Download - ASTARITA - Fundamentos Metodológicos (1)

Transcript
  • FUNDAMENTOS METODOLGICOS EN ECONOMA NEOCLSICA Y ECONOMA POLTICA Nota de clase para Desarrollo Econmico, Facultad de Ciencias Econmicas, UBA. Rolando Astarita Tal vez una de las cuestiones ms importantes que se discuten en este curso de desarrollo econmico tiene que ver con las perspectivas metodolgicas de la economa. El tema no slo est en el centro de las diferencias entre la economa neoclsica (o corriente principal) y la mayora de las perspectivas heterodoxas y crticas, sino tambin est en la base de las dificultades que enfrenta la teora neoclsica en relacin al desarrollo. Este ltimo problema fue expresado con claridad por Paul Krugman, cuando explic, en dos artculos, por qu la teora neoclsica la nica que, en su opinin, merece el ttulo de ciencia no ha podido sentar los fundamentos de una teora sobre el desarrollo. En el primer trabajo Krugman (1994), sostiene que el problema estuvo en las dificultades que tuvo la teora tradicional del desarrollo de Hirschman, Lewis y otros, para formalizar sus planteos. En el segundo escrito Krugman (1996) plantea que los economistas no han logrado derivar una teora general del desarrollo de los primeros principios, los comportamientos individuales; y que sta es la razn por la cual las explicaciones del desarrollo no adquirieron el status de ciencia. Es claro que ambas problemticas estn en el centro de las preocupaciones de la mayora de los alumnos que han sido entrenados en la economa neoclsica: el afn por formalizar matemticamente, y por derivar lo macro de los comportamientos micro, individuales. Incluso es posible que muchos estudiantes encuentren este curso de desarrollo poco cientfico, dado que no sigue los senderos de lo que habitualmente se piensa que es la ciencia de la economa. El objetivo de esta nota de clase, entonces, es introducir esta discusin. Para eso, en primer lugar, sintetizamos el planteo de Krugman (1994); demostramos la amplitud que ha alcanzado el formalismo matemtico en la economa; y analizamos crticamente esta perspectiva metodolgica, sealando sus limitaciones. En segundo trmino, presentamos el individualismo metodolgico, en Krugman (1996); mostramos la generalidad que alcanz este principio, y lo analizamos crticamente. Debido a que tanto la exigencia de formalizar matemticamente, como de derivar de primeros principios, se relacionan ntimamente con la idea de que el paradigma de la economa est proporcionado por la fsica, y las matemticas, haremos varias referencias a estas ciencias. En tercer lugar, presentamos algunas consideraciones sobre el rol de la formalizacin matemtica, las concepciones sobre totalidad, y sacamos conclusiones.

    I. Formalizacin matemtica y economa neoclsica La explicacin de Krugman (1994) En este texto Krugman intenta responder por qu la teora del desarrollo ortodoxa se estanc y entr en decadencia, a pesar de que trabajos como los de Hirschman o Lewis tenan ideas profundas y ricas. Para eso Krugman parte de la idea de que la economa es

  • ciencia a partir del momento en que logr formalizarse. Segn Krugman, la formalizacin matemtica permiti desarrollar cientficamente la teora del equilibrio general, la macroeconoma y otras ramas de la economa. Sin embargo, contina Krugman, los escritos ms importantes del desarrollo se basaron en las economas crecientes a escala, y esto no se poda formalizar. Por esta causa los tericos del desarrollo expresaron sus ideas verbalmente, sin traducirlas a frmulas matemticas. Y en consecuencia permanecieron desatendidas por el mainstream. Los economistas neoclsicos, siempre segn Krugman, trabajaron lo que podan formalizar. As, la extensin que adquiri el equilibrio general se debi simplemente a que se poda formalizar fcilmente. Krugman defiende este curso de la investigacin, argumentando que los modelos formales permiten aproximarnos a la comprensin de la realidad. En este respecto, la teora del equilibrio general, si bien es un modelo ideal, permitira entender cmo funciona la economa real. Por eso, concluye Krugman, era vlido desarrollar el equilibrio general; y descuidar la teora del desarrollo, ya que sta no se poda expresar matemticamente. Plantea entonces que en tanto la teora del desarrollo se exprese matemticamente, adquirir el carcter de ciencia. La economa del desarrollo, en principio, se debe poder expresar matemticamente; y slo esta expresin matemtica garantizar la rigurosidad y coherencia de la teora. Krugman plantea tambin que debera ser relativamente sencillo, dados los avances de las matemticas, realizar esta tarea con las viejas proposiciones de la teora clsica del desarrollo. La generalidad del uso de las matemticas La idea anterior, de que la economa es ciencia porque logra formular matemticamente sus ideas, est muy extendida en nuestro mundo acadmico. En esto han confluido dos vertientes. Por un lado, est la idea, que viene de los orgenes de la Economa Poltica, de matematizar el funcionamiento de la economa (y la sociedad) siguiendo el ejemplo de la fsica newtoniana. Ya Kant pensaba que se necesitaba un Newton o un Kepler para identificar las leyes de la sociedad.1 Y autores franceses como Quesnay, Turgot, Dupont de Nemours, Condorcet, Archylle-Nicolas Isnard, Canard, Depuit, Cournot fueron precursores en esta corriente, que desemboca en el trabajo de Walras. Este ideal perdura hasta el da de hoy, como puede verse en los trabajos de Krugman, entre otros. La segunda vertiente que impuls la matematizacin de la economa provino del desarrollo de las matemticas como un fin en s mismo, a partir de los trabajos de Hilbert. Esto es, en las matemticas hubo un nfasis creciente en la construccin de sistemas formados por conjuntos de axiomas y sus deducciones que ya no pretendan expresar el lenguaje de la naturaleza, sino proveer una serie de marcos para realidades tericamente posibles. Este impulso tuvo indudable influencia en la teora econmica ortodoxa desde mediados del siglo 20. Los sistemas del equilibrio general (Debreu, Arrow y Hahn, etc.) responden a esto. Se construyeron entonces sistemas formalmente sofisticados, sin preocuparse porque tuvieran alguna relacin con la realidad social o econmica (vase Lawson, 2003). Lawson sostiene, por otra parte, que esta tendencia ha pasado a ser la predominante en economa. Siendo cierto este rasgo, en nuestra opinin, sin embargo, la cuestin hoy es un poco ms compleja. Es que si bien los modelos del equilibrio general no pretenden reflejar la realidad Arrow y Hahn jams disimularon este hecho hoy los modelos de 1 Nos basamos en Lawson (2003), cap. 10. De todas maneras la escuela liberal de Say y sus seguidores, que era dominante en Francia del siglo 19, rechazaba la idea de expresar las leyes econmicas a travs de las matemticas.

  • macroeconoma o crecimiento, de alto nivel de abstraccin y sofisticacin, si bien axiomticos y con deducciones rigurosas, pretenden, sin embargo, dar cuenta de la realidad y alardean de que son testeables. En cualquier caso, es a partir de ambas vertientes la influencia de la fsica y de la matemtica axiomtica que las matemticas se han convertido en la base imprescindible del edificio neoclsico. Por eso es natural que los estudiantes de economa dediquen mucho tiempo y esfuerzo a su preparacin matemtica, y consideren que no hay ciencia si no hay matemticas. Todo economista tambin sabe que un paper slo tendr consideracin ante el establishment cientfico si tiene matemticas, y en abundancia. Una idea, por ms simple que sea, debe expresarse matemticamente para ser aceptada. Son mltiples las evidencias de esta situacin, que provoca incluso la reaccin de neoclsicos representativos. Por ejemplo, Lipsey reconoce que para lograr que se publique un artculo en las revistas de economa de primera lnea, se debe proveer un modelo matemtico, aun cuando no agregue nada al anlisis verbal. De hecho, escribir teoras es escribir modelos matemticos (citado por Lawson, 2005). Wassily Leontiev, premio Nobel de Economa, seala cmo pginas y pginas de las revistas especializadas en economa estn llenas de frmulas matemticas. Milton Friedman, otro premio Nobel, dice que la economa se ha convertido, de manera creciente, en una rama arcana de las matemticas, en lugar de tratar con los problemas econmicos reales (dem). Ronald Coase, tambin premio Nobel, plantea que la economa existente es un sistema terico [matemtico] que flota en el aire y tiene poca relacin con lo que pasa en el mundo real (dem). Y Robert Solow, otro premio Nobel, dice que

    si hoy usted le formula a un economista del mainstream una pregunta sobre casi cualquier aspecto de la vida econmica, la respuesta ser: supongamos que modelamos tal situacin y veamos qu pasa el mainstream moderno de econmicas consiste en poco ms que ejemplos de este proceso (dem).

    Agreguemos esta observacin de Krugman: En mi calidad de antroplogo aficionado que lleva largo tiempo estudiando esa extraa cultura conocida como ciencia econmica acadmica, he llegado a la conclusin de que un concepto de economa prospera con todo su esplendor si se expresa en trminos ms bien tcnicos, aunque las dificultades tcnicas sean en gran medida innecesarias Si una idea profunda se transmite a travs de ejemplos sencillos y elegantes parbolas, en lugar de matemtica pura y dura, hay una tendencia a no tenerla en cuenta [Krugman (1997) pp. 24-25].

    Es natural entonces que en un curso de desarrollo donde se ven pocas matemticas (y muy elementales), cualquier estudiante pueda interrogarse, con todo derecho, acerca del carcter cientfico de lo que est estudiando. El fetichismo de las matemticas En lo que sigue no sostenemos que las matemticas no sirven en absoluto para las ciencias sociales, sino planteamos que la formalizacin matemtica no garantiza la rigurosidad y coherencia lgica que Krugman, y muchos otros tericos neoclsicos, pretenden que garantiza. En otras palabras, lo que pretendemos es desnudar el fetichismo que han hecho muchos de las matemticas. Cuando hablamos de fetichismo queremos significar una situacin en la que se asigna a algo propiedades que en s mismo no tiene. Un ejemplo comn de fetichismo puede ser el de aqul que piensa que porque mira el partido de ftbol desde determinado silln, su equipo favorito tiene ms probabilidades de ganar. En el caso de las matemticas, hay fetichismo cuando se

  • piensa que las matemticas, en s mismas, constituyen teora econmica, y permiten expresar prcticamente todos los fenmenos esenciales de la economa.

