2015
DAYANA ALIAGA CASTILLO
Universidad Cesar Vallejo
1-1-2015
Comportamiento Suicida
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 1
Indice
1. INTRODUCCIÓN 2
2. DEFINICIÓN: 3
3. CARACTERITICAS: 4
3.1 El deseo de morir. 4
3.4 La amenaza suicida. 5
3.5 El gesto suicida. 5
3.6 El intento suicida. 5
3.7 El suicidio frustrado. 5
3.8 El suicidio accidental. 6
3.9 Suicidio intencional. 6
4. EPIDEMIOLOGÍA 7
5. CAUSAS 9
6. MÉTODOS 11
7. ASPECTOS CLINICOS 12
7.1 Suicidio consumado: 12
7.2 Tentativa de suicidio 13
8. FACTORES DE RIESGO SUICIDA 15
8.1 Individuales: 15
8.2 Familiares: 17
8.3 Factores sociales 18
9. DETECCIÓN DE LOS COMPORTAMIENTOS SUICIDAS 20
10. Prevención 22
10.1 Tratamiento de los intentos de suicidio 22
11. IMPACTO DEL SUICIDIO 24
12. PERFIL DE UN SUICIDA: 25
13. CONCLUSIÓN: 30
14. Bibliografía 31
15. Referencias 31
16. Trabajos citados 31
Comportamiento Suicida
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Comportamiento Suicida
1. INTRODUCCIÓN
l suicidio ocupa un lugar entre las primeras 10 causas de muerte en
las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Se
considera que cada día se suicidan en el mundo al menos 1 110
personas y lo intentan cientos de miles, independientemente de la
geografía, cultura, etnia, religión, posición socioeconómica, etcétera.
Cualquier sujeto puede, en determinado momento de su existencia, sentir
que la vida no tiene sentido por diversas causas, como la enfermedad física
o mental, la pérdida de una relación valiosa, un embarazo oculto o no
deseado, la soledad, las dificultades cotidianas en personalidades poco
tolerantes, lo que convierte el suicidio en la mejor y única opción para ellos.
El suicidio es un fenómeno complejo que incluye componentes biológicos,
psicológicos, interpersonales, cognitivos, intrapsíquicos, conscientes e
inconscientes, culturales, sociológicos, filosóficos y morales. Es por esta
irreducible multicausalidad que las estrategias de prevención del suicidio
deben ser también múltiples y deben aplicarse en conjunto para lograr
efectividad.
No existe “la solución” en la prevención del suicidio y nuestro mejor abordaje
del problema se centra en un enfoque multidisciplinario, basado en la
investigación científica del suicidio y del comportamiento suicida y
apuntando hacia la salud individual y la salud pública.
E
Comportamiento Suicida
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2. DEFINICIÓN:
El comportamiento suicida abarca los gestos suicidas, los
intentos de suicidio y el suicidio consumado. Los planes de suicidio y
las acciones que tienen pocas posibilidades de llevar a la muerte son
llamados gestos suicidas. Las acciones suicidas con intención de
muerte pero que no logran su propósito se llaman intentos de suicidio.
Algunas personas que intentan suicidarse son descubiertas a tiempo y
salvadas. Otras personas que intentan suicidarse tienen sentimientos
contradictorios acerca de la muerte y el intento puede fallar porque
en realidad es una petición de ayuda combinada con un fuerte deseo
de vivir. Finalmente, un suicidio consumado tiene como resultado la
muerte. Todos los pensamientos y los comportamientos suicidas, ya se
trate de gestos o de tentativas, deben ser tomados en serio.
Ilustración 1: Intentos
Comportamiento Suicida
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El comportamiento autodestructivo puede ser directo o indirecto. Los
gestos suicidas, los intentos de suicidio y el suicidio consumado
son ejemplos de comportamiento autodestructivo directo. El
comportamiento autodestructivo indirecto implica la
participación, generalmente de modo repetido, en actividades
peligrosas sin que exista una intención consciente de morir.
Ejemplos de comportamiento autodestructivo11 indirecto
incluyen el abuso del alcohol y de las drogas, el abuso del
tabaco, el comer con exceso, el descuido de la propia salud, la
automutilación, el conducir un vehículo de modo temerario y el
comportamiento criminal. De las personas con comportamiento
autodestructivo indirecto se dice que tienen un “deseo de
muerte”, pero generalmente existen muchas razones para ese
comportamiento.
3. CARACTERITICAS:
3.1 El deseo de morir.
Representa la inconformidad e insatisfacción del sujeto con su
modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en
frases como: 'la vida no merece la pena vivirla', 'lo que quisiera es
morirme', 'para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto' y
otras expresiones similares.
3.2 La representación suicida.
Constituida por imágenes mentales del suicidio del propio
individuo, que también puede expresarse manifestando que se ha
imaginado ahorcado o que se ha pensado ahorcado.
3.3 Las ideas suicidas.
Consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y
que pueden adoptar las siguientes formas de presentación:
Idea suicida sin un método específico, pues el sujeto tiene
deseos de matarse pero al preguntarle cómo lo va a llevar a
efecto, responde: 'no sé cómo, pero lo voy a hacer'.
1 Comprende todas las conductas orientadas hacia la autodestrucción, indirecta o
directa, del propio individuo o grupo.
Comportamiento Suicida
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Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado en la
que el individuo expone sus deseos de matarse y al preguntarle
cómo ha de hacerlo, usualmente responde: 'De cualquier
forma, ahorcándome, quemándome, pegándome un balazo.'
Idea suicida con un método específico no planificado, en la
cual el sujeto desea suicidarse y ha elegido un método
determinado para llevarlo a cabo, pero aún no ha ideado
cuándo lo va a ejecutar, en qué preciso lugar, ni tampoco ha
tenido en consideración las debidas precauciones que ha de
tomar para no ser descubierto y cumplir con sus propósitos de
autodestruirse.
El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo
desea suicidarse, ha elegido un método habitualmente mortal,
un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser
descubierto, los motivos que sustentan dicha decisión que ha
de realizar con el propósito de morir.
3.4 La amenaza suicida.
Consiste en la insinuación o afirmación verbal de las intenciones
suicidas, expresada por lo general
ante personas estrechamente
vinculadas al sujeto y que harán lo
posible por impedirlo. Debe
considerarse como una petición de
ayuda.
3.5 El gesto suicida.
Es el ademán de realizar un acto
suicida. Mientras la amenaza es
verbal, el gesto suicida incluye el acto,
que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el
sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.
