LOS 3 CERDITOS Esta es la historia de tres cerditos
que se conocieron de camino al bosque, donde pensaban quedarse
a vivir. - Hagamos una casa entre todos
con ramas caídas y algo de paja!- dijo el más perezoso.
- ¡No! Hagamos una casa toda de madera. ¡Será como un juego!-
dijo el más alegre El tercer cerdito dijo firmemente: - Nos conviene hacer una casa
con ladrillos. - ¡Eso es agotador!- chilló el
perezoso. ¡Y aburrido!- pataleaba el
juguetón. Entonces los tres decidieron hacer cada uno su propia casa con
el material que quisieran.
LOS 3 CERDITOS
El primero en terminar su casa fue el más perezoso, no porque hubiera trabajado mucho, sino porque ató rápidamente cañas, ramas caídas y paja, hasta dar forma a una especie de choza,
donde comió y se echó a dormir como un cerdo.
LOS 3 CERDITOS
Al poco tiempo se escucharon los gritos de alegría del
cerdito juguetón, que, no muy lejos de allí, terminaba
de construir una cabaña, después de divertirse
cortando y clavando madera. Él también, ahora, comía y se revolcaba de felicidad.
LOS 3 CERDITOS
El último cerdito tuvo lista la casa de ladrillos cuando ya
era de noche cerrada. Guardó sus cosas, no se dio un baño, y comenzó a comer. Estaba
conforme con la solidez de las paredes, la ventana con
pasador, la puerta con tranca, y una chimenea que le
permitiría hacer fuego para calentarse o preparar comida.
LOS 3 CERDITOS
El cerdito perezoso despertó sobresaltado al escuchar la
respiración de un animal que husmeaba las delgadas paredes
de su choza. - ¿Quién es?- lloriqueó.
-Soy el amo del bosque, el dueño de todas las sombras, el que te va a comer- dijo el lobo, y de un solo soplido desbarató la choza.
Entonces se abalanzó sobre el cerdito, que corrió hacia la
cabaña de su amigo.
LOS 3 CERDITOS Los gritos del amigo
alertaron al cerdito juguetón, que le abrió la puerta de su cabaña justo a tiempo. Una
vez dentro, los dos se abrazaron temblando, y espiaron por la ventana.
- Así destruyó mi pobre casita; ¡nos va a comer!
- No te preocupes, esta cabaña no la derribará de un
soplido. -¡Soy el dueño y señor de la
oscuridad, el que hace temblar de miedo a todos en este bosque, el que les va a devorar crudos!- dijo el lobo
y sopló dos veces, y las maderas de la cabaña
volaron.
LOS 3 CERDITOS Los gritos del cerdito perezoso y
del cerdito juguetón despertaron a su amigo, que dormía después del duro trabajo. El dueño de la casa
hizo entrar a sus dos amigos. Los tres cerditos miraban a
través de la ventana.- Mi choza no resistió...
- La cabaña voló al segundo intento... - Pero esta casa está hecha con
tiempo, con esfuerzo y con ladrillos.
- ¡Soy el dueño del Bosque de las Sombras Inquietas, el Señor de los
Colmillos! El lobo sopló con todas su fuerza:
hasta tres veces, y cayó al suelo, débil, sin que se moviera un solo
ladrillo.Los tres cerditos se abrazaron felices.
El lobo, avergonzado, huyó al bosque y nunca más lo vieron.
LOS 3 CERDITOS Un trabajo bien hecho hace que
podamos descansar tranquilos y jugar sin miedo- dijo el dueño de la casa de
ladrillos-. Aprendan esa lección; ¡esta casa soporta
todos los ataques! - Sí, claro- respondieron los
otros-. En cuanto amaneció, los tres
comenzaron a ampliar la casa, porque habían decidido
vivir juntos para siempre.
Y COLORÍN, COLORADO...
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