    1. Discutir los supuestos Tal vez la primera cuestin, y ms importante, es sobre la necesidad de tener presente que la formalizacin matemtica jams garantiza que los supuestos sean correctos, o tengan algo que ver con la realidad. Esta cuestin ya la haba sealado Poincar a Walras, cuando este ltimo busc el respaldo del gran matemtico para su modelo del equilibrio general. Poincar explic que al comienzo de cada especulacin matemtica existen hiptesis, y para que la especulacin sea fructfera, es necesario dar cuenta de esas hiptesis. Si uno olvida esto, entonces va ms all de los lmites correctos [Poincar, citado por Lawson (2003)]. Puntualmente Poincar criticaba a Walras porque parta de la hiptesis de seres humanos egostas e infinitamente previsores a largo plazo, sin probar o discutir esos puntos de partida. Pues bien, esta crtica de Poincar a Walras, realizada hace ms de 100 aos, conserva plena vigencia. Es que desde los cursos ms elementales hasta los papers ms encumbrados, el procedimiento en la economa neoclsica sigue siendo el mismo que Poincar criticaba a Walras. Esto es, se plantean supuestos que nunca se problematizan, ni se justifican (a no ser por vagas alusiones a la introspeccin, que es la ms falible de las evidencias). Por ejemplo, se parte del supuesto de que el salario es igual a su productividad marginal fsica; se supone tambin que la productividad es decreciente; y se sostiene que hay una funcin de produccin continua y derivable. Una vez formulados estos supuestos, es sencillo mostrar, matemticamente, cmo, dado un stock de capital por obrero, la derivada de la funcin es igual al salario de equilibrio. Pero es claro que el empleo del anlisis aqu no permite justificar los supuestos de partida (funcin de produccin continua y derivable, productividad marginal decreciente, etc.). Presentemos otro ejemplo (que los hay por decenas en el cuerpo terico del mainstream). Se le dice al estudiante que la inversin depende negativamente de la tasa de inters; esta afirmacin apenas se discute, pero rpidamente es plasmada en una ecuacin matemtica. En qu ha contribuido esta ecuacin para justificar la verdad del supuesto, esto es, que la inversin depende negativamente de la tasa de inters? En nada, porque slo ha repetido lo que se asever verbalmente en el punto de partida. Por eso estos supuestos permanecen en el limbo, por fuera de las consideraciones del economista. En este respecto la economa ni siquiera sigue el ejemplo de la fsica. En sta, para que las especulaciones sean fructferas, es necesario justificar y dar cuenta de las hiptesis; pero en economa la cuestin se pasa por alto. No es de extraar entonces que los neoclsicos se deslicen cada vez ms hacia la construccin de modelos axiomticos, que poco tienen que ver con la realidad. E incluso cuando la realidad desmiente tozudamente los supuestos y sus correspondientes construcciones matemticas los mismos se mantienen contra viento y marea. Por ejemplo, en los ltimos 15 aos hubo un fuerte aumento de la productividad en Estados Unidos; segn la teora enseada, los salarios reales deberan haber subido. Pero la realidad es que bajaron, o se estancaron. Otro ejemplo: a lo largo de la dcada de 1970 la tasa de inters real en el mundo capitalista desarrollado fue negativa; sin embargo, la inversin fue ms dbil que en los ochenta, cuando la tasa de inters real fue positiva. A pesar de estas evidencias, a los estudiantes se les sigue enseando que el salario se iguala con la productividad marginal; y que la inversin depende negativamente de la tasa de inters real.

  • Lo importante, una vez ms, es que la matemtica interna a cada uno de los respectivos modelos (productividad marginal, funcin de la inversin) no permite dar cuenta de la incongruencia entre el modelo y la realidad; ni solucionarla.

    2. El problema de las simplificaciones Un argumento frecuente de los economistas neoclsicos cuando se cuestiona la irrealidad de los supuestos es que ellos son conscientes de que esos supuestos no reflejan toda la realidad; pero que se los incluye para aproximarse, por va de la simplificacin, a la comprensin de los fenmenos econmicos; y que por esta razn son legtimas las simplificaciones [Krugman (1994) desarrolla esta idea]. El argumento tiene un punto de verdad; en las ciencias siempre es necesario hacer simplificaciones. Hasta cierto punto es necesario cerrar el sistema, esto es, excluir de la consideracin, aunque sea provisoriamente, ciertos eventos, a fin de descubrir tendencias o regularidades. Por ejemplo, Marx elabora un sistema de reproduccin simple y ampliada del capitalismo suponiendo que toda la economa es capitalista (no existe la pequea burguesa ni otras clases); que las mercancas se venden por sus valores (o por sus precios de produccin); etctera. Su teora de la plusvala tambin supone que la fuerza de trabajo se vende por su valor. Lo mismo puede decirse de muchos otras explicaciones heterodoxas. Pero si esto es as, a qu viene tanto alboroto acerca de los supuestos neoclsicos? El problema reside en que cuando se realizan simplificaciones es necesario determinar en qu grado las mismas se apartan de la realidad. Aqu, como en tantas otras cuestiones, cuenta la ley del salto de cantidad en calidad. Esto es, una cierta magnitud de divergencia entre la realidad y el supuesto simplificador permite penetrar mejor en el fenmeno que se est estudiando. Pero si la distancia es demasiado amplia, se corre el riesgo de construir otra realidad una realidad virtual, o imaginada que no tiene punto de contacto con el mundo en que vivimos. Por lo cual llegamos a provocar un cambio cualitativo del problema bajo anlisis. Y esto sucede cuando las simplificaciones en el anlisis dejan de lado rasgos esenciales que definen el fenmeno bajo estudio. Por ejemplo, uno de los supuestos axiomticos del modelo del equilibrio general de Debreu es una sociedad en la cual todos los agentes son propietarios de todos los medios de produccin. No se trata de una abstraccin provisoria, porque jams el modelo de Debreu levanta ese supuesto inicial. Aqu entonces no existen clases sociales; pero por eso mismo tambin ha desaparecido la sociedad capitalista. Esto es, la simplificacin anul lo que haba que estudiar, el sistema capitalista. El resultado por ms elegancia matemtica que tenga no tiene punto de contacto con la realidad econmica actual, por la sencilla razn de que ab initio se ha hecho abstraccin de la diferencia especfica que caracteriza al capitalismo, a saber, existencia de la propiedad privada de los medios de produccin, y la venta de la fuerza de trabajo por parte de los no propietarios. El modelo Debreu se puede desplegar con rigurosidad matemtica, pero se construye sobre simplificaciones que tericamente anulan la existencia misma de la sociedad capitalista. Hahn, otro de los padres fundadores de los modelos del equilibrio general, admite que no slo no hay razones para suponer que alguno de esos modelos algn da se convierta en realidad, sino que incluso pueden ser peligrosos ya que la economa del equilibrio fcilmente es convertible, y con frecuencia lo es efectivamente, en una apologa de la economa existente [citado por Lawson (2005)]. Pero si esto es as, no es cierto lo que afirma Krugman, sobre que los modelos neoclsicos realizan simplificaciones con el propsito de acercarnos a la comprensin de la realidad. Los modelos del equilibrio general, por caso, se construyeron para

  • proporcionar una base axiomtica a la teora de los precios neoclsica. Por esta razn fueron concebidos como una pura estructura matemtica, por la cual jams se dio cuenta ante tribunal alguno de realidad. Algo similar ocurre con infinidad de modelos de macroeconoma, crecimiento o similares. El problema entonces no est en hacer o no hacer supuestos simplificadores, sino en su naturaleza. Para seguir con el caso anterior, supongamos ahora que se construye otro modelo en el que slo el 10% de la poblacin es propietaria de los medios de produccin, y el 90% restante trabaja como asalariada en las empresas de los primeros. Aqu tambin tenemos una simplificacin; pero se trata de una simplificacin que no modifica la naturaleza del problema; por el contrario, lo muestra en su esencia, en la escisin entre propietarios y no propietarios de los medios de produccin. Por eso, cuando se elimina esta simplificacin por ejemplo, admitiendo la existencia de una tercera clase de propietarios privados; o la venta de fuerza de trabajo por encima o debajo de su valor, etctera la naturaleza de fondo del problema no se modifica. Sucede algo similar a cuando en fsica se estudia la cada de los cuerpos. Se puede hacer abstraccin del rozamiento; pero la introduccin del rozamiento no cambia la esencial del fenmeno. En el modelo de Debreu, en cambio, si se introduce la relacin antagnica entre el capital y el trabajo, el conjunto del planteo cambia de raz, y el modelo no se sostiene. Tambin es importante tener presente que a partir de formular un problema que no tiene punto de contacto con la realidad, se puede encontrar, sin embargo, una solucin matemticamente exacta. El modelo de Debreu puede dar soluciones exactas, incluso numricas (si reducimos el nmero de variables para hacer manejables las ecuaciones). Pero esas soluciones exactas no pueden considerarse la solucin ni siquiera aproximada a un fenmeno real. Es una respuesta exacta a un problema equivocado, o incorrecto. Por eso insistimos, la necesidad de estimar, con la mayor precisin posible, la distancia entre el punto de partida original y la simplificacin, est presente en cualquier mbito de la ciencia, empezando por las matemticas. Cuando una ecuacin cuadrtica, por ejemplo, se aproxima linealmente, se establece el resto, esto es, la distancia entre la aproximacin y la ecuacin original. Es elemental saber cunto se aparta lo nuevo del punto de partida. En fsica, cuando se analiza el movimiento de un pndulo ideal (una simplificacin), se est realizando una aproximacin al movimiento del pndulo real; pero para esto se establece en qu sentido se ha logrado una solucin exacta de un problema aproximado, que pueda contemplarse como la solucin aproximada de un problema exacto [vase Stewart, (2007) p. 105]. Pero esto, subrayamos, es lo que no hace el neoclsico cuando elabora sus modelos. Siempre debera tenerse presente cunto se aparta la simplificacin con que opera el modelo econmico, de lo que sucede en la realidad. No es lo mismo un abismo, que unos centmetros de diferencia. El ingeniero que construye un avin, o un edificio, realiza muchas simplificaciones. Pero ningn ingeniero puede realizar libremente simplificaciones que cambien la naturaleza del problema, so riesgo de que el avin, o el edificio, se vengan abajo.