3.6 El intento suicida.
También denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento
de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin
resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se
hace daño a sí mismo.
3.7 El suicidio frustrado.
Es aquel acto suicida que, de no mediar situaciones fortuitas, no
esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.
Comportamiento Suicida
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3.8 El suicidio accidental.
El realizado con un método
del cual se desconocía su
verdadero efecto o con un
método conocido, pero que
no se pensó que el desenlace
fuera la muerte, no deseada
por el sujeto al llevar a cabo el
acto. También se incluyen los
casos en los que no se previeron las complicaciones posibles,
como sucede en la población
penal, que se auto agrede sin
propósitos de morir, pero las complicaciones derivadas del acto le
privan de la vida (inyección de petróleo en la pared abdominal,
introducción de alambres hasta el estómago o por la uretra, etc.).
3.9 Suicidio intencional.
Es cualquier lesión autoinfligida deliberadamente realizada por el
sujeto con el propósito de morir y cuyo resultado es la muerte. En
la actualidad aún se debate si es necesario que el individuo desee
morir o no, pues en este último caso estaríamos ante un suicidio
accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el
resultado haya sido la muerte.
∞ De todos los componentes del comportamiento suicida, los
más frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y
el suicidio consumado, sea accidental o intencional.
∞ Las ideas suicidas son muy frecuentes en la adolescencia sin
que ello constituya un peligro inminente para la vida, si no se
planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en
cuyo caso adquieren carácter mórbido y pueden
desembocar en la realización de un acto suicida.
∞ El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes con
predisposición para esta conducta y se considera que por
cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de
trescientos.
Ilustración 2: Muerte
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4. EPIDEMIOLOGÍA
Como las estadísticas de suicidio se basan principalmente en los
certificados de defunción y en las pesquisas judiciales, existe
seguramente una subestimación de la verdadera incidencia. Aun así,
el suicidio se encuentra entre las 10 primeras causas de muerte. El
suicidio es la causa del 30 por ciento de las muertes entre los
estudiantes universitarios y del 10 por ciento de las muertes en personas
entre 25 y 34 años. Es la segunda causa de muerte entre los
adolescentes. Sin embargo, más del 70 por ciento de las personas que
se suicidan son mayores de 40 años y la frecuencia aumenta
dramáticamente en los mayores de 60 años, sobre todo en los
varones. Las tasas de suicidio son mayores en las áreas urbanas que
en las rurales.
En contraste, los intentos de suicidio son más frecuentes antes de llegar
a la mediana edad. Los intentos de suicidio son particularmente
frecuentes entre las adolescentes solteras y entre los solteros alrededor
de los 30 años. Aunque las mujeres intentan suicidarse con una
frecuencia tres veces mayor que los hombres, éstos consuman el
suicidio en una proporción cuatro veces mayor que ellas.
Las personas casadas tienen menos probabilidades de intentar o de
llevar a cabo un suicidio que las personas separadas, divorciadas o
Deseo
Representacion Suicida
Ideas Suicidas
Amenaza
Intento
Suicido Intencional
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viudas que viven solas. Los suicidios son más frecuentes entre los
familiares de quienes han realizado un intento o se han suicidado.
Muchos suicidios ocurren en las cárceles, particularmente entre los
varones jóvenes que no han cometido crímenes violentos. Estas
personas generalmente se ahorcan, a menudo durante la primera
semana de cárcel. Los suicidios en grupo, tanto si implican un gran
número de personas como si sólo son dos (como un par de
enamorados o cónyuges), representan una forma extrema de
identificación con la otra persona. Los suicidios de grandes grupos de
gente tienden a ocurrir en situaciones con una gran carga emocional
o en los fanatismos religiosos que superan el fuerte instinto de
supervivencia.
Las tasas de suicidio entre abogados, dentistas, médicos
(especialmente del sexo femenino) y
personal militar son mayores que en
la población general. La intoxicación
con fármacos es una forma
frecuente de suicidio entre los
médicos, posiblemente porque
pueden obtener los fármacos con
facilidad y saben cuál es la dosis letal.
El suicidio ocurre con menos
frecuencia entre los miembros
practicantes de grupos religiosos
(particularmente los católicos), que
generalmente se apoyan en sus creencias, tienen lazos sociales
cercanos que les protegen de la autodestrucción y además tienen
prohibido por sus creencias22 el cometer tal acto. Sin embargo, la
afiliación religiosa y las creencias profundas no impiden
necesariamente la realización de actos suicidas por motivos de
frustración, ira y desesperación, especialmente cuando se
acompañan de sentimientos de culpabilidad o de indignidad. (Aviles
Bentacourt , 2006)
Una de cada seis personas que se suicida deja una nota escrita. Las
notas a menudo hacen referencia a relaciones personales o a
acontecimientos que deben suceder después de haber muerto la
persona. Las notas escritas por las personas de edad avanzada a
menudo expresan preocupaciones por los que dejan atrás, mientras
2 Es el estado de la mente en el que un individuo considera como verdadero el
conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa
Ilustración 3: Decisiones
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que las notas escritas por los jóvenes pueden ser de enfado o de
reivindicación. Una nota dejada por alguien que intenta suicidarse
pero no lo consigue indica que el intento fue premeditado; el riesgo
de que lo vuelva a intentar es, por lo tanto, elevado.
5. CAUSAS
La conducta suicida generalmente resulta de la interacción de varios
factores:
あ Trastornos mentales (fundamentalmente depresión y abuso de
sustancias).
あ Factores sociales (desilusión, pérdida y ausencia de apoyo social).
あ Trastornos de la personalidad (impulsividad y agresión).
あ Una enfermedad orgánica incurable.
Más de la mitad de la gente que se suicida está deprimida. Los
problemas matrimoniales, una relación amorosa rota o problemática
o una reciente pérdida personal (particularmente entre las personas
de edad avanzada) pueden precipitar la depresión. A menudo, un
factor como la ruptura de una relación personal, se considera la gota
que desborda el vaso. La depresión combinada con una enfermedad
orgánica puede llevar a intentar el suicidio. Una minusvalía física,
especialmente si es crónica o dolorosa, tiene mayor probabilidad de
acabar en un suicidio consumado. La enfermedad orgánica,
especialmente aquella que es grave, crónica y dolorosa, tiene un
papel importante en cerca del 20 por ciento de los suicidios entre las
personas de edad avanzada. (Shkedman Benson, 2000)
El suicidio es a menudo el acto final de una serie de comportamientos
autodestructivos. El comportamiento autodestructivo es
especialmente frecuente entre las personas con experiencias
traumáticas en su niñez, especialmente las que padecieron abusos o
negligencia o el sufrimiento de un hogar monoparental, quizás porque
éstas son más propensas a tener mayores dificultades en establecer
relaciones profundas y seguras. Los intentos de suicidio son más
probables entre mujeres maltratadas, muchas de las cuales también
sufrieron abusos de niñas.
