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POLÍTICAS MACROECONÓMICAS
EN ECONOMÍAS ABIERTAS
Parte I
Mario Damill
CEDES
Buenos Aires, agosto de 2004
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INDICE
Capítulo 1. Introducción........................................................................................................................................ 2
Capítulo 2. Una economía abierta pero financieramente aislada: desde los acuerdos de Bretton Woods hasta
mediados de los años setenta................................................................................................................................. 6
Determinación del producto: el equilibrio interno o de "ingreso-gasto"...................................................... 6
El tipo de cambio ..................................................................................................................................... 7
El tipo de cambio y las cuentas nacionales............................................................................................ 12
La determinación del nivel del producto................................................................................................ 14
Determinación del equilibrio interno..................................................................................................... 21
La solución analítica .............................................................................................................................. 24
La política fiscal..................................................................................................................................... 26
El equilibrio externo .................................................................................................................................. 27
Conflicto entre equilibrio interno y externo y política económica............................................................. 29
El ajuste del balance de pagos ................................................................................................................... 31
Tipo de cambio, regímenes cambiarios, devaluación ................................................................................ 32
Algunas digresiones............................................................................................................................... 35
El régimen de tipo de cambio fijo e intervención cambiaria.................................................................. 40
Otros regímenes cambiarios................................................................................................................... 43
Los efectos de una devaluación ............................................................................................................. 44
El efecto de la devaluación sobre la demanda agregada ........................................................................ 45
Los programas de ajuste tradicional del Fondo Monetario Internacional.................................................. 48
La dinámica de marchas y contramarchas (o "stop-go")........................................................................ 50
Los estructuralistas y el ajuste del balance de pagos en el largo plazo...................................................... 57
Tipos de cambio flotantes.......................................................................................................................... 59
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POLÍTICAS MACROECONÓMICAS
EN ECONOMÍAS ABIERTAS
Mario Damill
Capítulo 1. Introducción.
¿Por qué hablamos de políticas económicas en economías abiertas? La calificación
suena innecesaria, ya que, en sentido estricto, ninguna economía de la que tengamos
noticia es cerrada: bienes, capitales y personas cruzan las fronteras y, fuera de algunos
períodos excepcionales, tienden a hacerlo con intensidad creciente. La única excepción
es el planeta en su conjunto, al que sí podemos considerar como un sistema económico
cerrado, lo que significa que quienes participan en él no realizan transacciones de
importancia con residentes en el exterior, todavía.
Sin embargo, las políticas económicas están aún muy condicionadas por las
fronteras, puesto que se definen en gran medida en instituciones de carácter nacional,
aunque se aplican sobre sistemas relativamente abiertos.
Durante mucho tiempo, prácticamente desde la Depresión del treinta hasta los años
sesenta, buena parte de la discusión relativa a las políticas macroeconómicas se hacía
razonando acerca del comportamiento de un sistema cerrado. Esto se debe en parte a
que tanto el comercio mundial cuanto los flujos internacionales de capitales colapsaron
con aquel episodio traumático, y su restablecimiento fue relativamente lento. Eneconomías de gran tamaño, en especial en los Estados Unidos (que se convirtió en el
centro de mayor influencia en la generación de ideas y políticas en macroeconomía, y el
origen de casi todos los manuales de gran difusión sobre estos temas), las
transacciones internacionales (sobre todo los movimientos de capitales) pasaron a tener
un papel menor en la determinación del crecimiento, el empleo y la inflación, y eso se
reflejaba también en los textos de macroeconomía.
Desde fines de los años cincuenta ese panorama cambió, y con la intensificación de
los intercambios (y de los movimientos de capitales en particular) entre economías
diferentes se hizo imprescindible repensar el diseño y los efectos de las políticas
macroeconómicas, puesto que éstos son distintos en una economía abierta que en una
relativamente cerrada. Por otra parte, los grados de apertura de distintas economías
son también disímiles, y el de una misma economía varía según qué aspecto se
examine: la circulación de bienes, de capitales o de trabajo. Además, estas diferencias
tienen consecuencias relevantes, amén de que se modifican a lo largo del tiempo.
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La gran mayoría de los países participa actualmente en una densa y creciente red
mundial de intercambios, aunque algunas áreas geográficas se han mantenido
relativamente aisladas de los flujos internacionales de comercio y de capitales, como
sucede aún con una amplia región del África al sur del Sahara, por ejemplo. La
población del globo se vincula así a través de múltiples canales económicos. Muchosproblemas como los asociados con el endeudamiento externo, el “riesgo país”, las
relaciones con el Fondo Monetario Internacional, la competitividad y las fluctuaciones en
los movimientos de capitales financieros entre naciones son materia de preocupación
cotidiana de todos nosotros y ocupan buena parte del espacio en los medios de prensa.
Durante un viaje en taxi el conductor nos habla con inquietud acerca de lo que sucede
con el tipo de cambio en un país vecino o, a veces, en otro muy lejano. Sabemos que
esos asuntos pueden ser relevantes para nuestro bienestar y para el de toda la
población. En ocasiones, muy relevantes.
Volvemos a nuestra pregunta inicial: ¿Por qué destacar entonces que se va a tratar
aquí de economías abiertas? Lo hacemos para tener bien presente, desde el inicio, un
aspecto muy importante de la interdependencia de las sociedades humanas: en el
mundo que fue tomando cuerpo en el último tercio del siglo XX, la eficacia y la viabilidad
de las políticas económicas nacionales dependen palpablemente del impacto que ellas
puedan tener sobre los intercambios que se verifican entre el espacio económico
interno y el externo. En otras palabras, los efectos internos de las políticas nacionales
están condicionados hoy en día, más que en el pasado, por sus propias consecuencias
sobre las relaciones entre la economía nacional, que las lleva adelante, y su contextoexterno, sus socios comerciales, el mundo en general.
Todos hemos oído o leído muchas veces referencias al hecho de que las economías
se han tornado, con el tiempo, más interdependientes. Así lo revelan las tendencias a la
expansión de los flujos comerciales, de los movimientos financieros y de las inversiones
directas a través de las fronteras nacionales. Estas transformaciones han sido y son
impulsadas por importantes cambios institucionales y tecnológicos. Entre los de
naturaleza institucional se incluyen, por ejemplo, los acuerdos internacionales de
comercio y los procesos de liberalización de las relaciones financieras (tanto internas
cuanto con el exterior) en un grupo creciente de países.Esta liberalización entraña la supresión de regulaciones preexistentes (a las tasas de
interés, por ejemplo) y la eliminación de restricciones y controles (a las transacciones
comerciales y a los movimientos de capital, principalmente). Los cambios tecnológicos
comprenden extraordinarios avances en materia de comunicaciones y transportes, que
redujeron fuertemente los costos en esos ámbitos de actividad y acercaron distancias.
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Entre otros muchos aspectos, cuentan también los importantes progresos de la
tecnología de procesamiento de la información.
Por estas razones, entre otras, en el mundo de hoy es imposible pensar en el diseño
y el impacto de las políticas económicas nacionales sin tomar cuidadosamente en
cuenta sus condicionantes externos y sus efectos sobre las relaciones económicasinternacionales de los países.
En secciones anteriores del libro nos hemos referido a aspectos del funcionamiento
de una economía cerrada, pero se trató simplemente de una simplificación, con el fin
didáctico de ir introduciendo elementos paso a paso. Ahora debemos ampliar el
conjunto de aspectos a considerar en la escena macroeconómica de la que vamos a
ocuparnos.
La perspectiva que estamos planteando nos lleva entonces a examinar el amplio
campo de las políticas económicas nacionales tomando especial cuidado de
entenderlas en sus múltiples interacciones con el resto del mundo. Ese es uno de los
ejes en torno a los que se estructurarán los desarrollos analíticos que plantearemos en
este capítulo y en los siguientes.
Un segundo eje será éste: nos preocuparemos por vincular la presentación de los
instrumentos y recursos analíticos con el examen de algunos problemas concretos y
relevantes de política económica del presente, y también de las etapas históricas
precedentes. Lo hacemos así porque entendemos que el estudio de la historia
económica es esencial para una mejor comprensión de las circunstancias en las que
nos desenvolvemos hoy. Sin embargo, como nuestro tema aquí no es la historiaeconómica sino la macroeconomía y las políticas macroeconómicas, seguiremos este
camino de conexión entre la historia y la teoría hasta donde nos sea útil para ilustrar la
pertinencia y relevancia de las herramientas de análisis macroeconómico, y a partir de
allí remitiremos en todo caso al lector a otros textos.
