Cómo Dios restaurará su matrimonio
Un libro para hombres
por Dan y Erin Thiele
Hay sanidad después de los votos quebrantados
Una guía para restaurar su matrimonio
Contenido
Prefacio
Introducción
1. La paz de Dios
2. Buscad primeramente
3. El hombre airado
4. Golpes de espada
5. ¿Ha sido desleal?
6. Bienaventurados los mansos
7. Él es el alfarero
8. La prueba de su fe
9. Las armas de nuestra milicia
10. Las peticiones de su corazón
11. Se unirá a su mujer
12. Él me guiará
13. El que esté sin pecado
14. Él nos da las llaves
15. Busqué entre ellos hombre
Prefacio
Amado hermano en Cristo,
Mientras escribo esto, el libro para mujeres Restaure su matrimonio lo está publicando
amablemente la editora Mt. Zion. A través de este libro estamos viendo la mano de Dios obrando
en la vida de mujeres cuyo matrimonio ha sido restaurado.
Por algún tiempo, los Ministerios de Restauración [Restore Ministries] han estado recibiendo
pedidos sobre una edición para hombres. Muchos han sugerido que sea yo el que escriba dicha
edición; no obstante, no soy yo el escritor de la familia
Por muchos años Erin ha sido mi ayuda idónea, pero me apena decir que ha sido ella
quien ha hecho la mayor parte del trabajo o la parte más difícil. Juntos hemos tenido siete hijos y
sin lugar a dudas ha sido ella a quien le ha tocado la PARTE DIFICIL. Con este libro también
ella ha hecho la mayor parte de la labor de parto. Ella me ha ayudado a reunir escrituras y ha
dedicado horas pasando a máquina lo que yo he escrito. Estoy profundamente agradecido a ella
por la ayuda con este libro, pero aun más importante, por su firmeza en nuestro matrimonio. Mi
parte ha sido la de un crítico, redactor, y esposo perdonado. Déjeme decirle que la misericordia
de Dios sí es real - ¡hay sanidad después de votos quebrantados! Lo que Dios ha hecho por
nuestro matrimonio, yo sé que El hará por el suyo.
Dan
Tanto Erin como yo oramos que usted tome el tiempo para leer y releer cada Escritura
que se ha escrito en las siguientes páginas. Su Palabra sana y ha cambiado la vida de nosotros. El
Señor hablará a su corazón y cambiará su vida. Abra su corazón a lo que El quiere compartir con
usted. El ha oído su clamor pidiendo ayuda, y es por eso que usted tiene este libro en sus manos.
Este, amigo mío, es el encuentro de Dios con usted. Que Dios lo bendiga mientra lee su Palabra
– El le está hablando a usted.
1
Yo te mando
La Paz de Dios
“A todos los. . . amados de Dios. . .
Gracia y paz a vosotros, de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”
Romanos 1:7
Amado hermano en Cristo,
Usted se encuentra en una crisis en su vida y en su matrimonio. Su esposa lo ha dejado (o
usted ha dejado a su esposa o le ha pedido a ella que se vaya). Sin embargo, “a los que aman a
Dios, todas las cosas les (pueden) ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados” (Romanos 8:28). Usted ha pasado por varias pruebas en su disturbado matrimonio. Si
usted quiere que las cosas le ayuden a bien, debe primero amar a Dios y luego desear que se
cumpla su propósito en su vida. Su propósito para su vida ahora mismo es que se acerque más a
Él, que le permita tranformarlo más a su imagen. Y cobre ánimo, pues Dios ha dicho: “No te
desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5). Dios no se ha apartado de su lado, “Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4).
Estoy seguro que el “valle de sombra de muerte” describe cómo usted se siente sobre su
situación, pero Dios ha permitido esto por su propio bien. Sólo después va usted a brillar como el
oro. “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra” (1 Pedro 1:6,7). Lo más importante que ha de hacer ahora es “estad quietos, y
conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10), y seguir el camino de Dios. Mire que todo lo que haga
o diga sea según la Escritura; esté seguro de que sigue la Biblia con consistencia.
No es la intención de Dios permitir (ni desea) que su matrimonio acabe. Recuerde que
Jesús dijo: “¿No habéis leído que . . . el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los
dos serán una sola carne?. . . por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo
19:5,6). También, “Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio” (Malaquías 2:16).
Satanás es el que quiere destruir su matrimonio. Recuerde, “el ladrón (Satanás) no viene
sino para hurtar y matar y destruir” (Juan 10:10). No crea en sus mentiras: “y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5). No le permita que le robe a su
esposa. No le permita que destruya a su familia, su vida, a sus hijos, y que le robe su futuro. Siga
el camino de Dios, escudriñe la Biblia, permitiendo que El lo santifique “con el lavamiento del
agua por la palabra” (Efesios 5:26). Ore, crea lo que dice la Escritura, no lo que vea, “es, pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). “Pero sin fe es
impobsible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que
es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Nadie sino Dios sabe exactamente por lo que usted está pasando ni las respuestas que
usted necesita ahora mismo. Al orar (cuando usted habla a Dios) y oírlo (cuando lee su Palabra,
la Biblia), Él puede darle la victoria que tiene para usted. No escoja seguir lo que digan los
demás: los del mundo, amigos en la iglesia, o cualquiera que le dé consejo diciéndole algo que
haya oído o leído. Si usted ora y lee la Palabra de Dios, Él le dirá primero en su corazón o
durante su lectura de la Biblia, luego otro confirmará la dirección en la que Él quiere que usted
proceda.
La mayoría de la gente, cristianos o no, le dicen cosas que suenan bien y que le caen bien
a la carne. Pero si no siguen la Escritura, ¡es erróneo! “Bienaventurado el varón que no anduvo
en consejo de malos” (Salmo 1:1). Cuando es de Dios, por lo regular parece locura (como
defender su matrimonio cuando los demás le dicen “¡escápate¡) y siempre necesita la ayuda del
Espíritu Santo para llevarlo a cabo. No es impulsivo ni rápido para actuar. Dios casi siempre
dice “¡Espera!” Muchas veces durante la espera Él cambia la situación. Dios dijo que Él es el
“Admirable, Consejero, Dios fuerte” (Isaías 9:6). ¿No desea usted lo mejor? ¿No le gustaría
tener un consejero que conoce el futuro, que de verdad puede hacer volver el corazón de su
esposa? Solo hay Uno que le puede señalar el camino correcto. ¡Confíe en Él y solo en Él! Hay
tantos matrimonios quebrantados en la iglesia como los hay en el mundo. No siga a otro
cristiano, a un consejero cristiano, o a un pastor que da el consejo del mundo en vez del de Dios.
Tristemente, muchos matrimonios son destruidos por los asesores matrimoniales. Ellos le
dirán que su situación no tiene esperanza. Pero ¡gloria a Dios! ¡Sanar una situación sin esperanza
es exactamente lo que Dios hace mejor! “Para los hombres esto es imposible; mas para Dios
todo es posible” (Mateo 19:26). Colabore con Dios. Y no crea que sin la ayuda o cooperación de
su esposa su matrimonio no puede ser salvado o mejorado. “Porque los ojos de Jehová
contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para
con él” (2 Crónicas 16:9).
No hay dos situaciones exactamente iguales; sin embargo, su Palabra tiene aplicación a
toda situación. “nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el
cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a
los que están en cualquier tribulación con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Corintios
1:3,4).
Escudriñe su Palabra después de orar. “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis” (Mateo
7:7). “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que
duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”
“Santiago 1:5,6). ¡Usted debe tener fe! ¿Y de dónde viene la fe? ¡De Él! ya que “Toda buena
dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto” (Santiago 1:7). Esta lista le ayudará a seguirlo:
Confíe y crea que Dios puede y quiere restaurar y volver a formar, a usted, su matrimonio,
y a su familia. Dios no tiene a ninguna otra persona para usted, ni tampoco cree que usted
escogió a la persona errónea. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). “Y los dos serán una sola carne; así que no
son ya más dos, sino uno” (Marcos 10:8). Si acaso usted pensando en volverse a casar, no es
una opción. Ese segundo matrimonio tiene la posibilidad de menos de 20 % de éxito. ¡La
posibilidad de que volverá a pasar por otro divorcio es 8 de 10! Luego pasa al número tres y
cuatro. Deténgase ahora, cualquiera que sea el número en que está. ¡Hay una manera mejor!
“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón” (Salmo
31:24). “Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres” (Salmo
60:11). También vea Salmos 108:12. (Por favor lea el capítulo 11, “Se unirá a su esposa” para
más conocimiento.)
No hable con los demás sobre su situación. Hable con Dios. Escudriñe su Palabra buscando
la respuesta. “Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis” (Mateo 7:7, Lucas 11:9. El es el
“Consejero, Dios fuerte” (Isaías 9:6). No ande “en consejo de malos” (Salmo 1:1). Y “porque por
tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:37). Tenga especial
cuidado de jamás compartir nada acerca de su esposa o su situación con otra mujer (así es como
se comete adulterio emocional, que a su vez, resultará en adulterio físicio). “El chismoso aparta a
los mejores amigos” (Proverbios 16:28; también Proverbios 17:9). (Vea el capítulo 4 “Punzadas
de una espada”, y Oseas 4:6 para más conocimiento). Pida a Dios un compañero de oración
hombre que creerá en la Palabra de Dios con usted para recibir victoria en su matrimonio.
Apártese de los grupos de solteros y grupos de apoyo, que son simplemente “fiestas de
conmiseración” o recuperación de divorcio.
Pare toda disputa con su esposa. Hay tantas Escrituras sobre este tema, páginas y páginas que
podrían ser escritas en maquinilla para usted. He aquí solo unas cuantas: “Ponte de acuerdo con
tu adversario pronto” (Mateo 5:25). “El que comienza la discordia es como quien suelta las
aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enrede” (Proverbios 17:14). “Aun el necio, cuando
calla, es contado por sabio” (Proverbios 17:28). “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra
áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). “Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo
insensato se envolverá en ella” (Proverbios 20:3). Y, “su deseo busca el que se desvía, y se
entremete en todo negocio” (Proverbios 18:1). ¿Ha sido usted un hombre iracundo? (Vea el
capítulo 3 “El hombre iracundo” y “Las armas de nuestra lucha” en el capítulo 9 para más
conocimiento).
Quite todo odio o herida, luego trate de mirar amorosamente en los ojos de su esposa. ¿Ha
decidido no perdonar a su esposa por lo que ella le ha hecho a usted o a sus hijos? La falta de
perdón es muy peligrosa. Pedro preguntó cuántas veces debía perdonar a su hermano que pecó
contra él: “¿Hasta siete?” Pero Jesús respondió: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta
veces siete” (Mateo 18:22). ¡Eso es 490 veces! Mire a Dios para la habilidad de perdonar. “Los
que miraron a él fueron alumbraods, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmo 34:5). Se
necesita humildad para perdonar. “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla
será enaltecido” (Mateo 23:12, Lucas 14:11, Lucas 18:14). (Para más conocimiento lea el
capítulo 6 “Bienaventurados los mansos”, en la sección “El perdón”).
Vea a su esposa como Dios la ve. Primero necesita perdonarla y a cualquiera que esté asociado
con ella (amigos, familia, compañeros de trabajo, u otro hombre). (Otra vez, vea el capítulo 6
“Bienaventurados los mansos” en la sección “El perdón” sobre los peligros de no perdonar).
Entonces usted estará listo para orar por la mujer que Dios quiere que su esposa sea. Deje de ver
las cosas malas que ella hace. En vez de eso, pida a Dios que le muestre lo bueno que ella hace,
y especialmente lo bueno que ha hecho para usted en el pasado. Dé gracias a Dios por estas cosas
y tome tiempo para dar las gracias a su esposa cuando la vea. Si su esposa lo ha abandonado, no
la siga llamando. Pero si usted ha dejado a su esposa o le ha ordenado que salga de la casa, usted
debe llamarla y pedirle su perdón. Este punto es crítico (por favor no deje de leer el capítulo 6,
“Bienaventurados los mansos” bajo el perdón). Entre más espere, más grande será la posibilidad
de cometer adulterio, si es que todavía no ha ocurrido.
Hable bondadosa y amorosamente a su esposa cuando tenga la oportunidad de hablar con
ella. “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos”
(Proverbios 17:22). Usted no tiene que gozarse por sus problemas matrimoniales, solo gócese
porque El lo tiene bajo su control. Dé gracias por todo lo que su esposa ha hecho por usted. El
agradecimiento es bondad en acción (otra vez, vea el capítulo 4 “Golpes de espada” para más
conocimiento).
No oiga el chisme ni a nadie que trate de darle malos informes sobre su esposa. El amor
“todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser” (1
Corintios 13:7,8). Quizás su esposa dice que no tiene ninguna relación con otra persona; pero
usted sabe que ella sí tiene una relación con otro. Sin embargo, usted debe creerle. No es que
usted sea estúpido o inocente. Usted está expresando amor sin condición, o agape. A veces es su
familia o sus amigos más íntimos los que lo tratan de persuadir que se divorcie o que despache a
su esposa por las cosas que ella ha hecho o hace. Usted debe mantenerse firme en su resolución,
pero hablar tiernamente. “Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de
ciencia” (Proverbios 14:7). Dios dice: “El que pasando se deja llevar de la ira en pleito ajeno es
como el que toma al perro por las orejas” (Proverbios 26:17). “El que anda en chismes descubre
el secreto; no te entremetas, pues, con el suelto de lengua” (Proverbios 20:19). “No descubras el
secreto a otro” (Proverbios 25:9).
Tampoco trate de averiguar qué es lo que hace su esposa. Si usted sospecha que hay otra
persona o si usted sabe que hay otra persona con la que ella tiene una relación, haga lo que Dios
dice: “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes adelante” (Proverbios
4:25). “No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque
Jehová srá tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso” (Proverbios 3:25,26).
¡No se enfrente con su esposa ni con los otros que participan en el asunto! Esa es una red que
Satanás ha tendido. No se deje atrapar. Muchos caen en esta trampa. ¡Tenga cuidado! Una vez el
pecado salga a la luz, usted será mofado y perderá la ventaja que Dios le ha dado. Recuerde que
el amor “todo lo cree” (1 Corintios 13:7). Pase ese tiempo (ENGLISH TEXT MISSING
FROM BOOK – P. 11).
¡No trate de averiguar dónde está si ella no se lo ha dicho! ¡Esta el protección de Dios para
usted! Quizás satisfaga su curiosidad, pero las consecuencias son todas negativas. Es difícil
mantenerse firme en su confianza en el Señor cuando no puede confiar en usted mismo para
caminar en fe y obediencia. Debe evitar todo lo que parezca maldad. Use este tiempo para
escudriñar la Palabra de Dios.
Esté quieto, espere en Dios. Vaya a su cuarto de oración y comience a pelear la batalla
por medio de la oración de rodillas ante el Señor.
No se apresure a tomar ninguna decisión. En este momento usted no está pensando claramente
y ciertamente actúa más bien con emoción que con sabiduría. “Aquel que se apresura con los
pies, peca” (Proverbios 19:2). “El avisado mira bien sus pasos” (Proverbios 14:15). “Hay camino
que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). “Hay
camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es caminos de muerte” (Proverbios 14:12.
“¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él” (Proverbios
29:20). “La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella” (Proverbios 16:33).
“El sabio teme y se aparta del mal” (Proverbios 14:16). No se apresure a hacer cambios como
establecer un “horario de visitas”. No se apresure a divorciarse. Dios “ha dicho que él aborrece el
repudio [divorcio]” (Malaquías 2:16).
¿Ha ido a su esposa con sus necesidades, temores, o problemas, sólo para que ella lo
rechace? Apréndase de memoria esta cita bíblica “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus requiezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19). “Hubiera yo desmayado, si
no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová;
esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí espera en Jehová” (Salmos 27:13,14).
Si de verdad quiere ayuda, recuerde, “Cuando los caminos del hombre son agradables a
Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Proverbios 16:7). En vez de suplicar, tome
esta oportunidad para dar las gracias a su esposa y encomiarla por la manera en que lo ha
cuidado a usted y a sus hijos a través de los años. Esta es la manera de Dios. Se llama
contentamiento.
Parte de su problema puede ser la carrera de su esposa fuera del hogar. ¿Se adelantó usted
a la provisión de Dios sólo para encontrarse con deudas? Luego sintió la necesidad de que su
esposa trabajara. Ahora su casa queda vacía mientras su esposa trabaja, sus hijos están en una
guardería, y usted tiene su propio apartamento. ¡Satanás es un ladrón!
Pronto usted perderá la casa por la que tanto trabajó. Deje que Dios salve su casa, a su
familia, y su matrimonio. Vuélvase a Él. (Por favor lea el capítulo 8 “Maneja su hogar” en A
Wise Man Builds Upon a Rock: From A FOOL Who Built His on Sinking Sand – A Manual for
Men, que está disponible por medio de Restore Ministries.)
¿Alguna vez dijo a su esposa que se fuera? ¿La dejó usted? Hemos visto demasiados esposos
que han dicho a su esposa que se vaya, que se han ido ellos, o que han buscado a otra mujer.
Cuando una pareja se separa, se consideran “solteros” (¡aunque todavía no lo son!). La
separación es el primer paso al divorcio, y el divorcio es un error que cambia la vida.
Al sugerir que su esposa busque a otro o al irse usted o amenazar que se irá, usted ha
dado ese primer paso hacia el divorcio. ¿Acaso no es el momento de volverse antes que las cosas
pasen a más? El mundo y Satanás lo han convencido que esta separación o divorcio hará todo
mejor, ¡pero esa es una mentira! Si eso fuera verdad, 8 de cada 10 personas no se divorciarían en
ese segundo o subsiguiente matrimonio. “Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano
tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone” (1 Corintios
7:12).
Si su esposa se ha marchado, usted debe dejar de perseguirla, poniéndole presión, o aun
estorbarla en su camino. Ella sólo tratará más de alejarse de usted o correr hacia la maldad.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores.
. .” (Salmo 1:1). El único estorbo en el camino debe ser un cerco de seto (Oseas 2:6). Usted debe
leer el libro de Oseas en su Biblia. En este libro tenemos una oración basada en el cerco de setos.
Oréla todos los días por su esposa. “Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el
hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios” (1
Corintios 7:15).
Pero yo ya estoy divorciado. Nunca es demasiado tarde, aunque el divorcio ya haya tomado
lugar. Muchos se vuelven a casar con su anterior cónyuge después de haberse divorciado. “No
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). Dios específicamente
pidió a su profeta Oseas que volviera a casarse con su esposa, Gomer, aun después que ella le
había sido abiertamiente infiel. “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los
hallará. Entonces dirá; Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que
ahora” (Oseas 2:7). “Me dijo otra vez Jehová: Vé, ama a una mujer amada de su compañero,
aunque adúltera” (Oseas 3:1). Dios usó la historia de Oseas y Gomer para mostrar su
compromiso para con su propia novia (la iglesia) y su fuerte posición sobre el matrimonio.
No permita que sus hijos vean su enojo ni su resentimiento ni su dolor hacia su esposa. Esto
sólo hará que ellos tengan malos sentimientos hacia su madre. No culpe a su esposa por su
situación. Tenga cuidado de hacia dónde vuelve el corazón de sus hijos. “A todo lo que quiere lo
inclina” (Proverbios 21:1). ¡El Señor ha permitido estas pruebas en su vida y en la vida de sus
hijos “por un tiempo” para poder acercarlos más a Él, para cumplir su obra en todos ustedes, y
luego volverlos a acercar para su gloria! Cuando no hay nadie a quien culpar, usted puede verlo a
Él. Cuando usted está más cerca de Él, ¡Él puede cambiarlo más para que sea más como Él! “Los
que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados” (Salmos 34:5).
No permita que sus hijos hablen mal de ni a su madre. Usted debe exigir respeto para su
madre (¡ya sea que tengan 5, 15 o 25 años!). “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12,
Deuteronomio 5:16, Marcos 7:10). Si usted ha hablado mal de su esposa, primero pida perdón a
Dios; luego pida perdón a su esposa; y por último, pida perdón a sus hijos. Pues “el que encubre
sus pecados no prosperará” (Proverbios 28:13). Luego comience a edificarla ante los ojos de sus
hijos (y de los suyos). (Vea el capítulo 4 “Punzadas de una espada”). Recuerde, se le hará difícil
reforzar el respeto para la madre de ellos si usted no honra a su esposa. “Vosotros, maridos,
igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7).
No permita que sus hijos se vuelvan desobedientes. “El hijo necio es pesadumbre de su padre”
(Proverbios 17:25). Muchos padres consienten a los hijos cuando tienen la oportunidad de verlos.
Esto sólo hará que su esposa lo resienta. Sus hijos están confusos por ahora, de modo que debe
darles clara dirección. (Para más conocimiento vea la lección 14 “La Instrucción de tu padre” en
A Wise Man Builds Upon a Rock: A Manual for Men. Este está disponible por medio de Restore
Ministries.) De nuevo, se le hará difícil enforzar esto si usted exhibe falta de control.
Concéntrese en ser un buen padre junto con su esposa aunque no vivan juntos.
Tenga cuidado de no tomar el camino “más fácil”. Puede parecer el camino más fácil, pero al
final es el camino que lleva a más tristeza, más pruebas, más dificultades, y más dolor de corazón
que los que ahora experimenta. Nosotros que hemos pasado por matrimonio difíciles, separación
y/o divorcio, queremos animar, pero también le advertimos contra cualquier idea, libro, u otras
personas que lo persuadirán a seguir el camino del mundo, que siempre termina en desastre. Si el
mundo lo aprueba, como cristianos, sabemos que es el espacioso camino que lleva a la
destrucción. Angosto es “el camino”, ¡y pocos son los que lo hallan! “Entrad por la puerta
estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son
los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13,14). Usted debe buscar ese camino angosto en todas sus
decisiones – la forma en que habla a los demás, la manera en que maneja las pruebas por las que
está pasando.
Por favor tenga cuidado de lo que lee. Los libros que se basan en la filosofía o que son escritos
por psicólogos o asesores matrimoniales le llenarán la mente de pensamientos destructivos.
Tenga cuidado de los libros que abarcan los siguientes temas como “amor firme”, “sazone su
matrimonio”, y los que enseñan la “codependencia”. Hemos visto el daño que han tenido estas
ideas en la destrucción de matrimonios y en los que los han consultado en desesperación. Mire a
Dios solamente y a los que piesan como usted para que lo alienten a defender su matrimonio. Por
favor vaya al Consejero (la Palabra de Dios), que es gratis, y ahórrese dinero y salve su
matrimonio. Aléjese de los “profesionales”. Todo profesional tiene sus métodos y creencias. Hay
muchos asesores matrimoniales y libros escritos sobre los problemas en el matrimonio. Si
supieran todas las respuestas, ¿por qué es que hay una epidemia de divorcios?
¿Dónde comienza? ¿Qué debe hacer? Comience a pasar su casa destruida a la roca.
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente,
que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
gopearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mateo 7:24,25).
“Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las
cámaras de todo bien preciado y agradable” (Proverbios 24:3,4).
Comience a alabar a Dios en todo. “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él,
sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15).
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4).
Aprenda a orar de verdad. “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese
en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”
(Ezequiel 22:30). Subyugue todo pensamiento. “Derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo” (2 Corintios 10:5).
Comience a renovar su mente para ser como la de Cristo y mire la situación como Dios la
ve, desde arriba. Obtenga A Wise Man Builds Upon a Rock: A Manual for Men y trabaje en él
con un amigo. Obtenga un “Libro de Promesas de la Biblia” en su librería cristiana local (muy
barato) y manténgalo en su maletín, en el escritorio en el trabajo, o en el guardaguantes de su
automóvil. Búsquese un lugar privado para orar si es que sus hijos o su esposa viven con usted.
Usted necesita un lugar designado de refugio para meditar sobre las promesas de Dios para usted.
Renueve su mente. Consiga varias tarjetas de 3x5 pulgadas y escriba varios versículos bíblicos
que pueda usar para renovar su mente, para luchar en el Espíritu (la Espada del Espíritu es la
Palabra de Dios), o para ir a ellas cuando experimente un ataque de ira, temor, duda, o mentiras.
Manténgalas siempre con usted y léalas una y otra vez. Deje de hablar tanto de sus problemas.
Oiga a Dios, lea su Palabra. El Salmos 1 le da una promesa: “en la ley de Jehová está su delicia,
y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que
da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará” (Salmos 1:2,3).
Hay ayuda. Esto quizás sea sólo el comienzo de su prueba. Le sugerimos que lea este material
repetidas veces y también A Wise Man Builds Upon A Rock: A Manual for Men de Restore
Ministries. Luego trabaje en él con un hombre que lo apoyará. Nosotros lo estamos apoyando
mientras usted batalla para salvar su matrimonio. “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor
paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que
cuando cayere, no habrá segundo que lo levante” (Eclesiastés 4:9,10). “Y las manos de Moisés se
cansaban. . . y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro” (Exodo
17:12). Arregle una rutina para las noches. De nuevo, para la mayoría este es un momento
difíficil para permanecer firme y no volverse a los bares u otros lugares en los que podría faltar
de cumplir con su compromiso.
Advertencia: No hable mal ni comparta nada sobre su esposa con nadie. No descuide su vida de
oración y su lectura personal de la Biblia. ¡Tenga extremo cuidado de no ser oído por sus hijos o
por su esposa si entran cuando usted menos lo espere!
¿Por cuánto tiempo? Muchos preguntaron cuánto tiempo duraría su separación o cuánto duraría
su prueba. Quizás le ayude si piensa en ello como un viaje: cuánto tiempo se tome depende de
usted. Cuando el Señor le muestre un área en la que Él está trabajando, trabaje “con Él”. Muchas
veces nos dejamos por la vida diaria. Esto también es una batalla espiritual en la que Satanás trae
las preocupaciones del mundo para ahogar la Palabra. Satanás también trae situaciones,
emergencias, otras crisis, que apartan nuestra atención para evitar que lleguemos a nuestro
destino – ¡que es restaurar nuestro matrimonio y nuestra familia!
Con mucha frecuencia nuestro camino parece haberse “estancado”. Entre más nos
estanquemos, más nos conformaremos con nuestra situación tal como esté. Esto no es decir que
podemos hacer que Dios haga las cosas antes de su tiempo, que no hemos de aprender a estar
conformes o que cuando Dios dice “espera” tenemos el poder de aligerar las cosas. Pero, muchas
veces Satanás nos engaña para que dudemos de dar el siguiente paso de obediencia. Si usted
fuera a dar un viaje y se detuviera a cada pocas millas para ver el mapa, o se detuviera para
llamar a la persona que le dio las direcciones, o regresara pensando que no dobló donde debía, le
tomaría más tiempo llegar a su destino. Sólo dé el primer paso de obediencia. Confíe en Él.
Espere en Él.
Oremos por usted ahora mismo. . . “Amado Señor, por favor dirige a este hermano
durante la dificultad en su matrimonio. Y sus oídos oirán una palabra detrás de él que le dice:
‘este es el camino, camina por aquí, cuando se vuelva a su derecha y cuando se vuelva a su
izquierda.’
Por favor dele seguridad cuando vea que caen a su lado mil y diez mil a su diestra.
Ayúdale a saber que si te sigue, Señor, no le pasará nada a él. Escóndelo bajo tus alas
protectoras. Ayúdalo a encontrar la senda estrecha que le llevará a la vida, la vida abundante que
tú tienes para él y para su familia. ¡Señor, te pedimos un testimonio de que este matrimonio
atribulado o quebrantado ha sido sanado, de modo que nuestro hermano pueda usarlo para tu
gloria! Te daremos toda la gloria y el honor. Amén.”
2
La Biblia dice
Buscad primeramente
“Buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas” Mateo 6:33
“Primer lugar”
¿Se ha enamorado alguna vez? ¿Quién es su primer amor? ¿Es su esposa, su trabajo, su
pasatiempo? ¿O son sus hijos o quizás un deporte? ¿Quién o qué es en realidad lo primero en su
vida? “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más
que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). La Escritura dice en Apocalipsis: “Pero tengo
contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:4).
¿Qué nos está diciendo nuestro Señor? Nos dice que no somos dignos de su amor cuando
ponemos a alguien o algo antes que nuestro amor por El o nuestra relación con El.
Usted ha de poner a El primero entre sus prioridades, primero en su día y primero en su
corazón. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33). ¿Qué es lo primero que hace usted por la mañana? ¿Qué debe hacer
primero?
Hágase estas preguntas: ¿Tienen valor eterno las cosas que pone en primer lugar?
