Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II
La escuela como experiencia: sentidos de la docencia y laEducación en el encierro.
Introducción
El presente trabajo fue realizado en el marco de la Psicología del adolescente, bajo la
consigna “Problemáticas de los sujetos en el seno educativo”. Este trabajo permitió
revisar el campo desde una nueva óptica: la emoción y la corporalidad como
instancias constructoras de cuerpos, identidades y relaciones sociales. De esta
manera, en este trabajo se considera a la emoción y la corporalidad como
dimensiones de acción simbólica constructoras de la identidad docente en el encierro,
al tiempo que configuran las prácticas y relaciones sociales que constituyen la
cotidianidad de la experiencia educativa con jóvenes privados de la libertad.
Se toma como caso la gestión del Programa de Educación Secundaria en Contextos
de Encierro, dependiente del Ministerio de Educación de la Nación. Este Programa se
crea a fines del año 2003 en base a acuerdos entre organismos nacionales y
municipales, con el objetivo de brindar educación de nivel secundario a los/as jóvenes
que se encuentren privados/as
de la libertad en institutos de
régimen cerrado en el país. En
este punto es necesario
reparar en dos cuestiones. La
primera se refiere a la distancia
entre el escenario normativo
actual y el vigente en la
creación de dicho Programa,
fundamentalmente la sanción
de dos leyes: la Ley de
Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en el año 2005,
que promovió cambios en la administración y orientación de los institutos de régimen
cerrado, y generó un nuevo frente discursivo en el campo de la Niñez. Asimismo, la
sanción de la Ley Nacional de Educación en el año 2006, que estableció la
obligatoriedad de la educación secundaria y creó la Modalidad de Educación en
Contextos de Encierro. La segunda cuestión, también focaliza en el tiempo pero en un
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sentido procesal, es decir, el grupo de docentes entrevistados participó de la etapa
fundacional del Programa y continúa trabajando en la actualidad, condición que los
posiciona como testigos, pero también como artífices de los cambios promovidos por
las reformas legislativas mencionadas. Así, para los docentes la instancia de
entrevistas constituye un momento de reflexividad, donde la emoción permite hacer
comunicable un saber no-discursivo.
El escenario cotidiano en que los/as docentes en cuestión desarrollan su trabajo,
supone la articulación de dos jurisdicciones, sumada a la articulación de dos
instituciones, una dentro de la otra: “la escuela” en “la cárcel”. En este marco, el
presente trabajo se propone analizar y describir de qué manera las narrativas
docentes devienen en narrativas de emoción, mediante las cuales los/as docentes
redefinen la función de la escuela y el sentido de la educación en la modalidad
educación en contextos de encierro. En otras palabras, no es el objetivo de este
trabajo realizar un análisis de las instituciones “escuela” y “cárcel”.
Entonces, este trabajo centra la atención en los/as docentes por un lado, en el plano
de la significación que éstos/as dan a su trabajo y en los estudiantes en este contexto
de encierro que se convierten en protagonistas dejando ver su costado más sensible.
Las entrevistas fueron realizadas entre junio y septiembre de 2011, fuera del ámbito y
horario escolar, en el marco de un proyecto interno del Programa que tenía por
objetivo reconstruir la historia del Programa, está iniciativa no prosperó. Los nombres
de los/as docentes no son ficticios homenajeando de este modo los labores realizados
que la gran mayoría de las veces descansan en el anonimato.
El reconocimiento la relevancia de su distinción en el “día a día” escolar, se debe a la
inserción laboral en las diferentes unidades penitenciarias que funcionan en nuestro
país. En este sentido, la entrada al campo es anterior a la construcción del problema
de investigación. Si bien esta situación implicó un cuidado metodológico especial,
permitió entablar un dialogo entre las entrevistas y las situaciones de campo.
Asimismo, se considerarán las narrativas docentes como narrativas de emoción, esto
es, como relatos que transforman acontecimientos en mensajes, hechos en ejemplos,
afirmando no sólo el estado interno de los sujetos, sino también, las relaciones que
vinculan sujetos y eventos, interpelando, de este modo, la emotividad del lector.
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De este modo, abordar el análisis de las narrativas docentes desde las dimensiones
de la emoción y la corporalidad, permite indagar en los sentidos que los/as docentes
construyen respecto de la institución escuela, de la educación en general, y, en
particular, con jóvenes detenidos.
Interrogantes que apuntan, a su vez, a los
procesos de construcción del sujeto
alumno, y, por lo tanto, del sujeto
docente. En este punto, los sentidos de la
relación docente-alumno son, también, un
foco de especial interés.
La escuela en la cárcel: ser docente
“afuera” y ser docente “adentro”
La historia de la educación secundaria en
los Institutos de Seguridad o
Penitenciarías o Unidades Penitenciarias,
es reciente.
A fines del año 2003 se firma un convenio
entre el Consejo Nacional de Niñez,
Adolescencia y Familia, y el Ministerio de
Educación de la Ciudad de Buenos Aires,
en el cual se le asigna a la Dirección del Área de Educación del Adulto y del
Adolescente, la implementación del Programa de Educación Media en Contextos de
Encierro (de ahora en más el Programa) en dichos Institutos, dependientes. Hoy por
hoy el 45% de los reclusos del país constituye la matrícula de nivel secundario.
El proceso de “instalar la escuela” es narrado por los/as docentes como complejo,
dificultoso, cargado de angustia y de desgaste. La participación en la etapa inicial del
Programa convierte a los/as docentes en artífices primeros del proceso de “instalar la
escuela”, en protagonistas y (únicos) testigos de la experiencia de educación
secundaria en contextos de encierro. Además, su tarea adquiere un plus de
importancia, ya que, con anterioridad a tal Programa, no había educación secundaria
en los Institutos, históricamente se brindaba educación primaria, cuyo plantel docente
dependía de la institución de seguridad, no del Ministerio de Educación.
