DOSIER DE PRESENTACIÓN
Servet (División de Grupo Asís Biomedia S.L.)Centro Empresarial El Trovador, planta 8, oficina I
Plaza Antonio Beltrán Martínez, 1 • 50002 Zaragoza (España) Tel.: +34 976 461 480 • Fax: +34 976 423 000 • www.grupoasis.com
La editorial Servet, perteneciente a Grupo Asís, se ha convertido en una de las editoria-les de referencia en el sector veterinario a nivel mundial. Más de 15 años de experiencia en edición de contenidos veterinarios avalan su trabajo. Con una gran difusión nacional e internacional, las obras de su catálogo pueden encontrarse en multitud de países y ya han sido traducidas a más de ocho idiomas entre los que se encuentran el inglés, francés, por-tugués, alemán, italiano, turco, japonés y ruso.
Su sello de identidad es un gran equipo multidisciplinar compuesto por doctores, licencia-dos en veterinaria y bellas artes y diseñadores especializados y con un gran conocimien-to del medio en el que desarrollan su labor. Cada título se somete a un trabajo técnico y exhaustivo de revisiones, verificaciones y análisis que permite crear obras con un diseño único y un excelente contenido.
Servet trabaja con los autores nacionales e internacionales más prestigiosos para incor-porar a su catálogo los temas más demandados por el veterinario. Además de obras pro-pias también elabora libros para empresas y entre sus clientes figuran las principales multinacionales del sector.
La fuerza editorial de Grupo Asís
AUTORA: M. Isabel García Real.
FORMATO: 22 x 28 cm.
NÚMERO DE PÁGINAS: 260.
NÚMERO DE IMÁGENES: 585.
ENCUADERNACIÓN: tapa dura. PVP
70 €
Esta obra, estructurada según las zonas anatómicas habituales en el
diagnóstico por imagen radiológico: abdomen, cuello, tórax, extremidades,
columna y cabeza, ofrece tanto las bases de la interpretación radiográfica como
del diagnóstico de patologías, así como un capítulo especial con los errores
diagnósticos más frecuentes. Sus más de 500 imágenes de alta resolución se
acompañan del texto preciso para incrementar su valor descriptivo.
Además, el libro se complementa con material multimedia al cual se podrá
acceder a través de códigos QR dispuestos a lo largo del texto. De esta forma
el lector podrá acceder a diferentes esquemas de anatomía radiográfica
normal, con y sin los detalles anatómicos identificados. También podrá
comprobar sus conocimientos con los casos de autoevaluación que se
incluyen en cada apartado.
Todos estos elementos hacen de esta obra un material tanto didáctico como
práctico y sin duda un referente en el campo de la radiología clínica.
Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales
Presentación de la obra
E n estos tiempos en los que el veterinario tiene acceso a las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen, como la tomografía computarizada y la resonancia mag-nética, y el uso de la ecografía se ha extendido ya como técnica rutinaria, en oca-
siones se tiende a menospreciar la enorme valía que sigue teniendo la radiografía como herramienta diagnóstica fundamental en la clínica de pequeños animales.
En mis años de experiencia como docente en Diagnóstico por Imagen (se cumplen 20 en este año 2013) he observado una tendencia general en los veterinarios a intentar mejorar su formación en el uso de otras técnicas, fundamentalmente la ecografía, suponiendo en muchos casos que sus conocimientos básicos en radiología eran suficientes para el desa-rrollo de su actividad clínica. Mi mayor satisfacción al impartir cursos de formación con-tinuada en radiología a profesionales veterinarios ha sido siempre ayudarles a descubrir que una radiografía les puede “dar mucho más” de lo que inicialmente esperaban de ella. Espero que este libro contribuya también, al menos en cierta medida, a que sientan esa sensación.
Desde aquí quiero también insistir en que es básico aprender a no conformarnos nunca con una mala radiografía. Ser cuidadosos con el posicionamiento del paciente y la técnica radiográfica es el primer paso para que después se puedan interpretar correctamente las imágenes. Aunque este libro no incluye apartados específicos de técnica radiográfica (existen en el mercado numerosos libros que desarrollan ampliamente este aspecto), sí he querido incluir algunas recomendaciones al inicio de cada capítulo, en el apartado de “Principios de interpretación”. También se hacen numerosas referencias en el texto a la imagen radiográfica normal y las principales variaciones anatómicas no patológicas que pueden provocar errores en la interpretación.
En el capítulo “Errores diagnósticos más frecuentes” se hace una amplia revisión de ésta y otras causas que a menudo conducen a realizar diagnósticos erróneos. A través de los códigos QR que aparecen en el libro el lector tendrá acceso a un completo atlas de anato-mía radiográfica normal del perro, en el que puede visualizar la imagen normal de cada región anatómica en las proyecciones estándar con y sin identificación de los detalles ana-tómicos clínicamente relevantes. Asimismo, al final de cada capítulo se incluye también un acceso web a casos de autoevaluación.
Para el lector que no esté familiarizado con la orientación estándar de las radiografías, se debe recordar que el lado derecho y craneal del paciente aparece siempre a la izquierda del observador, mientras que la zona craneal, dorsal o proximal del paciente se muestra en la parte superior.
Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales
Mi idea original de este libro fue siempre ofrecer a los alumnos de veterinaria y a los pro-fesionales un texto de fácil lectura que ofreciera la información esencial para realizar una buena interpretación de las radiografías y que, al mismo tiempo, incluyera un número muy amplio de imágenes radiográficas para ilustrar, en la medida en que la edición del libro lo permite, la mayor parte de las patologías a las que se hace referencia en el tex-to. De ahí el título de Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales. Espero haberlo conseguido.
M. Isabel García Real
L a radiografía sigue siendo todavía la técnica de diagnóstico por imagen que se utiliza con mayor frecuencia en la clínica de pequeños animales. Por esta razón, los estudiantes de grado, posgrado y profesionales que se quieren iniciar en la
práctica clínica necesitan un libro de referencia que les sirva de guía para la realización de la interpretación radiográfica.
Este libro cumple ese objetivo y transmite la gran experiencia profesional de su autora, a través de la gran cantidad de imágenes presentadas, que abarcan las patologías más sig-nificativas y que permitirá al estudiante y al veterinario clínico reconocer los signos radio-gráficos más importantes y frecuentes. Además, algunas imágenes van acompañadas de esquemas que ilustran la posición de los órganos y también de otras técnicas de ima-gen como son ecografía, tomografía computarizada e imagen por resonancia magnética. También dispone de un material complementario en la web al que el lector podrá acceder, además de un apartado con casos de autoevaluación.
Felicito a la autora por este atlas, que será de un gran valor para el estudiante y para el clínico veterinario.
Amalia Agut GiménezDiplomada ECVDI
Catedrática del Departamento de Medicina y Cirugía Animal (Diagnóstico por Imagen)
Universidad de Murcia
4
La autora
M. Isabel García RealDoctora en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Obtuvo el grado de Licenciada en 1993 y de Doctora en el año 2000. Se incorporó al Departamento de Medi-cina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid en 1993, donde trabaja como profesora de Radiología.
Jefa del Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital Clínico Veterinario Complutense desde el año 2005 y responsable de la Unidad de Resonancia Magnética de dicho hospital desde su inauguración en diciembre de 2008. Centra su labor docente e investigadora en la radiología, ecografía abdominal, tomografía computarizada y resonancia magnética de pequeños animales.
Ha realizado estancias en las Universidades de California (Davis, Estados Unidos) y Cam-bridge (Reino Unido), así como en el Animal Medical Center de Nueva York y el Animal Health Trust (Newmarket, Reino Unido).
Es autora de diversas publicaciones nacionales e internacionales, y ha participado como ponente en diversos cursos y congresos nacionales e internacionales.
Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales
Aplicaciones adicionales de la obra
A lo largo del texto, y para facilitar la interpretación de las radiografías mostradas en cada sección, el atlas incluye códigos QR y enlaces web para acceder a material multimedia complementario. De esta forma el lector podrá observar una completa colección de imá-genes de gran calidad de la anatomía radiográfica normal en el perro, con y sin los detalles anatómicos identificados de una forma precisa y clara.
Al final de cada capítulo, también se incluyen códigos QR y enlaces web que en esta oca-sión mostrarán al lector diferentes casos para que pueda evaluar sus conocimientos.