Al vincular la exposición de los instrumentos analíticos básicos de la macroeconomía
con el análisis histórico de la economía y de las políticas económicas procuraremos
lograr un mejor entendimiento de ambos campos: de la historia económica de nuestro
país, de la región y de otros casos que puedan proporcionarnos lecciones útiles, por un
lado, pero también de las teorías y su utilidad práctica, por otro.Ilustraremos este criterio con un ejemplo. Es posible pensar en una economía abierta
que, sin embargo, sólo comercia con el resto del mundo; es decir, que no recibe (ni
emite) flujos de capitales (y en consecuencia no tiene deuda, entre otros rasgos). Eso
puede considerarse una mera simplificación, que deja fuera de la discusión un conjunto
de problemas a fin de comenzar con un tratamiento sencillo, pero preferimos pensarlo
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de otro modo. En efecto, las economías latinoamericanas estuvieron de hecho aisladas
en el plano financiero desde la Gran Depresión hasta mediados de los años setenta,
aproximadamente. En esa época, no tenían acceso significativo a los mercados de
fondos privados, y el limitado crédito internacional disponible para ellas provenía casi
exclusivamente de fuentes oficiales o de los organismos multilaterales como el FondoMonetario Internacional, el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo. En
ese contexto de financiamiento externo escaso, todas estas economías mantenían
prohibiciones y restricciones severas a las salidas de divisas, en especial a las
originadas en movimientos financieros. Es decir, tenían controles de cambios. Por todo
esto, el supuesto de economía financieramente cerrada o aislada (que “sólo comercia”
con el resto del mundo) se adapta razonablemente bien a esa etapa, y puede
ayudarnos a entender mejor algunos de los dilemas centrales de política económica de
aquel período. Tales dilemas, como se verá, no son únicamente de interés histórico sino
que arrojan también alguna luz sobre el presente.
Siguiendo ese enfoque, las secciones que siguen estarán destinadas a plantear un
conjunto de modelos macroeconómicos básicos para el análisis de la política
económica en economías abiertas, aplicándolos simultáneamente al estudio de la
historia económica concreta.
En el capítulo siguiente se presenta una discusión muy simplificada, centrada en el
mercado de bienes. Examinamos la determinación del producto interno y del resultado
del balance de pagos en una economía que comercia con el resto del mundo, así como
los efectos de las políticas fiscal y cambiaria. Luego, en el capítulo 3, se completa larevisión “histórica” de la teoría incorporando nuevamente, en primer lugar, los mercados
financieros y la política monetaria, y luego los flujos de capitales. Se examinará también
cómo varía la forma de operación y la eficacia de las políticas fiscal y monetaria con
tipos de cambio fijos y flexibles.
En el capítulo 2 se utilizará un esquema analítico sencillo para describir la dinámica
de “marchas y contramarchas” (stop-go) de la economía argentina en la larga etapa
transcurrida entre la Gran Depresión y mediados de los años setenta. En el capítulo 3
se discutirán, entre otros temas históricos, los mecanismos macroeconómicos que
contribuyen a explicar la generación de un fuerte endeudamiento externo en el período1978-82, algunos de los cuáles son también pertinentes para la fase de nuevo
endeudamiento, entre 1991 y 2001.
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Capítulo 2. Una economía abierta pero financieramente aislada: desde los
acuerdos de Bretton Woods hasta mediados de los años setenta.
Determinación del producto: el equilibrio interno o de "ingreso-gasto"
A continuación planteamos, como punto de partida de esta sección, la argumentación
más sencilla destinada a explicar la forma de determinación del nivel del producto
agregado de una economía de mercado en un contexto muy simplificado. Esta
argumentación se conoce como modelo keynesiano simple (MKS). Ya la hemos
presentado, más arriba, en la sección destinada al estudio de la determinación del nivel
de actividad en una economía cerrada, pero aquí la redefiniremos incorporando algunas
transacciones que los agentes residentes realizan con el resto del mundo, es decir, con
no residentes.
Hemos optado por pagar el costo de reiterar ciertas argumentaciones ya presentadas
en la exposición del MKS de economía cerrada, a los efectos de que esta sección
pueda leerse con relativa autonomía.
Como sucede con casi todo modelo macroeconómico, el punto de partida del MKS
es una relación contable (en argumentaciones más complejas serán eventualmente
varias). En este caso, partiremos de la identidad básica de las cuentas nacionales:
(1.1) .Q X G I C Y −+++≡
Como viéramos en el capítulo destinado a la descripción de ese sistema de cuentas
y del marco de consistencia macroeconómico, esta identidad nos dice que el ingreso (o
el producto) total generado en la economía (Y) es idénticamente igual a la suma del
consumo privado (C), la inversión bruta interna (I), el gasto del gobierno en bienes y
servicios (G) y las exportaciones (X), menos las importaciones (Q). Como es práctica
corriente en el análisis macroeconómico, emplearemos aquí también los conceptos de
producto e ingreso como sinónimos, ambos simbolizados con la letra Y.Recordemos además que todas las variables que estamos considerando deben
referirse a cierto período. En la ecuación (1.1) podríamos haber calificado a cada una
de ellas con un subíndice que indicara el lapso al que se refiere (un año o trimestre
determinado, por ejemplo, el que obviamente debe ser común a todas). Por simplicidad
omitiremos los subíndices temporales en este texto, excepto cuando la indicación
explícita de los períodos resulte indispensable. Otra cuestión importante es que las
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variables de la ecuación (1.1) pueden medirse a precios corrientes o bien a precios
constantes.
Uno de los supuestos usuales en el MKS es el de exogeneidad del nivel de precios
(P). De modo que podemos escribir:
,0 P P =
donde el subíndice “0” indica, como sabemos, que el valor de esa variable está
determinado “fuera del modelo”. Es decir que para nosotros es un dato, y asumimos
que no se modifica en el período de análisis. En otros términos, la argumentación que
desarrollaremos asume “precios fijos”. Asumiremos, asimismo, que las variables de la
ecuación (1.1) están medidas a precios constantes. Es decir, nos ocuparemos del
consumo en términos reales, de la inversión en términos reales, y así con las otras
variables.
La argumentación procurará mostrar cómo se determina el nivel del producto real en
una economía de mercado sencilla en la que el nivel de precios no varía. Otros
supuestos subyacentes se irán revelando más adelante.
El tipo de cambio
Tenemos que comenzar a considerar ahora un aspecto que no aparecía en los
análisis de economía cerrada de capítulos anteriores. Además del hecho obvio de queen la expresión (1.1) tenemos dos nuevas variables, las exportaciones y las
importaciones, hay que tomar en cuenta que esas transacciones, que involucran
también a agentes del resto del mundo, suelen realizarse en moneda extranjera, sobre
todo cuando se trata de economías cuya divisa no es un medio de pago internacional
corrientemente aceptado. De modo que va a aparecer en escena una nueva variable de
importancia crucial: el tipo o tasa de cambio.
Para comenzar, designaremos con la letra E al tipo de cambio nominal . Se trata de la
tasa a la cuál se intercambian dos monedas. Trabajando siempre en un plano
agregado, asumiremos que el resto del mundo opera con una divisa que llamamos
dólar, mientras que la de nuestra economía es el peso. El valor de “E” indica entonces
cuántos pesos son necesarios para comprar un dólar. En la práctica habrá una
multiplicidad de tipos de cambio nominales relevantes (peso/dólar, peso/euro, peso/real,
peso/yen, etc.), variedad a la que no prestaremos atención por el momento.
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Otra noción del tipo de cambio de gran importancia es la de tipo de cambio real (ER),
al que definiremos como:
,.
P
P E ER
f
=
donde E y P son las definidas anteriormente y Pf es el nivel general de precios del resto
del mundo. De manera que en esa relación estamos comparando los precios de las
mercancías extranjeras (los que expresamos en nuestra moneda, al multiplicarlos por el
tipo de cambio, en el numerador) con los precios internos, que aparecen en el
denominador. En una primera aproximación, entonces, ER es una relación entre los
precios externos e internos.
Así definido, el tipo de cambio real sube si lo hace E, dada la relación de precios, o
bien si se incrementa el cociente (Pf /P), dado el tipo de cambio nominal. Naturalmente,
ER bajaría si se produjeran movimientos de sentido contrario a los que acabamos de
señalar.
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Sobre el tipo de cambio real
Es muy útil pensar en qué unidades se mide el tipo de cambio real. Para ello,desplegamos la siguiente expresión:
../.$
)./$.).($/.$(
Y deun
Y deuS U z S U h ER
f
=
Puede parecer una fórmula engorrosa, pero una breve exploración mostrará que no lo estanto. Tome en cuenta que los términos de esta ecuación se corresponden con los incluidos másarriba en la definición del tipo de cambio real. Pero aquí hemos reemplazado la paridad nominalE por la expresión (h.$/U$S), que indica que esa variable es igual a una cierta cantidad “h” depesos por dólar. El segundo paréntesis del numerador despliega el contenido de la variable P f yes un poco más oscuro. Considere que Pf es el precio medio de las mercancías extranjeras.Llamamos Yf a esas mercancías (es decir, al producto generado por el resto del mundo). El nivelde precios extranjeros es igual a la expresión (z.U$S/u.de Yf ), es decir, es una cantidad “z” dedólares “por unidad de mercancía extranjera”, que es lo que significa la expresión “u.de Y f ”. (Larespuesta espontánea frente a la pregunta acerca de “en qué unidades se mide P f ” suele ser que“se mide en dólares”. Pero los precios también son tasas de cambio, entre unidades monetarias ycantidades de mercancías). Todo esto habrá aclarado ya, esperamos, el significado deldenominador. Allí reemplazamos a la variable “P”, los precios internos, por la expresión (n.$/u.de
Y). De modo que el nivel de precios internos (o “el precio interno medio”) es una cierta cantidadde pesos (n pesos) por unidad de Y, es decir, por unidad de nuestro producto.En esa ecuación pueden efectuarse simplificaciones. Los signos $ y U$S aparecen, cada
uno de ellos, dos veces, pero una vez multiplicando y la otra dividiendo, de manera que podemoseliminarlos. Además, (u.de Y), que aparece en el denominador pero dividiendo, pasaría alnumerador, y lo contrario sucede con (u.de Yf ). La ecuación simplificada resultante es lasiguiente:
.)..(
)..(. f Y deun
Y deu z h ER =
Como se ve, han desaparecido de allí todas las unidades monetarias. Eso quiere decir queER es una medida “real”, cosa que ya sabíamos. ¿Qué nos indica? Indica cuántas unidades de Yson necesarias para adquirir una unidad de Yf . En esa notación, se necesitan (h.z/n) unidades
de Y para adquirir una unidad de mercancía extranjera.En síntesis, el tipo de cambio real es, al igual que cualquier precio relativo, una tasa decambio entre mercancías. Un tipo de cambio real “más alto” hoy que ayer indicaría que ahorahace falta más mercancía interna para comprar la misma cantidad de mercancía internacional. O,lo que es lo mismo: una unidad de mercancía internacional “compra” más mercancía interna. Enotras palabras, la mercancía interna se abarata en comparación con la internacional cuando eltipo de cambio real sube. Se trata de dos formas de decir lo mismo. También podemos decir quela economía nacional se torna más competitiva, ceteris paribus, a un tipo de cambio real másalto.