    3. La coherencia entre los modelos En su conocido manual de macroeconoma, Blanchard y Prez Enrri afirman que la utilizacin de las matemticas asegura que los modelos no tienen fallas lgicas. Pero ya hemos visto que si bien el modelo puede no tener fallas lgicas, las matemticas no garantizan que los supuestos de los que parte el modelo, y las simplificaciones que

  • realizan, sean tiles o convenientes. Por eso la afirmacin de Blanchard y Prez Enrri barre debajo de la alfombra uno de los problemas esenciales que deberan discutirse. Pero tambin hace lo propio con otra cuestin, a saber, la coherencia entre los modelos. Para verlo, demos un ejemplo que puede ser entendido por cualquier estudiante de macro. Matemticamente decimos que el ahorro es igual a la inversin, S = I; hacemos depender el ahorro del ingreso, S = S (Y); y la inversin de la tasa de inters, I = I (r); suponemos tambin que el ahorro siempre fluye a la inversin; y que ambos agregados siempre son iguales, S = I. Con lo cual tenemos un pequeo modelo de cmo funcionan el ahorro y la inversin, donde el aumento del ahorro genera el aumento del ingreso. Pero tambin, matemticamente, podemos decir (y esto tambin est en los manuales) que todo lo que no se consume es una fuga que va al ahorro; y que el aumento del ahorro genera, por lo tanto, una cada del ingreso. Con lo cual llegamos a la paradoja del ahorro: cuando la gente aumenta su propensin al ahorro ste no aumenta porque baja el ingreso. Ahora bien, lo interesante aqu es que ambos modelos son coherentes matemticamente, pero generan dos afirmaciones opuestas. Segn la primera, el aumento del ahorro genera aumento del ingreso; de acuerdo a la segunda, el aumento del ahorro genera cada del ingreso. Las matemticas de cada modelo garantizan las coherencias internas respectivas, pero no tienen manera de conciliar la incompatibilidad lgica que deriva de cada uno de ellos. Esto demuestra que no slo es importante que las matemticas o la lgica garanticen la coherencia interna de cada modelo, sino tambin la coherencia sistmica del edificio terico. Pero aqu es donde la economa cada vez ms se retira hacia el estudio de islas (o sea, los modelos), que nadie intenta poner en consonancia. La cuestin se puede ver con claridad en macroeconoma. Como admite Mankiw (en su conocido manual de macro), la macroeconoma cada vez se parece ms a un cortaplumas suizo, o a una caja de herramientas inconexas. As, segn un modelo la suba de la tasa de inters se asocia a la apreciacin de la moneda; y segn otro modelo, con otro supuesto, la suba de la tasa de inters se asocia a la depreciacin de la moneda. Cada uno de esos modelos es matemticamente correcto, cumpliendo con lo que piden Blanchard y Prez Enrri. Pero nadie se preocupa de formalizar matemticamente el conjunto. Por eso no basta con decir que las matemticas deben garantizar la coherencia de los modelos. Adems de la exigencia de realidad de los supuestos de que se parte, es necesaria la coherencia entre las partes. Pero esta coherencia no siempre podr ser provista por las matemticas (vase ms abajo).

    4. Matemticas hermosas para contar mentiras Como explica Lawson (2003) las matemticas han sido elevadas al sitial privilegiado de cientificidad en la sociedad. El matemtico (y tambin el fsico) goza de un respeto extra. Las matemticas parecen demandar una suerte de inteligencia superior por parte de quienes la practican, y una demostracin matemtica siempre es concluyente; como se acostumbra a decir cuando algo est muy probado, es tan cierto como que dos ms dos son cuatro. No hay discusin posible. Por esto hay una aceptacin hasta cierto punto a-crtica de todo lo que se presente bajo forma matemtica. Lo cual es muy conveniente para el economista a la hora de presentar teoras y modelos irrelevantes o, reidos con la experiencia cotidiana ms elemental de los seres humanos. Por ejemplo, no existe trabajador asalariado real, en el mundo capitalista real, que optimice entre la utilidad del ocio y la desutilidad del trabajo, como sostiene la teora neoclsica, a fin de

  • construir la curva de oferta de trabajo. Sin embargo, el hecho de que esta ficcin se presente de forma matemtica, la viste con ropas de idea cientfica y profunda. Muchos incluso se pueden sentir inhibidos para cuestionar la legitimidad global del planteo. Pero aqu toda la ciencia consiste en hablar en ecuaciones para crear un escenario matemticamente correcto, pero mentiroso e inexistente. Como dice Stewart, refirindose a algunas formulaciones matemticas de problemas de la fsica:

    Pueden elaborarse hermosas historias a partir de una mentira, pero tienden a fracasar cuando se enfrentan a la terrible realidad. Del mismo modo, se puede hallar, aparentemente, una matemtica hermosa en una mentira; pero tambin fracasar cuando se enfrente con la dura realidad (Stewart, p. 105).

    Las historias hermosas asalariados decidiendo a principios de ao si quieren trabajar o prefieren la utilidad del ocio; hogares de trabajadores optimizando segn una tasa de preferencia intertemporal de por vida, y similares que nos cuentan los modelos neoclsicos no tienen por qu ser ciertas por el hecho de que estn formuladas con ecuaciones. Ese mundo de ecuaciones no dice palabra de la dura realidad que viven los millones de seres humanos cuya nica opcin es vender su fuerza de trabajo, o morirse de hambre (no disfrutar del ocio).

    5. Limitaciones de la fsica matemtica Los puntos anteriores se refirieron a cuestiones inherentes a la relacin entre las presentaciones de la economa neoclsica y la matemtica. Pero es necesario tambin atacar el mito, bastante extendido, de que todos los fenmenos, sean naturales o sociales, pueden expresarse de forma matemtica; y que por lo tanto pueden ser estrictamente predecibles. Recordemos que, a partir del paradigma de la fsica, los modelos neoclsicos deban convertir a la economa en una ciencia con posibilidades de predecir el curso futuro de la economa. Una idea que se corresponde con la concepcin mecanicista, e inspirada en la fsica newtoniana, que conceba al universo como un engranaje gigantesco, con comportamientos predecibles, tal como sucede con cualquier otra mquina.2 Trasladada esta concepcin al campo de la economa, significa que en la medida en que se conozcan los parmetros de comportamiento por ejemplo la elasticidad inters de la inversin; la propensin marginal al consumo, etc. se pueden establecer ecuaciones que describen la evolucin del sistema, porque esta evolucin est plenamente determinada, en ausencia de shocks externos, desde el momento inicial. Esto porque se plantean relaciones funcionales entre una serie de variables, que se consideran independientes, y otra serie de variables, las dependientes, donde las primeras anteceden causalmente y determinan de manera unvoca siempre suponiendo conocidos y estables los parmetros de comportamiento, lo cual en s mismo es otro supuesto heroico el comportamiento de las segundas. Como seala Lawson, estas relaciones necesitan y estimulan las formulaciones en trminos de tomos aislados, para asegurar que siempre, bajo las mismas condiciones dadas x, se siga determinada consecuencia y. Es cierto que tpicamente en estos modelos se incorporan shocks. Esta es la nica variante de imprevisibilidad del modelo. Sin embargo no es tal en el fondo, porque los shocks son exgenos y de media cero. De manera que en el largo plazo la economa 2 Walras, por ejemplo, planteaba que la economa poltica pura, que deba preceder a la economa poltica aplicada, es una ciencia semejante a las ciencias fsico-matemticas en todos los aspectos. De lo cual se deduce que su mtodo es el matemtico. Si la economa poltica pura, o la teora del valor de cambio y del intercambio es como la mecnica, como la hidrulica, una ciencia fsico-matemtica, no debe temer el empleo de los mtodos y el lenguaje matemticos (Walras 1987 p. 152).