Simplemente se necesita fotografiar los códigos con un smartphone o aceder a la página web a través de la dirección www.grupoasis.com/libro/interpretacion_radiologica.
Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales
La navegación por la página web de la anatomía radiográfica normal es muy sencilla e intuitiva, ya que está estructurada según los capítulos del libro y las proyecciones radioló-gicas más frecuentes de cada región.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA
en pequeños animales
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Abdomen 1
FIGURA 1.19. Proyección lateral del abdomen de un gato con una
masa hepática. El hallazgo más significativo es el desplazamiento
dorsal y caudal del estómago. La pérdida de diferenciación de
estructuras que se aprecia en la zona central del abdomen se
debe a la presencia de líquido libre en la cavidad peritoneal.
FIGURA 1.21. Proyección lateral del abdomen de un perro que presenta un “efecto masa”
en la zona craneal del abdomen. En situación inmediatamente caudal al estómago se
observa un área de opacidad tejido blando de márgenes mal definidos que desplaza las
estructuras adyacentes en sentido dorsal, caudal y ventral. Este hallazgo se debe a la
presencia de una masa de pequeño tamaño en la zona central de la cola esplénica.
FIGURA 1.22. Proyección lateral del abdomen de un perro con una neoplasia localizada
en el espacio retroperitoneal. La masa provoca un desplazamiento ventral de la vejiga
(muy distendida), del colon descendente y del recto. En el margen ventral de las últimas
vértebras lumbares y margen craneal de una de las alas del ilion se observan pequeños
sobrecrecimientos óseos (flechas), compatibles con metástasis óseas. Si se tratara de un
absceso retroperitoneal en lugar de una neoplasia, los sobrecrecimientos óseos podrían
deberse a una espondilitis/osteomielitis secundaria.
FIGURA 1.20. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con una
masa esplénica, que se visualiza en la zona craneal izquierda del abdomen, desplazando
el colon en sentido dorsal y lateral derecho, y el intestino delgado en sentido dorsal,
caudal y lateral derecho. En la proyección lateral se visualiza una sonda en la vejiga.
a
b
Anatomía radiográfica
normal del abdomen
proyección lateral
Anatomía radiográfica
normal del abdomen
proyección ventrodorsal
se identifique una masa (de densidad tejido blando o
parcialmente mineralizada) en situación craneomedial
a un riñón (fig. 1.24). El hallazgo radiográfico de mi-
neralización de una masa adrenal en pacientes con
síndrome de Cushing es muy indicativo de neoplasia.
Aunque habitualmente no es posible determinar con
seguridad el origen de una masa abdominal basándo-
nos sólo en la radiografía simple, su localización en la
cavidad (tabla 1.2) y el desplazamiento que provoque
de otras estructuras abdominales pueden ser de gran
ayuda al establecer los posibles diagnósticos diferencia-
les. Por ejemplo, una masa hepática provoca un des-
plazamiento caudal y dorsal del estómago (fig. 1.19),
mientras que una masa esplénica suele aparecer
situada en la zona central y ventral del abdomen, ge-
neralmente en el lado izquierdo, y puede desplazar el
ciego y el colon en sentido dorsal y el intestino delgado
en sentido dorsal y caudal (fig. 1.20). Realizar las dos
proyecciones ortogonales, lateral y ventrodorsal, aporta
una información más completa en este aspecto.
Las masas abdominales habitualmente presentan
opacidad tejido blando, aunque los lipomas presentan
opacidad grasa. Excepcionalmente se puede iden-
tificar gas en una masa abdominal cuando presenta
áreas de necrosis o si está relacionada con el tracto
digestivo.
La visibilidad de una masa en la radiografía de-
pende de su tamaño y del grado de definición de sus
márgenes, que puede disminuir significativamente
cuando el paciente presenta también líquido libre, pe-
ritonitis o carcinomatosis, o bien si está muy delgado.
Si los márgenes de una masa no se aprecian clara-
mente en la imagen, pero sí es evidente el desplaza-
miento anormal que provoca en las estructuras ana-
tómicas adyacentes, radiológicamente utilizaremos el
término “efecto masa” (fig. 1.21).
Dependiendo de su tamaño, las masas retroperito-
neales pueden desplazar las estructuras abdominales
adyacentes en sentido ventral (fig. 1.22). Pueden te-
ner origen renal, adrenal, muscular, linfático o vascular,
fundamentalmente. La tomografía computarizada y la
resonancia magnética permiten definir de forma pre-
cisa los límites de la masa y la posible afectación de
estructuras adyacentes (fig. 1.23).
Las glándulas adrenales sólo se identifican radiológi-
camente si están aumentadas de tamaño o mineraliza-
das. Se debe sospechar de un origen adrenal cuando
TABLA 1.2. Órganos de origen más
probables según la localización
de una masa abdominal.
Localización Órgano de origen
Abdomen
craneal
Dorsal
■ Hígado
■ Estómago
■ Páncreas
■ Riñón
■ Glándulas adrenales
Ventral
■ Hígado
■ Estómago
■ Páncreas
■ Sistema biliar
Abdomen
medio
Dorsal
■ Riñón ■ Glándulas adrenales
■ Ovario ■ Ganglios linfáticos
retroperitoneales
■ Uréter
Ventral
■ Bazo ■ Intestino
■ Ganglios linfáticos
yeyunales*
■ Lóbulo derecho
del páncreas*
■ Riñón izquierdo*
■ Ovario*
Abdomen
caudal
Dorsal
■ Ganglios linfáticos
ilíacos mediales
■ Intestino grueso
■ Uréter
Ventral
■ Vejiga ■ Útero ■ Próstata
■ Testículo abdominal
* Las masas originadas en estos órganos pueden gravitar
hacia la parte ventral del abdomen si son muy grandes.
http://goo.gl/S92Dbhttp://goo.gl/BWzIj
Con
códigos QR para el acceso online
a imágenes detalladas
de la anatomía
radiográfica normal
www.grupoasis.com/promo/interpretacion_radiologica
Sitio web Visualización online del capítulo promocional.
Archivo pdf del dosier de presentación.
Presentación del autor.
Visualización y descarga de pdf compatible con dispositivos móviles.
Comunicación en medios Anuncio. 1
Entrevista al autor. 1
Nota de prensa.
Servicios de comunicación
1 Consultar condiciones.
Índice de contenidos
1. Abdomen
Principios de interpretación
Pared abdominal
Cavidad peritoneal y espacio retroperitoneal
Hígado, bazo y ganglios linfáticos
Aparato urinario
Aparato genital
Estómago
Intestino delgado
Intestino grueso
2. Cuello y tórax
Principios de interpretación
Pared torácica
Faringe, laringe y tráquea
Esófago
Espacio pleural
Mediastino
Corazón
Pulmón
3. Esqueleto apendicular
Principios de interpretación
Alteraciones congénitas, hereditarias y del desarrollo
Fracturas
Deformaciones por alteración de la placa de crecimiento
Tumores óseos y osteomielitis
Alteraciones nutricionales y metabólicas
Patología articular
Otras alteraciones del esqueleto apendicular
4. Columna
Principios de interpretación
Mielografía
Alteraciones congénitas
Síndromes de inestabilidad
Enfermedad degenerativa del disco intervertebral
Otras alteraciones de la columna
5. Cabeza
Principios de interpretación
Bóveda craneal
Cavidad nasal y senos
Mandíbula, maxilar y articulación temporomandibular
Dientes
Aparato auditivo
6. Errores diagnósticos más frecuentes
Abdomen
Cuello y tórax
Esqueleto apendicular
Columna
Cabeza
Imagen digital
7. Lecturas recomendadas
8. Índice de figuras
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
TABLA 1.1. Resumen de las principales diferencias en la imagen radiográfica del abdomen entre el perro y el gato.
Perro Gato
EstómagoAntro pilórico a la derecha
de la línea media.Antro pilórico en la línea media.
En ocasiones se distingue una capa de grasa en la pared.
CiegoGeneralmente visible
en abdomen medio derecho.No se identifica.
BazoVisible en las proyecciones
lateral y ventrodorsal.Sólo visible en la proyección ventrodorsal.
