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  • BOLETIN DFINFORMACIONESINTERNACIONALES

    FEBRERO 1973 - n 1

  • ARGENTINAY BOLIVIA :

    J un balancepor Hugo Blanco, Peter Camejo, Joseph Hansen,

    Anbal Lorenzo y Nahuel Moreno

    Este documento fue presentado como contri-bucin a la discusin sobre Amrica Latina,en la reunin de diciembre de 1972 del Comi-t Ejecutivo de la Cuarta Internacional.

    Los captulos segundo y tercero se pusierona votacin. Las lecciones de Bolivia obtuvo 11votos a favor, 18 en contra, dos abstencionesy uno no vot. Las lecciones de la Argentinaobtuvo 11 a favor, 15 en contra, 3 abstencio-nes y uno no vot.

  • Publicado corno gentileza del Partido Socialistade los Trabajadores, para la informacin de susafiliados. Buenos Aires, n 1, febrero 1973.Traduccin del original en ingls correspondien-te al Volumen X, n 1, enero 1973 del , Inter-national Discussion Bulletin, publicado por elswP.

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    Indice

    1. Dos orientaciones ............................................ pgina 311. Las lecciones de Bolivia .:................................. pgina 17

    I11. Las lecciones de la A rgentina ...................^..... pgina 37IV. La crisis en la Cuarta I nternacional .:................ pgina 75

  • DOS ORIENTACIONES

    Las diferencias de orientacin que llevaron a una minora de delegados a votar contra laResolucin sobre Latinoamrica en el ltimo congreso mundial no,han disminuido en los.tres aos transcurridos . Por el contrario, la discusin se ha extendido fuera de los marcos deese continente y las diferencias se fhan desarrollado sobre aspectos nuevos pero relacionados.Tales diferencias se centran , fundamentalmente , alrededor del problema de cmo hacer paraconstruir partidos revolucionarios de masas en el contexto de la situacin actual a la que seenfrenta la Cuarta Internacional.

    Hoy est claro que se han ido formando dos tendencias . alrededor de aspectos de-vitalimportancia para el futuro del movimiento trotskista mundial. Una --continuando la lneaformulada en la Resolucin sobre Latinoamrica, es decir, el "viraje" adoptado por lamayora en l. Noveno Congreso Mundial (l Tercer Congreso desde la Reunificacin)-- estcomprometida en la guerra de.guerrillas o preparndose para este tipo de lucha , sin considerarmayormente el volumen de nuestras fuerzas o la situacin real -que enfrentamos . La otratendencia mantiene la lnea que defendi en el ltimo congreso mundial , es decir, la lneapropuesta por la Cuarta Internacional desde su fundacin de tratar de ligarse a las masas atravs de la aplicacin consecuente del mtodo expuesto en- el programa de transicin..

    En esta contribucin al debate nos proponemos examinar como las dos lneas hanenfrentado su puesta a prueba en la realidad en Bolivia y Argentina , y que significa para laCuarta Internacional la extensin a otros continentes de la I nea de la mayora de la guerrade guerrillas.

    Antes de comenzar con estos temas intentaremos sintetizar las dos posiciones.

    1. El eje central de trabajoSegn la mayora , la perspectiva para Amrica Latina era fundamentalmente la guerrilla

    rural por un perodo prolongado . La Resolucin sobre Amrica _ Latina lo estableca muyclaramente:

    "Aun en el caso de , pases donde pudieran ocurrir primero grandes movilizaciones yconflictos de clase urbanos , la .guerra civil tomar formas variadas de lucha armada, en-lascuales el eje principal por

    , todo un' perodo ser la guerrilla rural, trmino cuyo significadoprimordial es geogrfico-militar y que no implica necesariamente una composicinexclusivamente ( ni siquiera preponderantemente ) campesina . En este, sentido , le luchaarmada en Amrica Latina significa fundamentalmente guerra de guerrillas"(Intercontinental Press, 14 de julio de 1969, p. 720).

  • DOS ORIENTACIONES

    Las diferencias de orientacin que llevaron a una minora de delegados a votar contra laResolucin sobre Latinoamrica en el ltimo congreso mundial no han disminuido en los'tres aos transcurridos. Por el contrario, la discusin se ha extendido fuera de los marcos deese continente y las diferencias se han desarrollado sobre aspectos nuevos pero relacionados.Tales diferencias se centran, fundamentalmente, alrededor del problema de "construir pa rtidos revoluci res de masas e el contexto de la situaclo_actual a la que seen renta a Cuarta nternac_ional.

    oy est claro que s ido formando dos tendencias alrededor de aspectos de vitalimportancia para el futuro del movimiento trotskista mundial. Una -continuando la lneaformulada en la Resolucin sobre Latinoamrica, es decir, el "viraje" adoptado por lamayora en el Noveno Congreso Mundial (el Tercer Congreso desde la Reunificacin)- estcomprometida en la guerra de guerrillas o preparndose para este tipo de lucha, sin considerarmayormente el volumen de nuestras fuerzas o la situacin real que enfrentamos. La otratendencia mantiene la lnea que defendi en el ltimo congreso mundial, es decir, la lneapropuesta por la Cuarta Internacional desde su fundacin de tratar de ligarse a las masas atravs de la aplicacin consecuente del mtodo expuesto en- el programa de transicin.

    En esta contribucin al debate nos proponemos examinar cmo las dos lneas hanenfrentado su puesta a prueba en la realidad en Bolivia y Argentina, y qu significa para laCuarta Internacional la extensin a otros continentes de la 1 nea de la mayora de la guerrade guerrillas.

    Antes de comenzar con estos temas intentaremos sintetizar las dos posiciones.

    1. El eje central de trabajo

    Segn la mayora, la perspectiva para Amrica Latina era fundamentalmente la guerrillarural por un perodo prolongado. La Resolucin sobre Amri a Latina lo estableca muyclaramente:

    ~O. ` /y"Aun en el caso de pases donde pudieran ocurrir primero grandes movilizaciones y

    conflictos de clase urbanos, la guerra civil tomar formas variadas de lucha armada, en lascuales el eje principal por todo un Qerodo ser la guerrilla rural, trmino cuyo significadoprimordial es geogrfico-militar y que no implica necesariamente una composicinexclusivamente (ni siquiera preponderantemente) campesina. En este sentido, la lucha

    "armada eAm "r" a significa fundamentalmente guerra de Qu^rriltas"(Intercontinental Press, 14 de julio de 1969, p. 720).

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  • El camarada Livio Maitn consider esto tan importante que lo cit. en un artculopublicada un ao despus, afirmando que comparta "la conclusin de la gran mayora delos revolucionarios latinoamericanos, es decir, que para una etapa de la revolucin cuyaextensin no puede predecirse a priori, pero que seguramente ser larga , la lucha armada serfundamentalmente guerra de guerrillas." A esto agregaba: "Si se toman en cuenta lascondiciones geogrficas, las estructuras demogrficas de la mayora de la poblacin y lasconsideraciones tcnicas y militares hechas por el mismo Che, se deduce que la variante masprobable ser la de la guerra de guerrillas a escala continental" ("Cuba, Military Reformismand Armed Struggle in Latin Amrica", Intercontinental Press, 20 de abril de 1970, p. 360).

    Contra esta opinin, la minora predijo que la lucha revolucionaria tendera a desplazarse-a los centros urbanos, sealando dos indicadores significativos: el levantamiento dominicanode 1965 y las manifestaciones masivas estudiantiles de Ciudad de Mxico en 1968,. el aoanterior al congreso mundial. La minora sostuvo que estos acontecimientos, junto a losucedido en Francia en mayo-junio de 1968, atestiguaban lo correcto del diagnstico de quelos futuros levantamientos en todo el mundo estaran mucho mas cerca de la norma leninistade las revoluciones proletarias que de lo que haba ocurrido desde el fin de la segunda guerrahasta la victoria de la Revolucin Cubana.

    La mayora ha cambiado ligeramente su posicin desde el ltimo congreso. El cambio, sinembargo, ha sido para descartar la guerrilla rural y levantar la guerrilla urbana.

    2. "Preparacin tcnica" va. implementacin del programa de transicin

    Para la mayora, la tarea bsica de nuestro movimiento en Amrica Latina era prepararsetcnicamente para lanzar, la guerra de guerrillas. Esto se estableca as en la Resolucin sobreAmrica Latina: "La perspectiva fundamental, la nica perspectiva realista para AmricaLatina, es la de una lucha armada que puede durar largos aos. He qu por qu no puedeconcebirse la preparacin tcnica meramente como uno de los aspectos del trabajorevolucionario sino como el aspecto fundamental a escala internacional y uno de los aspectosfundamentales en los pases donde las condiciones mnimas aun no existen." ("Resolutionon Latin Amrica", Intercontinental Press 14 de julio de 1969, p-. 720.)

    Por supuesto, encarar la preparacin tcnica es meramente una fase necesaria en laaplicacin prctica de la teora de la guerra de guerrillas. Si se est de acuerdo con la teora,es lo ms lgico llevarla a la practica.

    La minora defendi- una teora diferente y por lo tanto seal tareas prcticascorrespondientes a esta teora: "La tarea clave de la vanguardia latinoamericana, como entodos lados, sigue siendo la construccin del partido marxista revolucionario. Esto tieneprioridad sobre todas las cuestiones de tctica y estrategia en el sentido de que estas debendirigirse a obtener este fin, como eslabn decisivo del proceso revolucionario. No essuficiente decir, como lo hace la resolucin en el punto 19, que la existencia yfuncionamiento de un partido revolucionario, lejos \de ser un esquema gastado de marxistastrasnochados, corresponde a las necesidades concretas, e ineluctables del desarrollo de lalucha armada misma...!

    "El Partido no es un medio para la lucha armada, como parece decirlo esta frase. La luchaarmada es un medio para llevar al proletariado al poder bajo la direccin del partido. Laconstruccin del partido debe ser comprendida y presentada como la tarea central, laorientacin fundamental, la preocupacin casi exclusiva de la vanguardia. Y lo explosivo dela situacin latinoamericana no disminuye .esta necesidad, la intensifica ". (Joseph Hansen,"Asessments of the Draft Resolution on Latin Amrica", Discussion on Latin America,1968-1971, p. 23.)

    La minora critic la resolucin sobre Amrica Latina por prestarle poca atencin a la

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  • El camarada Livio Maitn consider esto tan importante que lo cit en un artculopublicado un ao despus , afirmando que comparta " la conclusin de la gran mayora delos revolucionarios latinoamericanos , es decir , que para una etapa de la revolucin cuyaextensin no puede predecirse a priori , pero que seguramente ser larga , la lucha armada serfundamentalmente guerra de guerrillas ." A esto agregaba : "Si se toman en cuenta lascondiciones geogrficas , las estructuras demogrficas de la mayora de la poblacin y lasconsideraciones tcnicas y militares hechas por el mismo Che , se deduce que la variante masprobable ser la de la guerra de guerrillas a escala continental" ("Cuba, Military Reformismand Armed Struggle in Latin America ", Intercontinental Press , 20 de abril de 1970 , p. 360).

