PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN
7 de Abril del 2019 Ciclo C Tel. 1158-2276, 1158-2277 www.sanjeronimomty.org
Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar"
Esa mujer nos representa a todos nosotros, que somos pecadores, es decir adúlteros ante Dios, trai-
dores a su fidelidad. Y su experiencia representa la voluntad de Dios para cada uno de nosotros: no
nuestra condena, sino nuestra salvación a través de Jesús.
El Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma (cf. Jn 8, 1-11), es tan bonito,
a mí me gusta mucho leerlo y releerlo. Nos presenta el episodio de la mujer
adúltera, poniendo de relieve el tema de la misericordia de Dios, que nunca
quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. La escena ocurre
en la explanada del Templo. Imagináosla allí, en el atrio [de la basílica de San
Pedro]. Jesús está enseñando a la gente, y llegan algunos escribas y fariseos
que conducen delante de Él a una mujer sorprendida en adulterio. Esa mujer se
encuentra así en el medio entre Jesús y la multitud (cf. v. 3), entre la miseri-
cordia del Hijo de Dios y la violencia, la rabia de sus acusadores. En realidad
ellos no fueron al Maestro para pedirle su opinión —era gente mala—, sino para tenderle una trampa. De
hecho, si Jesús siguiera la severidad de la ley, aprobando la lapidación de la mujer, perdería su fama de
mansedumbre y bondad que tanto fascina al pueblo; si en cambio quisiera ser misericordioso, debería ir
contra la ley, que Él mismo dijo que no quería abolir sino dar cumplimiento (cf. Mt 5, 17). Y Jesús está
en medio de esta situación.
Esta mala intención se esconde bajo la pregunta que le plantean a Jesús: «¿Tú que dices?» (v. 5). Jesús
no responde, se calla y realiza un gesto misterioso: «inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la
tierra» (v. 7). Quizás hacía dibujos, algunos dicen que escribía los pecados de los fariseos... de cualquier
manera, escribía, estaba en otro lado. De este modo invita a todos a la calma, a no actuar inducidos por
la impulsividad, y a buscar la justicia de Dios. Pero aquellos malvados insisten y esperan de él una res-
puesta. Parecía que tenían sed de sangre. Entonces Jesús levanta la mirada y les dice: «Aquel de vosotros
que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra» (v. 7). Esta respuesta desubica los acusadores, los
desarma a todos en el sentido estricto de la palabra: todos depusieron las «armas», o sea las piedras lis-
tas para ser arrojadas, tanto las visibles contra la mujer, como las escondidas contra Jesús. Y mientras el
Señor sigue escribiendo en la tierra, haciendo dibujos, no sé...,
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. OMAR ALEJANDRO FLORES
SOTO
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y
de 3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 12 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO
Todos los Jueves y Viernes se expone el
Santísimo después de misa de 8 a.m.,
Hora Santa Jueves de 8 a 9 p.m.
Primer Viernes de cada mes se expone
24 horas después de misa de 8 a.m.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
w w w . sa n j e r o n im o m t y . o r g
V DOMINGO DE CUARESMA
EN ESTA SEMANA QUE COMIENZA PREVIA A
LA SEMANA SANTA: UNA INVITACIÓN A REZAR
“EL VIACRUCIS”
ACOMPAÑAR ESPIRITUALMENTE A CRISTO EN
EL CAMINO A LA CRUZ
Invitamos todos los fieles a crecer espiri-
tualmente, haciendo el recorrido de la
Pasión del Señor. El rezo del “ Vía Crucis”
ante las imágenes del templo o en la ca-
sa, o caminando por el parque. En el tem-
plo estarán los misales dominicales y en
la parte final tiene el texto de esta ora-
ción.
LAS VELAS DEL SANTÍSIMO YA ESTÁN A DISPOSICIÓN DE LOS FIELES.
COOPERACIÓN $50.00 PUEDEN SER USADAS COMO CIRIOS PASCUALES
Ya están a disposición las velas del Santísimo, pue-
den separarlas en la oficina parroquial. La coopera-
ción es de $50.00. Gracias.
EL PRÓXIMO DOMINGO 14 DE ABRIL COMEN-
ZAMOS LAS CELEBRACIONES MÁS GRANDES
DEL AÑO CON “EL DOMINGO DE RAMOS”.
LOS HORARIOS SERÁN COMO TODOS LOS DO-
MINGOS
Recordamos a todos los fieles que el próxi-
mo domingo damos comienzo a la Semana
Mayor, la más solemne de las celebraciones
de la Liturgia. Con el Domingo de Ramos
iniciamos y entramos con Jesús al escenario
de nuestra propia pasión: Morir con Él al
pecado y resucitar con Él a la vida de la Gra-
cia. La pascua de Cristo es nuestra Pascua.