El alcohol incrementa el riesgo de conducta suicida porque agrava
los sentimientos depresivos y disminuye el autocontrol. Alrededor de la
mitad de los que intentan el suicidio están intoxicados en el momento
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de hacerlo. Puesto que el alcoholismo por sí mismo, particularmente si
hay ingestión exagerada de forma aguda, causa a menudo
sentimientos profundos de remordimiento en los periodos entre una
ingestión y otra, los alcohólicos son particularmente propensos al
suicidio incluso cuando están sobrios.
La autoagresión violenta puede ocurrir durante un cambio de humor
hacia una depresión profunda pero transitoria. Los cambios de humor
pueden estar causados por fármacos o por enfermedades graves.
Una persona que está experimentando un cambio de su humor hacia
la depresión es, con frecuencia, consciente sólo de modo parcial, y
probablemente después, recuerde sólo vagamente su intento de
suicidio. Los que padecen epilepsia, especialmente aquellos con
epilepsia del lóbulo temporal, con frecuencia experimentan episodios
depresivos breves pero intensos lo que, unido a la disponibilidad de
fármacos para tratar su enfermedad, incrementa el factor de riesgo
para la conducta suicida.
Además de la depresión, existen otros trastornos mentales que
aumentan el riesgo de suicidio. Por ejemplo, los esquizofrénicos,
particularmente los que también están deprimidos (un problema
bastante frecuente en la esquizofrenia), son más propensos a intentar
el suicidio que aquellos que no tienen dicho trastorno. Los métodos de
suicidio que eligen los esquizofrénicos pueden ser insólitos y con
frecuencia violentos. En la esquizofrenia los intentos de suicidio
acaban generalmente en la muerte. El suicidio puede ocurrir en las
primeras fases de la enfermedad y puede ser la primera indicación
clara de que la persona padecía esquizofrenia.
Las personas con trastornos de la personalidad están también en
riesgo de suicidarse, especialmente las inmaduras, con poca
tolerancia a la
frustración y
que
reaccionan al
estrés de
modo
impetuoso con
violencia y
agresión. Estas
personas
pueden beber
alcohol en
Trastornos Mentales
Depresión
Abuso de Sustancias
Factores Sociales
Desilusión
Ausencia de Apoyo
Trastornos de la Personalidad
Impulsividad Agresión
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exceso, abusar de drogas o cometer actos criminales. La conducta
suicida se exacerba a veces por el estrés que inevitablemente
conlleva la ruptura de relaciones problemáticas y las cargas que
supone el establecer nuevas relaciones y estilos de vida. Otro aspecto
importante en los intentos de suicidio es el método de la ruleta rusa,
en el que la gente decide dejar que sea la suerte la que determine el
desenlace. Algunos individuos inestables encuentran emocionantes
las actividades peligrosas que implican flirtear con la muerte, como
conducir un vehículo de modo temerario o los deportes peligrosos.
6. MÉTODOS
El método escogido por una persona para suicidarse es a menudo
determinado por la disponibilidad y por los factores culturales.
También puede reflejar la seriedad del intento, puesto que algunos
métodos, como saltar desde un edificio alto, hacen que sea
virtualmente imposible sobrevivir, mientras que otros, como la
sobredosis farmacológica, dejan abierta la posibilidad del rescate. Sin
embargo, el usar un método que demuestra no ser mortal no indica
necesariamente que el intento de la persona es menos serio.
La sobredosis de fármacos es el método usado con más frecuencia en
los intentos de suicidio. Dado que los médicos no prescriben
barbitúricos a menudo, ha descendido el número de sobredosis con
estos fármacos; sin embargo, está aumentando el número de
sobredosis con otros fármacos psicotrópicos como los antidepresivos.
La sobredosis de aspirina ha
descendido desde más del 20 por
ciento de los casos hasta
aproximadamente el 10 por ciento.
En cerca del 20 por ciento de los
suicidios se usan dos métodos o más
o una combinación de fármacos, lo
que aumenta el riesgo de muerte.
Entre los suicidios consumados, el
arma de fuego es el método más
usado en los países donde su
tenencia es legal. Es un método usado predominantemente por niños
y varones adultos. Las mujeres son más propensas a usar métodos no
Ilustración 4: Ausentismo
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violentos, como el envenenamiento (o la intoxicación farmacológica)
y la inmersión, aunque en los últimos años han aumentado los suicidios
por arma de fuego entre las mujeres. Los métodos violentos, como las
armas de fuego o los ahorcamientos, son poco utilizados por aquellas
personas que sólo quieren llamar la atención porque generalmente
conducen a la muerte.
Un acto suicida a menudo contiene evidencias de agresión hacia
otros, como puede verse en los asesinatos seguidos por un suicidio y
en la alta incidencia de suicidios entre los prisioneros que cumplen
condena por crímenes violentos.
7. ASPECTOS CLINICOS
7.1 Suicidio consumado:
El suicidio consumado suele producirse más a menudo en los últimos
años de la adolescencia. En muchos países industrializados, el suicidio
es la segunda causa de muerte en población de edades
comprendidas entre los 15 y los 24 años, siendo la primera los
accidentes de circulación. Se ha señalado (7) que en los niños y
adolescentes las tasas de suicidios aumentaron entre los años 1979 y
1992, pero disminuyeron entre los años 1998 y 1999. En Francia, el 7,9%
del conjunto de fallecimientos por suicidio afectaba a jóvenes de
edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. La mortalidad media
por suicidio en dicho período de edad es de 7,7 por 100.000; en
Estados Unidos, es de 1,5 por 100.000 a los 10-14 años y de 8,2 por
100.000 a los 15-19 años. La relación por sexos es de 8 varones por dos
chicas. Los métodos usados tienen un fuerte potencial letal:
ahorcamiento, armas de fuego, defenestración.
La relación de los actos suicidas
(suicidios consumados) con los
trastornos psicopatológicos es muy
clara. Así, en un estudio realizado
en 1991 se pudo establecer que
sobre 53 suicidios de adolescentes
de 13-19 años, un 94% presentaba
algún tipo de trastorno psiquiátrico.