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Los primeros tiempos del Programa son recordados por Ricardo Luís “Caio” Mendoza,
docente que también es miembro del Programa “Educación en Contexto de Encierro
del Ministerio de Educación de la Nación”a partir de la siguiente situación:
- Los pibes te decían,
“no quiero estar acá”, y
te amenazaban, “cuando
yo te vea en la calle” un
día me hincharon tanto
que me fui del aula,
todos los empleados
viéndome, y bueno,
indirectamente, no era
mi intensión para nada,
pero se armó un
despiole bárbaro, intervinieron las autoridades, llamaron a los pibes, se los castigó, y
después los pibes me echaban la culpa a mí de haber hecho eso, me decían que
pateé las rejas, como dicen ellos, y yo siempre les decía que las rejas las habían
pateado ellos, que, los que llamaron la atención fueron ellos, que yo simplemente
reaccioné como alguien que se sintió sobrepasado por una conducta de 6 o 7
personas”
Conversando con otro docente sobre el inicio del Programa, pasado y presente de la
escuela en los Institutos aparece en términos de “dos mundos diferentes”, en tanto
implican diferentes grados de “desafío” al ejercicio docente. Así, el docente afirma “hoy
entrar al programa es sencillo”, refiriéndose principalmente a la poca dificultad en el
dar clases.
Explica, que en el comienzo los jóvenes se resistían a asistir a la escuela, se portaban
mal, no se quedaban sentados, escupían en el piso del aula, se agredían, no lograban
mantener la atención más de veinte minutos. Con estas imágenes el docente revive el
escenario fundacional. La ansiedad sentida en las primeras clases y el temor que le
inspiraron los jóvenes en los primeros encuentros, poco tiene que ver con la
satisfacción actual de ver a los jóvenes demandando por ir a la escuela,
comportándose como los alumnos que todo profesor anhela: ya no escupen en el piso,
tampoco se golpean, o lo hacen con menor frecuencia. El docente marca el pasaje de
la resistencia total a la demanda efectiva: el pasaje de “preso” a “alumno”.
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Participar, y resistir, en la etapa inicial del Programa implicó para estos docentes
conocer y comprender los códigos de los jóvenes y de la institución, este aprendizaje
es, en si, la experiencia del precursor, dificultosa y angustiante: el temor, la ansiedad y
la impotencia son algunos de los campos semánticos a partir de los cuales los
docentes reconocen y definen las situaciones vividas en los comienzos del programa.
Las situaciones relatadas por los docentes constituyen experiencias emocionales, en
donde emoción implica conjuntamente significado y sensación, pensamiento y
sentimiento, cuerpo y mente. En palabras de una docente, “(empleados de seguridad)
éstas personas son los dueños de casa…nosotros vivimos con ellos, pero ellos
deciden cuando hay clases o no hay clases, o por ejemplo algo que altera mucho el
funcionamiento de la escuela es cuando hay requisa, yo la primera vez que estuve en
una requisa, ¡¡¡hay!!! Sentí un escalofrío en el cuerpo porque fue entrar al instituto y
sentir un silencio, hay Dios mío, horrible te juro se cortaba con cuchillo…Y claro ese
día no hubo clases, y ves como nosotros nos vemos afectados por cosas que son
totalmente ajenas a nosotros como escuela”.
Al tiempo que los/as jóvenes aprendieron a socializarse en “lo escolar”, los/as
docentes aprendieron a socializarse en el encierro. El caso del docente que se siente
sobrepasado por las actitudes de los jóvenes, tanto, que abandona el aula, luego debe
enfrentar las consecuencias que, su acción en el ámbito de la escuela originó en los
otros ámbitos de la institución, da cuenta de cómo la experiencia emocional involucra
conjuntamente pensamiento y sentimiento, mente y cuerpo: el docente comprendió
que todo lo que sucede en el ámbito de la escuela repercute en otros espacios del
instituto, y viceversa. En la etapa inicial del Programa, junto a la resistencia de los
jóvenes, los/as docentes
señalan la resistencia de la
institución. La figura de “la
guardia” / “empleado de
seguridad”, deviene cuerpo
institucional. Para los/as
docentes aquellos, “los
dueños de casa”, son el
encierro.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IILa expresión “patear rejas” se refiere a llamar negativamente la atención de la
guardia, lo cual puede implicar una represalia, ya sea, castigo físico, aislamiento,
traslado, o una serie de restricciones como, por ejemplo el uso del teléfono. Además,
el hecho por el cual se llamó la atención de la guardia consta en los informes que
éstos, junto al equipo técnico (psicólogos/as, psiquiatras, asistentes sociales), elevan
al Juez. Tratándose de jóvenes judicializados, se comprende la relevancia que cobró
la acción del docente, que, sobrepasado por la (mala) conducta de los jóvenes
abandona el aula.
En los relatos de las docentes el proceso de “instalar la escuela” implicó experimentar
el encierro. Esta vivencia es, justamente, la que las legitima como portadoras de un
saber especial, y las constituye en “auténticas” docentes de contextos de encierro.
Una de ellas narra la situación de requisa, también, en las entrevistas señalan la
quema de colchones, los días de visita, los días posteriores a la visita, las salidas a
“comparendo” (audiencia en el juzgado), como situaciones particulares del contexto de
encierro, que originan en los jóvenes un “vaivén anímico” especial, y en la institución
un movimiento de personal especial, con todo esto los/as docentes deben lidiar para
llevar adelante la jornada escolar. En este sentido, siguiendo los postulados de la
perspectiva fenomenológica de la percepción, la corporalidad resulta clave de dicho
proceso, en tanto cuerpo y ego constituyen una unidad de presencia. Para referirse al
trabajo en el Instituto otra docente utiliza el término “doble desgaste”, por un lado
señala las competencias escolares de los jóvenes, insuficientes, por otro lado, insiste
en las características del “entorno”, describiendo la “densidad” del Instituto: el golpeteo
del candado en la reja que se cierra tras de ella, en cada una de las cuatro rejas que
debe cruzar para llegar a la escuela, y el olor a caroína que la acompaña el resto del
día.
Afirmar que el cuerpo es condición permanente de
existencia, implica reconocer al cuerpo no como un mero
medio de expresión del mundo, un objeto de éste, por el
contrario, el cuerpo es un medio de comunicación con el
mundo.
