QUEJOSO: Juan López Pérez.
AUTORIDAD RESPONSABLE:
Presidente Ejecutor de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
ASUNTO: SE PROMUEVE
AMPARO INDIRECTO.
C. JUEZ DE DISTRITO EN TURNO DEL VIGÉSIMO PRIMER CIRCUITO EN EL ESTADO DE GUERRERO.P R E S E N T E.
Juan López Pérez, promoviendo por propio derecho, señalando como
domicilio para oír y recibir toda clase de notificaciones el ubicado en
Boulevard de Las Naciones número 2250, Granja 22, Fracción "A",
Fraccionamiento Granjas del Marqués, Acapulco, Guerrero; autorizando en
términos del artículo 12, primer párrafo de la Ley de Amparo
vigente a los Licenciados en Derecho, Daniela Castillo Berrospe y
Zuriel Eugenio Rojo, con cédulas profesionales expedidas por la Dirección
General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública,
con los números 123456 y 678910, respectivamente, y autorizando
únicamente para oír y recibir notificaciones y documentos, así como
para imponerse de los presentes autos a los CC. Georgy García
Miranda; y Luis Gustavo Márquez Cárdenas, ante Usted con el debido
respeto comparezco y expongo:
Que por medio del presente, con fundamento en lo dispuesto en los
artículos 1°, párrafo tercero, y 17° párrafo segundo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; artículo 1° fracción I, y 107, II
fracción de la Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vengo a solicitar
EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL contra del
acto y la autoridad que más adelante se describe, por considerar que
dicho acto es violatorio de los derechos humanos reconocidos por la Constitución Federal.
En cumplimiento a lo dispuesto, en el artículo 108 de la Ley de Amparo,
expreso lo siguiente:
I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO Y QUIEN PROMUEVE A SU NOMBRE:El suscrito promoviendo por propio derecho y con domicilio para
oír y recibir toda clase de notificaciones, el señalado en el proemio
del presente escrito inicial.
II. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS TERCEROS INTERESADOS:Manifiesto bajo protesta de decir verdad, que desconozco la
existencia de alguna persona que le revista este carácter.
III. AUTORIDAD RESPONSABLE:Señalo como autoridad responsable al Presidente Ejecutor de la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje, con domicilio en calle
Berriozábal núm. 5, Col. Centro de esta Ciudad.
IV. NORMA GENERAL, ACTO U OMISIÓN QUE SE RECLAMA:1.- Acuerdos del cuatro de octubre, y su complemento de fecha
veintiuno de octubre de dos mil diecinueve, en autos del
expediente laboral 11/2009, dictado por la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje, con sede en esta Ciudad.
2.- La omisión por parte del C. Presidente Ejecutor, para dictar las
medidas necesarias del expediente laboral 11/2009, para hacer
cumplir el laudo dictado por la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje de Acapulco, Guerrero.
3.- El incumplimiento del laudo de cuatro de febrero de dos mil
catorce, como consta en autos del expediente laboral 11/2009,
dictado por la Junta Local de Conciliación y arbitraje, con sede en
esta Ciudad.
V. ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO:Bajo protesta de decir verdad, manifiesto que los hechos y
abstenciones que a continuación narraré constituyen los
antecedentes de los actos que se reclaman.
1.- El suscrito quejoso, presenté ocurso ante la autoridad
responsable Junta Local de conciliación y Arbitraje con sede en
esta ciudad, el dieciséis de agosto de dos mil diecinueve, en el
que, entre otras cosas, solicité se dictara auto de requerimiento de
pago y en su caso embargo, por las cantidades de
$3’555,400.70 (tres millones quinientos cincuenta y cinco mil
cuatrocientos pesos 70/100 moneda nacional) y de $3’551,482.33
(tres millones quinientos cincuenta y un mil cuatrocientos ochenta
y dos pesos 33/100 moneda nacional).