Páncreas No se identifica. En ocasiones se identifica el lóbulo izquierdo en radiografías ventrodorsales.
Glándulas adrenales
No se identifican.En ocasiones se identifican glándulas adrenales de tamaño normal
mineralizadas como hallazgo incidental.
Hueso peniano Se identifica. No se identifica porque su tamaño es minúsculo.
Grasa abdominal
Reparto más o menos homogéneo.
Tendencia a una mayor acumulación en la zona del ligamento falciforme (ventral al hígado), rodeando el paquete intestinal (que queda centrado en abdomen medio) y en el espacio retroperitoneal (facilita la visualización de los riñones).
a b
la misma radiopacidad que el contenido líquido o mu-
coso que pueden presentar en su luz, lo que impide
que se puedan distinguir en una radiografía simple.
Se identificará más fácilmente el contenido gástrico
alimenticio o gaseoso, así como el gas o las heces
en el intestino, precisamente porque la densidad
radiográfica del gas, del alimento no digerido o par-
cialmente digerido y de las heces es diferente a la
densidad radiográfica de las paredes y del contenido
líquido o mucoso del tracto gastrointestinal, así como
de la mayoría de las estructuras anatómicas que se
sitúan a su alrededor.
Próstata
Vejiga
Vejiga
Prepucio
Próstata
Bazo
Bazo
Estómago
Estómago
Hígado
Hígado
Riñón izquierdo
Riñón izquierdo
Riñón derecho
Riñón derecho
Hueso peniano
Hueso peniano
Intestino grueso
Intestino delgado
Intestino delgado
Intestino grueso
FIGURA 1.1. Proyección lateral (a) y proyección ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con las principales estructuras anatómicas identificadas y señaladas en forma de siluetas de color.
3
Abdomen 1La grasa que se acumula en el peritoneo se inter-
pone entre los órganos abdominales facilitando así la
diferenciación de sus contornos en la radiografía. Los
animales adultos muy delgados y los animales muy
jóvenes, que presentan muy poca grasa abdominal,
presentarán imágenes radiográficas del abdomen con
escasa diferenciación de las estructuras, lo que se po-
dría confundir con la imagen de líquido libre o de re-
acción peritoneal. No obstante, una cantidad excesiva
de grasa abdominal incrementa de forma significativa
la radiación dispersa, lo que puede conducir a la apa-
rición de borrosidad en la imagen, a pesar incluso del
uso de la parrilla.
Las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen,
como la tomografía computarizada o la resonancia mag-
nética, se usan poco en la evaluación del abdomen, ya
que la combinación de la radiografía simple o de con-
traste con la ecografía cubre en gran medida las nece-
sidades diagnósticas en esta región anatómica. Especial
interés pueden tener, sin embargo, en la evaluación de
las alteraciones del retroperitoneo y de los vasos sanguí-
neos (p. ej.: diagnóstico preciso de las comunicaciones
portosistémicas). Ambas técnicas son excelentes para
examinar la región pélvica, ya que ofrecen imágenes
con gran detalle anatómico de la musculatura y estruc-
turas óseas de esta zona, el recto, los sacos anales, la
uretra, la vagina y el vestíbulo vaginal en hembras, así
como de la próstata, el pene y el escroto en machos.
Pared abdominal
La pared abdominal está formada cranealmente por el
diafragma y la pared costal, ventral y lateralmente por
la musculatura abdominal, dorsalmente por la muscu-
latura sublumbar y caudalmente por el peritoneo.
La radiografía permite detectar alteraciones en la
densidad radiográfica de la pared. La presencia de
bandas de opacidad gas es indicativa de enfisema sub-
cutáneo, generalmente asociado a heridas penetran-
tes. Los lipomas presentan densidad grasa, mientras
que algunos tumores musculares o cutáneos pueden
aparecer mineralizados (fig. 1.3). También se pueden
detectar áreas de mineralización en la pared no asocia-
das a masas, por ejemplo en pacientes con síndrome
de Cushing que presentan calcinosis cutánea.
a
b
FIGURA 1.3. Proyección lateral del abdomen de un perro con una masa mineralizada localizada en la pared abdominal. No se puede confundir con una masa intrabdominal, ya que el borde dorsal de la masa sobresale por encima de la columna lumbar (flechas).
FIGURA 1.2. Imágenes del abdomen normal de un perro (a) y de un gato (b) en proyección lateral.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
TABLA 1.1. Resumen de las principales diferencias en la imagen radiográfica del abdomen entre el perro y el gato.
Perro Gato
EstómagoAntro pilórico a la derecha
de la línea media.Antro pilórico en la línea media.
En ocasiones se distingue una capa de grasa en la pared.
CiegoGeneralmente visible
en abdomen medio derecho.No se identifica.
BazoVisible en las proyecciones
lateral y ventrodorsal.Sólo visible en la proyección ventrodorsal.
Páncreas No se identifica. En ocasiones se identifica el lóbulo izquierdo en radiografías ventrodorsales.
Glándulas adrenales
No se identifican.En ocasiones se identifican glándulas adrenales de tamaño normal
mineralizadas como hallazgo incidental.
Hueso peniano Se identifica. No se identifica porque su tamaño es minúsculo.
Grasa abdominal
Reparto más o menos homogéneo.
Tendencia a una mayor acumulación en la zona del ligamento falciforme (ventral al hígado), rodeando el paquete intestinal (que queda centrado en abdomen medio) y en el espacio retroperitoneal (facilita la visualización de los riñones).
a b
la misma radiopacidad que el contenido líquido o mu-
coso que pueden presentar en su luz, lo que impide
que se puedan distinguir en una radiografía simple.
Se identificará más fácilmente el contenido gástrico
alimenticio o gaseoso, así como el gas o las heces
en el intestino, precisamente porque la densidad
radiográfica del gas, del alimento no digerido o par-
cialmente digerido y de las heces es diferente a la
densidad radiográfica de las paredes y del contenido
líquido o mucoso del tracto gastrointestinal, así como
de la mayoría de las estructuras anatómicas que se
sitúan a su alrededor.
Próstata
Vejiga
Vejiga
Prepucio
Próstata
Bazo
Bazo
Estómago
Estómago
Hígado
Hígado
Riñón izquierdo
Riñón izquierdo
Riñón derecho
Riñón derecho
Hueso peniano
Hueso peniano
Intestino grueso
Intestino delgado
Intestino delgado
Intestino grueso
FIGURA 1.1. Proyección lateral (a) y proyección ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con las principales estructuras anatómicas identificadas y señaladas en forma de siluetas de color.
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Abdomen 1La grasa que se acumula en el peritoneo se inter-
pone entre los órganos abdominales facilitando así la
diferenciación de sus contornos en la radiografía. Los
animales adultos muy delgados y los animales muy
jóvenes, que presentan muy poca grasa abdominal,
presentarán imágenes radiográficas del abdomen con
escasa diferenciación de las estructuras, lo que se po-
dría confundir con la imagen de líquido libre o de re-
acción peritoneal. No obstante, una cantidad excesiva
de grasa abdominal incrementa de forma significativa
la radiación dispersa, lo que puede conducir a la apa-
rición de borrosidad en la imagen, a pesar incluso del
uso de la parrilla.
Las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen,
como la tomografía computarizada o la resonancia mag-
nética, se usan poco en la evaluación del abdomen, ya
que la combinación de la radiografía simple o de con-
traste con la ecografía cubre en gran medida las nece-
sidades diagnósticas en esta región anatómica. Especial
interés pueden tener, sin embargo, en la evaluación de
las alteraciones del retroperitoneo y de los vasos sanguí-
neos (p. ej.: diagnóstico preciso de las comunicaciones
portosistémicas). Ambas técnicas son excelentes para
examinar la región pélvica, ya que ofrecen imágenes
con gran detalle anatómico de la musculatura y estruc-
turas óseas de esta zona, el recto, los sacos anales, la
uretra, la vagina y el vestíbulo vaginal en hembras, así
como de la próstata, el pene y el escroto en machos.
Pared abdominal
La pared abdominal está formada cranealmente por el
diafragma y la pared costal, ventral y lateralmente por
la musculatura abdominal, dorsalmente por la muscu-
latura sublumbar y caudalmente por el peritoneo.