La superación de la escisión entre el ego y el cuerpo restituye al sujeto la capacidad
de agencia en la constitución de su subjetividad, de acuerdo con Jackson (1983) la
experiencia corporal es un medio de conocimiento en si misma y no meramente una
forma de expresar algo que está por fuera de la experiencia corporal. De esta manera,
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIel proceso de “instalar la escuela” es la experiencia incorporada en la cual los/as
docentes construyen ese saber respecto de la institución de encierro, sus ruidos, sus
olores y del tono de los (sus) trabajadores, estableciendo la diferencia entre la escuela
- y - la cárcel en términos de afuera-adentro: “nosotros” “ellos”. Desde esta oposición
los/as docentes construyen su ser docente: “nosotros somos el afuera”.
Por ejemplo, los docentes señalan que: los días de visita los jóvenes están ansiosos
por recibir visita lo que dificulta el dictado de clases. Los días posteriores a la visita
algunos jóvenes están tristes o enojados por lo que les sucedió en la visita, otros
están bajo el efecto de alguna droga que entró con la vista, por lo tanto se complica el
dictado de clases. También, cuando hay muchos jóvenes citados a comparendo el
personal de seguridad se ve afectado a dicha tarea y se suspenden las clases, o solo
se dictan para un pabellón.
Lógicas encontradas: transformar al interno en alumno
Entrevista telefónica a Marcos Gorostiaga, miembro del Programa “Educación en
Contexto de Encierro” del Ministerio de Educación de la Nación.
- Yo creo que los pibes lo valorizan más que la institución, que se dan cuenta que una
cosa es la escuela y otra el instituto, yo creo que ellos se dan cuenta. Nosotros
tenemos que tener bien en claro que molestamos, que jodemos en los institutos
¡somos una piedra en el zapato de ellos (empleados de seguridad), eso está muy
claro!
- ¿Por qué?
- Porque rompemos la lógica de ellos. A ver, ¿un empleado qué es lo que quiere?
¿ que el pibe este metido adentro porque es la mejor manera de llevar el adelante,
desde su óptica, su lógica de trabajo, para qué tengo que llevar y traer a los pibes?
Además, ellos ven, con su línea de pensamiento, que estos pibes, ¡¿para qué la
escuela?! Yo he visto cosas de los empleados bastante jodidas, por ejemplo cuando
los pibes van en hojotas al colegio, yo he visto empleados haciéndose los sotas
tirándoles cigarrillos encendidos a los pies de los pibes.
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- ¿Cómo fue?
- Y bueno, porque los tipos manejan esto, la lógica del carcelero, es esa”…
La situación extrema que el docente relata, el maltrato cotidiano que reciben los
jóvenes, es suficiente para que él señale dos
posicionamientos morales opuestos y
enfrentados.
El relato de otra docente señala otro nivel de
la “lógica” institucional, si se quiere más sutil:
la negativa injustificada cuando quiso
proyectar una película y convidar bizcochuelo
a los jóvenes, es experimentada por la
docente como fuente de angustias, también,
como otra forma de privación/castigo a los
jóvenes.
Los relatos dan cuenta de la diferenciación
entre la escuela y el instituto, a su vez, señalan el carácter que, para estos docentes,
asume la articulación entre las dos instituciones. Esta situación se expresa a partir de
la relación entre los docentes-la guardia, ambos percibidos como cuerpos
institucionales, esto es, representantes de los atributos morales y políticos de cada
institución. Esta articulación es leída-vivida en términos de choque de “lógicas”. El
ingreso de la escuela a los institutos representa, entonces, una situación de conflicto y
confrontación. Si bien esta situación fue más intensa al inicio de la experiencia,
constituye, todavía, el escenario cotidiano de la práctica docente en contextos de
encierro. No obstante, como indica una docente “con el pasar del tiempo algo
cambió…”, dando cuenta de la capacidad de negociación entre los/as docentes y el
personal de seguridad. Mientras que en el caso del docente, el choque de “lógicas” da
cuenta de dos proyectos disímiles, casi irreconciliables.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIEn esta situación, representada como choque de dos “lógicas”, los/as docentes
ejercen la docencia y construyen su identidad profesional, dando sentido particular al
“ser docente adentro”, es decir, en contextos de encierro.
En palabras del docente,
(Marcos Gorostiaga)
- Los mismos pibes te lo dicen: “vos no tenés que trabajar acá, vos te tenés que
buscar un lugar mejor….” Esa cuestión de decir, “¿no se por qué estás acá?”. Y vos le
decís que estás acá porque crees en ellos, porque te interesa trabajar junto a ellos, no
solamente porque te interesa que tengan clases, sino porque crees que pueden hacer
de su vida otra cosa. Que a mí no me interesa lo que habían hecho, que lo que hiciste
no me importa. Para ellos era muy loco que alguien tuviera ganas de ir a trabajar con
ellos, a compartir cosas con ellos. Vos acá no podes estar si no tenés convicciones
respecto de los chicos. Hay gente que te dice: “estos pibes van a estar siempre en la
misma”, si vos crees eso no tenés que estar trabajando acá”
Tal como aparece en el relato, las “lógicas”, la “óptica”, la “línea de pensamiento”, que
distinguen la “lógica de la escuela” y la “lógica del instituto” son las diferentes maneras
de concebir a los jóvenes: son alumnos, o, son presos. Estas concepciones se
expresan en las actitudes, los valores y las conductas que distinguen los modos de
relacionarse con los jóvenes, y los objetivos de dichas
relaciones. De esta manera, es posible pensar el grupo
docente como una comunidad emotiva. Es decir, los/as
docentes comparten una serie de emociones que
establecen modelos de sentimiento y de
comportamiento, a partir de los cuales éstos/as se
relacionan con los/as jóvenes y con “la guardia”. En este sentido, la emoción se
constituye como ideología. Ejercer la docencia en un instituto de régimen cerrado es,
para los/as docentes, una experiencia emocional que implica relaciones y posiciones
morales: el trato humanizado que brindan a los jóvenes representa una acción que
busca restituirle, a los jóvenes, su condición de persona. La experiencia emocional es
una experiencia pública, social e histórica, es un fenómeno social en el cual los/as
docentes conciben el pasaje de interno a alumno, en términos de no- persona a
persona. En este sentido, en la práctica docente tiene lugar el pasaje de lo moral a lo
político.