Es pertinente introducir aquí una nota aclaratoria. En la práctica, los precios P y P f losmedimos mediante índices, que no tienen unidades. Y cuando hablamos del tipo de cambio realtambién lidiamos con índices. En este recuadro pretendimos indagar “en el fondo” de la nociónde tipo de cambio real, pero cuando se trata de medir , en la práctica, las cosas son entoncesalgo más complicadas. La observación de cómo evolucionan los índices de tipo de cambio realnos sirve para determinar si las mercancías nacionales se están encareciendo en relación conlas extranjeras (en comparación con lo que sucedía en el pasado) o si sucede lo contrario. Perono nos permite hacer comparaciones estáticas tan precisas como la que sugeríamos arriba(“cuántas unidades de mercancía nacional se requieren para comprar una unidad de mercancíaextranjera”). Además de que la propia noción de “unidades de producto” es también máscomprensible en abstracto que traducible a términos empíricos.
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La definición que hemos dado al tipo de cambio real es la que se utiliza
corrientemente, y transmite su contenido claramente. Puesto que refleja la relación
entre el precio de las mercancías extranjeras y las que nosotros producimos, es
inmediato suponer que las compras y ventas al resto del mundo van a depender de ER.
Un tipo de cambio más alto incentivaría nuestras exportaciones, al abaratarlascomparativamente, y por el contrario desalentaría las importaciones. Claro que al decir
esto estamos hablando de comportamientos, y todavía no hemos abordado esa
cuestión aquí, porque estamos lidiando aún con la contabilidad. Retomaremos el punto
un poco más adelante.
Sin embargo, si bien la noción de tipo de cambio real que estamos empleando
transmite la idea correcta en términos generales, las cosas pueden ser algo diferentes
según los casos, y puede valer la pena aclararlo aquí. Veamos. Con nuestra
interpretación de ER estamos de hecho asumiendo que nuestras importaciones se
hacen a precios en dólares Pf , pues eso es lo que cuestan las mercancías extranjeras.
En cambio, exportamos a precios que, expresados en dólares, serían: (P/E). Es decir,
vendemos al exterior mercancías cuyo precio medio es “el precio interno” P, el que
dividimos por E si queremos expresarlo en dólares. No obstante, como hemos dicho, las
cosas pueden funcionar algo distinto, por ejemplo si consideramos el caso de una
“economía pequeña”. Entendemos que una economía pequeña se caracteriza
centralmente porque comercia con el resto del mundo a precios definidos en los
mercados internacionales, sobre los cuales las ofertas o demandas de los residentes
locales no influyen. Si una tonelada de maíz cuesta 80 dólares en el mercadointernacional, seguirá costándolos luego de una depreciación cambiaria (es decir, de
una suba de E) en un pequeño país productor de ese grano. Observe que, entonces, en
el caso de una economía pequeña, un tipo de cambio real más alto no significa, en
realidad, precios de exportación más competitivos (para plantearlo de un modo simple,
el precio de exportación en dólares no es P/E, sino Pf , y seguirá siendo Pf a cualquier
tipo de cambio). De todos modos, una suba de E sí constituiría normalmente un
incentivo a exportar más, pero por otra razón: porque aumentaría, ceteris paribus, la
rentabilidad de las actividades que producen bienes para el resto del mundo (el precio
del maíz, por ejemplo, medido en pesos, subirá en relación con sus costos internos,cuando suba E).
En gran parte de los mercados en los que opera, una economía como la argentina es
pequeña o relativamente pequeña, por lo que es conveniente adoptar la idea de que
nuestras compras y ventas al resto del mundo se hacen a precios internacionales.
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Pero aún así, estaremos de hecho empleando otra simplificación que cabe poner en
evidencia. La variable Pf se refiere a los precios promedio del resto del mundo. Como
acabamos de indicar, utilizaremos esos precios tanto en el caso de las exportaciones
cuanto en el de las importaciones, asumiendo el supuesto de economía pequeña. Entre
tanto, incluso en este caso, las “canastas” de bienes importados y exportados serán concerteza diferentes, y es seguro que diferirán, a su vez, de la canasta que está por detrás
de Pf . Lo que eso quiere decir es que podríamos trabajar, si optáramos por mantener
esta distinción a costa de un poco más de complejidad, con distintas variables de
precio. Por ejemplo, con Px y Pq, para denotar el nivel de precios de nuestras
exportaciones y de nuestras importaciones, respectivamente, ambos en dólares.
El cociente entre ambos precios (Px/Pq) se denomina “términos del intercambio”. Lo
mencionamos aquí a título informativo, pero en adelante seguiremos el camino
simplificado de trabajar con Pf como única variable de los precios del comercio
internacional, en dólares.
Los términos del intercambio comercial
Al omitir los términos del intercambio en el análisis que sigue estamos dejando delado una variable importante. Una caída de los términos del intercambio puede complicarbastante la marcha de una economía, al deteriorar el resultado del comercio, así comouna suba importante de ese cociente puede tener el efecto contrario. En la visión dePrebisch y de la CEPAL sobre los procesos de desarrollo esta variable jugaba un papelcentral. Prebisch sostenía que los términos del intercambio de economías como laslatinoamericanas tenderían a declinar secularmente, debido a la estructura de sus flujos
de comercio. La demanda mundial de alimentos, por ejemplo, crece menos que elingreso mundial (es decir, tiene una elasticidad-ingreso menor que la unidad), mientrasque la demanda de bienes complejos, de mayor contenido tecnológico (de bienesindustriales, se decía hasta cierto tiempo atrás) crece más rápidamente. Siendo así, esposible que los precios de los primeros tiendan a declinar en relación con los precios delos segundos (aunque habría que tomar en cuenta también la evolución de lascondiciones de oferta, además de las de la demanda). De modo que un país exportadorde alimentos e importador de bienes industriales podría estar destinado a enfrentar, entreotros limitantes a su dinamismo económico, esta tendencia negativa sobre su comercio.Ese es uno de los argumentos que alimentaban las tomas de posición a favor depromover, a través de diversos mecanismos de protección y subsidio, el desarrollo de lasindustrias manufactureras locales, uno de cuyos efectos sería, se pensaba, lamodificación de esa estructura comercial poco deseable.
La idea de una caída tendencial de los términos del intercambio no parece avaladapor los datos, aunque sí es claro que varían, y a veces pronunciadamente, con el cicloeconómico mundial. Las commodities tienen precios mucho más fluctuantes que lasmanufacturas, de modo que suben más en las fases de expansión global y suelendeclinar en términos relativos en las de contracción o falta de dinamismo. Una recesiónglobal tiene entonces efectos negativos amplificados sobre los balances de comercio delas economías periféricas, los que se ven afectados por caídas en el volumen de ventasa los que suele agregarse una declinación en los términos del intercambio.
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El tipo de cambio y las cuentas nacionales
Volvamos ahora a la contabilidad nacional. En nuestra ecuación (1.1) las variables
están definidas a precios internos (es decir, en pesos), y a precios constantes. Eso
comprende también a X y Q. Luego, tomando en cuenta los conceptos que acabamosde plantear, es posible expresar el valor de las exportaciones y de las importaciones
como:
....
x ER P
x P E X
f
==
....
q ER P
q P E Q
f
==
Siendo x las cantidades exportadas de bienes. Al multiplicarlas por P f las
expresamos en valores, en dólares. Luego, al multiplicar ese producto por E lo llevamos
a precios internos, corrientes. Posteriormente deflactamos por P para llevar la cuenta a
precios (internos) constantes. Esa es entonces la descomposición de X. Pero ese
cómputo es igual al producto del tipo de cambio real por la cantidad exportada “x”. Algo
semejante hacemos con las importaciones: llamamos q a las cantidades importadas. Al
multiplicarlas por Pf las expresamos en valores, en dólares. Luego multiplicamos ese
producto por E y lo llevamos a precios internos, corrientes. Posteriormente deflactamospor P para llevar la cuenta a precios internos constantes (es decir, del año base). Esa
es entonces la descomposición de Q. Pero eso es igual al producto del tipo de cambio
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real por la cantidad importada “q”.1 Una simplificación que hemos hecho aquí consiste
en ignorar la existencia de impuestos o subsidios que afecten a las importaciones y a
las exportaciones. Como ya dijimos, Q, por ejemplo, se mide a precios internos en las
cuentas nacionales. Si hay aranceles de importación, tendrán incidencia en esos
precios, de modo que el cálculo del valor de las importaciones sería algo distinto que enla ecuación precedente. Si designamos como “a” a la tasa promedio del impuesto sobre
las compras externas (incluyendo los aranceles y otros tributos, como el IVA)
tendríamos:
..).1(..).1(
q ERa P
q P E aQ
f
+=+
=
En lo que sigue, sin embargo, y por simplicidad, ignoraremos los impuestos y
subsidios sobre las operaciones de comercio internacional.