La radiografía permite detectar alteraciones en la
densidad radiográfica de la pared. La presencia de
bandas de opacidad gas es indicativa de enfisema sub-
cutáneo, generalmente asociado a heridas penetran-
tes. Los lipomas presentan densidad grasa, mientras
que algunos tumores musculares o cutáneos pueden
aparecer mineralizados (fig. 1.3). También se pueden
detectar áreas de mineralización en la pared no asocia-
das a masas, por ejemplo en pacientes con síndrome
de Cushing que presentan calcinosis cutánea.
a
b
FIGURA 1.3. Proyección lateral del abdomen de un perro con una masa mineralizada localizada en la pared abdominal. No se puede confundir con una masa intrabdominal, ya que el borde dorsal de la masa sobresale por encima de la columna lumbar (flechas).
FIGURA 1.2. Imágenes del abdomen normal de un perro (a) y de un gato (b) en proyección lateral.
104
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del tóraxproyección dorsoventral
derecha, que incluyen dilatación de la vena cava cau-
dal, hepatomegalia, ascitis y derrame pleural. En gatos
el derrame pleural se puede producir por insuficien-
cia cardiaca izquierda, y se diferencia del causado por
insuficiencia derecha en que el paciente no presenta
además hepatomegalia ni ascitis.
Si la cardiomegalia es global la silueta aparecerá au-
mentada de anchura y altura en las dos proyecciones
(fig. 2.62). En muchos casos se observa un predominio
de los signos de aumento del corazón izquierdo y en
otros del derecho, o bien puede aparecer un aumento
más o menos equilibrado de ambos lados del corazón.
En función de las cámaras más afectadas en la radio-
grafía se podrán encontrar signos asociados de insufi-
ciencia cardiaca izquierda y/o derecha.
Una cardiomegalia moderada o marcada es un indicador bastante fiable de patología cardiaca, pero una cardiomegalia leve debe ser interpretada con prudencia, y siempre en correlación con el resto de datos clínicos del paciente.
Por otro lado, un corazón radiológicamente normal
no tiene por qué ser un corazón sano, ya que algunas
patologías no alteran de forma significativa el tamaño o
la forma del mismo.
Grandes vasosLos cambios en la imagen de los grandes vasos pue-
den proporcionar información adicional sobre las alte-
raciones cardiacas.
El diámetro de la vena cava caudal (VCC) en su re-
corrido entre la silueta cardiaca y el diafragma se pue-
de comparar con el diámetro de la aorta (Ao), medido
en el mismo espacio intercostal y si es posible durante
la inspiración. Una relación VCC/Ao > 1,5 es muy in-
dicativa de insuficiencia cardiaca derecha. Debemos
tener en cuenta que el diámetro de la vena cava caudal
varía ligeramente con el ciclo respiratorio, y que puede
estar disminuido en casos de hipovolemia.
El diámetro de la aorta normal es similar a la altura
de los cuerpos vertebrales adyacentes. Puede aparecer
aumentada en casos de estenosis aórtica y, en ocasio-
nes, en pacientes con conducto arterioso persistente.
En la proyección dorsoventral su aumento causa una
La identificación de prominencias de la silueta en
estas localizaciones contribuye a identificar radiológi-
camente posibles aumentos de tamaño de las distintas
cámaras cardiacas, así como de la salida de la aorta y
de la arteria pulmonar.
Signos radiológicos de aumento de las cámaras cardiacasDesde un punto de vista didáctico resulta útil describir
los signos de aumento de tamaño de cada una de las
cámaras cardiacas por separado, aunque en la prác-
tica es poco frecuente encontrar un aumento signifi-
cativo de alguna de ellas de forma independiente. Lo
habitual será detectar signos de aumento de corazón
izquierdo (aurícula más ventrículo izquierdos) o signos
de aumento de corazón derecho (aurícula más ventrí-
culo derechos), así como cardiomegalia global (con o
sin predominio del lado derecho o izquierdo del cora-
zón) en diferentes grados.
Los signos radiológicos de aumento de tamaño de
cada una de las cámaras se resumen en el cuadro 2.1
y se ilustran en las figuras 2.58, 2.59, 2.60 y 2.61.
En los casos de aumento del corazón izquierdo se
pueden observar signos radiológicos de insuficiencia
cardiaca izquierda: congestión vascular y edema pulmo-
nar. El signo radiológico que se puede detectar de forma
más temprana es la dilatación de las venas pulmonares,
aunque no siempre se identifica. El edema pulmonar se
inicia en el intersticio, lo que empeora la visualización
de los pequeños vasos pulmonares, aunque no dejan
de verse hasta que el edema evoluciona y afecta tam-
bién a los alvéolos, momento en el cual aparecen los
broncogramas en el área afectada. La localización típica
del edema cardiogénico en el perro es perihiliar, aunque
en fases avanzadas se extiende hacia la zona media y
periférica del pulmón. Es frecuente que afecte más al
pulmón derecho que al izquierdo. En los gatos el edema
cardiogénico puede aparecer en cualquier zona pulmo-
nar presentando un patrón más parcheado. En gatos
también es frecuente observar derrame pleural.
En los casos de aumento del corazón derecho se
pueden detectar signos de insuficiencia cardiaca
http://goo.gl/WqzTt
105
2Cuello y tórax
CUADRO 2.1. Signos de aumento de tamaño de las cámaras cardiacas.
Aurícula izquierda
Se sitúa inmediatamente ventral al bronquio principal
izquierdo. El aumento de tamaño de la aurícula origina
una desviación dorsal de éste y una prominencia de la
silueta a este nivel, visibles en la proyección lateral. En la
proyección dorsoventral se sitúa entre los dos bronquios
principales, caudal a la bifurcación traqueal. Un aumen-
to de tamaño de la aurícula origina mayor separación de
estos dos bronquios, aunque sólo podremos apreciarlo
en la radiografía si la realizamos con alto kilovoltaje para
que quede intencionadamente sobreexpuesta. Además,
la orejuela de la aurícula izquierda resulta desplazada,
lo que origina una imagen de prominencia de la silueta
entre las 2 y las 3.
Ventrículo izquierdo
Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a hacer-
lo en altura, por lo que provoca un aumento de la altura
de la silueta y una elevación dorsal de la tráquea (en toda
su longitud, desde su entrada en la cavidad torácica has-
ta la carina), en la proyección lateral. La vena cava caudal
también resulta desplazada dorsalmente. En la proyec-
ción dorsoventral el margen izquierdo en el intervalo de 2
a 5 se redondea y aproxima a la pared torácica.
Aurícula derecha
En la proyección lateral el aumento de tamaño de la
aurícula produce un desplazamiento dorsal de la por-
ción caudal de la tráquea (sobre la parte craneal de
la base del corazón), mientras que la carina tiende a
mantener su posición normal. En la proyección dorso-
ventral es difícil de evaluar, aunque puede dar lugar a
una prominencia del margen de la silueta entre las 9
y las 11.
Ventrículo derecho
Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a
hacerlo en anchura, lo que provoca un aumento de
la anchura de la silueta y un incremento del contacto
cardioesternal en la proyección lateral. En la proyección
dorsoventral el margen de la silueta se redondea entre
las 5 y las 9, llegando a adquirir forma de “D invertida”
cuando el aumento de tamaño es importante.
Aurícula izquierda
AI
Ventrículo izquierdo
AI
Aurícula derecha
AI
Ventrículo derecho
AI
104
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del tóraxproyección dorsoventral
derecha, que incluyen dilatación de la vena cava cau-
dal, hepatomegalia, ascitis y derrame pleural. En gatos
el derrame pleural se puede producir por insuficien-
cia cardiaca izquierda, y se diferencia del causado por
insuficiencia derecha en que el paciente no presenta
además hepatomegalia ni ascitis.
Si la cardiomegalia es global la silueta aparecerá au-
mentada de anchura y altura en las dos proyecciones
(fig. 2.62). En muchos casos se observa un predominio
de los signos de aumento del corazón izquierdo y en
otros del derecho, o bien puede aparecer un aumento
más o menos equilibrado de ambos lados del corazón.
En función de las cámaras más afectadas en la radio-
grafía se podrán encontrar signos asociados de insufi-
ciencia cardiaca izquierda y/o derecha.
