BENEMERITA UNIVERSIDAD
AUTONOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIAS SOCIALES
CONSULTORIA JURIDICA
Manuel Miranda Quiroz
DHTIC
DALIA ITZEL ROMERO RIOS
DERECHOS DE LOS
HOMOSEXUALES
OTOÑO 2014.
DERECHOS PARA TODOS; TODOS SOMOS IGUALES.
Homosexualidad, ¿Un trastorno mental u orientación sexual diferente?
“Por lo único que he luchado toda mi vida es por ser tratado con la misma dignidad y
respeto con que yo trato a mis semejantes.”
Antes de empezar a abordar los derechos y el tema jurídico que conlleva la
igualdad, veremos que es la homosexualidad.
Mucho se ha hablado de los derechos de los homosexuales pero para entender
esta perspectiva tendríamos que valorar que significa la palabra homosexual que
no es nada más que “homos” del griego que significa hombre y sexual como
aclaración el género.
Sobre la base de estudios antropológicos se puede afirmar que la homosexualidad
es una constante universal de la cultura. Se ha observado su presencia tanto en
pueblos primitivos como en otros altamente desarrollados y no depende de los
valores religiosos de una civilización dada. Sabemos que la homosexualidad es
una práctica conocida desde la antigüedad y siempre se menciona a los griegos,
que habían alcanzado altísimos niveles culturales y políticos, como personas de
amor homosexual.
La cuestión de la homosexualidad ha sufrido a lo largo del tiempo distintos vienen
y van, ha sido aceptada, rechazada, perseguida o reconocida. La homosexualidad
no podemos analizarla con el exclusivo prisma de la moral, desde una óptica
psicoanalítica o desde el placer.
La homosexualidad podrá definirse como una orientación o gusto distinto de la
conducta sexual, que se basa en una relación establecida entre dos individuos del
mismo sexo.
Existen factores que juegan un papel muy importante en el momento de tratar de
determinar si la homosexualidad es normal o anormal, como por ejemplo el factor
social, pues la mayoría de las sociedades denigran este tipo de conductas, pues
dentro de los parámetros de conducta establecidos por estas sociedades, hacen
que la homosexualidad sea considerada como anormal. Mientras que como
mencione anteriormente en sociedades como la europea, la homosexualidad ha
dejado de ser considerada como una enfermedad o trastorno psicológico, incluso
existe una aceptación por parte de esta sociedad sobre la relación entre dos
personas del mismo sexo.
El factor legal es un factor de doble filo, pues por un lado las personas o parejas
homosexuales son independientes a este factor, por el hecho de que para que su
relación no sea discriminada y prohibida por la sociedad y que le permita legalizar
sus matrimonios y formación de familias adoptando menores, también se exige
una seguridad social, no más discriminación y que tengan los mismo derechos,
que no se les denegué o anule alguno solo por esta orientación sexual distinta, es
por esto que depende de este factor.
Si se habla de derechos de homosexuales primero se debe comprender que la ley
no hace ninguna distinción entre el homosexual y el heterosexual, lo que sí hace
nuestra legislación es definir y proteger los derechos de la persona. Una persona
no deja de tener esta característica por ser o no homosexual, bisexual,
heterosexual, o cualquier calificativo que se le quiera poner. Toda persona es
sujeta a derechos y obligaciones y estos derechos y obligaciones aparecen
contemplados en la legislación de todo el mundo. Así pues, decir que se busca
defender derechos homosexuales es tanto como decir que se trata de algo distinto
a una persona. Y creo que esto es lo último que dichos grupos pretenden hacer,
ya que parte de los gritos y las pancartas que ellos mismos corean y enarbolan es
el de querer ser tratados como personas.
Ahora bien, las personas se rigen conforme a un marco legal. En ese marco legal
aunque existen excepciones perfectamente descritas, hay también instituciones
que son tuteladas por el derecho, precisamente porque son éstas las que
establecen el orden jurídico y gracias a ellas se preserva también la estabilidad
social y el bien común. Concretamente me refiero al matrimonio y a la familia. El
matrimonio es definido por la ley como un contrato en el que se establece la unión
de un hombre y una mujer para la ayuda mutua y la procreación de los hijos. Por
supuesto, seguimos hablando de personas.
Derechos, ¿humanos?
La homosexualidad no es un problema, pero la homofobia sí: es discriminación.
Los derechos humanos de los homosexuales son indiscutibles, imprescriptibles,
irrenunciables, universales, como todo derecho humano, por el simple hecho de
ser personas. La dignidad de la persona humana constituye un valor absoluto,
como el de la vida misma desde su concepción hasta la muerte natural.
