Cantares altos
Rafael Alberti y Miguel Hernández
Andaluces
Balada para los poetas
andaluces de hoy
Rafael Alberti
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas
andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas
andaluces de ahora?
Cantancon voz de hombre,
¿pero dónde los hombres?
con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?
con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan
parece que están solos.
Miran, y cuando miran parece
que están solos.
Sienten, y cuando sienten
parecen que están solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin
nadie?¿Es que acaso en los montes andaluces no
hay nadie?¿Que en los mares y
campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda
a la voz del poeta?
¿Quién mire al corazón sin muros del
poeta?
¿Tantas cosas han
muerto que no hay más
que el poeta?
¿Pero dónde
los hombres
?
Cantad alto. Oiréis que oyen
otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros
ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra
sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro
subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más
profundo
cuando, abierto en el aire, ya es de
todos los hombres.
Cantad alto. Oiréis que oyen otros
oídos.
Miguel Hernández
Aceituneros
Andalucesde Jaén,
aceituneros altivos,
decidmeen el alma:
¿quién,quién levantó
los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajoy el sudor.
Andaluces
de Jaén,aceituneros
altivos,decidme
en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre,vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció
en la heridagenerosadel sudor.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol yluna a luna,pesan sobre
vuestros huesos!
Andalucesde Jaén,
aceituneros altivos,
Preguntami alma:
¿de quién,de quién son estos
olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.
Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.
Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar
soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus
sentimientos hacia las cumbres más hermosas.
Miguel Hernández,en la dedicatoria de‘Viento del pueblo’.
Música (1):
Poetas andaluces
La poesía deRafael Albertien las voces de
Aguaviva
Música (2):
Andaluces de JaénLa poesía de
Miguel Hernándezen la voz de
Paco Ibañez
Cantares altos
Fin
“Balada para los poetas andaluces
de hoy” pertenece a“Baladas y
canciones del Paraná” (1954),obra poética de Rafael Alberti en sus años de exilio en la Argentina.
“Aceituneros” fue publicada por Miguel Hernández en 1937, en plena guerra en España.
Forma partedel libro
“Viento del pueblo”.
Fotografías de Andalucía.Carmona, Córdoba,
Granada, Ronday Sevilla.
RealizaciónHéctor Tierno
BALADA PARA LOS POETAS ANDALUCES DE HOY
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?Cantan con voz de hombre,
¿pero dónde los hombres?con ojos de hombre miran,
¿pero dónde los hombres?con pecho de hombre sienten,
¿pero dónde los hombres?Cantan, y cuando cantan parece que están
solos.Miran, y cuando miran parece que están solos.Sienten, y cuando sienten parecen que están
solos.
¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?¿Es que acaso en los montes andaluces no hay
nadie?¿Que en los mares y campos andaluces no hay
nadie?¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?
¿Quién mire al corazón sin muros del poeta?¿Tantas cosas han muerto que no hay más que
el poeta?Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.
Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo
encerrado. Su canto asciende a más profundocuando, abierto en el aire, ya es de todos los
hombres.
Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,decidme en el alma:
¿quién,quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,el trabajo y el sudor.
Unidos al agua puray a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,dijeron al pie del viento.Y el olivo alzó una manopoderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,decidme en el alma:
¿quiénamamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotadorque se enriqueció en la
heridagenerosa del sudor.
ACEITUNEROS
No la del terratenienteque os sepultó en la
pobreza,que os pisoteó la frente,que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afánconsagró al centro del díaeran principio de un panque sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,pesan sobre vuestros
huesos!
Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate bravasobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclavacon todos tus olivares.
Dentro de la claridaddel aceite y sus aromas,
indican tu libertadla libertad de tus lomas.
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