2.- Cantidades que se determinaron dentro de la interlocutoria de
incidente de liquidación, de veintidós de marzo de dos mil
diecinueve, ello con motivo del laudo condenatorio dictado el
cuatro de febrero del dos mil catorce, es decir, desde hace más de
seis años.
3.- Asimismo se solicitó se aplicaran las medidas de apremio
correspondientes a la demandada, y se vinculara a las autoridades
correspondientes para que dieran cumplimiento al laudo
condenatorio; por lo que, ante tal solicitud, el referido presidente
ejecutor de esa junta local, el cuatro de octubre de dos mil
diecinueve, dictó el acuerdo en donde determinó lo siguiente,
mismo que se inserta a manera de imagen.
4.- Por lo que en diligencia de veintidós de octubre del dos mil
diecinueve, en compañía del actor, la actuaria adscrita a la junta
local responsable, requirió a la demandada, el cumplimiento de
pago o embargo a favor del aquí quejoso, decretado en acuerdo
de cuatro de ese mes y año, sin que se hiciera pago de lo
requerido.
5.- En acuerdo de veintiuno de octubre de dos mil diecinueve, el
presidente ejecutor complementó el anterior de acuerdo de cuatro
de los citados mes y año, haciendo del conocimiento al actor,
aquí quejoso, que no es necesario aplicar las medidas de apremio
a la demandada, asimismo, que es improcedente hacerle
requerimientos respecto de los oficios que se hayan remitido a diversas
autoridades que se encuentren vinculadas con el cumplimiento y pago
del laudo.
Violaciones que se hacen valer al tenor de los conceptos de
violación que se expresan en el capítulo respectivo.
VI. PRECEPTOS CONSTITUCIONALES QUE CONTIENEN LOS DERECHOS HUMANOS VIOLADOS:
Artículo 1°, párrafo tercero, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y;
Artículo 17° párrafo segundo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos 685, 939,
940, 945, 946 y 950 de la Ley Federal del Trabajo.
VII. Bajo mejor opinión de su Señoría no aplica al presente asunto.
VIII. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN:
PRIMERO. - La autoridad responsable vulnera mi derecho de
acceso a la administración de justicia, cuya impartición debe ser
pronta y expedita, lo cual implica una obligación a cargo de los
tribunales de cumplir con los plazos y términos que se establecen
en la ley aplicable, derecho consagrado en el artículo 17º párrafo
segundo de nuestra Constitución Política Federal, en relación
directa con lo señalado en los artículos 685, 939, 940, 945, 946 y
950 de la Ley Federal del Trabajo.
La Constitución Política Federal precisa lo siguiente:
PREMISA MAYOR:
Artículo 17…
“…Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales…”
En relación al derecho humano de acceso e impartición de justicia
que contempla el mencionado numeral, la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que se integra
por los principios siguientes:
1. De justicia pronta. Lo que se traduce en la obligación de las
autoridades encargadas de su impartición de resolver las
controversias ante ellas planteadas, dentro de los términos y
plazos que para tal efecto establezcan las leyes;
2. De justicia completa. Consistente en que la autoridad que
conoce del asunto emita pronunciamiento respecto de todos y
cada uno de los aspectos debatidos, cuyo estudio sea necesario,
y garantice al gobernado la obtención de una resolución en la que,
mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le
asiste o no la razón sobre los derechos que le garanticen la tutela
jurisdiccional que ha solicitado;
3. De justicia imparcial. Principio que contempla que el juzgador
emita una resolución apegada a derecho, y sin favoritismo
respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su sentido; y,
4. De justicia gratuita. Cuestión que estriba en que los órganos
del Estado encargados de su impartición, así como los servidores
públicos a quienes se les encomienda dicha función, no cobrarán
a las partes en conflicto emolumento alguno por la prestación de
ese servicio público.
El primero de esos principios─ en el que se ubica el caso
concreto─, consagra el derecho público subjetivo que toda
persona tiene para acceder a tribunales que se encuentren
expeditos, independientes e imparciales, a plantear una
pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que a través de un
proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida
sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa
decisión, todo lo cual deberá hacerse dentro de los plazos y
términos que fijen las leyes.
