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CATEDRAL BASÍLICA Y SANTUARIO NTRA. SRA.
DEL VALLE
NOVENA EN HONOR A
LA PURA Y LIMPIA
CONCEPCIÓN DEL
VALLE
Tema: Vida con sabor a Evangelio: fraternidad y amistad social
Lema: Con María, servidores de la Esperanza
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DIÓCESIS DE CATAMARCA - DICIEMBRE DE 2020
DOMINGO 29 DE NOVIEMBRE Bajada de La imagen de la Virgen del Valle
Despiertos y confiados
“Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas…”
Canto Inicial - Letanías - Bajada de la Imagen
Saludo: Después de colocar a la imagen en el trono.
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten
piedad.
- Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
- Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por
nosotros: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Rezo del Santo Rosario
Guía: Nos disponemos al rezo del Santo Rosario
- Señal de la Cruz
- Credo de los Apóstoles
- Anuncio de los misterios
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Misterios Gloriosos
1_ La Resurrección del Hijo de Dios
2_ La Ascensión del Señor al cielo
3_ La venida del Espíritu Santo
4_ La Asunción de María al cielo
5_ La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado
- Intenciones del Papa Francisco
- Salve
Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena
Noticia de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas:
(Lc. 12, 35-40)
«Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas, y sean como
hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto
llegue y llame, al instante le abran.
Dichosos los siervos, que el señor al venir los encuentre despiertos: yo les
aseguro que se ceñirá la túnica, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a
otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los
encuentra así, ¡dichosos de ellos!
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón,
no dejaría perforar las paredes de su casa. También ustedes estén
preparados, porque en el momento menos pensado, vendrá el Hijo del
hombre.»
Palabra del Señor.
SALMO 19 (Sal. 27, 1. 4. 13-14)
R. “El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré?”
El Señor es mi luz y mi salvación,
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¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿Ante quién temblaré? R.
Una cosa pido al Señor
Eso buscaré
Habitar en la casa del Señor por los días de mi vida
Gozar de la dulzura del Señor, contemplando su rostro. R.
Espero de la dicha del Señor
En el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
Ten ánimo, espera en el Señor. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto extraído de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del
Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.
(162-163)
“La Palabra de Dios nos invita claramente a «afrontar las asechanzas del
diablo» (Ef. 6,11) y a detener «las flechas incendiarias del maligno» (Ef. 6,16).
No son palabras románticas, porque nuestro camino hacia la santidad es
también una lucha constante. Quien no quiera reconocerlo se verá expuesto
al fracaso o a la mediocridad. Para el combate tenemos las armas poderosas
que el Señor nos da: la fe que se expresa en la oración, la meditación de la
Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la
reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el
empeño misionero. Si nos descuidamos nos seducirán fácilmente las falsas
promesas del mal, porque, como decía el santo cura Brochero, « ¿qué
importa que Lucifer os prometa liberar y aun os arroje al seno de todos sus
bienes, si son bienes engañosos, si son bienes envenenados?».
En este camino, el desarrollo de lo bueno, la maduración espiritual y el
crecimiento del amor son el mejor contrapeso ante el mal. Nadie resiste si
opta por quedarse en un punto muerto, si se conforma con poco, si deja de
soñar con ofrecerle al Señor una entrega más bella. Menos aún si cae en un
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espíritu de derrota, porque «el que comienza sin confiar perdió de antemano
la mitad de la batalla y entierra sus talentos. […] El triunfo cristiano es
siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria,
que se lleva con una ternura combativa ante los embates del mal» [123].”
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo de Mons. Luis Urbanč
Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
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consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Bendición
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El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
- Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
- Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen
María.
- Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
- Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
- Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
- Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
- Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el
desierto.
- Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y la
tristeza.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la santa misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
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LUNES 30 DE NOVIEMBRE San Andrés - Apóstol
Segundo Día de la Novena
Los Santos que nos alientan y acompañan
“Tendrán una gran recompensa en el cielo”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Nos ponemos de pie y cantamos.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo,
el Señor, estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de proclamar, escuchar y meditar la Palabra de Dios,
pidamos perdón por nuestros pecados.
- Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar: Señor, ten
piedad.
- Tú que has dicho que hay gran alegría en el cielo por un pecador
que se arrepiente: Cristo, ten piedad.
- Tú que perdonas mucho a quien mucho ama: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
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Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena
Noticia de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo:
(Mt. 4, 25 - 5,12)
Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban a Galilea, de la Decápolis,
de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.
Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se
acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino
de los Cielos.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les
pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los
calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran
recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que
los precedieron.
Palabra del Señor.
SALMO (Sal. 23, 1-6)
R. ¡Benditos los que buscan al Señor!
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,
el mundo y todos sus habitantes
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porque Él la fundó sobre los mares,
Él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor
y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón;
el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R.
Él recibirá la bendición del Señor,
la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor,
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto extraído de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del
Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.
(3-5)
“En la carta a los Hebreos se mencionan distintos testimonios que nos
animan a que «corramos, con constancia, en la carrera que nos toca» y sobre
todo se nos invita a reconocer que tenemos «una nube tan ingente de
testigos» (12,1) que nos alientan a no detenernos en el camino, nos
estimulan a seguir caminando hacia la meta.
Los santos que ya han llegado a la presencia de Dios mantienen con nosotros
lazos de amor y comunión. Lo atestigua el libro del Apocalipsis cuando habla
de los mártires que interceden: «Vi debajo del altar las almas de los
degollados por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantenían.
Y gritaban con voz potente: “¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar
sin hacer justicia?”» (6,9-10). Podemos decir que «estamos rodeados,
guiados y conducidos por los amigos de Dios.