Una cardiomegalia moderada o marcada es un indicador bastante fiable de patología cardiaca, pero una cardiomegalia leve debe ser interpretada con prudencia, y siempre en correlación con el resto de datos clínicos del paciente.
Por otro lado, un corazón radiológicamente normal
no tiene por qué ser un corazón sano, ya que algunas
patologías no alteran de forma significativa el tamaño o
la forma del mismo.
Grandes vasosLos cambios en la imagen de los grandes vasos pue-
den proporcionar información adicional sobre las alte-
raciones cardiacas.
El diámetro de la vena cava caudal (VCC) en su re-
corrido entre la silueta cardiaca y el diafragma se pue-
de comparar con el diámetro de la aorta (Ao), medido
en el mismo espacio intercostal y si es posible durante
la inspiración. Una relación VCC/Ao > 1,5 es muy in-
dicativa de insuficiencia cardiaca derecha. Debemos
tener en cuenta que el diámetro de la vena cava caudal
varía ligeramente con el ciclo respiratorio, y que puede
estar disminuido en casos de hipovolemia.
El diámetro de la aorta normal es similar a la altura
de los cuerpos vertebrales adyacentes. Puede aparecer
aumentada en casos de estenosis aórtica y, en ocasio-
nes, en pacientes con conducto arterioso persistente.
En la proyección dorsoventral su aumento causa una
La identificación de prominencias de la silueta en
estas localizaciones contribuye a identificar radiológi-
camente posibles aumentos de tamaño de las distintas
cámaras cardiacas, así como de la salida de la aorta y
de la arteria pulmonar.
Signos radiológicos de aumento de las cámaras cardiacasDesde un punto de vista didáctico resulta útil describir
los signos de aumento de tamaño de cada una de las
cámaras cardiacas por separado, aunque en la prác-
tica es poco frecuente encontrar un aumento signifi-
cativo de alguna de ellas de forma independiente. Lo
habitual será detectar signos de aumento de corazón
izquierdo (aurícula más ventrículo izquierdos) o signos
de aumento de corazón derecho (aurícula más ventrí-
culo derechos), así como cardiomegalia global (con o
sin predominio del lado derecho o izquierdo del cora-
zón) en diferentes grados.
Los signos radiológicos de aumento de tamaño de
cada una de las cámaras se resumen en el cuadro 2.1
y se ilustran en las figuras 2.58, 2.59, 2.60 y 2.61.
En los casos de aumento del corazón izquierdo se
pueden observar signos radiológicos de insuficiencia
cardiaca izquierda: congestión vascular y edema pulmo-
nar. El signo radiológico que se puede detectar de forma
más temprana es la dilatación de las venas pulmonares,
aunque no siempre se identifica. El edema pulmonar se
inicia en el intersticio, lo que empeora la visualización
de los pequeños vasos pulmonares, aunque no dejan
de verse hasta que el edema evoluciona y afecta tam-
bién a los alvéolos, momento en el cual aparecen los
broncogramas en el área afectada. La localización típica
del edema cardiogénico en el perro es perihiliar, aunque
en fases avanzadas se extiende hacia la zona media y
periférica del pulmón. Es frecuente que afecte más al
pulmón derecho que al izquierdo. En los gatos el edema
cardiogénico puede aparecer en cualquier zona pulmo-
nar presentando un patrón más parcheado. En gatos
también es frecuente observar derrame pleural.
En los casos de aumento del corazón derecho se
pueden detectar signos de insuficiencia cardiaca
http://goo.gl/WqzTt
105
2Cuello y tórax
CUADRO 2.1. Signos de aumento de tamaño de las cámaras cardiacas.
Aurícula izquierda
Se sitúa inmediatamente ventral al bronquio principal
izquierdo. El aumento de tamaño de la aurícula origina
una desviación dorsal de éste y una prominencia de la
silueta a este nivel, visibles en la proyección lateral. En la
proyección dorsoventral se sitúa entre los dos bronquios
principales, caudal a la bifurcación traqueal. Un aumen-
to de tamaño de la aurícula origina mayor separación de
estos dos bronquios, aunque sólo podremos apreciarlo
en la radiografía si la realizamos con alto kilovoltaje para
que quede intencionadamente sobreexpuesta. Además,
la orejuela de la aurícula izquierda resulta desplazada,
lo que origina una imagen de prominencia de la silueta
entre las 2 y las 3.
Ventrículo izquierdo
Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a hacer-
lo en altura, por lo que provoca un aumento de la altura
de la silueta y una elevación dorsal de la tráquea (en toda
su longitud, desde su entrada en la cavidad torácica has-
ta la carina), en la proyección lateral. La vena cava caudal
también resulta desplazada dorsalmente. En la proyec-
ción dorsoventral el margen izquierdo en el intervalo de 2
a 5 se redondea y aproxima a la pared torácica.
Aurícula derecha
En la proyección lateral el aumento de tamaño de la
aurícula produce un desplazamiento dorsal de la por-
ción caudal de la tráquea (sobre la parte craneal de
la base del corazón), mientras que la carina tiende a
mantener su posición normal. En la proyección dorso-
ventral es difícil de evaluar, aunque puede dar lugar a
una prominencia del margen de la silueta entre las 9
y las 11.
Ventrículo derecho
Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a
hacerlo en anchura, lo que provoca un aumento de
la anchura de la silueta y un incremento del contacto
cardioesternal en la proyección lateral. En la proyección
dorsoventral el margen de la silueta se redondea entre
las 5 y las 9, llegando a adquirir forma de “D invertida”
cuando el aumento de tamaño es importante.
Aurícula izquierda
AI
Ventrículo izquierdo
AI
Aurícula derecha
AI
Ventrículo derecho
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154
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
La tabla 3.3 muestra el tiempo medio de resolu-
ción de una fractura en el perro dependiendo de la
edad y el método de tratamiento empleado (Brinker,
1978; Butterworth, 2006).
La osteoporosis postraumática es una secuela co-
mún de muchas fracturas distales de huesos largos y
puede ser particularmente pronunciada en animales
jóvenes. A menudo se denomina erróneamente os-teoporosis por desuso. La osteoporosis postraumáti-
ca se desarrolla distalmente a la fractura (fig. 3.26),
mientras que la osteoporosis por desuso (por inmo-
vilización de la extremidad) afecta a la extremidad
completa. Una vez que la fractura forma un callo só-
lido y el hueso vuelve a ser rígido, la densidad ósea
vuelve rápidamente a la normalidad en ambos tipos
de osteoporosis.
osteosíntesis es indicativa de movilidad del material o
de infección (fig. 3.25). No obstante, en radiografía di-
gital se ha descrito un artefacto con el mismo aspecto
(líneas radiotransparentes rodeando los implantes me-
tálicos) debido a una aplicación excesiva de la herra-
mienta de realce de bordes, aunque en muchos de los
equipos actuales ya se ha corregido.
La progresión en la resolución de una fractura depen-
de de diversos factores:
■ Tipo de hueso.
■ Tipo de fractura.
■ Edad del paciente.
■ Método de tratamiento.
■ Existencia de otras enfermedades sistémicas.
■ Aporte vascular.
FIGURA 3.24. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro que presenta rotura de la placa de osteosíntesis aplicada como tratamiento de una fractura en ambos huesos. El tornillo central aparece desplazado y alrededor del foco de fractura se identifican múltiples fragmentos de pequeño tamaño. En la imagen se aprecia la silueta del vendaje.
FIGURA 3.25. Imagen ampliada del fémur en proyección mediolateral de un perro con signos de movilidad de una prótesis de cadera. Se aprecian bandas radiotransparentes alrededor del vástago y la rotura de varios tornillos.
FIGURA 3.23. Proyección craneocaudal del codo de un perro de 10 semanas de edad con fractura Salter tipo IV (la línea de fractura atraviesa la fisis distal del húmero, separando una parte de la epífisis más una parte de la metáfisis).
Esqueleto apendicular
155
Anatomía radiográfica normal de tibia y peroné
■ Falta de unión: no se forma callo; puede ser atró-
fica (extremos de los fragmentos puntiagudos)
(fig. 3.27) o hipertrófica (se forma hueso alrededor
de los extremos de los fragmentos, pero estos no
llegan a unirse; la forma de los extremos se asemeja
a un “pie de elefante”) (fig. 3.28).