El aserto anterior implica que no se puede supeditar el acceso a
los tribunales a condición alguna, pues ello constituiría un
obstáculo entre los gobernados y los tribunales, por lo que es
indudable que el derecho a la tutela judicial puede conculcarse por
normas que impongan requisitos impeditivos u obstaculizadores
del acceso a la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias,
excesivas y carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto
de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador.
De igual manera, los órganos jurisdiccionales deben estar
expeditos, es decir, libres de todo estorbo, para impartir justicia en
los plazos y términos que fijen las leyes, lo que significa que el
poder público –en cualquiera de sus manifestaciones: Ejecutivo,
Legislativo o Judicial no puede supeditar el acceso a los tribunales
a condición alguna.
Tiene sustento a lo anterior, la jurisprudencia emitida por el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página
5, Tomo XIV, septiembre de 2001, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, registro
172759, de rubro y texto siguientes:
“JUSTICIA, ACCESO A LA. LA POTESTAD QUE SE OTORGA AL LEGISLADOR EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, PARA FIJAR LOS PLAZOS Y TÉRMINOS CONFORME A LOS CUALES AQUÉLLA SE ADMINISTRARÁ NO ES ILIMITADA, POR LO QUE LOS PRESUPUESTOS O REQUISITOS
LEGALES QUE SE ESTABLEZCAN PARA OBTENER ANTE UN TRIBUNAL UNA RESOLUCIÓN SOBRE EL FONDO DE LO PEDIDO DEBEN ENCONTRAR JUSTIFICACIÓN CONSTITUCIONAL. De la interpretación de lo dispuesto en el artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución General de la República se advierte que en ese numeral se garantiza a favor de los gobernados el acceso efectivo a la justicia, derecho fundamental que consiste en la posibilidad de ser parte dentro de un proceso y a promover la actividad jurisdiccional que, una vez cumplidos los respectivos requisitos procesales, permita obtener una decisión en la que se resuelva sobre las pretensiones deducidas, y si bien en ese precepto se deja a la voluntad del legislador establecer los plazos y términos conforme a los cuales se administrará la justicia, debe estimarse que en la regulación respectiva puede limitarse esa prerrogativa fundamental, con el fin de lograr que las instancias de justicia constituyan el mecanismo expedito, eficaz y confiable al que los gobernados acudan para dirimir cualquiera de los conflictos que deriven de las relaciones jurídicas que entablan, siempre y cuando las condiciones o presupuestos procesales que se establezcan encuentren sustento en los diversos principios o derechos consagrados en la propia Constitución General de la República; por ende, para determinar si en un caso concreto la condición o presupuesto procesal establecidos por el legislador ordinario se apegan a lo dispuesto en la Norma Fundamental deberá tomarse en cuenta, entre otras circunstancias, la naturaleza de la relación jurídica de la que derivan las prerrogativas cuya tutela se solicita y el contexto constitucional en el que ésta se da.”
Apoya lo expuesto, la jurisprudencia emitida por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXV, abril de 2007, página 124, con registro 172759, de
rubro y texto siguientes:
“GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES. La garantía a la tutela jurisdiccional puede definirse como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de
los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión. Ahora bien, si se atiende a que la prevención de que los órganos jurisdiccionales estén expeditos - desembarazados, libres de todo estorbo- para impartir justicia en los plazos y términos que fijen las leyes, significa que el poder público -en cualquiera de sus manifestaciones: Ejecutivo, Legislativo o Judicial- no puede supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna, pues de establecer cualquiera, ésta constituiría un obstáculo entre los gobernados y los tribunales, por lo que es indudable que el derecho a la tutela judicial puede conculcarse por normas que impongan requisitos impeditivos obstaculizadores del acceso a la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas y carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador. Sin embargo, no todos los requisitos para el acceso al proceso pueden considerarse inconstitucionales, como ocurre con aquellos que, respetando el contenido de ese derecho fundamental, están enderezados a preservar otros derechos, bienes o intereses constitucionalmente protegidos y guardan la adecuada proporcionalidad con la finalidad perseguida, como es el caso del cumplimiento de los plazos legales, el de agotar los recursos ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo de acciones o el de la previa consignación de fianzas o depósitos”.