En los procesos de beatificación y canonización se tienen en cuenta los
signos de heroicidad en el ejercicio de las virtudes, la entrega de la vida en el
martirio y también los casos en que se haya verificado un ofrecimiento de la
propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte. Esa ofrenda expresa
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una imitación ejemplar de Cristo, y es digna de la admiración de los fieles
[2].”
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro. Facundo Brizuela
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de
Santa María Virgen.
Guía: A cada intención respondemos: “Por intercesión de todos los santos,
escúchanos, Señor”.
- Te pedimos Señor por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Luis y
por todos los sacerdotes, para que, fortalecidos por el Espíritu Santo,
continúen en la misión de proclamar tu Palabra. Oremos.
- Por nuestros gobernantes, para que trabajen en pos del bien común.
Oremos.
- Por todos los enfermos, especialmente aquellos que padecen el
covid-19, para que pronto puedan superar esta enfermedad y
reencontrarse con sus seres queridos. Oremos.
- Por las parroquias que conforman el decanato Este (Ntra. Sra. del
Valle - Dpto. La Paz; Santa Rosa de Lima - Dpto. Santa Rosa;
Inmaculada Concepción - Dpto. El Alto; San Roque - Dpto. La Paz;
Inmaculada Concepción - Dpto. Ancasti), para que el Señor
acreciente en ellas la fe y el espíritu de comunión. Oremos.
- Por todos los peregrinos que este año no pudieron llegar al
Santuario debido a la pandemia, para que, por intercesión de la Pura
y Limpia Concepción del Valle, reciban las gracias que más necesitan.
Oremos.
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- Por la Pastoral de la salud y la pastoral de adicciones, para que
juntos trabajemos en la asistencia, curación, sanación y salvación de
nuestros hermanos. Oremos.
Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
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que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Dios en sus
ángeles y en sus santos.
- Bendito sea Dios en el cielo, donde los Ángeles cantan su gloria a
una sola voz con nosotros.
- Bendito sea Dios en el cielo, donde los Ángeles lo contemplan cara
a cara.
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- Bendito sea Dios en el cielo, donde los Ángeles llevan nuestro
sacrificio y nuestras oraciones.
- Bendito sea Dios que nos da el verdadero pan venido del cielo.
- Bendito sea Dios por el sacrificio anunciado por Abel, Abraham y
Melquisedec.
- Bendito sea Dios por el sacramento que sostiene a los mártires.
- Bendito sea Dios por el sacramento que nos dan los santos
Pastores.
- Bendito sea Dios por el sacramento que protege a las vírgenes.
- Bendito sea Dios por el sacramento que nos hace comulgar con
todos los santos.
- Bendito sea Dios por su banquete eterno.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Hemos concluido el rezo del segundo día de la novena en honor a la
Pura y Limpia Concepción. Nos despedimos saludando a María con el canto.
Y los invitamos a participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será
trasmitida por los diferentes medios de comunicación.
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MARTES 1 DE DICIEMBRE Tercer Día de la Novena
El culto que le agrada: el prójimo sin fronteras
“¿Qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Puestos de pie comenzamos cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten
piedad.
- Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
- Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por
nosotros: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
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Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena
Noticia de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas:
(Lc. 10, 25-37)
Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?».
Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».
Él le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti
mismo».
«Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida».
Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de
Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de
todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de
largo.
También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se
conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino;
después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se
encargó de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue,
diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver"
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado
por los ladrones?».
«El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: «Ve, y
procede tú de la misma manera».
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Palabra del Señor.
SALMO (Sal. 69, 14. 17. 30- 31. 33-34, 36-37)
R. Busquen al Señor y vivirán
Mi oración sube hasta ti, Señor,
en el momento favorable:
respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,
sálvame, por tu fidelidad.. R.
Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor,
Por tu gran compasión vuélvete a mí;
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío,
que tu ayuda me proteja:
así alabaré con cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su grandeza dando gracias. R.
Porque Dios salvará a Sión
y volverá a edificar las ciudades de Judá:
el linaje de sus servidores la tendrá como herencia,
y los que aman su nombre morarán en ella. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Textos extraídos de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del
Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual
(104- 109), y de la Carta Encíclica FRATELLI TUTTI, sobre la fraternidad y la
amistad social (80-83).
“Podríamos pensar que damos gloria a Dios solo con el culto y la oración, o
únicamente cumpliendo algunas normas éticas ―es verdad que el primado
es la relación con Dios―, y olvidamos que el criterio para evaluar nuestra
vida es ante todo lo que hicimos con los demás. La oración es preciosa si
alimenta una entrega cotidiana de amor. Nuestro culto agrada a Dios cuando
allí llevamos los intentos de vivir con generosidad y cuando dejamos que el
don de Dios que recibimos en él se manifieste en la entrega a los hermanos.
Por la misma razón, el mejor modo de discernir si nuestro camino de oración
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es auténtico será mirar en qué medida nuestra vida se va transformando a la
luz de la misericordia. Ella «es la viga maestra que sostiene la vida de la
Iglesia». La misericordia no excluye la justicia y la verdad, «ante todo
tenemos que decir que la misericordia es la plenitud de la justicia y la
manifestación más luminosa de la verdad de Dios».
«Él no necesita nuestros sacrificios, pero quiere que se los ofrezcamos por
nuestra devoción y para la utilidad del prójimo. Por eso, la misericordia, que
socorre los defectos ajenos, es el sacrificio que más le agrada, ya que causa
más de cerca la utilidad del prójimo». Quien de verdad quiera dar gloria a
Dios con su vida, quien realmente anhele santificarse para que su existencia
glorifique al Santo, está llamado a obsesionarse, desgastarse y cansarse
intentando vivir las obras de misericordia.