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Cuando la profesión es vocación: el “perfil” docente de contextos de encierro
(Marcos Gorostiaga)
- Yo trabajé siempre en una escuela con el 7º grado en Ciudad Oculta, ¿si? Había
pibes que eran repetidores, pibes que eran bravos. Y conocía el barrio, conocía el
paño, ¿a qué voy? a que muchos de los pibes de los institutos vienen de ahí. Y me
pasó de encontrarme pibes (…) conocía el paño por el barrio, me he metido varias
veces en Ciudad Oculta a alquilar una canchita, otra vez al velorio de una nenita…por
lo tanto, más o menos el tema del miedo no lo tenía, las dudas tampoco. Siempre el
tema de mirar con respeto y un poco con distancia. Ahora no, ahora para mi es como
cualquier colegio, a veces no me doy cuenta de donde estoy, y tendría que darme
cuenta de donde estoy. Para mí son pibes como de cualquier colegio. No me pongo a
pensar en lo que hicieron, si me lo pongo a pensar es desde la reflexión de decir,
¿¿¿cómo este pibe está acá??? Si es macanudo, simpático, inteligente, amable,
¿¿¿qué pasó??? Desde la reflexión, si no, ni me pregunto que hicieron”
La docencia dentro de un Instituto de jóvenes en conflicto con la ley penal aparece
como la continuación de la docencia en “la villa”, porque “los alumnos son los mismos”.
La condición social marginal explica, de alguna manera, la situación de encierro: por
más amable e inteligente que sea el chico, en un contexto como la villa tiene
probabilidades de incursionar en algún asunto ilegal y o delictivo.
En los relatos de los/as docentes, la relación entre lo individual y lo social, como
causante del encierro, es compleja y confusa. Si bien desarrollaré esta cuestión en el
análisis de la construcción del sujeto “alumno”, cabe señalar cómo la complejidad de
esa dimensión, responsabilidad social-individual, cobra sentido dentro del sistema de
valores con que cada docente explica, para si mismo, su profesión en términos de su
persona. Es el caso del docente, que al hablar de la decisión de incorporarse al
Programa describe a su familia, explica que pertenece a “una familia muy católica”, su
hermano es cura, y “una familia de docentes” su hermana y su padre son docentes.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IILuego, dice que en su familia él es “el cuestionador”, en el sentido de que trabajar en
los Institutos es “mi lado cristiano”.
Entrevista telefónica a Alcira Victoria Daroqui, Investigadora del Instituto Gino
Germani- Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos. Profesora del
programa UBA XXI en la Unidad penal Cárcel de Devoto.
- Yo me di cuenta de que a estos chicos hay que tratarlos bien que en la medida en
que vos lo tratas bien el pibe responde bien. Él nota que no hay agresión por parte
tuya. Las veces que un pibe me ha dicho, “¿Por qué usted está acá?” “Pero si usted
sabe tantas cosas por qué no se va a una empresa” “usted ganaría mucha más plata”,
pero sabes una cosa, les digo, a mi no me interesa ganar más plata, a mi me interesa
la docencia, me hace feliz lo que estoy haciendo. Esas cosas también te van
demostrando que ellos valorizan lo que vos haces. Cuándo pasa el tiempo yo me doy
cuenta de que sentía felicidad de ir a los institutos cosa que nunca me pasó en los
colegios, yo voy a trabajar contenta. Entonces, yo pensé lo que me estaba pasando e
s que yo notaba que éstos pibes sacaban de mi lo mejor, no se cómo! Por eso te digo,
yo soy la agradecida, yo agradezco lo que estos chicos hacen con migo, yo ya te digo,
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIyo reafirmé un momento de cosas mías, yo soy creyente, ¿no? Y realmente creo que
Dios me puso en el camino de estos pibes, y por algo será, yo soy feliz de estar ahí,
de estar con estos chicos”
Este último relato sitúa a la profesión en términos de vocación, la docencia aparece
como realización personal en tanto implica una entrega incondicional y desinteresada.
Para los/as docentes la experiencia docente en contextos de encierro significa
revalorizar y o reafirmar su profesión, pero, también su persona.
Conceptos de Autor I
Según Lutz (1986) el concepto emoción es una categoría cultural occidental que se
basa en el sistema de significados propio de occidente, por lo tanto, involucra una
serie de valores que sólo se explican en relación con el contexto histórico-social-
cultural en el cual suceden. Sien embargo, señala la autora, dentro de las ciencias
sociales los usos del concepto emoción refuerzan la separación hechos-valores,
situando a los últimos en el plano de lo estrictamente personal, negando de esta
forma, el potencial analítico del
concepto de emoción. En los
relatos de los/as docentes esta
escisión no es tal, hechos y
valores se implican uno a otro.
Además, sostiene Lutz, la
emoción es pensada a partir de
una relación de contraste con dos
nociones: respecto del
pensamiento, la emoción resulta negativa, mientras que, respecto de la alienación, la
emoción resulta positiva. Estas valoraciones, afirma Lutz, inscriben al concepto de
emoción dentro del sistema de relaciones de poder, siendo su función principal el
mantenimiento de dicho sistema. En la experiencia docente en contextos de encierro
la experiencia emocional es valorada positivamente, pues los/as docentes reivindican
la sensibilidad afectiva, social y política como condición de idoneidad docente. De esta
manera, la emoción es opuesta a la enajenación o al extrañamiento que caracteriza,
para los/as docentes, la acción de “la guardia”: el trato deshumanizado para con los
jóvenes, la negación de su condición de persona. Así, los/as docentes legitiman su
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIdesempeño y valorizan su presencia dentro de la institución de encierro, disputando,
en algún grado, el espacio autoridad del personal de seguridad: “los dueños de casa”.
La escuela redentora. Los alumnos, una historia de múltiples abandonos: familia, escuela, sociedad, cárcel y estado.