¿Ayudará a aumentar su Reino lo que hará usted hoy? ¿Busca usted su justicia? Recuerde,
nuestras justicias son como trapo de inmundicia (Isaías 64:6).
¿Qué sucede cuando usted pone a alguien primero que el Señor? ¿Qué hace El para volver a
traerlo a El? “Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos…. Has
alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en tinieblas” (Salmo
88:8,18). Algunos han perdido a su esposa a otro hombre, han perdido a sus hijos, su trabajo.
¿A quién quiere usted agradar? Debemos tratar de agradar al Señor en vez de tratar de agradar a
nuestra esposa o a cualquier otra persona en nuestra vida. “Cuando los caminos del hombre son
agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Proverbios 16:7). “Deléitate
asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4).
¿Por qué no he de tratar de complacer a mi esposa? Ese fue el primer error que cometió el
hombre. Veamos algunos hechos bíblicos. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y
que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió; y dio también a su marido, el cual comió así con ella” (Génesis 3:6). ¿Por qué comió
Adán el fruto sabiendo que era un error hacerlo?
El hombre pecó a sabiendas. Es importante notar que la mujer no fue creada sino hasta Génesis
2:22, cinco versículos más tarde. Nunca vemos a Dios dando mandamiento a Eva directamente.
El asunto es que Eva fue engañada. Adán pecó a sabiendas.
La mujer fue creada para el hombre. Dios dio a Adán dominio sobre todas las cosas vivientes en
el huerto, incluso Eva. Eva fue creada para Adán, no Adán para Eva. “Y tampoco el varón fue
creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón” (1 Corintios 11:9). “Y dijo
Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18).
Adán nunca detuvo a Eva, aunque él estaba con ella. “Y dio también a su marido, el cual comió
así como ella” (Génesis 3:6). ¿Por qué? ¿Por qué comió él también? ¿Es posible que Adán
estuviera tratando de agradar a Eva?
¿Por qué no la detuvo? ¿Es que sólo quería dejarla hacer lo que quisiera hacer ella aunque
en su corazón sabía que era un error? ¿Y qué de usted? ¿Hace usted cosas sólo para agradar a su
esposa, sin siquiera considerar lo que Dios piensa de ello? ¿Permite usted que su esposa (o sus
hijos) hagan cosas que su corazón le dice que son un error?
¿Qué hace el hombre cuando las cosas salen mal? Una vez tomado en su error, ¿qué hace Adán?
“Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”
(Génesis 3:12). Le echa la culpa a Eva. ¡Fue su culpa! ¡El asunto es que él también le echa la
culpa a Dios! Bueno, no hay duda que Eva cometió un error al comer el fruto. Pero ¿por qué no
se le culpa por la caída del hombre si ella lo comió primero y luego se lo dio a Adán? ¿Por qué es
que el pecado no se le imputa a ella? “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron” (Romanos 5:12).
Eva fue engañada, pero Adán lo sabía. Adán era el responsable ante Dios. “Y al hombre dijo: Por
cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No
comerás de él” (Génesis 3:17). Hombres, nosotros somos los responsables ante Dios siempre que
obedecmos a la voz de nuestra esposa, si es que va en contra de lo que sabemos que es correcto.
Cuando la Palabra de Dios ha dicho algo distinto o cuando El nos ha dirigido de otra manera,
debemos caminar hacia la dirección correcta. El asunto es que nosotros los hombres hagamos lo
recto. No se trata de que si es lo que ella quiere o lo que nosotros queremos, debe ser lo que Dios
quiere.
Usted es el protector de su esposa. Nosotros los hombres hemos sido puestos sobre nuestra
esposa para protegerla, no para controlarla, intimidarla, ni usarla para nuestro placer. La mujer
fue engañada, por lo tanto Dios sabía que ella no estaba segura de las estratagemas engañadoras
de Satanás. Así que mandó al hombre a enseñorearse de ella. “A la mujer dijo: Multiplicaré en
gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; [esta fue su maldición] y
tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16). Como podemos ver, el
castigo de la mujer no fue el no tener que dar a luz, sino que lo haría con dolor.
De nuevo, es del “engaño” que usted debe proteger a su esposa. “Y Adán no fue
engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Timoteo 2:14).
Protección espiritual
Las mujeres en la iglesia. “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es
permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo,
pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación”
(1 Corintios 14:34,35). ¿Por qué las iglesias y los seminarios cristianos parecen atraer a más
mujeres que a hombres? Porque las mujeres tienen una profunda ansia de lo espiritual.
Bueno, entonces ¿dónde están los hombres? ¿Acaso no estamos supuestos a ser los
líderes? Si faltamos, entonces ¿quién está dirigiendo?
¿Es usted capaz de contestar las preguntas espirituales de su esposa? Quizás su esposa no
le está haciendo ninguna pregunta debido al deficiente ejemplo que usted ha dado como líder
espiritual. Como esposo y cabeza del hogar, ¿no le toca también proteger espiritualmente a su
esposa?
Mujercillas cautivas. ¿De quién recibe instrucción su esposa-de otra mujer mayor (vea Tito 2:3)
o de otro hombre? ¿Su esposa está aprendiendo cosas que usted debe estar enseñándole? “Porque
de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de
pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca
pueden llegar al conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 3:6, 7). Ciertamente, hay cosas que su
esposa necesita aprender de otro – de una mujer mayor – cosas como las que encontramos en el
libro de Tito, pero los asuntos espirituales deben ser enseñados por el esposo. ¿Está usted
preparado para un reto así? ¿Ha entregado usted su dirección espiritual al maestro del estudio
bíblico y a su predicador los domingos?
¿Mujeres débiles? Si un predicador se parara en el púlpito e insinuara que las mujeres son
débiles, podría muy bien dividir a la iglesia. El movimiento feminista nos ha indoctrinado tanto a
todos, a hombres y a mujeres, que todos nos sentimos ofendidos por tal insinuación. Sin
embargo, la Palabra de Dios dice en 1 Pedro 3:7: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil”. ¿Hemos de negar la forma en que
Dios creó a la mujer? Cuando así lo hacemos, la trataremos como igual, ¡igual de fuerte! Pero la
Palabra de Dios dice que los hombres deben vivir con su esposa de forma diferente, de una
manera comprensible, como vaso más frágil, puesto que es mujer.
Hónrela como coheredera. Si ella es más débil, ¿la hace eso una ciudadana de clase más baja en
el Reino de Dios? Leamos todo el versículo. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia
de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7). Dios hasta nos dice cuál
es el castigo para el esposo que falta en tratar correctamente a su esposa. Nuestras oraciones
serán estorbadas. De nuevo, debemos vivir con nuestra esposa de manera comprensiva, como
con un vaso más frágil, ¡siendo que ella es mujer!
Si me amas
Después de poner a Dios primero en su vida y comenzar a obedecer la Palabra de Dios,
ustede debe desechar toda falsa doctrina que dice: “Somos salvos por gracia, por lo tanto está
bien pecar porque ya no estamos bajo la ley.”
¿Sus obras lo niegan a El? “Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo
abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16). “¿Por qué me
llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46).
¿Hemos de seguir en pecado? “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos
aún en él? ¿Qué, pues¿ ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera” (Romanos 6:1,2,15).
La fe sin obras es muerta. “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no
tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la
fe sin obras está muerta” (Santiago 2:14,26). Las buenas obras son “el fruto” de nuestra
conversión.
Estas son las preguntas que debemos hacernos:
¿Sus obras niegan que usted es seguidor del Señor?
¿Le da la gracia licencia para pecar?
¿Debe usted, como creyente, tener buenas obras?
Confiese sus pecados. Si esta es la forma en que usted pensaba antes de aprender estos
versículos, haga como dice la Escritura: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos
por otros, para que seáis sanados” (Santiago 5:16).
Nunca te conocí. Muchos creen que pueden vivir como quieran y luego entrar al cielo al morir.
¿Eso es verdad? “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Maeo 7:22,23).
Obediencia a su Palabra
“La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales
lugares de reunión; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. ¿Hasta cuándo,
oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán
la ciencia? Voleos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré
saber mis palabras. Por cuanto llamé, y no quisisteis oir, extendí mi mano, y no hubo quien
atendiese, sino que desechasteis todo cosnejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me
reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como
una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un tobellino; cuando sobre
vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de
mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de
Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su
camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará,
y la prosperidad de los necios los echará a perder; mas el que me oyere, habitará confiadamente y
vivirá tranquilo, sin temor del mal” (Proverbios 1:20-33).
La obediencia brota del corazón: “Habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la
cual fuisteis entregados” (Romanos 6:17). Y otra vez: “Porque Jehová no mira lo que mira el
hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1
Samuel 16:7).
La obediencia necesita ser probada: “No os sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido” (1 Pedro 4:12).
La obediencia purifica su alma: “Habiendo purificado vustras almas por la obediencia a la
verdad” (1 Pedro 1:22).
La obediencia hará que las cosas le salgan bien: “Escuchaz mi voa, y seré a vosotros por Dios, y
vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Y
no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su
corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante” (Jeremías 7:23,24).
Su desobediencia en realidad alaba al malvado: “Los que dejan la ley alaban a los impíos; mas
los que la guardan contenderán con ellos” (Proverbios 28:4).
Las oraciones del desobediente no serán oídas: “El que aparta su oído para no oir la ley, su
oración también es abominable” (Proverbios 28:9).
Nuestro ejemplo es Cristo
El fue obediente hasta la muerte: “Cristo Jesús. . . se humilló a sí mismo, haciéndose
obediendte hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:5-11).
El aprendió a obedecer: “Y Cristo. . . por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreos 5:7-
10).
El fue obediente y sumiso a su autoridad: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no
sea como yo quiero, sino como tú. . . . Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la
beba, hágase tu voluntad” (Mateo 26:39, 42).
El secreto del triunfo. “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que
guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi
pecado, que es grande. ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha
de escoger. Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de
Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto” (Salmo 25:10-14).
Desafortunadamente la mayoría disputan la verdad, lo que Dios dice es su propia
destrucción. “Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones
acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. Al hombre que cause divisiones, después de
una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado
por su propio juicio” (Tito 3:9-11).
En vez de buscar la verdad, quieren que los demás estén de acuerdo con sus falsas ideas o
decisiones comprometedoras. “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino
que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
y apartarán de la verdad el oído y se volverán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3-4).
La obediencia nos hará libres
Recuerde que solo el que esté sin culpa será liberado. “El que en integridad camina será salvo;
mas el de perversos caminos caerá en alguno” (Proverbios 28:18).
Dios ve y bendice lo que usted hace. “Y tuya, oh Señor, es la misericordia; porque tú pagas a
cada uno conforme a su obra” (Salmo 62:12).
Tenga cuidado de su locura. “Para que no vuelvan a la locura. Ciertamente cercana está su
salvación a los que le temen, para que habite la gloria en nuestra tierra” (Salmo 85:8-9).
Oiga y tema. “El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas es que teme el
mandamiento será recompensado” (Proverbios 13:13).
Busque y siga la sabiduría. “El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en
sabiduría será librado” (Proverbios 28:26).
Tenga disciplina de sí mismo en su obediencia a su Palabra. “No seáis como el caballo, o como
el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con abestro y con freno, porque si no, no se
acercan a ti” (Salmo 32:9).
Si usted no obedece, El lo disciplinará. “No moriré, sino que viviré, y contaré la obras de JAH.
Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte” (Salmo 118:17,18).
Dios es fiel a su Palabra. “Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios, si
profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, entonces castigaré con vara su
rebelión, y con azotes sus iniquidades” (Salmo 89:30-32).
Ahora inclinemos todos el rostro y oremos en voz alta algunos versículos del Salmos 51:
“Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis
rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he
hecho lo malo delante de tus ojos. . . crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un
espíritu recto dentro de mí. . . Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu
salvación, y espíritu noble me sustente. Entonces enseñeré a los transgresores tus caminos, y los
pecadores se convertirán a ti. . . Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
¡Que Dios le ayude a esforzarse más para ser como Cristo!
Compromiso personal: Poner al Señor primero en mi vida. “Basado en lo que he aprendido en la
Escritura, me comprometo a buscar primeramente su reino y su justicia. Demostraré al Señor, y a
los demás, mi compromiso con El al obedecer su Palabra”.
Fecha: ______________ Firma: __________________
3
Lo que la Biblia dice sobre
El hombre airado
“Mejor es el que tarde en airarse que el fuerte;
y el que se enseñorea de su espíritu,
que el que toma una ciudad” Proverbios 16:32
Pregúntese: “¿Soy un hombre iracundo?”
Si usted contestó que “no”, si alguien hiciera esa pregunta a su esposa, a sus hijos o a los
que trabajan con usted ¿dirían ellos también que no? La ira se menciona 266 veces en la Biblia.
La mayoría es con referencia a la ira de Dios hacia los que pecan repetidamente sin arrepentirse.
Algunos predicadores nos dicen que se nos manda a airarnos. ¿Es verdad esto? Busquemos la
sabiduría de Dios en su Palabra tocante a la ira.
Hombres iracundos
Caín airado. Han habido muchos relatos de hombres llenos de ira en la Escritura y de las
consecuencias sufridas por los que no pudieron dominar su ira. Estos hombres trataban de
“sobreponerse” a su ira. Satanás los engañó porque para dominar la ira usted primero debe
inclinarse en humildad. “Pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se enseñó Caín
en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado,
y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y té te enseñorearás de él” (Génesis 4:5-
7).
Moisés
Moisés airado. Moisés fue un hombre que Dios usó poderosamente, sin embargo su ira a veces se
interponía. “Mas ellos no obedecieron a Moisés. . . y se enojó contra ellos Moisés” (Exodo
16:20). Muchas veces se enojó por la desobediencia y pecaminosidad de los que debía dirigir
hacia la tierra prometida. ¿Se ha enojado usted alguna vez con los que le ha sido asignados para
dirigir? “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca” (Proverbios
29:22).
“Y Moisés. . . se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos que habían quedado de Aarón”
(Levítico 10:16).
“Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni
aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal” (Números 16:15).
“Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de
centenas que volvían de la guerra” (Números 31:14).
“Y descenderán a mí todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Vete, tú y
todo el pueblo que está debajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salió muy enojado de la
presencia de Faraón” (Exodo 11:8).
“Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la
ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte” (Exodo 32:19).
Hombres, ¿alguna vez han lanzado algo cuando estaban enojados? No cometan el error
de usar la ira de Moisés como excusa para su propia ira. La verdad es que Dios lo usó
poderosamente a pesar de su debilidad. Pero excusar el pecado es ponerse en campo peligroso.
Inclinado al mal. “Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es
inclinado al mal” (Exodo 32:22). Todos los miembros de su familia se inclinan al mal. Ellos
necesitan de sus oraciones para ayudarles a mantener rectos sus caminos. Batalle por ellos
correctamente. Enséñeles a batallar correctamente. “Porque no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Esclavos del pecado. ¿Es usted esclavo del pecado? “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias” (Romanos 6:16).
Sí, Moisés fue usado poderosamente, pero su ira lo hizo perder la bendición de entrar a la
Tierra Prometida.
Venceremos. ¿Es la ira el único pecado en su vida, o hay otros pecados como
inmoralidad, avaricia, borrachería, o indecencia? “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú
también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de
Cristo” (Romanos 14:10).
Jonás
Iracundo Jonás. “Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó” (Jonás 4:1). “Y
Jehová le dijo [a Jonás]: ¿Haces tú bien en enojarte tanto?” (Jonás 4:4). Después que se calma,
¿se sorprende al darse cuenta lo estúpido que fue enojarse tanto por algo tan pequeño e
insignificante?
“Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho
me enojo, hasta la muerte” (Jonás 4:9). ¿Alguna vez ha tenido usted una buena razón para
enojarse con su esposa, sus hijos, su trabajo?
¿Qué dijo Jesús sobre la ira? “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano,
será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su h ermano, será culpable ante el
concilio; y cuaqluiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:22).
¿Se refería Jesús solo a la ira contra el hermano de la persona? No, hablaba de cualquiera, aun
su esposa o sus hijos. ¿Quiere eso decir que usted es culpable para merecer ir al infierno? Sí, eso
quiere decir. Pero como cristianos que somos, Cristo nos salvó de las consecuencias de nuestro
pecado porque El nos limpia de nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). El versículo
dice “si” confesamos. El asunto es, ¿ha confesado usted al Señor su Salvador este pecado de la
ira? ¿Lo ha confesado a los que ha ofendido? Necio es una palabra que en griego significa “sin
valor”. ¿Alguna vez ha dicho a su esposa o a sus hijos que no valían nada? Entonces es culpable
del infierno, a menos que se arrepienta. si usted cree que perderá el respeto de ellos al pedirles
que lo perdonen, hágalo y vea. Quizás le den el respeto que usted ha deseado de ellos desde hace
mucho tiempo.
Temperamentos iracundos. “Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y
yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras,
ivisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes” (2 Corintios 12:20). ¿Qué
encontrarían sus hermanos en Cristo si entraran a su casa u oficina sin anunciarse primero?
¿Mandados a airarse? Muchos predicadores han usado el siguiente versículo para decir a los que
quieren que se les cosquilleen los oídos que en realidad se nos manda a airarnos. Tomado fuera
de contexto esto parecería cierto. Pero cuando se busca la verdad, sólo se necesita leer todo el
versículo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo. . . ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios.
. . quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:26-32). La ira es una reacción natural cuando alguien
nos ofende, o más bien es una reacción carnal. Pero como seguidores de Cristo, se nos dice que
caminemos en el Espíritu. “Digo, pues, andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne” (Gálatas 5:16).
Camine en amor. “Sed, pues imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante” (Efesios 5:1,2).
La familia esparcida. “Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura” (Génesis 49:7). ¿Ha
sido esparcida su familia? ¿Salen sus hijos de la casa o juegan con sus amigos porque le tienen
miedo a su ira cuando usted está en casa? ¿Han salido del hogar sus hijos adolescentes o adultos
jóvenes debido a su ira? “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos
en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).
Lento para la ira
Dios nos dice que El es lento para la ira. “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó:
¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad” (Exodo 34:6). “Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la
iniquidad y la rebelión” (Números 14:18). “Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la
ira, y grande en misericordia” (Salmo 145:8).
Lento o pronto para la ira, ¿qué es usted? Dios describe la diferencia entre un hombre que sigue a
Dios y uno que no. ¿Exalta usted la necedad? Si usted es pronto a airarse, sí. “El que tarda en
airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”
(Proverbios 14:29).
¿Promueve usted la discordia o calma las contenciones? “El hombre iracundo promueve
contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla” (Proverbios 15:18).
¿Es usted mejor que los poderosos? “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el
que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).
El hombre airado no logra la justicia de Dios. “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia
de Dios.” Santiago 1:19,20.
Cómo lograr control de su ira
Teniendo cordura. “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la
ofensa.” Proverbios 19:11. ¿Cómo se adquiere la cordura? “Yo, la sabiduría, habito con la
cordura, y hallo la ciencia de los consejos.” Proverbios 8:12.
Teniendo sabiduría. “Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios
apartan la ira.” Proverbios 29:8. ¿Dónde se encuentra la sabiduría? En su temor del Señor. “El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová….” Salmos 111:10. “El temor de Jehová es el
principio de la sabiduría.” Proverbios 9:10.
No hay nada que nadie pueda hacer para controlarlo a usted. “El de grande ira llevará la pena; y
si usa de violencias, añadirá nuevos males.” Proverbios 19:19.
¿Es éste usted en su hogar? “Como rugido de cachorro de león es el terror del rey; el que lo
enfurece peca contra sí mismo.” Proverbios 20:2.
El enojo produce contienda. “Ciertamente el que bate la leche sacará mantequilla, y el que recio
se suena las narices sacará sangre; y el que provoca la ira causará contienda.” Proverbios 30:33.
¿Está el enojo batiendo constantemente dentro de usted? ¿Es que todo el mundo tiene que andar
pisando suave porque usted puede estallar en cualquier momento? “Mejor es un bocado seco, y
en paz, que casa de contiendas llena de provisiones.” Proverbios 17:1.
¿Está usted practicando las obras de la carne o el fruto del Espíritu? “Y manifiestas son las obras
de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo
he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra
tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:19-23.
¿Está practicando usted el fruto del Espíritu, o se pasa usted el tiempo practicando su
enojo? “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de
maldad. Mateo 7:21-23.
¿Tiene usted un espíritu contencioso? “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo
que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para
con todos, apto para enseñar, sufrido.” 2 Timoteo 2:23,24. ¿Es usted un “sabelotodo”? ¿O tiene
usted un comentario contrario a todo lo que los demás dicen? Dios nos dice: “Ponte de acuerdo
con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te
entregue al juez.” Mateo 5:25. ¡Cuidado con la corte del divorcio!
¿Es usted un respondón? “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en
todo, que no sean respondones.” Tito 2:9. Como siervo de Jesús, usted le debe el ser agradable
en todo.
¿Hay contienda en su hogar? Otra vez: ? “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de
contiendas llena de provisiones.” Proverbios 17:1. ¿Son sus hijos bulliciosos e inquietos?
Ayude a que sus hijos permanezcan callados; eso no le toca a su esposa. (Para más
conocimiento, lea la lección “Las instrucciones para el padre.” Pues, “Mi pueblo fue destruido,
porque le faltó conocimiento.” Oseas 4:6.
¿Pelea usted a veces con su esposa? “El que comienza la discordia es como quien suelta las
aguas; deja, pues, la contienda, antes que se enrede.” Proverbios 17:14. El mundo, y los que se
creen “expertos” en el matrimonio, nos dicen que una buena pelea es hasta saludable para el
matrimonio. ¡No vaya usted a creelo!
Lo que dice la Biblia sobre
Golpes de espada
“Hay hombres cuyas palabras
son como golpes de espada;
mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 12:18.
Dios habló y el mundo llegó a existir. El Señor nos dijo que seríamos juzgados por toda
palabra que hablemos. Sin embargo, el mundo nos manda a decir lo que pensamos. Cuando
exploramos las Escrituras, ¿qué tuvo que decir Dios sobre la lengua? Sígame mientras juntos
descubrimos la verdad:
LA LENGUA, PEQUEÑA PERO MORTAL Inflamada por el infierno. “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de
grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un
fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo
el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno” Santiago
3:5-6.
Nadie puede domar la lengua. “Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal
que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con
ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca
proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente
echa por una misma abertura agua dulce y amarga?” Santiago 3:8-11. Pero gracias al Señor que
“nada hay imposible para Dios” Lucas 1:37.
El Señor sabe. Aquí hay un pensamiento grave: “Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he
aquí, oh Jehová, tú la sabes toda” Salmos 139:4.
¡Necesitamos un freno! “Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua;
guardaré mi boca con freno” Salmos 39:1. Tenga cuidado de lo que dice. Nosotros podemos
tener gran fuerza física, ¿pero qué de la fuerza necesaria para el dominio propio?
Quebranta el espíritu. “La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es
quebrantamiento de espíritu” Proverbios 15:4. ¿Son apacibles las palabras que usted dirige a su
esposa, a sus hijos, o en su lugar de trabajo? Pregúntese si usted ha quebrantado el espíritu de
los que ha de proteger.
Lo que decimos
“La boca del justo producirá sabiduría; mas la lengua perversa será cortada” Proverbios
10:31.
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios
es medicina” Proverbios 12:18.
“El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias” Proverbios 21:23.
Esta declaración está clara. Lo que usted dice es importante. “Porque por tus palabras
serás justificado, y por tus palabras serás condenado” Mateo 12:37.
“No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre” Mateo 15:11.
“…dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
deshonestas de vuestra boca” Colosenses 3:8.
“El entendido en la palabra hallará el bien” Proverbios 16:20.
Si usted ha abusado de su esposa con sus palabras y con su actitud hacia ella, Dios es fiel.
Él ofrece una cura:
“Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos.”
Proverbios 16:24.
“La dulzura de labios aumenta el saber.” Proverbios 16:21.
“Los labios justos son el contentamiento de los reyes, y éstos aman al que habla lo
recto.” Proverbios 16:13.
“Hablando entre vosotros con Salmoss, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones” Efesios 5:19.
¿Ha madurado usted? ¿O todavía se comporta como un niño al decir cosas que lastiman a
otros? Una de las mentiras más grandes que aprendimos cuando éramos niños es “Palos y
piedras pueden romperme los huesos, pero las palabras nunca me lastimarán.” Probablemente
todavía no nos hemos recobrado de algunas de las palabras que se nos dijeron cuando éramos
niños. ¿Ha lastimado a su esposa o a sus hijos con sus palabras? “Cuando yo era niño, hablaba
como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era
de niño” 1 Corintios 13:11.
Cómo respondemos
La blanda respuesta. Cuando el enojo o la ira van dirigidos a nosotros, Dios nos dice la
respuesta que como cristianos debemos dar para glorificarlo a Él. “La blanda respuesta quita la
ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” Proverbios 15:1.
Piensa para responder. ¿Usted piensa antes de hablar? “El corazón del justo piensa para
responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas” Proverbios 15:28. ¿Usted derrama
malas palabras sobre los demás? Si así es, ¡las Escrituras dicen que usted tiene la boca de los
impíos!
Fatuidad y oprobio. ¿Usted escucha a medias o interrumpe a la otra persona antes que tenga la
oportunidad de hablarle o preguntarle algo? “Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad
y oprobio” Proverbios 18:13. Dé a su esposa la oportunidad de desahogarse. Hágale preguntas
para estar seguro de que entiende lo que ella está tratando de decirle y por qué. ¿Ella necesita
empatía? Préstele oído y entendimiento. O, quizás ella necesite ayuda para discernir algo que una
simple conversación pueda lograr.
Muchas veces su esposa no quiere que usted arregle sus problemas. Ella necesita y quiere
comprensión y estímulo. Esto algunas veces exige de mucha paciencia, pero la paciencia es
prueba de su amor. “El amor es sufrido”1 Corintios 13:4. ¿Está haciendo todo lo que pueda para
ser paciente con su esposa? ¿Prueba su amor por ella al ser paciente y comprensivo? “Vosotros,
maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente” 1 Pedro 3:7.
Lavados por la Palabra. ¿Bendice usted a su esposa con la Palabra de Dios y con sus propias
palabras edificantes? Si no, entonces usted no está experimentando la bendición de una esposa
santa y sin mancha. “Maridos, amad a vuestras mujeres, así com Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua
por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante” Efesios 5:25-27.
Cuánto se debe decir
Las muchas palabras. Cuando se habla y se discute mucho no se puede evitar la transgresión
(una violación de la Ley de Dios). “En las muchas palabras no falta pecado” Proverbios 10:19.
Como el líder, conduzca correctamente las largas discusiones a una conclusión. Esto no quiere
decir que usted ha de interrumpir a su esposa cuando le toca hablar a ella, o que soltará una
hiriente “bomba” y luego dirá que el asunto ha terminado. Debe estar seguro de que la
comprende. Mire que ella sepa lo que usted hace dándole una respuesta positiva y amorosa. La
mayoría de las mujeres siguen hablando porque no creen que han sido oídas o porque no creen
que han sido comprendidas.
Si hay que tomar una decisión (pero, de nuevo, por lo regular la esposa sólo quiere que se
le oiga y comprenda), entonces dé una respuesta discreta, con respeto.
Guarde su boca. ¿Acaso usted siquiera piensa en guardarse en lo que dice a los demás,
especialmente a su esposa? Los demás nos dicen que digamos lo que pensamos y que
compartamos lo que pensamos, pero Dios dice que “el hombre prudente calla” Proverbios 11:12;
y “el que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad”
Proverbios 13:3.
Contado por sabio. En realidad, Dios dice que cuando no decimos nada practicamos sabiduría y
parecemos sabios. “Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es
entendido” Proverbios 17:28. Más de esto. “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que
es más de esto, de mal procede” Mateo 5:37. Asiente con la cabeza cuando su esposa le esté
hablando. Ella pasará mucho menos tiempo tratando de ser oída y comprendida. Si usted
mantiene los ojos y la mente puestos en lo que ella está tratando de decirle, en vez de mirar la
televisión, leer el periódico, o pensar en otra cosa, su conversación satisfacerá la necesidad de su
esposa de ser oída y comprendida.
Profanas pláticas. “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas
pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual
profesando algunos, se desviaron de la fe” 1 Timoteo 6:20. Cuando usted debe decir algo, no
necesita discutir su punto. Sólo declare su decisión basada en la oración y la dirección de Dios.
