“Argentinidad: Identidad, valores y estilos de pensamiento de los
argentinos”
Dr. Leonardo Medrano
Introducción
Con motivo de la conmemoración del bicentenario de la declaración de la
independencia Argentina, el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales desarrolló
un estudio de carácter nacional con el objetivo de indagar sobre la identidad, valores y
estilos de pensamiento de los argentinos. Para ello se desarrolló una investigación en la que
participaron más de 1000 argentinos de diferentes regiones del país. A continuación, se
presenta de manera breve y simplificada algunos de los resultados más sobresalientes del
estudio.
Características Metodológicas
Tipo de Estudio Descriptivo-Correlacional
Metodología Cuantitativa
Técnica de recolección de casos Encuesta telefónica
Población en Estudio Capital Federal
Córdoba
Rosario
Corrientes
San Miguel de Tucumán
Comodoro Rivadavia
Mendoza
Método de Muestreo Probabilístico, aleatorio sistemático
Tamaño de la muestra 1050 casos
Error Muestral 3%
Nivel de Confianza 95%
Identidad de los Argentinos
Cuando se habla de Identidad lo hacemos desde un punto de vista de Rasgos Predominantes
que diferencian nuestra cultura de otra. Describir estas características predominantes ni
implica homologar a los argentinos, ni afirmar que el 100% de los mismos comparte esta
identidad. Hablar de Identidad significa que, a pesar de una amplia heterogeneidad interna,
existen elementos comunes, compartidos en mayor o en menor medida por los habitantes
de una misma región (Gissi, Zubieta & Paez, 2001).
El primer aspecto que se evaluó fue el auto-concepto de los argentinos. Es decir,
como se ven los argentinos a sí mismos. Más concretamente refiere a las creencias,
hipótesis y supuestos que los argentinos tienen sobre sí mismos. Esta autodefinición es
clave dado que provee de estructura, coherencia y significado a los hechos que ocurren de
manera cotidiana (Pajares & Schunk, 2005).
Estudiar como “creen ser los argentinos” permite reconocer cómo el pensamiento
social guía las actividades diarias de los sujetos, sus construcciones y visión del mundo.
Dicha auto-definición determina en gran medida la manera en que interpretamos la
realidad y, en consecuencia, como nos vamos a comportar frente a ella (León, 2002). Es
difícil entender la manera en que los argentinos interpretan y actúan sobre la realidad, si
desconocemos la visión que estos poseen sobre sí mismos.
Para analizar el auto-concepto de los argentinos se utilizó el método de Redes
Semánticas (Valdez Medina, 2002). Esta metodología consiste en solicitar a las personas
que brinden mencionen las palabras que se vienen a la mente frente a la pregunta
inductora: “Cómo somos los argentinos?”. Posteriormente se analiza el peso semántico de
cada palabra considerando el orden de aparición y la frecuencia de mención. A partir de allí
se analiza las palabras que forman el “núcleo semántico” y las que forman el “sistema
periférico”.
El núcleo semántico está compuesto por los elementos de mayor saliencia, es decir,
las palabras que aparecen en primer lugar y con mayor frecuencia de evocación. Este núcleo
posee el carácter consensual y es el responsable de la estabilidad y rigidez de la auto-
definición. Son los elementos que más peso tienen en la definición de sí mismo. Por otro
parte, el sistema periférico está compuesto por palabras que poseen menor peso
semántico. Son los responsables de la movilidad, la flexibilidad y las diferencias entre los
individuos. Generalmente el núcleo central se encuentra más ligado a la memoria colectiva
y la historia del grupo, mientras que los elementos periféricos se asocian más a las
experiencias e historias personales.
En la siguiente figura se ilustra el autoconcepto de los argentinos. Las palabras del
centro son las que conforman el núcleo semántico, las restantes refieren al sistema
periférico. Cabe destacar que se obviaron del modelo las palabras que tenían una
prevalencia menor al 1%.
La palabra de mayor frecuencia de aparición fue “buena gente”. Cuando se indagó
sobre el significado de esta palabra refirieron fundamentalmente que los argentinos son
personas amables, cálidas, solidarias, hospitalarios y colaborativos.
Entre las palabras que tuvieron menos de un 1% de evocación cabe desatacar:
emprendedores (0.4%), perseverantes (0.2%), positivos (0.2%), responsables (0.2%),
auténticos (0.1%) y sudamericanos (0.1%).
Para comprender con mayor claridad las palabras que conforman el nucleo central,
se realizó un análisis de co-ocurrencia. Esto implica calcular la cantidad de veces que las
palabras fueron evocadas de manera conjunta. Por ejemplo, contar cuales fueron las
palabras más evocadas luego de decir “corruptos” o “buena gente”. Los resultados
obtenidos se presentan a continuación:
Un aspecto a destacar es que el término “avivado” aparece en co-ocurrencia con
“trabajadores” y “corruptos”. La caracterización de “ser vivo” puede ser utilizada tanto para
reflejar una manera de trabajar, como para referir al hecho de realizar actos de corrupción.