  • deber comportarse como el modelo dice que debe comportarse. El modelo permitira predecir el curso futuro y las ecuaciones diferenciales modelar su desarrollo. Es este afn por establecer un mundo econmico rgidamente determinista el que impulsa a los economistas neoclsicos a dejar de lado todo fenmeno que no sea pasible de expresar en trminos de ecuaciones.3 Por eso si un fenmeno econmico no se presenta de forma matemtica, no puede ser reconocido como fenmeno econmico. En otras palabras, las matemticas le otorgan el ser. Es lo que con toda sinceridad reconoce Krugman en su artculo de 1994: en la teora ortodoxa del desarrollo los rendimientos crecientes a escala no existan como fenmeno econmico porque no era posible tratarlos matemticamente.4 En el mundo de la economa neoclsica se piensa que as tambin sucede en la fsica; lo cual acta como justificativo y estmulo para seguir adelante con la matematizacin de la sociedad a toda costa. Se piensa que l fsico puede expresar todo, o casi todo, en ecuaciones; y lo que no puede reducir a ecuaciones, seguramente no tiene mucha importancia. El economista piensa que la fsica ha logrado modelar y expresar todos los fenmenos naturales importantes mediante sus correspondientes ecuaciones diferenciales o est en vas de hacerlo y que lo mismo es posible hacer con la economa. Pero se trata de una idea equivocada, porque ni siquiera la fsica ha logrado expresar matemticamente la mayora de los fenmenos de la naturaleza. Es importante que prestemos cierta atencin a este asunto, porque en realidad, lo que los economistas han tomado como modelo es la fsica determinista, o mecanicista, basada en las leyes de la gravedad y del movimiento de Newton. Pero estas leyes slo pueden explicar unos pocos fenmenos, bastante limitados.5 Por ejemplo, las ecuaciones del movimiento de Newton permiten calcular de forma precisa el movimiento de dos masas puntuales sometidas a fuerzas mutuas. Pero no pueden dar una solucin si se trata de tres partculas puntuales; el caso es demasiado difcil para una solucin completa. Mucho menos pueden dar cuenta del movimiento completo de, digamos, 50 planetas. Lo mismo sucede con el movimiento de los fluidos, y con tantos otros fenmenos. Obsrvese que se trata de sistemas deterministas, pero en los que surgen movimientos que, hasta el presente, slo pueden captarse de manera estocstica. El movimiento de Hiperin, un planeta que gira en torno a Saturno, est gobernado por una ecuacin diferencial. Pero su movimiento es de tipo catico; pequeas diferencias en los datos dan lugar a resultados muy distintos, y a movimientos que parecen completamente desordenados. Matemticamente algo similar ocurre con una ecuacin tan simple como kx2 1; algunos valores de k conducen a iteraciones ordenadas, pero otros a secuencias muy parecidas al caos. Si esto ocurre con sistemas determinsticos, qu puede esperarse de la sociedad, donde estn implicadas reacciones humanas, comportamientos de clases sociales y grupos (que aprenden de las experiencias pasadas y cambian sus comportamientos), y donde intervienen infinidad de variables? Por supuesto, en economa algunas ecuaciones pueden darnos alguna idea aproximada de ciertas tendencias. Por ejemplo, la relacin entre la evolucin de la masa de 3 Naturalmente, tambin se dejar de lado cualquier fenmeno por el que asome alguna evidencia de que estamos en presencia de una sociedad basada en la explotacin; vase ms abajo. 4 Aunque Krugman no lo dice, haba tambin una razn ideolgica, y posiblemente ms profunda: los rendimientos a escala creciente acaban con la idea de la competencia perfecta. Por eso en los modelos de crecimiento endgeno, donde se incorporan los rendimientos a escala creciente, se lo hace con supuestos irreales. Por ejemplo, el avance tecnolgico de una empresa est disponible para toda la rama, sin costo e inmediatamente; y similares. 5 En lo que sigue nos basamos en Stewart (2007). Ian Stewart es doctor en matemticas y director del Instituto de Matemticas de la Universidad de Warwick.

  • beneficios y capital invertido nos da la evolucin de la tasa de ganancia; y a partir de aqu se pueden establecer algunas tendencias. Pero no hay manera de establecer de forma determinstica, mecnica, de qu modo y cunto variar la tasa de ganancia; y menos an cundo se desatar una crisis econmica a raz de la baja de la tasa de ganancia; o cul ser la magnitud de la cada. Ms an, a veces es posible expresar un fenmeno en ecuaciones, pero esas ecuaciones pueden no tener resolucin. Esto sucede con ecuaciones relativamente sencillas, que expresan fenmenos fsicos. Si tomamos, por caso, el movimiento de un pndulo idealizado,6 veremos que el mismo se puede expresar con ecuaciones dinmicas. Sin embargo estas ecuaciones no se pueden resolver completamente; podemos obtener una descripcin coherente y cualitativa de todos los movimientos posibles de un pndulo idealizado, pero no podemos especificar cul es el recorrido y la velocidad en cada instante t. Ms en general, dice Stewart:

    La matemtica poda calcular el movimiento de un satlite de Jpiter, pero no el de un copo de nieve en una ventisca. Poda describir el crecimiento de una burbuja de jabn, pero no el de un rbol [Stewart (2007) p. 66].

    Pero si esto sucede con la naturaleza, por qu el economista piensa que puede traducir la economa bajo una forma matemtica determinstica? Como dice Stewart, refirindose a esta situacin:

    Todo ello me produce un gran descontento [] con los polticos que no slo nos aseguran que una gran dosis de monetarismo ser buena para nosotros, sino que estn tan seguros de ello que piensan que unos pocos millones de desempleados no son ms que un pequeo hipo. El ecologista matemtico Robert May alz su voz con argumentos similares en 1976. No slo en investigacin, sino tambin en el mundo ordinario de la poltica y la economa, estaramos mucho mejor si hubiese ms gente que comprendiera que los sistemas simples no poseen necesariamente propiedades dinmicas simples [Stewart (2007) p. 40].

    Pero, acaso el empleo de la fsica matemtica no ha logrado gigantescos xitos, evidenciados en la tecnologa, en las construcciones maravillosas, que nos rodean? S, la matemtica ha logrado resolver muchas ecuaciones, y la tecnologa demuestra la importancia del logro. Sin embargo existe una diferencia cualitativa entre esa tecnologa y la naturaleza, y es que la primera es una creacin del ser humano:

    En la tecnologa ya no nos interesa entender el universo, sino construir pequeos universos de nuestra propiedad, los cuales sean tan simples que les podamos hacer lo que queramos. La tecnologa tiene por objeto producir un efecto controlado en unas circunstancias dadas. Hacemos nuestras mquinas de modo que se comporten determinsticamente. La tecnologa crea sistemas a los que se aplica el paradigma clsico. No importa que no podamos resolver las ecuaciones del movimiento del Sistema Solar: no construimos ninguna mquina cuyo modo de operacin dependa de conocer tales respuestas (dem, p. 64).

    Un sistema construido por el hombre sea una mquina o un experimento se puede cerrar, y se pueden establecer relaciones lineales. De ah tambin que pueda ser expresado con ecuaciones lineales; o que las aproximaciones lineales den buenos resultados. Pero en la naturaleza no existen lneas rectas, y los sistemas son abiertos. De ah que las ecuaciones lineales tengan poca aplicacin. Y si la naturaleza no es lineal, menos lo es la sociedad en general, y la economa en particular. Alguna relacin lineal puede dar alguna aproximacin a algn fenmeno econmico particular, y bajo condiciones muy restrictivas; o acercar a una comprensin de tipo cualitativo del fenmeno. Pero no puede traducirse a un comportamiento determinista, mecnico. Obsrvese que las resonancias del anterior pasaje de Stewart con lo que hace el economista neoclsico son llamativas. Es que el economista, en lugar de procurar

    6 En este pndulo idealizado la fuerza que acta sobre el pndulo es proporcional al ngulo que forma con la vertical. En la realidad la fuerza no es exactamente proporcional; lo que hace que resolver este caso sea desesperadamente difcil (Stewart, p. 103).

  • entender el universo, construye pequeos universos de su propiedad que funcionan de manera determinstica, a causa de su simplicidad y supuestos arbitrarios. Por eso establece variables dadas, independientes, y relaciones lineales con las variables dependientes, que no tienen asidero emprico, pero dan lugar a soluciones previsibles. Aunque estos modelos no sirvan para entender el universo econmico real, son fcilmente matematizables, y por esa razn el neoclsico piensa que est haciendo ciencia (y aproximndose al ideal de la fsica).

    II. Reduccionismo individualista El tomo como punto de partida y el paradigma de la fsica

    Como bien ha sealado Lavoie (1989), en la economa neoclsica la complejidad no es asumida como una caracterstica propia del mundo en que vivimos, sino como un problema temporario que se genera por nuestro conocimiento insuficiente, y que debera ser superado reduciendo lo complejo a sus partes simples. Por eso se sostiene que para comprender una totalidad compleja hay que reducirla a sus fuerzas bsicas y simples. Por este motivo tambin decimos que el mtodo es reduccionista. Cules son entonces esas partes simples, a las que el economista neoclsico busca reducir la totalidad compleja? Claramente, se trata del agente. Lo simple est constituido por los agentes econmicos consumidores, hogares o empresas y sus comportamientos. Tpicamente se supone que es un agente racional maximizador, que se relaciona con otros agentes desde su constitucin como tomo, aislado.7 Es desde la accin de ese tomo que debe derivarse, segn el neoclsico, el comportamiento de la totalidad. Slo hay explicacin cientfica, se afirma, cuando se logra esto. Esta cuestin est claramente formulada en Krugman (1996):

    Los economistas creen, en general, que han explicado algo cuando pueden demostrar que ciertos fenmenos colectivos de inters tendran como origen la interaccin de comportamientos individuales, normalmente regidos por el propio inters; o sea, los fenmenos globales de nivel superior se explican en funcin de microfundamentos de nivel inferior. Los economistas creen, por ejemplo, que comprenden la hiperinflacin. El proceso funciona as: ante una inflacin cuya raz es la emisin monetaria por el Estado, los individuos tratan de reducir el monto de dinero efectivo en su poder; pero este empeo eleva ms rpidamente aun los precios, generando nuevos esfuerzos por reducir la tenencia de efectivo, etctera. El fenmeno del nivel superior, la hiperinflacin, es explicado en trminos del comportamiento del nivel inferior, los esfuerzos de los individuos por reducir su tenencia de efectivo. No toda teora econmica logra derivar los macrocomportamientos de las micromotivaciones, pero sa es siempre su meta [p. 721; en Kugman (1997) la formulacin es muy similar].

    Krugman sostiene que la teora neoclsica no conoce los fundamentos microeconmicos del desarrollo econmico. Por eso dice que los economistas que abordan el desarrollo se parecen a los gelogos que se enfrentaban al conocimiento de las cordilleras antes del descubrimiento tectnico de las capas. Estos economistas, contina Krugman, slo tienen vagas especulaciones sobre las causas ltimas del desarrollo, siendo estas causas ltimas las capas subyacentes de microfundamentos. sta es entonces una tesis central, desde el punto de vista metodolgico, de los autores neoclsicos, que impregna toda la literatura acadmicamente correcta. El punto de 7 Recientemente algunos neoclsicos han admitido la existencia de racionalidad limitada y comportamientos no regidos por la maximizacin.