Jesús propuso la parábola del buen samaritano para responder a la pregunta
de ¿quién es mi prójimo? (cf. Lc. 10,29-37). La palabra "prójimo" en la
sociedad de la época de Jesús solía indicar al que es más cercano, próximo.
Sin embargo, un samaritano, para algunos judíos de aquella época, era
considerado un ser despreciable, impuro, y por lo tanto no era prójimo para
ellos. El judío Jesús transforma este planteamiento y nos invita a nosotros
mismos a volvernos cercanos, prójimos. Nos interpela a dejar de lado toda
diferencia y, ante el sufrimiento, volvernos cercanos a cualquiera.
El encuentro misericordioso entre un samaritano y un judío desmiente toda
manipulación ideológica, para que ampliemos nuestro círculo, para que
demos a nuestra capacidad de amar una dimensión universal capaz de
traspasar todos los prejuicios, todas las barreras históricas o culturales,
todos los intereses mezquinos. En medio de esta vorágine actual, el
Evangelio vuelve a resonar para ofrecernos una vida diferente, más sana y
más feliz”.
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro. Carlos Robledo
Preces
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Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por todos los ministros de la Iglesia, para que proclamen fielmente la
palabra y la ley de Dios, y para que, al mismo tiempo, caminen por
los caminos del Señor, que son caminos de compasión y amor sin
medida. Oremos.
- Por aquellos cuya profesión consiste en ayudar a los enfermos y
necesitados -doctores, enfermeras, asistentes sociales- para que se
sientan movidos por actitudes de amabilidad y amor hacia aquellos a
quienes sirven. Oremos.
- Por los postrados y heridos en el camino de la vida, para que puedan
encontrar buenos samaritanos que les asistan para restaurar su fe en
la misma vida y su confianza en los hermanos. Oremos.
- Para que se acabe esta pandemia, por todos los afectados y por la
comunidad científica para que se desarrolle una vacuna eficaz.
Oremos.
- Por todos nosotros, para que tengamos tiempo, atención y mano
servicial y generosa los unos para con los otros. Oremos.
- Por todos los que han sido buenos prójimos para nosotros, que el
Señor los recompense generosamente con su gracia y con su amor.
Oremos.
- Por las parroquias que conforman el decanato Centro (Ntra. Sra. del
Rosario, Ntra. Sra. de la Merced, San Isidro Labrador, San José, Ntra.
Sra. de Luján, Ntra. Sra. del Rosario, Santa Ana y San Joaquín) para
que el Señor acreciente la fe y el espíritu de servicio al prójimo.
Oremos.
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Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
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Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
- Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
- Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen
María.
- Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
- Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
- Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
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- Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
- Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el
desierto.
- Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y
la tristeza.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
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MIÉRCOLES 2 DE DICIEMBRE Cuarto Día de la Novena
En Comunidad: Amor Universal que promueve a las personas
“Comían juntos con alegría y sencillez de corazón”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Nos ponemos de pie para comenzar la
celebración, cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: Que la salvación que está cerca de nosotros porque llega Cristo,
los haga crecer en la esperanza que no defrauda y esté ahora y siempre con
ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que eres el Salvador prometido: Señor, ten piedad.
- Tú que eres el Salvador anunciado: Cristo, ten piedad.
- Tú que eres el Salvador esperado: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
24
Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena
Noticia de la Palabra de Dios en la que se nos narra la vivencia de la primera
comunidad Cristiana. Cantamos el aleluya.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles:
(Hch. 2, 42-47)
Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y
participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Un
santo temor se apoderó de todos ellos, porque los Apóstoles realizaban
muchos prodigios y signos. Todos los creyentes se mantenían unidos y
ponían lo suyo en común: vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían
el dinero entre ellos, según las necesidades de cada uno. Íntimamente
unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus casas, y
comían juntos con alegría y sencillez de corazón; ellos alababan a Dios y eran
queridos por todo el pueblo. Y cada día, el Señor acrecentaba la comunidad
con aquellos que debían salvarse.
Palabra de Dios.
SALMO (Sal. 133, 1-3)
R. ¡Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!
Es como el óleo perfumado sobre la cabeza
que desciende por la barba de Aarón–
hasta el borde de sus vestiduras. R.
Es como el rocío del Hermón.
que cae sobre las montañas de Sión.
Allí el Señor da su bendición,
la vida para siempre. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXULTATE, del Papa
Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual (140-146).
25
“Hay un reconocimiento básico, esencial para caminar hacia la amistad social
y la fraternidad universal: percibir cuánto vale un ser humano, cuánto vale
una persona, siempre y en cualquier circunstancia. Si cada uno vale tanto,
hay que decir con claridad y firmeza que «el solo hecho de haber nacido en
un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas
personas vivan con menor dignidad”. Este es un principio elemental de la
vida social que suele ser ignorado de distintas maneras por quienes sienten
que no aporta a su cosmovisión o no sirve a sus fines[…] Una sociedad
humana y fraterna es capaz de preocuparse para garantizar de modo
eficiente y estable que todos sean acompañados en el recorrido de sus vidas,
no sólo para asegurar sus necesidades básicas, sino para que puedan dar lo
mejor de sí, aunque su rendimiento no sea el mejor, aunque vayan lento,
aunque su eficiencia sea poco destacada.
La persona humana, con sus derechos inalienables, está naturalmente
abierta a los vínculos. En su propia raíz reside el llamado a trascenderse a sí
misma en el encuentro con otros. Por eso «es necesario prestar atención
para no caer en algunos errores que pueden nacer de una mala comprensión
de los derechos humanos y de un paradójico mal uso de los mismos. Existe
hoy, en efecto, la tendencia hacia una reivindicación siempre más amplia de
los derechos individuales —estoy tentado de decir individualistas—, que
esconde una concepción de persona humana desligada de todo contexto
social y antropológico, casi como una “mónada” (monás), cada vez más
insensible. […] Si el derecho de cada uno no está armónicamente ordenado
al bien más grande, termina por concebirse sin limitaciones y,
consecuentemente, se transforma en fuente de conflictos y de violencias».