Suicidios Mujeres Hombres
Chiclayo 6 9
Lima 14 26
Trujillo 8 16
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Desglosando por categorías diagnósticas se obtuvieron los siguientes
datos: 51% tenían depresión; 26% alcoholismo y un 21% tenían
trastornos adaptativos. Además, uno de cada 3 suicidados
presentaba un trastorno de la personalidad. De ello se infiere la
importante correlación existente entre actos suicidas y trastornos
mentales. De éstos, los estados depresivos (depresión mayor, trastorno
adaptativo depresivo) resultan los más importantes. Debe destacarse,
sin embargo, la circunstancia de que una proporción considerable de
los adolescentes que se suicidaron no habían recibido ningún tipo de
atención psicológica antes del acto.
Se ha constatado, además que el suicidio consumado puede
producirse, entre jóvenes que ya tenían tendencias suicidas, a partir
de tener conocimiento del suicidio de otra persona. El tratamiento que
dan actualmente los medios de comunicación a los actos suicidas
puede, en ocasiones, no ser el más adecuado ya que favorece los
fenómenos de identificación, a los que tan proclives son los
adolescentes.
Dos son las enseñanzas que se desprenden. Por un lado, es claro que
las conductas suicidas tienen un trasfondo psicopatológico muy
heterogéneo, que se debe
articular con el contexto
psicosocial y con la
capacidad de comunicación
del individuo. Por otro, que
muchos casos de
adolescentes pre-suicidas
pasan desapercibidos en los
servicios asistenciales o bien su
gravedad no es apreciada. Es
aquí donde hay que poner el
acento: en muchos casos, los actos suicidas han estado precedidos
de tentativas suicidas o bien de ideaciones suicidas o actos que
suponen una situación de alto riesgo. No valorar de manera
adecuada dichos actos comporta no apreciar una situación de alto
riesgo y, en consecuencia, no adoptar las medidas oportunas para su
prevención.
7.2 Tentativa de suicidio
Si bien la frecuencia del suicidio tiene a disminuir, no ocurre lo mismo
con las tentativas de suicidio, que en población joven de los países
Ilustración 5: Pesadilla
Comportamiento Suicida
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desarrollados tiende a aumentar en los últimos años. Se ha constatado
que los intentos de suicidio empiezan a producirse a la edad de 12
años, con un aumento de la incidencia que alcanza un pico a los 16-
18 años. El perfil típico en individuos que cometen intentos de suicidio
es el de una chica, de edad entre los 15 y los 17 años, que lleva a cabo
el intento ingiriendo una dosis pequeña o media de un analgésico o
bien algún otro medicamento utilizado por algún miembro de la
familia. El acto tiene las características de un acto impulsivo, es decir,
un acto escasamente reflexionado, que aparece en el contexto de
un conflicto familiar o de pareja. Las manifestaciones clínicas son la
irritabilidad, la agitación, el comportamiento amenazador y un deseo
de morir.
Algunos autores han señalado dos tipos de intentos de suicidio. El
primero de ellos, que los autores denominaron “maligno”, se
caracteriza por ser un acto impulsivo, muy peligroso, vinculado con
una estructura y un proceso psicopatológicos que han marcado la
historia previa del individuo, y sin que se puedan detectar factores
desencadenantes claros. Sobre este punto, sin embargo, debe
ponerse un interrogante ya que los factores desencadenantes se
pueden localizar, siempre que se les busque con la suficiente
atención. Este tipo de acto se caracteriza, además, por comportar
una ruptura del vínculo con la realidad, con el entorno, con los otros.
No hay, por tanto, una llamada al otro, no hay una petición de ayuda.
El segundo tipo, el “benigno”, se caracteriza por tratarse de un acto
compulsivo, de menor
peligrosidad, de
características reactivas
ante situaciones de
cambio o pérdida, en un
contexto clínico de tono
depresivo. Aquí, no hay
ruptura de vínculo con la
realidad, sino un intento – a
veces desesperado – de
re-establecer vínculos con
los otros. Es una petición de
auxilio, que debe ser
escuchada y atendida de
manera adecuada.
Comportamiento Suicida
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Los intentos de suicidio malignos se desarrollan, en la mayor parte de
las ocasiones, en la calle, sin testigos, lo que es indicativo de que el
sujeto busca un lugar en el que no resulte posible ayudarlo.
Por otro lado, la peligrosidad de los medios utilizados en los intentos de
suicidio malignos indica la búsqueda de la muerte como finalidad
primordial. Esta prevalece sobre otras posibles significaciones en
juego.
En este mismo estudio se destacan las diferencias entre los efectos en
uno y otro tipo. Así, después de un intento de suicidio maligno se
produce un agravamiento de la tensión emocional y de la persistencia
del deseo suicida. Por el contrario, después de un intento de suicidio
benigno lo que se produce es, a menudo, un alivio de la tensión
llegando a expresar el individuo un cierto arrepentimiento de lo
realizado.
En general, en los casos benignos se puede afirmar que algo ha
ocurrido, algo se ha consumado, y ese algo promueve un cambio de
dirección y de las perspectivas del sujeto. A partir de ese momento sus
relaciones con el entorno – básicamente el entorno familiar – y las
relaciones con los dispositivos asistenciales variarán y se darán las
condiciones para reconducir la situación, claro está, siempre que ese
entorno esté por la labor de hacerlo.
8. FACTORES DE RIESGO SUICIDA
Muchos son los factores de riesgo suicida en los adolescentes. Desde
el provenir de medios familiares desestructurados hasta la presencia
de trastornos psicopatológicos como la depresión o el abuso de
sustancias, sin olvidar la exposición a situaciones de riesgo suicida,
como es el caso de haber tenido problemas con la justicia, todos ellos
constituyen un campo heterogéneo que conviene revisar.
Estos factores pueden clasificarse en tres grandes grupos: a)
individuales; b) familiares, c) sociales. (Garcia Perez, 2012)
8.1 Individuales:
Dentro de los factores individuales cabe destacar los siguientes:
Antecedentes de haber realizado tentativas de suicidio anteriores.