  • partida del anlisis siempre son las unidades econmicas consideradas como tomos. As, por ejemplo, se considera que los hogares (o los consumidores) tienen gustos y preferencias que se pueden identificar de forma independiente del entorno social en que estn esos hogares, y de cualquier otra dimensin social. En otras palabras, esos gustos y preferencias no dependen, de alguna manera fundamental o que sea imposible de eliminar, de las relaciones sociales en que estn inmersos los individuos. Los hogares se comportan segn un axioma de racionalidad-optimizacin que se considera dado, previo a lo social. Naturalmente, la corriente principal no niega que los individuos se relacionen unos con otros, y que esas relaciones impongan restricciones a lo que hacen. Sin embargo lo importante es que el individuo desemboca en esas relaciones sociales desde una constitucin no social de sus gustos y preferencias. Es por esto que tpicamente el anlisis neoclsico parte del anlisis de Robinson. Las caractersticas esenciales de la economa estn presentes en su isla y lo social surge por el simple agregado de los comportamientos individuales. Esto significa que muchos Robinson viven en muchas islas, y a partir de determinado momento se conectan y comercian. Entonces pueden ocurrir, y ocurren, cambios; pero los mismos estn predeterminados por la constitucin atomstica previa de cada uno de los Robinson. Este mtodo lo podemos ver todos los escritos que constituyen pilares de los modelos actuales. Mencionamos tres casos representativos. El primero, son los modelos macroeconmicos de los nuevos keynesianos, en los que se basan las polticas del inflation targeting que aplican hoy muchos bancos centrales. La nueva ecuacin del IS se construye sobre el supuesto de que los hogares optimizan sus decisiones de consumo y ahorro, y que esto es lo decisivo. Esto es, el output depende de las decisiones optimizadoras de consumo y las expectativas de los hogares. De la misma manera, se establece una nueva curva Phillips neo-keynesiana que se deriva de las decisiones individuales de las empresas de establecer precios. O sea, las dos ecuaciones (lineales) de comportamiento evolucionan explcitamente de la optimizacin de hogares y firmas. Clarida et al. (1999), ampliamente referenciado en la literatura sobre poltica monetaria, es explcito al respecto. El segundo caso representativo son los modelos de crecimiento econmico. En los modelos de crecimiento usuales (que continan en la tradicin de Koopmans y Ramsey) lo decisivo es la preferencia intertemporal del agente representativo, y el rendimiento de los activos de capital que los individuos pueden anticipar racionalmente [vase, por ejemplo, Aghion Howitt (1998); Romer (1996)]. Dados ciertos valores iniciales que dependern de condiciones el modelo determina toda la secuencia posterior. As, existen leyes de movimiento que estn rgidamente establecidas a partir de las variables independientes, dadas de una vez, y para siempre. En particular, la tasa de preferencia intertemporal est dada a priori, por fuera del modelo, ya que es su diferencia con la tasa de rendimiento del capital la que determina la tasa de acumulacin y el crecimiento de la economa. Se puede ver entonces, nuevamente, que es lo subjetivo, la preferencia individual, la que determina el comportamiento global del largo plazo. Mencionamos por ltimo el enfoque intertemporal de la balanza de pagos [vase Obstfeld y Rogoff (1996)] donde tambin el punto de partida es el consumidor representativo que maximiza su funcin de utilidad, dada una constriccin presupuestaria intertemporal. Una vez ms aqu prevalece el paradigma de la fsica, en el sentido de querer derivar todo a partir de algunos primeros principios. Si en el siglo 19 esos primeros principios estaban dados por las leyes de Newton, hoy podran estar dados por las leyes de la mecnica cuntica. Cambia la forma, pero el contenido de la idea contina. Si los fsicos

  • pueden derivar todos los fenmenos macro de las leyes de los fenmenos micro subatmicos, por qu no puede hacerlo el economista, a partir de los correspondientes tomos sociales? La emergencia de lo complejo en fsica Sin embargo es una realidad que la fsica no ha logrado derivar lo complejo de lo simple. Que haya muchos fsicos que crean que esto ser posible, y sigan buscando la teora del todo, es una cosa.8 Pero lo cierto es que, hasta el momento, no se ha logrado. Ms an, existe una corriente de fsicos que sostiene que el afn derivacionista mismo no tiene sentido, debido a que la emergencia de lo complejo plantea el surgimiento de estructuras que son cualitativamente distintas, e irreductibles a los niveles inferiores. En consecuencia, y como sostiene Laughlin (2007), no se puede explicar el comportamiento del conjunto a partir del comportamiento de las partes.9 Por ejemplo, las formas y las estructuras complejas de los cristales no se pueden predecir a partir de los principios de la mecnica cuntica elemental, ya que se trata de efectos colectivos que surgen de principios de organizacin, que implican grandes nmeros. Por eso son fenmenos que no se verifican a nivel micro. De la misma manera, cuando se estudia la relacin entre la presin, el volumen y la temperatura de los gases surge un nmero universal que caracteriza la ley de los fluidos gaseosos, que se conoce con una precisin de una millonsima. Sin embargo cuando se lo aplica a cantidades pequeas se observan errores considerables, y cuando se utilizan unos pocos tomos la constante no es siquiera medible. De nuevo, esto tiene que ver con principios de organizacin, donde lo importante es entender el efecto colectivo, que no puede derivarse de las leyes microscpicas por las que se rige. Por eso el reduccionismo a toda costa a las partes simples, o el derivacionismo desde lo simple o micro, fracasan una y otra vez. Otro ejemplo es la carga del electrn. Se puede pensar en la carga del electrn como una unidad de la naturaleza que no necesita ningn contexto colectivo para adquirir significado (paralelo al Robinson del economista neoclsico). Sin embargo la experimentacin revela, como argumenta Laughlin, que la carga del electrn slo tiene sentido en un contexto colectivo, proporcionado por el vaco del espacio, que modifica la carga de los electrones y las longitudes de onda de los tomos; o por cierta materia que predomine sobre los efectos del vaco. Demos an otro ejemplo, la teora cintica de los gases. Generalmente se supone que los gases estn compuestos por tomos que obedecen las leyes de Newton, y a partir de aqu se sostiene que la teora cintica explica la ley de los gases ideales, porque da cuenta del origen de esa ley. Pero esto es imposible porque las leyes de Newton no funcionan a nivel atmico; los tomos y las partculas subatmicas responden a las leyes de la mecnica cuntica, que son distintas de las newtonianas. Con lo que se concluye que las leyes de Newton son emergentes. Esto significa que son una consecuencia de la agregacin de la materia cuntica, que forma fluidos y slidos macroscpicos, que constituyen fenmenos de organizacin. Por eso las leyes de Newton emergen en el lmite con lo macroscpico, y no se pueden derivar de lo microscpico. Esto explica que no se haya establecido un eslabn lgico entre ambos niveles. Por esta razn es que no se puede demostrar deductivamente que las leyes microscpicas determinen, por ejemplo, las fases de la materia los estados slido, lquido y gaseoso o la asombrosa ordenacin de los cristales. Surgen as comportamientos que son exactos en muestras 8 Para quienes somos legos en fsica, una introduccin accesible, y apasionante, a la teora del todo es Greene (2006). 9 Robert Laughlin obtuvo en 1998 el Premio Nobel de Fsica.

  • grandes y dan lugar a las constantes fundamentales con que trabaja la fsica, pero inexactos o inexistentes en muestras pequeas. Y las leyes simples subyacentes pasan entonces a ser irrelevantes e impotentes para explicar esos principios de organizacin. No debera tomar en consideracin estos hechos el economista neoclsico, a la hora de postular el derivacionismo individualista a toda costa, inspirado en la fsica, cumbre de las cumbres de la ciencia? Tambin en biologa Sealemos que tambin en biologa el reduccionismo fracasa. Hodgson (1995) explica cmo desde la publicacin del Origen de las especies de Darwin los bilogos se enfrentaron a la idea de que los fenmenos biolgicos podran reducirse y explicarse en trminos de las leyes de la fsica clsica y la qumica que rigen las partculas de la materia inerte, sus movimientos y fuerzas. Pero con los desarrollos de la biologa de la posguerra este programa comenz a declinar, porque los comportamientos biolgicos no pueden explicarse a partir de la reduccin de las totalidades a sus partes simples y mecnicas, sean las clulas, las molculas o los genes. Por caso, no se puede comprender el comportamiento social de los animales derivndolo de los genes. As es que los bilogos tienen una visin de la globalidad de los sistemas vivos, porque cada vez hay ms conciencia de que no se puede predecir reduciendo los fenmenos complejos al comportamiento interactivo de las partes individuales y atmicas [Hodgson (1995) p. 339]. De nuevo aparece la importancia de las propiedades que emergen a partir de la organizacin de sistemas; lo cual implica, una vez ms, que el todo es ms que la suma de las partes. Pero adems el todo, a travs de lo que se llama causacin descendente puede afectar a las propiedades de los niveles inferiores. Un importante bilogo escribe:

    Todo bilogo debera insistir en que disecar los sistemas biolgicos en partculas elementales sera, sin duda alguna, la peor manera de estudiar la naturaleza [Mayr, citado por Hodgson (1995) p. 342]. () Los sistemas en cualquier nivel jerrquico, tienen dos caractersticas. Actan como un todo (como si fuese una entidad homognea) y sus caractersticas no pueden (ni siquiera en teora) deducirse del ms completo conocimiento de sus partes por separado, o en combinaciones parciales. En otras palabras, cuando se ensamblan estos sistemas a partir de sus componentes aparecen nuevas caractersticas del todo que no podan predecirse a partir del conocimiento de las partes (dem, pp. 345-346).

