Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Licenciatura en Pedagogía Infantil Tercer Semestre
Juego, tecnología y conocimiento infantil Alexandra Martínez
Andrea Castaño Casas Cód. 20132187242
Análisis
Gil Rodríguez, E. P. (2005). Revista Observaciones filosóficas. N° 1. Recuperado el 09
de Marzo de 2015, de
http://www.observacionesfilosoficas.net/simulacrosubjetividad.html
Simulacro, Subjetividad y Biopolítica; De Foucault a Baudrillard
Este texto se hace como una propuesta teórica, en donde se muestra la relación entre el control
como tecnología de poder y el simulacro como dispositivo de subjetivación en el contexto
actual. El simulacro es entendido como hegemónico, además es una forma de dominio
simbólico.
Por otra parte podemos percibir dos momentos: el primero la sociedad de productores, se
moviliza a través de la disciplina. Su principal mecanismo de poder es la vigilancia, por
medio del panóptico; el segundo la sociedad de consumidores, vehiculada mediante el control.
Su principal mecanismo de poder es la seducción, mediante el sinóptico. Ambos (panóptico y
sinóptico) se articulan por medio de normas, las normas articulan la disciplina y el Biopoder
es propio de las sociedades consumidoras.
Introducción: El simulacro como ausencia de límites
El simulacro se basa en un funcionamiento psicosocial, se caracteriza por tener una
concepción narcisista de la subjetividad propia y por negar radicalmente los límites, esto es
evidente en la sociedad (tanto en productora como en la consumidora), pues cada vez las
personas son mas egoístas y lo único que buscan es su propio beneficio, en este caso el
capital.
El simulacro funciona con sus principales tecnologías de poder en las dos sociedades. En la de
los productores su principal tecnología de poder es la vigilancia, en donde emplean como
mecanismo el panóptico, por ejemplo en las empresas, en donde se vigila constantemente a
los trabajadores, antes esta vigilancia la realizaban varias personas, ahora esto ha cambiado un
poco porque vemos que duchas personas han sido reemplazadas por las cámaras de seguridad,
es decir la tecnología.
Por otro lado la sociedad de consumidores tiene como principal tecnología de poder es el
control, y su mecanismo es el sinóptico. Un ejemplo claro de este mecanismo es la televisión,
en donde la mayoría de la población tiene acceso a ella y por ende muchos pueden ver la vida
de unos pocos, de esta manera controlan a las masas, pues se les impone modos de ser y de
vivir.
El sinóptico posibilita que muchos vean a unos pocos, es decir modelos de privacidad, los
cuales dan normas de comportamiento y fomentan una imagen determinada, esto a través de
la seducción, un ejemplo de esto son los medios de comunicación, nos dan la información
sobre lo importante y lo que no es importante socialmente, reducen el ámbito privado a
empresas y a simulacros.
El sinóptico esta relacionado con el placer inmediato además de tener constante visibilización
de lo privado, al ofrecer normas regula las subjetividades, así vemos otro mecanismo para la
masa, que los convierte en individuos separados e individualistas.
Esto se refleja en la realidad constantemente, no solo con las formas de vivir sino que
también con los objetos y herramientas que allí nos muestran, es decir los aparatos
tecnológicos, en donde este proporciona un status dependiendo la marca y el modelo, en ese
orden de ideas nos crean la necesidad de hacer parte de la sociedad de consumo, pues
debemos estar “actualizados” y cambiar constantemente de aparato, para poder ser aceptados
socialmente.
Además de que nos individualiza, pues cada vez es mas común que la comunicación sea
mediante el chat o por las llamadas, dicho de otro modo se esta perdiendo el contacto (físico)
humano.
Panóptico y disciplina:
Del siglo XI al XVIII hay una organización de producción como horarios y rutinas
preestablecidas para el buen funcionamiento fabril. Algunas de las instituciones que tienen
domesticación del cuerpo útil son: el ejército, los colegios, los talleres y las escuelas. Además
las mujeres adquieren una posición de dispositivo de vigilancia, que posibilita la
internalización del control.
Se forman instituciones gracias al dispositivo disciplinario como: trabajo fabril, ejército,
prisiones, hospitales, escuelas, y la misma familia nuclear.
Michel Foucault (1926-1984) mostró como funciona el panóptico, a partir del diseño
arquitectónico de la prisión tradicional y la torre ubicada en la mitad de la misma. En la
torre se podía observar cada lugar (vigilancia), esto supone disciplina, ya que los prisioneros
interiorizan esta vigilancia, aprendiendo a disciplinar su cuerpo y su forma de vida e incluso
sus deseos.
Aunque todavía se practica el panóptico, no es igual, pues ahora no solo las personas son las
que vigilan, sino que también la tecnología lo hacen (por ejemplo las cámaras de seguridad),
que vigilan a las personas y reemplazan al ser humano en su trabajo, pues antes se
necesitaban varios vigilantes, ahora se necesitan unos pocos que vigilen las cámaras.
La sociedad actual ya no necesita mucha gente disciplina sino gente apta para el mercado de
consumo, es decir ocupada en el oficio de obtener placer. Esto se da porque estamos inmersos
en una sociedad capitalista, en donde lo importante es comprar y comprar, pues no les interesa
crear conciencia del ¿Qué comprar? ¿Por qué comprar? ¿Cuál es el beneficio que me trae?