    Contra esta opinin , la minora predijo que la lucha revolucionaria tendera a desplazarse-a los centros urbanos , sealando dos indicadores significativos : el levantamiento dominicanode 1965 y las manifestaciones masivas estudiantiles de Ciudad de Mxico en 1968, el aoanterior al congreso mundial . La minora sostuvo que estos acontecimientos , junto a losucedido en Francia en mayo -junio de 1968, atestiguaban lo correcto del diagnstico de quelos futuros levantamientos en todo el mundo estaran mucho mas cerca de la norma leninistade las revoluciones proletarias que de lo que habla ocurrido desde el fin de la segunda guerrahasta la victoria de la Revolucin Cubana.

    La mayora ha cambiado ligeramente su posicin desde el ltimo congreso. El cambio, sinembargo , ha sido para descartar la guerrilla rural y levantar la guerrilla urbana.

    2. "Preparacin tcnica" vs. implementacin del programa de transicin

    Para la mayora, la tarea bsica de nuestro movimiento en Amrica Latina era prepararsetcnicamente para lanzar la guerra de guerrillas. Esto se estableca as en la Resolucin sobreAmrica * Latina: "La perspectiva fundamental, la 01unica rs ectiva realista para Amrica

    lid Latina , es la de una l uch& armada ue Dwde d ra lar s puede os. Trpor qu no pconceb r preparacin tec ^ meramente como uno de los aspectos del trabajo.revolucionario si cmo el aspes. fundamental a escala internacional y uno de los aspectosfundaniVtQ os paises donde las con ic' nes mnimas aun --no'existen ." ("Re, on

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    aplicacin prctica de la teora de la guerra de guerrillas . Si se est de acuerdo con la teora,es lo ms lgico llevarla a la prctica.

    La minora defendi una teora diferente y por lo tanto seal tareas prcticascorrespondientes a esta teora: "La tarea clave de la vanguardia latinoamericana , como entodos lados , sigue siendo la construccin del partido marxista revolucionario . Esto tieneprioridad sobre todas las cuestiones de tctica y estrategia en el sentido de que estas debendirigirse a obtener este fin , como eslabn decisivo del proceso revolcionario. No essuficiente decir , como lo hace la resolucin en el punto 19, que la existencia yfuncionamiento de un partido revolucionario, lejos de ser un esquema gastado de marxistastrasnochados , corresponde a las necesidades concretas e ineluctables del desarrollo de lalucha armada misma...!

    "El Partido no es un medio para la lucha armada, como parece decirlo esta frase . La luchaarmada es un medio para llevar al proletariado al poder bajo la direccin del partido. Laconstruccin del partido debe ser comprendida y presentada como la tarea central, laorientacin fundamental , la preocupacin casi exclusiva de la vanguardia. Y lo explosivo dela situacin latinoamericana no disminuye esta necesidad, la intensifica". (Jse_ h [ansen,"A luton _Qn La*-^^* drrsorira", SCI~ -Latin AmricaDi19 - .223. )

    a minora critic la resolucin sobre Amrica Latina por prestarle poca atencin a la4

  • juventud radicalizada como campo de reclutamiento y sugiri que se rectificase esta parte:"Por lo que a la estrategia de nuestro movimiento concierne , las principales caractersticas deeste avance de la juventud -en una direccin revolucionaria son: 1 ) su manifestacin encentros urbanos; 2) la participacin de masas considerables; 3) su tendencia a tratar de ligarsea los trabajadores y otros sectores de las masas y llvarlos a la accin.

    "De all se sigue que el problema de. desarrollar consignas y medidas de transicin paraatraer a estas fuerzas a la IV Internacional es un problema agudo . En qu contribuye elproyecto de resolucin sobre Latinoamrica a resolver tal problema en ese sector delmundo? La respuesta es: en nada ". (Ibid., p. 25.)

    La minora puso considerable nfasis en el menosprecio de la resolucin por el programade transicin , su mtodo y las tareas prcticas que esboza.

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    3. Una reaccin . indiscriminada vs. posibles concesiones

    De acuerdo con la opinin de la mayora , en 1969 la guerra civil arrasaba a Amrica La-tina. "Esto no slo en un sentido histrico sino en un sentido mas directo e inmediato. Am-rica Latina ha entrado en,un perodo de explosiones y conflictos revolucionarios, de luchaarmada en diferentes niveles contra las clases, dominantes nativas y de guerra civil prolongada-a escala continental". ("Resolution on Latin America", Intercontinental Press, 14 de julio de1969 , p. 718.)

    La mayora atemper esto diciendo que -la existencia de una guerra civil a escalacontinental no implica " la interpretacin simplista de un colapso inevitable del sistema''. Silos revolucionarios no actan a tiempo "el imperialismo y el capitalismo indgena sereorganizarn , si bien precariamente , alternando soluciones nuevas y tradicionales ". (Ibid;,p. 718).

    A pesar de esta aclaracin , los autores de la resolucin vean poco margen de maniobratanto para el imperialismo como para la burguesa indgena. "...enfrentada con el estado delos trabajadores cubanos , la burguesa no puede evitar alinearse junto al imperialismo(dejando de lado las posibles maniobras diplomticas temporarias) y se pruebaabsolutamente incapaz de desarrollar un programa aun con las mas modestas reformasdemocrticas." Aun mas enfticamente: "Los estratos de la burguesa nacional ligados a laindustria surgen o se desarrollan interpenetrndose completamente con las estructurasimperialistas y en 'la ms estricta dependencia de ellas . Son intrnsecamente incapaces -de lamas mnima accin independiente , ya sea en el campo econmico o poltico". (Ibid., p. 719.)

    Excluyendo "absolutamente" reformas democrticas sustanciales y con una burguesa-nacional intrnsecamente incapaz de ninguna accin independiente, la mayora no solamenteno vea otra alternativa que la guerra de guerrillas, sino que le vaticinaba un futuro brillante.Poda muy bien detonar una secuencia de hechos revolucionarios, precisamente como locrea el Che Guevara.

    "En una situacin de crisis prerrevolucionaria como la que est experimentandoactualmente Amrica Latina a escala continental , la guerra de guerrillas puede estimular dehecho una dinmica revolucionaria , aunque al principio el intento parezca venir de afuera oser unilateral (como fue el caso con la guerrilla boliviana del Che)." (Ibid., p. 720.)

    La minora acept que la as llamada burguesa nacional , en Amrica Latina Como encualquier porte del mundo colonial o semi -colonial, es incapaz de otorgar concesiones a lasmasas en una escala suficiente como para abrir un perodo prolongado de democraciaburguesa . Sin embargo era peligroso -argumentaba la minora- tener una visin tan rgidade las limitaciones de la burguesa nacional y sus sostenedores imperialistas , como paraexcluir a escala continental . ninguna capacidad de su parte como, para hacer absolutamenteninguna concesin significativa.

  • Por supuesto, la mayora reconoca que podran ocurrir algunas oscilaciones, perosostena que stas no seran de mayor importancia . Sobre este. Punto la Resolucin sobreAmrica Latina afirma: "Esto no excluye posibles oscilaciones en las . mas diversas direccio-nes, incluyendo nuevos y efmeros intentos pseudoreformistas , maniobras polticas y aunvariantes dentro del marco de los regmenes militares (grupos de oficiales juegancontinuamente al 'nasserismo ' en varios pases y el contenido inmediato de los golpesmilitares no es siempre el mismo en cada situacin)."

    Esta concesin -si podemos llamarla as -, queda anulada por las'frases inmediatamentesiguientes:

    "Pero esto no cambiar nada en la tendencia general , profundamente enraizada: en unasituacin de crisis crnica y tensiones prerrevolucionarias, las clases dominantes se - verninevitableffiente obligadas a utilizar brutales medidas de represin y apelar a regmenespolticos despticos yterroristas . Puesto que estas clases a menudo no son muy slidas comofuerzas sociales y. no pueden considerar seriamente resolver sus problemas a travs deregmenes reaccionarios de tipo popular segn el modelo fascista , los regmenes militares siguensiendo el recurso mas probable ." (bid., p. 718.)

    La minora argumentaba que la lucha de clases tiene altibajos que estn signados poravances y retrocesos de las clases enfrentadas que pueden ser de importancia considerable,sino decisiva , para las, secciones de la IV Internacional en Amrica Latina en su actual estadode desarrollo . As, era falso y esquemtico pintar la situacin de todos los pases de AmricaLatina como polticamente prerrevolucionaria, dejando de lado las, diferencias entre lospases 'y las distintas , coyunturas que los afectan . En el momento del Noveno CongresoMundial , la lucha de clases en algunos pases estaba en ascenso (Chile, Bolivia, Uruguay,Argentina), mientras en.otros estaba en retroceso. Brasil , el pas mas importante de todos,aun sufra los efectos del golpe contrarrevolucionario de -1964 . En cuanto a los movimientosguerrilleros , haban sufrido una serie de desmoralizadoras derrotas en todas partes.

    Lo peor de todo fue el error de- la mayora de proponer una receta tctica ( la guerra deguerrillas) para el continente entero . Esta fijaba por adelantado " la tctica a seguir por todaslas secciones nacionales dejndoles a su criterio tan slo la tarea de cumplir la frmula tcticaen la situacin local " (Joseph Hansen, "Asessments - of the Draft Resolution on LatnAmerica Discussion on Latn America .. 1968-1971 , p. 24).

    La mayora predicaba la rigidez precisamente en el rea donde las secciones nacionaleshubieran debido abrirse a las diversas posibilidades ; entre estas la mejor era sacar ventajainmediata de cualquier concesin que la burguesa se viera obligada a hacel presionada porla lucha de clases , por limitada , parcial o temporaria que fuera.

    4. Efecto de la tendencia hacia las normas "clsicas"

    La mayora, aunque sin excluir completamente otras variantes como la del "reformismomilitar", se jugaba con la perspectiva, de un "brutal ascenso represivo por parte de las clasesdominantes nativas y el imperialismo". La resolucin sobre Amrica Latina afirmabacategricamente: "La experiencia de Bolivia, donde todas las formas de actividadorganizativa normal son aplastadas continuamente, as como la experiencia de Per, donde larepresin no ha amainado desde 1962, especialmente en el campo, son absolutamente claras.Lo mismo vale para Mxico, donde la clase dominante, regresando a sus tradiciones masbrbaras, no titube en masacrar despiadadamente a los estudiantes (los contraataquesoficiales o 'semioficiales' del rgimen brasileo seguan la misma lgica)." ("Resolution onLatn America Intercontinental Press, 14 de julio de 1969, p. 720.)

    La minora no fue sorprendida por los levantamientos urbanos que condujeron a laburguesa de. Per, Bolivia y Chile a instalar regmenes reformistas y queilev,en el caso de6

  • Bolivia, a la aparicin de la Asamblea Popular . "Nosotros predijimos en nuestros argumentosque en Amrica Latina la lucha revolucionaria tendera a desplazarse a los centros urbanos, ycitamos como uno de los primeros ejemplos de esa tendencia lo sucedido en, SantoDomingo" (Hansen, "Report to the World Congress ", Discussion on Latn Amrica, p. 44).

    Los sucesos de Bolivia confirmaron la posicin , de la minora en el Noveno CongresoMundial, ya mencionada, de que el curso de las luchas . revolucionarias en todo el mundotenda hacia las normas ejemplificadas por la Revolucin Rusa de 1917.