    La fsica y la biologa no han logrado derivar las totalidades de las partes simples. Sin embargo nadie les niega su carcter de ciencias. Por qu entonces el economista neoclsico afirma que no hay ciencia del desarrollo si no se puede derivar el desarrollo de partes simples? La teora del caos y el derivacionismo Tambin la teora del caos demuestra la imposibilidad de derivar de forma mecnica comportamientos macro en economa, o de realizar predicciones ms o menos exactas. La teora del caos dice que en determinados sistemas muy pequeas variaciones en los parmetros esenciales pueden generar cambios muy importantes, dificultando o limitando mucho las predicciones. Por ejemplo, el fenmeno de la conveccin (el aire caliente se eleva) est expresado por un sistema de tres ecuaciones lineales. Lo interesante es que para determinados valores de los parmetros la conveccin es estacionaria y estable. A partir de un punto crtico, comienza la conveccin, y superado otro punto crtico la conveccin ya no es estacionaria. En este punto la teora lineal ya

  • no es vlida; esto es, la teora lineal puede decirnos dnde ocurre la inestabilidad, pero no lo que sucede como consecuencia de ella. No hay manera de predecir [Stewart (2007)]. Lo mismo sucede con muchos otros casos (recordemos el ejemplo de la ecuacin kx2 1) en donde una pequea variacin de un parmetro puede llevar a un sistema a oscilar de manera peridica; o a moverse sin orden ni concierto; o a converger hacia un estado estacionario, etctera. Pero si esto es as, nunca podremos estar seguros de que los cmputos de los parmetros iniciales sean lo suficientemente precisos como para predecir un resultado. Si esto sucede con sistemas fsicos y naturales, con ms razn es de esperar que suceda con la sociedad, y la economa en particular. sta es otra razn para poner bajo un signo de interrogacin el mtodo reduccionista deductivo que pretende imponer la economa neoclsica como criterio supremo de ciencia. El mtodo de derivacin en economa

    Por otra parte, es notable que en los hechos los economistas neoclsicos jams terminan de derivar matemticamente lo macro de lo micro. Para ver por qu, recordemos que lo importante es pasar de lo simple a lo complejo. Ahora bien, qu es lo simple? Ya hemos dicho que es el tomo. Debido a que en la sociedad esos tomos son todos distintos, el economista neoclsico simplifica la cuestin postulando la existencia de un agente representativo, que encarna el prototipo de todos los agentes. Es claro que todo esto es una abstraccin (no existen clases sociales, diferencias de gnero, etc.), pero en aras de la argumentacin, sigamos el juego neoclsico. El tema es cmo se pasa de este individuo a la sociedad; y cmo este paso est garantizado, en su rigurosidad cientfica, por las matemticas (exigencia que ha puesto el economista neoclsico). Qu paso deductivo y matemtico se realiza entonces? La respuesta es que no existe paso deductivo alguno. Ni lgico ni matemtico. Es que simplemente se afirma (no se demuestra, se afirma) que lo que hace la sociedad de conjunto es lo que hace el agente representativo, agregado. Lo cual es una peticin de principio. Esto es, se supone lo que debera demostrarse, a saber, que lo que hace la sociedad es igual a lo que hace el agente representativo. La sociedad hace en grande lo que el agente representativo hace en pequeo. Por ejemplo, en las ecuaciones macroeconmicas de los nuevos keynesianos no se encuentra en realidad un pasaje desde la funcin de consumo de los hogares a lo que ocurre a nivel macro; lo que sucede a este nivel simplemente es el resultado de la agregacin de lo micro. Tambin la nueva curva Phillips slo refleja una relacin de agregacin, que no se discute. Lo mismo sucede con el modelo intertemporal de balanza de pagos. Lo que hace el pas es, en ltima instancia, lo que hace el consumidor-ahorrista agregado, que arbitra entre el consumo/ahorro presente y futuro. Y algo similar ocurre con los modelos de crecimiento. En cada caso la teora sencillamente postula que el estudio de lo macro equivale al estudio de lo micro sumado. Todo el programa de investigacin neoclsico gira en torno a la problemtica. Por eso tambin, propiamente no podemos hablar de derivacin a partir de lo individual. El economista neoclsico en realidad se limita a reemplazar la expresin el individuo representativo por la expresin el agregado que acta como el individuo representativo. Sin embargo, y a diferencia de los fsicos, que reconocen abiertamente que no han derivado los comportamientos de las complejidades emergentes de las ecuaciones simples, el economista neoclsico pretende, con el disfraz de las matemticas, que ha logrado la proeza que no consiguieron fsicos y bilogos en sus respectivos campos.

  • Agreguemos, por otra parte, que la introduccin de los fundamentos micro en lo macro prcticamente no agreg ningn conocimiento al corpus terico tradicional de la macroeconoma y otras ramas de la teora neoclsica. Esta situacin la admite Romer (2002), referente de los nuevos keynesianos. Romer reconoce que las matemticas de los nuevos modelos se hicieron mucho ms complejas, pero que prcticamente no se obtuvo ningn progreso en la comprensin de los fenmenos econmicos. Lo que no hace Romer es preguntarse por qu este resultado; ni siquiera se le ocurre plantear la hiptesis de que la misma derivacin que se procura no tiene sentido. Algo similar se puede sostener con respecto al programa de investigacin con el cual Krugman espera que la teora del desarrollo adquiera solidez de ciencia. Digresin sobre la complejidad en Krugman Lo que hemos venido explicando hasta aqu debera poner en serios aprietes a la pretensin de los economistas neoclsicos. A pesar de su importancia, sin embargo, son pocos los economistas del mainstream que encaran el tema. Tampoco es frecuente que estas cuestiones se presenten a los alumnos de grado de las carreras de economa. Y puede suceder tambin que cuando se presenta el tema de la complejidad, se lo despoje de su contenido ms profundo. Es lo que sucede con La organizacin espontnea de la economa, donde Krugman, especula con cierta libertad sobre la influencia de la teora de la complejidad en fsica, sobre la teora econmica. El mrito del libro es que se abre a la consideracin de esta perspectiva. Pero lo hace de manera tal que termina en un planteo conservador de la teora econmica existente. Es que Krugman intenta conciliar la teora de la complejidad con la visin individualista y reduccionista de los economistas neoclsicos. Para eso define la complejidad como el estudio de cmo ocurren procesos de autoorganizacin. Por ejemplo, cmo en las ciudades se dan procesos de autoorganizacin espacial, a partir de las decisiones de los individuos. As, por caso, los coreanos se establecen en tal lugar para vivir con coreanos, los negros en tal otro para vivir con los negros, y la gente guapa se instala en Beverly Hills para vivir con otra gente guapa [sic, Krugman (1997) p. 10]. De manera que surgiran patrones de organizacin espacial con altos niveles de segregacin a partir de pequeas diferencias en las preferencias acerca de la raza o cultura. Pero en esta perspectiva nada ha cambiado en lo fundamental con respecto a lo establecido. Los gustos y preferencias estn dados; las clases sociales no tienen absolutamente nada que ver (la gente es guapa en Beverly Hills por accidente natural). Lo individual permite la simple agregacin hasta lo macro, y la totalidad no aporta absolutamente nada al anlisis. No hay emergencia de lo nuevo cualitativo. Por supuesto Krugman es consciente de que existe otra nocin de complejidad, que es la que hemos explicado en el punto anterior. Explica que la complejidad es la ciencia de lo emergente, que dice que los comportamientos colectivos son muy distintos de los que cabra esperar por la simple agregacin de los comportamientos de los entes individuales. Incluso cita el ejemplo caracterstico, de que la propiedad emergente de la liquidez del agua no se desprende del carcter presuntamente lquido de las molculas de agua tomadas individualmente. Pero en lugar de profundizar en la relacin entre esta nocin de complejidad y lo que postula el programa de investigacin neoclsico, Krugman se limita a sealar que ya era conocido por Adam Smith, cuando deca que el mercado conduce a sus participantes a resultados que nadie persegua. De esta manera elude el problema central que cuestiona el enfoque de la complejidad: la

  • imposibilidad de derivar el comportamiento del todo del comportamiento de las partes. Pero esto es precisamente lo que hace el mainstream en economa. Por eso, si bien es cierto que La organizacin espontnea permite asomarse a algunas cuestiones que los economistas de la corriente principal han eludido por dcadas, y continan eludiendo,10 escamotea sin embargo la cuestin central que plantea la complejidad. Solo al precio de haber barrido la emergencia debajo de la alfombra, Krugman puede conciliar la complejidad con el mtodo derivacionista de lo individual que sigue reivindicando. III. Criterios metodolgicos en la economa (y en la economa del desarrollo, en particular) Lo planteado hasta aqu permite demostrar que el programa de investigacin neoclsico que propone Krugman para la economa, y para la teora del desarrollo en particular, no tiene bases tericas ni empricas slidas. Por eso proponemos como muchos otros economistas heterodoxos un abordaje del estudio de la economa, y de los problemas del desarrollo, que se libere de las absurdas ataduras que imponen el obsesivo formalismo matemtico y el reduccionismo metodolgico individualista. Lo cual no significa desechar todo formalismo, o negar los estudios del comportamiento micro o individual. De lo que se trata es, hasta cierto punto, de encontrar una justa proporcin de las cosas. El uso de las matemticas y las predicciones econmicas Subrayamos que la crtica al formalismo matemtico neoclsico no debe interpretarse como rechazo al uso de las matemticas. Las matemticas son un instrumento til y necesario para las ciencias sociales, y existen muchas relaciones que pueden y deben expresarse matemticamente. Adems, el empleo de las matemticas en economa no es patrimonio exclusivo de los neoclsicos, o de los economistas defensores a ultranza del liberalismo econmico; as como tampoco los heterodoxos son sus crticos impenitentes. Say y sus seguidores, defensores a ultranza del liberalismo econmico, en el siglo 19 rechazaban el uso de las matemticas en economa. Marx, crtico del sistema capitalista, trat de expresar muchas de las relaciones esenciales de su teora en forma matemtica; los esquemas de reproduccin simple y ampliada, la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, la formacin de los precios de produccin, estn formulados en trminos verbales y matemticos. Lo que s hay que tener presente es, en primer lugar, que el uso de las matemticas en economa no puede evitar la discusin de los supuestos de los que se parte, ni la relacin con la realidad de esas ecuaciones y frmulas. En segundo trmino, que muchas veces una ecuacin puede darnos una idea cualitativa de un fenmeno, pero puede no ser resoluble; o puede ser resoluble en principio, pero el terico puede no disponer de los datos o parmetros que permitan darle valores precisos, o predecir el curso futuro de los acontecimientos. Por ejemplo, matemticamente se puede expresar una ley que habla de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia a medida que aumenta la inversin de capital fijo por obrero (segn la teora de Marx). Aqu, en primer lugar, lo importante es constatar que esto tenga su correspondencia con la realidad (la inversin de capital por 10 En especial los modelos no lineales sobre los ciclos econmicos, desarrollados particularmente por Goodwin en la dcada de 1950.