Hecho esto, podemos reescribir así la identidad básica de cuentas nacionales:
(1.1’) )..( q x ERG I C Y −+++≡
Conviene aclarar, en este punto, que este tratamiento es diferente al que se
encuentra en algunos manuales de macroeconomía, como el de Blanchard (1997) o
Blanchard y Pérez Enrri (2000), por ejemplo. La expresión equivalente a la (1.1) en esos
textos es:
1 Como siempre, conviene examinar también aquí las unidades de medida para chequear que no se
haya cometido un error. Observe que “q” y “x”, que tienen precios internacionales, deben medirse
entonces en unidades de la mercancía producida por el resto del mundo. Haciéndolo así, Q y X se miden
en unidades del producto interno Y, lo que es correcto en tanto estamos trabajando a precios constantes
(nuevamente, como en el recuadro en el que examinamos las unidades de medida de ER, miramos aquí
“el fondo de la cuestión”, aunque en la práctica los precios se miden mediante índices, que no tienen
unidades, y las “cantidades” son en realidad medidas de valor a precios constantes). Sin embargo, cabe
una aclaración importante. La representación que acabamos de dar a las exportaciones e importacionesmedidas en términos reales es un tanto diferente de la que se les da en la práctica al elaborar las series a
precios constantes. En efecto, en el cómputo habitual, también se tomaría el tipo de cambio real del año
base, de modo que las exportaciones, por ejemplo, serían: X= ER0.x, donde ER0 es precisamente la
paridad cambiaria real del referido año base. El criterio que seguimos aquí tiene, con todo, la ventaja de
permitir que los cambios en el tipo de cambio real tengan algún impacto sobre las cuentas nacionales
“reales”. Esos efectos tienen relevancia en la práctica y de otro modo no los captaríamos en el modelo
“real” desarrollado en las páginas que siguen.
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,.q ER X G I C Y −+++≡
donde las exportaciones no se expresan como el producto de las cantidades
exportadas por el tipo de cambio, porque están computadas directamente en dólares,
la moneda nacional de los EE.UU., al igual que el consumo, la inversión y el gasto delgobierno. Mientras que sí están multiplicadas por el tipo de cambio las importaciones.
Esos autores lo hacen así porque asumen que Estados Unidos exporta a precios de
venta fijados en su propia moneda, mientras que importa, desde la Unión Europea, por
ejemplo, bienes preciados en euros (o, más en general, en moneda extranjera).
Nosotros optamos por un enfoque diferente porque estamos pensando en una
economía pequeña o relativamente pequeña, que en la mayor parte de los rubros del
comercio opera a precios definidos en moneda extranjera en los mercados
internacionales, tanto en aquellos en los que vende como en los que compra. Pero tome
en cuenta estas diferencias de tratamiento, porque no son menores. Estas variantes en
la forma de representar las transacciones comerciales con el resto del mundo se
reflejarán luego en algunos efectos también distintos de una devaluación, por ejemplo.
Observe que no se trata simplemente de preferencias en la forma que se escoge para
“modelar” la economía, sino de diferencias reales entre economías distintas, que la
modelización procura captar.
La determinación del nivel del producto.
Acabamos de replantear la identidad básica de las cuentas nacionales. Ya sabemos,
de todos modos, que los sistemas de cuentas son registros de lo que ha pasado. Nos
muestran resultados de acciones ya transcurridas. Son la materia prima a partir de la
cual narramos historias, construimos relatos sobre la economía, tratamos de hallar
sentidos. Solemos referirnos a variables como las que acabamos de mencionar, cuando
las vemos desde la perspectiva del sistema de cuentas, como magnitudes “realizadas”.
Informan sobre lo que sucedió. De modo que es posible hablar del consumo realizado,
o de la inversión realizada, por ejemplo. Como ya vimos al tratar de una economía
cerrada, también se utiliza el calificativo ex post , según una expresión latina muy comúnen el análisis económico, para indicar lo mismo.
Ahora bien, hemos visto que para “explicar” hacen falta relaciones que no sean de
naturaleza contable, sino que reflejen vínculos de causalidad entre distintas variables,
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por ejemplo. Estas relaciones, como también indicáramos más arriba, se suelen llamar
“de comportamiento”. Si decimos que el gasto en inversión depende de la tasa de
interés, estaremos en principio adoptando una línea de causalidad que va del interés a
la inversión, y asumimos esa vinculación como la expresión de una conducta (la de
quienes toman decisiones de inversión). Naturalmente, hace falta tener buenosfundamentos para asumir ese supuesto de comportamiento o algún otro. Puede
argumentarse a favor de una hipótesis como esa a partir de un razonamiento teórico
(partiendo, por ejemplo, de un conjunto de axiomas acerca de la conducta de los
agentes económicos), o de la introspección, o en ocasiones tomando como punto de
partida observaciones empíricas. La conexión entre tasa de interés e inversión, por
ejemplo, podría surgir del examen de series de datos temporales de ambas variables.
Este eventual origen empírico no nos eximirá, sin embargo, de la preocupación por
comprender los fundamentos de la conducta desde una perspectiva teórica, del mismo
modo que fundamentos teóricos supuestamente sólidos no eximen de la comprobación
empírica.
Volvamos a nuestro modelo. Luego de planteada la ecuación contable inicial, nos
preocuparemos por explicar cada una de las variables del lado derecho de (1.1’), es
decir, el consumo, la inversión y todo lo demás, pero atendiendo ahora a los
determinantes del comportamiento.
Nuestra primera ecuación de comportamiento será la llamada función consumo, que
indica que las decisiones privadas (agregadas) de consumo dependen de una o de
varias de las restantes variables que pueden aparecer en la argumentación (es decir, enel modelo). Pero antes que eso, necesitamos dos elementos previos:
(1.2) ,T Y YD −≡
(1.3) ..0 Y t T T +=
La variable T capta los ingresos tributarios que el gobierno obtiene del sector privado
(netos de transferencias del gobierno a ese sector, como jubilaciones) y YD es el
ingreso disponible privado. YD es el ingreso total generado en la economía (Y) menoslos impuestos, según se establece en (1.2).2
La ecuación (1.3) describe el comportamiento de la recaudación tributaria. Observe
que, en consecuencia, no se trata en este caso de una identidad. Suponemos que una
parte de la recaudación no está vinculada con el ingreso, y la consideraremos
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determinada exógenamente, es decir, "fuera del modelo". Ese componente de los
ingresos fiscales se designa como T0. Cabe pensar que está referido a tributos como
los que pueden establecerse sobre los activos o el patrimonio, por ejemplo, es decir,
sobre stocks. Estos componentes de T tendrán normalmente un comportamiento muy
poco asociado al del ingreso o el producto total de la economía, en el corto plazo. Encambio, otros tributos sí se vincularán con Y (o con el ciclo, como se suele también
decir). Esos se expresan en el segundo sumando de (1.3). Podemos interpretar al
símbolo "t", que allí aparece, como la tasa media de impuestos sobre el ingreso.
Suponemos que los parámetros T0 y t son “manipulables” por parte del gobierno. Por
eso los consideraremos “instrumentos” de política fiscal.
Ahora sí estamos en condiciones de introducir nuestra función consumo. Será:
..10 YDcC C +=
También esta variable sigue, en consecuencia, al igual que la recaudación T, un
comportamiento lineal (lo que significa que se puede expresar como la ecuación de una
recta). C0 es a veces designado como consumo autónomo, mientras que “c1” es la
llamada propensión marginal a consumir , porque nos dice cuánto cambia el consumo si
YD varía en una unidad monetaria (es decir, cuánto varía C ante en cambio marginal en
el ingreso disponible).
Valiéndonos de (1.2) y (1.3) sustituimos YD en la última expresión, y reordenando los
términos obtendremos la siguiente descripción de este componente del gasto:
.).1.().( 1010 Y t cT cC C −+−=
En esa ecuación tenemos una descripción del comportamiento del consumo privado
agregado. Vale la pena distinguir a la variable C con algún símbolo que nos recuerde
que en verdad nos estamos refiriendo aquí a una definición del consumo diferente de la
contenida en la identidad (1.1). Mientras que allí la C designa al consumo “realizado” o
ex post , aquí estamos hablando de la forma en que se determina el consumo“planeado” por el sector privado (la expresión latina que usamos en este caso es "ex
ante").