(Alcira Victoria Daroqui)
-Yo doy Cívica y la primer parte por ejemplo que habla de los derechos, los deberes y
obligaciones, yo trato de marcar mucho los deberes y las obligaciones que a ellos
mucho no les gusta. A ellos les encanta hablar de los derechos, del habeas corpus del
amparo trabajan un montón sobre eso. Ahora, cuando empezamos a hablar de las
obligaciones y deberes mucho no les gusta. Pero lo que yo noto les afecta mucho
cuando hablamos de los deberes y los derechos que tienen los papás para con sus
hijos y los hijos para con sus padres. Entonces, tengo que explicarles que lo que
estaban haciendo estaba mal, porque yo se lo explicaba, en realidad vos no tenés que
darle plata a tu mamá porque el menor sos vos.
Cuando trabajamos abandono hay veces que algunos chicos no quieren estar y se van
de la clase, pero bueno es parte del aprendizaje y yo lo trabajo eso, lo trabajo
bastante, y más sabiendo que tengo chicos que son papás”
En los relatos de los/as docentes sobre las características de los/as jóvenes, el sujeto
“alumno” es construido básicamente desde la carencia material y afectiva. El “fracaso
familiar” que implica abandono, separaciones, nuevas parejas, inversión de roles entre
padres e hijos, etc. no sólo explica su situación presente, el ser jóvenes judicializados,
también pronostica su futuro: repetir la historia, es, como mínimo, fracasar como
padre. En este punto, la comprensión de los/as docentes sobre las historias de los
jóvenes se empantana en la relación individuo-sociedad. Como en el caso antes
expuesto, el sector social marginal aparece como factor de causa: un chico de la villa
será un alumno del Instituto, un chico de la villa será un padre abandonado porque fue
un hijo abandonado. Ante esta situación, los/as docentes sólo pueden intervenir sobre
el individuo: explicarle al alumno que está equivocado, que su madre debe ocuparse
de él en vez de demandarle protección. La experiencia familiar de los jóvenes es, para
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIlos/as docentes, un tema central, es, de alguna manera, la explicación de quiénes son
estos jóvenes y de porque están en donde están.
El pasaje por el espacio escolar aparece como una dolorosa pero necesaria re-
educación. La escuela, en palabras de un docente, es “encontrarse con gente que les
hace bien” es una puesta en relación con un modelo de adultos diferente, al que, se
supone, conocen los jóvenes. Las experiencias de los/as docentes respecto de la
familia, la pareja, el trabajo, el consumo de sustancias ilegales, de alcohol, las formas
de divertirse, los posicionan en un lugar autorizado para escuchar y aconsejar a los
jóvenes respecto de dichas cuestiones. En este sentido, los/as docentes son los
adultos comprensivos “que los jóvenes nunca encontraron”.
Conceptos de Autor II
Retomando a Lutz (1986), en la construcción del sujeto alumno la emoción es central,
para los/as docentes la carencia y el desorden afectivo es lo que define a los jóvenes.
Así, la emoción es valorada negativamente en relación a la razón: los jóvenes
aparecen como vulnerables pero también como peligrosos, sus actos catalogados
como impulsivos se confunden y contradicen cuando los/as docentes intentan pensar
la relación individuo-sociedad, esto es, encontrar alguna explicación de quiénes son
estos jóvenes y de por qué están donde están.
Si bien el análisis de estas percepciones exceden al presente trabajo, se puede sugerir
que los jóvenes son considerados como incapaces de manejar sus emociones, debido
a sus historias de vida caóticas, pero también por los códigos de la institución de
encierro: el abanderado de la escuela es quien “pilotea” (domina) el pabellón. Los
alumnos aparecen como sujetos inferiores y necesitados, lo cual otorga a los/as
docentes cierta superioridad que legitima el carácter de sus intervenciones respecto
de aquellos.
En las entrevistas a los/as docentes, la enseñanza, y el aprendizaje, involucran
necesariamente a docentes y alumnos.
Tal como lo cuenta Caio Mendoza hay grupos que se resisten mucho:
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II-Después te das cuenta que estás empezando a tener el afecto por parte de ellos.
Pero hay chicos que les cuesta muchísimo demostrar, porque capaz que no
demostraron nunca en su vida y bueno qué te va a demostrar a vos. Pero bueno, acá
he tenido experiencia, por ejemplo con un chico que el primer cuatrimestre era
inmanejable, y ahora vos lo ves en este cuatrimestre, y eso que conmigo no la aprobó,
y es otra relación te llama, te busca, busca afecto por todas partes. Esos cambios
también son importantes, además de los contenidos de la materia, pero los contenidos
entran a partir de eso, del vínculo. Es así. Viste, vos les tocas la espalda les decís que
están trabajando bien y saltan, el afecto es muy importante en estos lugares y vos se
lo tenés que trasmitir. El afecto y la confianza, el tenerles confianza, yo creo que ese
es el elemento más importante para ellos”.
En esta misma línea, Alcira Deroquí afirma que:
-En la escuela de “afuera” si el alumno estudia aprueba, mientras que en la escuela de
“adentro” si no se logra el “vinculo afectivo” el alumno no aprende nada.
La relación docente-alumno es resignificada en el encierro, es decir, acerca del
carácter que dicha relación posee en “la escuela de afuera”. La relación docente-
alumno pone en juego el conjunto de atributos morales que definen al “perfil” docente
de contextos de encierro. El trato humanizado con que los/as docentes se comunican
con los jóvenes, la escucha comprensiva, el dar concejos, son expresiones de ésta
relación. En otras palabras, la relación docente-alumno se basa en la construcción del
“vínculo afectivo”, que, a su vez, se apoya en la situación de confianza mutua: para
que el alumno logre confianza en sus capacidades de alumno, debe confiar primero en
el /la docente, cuando esto sucede los/as docentes logran confianza en su rol de
docente.
