándome el dominio absoluto de los

referidos reinos de Aragón y de Valencia, pues a la circunstancia de

ser comprendidos en los demás que tan legítimamente poseo en esta

Monarquía, se añade ahora la del justo derecho de la conquista que

de ellos han hecho últimamente mis armas con el motivo de la

rebelión; … He juzgado conveniente … abolir y derogar enteramente,

como desde luego doy por abolidos y derogados, todos los referidos

fueros, privilegios, práctica y costumbre hasta aquí observadas en los

referidos reinos de Aragón y Valencia; siendo mi voluntad, que éstos

se reduzcan a las leyes de Castilla …”

Decreto de Nueva Planta para Aragón y Valencia. Abolición de sus fueros.

29 de junio de 1707

“Por decreto de 9 de octubre fui servido decir que habiendo …

pacificado enteramente mis armas el Principado de Cataluña, tocaba

a mi soberanía establecer el gobierno en él y dar providencias para

que sus moradores vivan en paz, quietud y abundancia … He resuelto,

que en el referido principado se forme una Audiencia, en la cual

presida el capitán general o comandante general de mis armas, de

manera que los despachos, después de empezar con mi dictado

prosigan en su nombre. …

Artº 4.- Las causas en la Real Audiencia se substanciarán en lengua

castellana …

Artº 31.- En la ciudad de Barcelona han de haber veinte y quatro (sic)

Regidores, y en las demás ocho, cuya nominación me reservo; …

Artº 37.- Todos los demás oficios que había antes en el Principado, …

no expresados en este mi Real Decreto, quedan suprimidos y extinctos

(sic)…

Artº 53.- Por los inconvenientes que se han experimentado en los

somatenes y juntas de gente armada, mando no haya tales somatenes

ni otras juntas … so pena de ser tratados como sediciosos los que

concurrieren o intervinieren”

Decreto de Nueva Planta para Cataluña. 16 de enero de 1716

Así mismo las Cortes de Castilla y Aragón se unieron en una sola (las Cortes

Generales del Reino), pero perdieron capacidad legislativa pues el rey era quien

las convocaba, y apenas lo hacía (normalmente sólo para jurar su cargo como

rey)4.

Esta uniformidad institucional, siguiendo el modelo francés, se vio reforzada con

la creación de símbolos, como son la bandera bicolor, el himno oficial de España

(la “marcha real” o “de granaderos”) y el recibimiento del título de “Rey de las

Españas y de las Indias” a Felipe V y así en adelante (olvidándose el título de

Rey de Castilla, rey de Aragón, etc.).

4 Desde la Edad Media, en España, se reunían las Cortes de los reinos con el rey para tomar decisiones en

común, así como para aprobar decretos-leyes.

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Además llevó una administración centralizada para tener un control total de los

recursos; se modificaron los antiguos consejos, creándose algunos

especializados (de Estado, de Hacienda, etc.) válidos para todo el reino y otros

consejos que poseían competencias de poder en ámbitos territoriales más

reducidos (por ejemplo el Consejo de Indias o, el más importante, el Consejo de

Castilla), que aplicaban la política general en cada territorio. Los Borbones

introdujeron las secretarias de despacho, que eran organismos muy especializados, muy similares a los actuales ministerios (secretarias como las de

Guerra, Marina e Indias, Guerra, etc.). A ello se unían las capitanías generales donde mandaba el gobernador militar sobre las provincias militares

5; se crearon

las intendencias, según el modelo francés (el intendente6 era representante del rey en las provincias con plenos poderes en todos los ámbitos, siempre dentro de

las órdenes del rey). En la administración local nos encontramos con los

corregidores, algo como un alcalde, sólo que eran representantes del rey en la administración de los concejos o ayuntamientos.

Reformó el ejército, organizándolo en cuatro cuerpos (Infantería, caballería,

Artillería e Ingenieros), y suprimiendo los tradicionales tercios y usando el

sistema de brigadas, regimientos, batallones y escuadrones.

Por último recordar que, en 1713, Felipe V modificó el sistema de sucesión a la

Corona 7al imponer la Ley Sálica, que daba preferencia a la línea directa y, a

falta de varones en ella, a la colateral, con lo que se excluía a las mujeres. Con

esta ley no quería una nueva guerra de sucesión en el futuro.