Debe resistir usar su autoridad para salirse con la suya. Su decición debe ser dirigida por el
Señor. Cuando su esposa vea que su corazón se esfuerza por seguir el camino correcto, el camino
del Señor, entonces dejará de tratar de controlarlo o manipularlo.
Sea conforme, deje de murmurar
Haced todo… “Haced todo sin murmuraciones y contiendas” Filipenses 2:14. ¿Se encuentra
usted murmurando por una tarea antes de hacerla? Ahora, si es algo que usted debe hacer,
¡hágalo sin murmurar ni contender! Pero, si se le está “acorralando” para que haga algo que
usted no cree que debe hacer, no lo haga. Recuerde el problema en que se metió Adán (y todos
nosotros). “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de
que te mandé. . .” Génesis 3:17. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no hace, le es pecado” Santiago
4:17.
Cualquiera que sea la situación. ¿Es usted una persona que tiene que quejarse de todo lo que le
sucede? Debe aprender a contentarse. “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación” Filipenses 4:11. ¿Da usted un buen ejemplo a su
esposa y a sus hijos? ¿Demuestra usted, como la cabeza del hogar, cómo contentarse o cómo
murmurar y quejarse?
Gran ganancia. “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” 1 Timoteo
6:6.
¿Está usted contento? “. . . contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te
desampararé, ni te dejaré” Hebreos 13:5. ¿Está usted conforme con lo que tiene, o trata
constantemente de mejorar todos sus “juguetes” y posesiones?
Quebrantamiento de espíritu. Proverbios también nos dice lo que puede hacer lo que decimos
al espíritu de nuestra esposa. “La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es
quebrantamiento de espíritu” Proverbios 15:4. ¿Es su esposa menos afectuosa con usted de que
lo que era antes? Quizás sin darse cuenta es usted el que ha quebrantado el espíritu de ella.
¿Discutir es algo bueno para el matrimonio?
Un bocado seco. Algunos “expertos” dicen que discutir en realidad puede ser bueno para un
matrimonio. ¿Qué dice Dios? “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena
de provisiones” Proverbios 17:1. Contienda se define como una lucha prolongada por obtener
poder o superioridad. No debe haber ninguna lucha por poder o superioridad si cada uno en la
familia sabe cuál es su función y cada uno se concentra en cumplir con esa función. La contienda
surge cuando se descuidan estos deberes o cuando cada uno está muy ocupado viendo que la otra
persona esté haciendo lo que de debe hacer.
Sobre el tema de la quietud, ¡mire que sus hijos estén quietos y bajo control suyo! No es
sólo la responsabilidad de su esposa mantenerlos quietos. Su presencia debe garantizar respeto y
silencio. (Vea la Lección 14 “Las instrucciones de papá” en el Manual para los hombres.)
Abandone la contienda. ¿Debe abandonar la contienda o debe perseverar hasta ganar? “El que
comienza la discordia es como quien suleta las aguas; deja, pues, la contienda, antes que se
enrede” Proverbios 17:14. De nuevo, usted no necesita luchar, discutir, ni probar ser la cabeza
del hogar. Dios le ha dado el lugar de líder. Este no es un lugar de orgullo, o arrogancia. Su
dirección ha de ser usada para guiar, proteger, y manejar a su familia sabiamente bajo la
dirección de Dios.
Cualquier necio contenderá. “Los labios del necio traen contienda; y su boca los azotes llama”
Proverbios 18:6. Su esposa quizás hasta trate de golpearlo si sus palabras son extremadamente
dolorosas para ella. Por supuesto que no puede contra usted. Luego esto puede llegar a ser una
situación de abuso. Recuerde, ¡abandone la contienda antes que irrumpa! Ella no tiene razón en
tirar el puñetazo, o quizás hasta en comenzar la pelea verbal, pero usted ha de ser el líder y
salvador del cuerpo. “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” Efesios 5:23. Recuerde que “honra es del
hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella” Proverbios 20:3.
Ser desleal. “Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él
abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos,
pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud” Malaquías
2:14-15.
Si usted ha sido desleal con su esposa, ¡Dios le está diciendo que usted no tiene ni una
traza de su Espíritu! Examinémonos detenidamente y arreglemos nuestras cuentas con Dios,
entonces nuestra relación con nuestra esposa seguirá.
Cubre de iniquidad su vestido. “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el
repudio, y al que cubre de iniquidad su vestito, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en
vuestro espíritu, y no seáis desleales” Malaquías 2:16. La deslealtad en la traducción del hebreo
se define como tratar con engaño, infiel, ofender, transgredir, o apartarse. (Hay un capítulo
entero dedicado a esta Escritura. Señores, ¡aquí sólo estamos preparándonos!)
Cubrir su vestido de iniquidad se define como violencia, ganancia injusta, cruel,
injusticia, un opresor. Muchos hombres se encuentran en una batalla física o emocional con su
esposa. Todos hemos visto o hemos conocido a mujeres que tratan de comportarse duras como
hombres, pero ¿lo son? ¿Podrán serlo jamás? Mire a las mujeres escultistas y compárelas con los
hombres escultistas. En otros deportes, ¿pueden los hombres y las mujeres competir justamente?
Dios nos da una apariencia externa que nos muestra que las mujeres y los hombres son creados
para ser diferentes.
¿Alguna vez ha visto a una exitosa mujer de negocios que se echa a llorar? Pero, cuando
esto sucede nos asombramos. En realidad, por su apariencia externa quizás nos habremos
engañado al pensar que era tan dura o más dura que cualquier hombre. Es la esperanza de este
ministerio que su esposa, después de ver un cambio en usted, deseará leer el Libro para las
mujeres. Esto la animará a desarrollar un espíritu manso y quieto, permitiéndose ser el vaso más
frágil. Pero ¿cómo responderá usted a ella? ¿La quebrantará o la atesorará? (Proverbios 15:4,
Efesios 5:29.)
Póngase de acuerdo, especialmente con su esposa
Póngase de acuerdo. Uno de los principios más importantes que enseña el Nuevo Testamento
tiene que ver con ponerse de acuerdo con los demás, especialmente cuando la otra persona está
enojada. “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino”
Mateo 5:25. Escuchar y asentir con la cabeza ayudará mucho cuando alguien está enojado o
frustrado. Son tantas las veces que hacemos el papel del “abogado del diablo” tratando de
mostrar a la persona el otro lado del argumento. (¡La expresión solamente debería advertirnos de
las consecuencias!) Dé a su esposa la oportunidad de compartir sus pensamientos, sus
sentimientos, y sus frustraciones. Tome su lado. No alimente el fuego.
Dividido contra sí mismo. Satanás hace todo lo que puede para iluminar las áreas en las que no
están de acuerdo para poder dividir y conquistar a su familia. “Todo reino dividido contra sí
mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá” Mateo 12:25.
Y, “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae”
Lucas 11:17. “Honra es del hombre dejar la contienda; mas todo insensato se envolverá en ella”
Proverbios 20:3.
De acuerdo. Este versículo le muestra por qué el desacuerdo entre las parejas cristianas es tan
importante para Satanás. “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la
tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”
Mateo 18:19. Cuando no nos ponemos de acuerdo como pareja, en realidad nos cancelamos el
uno al otro. Por ejemplo, si ambos votan por candidatos opuestos, mejor sería que se quedaran en
casa. “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para
enseñar, sufrido” 2 Timoteo 2:23-24.
Las obras de la carne son manifiestas. Cuando nuestro comportamiento es carnal, es
manifiesto a los demás cristianos, y ciertamente a Dios. “Y manifiestas son las obras de la carne.
. .pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones. . . envidias” Gálatas 5:19-21. “Si alguno enseña
otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que
es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas
de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de
hombrs corruptos de entendimiento y privados de la verdad” 1 Timoteo 6:3-5.
El fruto del Espíritu. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5:22,23. “Exhorta a
los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones” Tito 2:9.
Como cristiano, usted es siervo de su esposa. Usted, como siervo de Cristo, necesita agradarlo a
Él.
Y, abandone la contienda antes que irrumpa. No necesita probarse a sí mismo, ni hacer
que su esposa esté de acuerdo con su manera de pensar. “Todo hombre sea pronto para oír, tardo
para hablar, tardo para airarse” Santiago 1:19.
La ira del hombre. Usted ha oído a algunos decir que siendo que Jesús se airó y dio vuelta a las
mesas en el templo, nosotros podemos airarnos. “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre
sea pronto para oir, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la
justicia de Dios” Santiago 1:19,20.
Otra vez, ¡pónganse de acuerdo! Deben tratar de encontrar el área de acuerdo en vez del punto
de desacuerdo. “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” Mateo
18:19. Encárguese del desacuerdo. Asiente con la cabeza, busque los puntos en los que están de
acuerdo, y expréseselos a ella en voz alta. Las esposas quieren ser oídas, todos quieren eso. Es
por eso que las personas alzan la voz y comienzan a gritar lo que quieren decir. Quieren ser oídos
y comprendidos. Tome tiempo para considerar las áreas en las que están de acuerdo y muévase
en esa dirección.
Una lengua mentirosa
Jehová la aborrece. Leamos el libro de Proverbios, que nos dice mucho sobre el mentir. “Seis
cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las
manos derramadoras de sangre inocente (aborcionistas)” Proverbios 6:16-18. Dios no sólo
aborrece la mentira y la considera abominación, ¡sino que compara al mentiroso con un
aborcionista!
Engañosa. “Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta” Salmos
120:2. Cuando alguien, digamos su esposa, lo toma en una mentira (o lo que usted llama una
mentirilla), ¿la niega usted? ¿Dice la verdad? ¿Debate sobre lo que dijo exactamente y tratar de
torcer la verdad a favor suyo? Recuerde, engaño está en la definición de tratar fraudulentamente
con su esposa.
Padre de la mentira. Y por último, nunca mienta, porque el diablo es el padre de la mentira, y
es una abominación a Dios. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y el
padre de mentira” Juan 8:44. Recuerde, ¡la verdad lo hará libre!
Imposible de controlar cuando bebe
No es sabio. “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no
es sabio” Proverbios 20:1. La persona intoxicada por los efectos del alcohol no es sabia. El
pecado no es beber el alcohol. Es el efecto del beber. Lo que diga lo burlará después. “Sino que
desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra
calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis” Proverbios 1:25,26. “No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución (frívola diversión); antes bien sed llenos del
Espíritu” Efesios 5:18.
Hablará perversidades. “¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas?
¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado en los ojos?
Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al
vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como
serpiente morderá, y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón
hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta
de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando
despertare, aún lo volveé a buscar” Proverbios 23:29-35.
La persona que bebe demasiado no es un alcohólico. Beber en exceso no es una
enfermedad; es un pecado. Confiese su pecado si es que está atado con las cuerdas del alcohol. Si
usted vuelve a caer, siga confesando su pecado y clamando a Dios que lo libre.
Lo que sale. “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre” Mateo 15:11. Si lo que está metiéndose hace que sus labios transgredan,
entonces debe parar. Hágalo por su esposa, sus hijo, o por los demás que lo rodean. ¡Confiese su
pecado y pase a la victoria! “Y la verdad os hará libres” Juan 8:32. ¡Aleluya!
En resumen. . .
1. Sepa cuánto dice: Con las muchas palabras es inevitable la transgresión. Más bien, deje
que su comunicación sea Sí, sí o No, no – más de esto llevará a la maldad.
2. Tenga cuidado de lo que dice: ¡por sus palabras usted será justificado y por sus
palabras será condenado!
3. No contienda: ¡póngase de acuerdo con su adversario pronto!
4. ¿Cómo hemos de contestar? Dé una respuesta suave, pondere (piense un rato) cómo
contestar, y no conteste antes de escuchar, ¡es necesidad y deshonra!
5. Apénda a estar contento en cualquier circunstancia que se encuentre.
6. Si es necesaria la sanidad: recuerde, las palabras suaves son panal de miel, suavidad al
alma y medicina para los huesos, y la dulzura de habla añade persuasión.
7. Usted debe andar en el Espíritu y dejar de hacer su propia voluntad. “Digo pues:
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. . . y éstos se oponen entre sí, para
que no hagáis lo que quisiereis” Gálatas 5:16,17.
8. La regla que le ayudará a guiarse es ésta: cualquiera cosa que se nos haga fácil hacer
en la carne es de la carne. Lo que sea difícil hacer y que nos obligue a depender de la fortaleza
del Espíritu Santo, eso es caminar en el Espíritu.
Procure parecer sabio guardando silencio.
Deje que sus palabras sean amorosas y pacientes.
Ame a su esposa como Cristo ama a su Iglesia.
Compromiso personal: Abrir la boca con sabiduría y sanidad. “Basado en lo que he aprendido de
la Palabra de Dios, me comprometo a permanecer paciente, a esperar antes de responder, y a ser
dulce en todas mis palabras, especialmente con mi esposa y mis hijos.”
Fecha: ______________________ Firma:______________________________
¡Que Dios le ayude a esforzarse más para ser como Cristo!
5
La Biblia pregunta
¿Ha sido desleal?
“Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu
juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu
compañera, y la mujer de tu pacto”
Malaquías 2:14.
¿Ha sido desleal con su esposa?
Quizás esa pregunta sea difícil de contestar porque usted no está exactamente seguro de
lo que quiere decir la Biblia con ser desleal. Si consultamos la concordancia de Strong, la palabra
desleal, “bagad” quiere decir comportarse furtivamente, saquear, tratar engañosamente,
ofender, transgredir, abandonar, ser infiel.
La definición de la palabra desleal en el diccionario Larousse es: Falto de lealtad, infiel,
malvado, pérfido, traidor.
Ahora que tiene la definición, ¿qué de ello? ¿Ha cometido usted alguna de estas ofensas
contra su esposa? Tomemos cada una de estas ofensas y examinémoslas cuidadosamente. Esto
no tiene la intención de condenarlo, sino más bien llevarlo a la convicción. Hasta que no haya
convicción y usted considere su comportamiento como pecado, no puede haber arrepentimiento.
Y sin arrepentimiento, no puede haber misericordia. Sin misericordia, no hay gracia. Y,
hermano, todos necesitamos toda la gracia que se nos pueda dar. Podemos negar nuestros
pecados todo lo que querramos, pero eso nunca va a traernos el cambio necesario. ¡Es necesario
que usted sea el esposo que su esposa necesita (y que se merece)! Si está listo, sigamos adelante.
Comportarse furtivamente. La definición de furtivo es escondido, secreto, o disfrazado.
¿Cuántas veces usted ha escondido o ha hecho cosas en secreto? “Mas todas las cosas, cuando
son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta
todo” Efesios 5:13. Usted pudo haberlo encubierto de todos, hasta de su esposa, pero hay Uno de
quien no puede esconderse. “Y dijeron: No verá JAH” Salmos 94:7, “Jehová no ve” Ezequiel
9:9. Si usted ha hecho cosas en secreto, entonces ha sido desleal con su esposa.
Saquear es el acto de tomar las cosas a la fuerza, también atacar, defraudar, o robar. Usted
quizás vea esto en el contexto de las cosas materiales, pero lo que es más importante para la
mujer no son las cosas materiales, sino las emocionales. ¿Usted la ha atacado verbalmente, o le
ha robado de su gozo debido a la ira? ¿Le ha robado también de su gozo con las exigencias no
realísticas que le ha impuesto? ¿Ha sido usted un hombre que continuamente toma de ella,
devolviéndole muy poco? ¿Y ahora se pregunta por qué su matrimonio está en el estado en que
se encuentra? Hermano, hay un Salvador que espera que usted lo ponga todo al pie de la cruz. Él
está ahí para perdonarlo, si se arrepiente.
Tratar engañosamente. Nosotros los hombres somos muy buenos para hablar en rodeos de la
verdad, y nuestra excusa es que no podemos decir la verdad a nuestra esposa porque no
queremos ofenderla. O, cuando se nos confronta con la verdad, le decimos a la esposa que es
culpa suya porque ella siempre nos está reprendiendo y nosotros no necesitamos de una madre.
Bueno, ¿acaso necesitemos de una madre? Si no hay nada malo con lo que estamos haciendo,
¿por qué necesitamos esconderlo?
Vamos, seamos sinceros y dejemos de dar excusas. Examinemos detenidamente la
Escritura. “El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras no escapará”
Proverbios 19:5. “El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras perecerá”
Proverbios 19:9. Y ahora el golpe final, “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su
alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el
corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo
falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos” Proverbios 6:16-19.
Ofender. Hermano, usted sabe que hay muchas cosas que nosotros los hombres hacemos o
decimos que ofenden a nuestras esposas, pero simplemente no nos importa. Decimos que es
problema de ella. Los hombres y las mujeres fueron creados y juntados para complementarse el
uno al oatro. Nuestras esposas necesitan de nuestra fortaleza y dirección, y nosotros los hombres
desesperadamente necesitamos del refinamiento de nuestras esposas.
¿Cómo se viste usted? ¿Cómo son sus modales? ¿Se ríe de los sonidos del cuerpo que
usted sabe que la ofenden a ella? Su esposa o lo reprende o trata de ignorarlo, pero no hay duda
de que usted sabe que la ofende y simplemente no le importa. ¿Y qué de enseñar a sus hijos con
el mal ejemplo? ¿Qué de esa ropa cómoda que se pone para estar en casa que a ella le repugna?
Lo que lleva puesto en presencia de su esposa dice mucho sobre cuánto o tan poco le importa ella
a usted.
Transgredir. El diccionario Webster dice que transgredir quiere decir pasarse de un límite.
Tanto los hombres como las mujeres tienen un límite de cuánto pueden aguantar antes de
quebrantarse. Puede ser que se quebranten física o emocionalmente. Por lo regular sucede una de
tres cosas: aprenden a devolver la pelea, se alejan, o que quedan hasta que son destruidos.
¿Quién tiene la culpa si usted empuja demasiado a su esposa? “Dijo Jesús a sus discípulos:
Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!” Lucas 17:1.
Abandonar. Es triste ver a tantos hombres que dejan a su familia sólo para buscar a una nueva
esposa y a una nueva familia a quienes cuidar. Es increíble cómo estos hombres pueden prodigar
tanta atención a hijos que no son suyos, al mismo tiempo que sus propios hijos se están
arruinando emocionalmente por el abandono de su padre (o abuelo).
Algunos hombres, debido al trabajo o al servicio militar, han partido de su familia, y
otros hombres usan la amenaza de dejar a su esposa como un método para salirse con la suya o
para aterrorizar a su esposa (y a veces hasta a sus hijos). “Cual ave que se va de su nido, tal es el
hombre que se va de su lugar” Proverbios 27:8.
Ser infiel. ¿Alguna vez ha sido infiel a su esposa? Muchos de nosotros tenemos que bajar la
cabeza avergonzados y decir que sí. Pero para aquellos de ustedes que creen estar fuera del
anzuelo en esto, examinémoslo más. En nuestro mundo hoy, en esta impía, pecadora y perversa
sociedad, ser infiel es solo acostarse con una mujer que no es su esposa. Sin embargo, ser infiel
también quiere decir fallar en lo que se le confía a uno; ser desleal. ¿Alguna vez ha fallado usted
cuando su esposa confiaba en usted? ¿Alguna vez ha sido leal con cualquiera otra persona y no
con ella? Aparte del Señor, usted sabe que ha de ser “uno” con la mujer con quien Dios lo ha
unido. Esta otra persona a quien usted fue leal no tiene que ser alguien del sexo opuesto. Podría
ser un amigo o un miembro de la familia. Uno de los lazos más dañinos y conflictivos puede ser
el que lo une a su madre o a su padre. ¿Cómo sabemos? Porque el Señor mismo hizo referencia
especial a ello: “Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no
son ya más dos, sino uno” Marcos 10:6,7. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” Mateo 19:6. Dios hace esta pregunta una vez
más:
¿Ha sido desleal a su esposa?
Con llanto y clamor. “Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de
clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano” Malaquías
2:13.
El Señor ha sido testigo. “Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la
mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu
pacto” Malaquías 2:14
Abundancia de espíritu. “¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué
uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis
desleales para con la mujer de vuestra juventud” Malaquías 2:15.
El que cubre de iniquidad su vestido. “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece
el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues en
vuestro espíritu y no seáis desleales” Malaquías 2:16.
Abuso
¿Yo, abusar de mi esposa? Usted puede negar que abusa de ella porque nunca le ha puesto la
mano. O quizás diga que no es un esposo abusivo porque no fue el que dio el primer golpe.
Hombres, aceptemos el hecho de lo que en realidad es el abuso.
En el diccionario Webster, abuso se define como: usar mal, maltratar, usar lenguaje
grosero con alguien. Grosero se define como: traer deshonra; indecente o profano, ofensivo
o desagradable.
Usar mal. Dios nos ha bendecido con una esposa. “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la
benevolencia de Jehová” Proverbios 18:22. Y “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre
esté solo” Génesis 2:18. Verdaderamente Dios tuvo una buena razón para bendecirlo con una
esposa; sin embargo, ella no le fue dada para que la use indebida o incorrectamente. Su esposa es
(o fue) un don de parte de Dios. ¿La ha tratado como tal?
Maltratar. También en el diccionario Webster la palabra maltratar está definida como causar
una herida u otro daño físico, causar daño intangible o fisico de otra índole: herir los
sentimientos de alguien. El salmista dijo: “Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi
alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan” Salmos 71:13. “Y al
día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones,
hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? Entonces el que maltrataba a su prójimo le
rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?” Hechos 7:26,27.
¿Es esta su actitud cuando alguien trata de evitar que usted haga daño a su esposa, o
acaso es usted el tipo de abusador solapado? “Porque nada hay oculto, que no haya de ser
manifestado; ni escondido que no haya de ser conocido, y de salir a luz” Lucas 8:17. Algún día
se sabrá la verdad, pero por ahora no olvidemos que el versículo del título es: “Porque Jehová ha
atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu
compañera, y la mujer de tu pacto” Malaquías 2:14.
Usar lenguaje grosero con alguien. Otra vez, grosero se define como: traer deshonor; indecente
o profano, grosero o desagradable. En el capítulo anterior, “Golpes de espada”, acabamos de leer
sobre la lengua y los horribles resultados que le llegan a la persona cuando no puede controlar el
contenido de lo que dice. Por supuesto que la mayoría de nosotros jamás querríamos admitir que
cuando decimos cosas desagradables a nuestra esposa estamos abusando (o usando mal) lo que
Dios nos ha dado. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras
oraciones no tengan estorbo” 1 Pedro 3:7.
El hombre violento
¿Acaso la Biblia tan siquiera menciona al hombre violento?
Sí. Muchas Escrituras, especialmente los Salmos, nos muestran al hombre violento. De hecho,
todo el Salmo 140 se trata del hombre violento: “Líbrame, oh Jehová, del hombre malo;
guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden
contiendas. Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios.
Guárdame, oh Jehová, de manos del impío; líbrame de hombres injuriosos, que han pensado
trastornar mis pasos” Salmos 140:1-4. ¿Es esta una descripción de usted? Sea sincero consigo
mismo. ¿Ha formulado un plan malévolo contra su esposa, una manera de vengarse, o de darle
una lección? ¿Comienza usted guerras o orgumentos? ¿Le pide ella que deje de dirigirle palabras
crueles? ¿Ignora usted sus súplicas? ¿Tuerce usted las palabras de ella y lo que está diciendo con
el propósito de hacerla tropezar? Entonces usted es un hombre violento.
El hombre violento. “Viva Jehová, y bendita sea mi roca, y engrandecido sea el Dios de mi
salvación. El Dios que venga mis agravios, y sujeta pueblos debajo de mí; el que me libra de
enemigos, y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí” 2 Samuel 22:47-49. La esposa
que confía en el Señor algún día se verá rescatada de usted. Quizás esto ya ha sucedido. ¿Es por
esto que ella lo ha dejado o le ha pedido que se vaya? Quizás usted todavía está negando que es
un hombre violento. Veamos la Palabra de Dios más detenidamente y busquemos más verdad.
¿Qué quiere decir en realidad la palabra “violento”?
Cruel. La palabra violento en griego es chamac, que quiere decir maltratar, desolar, violar, ser
cruel, o causar una falsa injusticia. De nuevo, ¿es esto cierto en usted?
El Señor ha sido testigo. “Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud,
contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. Guardaos, pues,
en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová
Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo
Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales” Malaquías
2:14-16.
La raíz del abuso y del maltrato
¿Por qué trato a mi esposa de esta manera?
Cuando violamos los principios bíblicos, sufrimos las consecuencias. Hay reglas para el hombre
casado y el violar estas reglas establecerá un fundamento para la insensibilidad hacia “la mujer
de vuestra juventud”.
Unirse a la esposa. “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne” Génesis 2:24. Unirse se define como “afianzarse desesperadamente”. Esto
claramente no está sucediendo hoy, ya que muchos de nosotros dejan a su esposa. ¿Usted todavía
está tratando de agradar o ganarse la aprobación de la familia a la que debió haber dejado? ¿Pero
qué de “honrar a padre y madre”?
Hemos de honrar a nuestros padres, pero la Escritura dice claramente que también hemos
de honrar a la esposa. “Vosotrso, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor
a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no tengan estorbo” 1 Pedro 3:7.
Cuando hay una división entre lo que su esposa piensa o siente y lo que sus padres
piensan y sientes, ¿qué ha de hacer el hombre? ¿A quién debe honrar? Jesús nos dijo al citar el
libro de Génesis: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán
una sola carne” Mateo 19:5. También dijo: “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” Mateo 19:6.
Todavía unido. La causa principal por la que muchos no se han unido debidamente a su esposa
es que no han “dejado” a su madre y/o a su padre. Los han dejado físicamente, pero todavía están
unidos siendo que su lealtad ha permanecido con sus padres. Deje a sus padres, únase a su
esposa, ¡y alégrese con la esposa de su juventud! (Proverbios 5:18).
Amar. “Maridos, amad a vuestras mujeres” Efesios 5:25. “Los maridos deben amar a sus
mujeres” Efesios 5:28. “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas”
Colosenses 3:19. Desde que el movimiento feminista se infiltró en la iglesia con mentiras, ha
habido una “mezcla” de los papeles y mandamientos dados a los hombres y a las mujeres.
Seguimos oyendo a otros decir que Dios mandó a los hombres y a las mujeres que amaran a su
cónyuge. Este “mandamiento” sólo fue dado al esposo. En realidad, la única “referencia” para
que una mujer ame a su esposo se encuentra en Tito, donde se anima a las mujeres mayores a que
enseñen a las más jóvenes a amar a su esposo y sus hijos. “No añadiréis a la palabra que yo os
mando” Deuteronomio 4:2. ¿Eso quiere decir que la esposa no ha de amar a su esposo?
¡Énfaticamente no! “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo
por nosotros” Efesios 5:2. Si usted vive separado de su esposa, comienze ahora a tratarla de la
manera que debe tratarla. Demuéstrele amor sin condición, sin juicio, siempre que la vea o le
hable.
Una sola carne. “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso
de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varnoa, poque del varón fue tomada”
Génesis 2:21-23. “Y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno” Marcos
10:8. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe
el hombre” Mateo 19:6.
La mujer no desea unión física tanto como que su esposo sea “uno” con ella emocional,
espiritual, y mentalmente. ¿Tienen usted y su esposa los mismos propósitos y direcciones?
¿Permitió o fomentó usted la división en su hogar? ¿Animó usted a su esposa a que lograra un
título o una carrera que ha llegado a causar división? Dios creó a la mujer para ayudar y
completar al hombre. Una vez toma lugar el matrimonio, “no son ya más dos, sino una sola
carne”. Esto quiere decir que viven su vida unánimes. No han de vivir como “compañeros de
cuarto”, cada uno llevando su vida aparte de la del otro.
¿El hombre independiente de la mujer? Hemos de ser una carne en corazón y deseos. Dios
creó a las mujeres con ciertas necesidades, y nosotros, como hombres, también tenemos
necesidades. Los vacíos en mi vida y en la vida de mi esposa fueron creados como un tipo de
mecanismo que encaja perfectamente cuando abastecemos las necesidades de uno a otro.
Cuando llenamos nuestros vacíos nosotros mismos o aparte de nuestra esposa, el
mecanismo se desliza. Entre más llenemos o entre más nuestra esposa llene sus vacíos
indebidamente, más se deslizará nuestra relación hasta no quedar nada para sostenerse. El mundo
dice a nuestras esposas que subsanen sus necesidades y que dejen que nosotros como hombres
nos defendamos por sí solos. Hemos creído la mentira que no es bueno depender el uno del otro.
Estos días la codependencia es una moda psicológica muy popular. Pero ¿qué dice la Palabra de
Dios?
“Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la
mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios” 1
Corintios 11:11,12. Cuando violamos los caminos de Dios, sufrimos las consecuencias. Ore
pidiendo oportunidades para subsanar las necesidades de su esposa ahora mismo, aunque no se
encuentre en casa.
Con dolor. “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol
de que te mandé diciendo; no comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida” Génesis 3:17. Después de la caída del hombre, al
hombre y a la mujer les fue dado un castigo a cada uno. A la mujer se le dio dolor en el parto, y
al hombre que trabajara la tierra. Entonces ¿por qué hoy es compartido por la mujer el castigo del
hombre?
Cuando las mujeres se ganan su propio dinero aparte del del esposo, pueden tomar sus
propias decisiones sobre cómo se ha de gastar. Cuando la esposa tiene una carrera aparte de la
del hogar y los hijos, divide los intereses de la pareja y los hace independientes el uno del otro.
Esto es exactamente lo que sucede cuando la esposa trabaja fuera del hogar como una segunda
proveedora. Desde el punto de vista comercial, dos socios que contribuyen los mismos bienes a
la relación de negocios no permanecerán como socios.
Protector. Cuando su esposa se protege a sí misma porque cree que puede (o que tiene que)
“luchar sus propias batallas”, ¿por qué lo ha de necesitar a usted? ¿Es su esposa la que se
deshace de ese molestoso vendedor que llama a la puerta, quizás con más gusto que usted? ¿Se
ha olvidado usted cómo manejar estas situaciones? ¿Quién en realidad lleva puestos los
pantalones en la familia? ¿Quién es en realidad más fuerte?
Debemos reconocer que nuestras esposas han tomado el cargo debido a nuestro descuido.
Ya sea que no aceptamos el desafío, o que estuvimos ausentes debido a nuestro trabajo,
pasatiempo, o cualquier otra cosa. Una vez usted pueda admitir esto, usted podrá confesar a su
esposa. Usted entonces debe comenzar a aceptar todo desafío que acometa a su familia. Usted
podría decir que atacaría a cualquiera que trate de matar a un miembro de su familia, ¿pero qué
del molestoso vendedor, el mal mesero en el restaurante, el rudo reparador? ¿Qué de su
irrespetuoso adolescente? ¿Permite usted ataques contra su esposa? ¿Sus hijos se dan perfecta
cuenta de que tendrían que enfrentarse con usted si tan siquiera dieran una mala mirada a su
madre? Aun si está viviendo aparte, ore por una oportunidad de demostrarle a ella que usted
puede protegerla.
Pregunten en casa a sus maridos. Varóon, ¿es usted el líder en los asuntos espirituales? ¿Corre
su esposa hacia usted para pedir su opinión como el líder espiritual, o diría ella: “¿Por qué debo
acudir a él? ¿Qué sabe él, soy yo la que voy a todos los estudios bíblicos, seminarios, y ¡hasta
participo en todos los comités de la iglesia!” El deseo de ella es que usted sea el líder espiritual.
“Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra” Proverbios
31:23.
Pero muchos de nosotros parecemos tener cosas más importantes que hacer antes que
dirigir espiritualmente a nuestra familia, como jugar algún deporte, trabajar en un pasatiempo, ir
de caza, mirar televisión o una película, o simplemente reunirse “con los muchachos”. Después
de todo, si su esposa o sus hijos tienen alguna pregunta espiritual, tienen al pastor o al maestro de
la escuela dominical para que les dé las respuestas. “Y si quieren aprender algo, pregunten en
casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación” 1 Corintios
14:35. Tome tiempo ahora para familiarizarse con la Palabra de Dios. Usted debe preparse para
el regreso de su esposa.
Padre. Los esposos claramente han sido quitados a empujones de su lugar como padres. Se
critica tanto a los hombres por la manera en que manejan, o tratan, a los hijos que simplemente
dejan de “meterse”. Dios dio a cada uno de nosotros una madre y un padre con sus distintivas
características para que pudiéramos crecer sin un montón de dificultades o problemas
emocionales. Los hijos necesitan de ambos padres. Pero, de nuevo, si los papeles están revueltos
y borrosos, ¿quién necesita de un padre? “Honra a tu padre y a tu madre; y amarás a tu prójimo
como a ti mismo” Mateo 19:19. Cuando usted tiene a sus hijos con usted, manténgalos en línea y
enséñeles a obedecer y a demostrar respeto a su madre cuando estén con ella. (Varones, esto es
para los hijos de cualquier edad: ¡5, 15, o 25!)
Deje de hacer excusas. Sea hombre y tome toda la responsabilidad por su deficiente
dirección y descuido. ¿Acaso usted sólo se irá y abandonará a su familia?
¿Quién debe ser el líder espiritual?
Una pregunta que muchas mujeres hacen es: “¿Quién debe ser el líder espiritual siendo
que mi esposo no lo hace?” O, muchas mujeres dirán: “Yo tengo que ser el líder espiritual de mi
hogar ¡porque mi esposo no es ni siquiera cristiano!” ¿Por qué es que tantos hombres están
descuidando o abandonando su lugar como la cabeza espiritual de su familia?
Su marido es conocido. Todas las mujeres cristianas desean que su esposo sea el líder espiritual.
“Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra”
¨Proverbios 31:23. Muchas veces las mujeres han tenido que asumir puestos de dirección. La
filosofía del mundo ha destruído a la nación, y está destruyendo a la iglesia. Los hombres han
descuidado sus lugares en la iglesia. Se han ido para ir tras otros intereses. Cuando los hombres
dejaron la iglesia, muchas de las esposas cayeron en manos de pastores liberados que han tomado
cautivas a muchas mujeres. “Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas
a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre
están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” 2 Timoteo 3:6-7.
No sirve para nada. Muchas iglesias ahora están inundadas, en su mayoría, de hombres débiles
y mujeres fuertes. Esto está causando una inefectividad en la iglesia porque ¡muchos de los
hombres están PIA (perdidos en acción)! “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se
desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada
por los hombres” Mateo 5:13. Participe de lleno en la iglesia si es que ha perdido a su familia.
Hágalo ahora mientras tiene el tiempo.
Cristo es la cabeza de todo varón. Cristo es la cabeza de todo hombre, no sólo del hombre
cristiano, si es que esta ha sido su excusa. “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de
todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” 1 Corintios 11:3.
Estén sujetas a sus propios maridos en todo. Hermano, ¿ha esperado que su esposa dirija a su
familia? “Las casadas estén sujetas a sus propios m aridos, como al Señor...a sus maridos en
todo” Efesios 5:22-24. En la anterior cita bíblica está claro que Dios ha puesto a todos los
esposos en el lugar de líder espiritual del hogar. Veamos lo que sucede cuando las cosas no están
en el debido orden.
Nadie puede servir a dos señores. Cuando los hombres descuidan la dirección de su familia y
no toman resposabilidad por lo que sucede en el hogar, su esposa y sus hijos comenzarán a
odiarlo. Recuerde, usted ha entregado la mayoría de su responsabilidad a otras personas o
instituciones. ¿Por qué han de hacerle caso a usted? “Ninguno puede servir a dos señore; porque
o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro” Mateo 6:24.
Con frecuencia se ve esto cuando un niño que antes hacía caso a sus padres va a la
escuela. De repente, le dice a sus padres que los que la maestra dijo es correcto y que ellos ahora
están equivocados. Algunos de nosotros mandamos a nuestros hijos a la universidad, junto con
nuestro dinero, y regresan a casa de vacaciones y ¡nos tratan como si fuéramos el idiota del
pueblo! (Vea el capítulo 14 “Él nos da las llaves” en A Wise Man Builds Upon the Rock: A
Manual for Men.)
Él lo hará. ¿Su esposa se comporta como si ella fuera su Espíritu Santo personal? ¿Por qué hace
ella esto? De nuevo, por su descuido y su estupidez en los asuntos espirituales. ¿Su esposa
conoce la Biblia mejor que usted? O algo peor, ¿saben sus hijos la Escritura mejor que usted?
Cómo el padre de la familia, ¿ve usted que sus hijos estén en la escuela dominical o paga una
escuela cristiana, pero se descuida en aprender usted?
Por supuesto que usted lo sabe todo tocante los deportes que sigue. No se perdería de leer
la página deportiva o cualquiera de los periódicos. Si usted cree que es demasiado tarde o que
está demasiado atrasado para adelantarse a su esposa y sus hijos y dirigirlos, usted se equivoca.
Siendo que Dios lo ha llamado a ser el líder de su hogar, Él lo capacitará para hacerlo.
Debemos confesar nuestro pecado de descuido. “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y
orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” Santiago
5:16. Confiésese con su esposa y sus hijos. Luego ore por oportunidades para dirigirlos
espiritualmente. Hable con sus hijos del Señor y dígales cómo es que Él le está ayudando.
Gloríese de sus debilidades. “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona
en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cristo” 2 Corintios 12:9. Cuando lo esposa lo ataque con sus
fracasos – avance, esté de acuerdo con ella y gloríese. ¡Esto es humildad en acción!
Y sobre todo, confíe en el Señor. “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”
Salmos 37:5. Si usted quiere comenzar a dirigir a su familia espiritualmente, comience primero
con un momento de oración. Luego comience a leer su Biblia regularmente. Quizás tenga que
disminuir sus momentos de diversión ya sea los deportes, la televisión, o su pasatiempo. Dios lo
guiará y dirigirá sus caminos si es que usted está sinceramente interesado. Nuestra familia ha
estado leyendo a través de Biblia con un CD todos los días. Yo siempre he luchado para
permanecer leyendo consistentemente mi Biblia y para dirigir a mi familia. La próxima semana
habremos terminado de leer toda la Biblia en menos de tres meses, y fue algo fácil. (Si usted está
interesado en este método, póngase en contacto con la oficina de Restore Ministries.)
Lavamiento de agua con la Palabra. Varón, debe tener sumo cuidado de lo que le dice a su
esposa, lo que le lee a su esposa, y lo que la anima a mirar. “Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”
Efesios 5:25-27.
Si usted está separado o divorciado, lea sus versículos en voz alta. Luego pida al Señor
que la lave dondequiera que se ella se encuentre. Siga con esto después que estén juntos. Esto es
lo que Oseas hizo con Gomer: “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a
su corazón. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán
sus nombres” Oseas 2:14,17.
Usted quizás se queje por que ella lo importuna, o miente, o por la manera en que se mete
en locos conflictos con usted; pero, ¿acaso usted se detiene a pensar lo que ustedes como familia
miran en la televisión todos los días? ¿Son los estúpidos programas por la noche en los que los
hombres son representados como bufones y las mujeres son todas comediantas contensiosas?
¿En qué películas están saturados su esposa y sus hijos?
¿En qué películas está usted saturado? Bueno, ¿podría ser esta la razón por la que usted
es un hombre tan iracundo y ruin? La próxima vez que usted, su esposa, o su familia se siente a
mirar cualquier cosa, sólo piense en ello como una “película de preparación”. ¡Usted y su familia
aprenderán y pondrán en práctica el comportamiento que miran!
La puerta estrecha. Hermano,entre por la puerta estrecha y deje de mirar la televisión. Deje de
mandar a Hollywood sus cuotas semanales o mensuales, por medio del cine o la tienda de video.
Quizás dejen de hacer las películas que están destruyendo a nuestras familias y a nuestra nación.
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella” Mateo 7:13.
Si todos los que “dicen” ser cristianos dejaran de mirar televisión e ir al cine, ¡Hollywood
se vería obligado a dejar de hacer películas asquerosas! Si usted mira la basura, entonces no diga
nada del deterioro moral de nuestro país. ¡Usted, mi amigo, los apoya fielmente con las “cuotas”
con que ellos cuentan! ¿Es usted un hombre de acción? Entonces deje de dar inaceptables
excusas para tapar su transigente dirección. Pase su tiempo deleitándose en el Señor. Recuerde,
Él promete concederle las peticiones de su corazón (Salmo 37:4).
Hacer su justicia ante los hombres. ¿Va usted a la iglesia sólo para que los demás vean al
hombre que pretende ser? “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser
vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”
Mateo 6:1. Nuestro comportamiento debe ser un derramamiento de lo que está dentro de
nosotros.
O, ¿se “enorgullece” usted de no asistir a la iglesia o a otras funciones cristianas porque
cree que de alguna manera es mejor que todos esos hipócritas? La lógica torcida está
destruyendo a nuestra nación. ¿Cómo espera usted glorificar a Dios? “Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos” Mateo 5:16.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Cuáles son sus frutos como cristiano? “Por sus frutos los
conoceréis” Mateo 7:16. Si usted, como esposo y padre, no está dirigiendo a su familia todos los
días en la Palabra, entonces está produciendo espinos, no fruto. ¿Lee usted su Biblia todos los
días? ¿Por cuánto tiempo? Compare el tiempo que pasa leyendo el periódico o la página
deportiva con el que pasa leyendo la Palabra. ¿Está usted comprendiendo lo que está leyendo en
este libro? ¿Puede alguien ver algún cambio en usted como resultado de leer este libro?
De nuevo, quiero animarlo a que use el método que hemos descubierto para ayudarle a
leer toda la Biblia. En vez de saltarse o luchar por diferentes libros, yo en realidad me deleité
oyendo las páginas de genealogía que leía sin esfuerzo ninguno Alexandar Scourby. La
combinación de oir y acompañar la lectura es muy poderosa. Simplemente no puede explicarse.
“Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al
hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va,
y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y
persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado
en lo que hace” Santiago 1:23-25. Hace poco oí a un predicador pedir que levantaran la mano los
que creían lo que leían en el periódico. Casi nadie levantó la mano. Luego les preguntó cuántos
creían que la Biblia era verdad. Todos levantaron la mano. Luego dijo: “¿Por qué pasan más
tiempo leyendo lo que no creen que lo que creen?”
Refrena su lengua. “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que
engaña su corazón, la religión del tal es vana” Santiago 1:26. Acabamos de hablar de la
importancia de que su esposa sea lavada con el agua de la Palabra ¿Le lee usted a ella las
Escrituras todos los días o alguna vez? Pero, ¿cuándo fue la última vez que usted le lanzó
palabras lastimosas a ella? Dios dice que usted no vale nada. Hombres, ¡debemos controlar
nuestra violenta y lastimosa lengua! (Por favor lea y vuelva a leer el Capítulo 4 “Punzadas de
una espada”.)
El salvador. “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo, y él es su Salvador” Efesios 5:23. El esposo es el salvador del cuerpo. Quizás
usted crea que su esposa ha de ser la salvadora. Cuando hay una crisis monetaria en su familia (o
cualquier crisis), en realidad es el hombre el que debe “salvar el día”. No anime a su esposa a
que corra a conseguir un trabajo o que haga un plan financiero. Esto sólo le roba a usted de una
bendición. Hombre, usted debe cumplir con su lugar como cabeza del hogar y salvador del
cuerpo. Ore para que el Señor lo bendiga financieramente, y luego vuélvase y bendiga a su
esposa con su abundancia.
Creado para llevar las cargas. Usted fue creado para llevar las cargas de la familia. Sólo mire
sus anchos y musculosos hombros comparados con los de su esposa. ¡Las mujeres hasta han
tratado de imitar esos hombros usando hombreras! En realidad los hombres están diseñados para
trabajar mejor bajo presión. Quizás usted crea que no puede soportar las presiones porque
siempre ha tenido a su esposa como red de seguridad.
La mujer fue creada para manejar muchas cosas al mismo tiempo. Ella tiene el hogar con
todas sus facetas – los hijos, sus variadas edades, personalidades, necesidades; las comidas, la
limpieza, el continuo arreglo, los proyectos. Las mujeres parecen poder hacerlo todo. Pero
mientran ellas aparentan hacerlo todo, ¿qué hacemos nosotros? Por lo regular jugamos deportes,
trabajamos en los pasatiempos, o miramos la televisión.
Nos alimenta. Usted sabe que está supuesto a “traer el pan a casa”, ¡pero hay un alimento
espiritual que sus hijos y su esposa se mueren por tener! “Porque nade aborreció jamás a su
propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” Efesios 5:29. Este
alimento debe venir de la “Palabra de Dios”. La mayoría de los hombres se sienten inadecuados
en esto. Muchos no saben dónde comenzar. ¡Ore que el Señor le dé fortaleza y dirección todos
los días! Satanás lo atacará en esto porque él sabe cuán importante es esto para volver a tomar la
dirección de su familia. Él lo hará sentirse inútil, incapaz, y totalmente estúpido. Yo sé. ¡Él lo
hizo conmigo! Él usará la discordia con su esposa y sus hijos para detener sus momentos de
lectura de la Palabra de Dios. ¿Es usted hombre suficiente como para luchar en el espíritu?
Comience a ganar batalla por batalla para obtener el impulso necesario para ser victorioso
en esta área de la vida espiritual de su familia. No sólo los mande a los estudios bíblicos,
seminarios, escuela dominical, y escuela bíblica de vacaciones. Para ser un líder eficaz en su
hogar, usted debe resistir la tentación de entregar su lugar como líder a los demás. Si usted cree
que no tiene suficiente tiempo, ore que Dios le muestre dónde debe disminuir y cómo debe
alimentar a su familia todos los días con la Palabra de Dios. Hágalo ahora. Haga una corta
oración, luego obedezca. Sería sabio escribir el plan de Dios en una hoja de papel y ponerla en
un lugar donde la pueda ver constantemente. No debe sólo ponerla en la Biblia. ¡Quizás jamás la
vea si la pone ahí!
Compromiso personal: Dejar de vivir deslealmente con mi esposa. “Basado en lo que he
aprendido en la Escritura, me comprometo a renovar mi mente con la verdad. Haré una confesión
de mi trato desleal hacia mi esposa ante otro hermano en Cristo y le pediré que me pida
responsabilidad. Luego usaré esta energía para lavar a mi esposa con la Palabra y para dirigir
espiritualmente a mi familia.”
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6
La Biblia dice
Bienaventurados los mansos
“Bienaventurados los mansos, porque ellos
recibirán la tierra por heredad”
Mateo 5:5.
La mansedumbre ahora se considera como debilidad. ¡Pero Jesús nos dijo:
“bienaventurados los mansos”! En la concordancia, la palabra manso está definida como suave y
humilde.
Tristemente, los esposos tratan a su esposa básicamente de una de dos maneras: o las
tratan apatéticamente o usan el método de “amor firme”. En esta lección escudriñaremos la
Palabra de Dios para buscar la verdad tocante al amor, la humildad, el perdón y la mansedumbre.
El verdadero amor
El amor es paciente. Dios nos da una descripción del amor. Mire si puede encontrar la palabra
“dura” o cualquier otra palabra remotamente parecida. “El amor es sufrido, es benigno; el amor
no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo
suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser” 1 Corintios 13:4-8.
Os mando. Otra declaración muy popular en la iglesia hoy es “el amor es algo que se escoge”.
¿Dice Dios que podemos “escoger” amar? ¿O nos manda Dios que amemos, como seguidores de
Cristo? “Esto os mando: Que os améis unos a otros” Juan 15:17. Sí podemos escoger: Obedecer
su mandamiento o no.
Hacer bien, bendecir, u orar. A veces cuando la esposa se comporta de forma indebida,
especialmente si nos empuja o nos manipula, la ponemos en su lugar. Este no es el momento de
demostrarle amor, ¿o sí? “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced
bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian”
Lucas 6:27,28. El Señor sólo nos dio tres cosas a escoger cuando tratemos con los que
preferiríamos ser duros: Hacer bien, bendecir, u orar por ellos.
Amad a vuestros enemigos. En este pasaje, Dios habla todavía más claramente. “Pero yo os
digo: Amad a vuestros enemigos...y orad por los que os ultrajan y os persiguen...porque si amáis
a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?”
Mateo 5:44-46.
Vence con el bien el mal. “Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la
oración....Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis....No paguéis a nadie mal
por mal....No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere
hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues hacindo esto, ascuas de fuego
amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de los malo, sino vence con el bien el mal”
Romanos 12:12-19.
Encomendaba la causa. Puede ser muy frustrante cuando usted siente el deseo de devolver el
maltrato a su esposa y no lo hace. Lea la explicación de Dios: “Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el
cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con
maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”
1 Pedro 2:21-23.
Ellos heredarán la tierra. Si usted no se “decide con firmeza”, quizás los demás lo llamen
“cobarde”. Sin embargo, permítame recordarle a quiénes Jesús llamó “bienaventurados”.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” Mateo 5:5.
No puede hacer lo que le agrada. Cuando usted siente el impulso de hacer o decir algo a su
esposa que no sea manso y amoroso, entonces usted anda en la carne y no en el Espíritu. “Digo,
pues, andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza” Efesios 5:16,17,22,23.
Es la benignidad de Dios. Satanás trata de engañarnos para que creamos que confrotar, ser
despiadados y firmes, hará que la otra persona cambie. Si eso diera resultado, ¿por qué usaría
Dios la bondad para guiarnos al arrepentimiento? Los pecadores no van al altar para aceptar al
Señor porque creen que van a ser criticados o castigados, ¿verdad? “O menosprecias las riquezas
de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento? Romanos 2:4
El ministerio de reconciliación. “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo
mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios” 2 Corintios 5:18-20.
Vosotros que sois espirituales. Esta Escritura es la medida de nuestra espiritualidad. ¿Puede
usted restaurar a su esposa con un espíritu de mansedumbre? “Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los
unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” Gálatas 6:1,2. Esta Escritura nos
advierte que seamos mansos con los demás cuando ellos hayan pecado contra nosotros, sino
seremos tentados en la misma falta.
Hacedores de la Palabra. Es importante que aprendamos la verdad y estemos de acuerdo con lo
vemos en la Escritura, pero no debemos detenernos ahí: “Pero sed hacedores de la palabra, y no
tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos...no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” Santiago 1:22,25. “Y al que sabe
hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Santiago 4:17.
El perdón
Muchos hombres no perdonan a su esposa porque no comprenden totalmente las graves
consecuencias de su falta de perdón. Escudriñemos las Escrituras para ver lo que Dios dice sobre
el perdonar a los demás. He aquí algunas preguntas que debemos hacernos:
P. ¿Por qué debo perdonar?
Porque Dios nos perdonó a nosotros. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo” Efesios 4:32.
Porque Jesús derramó su sangre. Porque Jesús derramó su sangre para el perdón de los
pecados. “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no
se hace remisión” Hebreos 9:22. “Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es
derramada para remisión de los pecados” Mateo 26:28.
Consolarla. Para aliviar el sufrimiento del ofensor: “Vosotros más bien debéis perdonarle y
consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirméis
el amor para con él” 2 Corintios 2:7,8. Esto en realidad va en contra nuestra naturaleza; por lo
regular atacamos y tratamos de encontrar faltas en nuestra esposa, ¿no es así?
¿Ignoramos sus estratagemas? “Si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de
Cristo, para que Satanás no gane ventaje alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones” 2 Corintios 2:10,11. No permita que Satanás gane ninguna ventaja de cualquiera
de los dos de ustedes.
Perdónela de todo corazón. Dios dijo que no nos perdonará si no perdonamos a los demás. “Así
también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas” Mateo 18:35. (Lea toda la cita de Mateo 18:22-35.)
P. Pero ¿no debe el ofensor arrepentirse antes que yo lo perdone?
Padre perdónalos. Los que crucificaron a Jesús nunca pidieron perdón; ni tampoco se
arrepintieron de lo que hacían o lo que habían hecho. Nosotros como cristianos debemos seguir
su ejemplo. “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen” Lucas 23:34. Cuando Esteban
estaba siendo apedreado, clamó antes de morir: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”
Hechos 7:60.
P. Pero ¿cuántas veces espera Dios que perdone a la otra persona?
Setenta veces siete. Cuando Pedro preguntó cuántas veces debía perdonar a su hermano, Jesús le
dijo: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” Mateo 18:22. ¡Eso es 490 veces!
Herede una bendición. Pensamos mucho en las herencias monetarias. Aquí está una herencia
espiritual a la que Dios nos ha llamado: “No devolviendo mal por mal, ni maldición por
maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis
bendición” 1 Pedro 3:9. Los que tienen oídos, que oigan este llamado.
Olvídelo. ¿Perdonar en realidad quiere decir que me olvido de ese pecado, aun durante un
argumento? “Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” Jeremías
31:34. “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”
Salmos 103:12. ¿Saca usted a relucir las cosas del pasado? No permita que Satanás lo use para
condenar a su esposa o a otros que han recibido perdón al sacar a relucir cosas de su pasado. Pero
¿usted dice que su esposa lo hace siempre? Tome usted la dirección, sea el hombre, sea el
protector.
P. ¿Cómo puedo perdonar como Dios me ha pedido que lo haga en su Palabra?
¿Quién puede perdonar los pecados? Sólo Dios puede ayudarle a hacerlo. Usted debe
humillarse y pedirle que le dé la gracia. “¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
Marcos 2:7. Gracia a los humildes. ¿Cómo puedo obtener la gracia que necesito? “Dios resiste a
los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para
que él os exalte cuando fuere tiempo” 1 Pedro 5:5,6.
Humillado. ¿Cómo puedo ser humilde? “Por cuando fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y
aborrecieron el consejo del Altísimo. Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; cayeron, y
no hubo quien los ayudase. Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los libró de sus
aflicciones” Salmos 107:11-13. “Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con
ayuno mi alma, y mi oración se volvía a mi seno” Salmos 35:13. A veces podría ser por medio
de la enfermedad que Él nos aquieta y nos humilla. No luche contra ello - ¡ Dios está obrando!
Reconcíliese primero. ¿Cuándo necesito perdonar a los que me han ofendido? ¿No debo sentir
convicción primero? “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano
tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” Mateo 5:23-24. Si usted no ha perdonado a otra
persona, especialmente a su esposa, es necesario que pida perdón.
Quítense de vosotros. No perdonar a alguien causa amargura. La definición de amargura es
“¡venenoso!” “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia” Efesios 4:31. ¡No perdonar a alguien lo destruye a usted, no a la otra persona! “El
corazón conoce la amargura de su alma” Proverbios 14:10. “Porque él conoce los secretos del
corazón” Salmos 44:21.
Un hermano ofendido. Cuando usted va y se reconcilia con su esposa (o con otra persona), debe
observar las reglas bíblicas. Usted quizás ha oído a los que dicen que las cosas resultaron peor
cuando pidieron perdón o que no sirvió de nada. Usted debe humillarse y ser verdaderamente
sincero, porque si pide el perdón de otra persona y lo dice de manera equivocada, puede volver a
ofender a la persona. “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte” Proverbios
18:19.
He pecado. El hijo pródigo preparó sus palabras antes de decidir volver a casa: “Me levantaré e
iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser
llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros” Lucas 15:18,19. ¡Gloria a Dios! ¡Él
levanta a los caídos!
Toda palabra ociosa. Prepare todas sus palabras. Toda palabra que pronuncie debe ser
cuidadosamente escogida. “Toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en
el día del juicio” Mateo 12:36. Trate de escribir lo que va a decir, luego lea en voz alta lo que ha
escrito, poniéndose en el lugar de la otra persona y oyéndolo desde el punto de vista de ella. ¿Le
pareció acusante? Si así es, pida a Dios que ponga en su boca las debidas palabras.
Muchas palabras. “El necio de labios será castigado” Proverbios 10:10. Diga sólo lo que usted
hizo, no prepare el escenario con algo como: “Cuando tú hiciste esto y eso, bueno entonces yo...”
No amenazaba. “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el
camino” Mateo 5:25. Si la otra persona comienza a desenfrenarse con usted, no abra su boca a
menos que no sea para estar de acuerdo. “Quien cuando le maldecían, no respondía con
maldición; cuando padecía, no amenazaba” 1 Pedro 2:23.
Suavidad al alma. Haga que sus palabras sean dulces y suaves. “La dulzura de labios aumenta el
saber” Proverbios 16:21. “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para
los huesos” Proverbios 16:24.
Revela su propios pensamientos. Algunos hombres que han sido culpables de infidelidad en su
pasado corren a su esposa con el propósito de volver a vivir sus propios sentimientos de culpa.
Tenga mucho cuidado del dolor de su esposa que seguirá a esta confesión. No use la excusa del
arrepentimiento para echar sobre ella sus sentimientos de culpa. “No toma placer el necio en la
inteligencia, sino en que su corazón se descubra” Proverbios 18:2.
Confíese y apártese. Confie a otro hombre cristiano su pecado de adulterio y hágase responsable
ante él. “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia” Proverbios 28:13. Si usted está muy seguro de que su esposa ya los sabe, o que
sospecha, o si ella ya lo ha confrontado sobre este pecado, definitivamente confiéselo.