Por último, es interesante señalar que, si bien, los/as docentes se refieren al “vínculo
afectivo” y a “los contenidos”/ “el
conocimiento” como dos entidades
distintivas, fácilmente ubicables en los
polos emoción-razón, no las conciben
de una manera excluyente, tampoco
una como condición de la otra: la
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIconstrucción del “vínculo” es en sí un aprendizaje, el de ser alumno y el de ser
docente, es la realización de lo que los/as docentes consideran como la tarea docente
en contextos de encierro: una mezcla de servicio, deber, misión, desafío, que
intenta restituir a los/as jóvenes su condición de persona. La educación redefinida en
el contexto de encierro por los/as docentes, constituye, de acuerdo con Leavitt (1996),
una serie de experiencias que involucran sentimiento y pensamiento conjuntamente,
que intentan ser comunicables mediante el uso de los términos y conceptos de
emoción. En las narrativas docentes la emoción deviene en modalidad de acción
simbólica, que forma e informa la manera de ser docente y de ejercer la docencia en
contextos de encierro.
Cuando la propia experiencia se hace presente
Para muchos quizás no se entienda a qué se refiere la frase “educación en la cárcel”,
así que la decisión fue ir directamente a la fuente, y que mejor fuente que un interno
que asistió a la EEM Nº7 para introducir sus experiencias en el interés por saber sobre
el mundo de la educación carcelaria (prefiere no dar el nombre).
Primero, la pregunta es, ¿por qué es necesario estudiar en la cárcel?- “yo creo que un detenido ha quedado detenido en el tiempo y está muy bueno
estudiar. Para poder mantenernos informados acerca de lo que pasa a nuestro
alrededor ya que estamos privados de nuestra libertad y un poco aislados de la
sociedad.
También para darle un ejemplo a nuestros hijos, demostrarles que no todo está
perdido. Y para que cuando nos toque dejar este lugar podamos conseguir un trabajo
digno y decir nunca más a lo pasado. Hay muchas trabas, obstáculos y dificultades
pero con voluntad de avanzar en el aprendizaje se puede superar”.
¿A qué te referís con dificultades?Se toma un tiempo y responde:
-“En las distintas unidades carcelarias no
tenemos el espacio suficiente para
concentrarnos ya que convivimos con varios
compañeros en cada celda, donde el espacio
es muy chico. Uno mira televisión, el otro
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIescucha música, cada uno tiene su rutina. No podemos estudiar en la celda.
Tampoco tenemos un espacio para la lectura ya que sólo se puede ir a la biblioteca en
el horario de la escuela.”
¿Cuál es la importancia de que se hayan implementado escuelas en las cárceles?-“Yo soy un preso, lamentablemente, con la mayor parte de mi vida en cana, con lo
cual nunca me imaginé que estando detenido iba a tener la posibilidad de estudiar el
secundario. Porque, que yo recuerde, en los 90’ no estaba implementado el estudio
secundario en la mayoría de las unidades de la provincia de Buenos Aires.
Fue muy importante, no sólo para estudiar sino para tener un contacto con otras
personas, y además, la escuela te despeja del encierro.”
Quizás hay gente en la sociedad que piensa:
- No estudiaste afuera y te haces el estudiante ¡ahora! Yo mismo me respondo que
nunca es tarde para poderme superar.”
¿Sabés cuándo comenzó a funcionar la secundaria en las cárceles? -“Es obligatorio estudiar el secundario desde 2007 por Ley Nacional y Provincial, pero
a pesar de eso, hay en algunas unidades penales como las de San Martín y González
Catán en las que no existen escuelas secundarias. Esto es injusto porque hay internos
que no tienen la posibilidad de estudiar y en la actualidad para conseguir un trabajo te
exigen tener el secundario completo.”
¿Y cómo es la EEM Nº 7 de Ituzaingo?-“Esta escuela me sorprendió. La comunicación con los profesores es genial, y te digo
esto porque no te tratan como delincuentes pero a la vez tienen una gran exigencia
que nos sirve para cuando dejemos este lugar.
Nos llevamos muy bien porque los alumnos también valoramos el esfuerzo de venir a
este lugar.
De parte de los compañeros se trata de hacer las cosas lo mejor posible y aprender
para que el día que volvamos a la sociedad no cueste tanto adaptarnos. Porque
muchos somos padres y para que si nuestros hijos tienen una duda podamos
responderla”
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II
¿Cómo te imaginas cuando terminen los estudios?-“Nos daremos cuenta que por fin concluimos con algo que había quedado suspendido
en el tiempo, que me sirvió para mi forma de pensar y luchar la vida.”
Generación de la Hipótesis
Es difícil no convertir un razonamiento objetivo en pura subjetividad y sentirse en una
controversia de sentimientos. Claro está que, por un lado, están cumpliendo una
condena por un delito cometido, pero por otro, la fuerza de todas aquellas palabras en
las que se transforma el encierro.
Estas palabras modifican, en cierta parte las diferentes apreciaciones que surgen del
conciente colectivo y comienzan a transformarse en un interrogante.
Queda claro que este interrogante nada tiene que ver con el cumplimiento de su
condena. La incógnita recae en la falta de conocimiento de la sociedad en que este
tipo de planes pueden generar la incentivación para la reinserción social de aquellos
que cumplen condena.
La educación en contexto de encierro ha generado en el interno anterior una
conciencia de cambio, pero esto: ¿Será el común de los detenidos en cárceles
argentinas? O ¿Nos topamos con un sujeto que pecó de ingenuo y esa es la condena
que está pagando?
Para esclarecer este informe sin sensiblería dominante se realizó una misma
entrevista a diferentes alumnos de la Unidad Nº 6 de Rawson a fin de aclarar si los
discursos anteriores son un denominador común entre los reclusos. Para ello fue
necesaria la colaboración de la Sra. María Cristina Alvite, bibliotecaria de dicho
nosocomio.
Dado que la distancia no hizo posible la personalización, las respuestas fueron
llegando con dificultad por mail.
A continuación se observarán las respuestas enviadas desde Rawson de la misma
forma en que se recibieron:
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II(Aquí van todas las entrevistas que me envió Cristina tal cual me las envió, las imprimí y las anexé directamente)
Confirmación de Hipótesis
El sujeto es un ser de necesidades que se satisface socialmente en relaciones
sociales que lo determinan. Nada hay en él que no sea resultante de las interacciones
entre individuos, grupos o clases.