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    5. Castrismo vs. leninismo

    En defensa de su teora de la querr de guerrillas , la mayora sostuvo que la explicacinpara la larga serie de derrotas . sufridas por quienes haban intentado aplicarlas en AmricaLatina desde la Revolucin Cubana debera buscarse en errores prcticos y no en laconcepcin.

    "El fracaso de ciertos experimentos guerrilleros (en Per por ejemplo ) se produjo , en granmedida, ms por errores en el anlisis de la situacin y las relaciones de fuerza entre las masasque por errrores en la concepcin ". ("Revolution on Latn Amrica", Intercontinental Press,14 de julio de 1969 , p. 719.)

    La minora adujo que .esta opinin constitua una adaptacin a las posiciones de FidelCastro y el Che Guevara sobre la posibilidad de repetir el modelo especfico de la RevolucinCubana en cualquier parte de Amrica Latina . En el 'Noveno Congreso se hizo un detalladoanlisis de. esta posicin errnea as como los errores especficos de Guevara en. Bolivia..

    "Sintetizando todos estos errores, llegamos a la. conclusin general de que el Che Guevaracoloc a la tcnica guerrillera -la tcnica de la lucha armada- por encima de la poltica.Coloc la accin militar por encima de la construccin del partido...

    "La conclusin que se debe sacar de esto ... es que ante todo la guerra de guerrillas nopuede levantarse como estrategia general al margen de lo til que pueda resultar comotctica en ciertas situaciones , cuando es utilizada por un partido combatiente slidamenteconstruido. '

    "Una segunda conclusin a sacarse de esta experiencia , es que volvi a demostrar que lalucha en Amrica Latina, se ha tornado mas .difcil _ y requiere un instrumento mejor:requiere la construccin de un partido combatiente en un grado mucho mayor que, porejemplo , en 1958 1959 ." ( Hansen, "Report of the World Congress ", Discussion on LatnAmerica , p. 49.)

    As como la mayora en el Noveno Congreso no supo aplicar el mtodo del programa detransicin a la actual situacin de Amrica Latina , tampoco supo hacer un anlisis crtico dela teora guerrillera guevarista.

    "En realidad , la resolucin es un reflejo bastante fiel de las opiniones sobre esta cuestinexpresadas pblicamente por la direccin cubana...

    "La tctica propuesta no puede considerarse adecuadamente sin, referirla a su relacin conel triunfo de la Revolucin Cubana y con la forma en que desde entonces ha sidoextrapolada .por la direccin cubana a Amrica Latina y otros lados . La resolucin falla enesto en la forma ms primaria ." ( Ibid ., p. 21.)

    El camarada Hugo Gonzlez Moscoso , uno de los dirigentes de la mayora , haba indicadola fuente de sus opiniones sobre esta cuestin dos aos antes del Noveno Congreso Mundial:"En las condiciones imperantes en Amrica Latina los resultados obtenidos por la guerrillacubana , pueden ser alcanzados en cualquier pas. Por lo tanto , yo afirmo que la guerra deguerrillas es incontrovertiblemente el camino que deben seguir los revolucionarios paraliberar a su pueblo de la explotacin capitalista e imperialista " ('The Cuban Revolution and

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  • Bolivia, a 1 i n de la Asamblea Popular. "Nosotros predijimos en nuestros argumentosque en A rica Latina la lucha revolucionaria tendera a desplazarse a los centro anos, ycitamos como uno de los rimeros los. de esa tendencia lo sucedido en SantoDmino ^ansen, e Discussion on Latin America , p. 44).

    Los sucesos de Bolivia confirmaron la posicin de la minora en el N oveno onaresoundial ya mencionada, de ~ l el curso de las luchas revolucion ias en todo el ndo

    tend a hacia las normas ejemplificadas por la Revolucin Rusa de 191.7.

    5. Castrismo vs. leninismo

    En defensa de su teora de la guerra de guerrillas, la mayora sostuvo que la explicacinpara la larga serie de derrotas sufridas por quienes haban intentado aplicarlas en AmricaLatina desde la Revolucin Cubana debera buscarse en errores prcticos ., . ep laconcepcin.ter' fracaso de ciertos experimentos guerrilleros (en Per por ejemplo ) se produjo , en gran

    medida , ms res en el a~in y las relaciones de f ____ asasque or rrores en la "n ". ("Resolution on Latin Amrica". Intercontinental Press,14^de julio de 1 69 , p. 719.)

    La minora adujo que .esta opinin constitua una adaptacin a las Q, i n idelda-FCastro y el Che Guevara sobre la sibi I idad de repetir et modelo especfico de la RevolucinCu ana en cualquier parte de Amrica Latina., En el Noveno Con "raso se hizo un detallado

    .a is de esta posicio'errnea as comoTos er res es ecificos de Guevara en Bo l i v i a .in t ando todos estos errores, llegamos a la conclusin general de que el Che Guevar a

    coloc a la tcnica _,guerri l lera -la tcnica d@ la _hxha a- por encima de l a ica.Coloc la accin militar or enci e la construccin del Partido...

    a conclusin que se debe sacar de esto ... es que ante todo la guerra de guerrillas nopuede leva farsa como estrategia general al margen de_1o t l _ que-pueda , resultar comotctica en cjertas situaciones, cuando es utilizada por un partido combatiente slidamenteconstruido,

    "Una segunda conclusin a sacarse de esta experiencia , es que volvi a demostrar que lalucha en Amrica Latina , se ha tornado mas difcil y requiere un instrumento mejor:requiere la construccin de un partido combatiente en un grado mucho mayor que, porejemplo , en 1958 1959 ." ( Hansen , "Report of the World Congress", Discussion on LatinAmerica , p. 49.)

    As como la mayora en el Noveno Congreso no supo aplicar el mtodo del programa detransicin a la actual situacin de Amrica Latina , tampoco supo hacer un anlisis crtico-dela teora guerrillera guevar^sta.

    "En realidad, la resolucin es un reflejo bastante fiel de las opiniones sobre esta cuestinexpresadas pblicamente por la direccin cubana...

    "La tctica propuesta no puede considerarse adecuadamente sin referirla a su relacin conel triunfo de la Revolucin' Cubana y con la forma en que desde entonces ha sidoextrapolada por la direccin cubana a Amrica Latina y otros lados. La resolucin falla enesto en la forma ms primaria ." ( Ibid ., p. 21.)

    El camarada Hugo Gonzlez Moscoso , uno de los dirigentes de la mayora, haba indicadola fuente de sus opiniones sobre esta cuestin dos aos antes del Noveno Congreso Mundial:"En las condiciones imperantes en Amrica Latina los resultados obtenidos por la guerrillacubana , pueden ser alcanzados en cualquier pas. Por lo tanto , yo afirmo que la guerra deguerrillas es incontrovertiblemente el camino que deben seguir los revolucionarios paraliberar a su pueblo de la explotacin capitalista e imperialista " ("The Cuban Revolution and

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  • Its Lessons", Fifty Years of World Revolution , Pathfinder Press , p. 193).En relacin a esto , el camarada Peng Shu-tse respondi :"Las ideas del camarada Moscoso

    son un reflejo directo de las ideas contenidas en la declaracin general de la OLAS." ("Returnto the Road of Trotskyism", Discussion on Latin America , p. 29).

    Continuando su comentario , el camarada Peng deca: "La adopcin de la estrategiaguerrillera por secciones latinoamericanas y aun por la direccin internacional es un reflejodirecto de la influencia castrista sobre la Internacional . Esta situacin lleva a estudiar lalgica de las relaciones y diferencias entre el castrismo y el trotskismo (Ibid., p. 31).

    Cuando ms tarde se supo (pues no fue informado en el Congreso ) que el PRT (ElCombatiente ) haba favorecido pblicamente la adopcin de la estrategia castrista ya en1968 , qued claro cuan acertado era el anlisis del camarada Peng sobre el viraje del NovenoCongreso Mundial.

    "Consideramos que nuestro partido debe pronunciarse claramente a favor de la estra-tegia de la revolucin mundial formulada por el castrismo. ("El nico camino hasta el poderobrero y el socialismo, Ediciones Combate, p. 40; Internacional Informatin Bulletn,n 4 octubre de 1972, p. 18.

    El camarada Peng agregaba : "Nosotros, por supuesto ; defendemos al Estado ObreroCubano contra el imperialismo y aun podemos en ciertos temas especficos darle apoyocrtico ala direccin cubana contra esta o aquella tendencia , como por ejemplo a su ataque ala lnea de Mosc de coexistencia pacfica y de la va pacfica al socialismo . Por otro lado,debemos criticar firmemente todas las debilidades de la direccin cubana. Debemos criticarerrores tales como su apoyo a la estrategia de la guerra de guerrillas , sealando que ella no esuna alternativa a la estrategia pacifista proclamada por los stalinistas sino Que objetivamentey a la larga la estrategia guerrillera slo ayudar al oportunismo stalinista y tambin al impe-rialismo yanqui." (Return to the Road of Trotskyism", Discussion on1 Latin America, p.32.)6.- Dos opiniones sobre la guerra de guerrillas

    La minora insisti en el hecho de que no se opona a la guerra de guerrillas per se. Y queesta poda resultar ventajosa en ciertas situaciones como complemento de la lucha 'de masas.La utilizacin de la guerrilla era una cuestin tctica que las, distintas secciones debandeterminar. A lo que se opona la minora era a la conversin de la tctica guerrillera en unaorientacin estratgica que inevitablemente subordinaba la orientacin estratgica de laconstruccin del partido revolucionario d masas.

    La minora seal que el movimiento trotskista no careca de experiencia reciente en losproblemas de la guerra de guerrillas, ponindola a prueba desde la Revolucin Cubana yaprendiendo, a veces a las malas, algunas lecciones sobre ella. En particular, se insisti en laimportancia de las lecciones de Per durante el gran levantamiento campesino dirigido porHugo Blanco a principios de la dcada dei 60.

    Hasta el viraje del Noveno Congreso Mundial esto se consideraba una adquisicin de todoel movimiento trotskista mundial. Podemos recordar lo que dijo de ellas el camarada Maitanen una polmica contra Regis Debray en 1967:

    "La experiencia peruana ha sido indudablemente una de' las mas importantes de losltimos cinco aos; una experiencia rica y variada, sorprendente por la multiplicidad demovimientos, la aplicacin de lneas palpablemente diferentes, los triunfos momentneosseguidos por represiones desvastadoras y por trgicos retrocesos. Ningn intento serio dehacer generalizaciones vlidas para toda Amrica Latina puede realizarse sin un anlisisdetallado y profundo de la experiencia peruana." ("Major Problems of the Latin AmericanRevolution a Reply to Rgis Debray", International Socialist ReviewR setiembre-octubre1967, p. 70)

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  • $Citando contra Debray los logros de la dirccin de Hugo Blanco , el camarada Maitandeca que "para comprender mnimamente el trabajo de -Hugo Blanco, se debe comenzar delcontexto en el cual se desarroll y entender sus implicancias objetivas en la situacin dada.Cuando comenz su trabajo con los campesinos , Blanco estaba reaccionando por un ladocontra las tendencias aventureras y putchistas que se haban desarrollado dentro de su propiaorganizacin ; por otro, estaba rompiendo con la tradicin de cierta izquierda urbana queestaba en parte atada a esquemas obsoletos, en parte , siempre dispuesta a discutir nuevoscaminos pero incapaz de adoptar medidas prcticas para ligarse a las masas campesinas. Laexperiencia de Blanco de ningun manera se desarroll segn modelos abstractos sino enrelacin cada vez mas ntima con el movimiento de masas .. Ahora, frente a los hechos, sloun ciego podra dejar de comprender la importancia histrica que tal trabajo ha tenido en laeducacin de los sectores campesinos, aun dejando de lado que es demasiado pronto parahacer un balance .del impacto que tendr sobre el futuro del movimiento revolucionario, elproceso de Tacna y los acontecimientos siguientes , durante los cuales Hugo Blanco emergicomo un -hroe del pueblo peruano y latinoamericano " (Ibid., p. 7 y 8).