Así como tienen sus derechos las mujeres, los niños, las personas con
discapacidad, los ancianos, los indígenas, los migrantes, también los tienen los
homosexuales, no por su condición especial de homosexual sino por su condición
humana. Es deseable que en un futuro no muy lejano, la referencia a la persona
humana sea suficiente para reconocerla, por esa calidad todos sus derechos,
porque cada ser humano es un fin en sí mismo, es único e irrepetible y por lo
mismo no hay ni habrá de el más que un solo ejemplar.
Los Derechos de Lesbianas y homosexuales y bisexuales en pro de derechos
igualitarios han venido a ocupar el escenario central. Las lesbianas y los
homosexuales batallan en el Congreso por sus derechos humanos, al igual que en
las cortes y en las calles. Reconocidas figuras revelan su orientación sexual en
público, en películas y por televisión se representan personajes homosexuales. A
pesar de estos avances en la corriente principal, las lesbianas, los homosexuales
y los bisexuales continúan encarando la discriminación en todas las áreas de la
vida. Ninguna ley federal previene que una persona sea despedida o le sea
negado un trabajo con base en su orientación sexual.
Si todos a favor, ¿quiénes en contra? La otra cara de la homosexualidad, la
homofobia.
“Son idénticos los matrimonios de personas del mismo sexo que los matrimonios
de personas de sexo diferente.”
La discriminación se expresa en maltrato, abusos, exclusión, miedo y ruptura del
tejido social. La homofobia, como toda forma de discriminación, es negación de la
dignidad humana, afianza la pobreza, es tierra fértil para la violencia y cáncer para
la democracia.
Es, sin duda, un fenómeno complejo. Por ello, es indispensable comprenderla
mejor, y descifrar cómo ha influido en la construcción histórica de nuestra
sociedad. Comprender cómo hace imposibles las relaciones interpersonales
basadas en el respeto, la igualdad y el reconocimiento mutuo.
Personas homosexuales, gays, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales,
transgénero e intersexuales (LGBTTTI), viven en todo el mundo situaciones
complejas en razón de su orientación sexual o de su identidad de género. Las
viven en cada lugar del país de manera continua y continuada, en las casas, en el
bullying homofóbico, en el trabajo, en la calle, en los comercios o los hospitales.
Aún no hemos logrado pasar del reconocimiento de la diversidad al de la igualdad,
que se construye a partir de las diferencias y no de la uniformidad, que supone la
eliminación de la desigualdad de trato desde todos los ámbitos de la sociedad y en
todos los rincones del país.
Ello supone, fundamentalmente, la certeza de que la orientación sexual e
identidad de género de cada persona es un tema de derechos humanos, es decir,
de obligaciones sociales y políticas, y no solo de lo más profundo de cada
persona. Esta certeza ha ido avanzando de diversas formas en el mundo, pese a
que sigue siendo un tema de gran complejidad.
“La homofobia, como forma de discriminación, es negación de la dignidad
humana, afianza la pobreza, es tierra fértil para la violencia y cáncer para la
democracia.”
México participó en la Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos,
Orientación Sexual e Identidad de Género, celebrado en Oslo, Noruega, el pasado
mes de abril. El propósito fue realizar una análisis sobre en dónde estamos en
este tema a nivel mundial, hacia dónde nos dirigimos, y qué tan certeros serán
esos avances en materia de derechos humanos.
Resulta necesario reconocer el papel fundamental que ha desempeñado la ONU
en relación a la situación y los retos que atañen a grupos de la diversidad sexual.
"Todos deberíamos estar indignados cuando vemos cómo hay personas que
sufren discriminación, agresiones e, incluso, asesinatos por ser lesbianas, gays,
bisexuales, transexuales o transgénero. Todos deberíamos alzar la voz cuando
alguien es arrestado y encarcelado por a quien ama o por la apariencia que tiene.”
Se negó que la cultura, la religión o la tradición puedan ser utilizadas por las
autoridades de un país para justificar la discriminación a personas de la
comunidad LGBTTTI. Agregó que los gobiernos tienen la obligación de proteger a
todos, pero todavía muchos de ellos se niegan a reconocer la injusticia de la
violencia homófoba y la discriminación.
"Tenemos que documentar el problema y compartir la información con los
Estados de forma regular para fomentar el debate y la acción."
Se propone trabajar en:
— Apoyar la creación de mecanismos de la ONU para atender problemas
relacionados con la discriminación a la comunidad LGBTTTI.
— Afirmar que nadie tiene derecho de obstruir los derechos humanos y de infringir
en forma de discriminación por su género o preferencia sexual.
— Enfatizar que es obligación del Estado proceder, respecto a los derechos
humanos, bajo las leyes internacionales que hay al respecto.