2 Podríamos introducir explícitamente las transferencias, haciendo: YD = Y+TR-T, donde T ya no es larecaudación tributaria neta de transferencias, sino bruta.
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Es decir, estamos describiendo la forma en que suponemos que la gente decide o
hace planes de consumo. A este último concepto, el gasto planeado de consumo, lo
identificaremos entonces como C*.
Luego llegamos, ahora sí, a la ecuación (1.4):
(1.4) .).1.().( 1010* Y t cT cC C −+−=
Nuestros supuestos de comportamiento para las restantes variables del lado derecho
de (1.1) serán en general, por ahora, bastante sencillos. A saber:
(1.5) .0* I I =
(1.6) .0* GG =
(1.7) .0* x x =
(1.8) ..0* Y qqq y+=
(1.9) .0 ER ER =
Es decir que estamos considerando exógenos a los valores planeados de todas las
variables de gasto, excepto el consumo (ecuación (1.4)) y las compras de bienes al
resto del mundo (ecuación (1.8)). Observe que esta última expresión se refiere en
realidad a las cantidades “q” que se planea adquirir en el resto del mundo, así como la
función (1.7) se refiere a las cantidades que se planea exportar.
Las cantidades que se desea adquirir en el exterior tienen también un componente
independiente del producto que designamos como q0, pero además dependen del nivel
del producto Y. Esta especificación de las importaciones tendrá particular relevancia en
la determinación de lo que más adelante llamaremos “equilibrio externo”, por lo que
volveremos a referirnos a sus fundamentos enseguida, cuando discutamos el
comportamiento del balance de pagos.
También debemos decir que G0 se agregará al conjunto de “instrumentos de política
fiscal” contemplados en la argumentación.Ya tenemos desplegados prácticamente todos los elementos constitutivos de nuestro
primer modelo en las ecuaciones (1.1) a (1.9). Ahora debemos utilizarlos para construir
nuestra explicación de la determinación de Y, que es el objetivo del modelo keynesiano
simple. Hemos “explicado” el comportamiento de los distintos agregados de gasto
considerados separadamente; pero lo que queremos en realidad es determinar el
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comportamiento del gasto total, o demanda agregada. Estamos en condiciones de dar
un paso más reuniendo estas distintas piezas de argumentación.
Ese paso consistirá en adicionar los valores planeados o ex ante de todas las
variables de gasto ya definidas. Tendríamos así una expresión parecida a la (1.1) pero
definida para magnitudes planeadas en lugar de realizadas:
)..( ****** q x ERG I C Y −+++=
Más precisamente, esa ecuación define al "gasto total planeado en bienes y servicios
producidos internamente", que es lo que designamos como Y*. Como nos estamos
refiriendo a la demanda de bienes y servicios producidos dentro de nuestras fronteras,
restamos el valor de las compras provenientes del resto del mundo (las importaciones),
en el lado derecho de la ecuación.
Ahora es posible sustituir C* por la expresión (1.4), I* por (1.5) y así sucesivamente,
lo que nos lleva, tras reordenar los términos, a la siguiente versión modificada de la
última ecuación:
...)1.().(.( 0100000010* Y q ERt cq x ERG I T cC Y y−−+−+++−=
Para simplificar la notación hacemos:
,. 000100 G I T cC A ++−=
Por lo que podemos escribir:
(1.1’a) ...)1.().( 010000* Y q ERt cq x ER AY y−−+−+=
Esa es ahora nuestra ecuación de gasto planeado total en bienes producidos
internamente. Como vemos, tiene también forma lineal, con una ordenada al origen
igual a (A0+ ER0.(x0 – q0)) y una pendiente de valor [c1.(1– t) – ER0.qy].
Y*, el gasto total planeado en bienes producidos internamente, es a veces designado
como DA, por "demanda agregada".
No se debe confundir este concepto con el de demanda global , que aparece en las
cuentas nacionales. Por un lado, esta última es una noción “ex post”, pero además, y
más importante, la demanda global de las cuentas nacionales se define como la suma
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del consumo, la inversión, el gasto público en bienes y servicios y las exportaciones, sin
restar las importaciones.
Tenemos que abordar ya la fase final de nuestra argumentación, su “cierre”. Para
eso es útil, antes de resolver formalmente el modelo, volver a plantearlo pero en un
lenguaje un poco distinto, como es el gráfico.Veamos para ello la vesión más sencilla del llamado diagrama de ingreso-gasto
(también conocido como gráfico de la cruz keynesiana), que es una representación
geométrica del modelo que estamos desarrollando. El gráfico "de la cruz" es el incluido
en la parte superior de la ilustración siguiente.
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Representamos el gasto en el eje de ordenadas y el ingreso en las abscisas. La recta
de 45º corresponde al lugar geométrico de los puntos de cuentas nacionales, puestoque en este sistema de cuentas el ingreso y el gasto total (ex post , naturalmente) son
idénticamente iguales.
Mientras tanto, la ecuación (1.1’a) es una recta cuya ordenada al origen es [A0 +
ER0.(x0 – q0)] y cuya pendiente es positiva pero menor que la unidad (puesto que
normalmente "c1" será menor que uno; mientras que "t" y " ER0.qy", que son números
Gráfico 1. El modelo keynesiano simple para unaeconomía abierta: equilibrio interno y externo
Gasto
[C+I+G+ER.(x-q)]1 Y*
45ºYint Ingreso (Y)
Exportacionese
importaciones(en dólares)
Yex Yint Ingreso (Y)
Pf .x0
G
r á f i c o 1 . a .
E q u i l i b r i o i n t e r n o
Y1
G r á f i c o 1 . b . E
q u i l i b r i o e x t e r n o
Pf .x0
Pf .q0
Pf .q(Y)
Y*1
Déficit (∆R
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positivos, están restando. Asumiremos además que esa pendiente es positiva). De
manera que (1.1’a) cruza a la recta de 45º "desde arriba" en el primer cuadrante.
Observe nuevamente la ecuación (1.1’a) y su representación. Es una relación entre
el gasto planeado (Y*) y el realizado (Y), tal que para cada valor de este último nos
permite determinar un valor del primero. ¿Dado un valor cualquiera de Y, cuál será el Y*correspondiente? Si Y se ubicase en un nivel determinado, Y1, por ejemplo, entonces
Y*1 puede obtenerse directamente de la fórmula. Será:
...)1.().( 10100001* Y q ERt cq x ER AY y−−+−+=
En el gráfico 1, Y*1 es un punto sobre la recta Y*, correspondiente al nivel Y1 del
producto realizado, que medimos en el eje de abscisas.
Determinación del equilibrio interno
Supóngase que la economía está efectivamente operando en el punto Y1 según se
indica en el gráfico 1. Es decir, está generando ese valor de producto por unidad de
tiempo (por año, por ejemplo). En las condiciones de la economía descriptas por la
ecuación (1.1’a), que representa el comportamiento del gasto planeado, se observa
que, dado Y1, el gasto planeado total Y*1 resulta menor que el realizado: [C + I + G +
ER.(x – q)]1.
¿Qué significa esto? En términos más concretos, las firmas están generandoproducto por valor de, digamos, 100 pesos (ese es Y1), pero la suma de las decisiones
de gasto del sector privado, el gobierno y el resto del mundo en bienes y servicios
internos arroja un valor menor, digamos 80 (este es Y*1).
Ahora bien, si los agentes que operan en (y con) esta economía están dispuestos a
gastar voluntariamente tan sólo $ 80 en los bienes que ella produce, ¿por qué es que
las cuentas nacionales están registrando un gasto realizado (igual al producto) de 100?
La razón es simple. Veamos. Las firmas están produciendo efectivamente
mercancías por $100, pero en las circunstancias que estamos describiendo sólo venden
mercancías por $80. Los otros $20 se acumulan como existencias de mercancías sin
vender, como stocks adicionales en sus depósitos. Más exactamente, constituyen
acumulación no planeada o no deseada de existencias (sabemos que es no planeada
porque la variación planeada de inventarios estaría incluida dentro de los $80 del gasto
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planeado total: para las cuentas nacionales éste es un componente del gasto,
normalmente incluido en la inversión).3
Por lo tanto, lo que está sucediendo puede también describirse así: la inversión
realizada (que es la que las cuentas nacionales miden) supera a la planeada (de la cual
las cuentas nacionales no tienen noticia alguna, porque no registran "planes" o deseos)en 20 unidades monetarias.
En la situación que estamos describiendo se dan los rasgos que configuran un
estado de desequilibrio, tema sobre el cuál ya hemos hablado en capítulos previos.
Entendemos que se verifica un estado de tal naturaleza cuando los planes de los
agentes económicos no son mutuamente compatibles, por lo que no pueden realizarse
simultáneamente. Algunos se ven frustrados (en este caso eso sucede con los planes
de inversión: las firmas están invirtiendo de hecho más de lo que desearían), y eso
motiva revisiones, cambios de planes.
¿Qué podemos conjeturar que sucederá en nuestro ejemplo? Como es habitual,
suponemos que las empresas productivas no sostendrán por mucho tiempo un nivel de
actividad en el que producen más de lo que son capaces de vender. Luego, a lo largo
de los meses, contraerán el empleo y el producto, por lo que la economía se moverá
hacia la izquierda de Y1, según el gráfico 1.