■ Consolidación defectuosa: los fragmentos se
unen, pero manteniendo una alineación incorrecta
(fig. 3.29).
■ Callo exuberante: debido a la incorporación de
esquirlas óseas al callo, por movilidad del foco de
fractura o infección.
FIGURA 3.26. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro con fractura consolidada de ambos huesos y osteoporosis postraumá-tica. La osteoporosis se desarrolla distal a la fractura (más acentuada en el tarso y metatarsianos en este caso), lo que la diferencia de una osteoporosis por desuso, ya que esta última afectaría a toda la extremidad.
FIGURA 3.27. Proyección craneocaudal de la tibia y el peroné de un perro con falta de unión atrófica de una fractura de la tibia. Los extremos de los fragmentos aparecen puntiagudos. En la imagen se aprecian los fijadores externos y una fractura doble de peroné.
FIGURA 3.28. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con falta de unión hipertrófica de la fractura del radio. Los extremos de los fragmentos aparecen separados, escleróticos y con formación de hueso nuevo a su alrededor. También se aprecia falta de unión de la fractura del cúbito, en la que el fragmento proximal tiene aspecto atrófico y el distal hipertrófico.
FIGURA 3.29. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con una consolidación defectuosa de una fractura de ambos huesos.
TABLA 3.3. Tiempo medio de resolución de una fractura en el perro dependiendo de la edad y del método de tratamiento
empleado (W.O. Brinker, 1978; S.J. Butterworth, 2006).
Edad
Tiempo de resolución según el tratamiento
VendajeFijadores externos
Agujas intramedularesPlaca de osteosíntesis
<3 meses 2-3 semanas 1 mes
3-6 meses 4-6 semanas 2-3 meses
6-12 meses 5-8 semanas 3-5 meses
>12 meses 7-12 semanas 5-12 meses
Las principales complicaciones de las fracturas son:
■ Retraso en la unión: la formación del callo es más
lenta de lo normal.
http://goo.gl/rXkVL
3
154
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
La tabla 3.3 muestra el tiempo medio de resolu-
ción de una fractura en el perro dependiendo de la
edad y el método de tratamiento empleado (Brinker,
1978; Butterworth, 2006).
La osteoporosis postraumática es una secuela co-
mún de muchas fracturas distales de huesos largos y
puede ser particularmente pronunciada en animales
jóvenes. A menudo se denomina erróneamente os-teoporosis por desuso. La osteoporosis postraumáti-
ca se desarrolla distalmente a la fractura (fig. 3.26),
mientras que la osteoporosis por desuso (por inmo-
vilización de la extremidad) afecta a la extremidad
completa. Una vez que la fractura forma un callo só-
lido y el hueso vuelve a ser rígido, la densidad ósea
vuelve rápidamente a la normalidad en ambos tipos
de osteoporosis.
osteosíntesis es indicativa de movilidad del material o
de infección (fig. 3.25). No obstante, en radiografía di-
gital se ha descrito un artefacto con el mismo aspecto
(líneas radiotransparentes rodeando los implantes me-
tálicos) debido a una aplicación excesiva de la herra-
mienta de realce de bordes, aunque en muchos de los
equipos actuales ya se ha corregido.
La progresión en la resolución de una fractura depen-
de de diversos factores:
■ Tipo de hueso.
■ Tipo de fractura.
■ Edad del paciente.
■ Método de tratamiento.
■ Existencia de otras enfermedades sistémicas.
■ Aporte vascular.
FIGURA 3.24. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro que presenta rotura de la placa de osteosíntesis aplicada como tratamiento de una fractura en ambos huesos. El tornillo central aparece desplazado y alrededor del foco de fractura se identifican múltiples fragmentos de pequeño tamaño. En la imagen se aprecia la silueta del vendaje.
FIGURA 3.25. Imagen ampliada del fémur en proyección mediolateral de un perro con signos de movilidad de una prótesis de cadera. Se aprecian bandas radiotransparentes alrededor del vástago y la rotura de varios tornillos.
FIGURA 3.23. Proyección craneocaudal del codo de un perro de 10 semanas de edad con fractura Salter tipo IV (la línea de fractura atraviesa la fisis distal del húmero, separando una parte de la epífisis más una parte de la metáfisis).
Esqueleto apendicular
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Anatomía radiográfica normal de tibia y peroné
■ Falta de unión: no se forma callo; puede ser atró-
fica (extremos de los fragmentos puntiagudos)
(fig. 3.27) o hipertrófica (se forma hueso alrededor
de los extremos de los fragmentos, pero estos no
llegan a unirse; la forma de los extremos se asemeja
a un “pie de elefante”) (fig. 3.28).
■ Consolidación defectuosa: los fragmentos se
unen, pero manteniendo una alineación incorrecta
(fig. 3.29).
■ Callo exuberante: debido a la incorporación de
esquirlas óseas al callo, por movilidad del foco de
fractura o infección.
FIGURA 3.26. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro con fractura consolidada de ambos huesos y osteoporosis postraumá-tica. La osteoporosis se desarrolla distal a la fractura (más acentuada en el tarso y metatarsianos en este caso), lo que la diferencia de una osteoporosis por desuso, ya que esta última afectaría a toda la extremidad.
FIGURA 3.27. Proyección craneocaudal de la tibia y el peroné de un perro con falta de unión atrófica de una fractura de la tibia. Los extremos de los fragmentos aparecen puntiagudos. En la imagen se aprecian los fijadores externos y una fractura doble de peroné.
FIGURA 3.28. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con falta de unión hipertrófica de la fractura del radio. Los extremos de los fragmentos aparecen separados, escleróticos y con formación de hueso nuevo a su alrededor. También se aprecia falta de unión de la fractura del cúbito, en la que el fragmento proximal tiene aspecto atrófico y el distal hipertrófico.
FIGURA 3.29. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con una consolidación defectuosa de una fractura de ambos huesos.
TABLA 3.3. Tiempo medio de resolución de una fractura en el perro dependiendo de la edad y del método de tratamiento
empleado (W.O. Brinker, 1978; S.J. Butterworth, 2006).
Edad
Tiempo de resolución según el tratamiento
VendajeFijadores externos
Agujas intramedularesPlaca de osteosíntesis
<3 meses 2-3 semanas 1 mes
3-6 meses 4-6 semanas 2-3 meses
6-12 meses 5-8 semanas 3-5 meses
>12 meses 7-12 semanas 5-12 meses
Las principales complicaciones de las fracturas son:
■ Retraso en la unión: la formación del callo es más
lenta de lo normal.
http://goo.gl/rXkVL
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168
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la columna cervical
consigue colocando una almohadilla radiotransparente
bajo la zona cervical y otra bajo la zona lumbar (fig. 4.1).
Para conseguir que el plano sagital de las vértebras
quede paralelo al chasis se deben colocar almohadillas
que eleven ligeramente la posición de las extremidades.
Si la columna se encuentra rotada al realizar la radio-
grafía lateral, las apófisis trasversas de cada vértebra
aparecerán separadas en la imagen (fig. 4.2).
Al realizar la radiografía en la proyección ventro-
dorsal se debe evitar la rotación de la columna hacia
los lados. Si la posición del paciente es correcta, las
apófisis espinosas aparecerán alineadas y centradas
con los cuerpos vertebrales en la imagen (fig. 4.3).
Un estudio completo de la columna debe incluir
dos radiografías cervicales (una centrada en C3-C4
y otra en C6-C7), una torácica (centrada en T6-T7),
una toracolumbar (centrada en T13-L1) y una lumbar
(centrada en L3-L4). Habitualmente la evaluación clí-
nica previa del paciente permite localizar la región o
regiones de la columna que podrían estar lesionadas,
lo que limita el estudio radiográfico a la zona afectada.
