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LOS MEXICANOS Y EL VECINO DEL NORTE: A 10 AÑOS DEL TLC
Jorge Buendía Laredo* Publicado en la revista Proceso, 4 de enero de 2004
Este 1 de enero se cumplieron diez años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN). Dicho tratado significó un cambio histórico en nuestras relaciones con
los Estados Unidos. En lugar de ver a los Estados Unidos como adversario, se reconoció que la
vecindad tenía sus ventajas y que había que aprovecharlas. De otra manera, sólo pagaríamos los costos
de la vecindad sin disfrutar de sus beneficios. Del mismo modo, para estadounidenses y canadienses, el
TLC significa el reconocimiento de que, a pesar de la disparidad con México, los tres países conforman
un área que los une y distingue del resto del mundo. A diez años del TLC, ¿cómo evalúan los
ciudadanos de los tres países al TLC? ¿ cómo perciben a la inversión extranjera y al libre comercio?
¿Cómo ven los mexicanos, y el resto del mundo, al gobierno de George W. Bush?
Para contestar estas preguntas haremos uso de la encuesta internacional que Ipsos realiza
trimestralmente en 10 países (Alemania, Inglaterra, España, Francia, Italia, Japón, Rusia, Canadá,
Estados Unidos y México). Los datos que utilizamos en este artículo provienen de las encuestas de
septiembre y noviembre de 2003. En todos los países se aplicó el mismo cuestionario a 1000 personas
en forma telefónica, con la excepción de Rusia y México donde las entrevistas fueron cara a cara. En
todos los casos las encuestas son representativas a nivel nacional. En México, la encuesta la realizó
Ipsos-Bimsa.
¿A quién beneficia el TLC?
La mayoría de los ciudadanos de los tres países que integran el TLCAN consideran que el
acuerdo comercial ha beneficiado más a los otros dos países que al suyo propio. Únicamente 26 por
ciento de los mexicanos considera que el TLCAN ha beneficiado más a México que a Canadá y a
* Director de Opinión Pública de Ipsos-Bimsa
Estados Unidos (ver cuadro 1). Pero la misma percepción la tienen estadounidenses y canadienses: sólo
el 18 por ciento de estos últimos considera que el TLCAN ha beneficiado más a Canadá que a Estados
Unidos y a México. En suma, la constante es que en todos los países se percibe que el acuerdo
comercial ha sido poco benéfico para quiénes lo integran.
Mexicanos y canadienses son más críticos del TLC. Dada la disparidad económica, canadienses
y mexicanos probablemente piensan que el TLC ha generado más beneficios a E.U. que a cualquier
otro país. La mayoría de los estadounidenses (44%), por su parte, tiende a pensar que si bien ellos no se
han beneficiado, tampoco lo han hecho los otros países.
Cuadro 1 ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente afirmación?
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte beneficia más a [México/Estados Unidos/Canadá] que a [nombre de los otros dos países que forman el TLC]
Noviembre 2003
1823
26
36
44
34
43
26
40
05
101520253035404550
Canadá Estados Unidos México
AcuerdoNeutralDesacuerdo
¿Cómo explicar la percepción poco positiva sobre el TLCAN ? Dos explicaciones parecen
plausibles. En primer lugar, la evaluación del acuerdo está fuertemente influida por la percepción que
se tiene de los países que lo integran, es decir, la evaluación no se basa en los resultados concretos del
acuerdo sino en cómo ven, por ejemplo, los mexicanos a Estados Unidos y a Canadá (en particular al
primero). En el caso de México, la historia de las relaciones con E.U. dificulta creer que un arreglo
económico entre ambos países nos beneficia. El comportamiento imperial de la política exterior de
Estados Unidos sólo refuerza esta percepción. En el caso de la opinión estadounidense, a los vecinos
del norte les es difícil aceptar que un acuerdo comercial con un país subdesarrollado pueda traerles
beneficios. Para algunos el acuerdo se piensa más como un juego de suma cero, donde lo que un país
gana (México), lo pierde el otro (E.U). El argumento más socorrido en este sentido es que empleos
estadounidenses se trasladan a México gracias a su mano de obra barata.