“ Que por fin de mis días suceda en esta Corona el príncipe de

Asturias Luís, mi amado hijo, y por su muerte su hijo mayor varón

legítimo, y sus hijos y descendientes varones legítimos y por línea

recta legítima, … Y a falta del hijo mayor del Príncipe y de todos sus

descendientes varones de varones que han de suceder por la orden

expresada, suceda el hijo segundo varón legítimo del Príncipe y sus

descendientes varones de varones legítimos y por línea recta legítima,

… Y siendo acabadas íntegramente todas las líneas masculinas del

Príncipe, Infantes y demás hijos y descendientes míos legítimos

varones de varones, … suceda en dichos Reinos la hija o hijas del

último reinante varón agnado mío en quien feneciese la varonía y por

cuya muerte sucediere la vacante, …

Y en el caso de faltar y extinguirse enteramente toda la

descendencia mía legítima de varones y hembras …, es mi voluntad

que, en tal caso y no de otra manera, entre en la dicha sucesión la

Casa de Saboya, … Y quiero y mando, que la sucesión de esta Corona

5 Las provincias militares no tenían porque coincidir con los límites actuales de las provincias, es más

normalmente engloban a varias provincias limítrofes. 6 Eran el elemento principal del intervencionismo borbónico, pues en los momentos de guerra llevaba el

control de los recursos y de los avituallamientos, así como la administración de las finanzas; pero también

tenía la tarea de impulsar la riqueza general proponiendo todo tipo de iniciativas, lo que les convertía en

los pilares de la política de fomento, tan propio de la Ilustración. 7 El sistema utilizado hasta entonces para la sucesión eran “Las Partidas” desde el medievo, según el

cual el heredero de la Corona sería el primogénito varón o hembra y sus descendientes legítimos.

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proceda de aquí en adelante en la forma expresada, estableciendo

esta por Ley fundamental de la sucesión de los Reinos,…”

Ley Sálica. “Auto acordado” en mayo de 1713 por Felipe V

b.- Política internacional.-

La política de Felipe V a nivel internacional se orientó a consolidar la alianza

con Francia (frente a Gran Bretaña) y a superar los inconvenientes del Tratado

de Utrech. Así, y por influencia de su segunda esposa (Isabel de Farnesio),

ambicionó el dominio de los territorios italianos para coronar a los hijos de esta

como reyes en aquellas antiguas posesiones aragonesas, pero fracasó ante la

oposición de la Cuádruple Alianza (Austria, Holanda, Gran Bretaña y la propia

Francia); consiguiéndose al fin en 1738, cuando el futuro Carlos III obtiene el

ducado de Parma y fue coronado como rey de Nápoles y de Sicilia (se volvía a

conseguir la unidad política del Mediterráneo occidental, como en época de los

Reyes Católicos, hasta donde permitía el equilibrio de poderes continental de

Utrech).

En cuanto a consolidar su alianza con Francia se realizaron los Pactos de Familia, permitiendo ambos esta influencia española en el Mediterráneo. La influencia de Francia se notaba cada vez más, incluso en la política interna.

3.2.- El reinado de Fernando VI (1746-1758).-

El reinado de Felipe V se realizó en dos épocas, separadas por el gobierno de su hijo

Luis I, que falleció pronto. Tras la segunda época de reinado de Felipe V, a su muerte, le sucedió su otro hijo Fernando VI. A nivel internacional este monarca llevó una

política de neutralidad, lo que le permitió volcarse en la recuperación nacional, aunque

aparecía la amenaza en el Atlántico del creciente poderío británico.

Es destacar con este monarca la reforma de la Hacienda (porque tenían un sistema de

impuestos desiguales -por zonas y por súbditos-, injustos -al ser indirectos- e

insuficientes) para implantar un impuesto único, que resumiría la multiplicidad de los

existentes hasta entonces; así se hizo necesario un sistema eficaz de recaudación,

mediante funcionarios 8. Este reforma fue iniciada por el marqués de la Ensenada en

1749 en Castilla; llamándose así el Catastro de Ensenada. Los estamentos privilegiados (nobleza y clero) estaban opuestos a las reformas por lo que provocaron la

caída y el posterior destierro del marqués de la Ensenada, pues veían peligrar sus

privilegios. Esta reacción de los privilegiados duraría durante todo este reinado. El

Catastro, en sí, era el primer paso para la reforma, ya que recogía información

demográfica y económica para la posterior aplicación de la reforma.

8 La unificación de los impuestos se alcanzó tras establecer el montante global de la recaudación y se

adjudicó después a los pueblos de manera proporcional a la riqueza personal y a la renta de las tierras que

tuvieran sus habitantes.