Algunos autores han señalado que aproximadamente un 25 % de los
adolescentes que realizaron un intento de suicidio lo habían realizado
Comportamiento Suicida
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con anterioridad. La tentativa de suicidio multiplica por treinta el nivel
de Riesgo. Por otro lado, se considera también que el nivel de riesgo
es mayor cuanto más joven es el suicida
Patología psiquiátrica. Ya ha sido señalado que una proporción muy
elevada de individuos suicidas presentan patología psiquiátrica. Esta
circunstancia también se cumple en población adolescente. Los
estados depresivos, los trastornos de ansiedad, el abuso de alcohol y
de otras drogas, los trastornos de la personalidad y los trastornos
psicóticos, son todos ellos estados psicopatológicos que comportan
un riesgo de conductas suicidas. Sin embargo, los más relevantes son
las depresiones, cuya existencia eleva el riesgo suicida hasta un 27%
con respecto a la población general. La esquizofrenia, clásicamente
citada como un factor de riesgo suicida en población adulta, no
desempeña el mismo papel en población adolescente. Ello puede ser
debido, entre otras razones, a que es precisamente en este período
cuando suele iniciarse por lo que no se suelen dan las condiciones que
favorecen el pasaje al acto suicida (por ejemplo, la toma de
conciencia de las consecuencias
sociales que tiene el trastorno. El sujeto
se ve, de un día para otro, aislado de
su entorno, ve que ha perdido su lugar
en la red social)
Factores biológicos. Es ya clásico citar
cierto tipo factores neurobiológicos
como los causantes o
desencadenantes de todo un conjunto
de comportamientos anómalos. En
este contexto, los desequilibrios en diversos sistemas de
neurotransmisores ocupan un lugar destacado. En consecuencia, no
resulta sorprendente que también en el caso de los comportamientos
suicidas se hayan documentado ciertas disfunciones en los
neurotransmisores. La más citada es la disfunción en el sistema
serotonérgico. De hecho, la hipótesis de un desequilibrio serotonérgico
constituye uno de los principales argumentos neurobiológicos del
trastorno depresivo, la patología más suicidógena, sin embargo, dicha
hipótesis no ha podido ser verificada en población adolescente. Quizá
más precisa podría ser la correlación entre la 6 desregulación de la
serotonina y la respuesta impulsiva a un estrés. En este sentido, la
correlación tendría más relación con el factor impulsividad que con el
factor depresión. (Muñoz Alvarez, 2000)
Comportamiento Suicida
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8.2 Familiares:
En el apartado de factores de riesgo inherentes a la familia se han
citado los siguientes:
Existencia de trastornos psicopatológicos en los padres. En los padres
de adolescentes suicidas es frecuente encontrar trastornos
psiquiátricos. Los más habituales son los estados depresivos y el abuso
de sustancias tóxicas. Estos datos son susceptibles de diversas
interpretaciones. Se pueden interpretar en términos de vulnerabilidad
determinada genéticamente, pero también pueden pensarse en
términos del impacto que dichos trastornos pueden ocasionar en el
adolescente. Resulta claro que unos padres que se encuentran en una
precaria situación personal, que comporta para ellos mismos un
importante riesgo suicida, no van a poder ayudar a su hijo a
enfrentarse con todo lo que la adolescencia supone, tal y como se ha
explicado en la primera parte del artículo.
Antecedentes de tentativas de suicidio o de suicidio en los padres. Se
ha constatado que en el caso de muerte por suicidio de la madre o
del padre el riesgo de tentativa de suicidio en el hijo adolescente se
multiplica (por 2-5).
Maltrato y abuso sexual. Se ha constatado la existencia de correlación
entre el maltrato en la infancia y la conducta suicida. Además, las
conductas violentas en el seno familiar, tanto si el adolescente es
testigo de ellos como si es víctima, también presentan una correlación
positiva con los comportamientos suicidas.
Otros factores, como el divorcio o las relaciones entre los padres y los
hijos adolescentes pierden peso específico si se tienen en cuenta
tanto los factores psicopatológicos asociados como los factores de
riesgo psicosocial.
Comportamiento Suicida
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8.3 Factores sociales
En el apartado de los factores sociales resulta obligada la referencia
a la obra de Durkeim, sociólogo francés que destacó el importante
papel de los factores sociales en el desencadenamiento de
conductas suicidas. Este autor resaltó en su libro El suicidio, de 1897,
que el suicidio era un fenómeno mucho más social que psicológico,
ya que, según él, el hombre está desbordado por una realidad
circundante que es la colectividad en la que está inmerso, quiéralo o
no. En la monografía citada, el autor señala la conocida influencia
que tuvieron las crisis económicas sobre el suicidio. Para ilustrarlo citó
los casos de Viena, ciudad que entre los años 1873 y 1874 sufrió una
crisis financiera cuyo correlato fue un incremento de los casos de
suicidio del 41% (referido a los casos de suicidio registrados en 1874 y
1873). Sin embargo, el mismo autor añadió que dichos incrementos no
se podían explicar simplemente por un empobrecimiento de la
población ya que ciertos períodos de prosperidad podían también
acompañarse de incrementos en las tasas de suicidios. Para poder
explicarlos, Durkheim recurrió a la noción de anomia, concepto clave
de la sociología que, sin embargo, ha sido usado con significados
diferentes. Así, en La división del trabajo social, Durkheim concibe la
anomia como una ruptura de la solidaridad. La anomia, en esta
primera acepción, es expresión de una crisis de diferenciación, que es
consecuencia de una
división del trabajo
coercitiva, que tiene una
influencia disolvente en la
sociedad. Por tanto, en esta
primera acepción la
anomia sería un vacío de
las reglas. En cambio, en la
segunda acepción, la que
aparece en El suicidio, la
anomia es concebida
como el fracaso de la
norma para regular los
comportamientos individuales. En otras palabras, la anomia no sería el
resultado de la ausencia de normas, sino el hecho de que éstas hayan
perdido eficacia en la sociedad. En este caso, la anomia se manifiesta
como transgresión de normas por parte de individuos que se resisten a
Ilustración 6: Múltiples factores
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 19
ser integrados en la sociedad. La
anomia expresa la incapacidad del
individuo para poner coto a sus
deseos y traduce la existencia de
un tipo de personalidad mórbida a
la que lugar la sociedad moderna.