    Puede juzgarse la posicin sostenida en bloque por la direccin de la Cuarta Internacionalen esa poca, por la aprobacin con que el camarada Maitan citaba las opiniones de HugoIr -

    s de su encarcelamiento :Blanco en algunas cartas escritas poco despu"En primer lugar , para aqullos que le han imputado a Blanco tendencias reformistas

    (quizs porque utiliz la organizacin- sindical como un medio y se preocup tambin por lasmas modestas necesidades de los campesinos , sin descuidar el hecho de que triunfos parcialespodan . resultar valiosos para reforzar la confianza de los campesinos en si mismos) leshacemos notar el siguiente pasaje: `Hemos descubierto un sendero ancho y seguro y estamosavanzando . Por qu hemos de perder la cabeza ahora ? Los camaradas que se hallan enprisin deben entender que el partido no puede movilizarse segn la ansiedad provocada porel encierro sino slo de acuerdo a las necesidades del pueblo peruano y a las posibilidadesque se le abren . Si hay alguno que est libre y apurado y se siente , capaz de lanzarse a laguerrilla, imagnficol Que lo demuestre entregndose totalmente en su actividad a unsindicato campesino , el de Chumbivilcas por ejemplo , yendo y viniendo a pie. Despus quenos hable de la guerra de guerrillas, si aun le quedan fuerzas . Acaso la organizacin desindicatos campesinos no entrena a los militantes en la vida nmade ? Y obtiene un resultadomuy importante : la incorporacin conciente de amplias masas a la lucha . Debemos ganartanto terreno como sea posible antes de abocarnos a la lucha armada , para estar seguros de lavictoria'." ' (Ibd. , p. 9.)

    El camarada Maitan citaba aun otro pasaje , calificndolo de "muy importante":"Por lo que hace a la tctica guerrillera, estoy totalmente de acuerdo en que se las debe

    ensear a los comits de defensa. No debe ser un acto emp rico, y a este respecto, el partidode vanguardia tiene un papel que jugar . Debemos aprovechar todo aquel conocimiento de lastcticas guerrilleras que pueda ser adaptado a nuestra estrategia.

    "Manco II , por ejemplo , que puso sitio al Cuzco hasta lograr casi rendirlo, fueabandonado por sus tropas porque haba llegado. la poca, no recuerdo .bien, si de plantar ocosechar las papas.

    "Nada de esto interfiere la organizacin de guerrillas. Se pueden organizar algunasunidades para auxiliar a las milicias . Pero el organismo fundamental para la lucha abierta enPer ser la milicia sindical dirigida por el partido . Aprovechemos todas las ventajas de laspeculiaridades de nuestra situacin . No abandonaremos nada, habiendo avanzado tanto..

    "Se dice que es del inters del movimiento campesino que el F I R (Frente de IzquierdaRevolucionaria , Seccin Peruana de la Cuarta 'Internacional) enfrente la lucha abierta por elpoder . As fue en Cuba. La diferencia est en que ellos primero tomaron las armas y luego

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  • Citando contra Debray los logros de la direccin de Hugo Blanco , el camarada Maitandeca que "para comprender mnimamente el trabajo de Hugo Blanco, se debe comenzar delcontexto en el cual se desarroll y entender sus implicancias objetivas en la situacin dada.Cuand oenz su trabajo con los campesinos, Blanco estaba reaccionando or un. lado

    rrllado dentro de su^ropiacontra las tendencias aventureras y putc astas que se a - an desa_or` piza r otro , estaba rompiendo con la tradici e cierta izqu ierd fiqueestaba en parte atada a esquemas o so et _en p rte siempre dispuesta a discu ir voscaminos pero incapaz de ado tar medidas prcticas ar li las masas campesinas. Laexperiencia de anco de ninguna manera se desarrollo segn modelos abstractos sino enrelacin cada vez mas ntima con el movimiento de masas. Ahora, frente a los hechos, sloun ciego podra dejar de compren era importancia histrica que tal trabajo ha tenido en laeducacin de los sectores campesinos, aun dejando de lado que es dftmasado pronto parahacer un balance del impacto que tendr sobre el futuro del movimient o ario, elproceso deacna y os acon ecimientos si uientes duran o Blanco emergicomo un hroe e pue lo eruano y latinoamerican " (Ibid., D. 7 y 8).

    vede juzgarse a posicin sosteni a en toque por la direccin de la Cuarta Internacional 3en esa poca , por la aprobacin con que el camarada Maitan citaba las opiniones de HugoBlanco en algunas cartas escritas poco despus e su encarcelamiento:

    "En primer lugar , para aqullos que le han imputado a Blanco tendencias reformistas .,.(quizs porque utiliz la organizacin sindical como un medio y se preocup tambin por las ,,mas modestas necesidades de los campesinos , sin descuidar el hecho de que triunfos parcialespodan resultar valiosos para reforzar la confianza de los campesinos en si mismos) leshacemos notar el siguiente pasaje :'Hemos descubierto un sendero ancho y seguro y estamosavanzando . Por qu hemos de perder la cabeza ahora? Los camaradas que se hallan enprisin deben entender que el partido no puede movilizarse segn la ansiedad provocada porel encierro sino slo de acuerdo a las necesidades del pueblo peruano y a las posibilidadesque se le abren . Si hay alguno que est libre y apurado y se siente capaz de lanzarse a laguerrilla, magnfico! Que lo demuestre entregndose totalmente en su actividad a unsindicato campesino , el de Chumbivilcas por ejemplo , yendo y viniendo a pie. Despus quenos hable de la guerra de guerrillas, si aun le quedan fuerzas . Acaso la organizacin desindicatos campesinos no entrena a los militantes en la vida nmade? Y obtiene un resultadomuy importante : la incorporacin conciente de amplias masas a la lucha . Debemos ganartanto terreno como sea posible antes de abocarnos a la lucha armada , para estar seguros de lavictoria'." (Ibid., p. 9.)

    El camarada Maitan citaba aun otro pasaje , calificndolo de "muy importante":"Por lo que hace a la tctica guerrillera , estoy totalmente de acuerdo en que se las debe

    ensear a los comits de defensa . N9 debe ser un acto emprico, y este res pecto, el partidode vanguardia tiene un a el que u ar . Debemosaprovechar todo gul conocimiento de lastac ci as guerrilleras que pueda ser adaptado a nuestra a.

    nco H . por ejemplo , que puso sitio al Cuzco hasta lograr casi rendirlo, fueabandonado por sus tropas porque haba llegado la poca , no recuerdo bien, si de plantar ocosechar las papas.

    "Nada de esto interfiere la organizacin de guerrillas. Se pueden organizar algunasunidades para auxiliar a las milicias . Pero el organismo fundamental para la lucha abierta enPer ser la milicia sindical dirigida por el partido . Aprovechemos todas las ventajas de laspeculiaridades de nuestra situacin . No abandonaremos nada , habiendo avanzado tanto.

    "Se dice que es del inters del movimiento campesino que el FIR (Frente de IzquierdaRevolucionaria , Seccin Peruana de la Cuarta 'Internacional ) enfrente la lucha abierta por elpoder . As fue en Cuba . La diferencia est en que ellos primero tomaron las armas y luego

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  • montaron el caba llo. Nosotros estamos sobre el caballo pero nos faltan las armas. Para qu1,, bajarnos del caballo? "

    Hugo Blanco no cambi su opinin durante los aos pasados en prisin , como se puede verpor el material incluido en su libro Tierra o Muerte - La Lucha Campesina en Per. En suscrticas a lo que hicieron o dejaron . de hacer los trotskistas peruanos , indica slo dosdebilidades : no haber puesto suficiente nfasis en la construccin del partido y haberinsistido demasiado en los aspectos guerrilleros de la actividad trotskista durante su procesoen Tacna . As, en una carta a Hansen escrita en enero de 1970, cuando aun se hallaba enprisin, deca:

    "Otro punto en el cual Moreno tena razn contra nosotros : Mi defensa y la defensa delos sucesos de Chaupimayo no debera haber sido la de una 'guerrilla trotskista' como engeneral se hizo sino la de un ejemplo de aplicacin del programa de transicin en oposicin alguerrillerismo . Por va de contraste se present como un ejemplo de lucha armada que surgecomo resultado del trabajo con las masas." (Discussion on Latn America, p. 55. Subrayadoen el original.)

    En el Noveno Congreso Mundial los delegados y observadores de la minora llamaron a laconcurrencia a no menospreciar la experiencia de la Cuarta Internacional en la guerra deguerrillas , en. particular, las enseanzas de la lucha campesina peruana bajo la direccin deHugo Blanco, durante la cual nuestro movimiento tuvo el honor de movilizar al mas amplio ydinmico movimiento campesino de la historia reciente de Amrica Latina . Sealaronespecialmente el camino concreto que se haba seguido para proceder a ganar la direccin delcampesinado.

    La mayora no. prest atencin y despreci las lecciones del propio movimiento trotskistaen la lucha campesina de Amrica Latina.

    7. El peligro de un renacimiento stalinista

    La mayora sostena que la conciencia de las masas latinoamericanas, incluido elcampesinado , haba alcanzado un nivel tan alto como para liquidar el debate sobre la.posibilidad de una va pacfica al socialismo.

    "En Amrica Latina , la polmica entre los defensores de una va `pacfica' y 'democrtica'y los defensores de la va revolucionarla ha sido totalmente superadas..." ("Resolution onLatn Amrica", intercontinental Press , 14 de julio de 1969, p. 719.)

    La delegacin mexicana, impresionada por los argumentos' de la mayora sobre estepunto, declar: "Como lo reconoce claramente el proyecto de resolucin, el debate sobre lasvas pacficas o violentas ha sido completamente superado." ("The Position of the MexicanDelegation to the Ninth Congress of the Fourth International on the United SecretariatResolution on Latn Amrica", Discussion on Latin Amrica, p. 35.)

    Por supuesto que estas declaraciones fueron hechas antes de -las experiencias de Per yBolivia y , sobre todo, del triunfo de la Unidad Popular chilena, que dieron nueva vida alnacionalismo burgus y, - junto con el, al frentismo popular de los stalinistas ysocialdemcratas en toda Amrica Latina , barriendo de su superficie a no pocoscombatientes guerrilleros.

    En el Noveno Congreso Mundial la minora explic detalladamente el rol que jug elcastrismo en auxilio de estos movimientos.