Es muy difícil luchar contra la propia concupiscencia y contra las asechanzas
y tentaciones del demonio y del mundo egoísta si estamos aislados. Es tal el
bombardeo que nos seduce que, si estamos demasiado solos, fácilmente
perdemos el sentido de la realidad, la claridad interior, y sucumbimos. La
santificación es un camino comunitario, de dos en dos. Así lo reflejan algunas
comunidades santas.
La comunidad está llamada a crear ese «espacio teologal en el que se puede
experimentar la presencia mística del Señor resucitado». Compartir la
Palabra y celebrar juntos la Eucaristía nos hace más hermanos y nos va
26
convirtiendo en comunidad santa y misionera. La vida comunitaria, sea en la
familia, en la parroquia, en la comunidad religiosa o en cualquier otra, está
hecha de muchos pequeños detalles cotidianos. Esto ocurría en la
comunidad santa que formaron Jesús, María y José, donde se reflejó de
manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria. También es lo que
sucedía en la vida comunitaria que Jesús llevó con sus discípulos y con el
pueblo sencillo. La comunidad que preserva los pequeños detalles del
amor[107], donde los miembros se cuidan unos a otros y constituyen un
espacio abierto y evangelizador, es lugar de la presencia del Resucitado que
la va santificando según el proyecto del Padre. En contra de la tendencia al
individualismo consumista que termina aislándonos en la búsqueda del
bienestar al margen de los demás, nuestro camino de santificación no puede
dejar de identificarnos con aquel deseo de Jesús: «Que todos sean uno,
como tú Padre en mí y yo en ti» (Jn 17,21)”.
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro. Julio Murua.
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Por María, escúchanos, Señor”.
- Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Luis y demás Pastores, para
que anuncien la salvación que viene de Jesucristo. Oremos.
- Por los gobernantes, para que se dejen iluminar por el Espíritu de
Dios, para construir una patria más justa y fraterna. Oremos.
- En este día que rezamos por el decanato Oeste, pidamos por las
parroquias que lo comprenden: Nuestra Señora de Fátima -
Fiambalá; San Juan Bautista - Tinogasta; Nuestra Señora de Belén -
27
Belén; Nuestra Señora del Rosario – Hualfín, Belén; San Francisco de
Asís - Andalgalá; Nuestra Señora de la Candelaria - Pomán.
- Por los enfermos, por los que han contraído el covid-19, y por todos
aquellos que están sufriendo consecuencias económicas – laborales
a causa de la pandemia. Oremos.
- Por todos los peregrinos que este año no han podido llegar hasta
los pies de Nuestra Madre, para que sus necesidades y favores sean
escuchados. Oremos.
- Por los frutos espirituales de este año Mariano Nacional, para que
todo lo trabajado en este tiempo sea para el bien de toda Nuestra
Iglesia. Oremos.
Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
28
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
29
Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea el Nombre de
Jesús.
- Bendito sea su Nombre: el Verbo de Dios.
- Bendito sea su Nombre de Emmanuel: Dios con nosotros.
- Bendito sea su Nombre de hijo de David.
- Bendito sea su Nombre de Mesías.
- Bendito sea su Nombre de Enviado.
- Bendito sea su Nombre de Hijo del Hombre.
- Bendito sea el Nombre indicado por el Ángel a María y a José.
- Bendito sea el Nombre que le fue dado ocho días después de su
nacimiento.
- Bendito sea su Nombre, que nos promete la salvación.
- Bendito sea su nombre, que es Amén, el testigo fiel.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
30
JUEVES 3 DE DICIEMBRE San Francisco Javier - Presbítero
Quinto Día de la Novena
Tu misión en Cristo
“Un corazón abierto al mundo entero”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Puestos de pie, comenzamos, cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que viniste al mundo para salvarnos: Señor, ten piedad.
- Tú que nos visitas continuamente con la gracia del Espíritu: Cristo,
ten piedad.
- Tú que vendrás un día a juzgar nuestras obras: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
31
Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena
Noticia de la Palabra de Dios. Cantamos el aleluya.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Marcos:
(Mc. 12, 28-34)
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué
mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es:
"Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo
tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay
mandamiento mayor que éstos." El escriba replicó: "Muy bien, Maestro,
tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él;
y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el
ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los
holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo, que había respondido
sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a
hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
SALMO (Sal. 23, 1-6)
R. ¡Benditos los que buscan al Señor!
"Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,
el mundo y todos sus habitantes,
porque él la fundó sobre los mares,
él la afirmó sobre las corrientes del océano." R.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor
y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón;
el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R.
Él recibirá la bendición del Señor,
la recompensa de Dios, su salvador.
32
Así son los que buscan al Señor,
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob". R
TEXTO DEL MAGISTERIO
Textos de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXULTATE, sobre el
llamado a la santidad, y la Carta Encíclica FRATELLI TUTTI, sobre la
fraternidad y la amistad social.
“El Señor hoy nos recuerda la misión que Cristo nos encomendó. El llamado a
la santidad, es un proyecto de nuestro Padre para reflejar y encarnar un
aspecto del Evangelio. Esa misión tiene su sentido pleno en cristo y solo se
entiende desde Él.