Vergonzoso. ¡Sólo que debe ser discreto y omitir los detalles! Algunas mujeres, desesperadas
por tratar de volver a experimentar su dolor, ruegan que el esposo les dé los detalles. Algunos
hombres son lo suficiente necios y se los dan, sólo para multiplicar las ofensas a ella. “Porque
vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto” Efesios 5:12. El amor es suficiente
para protegerla.
Nunca será borrada. Prepárese para cosechar lo que ha sembrado consolándola y apoyándola
en su dolor. No la ataque diciéndole “tú no perdonas” si es que ella sufre y se duele por mucho
tiempo. Quizás pasen años, o toda una vida, para que ella se recupere del sufrimiento. “Mas el
que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. Heridas y
vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada” Proverbios 6:32,33.
Compromiso personal: Desear y tratar de ser manso. “Basado en lo que he aprendido en la
Escritura, me comprometo a practicar todo lo que he aprendido siendo pronto para oir y tardo
para hablar; a perdonar a los que me han ofendido y hacer todo lo que pueda por reconciliarme
con los que yo he ofendido.”
Fecha:__________________ Firma:__________________
Testimonio
Cuando Debi* conoció por primera vez a su esposo Mateo*, su madre le dijo que no
había manera en que él jamás pudiera dirigirla a ella. Su madre dijo: “Debi, tú eres demasiado
terca y testaruda.”
Pero después de muchos años de matrimonio, lo contrario probó ser cierto. Mateo,
aunque muy amable, bondadoso en extremo y manso, se había ganado la admiración y el respeto
de Debi. Ella decía: “Yo simplemente hago lo que él dice porque quiero – y aun cuando no
quiero hacerlo, lo hago.” Era obvio que el esposo de Debi posee muchas de las cualidades de
Cristo: mansedumbre, amabilidad y bondad.
Los que seguían a nuestro Señor lo hacían por el “Hombre de amor” que Él era. Mateo
también tiene alguien que lo sigue: Debi.
*No son sus nombres verdaderos.
7
La Biblia dice
Él es el alfarero
“Tú eres nuestro padre; nosotros barro, y
tú el que nos formaste; así que obra de tus
manos somos todos nosotros”
Isaías 64:8.
Cuando usted está pasando por una crisis en el matrimonio, es fácil concentrarse en lo
que su esposa le está haciendo a usted. Sin embargo, mientras usted haga esto, luchará y
posiblemente nunca tendrá la victoria. En el capítulo que se aproxima titulado “Las armas de
nuestra milicia”, usted aprenderá que su esposa no es el enemigo. En este capítulo, usted
aprenderá que muchas veces Dios no cambia el comportamiento de su esposa porque Él está
usando lo que ella está haciendo como la rueda del alfarero. Sin embargo, usted prefiriría que Él
usara otra cosa o a otra persona, no a su esposa y no su matrimonio. No obstante, usted está en
las manos de Él a medida que comienza ahora a moldearlo más según su imagen.
¿Pleitear con su Hacedor? “¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la
tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: No tiene manos?” Isaías 45:9. Deje
que Dios sea Dios. Y en vez de quejarse por la persona a “quien Él usa” para irritarlo, piense en
cualquier otro querido hermano que ha tenido que soportar otros sufrimientos, como la muerte de
un ser amado, o quizás ha padecido de una enfermedad por toda la vida o ha visto sufrir a uno de
sus hijos. Si usted tiene muchas pruebas como ésta en su vida y en su matrimonio, ¡alabe a Dios!
Él está dispuesto a sacarlo victorioso como un vaso digno listo para ser usado por Él.
Según le pareció mejor al alfarero. “Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su
mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla” Jeremías 18:4. Dios ha
creado a cada persona para su buen agrado y para su propósito. Si usted ha tenido que volver a la
rueda del alfarero muchas veces en muchas situaciones en su vida, es simplemente porque Él
decide volver a darle forma hasta que le parezca mejor a Él. También, fíjese que el barro se echó
a perder. Mire que no siente amargura hacia su esposa, sus padres, o Dios. Permita que Dios le
quite los recuerdos amargos que hacen que usted (el barro) se eche a perder en las manos del
alfarero.
Pero es que usted no entiende. Muchos hombres dicen: “¡Es que usted no entiende!” Sí, de
muchas maneras yo no entiendo, porque nadie, excepto Jesús, en realidad entiende. “¿Acaso la
obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?”
Isaías 29:16. Hable con Él sobre su situación y permita que Él le dé paz. Él sabe lo mejor para
usted, así que coopere con Él.
Usted está en sus manos. “¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de
Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi
mano, oh casa de Israel” Jeremías 18:6 ¿No le da consuelo saber que usted está en la mano de
Dios? Aunque el comportamiento y los labios de su esposa digan que a ella no le importa, a su
Señor sí le importa. ¿De quién más necesita?
¿Para honra o para deshonra? “¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la
misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” Romanos 9:21.
¿Alguna vez se ha dicho que al salir de esta prueba usted va a “¡darle una lección!” (a su
esposa)? Varón, la humildad le permitirá ser exaltado. Permanezca humilde. No use la victoria
que espera para exaltarse sobre su esposa. “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará”
Santiago 4:10. “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando
fuere tiempo” 1 Pedro 5:6.
La humildad
Sobre el cual mi nombre es invocado. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se conviertieren de sus malos caminos; entonces yo
oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos
y atentos mis oídos a la oración en este lugar; Porque ahora he elegido y santificado esta casa,
para que esté en ella mi nombre paras siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre”
2 Crónicas 7:14-16. Una vez usted clame a Él, usted será llamado por el nombre de Cristo. Un
cristiano es un “seguidor de Cristo”. Recuerde, usted debe ser uno de sus hijos. Es tan fácil como
hablar con Dios ahora mismo.
Humíllese. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a
la oración en este lugar; Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi
nombre paras siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” 2 Crónicas 7:14-16. A
veces las personas voluntariosas, orgullosas entienden la Palabra sin el Espíritu; pero para
conocer la mente de Dios es necesario que pongamos atención en humildad al Espíritu de Dios.
La humildad será probada. “Para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
si habías de guardar o no sus mandamientos” Deuteronomio 8:2.
La humildad lo salvará. “Cuando fueren abatidos, dirás tú: Enaltecimiento habrá; y Dios
salvará al humilde de ojos” Job 22:29.
La humildad fortalecerá su corazón. “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones
su corazón, y haces atento tu oído” Salmo 10:17.
Él enseña y dirige al humilde. “Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los
mansos su carrera” Salmo 25:9.
Sólo los humildes herederán la tierra. “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con
abundancia de paz” Salmo 37:11.
Los humildes serán exaltados. “Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes”
Lucas 1:52.
Sólo a los humildes se dará gracia. “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará” Santiago
4:6,10.
La humildad está enraizada en el espíritu. “Finalmente, sed todos de un mismo sentir,
compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables” 1 Pedro 3:8.
Andar en el Espíritu
Andar por el Espíritu. Ser lleno del Espíritu Santo le permitirá andar en el Espíritu, no en el
pecado, o en los deseos de la carne.
Mi espíritu. “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” Ezequiel 36:27.
Andar en el Espíritu. “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”
Gálatas 5:16.
Orar. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi
rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en
este lugar; Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para
siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” 2 Crónicas 7:14-16.
Esperar
Esperar. Muchas veces la batalla se seguirá lidiando por usted. Usted también debe recordar que
pueden haber muchas “batallas” que deben pelearse (y ganarse) en la guerra contra su
matrimonio. Sólo recuerde: ¡Cuando la batalla es del Señor, la victoria es nuestra! Así como
con todas las guerras en la vida, no todas las batallas son ganadas por el mismo lado. De modo
que no se desanime si no ha cumplido y ha cometido errores. Tenemos consuelo en saber que Él
nos oye inmediatamente, pero la respuesta quizás sea lenta en llegar.
En el libro de Daniel vemos que un ángel le habló y nos dio estos discernimientos:
“Porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia
de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del
reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales
príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia” Daniel 10:12,13. Quizás se
tome cierto tiempo para ganar las batallas, no se denanime. “Y vosotros, hermanos, no os canséis
de hacer bien” 2 Tesalonicenses 3:13.
Su tiempo. Una cosa debe entender: Dios parece obrar cosa por cosa. Debemos cooperar con Él
en su tiempo. Esto no quiere decir que es necesario que esperemos para orar; sólo quiere decir
que es necesario que esperemos que Dios cambie la situación en el momento oportuno. ¡Gracias
a Dios que Él no saca a relucir (por medio de la convicción) todos mis pecados al mismo tiempo!
Si usted no comprende este punto tan importante, quizás se fatigue y no pueda vencer. “El que
venciere heredará todas las cosas” Apocalipsis 21:7.
Condiciones
Haga que sus deseos sean conforme la voluntad de Dios. La promesa de Jesús está basada en
esta condición: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho” Juan 15:7. Cuando su corazón descansa en Jesús solamente y la
voluntad suya tiene como centro la voluntad de Él, usted en verdad lo hace a Él Señor. Y conocer
su voluntad es conocer su Palabra. Es la voluntad de Dios que su matrimonio sea sanado. Él odia
el divorcio y hemos de ser reconciliados. Sin embargo, Él tiene condiciones.
La condición de la bendición. Toda promesa de Dios tiene una condición para recibirla.
Muchos se adueñan de una porción de la Escritura pero omiten la condición.
Condición: “Cree en el Señor Jesucristo...
Promesa: y serás salvo” Hechos 16:31.
Condición: “Deléitate asimismo en Jehová...
Promesa: Y él te concederá las peticiones de tu corazón” Salmos 37:4.
Condición: “Instruye al niño en su camino...
Promesa: Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” Proverbios 22:6.
Promesa: “...todas las cosas les ayudan a bien...” Romanos 8:28.
Condición: 1. “...a los que aman a Dios...”
2. “...a los que conforme a su propósito son llamados.”
¡Fueron alumbrados!
Si buscaren mi rostro. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y
oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos camino; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis
oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en
ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” 2 Crónicas 7:14-
16.
Fueron alumbrados. “Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron
avergonzados” Salmos 34:5.
Buscad...continuamente. “Buscad a Jehová y su poder; buscad su rostro continuamente”
Salmos 16:11.
Me buscarán. “...busquen mi rostro. En su angustia me buscarán” Oseas 5:15.
Convertirse
Convertirse de los malos caminos. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos camino; entonces yo oiré
desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y
atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para
que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” 2
Crónicas 7:14-16. Las Escrituras no son sólo para la cabeza; son para el corazón y la voluntad.
Para poder recibir el verdadero impacto de la Escritura, debemos rendir nuestra vida y nuestra
voluntad a la dirección del Espíritu Santo. Debemos estar dispuestos a convertirnos.
¿A quién oye el Señor? “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor
de ellos” Salmo 34:15. “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”
Salmos 34:17.
¿A quién no responderá? Cuando estamos en pecado, Él no responderá, aunque clamemos a
Dios. “Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en
aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras” Miqueas 3:4.
Todos hemos pecado. Todos hemos pecado y no merecemos la gloria de Dios; pero Dios envió
a su Hijo. “A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os
bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad” Hechos 3:26.
Obedecer es mejor que sacrificio. “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el
prestar atención que la grosura de los carneros” 1 Samuel 15:22. ¿Sabía usted lo que debía hacer
pero no lo hizo? ¡Obedezca! “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Santiago
4:17.
Comience a orar Salmo 51:2-4. “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti
solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu
palabra, y tenido por puro en tu juicio.”
¿Fe o temor?
Pedro. Lea el relato de Pedro en Mateo 14 comenzando con el versículo 22. Jesús pidió a Pedro
que anduviera sobre el agua. Él le está pidiendo a usted ahora mismo que ande sobre el agua.
¿Va a salirse de la barca?
Fíjese que cuando Pedro clama a Jesús, va seguido de las palabras en seguida. En seguida
Jesús les habló y les dijo que tuvieran ánimo. Después, cuando Pedro comienza a hundirse,
clama al Señor, y “al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él” Mateo 14:31.
Temor. Una pregunta que nos debemos hacer es: “¿Por qué se hundió Pedro?” “Pero al ver el
fuerte viento, tuvo miedo” Mateo 14:30. Si usted ve su situación y la batalla que ruge a su
alrededor ¡se hundirá! ¡Pedro apartó sus ojos del Señor, y el resultado fue el temor! Dice: “tuvo
miedo”. Si usted aparta sus ojos del Señor se hará temeroso. ¿Qué sucedió a los demás que
estaban en la barca? (¿Se olvidó que había otros que no se salieron de la barca?) Dice: “Entonces
los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios”
Mateo 14:33. ¿Está usted dispuesto a dejar que Dios lo use para mostrar su bondad, su amor, su
protección, para que los demás se acerquen a Él? ¡Hay una gran recompensa! Esto es
evangelismo. Los demás se acercarán al Señor cuando estén en dificultades porque han visto la
paz de usted a pesar de sus circunstancias.
Se calmó el viento. “Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento” Mateo 14:32. Su
batalla no seguirá para siempre. Esta prueba era necesaria para hacer a Pedro lo suficiente fuerte
como para ser la “Roca” de que Jesús había hablado (Mateo 16:18). Satanás (y los que trabajan
para él) le dirán que usted permanecerá en la prueba a menos que se aleje, o que se dé por
vencido. Jamás fue la intención de Dios que permanezcamos en el “valle de sombra de muerte”
En el Salmo 23 dice que pasamos por el valle de sombra de muerte. ¡Satanás quiere que creamos
que Dios quiere que vivamos ahí! Él quiere pintarnos un cuadro sin esperanza. Dios es nuestra
esperanza, y la esperanza es la fe en su Palabra que usted debe sembrar en su corazón.
Fe
Abraham. Abraham era un buen ejemplo de la fe. Cuando tenía cerca de 90 años de edad, y
todavía no tenía el hijo que Dios le había prometido, dice que “él creyó en esperanza contra
esperanza” (Romanos 4:18). Qué bueno, ¿no? Aunque se le había acabado toda esperanza, él
seguía creyendo en Dios y confiando en su Palabra. Nosotros debemos hacer lo mismo.
Ponga en práctica la fe que posee. “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo,
que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible” Mateo 17:20.
Si le falta fe. Si le falta fe, pídasela a Dios. Ruge una batalla, aun por nuestra fe. “Pelea la buena
batalla de la fe” 1 Timoteo 6:12. Y “he peleado la buena batalla, he acabo la carrera, he guardado
la fe” 2 Timoteo 4:7. “Y no pudo hacer (Jesús) allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos
enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos”
Marcos 6:5. Debemos tener fe.
Imitadores de la fe. Haríamos bien en imitar a los que demostraron fe en la Escritura (puede
encontrar la “Sala de Honor de la Fe” en el capítulo 11 de Hebreos). Es necesario que nos
comportemos según las promesas de Dios, que seamos “imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las promesas” Hebreos 6:12. Hay muchos hombres y mujeres que han seguido
los principios que se encuentran en este libro y que han tenido la victoria sobre sus matrimonios
en problema, y hasta deshechos. Como dice el himno, lo que hizo por otros, eso hará por ti.
Duda
De doble ánimo o que duda. No debe ser de doble ánimo. Su mente no debe vacilar ni dudar de
Dios. “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”
Santiago 1:6-8. “Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley” Salmos 119:113. Si tiene
problemas con el doble ánimo, es necesario que lea y medite en la Palabra de Dios [la Verdad].
También, debe apartarse de los que le dicen algo contrario a lo que usted se aferra. Y siempre
hable “la Verdad”.
Fe sin obras. “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo
te mostraré mi fe por mis obras” Santiago 2:18. Muestre a los demás que usted tiene fe con sus
obras. Si usted cree que su esposa volverá, compórtese según esa fe. Use su anillo de
matrimonio. Y si es ella la que se ha ido, usted debe dejar su lado del ropero vacío, su lado de la
cama vacío, y sus gavetas vacías. “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es
muerta?” Santiago 2:20. Si usted cree que va a suceder aquello por lo que está orando, ¡comience
a tratar a esa persona como si ya hubiera cambiado! Si usted cree que usted y su esposa serán
restaurados, compórtese como tal. No se ponga pesado ni exigente. Sea la clase de esposo que
será cuando ella vuelva, no si es que vuelve – amoroso y comprensivo.
Firme en su fe. Recuérdese a sí mismo de aquellos que vencieron y recibieron la vida abundante
que Dios les había prometido. “Resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos
se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo” 1 Pedro 5:9.
Fe
Lo que no se ve. Muchos quizás le pregunten si es que ve algún cambio en su esposa o en su
situación. Comparta estas escrituras con ellos. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1. “Porque por fe andamos, no por vista” 2 Corintios
5:7.
La Palabra. ¿Cómo obtenemos o aumentamos nuestra fe? “Así que la fe es por el oir, y el oir,
por la palabra de Dios” Romanos 10:17. Lea más de su Palabra y de los testimonios de los
demás. Rodéese de hombres que puedan ser fieles con usted. Los que han permanecido firmes
por Dios le enseñarán y lo sostendrán. Muchas veces cuando sienta que casi se le ha acabado
toda su fe, debe dar el poquito que le queda. Llame a alguien que le dé la impresión que necesita
ser animado, y dele el resto de su fe. Colgará el teléfono lleno de gozo porque Dios lo llenará a
usted de nueva fe. Lea 1 Reyes 17:12-15 para recordar a la viuda que dio a Elías lo último que le
quedaba.
Obediencia. No olvide que la obediencia a Dios es indispensable para su victoria. No olvide que
Jesús dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad” Mateo 7:21,23.
Dentro de la voluntad de Dios. Si su corazón le dice que usted no cumple con la voluntad de
Dios, que usted no guarda sus mandamientos, o que no pide cosas según la voluntad de Él,
entonces, por supuesto, usted no tendrá confianza ni fe para recibir del Señor. Pida a Dios que
dirija sus caminos, que cambie la voluntad suya a la de Él.
Compromiso personal: Dejar que Dios me cambie.
“Basado en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a dejar que Dios me
cambie por cualquier medio, o por medio de cualquier persona que Él escoja. Concentraré mi
atención en cambiarme a mí mismo en vez de tratar de cambiar a los que me rodean.”
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Lo que la Biblia dice sobre
La prueba de su fe
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando
os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia”
Santiago 1:2,3
¿Cuál es el propósito de Dios para nuestras pruebas, tentaciones, dificultades, y
tribulaciones? Muchos cristianos no tienen ni la menor idea de por qué Dios permite que
suframos. Sin entender esto, ¿es de preguntarse por qué los cristianos hoy son tan fácil de
vencer?
Usted verá que son muchos los beneficios que resultan de sus tribulaciones,
específicamente la fortaleza y prueba de su fe. Y sin estas tribulaciones, usted no tendrá la
fortaleza necesaria para terminar el curso que se le presenta ante usted.
Lo más importante que debe comprender durante sus pruebas, tribulaciones, y tentaciones
es que ¡Dios está en control! Es su mano la que “permite” que estas pruebas lo toquen a usted o
no. Cuando lo permite, Él manda su gracia y misericordia, las que le hacen posible soportar.
Estamos en su mano. “Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo
esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios” Eclesiastés 9:1
Permiso para la adversidad. Una de las cosas más alentadoras que sé es que Satanás no puede
tocarnos sin el permiso de Dios. “Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu
mano; solamente no pongas tu mano sobre él” Job 1:12. Satanás no solo necesitaba permiso, sino
que le fueron dadas instrucciones específicas sobre cómo podía tocar a Job. Satanás también
pidió permiso de zarandear a Pedro. “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo” Lucas 22:31.
Tentaciones
Tentaciones. La Escritura nos dice que las tentaciones que experimentamos son comunes al
hombre; pero Dios nos da una manera de escapar. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que
no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resitir, sino
que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” 1 Corintios
10:13.
Las tentaciones nos llegan por nuestras propias concupiscencias. Dios no nos tienta para que
hagamos el mal. Es nuestra concupiscencia la que nos tienta. “Cuando alguno es tentado, no diga
que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido” Santiago
1:13,14.
En su Palabra Dios nos ha dicho que sufriremos. “Porque también estando con vosotros, os
predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. Por lo cual también
yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese
tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano” 1 Tesalonicenses 3:4,5. ¡No se dé
por vencido! ¡No deje que Satanás le robe la bendición que Dios tiene para usted cuando haya
soportado y prevalecido!
Arrepentimiento y salvación. “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque
fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que
ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte” 2 Corintios 7:9. Dios permite que seamos
contristados para llevarnos al arrepentimiento. Cuando tratamos de hacer que nuestro cónyuge (u
otros) se arrepientan por lo que han hecho, no producirá un genuino y verdadero arrepentimiento.
Contentamiento
Necesitamos gracia. “Y me ha dicho; Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose
sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy
fuerte” 2 Corintios 12:9,10. ¿Cómo logramos la gracia que necesitamos? Por medio de la
humildad.
“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” Santiago 4:6.
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido” Lucas
18:14.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” Mateo 5:5.
“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra” Proverbios
29:23.
El gozarnos en nuestras debilidades, confesar nuestras faltas, y ser humildes permitirá
que el Espíritu Santo more en nosotros. Es así como aprendemos a tener contentamiento, sin
importar las circunstancias que nos rodean.
Aprender contentamiento. Vemos que debemos aprender a estar contentos en medio de las
circunstancias difíciles que Dios permite. “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación” Filipenses 4:11.
Aprender la obediencia. Hasta Jesús aprendió obediencia por medio de sus padecimientos. “Y
aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” Hebreos 5:8.
Él nos perfeccionará. “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6. Una vez Dios haya comenzado
una buena obra en usted, en su esposa o en sus seres amados, Él la perfeccionará. Recordemos
que no nos toca a nosotros perfeccionar lo que Él comenzó. “Puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe” Hebreos 12:2.
Hemos de ser consuelo a los demás. No hemos solo aceptar el consuelo de Dios. Se nos manda
dar ese consuelo a los demás, ¡sin importar cuál sea su aflicción! “Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela
en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en
cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”
2 Corintios 1:3,4.
A muchos hombres se les hace difícil consolar a los que padecen. Algunos de nosotros no
podemos consolar a nuestra esposa, o a nuestros hijos (¡a veces porque somos nosotros la causa
de su dolor!). Si usted descuida su responsabilidad de ser su consolador, ellos se volverán a otros
(lo que puede ser peligroso) y usted se perderá de una bendición. La bendición es la oportunidad
de estar más cerca de la persona a la que consolamos. Caballeros, también es necesario que
consolemos a otros hombres. Si no lo hacemos, especialmente si están experimentando
dificultades en su matrimonio, quizás busquen ayuda de otra mujer (no su esposa). Esté dispuesto
a humillarse y compartir sus debilidades y faltas para que su amigo sienta que puede compartir
las suyas con usted. Derribe el muro del orgullo, Dios lo exaltará. Dese permiso de “gloriarse” de
sus debilidades como lo hizo Pablo.
Disciplina
La disciplina de nuestro Padre. Muchas veces nuestro sufrimiento muy bien podría ser la
disciplina de Dios por haber desobedecido su Ley. “Hijo mío, no menosprecies la disciplina del
Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y
azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque
¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?...para que participemos de su santidad”
Hebreos 12:5-7,10.
La disciplina es una bendición. Cuando usted siga el ejemplo de los profetas de la Biblia, usted
ayudará a los demás a soportar su adversidad. “Hermanos míos, tomad como ejemplo de
aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por
bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del
Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” Santiago 5:10,11. Es necesario que
seamos hombres que podamos resistir las tentaciones y soportar el sufrimiento. Debemos poder
estar firmes por la justicia. No debemos ocuparnos con las cosas que no tienen valor eterno, las
cosas que son simplemente triviales.
La disciplina puede causar congoja. La disciplina nunca es gozosa cuando se está pasando por
ella. Pero los que han sido preparados por su disciplina saben cuáles son las recompensas de la
justicia: trae paz. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” Hebreos
12:11. Los atletas toman muy en serio el entrenamiento en su deporte. ¿Y qué del entrenamiento
en la fe? ¿Cuánto más debemos ser “entrenados” (por medio del sufrimiento) para recibir el
apacible fruto de la justicia?
Para recibir bendición. Cuando se nos hace mal, o cuando se nos insulta, debemos soportar sin
devolver el mal para poder recibir nuestra bendición. ¡Necesitamos recordar que los insultos y
las maldades vienen a nuestra vida para darnos una “oportunidad” de recibir una bendición! 1
Pedro 3:9 dice: “no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario,
bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” Y “Mas también si
alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amendrentéis
por temor de ellos, ni os conturbéis” 1 Pedro 3:14. ¿Y qué de usted? ¿Puede resistir la tentación
de estallar contra la persona que los insulta, incluso su esposa?
Comienza con los cristianos. ¿Por qué los sufrimientos deben comenzar con los cristianos?
Porque los cristianos pecaminosos, desobedientes jamás atraerán a los demás hacia el Señor.
Otra vez, es la “voluntad de Dios” que padezcamos. Es necesario que nos permitamos sufrir (por
lo regular a manos de otro) al ponernos en las manos de Dios. “Porque es tiempo de que el juicio
comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos
que no obedecen al evangelio de Dios?” 1 Pedro 4:17.
Fe
El poder de nuestra fe. Es la fe lo que abre la puerta a los milagros. Usted necesita creer que Él
puede hacerlo y no dudar en su corazón. “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Pero había en la sinagoga de ellos un
hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús
nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios” Marcos 1:22-24.
Para Dios. “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no;
porque todas las cosas son posibles para Dios” Marcos 10:27. “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para
los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible” Mateo 19:26. Nada (NINGUNA
COSA) es imposible para Dios. Trabaje con Dios. Y siendo que Él no hace excepción de
personas, lo que ha hecho para otros, eso hará para usted.
Lo que dice. “Retengamos nuestra profesión” Hebreos 4:14. “Sino santificad a Dios el Señor en
vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros” 1 Pedro 3:15. “He aquí nuestro Dios a quien
servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si
no...” Daniel 3:17,18. Es necesario que digamos lo que Dios dice en su Palabra, sin titubear, con
esperanza en nuestros labios. Pero espere hasta que se le pida razón. ¡Se le pedirá, si es que está
lleno del gozo del Señor en medio de su adversidad! Cuando se le pida razón, debe contestar a la
persona con reverencia, respeto, y mansedumbre. ¡Jamás discuta sobre la Escritura!
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” Mateo 5:9.
Cíñase la mente y permanezca firme. “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento,
sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea
manifestado” 1 Pedro 1:13. Sobrio quiere decir de pensamiento claro. Sea claro en su mente
sobre cómo anda para evitar las consecuencias del doble ánimo. También, tenga la seguridad de
que usted no puede pelear una batalla espiritual si no está físicamente sobrio. Si usted es esclavo
del alcohol, se le va a hacer difícil luchar contra los malos pensamientos y las tentaciones que
llegarán a destruirlo, a usted, su hogar, y su testimonio.
Siéntase gozoso. Usted ha de sentirse gozoso en sus pruebas porque usted sabe que le están
produciendo la fortaleza que le permitirá terminar la carrera que tiene por delante. “Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y
cabales, sin que os falte cosa alguna.. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a
Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no
dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento
y echada de una parte a otra” Santiago 1:2-6. Usted debe estar preparado. ¡Su fe será probada!
Las dudas y tentaciones asaltan la mente de todos. ¡No las aliente! Al contrario, piense
sólo en la verdad. Si usted duda, se le hará difícil estar firme y le será más difícil vencer las
tentaciones. Es verdad que tendrá muchas pruebas. Algunas serán mayores, y otras simplemente
irritaciones. Algunos de nosotros parecemos manejar mejor las pruebas mayores que las
pequeñas irritaciones que nos inundan a diario. ¿Qué nota le daría a usted su esposa en la prueba
de su fe? Trate de soportar sus sufrimientos como lo hizo Job.
Regocíjese. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestro pensamientos en Cristo Jesús. Por lo
demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto
pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz
estará con vosotros” Filipenses 4:6-9. Está claro que la mayoría de las batallas se ganan o se
pierden en la mente. Siga los consejos del Señor para tener paz en medio de las pruebas.
Regocíjese en lo que Él está haciendo. Piense en estas cosas, hable de estas cosas, oiga sólo estas
cosas. Usted quizás esté físicamente fuerte y en gran forma, pero ¿está fuerte espiritualmente?