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“ … las Rentas Reales han tenido en el año 1750 el aumento

anual de 5.117.020 escudos de vellón sobre las de 1742 que fue mayor

que el de algún otro de sus precedentes. … El aumento anual … es

efecto de la buena administración por la fortuna de haber encontrado

personas de integridad, celo e inteligencia que las manejase: pues

aunque yo fuera el que debía ser, si no hubiese tenido estos

instrumentos nada de provecho habría podido hacer …

También han contribuido en parte a este aumento la redención

voluntaria de algunos Juros y Alcabalas que son los dos fuertes

gravámenes que tienen las Rentas con especialidad las Provincias.

Hase procurado que no haya latrocinios y se han arrancado las

Rentas de las manos de los arrendadores … .

… Yo he consentido en que el valor de estas Rentas Provinciales

minorase este año y en los sucesivos porque todo pobre las paga y

pocos de los ricos y porque para que se recupere la Andalucía es

menester ayudarle todavía más; pero también he consentido en que

han de tener aumento que compense aquella baja, las de Aduanas y

Lanas que en la mayor parte satisfacen los Extranjeros; la de

Tabacos que estáfundada en el vicio … y la de la Sal por su mayor

consumo”.

Informe del marqués de la Ensenada a Fernando VI sobre el estado del país (1751)

Al fallecimiento de su esposa, Fernando VI delegó la gobernación del reino en eficaces

ministros, que buscaron la neutralidad en el plano internacional.

3.3.- El reinado de Carlos III (1759-1788).-

Tras el fallecimiento de Fernando VI sin sucesión directa, le siguió en el trono su

hermano Carlos III; para ello tuvo que abandonar el trono de Nápoles y Sicilia.

Su reinado se caracterizó por la intensa política reformista, que ya fue tímidamente

iniciada por los reyes anteriores; ello implicaba su incorporación al Despotismo

Ilustrado de otros reyes europeos, que buscaron el progreso, la modernización y la

racionalización del Estado, siempre y cuando no atentara contra el poder de la

monarquía absoluta. Se puede decir que el Despotismo Ilustrado fue la forma de ejercer el poder que adoptó la monarquía absoluta en el siglo XVIII, para modernizar la

sociedad a través de reformas; fue un intento de apuntalar el sistema del Antiguo

Régimen, que se desmoronaba, victima de sus propias contradicciones. Fue una política

reformista en lo social y en lo económico, no revolucionaria; evitaron la vía radical

porque estas reformas tenían que pasar necesariamente por la abolición de los

privilegios del clero y la nobleza, pero estos eran los pilares sobre los que se sustentaba

la propia monarquía

Los impulsores de estas reformas fueron ilustrados (conde de Aranda, conde de

Floridablanca, Campomanes, Olavide o Jovellanos entre otros) que se movieron en el

entorno de la Corona, ocupando cargos políticos desde los que potenciar este

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reformismo. Entendieron el despotismo borbónico como una palanca poderosa que

había que utilizar para remover las estructuras establecidas y sacar al país de la

decadencia. Desde sus cargos fomentaron la agricultura, la industria y el comercio, que

impulsó (aunque de forma limitada) la economía española; evitando la reforma radical

tomaron vías colaterales en la propiedad de la tierra (considerada fuente de riquezas,

fisiocracia) y su desigual reparto (venta y puesta en cultivo de baldíos y tierras y el

saneamiento de territorios encharcados o baldíos para su uso agrícola) pero sin alterar la

estructura de los latifundios de los privilegiados; con esto evitaban una reforma agraria,

pero evitaban también una solución definitiva, por lo que llegó la solución

revolucionaria pero pacífica con las Cortes de Cádiz a partir de 1810.

Con estas reformas, Carlos III, se enfrentaba a los grupos privilegiados, que se oponían

al programa de reformas; así encontramos diversas revueltas, como la del motín de Esquilache (1766), una compleja revuelta en la que los privilegiados instigaron a las masas populares ante la carestía y el precio de los alimentos, junto a la oposición al

excesivo poder de extranjeros en altos cargos del Estado. Todo ello confluyó en una

revuelta popular contra las medidas tomadas por el ministro Esquilache para el

saneamiento y orden público (limpieza urbana, alumbrado público, prohibición de

juegos de azar y uso de armas, así como el uso de sombreros chambergos y capas

largas). Aunque estos últimos son anecdóticos y poco profundos como causas.