Por su parte mientras el concepto de trabajador se encuentra fuertemente ligado al de
“honestidad”, el de corrupción se encuentra fuertemente ligado al de “vago”. Lo cual
reflejaría uno de los motivos de la corrupción, vale decir “ser vivo para no trabajar”. Otro
aspecto a destacar es que el concepto de corrupción se encuentra íntimamente ligado con
el de “agrandado”. En función de ello podría afirmarse que la corrupción es vista como un
acto que aumenta la jerarquía de una persona. En otras palabras, el corrupto sería alguien
“vivo” que mediante su astucia logró los beneficios del trabajo duro, sin tener que realizar
el esfuerzo que ello implica.
Es importante destacar que la visión del argentino se mantuvo relativamente
homogénea a lo largo de todo el país. A continuación, se presentan los resultados obtenidos
en las diferentes ciudades que formaron parte del estudio.
Los argentinos y el mundo
¿Cuál es la percepción que tienen los argentinos de otros países? ¿Cuáles son los países con
los que se siente más identificado? ¿A qué países le gustaría parecerse? Con el objetivo de
responder a estos interrogantes se efectuaron las siguientes preguntas:
¿Con que países se siente más identificado?
El 27.7% de los argentinos se siente identificado con países europeos y el 55.8% con
países latinoamericanos. Solamente una minoría se identifica con países de otras
regiones del mundo.
¿Si tuviera la posibilidad de vivir en otro país, lo haría?
Aunque la mayoría de los argentinos preferiría quedarse en la Argentina (56.5%), una
gran proporción (42.3%) señalo que SI se iría del país si tuviera la oportunidad de
hacerlo.
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
60,0
¿A qué país le gustaría que se pareciera la Argentina?
La respuesta más frecuente fue “a ninguno” que involucró a aproximadamente al 15% de la
muestra. Los países más frecuentemente mencionados fueron europeos, destacándose
España (7.8%), Alemania (5.7%), Inglaterra (5%), Italia (3.8%) y Francia (3%), entre otros.
Dentro de los países Americanos las respuestas más frecuentes fueron Estados Unidos
(5.6%), Chile (4.5%), Uruguay (4.4%), Brasil (3.3%) y México (1.3%). La proporción de países
de otras regiones del mundo fue muy baja, solamente Japón mostró un porcentaje de
respuesta superior al 1%.
¿Con qué países deberíamos tener mayor vinculación internacional?
La respuesta más frecuente fue Estados Unidos (20%). El 10% mencionó una vinculación con
los países latinoamericanos y limítrofes, siendo los más elegidos Brasil (4.4%) y Chile (1.2%).
En esta pregunta se observó mayor aparición de países asiáticos, destacándose
principalmente China (1.7%). Los países europeos fueron menos mencionados, alcanzando
un porcentaje total apenas superior al 3%.
Si No Ns/Nc
Estilos de pensamiento de los argentinos
Para evaluar esta variable se partió del modelo teórico propuesto por Sternberg (1999).
Según este autor un estilo de pensamiento es una manera propia de pensar. No refiere a
una aptitud o capacidad mental, sino a cómo manejamos las aptitudes que tenemos.
Mientras que la aptitud refiere a que tan bien alguien puede hace algo, el estilo hace alusión
a cómo le gusta hacerlo. Según este autor los estilos de pensamiento reflejan cuales son los
estilos preferidos para pensar, que tan a gusto nos sentimos razonando de determinada
manera. Dichos estilos pueden dividirse en tres: Estilo Creativo, Conservador y Social.
El estilo de pensamiento creativo se caracterizaría por cierta preferencia en realizar
las actividades siguiendo las propias reglas y decidiendo por sí mismo qué y cómo se
realizará la actividad. Las personas que poseen este estilo prefieren problemas que no estén
estructurados o planteados de antemano, maximizan el cambio, son flexibles y abiertas
cuando afrontan diferentes situaciones.
Las personas con un estilo conservador prefieren seguir procedimientos y reglas ya
pre-existentes, minimizan el cambio, evitan las situaciones ambiguas y prefieren situaciones
familiares. Asimismo, prefieren realizar actividades estructuradas y predecibles. Además,
necesitan contar con la aprobación y aceptación de otros para realizar sus actividades.
Por último el estilo social, es característico de las personas que prefieren trabajar en
grupos y coordinando esfuerzos, este estilo se contrapone a un estilo más individual en
donde las personas prefieren trabajar de manera individual y aislada, sin la necesidad de
consultar o contemplar en el proceso de toma de decisión a otras personas.
Es importante señalar que los estilos no son buenos o malos en sí mismos. El estilo
debe evaluarse como más adaptativo según la situación y el momento en que se encuentra
la persona (Sternberg, 1999).
Para evaluar estos estilos se utilizó el Thinking Styles Inventory. Este es un test
desarrollado por Sternberg (1994, 1999), que ha demostrado ser vàlido y confiable para
medir los estilos de pensamiento. Algunos de los resultados obtenidos se presentan en la
siguiente tabla:
Dimensión Ítem Nivel de Total Acuerdo (%)
Creativo Me gusta cuestionar viejas ideas o formas de hacer las cosas y buscar otras nuevas
46,8%
Disfruto el trabajo que implica analizar, evaluar o comparar cosas
53,70%
Me gusta la ejecución de tareas prácticas donde puedo estudiar y evaluar diferentes puntos de vista o ideas.