Ahora bien, en comunión con lo anterior, en materia de términos y
plazos, la norma fundamental remite a las leyes secundarias,
por ello, que el proceso del derecho del trabajo tiene, entre otras,
la característica de celeridad, por lo que se califica como
inmediato, según se deriva del artículo 685 de la Ley Federal del
Trabajo, que a la letra establece lo siguiente:
“Artículo 685. El proceso del derecho del trabajo será público, gratuito, inmediato, predominantemente oral y se iniciará a instancia de parte. Las Juntas tendrán la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor economía, concentración y sencillez del proceso.
Cuando la demanda del trabajador sea incompleta, en cuanto a que no comprenda todas las prestaciones que de acuerdo con esta Ley deriven de la acción intentada o procedente, conforme a los hechos expuestos por el trabajador, la Junta, en el momento de admitir la demanda, subsanará ésta. Lo anterior sin perjuicio de que cuando la demanda sea obscura o vaga se proceda en los términos previstos en el artículo 873 de esta Ley.”
Asimismo, los diversos numerales 939, 940, 945, 946 y 950, de
dicha legislación, establecen lo siguiente:
“Artículo 939. Las disposiciones de este Título rigen la ejecución de los laudos dictados por las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Son también aplicables a los laudos arbitrales, a las resoluciones dictadas en los conflictos colectivos de naturaleza económica y a los convenios celebrados ante las Juntas.
Artículo 940. La ejecución de los laudos a que se refiere el artículo anterior corresponde a los Presidentes de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y a los de las Juntas Especiales, a cuyo fin dictarán las medidas necesarias para que la ejecución sea pronta y expedita.
Artículo 945. Los laudos deben cumplirse dentro de los quince días siguientes al día en que surta efectos la notificación.
Las partes pueden convenir en las modalidades de su cumplimiento.
Artículo 946.- La ejecución deberá despacharse para el cumplimiento de un derecho o el pago de cantidad líquida, expresamente señalados en el laudo, entendiéndose por ésta, la cuantificada en el mismo.
Artículo 950.- Transcurrido el término señalado en el artículo 945, el Presidente, a petición de la parte que obtuvo, dictará auto de requerimiento y embargo.”
(De aquí en adelante los énfasis añadidos a la normatividad son
por el suscrito quejoso).
De las disposiciones legales transcritas, es importante acotar que,
los artículos 940 y 950 de la Ley Federal del Trabajo, indican que
la ejecución de los laudos corresponde a los Presidentes de las
Juntas de Conciliación y Arbitraje y a los de las Juntas
Especiales, por lo que, es él quien proveerá la eficaz e inmediata
ejecución de éstos, para lo cual dictará las medidas necesarias,
cuando se pida su ejecución, despachará el auto correspondiente
y comisionará a un actuario de su adscripción para que,
conjuntamente con la parte interesada en la ejecución, se
constituyan en el domicilio de la demandada y le requiera el
cumplimiento.
Por tanto, el Presidente Ejecutor de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje con residencia en esta ciudad de Acapulco, Guerrero, cuenta con distintos instrumentos legales para ejecutar los laudos que emite en su momento, como ocurre en el presente asunto.