    "Pero confinando la discusin con los stalinistas casi exclusivamente al campo de la luchaarmada y limitndola aun mas a la cuestin de la guerrilla rural , los cubanos dejaron, poromisin , un precioso terreno poltico a sus oponentes . As .los stalinistas venezolanos,traidores de la lucha revolucionaria , pudieron avanzar argumentando sobre la necesidad para10

  • of

    los trabajadores de contar con un partido revolucionario. El Partido Comunista de Venezuelacitaba a Lenin de, un modo completamente abstracto , como una cortina de humo, pero loscubanos no fueron capaces de responderles adecuadamente, y esto influy sobre algunoshonestos militantes revolucionarios. Igualmente, los cubanos no supieron ofrecer unaalternativa a ,los stalinistas en los centros urbanos , facilitndoles conservar una importanteperiferia, que por supuesto ahora tratan de utilizar para sus maniobras y cabildeos en la arenaelectoral de la burguesa.

    "De la misma forma los cubanos cedieron el campo de la teora a los stalinistas...."Estos sacaron grandes ventajas de la ineptitud de los cubanos o de las vacilaciones frente

    a posibles presiones econmicas de Mosc , que utilizaron para seguir oscureciendo y 'echandotierra a la cuestin."

    "El resultado de tales errores fue que , aun en situaciones tan favorables como la deVenezuela, apoyados por el prestigio de la revolucin cubana y las numerosas ventajas delpoder estatal , los cubanos terminaron siendo una pequea minora en su lucha faccionalcontra el stalinismo" (Hansen, "Asessments of the Draft Resolution on Latin America",Discussion on Latn America, 1968-197 1, p. 22).

    Los hechos , han confirmado de la manera mas absoluta la certeza de los anlisis sobre estacuestin propuestos por la minora en el Noveno Congreso Mundial.

    8. El campo de trabajo correctot

    La mayora descartaba al proletariado como un campo-de trabajo inmediato . "De hecho,en la mayora de los pases la variante mas probable es que por un largo perodo loscampesinos tendrn que soportar el peso mayor de la lucha y en considerable medida loscuadros del movimiento sern provistos por la pequea burguesa revolucionaria."

    Resolution on Latin America", Intercontinental Press, 14 de julio de 1969, p. 719.)Es cierto que esta afirmacin era acompaada por una reafirmacin del rol dirigente del

    proletariado en un sentido histrico y de un comentario sobre la posibilidad de que este roldirigente se ejerciese en- formas, muy variadas . Debe agregarse que en, ningn momento delNoveno Congreso Mundial la mayora neg el rol revolucionario del proletariado. Por elcontrario , lo reafirm cuidadosamente.

    Sin embargo , en la resolucin se especific claramente que durante el perodo siguienteinmediato los campos de trabajo seran el campesinado para "el mayor peso de la lucha" y lapequea burguesa revolucionaria para "los cuadros del. movimiento". Esta conclusin, porsupuesto, se derivaba lgicamente de la teora de la mayora sobre la guerra de guerrillas y talvez de la observacin de la experiencia de diversos esfuerzos guerrilleros en Amrica Latina.

    La minora abog por la orientacin proletaria delineada en el programa de transicin ypor la continuacin de las enseanzas bolcheviques en lo que se refiere a la construccin delpartido : aun bajo la represin mas brutal los revolucionarios "no tienen mas alternativa quecontinuar pacientemente su trabajo poltico y organizativo , en la clandestinidad o el exilio."(Hansen,- "Asessments of the Draft Resolution on Latin America", Discussion on L atinAmerica, 1968-1971, p. 19.)

    El camarada Peng deca: "Reemplazar el programa de transicin por la estrategiaguerrillera, descuidar el trabajo serio en el seno del proletariado y en sus organizacionestradicionales , por ejemplo los sindicatos , y continuar adaptndose a diferentes corrientes ydirecciones pequeoburguesas , no slo nos impedir construir * la Internacional, sino queconducir a nuestro movimiento a un callejn sin ' salida," ("Return to the Road ofTroskysm ' , Dscussion ore Latin America, p. 34)

    Como ya se dijo , la minora insisti en la importancia de darse una poltica hacia la. 11

  • juventud radicalizada, sealando su peso en los centros urbanos, su predisposicin aintervenir masivamente en manifestaciones y su tendencia a ligarse a los trabajadores y otrossectores de las masas y . conducirlos a la accin. Esto se sostena no slo frente a lasperspectivas de la experiencia en Francia, los EE.UU. y muchos otros pases sino porque elmovimiento trotskista mundial se ha dirigido a la juventud desde su fundacin, enmarcandoesta orientacin en el programa de transicin.

    9. La lucha por las reivindicaciones democrticas

    La Resolucin sobre Amrica Latina omita considerar adecuadamente la lucha por lasreivindicaciones democrticas, de las cuales la fundamental es la reforma agraria.

    La reforma agraria es una cuestin importante en todo el continente y juega un rol claveen la poltica de Brasil, Per, Colombia y -Amrica Central.

    La Resolucin contiene un prrafo. sobre el campesinado que menciona su "hambre detierras" y otros motivos que conducen a su radicalizacin. En lugar de insistir sobre laimportancia central de la reivindicacin democrtica de la cuestin agraria para movilizar alcampesinado, se concluye con una visin exagerada del nivel poltico del campesinado aescala continental. Segn la Resolucin, los campesinos "han asimilado la leccin de larevolucin cubana, cuyos rumbos siguen constantemente; han aprendido mucho de laexperiencia guerrillera y no estn desconectados del movimiento estudiantil revolucionario,cuya influencia les llega a travs de mil diferentes canales." ("Resolution on Latn Amrica",Intercontinental Press, 14 de julio de 1969, p. 716.)

    El movimiento campesino est ntimamente relacionado con las luchas de lasnacionalidades oprimidas. La Resolucin lo menciona correctamente (p. 716) pero slo depasada. No se saca ninguna conclusin sobre su importancia para las secciones de la CuartaInternacional en Amrica Latina. No se dice nada sobre cmo trabajar concretamente sobreeste problema.

    El camarada Peng, basndose, en las lecciones de Lenin y Trotsky v en la experiencia delmovimiento revolucionario en los paises coloniales y semi-coloniales, particularmente China,insisti en la necesidad de clarificar el aspecto democrtico de la RevolucinLatinoamericana. Desafio a los camaradas de -la mayora a explicar.por qu en su "estrategiacontinental" haban dejado de lado la lucha por las reivindicaciones. democrticas. Noobtuvo respuesta.

    El hecho es que la mayora descartaba el lado democrtico de la RevolucinLatinoamericana. Si bien admita la posibilidad de que la revolucin poda comenzar "comouna revolucin democrtica antiimperialista en lo que respecta a sus objetivos y 'a laconciencia de las masas", sostenan que la posibilidad "no afecta la lgica del proceso contodas sus inevitables implicancias sobre la alineacin. y papel de las clases sociales". (/bid., p.18.)

    El proceso al cual se refera era a la dinmica de la revolucin permanente. Comodeclaracin abstracta, la Resolucin es correcta en este aspecto. Sin embargo, al no haberpropuestas concretas, la teora de la revolucin permanente no se usa como una gua para laaccin.

    Esto se deriva del. error de la mayora de sobreestimar el nivel de conciencia delcampesinado. Difcilmente se hace necesario un programa concreto de reivindicacionesdemocrticas si la conciencia campesina ya ha superado esta etapa de la revolucin. Al noprestarle atencin a esto, nuestros camaradas corren el peligro de encontrarse marginadoscuando estalle la lucha democrtica.12

  • 10. Ampliacin y profundizacin de una lnea equivocada

    En el Noveno Congreso Mundial la minora contest que la orientacin guerrilleraadoptada por la mayora no se poda limitar a Amrica Latina. "S el Proyecto de resolucin'sobre Amrica Latina fuera aprobado en su forma actual por el prximo Cngreso Mundial,sera dficjl para nuestro movimiento explicar por qu la orientacin votada como correctapara Amrica Latina no lo es para el resto del mundo colonial y semi-colonial. Ciertamentepodra cuestionarse que tal posicin es inconsecuente y que no se puede trazarrazonablemente una frontera, geogrfica tan cortante" (Hansen, "Asessments of the DraftResolution on Ltin Amrica", Discussion on- Latin America, 1968-1971, p. 26).

    Los dirigentes de la mayora, no mantuvieron una posicin unificada sobre' esta cuestintan importante. Algunos fueron equvocos, declarando que la resolucin hablaba slo deAmrica Latina y que era improcedente promover tal discusin en ese contexto. El camaradaGermain manifest enfticamente que la orientacin se aplicaba slo a Amrica Latina. Mastarde. los camaradas Germain y Knoeller argumentando a favor, bajo ciertos condiciones, deacciones armadas de "pequeos destacamentos de la vanguardia de partidos obreros ysindicatos" declararon lo siguiente:

    "Repitamos nuevamente, para evitar malentendidos, que estas consideraciones se aplicansolamente a, condiciones prerrevolucionarias y en un contexto poltico preciso (ausencia delibertades democrticas, imposibilidad de un ascenso gradual dei movimiento de masas, etc.).No -se trata de extender mecnicamente este razonamiento todos los pases del mundo,especialmente. los EE.UU., Japn, Gran Bretaa, Alemania, tc."("The Strategic Orientationof the Revolutionists in Latin Amrica"'. Discussion on Latin America, p. 94, subrayado en eloriginal).

    Por supuesto, varios ` camaradas extendieron el razonamiento de la mayora. sobre estacuestin, a otros pases, incluyendo a Francia,que difcilmente pertenece al sector colonial osemicolonial. Mas adelante isistiremos sobre esto.

    a

    a 11. Cosechando desastres

    En el Noveno Congreso Mundial la mayora no explicit en trminos prcticos lo quepensaban hacer . En contra de la euforia expresada por los dirigentes de la mayora sobre laposibilidad de lograr un rpido salto por la accin guerrillera en alguas reas del mundo, la

    :minora expres las ms funestas predicciones acerca de los resultados finales de esteproyecto.

    Despus , estos resultados incluyeron un desastre en Bolivia y la degeneracin poltica delos grupos guerrilleros en Argentina , que analizamos en detalle en los dos captulossiguientes.

    12. Ceder al ultraizquierdismo

    En el 'Noveno Congreso Mundial la mayora , prest poca atencin a los argumentosofrcidos' por quienes se oponan a la adopcin de. la guerra de guerrillas como lneaestratgica central . En cambio persistieron y profundizaron su error.. La minora, porconsiguiente, comenz a balancear el significado de este comportamiento, llegando a laconclusin de que deba ser caracterizado polticamente . como una concesin alultraizquierdismo.

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  • 10. Ampliacin y profundizacin de una lnea equivocada

    En el Noveno Congreso Mundial la minora contest que la orientacin guerrilleraadoptada por la mayora no se poda limitar a Amrica Latina. "S el Proyecto de resolucinsobre Amrica Latina fuera aprobado en su forma actual por el prximo Congreso Mundial,sera dficil para nuestro movimiento explicar por qu la orientacin votada como correctapara Amrica Latina no lo es para el resto del mundo colonial ysemi-colonial. Ciertamentepodra cuestionarse que tal posicin es inconsecuente y que no se puede trazarrazonablemente una frontera geogrfica tan cortante" (Hansen, "Asessments of, the DraftReslution on Latin America", Discussion on Latn America, 1968-1971, p. 26).