La santidad es vivir profundamente los misterios de su vida, como su muerte
y resurrección, pero también puede implicar reproducir aspectos de la vida
terrena de Jesús. Nuestra santidad se mide por la estatura que Cristo alcanzó
en nosotros, con la fuerza del Espíritu Santo modelamos toda nuestra vida
según la suya, pero para poder entender qué nos quiere decir el Señor a
través de un santo, lo más importante es contemplar su camino de
santificación, esa figura que refleja a Cristo, y no tanto otros detalles que nos
desvíen de lo esencial que es Jesús. Cabe recalcar que el amor al prójimo es
muy importante a la hora de practicar la santidad.
El Papa Francisco en su nuevo documento nos cuenta que el sufrimiento
atroz de los migrantes en diversos puntos de la tierra es un grito que se eleva
al cielo. Hay que tomar conciencia queridos hermanos sobre la dramática
situación de los migrantes, tenemos que fortalecernos como individuos y
pueblos para ser conscientes de que somos miembros de una misma familia
humana, debemos unir todo limite y frontera y ser capaces de preocuparnos
con responsabilidad por la vida de todo ser humano, sobre todo en las
naciones y pueblos que permanecen cerradas en sí mismas, mirando sus
intereses y rechazando a otros pueblos y mucho más a los migrantes.
La calidad de los países se mide no solo como país sino también como una
familia humana.
33
El sufrimiento de los migrantes es un grito de auxilio que es callado e
ignorado, muchas veces este grito es respondido, en el mejor de los casos
con la indiferencia y la discriminación de las personas llegando a una
privación vergonzosa de la vida, como algo inhumano y monstruoso.
Lo mejor que el Papa recuerda es que ninguna persona tendría que salir de
su lugar de origen en busca de una vida mejor, cada lugar debería brindar la
oportunidad de una vida digna.
Hermanos hoy Cristo nos llama la atención, intentemos unirnos más
íntimamente a Dios escuchándolo en la oración, preocupándonos y
ayudando a nuestros hermanos.
Seamos dóciles al Espíritu Santo, consultándole qué nos pide Jesús en cada
momento de nuestra vida, él nos guiara e iluminara nuestros pasos en esta
misión de santidad, y así poder reflejar a Jesucristo en el mundo. María eligió
seguir este camino con ese sí firme que le respondió al Señor cuando él la
llamó, y sin importar todas las pruebas que tuvo que pasar se mantuvo
siempre fiel a Dios y no abandonó nunca su camino.
Le pidamos la gracia a María de ser siempre fieles a Dios y poder descubrir
cuál es el mensaje que Jesús quiere decir al mundo con nuestra vida,
dejémonos transformar por el Espíritu para que sea posible esta misión, el
Señor nos ayudara fielmente a cumplirla en los buenos y malos momentos,
lo importante es perseverar y no abandonar el camino de amor y lograr la
santidad.”.
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro.
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Te lo pedimos, Señor”.
- Por la iglesia, para que cada vez vivamos más profundamente el
camino de santidad, haciendo vida el evangelio. Oremos.
34
- Por los gobernantes, para que se apiaden de sus ciudadanos y
migrantes, y les den la posibilidad de vivir una vida digna. Oremos.
- Por los devotos y peregrinos, para que anuncien las maravillas del
Señor, obradas por medio de María, la Pura y Limpia Concepción.
Oremos.
- Por este año Jubilar Mariano que culmina, para que nos ayude a
seguir creciendo y nos colme de bendiciones. Oremos.
- Roguemos por el fin de la pandemia y para que nuestra Madre
proteja a sus hijos. Oremos.
Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
35
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
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Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
- Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
- Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen
María.
- Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
- Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
- Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
- Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
- Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el
desierto.
- Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y
la tristeza.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
37
VIERNES 4 DE DICIEMBRE Sexto Día de la Novena
También para ti: Gratuidad que recibe
“Sean Santos, porque yo soy santo”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Nos ponemos de pie para comenzar la
celebración, cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que viniste al mundo para salvarnos: Señor, ten piedad.
- Tú que nos visitas continuamente con la gracia del Espíritu: Cristo,
ten piedad.
- Tú que vendrás un día a juzgar nuestras obras: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
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Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena Noticia
de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro:
(1° Pe. 2, 42-47)
Hermanos: manténganse con el espíritu alerta, vivan sobriamente y pongan
toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo.
Como hijos obedientes, no procedan de acuerdo con los malos deseos que
tenían antes, mientras vivían en la ignorancia. Así como aquel que los llamó
es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con
lo que está escrito: Sean santos, porque yo soy santo. Y ya que ustedes
llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas, juzga a cada uno
según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso en este mundo.
Palabra de Dios.
SALMO (Sal. 99, 1-5)
R. ¡El señor Nuestro Dios es Santo!
¡El Señor reina! Tiemblan los pueblos.
Él tiene su trono sobre los querubines: la tierra vacila.
¡Grande es el Señor en Sión! Él se alza sobre todas las naciones.
Alaben tu Nombre grande y temible.
¡Santo es el Señor! R.
¡Tú eres el rey poderoso que ama la justicia,
tú has establecido lo que es recto,
tú ejerces sobre Jacob el derecho y la justicia.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor! . R.
39
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto extraído de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del
Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual
(14 - 18).
“Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está
reservada solo a los obispos, los sacerdotes, las religiosas o religiosos. En
realidad, todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y
ofreciendo el propio testimonio, allí donde cada uno se encuentra.
Deja que la gracia de tu Bautismo de frutos en un camino de santidad. Deja
que todo esté abierto a Dios, y para ello opta por él: elige a Dios una y otra
vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que
sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu
vida. Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los
ojos al Crucificado y dile: «Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes
realizar el milagro de hacerme un poco mejor». En la Iglesia, santa y
compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer
hacia la santidad. El Señor la ha llenado de dones: con la Palabra, los
sacramentos, los santuarios, la vida de las comunidades, el testimonio de sus
santos, y una múltiple belleza que procede del amor del Señor.
