¿CÓMO SERÁ EL DISEÑO DEL FUTURO?
La reflexión citó a quince oradores en el congreso
“Design is future”, celebrado este mes de Junio en
Barcelona, durante la Barcelona Design Week. Los
expertos -diseñadores, empresarios e ingenieros-
fueron organizados en tres áreas de análisis: la
profesión, la empresa y la sociedad -frente a una sala
conformada por por diseñadores, ingenieros,
estudiantes y otros interesados en el diseño -donde los
invitados compartieron casos de éxito, tendencias,
metodologías de trabajo y plantearon su visión sobre el
diseño más allá de su carácter estético o funcional; el
diseño como una forma de pensamiento que organiza a
la sociedad; una metodología con el potencial de
construir un mundo común que ayude a la convivencia.
Algo que parece utópico después de los últimos
acontecimientos políticos en Europa con la
victoria del Brexit frente al Bremain en el
referendo Británico y los constantes ataques
terroristas de los últimos meses.
No en vano uno de los últimos disertantes del
congreso, precisamente nacido en el Londres, Ed
Gillespie, Director creativo y cofundador de
Futerra señaló: “el mundo es una elección entre
el miedo y el amor. La mayor ilusión del mundo
es la ilusión de la separación”. Pero más allá de la
actualidad y sus circunstancias, el mensaje fue
alentador: “cualquier problema es inspirador,
somos una generación que puede ver que el
mundo es volátil, incierto, complejo y ambiguo.
La narrativa está en saber organizar el mundo”,
concluyó Gillespie.
La visión de Luis Villa, Business Design Director de Fjord, me fascinó por la representación filosófica del
diseño, sin desmerecer a los demás disertantes -en general todos personajes interesantes, brillantes, curiosos
o con presentaciones conmovedoras -como la presentación de Cristina Bustillo, Customer Experience
Officeren el Hospital Sant Joan de Déu, donde el diseño se lleva a una causa social y científica por demás
valiosa. El relato de Villa -emotivo y firme- narró un diseño del futuro estratégico, sistémico y profundo. El
mundo es caótico y el diseño -en su aspecto conceptual y profundo- representa una forma de pensar
con metodología y poder organizacional; un diseño cuya re-significación podría remplazar al término “política”.
Una analogía que también mencionó el
arquitecto Andrés Jaque hace algunos años:
“el mundo lo construyen cada vez menos los
arquitectos y cada vez más aquellos que
hacen algo parecido a la política”. La analogía
entre diseño y política anuncia el
protagonismo del diseño en las altas esferas
mundiales, a nivel empresarial, social y
político.
DESIGN INVASION: DESDE LA POLÍTICA Y LO SOCIAL
Decir que el mundo es pensado y construido por líderes políticos y que el diseño, por su parte, tiene un poder
organizacional, es presumir que la inventiva del diseño debería aplicarse al pensamiento, estrategia y creación
de un proyecto político viable. El diseño dejó de representar algo puramente estético y funcional para ser
considerado una metodología del pensamiento. Debe cuestionar la tecnología llegando al fondo de las cosas,
activar la imaginación creando conexiones inesperadas y dar significado o (lo que es más interesante) crear y
validar un nuevo significando. En este proceso, es tan fundamental actuar sin aceptar el status quo, como
divertiste, perfeccionar la técnica, tener una visión o contenido y actuar con amor. La composición de un
mundo común sería, entonces, la definición del diseño del futuro.
El diseño del futuro
(parafraseando a Luis Villa) debe
atravesar un esquema que va
desde la adquisición de un oficio
o técnica, pasando por el
desarrollo de una visión y
contenido para llegar a un ámbito
que tenga incidencia en lo social
y político, con el fin de generar
espacios comunes de
convivencia.
Design Thinking es “una metodología para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar
solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de
producto. Algo así como “la forma en la que piensan los diseñadores”. En el campo de la empresa, según Tim
Brown, actual CEO de IDEO, el Design Thinking “es una disciplina que usa la sensibilidad y método de los
diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo
que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente, así como en una gran oportunidad
para el mercado”, empresas como IBM implementan esta metodología a nivel mundial. Es proceso que reúne de
cinco etapas no lineales: empatiza, define, idea, prototipa y testea. Se puede ir hacia atrás o hacia delante, o
saltar etapas si es oportuno.
DESIGN THINKING
Otras de las consideraciones destacadas, mencionadas por los oradores, fue la importancia del relevamiento de
datos y la experiencia del usuario. El relevamiento de datos -un monitoreo de la situación y una analítica de los
resultados- es imprescindible para lograr los resultados esperados por el diseñador. El diseño del futuro esta en la
intersección entre diseño y tecnología, “entre diseñadores e ingenieros, en la la búsqueda de ese unicornio”, según
Andrés Ortíz –Arquitecto, socio fundador de Bestiario.
DESIGN INVASION: DESDE EL USUARIO
La experiencia del usuario fue otro plato fuerte en la reflexión global. Alice Holmberg –House of holmberg-
remarcó este aspecto: “nos interesa un diseño de servicios y un diseño humanista. El ecosistema permite re-
diseñar sus servicios cuando el diseño está centrado en los usuarios. Debemos dejar de hablar de las instalaciones
y pensar en co-crear espacios junto con el usuario.” La co-creación diseñador-usuario es un objetivo viable y
empieza con la intención de empatizar con el usuario. Empatizar significa desarrollar “una profunda comprensión
de las necesidades de los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando, y también de su entorno.
Debemos ser capaces de ponernos en la piel de dichas personas para ser capaces de generar soluciones
consecuentes con sus realidades.” Def. Design Thinking
Design invasion, es el salto del diseño a esferas inesperadas. Nunca ha habido mejor momento para ser diseñador.
Porque aquel que posee esta bendecida vocación, tiene ahora la oportunidad de participar en el ámbito social y
político para construir un mundo que nos ayude a convivir. Un diseño que se gesta en la mente y en el corazón, en
el contexto de un mundo post-corporativo, donde empresas de países “abiertos”, empiezan a realizar tareas de
participación inter-empresarial. “Una idea crece siempre que puede ser compartida”, expuso Andreas Enslin -
representante de Miele– en su presentación del caso Alemán de varias empresas que cooperan por un bien
común. ¿Será el fin de la corpo? ¿Pasaremos de la identidad corporativa a una expresión de marca que valora los
hechos realmente importantes?
La contribución de las corporaciones en la construcción de un mundo común es ineludible. La competencia no
debe ser un obstáculo. No en vano el último de los disertantes, Doug Powel, Director del programa Education &
Activation en IBM Design, afirmó: “actualmente hay un millón de estudiantes de diseño en China que estarán en el
mercado del diseño en los próximos diez años… y esto no debe asustarnos, es una realidad y debe ser tomada
como un dato alentador.” Hay que decir que la afirmación dejó muda la sala durante unos segundos.
“Compramos cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos para impresionar a gente que no nos
gusta”. (Walter Slezak, actor austríaco, cita de Luis Villa). Técnica, visión, cooperación, compromiso y corazón
serán necesarios para cambiar el antiguo paradigma de la sociedad de consumo del siglo XX: activando la
imaginación a través de las sensaciones, empatizando con los usuarios, creando nuevas interfaces, generando
conexiones inesperadas y construyendo espacios de convivencia en común. Este será el diseño del futuro y
todos estamos en condiciones de aplicarlo.
DESIGN INVASION: DESDE EL CORAZÓN
ADRIANA FERREIRO / BLOGGER Y SOCIAL MEDIA MANAGER