3 La inversión bruta interna suele tener, en efecto, dos componentes: inversión bruta fija (que incluyeel gasto en maquinaria y equipo, equipo de transporte, y construcciones) y variación de existencias. Sinembargo, en la Argentina, en las cuentas nacionales con base en el año 1993, la variación de existenciasse ha publicado separadamente, es decir, en un rubro distinto de la inversión, que también incluye elconcepto "discrepancia estadística".
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¿Hasta dónde continuará la contracción? Seguramente hasta alcanzar el punto
correspondiente al valor de Y que designamos como Yint, en el que el gasto realizado y
el planeado son iguales (se cortan allí la recta Y* y la línea de 45º). Ése es el únicopunto en el Gráfico 1.a que tiene tal propiedad. Es por ello la única situación posible,
bajo los supuestos que hemos adoptado, en la que los distintos planes individuales de
gasto pueden, todos ellos, realizarse simultáneamente.
Yint es nuestro punto de equilibrio en dos sentidos: lo es porque en él los planes
individuales son mutuamente compatibles y por ello realizables simultáneamente (según
Meses, trimestres y años
Recién hemos hablado de que las empresas ajustarán su volumen deproducción y empleo a lo largo de “los meses”. La cuestión de los períodos de ajustesiempre aparece como una preocupación importante cuando uno comienza aenfrentarse con argumentaciones como la que estamos planteando aquí. Uno se
pregunta, ¿a cuántos meses o trimestres se refiere el “corto plazo”?¿Qué significamediano y largo plazo? La respuesta general es que cuando hablamos de esa formano solemos tener una referencia muy precisa del tiempo involucrado. La distinciónentre esos distintos “plazos” característicos (corto, mediano, largo), se suele basaren cuáles son las variables acerca de las cuáles se supone que varían o puedenvariar significativamente “en el período de análisis”. Por ejemplo, si no prestamosatención a la variación de los precios nominales, que asumimos como fijos, estamoshaciendo un análisis de corto plazo: en el corto plazo los ajustes sonpredominantemente, así suponemos, de stocks, es decir, de cantidades). Luego,cuando trabajamos (como haremos más adelante) con precios nominalesendógenos, decimos que estamos tratando del mediano plazo. En ambos casos sesuele asumir como dada la capacidad productiva instalada (es decir, el acervo demaquinaria, equipo, construcciones).
Naturalmente, ese supuesto no es razonable cuando se trata del largo plazo. Enel largo plazo, ese acervo (que suele designarse también como “stock de capital”)debe poder variar, como todo lo demás.
Lo que planteamos aquí es bastante general, pero en algunos textos la distinciónde plazos puede ser algo diferente. Es decir, se trata de una distinción instrumental,útil en el análisis pero pasible de cambiar según los autores, el problema y elcontexto de cada estudio.
En definitiva, el análisis que estamos planteando aquí, en el marco del MKS, esde corto plazo, porque estamos ignorando las variaciones de los precios nominales ydel acervo de capital. Asumimos que las firmas ajustan primero las cantidades queproducen y sólo más lentamente (más allá del "horizonte" temporal de este modelo)revisan sus decisiones de precio. De modo que en el texto nos referimos a "meses"en un sentido figurado (podríamos también hablar de semanas, o de trimestres),puesto que las consideraciones de tiempo o plazo son aquí imprecisas, sólo
ilustrativas.
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nuestra definición de equilibrio) y porque además parece que la economía se movería
hacia ese punto si estuviese fuera de él. Si hubiésemos partido de una situación en la
que Yint fuese mayor que Y1, al revés que en el ejemplo precedente, el análisis habría
sido semejante pero la economía se habría movido en el sentido contrario. Con un
gasto planeado mayor que el realizado (como sucedería en tal caso), las firmasvenderían más que lo que producen, desagotarían inventarios, y tendrían, tarde o
temprano, que responder a esa situación con un aumento del producto.4
Hemos escogido para designar a ese nivel del producto el símbolo Yint, puesto que
constituye nuestra primera definición de “equilibrio interno”.
Parece claro, sin embargo, que se trata de un equilibrio interno en un sentido
limitado. Todavía no sabemos, por ejemplo, qué sucede en esa situación en otros
mercados, distintos del de bienes. En particular, nos interesará más adelante
preguntarnos por el estado del mercado de trabajo. Es perfectamente posible que
nuestro equilibrio de ingreso-gasto, Yint, se verifique simultáneamente con un exceso de
oferta laboral, por ejemplo.
Observe, por otro lado, que la dinámica de los “inventarios” es muy importante en
este modelo. De tal modo, este esquema analítico sencillo capta apropiadamente un
aspecto muy significativo de los procesos económicos reales. En efecto, solemos ver
acumulación de inventarios de mercancías sin vender en las fases iniciales de cualquier
recesión y, al contrario, las expansiones suelen iniciarse con el desagote de existencias
acumuladas previamente, lo que sucede normalmente antes de que los niveles de
actividad comiencen a repuntar.
La solución analítica
¿Cómo obtenemos analíticamente el valor de equilibrio del producto?
Bien, nuestra definición de equilibrio implica que Yint corresponde a un nivel de Y tal
que, si el mismo se verifica, se cumple la siguiente condición (que llamamos condición
de equilibrio):
,*Y Y =
es decir que las magnitudes ex ante y ex post son iguales. Sustituyendo, en esta
condición, Y* por su expresión en (1.1’a) tenemos:
4 Por cierto, para que esto sea posible debemos asumir que hay capacidad instalada disponible.
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,..)1.().( 010000 Y q ERt cq x ER AY y−−+−+=
que, como vemos, es una ecuación con una única incógnita, Y, cuyo nivel de equilibrio
(Yint), podremos determinar, si conocemos los valores de los parámetros y de las
variables exógenas que aparecen allí. Despejando la variable Y, y luego reordenando,nuestra condición de equilibrio resulta:
(1.1’b)[ ]
[ ].).(..)1.(1
10000
01
int q x ER Aq ERt c
Y y
−+
+−−=
Allí el valor de equilibrio de la variable endógena Y, se expresa como función de las
exógenas y de los parámetros de comportamiento (c1, t, qy) que intervienen en el
“multiplicando” y en el término entre llaves. Éste último, que se revelará superior a unoen una somera inspección, es el conocido multiplicador keynesiano simple, que
depende centralmente de la propensión marginal a consumir, “c1”, pero también de la
tasa impositiva t, de la propensión marginal a importar qy y, en esta formulación, del
nivel del tipo de cambio real.
Si designamos como α a esta versión del multiplicador podemos reescribirsimplificadamente dicha expresión:
(1.1’c) [ ] .1,).(.. 0000int >−+= ααα conq x ER AY
Forma reducida
Cuando un modelo se plantea de modo que en las ecuaciones que locomponen las variables endógenas resultan igualadas a expresiones en que
intervienen únicamente parámetros y variables exógenas (y no otras endógenas),
se dice que está formulado en forma reducida. Luego, la ecuación (1.1’b) es la
forma reducida de nuestro modelo. En la forma reducida perdemos de vista las
ecuaciones de comportamiento que fundamentan la argumentación. En cambio, si
el modelo es planteado como un conjunto de relaciones de comportamiento se
dice que está formulado en su forma estructural .
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La política fiscal
Se comprende, a partir de aquí, que cualquier cambio en el nivel de una de las
variables exógenas, como la inversión planeada, por ejemplo, se traducirá en una
variación ampliada del nivel de equilibrio del producto.En otras palabras, podemos escribir, replanteando (1.1'c) en términos de variaciones
(y suponiendo constantes los valores de los parámetros involucrados en el cálculo del
multiplicador):
(1.1'c’) [ ].).(.. 0000int q x ER AY −∆+∆=∆ αα
Allí, el símbolo ∆ significa "variación de". Así, por ejemplo, una caída de la inversión
de $10 dará lugar a una contracción del nivel de equilibrio del producto igual a α.$10, es
decir, mayor que la caída de la inversión (puesto que α>1). Recuerde que la inversión
planeada es uno de los sumandos que se incluyen dentro de A0.
Eso da también lugar a una primera consideración de política económica. Podemos
ya comenzar a discutir la política fiscal en este modelo. Utilizando los instrumentos que
hemos identificado previamente, T0 y t, a los que luego se agregó el gasto público (G 0),
el gobierno puede, por ejemplo, procurar alcanzar cierta meta de Y. Cambios en las
tasas de impuestos sobre el ingreso o en la ordenada al origen de la función de
recaudación fiscal afectarán el valor de Y de equilibrio. De tal modo, el gobierno podría
apuntar a lograr cierto valor de Y, definido como meta. A su vez, si variaciones del gastoprivado desplazan o amenazan con desplazar al producto de ese nivel, el gobierno
podría, en principio, valerse de cambios en t o en T0 para contrabalancear esas
perturbaciones. Llamamos a esto política fiscal compensatoria, o “contracíclica”.
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El equilibrio externo
Pasemos a considerar específicamente las transacciones que los residentes en
nuestra economía realizan con no residentes. Ya sabemos que, por ahora, serán de dos
tipos únicamente: ventas de bienes y servicios reales al resto del mundo(exportaciones) y compras de bienes y servicios de ese origen (importaciones).