A veces la vida presenta grandes desafíos, y a través de ellos el Señor nos
invita a nuevas conversiones que permiten que su gracia se manifieste mejor
en nuestra existencia «para que participemos de su santidad». Otras veces
solo se trata de encontrar una forma más perfecta de vivir lo que ya
hacemos.
Por ejemplo: una señora va al mercado a hacer las compras, encuentra a una
vecina y comienza a hablar, y vienen las críticas. Pero esta mujer dice en su
interior: «No, no hablaré mal de nadie». Este es un paso en la santidad.
Luego, en casa, su hijo le pide conversar, y aunque esté cansada se sienta a
su lado y escucha con paciencia y afecto. Esa es otra ofrenda que santifica.
Luego vive un momento de angustia, pero recuerda el amor de la Virgen
María, toma el rosario y reza con fe. Ese es otro camino de santidad. Luego
va por la calle, encuentra a un pobre y se detiene a conversar con él con
cariño. Ese es otro paso.
40
El Amor de Cristo no tiene límites y una vez dado nunca se echó atrás. Fue
incondicional y permaneció fiel. Amar así no es fácil porque muchas veces
somos tan débiles. Pero precisamente para tratar de amar como Cristo nos
amó, Cristo comparte su propia vida resucitada con nosotros. De esta
manera, nuestras vidas demuestran su poder en acción, incluso en medio de
la debilidad humana».”
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro. Julio Quiroga del Pino.
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Por María, escúchanos, Señor”.
- Por el Papa Francisco, nuestro Obispo Luis y demás Pastores, para
que, fieles al Señor, manifiesten a todos los hombres la alegría de la
salvación. Oremos.
- Por los gobernantes, para que iluminados por el Espíritu de Dios,
sepan discernir y guiar los intereses de todos los ciudadanos.
Oremos.
- Por los enfermos, por aquellos que han contraído el covid-19, y por
todos aquellos que están sufriendo consecuencias económicas-
laborales; para que pronto, por mediación de Nuestra Madre del
cielo, nos veamos librados de esta pandemia. Oremos.
- Por todos los jóvenes y niños, para que encuentren en Jesús y su
Iglesia, la semilla de la verdad, de manera que crezcan y caminen
en caminos de santidad. Oremos.
- Por el decanato Capital y por los frutos espirituales de este Año
Mariano Nacional, para que todo lo trabajado en este tiempo sea
para el bien de toda Nuestra Iglesia. Oremos.
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Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
42
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
- Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
- Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen
María.
- Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
- Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
- Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
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- Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
- Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el
desierto.
- Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y
la tristeza.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
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SÁBADO 5 DE DICIEMBRE Séptimo Día de la Novena
Por fidelidad al Maestro: El gusto de reconocer al otro
“Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Puestos de pie, comenzamos, cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que viniste al mundo para salvarnos: Señor, ten piedad.
- Tú que nos visitas continuamente con la gracia del Espíritu: Cristo,
ten piedad.
- Tú que vendrás un día a juzgar nuestras obras: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
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Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena Noticia
de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Mateo:
(Mt. 25, 31-40)
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles,
se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su
presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de
los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a la izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi
Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el
comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer;
tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y
me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos
le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer;
¿sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; ¿desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo
te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les
aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
lo hicieron conmigo".
Palabra del Señor.
SALMO (Sal. 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6)
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R.
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.
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Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXULTATE, del Papa
Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual (96-99), y la
Carta Encíclica FRATELLI TUTTI, sobre la fraternidad y la amistad social
(218-221).
Por fidelidad al Maestro
La verdadera fidelidad, no es un blanqueo de ojos y entrar en éxtasis. El Papa
Francisco citando a San Juan Pablo II dice: quienes verdaderamente han
tenido la experiencia de la contemplación de Cristo, también tiene que
aprender a descubrirlo en el rostro de los que sufren. Cuando San Mateo
dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer…” es un llamado
a reconocerlo en los pobre y sufrientes, porque es ahí donde se quiere
revelar el mismo corazón de Cristo, con sus sentimientos y opciones, y que
es en definitiva con la que todos intentamos configurar nuestras vidas.
Solo el que tiene misericordia es el que puede entender esta invitación suya.
Porque la santidad se a vive desde el palpitante corazón del Evangelio que no
es otra cosa más que la misericordia.
Dice el Papa Francisco: “Cuando encuentro a una persona durmiendo a la
intemperie, en una noche fría, puedo sentir que ese bulto es un imprevisto
que me interrumpe, un delincuente ocioso, un estorbo en mi camino, un
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aguijón molesto para mi conciencia, un problema que deben resolver los
políticos, y quizá hasta una basura que ensucia el espacio público. O puedo
reaccionar desde la fe y la caridad, y reconocer en él a un ser humano con mi
misma dignidad, a una creatura infinitamente amada por el Padre, a una
imagen de Dios, a un hermano redimido por Jesucristo. ¡Eso es ser
cristianos!”
No se trata solo de realizar algunas buenas obras sino de buscar un cambio
social: Para que las generaciones posteriores también sean liberadas,
claramente el objetivo debería ser la restauración de un sistema social y
económico justo para que ya no pudiera haber exclusión.
El gusto de reconocer al otro
Nos enseña el Santo Padre que el reconocer al otro, implica un hábito.
Después de ese reconocimiento se vuelve posible la gestación de un pacto
social. Si faltara esto, la otra persona perdería todo significado y valor en la
sociedad. El gusto de reconocer al otro implica el hábito de reconocerle al
otro el derecho de ser él mismo y de ser diferente.
Un pacto social realista e inclusivo debe ser también un “pacto cultural”, que
respete y asuma las diversas cosmovisiones, culturas o estilos de vida que
coexisten en la sociedad.