  • obrero, crece efectivamente con el desarrollo capitalista?). Y en segundo trmino, a partir de esta ley tendencial se puede predecir que en el sistema capitalista habr un impulso a las crisis recurrentes. sta es una prediccin cientfica, que surge de determinaciones fundamentales del sistema. Pero no son determinaciones mecnicas que permitan predecir lo que va a suceder como si se tratara del mecanismo de un reloj. Cundo estallar una crisis, cul ser su dinmica, su profundidad, las condiciones de su salida, etc., dependern de mltiples variables que ningn sistema de ecuaciones est en condiciones de recoger. Ni siquiera existe la precisin necesaria en los datos como para hacer esas predicciones; y ninguna teora, neoclsica o heterodoxa, est en condiciones de hacerlo. Obsrvese al respecto la actual crisis (en curso) financiera de Estados Unidos. No hay modelo econmico que pueda decir, en plena crisis, cunto caer el producto, la inversin o el consumo, o cules sern las prdidas de los bancos de aqu a tres meses (no hablemos ya de algn plazo ms largo). Esto a pesar de que los ojos y las mentes de los ms brillantes analistas siguen minuto a minuto el desenvolvimiento de la crisis. Ms an, ni siquiera la Reserva Federal pudo aplicar a rajatabla los modelos macroeconmicos de los nuevos keynesianos con los cuales, supuestamente, debera establecer de forma determinstica, matemticamente exacta, la poltica monetaria. Existen ignorancias paramtricas que son insuperables; hay datos que no se conocen por la propia naturaleza de la actividad privada: cunta deuda basura emitieron bancos y financieras, por caso? O que llegan con retrasos; a lo que se suma la incgnita que siempre representan las reacciones de las clases y grupos sociales: cmo reacciona el mercado ante un mal balance de una gran empresa? No hay modelo determinstico capaz de predecirlo. Si esto es as, y se agregan comportamientos no lineales movidos por los espritus animales, de los que hablaba Keynes puede comprenderse cmo pueden surgir movimientos caticos, esto es, que no sigan patrones regulares y predecibles. Asimismo, si es imposible predecir en el corto plazo la evolucin de una crisis, tambin es imposible establecer mecnicamente qu pases se desarrollarn, y cules no, a partir de algunas ecuaciones o sistemas de ecuaciones; o de algunas variables dadas. Aqu las variables, si se quiere, son todava ms complejas e impredecibles que en los modelos macroeconmicos de corto plazo. Los comportamientos polticos, las luchas de clases, los desarrollos tecnolgicos, los recursos naturales, etc., inciden de manera intrincada. Es tambin imposible, por todo lo que hemos explicado, pretender derivar estas cuestiones de partes simples y agentes individuales. Significa esto que no hay posibilidad de ciencia? No, en absoluto. En primer lugar porque no toda ciencia tiene por qu ser predictiva; por lo menos en un sentido determinstico y mecnico. Una ciencia puede ser en gran medida explicativa. Por ejemplo, la biologa no puede predecir cmo evolucionarn las vacas de aqu a 100 aos; pero esto no significa que la biologa no sea una ciencia. De la misma manera la geologa predice que en determinada rea se producir, con toda probabilidad, un terremoto en los prximos 100 aos; pero no puede decir en qu fecha ocurrir, ni de qu magnitud ser el temblor. Y no por ello deja de ser una ciencia. En las diferentes teoras econmicas se pueden encontrar criterios que permitan explicar por qu algunos pases se desarrollaron ms o menos; qu conjuncin de factores dieron tales o cuales resultados; y acercarse al estudio de escenarios posibles. En todo esto los modelos sern de utilidad ms bien limitada; pero no por eso dejar de ser una discusin cientfica, que demanda rigurosidad conceptual. Por otra parte y esta es una diferencia con Lawson y los poskeynesianos pensamos que la teora econmica puede descubrir movimientos tendenciales de largo plazo, a partir de leyes sociales, como son la ley del valor-trabajo, de la plusvala, y la

  • acumulacin del capital. Estos movimientos tendenciales permiten prever impulsos de largo plazo; por ejemplo, a la profundizacin del mercado mundial, en tanto contine existiendo el sistema capitalista. Pero jams de estas tendencias podrn derivarse los comportamientos singulares; por ejemplo, los ritmos y formas particulares del desarrollo. Dejamos apuntada esta diferencia importante con la visin poskeynesiana, que tratamos ms ampliamente en otros escritos [vase, por ejemplo, Astarita 2006]. Ideas falsas con formalizaciones exactas, o viceversa? Por otra parte es equivocado la nocin (la vimos en Krugman, y es una constante en los neoclsicos) de que es preferible tener formulada matemticamente una idea falsa, que expresar una idea correcta, aunque no se pueda expresar con una ecuacin. Que alguien diga en ecuaciones matemticas que el Holocausto no existi, no est ms cerca de la verdad que el que afirma que el Holocausto s existi, aunque no lo pueda expresar matemticamente. El primer criterio de verdad es la concordancia con la prctica y la realidad; no la coherencia matemtica de la formulacin. Las matemticas y la coherencia interna Con todas las mediaciones y prevenciones que hemos sealado, es necesario subrayar que las matemticas juegan un rol en las discusiones sobre la coherencia lgica de los planteos. En este respecto es notable que los tericos neoclsicos, que insisten en que el uso de las matemticas permite rigurosidad y evita fallas lgicas, dejen desatendidas crticas lgicas esenciales a los fundamentos de su propia teora. Para verlo, volvamos a la crtica tradicional de Cambridge de la teora neoclsica del capital. Esta crtica no se limit a sealar que los supuestos neoclsicos estaban reidos con la realidad, sino tambin demostr que la teora del capital tiene incoherencias internas. Sin embargo han pasado los aos, y a pesar de las protestas neoclsicas de rigurosidad terica, la cuestin sigue sin solucionarse. As es que la funcin de produccin, pilar de la teora del capital, se sigue enseando en los cursos como si fuera la cosa ms normal del mundo. Dado que aqu tenemos un ejemplo de cmo las matemticas pueden utilizarse para evidenciar errores lgicos, presentemos una demostracin sencilla de cmo la concepcin neoclsica del capital es incoherente.11 Siendo y = producto por obrero; k = capital por obrero; r = tasa de inters, o rendimiento del capital; w = salario; y = f (k) (funcin de produccin de rendimientos decrecientes, derivable), tenemos: y = r k + w Derivando, tenemos: dy = r dk + k dr + dw Dado que r es igual a la productividad marginal del capital, debe ser: r = dy/dk Por lo cual debe ser k = dr/dw (1) Pero por otra parte sabemos que r = (y w)/k Por lo cual debe ser k = (y w)/r (2) De manera que tenemos dos definiciones de k, dadas por (1) y (2) que slo coinciden en el caso que no existe en el capitalismo en que las composiciones de capital de todas

    11 Lo tomamos de Bhaduri (1977).

  • las ramas de la economa fueran iguales (demostrado por Samuelson). En todos los dems casos, (1) y (2) nos dan distintas definiciones de capital. Agreguemos que la funcin de produccin neoclsica est en la base de la microeconoma y la macro, y de los modelos de crecimiento. Krugman (1997) reconoce que se trata de uno de los fundamentos de la teora econmica que no logra explicar las diferencias en el desarrollo entre los pases. Puede advertirse entonces que las matemticas, en este caso, ponen en evidencia fallas lgicas importantes. Pero tambin es necesario aclarar que en s misma no es suficiente; debe combinarse siempre con la discusin conceptual. Por ejemplo, en este caso, lo que revela la incoherencia lgica es la ausencia de una nocin de qu es capital, y del origen de la ganancia. En definitiva, la investigacin cientfica avanza por la indagacin y constatacin emprica, combinada con la discusin conceptual, y la formalizacin matemtica (cuando es posible y necesaria), como herramienta auxiliar. Se trata de una totalidad que no puede prescindir de ninguno de sus momentos. Holismo moderado De la afirmacin de que el todo es ms que las partes no debera derivarse que las partes no existen, o no tienen importancia. Este ltimo es el planteo de Durkheim, que podramos llamar un holismo absoluto. Para Durkheim los hechos sociales son exteriores al individuo, y no tienen base en ste, sino en la sociedad. El hecho social tiene una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales [Durkheim (1986) p. 46]. sta sera la postura completamente opuesta a la del individualismo metodolgico neoclsico. En cambio el holismo moderado que defendemos no anula al individuo, pero sostiene que los individuos son, antes que nada, seres sociales. Robinson Crusoe no existe en cuanto ente a-social, o previo a lo social. El nufrago de la novela de Defoe, por ms aislado que estuviera en su isla, era un producto de la sociedad inglesa de su tiempo, y no poda dejar se serlo. Siguiendo a Hegel, Westphal seala con acierto:

    Los individuos son, fundamentalmente, practicantes sociales. Todo lo que una persona hace, dice, o piensa, est formado en el contexto de prcticas sociales que proveen los recursos materiales y conceptuales, los objetos de deseo, las habilidades, procedimientos, tcnicas y ocasiones y oportunidades para la accin, etctera. [Westphal (2003) p. 107].