La fe no se ve. “Porque por fe andamos, no por vista” 2 Corintios 5:7. Otras personas van a
querer saber cómo van las cosas cuando sepan que usted está pasando por pruebas en su vida,
buscando señales de mejoría. ¡Usted debe recordar que la Escritura es muy clara sobre el hecho
de que la fe no se ve! Conteste la pregunta de ellos con: “¡Dios está obrando!” “Por tanto, no
desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no
obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros
un cada más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las
que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” 2
Corintios 4:16-18. La mayoría de la gente comienza a creer cuando comienza a ver que algo está
sucediendo. ¡Esa no es fe! “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve” Hebreos 11:1.
Momentáneo. Cuando está pasando por lo que Pablo llama “leve tribulación”, aunque leve
quizás lo esté aplastando. Recuérdese a sí mismo de una verdad importante: Estas tribulaciones
sólo son momentáneas. “Porque esta leve tribulación momentánea. . . que se ven son
momentáneas” 2 Corintios 4:17-18. Estas mismas tribulaciones no sólo son momentáneas, sino
que producen algo maravilloso para nosotros en gloria. ¡Recuerde que el sufrimiento es
momentáneo, y los beneficios durarán una eternidad! Andamos en el valle de sombra de muerte
(Salmo 23). Pasamos por los desiertos (Isaías 48:21). Dios no quiere que usted viva ahí, sino solo
que pase por ahí. “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” Isaías 43:2.
¡Atados, pero no solos! ¿Está usted atado por el pecado? Otro beneficio de pasar por tribulación
se ve en Daniel 3:21-27. Entraron “atados” pero salieron “sueltos” sin ninguna otra apariencia
externa. “Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus
vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Y como la orden del rey era
apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a
Sadrac, Mesac y Aben-nego. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Aben-nego, cayeron atados
dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo; ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego?
Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: he aquí yo veo cuatro varones sueltos,
que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a
hijo de los dioses. Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y
dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y vendid. Entonces Sadrac,
Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores,
los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido
poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas
estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían.” ¿Cuál será su testimonio? ¿Se permitirá
entrar al horno de fuego sin patalear, gritar ni protestar?
Al ver nuestras circunstancias. Cuando Pedro vio sus circunstancias, se hundió, y usted
también se hundirá. “Y él dijo; Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas
para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces,
diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo:
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14:29-31.
Para nuestra prueba: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra
completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” Santiago 1:2-4.
Más preciosa que el oro: La prueba de su fe es más preciosa que el oro. “En lo cual vosotros os
alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual
aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo” 1 Pedro 1:6,7. Son tantos los que han fallado en su prueba y han seguido
caminando por el desierto como lo hizo el pueblo de Israel.
Guarde la fe: No se vuelva hacia otra dirección cuando las cosas se pongan difíciles. Satanás es
conocido por traer nuevas (y erróneas) soluciones para nuestras pruebas. Esta es una prueba de
nuestra fe. “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás,
me está guardada la corona de justicia” 2 Timoteo 4:7. Como el jefe de su familia, ¡usted debe
mantener su compás espiritual en un curso fijo!
El cordón de tres dobleces
Pida a Dios otro hombre que estará firme a su lado. Busque otro hombre que le ayudará a
permanecer firme y responsable. “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando
cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le
resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto” Eclesiastés 4:9-12.
Siendo que un cordón de tres no se rompe fácilmente, trate de buscar a dos hombres que
lo apoyen, lo animen, y lo mantengan firme en la dirección de su fe. He aquí algunos ejemplos
de “cordones de tres” que se encuentran en la Escritura:
Moisés, Aarón y Hur. “Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la
pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un
lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol” Éxodo 17:12.
Pablo, Lucas y Timoteo. Cuando Pablo estaba en la cárcel, tenía dos hombres que lo animaban.
Cuando se fue Demas, Pablo mandó traer a Timoteo. Se nos dice que Demas se fue porque las
cosas del mundo ahogaron la Palabra en él. El siguiente versículo nos dice cómo: “El que fue
sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las
riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” Mateo 13:22. La Escritura dice
específicamente que podemos dejar de dar fruto debido a la preocupación y también a las
riquezas. Así que tengamos cuidado de no preocuparnos por nuestras circunstancias ni de
enredarnos en el dinero o en las cosas materiales. Necesitamos confiar que “Dios, pues, suplirá
todo lo que os falta” Filipenses 4:19. También, no olvidemos a los tres jóvenes del libro de
Daniel: Sadrac, Mesac, y Abed-nego.
Pida la dirección de Dios en medio de las pruebas. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no
te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”
Proverbios 3:5,6. Pídale fortaleza. Acérquese a Él en su momento de necesidad. Deje que lo
discipline, que lo pruebe. Siempre regocíjese en todas las cosas, no solo en las cosas buenas, sino
también en las dificultades que le lleguen. Guarde su esperanza cerca de sus labios y permanezca
firme de mente. Siempre recuerde que es su voluntad que usted esté pasando por estas
dificultades y que son para su bien.
“Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados”
Romanos 8:28
“Y ellos salieron de la presencia del concilio,
gozosos de haber sido tenidos por dignos de
padecer afrenta por causa del Nombre”
Hechos 5:41
Cuando se encuentre con dificultades, use esta rápida referencia para renovar su fe:
Dios tiene el control, no el hombre ni Satanás
1. La justicia es del Señor (Proverbios 29:26)
2. Una respuesta es del Señor (Proverbios 16:1)
3. El corazón lo cambia el Señor (Proverbios 21:1)
4. Sus obras están en las manos de Dios (Eclesiastés 9:1)
5. El Señor lo ha hecho (Salmos 44:9-15)
6. Él (Dios) levantó la tormenta (Salmos 107:1-32)
7. Él (Dios) alejó al amigo y al compañero (Salmos 88:8,18)
¿Qué beneficio nos darán nuestras pruebas?
1. Aprenderemos contentamiento (Filipenses 4:9)
2. Recibiremos una recompensa (2 Timoteo 4:7,19)
3. No nos faltará nada (Santiago 1:2-4)
4. Compartiremos de sus sufrimientos (1 Pedro 3:13)
5. Recibiremos misericordia (Hebreos 4:15)
6. Aprenderemos obediencia (Hebreos 5:7,8)
7. Aprenderemos paciencia (Santiago 1:2-4)
8. Recibiremos la corona de vida (Santiago 1:12)
9. Probaremos nuestra fe (1 Pedro1:6,7)
10. Seguiremos sus pasos (1 Pedro 2:21)
11. Tendremos en el poder de Cristo en nosotros (2 Corintios 12:9,10)
12. Seremos perfectos, confirmados, fortalecidos y establecidos (1 Pedro 5:10)
Compromiso personal: Tenerlo por gozo cuando me encuentre con la prueba de mi fe.
“Basado en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a dejar que la prueba de
mi fe me ayude a producir paciencia. Y dejaré que la paciencia obre su perfecto resultado, para
poder ser perfecto y completo, sin que me falte nada.”
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9
Lo que la Biblia dice sobre
Las armas de nuestra milicia
“Porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas”
2 Corintios 10:4
En nuestro mundo tan cambiante, son tantos los consufos mensajes con los que somos
bombardeados en lo que respecta a los hombres. Las feministas han convencido tanto a los
hombres como a las mujeres de que si los hombres toman la autoridad en sus hogares, o que si
protegen a su esposa, son “cerdos chauvinistas”. En contraste, en el teatro, parece que siempre
hay por lo menos una película que representa la brutal violencia de los hombres contra sus
perpetradores.
En medio de esta confusión, es un bienvenido alivio tener las Santas Escrituras para
guiarnos en la renovación de nuestra mente con la verdad transformadora.
Satanás ha hecho de nuestros hogares el blanco principal de su ataque. Esta es la “línea
de fuego”. Las dificultades en el hogar, especialmente con su esposa, lo rinden a usted totalmente
ineficaz en su vida. Algunos hombres corren huyendo de la línea de fuego y encuentran solaz en
su trabajo, en los deportes, en sus pasatiempos o en los brazos de otra mujer.
Debemos hacer frente a la batalla con las armas que Dios nos ha dado por medio de la
muerte de Cristo en la cruz. Debemos aprender a usar “las armas de nuestra milicia” y derribar
algunos de los muros que han dividido nuestros hogares.
¿Qué debo hacer cuando experimento dificultades con mi esposa? Usted debe ir hasta arriba.
Debe ir a nuestro Padre Celestial y apelar ante Él.
Primero, examínese a sí mismo y sus motivos. “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad” Salmo
139:23,24.
Luego ponga a su esposa, por medio de la oración solamente, en las manos de Dios. Usted
debe entender que no es responsable por lo que su esposa haga o no haga; ella es responsable
ante Dios por lo que hace. “Sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido” Santiago 1:14.
Quítese del medio. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en
camino de pecadores. . . sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y
de noche” Salmos 1:1. Si su esposa está haciendo algo malo, ¡usted debe quitarse del medio! La
segunda línea le dice lo que debe hacer: meditar en su Palabra y dejar a su esposa en las manos
de Dios. Dios debe ser el que cambia a su esposa. Ni su esposa puede cambiarse a sí misma.
Deje de acosarla - ¡ore! Usted puede ayudar a sanar su hogar con sus oraciones, “Confesaos
vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz
del justo puede mucho” Santiago 5:16.
Tenga una actitud correcta. “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” 1 Timoteo 4:12.
Venza con el bien el mal. Tenga cuidado de cómo reacciona al mal cuando suceda, “No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” Romanos 12:21. ¡Y sí que sucederá!
“Sabiendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia” Santiago 1:3. Tome esta oportunidad
para orar pidiendo una bendición para su esposa: “No devolviendo mal por mal, ni maldición por
maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis
bendición” 1 Pedro 3:9.
¡Concéntrese en amar al que no es digno de amor! Cuando usted ama y da honor a su esposa,
aun cuando no sea digna de amar y sea cruel, usté le está demostrando amor incondicional.
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los
publicanos?” Mateo 5:46. Entregue a Dios sus heridas, en vez de devolver la maldad o los
insultos. Él le ayudará a amar a su esposa a pesar de su comportamiento con usted.
El ministerio de la reconciliación. Como hijos de Dios, hemos de ser embajadores del amor de
Dios, y eso hará que los demás se acerquen al Señor. “Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba
en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y
nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” 2 Corintios 5:18-20. ¿Lleva usted la
cuenta de las afrentas que ha sufrido? Recuerde, las misericordias de Dios son nuevas cada
mañana. ¿Son nuevas cada mañana sus misericordias hacia su esposa?
Nuestro primer campo misionero. Quizás usted se pregunte: “¿Por qué debo ministrar a mi
esposa y a mi familia?” Porque el Señor le da su hogar como su primer “campo misionero”.
Quizás usted tenga el deseo de adelantarse a Dios y salir antes de estar listo de verdad. Como
esposo y padre, usted primero es un ministro en el hogar. “El que fuere irreprensible, marido de
una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no
iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino
hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra
fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer
a los que contradicen” Tito 1:6-9. Una vez usted se haya convertido en un “misionero” eficaz en
su propio hogar, entonces puede ser eficaz con los demás.
Dios quiere que usted aprenda contentamiento antes de cambiar su vida. Para probar más el
punto, examinemos la vida de Pablo. “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en
todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padeder necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses
4:11-13.
Usted debe batallar correctamente. “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos,
amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición
por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que
heredaseis bendición” 1 Pedro 3:8,9. Haga lo que dice Dios. ¡Le dará resultado! No trate de
defenderse cuando le lleguen los insultos.
Esta es una batalla espiritual. “¿Acaso piensas que no puedo orar a mi Padre, y que él no me
daría más de doce legiones de ángeles?” Mateo 26:53. Nuestro Padre celestial llamará a los
ángeles para batallar a su favor en “las regiones celestes” donde ruge la “verdadera batalla”.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes” Efesios 6:12. Ore por su familia con las palabras del Salmo 91.
Su esposa no es el enemigo. “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia?” Romanos 6:16. Cuando abunda el pecado en la vida de la persona, esa
persona en realidad es un esclavo del diablo. Usted quizás crea que el que peca es malo, pero
usted también es culpable si sigue reaccionando con venganza. (¡Recuerde, la venganza le
pertenece a Dios solamente!) “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” 2 Corintios 10:4. Lleguemos a la raíz, no
solo a los síntomas.
Palabra de advertencia. Jamás se desahogue ni comparta sus dificultades en el hogar con
ninguna mujer, ni diga a otra mujer que su esposa simplemente “no comprende”. ¡Usted se
convierte en un buey que va en camino al matadero! Aunque sean muy amables, casadas, no su
tipo, o cualquier otra excusa que Satanás le diga (o que usted se diga a sí mismo), ¡no es algo
“seguro” que hable con otra mujer! A Satanás no le importa a quién use para destruir su hogar.
Jamás confíe ni comparta nada con otra mujer. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario
el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8
Si usted ve o se entera de una situación en la que otro hombre casado esté cayendo en
esta trampa, comparta con él esta verdad. No lo juzgue. Interésese lo suficiente para hacer volver
a un hermano. “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le
hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un
alma, y cubrirá multitud de pecados” Santiago 5:19,20. Deje que él confíe en usted. Luego sea
sincero y comparta sus fracasos y tentaciones, con humildad. “Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en
mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” 2 Corintios 12:9.
Sea responsable. Sea responsable con su matrimonio sin importarle las consecuencias, y deje los
resultados a Dios. “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego
ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” Daniel 3:17,18. Estos jóvenes
creían que Dios los salvaría; pero cualquiera que fueran las consecuencias, ellos no harían
concesión, aunque murieran en el horno de fuego. Estos jóvenes estaban dispuestos a hacer lo
que sabían que Dios quería que hicieran, y dejaron los resultados en las manos de Dios. Los
jóvenes no murieron, pero las cuerdas que los ataban les fueron quitadas cuando caminaron en
medio del fuego. ¿Tiene usted cuerdas (de pecado o ansiedad) que lo están atando? Dios lo
librará. ¡Preparémonos para la batalla que ganará la guerra en su hogar!
Que Dios le dé la victoria
Compromiso personal: Orar a nuestro Padre en vez de huir de la línea de fuego o usar el
brazo de la carne. “Basado en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a
permitir que Dios dirija mi vida por medio de su Santo Espíritu, y cubriré todos mis deseos y
preocupaciones con la oración. Reconozco que la única manera de ganar mis batallas es conocer
y aplicar su Palabra a mi vida.”
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La Biblia dice que Él le dará las
Las peticiones de su corazón
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá
las peticiones de tu corazón”
Salmos 37:4
Cuando tome la decisión de defender su matrimonio quizás sea bombardeado, como lo
han sido otros hombres, por los que le dirán que su esposa tiene libre albedrío para escoger o
dejarlo, o para estar con otra persona. Pero la clave no se encuentra en la voluntad de ella; sino
en la voluntad de Dios. No obstante, le toca a usted orar con fervor para hacer volver el corazón
de su esposa.
La voluntad del hombres vs. la voluntad de Dios
Veamos lo que dice el libro de Daniel:
“El altísimo tiene el dominio. . . .” Daniel 4:32.
“Y lo da a quien él quiere. . . .” Daniel 4:25.
“Nuestro Dios. . . puede librarnos” Daniel 3:17.
Considere a Nabucodonosor. Después que el orgullo había llevado al rey al punto tan bajo de
llegar a arrastrarse como un animal, dijo de Dios: “él hace según su voluntad en el ejército del
cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”
Daniel 4:35. Este, amigo mío, es el mismo Dios que todavía hace su voluntad.
También considere a Jonás. Él no estaba dispuesto, pero Dios lo hizo estar dispuesto. “Pero
Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres
días y tres noches” Jonás 3:17. ¿Acaso no puede Dios también hacer que su esposa esté
dispuesta?
Por último, considere a Pablo. “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos
del Señor. . . repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo. . . entonces Saulo se levantó
de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie. . . el Señor Jesús. . . me ha enviado para que
recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como
escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado” Hechos 9:1-18. ¡Dios
puede cambiar a su esposa en un instante!
Volver el corazón
Muchos pastores y compañeros cristianos dirán que es la voluntad de su esposa dejarlo,
divorciarlo, o estar con otro. Sin embargo, ¡Dios puede cambiar el corazón de ella!
El primer paso que usted necesita dar es afirmarse en las promesas de Dios, en su verdad...
“Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová”
Proverbios 21:1.
“Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz
con él” Proverbios 16:7.
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” Salmos 37:4.
“Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” Salmos 37:5.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
Mateo 6:33.
Cuando usted pone a Dios primero en su vida, Él comenzará a hacer volver el corazón de su
esposa hacia usted. Usted debe volver a fundar su hogar sobre “la roca” con la renovación de su
mente. (Para más ayuda vea A Wise Man Builds Upon the Rock: A Manual For Men [El sabio
funda su casa sobre la roca: Un manual para hombres].) Veamos algunas de las Escrituras que
nos enseñan cómo Dios cambió el corazón de hombres y hasta de reyes:
“Jehová Dios . . . puso tal cosa en el corazón del rey” Esdrás 7:27.
“Yo endureceré el corazón de los egipcios” Éxodo 14:17.
“Jehová endureció el corazón de Faraón” Éxodo 10:27.
“El corazón del rey . . . a todo lo que quiere lo inclina” Proverbios 21:1.
El libro de Proverbios está lleno de la sabiduría de Dios. En el capítulo 1 de Proverbios,
versículos 2 a 7, encontramos una lista de los beneficios de leer y entender los Proverbios:
Entender sabiduría.
Conocer razones prudentes.
Recibir consejo de prudencia.
También recibir instrucción en justicia, juicio, y equidad.
Dar sagacidad al simple.
A la juventud: conocimiento.
Lea los Proverbios todos los días. (En el Capítulo 14 encontrará un horario para leer todos los
Salmos y los Proverbios en un mes.)
Si su esposa lo ha dejado, es muy probable que se debió a que su hogar no estaba sobre la
“Roca”. Estaba dividido y destrozado. Veamos los Proverbios y algunas Escrituras del Nuevo
Testameno:
La casa del necio. “Con sabiduría se edificará la casa” Proverbios 24:3.
La casa dividida contra sí misma. “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda
ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá” Mateo 12:25.
Y no cayó. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos,
y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” Mateo 7:24-25.
Juntamente edificados. “Siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo
el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros
también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” Efesios 2:20-22.
No lo separe el hombe. “El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al
principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a
su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” Mateo 19:4-6.
Dios ha prometido restaurar su matrimonio y hacer que su esposa vuelva a usted. “Por la
iniquidad de su codicia me enojé y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde
por el camino de su corazón. He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré
consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de sus labios: Paz, paz al que está lejos y al
cercano, dijo Jehová; y lo sanaré” Isaías 57:17-19.
“Porque nada hay imposible para Dios” Lucas 1:37
“El corazón . . . en la mano de Jehová. . . a todo lo
que quiere lo inclina” Proverbios 21:1
Compromiso personal: Pedir a Dios que cambie el corazón de mi esposa y no temer la
voluntad del hombre. “Basado en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a
confiar que el Señor cambiará el corazón de mi esposa. Desecho las mentiras de que mi esposa
tiene libre albedrío, de modo que Dios no intervendrá a mi favor. Al contrario, yo creo que mi
esposa regresará después que Dios haga que su corazón vuelva a mí.”
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Por qué un hombre
Se unirá a su mujer
“Por esto dejará el hombre a su padre ya su madre,
y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” Efesios 5:31
¿Por qué es que tantos matrimonios terminan en divorcio? Todos hemos escuchado las
estadísticas…el 50 por ciento de los primeros matrimonios terminan en divorcio y el 80 por
ciento de los segundos matrimonios terminan en divorcio. ¡Eso quiere decir que solamente el 20
por ciento de los segundos matrimonios sobreviven! La verdadera verguenza es que el mismo
número de matrimonios se ha deshecho dentro de la iglesia. ¡Los creyentes ya aceptan el
divorcio como una alternativa! ¿Por qué el asalto de matrimonios fracasados? “Descendió
lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque
estaba fundada sobre la roca. Mateo 7:25. ¿Está su casa fundada sobre la roca? “Y descendió
lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue
grande su ruina. Mateo 7:27. ¡La roca sobre la que necesitamos edificar es la Palabra de Dios!
Cuando nosotros albergamos un mal pensamiento o idea, Dios nos lo dice: “cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia (la definición de concupiscencia es un deseo o
anhelo por algo prohibido) es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados
hermanos míos, no erréis.” Santiago 1:14-16. Muchos dirán que el divorcio no tiene nada de
malo, especialmente en ciertas circunstancias. Es aquí donde empieza el engaño.
EL ENGAÑO
Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Cada cual tiene su propia opinión
sobre el matrimonio y lo que cada cual “piensa” que Dios nos está diciendo sobre el matrimonio
en su Palabra. Al escudriñar las Escrituras, uno descubre que “la zona gris” es la más fácil para
sentar pie, aunque no está arraigada en la Palabra de Dios. El matrimonio y el divorcio son
asuntos claramente en blanco y negro. Una posición firme es difícil y no muy popular, lo cual
explica por qué tantos pastores no quieren tomar una posición firme en contra del divorcio.
Pero: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” Hechos 5:29.
El es nuestra única esperanza de salvación. No siga lo que haya dicho otra persona. Al que
debe seguir y obedecer es a Dios. Porque El es nuestra única esperanza de salvación. No
complique su Palabra procurando encontrar “lo que usted piensa que El quiere decir.” ¡El quiere
decir exactamente lo que dice!
Algunas de las iglesias más liberales o progresistas han cambiado los milagros de Jesús
en algo totalmente diferente. Cierta pastora dijo en su sermón que el milagro de los panes y los
peces no era otra cosa que una lección sobre el “compartir”. El niño fue el primero que
compartió su comida; ¡luego los demás comenzaron a compartir lo que estaban escondiendo!
¡Qué ridículo!
No me avergüenzo del evangelio de Cristo. Por favor manténgase firme en las enseñanzas de
Dios no importa lo que esté de moda o cuántas personas en su iglesia se han divorciado y vuelto
a casar. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree.” Romanos 1:16. ¡Por favor entienda que si los matrimonios se han de salvar,
debemos afirmarnos sobre la verdad!
Con mansedumbre corrija a los que se oponen. Por favor no discuta el asunto del divorcio.
Cada persona sólo es responsable de hablar, enseñar, y vivir la verdad. Entonces el Espíritu
Santo será el que convenza, y el Señor cambiará el corazón. “Pero desecha las cuestiones necias
e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser
contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre
corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la
verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” 2 Timoteo 2:23-
26.
Por el fruto se conoce el árbol. Podemos ver “los frutos” de muchos de los líderes de la iglesia.
Aquellos que han permitido el abuso extenso de “la excepción” al divorcio. ¡Hemos visto que ha
comenzado con la escapatoria de “infidelidad o adulterio” y ha llevado al divorcio por cualquier
razón que sea! ¡Hay un paralelo con el asunto del divorcio … la violación, el incesto y la salud
de la madre hoy son responsables de menos del 1% de todos los abortos provocados! “Por sus
frutos los conoceréis.” Mateo 7:16. “O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol
malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.” Mateo 12:33. Podemos ver
claramente el mal fruto que ha sido producido – matrimonios deshechos y promesas deshechas.
LAS PREGUNTAS
¿Por qué debemos entender y seguir la ley de Dios tocante al matrimonio?
¡Porque las familias se están destruyendo, y sin la familia el fundamento sobre el que
nuestra nación descansa habrá sido quitado, y grande será nuestra ruina! Nosotros, los cristianos,
tendremos la culpa. No podemos señalar con el dedo a otros a causa de la promesa de Dios a
nosotros como creyentes: Porque “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo
oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14.
Sin embargo, los matrimonios cristianos están pereciendo con la misma tasa de
destrucción que los del mundo. ¿Por qué? “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento” Oseas 4:6. Los cristianos han sido engañados, y siguen los caminos del mundo en
vez de seguir los caminos de Dios.
¿Cómo podemos saber que se nos está engañando tocante el matrimonio y el divorcio?
Los que se vuelven a las fábulas. Porque no queremos oir la verdad. “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas” 2 Timoteo 4:3,4. Buscamos soluciones mundanas para los matrimonios en problema o
dañados. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios” 1 Pedro 2:9. ¡No somos un “pueblo adquirido” si seguimos el sendero ya trazado por otros
que lleva a las cortes del divorcio!
Quizás no pueda hacer lo que le dé la gana. Su palabra siempre es consistente; la Palabra de
Dios se opone a las filosofías del mundo y a veces es difícil de entender y de seguir. “Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” 1 Corintios 2:14. “Digo, pues:
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. . . para que hagáis lo que quisiereis”
Gálatas 5:16,17.
Los frutos malos. Otra vez, podemos ver fácilmente “los frutos” de todos los matrimonios
cristianos que han sido destruidos porque creyeron las mentiras. “Por sus frutos los conoceréis,
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos
frutos, pero el árbol malo da frutos malos” Mateo 7:16,27.
Hechos bíblicos para afirmarnos
Examinemos más Escrituras para ver cómo Dios considera el matrimonio.
Esposa por pacto. La noche de la boda se hace un pacto de sangre cuando la pareja consuma su
matrimonio. “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” 1 Corintios 11:25.
“Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no
miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. Mas diréis: ¿Por qué? Porque
Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo
ella tu compañera, y la mujer de tu pacto” Malaquías 2:13,14. “No olvidaré mi pacto, ni mudaré
lo que ha salido de mis labios” Salmos 89:34.
“Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus
testimonios” Salmos 25:10.
El matrimonio es para toda la vida. Repetimos nuestras somlemnes promesas hasta que la
muerte nos separe. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó,
no lo separe el hombre” Mateo 19:6. “Y LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE; así que no
son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” Marcos 10:8,9.
¡Dios dice que Él odia el divorcio! ¡Sin embargo, algunos hombres están igualmente
convencidos de que Dios los ha llevado al divorcio! Algunos han dicho que Dios “me lo ha
permitido.” Él dice: “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio”
Malaquías 2:16. Él nunca cambia. . . “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”
Hebreos 13:8. Usted no es la excepción: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de
personas” Hechos 10:34.
Volverse a casar no es una “opción” – ¡la Biblia dice que es adulterio! “Pero yo os digo
[Jesús mismo lo dijo] que el que repudie a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que
ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio” Mateo 5:32.
“Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera” Mateo 19:9.
Comete adulterio. “Y les dijo: [otra vez Jesús] Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con
otra, comete adulterio contra ella” Marcos 10:11. “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con
otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera” Lucas 16:18.
Si su esposo muere. “Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada
adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro
marido, no será adúltera” Romanos 7:3.
Es falto de entendimiento. “Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su
alma el que tal hace” Proverbios 6:32. “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su
prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos” Levítico 20:10.
¿Y qué de la cláusula de la “excepción”?
De nuevo, muy pocos divorcios en la iglesia son por razón de adulterio, aunque esa fuera la
“excepción” correcta. En realidad, en cada una de las referencias bíblicas, la palabra “adulterio”
y “fornicación” o “impureza moral” se usan intercambiablemente como si fueran las mismas
palabras, pero no lo son. La palabra “adulterio” [según la concordancia de Strong, en el griego o
lenguaje original es 3429 Moichao), que quiere decir después del matrimonio. La palabra
“fornicación” es (4202), que significa antes del matrimonio. Estos son dos pecados separados y
distintos.
Con esta información, podríamos volver a escribir el versículo en Mateo para que simplemente
diga: “Pero yo [Jesús] os digo que el que repudia a su mujer, hace que ella adultere; y el que se
casa con la repudiada, comete adulterio.” Pero si se encuentra el día de la boda, o antes, que no
ya no es virgen, sólo entonces se pueden divorciar. Y siendo retado otra vez sobre por qué
Moisés les dio carta de divorcio: “El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os
permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así” Mateo 19:8. En otras palabras,
no, no se pueden divorciar (Mateo 5:32 y Mateo 19:8).
“No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y sea hallado mentiroso” Proverbios 30:6.
¡Tenga cuidado cuando al decir que “Dios se lo dijo”! “Dice Jehová: He aquí que yo estoy
contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy
contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus
mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este
pueblo, dice Jehová” Jeremías 23:31,32. “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece
el repudio” Malaquías 2:16. ¡Dios nunca nos dice que vayamos contra su Palabra! ¡Él nunca
cambia, es inmutable!
Lo que usted dice del divorcio o del contraer nuevo matrimonio podría hacer que otro se divorcie
o se vuelva a casar: “¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos,
pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!. . . mejor le fuera que se le colgase al
cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” Mateo 18:7,6.