“Mando que ninguna persona de cualquier calidad, condición y

estado que sea pueda usar …del citado traje de capa larga y

sombrero redondo para el embozo; pues quiero y mando que toda la

gente civil … use precisamente de capa corta (que a lo menos les falte

una cuarta para llegar al suelo) o de redingot o capingot y de

peluquín o pelo propio y sombrero de tres picos de forma que de

ningún modo vayan embozados ni oculten el rostro …”

Orden de Esquilache que prohibía el uso de ropa a la antigua usanza

Indumentaria habitual hasta el momento y la pretendida por Esquilache

Ante la extensión de la revuelta Carlos III destituyó a Esquilache (que será sustituido

por el conde de Aranda) y frenó sus reformas, pero en cuanto los motines cesaron,

volvió a su programa de reformas, cuyo fin era abolir algunos privilegios del Antiguo

Régimen:

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- A nivel social, se declararon honestas todas las profesiones, admitiendo

como mérito el trabajo para la consecución de algún título nobiliario, incluso

se fomentó las actividades profesionales de utilidad pública a la Corona para

estimular a la nobleza (para esto creó la Orden de Carlos III). Se quería

romper con el prejuicio de que era deshonroso su ejercicio para los nobles.

“Declaro que no sólo el oficio de curtidor, sino también las

demás artes y oficios … son honestos y honrados; que el uso de

ellos no envilece la familia ni la persona del que lo ejerce; ni la

inhabilita para obtener empleos municipales de la república …;

y que tampoco han de perjudicarlas artes y oficios para el goce

y prerrogativas de la hidalguía, a los que la tuvieran

legítimamente”.

Normas de Carlos III sobre la abolición de la deshonra legal del trabajo

- En el terreno religioso, Carlos III llevó una política regalista, que defendía

los derechos de la soberanía real en la intervención de los asuntos

eclesiásticos dentro del país (nombrar obispos, capacidad de retener o

impedir la publicación de las bulas papales, fundar monasterios, etc.). Así se

ordenó en 1767 en España y América la expulsión de los Jesuitas (Compañía

de Jesús, que posee un voto añadido a las demás órdenes, el voto de

obediencia al papado), lo que supuso un conflicto religioso y político, porque

se les acusaba que estos influían en el gobierno a través de sus antiguos

alumnos. Esta expulsión supuso un importante trastorno en las universidades

españolas, que pronto se convirtieron en baluartes contra el reformismo, así

como la ruina de las reducciones de los jesuitas en Paraguay9. Para esta

expulsión aprovecharon los acontecimientos del motín de Esquilache.

“…usando de la suprema autoridad económica, que el

Todopoderoso ha depositado en mis manos para la protección

de mis vasallos y respeto de mi Corona: He venido en mandar

extrañar de todos mis dominios de España, e Indias, e Islas

Filipinas, y además adyacentes a los Regulares de la Compañía,

así Sacerdotes, como Coadjutores o Legos que hayan hecho la

primera profesión, y a los Novicios que quisieren seguirles …”

Orden Carlos III de expulsión de la Compañía de Jesús (1767)

9 En esa política regalista, Carlos III luchó por el control de las universidades para someterlas a su

política, pues creía que estaban dominadas por los jesuitas o por antiguos alumnos jesuitas, pero, ante la

resistencia de estas, fomentó el nuevo espíritu a través de instituciones extrauniversitaras, como las

creación oficial de las Reales Academias (como la Real Academia de la Lengua, conocida como RAE, en 1714). En cuanto a las reducciones eran misiones jesuíticas en los pueblos (no en las ciudades) de

Paraguay, donde esta orden religiosa asumió la tutela y defensa de los indios frente a los abusos de los

colonizadores.

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La política regalista o regalismo era la doctrina, propia del Despotismo Ilustrado, que defendía los derechos del rey a intervenir en los asuntos

eclesiásticos. Se pretendía reducir el poder de la Iglesia, que esta mantenía

gracias a su control de gran parte de la tierra, las parroquias y obispados, las

escuelas y colegios, así como la influencia política de los antiguos “colegia-

les” de los jesuitas (como Ensenada).

- Desde el punto de vista económico, decidieron acabar con las trabas que

inmovilizaba la propiedad, que entorpecían la libre circulación, etc. Así:

o Limitaron los privilegios de la Mesta.

o Se llevó a cabo una reforma agraria para aumentar el número de

propietarios y arrendatarios (intentando reducir los jornaleros), para

lo cual se colonizaron nuevas tierras como las de Sierra Morena. Ello

influidos por las ideas fisiócratas, que consideraban que el poder

económico de un país radicaba en la tierra y la agricultura.

o Adoptó políticas poblacionistas, pues pensaban que un aumento de

población era buena para promover el desarrollo de la agricultura y la

industria.