Para Durkheim , el hombre que
siempre lo ha esperado todo del
porvenir, que ha vivido con los ojos
puestos en el futuro, nada tiene en
su pasado que lo consuele de las
amarguras del presente, pues el
pasado sólo ha sido para él una
serie de etapas impacientemente atravesadas. Si este hombre que
vive con su mirada en el horizonte, en lo que ha de venir, ve, de pronto,
detenida su marcha hacia ese ideal, se encontrará con que no hay
nada ni detrás ni delante de él que le sirva de soporte. En
consecuencia, el desencanto y la depresión pueden hacer mella en
él. Esta es la hipótesis durkheimiana, hipótesis que es preciso articular
con otras aportaciones. Así, Sennett , plantea en La cultura del nuevo
capitalismo, que el hombre posmoderno debe hacer frente a diversos
desafíos, el más importante es el que se refiere a cómo desprenderse
del pasado. Se trata de un fenómeno característico de la época
actual, marcada por las condiciones sociales de inestabilidad y
fragmentariedad. Es una época en la que los servicios prestados en el
8 pasado no garantizan al empleado un lugar en la empresa. La
noción de mérito ha entrado en crisis y en su lugar aparece una nueva
versión de sujeto caracterizada por su habilidad y presteza en poner
entre paréntesis las experiencias vividas. Se trata de asumir un yo
orientado al corto plazo, centrado en la capacidad potencial. Un tipo
de personalidad que se asemeja más al consumidor que al propietario
que se aferra a lo que ya posee.
Nuestros adolescentes han de enfrentarse, pues, a un nuevo marco
social que les plantean unas exigencias que sólo unos pocos estarán
en condiciones de asumir. Para los adolescentes actuales, la idea de
proyecto tiene escaso o nulo sentido, de ahí que muchos no puedan
responder a la pregunta sobre sus planes para el futuro. De hecho, ni
se la plantean más allá de un ideal de felicidad basado en el nivel
económico pero con poca inversión personal. Es esta configuración
social la que constituye un marco que puede favorecer los
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 20
comportamientos suicidas, tal como las historias de adolescentes que
han realizado tentativas o suicidios consumados nos enseñan.
En este contexto social emerge un factor que ha ido cobrando
importancia en los últimos años: el escolar. Las dificultades escolares,
el llamado fracaso escolar y, sobre todo, las situaciones de acoso
moral en el ámbito educativo, constituyen factores de riesgo de
comportamientos suicidas. El caso Jokin, el adolescente de 14 años
del pueblo de Hondarrabía, que se suicidó tras sufrir humillaciones y
agresiones de sus compañeros, constituye una señal de alarma al
tiempo que debe ser motivo de serias reflexiones sobre lo que ocurre
en las aulas, reflejo muchas veces, de lo que ocurre en el medio
familiar. Más aún, las aulas constituyen un marco complejo en el que
las demandas y expectativas de los diversos actores implicados
(adolescentes, padres y docentes) se entrecruzan de manera no
armoniosa dando lugar, en bastantes ocasiones, a desencuentros que
pueden devenir en serios conflictos.
9. DETECCIÓN DE LOS COMPORTAMIENTOS
SUICIDAS
La gravedad de los comportamientos suicidas conlleva la necesidad
ineludible del diagnóstico precoz. Además, como ha sido señalado en
diversos estudios (17), del 7 al 15% de los suicidados suele haber
consultado en el mes que precedió al suicidio, y entre un 20 y un 25%
lo había hecho en el año anterior. Sin embargo, la experiencia clínica
del día a día indica que, a menudo, en las consultas previas no se
suelen detectar los indicios de comportamientos suicidas. Además,
ciertas ideas ampliamente circulantes entre ámbitos profesionales
están impregnadas de prejuicios, uno de ellos, quizá el más relevante,
es el que se refiere a la comunicabilidad. Según este prejuicio, el nivel
de riesgo guarda una correlación con la comunicabilidad: Si el sujeto
realiza una comunicación indirecta de la idea de suicidio el riesgo es
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 21
mayor; por el contrario, si el paciente comunica su idea de suicidio de
forma directa el riesgo es menor. Esto puede cumplirse en algunas
ocasiones, así, por ejemplo, un joven que ha sufrido una crisis psicótica,
que ha dejado como secuela un estado depresivo inherente a la
toma de conciencia de lo que dicha crisis le ha acarreado, puede
realizar un acto suicida sin que haya comunicado previamente su
idea. Se trata de un acto suicida que sólo ha sido comunicado de una
manera muy indirecta.
Sin embargo, esta recomendación general tiene excepciones: un
individuo puede comunicar de manera directa su intención suicida y
llevarla a cabo como acto consumado. Es lo que ocurrió en un centro
de justicia juvenil hace pocos años: un joven magrebí de 17 años
comunicó de manera clara su intención de poner fin a su vida si se
llevaba a cabo su repatriación. El acto suicida se consumó a los dos
días. Debe advertirse que ante la generalización de las amenazas
suicidas, el equipo profesional puede tender a interpretarlas en
términos de “manipulación” y, en consecuencia, puede no tomar
demasiado en serio los riesgos. Parece claro, no obstante, que es
mejor pecar de prudencia aun corriendo el riesgo de ser objeto de
manipulación.
Aunque los esquemas pueden pecar de simplicidad, los siguientes
puntos pueden servir de orientación al profesional:
La ideación, los intentos o planes suicidas.
El acceso a medios para suicidarse
La existencia de delirios de negación, de ruina o de indignidad
La existencia de elementos alucinatorios de carácter imperativo
El consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas.
La historia de intentos de suicidio anteriores.
La historia familiar de suicidios o de intentos de suicidio
Todo ello se debe completar con una evaluación de las circunstancias
particulares del sujeto así como de sus posibilidades y de su motivación
para pedir ayuda. En ocasiones, se dan comportamientos en forma
de autolesiones como ingerir objetos metálicos o bien provocarse
lesiones en los brazos y antebrazos con instrumentos cortantes. Si bien
estos comportamientos no constituyen por sí mismos comportamientos
suicidas no es menos cierto que deben ser valorados como graves y
jamás pueden ser considerados banales. Debe advertirse que en
bastantes casos, los individuos pueden llegar a ingerir objetos muy
peligrosos que pueden causar importantes hemorragias internas. En
una ocasión, un interno de un centro de justicia juvenil ingirió dos hojas
de afeitar provocándose una grave hemorragia en el tubo digestivo.
Comportamiento Suicida
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Hombres Mujeres
2011 2012 2013 2014
< de 15
años 3 5 2 1
15-19 años 13 9 11 6
Todas las
Edades 730 80 781 763
10. Prevención Cualquier acto o amenaza suicidas deben ser tomados en serio. El 20
por ciento de las personas que intentan suicidarse repite el intento en
el plazo de un año. Todas las personas que realizan gestos suicidas o
que intentan suicidarse necesitan ser tratadas. Cerca del 10 por ciento
de todos los intentos de suicidio resultan mortales.