Desde el nacimiento el niño establece con su medio social una relación recíproca que
sienta las bases de una educación mutua.
Durante el curso de su vida el ser humano está constantemente recibiendo influencias
del medio ambiente, pero son las experiencias tempranas de los primeros años las
que juegan el rol más importante.
La familia es el escenario inmediato de nuestras primeras experiencias, allí se fundan
nuestros modelos de aprender, de pensar y actuar entre otros. Es un ámbito vincular
donde las experiencias tienen una enorme carga emocional ya que ahí encuentra su
destino de gratificación o frustración de las necesidades vitales.
El sujeto inmerso en las familias va elaborando determinadas interpretaciones del
mundo según el lugar que esta ocupa en el contexto social.
La sociedad actual está fragmentada, es decir, existe una estratificación social por la
cual se reconocen diferentes clases, cada uno de ellas con características particulares
que hacen alusión a factores culturales, económicos y socio-familiares .Estos aspectos
determinan las condiciones de
vida cotidiana
Centrándonos en el trabajo las
condiciones concretas de
existencia de los internos están
marcadas por una carencia
económica, estableciendo cierta
precariedad en su forma de vida,
es decir, lleva a la
frustración y a la mala satisfacción de las necesidades básicas: vivienda, alimentación,
educación, salud.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IICon los Planes de Educación en Contexto de Encierro se habilitaron nuevos espacios,
tiempos y formas de enseñar y aprender. Espacios de encuentro que eran la única
alternativa de reconstrucción de vínculos diferente a la escuela. Constituyó el único
ámbito que los convocara a participar, a dem andar, a decidir, a disfrutar y producir
con otros. Los internos descubrieron sus aptitudes y cualidades Tendiendo de alguna
manera a promover o contribuir a que el sujeto posea ciertas herramientas, y” voz”
que les permitan incluirse en el mundo
Los jóvenes marginados son víctimas de la sociedad y muchas veces se convierten en
delincuentes. Delincuentes a menudo reincidentes. Pero ellos no son los verdaderos
culpables. Ellos son el resultado de una sociedad en decadencia, de políticas sociales
inexistentes, de los altos niveles de corrupción.
El adolescente problemático, agresivo, violento y peligroso vive día a día con la
certeza de que para él no existe la esperanza ni la justicia. Su número va en aumento,
producto de familias desintegradas, ahogados en la miseria y rodeado de modelos
antisociales, lucha de clases, infelicidad, desequilibrio, sin opciones para conseguir
sus aspiraciones.
Estas condiciones de extrema pobreza influyen en la construcción del mundo interno
(reconstrucción de la trama relacional del sistema vincular en la que el sujeto emerge y
donde sus necesidades se cumplen o no) del joven.
El conglomerado de las características que constituyen la vida cotidiana determina de
manera significativa el modo en la que el sujeto se va a insertar en la sociedad y la
forma de relacionarse con los miembros de la misma.
Partiendo de este ínter juego que se pone de manifiesto cuando se presenta la
subjetividad y la historicidad del interno junto con los talleres, se produce el
descubrimiento de sus potencialidades y capacidades, donde se rehabilita su
autoestima y aprendizaje de normas, valores y aptitudes.
En relación al término autoestima, es necesario subrayar que debido a que estos
jóvenes están estigmatizados por la familia y sobre todos disminuidos por la sociedad,
es necesario dedicar gran parte del tiempo a comprenderlos y entenderlos de modo
que se incremente la confianza en sí mismo.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IISe concluye que la sociedad entera también es culpable. Es la que los excluye y la
que los margina por su condición social, es la que es incapaz de resolver la profunda
crisis que rodea a los menores de edad en situación de riesgo.
Veamos Cifras
Las cárceles
52.457 jóvenes y adultos en unidades penitenciarias
200 niños y niñas menores de 4 años que viven con sus madres detenidas
29% sin estudios o con primario incompleto
47% con primario completo
14% con secundario incompleto
5% con secundario completo
80% desocupados o con situación laboral precaria al ser detenidos
64% sin oficio ni profesión al ser detenidos
Fuente: “Informe SNEEP”.Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la
Nación, año 2007.
Los institutos de menores
1.799 adolescentes y jóvenes en institutos de régimen cerrado
8% son mujeres
Fuente: “Adolescentes en el Sistema Penal”. Ministerio de Desarrollo Social de la
Nación, UNICEF, Universidad Nacional de 3 de Febrero, 2008.
Conclusión
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IISin subjetividades de por medio, es evidente que es importante tener en cuenta que
debido a que estos jóvenes están estigmatizados por la familia y sobre todo
disminuidos por la sociedad, es necesario dedicar gran parte del tiempo a
comprenderlos y entenderlos a fin de que incrementen la confianza en sí mismo para
elevar su autoestima; y de proporcionarles una nueva visión de la sociedad, que en
realidad los excluye y los margina por su condición social.
Se considera que es necesario mejorar las condiciones educativas durante el tiempo
que dura la privación de la libertad para que estos sujetos sociales puedan construir un
proyecto de vida que favorezca su inclusión social.
Los educadores, luego de la reforma de la Ley 26.606, deben asumir el compromiso y
la responsabilidad de reconocer y ejercitar los derechos fundamentales de las
personas, sin importar el motivo por el cual se encuentran recluidas.
Este cambio radica en comprender que hemos construido como sociedad en estas
últimas décadas un sector social excluido, un “otro” al que es necesario y urgente
restituirle la palabra y la identidad como sujeto de derecho y como sujeto de
aprendizaje.
La educación en establecimientos penitenciarios constituye un escenario altamente
complejo de la educación de Jóvenes y Adultos. En este sentido la tarea que se realice
con la finalidad de mejorar las condiciones educativas durante el trayecto de condena
será un aporte significativo en varios sentidos:
* Como Derecho Público, en tanto es el Estado el garante y responsable de
resguardar, hacer cumplir y construir las estrategias para que se promuevan y
efectivicen los derechos humanos en todos los ámbitos.