FRAGMENTO DE LA 4a PREDICACIÓN DE CUARESMA DEL PADRE CANTALAMESSA AL PAPA FRANCISCO: “SOBRE LA ADORACIÓN
EUCARÍSTICA” El culto y la adoración de la Eucaristía fuera de la Misa es un fruto relativamente reciente de la piedad
cristiana. Comenzó a desarrollarse en Occidente, a partir del siglo XI, como reacción a la herejía de Beren-
gario de Tours que negaba la presencia «real» y admitía una presencia sólo simbólica de Jesús en la Euca-
ristía. A partir de esa fecha, sin embargo, no ha habido, se puede decir, un santo, en cuya vida no se note un
influjo determinante de la piedad eucarística. Ella ha sido fuente de inmensas energías espirituales, una es-
pecie de hogar siempre encendido en medio de la casa de Dios, en el cual se han calentado todos los gran-
des hijos de la Iglesia. Generaciones y generaciones de fieles católicos han advertido el estremecimiento de
la presencia de Dios al cantar el himno Adoro te devote, ante el Santísimo expuesto.
Lo que diré de la adoración y de la contemplación eucarística se aplica casi por completo también a la con-
templación del icono de Cristo. La diferencia es que en el primer caso se tiene una presencia real de Cristo,
en el segundo una presencia sólo intencional. Ambas se basan en la certeza de que Cristo resucitado está
vivo y se hace presente en el sacramento y en la fe.
Estando tranquilos y silenciosos, y posiblemente largo tiempo, ante Jesús sacramentado, o ante un icono
suyo, se perciben sus deseos respecto de nosotros, se depositan los propios proyectos para dar cabida a
los de Cristo, la luz de Dios penetra, poco a poco, en el corazón y lo sana. Ocurre algo que evoca lo que les
pasa a en los árboles en primavera, es decir, el proceso de la fotosíntesis. Brotan de las ramas las hojas ver-
des; estas absorben de la atmósfera ciertos elementos que, bajo la acción de la luz solar, son «fijados» y
transformados en alimento de la planta. Sin tales hojitas verdes, la planta no podría crecer y dar frutos y no
contribuiría a regenerar el oxígeno que nosotros mismos respiramos.
los acusadores se van uno tras otro, con la cabeza
baja, comenzando por los más ancianos que eran
más conscientes de no estar sin pecado. ¡Qué bien
nos hace ser conscientes de que también nosotros
somos pecadores! Cuando hablamos mal de los
otros —todas estas cosas que nosotros conocemos
bien—, ¡qué bien nos hará tener el coraje de hacer
caer en el suelo las piedras que tenemos para arro-
járselas a los demás y pensar un poco en nuestros
pecados!
Se quedaron allí solos la mujer y Jesús: la miseria y
la misericordia, una frente a la otra. Y esto cuántas
veces nos sucede a nosotros cuando nos detene-
mos ante el confesionario, con vergüenza, para ha-
cer ver nuestra miseria y pedir el perdón. «Mujer,
¿dónde están?» (v. 10), le dice Jesús. Y basta esta
constatación, y su mirada llena de misericordia y
llena de amor, para hacer sentir a esa persona —
quizás por primera vez— que tiene una dignidad,
que ella no es su pecado, que ella tiene una dignidad de persona, que puede cambiar de vida, puede
salir de sus esclavitudes y caminar por una senda nueva.
Queridos hermanos y hermanas, esa mujer nos representa a todos nosotros, que somos pecadores,
es decir adúlteros ante Dios, traidores a su fidelidad. Y su experiencia representa la voluntad de Dios
para cada uno de nosotros: no nuestra condena, sino nuestra salvación a través de Jesús. Él es la gra-
cia que salva del pecado y de la muerte. Él ha escrito en la tierra, en el polvo del que está hecho cada
ser humano (cf. Gen 2, 7), la sentencia de Dios: «No quiero que tu mueras, sino que tú vivas». Dios no
nos clava a nuestro pecado, no nos identifica con el mal que hemos cometido. Tenemos un nombre y
Dios no identifica este nombre con el pecado que hemos cometido. Nos quiere liberar y quiere que
también nosotros lo queramos con Él. Quiere que nuestra libertad se convierta del mal al bien, y
esto es posible — ¡es posible!— con su gracia. Que la Virgen María nos ayude a confiarnos completa-
mente a la misericordia de Dios, para convertirnos en criaturas nuevas.
“Recibir el perdón de los pecados a través del sacerdote es una experiencia siempre nueva, original e inimitable. Nos hace pasar de estar solos con nuestras miserias y nuestros
acusadores, como la mujer del Evangelio, a sentirnos liberados y animados por el Señor, que nos hace empezar de nuevo” PAPA FRANCISCO
Homilía del Papa Francisco 13 de marzo 2016
ÚLTIMA SEMANA DE
“EJERCICIOS ESPIRITUALES”
LOS EJERCICIOS ESPIRTUALES REPRESENTAN LA EXPRIENCIA DE CRISTO EN EL DE-
SIERTO, SON EL CAMINO FIRME QUE PREPARA NUESTRA PASCUA CON CRISTO.
DEL 8 AL 12 DE MARZO, LUNESA VIERNES DE 11 AM A 12.
INVITACIÓN PARA TODOS
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