Aunque a veces un suicidio consumado o un intento de suicidio se
presenta como algo totalmente sorpresivo o chocante, incluso para
los familiares cercanos, los amigos y los compañeros, generalmente
existen signos premonitorios. En general, los que se suicidan están
deprimidos y por ende el paso práctico más importante para prevenir
el suicidio es diagnosticar y tratar correctamente la depresión. Sin
embargo, el riesgo de suicidio se incrementa cerca del comienzo del
tratamiento de la depresión, cuando la persona se vuelve más activa
y decidida pero aún sigue deprimida.
Un buen cuidado psiquiátrico y social después de un intento de
suicidio es el mejor modo de prevenir nuevos intentos de suicidio.
Como mucha gente que se suicida ya había previamente intentado
hacerlo, se debe realizar un asesoramiento psiquiátrico
inmediatamente después del intento. El asesoramiento ayuda al
médico a identificar los problemas que contribuyeron al acto y a
planear un tratamiento apropiado. (Peña Galvan, 2011)
10.1 Tratamiento de los intentos de suicidio
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 23
Mucha gente que intenta suicidarse es llevada todavía inconsciente
a un servicio de urgencias. Cuando se sabe que una persona ha
tomado una sobredosis de un fármaco o de un veneno, el médico
sigue los siguientes pasos:
Retirar la máxima cantidad posible del fármaco o del
veneno del cuerpo de la persona, tratando de impedir su
absorción y acelerando su excreción.
Controlar los signos vitales y tratar los síntomas para
mantener a la persona viva.
Administrar un antídoto si se conoce exactamente el
fármaco que ha sido ingerido y si existe ese antídoto.
Aunque por lo general las personas se encuentran físicamente
bastante bien para ser dadas de alta tan pronto se haya tratado la
lesión, a menudo son hospitalizadas para recibir asesoramiento y
tratamiento psiquiátrico. Durante la valoración psiquiátrica, la persona
puede negar todo problema. Con bastante frecuencia, la depresión
grave que condujo al acto suicida es seguida por un período corto de
mejoría del humor, así que raras veces se producen nuevos intentos
suicidas inmediatamente después del inicial. Sin embargo, el riesgo de
otro intento de suicidio es alto a menos que sean resueltos los
problemas de la persona.
Existen variaciones tanto en el tiempo de estancia en el hospital como
en el tipo de tratamiento requerido. El enfermo psiquiátrico grave
generalmente es ingresado en la unidad psiquiátrica del hospital para
un control de forma continuada hasta que se resuelvan los problemas
que lo han inducido al suicidio o hasta que tenga capacidad de
afrontarlos. En caso de necesidad, se
puede mantener al paciente en el
hospital aun en contra de sus deseos
porque representa un peligro para sí
mismo o para otros.
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 24
11. IMPACTO DEL SUICIDIO Un suicidio consumado tiene un fuerte impacto emocional en
cualquier persona implicada. La familia de la persona, sus amistades y
su médico pueden sentirse culpables, avergonzados y con
remordimientos por no haber podido evitar el suicidio. También
pueden sentir ira contra la persona que se ha suicidado. Finalmente,
se dan cuenta de que no podían estar al corriente de todo o de que
no son todopoderosos y que el suicidio, la mayoría de las veces, no
puede impedirse.
Un intento de suicidio tiene un impacto similar. Sin embargo, los que
son más cercanos a la persona tienen la oportunidad de calmar sus
conciencias respondiendo a la llamada de ayuda de ésta.
Sin embargo, las cosas no son tan simples en la realidad. En ocasiones,
existen intentos de suicidio en los que la muerte no se ha consumado
por casualidad. En cambio, en otros casos la muerte ni se buscaba ni
se pretendía remotamente.
En general, la conducta suicida tiene un carácter episódico aunque
no deben olvidarse aquellos casos en los que la conducta suicida
tiene un carácter recidivante. Un episodio de ideación o acción
suicida puede ser agudo y breve, o bien puede durar varias horas o
días. En general, ello dependerá de los factores psicopatológicos
implicados. Así, por ejemplo, un episodio de tentativa suicida en un
sujeto melancólico puede durar varios días ya que es la consecuencia
de una ideación delirante de indignidad que persiste en el tiempo. En
otros casos, como un trastorno adaptativo, la acción suicida tendrá
una duración más breve ya que se trata de un acto fuertemente
reactivo.
La ideación suicida consiste en pensamientos de matarse, planes
sobre las circunstancias (dónde, cuándo, cómo) así como
pensamientos sobre el posible impacto del propio suicidio en los
demás. Se trata de un fenómeno frecuente en población adolescente
cuya gravedad y significación requieren de un adecuado
entrenamiento por parte del profesional.
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 25
12. PERFIL DE UN SUICIDA:
En investigaciones actuales en Europa y Estados
Unidos las cifras de ideación suicida oscilan entre
el 5% y el 27% (Thompson, Kuruwita y Foster, 2009).
En algunas ocasiones, la conducta que
acompaña la ideación suicida es el suicidio
consumado, que hoy aparece como una de las
primeras causas de muerte en la adolescencia. En
el Reino Unido y Francia, por ejemplo, es la
segunda causa de muerte entre los sujetos de 15-
24 años después de los accidentes de tráfico. En
España aproximadamente unos 1000 jóvenes con
edades entre 15 y 24 años se suicidan anualmente
siendo más frecuente en los chicos (Buendía,
Riquelme y Ruíz, 2004). Las tasas de suicidio se han
triplicado en los últimos años, mientras que las
tentativas se mueven entre el 9% y el 11% en la
franja de edad anteriormente citada. Para la
OMS, el suicidio es la causa de la mitad de todas
las muertes violentas y se traduce en casi un millón
de víctimas al año; la misma organización estima
que en el año 2020 las víctimas podrían ascender
a 1.5 millones.
Los intereses de nuestra investigación se dirigen
hacia la ideación suicida como factor de riesgo
de posibles comportamientos imprudentes,
relacionado con un perfil personal que en
principio desconocemos y que como objetivo
deseamos detectar. Para ello, la utilización de
cuestionarios de aplicación sencilla como el
Inventario Clínico para Adolescentes (MACI) de
Millon (2004), se presenta como un instrumento
que permite el acceso a una población que tiene
dificultades para comunicar su padecimiento.