Un pacto cultural supone renunciar a entender la identidad de un lugar de
manera monolítica, y exige respetar la diversidad ofreciéndole caminos de
promoción y de integración social. Este pacto también implica aceptar la
posibilidad de ceder algo por el bien común.”
HOMILÍA
Guía: La Homilía está a cargo del Pbro. Carlos Robledo.
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Escucha, Señor, nuestra oración”.
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- Por nuestra Iglesia Diocesana, para que busquemos vivir una
verdadera espiritualidad de servicio y caridad con el prójimo.
Oremos.
- Por todos los gobernantes, para que todos sus proyectos y acciones
estén orientados a proteger a los más débiles y vulnerables de la
sociedad. Oremos.
- Por los peregrinos y sus familias para que encuentren en María y su
Hijo Jesucristo, el alivio y fortaleza que necesitan para seguir
caminando en la fe. Oremos.
- Para que, como Iglesia Diocesana, podamos recibir las gracias y
bendiciones que se derramaron durante este Año Jubilar Mariano.
Oremos.
- Por nuestra Iglesia Diocesana, para que dispongamos el corazón para
vivir la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú, y recibir los frutos de
este de este gran acontecimiento. Oremos.
- Por todos los niños, jóvenes y adultos que forman parte de los
diferentes procesos de evangelización, para que el Espíritu Santo los
ilumine y permita germinar en ellos el amor de Dios, y los haga fieles
discípulos del Reino de Dios. Oremos.
Oración a la Virgen
Celebrante: Terminemos las súplicas rezando la oración del Año Mariano
Nacional 2020.
María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra,
hermosa Virgen del Valle,
ayúdanos a renovar nuestra fe y nuestra alegría cristiana.
Tú que albergaste al Hijo de Dios hecho carne,
enséñanos a hacer vida el Evangelio,
para transformar la historia de nuestra Patria.
Tú que nos diste el ejemplo de tu hogar en Nazaret,
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haz que en nuestras familias recibamos y cuidemos la vida,
y cultivemos la concordia y el amor.
Tú que al pie de la cruz te mantuviste firme,
y viviste el alegre consuelo de la resurrección,
enséñanos a ser fuertes en las dificultades
y a caminar como resucitados.
Tú que eres signo de una nueva humanidad,
impúlsanos a ser promotores de amistad social
y a estar cerca de los débiles y necesitados.
Tú que proclamaste las maravillas del Señor,
consíguenos un nuevo ardor misionero
para llevar a todos la Buena Noticia.
Anímanos a salir sin demora
al encuentro de los hermanos,
para anunciar el amor de Dios,
reflejado en la entrega total de Jesucristo.
Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino,
que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión.
Gracias Madre. Amén.
Exposición del Santísimo Sacramento
Guía: Nos disponemos a recibir a Jesús Sacramentado.
Cuando el Santísimo sea expuesto en la Custodia
Guía: Nos ponemos de rodillas. Cantamos.
Celebrante: Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del
Altar. (3 veces)
Momento de Adoración en silencio
Guía: En silencio adoramos la presencia de Jesús Sacramentado.
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Himno de Adoración
Guía: Puestos de rodillas, entonamos el himno de adoración. Y así
recibimos la Bendición de Jesús.
Celebrante: Oremos: Señor, que en este admirable sacramento, nos
dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos venerar de tal manera los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que podamos experimentar
en nosotros los frutos de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.
Bendición
El Sacerdote bendice al pueblo.
Aclamaciones
Celebrante: A cada aclamación respondemos: Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
- Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
- Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen
María.
- Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
- Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
- Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
- Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
- Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el
desierto.
- Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y
la tristeza.
Reserva
Guía: En silencio acompañamos la Reserva del Santísimo Sacramento.
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Ángelus
Guía: Nos despedimos saludando a María con el canto. Y los invitamos a
participar de la Santa Misa a las 21 hs. La cual será trasmitida por los
diferentes medios de comunicación.
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DOMINGO 6 DE DICIEMBRE II Domingo de Adviento
Octavo Día de la Novena
Fray Mamerto Esquiú: La voz que clama hoy
“Resuena su eco por toda la tierra”
Canto Inicial - Letanías
Guía: Hermanos nos disponemos a iniciar el rezo de la Novena en honor de la
Pura y Limpia Concepción del Valle. Puestos de pie, comenzamos, cantando.
Saludo
Celebrante: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Hermanos: La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos ustedes.
Acto Penitencial
Celebrante: Antes de escuchar la Palabra de Dios, de meditarla en nuestros
corazones y de proclamarla con nuestros labios, pidamos perdón por
nuestros pecados.
- Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten
piedad.
- Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
- Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por
nosotros: Señor, ten piedad.
Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Oración para cada día
Celebrante: Señor, te pedimos, por la intercesión de la Virgen María que,
quienes la veneramos en esta novena en el misterio de su Inmaculada
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Concepción, merezcamos también participar de la plenitud de su gracia. Por
Cristo nuestro Señor.
Liturgia de la Palabra de Dios
Guía: Permanecemos de pie. Con mucha alegría recibamos la Buena Noticia
de la Palabra de Dios que se hizo carne en el seno de la Virgen María.
Cantamos el aleluya.
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro:
(1° Pe. 1, 13- 21)
Manténganse con el espíritu alerta, vivan sobriamente y pongan toda su
esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo.
Como hijos obedientes, no procedan de acuerdo con los malos deseos que
tenían antes, mientras vivían en la ignorancia.
Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda
su conducta, de acuerdo con lo que está escrito: Sean santos, porque yo soy
santo.
Y ya que ustedes llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas,
juzga a cada uno según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso
en este mundo.
Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus
padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto, predestinado antes
de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de
ustedes.
Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de
manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.
Palabra de Dios.