¿Cómo es el uso adecuado?, sino simplemente generan la necesidad del cambio del producto
constante, pues para ellos representa más ganancias.
Del panóptico de Bentham al sinóptico Beckman: Sinóptico y control social:
Al parecer el poder hegemónico tiene como objetivo que el consumo sea el eje de
identificación, ya que entre mas se compre, las personas se creen mejores, sin embargo es
pasajero, pues con el paso del tiempo los productos van cambiando con mayor rapidez.
Para que el control sea efectivo debe entrar en el ámbito privado. La sociedad occidental esta
mediatizada, esto dificulta el entendimiento del ámbito privado: definido como un espacio
que escapa del control público, tanto en lo social como en lo político.
Esto ultimo se refleja en nuestra sociedad, por ejemplo con los programas de TV, en donde no
hay un ámbito privado, sino que construyen un mundo privado, respetando la frontera entre
ficción y realidad para esto son los actores y las actrices, quienes fomentan identidades,
productos y comportamientos, de esta manera nuestra identidad toma sentido, ya que
podemos tener cierta visibilidad, como por ejemplo: “solo compra ciertos productos”.
Según el modelo hegemónico el sinóptico nos aporta una vida llena de intensas emociones, ya
que al generar placeres inmediatos, cambia la medición del éxito de los show, pues ahora se
miden en función de lo que hablan de ti, no en función de su trabajo. Los sinópticos han
generado nuevos fenómenos televisivos como: Espacios para entrevistar a “supuestos”
expertos en famosos y no al mismo artista famoso. Por otra parte están los programas de
televisión que hablan de otros programas de televisión.
En conclusión el sinóptico conforma en realidad una forma concreta, interesada siempre en
las relaciones de poder y dominación e incluso las polémicas entre estas. De igual modo sirve
como dispositivo de control que permite interiorizar las relaciones de poder y hacerlas
propias, hace del poder una experiencia individual y privada.
Panóptico y Sinóptico ¿complementarios o contradictorios?
Aunque actualmente el sinóptico sobresale ante el panóptico, este último no ha desaparecido,
pues todavía existen muchos panópticos a nuestro alrededor. Así lo plantea López Petit (2002)
“los cambios sociales y su impacto nunca se dan en un orden de institución, al contrario son
acumulativos y superpuestos…”.
En una sociedad de trabajadores y consumidores sobresale el modelo de disciplinariedad, el
trabajo y el esfuerzo son para hacer parte del modelo de consumo, control y simulacro; en
donde lo importante es que te vean y el cómo te ven, además de tener placeres inmediatos de
experiencias. Así dice López Petit (2003) el espectáculo se convierte en simulacro, que
impone seducción y normas individuales.
Según el capitalismo para sobrevivir hay que darle importancia al trabajo, siendo este el único
medio para satisfacer las necesidades básicas, de esta manera se individualiza y separa a la
sociedad, así es más fácil dominar y controlar a las sociedades.
Poder y subjetividad en las sociedades de control: Simulacro y racismo del Estado.
El simulacro entendido como una forma de control en las sociedades consumidoras. Foucault
(1976) en su trabajo “Genealogía del racismo” habla de tres tecnologías de poder:
La primera es de Soberanía: poder en el que el soberano tiene el derecho de muerte, esto se da
en el Antiguo Régimen, es decir que aquel que ejerce o posee la autoridad suprema, es quien
decide sobre la vida de los demás.
La segunda es el poder disciplinar, este tiene lugar en la Revolución Industrial, el modelo de
vigilancia, usa como mecanismo el panóptico. Además aparecen los cuerpos individualizados
producidos por el surgimiento de la disciplina como tecnología de poder.
La tercera es el Biopoder o biopolítico, se efectúa mediante la regulación de procesos
virtuales a través de estadísticas, censos, minería de datos, créditos, hipotecas…, se genera
para controlar los nacimientos, migraciones, fecundidad, envejecimiento, acceso a la
cultura…, es propio de las sociedades de consumo y de control. Se emplea el discurso de
garantizar la vida y la seguridad.
Sin embargo vemos en realidad el Biopoder se utiliza es para someter a las personas al
trabajo, el mercado y la individualización; también para controlar al ser humano (la salud, el
tiempo libre, entre otros) y convertirlo en objetos del mercado, para así ser ganancia del
capitalismo.
Las tres se dan a la vez, unas se superponen sobre otras, El Biopoder pone la vida como motor
productivo al servicio del sistema. El poder soberano de muerte y Biopoder funcionan una
gracias a la otra, mediante el mecanismo “racismo de Estado”. Según Foucault es por el
“racismo de Estado”, que el racismo esta mas vivo que nunca, ya que se da la tecnología de
poder que regula la vida pero al mismo tiempo recupera el poder soberano de muerte.
La ordenación del mundo funciona porque esta instalada en lo subjetivo. Sin embargo la
subjetividad esta llena de egoísmo, movilizada por el simulacro, en donde la otredad será vista
siempre como una amenaza. En otras palabras el capitalismo tiene como objetivo
individualizar a la sociedad, pues de esta manera será más fácil someter y controlar a las
personas.
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