— Aplaudir las resoluciones tomadas por la Organización de los Estados
Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
así como la jurisprudencia de la Corte Europea sobre los Derechos Humanos, el
trabajo de la Unión Europea y la comisión de los derechos humanos en Asia y
África.
— Expresar que la meta a lograr es que en el mundo no exista discriminación de
ningún tipo.
— Reconocer la necesidad de promover un trato digno y apropiado para quienes
sufren esta violencia y sensibilizar a la población.
Un alto porcentaje de quejas y reclamaciones que recibe y atiende el Conapred
tienen su base en la homofobia. De enero de 2011 a marzo de 2013 suman 377
los presuntos casos de discriminación en agravio de personas de la comunidad
LGBTTTI. Estos datos contradicen la Declaración de Derechos Humanos y
Orientación Sexual e Identidad de Género (apoyada por 66 países en la ONU),
que indica que "el principio de no discriminación exige que los derechos humanos
se apliquen igualmente a cada ser humano sin importar la orientación sexual y la
identidad de género".
En México debemos enfocarnos a revertir lo más pronto posible la exclusión y la
cultura social de rechazo y obstaculización en el ejercicio de derechos para la
diversidad sexual, pero principalmente pensar que debemos terminar con el
sufrimiento, la violencia y la discriminación que todos los días viven las víctimas de
homofobia y de transfobia.
Datos, cifras y estadísticas.
En una revisión hecha por Cecilia Rabell, del Instituto de Investigaciones Sociales
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Edith Gutiérrez, de El
Colegio de México (Colmex) a las cifras del Censo, se encontró que las familias en
el país siguen cambiando. Gracias a las preguntas que se replantearon en el
cuestionario de 2010 fue posible identificar cómo se comportan los arreglos
familiares, cosa que no podía hacerse en el pasado. En el censo de hace dos
años por primera vez se les preguntó a las personas sobre sus vínculos
conyugales y filiales con los miembros del hogar por lo que fue más sencillo
identificar el parentesco de los miembros que habitan una misma vivienda.
De los hogares conformados por una pareja se encontró que hay 57 mil 40 donde
las personas son del mismo sexo. De los hogares conformados por familias
nucleares, es decir, una pareja con hijos, se encontró que en México hay 172 mil
433 familias homosexuales. De acuerdo con las autoras, las familias nucleares
conformadas por parejas lésbicas son más comunes que las parejas gays.
Por otro lado, 1 de cada 10 hogares en México (2 millones 911 mil 630) son
unipersonales, es decir, de personas que viven solas de los cuales no se conoce
cuántos podrían estar ocupados por personas LGBT, ya que en el censo no se
pregunta por la orientación sexual de los individuos sino únicamente sus vínculos
con los habitantes de la misma vivienda.
En 2009 cuando se discutía en el DF la ley que permitiría el matrimonio entre dos
personas sin importar su sexo, numerosas organizaciones de derecha dijeron que
no se podía permitir que los gays y lesbianas adoptaran niños, negando una
realidad que con estos datos, resulta irrefutable: los gays y lesbianas tienen
familias con hijos al igual que los heterosexuales, y no solamente en la Ciudad de
México sino en todo el país. El hecho de que no sean muy visibles es otro asunto.
En un artículo del año pasado, cuando la tierra alcanzó los 7 mil millones de
habitantes, nos preguntábamos cuáles son los beneficios de saber cuántas
personas son LGBT y sin duda uno de los más importantes es el convencer a los
tomadores de decisiones de que se debe proteger y respetar los derechos de las
personas no-heterosexuales por ser una “minoría” significativa. Pero con datos
duros podemos darnos cuenta de la dimensión del problema del no
reconocimiento de las familias homoparentales. ¿Cuántas de esas 229 mil familias
tienen seguridad social? ¿Cuántos de los hijos de esas 172 mil familias nucleares
sufren de discriminación en sus escuelas?
Probablemente muchos, la mayoría quizás. Independientemente del número de
personas LGBT o de familias conformadas por gays y lesbianas, es necesario que
se aseguren los derechos humanos de los individuos pero también los de las
familias, independientemente de quién las conforme ya que el Censo mostró que
las familias nucleares heterosexuales (es decir, mamá, papá e hijos) ocupan
menos de la mitad de los hogares en México.
.
Perez, M. M (2000) Derechos de los homosexuales.
http://www.cndh.org.mx/sites/all/fuentes/documentos/Eventos/Convocatorias/biblio
grafia/DerechosHomosexuales.pdf
Avascal, A (2004) Los matrimonios entre homosexuales y losderechos humanos.
http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc182/S_Abascal.pdf
Huerta, E. J (2011) Ensayo sobre los derechos de los homosexuales.
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=5974
Top Related