Resulta aplicable al caso la jurisprudencia, emitida por la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en
la página 227, Tomo XXVIII, septiembre de 2008, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, del rubro y
texto siguientes:
“LAUDOS. ADEMÁS DE LA IMPOSICIÓN DE LA MULTA A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 148 DE LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, EL TRIBUNAL FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CUENTA CON UNA AMPLIA GAMA DE INSTRUMENTOS LEGALES PARA LOGRAR SU
EJECUCIÓN. El artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fija la garantía a la tutela jurisdiccional y acoge el principio de ejecutoriedad de las sentencias, de ahí que las leyes locales y federales deban establecer los medios necesarios para garantizar su cumplimiento, pues de lo contrario se haría nugatoria dicha garantía. A partir de lo anterior, el artículo 150 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado ordena al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje proveer a la eficaz e inmediata ejecución de los laudos, a cuyo efecto dictará todas las medidas necesarias en la forma y términos que a su juicio sean procedentes. A su vez, conforme al artículo 151 de la ley citada, la primera actuación del procedimiento de ejecución consiste en dictar acuerdo ordenando ésta a través de la presencia de un actuario, en compañía de la parte actora en el domicilio de la demandada, a quien requerirá el cumplimiento de la resolución bajo el apercibimiento que, de no hacerlo, se le impondrán las medidas de apremio previstas en el artículo 148, el cual sólo prevé la imposición de multa hasta por $1,000.00. Por otra parte, las fracciones III y IV del artículo 43 del indicado ordenamiento, imponen la obligación a los titulares de reinstalar a los trabajadores y ordenar el pago de los salarios caídos o cubrir la indemnización por separación injustificada y pagar las prestaciones correspondientes cuando fueron condenados por laudo ejecutoriado, mientras que el artículo 147 prevé que el mencionado Tribunal podrá solicitar el auxilio de las autoridades civiles y militares para hacer cumplir sus resoluciones. En consecuencia, si bien la imposición de una multa es la única medida de apremio expresamente establecida por la Ley Burocrática, no puede desconocerse que el referido artículo 150 ordena al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje proveer a la eficaz e inmediata ejecución de los laudos, por lo que también podrá dictar todas las medidas necesarias en la forma y términos que a su juicio sean procedentes, para lo cual la ley pone a su disposición el auxilio de las autoridades civiles y militares y señala con claridad las obligaciones legales de los titulares condenados en laudo ejecutoriado, cuyo incumplimiento puede dar lugar a sanciones de distinta naturaleza, por lo que el análisis integral de todas estas disposiciones permite considerar que el indicado Tribunal cuenta con una amplia gama de instrumentos legales para lograr el cumplimiento de los laudos que emite y no solamente con la multa.”.
PREMISA MENOR
La responsable a la fecha no se ha dado cumplimiento al laudo
condenatorio dictado a favor del aquí quejoso; dicho
incumplimiento desde el cuatro de octubre de dos mil diecinueve, -
el cual me fue notificado el día 14 de octubre de 2019-, ya que el
referido presidente ejecutor de esa junta local en esa data, dictó el
acuerdo combatido, sin que se haya cumplimentado el mismo.
CONCLUSIÓN
CONTRADICCIÓN
Con lo señalado en el párrafo que antecede, la autoridad
responsable, violenta lo mandatado en el Artículo 17° párrafo
segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en relación con los artículos 685, 939, 940, 945, 946 y
950 de la Ley Federal del Trabajo; pues al no ejecutar el laudo y
tomar las medidas necesarias para ello, hace nugatoria la
impartición de justicia pronta y expedita establecida en dicho
precepto constitucional y normas secundarias, en tanto que de
nada le sirve al quejoso la emisión de un laudo, si su cumplimiento
no es observado ni se toman la medidas de apremio necesarias
para ello, ya que en términos reales la justicia impartida no se ha
hecho efectiva, lo que indudablemente afecta los intereses de los
peticionarios del amparo, sin que hayan respetado los plazos y
términos que establece la ley de la materia, para que de manera
pronta y expedita, se administre justicia.