* Como atención y fortalecimiento del tratamiento de los derechos humanos dado que
el encarcelamiento no debe llevar consigo una privación adicional de derechos civiles,
entre los que figura el derecho a la educación.
* En tanto estos procesos aporten a mejorar las condiciones para la reinserción y la
disminución de la reincidencia, será una contribución decisiva al mantenimiento de la
seguridad pública.
* Como aporte a la reconfiguración posible de las instituciones penales en tanto
instituciones re- socializadora y educadora.
Al mismo tiempo es necesario tener presente el campo de tensiones inherente a esta
problemática, dado por el entorno restrictivo de la prisión y su lógica de
disciplinamiento y la finalidad educativa que se propone, en tanto proceso de
construcción y parafraseando a Freire como Práctica de la libertad.
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II
Palabras Finales
A lo largo de las narrativas los docentes definen la particularidad de “ser docente
adentro”, transformando los eventos y las situaciones acaecidos en la etapa
fundacional del Programa, en ejemplos moralizantes, tanto en relación a los otros
docentes “los nuevos”, como en relación a “la guardia” (Sirimarco, 2006). Se busca
comunicar, a partir de estos relatos, una serie de valores y actitudes que deben ser
imitados, pues constituyen la singularidad de la práctica docente en contextos de
encierro. Así, al mismo tiempo que éstos/as docentes instruyen a los otros actores de
la institución en una forma de experimentar la realidad social, reclaman y legitiman
para si mismos/as cierta jerarquía respecto de aquellos. Se trata, principalmente, de la
autopercepción de los/as docentes, antes que del reconocimiento institucional o
material. Es decir, de cómo éstos/as significan su trabajo y su persona, para decidir,
entonces, continuar con su tarea en un contexto que definen como “desgastante”.
El interés que los/as docentes sienten por los/as jóvenes detenidos es considerado
legítimo y auténtico, en tanto se apoya en una serie de valores éticos, asociados a la
figura del docente y a la de la institución escuela, que, a su vez, accionan una
sensibilidad colectiva respecto de los derechos, la justicia y el cambio social. Las
narrativas docentes sugieren que, si bien, la acción de la escuela no va a solucionar la
desigualdad social, tampoco la carencia afectiva de los/as jóvenes, su acción
constituye una intervención en el proceso de institucionalización, la única capaz de
restituir a éstos/as su condición de persona. Así, en la situación límite que representa
la institución de encierro, “alumno” significa lo más próximo a “persona”.
Por otro lado, en las narrativas docentes el proceso de “instalar la escuela” resulta
crucial, esta experiencia incorporada posiciona a los/as docentes en un lugar
jerárquico. Ahora bien, cabe preguntarse en que medida, la incorporación de la
escuela a la rutina de la institución de encierro, que se caracteriza justamente por la
administración de los tiempos y espacios de los actores de la institución, no
representa, junto a la institucionalización de los/as jóvenes, también, una
institucionalización de los/as docentes, y de la institución escuela. Es decir, cuando el
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú IIgrupo docente “los históricos” dice: “hoy entrar al Programa es sencillo”, “ahora es casi
como cualquier colegio” ¿qué se está sugiriendo respecto de la práctica docente en
contextos de encierro? ¿Qué implica el “casi” como cualquier colegio? Si bien, en el
presente trabajo estas cuestiones no fueron acabadamente contestadas, se han
desarrollado algunos ejes que pretenden aportar a su análisis. En este sentido,
enfatizar en las dimensiones de la emotividad y la corporalidad como enclaves de la
experiencia docente en contextos de encierro, ha permitido reflexionar sobre la
intrincada red de relaciones sociales que constituye la cotidianeidad de esta
experiencia educativa.
Bibliografía utilizada
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II- Lutz, C. (1986): “La emoción, el pensamiento y el distanciamiento: la emoción como
categoría cultural”. En: Cultural Anthropology, vol.1, n.3. www.books.google.com.ar /
tradiducido al español.
- Lutz, C. y G. White (1986): “La antropología de las emociones”. En: Annual Review of
Anthropology, vol.15. . www.books.google.com.ar / traducido al español.
-Jackson, Don D. (1983): “Teoría de la comunicación humana: interacciones,
patologías y paradojas”. . www.books.google.com.ar / traducido al español.
-Sirimarco, Mariana (2006): “De Civil a Policía”. www.books.google.com.ar / traducido
al español.
- Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación – Prensa
http://www.prensa.argentina.ar
- Fotos: Google Imágenes - http://www.google.com.ar/imagenes
- Fotos: Blog de la Red Girasoles- http://bibliotecasabiertas.wordpress.com
- Fotos: Ministerio de Educación – Educación en Contexto de Encierro -
http://portal.educacion.gov.ar/inicial/modalidades/educacion-en-contextos-de-encierro
Agradecimientos
Educación en Contexto de Encierro Cátedra: Psicología del Adolescente Debora María Gutierrez Prof.: Susana Fraga 2º Año Prof. Economía ISFDyT Nº 114 Tucap Amarú II* Eduardo Sai – Ministerio de Educación de la Nación por facilitar los contactos.
* Marcos Gorostiaga - Profesor entrevistado y Membro del Programa de Educación
en Contexto de Encierro de l Ministerio de Educación de la Nación
* Beatriz Díaz - Ministerio de Educación de la Nación - DiNIECE- Área Metodología
*Ricardo Luís “Caio” Mendoza – Miembro del Programa de Educación en Contexto
de Encierro de l Ministerio de Educación de la Nación que fue entrevistado.
* Alcira Victoria Daroqui, Investigadora del Instituto Gino Germani- Facultad de
Ciencias Sociales Universidad de Buenos. Profesora del programa UBA XXI en la
Unidad penal Cárcel de Devoto.
* María Cristina Alvite – Bibliotecaria de la Unidad Nº 6 de Rawson quien realizó las
entrevistas a los reclusos de dicha unidad.
* Al Interno egresado del EEM Nº 7, quien prefirió no dar su nombre.
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