Recordemos aquí las dos ecuaciones de comportamiento que describen esas
transacciones, según las planteáramos más arriba:
(1.7) ,0* x x =
(1.8) ..0* Y qqq y+=
Además de reflejarse en las cuentas nacionales del modo que viéramos más arriba,el valor de esos flujos se vuelca también en un estado contable que procura captar la
totalidad de las transacciones entre residentes y no residentes: el balance de pagos. En
nuestra economía sencilla, que por ahora sólo comercia con el resto del mundo, las
cuentas del balance de pagos serán también muy simples. La identidad correspondiente
es:
(1.10) ... Rq P x P f f ∆≡−
El resultado del balance de pagos, ∆R, es la variación de reservas de divisas en
poder de la autoridad cambiaria (normalmente el banco central), dentro de cierto
período. Este resultado refleja el hecho de que las transacciones con no residentes se
realizan en divisas. Las exportaciones dan lugar a ingresos y las importaciones a
egresos de moneda extranjera.5 El saldo ∆R puede naturalmente ser positivo o
negativo.
En lo que sigue asumiremos que Pf = Pf 0, es decir, que los precios internacionales
están determinados exógenamente.
El Gráfico 1.b nos permite avanzar en la descripción del comportamiento delcomercio (y del balance de pagos) en esta economía.
5 Hablamos de moneda extranjera porque estamos pensando principalmente en economías como laargentina u otras de la región latinoamericana y, hasta hoy, ninguna de ellas cuenta con una monedanacional de aceptación corriente en el plano internacional. Por otro lado, los balances de pagos seelaboran en general en dólares de los Estados Unidos, de modo que, en el caso de esa economía, seconfeccionan en su propia moneda.
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Allí se muestra una línea horizontal correspondiente a Pf .x*, donde x* asume el valor
x0, asociado al hecho de que suponemos que las exportaciones son exógenas (en
especial, no dependen de Y), y una curva ascendente correspondiente a Pf .q*, (donde
q* es designada como q(Y)). Esta tiene pendiente positiva porque asumimos que las
compras al resto del mundo sí se vinculan con el nivel del producto. Se percibeinmediatamente que es posible concebir la existencia de un nivel de Y compatible con el
equilibrio del balance de pagos.
En otras palabras, ese nivel particular de Y sería compatible con un resultado nulo de
las transacciones entre residentes y no residentes (∆R = 0), en el período que se está
considerando. Note que la noción de "equilibrio" que utilizamos aquí difiere un tanto de
la que empleáramos con Yint. Es así en especial porque no suponemos, por el
momento, la existencia de un mecanismo que lleve automáticamente al equilibrio del
balance de pagos si nos encontramos fuera de él.
Llamaremos Yex a ese nivel del producto tal que, si estuviese vigente, mantendría al
balance de pagos equilibrado.
Con las ecuaciones (1.7), (1.8) y (1.10) podemos encontrar ese punto fácilmente.
Sustituyendo (1.7) y (1.8) en (1.10) resulta:
(1.10a) ( ) ,.. 00 RY qq x P y f ∆=−−
que es la ecuación del balance de pagos modificada por la inclusión de nuestros
supuestos sobre comportamiento (de modo que no es ya una identidad).Esa ecuación puede solucionarse de dos maneras. Es factible, en primer lugar,
resolverla para un valor cualquiera de Y (en cuyo caso obtendremos el correspondiente
valor de ∆R). Volveremos sobre esta forma de resolución un poco más adelante.
La alternativa es resolverla en equilibrio, es decir, para el caso particular en que se
cumple que (∆R = 0). En esta última situación tendremos:
(1.10b) ( ) ,0.. 00 =−− Y qq x P y f
que ahora no es simplemente la ecuación del balance de pagos sino, más
precisamente, su condición de equilibrio. Es también, como puede constatarse
inmediatamente, una ecuación con una única incógnita, Y. El valor de esa variable que
podemos obtener resolviendo esa expresión será, justamente, el valor Yex que estamos
buscando. En consecuencia, despejando, tendremos:
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(1.10b’)( )
.00
−=
y
exq
q xY
Como puede verse, ese valor, que depende únicamente de los parámetros de laecuaciones de comportamiento del comercio con el exterior, se determina aquí de un
modo por completo diferente del que nos permitiera obtener Yint en la sección anterior.
Cabe entonces concluir que no hay ninguna razón, hasta el momento, para suponer
que ambos valores de Y deban ser iguales. En la situación que estamos describiendo
sólo lo serían por casualidad. Si es así, vale la pena preguntarse qué problemas
pueden plantearse cuando son diferentes.
Conflicto entre equilibrio interno y externo y política económica
Si bien cualquier configuración inicial podría ser interesante para nuestro examen,
comenzaremos por considerar un caso en que, tal como se ilustra en el Gráfico 1, se
verifica que:
,intY Y ex <
es decir, que el ingreso que hace nulo el resultado del balance de pagos es menor que
el que determinaría el equilibrio interno o de ingreso-gasto.
En concreto, supondremos que la economía está operando en Y int, nivel del ingreso
que se establece según vimos más arriba y que depende centralmente de un conjunto
de variables exógenas y parámetros de comportamiento, incluyendo los niveles de los
instrumentos de política fiscal ya discutidos. Es decir, hemos tenido tiempo de ajustar el
ingreso interno hasta su nivel de equilibrio. Podríamos también asumir, aunque no es
necesario para el argumento, que el nivel del producto Yint constituye una meta de la
política económica.
¿Qué sucedería con el balance de pagos en tal situación? En el Gráfico 1.b seobserva que si el producto está en el nivel Y int, el valor de las importaciones supera al
de las exportaciones. De modo que habría un déficit del comercio: las reservas de
divisas deberían estar contrayéndose. La magnitud de dicho déficit (que equivale al
déficit del balance de pagos, en esta economía que sólo comercia con el resto del
mundo) está representada en el Gráfico 1.b por la distancia entre la línea
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correspondiente a las exportaciones y la relativa a las importaciones, al nivel Yint del
ingreso.
También podemos determinar con facilidad el nivel de ∆R analíticamente. Tomando
la ecuación (1.10a) y reemplazando Y por el valor concreto que asume actualmente
(Yint), obtenemos el valor del desequilibrio del balance de pagos asociado a este estadode la economía (llamémoslo ∆R1) :
( ) ... 1int00 RY qq x P y f ∆=−−
Como acabamos de señalar, ese valor de ∆R será en realidad negativo en el caso
particular que estamos enfocando. En otras palabras, estamos generando un déficit con
el resto del mundo y nuestras reservas de divisas están declinando.
Esta situación no podrá, con seguridad, sostenerse indefinidamente o por un períodoprolongado. Esto se debe a que el acervo de divisas del banco central es limitado.
Debemos asumir que ese stock proviene de saldos positivos del balance de pagos
acumulados en el pasado. Recuerde que estamos asumiendo que nuestra economía no
tiene acceso al crédito internacional, de manera que los recursos en moneda extranjera
que se pierden debido al resultado negativo del comercio no pueden por ahora
reponerse por otra vía, como la colocación de deuda. Note, por otra parte, que la
dificultad a la que nos estamos refiriendo se asienta en parte en el hecho de que
nuestra economía no puede pagar sus importaciones en su propia moneda. Si esto
fuera posible, las cosas se harían algo más fáciles, al menos en el corto plazo.
En la situación que estamos describiendo, las autoridades enfrentarán una seria
dificultad para sostener el valor del ingreso en el nivel que designamos como Yint. Esto
es así porque el resultado del balance de pagos que acompaña a ese nivel del producto
no resulta, a su vez, sostenible.
Para dar más interés a este conflicto podríamos, por ejemplo, asociar al nivel del
producto con el empleo de mano de obra, aunque no hayamos aún abordado el
mercado laboral. Seguramente un mayor nivel de Y generaría, ceteris paribus, mayores
requerimientos de trabajo. Podemos asumir que algún valor del producto estaráentonces vinculado con cierto nivel de ocupación al que llamaremos pleno empleo,
aunque sin definirlo aún con precisión. Si ese nivel particular del producto fuese nuestro
Yint, cabría entonces decir que se plantea un conflicto entre el objetivo de pleno empleo,
que podríamos suponer que tienen las autoridades, y la necesidad imperiosa de acotar
el desequilibrio del sector externo de la economía, impuesta por la escasez de divisas.
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En otras palabras, se presenta el problema del ajuste del balance de pagos. Ajustar
el balance de pagos quiere decir, resumidamente, llevar esa cuenta a una posición
sostenible. ¿Cómo podemos hacerlo?.
El ajuste del balance de pagos
Con los recursos de política que hemos introducido hasta aquí, confinados todavía
básicamente a la utilización de instrumentos de política fiscal, parece que todo lo que
puede hacerse es provocar una recesión (subiendo los impuestos o bajando el gasto
público). La contracción del producto ajustaría el balance de pagos reduciendo las
importaciones de bienes y servicios.
Si examinamos la cuestión tal como se plantea en el Gráfico 1, se trata de “mover
hacia abajo” la curva Y*, lo que desplazaría Yint (es decir, el equilibrio de ingreso-gasto)
hacia la izquierda. Esto puede hacerse reduciendo el gasto público “G”, por ejemplo, osubiendo los impuestos. La magnitud de la contracción debería ser tal como para hacer
que Yint coincida con Yex. Así, la política fiscal pondría en marcha un mecanismo de
ajuste recesivo del balance de pagos, que lo llevaría a una posición sostenible; pero
eso se hace a costa del objetivo interno o de empleo.