Lo anterior tiene sustento en la jurisprudencia publicada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página 209, Tomo XXVI, octubre de 2007, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
con registro 171257, cuyos rubro y texto son:
“ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ESTABLECE DIVERSOS PRINCIPIOS QUE INTEGRAN LA GARANTÍA INDIVIDUAL RELATIVA, A CUYA OBSERVANCIA ESTÁN OBLIGADAS LAS AUTORIDADES QUE REALIZAN ACTOS MATERIALMENTE JURISDICCIONALES. La garantía individual de acceso a la impartición de justicia consagra a favor de los gobernados los siguientes principios: 1. De justicia pronta, que se traduce en la obligación de las autoridades encargadas de su impartición de resolver las controversias ante ellas planteadas, dentro de los términos y plazos que para tal efecto establezcan las leyes; 2. De justicia completa, consistente en que la autoridad que conoce del asunto emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los aspectos debatidos cuyo estudio sea necesario, y garantice al gobernado la obtención de una resolución en la que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre los derechos que le garanticen la tutela jurisdiccional que ha solicitado; 3. De justicia imparcial, que significa que el juzgador emita una resolución apegada a derecho, y sin favoritismo respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su sentido; y, 4. De justicia gratuita, que estriba en que los órganos del Estado
encargados de su impartición, así como los servidores públicos a quienes se les encomienda dicha función, no cobrarán a las partes en conflicto emolumento alguno por la prestación de ese servicio público. Ahora bien, si la citada garantía constitucional está encaminada a asegurar que las autoridades encargadas de aplicarla lo hagan de manera pronta, completa, gratuita e imparcial, es claro que las autoridades que se encuentran obligadas a la observancia de la totalidad de los derechos que la integran son todas aquellas que realizan actos materialmente jurisdiccionales,
es decir, las que en su ámbito de competencia tienen la atribución necesaria para dirimir un conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho, independientemente de que se trate de órganos judiciales, o bien, sólo materialmente jurisdiccionales”.
PETICIÓN
Por ello, mediante este escrito, solicito a este alto Tribunal me
otorgue el amparo y protección de la Justicia Federal en contra de
los inconstitucionales actos de autoridad, y, en consecuencia, se
conceda el amparo y protección de la justicia federal al quejoso,
para efectos de que, respecto del derecho reclamado, la autoridad
responsable realice todas las medidas necesarias, idóneas y
eficaces, para que, dentro del plazo de tres días legalmente
previsto en la Ley de Amparo, en su artículo 192, contado a partir
del acuerdo que declare ejecutoriado la sentencia que dicte su
Señoría, despache auto de ejecución respecto de los derechos
obtenidos en el laudo dictado el cuatro de febrero de dos mil
catorce, dentro del juicio laboral, a favor del aquí quejoso, y para
que la demandada dé cumplimiento al laudo condenatorio, y
realice el pago de la cantidad establecida en dicho expediente
laboral.
SEGUNDO. El contexto vigente de protección de los derechos de
rango máximo, se cumple con el imperativo impuesto en el artículo
1° Artículo párrafo tercero, de la Ley Fundamental, de acatar las
obligaciones ahí previstas, en el ámbito de las competencias que
corresponden a todas y cada una de las autoridades del Estado
mexicano, y desde luego, a la autoridad responsable, en la
instancia que le corresponda, en particular, en el asunto que nos
ocupa, la responsable debe prevenir las violaciones a los derechos humanos del suscrito, ello en aras de evitar la
inseguridad jurídica que implicaría dotar de eficacia sus
resoluciones, sin ninguna sujeción de cumplimiento a los
demandados y sin aplicar las medidas de apremio a la
demandada, asimismo, hacerle requerimientos respecto de los
oficios que se hayan remitido a diversas autoridades que se
encuentren vinculadas con el cumplimiento y pago del laudo.
El texto de dicho precepto es como sigue:
“Artículo 1°.
…Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley…”
Sirve de apoyo a lo anterior la tesis aislada del Quinto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicada en la
página 1722, Libro 20, julio de 2015, Tomo II, de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, con registro 2009563,
Décima Época, cuyos rubro y texto son:
“DERECHOS HUMANOS. LA PREVISIÓN DE QUE SU TUTELA SÓLO PUEDE DESPLEGARSE EN EL ÁMBITO DE COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES DEL ESTADO NO ES UNA RESTRICCIÓN A SU EJERCICIO, SINO UNA HERRAMIENTA PARA EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA PARA SU PROTECCIÓN. Si en el juicio de amparo se alega la violación de un derecho humano, ello no puede ser motivo para que, so pretexto de que se logre la mayor protección de la persona y se cumplan las obligaciones constitucionalmente previstas para el Estado Mexicano, se soslayen normas que en el derecho interno establecen los procedimientos y competencias de los órganos jurisdiccionales, ni las del derecho sustantivo que resulte aplicable, pues si bien conforme al artículo 1° constitucional todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad, todo ello está delimitado por el ámbito de sus propias formas y competencias, establecidas para la eficacia de los derechos sustantivos; sin que ello conduzca a considerar que la delimitación constitucional para el cumplimiento de las obligaciones previstas en materia de derechos humanos, implique una restricción para su ejercicio, sin embargo sí se está en presencia de una norma que posibilita y a su vez condiciona el funcionamiento del sistema diseñado para la tutela de los derechos humanos, y con ello el cabal cumplimiento de tales imperativos, circunscribiendo tal proceder al ámbito competencial de las autoridades del Estado, ello para evitar la inseguridad jurídica que implicaría dotar de eficacia, sin ninguna sujeción, a los derechos humanos que integran el parámetro de regularidad constitucional en el Estado Mexicano; pues de lo contrario se generaría el caos en el sistema, al permitirse que la autoridad, con ese pretexto, actuara fuera de todo control; lo que los órganos de amparo no deben propiciar ni permitir”.
En ese orden de ideas, partiendo del ámbito de las competencias
que corresponden, es posible determinar que la autoridad
responsable debe acatar los lineamientos que precise su Señoría
en la resolución que dicte en el presente asunto.
PREMISA MENOR:
En acuerdo dictado en fecha veintiuno de octubre de dos mil
diecinueve, el presidente ejecutor complementó el anterior
acuerdo de cuatro de los citados mes y año, haciendo del
conocimiento al actor, aquí quejoso, que no es necesario aplicar
las medidas de apremio a la demandada, asimismo, que es
improcedente hacerle requerimientos respecto de los oficios que
se hayan remitido a diversas autoridades que se encuentren
vinculadas con el cumplimiento y pago del laudo.
CONCLUSIÓN
CONTRADICCIÓN
Con la conducta antes reclamada a la autoridad, se violenta en mi
perjuicio lo señalado en el artículo 1°, párrafo tercero, ya que
todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley.
PETICIÓN:
Solicito respetuosamente a su Señoría, ordene a la responsable
que, en el ámbito de su competencia, aplique medidas de apremio
a la demandada; asimismo deberá vincular a la o a las
autoridades que en razón de sus funciones deban tener
intervención en el cumplimiento del laudo respectivo; de igual
manera, pido ordene se requiera a la responsable respecto de los
oficios que se hayan remitido a diversas autoridades que se
encuentren vinculadas con el cumplimiento y pago del laudo; es
decir, se conceda el amparo al quejoso para el efecto que la
responsable realice todos los actos necesarios para el
acatamiento íntegro y fiel de dicha condena laboral.
Por lo expuesto y fundado, a Usted, C. Juez de Distrito, respetuosamente
pido se sirva:
PRIMERO. Tenerme por presentado en los términos de la presente
demanda, solicitando el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA
FEDERAL contra la autoridad y por los actos que anteriormente he
señalado.
SEGUNDO. Se me conceda el amparo y protección de la justicia Federal
que solicito en los términos precisados en los conceptos de violación.
PROTESTO LO NECESARIO
Juan López Pérez.Acapulco, Guerrero, a cinco de noviembre de dos mil diecinueve.
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