SALMO (Sal. 19, 2-3. 4-5)
R. Resuena su eco por toda la tierra
El cielo proclama la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos;
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un día transmite al otro este mensaje
y las noches se van dando la noticia. R.
Sin hablar, sin pronunciar palabras,
sin que se escuche su voz,
resuena su eco por toda la tierra
y su lenguaje, hasta los confines del mundo. R.
TEXTO DEL MAGISTERIO
Texto del Magisterio de la Conferencia Episcopal Argentina.
“Nos llega el consuelo de saber que un hijo de esta tierra será elevado a los
altares, confirmando así la aspiración de un pueblo creyente, el que guiado
por su sentido de la fe, nunca dudó de las virtudes espirituales, apostólicas y
misioneras que coronaron la vida y obra del humilde, sabio y austero
franciscano.
El pueblo de Catamarca lo vio nacer en una familia criolla, donde recibió la fe
de sus mayores, y celebró su vocación al consagrarse de por vida a Dios en la
Orden de los franciscanos menores. La comunidad franciscana de Tarija
(Bolivia) fue testigo durante más de trece años de su vida ascética y virtuosa:
docente, catequista, apasionado por la misión. Lo recordarán también por
sus gestos nobles y fraternos en la Convivencia cotidiana.
Luego, la feligresía de la diócesis de Córdoba lo recibió como su pastor, y por
su entrega generosa en los intensos dos años de su ministerio episcopal, lo
guarda en su memoria como a uno de sus obispos sabios y misioneros, muy
cercano al pueblo más probado.
La Patria además lo reconoce como a uno de sus ciudadanos más eminentes,
por su protagonismo desinteresado en horas oscuras de nuestra historia
nacional, cuando enconadas fracciones políticas y partidarias solo resolvían
sus diferencias por la vía de las armas, con sus secuelas de muerte, dolor y
odios. Fue entonces que surgió la voz autorizada de Fray Mamerto, el
hombre prudente, quien convencido de los valores supremos de la paz que
alimentaba la espiritualidad del carisma de su Orden, deseaba
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ardientemente infundir en el corazón de sus compatriotas sentimientos de
unidad y justicia.
Aun cuando bregaba para que la cultura, la fe y la historia del pueblo
postergado en la Argentina Federal estuviesen más reflejadas en la Carta
Magna, –sobrevolando a sus convicciones personales, pero sin renunciar a
ellas–, su actuación pública mantuvo una mirada amplia ante la crítica y
compleja encrucijada que vivía el país: «Se trata, Señores, de edificar la
República Argentina, y la Religión os envía el don de sus verdades». De ese
modo, con lúcida elocuencia convocó a la unidad nacional exhortando a la
obediencia y respeto de la ley, y a un incondicional sometimiento a la
Constitución de la Confederación Argentina de 1853, sancionada por el
Congreso General Constituyente reunido en Santa Fe. «Nos alegramos de
Vuestra Gloria» fue la frase que vibró en los oyentes de sus memorables
sermones patrios, los que fueron divulgados en todo el país y constituyeron
un faro de referencia por su contenido pacificador, promoviendo el
encuentro fraterno para deponer actitudes contrarias y acercar las partes a
un ideal común: la prosperidad del pueblo de la nación, largamente
esperada. Al mismo tiempo, deseoso de lograr el bien deseado y la paz
social, compelido a actuar públicamente como exigencia del Evangelio de
Jesús, con carácter profético afirmó: «¡Basta de palabras que no han salvado
a la Patria! Aplaudo, felicito, me postro ante los héroes de la Independencia;
cantaré vuestras glorias, tributo mi adoración a la nobleza de los Argentinos;
pero también señalaré sus llagas, apartando sus ricos envoltorios que
encubren vuestra degradación»
Con la vida y obra de Fray Mamerto, Dios nos habla: ya sea para iluminar el
camino de laicos, consagrados, sacerdotes y ciudadanos de buena voluntad,
así como también a quienes compartimos el ministerio episcopal. A todos
nos recuerda nuestra bella vocación bautismal y la invitación del Señor a
seguirlo por el camino de las Bienaventuranzas (Mt 5), a ser solidarios y
generosos para construir una sociedad más justa y fraterna. Por este ideal
evangélico palpitó el corazón incorrupto de Fray Mamerto Esquiú.”
HOMILÍA
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Guía: La Homilía está a cargo del Fray Pablo Reartes.
Preces
Celebrante: Elevemos nuestras súplicas al Señor por intercesión de Nuestra
Madre del Valle.
Guía: A cada intención respondemos: “Te lo pedimos, Señor”.
- Te pedimos por la Iglesia para que a ejemplo de Fray Mamerto
Esquiú, levante su voz profética ante las injusticias que padecen los
marginados de nuestros tiempos. Oremos.
- Por los gobernantes, para que respetando la Constitución, legislen
por el bien, justicia, paz y unidad de todos los argentinos. Oremos.
- Por los gobiernos y los legisladores de las naciones, para que,
iluminados por el Espíritu Santo, protejan eficazmente el derecho de
toda la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.
Oremos.
- Por la santificación del pueblo argentino, para que sea una patria
más solidaria, justa y fraterna. Oremos.
- En acción de gracias por la vida de entrega de Fray Mamerto Esquiú
a la predicación, doctrina y servicio a los más necesitados. Te
suplicamos que completes tu obra, glorificándolo con la corona de
los santos. Oremos.
- Por todos los cristianos, para que en este año mariano nacional que
hemos vivido, nos ayude a transformar la historia de nuestra patria
con gestos de amor, misericordia y ternura. Oremos.
- Por toda la Familia Franciscana, para que, como San Francisco,
puedan hacer del Evangelio un evento salvífico y compartan con
otros las Buenas Noticias de Dios y de Jesús. Ore
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