    Los dirigentes de la mayora no mantuvieron una posicin unificada sobre esta cuestintan importante. Algunos fuero cos, declarand que la resolucin hablaba slo deAmrica Latina ue e ente promover tal disc to. El camaradaGermain manifest enfaticar te _que la or ntac on se aplicaba slo a Amrica Latina. Mastard os camaradas Germain y Knoeller argumentando a favor; bajo ciertos condiciones, deacciones armadas de "pequeos destacamentos de la vanguardia de partidos obreros ysindicatos" declararon lo siguiente:

    "Repitamos nuevamente, para evitar malentendidos, que estas consideraciones se aplicansolamente a condiciones prerrevolucionarias en un contexto ol tico reci cia delibertades emocraticas, mposli i idad de un ascenso sradual del movimiento de masas, etc.).No se trata de extender mecnicamente esie razonamiento a todos los pases de__ I. ndo,especia mente EE.UU., JQn Gran Bretaa, Alemania, etc."("The Strategic Orientationof the Revolutionists in Latin America", Discussion on Latin Amrica, p. 94, subrayado en eloriginal). y,

    Por supuesto, varios camaradas extendieron el razonamiento de la mayora sobre estacuestin ja otros pases, incluyendo a Francia,que difcilmente pertenece al sector colonial osemicolonial. Mas adelante insistiremos sobre esto.

    11. Cosechando desastres

    En el Noveno Congreso Mundial la mayora no ex li ' er), trminos prcticos lo quepensaban hacer. En contra de la euforia expresada por los dir^ente de )^ may r ia s b re laposibilidad de_loarar u i Wff^ or a accin uerrillera en algunas reas del mundo, laminora expres las ms fune pre icci s acerca c los resultados tinazles de esteproyecto.

    Despus , estos result dos inclgy^ ron ^n. detastr _ en Rnlivia y la degeneracin poltica delos g tipos g errillerns en que analizamos en detalle en los dos ca tulossi qu lentes.

    12. Ceder al ultraizquierdismo

    En el Noveno Congreso Mundial la mayora prest poca atencin a los argumentosofrecidos por quienes se oponan a la adopcin de la guerra de guerrillas como lneaestratgica central . En cambio persistieron y profundizaron su error. La minora, porconsi uiente, comenz a balancear el si nificado de este com ntQ J n lo a lac oclusin e que deba ser caracterizado polticamente como una concesin al

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  • "As, en el' Congreso surgieron dos conceptos sobre el rumbo fundamental de larevolucin.

    "La fuente. de las presiones para elevar a la 'guerra de guerrillas rural' a -la categora deprincipio est clara . Son los combatientes guerrilleros , particularmente en Amrica Latina.., eimportantes sectores de la juventud radicalizada , es decir aquellos que aun no cuentan consuficiente experiencia poltica y que han hecho una mstica del destino del Che Guevara yque no conocen a fondo el ejemplo de Hugo Blanco.

    "La lnea propuesta por el camarada Maitan y oficial izada en la Resolucin sobre AmricaLatina debe ser caracterizada objetivamente como una concesin el ultraizquierdismo...

    "La aplicacin consecuente de la orientacin alentada por el camarada Maitan seradesastrosa para la Cuarta Internacional Esta lnea no puede limitarse a Amrica Latina o almundo colonial en general pues las mismas tendencias ultra izquierdistas a. las cuales se haclaudicado aperan en' los centros imperialistas. La aplicacin de una lnea ultraizquierdista enAmrica Latina seguramente ser acompaada por al menos la indulgencia hacia elultra izquierdismo en las metrpolis . De hecho , existe evidencia de que tal cosa ya haocurrido en un contexto tan diferente como Inglaterra.

    "La adopcin por un congreso mundial de una resolucin que eleva la guerrilla rural a la.condicin de estrategia central debe por lo tanto ser calificada de grave . Luego de unaprofunda discusin sobre la misma en todas las secciones de la Cuarta Internacional, debenhacerse todos los esfuerzos posibles para rectificar este error en el prximo congresomundial" (Hansen , "A Contribution to the Discussion on Revolutionary Strategy in LatinAmrica", Discussion on Latn America , p,, 65).

    En la discusin ulterior, la mayora ha intentado demostrar que el viraje hacia la guerrillaadoptado en el Noveno Congreso -Mundial contina la tradicin de Marx , Engels, Lenin yTrotsky. Las nicas citas de alguna importancia que han sido capaces de desenterrar enaparente favor ' de su posicin , son unos pocos escritos de Lenin durante una de las fasespasajeras de la revolucin rusa de 1905 . A pesar de una intensa bsqueda, han sido incapacesde encontrar nada a favor de su postura en todos los volmenes que escribiera Lenin despusde esa episdica experiencia . Los camaradas de la mayora no le dieron, importancia a queLenin no siguiera hablando del' tema.

    En cuanto a Trotsky -el mas grande experto y prctico militar que el movimientomarxista ha producido- la mayora abandon el intento de utilizarlo despus de ser refutadapor la minora . Despus de todo , la posicin de Trotsky sobre la guerrilla , sobre la cualescribi en los ltimos aos de su vida , es demasiado conocida como para que se abusefcilmente de ella.

    Otro recurso utilizado por la mayora ha sido el de usar los trminos "guerra deguerrillas" y "lucha armada" como sinnimos . El resultado de esto es que los guerrilleros enmuchas partes del mundo usan los trminos en la misma forma.. As, cuando la mayoraescribe o habla de lucha -armada significa guerra de guerrillas para los devotos de esaestrategia , mientras que para ,los marxistas , incluyendo nuestro propio movimiento, al menosen el pasado, ha significado la lucha armada de las masas del proletariado y el campesinado en,una verdadera insurreccin o guerra civil . A travs de estos vericuetos semnticos la mayorapretende presentar el viraje hacia la guerrilla como parte de la tradicin de lucha armadaenseada y. practicada por Lenin y Trotsky.

    Para clarificar las diferencias sugerimos que sera una gran ayuda si la mayora renunciaraa este tipo de discusin bizantina y admitiera francamente que su orientacin no es unasimple continuacin del trotskismo sino un intento de introducir en el trotskismo unaestrategia originada fuera de l.

    Es hora de, avanzar en la discusin . Esto slo puede hacerse volviendo a la realidadconcreta. y aprecindola a la luz de un anlisis marxista. En los 3 aos transcurridos desde el14

  • "As, en el Congreso surgieron dos conceptos sobre el rumbo fundamental de larevolucin.

    "La fuente . de las presiones para elevar a la 'guerra de guerrillas rural' a" la categora deprincipio est clara . Son los combatientes guerrilleros, particularmente en Amrica Latina... eimportantes sectores de la juventud radicalizada , es decir aquellos que aun no cuentan consuficiente experiencia poltica y que han hecho una mstica del destino del Che Guevara yque no conocen a fondo el ejemplo de Hugo Blanco.

    "La 11 nea propuesta por el camarada Maitan y oficial izada en la Res QL abreAmricaLatina debe sercaracte nada objetivamente cmo ua concesin ,al uI r ' iii -r ' o...

    "La aplicacin consecuente de la orientacin alentada por el camarada Maitan seradesastrosa para la Cuarta Internacional . Esta lnea no puede limitarse a Amrica Latina o almundo colonial en general pues las mismas tendencias ultra izquierdistas a las cuales se haclaudicado Aperan en los centros imperialistas . La aplicacin de una l nea ultraizquierdista enAmrica Latina seguramente ser , acompaada por al menos la indulgencia hacia elultra izquierdismo en las metrpolis . D hecho , existe ev dnocurrido en un contexto tan diferente co .

    a a opcion por un congreso mundial de una resolucin que eleva la guerrilla rural a lacondicin de estrategia central debe r lo tanto e. Luego de unaprofunda discusion so rea 'm isma nes de I nal, debenhacerse t os los esfuerzos osibles ara esmi-unrectif r en el arxii congresomu la ansen , "A Contribution to the Discussion on Strategy in LatinAmrica", Liscussion on aten merica . 65). {

    iscusi n u error , la mayora ha intentado demostrar que el viraje hacia la guerrillaadoptado en el Noveno Congreso Mundial continua a tradicin ri^,____arx_ els Lenin yTrsky. Las nicas citas de alguna importancia que han sido capaces de desenterrar enaparente fa or de su sicion so i unas pozns escritos Os. las fasespaf, jeras de la revo ur anrusa ..d: 1 . A pesar de una intensa bsqueda, han sido incapacesde encontrar nada a favor de su postura en todos Lenin despusde esa episdica experiencia . os camara as de la m i r mp r. ta. la a queLenin no si land ma.

    cuanto a Trotsky -el mas grande experto v o i^o m^^ r- fue p imientoido- la ma oria aband ' i r refutada

    p ra. Despus e todo , a posicin de Trotsky sobre la guerrilla , sobre la cualescribi en los ltimos aos de su Vida, es demasiado conocida como para que se abusefcilmente de ella .

    Otro recurso utilizado por la mayora ha sido el de usar los trminos "'guerra dermad-a mo i i sd El resultado de esto es que los guerri eros en9uerrillas" "luc a d ^ rerffc-Wa-s partes del muno usan los trminos en la misma forma . As, cuando la mayora

    escribe o habla de lucha armada significa guerra de guerrillas para los devotos de esaestrategia , mientras que para los marxistas , incluyendo nuestro propio movimiento, al menosen el pasado, ha significado la lucha ar ada de las masas del roletariad y e l cam esinado enuna v ra insurreccin o querr civil . A travs de estos vericuetos emanticos la mayora

    retend presentar el viraje hacia la guerrilla como parte de la tradicin de lucha armadaenseada y practicada por Lenin y Trotsky.

    Para clarificar las diferencias sugerimos que sera una gran ayuda si la mayora renunciaraa este tipo de discusin bizantina y admitiera francamente que su orientacin no es unasi MpJg ontinu i el trotskismo sino un intento de intr 'r skisMO unaestrat la ori in a l .

    s^ hora de avanzar .. en la discusin. Esto slo puede hacerse volviendo a la realidadconcreta y aprecindola a la luz de un anlisis marxista . En los 3 aos transcurridos desde el14

  • debate en el Noveno Congreso Mundial, ambas lneas han sido sometidas al examen de laexperiencia . Actualmente es posible hacer un balance de los resultados en Bolivia yArgentina , las dos reas en las cuales la decisin de aplicar la guerrilla como orientacinestratgica ha sido llevada a la prctica. Esto es lo que nos proponemos hacer.

    -r

    15

  • lisLAS LECCIONES

    DE BOLIVIAEn el Noveno Congreso Mundial, los integrantes de la mayora aseguraron a los delegados

    que la validez del viraje hacia la guerrilla pronto se vera 'confirmada en Bolivia. Loscamaradas confiaban totalmente en la exclusin de. perodos reformistas en est paspauprrimo rapazmente explotado por el imperialismo y las clases dominantes nativas. Segnla mayora la perspectiva inmediata apuntaba nicamente hacia la guerra de guerrillas. Habacondiciones excelentes para abrir un frente. Se haba llegado aun acuerdo con los dirigentesdel Ejrcito de Liberacin Nacional . An sin obtener una victoria inmediata el resurgimientode la guerrilla tendra . importantes repercusiones internacionales . Con una direccintrotskista poda significar un salto enorme para la Cuarta Internacional , que. el camaradaMaitan consideraba absolutamente ' esencial . Con enorme entusiasmo, la mayora aprob -laResolucin sobre Amrica Latina y regres a casa a preparar la campaa de apoyo para elnuevo frente guerrillero trotskista de Bolivia aunque el mismo aun no haba comenzado.