Las radiografías de columna realizadas en flexión o
extensión forzada pueden ser útiles para el diagnósti-
co de determinadas patologías, como la inestabilidad
atlantoaxial, cervical o lumbosacra. No obstante, de-
ben ir siempre precedidas de radiografías estándar
en posición neutra, ya que si éstas muestran ya una
posición anómala de las vértebras las radiografías for-
zadas estarán desaconsejadas, puesto que pueden
provocar lesiones compresivas graves de la médula
espinal. También debemos manejar al paciente con
sumo cuidado cuando se sospeche de la existencia de
una fractura o luxación de la columna, ya que podría-
mos provocar un empeoramiento del cuadro clínico.
a a
b b
FIGURA 4.1. Proyección lateral de la columna cervical de un perro mal posicionada (a) y proyección lateral de la misma región correctamente posicionada (b), tras colocar una almohadilla radiotransparente debajo del cuello para conseguir que el eje longitudinal de la columna se sitúe paralelo al chasis. En la primera radiografía no es posible evaluar adecuadamente los espacios intervertebrales, ya que el haz de rayos X penetra de forma oblicua a través de ellos.
FIGURA 4.2. Imágenes ampliadas de la región lumbar de un perro obtenidas en proyección lateral, antes (a) y después (b) de colocar almohadillas que eleven ligeramente la posición de las extremidades para conseguir que el plano sagital de las vértebras quede paralelo al chasis. La perfecta superposición de las apófisis transversas de cada vértebra (flecha) indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
http://goo.gl/ht7EE
4Columna
169
Mielografía
La mielografía es la técnica de contraste que se utiliza
con mayor frecuencia para la evaluación de la colum-
na (fig. 4.4). Se basa en la introducción de un medio
de contraste en el espacio subaracnoideo. Debido a
que implica ciertos riesgos, se debe realizar sólo cuan-
do se considera estrictamente necesaria, generalmen-
te cuando la elección de un tratamiento quirúrgico
posterior depende de los resultados de este examen.
La resonancia magnética es una alternativa excelente.
La mielografía se debe llevar a cabo bajo anestesia
general. Antes de administrar el medio de contraste se
deben obtener radiografías simples correctamente po-
sicionadas. Los medios de contraste de elección son
los yodados no iónicos de baja osmolaridad, como el
iohexol o el iopamidol, ya que presentan menor neu-
rotoxicidad y permanecen más tiempo en concentra-
ciones diagnósticas en el espacio subaracnoideo que
otros agentes hidrosolubles. Se emplean en concentra-
ciones de 200 a 350 mg I/ml (a mayor concentración
de yodo, mejor definición de las columnas de contraste
en las imágenes) y a dosis de 0,3 ml/kg o 50 mg I/kg. El
volumen administrado depende del tamaño del animal
y de la región que vaya a examinarse:
■ Perros pequeños y gatos (1-5 kg): 1,5-2 ml.
■ Perros medianos (5-15 kg): 1,5-3 ml.
■ Perros grandes (15-35 kg): 3-5 ml.
■ Perros de razas gigantes (+35 kg): 8-9 ml
máximo.
El contraste se puede introducir en la cisterna
magna o en la zona lumbar. Se emplean agujas es-
pinales (de 25 mm para gatos y perros pequeños, de
FIGURA 4.3. Proyección ventrodorsal de la columna lumbar de un perro. La posición centrada de las apófisis espinosas respecto a los cuerpos vertebrales indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
a c
b
FIGURA 4.4. Patrón mielográfico normal de la región cervical en proyección lateral (a), región toracolumbar en proyección lateral (b) y región lumbar en proyección ventrodorsal (c).
168
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la columna cervical
consigue colocando una almohadilla radiotransparente
bajo la zona cervical y otra bajo la zona lumbar (fig. 4.1).
Para conseguir que el plano sagital de las vértebras
quede paralelo al chasis se deben colocar almohadillas
que eleven ligeramente la posición de las extremidades.
Si la columna se encuentra rotada al realizar la radio-
grafía lateral, las apófisis trasversas de cada vértebra
aparecerán separadas en la imagen (fig. 4.2).
Al realizar la radiografía en la proyección ventro-
dorsal se debe evitar la rotación de la columna hacia
los lados. Si la posición del paciente es correcta, las
apófisis espinosas aparecerán alineadas y centradas
con los cuerpos vertebrales en la imagen (fig. 4.3).
Un estudio completo de la columna debe incluir
dos radiografías cervicales (una centrada en C3-C4
y otra en C6-C7), una torácica (centrada en T6-T7),
una toracolumbar (centrada en T13-L1) y una lumbar
(centrada en L3-L4). Habitualmente la evaluación clí-
nica previa del paciente permite localizar la región o
regiones de la columna que podrían estar lesionadas,
lo que limita el estudio radiográfico a la zona afectada.
Las radiografías de columna realizadas en flexión o
extensión forzada pueden ser útiles para el diagnósti-
co de determinadas patologías, como la inestabilidad
atlantoaxial, cervical o lumbosacra. No obstante, de-
ben ir siempre precedidas de radiografías estándar
en posición neutra, ya que si éstas muestran ya una
posición anómala de las vértebras las radiografías for-
zadas estarán desaconsejadas, puesto que pueden
provocar lesiones compresivas graves de la médula
espinal. También debemos manejar al paciente con
sumo cuidado cuando se sospeche de la existencia de
una fractura o luxación de la columna, ya que podría-
mos provocar un empeoramiento del cuadro clínico.
a a
b b
FIGURA 4.1. Proyección lateral de la columna cervical de un perro mal posicionada (a) y proyección lateral de la misma región correctamente posicionada (b), tras colocar una almohadilla radiotransparente debajo del cuello para conseguir que el eje longitudinal de la columna se sitúe paralelo al chasis. En la primera radiografía no es posible evaluar adecuadamente los espacios intervertebrales, ya que el haz de rayos X penetra de forma oblicua a través de ellos.
FIGURA 4.2. Imágenes ampliadas de la región lumbar de un perro obtenidas en proyección lateral, antes (a) y después (b) de colocar almohadillas que eleven ligeramente la posición de las extremidades para conseguir que el plano sagital de las vértebras quede paralelo al chasis. La perfecta superposición de las apófisis transversas de cada vértebra (flecha) indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
http://goo.gl/ht7EE
4Columna
169
Mielografía
La mielografía es la técnica de contraste que se utiliza
con mayor frecuencia para la evaluación de la colum-
na (fig. 4.4). Se basa en la introducción de un medio
de contraste en el espacio subaracnoideo. Debido a
que implica ciertos riesgos, se debe realizar sólo cuan-
do se considera estrictamente necesaria, generalmen-
te cuando la elección de un tratamiento quirúrgico
posterior depende de los resultados de este examen.
La resonancia magnética es una alternativa excelente.
La mielografía se debe llevar a cabo bajo anestesia
general. Antes de administrar el medio de contraste se
deben obtener radiografías simples correctamente po-
sicionadas. Los medios de contraste de elección son
los yodados no iónicos de baja osmolaridad, como el
iohexol o el iopamidol, ya que presentan menor neu-
rotoxicidad y permanecen más tiempo en concentra-
ciones diagnósticas en el espacio subaracnoideo que
otros agentes hidrosolubles. Se emplean en concentra-
ciones de 200 a 350 mg I/ml (a mayor concentración
de yodo, mejor definición de las columnas de contraste
en las imágenes) y a dosis de 0,3 ml/kg o 50 mg I/kg. El
volumen administrado depende del tamaño del animal
y de la región que vaya a examinarse:
■ Perros pequeños y gatos (1-5 kg): 1,5-2 ml.
■ Perros medianos (5-15 kg): 1,5-3 ml.
■ Perros grandes (15-35 kg): 3-5 ml.
■ Perros de razas gigantes (+35 kg): 8-9 ml
máximo.
El contraste se puede introducir en la cisterna
magna o en la zona lumbar. Se emplean agujas es-
pinales (de 25 mm para gatos y perros pequeños, de
FIGURA 4.3. Proyección ventrodorsal de la columna lumbar de un perro. La posición centrada de las apófisis espinosas respecto a los cuerpos vertebrales indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
a c
b
FIGURA 4.4. Patrón mielográfico normal de la región cervical en proyección lateral (a), región toracolumbar en proyección lateral (b) y región lumbar en proyección ventrodorsal (c).
192
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Cuerpos extrañosLos cuerpos extraños de densidad mineral o metal loca-
lizados en la cavidad nasal habitualmente son fáciles de
identificar en las radiografías. En cambio, aquéllos que
tienen una densidad radiológica similar a la de los tejidos
blandos y los líquidos (cuerpos extraños radiotranspa-
rentes), como las espigas, ramas de plantas, pequeños
FIGURA 5.4. Imagen ampliada de la bóveda craneal de un perro joven en proyección lateral oblicua. La radiografía se centró en la zona de inflamación de los tejidos blandos (flechas blancas), lo que permitió identificar una fractura craneal (flecha negra) no visualizada en la proyección lateral estándar.