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o Fomentó las infraestructuras para mejorar el transporte y la libre

circulación de mercancías y capitales.

o Acabó con el monopolio de Cádiz en el comercio con las colonias

(que antes había detentado Sevilla), estableciendo una cierta libertad

en diferentes puertos, como el de Málaga.

o Apoyó la actividad industrial, a través de liberalizar el proceso

industrial, abandonando la gestión de la Corona de las Reales

Fábricas, se establecieron aranceles que buscaban el proteccionismo

(que defendía la industria nacional frente a la competencia exterior).

o Se estabilizaron los impuestos. Campomanes y el conde de

Floridablanca, que pretendía una reforma fiscal como la iniciada por

Ensenada, que afectase también a los privilegiados, pero el rey no

quiso llegar a tanto y se negó.

Para fomentar el desarrollo de la agricultura, comercio e industria en las provincias, tras

estudiar sus deficiencias, se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País, que también traducían y publicaban libros extranjeros e impulsaban las ideas liberales.

Pero gran parte de las reformas se enfrentaba decididamente con la nobleza, lo que

significaba destruir la base de desigualdad civil sobre la que se asentaba la propia

monarquía absoluta; y reformar tenía como límite el poder del monarca y mantener la

estructura del Antiguo Régimen10.

A nivel internacional, Carlos III fortaleció la amistad con Francia y la hostilidad hacia

Inglaterra, debido al dominio de Gibraltar y Menorca, con la firma con Francia el tercer

Pacto de Familia, entrando en la guerra de los Siete Años, a fin de frenar a Inglaterra en

el ámbito americano. Como consecuencia de esta guerra, España perdió la Florida y

Francia perdió Canadá, pero con ocasión de la guerra de los colonos americanos contra

la metrópoli (Guerra de Independencia de los Estados Unidos), España y Francia apoyaron a los colonos independentistas y recuperamos la Florida, Sacramento

11 y

Menorca. España había encontrado su puesto en el tablero internacional, merced a su

gran imperio colonial y su alianza con Francia.

“Los socorros estipulados en los artículos precedentes … han de ser

considerados como una obligación inseparable de los vínculos del

parentesco y amistad de la unión íntima que desean los dos Monarcas

contratantes se perpetúe entre todos sus descendientes … se ha

convenido que luego que los dos estén de guerra declarada contra el

mismo o los mismos enemigos, … ocupará su lugar, la de hacer la

guerra juntos …”

Artículo 16 del tercer Pacto de Familia (1761)

“Toda Europa debe ya conocer el riesgo a que está expuesto el

equilibrio marítimo, si se consideran los ambiciosos proyectos de la

10 Así los propios ilustrados, como Floridablanca, con el tiempo, vieron con espanto los efectos de sus

ideas ilustradas en la Revolución Francesa. 11 Sacramento había pasado a manos de Portugal tras la derrota en la guerra de los Siete Años contra

Inglaterra, así como la Florida y los territorios situados al este y al sureste del río Mississipi; a cambio

Francia, para compensar estas pérdidas territoriales, cedió a España la Luisiana.

16

Corte británica y despotismo que intenta arrogarse en todos los

mares…

Siendo tan justa la oposición del Rey Católico a tan desmesurados

designios de ambición y codicia de los ingleses, y provocado por la

indecente cuanto ofensiva conducta del ministerio británico en la

arrogancia con que su embajador ha amenazado a Su Majestad

Católica con la guerra, si no se le comunicaba el Tratado (tercer

Pacto de Familia) que se decía hecho por Su Majestad Católica con el

Rey Cristianísimo, y viéndose actualmente ya atacado por una

declaración formal de guerra publicada contra España el día 4 del

mes pasado de enero, Su Majestad Católica se ha determinado a unir

sus fuerzas a las de Francia para la presente guerra”

Pacto militar por el que España entraba en guerra contra Gran Bretaña (1762)

4.- Conclusión.-

Como vemos es un siglo lleno de cambios y de reformas, que se producen con la llegada

de los Borbones, pero que también con ellos llegará el auténtico cambio, un cambio

radical y súbito, es decir, una revolución; hablamos de la Constitución de Cádiz de

1812, que es una revolución de hecho, aunque pacífica.