    Es importante entender cmo vean la realidad boliviana los dirigentes de la mayora.Excluan tanto un perodo reformista como una insurreccin urbana. Mucho antes delNoveno Congreso ,el camarada Gonzlez lo hizo pblico con toda claridad (por .ejemplo, en.su contribucin a Fifty Years of World Revolution). Una declaracin tpica es la siguiente,de un informe desde La Paz;

    "No hay posibilidad de ' un perodo reformista d lucha legal, de un regreso a la actividadsindical tradicional . Esto son lujos que el rgimen militar no puede permitirse . Por lo tanto laperspectiva abierta al pueblo boliviano es de lucha directa para voltear a los militares delpoder y.. construir un gobierno . obrero y campesino que encare la reorganizacin del passobre bases socialistas . Esta lucha slo puede emprenderse por medios armados , por guerrade guerrillas en el campo , las minas y las ciudades. Esta es la perspectiva real y concreta.Todas las dems son..utpicas y slo pueden llevar a la derrota de las masas, aun en el casohipottico de un cambio de gobierno" ("New Revolutionary Ferment in Bolivia"Intercontinental Pnm, 10 de junio de 1968 , p. 546).

    El camarada Maitan sostena esencialmente la misma opinin de la perspectiva en Bolivia.E.1 tambin lo declar pblicamente durante el Noveno Congreso . Hablando de la derrota delfrente guerrillero del Che Guevara, deca:

    "Los hechos que han seguido a la derrota de las guerrillas han confirmado , en ltimoanlisis, la opcin fundamental de Guevara...

    "...los revolucionarios bolivianos no slo defienden los conceptos que inspiraron la accindel Che contra los oportunistas de todo pelaje sino que tambin consideran que laperspectiva de nuevos enfrentamientos armados en Bolivia contina siendo la fundamental.Dada la situacin econmica y social del pas , el rgimen capitalista .-est dirigido por

    17

  • Barrientos o cualquiera , de sus posibles sucesores- slo podr sobrevivir mediante la massistemtica violencia . Esto significa que. ser imposible para el movimiento obrero ycampesino encarar un trabajo preparatorio y organizativo , mas o menos legal. Y, en elcontexto actual , esto tambin excluye la perspectiva de que la lucha tome la forma de unainsurreccin . urbana abierta . El pas aun tiene explosivas contradicciones y todava sonposibles dramticos conflictos.

    "De hecho debemos arrancar de la realidad de que en Bolivia -existe una situacin deguerra civil...

    "Esto significa , mas concretamente, que el mtodo de la guerrilla comenzando por lasreas rurales es aun el mtodo correcto . Una vez que se-haya lanzado la guerra de guerrillas,aun bajo condiciones que son de varias maneras mas desafavorables que. el ao pasado, lasposibilidades para las iniciativas polticas y militares se multiplicarn muy rpidamente"("Experiences and Perspectives of the Armed Struggle in Bolivia", Intercontinental Press, 2de setiembre de 1968 , pp. 706-7).

    El camarada Maitan explicit esto aun mas especficamente en su carta de esa pocaproyectando ^ la posibilidad de construir la Cuarta Internacional entrando en Bolivia : "...esnecesario comprender y explicar que en la etapa actual la Internacional ser construidaalrededor de Bolivia" ("An I nsuff icient Docu ment", 1 5 de mayo de 1968, Dicussion onLatin America , p. 16).

    Tales eran los conceptos y perspectivas , ratificados por la mayora en el NovenoCongreso, bajo los cuales nuestros camaradas bolivianos buscaban lograr un rpido salto en lalucha de clases de Bolivia.

    1. De Barrientos a Banzer

    Mientras todava estaban desarrollando su teora de una represin tan aguda que noadmitiera otro recurso que la guerra de guerrillas en la lucha contra el general Barrientos, lafigura principal de la Junta Militar que derroc al rgimen de Paz Estenssoro el 4 denoviembre de 1964 , nuestros camaradas. del Partido Obrero Revolucionario informaronsucesos que de hecho abran otras posibilidades . Este es un ejemplo:

    "El 1 de mayo. [19681 un mitin de masas militante, antiimperialista y antimilitar se lleva cabo con consignas fuertemente radicales y -conden abiertamente la dictadura deBarrientos . En las ciudades principales -Oruro , Cochabamba , Potos, Santa Cruz- hubodemostraciones similares . En Cochabamba , el prefecto del distrito , general . Roque Tern...apareci en la demostracin respaldado por la fuerza . Trat de arengar a la multitud pero nose lo permitieron . Hubo una violenta reaccin de los obreros que gritaban : Usted asesin alChe! Lacayo imperialista ! Gorila! Tuvo que retirarse frente al clamor general.

    "Adems de las consignas militantes indicadas hubo gritos de aclamacin para el Che y lasguerrillas en estas ' demostraciones . El gobierno moviliz todas sus fuerzas :. la polica, laguardia nacional , el ejrcito , la fuerza erea ( los Mustangs sobrevolaban las demostracionesde La Paz para amedrentar a los manifestantes ), pero no se atrevi a reprimir. La Junta seacobard y se retir . Est claro , que mas que expresar el nuevo ascenso y espritu militantede las masas, las demostraciones de Mayo significaron una victoria sobre el gobierno.

    "Aun sin direccin, las masas salieron a la calle dispuestas a la .lucha . Era evidente que ensu espritu estaba incorporar a sus movilizaciones las lecciones dejadas por la guerrilla. Lasmasas llevaron su lucha hasta el lmite del enfrentaminto armado . En cada ciudad, estabanpresente las guerrillas : en las consignas, en las banderas y en el espritu de las masas, quesalieron el 10 de mayo corr creciente conf ianza y coraje" ("New Revolutionary Ferment inBolivia", Intercontinental Prws , 2 de setiembre de 1968 , pp. 544-45).18

  • 14.

    Es muy cierto que el nombre del martirizado Che apareca por todas partes, comoinformaban nuestros camaradas de La Paz. Pero no era el surgimiento . de otro frenteguerrillero sino algo muy diferente : una accin de las masas llevada a cabo en las calles detodas las ciudades principales . Aun mas significativamente : La Junta se acobard y se retir.De importancia similar fue la naturaleza de la lucha desarrollada por las masas. El informe-contina:

    "Se est gestando , un movimiento general por aumento de jornales y salarios . Los minerosproponen la restauracin de los viejos jornales y la devolucin de las propiedades sindicales.El conflicto inmediato es la exigencia de los maestros de un aumento de salario de 470 a 900pesos. El gobierno rechaz esta solicitud . Los maestros reunieron una Convencin Nacional yaprobaron varias medidas de lucha conducentes a una huelga general . Entre stas seencuentran paros parciales distribuidos por distrito , manifestaciones relmpago , barricadascallejeras , etc." (Ibid., p. 545.)

    El autor del informe hizo lo posible por calzar el levantamiento en el esquema de la guerrade guerrillas, sin embargo los hechos mismos anunciaban una interpretacin diferente.Particularmente hay que sealar dos cosas: 1) la capacidad del rgimen de Barrientos, pese asu naturaleza represiva, de retirarse frente al levantamiento popular; 2) la tendencia de lalucha de las masas bolivianas a imitar el molde "clsico": las normas leninistas de larevolucin proletaria.

    Barrientos, muerto en un accidente el 27 de abril de 1969 , fue sucedido por elvicepresidente Adolfo Siles. Salinas . Sin otro valor para la Junta que el de una piezaornamental , Siles fue volteado por. un golpe de estado que puso en el poder al generalAlfredo Ovando , el 26 de setiembre de 1969.

    Ovando permiti el funcionamiento de los sindicatos . Se reasumieron las tradicionalesactividades sindicales y la Central Obrera Boliviana comenz a reconstruir su estructura.Durante abril , mayo y junio de 1970 el proletariado aprovech las concesiones semilegales deOvando y desarroll continuas y masivas movilizaciones . Otros sectores se unieron:estudiantes ; docentes , parte de la pequea burguesa urbana y aun algunos sectores delcampesinado. Estas acciones masivas fueron suficientes para permitir a la COB reasumir unaactividad abierta. En sus manifestaciones , los estudiantes llegaron a tomar ,universidadesenteras.

    La clase dominante enfrentaba una crisis creciente , ya que no poda por el momento nisuprimir el movimiento de las masas ni ofrecer concesiones econmicas en una escalasuficiente corno para suavizar la lucha de clases.

    Las divisiones cada vez ms profundas se reflejaron en las fuerzas armadas . Un sector,encabezado por el general Rogelio Miranda , propiciaba intentar una escalada represiva yestrechar lazos con el imperialismo . El otro ala , dirigida por el general Juan Jos Torres, seinclinaba por la utilizacin de las masas para extorsionar al imperialismo , obteniendo as laposibilidad de apaciguar momentneamente a las masas y aplazar el enfrentamiento para unmomento mas, propicio . Hasta cierto , prado, las divisiones en el ejrcito eran hastageogrficas, Miranda apoyado por los crculos dominantes de Santa Cruz y Torres por los delaltiplano (regin de La Paz).

    El 13 de junio de 1970 los cuerpos de dos venes izquierdistas , Jenny Koeller y sumarido E lmo Cataln Avils, un periodista ileno, fueron descubiertos cerca deCochabamba. Haban , sido atrozmente torturados y luego electrocutados por agentes delgobierno . Estallaron en todo el pas demostraciones masivas de protesta y losenfrentamientos con el ejrcito produjeron muertos y heridos. El rgimen de Ovando sufriuna fuerte sacudida.

    Fue precisamente en este ' momento de crecientes movilizaciones masivas, deenfrentamientos callejeros , que el ELN abri su frente guerrillero final. Bajo la direccin de

    19

  • Osvaldo '!Chato" Peredo , unos setenta y cinco jvenes revolucionarios abandonaron elescenario de las masas y partieron para el villorrio minero de Tetoponte, a unos 100kilmetros al norte de La Paz. Independientemente de lo vlida que haya sido su"concepcin " de la guerrilla, el da que llegaron (el 19/7/70) cometieron un error al"analizar la situacin". Abrieron las hostilidades volando una planta de procesamiento deoro de propiedad americana. Para el ejrcito., el desafo de la guerrilla represent un bajocho en entrenamiento antiguerrillero . Para mediados de octubre slo quedaban vivos seis deestos jovenes revolucionarios.

    Mientras tanto , la verdadera lucha de clases boliviana continuaba. Durante agosto ysetiembre , Ovando zigzagueaba entre . las masas que pedan concesiones y un sector de lasclases dominantes que insista en la lnea represiva . En agosto , una batall por el control dela Universidad de San Marcos precipit. una crisis nacional . E l 6 de octubre de 1970 Ovandorenunci entregando las. riendas del gobierno a Miranda . La consecuencia fue una inmediataexplosin masiva en la forma clsica. Estudiantes y obreros se lanzaron a las calles paraimpedir la asuncin del ultraderechista.