59,20%
Conservador Al resolver un problema o realizar una tarea me gusta seguir reglas o direcciones definidas
35,10%
Me gustan las situaciones en las que puedo seguir una rutina establecida
19,10%
Me gustan las tareas y los problemas que tienen reglas fijas a seguir para resolverlo
27,20%
Social Me gusta la ejecución de tareas prácticas en las que puedo trabajar con otras personas
51,90%
Prefiero situaciones donde puedo llevar a cabo mis propias ideas sin tener que depender de otros
25,30%
En una discusión o un informe me gusta combinar mis ideas con las de los demás
60,50%
En términos generales los argentinos mostraron un estilo de pensamiento
predominantemente creativo y social en detrimento de un estilo más conservador. Los
niveles más bajos se observaron en las afirmaciones que referían a seguir reglas o hacer
actividades rutinarias. Puede afirmarse en términos amplios que los argentinos no
manifiestan preferencia por segur reglas pre-establecidas. Si bien los argentinos comunican
preferencia por contemplar el punto de vista de otras personas y cuestionar viejas ideas, es
probable que estas respuestas se vean afectadas por cierto sesgo de deseabilidad social, el
cual es muy habitual en este tipo de estudios. En cualquier cosa los datos sugieren cierto
gregarismo en el estilo de pensamiento del argentino, donde el factor colectivo y social
parece tener cierto impacto sobre la manera en que se piensa.
Es importante destacar que no se observaron diferencias estadísticamente
significativas en los estilos de pensamiento según la región del país. En todos los casos se
observaron valores homogéneos.
Valores de los Argentinos
En términos generales los valores pueden ser definidos como creencias que se encuentran
organizadas jerárquicamente y que sirven como guías del comportamiento humano. Los
valores que mantiene una persona son guías motivacionales de orden superior, que pueden
explicar las acciones y conductas que realiza de manera cotidiana.
Para el presente estudio se partió del modelo teórico propuesto por Schwartz
(2001). Según este autor los valores pueden organizarse a lo largo de cuatro bipolaridades:
Auto-trascendencia vs. Auto-promoción: refiere por un lado a la trascendencia de
los intereses personales en función de los colectivos, y por otro a la priorización de
los propios intereses y la búsqueda de reconocimiento personal.
Conservación vs. Apertura al cambio: involucra por un lado el aprecio de la seguridad
y el orden, y por otro quienes valoran la independencia de acciones y nuevos
pensamientos.
Estas dimensiones han sido estudiadas en más de 60 países, obteniendo evidencias
empíricas favorables que avalan su utilización y validez científica.
Para evaluar estas dimensiones se utilizó una versión abreviada de un test desarrollado
por Schwartz. Los resultados de esta prueba indica la prevalencia de estos valores,
analizando el nivel de acuerdo que los encuestados manifiesta a partir de una serie de
frases. Los resultados obtenidos pueden variar del 1 al 10. A continuación de se presentan
los resultados desagregados por ciudad:
1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
Capital Federal.
Comodoro Rivadavia.
Córdoba
Corrientes
Mendoza
Rosario
San Miguel de Tucumán
Niveles de Autopromoción (1-10)
1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
Capital Federal.
Comodoro Rivadavia.
Córdoba
Corrientes
Mendoza
Rosario
San Miguel de Tucumán
Niveles de Trascendencia (1-10)
1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
Capital Federal.
Comodoro Rivadavia.
Córdoba
Corrientes
Mendoza
Rosario
San Miguel de Tucumán
Niveles de Conservadurismo (1-10)
1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
Capital Federal.
Comodoro Rivadavia.
Córdoba
Corrientes
Mendoza
Rosario
San Miguel de Tucumán
Niveles de Apertura (1-10)
A partir de los resultados obtenidos se observa una prevalencia de la “auto-
trascendencia” por sobre la “auto-promoción”. Se observa por ejemplo que el nivel de
acuerdo con la afirmación “quiero que la gente admire lo que hago” (18%) fue
notablemente inferior a afirmaciones tales como “creo que todos deben gozar las mismas
oportunidades” (84%), o “es importante para mi responder a las necesidades de los otros”
(68%).
Por otra parte, las dimensiones de “conservadurismo” y “apertura” mostraron
niveles semejantes, observándose en algunos casos puntales mayores niveles de
conservadurismo que de apertura (por ejemplo, Rosario) o viceversa. Por ejemplo, el 45%
de los argentinos manifestó estar de acuerdo con la afirmación “creo que la gente debe
seguir las reglas todo el tiempo, aunque nadie este mirando”, y 47% se manifestó de
acuerdo con creer que las personas “deben aprender a sentirse satisfechas con lo que
tienen”. En relación a la apertura se observaron valores semejantes, aunque superiores
dado que el 64% manifestó “pensar que es importante hacer cosas diferentes en la vida”,
aunque solo una proporción minoritaria manifestó “me gusta arriesgarme, buscar
aventuras” (37%).
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