En los resultados sobre una población de 1194
adolescentes, aparecen 65 casos con índices
significativos de ideación suicida. De estos 65
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COMPORTAMIENTO
SUICIDA
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 26
casos, 32 son mujeres y 33 varones, y la proporción más elevada se
encuentra entre los jóvenes de 15-16 años de edad. Los hallazgos
posteriores indican lo siguiente:
Existen rasgos significativos que correlacionan con la ideación suicida
como la introversión, el pesimismo y la inhibición.
En las preocupaciones expresadas, quedan reflejadas la intensidad
de los sentimientos y los aspectos que más perturban a los
adolescentes, como la desvalorización de sí mismo, el desagrado por
el propio cuerpo o los abusos en la infancia, entre otros.
Entre los síndromes clínicos más cercanos a la ideación suicida
aparece la inclinación al abuso de sustancias, la propensión a la
impulsividad y el afecto depresivo.
A partir de los resultados obtenidos de ideación suicida patológica, y
desde los apartados del MACI podemos hacer una aproximación a la
descripción psicológica de los casos encontrados:
Son jóvenes que presentan tendencia a la introversión y muestran
dificultades a la hora de expresar sentimientos y hacer amigos, porque
no confían en la amistad de los otros. Al mismo tiempo, son vulnerables
y emocionalmente lábiles cuando se encuentran en situaciones
difíciles, llegando a veces a situaciones de negación del placer e
intensificando aspectos negativos de su vida.
En línea de las preocupaciones que expresan, se sienten inseguros
consigo mismos, desanimados, confundidos con su identidad y no se
gustan. Han sufrido situaciones violentas, de abusos y/o de estrés en la
familia, y/o la falta de comunicación y afecto, una circunstancia que
les ha llevado a la no aceptación de su ser y del entorno en el que
viven.
Son jóvenes que consumen alcohol, drogas, o fuman en exceso.
También presentan impulsividad/tensión y se muestran indecisos. El
humor deprimido está presente y piensan en la propia muerte o en
lesionarse como salida a sus situaciones de dolor.
Más allá de las consideraciones cuantitativas inherentes a este
trabajo, creemos que la adolescencia es una etapa importante del
desarrollo donde pueden aparecer ideas y comportamientos suicidas.
Para muchos autores esto hace que el adolescente sea
especialmente vulnerable al estrés y a la desadaptación psicológica
(Girón, Rodríguez y Sánchez, 2003).
Para poder trabajar en la detección de estas ideas perturbadoras, los
centros de enseñanza son un lugar idóneo, ya que constituyen el
principal espacio en el que los adolescentes desarrollan gran parte de
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 27
su actividad diaria. De ahí, que la detección temprana en individuos
con ideación o conducta suicida pueda realizarse, en muchos casos,
en el ámbito escolar tal y como se desprende de los resultados
obtenidos en nuestro estudio.
Deseamos que la investigación realizada pueda servir como incentivo
para que otros investigadores en este campo (ideación y conducta
suicida) contribuyan con su labor al conocimiento ya existente desde
una perspectiva multidisciplinar. De esta manera se podrán diseñar y
llevar a cabo medidas preventivas y de acción social, especialmente
desde las áreas educativas y de salud, para dar respuesta a las
situaciones que plantea el desarrollo de problemas de ajuste en la
adolescencia.
Comportamiento Suicida
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Sujeto
Intrapersonal Aficiones
Interpersonal
Amistades
Familia
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 29
2011, 300, 39%
2012, 204, 27%
2014, 256, 34%
Otros, 256, 34%
2011 2012 2014
Comportamiento Suicida
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13. CONCLUSIÓN: Los comportamientos suicidas en adolescentes constituyen una situación
de extrema gravedad que requiere la toma de medidas de carácter
preventivo. Los centros de justicia, en general, y de justicia juvenil, en
particular, constituyen contextos institucionales en los que el riesgo de
comportamientos suicidas es elevado. Esto es así debido a la
convergencia de diversos tipos de factores de riesgo (trastornos
psiquiátricos, consumos de sustancias, factores sociales, factores
inherentes al propio marco penitenciario). La correcta valoración del
riesgo de comportamientos suicidas requiere preparación técnica y un
sólido y articulado trabajo en equipo, marco necesario para la detección
precoz y para la toma de medidas adecuadas. Estas medidas pueden
incluir la derivación del individuo suicida a un centro hospitalario. No
obstante, es preciso añadir que, en ocasiones, el acto suicida se realiza a
pesar de una intervención profesional adecuada y correcta. No debe
olvidarse que en los centros de justicia convergen las tres profesiones
imposibles: gobernar, educar y curar; en consecuencia, no siempre es
posible evitar los efectos de la pulsión de muerte del ser humano. En
cualquier caso, de la desgracia hay que saber extraer las enseñanzas
oportunas. Con ello, el equipo gana en saber y en salud.
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 31
14. Bibliografía Aviles Bentacourt , K. (2006). Factores Familiares de riesgo en el intento suicida.
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Garcia Perez, M. (2012). Algunos Aspectos Epidemiologicos del Suicida. Buenos
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15. Referencias Aviles Bentacourt , K. (2006). Factores Familiares de riesgo en el intento suicida.
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A
acto compulsivo, 13
ahorcan, 7
anomia, 17
ansiedad, 15
autoagresión, 9
autodestructivo, 3, 8
B
barbitúricos, 10
C
coercitiva, 17
consciente, 9
consumado, 2
contradictorios, 2
crímenes, 7, 11
crónica, 8
D
depresión mayor, 12
depresivo, 25
desesperación, 7
E
enfermedad, 8
F
fragmentariedad, 18
frustración, 9
frustrado, 4
H
heterogéneo, 12
I
ideación delirante, 23
inconformidad, 3
inconscientes, 1
ingestión, 9
insólitos, 9
intencional, 5
intentos, 6
intoxicación, 10
N
neurotransmisores, 15
P
parasuicidio, 4
Patología, 15
pesquisas judiciales, 6
predisposición, 5
prejuicio, 19
premeditado, 8
preventivas, 25
problemáticas, 10
psicopatológicos, 11
psicotrópicos, 10
psiquiátricos, 16
pulsión, 29
Comportamiento Suicida
DAYANA ALIAGA CASTILLO 33
R
riesgo, 9
S
serotonérgico, 15
sobredosis, 10
sociólogo, 16
suicidan, 1
T
tensión, 25
trastorno adaptativo depresivo, 12
trastornos psicóticos, 15
V
vinculadas, 4
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