Una segunda explicación de porqué se percibe negativamente al TLCAN tiene que ver con el
nacionalismo económico. La cercanía con los Estados Unidos probablemente lleva a que en México y
Canadá el libre comercio se equipare con una mayor integración con los Estados Unidos. Desde esta
perspectiva, el TLC ha incrementado la dependencia de mexicanos y canadienses hacia los Estados
Unidos, es decir, ha hecho más vulnerables a sus gobiernos y a sus ciudadanos. En el cuadro 2, se
aprecia que, de un conjunto de 10 países, los mexicanos son quiénes ven de manera más negativa a las
compañías extranjeras: 73 por ciento de los mexicanos considera que tienen demasiado control e
influencia sobre la economía mexicana. En segundo lugar se encuentra Rusia y en tercero Canadá.
Llama la atención que los europeos tienen una opinión más favorable de las compañías transnacionales
que los ciudadanos del TLCAN. La integración, y cercanía, con la economía estadounidense es
posiblemente la explicación de que mexicanos y canadienses sean más críticos de las compañías
transnacionales que en otras latitudes. Para ellos compañía transnacional es sinónimo de compañía
estadounidense.
Cuadro 2 Las compañías extranjeras tienen demasiado control e influencia sobre la economía de [nombre
del país donde se realiza la encuesta] Porcentaje de personas que están de acuerdo con la afirmación
Septiembre 2003
33
35
46
47
49
49
51
52
55
56
62
73
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Alemania
Japón
Total Unión Europea
Francia
Gran Bretaña
E.U.
Total 10 paises
España
Italia
Canadá
Rusia
México
La opinión sobre G.W.Bush
Al igual que la evaluación del TLC, la opinión sobre George W. Bush está condicionada por la
opinión sobre Estados Unidos y particularmente por la reciente guerra con Irak. Dada la oposición casi
universal a la guerra, es comprensible que la opinión internacional tenga una evaluación negativa del
desempeño del presidente estadounidense. En el conjunto de los 8 países encuestados, el 60 por ciento
de los ciudadanos tiene una opinión negativa de George W. Bush. La mayor oposición a Bush se da en
Francia, país que propuso una solución alterna al conflicto con Irak. En general, los europeos son
quienes tienen la opinión más negativa sobre la actuación internacional del presidente estadounidense.
En México y Canadá también predomina la opinión negativa sobre el presidente de Estados
Unidos: 61 por ciento de los mexicanos tiene una opinión negativa y sólo el 28 por ciento tiene una
opinión positiva. Los canadienses son todavía más críticos de Bush: 72 por ciento tiene una opinión
negativa de él.
Cuadro 3 ¿Cuál es su opinión del desempeño del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, en los
asuntos internacionales: muy positiva, algo positiva, algo negativa, muy negativa? Noviembre 2003
57
3142
60
60
61
66
72
79
83
85
35
28
29
27
10
14
11
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
USA
Italia
Total 8 países
México
Gran Bretaña
Canadá
España
Alemania
Francia
Muy/Algo positiva Muy/Algo negativa
Como es de esperar, los estadounidenses tienen una opinión positiva sobre su jefe de Estado. La
guerra con Irak le sirvió a Bush para generar respaldo a su gobierno y a su persona. En situaciones de
crisis internacionales y de guerras, nuestros vecinos del norte se aglutinan en torno a su presidente y sus
políticas. Es muy significativo, por ejemplo, que la revista Time haya nombrado al “soldado
estadounidense” como el personaje del año en 2003.
En suma, a diez años del TLC y en vísperas de la visita de George W. Bush a nuestro país, la
opinión de mexicanos, canadienses y estadounidenses sobre el TLC enfatiza las desventajas más que
los beneficios. Independientemente de los logros económicos del Tratado, la percepción sobre éste
sigue dictada por la historia y la política internacional.
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