FIGURA 5.6. Imagen ampliada de la región del hueso cigomático en proyección lateral oblicua de un perro con una lesión osteoproliferativa en la zona central del arco cigomático. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteoma.
FIGURA 5.5. Proyección lateral oblicua de la cabeza de un perro con una lesión ósea marcadamente osteoproliferativa localizada en la bóveda craneal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteosarcoma.
FIGURA 5.7. Proyección dorsoventral de la cabeza de un gato con una neoplasia de tejidos blandos (carcinoma de células escamosas) que afecta al hueso adyacente, destruyendo parcialmente la parte rostral del arco cigomático derecho y la zona lateral del maxilar del mismo lado.
objetos de plástico, etc., no suelen visualizarse directa-
mente en la imagen, aunque en muchos casos sí se iden-
tifican los signos de rinitis focal asociada que provocan.
FracturasLas fracturas que afectan al hueso nasal (fig. 5.8) o
a los senos frontales (fig. 5.9) pueden ser difíciles de
diagnosticar. Normalmente se produce depresión de los
fragmentos, se acompañan de inflamación de los tejidos
blandos adyacentes y, en muchos casos, de enfisema
subcutáneo por salida de aire a los tejidos adyacentes.
Anatomía radiográfica normal de la cabezaproyección lateral oblicua (bulla timpánica)
http://goo.gl/ltsmi
5Cabeza
193
Anatomía radiográfica normal de la cabeza proyección ventrodorsal con boca abierta
una pérdida de diferenciación de los cornetes por en-
grosamiento de la mucosa y presencia de exudado en-
tre ellos (fig. 5.11).
Resulta más difícil evaluar la imagen de los cornetes
en el gato, ya que en condiciones normales presentan
un patrón más irregular que en el perro. Es importante
tener en cuenta este aspecto al evaluar una posible
FIGURA 5.8. Imagen ampliada de la región nasal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso nasal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización.
FIGURA 5.10. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro joven con rinitis bacteriana. Se observa un aumento de la radiopacidad en la zona rostral de la cavidad nasal derecha.
FIGURA 5.9. Imagen ampliada de la región frontal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso frontal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización.
FIGURA 5.11. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro con rinitis crónica hiperplásica. Se observa un aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal izquierda, especialmente en el tercio medio, donde se diferencian con dificultad los cornetes (se atribuye al engrosamiento de la mucosa y a la presencia de exudado entre ellos).
RinitisLas rinitis secundarias a infecciones bacterianas y las
rinitis linfoplasmocíticas suelen causar un aumento de
la densidad radiográfica de la cavidad nasal, acompa-
ñado o no de un aumento de la densidad de los se-
nos frontales, aunque se suele mantener una buena
diferenciación de los cornetes en la imagen (fig. 5.10).
En procesos agudos pueden no aparecer alteraciones
evidentes en la imagen radiográfica de la cavidad.
Las rinitis crónicas hiperplásicas pueden producir,
junto con el aumento de la radiopacidad de la cavidad,
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192
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Cuerpos extrañosLos cuerpos extraños de densidad mineral o metal loca-
lizados en la cavidad nasal habitualmente son fáciles de
identificar en las radiografías. En cambio, aquéllos que
tienen una densidad radiológica similar a la de los tejidos
blandos y los líquidos (cuerpos extraños radiotranspa-
rentes), como las espigas, ramas de plantas, pequeños
FIGURA 5.4. Imagen ampliada de la bóveda craneal de un perro joven en proyección lateral oblicua. La radiografía se centró en la zona de inflamación de los tejidos blandos (flechas blancas), lo que permitió identificar una fractura craneal (flecha negra) no visualizada en la proyección lateral estándar.
FIGURA 5.6. Imagen ampliada de la región del hueso cigomático en proyección lateral oblicua de un perro con una lesión osteoproliferativa en la zona central del arco cigomático. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteoma.
FIGURA 5.5. Proyección lateral oblicua de la cabeza de un perro con una lesión ósea marcadamente osteoproliferativa localizada en la bóveda craneal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteosarcoma.
FIGURA 5.7. Proyección dorsoventral de la cabeza de un gato con una neoplasia de tejidos blandos (carcinoma de células escamosas) que afecta al hueso adyacente, destruyendo parcialmente la parte rostral del arco cigomático derecho y la zona lateral del maxilar del mismo lado.
objetos de plástico, etc., no suelen visualizarse directa-
mente en la imagen, aunque en muchos casos sí se iden-
tifican los signos de rinitis focal asociada que provocan.
FracturasLas fracturas que afectan al hueso nasal (fig. 5.8) o
a los senos frontales (fig. 5.9) pueden ser difíciles de
diagnosticar. Normalmente se produce depresión de los
fragmentos, se acompañan de inflamación de los tejidos
blandos adyacentes y, en muchos casos, de enfisema
subcutáneo por salida de aire a los tejidos adyacentes.
Anatomía radiográfica normal de la cabezaproyección lateral oblicua (bulla timpánica)
http://goo.gl/ltsmi
5Cabeza
193
Anatomía radiográfica normal de la cabeza proyección ventrodorsal con boca abierta
una pérdida de diferenciación de los cornetes por en-
grosamiento de la mucosa y presencia de exudado en-
tre ellos (fig. 5.11).
Resulta más difícil evaluar la imagen de los cornetes
en el gato, ya que en condiciones normales presentan
un patrón más irregular que en el perro. Es importante
tener en cuenta este aspecto al evaluar una posible
FIGURA 5.8. Imagen ampliada de la región nasal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso nasal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización.
FIGURA 5.10. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro joven con rinitis bacteriana. Se observa un aumento de la radiopacidad en la zona rostral de la cavidad nasal derecha.
FIGURA 5.9. Imagen ampliada de la región frontal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso frontal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización.
FIGURA 5.11. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro con rinitis crónica hiperplásica. Se observa un aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal izquierda, especialmente en el tercio medio, donde se diferencian con dificultad los cornetes (se atribuye al engrosamiento de la mucosa y a la presencia de exudado entre ellos).
RinitisLas rinitis secundarias a infecciones bacterianas y las
rinitis linfoplasmocíticas suelen causar un aumento de
la densidad radiográfica de la cavidad nasal, acompa-
ñado o no de un aumento de la densidad de los se-
nos frontales, aunque se suele mantener una buena
diferenciación de los cornetes en la imagen (fig. 5.10).
En procesos agudos pueden no aparecer alteraciones
evidentes en la imagen radiográfica de la cavidad.
Las rinitis crónicas hiperplásicas pueden producir,
junto con el aumento de la radiopacidad de la cavidad,
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6Errores diagnósticos más frecuentes
221
FIGURA 6.28. Imagen ampliada de la zona craneoventral del tórax de un perro sano. Las flechas marcan un área sobreexpuesta de la imagen (digital), lo que podría confundirse con un área de hipovascularización o con una bulla pulmonar.
FIGURA 6.29. Imagen ampliada de la tibia en proyección mediolateral de un perro al que se le han colocado dos agujas y un cerclaje. Cuando se aplica en exceso la herramienta de realce de bordes en la radiografía digital pueden aparecer halos radiotransparentes alrededor de los implantes metálicos, lo que podría confundirse con un signo de rechazo o movilidad del material.
a b
obstante, no debemos abusar tampoco de esta herra-
mienta porque corremos el riesgo de perder la visión
global de la imagen, que en muchos casos resulta
esencial para realizar un diagnóstico correcto.
Casos de autoevaluación
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FIGURA 6.30. Imágenes ampliadas de la zona caudodorsal del tórax de un perro sano. En una se muestra la radiografía digital correctamente ajustada (a), mientras que la otra muestra la misma imagen tras aplicar en exceso la herramienta de realce de bordes (b), lo que destaca de forma excesiva la imagen de los vasos, paredes bronquiales e incluso del parénquima pulmonar. La aplicación excesiva de las herramientas de posprocesado en radiografía digital suele conducir a errores diagnósticos.
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