Muchos han sido engañados. “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como
ángel de luz” 2 Corintios 11:14. Si usted se siente dirigido a decir o a hacer algo, primero esté
seguro que es algo consistente con la Escritura. “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y
las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia,
y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba
fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a
un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” Mateo
7:24-27.
La carne siembra corrupción. “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará
corrumpción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” Gálatas 6:8.
Verifique para ver cuán “dirigido” está antes de ir hacia cierta dirección específica. Los deseos
carnales agradan a la carne, si usted siente una urgencia que lo impulsa, no necesita de la gracia
para llevarlo a cabo. “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra
la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis” Gálatas 5:17.
¡Dios y solo Dios! ¿Qué conocimiento se ha logrado de ver tantos matrimonios en problemas y
quebrantados? Cuando dos cosas (o personas) están siendo separadas por “fuerzas ajenas”, debe
haber una “fuerza mayor” que las una. ¿Cuál es la “fuerza mayor” que puede unir a usted y a su
esposa? ¡Dios y solo Dios! ¡Por su obediencia a su Palabra! Pero usted tiene que saber su Palabra
antes de comenzar a obedecerla. “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” Oseas
4:6.
Los ¿y qué si?
¿Y qué si mi esposa es infiel y comete adulterio, entonces puedo divorciarla?
No. Su Palabra dice que usted puede divorciarse solo por causa de fornicación (que es tener
relaciones sexuales antes del matrimonio). Esto se refiere a tiempo del compromiso. La
fornicación y el adulterio no son el mismo pecado. Si lo fueran, estos pecados no se encontrarían
dos veces en el mismo versículo bíblico: “. . . ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros.
. .” 1 Corintios 6:9.
Divórciela en secreto. El divorcio por causa de fornicación era permitido durante el tiempo del
compromiso, como en el caso de María y José. Las palabras novios o comprometidos no se
usaban durante este tiempo en la historia. La palabra “marido” se usó porque José ya se había
comprometido a ser el marido, o esposo, de María. “José, su marido, como era justo, y no quería
infamarla, quiso dejarla secretamente” Mateo 1:19. Esto fue antes de su matrimonio porque el
divorcio era permitido solo para el caso de fornicación.
Desposada. El anterior versículo explica que el “divorcio” ¡había de tomar lugar antes del
matrimonio! “Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que
había concebido” Mateo 1:18. El último momento en que el divorcio podía suceder era
inmediatamente después de la noche nupcial, si la mujer no estaba virgen.
¿Y qué si mi esposa ha muerto?
Para los hombres que son viudos, es importante que sepan que si han conocido a una mujer y
están considerando matrimonio, ella también debe ser viuda o nunca debe haberse casado antes.
Recuerde, Satanás por lo regular saca lo mejor que tiene primero, pero ¡el Señor hace que usted
espere y luego saca lo mejor que Él tiene! “Espera en Jehová, y guarda su camino” Salmo 37:34.
Son tantos los hombres y las mujeres que sin sabiduría se han casado con los divorciados y luego
demasiado pronto se encuentran divorciados porque ese nuevo cónyuge estaba lidiando con
conflictos no resueltos y con heridas pasadas. Los hijos (los pequeños y los ya mayores) se
amargan por la presencia del nuevo cónyuge. Todos los hijos necesitan que ambos de sus padres
se vuelvan a juntar.
¿Y qué si ya estoy en un segundo (o tercer) matrimonio?
Primero, usted debe pedir perdón a Dios, ya sea que se casó antes de ser salvo o no. No puede
tener ningún buen efecto en su andar cristiano si no puede admitir los pecados pasados. “El que
encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”
Proverbios 28:13. “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” 1 Juan 1:8,9.
Momento de arrepentirse. “Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere
arrepentirse de su fornicación. He aquí yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con
ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella” Apocalipsis 2:21,22. “Confesaos vuestras
ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo
puede mucho” Santiago 5:16.
Su voluntad. Después de confesar su pecado, debe dejar a un lado la voluntad suya y pedir a su
Padre Celestial su voluntad respecto a su matrimonio presente. Muchas parejas se han encotrado
con esta difícil tarea. Ore por la dirección de Dios. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10.
Confíe en Él. Usted debe confiar en Él. Él quiere darle una vida abundante, no una falsa. Por
favor, ore diciendo: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la
tuya” Lucas 22:42.
¿Puede perdonarse el adulterio?
Sí. Jesús dijo a la mujer tomada en adulterio: “¿Ninguno te condenó?. . . Ni yo te condeno; vete,
y no peques más” Juan 8:10,11. Pero usted debe confesar sus pecados, y no animar a otros a
pecar como lo hizo usted.
En realidad, el adulterio no solo es razón para no divorciarse, es razón para perdonar como lo
hizo Cristo en Juan 8:10. También tenemos en Oseas un ejemplo del esposo que perdona el
adultero. “Me dijo otra vez Jehová: Vé, ama a una mujer amada de su compañero, aunque
adúltera” Oseas 3:1. Luego en 1 Corintios 6:9-11, cuando Dios se refiere a los adúlteros y
fornicarios, dice: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados,
ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”
Somos lavados en su sangre perdonadora.
Sin embargo, muchos pastores dicen que el adulterio es razón para el divorcio. “Oísteis que fue
dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” Mateo 5:27,28. Si fuera verdad que el adulterio es
razón para el divorcio, ¡entonces la mayoría de las mujeres casadas podrían divorciar a su esposo
ya que la mayoría de los hombres han sentido lujuria al ver fotos de mujeres en la televisión o en
revistas!
Pero son tantas las iglesias y pastores que dicen que el divorcio es algo correcto en ciertas
situaciones. ¿No está bien volver a casarse si es bajo estas circunstancias? “De manera que
cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haba y los enseñe,
éste será llamado grande en el reino de los cielos” Mateo 5:19.
¿Cómo puedo estar seguro de que esta enseñanza es correcta y que lo que muchas iglesias están
enseñando es erróneo? “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de
ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas
de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo
da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los
conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores
de maldad” Mateo 7:15-23. ¿Acaso no se están derrumbando muchos de los matrimonios en su
iglesia y las familias se están disolviendo? Estos son los malos frutos.
Muchos pastores sienten una “profunda” convicción sobre el matrimonio, pero no quieren
“ofender” a nadie, especialmente a todos los “miembros de la iglesia” que están en su segundo o
tercer matrimonio. “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,
pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” Santiago 4:4.
Comezón de oir. Si el pastor o iglesia toma una firme resolución contra el divorcio y el nuevo
matrimonio, se les llama “legalistas o sentenciosos”. Y los que quieren “hacer lo que les da la
gana” se irán a otra iglesia para oir lo que quieren oir (comezón de oir). “Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas” 2 Timoteo 4:3,4.
Siendo que ya estoy divorciado o que “estoy soltero otra vez”, ¿no me podría volver a casar
o salir con alguien y luego pedir a Dios que me perdone?
Antes que nada, usted no está soltero. Solo el que nunca ha casado (o que es viudo) es soltero.
“Y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella”
Marcos 10:11. “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con
la repudiada del marido, adultera” Lucas 16:18.
Segundo, cosechará lo que siembre. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo
que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6:7. Usted de su propia voluntad está
cometiendo pecado. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Santiago 4:17.
Una horrenda cosa. Usted se expondrá a la venganza de Dios. “Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más
sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha
de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres
testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al
Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere
afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago,
dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del
Dios vivo!” Hebreos 10:26-31.
Nota: En los últimos pasados meses, el Señor me ha inundado con mucho conocimiento sobre los
que “han recibido el conocimiento de la verdad” y aun así lo ignoran para poder hacer “lo que les
da la gana”. Algunos de los testimonios más horribles, abominables, y desgarradores que he oído
han sido compartidos conmigo recientemente. Señores, Dios no será burlado. Usted no recibirá
ningún beneficio por ignorar la Palabra de Dios, ni por cambiar la obediencia por un
“matrimonio mejor” (o una relación) con una persona nueva.
Si me amáis
Para terminar, “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro
Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira
acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias,
malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la
verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales” 1 Timoteo 6:3-5.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos” Juan 14:15. Si usted dice que cree en Dios, entonces
obedézcale. “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” Lucas 6:46. Si
usted se ha decidido a pedir a Jesús su salvación pero no está siguiendo sus enseñanzas, entonces
Él no es su Señor y Maestro. Si Él es su Señor, entonces debe comportarse como tal.
Hagamos un compromiso personal de
permanecer casados
y alentemos a todos los hombres a que hagan lo mismo.
Compromiso personal: Permanecer casado y alentar a los demás a que hagan lo mismo.
“Basado en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me vuelvo a comprometer con mi
matrimonio. Me humillaré cuando sea necesario y trataré de ser un “pacificador” en mi
matrimonio. No taparé mis transgresiones, ni haré que otro tropiece. Dedicaré mis labios a
esparcir la verdad de Dios sobre el matrimonio.”
Fecha:___________________ Firma:______________________
12
La Biblia dice que
El me guiará
“Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”
Salmo 23:3
Mi esposa me pide divorcio. ¿Qué debo hacer?
Muchos cristianos, consejeros y aun pastores le aconsejarán a que contrate a un abogado
para protegerse a usted mismo y sus propiedades, no sea que su mujer “se quede con todo”. Aun
así, al enfrentarse con este dilema, vaya a la Escritura en busca de consejo y al “Gran
Consolador” para su respuesta. “Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de paz.” Isaías 9:6. Escudriñemos las Escrituras en busca de respuestas a
estas preguntas difíciles. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá.” Mateo
7:7.
¿Quién entendió la mente del Señor? “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién
entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” Romanos 11:33,34. ¡Antes que nada,
debe hablar con el Señor primero! El le guiará. Usted debe oírle a Él.
¡Ay de los hijos que se apartan! “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar
consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a
pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para
fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.” Isaías
30:1,2. Egipto representa nuestro deseo de las cosas del mundo.
Mas a ti no llegará. “Y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la
capa.” Mateo 5:40. Muchos hombres se preocupan de que su esposa se aproveche de ellos. Si
usted actúa como si ella fuera el enemigo y pelea, ella también peleará. ¿No lo ha hecho así en el
pasado? Muchos tendrán “historias de horror” de otros que se han divorciado para meterle
miedo y usted se busque un buen abogado. Recuerde: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu
diestra; mas a ti no llegará.” Salmo 91:7. Al contrario: “No seas vencido de lo malo, sino
vence con el bien el mal.” Romanos 12:21.
Osa ir delante de los injustos y no delante de los santos. “Osa alguno de vosotros, cuando
tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?” 1 Corintios
6:1. Esta es una escritura muy firme. ¿Osamos ir contra Dios? En algunos estados, sería una
violación de la ley no comparecer ante la corte al demandársele divorcio. Pero en otros estados,
ni debe ni tiene que comparecer. Cerciórese, y no se deje llevar por lo que digan otros de que
“tiene que” hacer esto o aquello. Mi esposa, Erin, tomó este versículo al pie de la letra cuando
de mi parte recibió papeles de divorcio. Ella ni firmó los papeles ni compareció ante el tribunal.
¡Y Dios libró a nuestra familia! ¡Gloria a Dios!
Hemos de juzgar a los ángeles. ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el
mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no
sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?” 1 Corintios
6:2,3. Dios nos hace ver qué ridículos somos al mostrarnos lo pequeño e insignificante de los
asuntos de este mundo en comparación con nuestra vida en el cielo.
Ante los incrédulos. “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun
uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio,
y esto ante los incrédulos?” 1 Corintios 6:5,6. Cuando la Iglesia abandona su responsabilidad
de enfrentarse a sus miembros, el pecado abunda sin freno, y el gobierno toma la iniciativa.
Más bien sufrir el agravio o ser defraudados. “Así que, por cierto es ya una falta en vosotros
que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no
sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los
hermanos.” 1 Corintios 6:7,8. He ahí su respuesta. Si entra usted en la corte con su cónyuge, ya
es una derrota para ustedes. Dios dice que es mejor sufrir el agravio o ser defraudados (ser
engañados o embaucados). La mayoría de los hombres con quien hablo, que enfrentan el
divorcio, están tan interesados en lo que pueden sacar: cuánto dinero tienen que pagar en apoyo
económico y discutiendo sobre bienes. ¡Si no se permite usted la “posibilidad” de sufrir agravio,
terminará con enojo y amargura, y así también su esposa! Recuerde: “el afán de este siglo y el
engaño de las riquezas ahogan la palabra”. Mateo 13:22. Es aquí donde debe ser generoso con
su esposa y usar la generosidad para mostrar su amor hacia ella. “Y al que quiera ponerte a
pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga
por una milla, vé con él dos. Al que te pida, dale.” Mateo 5:40-42.
Nadie verá al Señor. “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
Hebreos 12:14. ¿Es su deseo actuar como Jesús actuó? Jesús “no respondía con maldición” (1
Pedro 2:23), y él era del todo inocente. Permita que Dios empiece una buena obra en la vida de
esposa al sembrar semillas de vida y no darle ya más a Satanás combustible para destrucción.
Permita que su esposa vea a Jesús en usted. Nosotros apagamos la obra del Espíritu Santo
cuando hacemos las cosas como “queremos” en vez de como “debemos”. ¡Hágalo a la manera
de Dios!
Quítense de vosotros. “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia,
y toda malicia." Si usted sigue con el divorcio, y especialmente si tiene un abogado, habrá
maledicencia y enojo. Esto es lo que es el divorcio. Tiene que quitarlo de usted.
Vana es la ayuda del hombre. “Danos socorro contra el adversario, porque vana es la ayuda
del hombre.” Salmo 108:12. He oído numerosas historias de cómo la gente intenta liberarse a
sí misma. ¡Deje que Dios incline el corazón de su esposa! Tiene usted su promesa: “Cuando los
caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él.”
Proverbios 16:7.
Confiar en Jehová. “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.” Salmo 118:8. Un
abogado no es sustituto para el Señor. Si usted piensa que ha de tener tanto a un abogado como
la protección de Dios, el versículo que sigue le explicará por qué están en directa oposición lo
uno con lo otro.
Cuya confianza es Jehová. “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.” O es usted
bendecido o es maldecido. Usted decide.
Estad quietos. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.” Salmo 46:10. Ponga sus
problemas en sus manos. Deje de enojarse por todo y deje de estar hablando de sus problemas
con todo el mundo. ¡Esté quieto! Si su esposa ya ha comenzado con los trámites del divorcio, y
ya usted se ha humillado y se ha apartado de sus malos caminos, entonces siga estos pasos:
A paz nos llamó. Explíquele a su esposa que usted hará lo que ella quiera en lo que toca a
divorciarse de usted. Dígale que seguirá amándola pase lo que pase. Déjele saber que no “la
culpa” por querer divorciarse de usted. “Pero si el incrédulo se separa, sepárese … a paz nos
llamó Dios.” 1 Corintios 7:15. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
ni estuvo en camino de pecadores….” Salmo 1:1.
Blandura de la lengua. Dígale a su esposa que usted no le resistirá ni peleará con ella en el
divorcio y que no contratará a ningún abogado que le represente. (Si tiene un abogado,
despídale.) Comparta con su esposa que usted confía en ella y que sabe de su pasado que ella
hará lo correcto para todos los que estén involucrados. “La blandura de la lengua” (Proverbios
6:24) añade persuasión.
Él odia el divorcio. Diga a su esposa que usted ha cometido tantos errores en el pasado que no
quiere cometer más al firmar los papeles del divorcio. Debe recordar que Dios “aborrece el
repudio” (Malaquías 2:16).
Todo es posible. Si usted ya ha iniciado o ha participado en el proceso jurídico para el divorcio,
no todo está perdido. Pida perdón a Dios y también a su esposa. Muestre que está dispuesto a
volver a juntar a su familia. Dios comenzará a sanar ahora. “Para Dios todo es posible.” Mateo
19:26. Si es que usted se ha quedado con un abogado, otra vez despídale inmediatamente – si es
que desea la defensa del mejor. Luego ore así: “Señor, no hay nadie sino tú que nos ayude en la
batalla entre los poderosos y aquellos que no tienen fuerza; así que ayúdanos, oh Dios nuestro
Señor, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esto; oh Señor, Tú eres
nuestro Dios; que ningún hombre prevalezca contra ti.” Véase 2 Crónicas 14:11.
Más tenaz. Si es que ya ha pasado por el divorcio, es posible que su esposa esté sintiendo
amargura, resentimiento, o acaso un fuerte enojo contra usted en este momento. Ore que Dios
perdone las transgresiones de usted y que borre las malas memorias que tiene ella (Salmo 9:5) y
las reemplace con buenos pensamientos. Ore con más ahinco y sea lo más dulce posible en toda
oportunidad que tenga con su esposa a fin de volver a ganársela. (Otra vez, “la blandura de
labios añade persuasión”.) Recuerde: “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.” Proverbios 18:19. (Véase el
capítulo 9: “Las armas de nuestra milicia”.)
Lo cual habría soportado. Dios comprende lo que usted está pasando. “Y dije: ¡Quién me
diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el
desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad…Porque no me
afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque
me hubiera ocultado de él [ella]; sino tú, hombre [mujer], al parecer íntimo[a] mío[a], mi guía, y
mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos….” Salmo 55:6-8; 12-14. Dios
comprende.
Hurtar y matar y destruir. Si es usted quien ha “volado”, vuelva a su casa. ¡Su ausencia sólo
esta causando que Satanás se declare de nuevo el vencedor porque otra vez ha logrado dividir y
conquistar! Recupere el terreno que él le ha robado. ¡Es un ladrón! “El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.” Juan 10:10. ¡Dele a Dios la victoria y el testimonio dándole vuelta a la situación
para su gloria! ¡En vez de botar “su cruz” (su matrimonio en problemas), vuelva a tomarlo y
siga a Jesús! Ahora, si es ella quien le ha dicho a usted que se vaya, usted tiene que “esperar en
el Señor”. Espere que sea El quien le vuelva el corazón de ella a usted. (Vuelva a leer el
capítulo 10). Una vez que ella haya visto el cambio en usted, le pedirá que vuelva al hogar.
Tome su cruz cada día. Esté seguro de que su cruz no es más pesada de lo que El dispuso para
usted. Tiene que sacudir toda falta de perdón y toda amargura o el peso será demasiado para
poder llevarse y, a la larga, usted no podrá seguir adelante. “Y decía a todos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Lucas 9:23.
Para ti no hay diferencia alguna. “¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda
al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos
apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no
prevalezca contra ti el hombre.” 2 Crónicas 14:11.
CREER Y OBEDECER
Muchos hombres que dicen que están a favor de su matrimonio dicen que creen, pero no
obedecen. Tiene usted que orar con desesperación, tanto que ha de obedecer la Palabra de Dios
pase lo que pase. ¿Cuán importante es salvar su matrimonio? ¿Lo suficientemente importante
como para obedecer su Palabra?
Que recibirá cosa alguna. Si usted no obedece a Dios con ciega obediencia, no debe esperar
nada de El porque es usted de doble ánimo. “No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa
alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” Santiago
1:7,8. “Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley.” Salmo 119:113.
Fe por mis obras. Si usted dice que tiene fe para estar a favor de su matrimonio, entonces
póngala en “acción”. “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no
tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.
Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” Santiago 2:14,18.
Hay tantos hombres que escogen “creer” en vez de “obedecer” a favor de su matrimonio. ¡Oiga,
todos siguen “creyendo” por su matrimonio, pero ni uno ha sido restaurado!
Sácalo, y échalo de ti. Otra vez, ¿cuán fuerte es su deseo de ver restaurado su matrimonio?
¿Está usted lo suficientemente desesperado como para hacer lo que sea necesario a fin de
salvarlo? Si usted no cree que Dios le llama a esa clase de obediencia, considere lo que dice
Jesús: “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es
que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano
derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; ; pues mejor te es que se pierda uno de tus
miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Mateo 5:29,30. A través de todo el
capítulo 5 de Mateo, Jesús nos está llamando a un nivel más alto de obediencia que el que era
esperado de los del Antiguo Testamento. Lea este capítulo para ser motivado a obedecer, ¡aun
hasta el punto de parecer como un fanático! Si lo que usted está haciendo ahora no le parece
“loco” a los demás, usted necesita ser más radical en su dedicación a su matrimonio.
Por cuanto eres tibio. No se busque abogado. Déjeme decirle esto una vez más: Si tiene uno,
despídale. Todos los que conocemos que trataron de persuadir a otros que está bien
comprometer los principios que están escritos en este libro siguen viviendo una vida de solteros.
Quizás no sea esto lo que usted quiere oír. No es lo que quisiéramos escribir tampoco,
pero debemos resistir el dejar que nuestro corazón gobierne lo que está escrito por El o El dejará
de usarnos. Todos tenemos que ser como Pedro en la obediencia. Cada vez que se le pidió que
hiciera algo, como permitir que Jesús lavara sus pies, ¡se iba de pies a cabeza! Pedro incluso se
fue de cabeza (¡literalmente!) cuando Jesús le pidió que saliera del bote y caminara sobre las
aguas. El fue el único que siguió a Jesús con dedicación fervorosa, ¡y fue sobre la confesión de
Pedro que la Iglesia fue edificada! Aun así, Jesús reprendió a Pedro por su falta de fe. ¡Y de la
misma manera reprende a la Iglesia por ser tibia! “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi boca.” Apocalipsis 3:16.
¿Cuánta fe tiene usted? ¿Suficiente como para dar un paso adelante y permitir que el
Señor pelee por usted en vez de un abogado? Mi querido hermano en Cristo, suelte a su abogado
y tome la mano de Jesús.
Compromiso personal: confiar en Dios solamente. “A base de lo que he aprendido en la
Escritura, me comprometo a confiar en el Señor para que El pelee esta batalla por mí.”
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13
Lo que la Biblia dice sobre
EL QUE ESTÉ SIN PECADO
Adulterio: Bases para el perdón
Aviso: Este capítulo está hecho con el fin de ministrar a hombres cuya esposa está en adulterio.
Si es usted quien ha cometido adulterio, favor de no usar este capítulo para juzgar la falta de
perdón que haya en su esposa hacia usted.
¿Debe alguna vez ser perdonado el adulterio?
¿Qué hizo Jesús? Esto fue lo que le dijo a la mujer que fue sorprendida en adulterio:
“¿Ninguno te condenó? … Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” Juan 8:10,11.
¿Está usted sin pecado, que pueda arrojarle la primera piedra a su esposa? Jesús también
les dijo a aquellos que querían ver castigada a esta mujer que había sido sorprendida en adulterio:
“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” Juan 8:7.
Está usted sin pecado? “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos,
y la verdad no está en nosotros.” 1 Juan 1:8.
Si escoge usted no perdonarla. ¿Cuáles son las graves consecuencias de no perdonar? “Mas
sin no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas.” Mateo 6:15.
Al hablar de los adúlteros y fornicarios, El dice: “Y esto érais algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.” 1 Corintios 6:11. “Porque … la mujer incrédula es santificada en el marido; pues de otra
manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.” 1 Corintios 7:14.
Puesto que usted y su esposa son una sola carne, nosotros, en los Minsterios de Restauración,
sugerimos que se acerquen más a Dios y permitan que El comience a transformarles a imagen
suya. ¡A medida que se unen a Dios, cosas grandes y maravillosas le acontecerán a su esposa, ya
que son una sola carne!
¡Pero no es la primera vez que ella ha cometido adulterio! Recordemos lo que Jesús nos dijo
cuando se le preguntó cuántas veces debemos perdonar a alguien. “Y si siete veces al día pecare
contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.” Lucas 17:4.
¡Pero ella no se ha arrepentido! Al estar colgado en la cruz por sus pecados, El exclamó:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Lucas 23:34. ¿Le exigirá usted a su esposa
lo que Jesús, aunque totalmente inocente, no exigió de los que le atormentaban?
“No seáis vencidos del mal, sino venced al mal con el bien.” Dios le pidió específicamente a
su profeta Isaías que se volviera a casar con su esposa, Gomer, aun después de que haya le hubo
tan abiertamente faltado. “Porque ella no es mi esposa, y yo no soy su esposo….” “Entonces
ella dirá: ‘Me volveré a mi primer marido, pues era mejor para mí entonces que ahora’.”
“Entonces me dijo Jehová: ‘(Oseas), Vuelve y ama a una mujer que es amada de su marido,
aunque adúltera.’” Oseas 2:2-3:1. Dios usó la historia de Oseas y Gomer a fin de mostrar su
propia fidelidad a su esposa, la Iglesia.
Se había perdido. Y el hijo mayor le dijo a su padre: “Pero cuando vino este tu hijo, que ha
consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.” Lucas 15:30. El
padre le respondió al hijo mayor: “Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu
hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.” Lucas 15:32.
¿Es que puedo volver a confiar en ella? Dios dijo que confíe en El, y entonces será usted
bendecido con una esposa fiel. “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su
brazo … Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.” Jeremías 17:5-7.
¿Cómo puedo ayudar a mi esposa? Ayúdele orando. “Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Marcos 14:38. Todos
los que han permitido que Dios cambie el corazón de su cónyuge testifican que Dios quitó de su
cónyuge el deseo por la otra persona. Puede que Dios traiga otras pruebas a nuestra vida, sin
duda, mas no el adulterio. Cuando Dios sana, consumado es. Pero recuerde, si siembra para la
carne, para la carne segará. Señores, si obligan o incitan a su mujer para que regrese a casa,
segarán las consecuencias. Aprenda a esperar. ¡Cuando sea la bendición del Señor, El no le
añadirá ninguna pena! (Proverbios 10:22).
¿Qué es lo que la Biblia dice que debemos hacer (o no hacer) si nuestra esposa está en adulterio?
No debemos de lisonjear; debemos, al contrario, de edificar. “El hombre que lisonjea a su
prójimo, red tiende delante de sus pasos.” Proverbios 29:5. “Ninguna palabra corrompida salga
de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación.” Efesios 4:29.
¿Cuál, me preguntarán, es la diferencia entre lisonjear y edificar? Cuando alguien practica la
lisonja, su propósito o motivación es sacar algún beneficio de sus dichos. El que ha escogido
edificar a otra persona, está dando de su corazón y no espera nada de ello. Dos hombres pueden
estar diciendo la misma cosa, mas su motivación es muy diferente.
Dios puede traer su ira, si usted anda en humildad. “Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene.” Colosenses 3:5,6. “Pues conocemos al que
dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su
pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” Hebreos 10:30,31.
Otra vez, si no se ha olvidado, puede que se regocije de la “ira de Dios”. Esto también es
peligroso. “Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, y cuando tropezare, no se alegre tu
corazón; no sea que Jehová lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.” Proverbios
24:17,18.
No se engañe pensando que tiene que averiguar lo que su esposa esté haciendo. “Porque
nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y
de salir a luz.” Lucas 8:17. “Porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.”
(Los testimonios de los que sí han intentato espiar o investigar han sido trágicos. ¡Por favor no
cometa el mismo error!)
EL ADÚLTERO Y LA ADÚLTERA
Ella no lo sabe. “Ella no escudriña el camino de la vida; sus caminos son inestables, ella no lo
sabe”. Proverbios 5:3,6. No espere que su esposa actúe con lógica o que escuche a la razón.
¡La adúltera está fuera de su casa! “Una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y
astuta de corazón. Alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa.” Proverbios
7:10,11. Favor de leer la lección 13, “Provee a los suyos”, en El hombre sabio edifica sobre la
roca: Manual para hombres. Allí se da contestación a muchas de las preguntas que acaso usted
se esté haciendo ahora, tales como: ¿Sería la “carrera” de mi esposa parte de la causa de que
nuestro hogar se derrumbara? ¿Por qué permití que mi esposa me ayudara a proveer? ¡Ahora
ella tiene su propio dinero, sus propios amigos, y su propia vida! “Porque si alguno no provee
para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” 1
Timoteo 5:8. Debe usted echar mano de su promesa: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Filipenses 4:19.
La adúltera se engaña al pensar que no ha hecho nada malo. “El proceder de la mujer
adúltera es así: come, y limpia su boca y dice: No he hecho maldad.” Proverbios 30:20. Si
usted desea que su esposa vuelva a usted, siga estas instrucciones. ¿O menosprecias las riquezas
de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento? Romanos 2:4. Muéstrele bondad a su esposa, no condenación ni crítica.
Esta es una batalla espiritual. Ha de ser peleada y ganada en el Espíritu. Favor de volver a
leer el capítulo 9: “Las armas de nuestra milicia” para entender mejor la Guerra Espiritual.