    1 El ejrcito se rompi totalmente . El general Torres declar su oposicin a la nueva juntanombrada por Miranda se reuni con Juan Lechin, el jefe de los sindicatos mineros y QonSiles Suazo , un ex -presidente . del pas y con los principales dirigentes del MovimientoNacionalista Revolucionario.

    ."Los estudiantes comenzaron a construir , barricadas en las calles de la capital para

    bloquear cualquier movimiento de las fuerzas favorables al General Miranda", informa LeMonde, del 8 de octubre: "En Catavi los poderosos sindicatos mineros denunciaron el golpe deestado fascista de los oficiales derechistas y decidieron ofrecer `apoyo condicionado ' al gene-ral Torres.

    "La federacin de mineros exigi armas 'para defender nuestras conquistas sociales' ypuso como condicin para su apoyo 'el establecimiento de libertades democrticas y libertadde los presos polticos , derogacin de los decretos anti-huelga , nacionalizacin de la bancaextranjera y todos los intereses americanos , expulsin de todos los organismos imperialistas yel establecimiento de un gobierno popular . La COB ya ha preparado un llamado para unahuelga general en todo el pas'."

    La COB tambin orden a sus miembros bloquear las calles y evitar los movimientos detropas dentro de La Paz.

    Se unieron a la accin destacamentos armados de campesinos, civiles armados liberaron alos presos polticos , los hogares de militares y civiles ultraderechistas fueron asaltados, seocuparon los edificios de tres importantes peridicos , jubilosos mineros tomaron estacionesde polica y anunciaron que exigiran rpidos aumentos de salario.

    El New York Times informa que el 8 de octubre "Estudiantes armados tomaron el cuartelgeneral de . la divisin criminal de la Polica Nacional. Sin aparente oposicin arrasaron lasoficinas y. destruyeron los archivos...

    "Los estudiantes tambin emprendieron ataques contra propiedades de los EE.UU. Ayerentraron al Centro B inacional Boliviano-Americano derribando una bandera americana yanunciando que anexaban el edificio a la Universidad."

    Mientras este gran movimiento de matas -desarrollndose segn las lneas clsicas de unarevolucin proletaria- sacuda al gobierno y divida al ejrcito, los acorralados sobrevivientesdel frente guerrillero de Teopont seguan , siendo hostigados . Los ltimos sobrevivientesfinalmente se rindieron y el Chato Peredo y sus .5 seguidores fueron deportados por Torres, aChile.

    Podra pedirse ms dramtica ( y trgica) prueba de la falsedad de la concepcin de queel camino de .las masas pasa por la guerra de'guerrilla rurales?

    El establecimiento del rgimen de Torres , un producto directo de una insurreccin urbana20

  • 1de las masas, reflejaba una situacin en la cual ni el proletariado ni la burguesa tenan por elmomento la carta de triunfo. Al proletariado le faltaba la direccin marxista revolucionarianecesaria para conducir la revolucin a la victoria. La dbil y dividida burguesa no ' podareunir' las fuerzas necesarias para imponer una solucin contrarrevolucionaria. Torres estabasuspendido entre ambos extremos. Naturalmente sta era una situacin inestable; larevolucin debera avanzar hasta el establecimiento de un estado obrero o lacontrarrevolucin se recobrara, elegira un momento oportuno para golpear e intentaraestablecer una fuerte dictadura Dolicaco--militar.

    Torres estaba entre dos fuegos . Otorg concesiones al proletariado mientras le impedamovilizarse definitivamente contra las fuerzas de ultraderecha . Ofreci un escudo a los,ultraderechistas mientras forcejeaba por mantenerlos . quietsr

    En 4ltima instancia, condujo una operacin de sostn para la burguesa en una situacinprerrevolucionaria.

    Desde el punto de vista proletario las concesiones otorgadas por Torres no eran duraderasni iban demasiado lejos, pero por el momento eran muy importantes . Incluan la liberacinde prisioneros polticos y la nacionalizacin de algunas empresas imperialistas . La clasetrabajadora y el campesinado podan funcionar con legalidad casi total . Era una oportunidadnica para que los marxistas, revolucionarios salieran de la clandestinidad y trabajaran contoda su energa para construir su partido revolucionario y profundizar y extender sus lazoscon las masas.

    El 10 de enero de 1971 las fuerzas contrarrevolucionarias intentan otro golpe pero` nuevamente son rechazadas por la movilizacin de masas . Esta vez stas estaban, mejor

    organizadas , reflejando 'los avances que se haban hecho desde las movilizaciones quederrotaron al general Miranda tres meses antes. Miles de mineros armados desfilaron por LaPaz. El movimiento de masas empez a proclamar abiertamente su propsito de unatransformacin socialista en Bolivia.

    Bajo esta creciente presin , el rgimen de Torres otorg mayores concesiones. LaInternational Metal Proccessing Co*rporation fue nacionalizada . En febrero, Torres concediaumentos de salario a los mineros.

    En la, poca de la lucha de octubre contra el general Miranda, la COB y todos los partidosde izquierda haban formado un Comando Poltico para coordinar su lucha. A ' mediados defebrero se decidi convertir este organismo en Asamblea Popular. Este f ue un pasotremendamente significativo. Como parlamento obrero , la Asamblea Popular erapotencialmente un soviet . Los acontecimientos ofrecan incontrovertible evidencia de que enlo esencial la revolucin boliviana estaba siguiendo el modelo "clsico " de la RevolucinRusa.

    Tal proyecto atestiguaba la profunda necesidad de la clase trabajadora de contar con unfrente de lucha comn en el cual sus aliados -los estudiantes , campesinos y pequeaburguesa urbana- pudieran participar. Sin embargo, la ausencia de representacin de la basedel ejrcito y,de la mayora del campesinado conformaba una grave debilidad que,un partidorevolucionario hubiera. puesto prioritariamente en su orden del da para solucionar. Otraseria debilidad, que requera similar atencin, era,a inexistencia de organismos de apoyolocales. Estos comenzaron a formarse slo en vsperas'del golpe que derrib a Torres.

    En los meses siguientes, el proletariado luch contra el tiempo. Lo que se, necesitaba erauna direccin revolucionaria que planteara objetivos. y tareas, que marcara una lnea deaccin. As, los trabajadores bolivianos enfrentaban una crisis de direccin. No ofrecer a lasmasas populares otra alternativa que apoyar a Torres significaba un vaco de direccinpoltica. Esto condujo a un debilitamiento de las fuerzas que podan haber sido movilizadasdetrs del proletariado en la lucha por el poder. Como resultado, la contrarrevolucincomenz a recuperar su confianza y a urdir nuevos complots con creciente seguridad.

    21

  • Tras la fachada de un festejo religioso, las fuerzas contrarrevolucionarias montaron unademostracin de 15 .000 personas en Santa Cruz el 15 de agosto. Siempre vacilante, Torrestrat de arrestar a los generales derechistas, incluido Hugo Banzer Surez . Esto determino unasalto al poder de la ultraderecha cuatro das ms tarde.

    Al principio slo algunas fuerzas relativamente pequeas pero resueltas estaban de partede 'Banzer. Sin embargo , la direccin del proletariado , formada . por farsantes y traidorestales como Juan Lechin y et Partido Comunista promoscovita, se qued paralizada,esperando que Torres hiciera algo. Torres, a su vez, esper para ver si se poda evitar unconflicto . Las pocas horas de fatal indecisin frente a la incipiente guerra civil se reflejaronen un . rpido cambio en las relaciones de fuerza de las clases,

    La oficialidad del ejrcito comenz a pasarse al lado.de la contrarrevolucin . Prontosectores del virtualmente desarmado proletariado , desmoralizados por lo que estabasucediendo, se rehusaron . a responder a los desesperados llamados de sus 'dirigentes paraenfrentar al enemigo poderosamente armado . El perodo preparatorio haba sidodesperdiciado, el momento oportuno se haba perdido . Al final slo una pequea vanguardiay una parte de las masas montaron un, intento heroico de detener el golpe. Era demasiadopoco y. demasiado tarde. Torres huy, buscando refugio el 22 de agosto en la embajadaperuana.

    Una vez en el poder, Banzer emprendi tina represin asesina contra las organizacionesrevolucionarias . No obstante ,., necesitado de tiempo para, consolidar su rgimen , posterg elintento de aplastar al movimiento sindical.

    Pero a pesar de sus medidas represivas , no logr estabilizar las relaciones de .clase enBolivia. Un reflejo de las insalvables diferencias dentro de la clase dominante lo muestra lainestable unidad de la Falange y. el MNR, ambos incluidos en el gobierno . La continuaaparicin de roces se nota en la mescolanza de figuras de `'derecha" e "izquierda" en elaparato estatal.

    La vanguardia de la clase obrera suf ri una seria derrota ; est desmoralizada y sobre todoconfundida . De todos modos, la lucha de clases en Bolivia contina siendo explosiva. Laclase dominante es impotente para aliviar la crisis socioeconmica permanente de Bolivia deuna manera definitiva; es incapaz de establecer un rgimen autnticamente fascistamovilizando a la pequea burguesa y es incapaz de armar un rgimen reformista duraderoque pueda ganar el amplio apoyo de las masas.

    Se puede contar con que la clase obrera, comenzando de nuevo por reivindicacionesinmediatas , reasuma su lucha por medidas democrticas y transicionales, debilitando aBanzer como . lo hizo con Barrientos y Ovando.

    2. Una lnea confusionista

    La Resolucin sobre Amrica Latina votada en el Noveno Congreso sostena que laburguesa nacional en Amrica Latina es " intrnsecamente incapaz de la mas mnima accinindependiente tanto en el campo econmico como poltico". Como lo han demostrado losacontecimientos de Bolivia esta es una declaracin groseramente exagerada.

    Es cierto que la burguesa nacional es incapaz de montar una lucha consecuente contra elimperialismo y que en ltima instancia no romper su acuerdo con el mismo , y tambines cierto que la burguesa nacional es incapaz de garantizar concesiones duraderas eimportantes a las masas . Pero la burguesa nacional tiene , no obstante , cierto margen demaniobra tanto con el imperialismo como con las masas, que depende del momentocoyuntural de la lucha de clases.

    La exageracin de las limitaciones de la burguesa nacional corresponde lgicamente a la22

  • conviccin de los camaradas de la mayora de que en Bolivia -justamente en Bolivia- debaexcluirse la posibilidad de que tomara el poder un rgimen que no fuera represivo. Estacaracterizacin desorient a la Seccin Boliviana de la Cuarta Internacional , La direccinlocal no vio diferencias esenciales entre el gobierno de Barrientos y el de Ovando. Aun elrgimen de Torres -al menos al principio- les parec a . igual. Despus de todo, esa era la lneavotada por la mayor a en el Noveno Congreso Mundial.

    Los camaradas dirigentes de la mayora en Europa se aferraban a su lnea en formasimilar . El camarada Maitan , por ejemplo , no distingua diferencias importantes entre losregmenes de Barrientos y Ovando en Bolivia:

    "Y nadie puede , cerrar los ojos al carcter fraudulento del rgimen de Ovando,. que no hahecho mas que reemplazar la represin indiscriminada por una mas selectiva y que estdispuesto a encarcelar , deportar o aun eliminar a aqullos que no acepten sus regla