    Pero esto no anula al individuo, ya que as como no existen individuos sin prcticas sociales, viceversa, no hay prcticas sociales sin individuos que aprenden, participan en ellas, perpetan o modifican esas prcticas sociales para satisfacer necesidades, aspiraciones y circunstancias cambiantes (dem). Por eso se puede decir que el todo es ms que la suma de las partes; que el todo determina la naturaleza de las partes; que las partes no pueden ser consideradas en aislamiento del todo; y que las partes estn dinmicamente interrelacionadas (dem, p. 111). Por ejemplo, el comportamiento del ejrcito es ms que la suma de los soldados. La actitud del soldado, en cuanto tal, est determinada por el todo, el ejrcito; de manera que sus disposiciones, psicologa, actitud, etc., no pueden ser consideradas en aislamiento con respecto al ejrcito. Y los soldados, o las partes del ejrcito (batallones, etc.) estn dinmicamente interrelacionadas. Todo lo cual no implica pensar que el todo sea una realidad trascendente, que exista por fuera de las partes (el ejrcito no existe por fuera de los soldados que lo componen), como podra desprenderse del planteo de Durkheim. Esta nocin nos lleva a la idea de totalidad concreta de Hegel, tambin compartida por Marx que es la idea de que existe una interrelacin entre los singulares (por ejemplo, los soldados); los particulares (escuadrones, batallones) y el universal (el ejrcito, en

  • nuestro caso). Cada una de las instancias media a las otras, y es mediada por ellas. El ejrcito es el universal, o sea, el medio en el que existen los particulares y los singulares, y que los abarca y determina en su naturaleza; pero a la vez el todo no existe como una totalidad abstracta, vaca. Slo existe a travs de las interacciones mutuas y evoluciones de los singulares y particulares. Esta es entonces una concepcin ms rica y compleja que la que propone el reduccionismo, o el derivacionismo individualista. Complejidad, dialctica y desarrollo econmico El estudio de la emergencia de sistemas complejos, de totalidades concretas, lleva a una revalorizacin de la concepcin dialctica. Como plantea Rosser (2000), lo que est en discusin es la existencia de transformaciones sistmicas de la economa poltica que implican cambios cualitativos y por eso mismo no pueden captarse con el reduccionismo. La teora del caos, las teoras de los modelos dinmicos emergentes complejos, donde entran en juego dinmicas no lineales, permiten una formalizacin matemtica del cambio cuantitativo que lleva a cambios cualitativos. En un modelo lineal, los cambios continuos en las variables no llevan a cambios discontinuos de los resultados. Pero en los rdenes emergentes complejos, pasados ciertos umbrales se producen bifurcaciones y emergen nuevas realidades, cualitativamente distintas de las anteriores. Estos saltos son los que estn implicados cuando se desata una crisis, por ejemplo, y la economa entra en estado de turbulencia, y evoluciona hacia estados caticos. O comienza a oscilar fuertemente en torno a atractores, como pueden ser situaciones de alto desempleo y cada del producto, etctera. Lo importante es que las investigaciones sobre las dinmicas complejas que no evolucionan espontneamente hacia un punto de equilibrio, abren nuevas perspectivas al economista. Se trata de enfoques que surgieron a partir del trabajo con modelos no lineales, y de la conciencia de que el reduccionismo neoclsico est llevando a demasiados callejones sin salida. El libro de Krugman que comentamos antes refleja esta situacin.12 En particular, hay tres centros a nivel mundial en que se est trabajando en este respecto: el Santa Fe Institute, en Nueva Mexico, EUA, que fue promovido inicialmente por el Citibank; el instituto de la Free University, en Bruselas, que se ubica en la corriente de Prigogyne; y el de la Stuttgart Universtiy. Algunos de estos trabajos reducen lo complejo a las interacciones entre agentes, sin un controlador global. Pero otros abordan la cuestin de las totalidades complejas, con sus jerarquas entrelazadas; los aprendizajes adaptativos, la evolucin, el surgimiento de lo nuevo y las dinmicas por fuera del equilibrio. Se puede estudiar de esta manera la evolucin tecnolgica dependiente de senderos histricos y sociales; la aparicin de discontinuidades como crisis o crashes de burbujas especulativas, o el colapso de sistemas enteros. Lo ms importante, en nuestra opinin, es que en lo que respecta a los estudios sobre el desarrollo (y la economa en general) algunos comienzan a admitir que la complejidad implica la existencia de mltiples estructuras en la economa, con intrincadas interrelaciones. Tal vez muchas de estas cuestiones no se puedan formalizar; o tal vez slo se puedan reflejar con algunas pocas ecuaciones que permitan anlisis cualitativos. Pero es posible que el progreso de los estudios sobre desarrollo dependa de la disposicin de los investigadores a encarar estas cuestiones. En particular el marxismo que histricamente abog por una concepcin social y crtica de la economa, concebida como totalidad compleja podra verse muy enriquecido con estos estudios.

    12 Vase Rosser (1999) para lo que sigue.

  • A modo de conclusin, economa seria y seleccin darwinista Adems de abrir las mentes a estas nuevas perspectivas, con este trabajo queremos poner bajo serio cuestionamiento la idea de Krugman de que la nica economa seria es la que sigue los preceptos metodolgicos de la formalizacin matemtica a toda costa, y el derivacionismo individualista. Como vimos, no hay bases epistemolgicas para sostener tal cosa. La riqueza del concepto slo se va a desplegar si abandona el callejn sin salida que propone este programa neoclsico. Por eso tambin queremos poner en cuestionamiento la tesis de superioridad neoclsica que se inculca en los estudiantes de economa desde los primeros cursos. En particular, la idea de que si la teora neoclsica hoy es la predominante, ello se debera a que ocurri un proceso de seleccin natural entre las diferentes teoras en disputa. Una idea que encontramos en Blanchard y Prez Enrri:

    La macroeconoma es el resultado de un proceso continuo de construccin, interaccin de las ideas y de los hechos. Lo que hoy creen los macroeconomistas es el resultado de un proceso evolutivo en el que han eliminado las ideas que han fracasado y han conservado las que parecen explicar bien la realidad [Blanchard y Prez Enrri (2000) p. 2].

    Tenemos aqu darwinismo epistemolgico en estado puro. Blanchard y Prez Enrri, por supuesto, no aportan dato alguno sobre en qu lugar existi alguna interaccin real de ideas entre neoclsicos y las mltiples corrientes heterodoxas y crticas. No pueden hacerlo por la sencilla razn de que, sistemticamente, los neoclsicos no responden a sus crticos. Y pasan por alto las mltiples manifestaciones, surgidas incluso del propio campo neoclsico, sobre cmo los modelos macroeconmicos (y otros, como los de crecimiento; para no hablar de la teora del equilibrio general) no logran explicar los hechos ms sencillos de la realidad. Pero adems, y fundamentalmente, su explicacin darvinista adolece de un defecto esencial: no explica por qu la seleccin natural de teoras ocurri en base al criterio explicar la realidad, cuando existen tantos autores neoclsicos que estn reconociendo que su teora no explica la realidad. Por eso es muy plausible pensar la hiptesis de que y dado que vivimos en una sociedad dividida en clases sociales, la teora neoclsica ha prevalecido por la sencilla razn de que se ha convertido en una apologa del estado de cosas existentes. Cuestiones que estn en la base del edificio neoclsico, como el individualismo metodolgico, la teora del capital y la funcin de produccin, los agentes optimizadores, la teora marginal de distribucin de la renta, etc., se han demostrado con fundamentos lgicos y empricos inexistentes, o simplemente ficticios. Sin embargo se siguen manteniendo contra viento y marea. Es posible entonces que haya habido ese proceso darwinista del que hablan Blanchard y Prez Enrri. Pero todo induce a pensar que se trat de una seleccin social con una fuerte determinacin de clase. La teora neoclsica prevaleci, segn la hiptesis darvinista, porque es la que mejor se adapt a las necesidades de legitimacin del rgimen de explotacin del trabajo asalariado. Parece necesario posible abordar el estudio de los sistemas complejos y de sus dinmicas de largo plazo, esto es, la problemtica del desarrollo, con la mente abierta a la posibilidad de enfoques alternativos aunque no estn formalizados, o slo lo estn parcialmente que encaren la dura realidad despojada de bellas mentiras matemticas.

  • Bibliografa: Aghion Howitt (1998): Endogenous Growth Theory, Cambridge, Massachussets Mit Press. Astarita, R. (2006): Valor, mercado mundial y globalizacin Buenos Aires, Kaicron. Bhaduri, A. (1977): Comentario sobre la importancia de controversias recientes sobre la teora del capital: una visin marxista, en G. C. Harcourt y N. F. Laing, Capital y crecimiento, Mxico, FCE, pp. 249-257. Blanchard, O. y D. Prez Enrri (2000): Macroeconoma, Buenos Aires, Prentice Hall. Clarida, R.; J. Gali y M. Gertler (1999): The Science of Monetary Policy: A New Keynesian Perspective, Journal of Economic Literature, vol. 37, pp. 1661-1707. Durkheim, E. (1986): Las reglas del mtodo sociolgico Madrid, Hyspamerica. Greene, B. (2006): El universo elegante, Barcelona, Crtica. Hodgson, G. M. (1995): Economa y evolucin. Revitalizando la Economa, Madrid, Colegio de Economistas. Krugman, P. (1994): The Fall and Rise of Development Economic, en www.pkarchive.org Krugman, P. (1996): Los ciclos en las ideas dominantes con relacin al desarrollo econmico, Desarrollo Econmico, octubre-diciembre. Krugman, P. (1997): La organizacin espontnea de la economa, Barcelona, Bosch. Lavoie, D. (1989): Economic Chaos or Spontaneous Order? Implications for Political Economy and the New View of Science, Cato Journal, vol. 8, pp. 613-635. Lawson, T. (2003): Reorienting Economics, Londres y Nueva York, Routledge; varios captulos en www.econ.cam.ac.uk/faculty/lawson. Lawson, T. (2005): The nature of heterodox economics, Cambridge Journal of Economics, en www.econ.cam.ac.uk/faculty/lawson. Laughlin, R. (2007): Un universo diferente. La reinvencin de la fsica en la edad de la emergencia, Buenos Aires, Katz. Obstfeld, M. y K. Rogoff (1996): The Intertemporal Approach to the Current Account, NBER Working Paper 4893, abril; tambin en Handbook of International Economics, vol. 3, Amsterdam, North-Holland, Elsevior Press 1995. Romer, D. (2000): Keynesian Macroeconomics without the LM curve, NBER Working Paper 7461, enero.

  • Romer, P. (1996): Advanced Macroeconomics, Nueva York, McGraw Hill. Rosser, J. (1999): On the Complexities of Complex Economic Dynamics, Journal of Economic Perspectives, vol. 13, pp. 169-192. Rosser, J. B. (2000): Aspects of dialectics and non linear dynamics, Cambridge Journal of Economics, vol. 24, pp. 311-324. Stewart, I. (2007): Dios juega a los dados?, Barcelona, Crtica. Westphal, K. R. (2003): Hegels Epistemology, Indianapolis Cambridge, Hackett Publishing.