También tenemos ejemplos de oraciones en el capítulo 15 que operan poderosamente contra el
adulterio. Siempre pase por alto y resista la tentación a luchar en la carne, ya sea violenta o
seductoramente. Hay libros, programas de radio y televisión, y amigos bien intencionados que
traten de persuadirle a que administre ya sea el método del “amor fuerte” (el cual llevará al
desastre) o a ser más romántico o seductor a fin de ganársela de nuevo. Ninguno de estos es la
causa ni la solución a este pecado. Es una batalla espiritual. Tiene que ser peleada y ganada en
el Espíritu. ¡Mas el amor (como se encuentra en 1 Corintios 13) es siempre la respuesta correcta!
Por mutuo consentimiento. Muchos preguntan qué deben hacer si la esposa infiel se acerca a
ellos en busca de intimidad física. “Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia
mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y
asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el
marido; ni tampoco el marido tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os
neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa
de vuestra incontinencia.” 1 Corintios 7:2-5.
Está claro que este versículo cubre a los que todavía están legalmente casados. Si ha
habido un divorcio, no dé apariencia de pecado. Este es el tiempo en que debe abstenerse de la
intimidad aunque ella le persiga.
Un compromiso personal: perdonar. “A base de lo que he aprendido en la Escritura, me
comprometo a confiar en el Señor y rehuso pelear en la carne. Seguiré perdonando a mi esposa
diariamente y a otros que hayan estado o estén actualmente involucrados. Permaneceré manso a
medida que camino en un espíritu de perdón.”
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14
LA BIBLIA DICE
Él nos da las llaves
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos ….”
Mateo 16:19
Jesús nos dio las llaves de los cielos para “atar” el mal y “desatar” el bien. “Y a ti te daré las
llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo
que desatares en la tierra será desatado en los cielos.” Mateo 16:19.
Remueva el mal. Busque un versículo sobre aquello que usted quiere remover. Primero
tiene que atar al “hombre fuerte”, que es el espíritu que se ha apoderado de la persona por quien
usted está orando. Busque un versículo que le sirva a usted de oración. “Ninguno puede entrar
en la casa de un hombre fuerte … si antes no le ata …”. Marcos 3:27.
Sustituir el mal por el bien. ¡Esto es sumamente importante! “Cuando el espíritu inmundo sale
del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: ‘volveré a mi casa
de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete
espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser
peor que el primero.” Lucas 11:24-26.
Si usted no sustituye. Si usted no llena el vacío que el espíritu inmundo ha dejado con algo
bueno, éste volverá y las cosas se harán peores que antes de que usted orara. Usted siempre debe
sustituir el mal por algo bueno. Esta es una razón por la que las personas que se ponen a dieta en
realidad se ponen más gordas. Los expertos dicen que dejan de comer todo lo malo o tratan de
no comer nada, pero nunca lo sustituyen por algo bueno.
Sustituya las mentiras con la verdad. La verdad sólo se encuentra en su Palabra. A menos
que lo que usted oiga, lea o alguien le diga concuerde con un principio de la Palabra de Dios, ¡ES
UNA MENTIRA!
Sustituya el “brazo de la carne” con el “Señor”. Sustituya el confiar en “el brazo de la carne”
(usted mismo, un amigo, el que sea) con la confianza en el Señor. “Así ha dicho Jehová:
Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo … Bendito el varón que
confía en JEHOVÁ, y cuya confianza es JEHOVÁ.” Jeremías 17:5,7. “Por lo demás, hermanos
míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” Efesios 6:10.
¡Sustituya el huir de todo por el correr hacia Dios! “Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmo 46:1. ¡Corra al libro de los Salmos! Lea los
Salmos (y los Proverbios) todos los días. Lea el Salmo que corresponda con el día del mes más
30 hasta el final, luego lea el Proverbio correspondiente. (p. ej., el 5 del mes leerá el Salmo 5, el
35, 65, el 95, el 125 y el quinto Proverbio.) Una manera fácil de acordarse es escribir dónde
pasar a leer al final del salmo (p. ej., al final del Salmo 6 escribirá 36. Al final del 36 escribirá
66. Cuando llegue al Salmo 126, escribirá Proverbios 6.)
Siendo que el Salmo 119 es tan largo, se reserva para el 31 del mes. De manera que el
31 del mes usted leerá el Salmo 119 y Proverbios 31. Dicho sea de paso, señores, un dato
interesante: Proverbios 31, donde se describe la perfecta casada, fue escrito para un hombre
por su madre. Era una lista de atributos que ella deseaba que él buscara al escoger una esposa.
Aun así, no debe ser usado como medida para juzgar a su esposa.
Preparándose para la guerra
Vístase diariamente de la armadura tal como se describe en Efesios 6:10-18.
Las asechanzas del diablo. “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el
poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo.” Efesios 6:10,11. Recuerde quién es su verdadera adversario: Satanás,
no su esposa.
Toda la armadura de Dios. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de
Dios, para que podáis resistir en el día malo.” Efesios 6:12,13. Debe resistir el temor que puede
hacer que quiera huir o darse por vencido. Esté firme, y habiendo acabado todo, siga estando
firme. Si tiene usted problemas con el temor, lea el Salmo 37 para recibir aliento.
Estad firmes. “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad.” Efesios 6:14. La
gente habla de “dar un paso de fe”, ¡pero a veces es mejor simplemente estar firme! ¿Está usted
confiando en Dios o tentando a Dios? A veces parece que estamos dando “un paso de fe”, pero
en realidad lo que estamos haciendo es arrojándonos de un precipicio.
Son nuestras convicciones las que harán que estemos “firmes” sobre lo que es justo. Si
Dios permite la adversidad en nuestra vida, nuestro testimonio será nuestra firmeza. No
obstante, como verá más adelante en este capículo, a veces se nos pide que demos un paso
adelante y caminemos sobre las aguas, como a Pedro se le pidió que hiciera. Discierna la
intensidad de la urgencia. Generalmente es nuestra “carne” la que trae la urgencia. Dios por lo
general dice que esperemos.
Su justicia. “…y vestidos con la coraza de justicia…”. Efesios 6:14. Dios está hablando de su
justicia, no la justicia de usted. El nos dice en su palabra que nuestra justicia no es sino “trapo de
inmundicia” (Isaías 64:6).
Camine en la paz. “Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.” Efesios 6:15.
¿Es usted un pacificador? Entonces Jesús dijo que usted es bienaventurado (Mateo 5:9).
El escudo de la fe. “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno.” Efesios 6:16. Tiene que tener fe – no en sí mismo o en otra
persona, como un abogado o un juez – ¡fe en Dios, solamente en El! Las circunstancias nada
tienen que ver con la fe. Crea solamente en su Palabra para tener la verdad tocante a su
situación.
El yelmo de la salvación. “Y tomad el yelmo de la salvación.” Efesios 6:17. Tiene usted que
ser salvo; tiene que ser uno de sus hijos a fin de poder ganar una difícil batalla espiritual. Es tan
fácil como hablar con Jesús (orar) ahora mismo. Simplemente dígale en sus propias palabras que
lo necesita ahora. Pídale al Señor que se haga real en usted. Dele su vida, una vida toda
deshecha, y pídale al Señor que la haga nueva. Dígale que usted hará todo lo que le pida puesto
que El es ahora su Señor. Pídale que “le salve” de su situación y del tormento eterno que
aguarda a todo el que no acepte su don de vida eterna. Dele gracias por su muerte en la cruz y
por la sangre que El derramó por usted a fin de lavar todos sus pecados. Ahora usted puede creer
que no volverá a vivir solo. Dios estará siempre con usted y usted pasará la eternidad en el
Cielo.
La espada del Espíritu. “Y tomad … la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”
Efesios 6:17. Esto es exactamente lo que hemos estado enseñando. Las Verdades que hallamos
en su Palabra es lo que usamos cuando batallamos contra el mundo espiritual. ¡Cuando la batalla
es del Señor, la victoria es nuestra! Apunte (en fichas) las escrituras que va a necesitar para
ayudarle a ganar su batalla. Téngalas consigo todo el tiempo. Cuando sienta que se aproxima un
ataque, como el enojo o la ansiedad, lea los versículos que atañen y esté firme en su fe. “Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios.” Salmo 46:10.
Ore en todo tiempo. “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.”
Efesios 6:18. Ore desde lo más profundo de su espíritu. Tenga tiempos de oración tres veces al
día (como lo hizo Daniel). ¡Y recuerde, aunque le echen en el foso de los leones, Dios le cerrará
la boca a todos los leones.
Esté alerta. “Y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” Efesios
6:18. Ore por una persona que usted conoce cada vez que Satanás trate de abrumarle.
Ore por aquellos que le persiguen. Dios también nos pidió que orásemos por otras personas:
nuestros enemigos, cada uno de ellos. Ore por sus enemigos y pídale a Dios que le muestre lo
que El quiere que usted haga para bendecirles. No fue sino hasta que Job oró por sus “amigos”
(quienes se habían puesto en su contra) que Dios restauró lo que Job había perdido. “Y quitó
Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las
cosas que habían sido de Job.” Job 42:10. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos … y
orad por los que os ultrajan y os persiguen.” El entonces explica por qué: “para que seáis hijos
de vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:44,45.
Conozca la Palabra de Dios
Su Palabra no volverá vacía. Debe usted conocer y aprender la Palabra de Dios. Debe usted
emprender una búsqueda de las benditas promesas de Dios. Estos principios que hemos estado
aprendiendo son de su palabra, y cuando hablamos con El de su Palabra durante la oración, su
Palabra no retornará vacía. ¡Esta es su promesa para usted! “Así será mi palabra que sale de mi
boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para
que la envié.” Isaías 55:11. Su deseo es que usted sea vencedor de los males de este mundo.
Tiene que orar conforme a su Palabra. ¡Al no aceptar usted ninguna limitación o falsedad,
entonces puede esperar recibir las promesas garantizadas de Dios! ¡Amén!
Busque sus principios por toda la Biblia. Busque entendimiento. Dios dice que si buscamos
hallaremos. La Palabra de Dios da sabiduría. Al profundizar más en su significado, recibimos
un mejor entendimiento. “Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os
abrirá.” Lucas 11:9. Y una vez que usted sabe lo que ha de hacer, entonces podrá aplicarlo a su
vida. “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se
llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.” Proverbios 24:3,4.
Lea su Palabra con deleite. Marque los versículos en la Biblia que realmente parecen hablarle
a usted. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Salmo
37:4. Luego usted puede usar estos versículos para referencia rápida en tiempos de ansiedad (o
cuando esté llevando a alguien a la Verdad). En Lucas 4:4-10, ¿qué respondió Jesús cuando
Satanás trataba de tentarle? “Jesús, respondiéndole, dijo: escrito está…”, “escrito está”, “porque
escrito está…”.
Memorice. Medite día y noche. Memorice las promesas que encuentre en su Biblia a fin de
que su bendita seguridad penetre en su alma. Debe aprender y conocer las promesas de Dios si
quiere poder depender de El solamente. “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley
medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto
en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.” Salmo 1:2,3.
No importa lo malo que parezcan las cosas, Dios sí está en control. Nuestro consuelo estriba
en saber que es Dios y no nosotros quien lleva el control, y ciertamente no lo lleva Satanás.
“Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado
por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” Lucas 22:31,32.
Zarandear. Jesús sabía el resultado; sin embargo, Pedro todavía tenía que pasar por el
“zarandeo” para estar listo para el llamado de Dios en su vida. ¿Estará usted listo cuando Dios
esté listo para restaurarle su esposa a usted?
“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte
cosa alguna.” Santiago 1:4.
La guerra espiritual
Su batalla puede ser ganada o perdida en su mente. ¡Así que lleve cautivos sus
pensamientos ! Estamos “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando
prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.” 2 Corintios
10:5,6. No se deje atrapar de las manos del enemigo. No entretenga pensamientos malignos.
¡Llévelos cautivos!
Vencer el mal con el bien. Satanás sabe que si él puede dividir, puede vencer. La mayoría de
nosotros caemos en sus manos. La Escritura nos dice: “No seas vencido de lo malo, sino vence
con el bien el mal.” Romanos 12:21.
El poder de tres
Dos o tres congregados. Busque otros dos hombres que oren con usted. “Y sucedía que
cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía
Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron
debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el
otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.” Exodo 17:11,12. Busque
otros dos hombres que le sostengan para que usted no se canse. Ore y pídale a Dios que le
ayude a encontrar a otros dos que tengan la misma mente y crean con usted por su matrimonio.
El poder de tres. “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres
dobleces no se rompe pronto.” Eclesiastés 4:12.
El uno levanta al otro. “Mejores son dos que uno: porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no
habrá segundo que lo levante.” Eclesiastés 4:9, 10.
El está ahí con usted. “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo
en medio de ellos.” Mateo 18:20. “Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del
fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones
sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es
semejante a hijo de los dioses.” Daniel 3:24,25. Verá usted que el Señor estará con usted -
¡gloria!
De acuerdo. “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca
de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” Mateo
18:19.
¿Cuándo dejará usted de orar? ¡Nunca! Tenemos ahí un magnífico ejemplo de que Dios no
siempre quiere decir que “no” cuando parece que nuestras oraciones pasan sin contestar.
Grande es tu fe. La mujer cananea siguió rogándole a Jesús que sanara a su hija. El resultado:
“Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y
su hija fue sanada desde aquella hora.” Mateo 15:28. Cuando oramos por algo que claramente
está en la voluntad de Dios, y parece que no ha sido oído, o que El ha dicho lo que pensamos es
un “no”, ¡acaso Dios quiera simplemente que sigamos pidiendo, esperando, suplicando,
ayunando, creyendo, llorando, y postrándonos ante su presencia!
La batalla por el alma de ella. ¿Es el suyo un yugo desigual? Señores, ¿es la batalla en su
hogar la batalla por el alma de su esposa? ¿Es el suyo un yugo desigual? Recuerde que usted
tiene esta promesa: “Y serás salvo, tú y tu casa”. Hechos 16:31. Recuerde: la esposa es
santificada por su marido creyente. “¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu
mujer?” 1 Corintios 7:16.
Oración y ayuno
Oración y ayuno. Jesús les dijo a sus discípulos: “Pero este género no sale sino con oración y
ayuno.” Mateo 17:21. Si ha estado usted orando fervientemente y ha verificado si sus caminos
son puros, entonces el ayuno quizá sea necesario. Hay diversos tiempos para ayunar:
Ayuno de tres días. Ester ayunó buscando “el favor” de su marido, el rey. Ella ayunó tres días
buscando “favor”. “Vé y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no
comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente.”
Ester 4:16. Este ayuno (o el día 7) tiene otro beneficio para los que estamos enojados o tenemos
una “espada” en lugar de lengua. ¡Se pondrá usted débil! Aprenderá a no discutir. Se hará usted
más manso.
Ayuno de un día. El ayuno de un día comienza por la tarde después de la cena. No comerá
pero podrá beber agua durante las 24 horas que dura el ayuno. Una vez que cumpla las 24 horas
podrá tener la cena. Usted ora y ayuna durante este tiempo por su petición. Este ayuno se podrá
hacer dos veces a la semana, o más, según el Señor le inste.
Ayuno de siete días. Hay un ayuno que dura siete días. (Siete días parece representar algo
completo.) “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y
oré delante del Dios de los cielos.” Nehemías 1:4. Por lo general es durante tiempos de grande
dolor que se es “llamado” a ayunar durante siete días.
Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno. Cuando usted tenga hambre y esté débil, use
ese tiempo para la oración y la lectura de su Palabra. “Mis rodillas están debilitadas a causa
del ayuno, y mi carne desfallece por falta de gordura.” Salmo 109:24.
Para ser vistos. Mantenga su ayuno lo más callado que le sea posible. Durante el ayuno, debe
guardar silencio, sin quejarse nunca ni llamar la atención hacia usted. “Cuando ayunéis, no seáis
auteros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que
ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza
y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y
tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:16-18.
Cuando la batalla haya sido ganada, paraos y ved. Una vez que sabe que ha orado y ayunado,
haga lo que dice la Escritura: “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros.” 2 Crónicas 20:17.
Nadie debe gloriarse. Dios dice que somos gente obstinada. Cuando ha sido ganada una
batalla o cuando se ha terminado la guerra, gloriémonos solamente en El. Permanezcamos
humildes. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8,9. “No pienses en tu corazón …
por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra … sino por la impiedad … Jehová las
arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón, sino por la impiedad
de estas naciones … porque pueblo duro de cerviz eres tú … habéis sido rebeldes a Jehová.”
Deuteronomio 9:4-7. Todos hemos pecado y hemos sido destituidos de la gloria de Dios. Así
que recordemos esto cuando la batalla haya sido ganada. Nuestra justicia no es nada más que
trapo de inmundicia. ¡Gloríese en El!
La intensidad de sus pruebas es señal de que la victoria está cerca. Sus pruebas acaso se
intensifiquen cuando esté cerca de ganar la victoria. “Por lo cual alegraos, cielos, y los que
moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a
vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” Apocalipsis 12:12.
Recuerde, usted debe luchar correctamente. Haga lo que Dios dice. ¡Sí dará resultado! No
trate de defenderse a sí mismo. “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos,
amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición
por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que
heredaseis bendición.” 1 Pedro 3:8,9.
Esta es una batalla espiritual. “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él
no me daría más de doce legiones de ángeles?” Mateo 26:53. Nuestro Padre celestial llamará a
los ángeles para que peleen por usted en los “lugares celestiales” donde se está librando la
“batalla verdadera”. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12. Ore meditando en el Salmo 91
por su familia.
Su esposa ciertamente no es su enemigo. “No sabéis que si os sometéis a alguien como
esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o
sea de la obediencia para justicia? Romanos 6:16. Cuando su esposa está en pecado,
simplemente es esclava del diablo. Usted podría pensar que ella es horrible, pero también lo es
usted si sigue actuando con venganza. (¡Recuerde que eso le pertenece a El solamente!). “Pues
aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” 2 Corintios 10:3,4.
Vayamos a la raíz de la causa en vez de solamente el síntoma.
Sea dedicado. Sea dedicado no importa las consecuencias y deje los resultados en las manos de
Dios. “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de
tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado.” Daniel 3:17,18.
Estos jóvenes creyeron que Dios los libraría, pero no importa las consecuencias, estaban
resueltos a obedecer al Señor. Dios, no obstante, los libró del horno de fuego - ¡y El quiere
librarle a usted también! ¡La batalla es de El! Clame al Dios de las Huestes: El es el
guerrero.
Que Dios le otorgue la victoria
Compromiso personal: batallar en el Espíritu por mi esposa y mi matrimonio. “A base de
lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a lidiar en el Espíritu en vez de
seguir luchando en la carne. Reconozco que cuando batallo en la carne estoy perdiendo la
batalla espiritual. Por tanto me comprometo a utilizar mis energías, mi tiempo y mi pensar diario
hacia la batalla espiritual por mi matrimonio y por mi familia.”
Fecha: _____ Firma ______________________________
Comencemos nuestro compromiso orando según su Palabra
“Amante Padre Celestial, entro en mi aposento de oración y ahora que he cerrado la
puerta, te oro a ti Padre, en lo secreto. Y al verme tú aquí en secreto, me recompensarás en
público. Está escrito que todas las cosas que te pidiéremos en oración, creyendo, las
recibiremos.”
“Oh Dios, tú eres mi Dios; temprano te buscaré; mi alma te anhela en tierra seca y
sedienta, donde no hay agua. Señor, no hay nadie sino tú para ayudarme en la batalla entre los
poderosos y aquellos que no tienen fuerzas; así que ayúdanos, oh Señor Dios nuestro, pues en ti
confiamos, y en tu nombre venimos contra esta multitud. Oh Señor, tú eres mi Dios; que ningún
hombre prevalezca contra ti.”
“Tus ojos, Señor, se mueven por todas partes por toda la tierra de modo que sostengas
con fortaleza aquellos corazones que son del todo tuyos. Escudriña mi corazón.”
“Pues aunque andamos en la carne, no batallamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para derribar fortalezas. Derribando toda
imaginación y toda cosa alta que se exalta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia de Cristo, y tú estás del todo listo para vengar toda
desobediencia cuando tu obediencia es cumplida.”
“Oh que la maldad de los impíos se acabe, pero establece a los justos. No tendré temor
de malas noticias; mi corazón está quedo, confiando en el Señor. Mi corazón está establecido;
no temeré, hasta ver mi deseo venir sobre el enemigo.”
“Sea bendecida mi fuente, y me regocije con la esposa de mi juventud. Que mi esposa,
oh Señor, sea como la cierva amante y placentera, que tenga la cualidad oculta e imperecedera en
su corazón, de un espíritu suave y apacible, que es precioso en tus ojos.”
“Todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares en la tierra
será desatado en el cielo. Te pido, oh Padre Celestial, que reprendas y ates a Satanás en el
nombre y por la sangre de mi Señor Jesucristo. Fortifica su camino con espinos y edifica un
muro sobre ella para que no encuentre sus veredas. Entonces me dirás, amante Señor: ‘Vuelve,
ama a una mujer que es amada de su marido’. Por tanto, le hablaré amablemente y la atraeré al
desierto. Porque un hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne.”
“Que sea yo como Abraham, que esperó contra toda esperanza, creyendo en la esperanza,
y no siendo débil en la fe, no titubeó en cuanto a las promesas de Dios por la incredulidad, sino
que fue fuerte en la fe, dando gloria a Dios. Y estando del todo persuadido de que lo que El
había prometido El podía cumplir.”
“Porque somos salvos por la esperanza, pero la esperanza que se ve no es esperanza;
porque lo que el hombre ve, ¿por qué sigue esperándolo? Pero si esperamos lo que no vemos,
¿entonces con paciencia lo esperamos? Hubiera desmayado si no hubiera creído que vería la
bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor, sé valiente y El fortalecerá tu
corazón, sí, espera en el Señor. Mas los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas, se
remontarán como con alas de águila, correrán y no se cansarán, andarán y no se fatigarán.”
“Porque desde el comienzo del mundo los hombres no han oído, ni han percibido con el
oído, ni el ojo ha visto, oh Dios, fuera de ti, lo que has preparado para el que espera en ti.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del
Señor moraré por largos días. Amén.”
15
La Biblia dice
Busqué entre ellos hombre
“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a
favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.”
Ezequiel 22:30
Cuando su esposa esté en su contra, o peor, esté viviendo en adulterio, usted debe orar y
creer. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien
a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.” Mateo 5:44. Esta es su
arma más poderosa contra las tinieblas que han consumido a su familia.
Ore estas escrituras diariamente y en voz alta, si es posible. “Así será mi palabra que sale
de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello
para que la envié.” Isaías 55:11. Dé estas oraciones a otros que creen en lo que usted está
haciendo. Las parejas que orarán en acuerdo con usted son poderosas en contra del enemigo.
“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi padre que está en los cielos.” Mateo 18:19.
LA ORACIÓN QUE RESTAURA
“Oye mi oración, oh Señor, da oído a mi llanto, no te ensordezcas de mis lágrimas. Pon
mis lágrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro? Ya que estoy afligido y necesitado,
acuérdese el Señor de mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.” Tomado de
los Salmos 56 y 40.
“Aun la mujer de mi paz, en quien yo confiaba, la que de mi pan comía, alzó contra mí el
calcañar. Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que
me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él; sino tú, mujer, al parecer íntima mía, mi guía, y
mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la
casa de Dios.” Tomados de los Salmos 41 y 55.
“Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo. En la red que
escondieron fue tomado su pie. ¡Tenlos por culpables, oh Dios, a sus propios recursos, que
caigan! En la multitud de sus transgresiones échalos fuera, pues se rebelaron contra ti. Que
queden pasmados por su desverguenza. Todos mis enemigos serán avergonzados y grandemente
desmayados. Se volverán atrás, de pronto serán avergonzados. No sea yo avergonzado, oh
Señor, pues yo clamo a ti. Que los malos sean avergonzados, que estén en silencio. En ti, oh
Señor, me he refugiado. En tu justicia líbrame.” Tomados de los Salmos 7, 9, 31.
“Aunque quieren hacer mal contra ti, y maquinan un plan, no prevalecerán. Cuando mis
enemigos se vuelven atrás, tropiezan y perecen delante de ti. Tú has borrado su nombre por
siempre jamás. La propia memoria de ellos ha perecido. Dentro de poco los impíos ya no serán.
Buscarás con cuidado su lugar y no lo hallarás. Mas los humildes heredarán la tierra y se
deleitarán en gran abundancia. Tomado del Salmo 21.
“De cierto tú rodeas al justo con escudo. En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Ofrece a Dios sacrificio de acción de gracias, y
clama a mí en el día de angustia. Yo te libertaré, y tú me honrarás.” Tomado del Salmo 4.
“Esforzaos, y sed valientes, todos los que esperan en el Señor. Sea El su pastor también y
diríjalos por siempre. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la
tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.
Tomado del Salmo 27.
ORACIÓN POR LOS QUE ESTÁN EN ADULTERIO
“Te pido, Padre, que reprendas y ates a Satanás en el nombre y por la sangre del Señor
Jesucristo. Te pido que erijas un muro de espinas alrededor de mi esposa para que cualquiera
que tenga interés en ella pierda interés y se vaya. Baso mi oración sobre la autoridad de tu
Palabra, la cual dice: “Así lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. Te doy gracias, Padre,
por oír y contestar mi oración.” Oseas 2, Mateo 18 y 19.
“Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará
sus caminos. Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces
dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora. Pero he
aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Porque quitaré de su boca
los nombres de los baales. Me dijo otra vez Jehová: Vé, ama a una mujer amada de su
compañero, aunque adúltera.” Tomado de Oseas 2 y 3.
“Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus
fuentes por las calles, y tus corrientes de agua por las plazas? Sean para ti solo, y no para los
extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva
amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate
siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la
extraña? ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre
sobre brasas sin que sus pies se quemen?” Tomado de Proverbios 5 y 6.
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Ahora me gozo, no porque hayáis sido
contristados, sino porque fuisteis contristados, para arrepentimiento; porque habéis sido
contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la
tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que
arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte."” Tomado de 2 Corintios 10 y 7.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio
el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por
medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” Tomado de 2
Corintios 5.
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Sí, hay gozo en la presencia de los
ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. Porque Jesús dijo: “El que de vosotros esté
sin pecado sea el primero en arrojar la piedra.” “Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”
Tomado de Lucas 15 y Juan 8.
“Ni yo te condeno.” Juan 8:11.
“El Espítitu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a
predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de
luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Jehová, para gloria suya. Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los
asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas
generaciones.”
Isaías 61:1-4
¿Le está llamando Dios a ministrar a otros que están en una situación similar a la suya?
Comuníquese con nuestra oficina para obtener materiales que usted puede compartir con otros.
También nos encantaría oír su testimonio de la restauración de su matrimonio. Si desea que le
pongamos en la lista de correo con motivo de cualquier material nuevo para hombres (o
materiales que tenemos para mujeres), sírvase escribirnos a la siguiente dirección:
Ministerios de Restauración
P.O. Box 495 – Hartville, MO 65667
Tel.: 417-668-1112 – Fax: 417-668-1113
Email: [email protected]
O visítenos en nuestro Website:
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para ver nuestra columna diaria y testimonios nuevos.
Sobre los autores
Dan y Erin Thiele han sido bendecidos con siete hijos. Sus primeros cuatro hijos:
Dallas, Axel, Easton y Tyler nacieron antes de su separación. Luego después de su restauración,
Dios los bendijo con Tara, Cooper y Macy.
Ministerios de Restauración comenzó cuando Erin acudió a toda denominación en su
región en busca de la ayuda que necesitaba: Dan la había abandonado por otra mujer y al fin se
divorció. Erin seguía firme en su creencia en el matrimonio basado en la Roca, y comenzó a
escudriñar las Escrituras buscando dirección. Luego, al aplicar los principios de Dios
presentados en este libro (y en el libro para mujeres Cómo Dios puede y restaurará su
matrimonio), su matrimonio y familia fueron restaurados. Al regresar, Dan entonces renovó su
mente a través de la Palabra de Dios y aprendió a aplicar estos principios.
Desde que Dan regresó (hace nueve años al imprimirse este libro), tanto él como Erin han
escrito otros libros con su estilo personal de trazar las Escrituras a fin de ministrar a los
quebrantados de corazón y a los cautivos de espíritu. “Envió su palabra, y los sanó, y los libró
de su ruina.” Salmo 107:20.
El suyo es otro poderoso testimonio de las promesas de Dios y su fidelidad. “Porque
todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de
Dios.” 2 Corintios 1:20.
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