¿Es posible concebir una forma menos dolorosa de resolver este problema?
Bien, el camino para pensarlo comienza por desplazar la atención desde el manejo
de la demanda agregada (Gráfico 1.a) hacia el comportamiento de las exportaciones e
importaciones (Gráfico 1.b). Tenemos que enfrentarnos a la cuestión de cómo “mover”la curva de exportaciones (hacia arriba) o la de importaciones (hacia abajo).
Esos dos movimientos (o cualquiera de ambos) cambiarían el punto en que ambas
curvas se cortan. En otros términos, tendrían un efecto que puede leerse de dos
maneras: aumentarían el valor de Yex (gráficamente, lo desplazarían hacia la derecha),
o bien reducirían el déficit del balance de pagos que la economía tiene “en pleno
empleo” (es decir, en el nivel de Y int original, que al gobierno le interesaba preservar).
Parece claro que si pudiéramos desplazar ambas curvas (o al menos una de ellas)
en el sentido indicado, sería factible mejorar el saldo del comercio preservando, al
menos en parte, el objetivo interno.Esto nos lleva a reconsiderar, de un modo más amplio, la cuestión de los
determinantes de los flujos de comercio internacional de nuestra economía. Al hacerlo,
tenemos que abrirnos a un nuevo conjunto de temas: el tipo de cambio, los regímenes
cambiarios y el problema de la devaluación.
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Tipo de cambio, regímenes cambiarios, devaluación
El paso siguiente en nuestra construcción analítica es bastante natural. Ya hemos
introducido el tipo de cambio nominal y el real. Incluso anticipamos que el tipo de
cambio real podía ser un argumento de las funciones de comportamiento deexportaciones e importaciones. Sin embargo, todavía no lo introdujimos en ese papel.
En el modelo anterior, el tipo de cambio apareció sólo “contablemente”, multiplicando a
los valores en dólares de “x” y de “q”, para transformarlos a pesos. Ahora lo
introduciremos en el aspecto más relevante de factor determinante de las exportaciones
e importaciones planeadas.
Retomemos entonces nuestra argumentación. Ya habíamos asumido que los precios
internos están dados exógenamente (P = P0), y dijimos también que (Pf = Pf 0), es decir,
que los precios internacionales están dados, por el momento, en un nivel invariable. En
consecuencia, podemos tratar al cociente (Pf /P) como una constante. La designaremoscon la letra griega delta (δ), agregando el subíndice 0 que denota exogeneidad. Hecho
esto, y recordando la definición de tipo de cambio real (ER) que diéramos previamente,
podemos ahora escribir:
.. 0δ E ER =
Eso tiene una ventaja inmediata para el tratamiento analítico. Como los precios
internos y externos están dados, las variaciones del tipo de cambio nominal estaránasociadas a cambios de la misma proporción y en el mismo sentido en el tipo de cambio
real. Ambos se moverán juntos.6
Ahora sí estamos en condiciones de dar otro paso hacia un modelo macroeconómico
más complejo, revisando nuestras ecuaciones de comportamiento del comercio. Hemos
de suponer, en concreto, que cabe incorporar un nuevo argumento, una nueva variable
determinante de exportaciones e importaciones: el tipo de cambio real.
Retomaremos entonces las ecuaciones (1.7) y (1.8) y las modificaremos
introduciendo explícitamente esta nueva variable.
(1.7a) y xcon E x x x ER ER ,0,.. 00* >+= δ
6 Puede parecer una simplificación poco realista pero no lo es tanto. En efecto, hay mucha evidenciade que los tipos de cambio reales y nominales se mueven en la misma dirección. Aunque no en la mismaproporción, puesto que las variaciones cambiarias tienen algún impacto en los precios internos.
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(1.8a) .0,... 00* >−+= ER ER y qcon E qY qqq δ
Hemos agregado un nuevo sumando en cada caso, incorporando de manera
explícita la dependencia de exportaciones e importaciones en relación con el tipo de
cambio real. Suponemos que un tipo de cambio real más alto generará mayoresexportaciones (el valor del parámetro de comportamiento xER indica la magnitud de la
respuesta de las ventas de bienes al resto del mundo al estímulo cambiario), mientras
que, por el contrario, desalentará las importaciones, como lo revela el hecho de que el
nuevo sumando en (1.8a) tenga signo negativo. El valor del parámetro qER revela el
grado de respuesta de las compras de bienes al resto del mundo a variaciones en el
tipo de cambio real.
Asumiremos en principio que, además de los precios, también el tipo de cambio
nominal está fijo en E = E0 (de modo que el tipo de cambio real también está dado en elvalor (ER0 = E0.δ0), como en nuestra discusión anterior).
Ahora podemos representar los flujos de transacciones con el exterior de dos
maneras, como hacemos en el gráfico siguiente. La primera representación (Gráfico
2.a) es en realidad la misma que habíamos utilizado con anterioridad, aunque en este
caso hacemos explícita la presencia de una variable que antes estaba "oculta", el tipo
de cambio, mediante su inclusión como un argumento de las funciones de
exportaciones e importaciones.
Sabemos que el tipo de cambio real es el argumento relevante. Sin embargo, como
hemos dicho, nuestro supuesto de constancia de los niveles de precios (interno yexterno) nos permite representar las funciones introduciendo el tipo de cambio nominal
E en lugar de ER.
Observe que en el Gráfico 2.a se indica que las curvas están trazadas para
determinado nivel de E, como E0. A un nivel diferente de esta variable, dados los
precios internos y externos, las curvas estarían ubicadas en otra posición. En otros
términos, estas líneas se mueven con cambios en E, mientras que los efectos de
variaciones de Y son representados por movimientos sobre las curvas (sobre la de
importaciones, en particular, puesto que estamos asumiendo que las exportaciones nodependen de Y).
Mientras tanto, en el Gráfico 2.b, en lugar de incluir el ingreso en uno de los ejes,
volcamos el tipo de cambio.
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Gráfico 2. Equilibrio externo, mercado de divisas y devaluación
Export.
e Pf .q(E0, Y)
Import. Pf .q(E*, Y)(endólares)
P
f
.x(E*)Pf .x(E0)
Yex Yint Ingreso (Y)
E
E*
E0
P .q(E,Yint)
P
f
.x(E0) P
f
.q(E0, Yint) Export.e Import.(en dólares)
G r á f i c o 2 . a .
B a l a n c e c o m e r c i a l
G r á f i c o 2 . b . M e r c a d o d e d i v i s a s
Pf .x(E)
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Note que en esta última representación (el Gráfico 2.b) tenemos que dejar fijo el valor
de Y para poder situar la curva de importaciones, porque las compras de bienes y
servicios al resto del mundo dependen de ambas variables, E y Y. Supondremos que la
economía está operando en el nivel Yint de nuestra discusión precedente.
Ambos Gráficos, 2.a y 2.b, representan en verdad la misma situación. Sin embargo,lo que en el diagrama superior vemos y pensamos como el comportamiento del balance
de comercio de nuestra economía, puede ser percibido en la ilustración inferior bajo una
luz diferente. Ciertamente, las variables son las mismas, pero el segundo diagrama es
claramente la representación de un “mercado”: el mercado de divisas.
En efecto, asimilamos las exportaciones a nuestra fuente de moneda extranjera, es
decir, son la oferta de divisas, y las importaciones constituyen la demanda. Tenemos
oferta, demanda y precio, es decir, los elementos que necesitamos para configurar un
mercado.
Algunas digresiones
• La condición de Marshall-Lerner
Dedicamos este apartado a varias digresiones que son útiles para una mejor
comprensión del punto que estamos discutiendo.
Observe que estamos asumiendo, como es corriente, que tanto la demanda como la
oferta de divisas (en otros términos, las exportaciones y las importaciones, en nuestraeconomía simplificada) responden de la manera esperada a los incentivos. La oferta
sube con el precio (E, en este caso) y la demanda declina. Sin embargo, es necesario
aclarar que en nuestro tratamiento del mercado de divisas hay implícitos otros
supuestos importantes. Considere por ejemplo las exportaciones. Como hemos
señalado, la curva correspondiente tiene, en el Gráfico 2.b, pendiente positiva, lo que
indica que a un mayor tipo de cambio habrá un mayor flujo de oferta de divisas (siempre
manteniendo constantes otros determinantes de las ventas de bienes al resto del
mundo, como el nivel de ingresos del resto del mundo). Pero, ¿estamos seguros de que
será así?, ¿un tipo de cambio más alto producirá mayores ingresos por exportaciones?Para examinar el problema tenemos que considerar, en primer lugar, que las divisas
que ingresan son el producto de las cantidades exportadas de mercancías multiplicadas
por sus precios. Para que las cantidades exportadas aumenten es necesario que sea
posible responder a los mejores precios (medidos en pesos), asociados a un tipo de
cambio más alto, con una mayor producción de los bienes que se destinan al resto del
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mundo. Que esto sea factible, y en qué magnitud, es lo que revela la elasticidad de la
oferta nacional de mercancías exportables.
Asumamos que esa elasticidad es positiva (lo que frecuentemente se ve
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